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LOS ORIGENES DEL RADICALISMO

La Unión Cívica

Si bien la UCR como partido nace en 1891, debemos retroceder un poco para bucear en sus inicios
(en los cuales no nos detendremos demasiado). En el año 1889, en el mes de septiembre, nace un
heterogéneo grupo opositor bautizado "Unión Cívica". Dentro de esta encontrábamos sectores
católicos y laicos, clases altas desplazadas de la alianza gobernante y sectores medios, universitarios
etc. Su principal campo de acción se encontraba en la provincia de Buenos Aires.
¿Que ocurría mientras tanto en el país? "En 1880 se había declarado a Buenos Aires capital de la
Nación, habíase concluido con el problema del indio, se empezaba a poblar la Patagonia y las
regiones boscosas del noreste. En los años siguientes se fueron liquidando problemas limítrofes
pendientes con los vecinos, y el estado nacional adquirió su fisonomía definitiva." A esta
descripción podríamos agregar: el crecimiento de la red ferroviaria, la remodelación del puerto, el
acento puesto en el tema de la educación, aunque a fines de la década ya comenzaban a notarse
síntomas de la crisis relacionados con la desequilibrada situación del sector externo. Conviviendo
con estos síntomas de progreso, modernización y posterior crisis, aparece un sistema político
restringido, autoritario y orientado a maximizar los beneficios de un grupo de familias cuyos
negocios estaban relacionados con el rol de país exportador de materias primas, que en el mercado
mundial, le toco jugar a la Argentina.
Los reclamos por la modificación de este sistema político, fueron canalizados en principio por la
naciente Unión Cívica. Dos dirigentes sobresalieron notoriamente del resto, Bartolomé Mitre, con
una dilatada trayectoria en la política argentina, y Leandro Alem, dotada de un carisma especial y
cuyo ascendiente sobre los integrantes de la Unión Cívica lo catapulto rápidamente a la primera
línea de la novel agrupación.
Obra de esta Unión Cívica fue la denominada "Revolución del Parque" o "Revolución del 90"
levantamiento armado contra el gobierno de Juárez Celman y que si bien fue sofocado por las
fuerzas leales al gobierno, tuvo amplias consecuencias políticas, entre ellas la renuncia anticipada
del Presidente de la Nación y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Pellegrini. Además las
víctimas de los intensos enfrentamientos se contaron por centenares.
Un observador contemporáneo y testigo presencial afirmaba que "Mirando objetivamente hasta
mayores lejanías, el 90 resultaba, por arriba de las tristes causas ocasionales, un episodio de la
formación de una democracia, fruto espontáneo e incontenible de la sangre y de la tierra" Si bien no
fue tan espontáneo ni tan incontenible, el levantamiento del 90 representó un momento crucial en la
historia política argentina, más allá de la previsible derrota militar, gran parte de los sostenedores
del régimen político tomaron conciencia que, de no introducir importantes cambios que signifiquen
el ingreso al sistema político de los sectores populares, el futuro podía tornarse imprevisible.

El Pacto Roca-Mitre, la fractura de la Unión Cívica y el nacimiento de la UCR.

Como consecuencia de un acuerdo suscripto entre el sector de la Unión Cívica que respondían a
Mitre y sectores oficialistas cercanos a Roca, se produce la fractura de la Unión Cívica y el
nacimiento de la llamada UNION CIVICA RADICAL. El agregado de "Radical" es tomado de
Leandro N. Alem, algunos afirman que ocurrió luego de la siguiente declaración: "Yo no acepto el
acuerdo; soy radical contra el acuerdo; soy radical intransigente", Alem era muy afecto a la palabra
"radical", Gabriel del Mazo, uno de los principales historiadores del radicalismo, afirma que la
expresión surgió "por primera vez en una conversación en la casa de Alem de la calle Cuyo (...) Fue
usada por el doctor Saldías, escritor, historiador, afectísimo amigo de Don Leandro. Con esa palabra
calificó el doctor Saldías la actitud terminante, en vista del fondo del problema, que tomarían en lo
interno significando que así debería ser llamada la actitud tajante que proyectaba. Alem se
incorporó en su asiento y exclamó: "Ese debe ser nuestro distintivo". Inmediatamente después
comenzó a popularizarse su uso".
Efectivamente el día 2 de Julio de 1891 la mayoría del Comité Nacional de la Unión Cívica lanza
un manifiesto, del que reproducimos un fragmento, anunciando la ruptura de la agrupación y el
repudio al acuerdo Roca-Mitre.

"Conciudadanos: el desarrollo de acontecimientos graves y precipitados en los últimos días, coloca


al Comité Nacional de la Unión Cívica en la necesidad de dirigir el presente manifiesto a sus
correligionarios y a los pueblos de la república (...) Una minoría del Comité Nacional, formada por
los partidarios del acuerdo con la agrupación dominante, acaba de romper la unidad de la Unión
Cívica, y llamándose Comité Nacional de la misma ha resuelto reorganizarla. (...)

es el caso recordar el carácter esencial de la Unión Cívica, y los trabajos personalistas que
desnaturalizando el programa de nuestra institución, han hecho dentro de la misma algunos amigos
del General Mitre, hasta llegar a la escisión actual. La Unión Cívica fue desde el principio la
coalición de los hombres de bien, vinculados para destruir el sistema de gobierno imperante que ha
producido tan graves perturbaciones en la República. (...) La Unión Cívica no se había formado
alrededor de ninguna personalidad determinada, ni se proponía como objetivo de su programa ni de
sus ideales la exaltación de un hombre al mando; ella debía destruir el funesto sistema de la
opresión oficial, buscando el restablecimiento de las instituciones, la honradez gubernativa, la
libertad de sufragio y el respeto a las autonomías de los municipios y de las provincias. (subrayado
nuestro).
Las personalidades eminentes de su seno debían inclinarse ante ese programa y prestarle
acatamiento. (...) No lo entendieron así los que a toda costa querían proclamar la candidatura del
general Mitre."

Entonces, a partir de 1891 la Unión Cívica Radical, hace su aparición en la escena política
argentina. Entre sus principales dirigentes se encontraban además de Alem y su sobrino Hipólito
Yrigoyen, Marcelo T. de Alvear, Deodoro Roca, Lisandro de la Torre, Pelagio Luna, José Lencinas,
Angel Gallardo, Tomas A. Le Bretón, José Luis Cantilo, Felipe Senillosa, Bernardo de Irigoyen,
Aristóbulo del Valle y otros.

La UCR, Alem e Yrigoyen

A pesar del fallido intento de 1890, la UCR no abandonó el camino de la sublevación armada, hasta
1905 se produjeron distintos levantamientos en diferentes provincias (Buenos Aires, Tucumán, San
Luis, Santa Fe) los que finalizaron igualmente derrotados ya que el gobierno a pesar de los
problemas mantenía intacta la capacidad represiva. Por ejemplo, antes de las elecciones de 1892,
cuando las huestes radicales se preparaban para darle un dolor de cabeza al oficialismo, la cúpula
del partido fue detenida poco antes del comicio y todas los reclamos sofocados, los radicales apenas
participaron del proceso electoral.
En tanto Alem paso una larga temporada entre rejas lo cual sólo logró consolidar su prestigio y
liderazgo.
Por otra parte, bajo la conducción de este último, el radicalismo más que un partido político se
consideraba una especie de cruzada redentora, contra un régimen inmoral y contra el positivismo
reinante, en oposición al gobierno enarbolaba un proyecto nacional que no permite conformarse con
una política de conciliación, esto implicaba la férrea negativa a pactar con el régimen, y con sus
aliados, lo que significa una actitud revolucionaria que se expresa a través de los alzamientos
armados.
Este tipo de oposición, a todo o nada, finalizaba generalmente con la segunda opción, mientras el
gobierno se mantuviera unido y su fuerza intacta, la política radical había alcanzado un techo difícil
de superar, había ingresado en un callejón sin salida. Esta situación repercutió en el seno del
radicalismo, provocando apasionados debates sobre las futuras estrategias y los pasos a seguir. Este
debate enfrentó a los principales líderes del partido, Alem e Yrigoyen, este ultimo sostenía que la
base del triunfo residía en abandonar la conducción errática e inorgánica que hasta ese momento
llevaba el partido y hacer más sólida la estructura partidaria a través de una reorganización interna.

"Si bajo la hegemonía de Alem la lucha radical habíase centrado en el cuestionamiento total al
régimen vigente, la jefatura de Yrigoyen había modificado sutilmente esa actitud total y
difícilmente operable, para concretar al reclamo de leyes que infundieran verdad a los comicios e
incitaran a los ciudadanos a participar de la vida cívica." (Revista Todo es Historia No 289 pp14)

Esta diferencia entre ambos dirigentes no llegó a desarrollarse totalmente ya que Leandro Alem se
quitó la vida en julio de 1986, con apenas 54 años. Una etapa se cerraba en la vida del naciente
radicalismo.

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