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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Ser Misionero
Siembra
SER MISIONERO CON CRISTO EN EL CENTRO
Nuestro principal desafío como jóvenes, es poner a Cristo en
el centro de nuestras vidas.
Estamos insertos en una sociedad donde el dinamismo, el
consumismo y la velocidad de las cosas no nos da un respiro
ni un tiempo para volver a lo trascendental: Cristo. En este
contexto es cuando notamos que tenemos la necesidad de
Dios en nuestras vidas. En esto se sustenta Siembra. Salimos
como misioneros con Cristo en el centro. Tal como dijeron
Pedro y Juan "no podemos callar lo que hemos visto y oído"
(Hch 4,20). Dicho esto, en Siembra 2019, buscaremos ser
misioneros con Cristo en el centro por medio de la oración,
no quedándonos sólo en la oración personal, sino que
abordando también la oración grupal o en conjunto.
SER IGLESIA EN SALIDA
Creemos importante dividir este énfasis en dos partes. Por
un lado, tenemos “ser Iglesia” y por otro, “en salida”. En
primer lugar, “ser Iglesia” hace alusión al sentimiento de
pertenencia que tenemos con la Iglesia. Consideramos que,
haciéndonos parte de esta, tanto los voluntarios, jefes de
zona, consejo, entre otros, es una muy buena medida para
solucionar desde adentro la crisis actual de la Iglesia

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

uruguaya. Creemos que esta crisis no se puede arreglar sin


hacerse cargo de lo que formamos parte: la Iglesia.

En segundo lugar, respondiendo al llamado del Papa


Francisco, la Iglesia necesita que salgamos de nuestra zona
de confort, que nos “levantemos del sofá” y seamos vivos
servidores de Cristo, poniéndonos a su servicio, siguiendo su
voluntad. Es por esto que Siembra 2019 busca
responder al mensaje de Cristo, “vayan y hagan discípulos
de todas las naciones” (Mt. 28, 19), mostrándonos como una
Iglesia viva, joven y en salida.
SER TESTIMONIOS COHERENTES
Es importante partir definiendo qué es la coherencia:
“Actitud lógica y consecuente con los principios que se
profesan” (Real Academia Española). Dicho esto, creemos
que como católicos tenemos la responsabilidad de ser
testigos coherentes de una verdadera vida de fe, no
quedarnos en ser “los mejores católicos” durante los 10 días
de Siembra, o en la misa dominical, o en un retiro de semana
santa, sino que llevar lo aprendido a todos los ámbitos de la
vida, en el día a día, en la cotidianidad, en las amistades, en
los estudios, etc. Tal como nos dice nuestro patrono “lo que
el mundo moderno espera para reconocer a Cristo, es ver la
vida de Cristo reproducida en nuestras vidas” (P. Alberto
Hurtado). “Esta transmisión de la fe [...] se realiza por el
“contagio” del amor, en el que la alegría y el entusiasmo
expresan el descubrimiento del sentido y la plenitud de la
vida.” (Papa Francisco, 2018). Es por esto que en Siembra

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

2019, se buscará ser testimonio coherente por medio de la


alegría del misionero católico.

Oración Siembra
Necesito de ti…no te obligo, pero necesito de ti para
realizar mis planes de amor, si tú no vienes una obra quedará
sin hacerse, que tú y sólo tú puedes realizar.
Nadie puede tomar esa obra, porque cada uno tiene su
parte de bien que realizar.
Mira el mundo: los campos, cómo amarillean, cuánta
hambre, cuánta sed en el mundo.
Mira cómo me buscan a mí, incluso cuando se me persigue.
Señor, toma y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi
entendimiento, toda mi voluntad.
Todo lo que tengo y poseo lo consagro a trabajar por Ti, a
irradiar tu Vida, contento de no tener paga que servirte.
Y, como las antorchas que se consumen en nuestras manos,
consumirse por Cristo.

Amén

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Himno Siembra
Un nuevo día empezó, lo estaba esperando
Para sentirme vivo y ser instrumento
Y a servir, amar y sentirme amado
Por ese Dios que me llamó a la misión

El camino es siempre juntos


Compartiendo lo vivido
La alegría del encuentro siempre surge
Y es porque

Somos fuego que enciende tu amor


Respondiendo a tu llamado
Jugársela, vivir, buscar
¡Ayudar para el cambio, sembrando!

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Carta
Querido Misionero:
Hoy se inician 4 días en los cuales viviremos una experiencia
extraordinaria, de encuentro con Dios, contigo mismo y con
la comunidad. Prepárate para que en Siembra 2019, vivas
una instancia de conversión que transforme tu vida.

Como jóvenes muchas veces vemos la santidad muy lejana,


algo del pasado. No estamos en Israel, ni siendo
perseguidos por nuestra religión, estamos en Uruguay y
nuestra realidad es distinta. Tienes una invitación a buscar la
santidad desde tu vida diaria, como escolar, como hijo y
hermano, como amigo y prójimo.

Sin duda Dios te quiere santo, que respondas a su llamado


en cada decisión que tomes, que seas un católico coherente,
testimonio vivo de Cristo para los demás. Es una tarea difícil,
pero la más enriquecedora de todas.

Gracias por estar aquí el día de hoy, el que estos 4 días


valgan la pena, solo depende de ti. Como dice el Papa
Francisco “Jóvenes, juéguense la vida por grandes ideales”,
si bien estudiar es importante, no te quedes solo en eso.
Busca algo que te motive y cambia el mundo desde ahí, no
aspires a menos.

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Nuestro Lema
“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”
Este año nuestro lema es “Nos invitas a sembrar, nos
enseñas a amar”.
Esto es porque como jóvenes cristianos reconocemos la
clara invitación de Jesús a vivir una vida que refleje los
valores del evangelio.
¿Qué es lo que vamos a sembrar? La palabra ¿aprender a
amar? Amar como Dios nos ama, como el mismo Jesús nos
ama. Integrando su palabra en nuestra vida. Esa misma
palabra que vamos a sembrar en otros en estos días.
Como jóvenes líderes y misioneros debemos aprender a
sembrar esperanza en los demás y enamorarnos y enamorar
a otros del proyecto de Dios para la humanidad.

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Día a día
Día 1: Jesús siembra en nosotros y nos invita a
sembrar

LECTURA: Mt. 13, 3-9; 19-23


“Jesús les habló de muchas cosas, usando comparaciones o
parábolas. Les decía: «El sembrador salió a sembrar. Y
mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del
camino: vinieron las aves y se los comieron. Otros cayeron en
terreno pedregoso, con muy poca tierra, y brotaron en
seguida, pues no había profundidad. Pero apenas salió el sol,
los quemó y, por falta de raíces, se secaron. Otros cayeron en
medio de cardos: éstos crecieron y los ahogaron. Otros
granos, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron
cosecha, unos el ciento, otros el sesenta y otros el treinta por
uno. El que tenga oídos, que escuche.». Cuando uno oye la
palabra del Reino y no la interioriza, viene el Maligno y le
arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ahí tienen lo que
cayó a lo largo del camino. La semilla que cayó en terreno
pedregoso, es aquel que oye la Palabra y en
seguida la recibe con alegría. En él, sin
embargo, no hay raíces, y no dura más que
una temporada. Apenas sobreviene
alguna contrariedad o persecución por
causa de la Palabra, inmediatamente se
viene abajo. La semilla que cayó entre
cardos, es aquel que oye la Palabra, pero
luego las preocupaciones de esta vida y los
encantos de las riquezas ahogan esta

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

palabra, y al final no produce fruto. La semilla que cayó en


tierra bue na, es aquel que oye la Palabra y la comprende. Este
ciertamente dará fruto y producirá cien, sesenta o treinta
veces más.»

REFLEXIÓN
La semilla es la Palabra de Dios. Quizá por las múltiples
razones de tu vida, no has sido precisamente tierra buena
que ha recibido el amor de Dios y lo ha puesto en práctica.
Pero hoy tienes una oportunidad, Dios te ama, no ha dejado
de quererte ni un solo instante; y ha vuelto a sembrar en ti
nuevamente su amor, para que te dejes amar; y no solo eso,
Dios también te hace una llamada, no porque seas muy
bueno, sino porque Él quiere hacerte bueno amando a los
demás, hoy te llama a sembrar en los demás su Amor. Te
otorga la confianza de volver a empezar, de mirar adelante
con esperanza y de mostrar a otros la felicidad de saberse
amados por Dios.
El llamado de Cristo es una elección personal que responde
a los anhelos más profundos del corazón, por eso cada
misión es única; “si no realizas tu misión en la tierra quedará
sin hacerse”. Dios nos elige a cada uno por nuestra
individualidad y características personales, no nos llama en
masa, sino que personalmente porque yo soy único. En este
sentido es importante vincular las características propias
con el llamado de estar en estas misiones y no en otras.

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Día 2: “Vivir en Cristo”

LECTURA
Jn. 14
“A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus
discípulos: “No se inquieten. Crean en Dios y crean también en
mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera
así, ¿les habría dicho a ustedes que voy a prepararles un lugar?
Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra
vez para llevarlos conmigo, a fin de que
donde Yo esté, estén también ustedes.
Ya conocen el camino del lugar adonde
voy”. Tomás le dijo: “Señor, no sabemos
adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el
camino?” Jesús le respondió: “Yo s oy el
Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al
Padre, sino por mí”.

REFLEXIÓN
Luego de haber conocido los pilares de Siembra y entrar en
sintonía de las misiones, hoy podemos ahondar en la figura
de Cristo. En primera instancia en su modo de proceder y las
repercusiones que tiene en la vida diaria de las personas.
Para esto, es necesario poner a Cristo en el centro,
reflexionaremos cuán al centro de mi vida tengo a Jesús,
cuál es su espacio en mi realidad. Conoceremos a la persona
de Jesús un hombre común y corriente durante 30 años, que
se relacionaba, se reía, estaba con sus amigos y con su
familia, etc. Fue hombre como tú y yo, y cada gesto de su
vida fue un acto de amor. Recuerda que todo lo que Él te
pida a lo largo del camino, lo ha vivido antes por amor a ti.

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Día 3: “Dios Misericordioso”

LECTURA
Parábola del Hijo Pródigo: Jn. 15, 11-32
“También dijo: Un hombre tenía dos hijos y el menor de ellos
dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me
corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días
después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una
provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo
perdidamente. Cuando todo lo hubo malgastado, vino una
gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Fue y
se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le
envió a su hacienda para que cuidara cerdos. Y deseaba llenar
su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie
le daba, volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi
padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado
contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu
hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino
a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue
movido a misericordia, y corrió, y se echó
sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti,
y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el
mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo
en su mano, y calzado en sus pies. Y traed
el becerro gordo y matadlo, y comamos y
hagamos fiesta; porque este mi hijo
muerto era, y ha revivido; se había
perdido, y es hallado. Y comenzaron a
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

regocijarse. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino,


y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas y llamando
a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu
hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro
gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó,
y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que
entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos
años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me
has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero
cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con
rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él
entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis
cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos,
porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había
perdido, y es hallado.”

REFLEXIÓN
Somos débiles y tropezamos, pero esa misma debilidad, si la
reconocemos como tal, atrae siempre la misericordia divina.
Jesús, nuestro Buen Pastor, se da prisa en buscar a su
centésima oveja que se había perdido y así también se da
prisa por buscar al hombre que se ha caído. Cuenta siempre
con el amor de Cristo, que ni aun en los peores momentos
de tu existencia deja de amarte, cuenta siempre con su
ayuda para volver a la buena senda y para recomenzar una y
otra vez. No se santifica el que nunca comete errores, sino
quien siempre se arrepiente y fiado en el amor que Dios le
tiene, se levanta para seguir luchando.

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Día 4: La misión del apóstol

LECTURA
Primera carta a los Corintios Cap. 12, 12-26

“Así como el cuerpo tiene


muchos miembros, y sin
embargo, es uno, y estos
miembros, a pesar de ser
muchos, no forman sino un
solo cuerpo, así también
sucede con Cristo.
Porque todos hemos sido
bautizados en un solo Espíritu
para formar un solo Cuerpo
judíos y griegos, esclavos y
hombres libres y todos hemos
bebido de un mismo Espíritu.
El cuerpo no se compone de un solo miembro sino de muchos.
Si el pie dijera: «Como no soy mano, no formo parte del
cuerpo», ¿acaso por eso no seguiría siendo parte de él? Y si
el oído dijera: «Ya que no soy ojo, no formo parte del cuerpo»,
¿acaso dejaría de ser parte de él? Si todo el cuerpo fuera ojo,
¿dónde estaría el oído? Y si todo fuera oído, ¿dónde estaría el
olfato? Pero Dios ha dispuesto a cada uno de los miembros en
el cuerpo, según un plan establecido. Porque si todos fueran
un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? De hecho, hay
muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede
decir a la mano: «No te necesito», ni la cabeza, a los pies: «No
tengo necesidad de ustedes». Más aún, los miembros del

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

cuerpo que consideramos más débiles también son


necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los
que tratamos más decorosamente. Así nuestros miembros
menos dignos son tratados con mayor respeto, ya que los
otros no necesitan ser tratados de esa manera. Pero Dios
dispuso el cuerpo, dando mayor honor a los miembros que
más lo necesitan, a fin de que no haya divisiones en el cuerpo,
sino que todos los miembros sean mutuamente solidarios. ¿Un
miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro
es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría.”

REFLEXIÓN

La Iglesia somos todos, no solamente los sacerdotes, las


monjas, los consagrados o las personas que le dan su vida a
Dios. Debemos volver a rescatar la importancia que
tenemos los laicos, ya que cada miembro de la Iglesia es
fundamental y cada uno tiene un rol que cumplir. Así, como
el cuerpo es uno, pero al mismo tiempo necesita de todos
sus miembros (ojos, brazos, piernas, oídos…) para poder
desarrollarse, la iglesia necesita de cada uno de sus
miembros para poder alcanzar su plenitud.
La Iglesia es nuestra Madre, es la madre que nos comunica
la vida, esa vida para vivir en Cristo.

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Ángelus
(Todos los días a las 12.00)
El Ángel del Señor anunció a María;
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María......

Aquí está la esclava del Señor;


Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María ......

Y el Hijo de Dios se hizo hombre;


Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María ......

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.


Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por
el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu
Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, y con la
intercesión de la Virgen María, a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Misterios del
Rosario
(Lunes y Sábado)
MISTERIOS GOZOSOS
1. La encarnación del Hijo de Dios.
2. La visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Presentación del Señor Jesús en el templo.
5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.

(Martes y Viernes)
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de
Getsemaní.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario cargando la Cruz.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

(Miércoles y Domingo)
MISTERIOS GLORIOSOS
1. La Resurrección del Señor.
2. La Ascensión del Señor.
3. La Venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.

(Jueves)
MISTERIOS LUMINOSOS
1. El Bautismo en el Jordán.
2. La autorrevelación en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental
del misterio pascual.

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Examen de
conciencia
Papa Francisco – 2016 ACIPRENSA
Para confesarse, es necesario comenzar “por la escucha de
la voz de Dios” seguido del “examen de conciencia, el
arrepentimiento y el propósito de la enmienda, la invocación
de la misericordia divina que se nos concede gratuitamente
mediante la absolución, la confesión de los pecados al
sacerdote, la satisfacción o cumplimiento de la penitencia
impuesta, y finalmente, con la alabanza a Dios por medio de
una vida renovada”.
“No dirás falso testimonio ni mentirás”
¿He dicho mentiras?
¿He copiado en pruebas o he sido deshonesto en la
elaboración de un trabajo?
¿He dicho o participado en murmuraciones, críticas,
calumnias, ‘pelambres’ sobre otros?
¿He sido hipócrita fingiendo cualidades que no tengo?
“No robarás” “No codiciaras bienes ajenos”
¿He sido deshonesto en el trabajo o en mis relaciones con
los demás?
¿He tomado dinero o cosas que no son? ¿He adquirido
bienes por medios ilícitos?

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

¿He malgastado el dinero en cosas superfluas?


¿He sido perezoso en el cumplimiento de mis deberes? ¿He
sido egoísta con mis bienes, especialmente con los más
pobres?
¿He dejado de respetar los bienes de la creación? ¿He
deseado desordenadamente poseer lo ajeno? ¿He sido
envidioso?
“No cometerás actos impuros” “No consentirás
pensamientos ni deseos impuros”
¿He tenido o participado en conversaciones indecentes?
¿He consentido pensamientos y deseos impuros?
¿He realizado acciones impuras?
¿He visto películas, revistas o páginas de internet que no
me ayudan a vivir sanamente mi sexualidad?
¿He sido infiel en el pololeo o en el matrimonio?
“No matarás”
¿He hecho daño a los demás de palaba u obra? ¿Le he
hecho daño a mi cuerpo?
¿He sido imprudente al manejar? ¿He bebido alcohol en
exceso o he ingerido drogas? ¿He practicado o he facilitado
el aborto?
“Honrarás a tu padre y a tu madre”
¿He tratado irrespetuosamente a mis padres? ¿He dejado
de ayudarles, sobre todo en sus debilidades o límites? ¿He
dado mal ejemplo a las personas que me rodean? ¿He
corregido a los demás con cólera o injustamente? ¿Me
preocupo de la formación religiosa o moral de las personas
que viven en mi casa o que dependen de mi? ¿Me preocupo
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

de influir para hacer más cristiano el ambiente a mi


alrededor?
¿Defiendo a Cristo y a la doctrina de la Iglesia? ¿Me planteo
más enserio mi formación cristiana y mi relación con Dios?
“Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a
ti mismo”
¿Amo al señor sobre todas las cosas, dándole el primer
lugar en mi vida?
¿He recibido indignamente algún sacramento? ¿He dudado
o negado las verdades de la fe católica?
¿He colaborado con quién ataca a Cristo, a la Iglesia o a su
enseñanza?
¿Me preocupo por los demás o vivo más preocupado de
mis asuntos?
¿He despreciado a alguien por su condición económica,
social, racial, cultural o política? ¿He compartido lo que
tengo con otros que tienen menos?
“No tomarás el nombre de Dios en vano”
¿He usado el nombre de Dios sin respeto? ¿He jurado,
poniendo a Dios por testigo en algo falso o sin
importancia?
¿He practicado la superstición o el espiritismo? ¿He
rechazado los falsos ídolos, ya sea el placer, el poder, el
tener u otros?

“Santificarás las fiestas”


¿He faltado a misa los domingos o días festivos? ¿He
respetado los días de ayuno y abstinencia? ¿He trabajado el
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

domingo sin necesidad y/o he dejado de facilitar el


descanso dominical de los que me rodean?
¿He callado en la confesión algún pecado mortal?

Cancionero
1) El Señor nos ha reunido y se alegren
junto a Él
El Señor nos ha invitado Prueben qué bueno
a estar con Él. es el Señor;
En su mesa hay amor, hagan la prueba y véanlo
la promesa del perdón dichoso aquel que busca
y en el Vino y Pan, en el refugio (bis)
su corazón (bis)
Engrandezcan conmigo
Cuando, Señor, tu voz, al Señor; ensalcemos todos
llega a silencio a mí su nombre.
y mis hermanos Yo busqué al Señor
me hablan de ti, y me dio una respuesta
sé que a mi lado estás, me libró de todos mis
te sientas junto a mí, temores.
acoges mi vida y mi
oración.
2) Bendeciré al Señor 3) Te ofrecemos
en todo tiempo nuestras obras,
y mi boca no cesará la alegría y el dolor,
de alabarlo nuestras manos
mi alma se enorgullece que lucharon
en el Señor por tu amor.
que lo oigan los humildes Hoy venimos a tu mesa
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

para compartir tu pan Ciudad nueva del amor


y trayendo en donde vivirá el pueblo que
nuestras manos en los brazos de su dueño
la unidad. nació sostenida
en un madero.
Tú nos transformarás
Señor, Nos transformarás. Y un día al Padre volveré a
Tú nos transformarás, descubrir el secreto de la
Señor. (2) pequeña semilla que fiel
cobró su herencia
en el cielo.
Tú compartes nuestras
Yo mi vida he
vidas y te entregas otra
de entregar
vez.
para aumentar
Tú me llevas de la
la cosecha
mano para ser,
que el sembrador
un hermano un amigo
al final buscará
que da la vida también
y dejará ser eterna.
y así poder
entregarme como Tú.
5) Oí una voz
que me llamaba
4) Sé como el grano de que me decía ven a mi
trigo que cae en tierra y vi una luz en mi camino
desaparece, y aunque te hoy mi camino conocí.
duela la muerte de hoy
mira la espiga que crece. Santo, Santo,
Aleluya, Aleluya
Un trigal será mi Iglesia que Santo, Santo es el Señor
guardará mis entregas Hosanna en el cielo,
fecundadas en la sangre de Aleluya.
Aquél que dio su vida Santo, Santo es el Señor.
por ella.

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Tú Señor que me pediste


que levantara mi cruz
6) Tú, Señor que te y siguiera tu camino
quedaste de manera tan porque en él había luz
sencilla necesito tu alimento
nuestro trigo se hizo pan que renueve mi confianza
y la mesa está tendida y podré andar sin miedo
este pan que ya aceptar lo que me mandas.
es tu Cuerpo
la verdadera comida,
que da fe a los que esperan
y da fuerza al que camina.
Ni el pan es pan 7) Señor, toma mi vida
ni el vino es vino nueva
tu Cuerpo y Sangre antes de que la
hoy compartimos espera desgaste años en
y quédate mí.
la noche es larga Estoy dispuesto a lo que
te necesito quieras
aquí en mi casa, no importa lo que sea Tú
aquí en mi casa llámame a servir.

Tú Señor que Llévame donde los


te quedaste hombres necesiten tus
de manera tan sencilla palabras necesiten
nuestra vid , mis ganas de vivir.
se hizo vino Donde falte la esperanza
y la mesa está tendida Donde falte la alegría
este vino ya simplemente por no saber
es tu Sangre de Ti.
la verdadera bebida
fuente de todo sediento Te doy el corazón sincero
de verdad, de luz de vida para gritar sin miedo lo

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

hermoso que es Tu Amor. “Déjate, que te consuma


Señor tengo alma este fuego no apagues
misionera condúceme llamas a esta hoguera
a la tierra que si no hay fuego no
que tenga sed de Dios. habrá luz.
Y así en marcha iré Créeme,
cantando por calles que estoy clavado
predicando tu grandeza, porque Te amo,
Señor. Tendré Tus brazos no encontrarás en otro
sin cansancio, Tu historia lado,
entre mis labios, y fuerza quien quiera ya morir por
en la oración. Ti.
8) Hace ya tiempo que No tengas miedo, no Te
comprendí dejaré, las veces que tú me
Tú me buscaste en todas reclames, yo gozo al ver
partes, que quieres regresar,
la llama que un día empezó déjame que Yo Te levante”.
a fallar, Señor, no ves que quiero
Tu no dejaste se apagase. regresar, pero me pesa mi
Yo no comprendo pasado, acaso pides lo que
y digo que será, será que no sé dar, el tiempo me ha
estaba equivocado, secado el alma. Tanto he
y he descubierto que este besado el suelo, no lo ves,
loco está, de amor mis manos se han cerrado
muriendo porque le ame. tanto.
Yo no he querido saber “No te preocupes, Te
más de la locura que me rescataré, Mi Vida cambio
late, pero la fiebre quiere por la tuya”
regresar y Él no dejó de
predicarme.
9) Para que mi amor no sea
Y Tú me dices: un sentimiento, tan sólo un

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

deslumbramiento pasajero. perfecto.


Para no gastar mis Hazme serte fiel cuando
palabras más mías, todo es oscuro para que mi
ni vaciar de contenido mi amor sea más que un
“te quiero”. sentimiento.
Quiero hundir más hondo
mis raíces en Ti y cimentar No es en las palabras ni en
en solidez éste mi afecto, las promesas donde la
pues mi corazón que es historia
inquieto y es frágil sólo tiene su
acierta si se abraza a Tu motor secreto;
proyecto. sólo es el Amor en la cruz
madurado el amor que
Más allá de mis miedos, mueve todo el universo.
más allá Pongo mi pequeña vida hoy
de mi inseguridad quiero en Tus manos, por sobre
darte mi respuesta. mis inseguridades y mis
Aquí estoy para hacer Tu miedos y para elegir tu
Voluntad, para que mi querer y no el mío hazme
amor sea decirte sí hasta en Getsemaní fiel y
el final. despierto.

Duermen su sopor
y temen en el huerto, 10) Aún en la tormenta,
ni sus amigos acompañan aún cuando arrecia el mar
al Maestro. Te alabo, Te alabo en
Si es hora de cruz verdad.
es de fidelidades, Aún lejos de los míos,
pero el mundo nunca aún en mi soledad.
quiere aceptar esto. Dame Te alabo,
a comprender, Señor, Tu Te alabo en verdad.
amor tan puro, amor que
persevera en cruz, amor Pues solo a Ti te tengo,
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

pues Tú eres mi heredad.


Te alabo, Te alabo en El pan que Yo daré es mi
verdad. Cuerpo, vida para el
Pues solo a Ti mundo; El que siempre
te tengo, Señor, coma de mi Carne,
pues Tú eres vivirá en Mí, como
mi heredad. Yo vivo en mi Padre.
Te alabo, Y Yo le resucitaré...
te alabo en verdad. Yo soy esa bebida
que se prueba
Aún en la tormenta, y no se tiene sed.
aún cuando arrecia el mar. El que siempre
Te alabo, beba de Mi Sangre,
Te alabo en verdad. vivirá en Mí
Aún sin muchas palabras y tendrá la vida eterna.
aunque no se alabar. Y Yo le resucitaré...
Te alabo,
Te alabo en verdad.
12) Sopla Señor te lo pido,
quédate esta noche en mi
11) Yo soy alma pues sólo Tu Amor y
el Pan de Vida, abrigo, me darán consuelo
El que viene a Mí y calma. Sopla Señor sopla
no tendrá hambre, fuerte, envuélveme con Tu
El que viene a Mí brisa. Y en Tu Espíritu
no tendrá sed. renuévame, hazme libre en
Nadie viene a Mí, si Mi tu sonrisa. A pesar de mis
Padre no le trae. caídas, rem hazme fiel a
Tus promesas.
Y Yo le resucitaré, Sopla Señor en mi vida, y
Y Yo le resucitaré, arráncame esta tristeza.
Y Yo le resucitaré
En el día final. Sopla, sopla Señor Tu
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

grandeza, pon tu palabra


Sopla, Hazme fiel en mi en mis manos
pobreza, Sopla. en ellas
Tu Providencia
Sopla Señor en mi oído, y bendice
sopla fuerte arranca el a mis hermanos.
miedo pues sin Ti me hallo Quiero ser de
perdido, sin Tu luz me tu árbol rama,
encuentro ciego. fruto nuevo de tu cielo
Sopla Señor y hazte viento, Que madura en tu palabra,
y bautízame en tu nombre como un ave en pleno
llámame a servir Maestro, vuelo.
hazme fiel
entre los hombres.
Sopla, sopla Señor
Toma mi vida
Tu grandeza, Sopla,
en Tus manos,
Hazme fiel en mi pobreza,
mis sueños mi amor, mi
Sopla. Sopla, y bautízame
todo, mi cansancio, mis
en Tu brisa, Sopla,
pecados y moldéame
renuévame en Tu sonrisa,
a Tu modo.
Sopla.
Sopla, y bautízame en Tu
brisa, Sopla, renuévame en
Tu sonrisa, Sopla. 13) Dios te salve María,
sagrada María
Señora de nuestro camino
Sopla Señor Tu caricia,
Llena eres de gracia
por sobre mis sentimientos
llamada entre todas
Que sea el Ángel
A ser la madre de Dios.
de Tú Misa,
El Señor es contigo y tú
quien obre en todo
eres la sierva
momento.
Dispuesta a cumplir su
Sopla Señor
misión Y bendita tú eres,
y hazte canto,
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

dichosa al Señor
Te llaman a ti la escogida Eres Madre de Dios,
de Dios eres mi tierna Madre Y
Y bendito es el fruto que madre de la humanidad.
crece en tu vientre, El Te pedimos que ruegues
Mesías del pueblo de Dios, por todos nosotros heridos
al que tanto esperamos por tanto pecar
que nazca y que sea Desde hoy hasta el día final
nuestro Rey. de este peregrinar.

María he buscado tu
María he mirado
imagen Serena vestida
hacia el cielo
entre mantos de luz
Pensando entre nubes tu
Y al fin te encontré
rostro encontrar
dolorosa Llorando de pena
Y al fin te encontré en un
a los pies de una cruz.
establo entregando la vida
María he querido
a Jesús Salvador.
sentirte…
María he querido sentirte
Entre tantos milagros que
Dios te salve María,
cuentan de Ti,
Sagrada María Señora de
Al fin te encontré en mi
nuestro camino.
camino;
La misma vereda que yo
Tenías tu cuerpo cansado
14) Junto a ti, María,
Un niño en los brazos
como un niño quiero estar
durmiendo en tu paz
tómame en tus brazos
María, mujer que regalas la
guíame
vida sin fin.
en tu caminar.
Tú eres Santa María
Eres nuestra Señora Quiero que me eduques
porque haces tan nuestro que me enseñes a rezar

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

hazme transparente misericordiosos


lléname de paz. tendré la fuerza,
tendré la paz;
Madre, madre,
Madre consuélame de mis
Madre, madre.
penas, es que no quiero
ofenderle más;
Gracias, Madre mía Que por tus ojos
Por llevarnos a Jesús misericordiosos
Haznos más humildes tan Quiero ir al cielo, y verlos
sencillos como Tú ya.

Gracias, Madre mía


por abrir tu corazón
16) Tú que tu mano
Donde nos congregas
has puesto sobre mí,
y nos das tu amor
y que en mi mirada
dejaste tu presencia,
Tú que el aliento
15) María mírame, derramaste hasta mí,
María mírame y que en tu palma
Si tú me miras, lees mi nombre.
Él también No permitas que me pierda
me mirará entre las sombras,
Madre mía mírame, ven, toma lo que es tuyo,
De la mano llévame
Muy cerca de Él, Llévame al manantial
que ahí me donde brota el
quiero quedar. "agua de la vida",
llegaré al ancho mar que
María cúbreme desde siempre me ansía,
con tu manto y seré uno solo contigo,
Que tengo miedo, habitaré por siempre tu
no sé rezar corazón. (bis)
Y por tus ojos

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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

unidad.
17) Padre, qué hermosas
Siendo Dios hombre te
son las huellas
hiciste para poderte
de tu Amor
entregar, en la cruz,
en mi vida
sangriento altar, donde a
y en mi corazón.
los hombres te diste.
Padre, me pensaste y
Al morir te diste todo,
criaste en tu Amor,
ofreciéndote en la cruz,
y mi cielo es estar con Vos. y era el cielo, buen Jesús,
Tantas personas, que nos dabas de ese
tantos gestos de amor. modo.
En mi camino Tú me has
dado, tanta fuerza y Cuando eres celebrado en
salvación. cada misa te das,
Tanta misericordia, pero ya no mueres más
tanta compasión, porque estás resucitado.
que mi alma se estremece Una vez todo te diste, y es
por Ti, Señor. cada
misa esa vez,
Padre, Tú sabes que no hasta que vuelvas después,
siempre supe ver como tú lo prometiste.
cómo en todo intervenías
en mi bien. Tú, Señor, has visto el
Padre, agradecido por hambre que tenemos de
siempre te alabaré, hermandad
Tú has defendido mi y nos brindas la unidad con
pequeñez. tu Cuerpo y con tu Sangre.
Y tu Cuerpo
nos congrega,
18) Jesucristo, en eterna comunión,
danos de este pan y la Sangre del perdón
que tu pueblo, crezca en la hasta el corazón nos llega.
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Eres mi estrella,
Que podamos con María, te alcanzaré
en tu Espíritu, Jesús, yo sé que sí, lara, lara.
ser los hijos de la luz, más
hermanos En la ruta
cada día. de mis días,
Y estrechando nuestras el viaje fue
manos, obedientes a tu muy pesado,
voz, hasta que vi
ser así Pueblo de Dios, a una Doncella
servidor y así juntos caminamos,
de los hermanos. para llegar, lara, lara.

19) Estamos vivos Nos demostró


y vivimos, que en la vida
amarte es el amor es necesario,
nuestro destino el que hasta ayer
y aunque este se evadía,
viaje es distinto, al fin al puente
no hay más que un solo ha llegado,
camino: lo cruzará, lara, lara.
llegar a vos, lara, lara,
Sólo quedó
hierba seca 20) Hoy al fin tenemos que
por donde seguir
antes pisamos, caminando en paz
hoy hay flores esperamos contra toda
de pureza esperanza.
pues hacia Ti caminamos. Y es así que todo va a
Espéranos, lara, lara. cambiar, resucitarás,
esperamos contra toda
Dulce Doncella, esperanza.
te seguiré
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“Nos invitas a sembrar, nos enseñas a amar”

Vos sos la vida, Quiero quedarme


sos la paz, vos sos nuestra contigo allí.
esperanza.
Sos el camino para andar Hoy he visto
sos fuerza cómo se aman
y sos confianza. Los que viven
junto a Ti;
Hace tiempo
No aflojar, seguirte
que sediento
hasta el final
Había querido
tu cruz abrazar,
amar así,
esperamos contra
Ahora siento que tu amor
toda esperanza
Viene hacia mí.
Esperar también
es transformar
un sueño en realidad,
esperamos contra
toda esperanza.

21) Escuchando tus


palabras algo nuevo
nació en mí;
Es que nadie nos había
venido
A hablar así
Ahora veo claro
La verdad está en ti

Jesús, Te seguiré
Donde me lleves iré
Muéstrame ese lugar
donde vives;
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