Está en la página 1de 2

CAPITULO I: FUNDAMENTACION TEORICA:

1. MARCO REFERENCIAL:
1.1 TRABAJOS:
En cuanto a los antecedentes sobre la autoría y participación en los delitos
especiales cometidos por funcionarios públicos debemos señalar los
trabajos de Percy García Cavero “La pena del partícipe extraneus en los
delitos especiales” en donde expone sus ideas en favor de asumir la teoría
de la infracción de deber por ser más garantista y justo; igualmente
encontramos el trabajo de Raúl Pariona Arana “El delito de peculado como
delito de infracción de deber”, en donde sustenta dogmáticamente las
razones del porque debe asumirse en los delitos especiales cometidos por
funcionarios públicos la teoría de la infracción de deber.

1.2 PROBLEMÁTICA SOCIAL:


La administración pública, entendida dinámica e institucionalmente es la
forma organizada más extendida del poder público que en las sociedades
contemporáneas exhibe atributos de calificación, competencia,
tecnificación, infraestructura de medios, racionalidad y contenido ético-
teleológico bien definidos, en donde la Constitución Política y las leyes
constituyen el fundamento jurídico de su existencia, la misma que es y ha
significado históricamente una necesidad para los fines del Estado. Su
existencia jurídica, sólo cobra legitimidad social en la medida que se
identifique claramente con el servicio a la sociedad y a los ciudadanos, bajo
estándares de igualdad, eficacia, sometimiento al ordenamiento jurídico y
reafirmación del derecho de los seres humanos a convivir e interactuar en
condiciones de racionalidad y dignidad, así como de recibir por parte del
Estado, bajo el cual se acogen, gratificaciones que potencien su condición
existencial y eleven su calidad de vida. Desde esta perspectiva, los delitos
comprendidos en este título deben estar vinculados al modelo de Estado
constitucionalmente definido, y han de situar el punto de referencia no en el
cumplimiento de los deberes propios del cargo, sino en el correcto
funcionamiento de la administración pública y, en cada caso concreto,
verificar la lesividad dirigida a los distintos objetos de protección que tal
bien jurídico englobe. En cuanto a la protección asumida por el codificador
en los delitos contra la administración pública se puede visualizar que ha
optado por un modelo amplio regulado en el TÍTULO XVIII del código penal
bajo la rúbrica “Delitos contra la Administración pública” en donde los tipos
penales se clasifican entre otros grupos en los “Delitos cometidos por
particulares” (delito de usurpación de funciones, violencia y resistencia a la
autoridad, desacato, etc. comprendidos desde el artículo 361 al 375),
“Delitos cometidos por Funcionarios Públicos” (abuso de autoridad,
concusión, peculado) comprendidos desde el artículo 376 al 392); siendo
estos últimos delitos en los cuales se enmarcara el presente trabajo de
investigación y en especial en la SECCIÓN IV “Corrupción de funcionarios”
que comprende los delitos de cohecho pasivo propio, cohecho pasivo
impropio, cohecho pasivo específico, negociación incompatible, el tráfico de
influencias y el enriquecimiento ilícito los cuales están descritos en los
artículos 393 al 401, con la finalidad de identificar en dónde radican los
principales problemas de impunidad en el tratamiento penal vigente. En la
interpretación y/o aplicación de determinadas instituciones o teorías al
campo del Derecho, suelen presentarse problemas que merecen una
dedicación exclusiva por parte de la comunidad científica a través de la
dogmática jurídica; uno de esos temas tan polémicos lo constituye lo
referente a la autoría y participación en los delitos contra la administración
pública, en especial lo referente a la calificación jurídica y la determinación
de la pena a imponer a aquellas personas que, sin tener la calidad exigida
por el tipo penal, han participado en la realización de un delito especial.
Muchos tipos penales de los delitos contra la administración pública están
construidos como “delitos especiales”, es decir, solamente pueden ser
cometidos por sujetos que reúnan una cierta cualidad determinada
“Intraneus”, mientras los que no reúnan tal cualidad por mandato de la ley
se les conoce como “Extraneus”. Este tema es especialmente sui generis,
pues mucho se discute en doctrina sobre el título de imputación del
denominado "instrumento doloso no cualificado", esto es, cuando el sujeto
calificado (intraneus) se vale de un particular (extraneus) para perpetrar el
hecho punible.

También podría gustarte