Este tipo de distribución es la más usada en las ciencias biológicas, agronómicas y forestales ya que usualmente se ajusta a variables continuas donde se emplean para calcular el peso de un fruto, la altura de los seres vivos etc., así como otras mediciones morfométricas, además del rendimiento. La distribución normal se usa para el cálculo de probabilidades de una variable continua, este cálculo se puede realizar gráficamente midiendo el área bajo la curva de la función de densidad correspondiente al intervalo de los valores de interés. En cualquier distribución continua si se fijan dos puntos cualesquiera, por ejemplo y1 y y2, sobre el eje que representa los valores de la variable (abscisas), la porción del área por debajo de la curva que queda comprendida entre esos dos puntos corresponde a la probabilidad de que la variable aleatoria se realice entre y1 y y2.