La migración es un fenómeno global, pero se traduce de forma diferente a
nivel regional. Las causas profundas de la migración tanto regular como irregular son bien conocidas y aparecen en todas las rutas migratorias. No obstante, su intensidad y la combinación de los factores varían según el marco geográfico específico en el que se desarrollan los flujos. Cuando hablamos de migraciones en África, suele cristalizar la creencia (errada) de que una enorme proporción de la población allí intenta trasladarse a otras regiones del mundo. Sin embargo, y con la única excepción del norte de África, cuya emigración es hacia otras zonas geográficas del mundo por facilidades geográficas obvias. Para millones de africanos, intentar trasladarse a otro país es la única manera de lograr mejores oportunidades económicas o un futuro más seguro. Así, no es casualidad que los grandes motores económicos africanos Nigeria, Sudáfrica, Etiopia o Costa de Marfil sean los lugares que mas flujo reciben, En esa misma línea, los países con importantes conflictos o crisis abiertas, caso de Sudan, la República Democrática del Congo o Somalia, tengan flujos de personas que intentan salir de allí.