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PARSHAT VAETJANÁN
Moshé ruega poder ingresar a la Tierra Prometida
1ª 23En aquel tiempo yo le imploré a Hashem, diciendo: (Este es uno de los cuatro
aliá
contextos en la Torá donde Moshé le dijo a Hashem: “No te dejaré hasta que me respondas si has
de satisfacer mi ruego o no”. A eso alude la expresión aparentemente superflua “diciendo”). 24 Mi
Amo, Hashem-Elokim (Misericordioso en el Juicio - Misericordioso en la Severidad), co-
menzaste a mostrarme a mí, tu servidor, Tu grandeza y Tu mano poderosa (en
la guerra contra Sijón y Og). ¿Acaso hay en el cielo o en la tierra un poder capaz de
hacer obras y acciones tan poderosas? 25(Nadie excepto Tú tiene ese poder. Por eso)
te imploro que me permitas cruzar (el Iardén) para ver la buena tierra que está
más allá del Iardén (Jordán), ese buen monte (o sea, Ierushaláim) y el Levanón
(Líbano, en referencia al Bet Hamikdash, cuya misión es blanquear las transgresiones de Israel.
Líbano y blanco, en hebreo tienen la misma raíz)”. 26 Pero Hashem estaba indignado
conmigo por culpa de Uds. y no me escuchó. Hashem me dijo: “¡Suficiente,
no vuelvas a hablarme al respecto! 27Asciende a la cumbre del (monte) y
dirige tu vista hacia el oeste, hacia el norte, hacia el sur y hacia el este. (Tú me
pediste que te mostrara la buena tierra, pero Yo te muestro toda la tierra). Observa con tus
ojos, pues no cruzarás este Iardén. 28Y ahora, dale instrucciones a Iehoshúa,
dale ánimo y coraje (y adviértele sobre la obstinación del pueblo). Él irá al frente de
este pueblo y hará que ellos posean la tierra que verás”. 29Y nos quedamos
en el valle, frente a Bet Peor.
CAPITULO 4
1 Ahora, Israel, escucha los decretos y las ordenanzas que les enseño para
que los cumplan, para que vivan y entren a tomar posesión de la tierra que
Hashem, su Elokim, les entrega. 2No agreguen nada a la palabra que yo les
ordeno, ni quiten nada de ella. (Simplemente) cumplan todos los preceptos de
Hashem, su Elokim, (tal cual) yo les ordeno. 3Sus propios ojos ya vieron qué
hizo Hashem con (los idólatras de) Báal Peor. Todo hombre que fue tras Báal
Peor, Hashem -tu Elokim- lo ha eliminado de en medio de ti. 4Pero Uds., que
2ª
aliá
se apegaron a Hashem, su Elokim, están todos vivos hoy. 5Miren, les trans-
mití decretos y ordenanzas, tal como Hashem -mi Elokim- me ha ordenado,
para que los lleven a la práctica en la tierra a la que se dirigen y que van a
conquistar. 6Cuídenlos y obsérvenlos, pues ésa es la sabiduría y la inteligencia
de Uds. a los ojos de los pueblos (del mundo). Cuando ellos escuchen todos estos
decretos, dirán: “En efecto, es un pueblo sabio y entendido esta gran nación”
vru, 3 - d ohrcs ibj,tu 473
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Nota sobre la presente lectura: El Shabat en que se lee la presente sección se denomina
Najamu (“consuelo”) en virtud de la Haftará que invoca el consuelo por la destrucción del
Gran Templo de Ierushaláim. En una oportunidad, en Tishá beav, aniversario de ese
nefasto hecho, Napolén pasó a través de una aldea judía, en momentos en que sus
habitantes estaban sentados en el suelo a modo de duelo conmemorando la destrucción,
llorando y leyendo el libro de Lamentaciones. Preguntó Napoleón la causa de semejante
conducta, y le respondieron que para ellos era día de luto por la destrucción de su Tierra
unos 2000 años atrás. Esto impresionó sobremanera a Napoleón, y reflexionó: “Un pueblo
que se resiste a olvidar y lamenta la desolación de su Tierra ocurrida hace tanto tiempo,
jamás será destruido y puede estar plenamente confiado de que finalmente la recuperará”.
474 VAETJANÁN DEVARIM 4 DEUTERONOMIO TORÁ
(“Cuidar los mandamientos» alude a estudiarlos. “Observar” alude a llevarlos a la práctica. Estudiar los
mandamientos es cuidarlos, ya que el estudio y el conocimiento de los mismos es el catalizador para su
aplicación práctica; y como tales, fuente de su eterna perdurabilidad.) 7¿Qué pueblo hay tan
grande que tenga a Elokim tan cerca de él, como tenemos nosotros a Hashem,
nuestro Elokim, cada vez que Lo invocamos? 8¿Y que nación hay tan grande
que tenga decretos y leyes tan correctos, como toda esta Torá que pongo ante
Uds. hoy? 9Tan sólo cuídate y cuida mucho tu alma para que no te olvides las
cosas que vieron tus ojos, y para que no se aparten de tu corazón todos los días
de tu vida. (Sólo si van a recordar esas cosas y van a cumplir esos decretos, Uds. serán conside-
rados sabios). Hazles conocer a tus hijos y nietos 10 sobre (los milagros que presenciaste
- Éx. 20:15) el día en que estuviste ante Hashem, tu Elokim, en Jorev (en Sinai),
cuando Hashem me dijo: “Reúneme al pueblo para que Yo le haga escuchar
Mis palabras y aprendan a reverenciarme todos los días de su vida; y que
también se las enseñen a sus hijos”. 11Entonces Uds. se acercaron y se pararon
al pie del monte. El monte estaba ardiendo con un fuego que llegaba hasta el
corazón del cielo, en medio de la oscuridad, nubes y densas tinieblas. 12Hashem
les habló a Uds. en medio del fuego. Uds. oyeron una voz que hablaba, pero
no vieron ninguna imagen — sólo (oyeron) una voz. 13Allí, Él les anunció de
este Pacto que les ordenó cumplir -los Diez Mandamientos (lit.: Las Diez Palabras)-
que escribiera sobre dos tablas de piedra. 14En aquel tiempo Hashem me
ordenó que les enseñe a Uds. los decretos y leyes que deben cumplir en la
Tierra (Prometida), hacia la que han de cruzar para tomar posesión. (En este momento
el Pueblo de Israel se encuentra a la altura del norte del Mar Muerto, en actual territorio de Jordania,
al este del Jordán, el cual deben cruzar hacia el oeste para acceder a la Tierra Prometida.)
Prohibición de idolatría
15Cuiden mucho sus almas, pues Uds. no vieron ninguna imagen el día que
Hashem les habló a Uds. en Jorev (en Sinai), en medio del fuego. 16Eviten
corromperse, no hagan imágenes talladas de símbolo alguno, (Tampoco imáge-
nes talladas) con forma de hombre ni de mujer; 17 ni con forma de cualquier
animal que haya en la tierra; ni con forma de criatura con alas que vuelan por
el cielo; 18ni con forma de cualquier especie inferior de animales que se
arrastran sobre el suelo; ni con forma de criatura acuática, o sea aquellos (que
nadan) en el agua debajo (del nivel) de la superficie continental. 19 Cuando ele-
ves tus ojos al cielo y veas el sol, la luna o las estrellas, con todo los cuerpos
celestes, no te prosternes a ellos ni los idolatres. Hashem, tu Elokim, los
entregó (dichos astros) a todas las naciones (que existen) bajo el cielo todo (con el
vru, 4 - s ohrcs ibj,tu 474
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Nota al vers. 19: “No te prosternes ante los cuerpos celestes”: Porque Hashem los
entregó a la naturaleza con el único fin de iluminar, y no para ser objeto de idolatría.
Otra explicación: Hashem entregó los astros celestes en procura de que el libre albedrío
fuese realmente tal, para que cada uno pudiese optar si considerar a los astros deidades
en sí mismos; o bien considerarlos en función de lo que realmente son: meros
instrumentos al servicio de Hashem, Amo Absoluto del universo.
475 VAETJANÁN DEVARIM 4 DEUTERONOMIO TORÁ
único fin de iluminar.) 20 Encuanto a Uds., Hashem los sacó del crisol de hierro
que es Egipto, para que sean Su pueblo de herencia, tal como lo son hoy.
21Hashem se indignó conmigo por causa de Uds. y Me juró que yo no
cruzaría el Iardén y que no entraría a aquella buena tierra que Hashem, tu
Elokim, te da como propiedad eterna. 22Yo moriré en esta tierra (o sea, sobre
la margen oriental del Jordán), no cruzaré el Iardén. Pero Uds. sí lo cruzarán y
tomarán posesión de aquella buena tierra. 23Cuídense, no olviden el pacto
que Hashem, su Elokim, tiene con Uds. No hagan ninguna imagen tallada de
lo que te prohibiera Hashem, tu Elokim. 24Pues (si Uds. no hacen caso) Hashem,
tu Elokim, es un fuego devorador, É-l es celoso.
con pruebas y con señales y con maravillas, con guerra y con mano fuerte,
con brazo extendido y con grandes revelaciones, como todo lo que Hashem,
su Elokim, hizo por Uds. en Egipto ante tus ojos? 35¡A ti te fue mostrado
eso, para que sepas que Hashem, Él es Elokim y no hay nadie fuera de Él!
36Desde los cielos te hizo escuchar Su voz para enseñarte. Y en la tierra te
mostró Su gran fuego, y escuchaste Sus palabras de en medio del fuego. 37Y
(todo eso) porque amó a tus padres y eligió a sus descendientes. Y te sacó de
Egipto adelante de Él y con Su gran poder (un padre protege a su hijo llevándolo
adelante de él. Y si el peligro viene de frente entonces lo protege ubicándolo atrás - ver Éx. 14:19
y nota), 38 paraexpulsar delante de ti pueblos más grandes y más poderosos
que tú, con el fin de llevarte y entregarte en posesión el territorio de ellos, tal
como (lo estás viendo) hoy (O sea, Hashem te entregará el territorio sobre la margen occidental
del Jordán tal como estás viendo hoy que te ha entregado el territorio de Sijón y Og, sobre la
margen oriental). 39 Entiende
hoy y grábatelo en tu corazón, que Hashem es el
Elokim; en el cielo arriba y en la tierra abajo, no hay otro (O sea, no hay otra cosa
que debas saber, pues el conocimiento de que Hashem es Elokim y no hay nada fuera de Él, es la
suma y el fundamento de todo conocimiento). 40 Cumple Sus decretos y Sus preceptos,
los cuales yo te ordeno hoy, para que Él te brinde bienestar a ti y a tus
descendientes, y para que vivas mucho tiempo en la tierra que Hashem, tu
Elokim, te entrega para siempre”.
3ª 41Entonces Moshé hizo separar tres ciudades en la margen oriental del Iardén
aliá
(Jordán), 42 para
que pudiera huir allí el homicida que llegase a matar a su pró-
jimo sin intención y sin que hubiera enemistad previa (que hiciese suponer que lo
mató adrede. Pues en tal caso no tendría derecho a resguardarse en la ciudad refugio.) (Ese homicida
que haya matado sin intención) podrá huir a una de esas ciudades y quedar a salvo
(Núm. 35:9 y ss.) (Si resguardar la integridad física es tan importante, cuánto más lo es resguardar la
identidad espiritual. Cuando la misma está en peligro es necesario huir de la amenaza y buscar refugio
en los valores éticos y morales que le dan a la vida su más noble sentido. En nuestro caso, ese refugio
son las normas de vida que constituyen la más íntima esencia del judaísmo: La Torá.) 43 (Dichas
ciudades son) Bétzer (al este del área sur del Mar Muerto), en los llanos del desierto, para
los Reuvenitas; Ramot (al este del Jordán y al sur del Kineret), en Guilad, para los
Gaditas; y Golán (al este y al norte del Kineret), en el Bashán, para los Menashitas.
44Esta es la enseñanza que Moshé puso ante los israelitas. 45Éstos (los siguientes —
cap. 5) son los mandatos, los decretos rituales y las leyes que Moshé transmitió
vru, 4 - s ohrcs ibj,tu 476
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Nota al vers. 34: “Con pruebas”: En referencia a las pruebas que Hashem ofreció al
faraón por medio de Moshé para demostrar Su Poder, como cuando Moshé desafió al
líder egipcio a que le dijese para cuándo quería que desapareciesen las ranas de la plaga,
que así Hashem lo haría. “Con señales”: En referencia a las pruebas que ofreció Moshé
ante el faraón para demostrar que era enviado del Supremo, como por ejemplo la prueba
de su bastón que se convirtió en serpiente. “Con maravillas”: En referencia a las
maravillosas plagas contra Egipto. “Con guerra”: En referencia a la guerra que Hashem
libró contra los egipcios en el Iam Suf, cuando los israelitas lo cruzaron en seco y
aquéllos se ahogaron. “Con mano fuerte”: En referencia a la plaga de la espidemia que
azotó a Egipto. “Con brazo extendido”: En referencia a la plaga en la que murieron los
primogénitos egipcios. ”Con grandes revelaciones”: En referencia a la Revelación de la
Divina Presencia.
Nota al vers. 41: Moshé separa tres ciudades refugio sobre la margen oriental del Jordán,
incluso a sabiendas de que no entrarían en funcionamiento sino hasta que se asignasen
para el mismo propósito tres ciudades sobre la margen occidental, hecho que tendría
lugar recién después de la conquista. Porque dijo Moshé: «Cuando hay posibilidad de
cumplir un mandamiento divino, no se lo debe postergar» Pues cuando se trata de
establecer una conexión con Hashem, siendo ése en definitiva el significado de la
observancia de un mandato divino, no hay lugar para consideraciones racionales o
utilitaristas, pues entonces el sentido de la conexión quedaría desvirtuado.
477 VAETJANÁN DEVARIM 4 DEUTERONOMIO TORÁ
a los israelitas cuando salieron de Egipto, 46en la margen (oriental) del Iardén,
en el valle frente a Ber Peor, en el territorio de Sijón, rey de los emoritas;
quien vivía en Jeshbón y fue derrotado por Moshé y los israelitas después de
que salieran de Egipto. 47(Los israelitas) tomaron posesión de su tierra y de la
tierra de Og, rey de Bashán, dos reyes emoritas que estaban en la margen
oriental del Iardén. 48(Su territorio se extendía) desde Aroer, que está sobre la
ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte Sión - que es Jermón. 49(Y compren-
día) toda la Aravá (la planicie) en la margen oriental del Iardén, hasta el mar
(planicie) de la Aravá, al pie de las caídas de agua desde la cima de los montes.
CAPITULO 5
Repasando los Diez Mandamientos (Ver infografía 36)
Un análisis primario de los Diez Mandamientos dejará al descubierto que buena parte de ellos son
más bien normas de carácter sociológico -no robar, no matar, etc.,- tan elementales que ninguna
sociedad civilizada podría prescindir de ellas. Parecería contradictorio que un código tan sublime
y espiritual -como los Diez Mandamientos- trate de temas tan básicos y terrenales; temas que si
no los abordara, la sociedad misma los dictaría por su propia cuenta. Sin embargo, debemos admitir
que la autoridad que ejercen las normas provenientes de un código supremo -normas de carácter
divino- es mucho más robusta que aquella que ejercen las normas provenientes de códigos de
convivencia establecidos por la sociedad. A estas últimas, la misma sociedad puede derogarlas,
pues la misma sociedad las enuncia; en cambio, en cuanto a las normas de origen divino -los Diez
Mandamientos dictados por Hashem- no son pasibles de ser removidas por ningún poder humano,
pues ningún poder humano las ha enunciado, sino Hashem, lo que les brinda su carácter de
incuestionabilidad. Son normas eternas y universales, que por tan elementales, básicas y necesarias
deben ser dictadas exclusivamente por el Poder Supremo, no pudiendo quedar libradas a la buena
predisposición del hombre. (Ver notas complementarias en Éx. cap. 20).
4ª 1Moshé
aliá convocó a todo Israel y les dijo: “Escucha, Israel, los decretos
rituales y los preceptos que hoy les transmito a Uds. Estúdienlos y sean
cuidadosos en cumplirlos (El estudio de la Torá debe ser de naturaleza tal que induzca a la
observancia de las normas contenidas en ella. La teoría cobra real valor sólo cuando es trasladada
a la práctica). 2 Hashem, nuestro Elokim, hizo un pacto con nosotros en Jorev (en
alusión a la entrega de la Torá en el Sinaí). 3 No hizo el pacto (sólo) con nuestros padres,
sino con nosotros -con todos nosotros que hoy estamos vivos aquí. 4Cara a
cara habló Hashem con Uds. en el monte, en medio del fuego. 5Yo estaba
entonces entre Hashem y Uds. para transmitirles la palabra de Hashem, pues
Uds. tenían miedo por el fuego y no ascendieron al monte. (Cuando Hashem les
habló en el monte, les) dijo:
vru, 4 - s ohrcs ibj,tu 477
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LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Primer Mandamiento
6 Yo soy Hashem, tu Elokim, Quien te sacó de la tierra de Egipto, de la
esclavitud. (Primer Mandamiento: Reconocer la existencia del Creador).
Segundo Mandamiento
7 No tengas dioses de otros ante Mí. 8 No hagas imagen tallada alguna de lo
que está arriba en el cielo, ni de lo que está abajo en la tierra, ni de lo que está
en las aguas, debajo de la superficie continental. 9No te prosternes a ellas ni
las adores, pues Yo soy Hashem, tu Elokim, É-l celoso, que castiga la mal-
dad de los padres en los hijos hasta la tercera y la cuarta generación entre los
que Me aborrecen (o sea, castiga a los hijos por las maldades de sus padres siempre que los
hijos aborrezcan a Elokim — es decir, que continúen por los malos senderos de sus padres);
10Que obra con benevolencia hasta miles (de generaciones) entre quienes Me
Tercer Mandamiento
11No tomes (o sea, no jures por) el Nombre de Hashem, tu Elokim, en vano, pues
Hashem no absuelve a quien toma Su Nombre en vano.
Cuarto Mandamiento
12Observa el día Shabat para santificarlo, como Hashem tu Elokim, te ha
ordenado. (En la primera descripción de los Diez Mandamientos, el vers. -Éx. 20:8- no dice
«Observa el Shabat», sino «Ten siempre presente al Shabat». En virtud del carácter profético de
los Diez Mandamientos debemos concluir que ambas expresiones constituyen una misma unidad
desdoblada en dos conceptos, y que ambas expresiones fueron pronunciadas en el Monte Sinaí en
forma simultánea. El Shabat requiere de dos fases: la fase de acción -llevar a la práctica los
preceptos relacionados con el Shabat; y a esto alude la expresión «Ten presente al Shabat», Éx.
20:8. Y la fase de abstención: Abstenerse de todo lo incompatible con el carácter tan especial y
sublime de este día; y a eso alude la expresión «Observa el Shabat»). 13 Seis días trabajarás
y realizarás todo tu trabajo, 14pero el 7º día es Shabat consagrado a Hashem,
tu Elokim. (En Shabat) no hagas ningún trabajo — ni tú, ni tu hijo, ni tu hija,
ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu toro, ni tu burro, ni ningún animal tuyo, ni
el extranjero que se encuentra dentro de tus puertas. Para que tu esclavo y tu
esclava puedan descansar como tú. 15Recuerda que fuiste esclavo en la
tierra de Egipto y que Hashem, tu Elokim, te sacó de allí con mano fuerte y
con brazo extendido (para que le sirvas a Él y cumplas Sus preceptos, y así evites ser esclavo
vru, 5 - v ohrcs ibj,tu 478
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Nota acerca de la denominación de la presente sección: Expresa el Midrash que Moshé
imploró 515 veces al Creador para que le permitiera el acceso a la Tierra Prometida, tantas
como el valor numérico de la voz vaetjanán (“Imploré”), palabra de apertura de la presente
sección. Y Moshé continuó rogando incluso después de que el Supremo explícitamente le
manifestara que no persistiese. De esto derivamos que no debemos cejar en nuestros
ruegos y plegarias al Supremo hasta ver cumplida efectivamente la Promesa divina de
que en la era mesiánica “el lobo habitará junto al cordero”.
Nota al vers. 6: “Anoji Hashem (“Yo soy Hashem): La letra inicial de la voz Anoji (“Yo”)
es la alef / t, la primera letra del alfabeto hebreo. Mientras que el relato del Génesis
comienza con la letra bet / c de Bereshit, que es la segunda letra del alfabeto. Ello es
para indicarnos que la prioridad absoluta es el Yo Supremo, mientras que la creación
queda relagada a un segundo plano y supeditada a Él.
Nota al vers. 6: “Yo soy Hashem, Quien te sacó de la Tierra de Egipto: Dice “Quien te
sacó (a ti) de Egipto”, en singular; en vez de “los sacó a ustedes”, porque el nivel en
que cada uno se libera de sus propias limitaciones, del Egipto personal que todos llevan
dentro de sí, depende del trabajo que cada uno invierte en lograrlo.
Nota al vers. 12: “Observa el día Shabat para santificarlo”: En una oportunidad, un
hombre se presentó ante su maestro, mentor espiritual, planteándole su desazón por los
magros resultados de su pequeño negocio. Del relato, el maestro comprendió que aquel
abría su comercio en Shabat, y le dijo: “Si aceptas tomarme como socio en un 15% sin
ninguna erogación ni inversión de mi parte, puedo asegurarte que tu negocio
prosperará”. El hombre aceptó inmediatamente y firmaron el contrato de rigor. Dijo el
maestro: “A partir de ahora, una séptima parte del negocio es mía, por lo tanto a mí me
corresponde un día de la semana, mientras que a ti te corresponde el beneficio de los
seis días restantes”. En consecuencia, cierra el comercio en el día de Shabat, mi día en
el negocio, y el éxito te acomapñará en tu emprendimiento”. El hombre cumplió lo
pactado y desde entonces supo sólo de prosperidad.
479 VAETJANÁN DEVARIM 5 DEUTERONOMIO TORÁ
de tus propias pasiones) y por eso Hashem te ordena que observes el día Shabat.
(El Shabat, como expresión de liberación espiritual, es reflejo en nuestro mundo de la liberación de
la esclavitud en Egipto).
Quinto Mandamiento
16Honra a tu padre y a tu madre, como te ordenara Hashem, tu Elokim, para
que vivas una larga vida, y para que te vaya bien en la tierra que Hashem, tu
Elokim, te entrega.
Sexto Mandamiento
17No mates. (Comprende la prohibición de atestiguar en falso contra un acusado en un juicio
que involucre la pena capital y pueda costarle la vida. Negarse a revelar algún detalle que pueda
salvar a alguien de situaciones de riesgo. Matar a un tercero profiriendo chismes en su contra.
Avergonzar en público a un semejante. Condenar a un inocente a la pena capital.)
Séptimo Mandamiento
Y no cometas adulterio.
Octavo Mandamiento
Y no raptes (ver Éx. 20:13).
Noveno Mandamiento
Y no atestigües en falso contra tu semejante.
Décimo Mandamiento
18Y no codicies la mujer de tu semejante. Y no codicies la casa de tu próji-
mo, tampoco su campo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su toro, ni su burro,
ni nada que sea de tu semejante” (La codicia es un estado emocional más que una acción
voluntaria del hombre, ¿cómo puede incluírsela, entonces, bajo la órbita de una prohibición racio-
nal? Metafóricamente, una interesante interpretación explica el versículo así: Si observas los
primeros nueve mandamientos, entonces no codiciarás — tienes asegurado que no te verás atra-
pado en las garras de la codicia, fuente por excelencia de toda infelicidad e insatisfacción.)
CAPITULO 6
1 Éstos son la normativa (preceptos), los decretos y las leyes que Hashem,
Elokim de Uds., me ordenó enseñarles, para que los pongan en práctica en
la tierra a la que se dirigen para tomar posesión. 2Así, reverenciarán a Hashem,
tu Elokim, para cumplir todos Sus decretos y Sus preceptos, que yo (Moshé)
te estoy ordenando. (Cúmplelos) tu, tu hijo y tu nieto, durante toda la vida, para
que vivan mucho tiempo. 3Escucha, Israel, sé cuidadoso en hacer (aquello).
Entonces te irá bien y serán muy prolíficos, tal como Hashem, Elokim de tus
ancestros, te dijera: — (Uds. heredarán una) tierra (tan abundante) de la que fluye
leche (de cabra) y miel (de dátiles e higos).
de pensar en dos, en tres, etc. — o sea, creaciones auto-suficientes ajenas a Él. Pero justamente
por eso, la expresión “es Uno” refleja el más genuino sentido de unidad en Hashem, aludiendo al
sentido mismo de la existencia del hombre. La unión manifestada por la expresión Uno -a diferencia
de Único- es la unión de los fragmentos que constituyen la existencia toda, la suma de esos
fragmentos -creaciones auto-suficientes- que se aúnan en el más noble y elevado objetivo a que
puede aspirar la creación — su unión con Hashem y su reconocimiento absoluto a Él. La expresión
Único no da lugar a esa posibilidad, justamente por el carácter de exclusividad que denota). 5Ama
a Hashem, tu Elokim (o sea, cumple sus preceptos con amor), (ámalo) con todo tu
corazón (ámalo tanto con tu inclinación natural al bien como con tu inclinación natural al mal),
(ámalo) con toda tu alma (incluso si debes ofrendar tu vida en aras de tu amor a Hashem) y
con todos tus recursos (ámalo, incluso a costa de tu riqueza). 6(Para alimentar ese amor a
Hashem), estas palabras que te ordeno hoy deben estar (grabadas) sobre tu cora-
zón; 7enséñalas a tus hijos y habla de ellas mientras estás en tu casa, mien-
tras estás de viaje, al acostarte y al levantarte; 8y átalas como señal en tu
mano (en alusión a los Tefilín del brazo), y que estén como insignias entre tus ojos
(en alusión a los Tefilín de la cabeza. “Entre tus ojos” alude a que los Tefilín de la cabeza deben
estar sobrepasando la parte superior de la frente, donde comienza a crecer el cabello, a mitad de
la distancia entre los ojos); 9y escríbelas (esas palabras) sobre (pergaminos. Esa escritura se
denomina Mezuzá, y debes fijarla a) los marcos de (todas las puertas de) tu casa y en tus
portales (incluidos los portales de lugares abiertos, como patios y ciudades). (En la vida práctica
judía, el Tefilín y la Mezuzá no son meros simbolismos teóricos, sino expresión en el plano físisco
de identidad y conexión con Hashem. Literalmente, los Tefilín -que justamente se colocan sobre la
cabeza y en el brazo izquierdo orientado hacia el corazón- pretenden imbuir de Energía divina el
intelecto, el corazón y la acción. Y la Mezuzá, que se coloca en los marcos de las puertas, busca
permear el hogar e imbuirlo de espiritualidad).
CAPITULO 7
Advertencia contra la idolatría y la asimilación
7ª 1Cuando
aliá Hashem, tu Elokim, te haga entrar a la tierra a la que te diriges
para poseerla, expulsará muchos pueblos de tu presencia: al (pueblo) Jitita, al
Guirgashita, al Emorita, al Kenaanita, al Prizita, al Jivita y al Ievusita —
siete pueblos más grandes y más poderosos que tú. 2Cuando Hashem -tu
Elokim- te entregue (esos pueblos) y los derrotes, deberás exterminarlos por
completo (para desarraigar todo resabio de idolatría). No hagas con ellos pacto alguno
ni los tengas en estima (para evitar que te induzcan a la idolatría.)
tu Elokim, para que Le seas Su más preciado pueblo entre todos los pueblos
de la tierra. 7No porque Uds. sean más numerosos que los demás pueblos
Hashem los prefirió y los eligió, pues Uds. son el más chico de todos los
pueblos; 8sino por el amor de Hashem hacia Uds. y en cumplimiento del
juramento que les hizo a sus padres. (Por eso) Hashem los sacó con mano
fuerte y te rescató de la esclavitud en Egipto y del poder de Paró, faraón de
Egipto (Dijo Hashem a Israel: Los amo porque -inmersos en la humildad- Uds. rechazan
sistemáticamente todo honor que Yo les confiero: Cuando le di trascendencia a Abraham, él
respondió «Tan sólo soy polvo y ceniza» -Gén 18:27. Cuando les di trascendencia a Moshé y a
Aharón, respondieron: «¿Qué somos nosotros?» -Éx. 15:8. Y cuando fue el turno del rey David,
Maftir
replicó: «Soy un gusano y no un hombre» -Salmos 22:7). Maftir 9En consecuencia, debes
saber que Hashem tu Elokim, es el Elokim -É-l fiel- que cumple el pacto y la
benevolencia para quienes Lo aman (o sea, para quienes llevan a la práctica sus preceptos
con amor) y para los que cumplen Sus preceptos (con temor reverencial), hasta mil
generaciones. 10Pero a los que Le odian les da la recompensa (por las buenas
acciones que pudieran tener) en su presencia misma (durante su vida), para destruirlos (en
el Mundo Venidero. O sea, les da la recompensa por sus eventuales buenas acciones en este mundo,
para despojarlos de todo mérito que pudiera resguardarlos en el Mundo Venidero). Él no se
demora con su enemigo, le da su merecido en su misma cara. 11Cumple, pues,
el mandato, los decretos rituales y las leyes que yo te ordeno hoy que pongas
en práctica. (Obsérvalos hoy para recibir tu recompensa en el mañana).
Ieshaiá (Isaías) 40
los profetas que anuncien el final del exilio). 2 Háblenle al corazón de Ierushaláim.
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LOS SIETE PRECEPTOS UNIVERSALES Acerca de la
universalidad de
estos siete preceptos:
• 1) No idolatrar.
Los primeros seis pre-
• 2) No cometer asesinato. ceptos del listado ad-
yacente fueron orde-
• 3) No robar.
nados por Hashem a
• 4) No cometer adulterio. Adán, el primer hom-
bre. Y el último le fue
• 5) No maldecir a Hashem. ordenado a su descen-
diente Nóaj (Noé), pa-
• 6) Formar un sistema jurídico eficiente.
dres de la humanidad.
• 7) No comer carne que fuera cortada de De allí su carácter de
un animal en vida. universalidad.
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IESHAIÁ 40 ISAÍAS
484 VAETJANÁN HAFTARÁ
sobre ella. Sí, el pueblo es pasto. 8El pasto se seca y la flor se marchita, pero
la palabra de nuestro Elokim es eterna (El firme sustento de la palabra de Hashem
contrasta la insustancialidad de la palabra del hombre). 9¡Asciende a un monte alto,
anunciadora de Tzión (para que tu voz se escuche de lejos)! ¡Levanta con fuerza tu
voz, anunciadora de Ierushaláim! ¡Elévala, no temas! Dile a las ciudades de
Iehudá: ‘¡Ahí está el Elokim de Uds.!’ (“Anunciadora” alude a aquellos que profetiza-
ron acerca de la reconstrucción de Ierushaláim). 10 Mira, Hashem Elokim viene con
poder, sometiéndolo todo con la fuerza de Su brazo. Su recompensa viene
con Él y Su compensación está delante de Él! (O sea, viene con la recompensa para
los justos y con el castigo para los transgresores).
La grandeza de Hashem
11Es como un pastor que pastorea Su rebaño, que con su brazo recoge los
corderos, los lleva en su seno y guía a las ovejas que dan de mamar. 12¿Quién
midió el agua con la palma de Su mano y tomó las dimensiones del cielo con
el dedo de Su mano? ¿Quién calculó con una medida el polvo de la tierra y
pesó con una balanza las montañas y las colinas? (El Que puede crear semejante
naturaleza tan perfecta y equilibrada, también puede cumplir Su promesa a Su pueblo). 13 ¿Quién
puede comprender el espíritu de Hashem?, ¿quién puede dar consejos a Él?
(preguntas retóricas remarcando el carácter todopoderoso de Hashem). 14 ¿A quién le con-
sultó Él?, ¿quién Le dio entendimiento?, ¿quién Le instruyó en la senda de
la justicia?, ¿quién Le enseñó la ciencia?, ¿acaso alguien Le hizo conocer el
camino de la inteligencia? (Otra explicación: “¿Con cuál otra de las naciones del mundo se
vrypv 40 - n vhgah ibj,tu 484
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Nota sobre la denominación de la presente lectura “Vaetjanán”: Expresa el Midrash que
Moshé elevó 515 plegarias al Creador para que le permitiera el acceso a la Tierra
Prometida, tantas como el valor numérico de la voz vaetjanán (“Imploré”), palabra de
apertura de la sección en curso. Y Hashem le respondió que no tenía sentido que rogara,
pues la decisión ya estaba tomada; y no obstante él persistió en sus ruegos una y otra vez.
¿Y porqué continuó insistiendo, si de lo Alto ya le habían expresado que no ingresaría?
Porque gran parte de los Mandamientos divinos, como los relativos a la regulación
económica y social, son aplicables sólo cuando uno se desempeña en una sociedad
establecida, condición que no se daba en el desierto, donde no tenían tierras para trabajar
y se sustentaban con el maná, el pan del Cielo. Y por eso Moshé anhelaba ingresar a la
Tierra Prometida, no por un interés personal o por el placer de ver coronada su misión, sino
tan sólo para cumplir esos preceptos relativos a las sociedades sedentarias, que de otro
modo no podría llevarlos a la práctica. ¿Cómo podría él dar cumplimiento al Mandamiento
de los diezmos si no ingresaba a la Tierra Prometida, habida cuenta de que en el desierto
no tenían tierras para trabajar y por lo tanto estaban exentos de la observancia de los
preceptos afines a dicha actividad? Y si él quedaba exento de observar tales Manda-
mientos, ¿cómo atraería al mundo la energía espiritual que genera la observancia de cada
uno de los preceptos? Pero Hashem consideró que no debía ingresar, pues ello hubiera
significado el cumplimiento pleno de su misión de llevar él mismo a los israelitas a su
tierra, lo cual, a su vez, y en consecuencia, hubiera significado llevar el mundo a su
máximo grado de perfección y a la revelación del Mashíaj. En cambio, dado que Moshé no
ingresaría, todos debieron —y deben— participar en el trabajo de refinamiento y perfección
espiritual del mundo. Y por eso era menester que Moshé no ingresase, para que todos
tuviesen parte en tan digna misión. De la actitud de Moshé, de su obstinación por lograr
su objetivo aunque el destino estuviera sellado, derivan los Sabios que no se debe cejar
en los ruegos al Supremo hasta ver el efectivo cumplimiento de la promesa de paz
absoluta en la era mesiánica, reflejada en la expresión “el lobo habitará junto al cordero”.
IESHAIÁ 40 ISAÍAS
485 VAETJANÁN HAFTARÁ
relaciona Él con la confidencia que lo hace con los profetas de Israel?”). 15 Mira,
todas las
naciones son para Él como una gota de agua, como un grano de polvo en la
balanza. Mira, Él puede levantar las islas como si fueran polvo. 16No alcan-
za (toda la madera del) Levanón (Líbano) para el fuego (que requieren Sus altares), ni son
suficientes sus animales para ofrenda. (O sea, no hay sacrificio que alcance para que
las naciones se congracien conMigo después de que dijeran que no tenía la capacidad de sacar a
Israel de su exilio). 17 Todas las naciones son como la nada ante Él. Son vacío y
nulidad para Él. 18¿¡Con quién pueden Uds. comparar a É-l!?, ¿¡a qué ima-
gen Lo comparan!? (¡Hashem no puede ser comparado con los dioses vanos!) 19¡Un
ídolo lo hace un herrero, un joyero lo recubre en oro y le hace cadenillas de
plata! (y nunca puede compararse a Hashem). 20El pobre (que no dispone de medios para
ornamentar su ídolo) elige madera que no se apolille y busca para sí un carpinte-
ro que le prepare un ídolo que no se destartale.