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competencias clave
Introducción
Enfoque dominante de la educación para el desarrollo sostenible forjado en las 2
últimas décadas bajo el liderazgo de la UNESCO.
Ofrece un marco amplio que contribuye a fomentar una educación de calidad en
respuesta a las problemáticas sociales y ecológicas (globales y locales) de nuestras
sociedades interrelacionadas.
Tendencia creciente en utilizar la denominación de educación para el desarrollo
sostenible con carácter general en documentos y foros globales.
1. Declaración de Aichi-Nagoya
Según los países encuestados para la redacción del informe, la EDS logra más
eficazmente sus objetivos mediante 3 principales tipos de aprendizaje:
- El aprendizaje participativo y colaborativo
- El aprendizaje basado en problemas
- El aprendizaje que adopta un enfoque critico
Instrumento con doble finalidad: previsto para ser integrado en las 2 agendas
globales post-2015 del desarrollo (Naciones Unidas) y de la educación (UNESCO).
Tiene 2 objetivos:
- Reorientar la educación y el aprendizaje para que todos tengan la misma
oportunidad de adquirir los conocimientos, valores y las competencias para
contribuir al desarrollo sostenible.
- Reforzar el papel de la educación para promover el desarrollo sostenible.
Para el éxito de estas 2 líneas, es necesaria una transformación global de los entornos de
aprendizaje y de formación hasta convertirles en “espacios verdes”; o sea gestionados con
criterios de sostenibilidad. (eco-escuelas, eco-campus). También se reclama la transparencia
en su gestión basada en una ética y una estructura de gobernanza promotoras de la
sostenibilidad.
Cuatro perspectivas complementarias entre sí. Son los ejes axiales del marco
en el cual se sitúan las versiones concretas del modelo de educación para el
desarrollo sostenible que se hacen realidad en las aulas.
Las competencias en sostenibilidad que las 4 perspectivas requieren, exigen el
despliegue de capacidades cuya formación se convierte en el objetivo de la
educación.
4 procesos:
- Colaborar y dialogar
- Implicar al sistema en su conjunto
- Innovar en los planes de estudio y la práctica docente
- Aprender de forma activa y participativa (considerar al aprendiz como actor
principal del proceso formativo)
En realidad, cada competencia es una combinación dinámica de todos los factores
citados anteriormente, y su adquisición es el producto final de un proceso formativo
(De la Orden, 2011; Sarramona, 2014).
2 aspectos relevantes:
- Permite al profesorado expresar con precisión qué espera del estudiante en
relación con su desempeño de una tarea
- Facilita al estudiante conocer por sí mismo las debilidades y carencias de sus
resultados de aprendizaje al confrontarlos con los esperados y gracias a ellos, que
tenga la oportunidad de rectificarlas