La Escuela como Escenario de Operaciones Didácticas

La escuela es la unidad social, funcional y organizativa en la programación. El profesor es la unidad

operativa. La misma permite la gestión de algunas programaciones consensuadas que superan lo
individual para centrarse en un nivel intermedio de lo colectivo. Esto produce innegables ventajas en
la continuidad del proceso formativo de los sujetos.

La Escuela es el espacio adecuado para desarrollar la programación didáctica, constituye el agente

unitario del desarrollo curricular.

La propia identidad institucional, funcional y pedagógica de la escuela no existe, o está diluida en una
serie de funciones burocráticas rutinarias.

Nuestro sistema educativo es centralista y la capacidad de autonomía de las escuelas en la

configuración de los procesos educativos que realizan es muy escasa. Normalmente las escuelas
siguen un programa en vez de desarrollar su propia programación.

Es necesario superar el sentido individual de la acción del profesor. La programación debe ser pensada
en términos de escuela, de comunidad escolar, entre otros. La elaboración de materiales, la búsqueda
de actividades atractivas y congruentes con lo que se pretende y el análisis de resultados exige un
trabajo en equipo y un esfuerzo de la comunidad en la práctica.