Está en la página 1de 3

Colegio Horizonte Lucciano Casanova F.

2º Nivel

“El Tercer Mundo”

Correspondió básicamente a los países capitalistas desarrollados a lo largo de esa década,


representaban alrededor de tres cuartas partes de la producción mundial y más del 80% de la
exportación de productos elaborados. Otra razón por la que se trató tanto de reconocer lo limitado
de su alcance, fue que en los años 50 el crecimiento económico parecía ser de ámbito mundial
con independencia de los regímenes económicos.
En la historia del siglo “XX” fue creado en los años cincuenta para referirse a los países de Asia,
África y América Latina poco desarrollados o poco avanzados tecnológicamente, con economía
dependiente de la exportación de productos agrícolas y materias primas, altas tasas de
analfabetismo, crecimiento demográfico y gran inestabilidad política.
Estos países, muchos de ellos recientemente independizados de las potencias coloniales
europeas, se articularon políticamente en la Conferencia de Bandung en 1955 y en el movimiento
de países alineados. El Tercer Mundo de los países no alineados se distinguía así del Primer
Mundo de naciones desarrolladas capitalistas y el Segundo Mundo alineado en torno a la URSS.
Aunque este término se sigue utilizando para designar a los países subdesarrollados, el concepto
de Tercer Mundo se ha ido vaciando de contenido en un doble sentido. En el político, al
desaparecer el bloque soviético, en el económico, al nacer países industrializados nuevos como
Taiwan o Corea del Sur y los países petrolíferos de Oriente Medio.
Como factor externo tenemos el inicio del Tercer Mundo, al igual que el concepto que definió
Sauvy, nació con los procesos de descolonización iniciados en 1945 terminando la II guerra
mundial. En la era del colonialismo, la riqueza de las metrópolis se debió en gran parte a la
explotación directa de las colonias. La independencia política de éstas no supuso una ruptura de
la dependencia económica que históricamente mantenían con sus metrópolis. Expertos como
Gunder Frank o Samir Amin afirman que en esta dependencia económica del Tercer Mundo ante
el Primer Mundo se encuentra el triunfo del capitalismo y la realidad de un mundo
subdesarrollado. Es decir, el Primer Mundo existe porque hay un Tercer Mundo. Estos autores
defienden por una revolución en el origen del bloque tercermundista que lleva a una
transformación total del mundo y sus relaciones económicas.
Como factor interno tenemos que dentro de los países tercermundistas existen una serie de
causas que también posibilitan la pobreza de sus estados y de sus habitantes. Son defendidas
por los sectores neoclásicos que postulan que son los fenómenos internos los que provocan la
pobreza asfixiante de los Estados. Están relacionadas con la existencia de (falsas) democracias
débiles, corruptas y populistas, o bien de regímenes autoritarios. En ambos sistemas políticos,
los niveles de corrupción de los gobiernos mayoritariamente gerontocráticos y eternos en el
poder, posibilitan que existan una minoría de población, en muchas ocasiones relacionada con
algún clan poderoso, que controla el cien por cien de la riqueza del Estado destinada para
beneficio propio. Riqueza que no va destinada a la prosperidad social y económica de la nación,
y que en gran parte adquieren de los acuerdos económicos y comerciales pactados con los
países industrializados y de la gestión fraudulenta de los recursos del país.
Entrando un poco más en el tema: la población del tercer mundo creció en un ritmo espectacular.
En los 35 años transcurridos a partir de 1950, la cifra de habitantes de América latina aumentó
aún más deprisa que en los últimos años. En 1950 la mayoría de los países (excepto Alemania
y Japón) habían vuelto a los niveles de preguerra, pero el principio de la guerra fría y el empuje
de los partidos comunistas no invitaban a la euforia.
Fue hasta los 70 cuando los observadores admitían (acerca de Europa) que la economía en su
conjunto seguiría “subiendo para siempre”.
Según el autor, se podría decir que la edad de oro fue un fenómeno mundial aunque la opulencia
generalizada quedara lejos del alcance de la mayoría de la población mundial.
La esperanza de vida se prolongó una media de 7 años (o 17, con relación a los años 30) esto
significa que la producción de alimentos aumentó más deprisa que la población, tanto en las
zonas desarrolladas como en las regiones no industriales.
Durante la edad de oro la economía siguió siendo más internacional que transnacional, el
comercio recíproco entre países era cada vez mayor, pero aunque las economías
industrializadas comprasen más los productos de unas y otras, su actividad económica
continuaba siendo doméstica.

En los años cincuenta, se utilizaba para referirse a los países de Asia, África y América Latina
(poco avanzados tecnológicamente), con economía dependiente de la exportación de productos
agrícolas y materias primas, altas tasas de analfabetismo, crecimiento demográfico galopante y
gran inestabilidad política. El tercer mundo de los países no alineados se distinguía así del Primer
mundo de naciones desarrolladas capitalistas y el Segundo Mundo alineado en torno a la URSS.
Podría decir que el Tercer Mundo indica que la explosión demográfica en los países pobres,
despertó preocupación mundial a finales de la edad de oro, y fue el cambio fundamental del siglo
XX.
La explosión fue tan grande porque los índices de natalidad de esos países solían ser más altos
que los del mismo periodo histórico, en los países desarrollados y por los altos índices de
mortandad cayeron en picado a partir de los 50, debido a las innovaciones médicas y
farmacológicas de los 40.
En esta parte, el autor da a entender que parte del tercer mundo se estaba industrializando
rápidamente, aunque continuase siendo más pobre.
En los 70, se dio el traslado masivo de industrias productivas del mercado mundial, desde países
desarrollados hasta otros países del mundo que ya no eran tan desarrollados como estos. El
fenómeno se reforzó por los esfuerzos de los gobiernos del Tercer Mundo para industrializarse,
conquistando mercados para la exportación. La globalización arrancó con lentitud en los 70 y
experimentó una gran aceleración en las décadas de crisis posteriores a 1973.
A principios de los 70, la expansión de la economía fue acelerada por una inflación en el rápido
crecimiento, por un enorme aumento de la masa monetaria mundial y el grande déficit
norteamericano se volvió frenético. La economía entró en crisis en 1974, cuando la PNB
(producto nacional bruto) de los países industrializados avanzados cayó sustancialmente. La
economía mundial no recuperó su antiguo ímpetus tras este déficit. Este fue el fin de esta época.
Las décadas posteriores a 1973 serían una era de crisis, no obstante, la edad de oro llevó a cabo
lo que fue la revolución más drástica, rápida y profunda de los asuntos humanos de la que se
tenga constancia histórica.
Por otro lado, se tiene lo que es la revolución social de 1945-1990 que en el ¾ del presente siglo
se dio la transformación social mayor y más intensa, rápida y universal de la historia de la
humanidad.
Es verdad que en las zonas desarrolladas el mundo hacía tiempo que vivía en una etapa de
cambio; de transformaciones tecnológicas e innovaciones culturales constantes pero en la mayor
parte del planeta, los cambios fueron tan repentinos como cataclismos.
El cambio social más drástico y de mayor alcance de la segunda mitad del siglo y que nos separa
para siempre del pasado, es la muerte del campesinado (o la muerte de los campesinos), algo
aún más extremo también, fue el declive de la población rural en los países con falta de desarrollo
industrial en américa latina, por ejemplo, al término de la segunda guerra mundial, los
campesinos constituían la mitad o la mayoría de la población activa.
Pero ya en los 70 no había ningún país en que no estuvieran en minoría los campesinos. La
situación era parecida en los países islámicos, solo tres regiones seguían dominadas por sus
pueblos y campos: en áfrica subsahariana, el sur y el sureste de Asia y China, es cierto que estas
regiones de población rural seguían representando a la mitad del género humano a finales de la
época.
A la par de la decadencia del campesino, se experimentó un auge de las profesiones para los
que necesitaban de estudios secundarios superiores, la demanda de las enseñanzas
secundarias y superiores se multiplico a un ritmo extraordinario al igual que la cantidad de gente
que había cursado o estaba cursando esos estudios, este estallido se dejó sentir en la enseñanza
universitaria, hasta entonces insignificantes desde el punto de vista demográfico.
Sobre la descolonización: La descolonización y las revoluciones transformaron drásticamente el
mapa político de Europa, osea, transformaron los países dependientes de la segunda guerra
mundial, que alteró y sigue alterando el equilibrio de la población mundial.
Un cambio importante que afectó a la clase obrera fue el papel que comenzaron a desempeñar
las mujeres, la proporción de mujeres en la población activa aumentó, tanto en su crecimiento
como en su mantenimiento en los países desarrollados, dependiendo de las circunstancias
nacionales, las mujeres entraron a lo que fue la enseñanza superior en 1960, no eran ni la mitad
de la población estudiantil (ni en Europa o Estados Unidos)
En todos los países en donde celebraban elecciones de algún tipo, las mujeres habían obtenido
el sufragio de los 70 o antes (excepto en algunos países islámicos y Suiza) estos cambios no se
lograron por presiones feministas ni repercutieron de ninguna manera inmediata la solución en
la situación de las mujeres. Sin embargo, a partir de los 70, hay un renacer del feminismo, las
mujeres como grupo se convirtieron en una fuerza política destacada como nunca antes se había
visto.
Acerca de algunos cambios culturales: Las mujeres fueron un elemento crucial de la revolución
cultural también, ya que esta encontró su eje central, así como su expresión, en los cambios
experimentados por la familia y hogar tradicionales, de los que las mujeres siempre habían sido
el componente central.
La mejor forma de acercarse a la revolución cultural, es a través de la relación entre ambos
sexos, la familia y entre las distintas generaciones en el hogar. A pesar de las variaciones, la
mayoría de la humanidad compartía una serie de características (como era la existencia del
matrimonio monogamico (matrimonio de una esposa) , las familias patriarcales; de varios
miembros, superioridad de los padres sobre los hijos; viejos sobre los jóvenes)
La revolución cultural de fines del siglo 20, debería entenderse como un triunfo del individuo
sobre la sociedad.
En la mayor parte del mundo los antiguos tejidos sociales estaban en situación delicada, pero
aun no en plena desintegración, lo cual era una suerte para la mayor parte de la humanidad,
sobre todo para los pobres, ya que las redes de parentesco, comunidad y vecindad eran básicas
para la supervivencia económica y para tener éxito en un mundo cambiante.
Bibliografia:

- https://www.monografias.com/docs/Los-A%C3%B1os-Dorados-Historia-Del-Siglo-Xx-
FKJ3F8CYBZ
- https://www.jstor.org/stable/42783005?seq=1#page_scan_tab_contents

- Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX (cap. XII)

- https://www.nacion.com/archivo/tercer-mundo-se-lanza-a-la-
globalizacion/MDQZVR6KAVBKLA2UJ7WQNOWLSA/story/

También podría gustarte