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Los tratamientos son pautados para reducir todo lo posible la incapacidad física
residual, y acelerar el bienestar del paciente. La fisioterapia se prescribe en pacientes
con problemas musculares, articulares, ligamentosos, ortopédicos, vasculares,
neurológicos y respiratorios, que pueden ser congénitos o hereditarias.
Los problemas que más a menudo llevan a los pacientes a la consulta son: 56%, dolor
de espalda; 22%, dolores varios del sistema músculo esquelético; 20%, estrés y otros
problemas psicosociales.
¿Signos de la fisioterapia?
– Las alteraciones del sueño es otra característica de este trastorno. Se manifiesta por
una dificultad para conciliar el sueño o por frecuentes despertares nocturnos. La
fatiga al despertar está casi siempre presente y el paciente tiene la impresión de no
haber dormido. Existe sensación de rigidez matutina y entumecimiento generalizado.
¿Síntomas de la fisioterapia?
No hay que olvidar que la ansiedad y la depresión son los trastornos psicológicos de
mayor prevalencia en la sociedad actual. La depresión es una de las principales
causas de discapacidad laboral en España. Se trata de una enfermedad que, sobre
todo, afecta a ancianos y a mujeres, aunque el estrés que padecemos en la actualidad
ah hecho que la media de edad de las personas que la sufren se haya adelantado diez
años. Ambos trastornos se caracterizan por una sintomatología psicológica que se
acompaña normalmente de síntomas físicos, como la retracción e hipertonía
muscular, rigidez, taquicardia, cefaleas, mareos, dolor, dificultades respiratorias
producidas por el aumento de la actividad del sistema nervioso simpático.
¿Objetivo de la fisioterapia?
La Fisioterapia es una profesión del área de la salud que tiene por objeto el estudio,
la comprensión y manejo del movimiento corporal humano, como elemento esencial
de la salud y el bienestar del hombre, las familias y las comunidades.
Esta patología es más frecuente en mujeres, aunque también pueden sufrirla los
hombres, especialmente si tienen una edad avanzada.
Aunque sea una enfermedad silenciosa, actualmente los reumatólogos cuentan con
un gran abanico de herramientas para su diagnóstico precoz y así adaptar el
tratamiento, bien para prevenir la pérdida de masa ósea o para combatir la
osteoporosis.
Existen hábitos de vida que pueden ayudar a mejorar la calidad del hueso como son:
la adecuada ingesta de calcio, el ejercicio físico y no fumar. La cantidad concreta de
Calcio varía con la edad, pero muchos adultos necesitarán de 1.000 a 1.500 mg al día.
Esta ingesta se puede realizar con alimentos naturales ricos en calcio (sobre todo la
leche y sus derivados) o como suplementos en forma de medicamentos (sales de calcio).
En este último caso deberá existir un control de su médico sobre la cantidad y la pauta
de administración.
La osteoporosis hace que los huesos se debiliten, tanto que una caída o incluso una leve
tensión como agacharse o toser pueden provocar una fractura. Las fracturas
relacionadas con la osteoporosis suelen ocurrir en las caderas, las muñecas y la
columna vertebral. Los huesos son tejidos vivos que se rompen y se reemplazan
constantemente. La osteoporosis ocurre cuando la generación de huesos nuevos es más
lenta que la eliminación de los huesos viejos.
Las caídas y fracturas que sufren los adultos mayores son muy frecuentes y afectan
a una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres. De acuerdo con los
especialistas del Hospital de Clínicas, en la Argentina se producen aproximadamente
90 fracturas de cadera por día y 34 mil al año. Los expertos destacaron que las
fracturas se producen debido al desgaste y fragilidad del esqueleto y la pérdida de
tono muscular, junto con la osteoporosis y la artrosis. Por tal motivo, recomendaron
que partir de los 50 años hay que iniciar la consulta con el profesional médico. Los
hombres también sufren pérdida de tejido óseo, pero a menor velocidad que las
mujeres. La proporción estimada indica que uno de cada tres mujeres y uno de cada
cinco hombres padecen este tipo de fracturas. Las consecuencias más frecuentes son
las fracturas de vértebras, muñeca y cadera, siendo esta última la más grave.
Aproximadamente la mitad de las fracturas de columna vertebral no dan síntomas
y la persona no sabe que las tiene sino se estudia. La fractura de cadera suele darse
con mayor frecuencia en pacientes de 70 años en adelante. Con la edad, no solo se
deteriora la calidad del tejido óseo, sino que además los músculos pierden fuerza y
función. La persona siente de a poco que ya no tiene la misma velocidad al caminar
o pierde la capacidad de respuesta rápida ante las caídas. Por ello también es
necesario hacer una evaluación sobre el funcionamiento muscular integral, que
acompaña la prevención de accidentes o fracturas a edades avanzadas. Las personas
mayores deben estar atentas por consiguiente a manejar la inestabilidad, con ayuda
de elementos de apoyo: bastones, trípodes o andadores. También, usando calzado
antideslizante, con una correcta sujeción del pie.
Las causas de las caídas en las personas mayores suelen ser multifactoriales y se
asocian con factores intrínsecos y extrínsecos, que generalmente ejercen un efecto
sumatorio, afectando al equilibrio y la marcha. Entre los factores intrínsecos
asociados al envejecimiento están la reducción de la agudeza visual, la pérdida de
sensibilidad en las extremidades inferiores, los problemas para regular la tensión
arterial, el deterioro intelectual, las enfermedades crónicas neurológicas, óseas y
articulares y la mayor sensibilidad a los medicamentos que actúan sobre el sistema
nervioso.
Generalmente las causas y los factores de riesgo que influyen o inducen a una caída
no son hechos únicos, sino consecuencia de procesos multifactoriales, complejos e
interrelacionados entre sí.
En un número elevado de casos las caídas son evitables y se pueden prevenir. Para
llevar a cabo una prevención eficaz de las caídas debemos abordarlas de manera
multidisciplinar. Por lo tanto, deberemos identificar las causas y los factores de riesgo
y actuar sobre ellos, disminuyéndolos o eliminándolos en la medida de lo posible.
Cuidados generales
· Es muy importante que los profesionales “no vayan con prisas”, no dejen a los
residentes solos y que presten atención a lo que hacen.
Iluminación
· Buena iluminación en general (evitar áreas mal iluminadas)
En el baño
· Instalar barras de sujeción, tanto en el retrete y/o ducha, que ayuda a: incorporarse,
agarrarse, levantarse y/o movilizarse
Suelos
· El suelo debe mantenerse seco, hay que evitar que se puedan caer porque el suelo esté
mojado
· Eliminar obstáculos, aquellos elementos que puedan entorpecer la marcha, sobre todo
en las zonas de paso.
Calzado
· Procurar utilizar zapatos cómodos, que sujeten bien el pie. Se deben evitar zapatillas
abiertas por detrás y el calzado demasiado flojo, porque no· sujetan bien el pie
· Es importante proveer un buen apoyo y amortiguación del talón, por lo que deben
ser firmes
Pasillo
Dispositivos de ayuda
Las articulaciones son los componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento
y, por tanto, nuestra autonomía funcional y están formadas por la unión de dos
huesos a través de la cápsula articular. En el interior de las mismas existe,
generalmente, un fluido llamado líquido sinovial que es producido por la membrana
sinovial. Los extremos óseos que se unen para formar la articulación están recubiertos
por el cartílago articular.
La principal medida que tienen que tener en cuenta los grupos de riesgo para prevenir
el desarrollo de la enfermedad es llevar una dieta sana y equilibrada, como la dieta
mediterránea, realizar ejercicio físico de forma moderada, actividades que sean
acordes a la edad y el estado físico actual de la persona y evitar la obesidad.
También conviene limitar el esfuerzo físico intenso, como cargar objetos pesados o las
actividades laborales que implican sobreesfuerzo. Por otro lado, los expertos
recomiendan que las personas sean cuidadosas al practicar deportes de contacto,
como el fútbol o el rugby, ya que no están recomendados para los pacientes con
artrosis. El motivo es que estos deportes son uno de los factores que pueden
desencadenar la enfermedad. De hecho, muchos futbolistas padecen artrosis de rodilla
debido a las lesiones que han sufrido en el menisco. En caso de tener la enfermedad
deben evitar los movimientos que producen dolor, sin llegar a inmovilizar la zona.
¿Qué es la artritis?
Dado que existen más de 100 tipos diferentes de artritis y enfermedades asociadas,
probablemente existan diversas causas. Las causas de la mayoría de los tipos de
artritis son desconocidas.
Obesidad
Las personas con exceso de peso presentan una mayor frecuencia de osteoartritis
(OA), especialmente en las rodillas.
Los hombres con exceso de peso también están expuestos a un riesgo mayor de
desarrollar gota.
Debilidad muscular
Si los músculos que rodean a las articulaciones son fuertes - especialmente los de las
rodillas - el riesgo de desgaste de la articulación es menor y se puede prevenir la lesión.
Movimientos repetitivos
Dolor
Rigidez
Hinchazón (a veces)
Otros tipos de síntomas pueden variar según los distintos tipos de artritis.
• En el caso de los hombres, se debe evitar el aumento excesivo de peso durante los
primeros años de la edad adulta para reducir el riesgo de desarrollar gota.