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¿Cuál es el objetivo del primer grado de la masonería?


La Respetable Logia Lucero del Alba, desde el oriente de Villa de Álvarez en el estado de Colima, México,
tiene la gracia de compartir un humilde trabajo masónico, presentado por uno de nuestros hermanos, adaptado
para la vista publica. 👁

"Al progreso de la Humanidad"


Salud, fuerza y unión para todos los queridos amigos y hermanos lectores.

El Objetivo del Grado de Aprendiz de Masón.


-"El tratado de la voluntad"

El grado de Aprendiz es el grado de mayor dificultad para el iniciado, mientras en los demás grados se ingresa
conociendo el método masónico, en este grado se ingresa apenas con una idea vaga de cómo es que los masones
operan durante su ceremonia.

En primera instancia el recién iniciado tiene la tarea de aprender cada signo, señalamiento, alegoría y método de la
ceremonia, esa ceremonia le enseñará de forma mnemotécnica a través de la herramienta de la repetición a grabar
en su memoria aquellos principios simbólicos del grado, a la par que tiene una finalidad disciplinaria, bien
podemos decir que la masonería es una disciplina, y una buena y muy difícil disciplina.

El ceremonial masónico, va entonces a instruir al recién iniciado a ser disciplinado y serio con sus actividades, con
su trabajo, su familia y con su vida misma, pero este es uno de los objetivos del ceremonial, no del primer grado.

Dentro del estudio del grado de aprendiz, personalmente lo defino como “El tratado de la voluntad”.

Dentro de los objetivos clarísimos del grado de aprendiz se encuentran:

Convertir al evidente profano (El término profano es usado por la masonería para referirse a personas que no son
masones, esta palabra viene del latín profanus que quiere decir "Lo que se encuentra fuera del templo), aunque
masón en un analista de la existencia misma:

El párrafo anterior, se refiere a que un masón de dos días de haber sido iniciado sigue siendo un profano evidente,
por falta de instrucción y practica. Este profano se presenta como una persona que ha asumido los valores que
deben regirle, por imposición y no por decisión.

Me atrevería a decir que la masonería propone un método de “eliminación descartada” para este complejo proceso
de cambio y transmutación de valores impuestos por valores decididos.

Entonces, esta persona que probablemente jamás cuestionó su sistema de principios y creencias, tiene la tarea de
convertirse en un analista de la verdad, "¿De verdad debo pensar así? ¿De verdad debo sentir así? ¿De verdad debo
opinar así? ¿De dónde viene mi pensamiento? ¿De dónde vienen mis valores y costumbres? ¿De dónde viene mi
religión?" Es necesario entender que la masonería no pretende sustituir el sistema de valores que nos rige, sino,
rectificarlo, si es que podemos, cambiarlo si es que lo necesitamos y volver a rectificarlo una vez comprobado.
Podemos considerar este proceso como “Introducir al recién masón al mundo de la duda Activa y dejar atrás el
mundo de la doctrina pasiva”, es decir: El requisito de la actividad masónica, de la energía cinética, para construir
este proceso de mejoramiento y rectificación de uno mismo.

La masonería propone entonces, el estudio de los símbolos del grado de aprendiz, para aprender a conocernos a
nosotros mismos. Es indispensable conocernos a nosotros mismos y saber usar nuestra voluntad para poder
aprender después las ciencias de los grados subsiguientes.

Decimos que el grado de Aprendiz Es un “Tratado sobre la voluntad”. Este grado, te enseña a conocerte, pero
conocerte no con el fin de que sepamos quienes somos y terminar por aceptar nuestras fallas, errores y vicios, sino
de saber la forma de nuestra humanidad para saber cómo vamos a detallarla.

Una vez terminado el periodo del autoconocimiento, el grado propone un método moral a adoptar, basado en la
virtud. El grado de aprendiz debe forjar personas prudentes y Justas, templados y de fuerte voluntad.
La voluntad se define como aquella capacidad humana para decidir con libertad lo que se desea y lo que no,
básicamente es un himno a la libertad, en la esclavitud de la ignorancia (y más aún, la ignorancia sobre uno mismo)
la voluntad no tiene cabida, no tiene espacio, no puede trabajar, no tiene poder, pues se desconoce cuál es el
alcance y la forma correcta de ser usada, incluso, se puede caer en el error de creer que la voluntad está en acción,
cuando realmente se está siguiendo un montón de patrones y de ordenamientos programados, como máquinas.

La luz del primer grado, específicamente, la luz sobre nuestra propia consciencia, nos dota del conocimiento sobre
nuestra propia voluntad, y las herramientas de la masonería y enseñanzas filosóficas del primer grado, nos ayudan
a entrenarla con la finalidad de darle el uso adecuado para poder construirnos a nosotros mismos.

Hemos dicho.

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