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HERMAFRODITO

Hermafrodita durmiendo

Hermafrodito fue un personaje de la


mitología griega. Era hijo de Afrodita
y de Hermes, en honor de los cuales
recibió el nombre.

Hermafrodita durmiendo: copia


romana del siglo II de un original
griego, Museo del Louvre.
Hermafrodita peleando con
un
sátiro
Su nombre fue mezclado por el de
sus padres, y Afrodita su madre, se
sintió culpable de adulterio, y esta
abandonó a su hijo (Hermafrodito) y
lo dejó en el monte Ida (Frigia) al
cuidado de las ninfas.

Hermafrodita peleando con un sátiro.


Oplontis.
Hermafrodita durmiendo
Pero con el paso del tiempo, (era de
esperar) el joven se convirtió en una
gran belleza atraídos por todas las ninfas
y mujeres bellas.
Un día Hermafrodito decidió dar un
paseo por las tierras griegas tan
hermosas, y yendo en el camino a Caria
en Halicarnaso le hizo aproximarse a dar
un baño a aquel lago completamente
desnudo.

Hermafrodito dormido, vista delantera.


Escultura en mármol. Copia romana del
original griego (Época Imperial), ahora en el
Museo de Louvre, París. El original fue
esculpido en 1619 por Gianlorenzo Bernini.
Salmacis y Hermafrodita

Salmacis (espíritu de aquel lago) al notar su


presencia y ver su bello cuerpo, sintió una
atracción inmediata, y no tardó mucho en
desnudarse ella para atraerlo a él, pero
Hermafrodita se resistió.

Aún así, la ninfa no abandonó y lo intentó


yendo a la fuente en la que Hermafrodito se
ubicaba en ese momento. Salmacis se abrazó
a él fuertemente y lo arrastró al fondo.

Hermafrodito y Salmacis, por Jan Gossaert (ca.


1517).
Salmacis suplicando a los
dioses
La joven Salmacis suplicó a los dioses
que jamás se separaran sus lindos cuer-
pos, diciendo: ¡Te debates en vano,
hombre cruel! ¡Dioses! Haced que nada
pueda jamás separarlo de mí ni sepa-
rarme de él” los dioses haciendo caso al
suplicó de aquella joven hermosa, le
concedieron su deseo y ambos cuerpos
se juntaron para crear un solo ser, que
portó los genitales de ambos.
Hermafrodita por su parte, suplicó a los
dioses que cualquier joven que se baña-
ra en aquel lago corriera su misma suer-
te, y el sueño fue concedido.
Scarsellino: Salmacis y Hermafroditus. Crea-
ción: cerca de 1585.

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