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PARTICIPANTE

ESCARLET TAVAREZ BONILLA

MATRICULA
166810

FACILITADOR
Rosa Kenya Bueno. M.A
Realiza un mapa conceptual donde expliques las teorías cognoscitivas
del aprendizaje, haciendo énfasis en:

 Ideas centrales.
 Características.
 Supuestos teóricos .

Las teorías cognoscitivas del


aprendizaje

Caracteristicas
Ideas centrales. 2. El desarrollo cognoscitivo es
Las teorías que se centran en secuencial y se basa en
el estudio de la mente crecimiento previo.
humana para comprender Supuestos teóricos
cómo interpreta, procesa y 3. La capacidad del estudiante es 1. Piaget Etapas
almacena la información en la importante, los estudiantes cognoscitivas
memoria. talentosos son capaces de aprender
del desarrollo
más, más rápidamente
Las ideas de estos autores 2. Guilford Estructura de
tienen en común el haberse que los demás.
la
enfocado en una o más 4. El aprendizaje se puede
dimensiones cognitivas modificar como resultado de la inteligencia
(atención, percepción, interacción de la persona con el 3.Gardner Inteligencias
memoria, inteligencia, ambiente. múltiples
lenguaje, pensamiento.
5. El aprendizaje involucra la 4. Dewey Pensamiento
asimilación de nuevas reflexivo
experiencias con experiencias
previas.
6. El aprendizaje se logra mejor a
través de la participación
activa en el ambiente, el maestro
puede mejorar el ambiente
para estimular el aprendizaje.
7. Existen varios componentes y
tipos de inteligencia o tipos de
comportamiento que indican
comportamiento inteligente.
2. Realiza un esquema donde clasifiques los tipos de memorias, de
acuerdo a su duración y característica

tipo de memoria tiene un funcionamiento propio, aunque todas ellas cooperan


para llevar a cabo un proceso completo de memorización. Éste es complejo, y se
divide en codificación, consolidación, almacenamiento y recuperación. El objetivo
de la memoria es conservar información a través del tiempo.

A continuación, podrás descubrir cuáles son los tipos de memoria clasificados


según distintos aspectos. Ten en cuenta que hay recuerdos que pueden
pertenecer a más de una categoría. Por ejemplo, recordar sucesos del pasado,
como tu anterior cumpleaños, es un tipo de memoria a largo plazo, explícita y
autobiográfica al mismo tiempo.

Clasificación de los tipos de memoria

Según su duración

La información que recibimos puede permanecer en nuestro cerebro desde unos


segundos hasta años. Todo depende de lo importante que sea esa información
para nosotros o de nuestro esfuerzo por recordarla.

Según la cantidad de tiempo que los datos se mantengan a nuestro alcance, y por
tanto, propensos a ser recuperados, la memoria puede ser:

– Memoria sensorial

Es el tipo de memoria más breve. Consiste en la habilidad para retener


percepciones de información sensorial una vez que el estímulo ha desaparecido.

Continuamente una gran cantidad de información nos está bombardeando.


Pueden ser datos auditivos, visuales, olfativos, de gusto o de tacto. Nuestro
organismo no puede atender a todos los estímulos al mismo tiempo porque la
energía es limitada, por tanto, hace un filtrado. Así ignora algunos datos y detecta
otros. Éstos últimos son los que forman parte de la memoria sensorial.

La memoria sensorial de estímulos visuales suele denominarse memoria icónica.


Si son estímulos auditivos, se conoce como ecoica; y si son táctiles, háptica.

Este tipo de memoria no requiere atención consciente, de hecho, suele ser


involuntaria. Se caracteriza por desvanecerse de forma muy rápida,
aproximadamente tras 200-500 milisegundos después de percibir un elemento.
Aunque la memoria sensorial ecoica o auditiva puede durar un poco más, como
máximo 3 o 4 segundos.

La duración de esta memoria es tan reducida que suele considerarse parte de un


proceso para la percepción, aunque es un paso indispensable para que el
contenido se almacene en la memoria a corto plazo.

Para que la información de la memoria sensorial pase a la memoria a corto plazo,


debe darse el proceso de atención. Es decir, concentrarnos de manera voluntaria
en un estímulo ignorando los demás.

– Memoria a corto plazo y memoria de trabajo

La memoria a corto plazo actúa recuperando temporalmente la información que se


está procesando. Su capacidad es limitada, y va desde unos pocos segundos
hasta un minuto.

Este tipo de memoria es el que nos ayuda a entender de qué va el texto que
estamos leyendo, porque mientras leemos una frase aún recordamos la anterior.
Parece ser que el límite de elementos que caben en la memoria a corto plazo son
unos 4 o 5. Sin embargo, esta capacidad se puede aumentar con entrenamiento o
con la técnica “chunking”. Esta técnica consiste en agrupar los ítems. Por ejemplo,
si queremos aprender un número de teléfono, podemos agrupar las cifras de tres
en tres para recordarlo mucho mejor.

Por otro lado, la información no va a pasar a un almacenamiento más prolongado


(es decir, a la memoria a largo plazo), si no hacemos un esfuerzo consciente para
retenerla.

Para que los datos pasen del almacén a corto plazo al de largo plazo, deben
repetirse y/o buscarle un sentido o asociación con otros datos que ya conocemos.
Al igual que debemos estar motivados e interesados en recordarlos.

En cuanto a la memoria de trabajo, existen autores que utilizan este término y el


de memoria a corto plazo indistintamente, mientras que otros no.

Algunos defienden que la memoria de trabajo, también llamada operativa, incluye


a la memoria a corto plazo, pero presenta otras funciones añadidas.

Por ejemplo, parece que la memoria de trabajo no sólo permite mantener en la


mente los datos que ya no están presentes, sino que posibilita la manipulación de
esos datos para intervenir en procesos cognitivos superiores (como lenguaje y
razonamiento)

La memoria de trabajo se ha asociado también con las funciones ejecutivas,


aquellas que nos permiten planificar, tomar decisiones, reflexionar, inhibirnos, etc.

– Memoria a largo plazo


Los recuerdos que están en la memoria a largo plazo pueden llegar a permanecer
ahí el resto de nuestra vida. Se deteriora muy poco con el tiempo, y puede
almacenar una cantidad de información ilimitada.

No obstante, no todos los recuerdos de este almacén poseen la misma fuerza, ni


tampoco permanecen todos estáticos. De vez en cuando, nuestros recuerdos son
revisados y “actualizados” si es necesario. Por eso, la información que
memorizamos no es estrictamente constante ni fiable.

Para que los recuerdos pasen a la memoria a largo plazo, es necesario un


proceso de consolidación en el que a través de complejos mecanismos neuronales
la información se va fijando en nuestro cerebro.

Parece que gran parte de la consolidación de recuerdos ocurre durante el sueño,


por eso, y por muchos otros muchos motivos, es tan importante descansar
correctamente.

Dentro de la memoria a largo plazo suelen hacerse distinciones como memoria


implícita, explícita, episódica, semántica… que vamos a ver a continuación.

Según si es consciente o inconsciente

– Memoria explícita

La memoria declarativa, es aquella que requiere un pensamiento consciente. Por


ejemplo, tratar de recordar qué cenaste anoche o nombrar objetos que puedes
encontrar en una papelería.

Normalmente es asociativa, es decir, nuestra mente vincula los recuerdos nuevos


a otros que ya tenemos y que tienen ciertos aspectos comunes.
– Memoria implícita

Se trata de aquellos recuerdos que no son conscientes. Es decir, hábitos


perceptivos y motores que dependen de nuestra experiencia.

Es el conocimiento que tenemos sobre cómo se hacen las cosas que normalmente
hacemos. Solemos ejecutarlos de forma automática y son difíciles de expresar con
palabras.

Por ejemplo, tocar algún instrumento, montar en bicicleta, escribir, evitar


asustarnos con ruidos intensos que ya estamos acostumbrados a oír, reconocer
rápidamente a nuestros familiares y amigos, etc.

Dentro de este tipo de memoria suele incluirse la memoria procedimental, que más
adelante podrás encontrar.

Según su contenido

– Memoria autobiográfica o episódica

Es un tipo de memoria explícita, que muchos la consideran como lo primero que


se te ocurre cuando piensas en “memoria”.

Consiste en un conjunto de recuerdos importantes de nuestra vida, como nuestras


experiencias personales, eventos importantes, sucesos de gran carga emocional,
etc.

Evidentemente, recordamos mucho mejor aquellos hechos que han sido


relevantes para nosotros y, sobre todo, aquellos que han sido acompañados por
fuertes sentimientos. También memorizamos con más detalle las primeras veces
que hemos experimentado algo. Por ejemplo, tu primer día de colegio, un viaje
que hiciste solo, la boda de un familiar, etc.
Dentro de este tipo de memoria hay autores que enmarcan la “memoria flash”. Son
recuerdos autobiográficos que se recuperan con gran detalle y de forma muy
vívida, del momento en el que se escuchó una noticia trascendental y
sorprendente o con gran carga emocional. Se caracterizan por ser muy resistentes
al olvido. Un ejemplo sería el atentado terrorista del 11 de septiembre.

Cuando se codifica un recuerdo de tipo episódico, se activa una estructura


cerebral llamada hipocampo. Posteriormente, los recuerdos se van consolidando
en diferentes partes del neocórtex. Cada elemento se va almacenando donde
corresponda, en las áreas del cerebro dedicadas al olfato, audición, visión…

– Memoria semántica

La memoria semántica es la que almacena el conocimiento general y consciente,


como aquello que nos enseñaron en la escuela o en la universidad.

Incluye conceptos, hechos, significados, y otros conocimientos sobre el mundo


externo que hemos ido adquiriendo. Es compartida con otros e independiente de
la experiencia personal, el entorno, y el momento en el que se adquirió.

Algunos ejemplos son las capitales, funciones de los objetos, las costumbres
sociales, el significado de las palabras, la compresión matemática, etc.

La memoria semántica también tiene distintos grados, que puede ir desde el fuerte
recuerdo a la familiaridad más débil.

En cuanto a las bases cerebrales, parece que en la memoria semántica se activan


las cortezas temporales y frontales.

– Memoria instrumental o procedimental


Es un tipo de memoria implícita, ya que es difícil de verbalizar y sus pasos se
llevan a cabo de manera automática y no-consciente.

Son aquellos patrones motores que ya hemos adquirido y reproducimos con


soltura. Se perfecciona a través de la práctica y constituyen recuerdos fieles y
duraderos.

Por ejemplo, subir escaleras, tocar el piano, patinar, nadar, etc.

Para adquirir este tipo de memoria, es fundamental el aprendizaje motor que está
sustentado principalmente en los ganglios basales y en el cerebelo.

– Memoria topográfica

Cuando queremos hablar específicamente de aquellos recuerdos asociados con la


orientación espacial, nos referimos a la memoria topográfica.

Es la capacidad para orientarnos, reconocer un camino y atravesarlo, recordar


claves de un entorno familiar, etc.

La memoria espacial está muy ligada al hipocampo, sobre todo a la parte derecha,
donde existen las llamadas “células de lugar” que se encargan de crear un mapa
mental del espacio.

– Memoria incidental o Priming

Es un subtipo de memoria implícita, que se caracteriza por un incremento de la


capacidad para identificar o procesar un determinado elemento como
consecuencia de la presentación anterior de dicho objeto.
Depende de nuestra experiencia, por ejemplo, si has escuchado una palabra más
recientemente o con más frecuencia que cualquier otra, es más probable que
venga a tu memoria más rápido.

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