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LA LUNA

Definición.-

La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Con un diámetro ecuatorial de 3474 km, es el quinto
satélite más grande del sistema solar, mientras que en cuanto al tamaño proporcional respecto a su
planeta es el satélite más grande: un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa. Después de
Ío, es además el segundo satélite más denso. Se encuentra en relación síncrona con la Tierra, siempre
mostrando la misma cara hacia el planeta. El hemisferio visible está marcado con oscuros mares
lunares de origen volcánico entre las brillantes montañas antiguas y los destacados astroblemas.

A pesar de ser en apariencia el objeto más brillante en el cielo después del Sol su superficie es en
realidad muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón. Su prominencia en el cielo y su ciclo
regular de fases han hecho de la Luna un objeto con importante influencia cultural desde la antigüedad
tanto en el lenguaje, como en el calendario, el arte o la mitología. La influencia gravitatoria de la Luna
produce las mareas y el aumento de la duración del día. La distancia orbital de la Luna, cerca de treinta
veces el diámetro de la Tierra, hace que se vea en el cielo con el mismo tamaño que el Sol y permite
que la Luna cubra exactamente al Sol en los eclipses solares totales.

Origen.-

El origen de la Luna parece incierto, hay varias teorías:

 Que se formó al mismo tiempo que la Tierra con el material procedente de una nebulosa
 Que un cuerpo celeste se dividió en dos partes dando origen a la Tierra y a la Luna
 Que la Luna se formó en otro lugar y fue capturada por la Tierra
 Que la Tierra colisionó con un objeto celeste de gran tamaño (del tamaño de Marte o mayor)
y que la Luna se formó con el material expulsado de esta colisión.
 La última teoría, parece, de momento, la más aceptada por la comunidad científica.

Las fases de la Luna

Las fases de la Luna son las diferentes iluminaciones que presenta nuestro satélite en el curso de una
lunación o ciclo lunar.

Según la ubicación de la Luna, la Tierra y el Sol, se ve iluminada una mayor o menor porción de la cara
visible de la Luna. A pesar de que el tamaño de la zona iluminada varía de forma continua, la Luna
aparente se ha clasificado durante toda la historia en cuatro etapas o fases lunares:

La Luna Nueva o novilunio ocurre cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol y, por lo tanto, no la
vemos. Está ahí, pero la cara que nos muestra no recibe luz del Sol en esta fase lunar.

En el Cuarto Creciente, la Luna, la Tierra y el Sol forman un ángulo recto, por lo que se puede observar
en el cielo la mitad de la Luna en su período de crecimiento. La zona iluminada queda a la derecha en
el hemisferio norte y parece una D mayúscula; en el hemisferio sur la zona iluminada queda a la
izquierda y parece una C o una D invertida.

La Luna Llena o plenilunio ocurre cuando La Tierra se ubica entre el Sol y la Luna; esta recibe los rayos
solares en su cara visible, por lo tanto, se ve un círculo completo. En esta fase la Luna alcanza su cenit
a medianoche.

Cuarto Menguante Finalmente en esta fase los tres cuerpos vuelven a formar ángulo recto, por lo que
se puede observar en el cielo la otra mitad de la cara lunar: iluminada la zona izquierda en el hemisferio
norte (una C o una D invertida) y la zona derecha en el sur (una D en posición normal).

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