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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS
OCCIDENTALES ¨ EZEQUIEL ZAMORA ¨
MUNICIPALIZADA EL PIÑAL EDO TACHIRA

DERECHO ADMINISTRATIVO
DEFENSA O RECURSOS ADMINISTRATIVOS DE LOS PARTICULARES ANTE LA
ADMINISTRACION PÚBLICA

INTEGRANTES: FRANKLIN ARAQUE


SECCIÓN: F01
ABOGADO:
Año: 1

EL PIÑAL, 28 de OCTUBRE del 2017

I
INTRODUCCIÓN

Con la finalidad de buscar el conocimiento teórico y práctico de la materia Derecho


Administrativo, nos situamos en la conveniencia de estudiar y establecer en primer término los
conceptos básicos que rige la materia en cuestión, a fin de sentar las bases de los que se procederá
a efectuar en el ejercicio de la profesión.

Aunado a esto surge la necesidad de aplicar dichos conocimientos primordiales a un caso


concreto en específico, según lo establecido en la Ley Orgánica de Procedimiento Administrativo,
sus recursos, cuándo intentarlo, cómo intentarlo, entre otros aspectos.

La Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, en vigor desde el 19 de enero de 1982,


produjo uno de los más grandes cambios que haya sufrido jamás la Administración Pública
Venezolana. Se trata de una Ley revolucionaria, cuyo impacto en el comportamiento administrativo
pudo ser mucho mayor del vislumbrado. Pero la Ley Orgánica, por sobre todo, marca una etapa de
primera importancia en la evolución no sólo del Derecho Administrativo sino de las Ciencias de la
Administración. Todo el esfuerzo de reforma administrativa realizado en nuestro país a partir de los
años sesenta, particularmente en el ámbito del funcionamiento de la Administración Publica,
encontró en esta Ley una serie de normas y obligaciones expresas, cuyo cumplimiento seguramente
transformó los sistemas y procedimientos administrativos y el tratamiento de los administrados por
los funcionarios.

Regula el acto administrativo, es decir, el resultado concreto de la actuación de la


Administración cuando ésta decide produciendo efectos jurídicos en determinadas situaciones.
Regula con precisión el acto en sus requisitos, para someter a condiciones de validez y de legalidad
la actuación de la Administración. Regula además, los efectos de los actos; su revisión, tanto de
oficio como por vía de recurso, y también, la forma de manifestación de las decisiones
administrativas, no sólo estableciendo la decisión expresa, sino la decisión administrativa tácita
negativa derivada del silencio administrativo. Por tanto, ya el silencio no es, simplemente, una forma
de no decidir ni de resolver un asunto para que decaiga por el transcurso del tiempo, sino que el
silencio administrativo, de acuerdo a esta Ley, es una presunción de decisión, denegando lo
solicitado, o los recursos intentados. Plantea, además, una responsabilidad del funcionario por la
omisión y por la no actuación, y si sucede en forma reiterada, incurre en responsabilidad
administrativa.

La Ley regula el procedimiento administrativo, es decir, todo el conjunto de trámites,


requisitos y formalidades, que deben cumplirse ante la Administración y en esas relaciones entre
Administración y particulares, para producir decisiones administrativas, es decir, actos
administrativos.

La Ley regula las vías de revisión de los actos administrativos en vía administrativa; es decir,
el sistema de recursos de reconsideración, de revisión y jerárquico, que van a permitir al particular,
en sus relaciones con la Administración, reclamar formalmente, ante ella misma, no como un favor,
sino por vías de derecho, contra los actos administrativos, estando ésta obligada a decidir esos
recursos también en tiempo útil determinado, de manera que si no lo hace, el silencio provoca estos
actos tácitos negativos.

II
DEFENSA O RECURSOS ADMINISTRATIVOS DE LOS PARTICULARES ANTE LA
ADMINISTRACION PÚBLICA

ACTO ADMINISTRATIVO
Se define como Acto Administrativo la decisión general o especial que, en ejercicio
de sus funciones, toma la autoridad administrativa, y que afecta a derechos, deberes e
intereses de particulares o de entidades públicas.
Dentro de la división tripartita de los Poderes públicos, es el que procede del
ejecutivo, a diferencia del acto legislativo (o ley) y del judicial (resolución, providencia, auto
o sentencia). Además, la autoridad o el agente ha de obrar como representante de la
Administración pública en tanto que persona de Derecho Público; ya que, de proceder como
persona jurídica privada, las relaciones encuadran dentro de las civiles o comunes, con los
privilegios que en todo caso se atribuyen al Estado y a otras entidades aun en su aspecto
"particular".
Prácticamente integran actos administrativos todas las resoluciones y disposiciones,
verbales o escritas (singularmente éstas, debido a su constancia); sean acuerdos, órdenes,
decretos, reglamentos, instrucciones, circulares u ordenanzas que dictan desde los
ministros a los alcaldes; y también las corporaciones, como las diputaciones provinciales,
los ayuntamientos; pero no los organismos legislativos de las provincias o Estados de una
federación.
Por tanto, de lo anterior resulta que en las definiciones tradicionales del acto
administrativo que lo precisan, pura y sistemáticamente, como una declaración de voluntad
realizada por la Administración, con el propósito de producir un efecto jurídico, el problema
se reduce a determinar qué debe entenderse por Administración: o dicho término se define
con un criterio orgánico, identificándose con los órganos de la Administración Pública como
incorrectamente lo ha hecho el Articulo 7 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos; o dicho término se define con un criterio material, identificándolo con el
ejercicio de la función administrativa, lo que también produciría una definición incompleta
del acto administrativo; o dicho término se define con criterios combinados de orden
material, formal y orgánico.
CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
Los Actos Administrativos según sus efectos:
a) Actos Administrativos de efectos generales y de efectos particulares:
En primer lugar, según el carácter normativo o no normativo de actos
administrativos, estos se clasifican en actos de efectos generales y actos de efectos
particulares. Puede decirse así, que la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos
acoge una primera forma de clasificación de los actos administrativos según sus efectos,

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en el sentido de que clasifica los actos administrativos en actos normativos (de efectos
generales) y en actos administrativos no normativos (de efectos particulares). Esta es la
clasificación que de acuerdo a lo establecido en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, permite distinguir los actos administrativos de efectos generales de los actos
administrativos de efectos particulares. Los primeros son aquellos de contenido normativo,
es decir, que crean normas que integran el Ordenamiento Jurídico; en cambio, los
segundos, los actos administrativos de efectos particulares, son aquellos que contienen una
decisión no normativa, sea que se aplique a un sujeto o a muchos sujetos de derecho. La
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos puede decirse que identifica los actos
administrativos de efectos generales, con los que ella califica en el Artículo 13 como "actos
o disposiciones administrativas de carácter general" y los actos administrativos de efectos
particulares a los que la misma norma califica como actos administrativos "de carácter
particular". En esta norma, al prescribir que un acto administrativo de carácter particular no
puede vulnerar lo establecido en una "disposición administrativa de carácter general, lo que
está señalando es que un acto de efectos particulares (de contenido no normativo) no puede
vulnerar un acto normativo o de efectos generales, acogiéndose, en este Artículo 13, el
principio de la inderogabilidad singular de los reglamentos o de los actos administrativos de
efectos generales.
Por tanto, puede decirse que, en el artículo 13 de la Ley está la clave para clasificar
los actos administrativos, según su contenido o efectos según que sean normativos o no
normativos, identificándose los actos de efectos generales, es decir, de contenido o carácter
general, con los actos normativos, y en consecuencia los actos de efectos particulares o de
contenido o carácter particular, con aquellos que no tienen contenido normativo.
b) Actos Administrativos generales e individuales:
Puede decirse que la Ley Orgánica acoge la clasificación de los actos
administrativos, según sus destinatarios, al distinguir los actos administrativos generales de
los actos administrativos individuales. Los actos administrativos generales son aquellos que
interesan a una pluralidad de sujetos de derecho, sea formado por un número
indeterminado de personas o un número determinado; en cambio, los actos administrativos
individuales, son aquellos que interesan a un solo sujeto de derecho. Esta distinción
estimamos que se acoge en el artículo 72 de la Ley Orgánica al exigirse que también sean
publicados en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela, aquellos actos
administrativos que interesen a un número indeterminado de personas, que no sean
necesariamente actos normativos o de carácter general. Es decir, esta norma establece
indirectamente la diferencia entre el acto de efectos generales o de contenido normativo y
el acto general, el cual aun cuando pueda no tener contenido normativo, interese a un
número indeterminado de personas. En estos casos, el acto es general porque interesa a
un número indeterminado de personas, y no porque tenga necesariamente un contenido
normativo. Por supuesto, también el acto general no normativo, puede tener por
destinatarios a un número determinado de personas.
El acto individual, al contrario, es el acto destinado a un solo sujeto de derecho, el
cual es, además, un acto de efectos particulares, de acuerdo a la clasificación anterior.

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LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS SEGÚN SU CONTENIDO:
a) Actos definitivos y actos de trámite:
En primer lugar, puede distinguirse el acto que pone fin al asunto administrativo, en
cuyo caso sería un acto definitivo, del acto de trámite, que no pone fin al procedimiento ni
al asunto, sino que, en general, tiene carácter preparatorio. Esta clasificación de los actos
administrativos según el contenido, se deduce de los Artículos 9, 62 y 85 de la Ley.
En efecto, el Artículo 9 establece un principio general, y es que todos los actos
administrativos de carácter particular, es decir, de efectos particulares, deben ser
motivados, salvo los actos de simple trámite. Distingue aquí, por tanto, la Ley, el acto
administrativo de trámite, el cual se opone, por supuesto, al acto administrativo definitivo.
En definitiva, la distinción, según el contenido de la decisión, se refiere a que el acto
administrativo definitivo es el que pone fin a un asunto y en cambio, el acto administrativo
de trámite, es el de carácter preparatorio para el acto definitivo.
b) Actos creadores de derechos o que establecen obligaciones:
Otra distinción que la Ley prevé respecto de los actos administrativos y que también
se refiere a su contenido, es la que se refiere al acto creador de derechos subjetivos o de
intereses personales y legítimos a favor de los particulares, regulados en los Artículos 19,
ordinal 2~ y 82 de la Ley, y al acto administrativo que no crea derechos o intereses
personales, legítimos y directos a favor de particulares, también regulado en esos mismos
Artículos 19, ordinal 2~ y 82 de la Ley. Asimismo, según el contenido, la Ley establece la
posibilidad de que se trate de actos que en lugar de crear derechos a favor de particulares,
lo que establezcan sean obligaciones a cargo de particulares, y así se los regula en el
Artículo 70 de la Ley.
LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS SEGÚN LA MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD:
ACTOS ADMINISTRATIVOS EXPRESOS Y TÁCITOS
La manifestación de voluntad que produce el acto administrativo, conforme al
Artículo 18, debe ser expresa y formal, conteniendo el acto una serie de requisitos que
deben manifestarse por escrito. Por tanto, el acto administrativo que regula la Ley Orgánica
de Procedimientos Administrativos, en principio, es un acto administrativo expreso
formalizado según el Artículo 18. Sin embargo, la Ley admite la figura de la manifestación
de voluntad tácita de la Administración, derivada del silencio administrativo. Así se
establece expresamente en el Artículo 4 de la Ley Orgánica, cuando se prevé que en los
casos en los cuales un órgano de la Administración Pública no resolviera un asunto o un
recurso dentro de los lapsos que prevé la misma Ley, y que están consagrados para los
asuntos o peticiones en los Artículo 5, 60 y 67 y en materia de recursos administrativos en
los Artículos 91, 94 y 99, se considera que ha resuelto negativamente pudiendo el
interesado intentar el recurso inmediato siguiente. Por tanto, la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos en el Artículo 4, consagra el acto administrativo tácito de
contenido negativo, derivado del transcurso del tiempo, es decir, del silencio administrativo.

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Los actos administrativos según su impugnabilidad:
Los actos administrativos firmes:
Otra clasificación de los actos administrativos que resulta de la Ley, se refiere a la
impugnabilidad o no de los actos administrativos, y así se distingue el acto administrativo
firme de aquel que no es firme, porque aún puede ser impugnado. El acto que no es firme
es el que puede ser impugnado, sea por vía administrativa a través de los recursos
administrativos regulados en el Artículo 85 y siguientes, sea por vía contencioso-
administrativa. En cambio, el acto firme, es el acto que ya no puede ser impugnado por las
vías ordinarias de recurso, y sobre el cual el único recurso que cabe, es el recurso de
revisión. En ese sentido, el Articulo 97 de la Ley, al regular el recurso de revisión, señala
que éste sólo procede contra los actos administrativos firmes, es decir, contra aquellos que
no fueron impugnados en su oportunidad, y que vencidos los lapsos de impugnación, son
actos administrativos inimpugnables.
Los actos administrativos según su ejecución:
Por último, también en materia de clasificación de los actos administrativos, debe
señalarse una clasificación según la ejecución y así se distingue el acto material de
ejecución, del acto administrativo formal. El Artículo 78 de la Ley, en efecto, habla de actos
materiales de ejecución que puedan menoscabar o perturbar los derechos de los
particulares, los cuales no pueden realizarse sin que exista previamente un acto
administrativo que sirva de fundamento a dichos actos materiales. Puede decirse en este
sentido, que el acto material de ejecución previsto en el Articulo 78, se identifica con el acto
de ejecución que regula el Artículo 8 de la Ley.
Nulidad del Acto Administrativo
La nulidad es consecuencia de un vicio en los elementos constitutivos del acto. En
el derecho administrativo el particular o administrado sólo puede pedir la nulidad si está
legitimado, es decir solamente en los casos en que el acto afecte sus derechos subjetivos
o intereses legítimos. Los actos administrativos son regulares o irregulares. Los regulares
son anulables, es decir que si tienen vicios, éstos son subsanables. Los irregulares son los
que están gravemente viciados y su nulidad es absoluta e insanable. Por lo tanto
tendremos:
Nulidad absoluta: Los actos nulos de nulidad absoluta no pueden sanearse. Los
vicios que tornan nulo de nulidad absoluta un acto administrativo pueden ser de dos tipos:
Vicios generales de los actos jurídicos:
Error esencial: Cuando se excluye la voluntad de la Administración (error en la persona,
error en el objeto).
Dolo: El dolo es toda aseción de lo que es falso o disimulación de lo que es
verdadero. El dolo difiere del error en que es intencional. Para que el dolo ocasione la
invalidez del acto administrativo debe ser grave y determinante de la acción del agente. Sea
que el dolo fuera propio del agente o del administrado o de ambos, el acto administrativo
resultará nulo de nulidad absoluta.

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Violencia física o moral: La violencia que se ejerce sobre el funcionario puede ser
física o moral, aun cuando esta última va acompañada de actitudes que pueden hacer
presumir una violencia física. En uno u otro supuesto de violencia ejercida sobre el agente,
el acto resultará nulo de nulidad absoluta si, a causa de ello, la voluntad de la Administración
ha quedado excluida.
Simulación absoluta: Cuando ninguno de los elementos resultan veraces.
VICIOS ESPECÍFICOS DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS:
Incompetencia: Puede ser por razón de:
Territorio: Se produce si el órgano actuante excede el ámbito físico dentro del cual
debe ejercer su competencia.
Materia: El órgano administrativo debe realizar las funciones que específicamente
le competen, debe actuar dentro de la esfera de competencia que le corresponde. La
competencia de cada órgano de la Administración Pública está señalada por la norma. Si
un órgano administrativo dictara un acto con contenido judicial, o si invadiera la esfera de
atribuciones pertenecientes a otro órgano de la Administración, dicho acto sería nulo de
nulidad absoluta.
Tiempo: Se produce si el agente decide antes (todavía no asumió) o después (ya
cesó en sus funciones) del tiempo en que su decisión hubiera sido válidamente posible.
Grado: El inferior jerárquico no puede dictar un acto que sea de la competencia del
superior, ni el superior dictar, en principio, alguno que fuera de la exclusiva competencia
del inferior por razones técnicas.
Falta de causa: Cuando el acto se dicta prescindiendo de los hechos que le dan
origen o cuando se funda en hechos inexistentes o falsos.
Falta de motivación: Si el acto está fundado en elementos falsos es arbitrario y por
ello nulo. También es nulo de nulidad absoluta el acto ilógicamente motivado, es decir
cuando se obtiene una conclusión que no tiene nada que ver con el argumento que se
utiliza. La omisión de la motivación da origen a la nulidad absoluta, ya que no sólo se trata
de un vicio de forma sino también de un vicio de arbitrariedad.
Vicios en el objeto: Cuando el acto tuviera un objeto que no fuera cierto, o cuando
se tratara de un acto física o jurídicamente imposible.
Vicio en la finalidad o desviación de poder: Cuando el acto se ha dictado con un
fin distinto al previsto por el legislador. Para que ocurra la desviación de poder debe haber
una autoridad administrativa con competencia, que haga uso de poder para un fin distinto
del conferido por la ley. Entre los supuestos de desviación de poder pueden estar los
siguientes:
Que el agente actúe con una finalidad personal;
Que los actos sean realizados con el objeto de beneficiar a terceros;

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Que el fin perseguido sea de interés general pero distinto del fin preciso que la ley
asigna al acto (v.g.: cuando el poder de policía se usa no para mantener el orden sino para
aumentar los recursos de la comuna).
Vicios en las formas esenciales: Cuando se incurre en vicios graves respecto de los
procedimientos que deben seguirse o cuando hay falta absoluta de forma exigida por la ley
para la exteriorización del acto.
Anulabilidad: Son anulables los actos administrativos regulares con vicios leves,
que no impiden la existencia de los elementos esenciales. Si el acto ya ha sido notificado,
dicha anulabilidad debe ser solicitada en sede judicial por la Administración. Sin embargo
puede ser revocado, modificado o sustituido de oficio en sede administrativa si el
interesado:
Hubiere conocido el vicio,
Si la revocación, modificación o sustitución lo favorece sin perjudicar a terceros, y;
Si el derecho hubiera sido otorgado a título precario.
Un acto administrativo es anulable, y por tanto saneable, por ejemplo, cuando:
El vicio fuera del objeto, en razón de no resolverse todas las peticiones formuladas.
El vicio fuera de la causa en razón de haber realizado la Administración una errónea
apreciación de los hechos que forman la causa del acto, siempre que tal errónea
apreciación no impida la existencia de este elemento.
Se tratare de un vicio leve de procedimiento.
EFICACIA Y PROCEDIMIENTOS DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
Los actos Administrativos están sujetos a ciertos requisitos para que su
procedimiento y eficacia no sean atacados de invalidez o vicios.
Efectos: Los actos de las Administraciones Públicas sujetos al Derecho
Administrativo se presumirán válidos y producirán efectos desde la fecha en que se dicten,
salvo que en ellos se disponga otra cosa. La eficacia quedará demorada cuando así lo exija
el contenido del acto o esté supeditada a su notificación, publicación o aprobación superior.
Excepcionalmente, podrá otorgarse eficacia retroactiva a los actos cuando se dicten
en sustitución de actos anulados y también cuando produzcan efectos favorables a la
persona interesada, siempre que los supuestos de hecho necesarios existieran ya en la
fecha a que se retrotraiga la eficacia del acto y esta no lesione derechos o intereses
legítimos de otras personas.
La Notificación: Las resoluciones y actos administrativos que afecten a los
derechos e intereses de las personas interesadas se notificarán a estas en los siguientes
términos:
Toda notificación deberá ser cursada en el plazo de diez días a partir de la fecha
en que el acto haya sido dictado.

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Deberá contener el texto íntegro de la resolución, con indicación de si es o no
definitivo en la vía administrativa.
Deberá contener también la expresión de los recursos que procedan, órgano ante
el que hubieran de presentarse y plazo para interponerlos, sin perjuicio de que las personas
interesadas puedan ejercitar cualquier otro tipo de recurso que estimen procedente.
Las notificaciones defectuosas surtirán efecto a partir de la fecha en que la persona
interesada realice' actuaciones que supongan el conocimiento del contenido de la
resolución o acto objeto de la notificación, o cuando se interponga el recurso procedente.
La Práctica de la Notificación: La notificación es el procedimiento administrativo
por el que se da cuenta a quienes interese de los actos de las Administraciones Públicas.
Medios y formas de notificación:
- Las notificaciones se practicarán por cualquier medio que permita tener constancia de la
recepción de la persona interesada o su representante, así como de la fecha, la identidad
y el contenido del acto notificado. En este sentido, la acreditación de cualquier notificación
efectuada se incorporará al expediente de que se trate.
- En los procedimientos iniciados a solicitud de la persona interesada, la notificación se
practicará en el lugar que esta haya señalado a tal efecto en la solicitud. Cuando ello no
fuera posible, se practicará en cualquier lugar adecuado a tal fin y por cualquier medio
conforme se indica en el párrafo anterior.
- Cuando la notificación se practique en el domicilio de la persona interesada, en caso de
que esta no se halle presente en él en el momento de entregarse la notificación, podrá
hacerse cargo de la misma cualquier persona que se encuentre en el domicilio y haga
constar su identidad.
- Cuando la persona interesada o su representante rechace la notificación de una actuación
administrativa, se hará constar en el expediente, especificándose las circunstancias del
intento de notificación, y se considerará efectuado el trámite por lo que se seguirá el
procedimiento de que se trate.
- Cuando las personas interesadas en un procedimiento sean desconocidas, o se ignore el
lugar de la notificación o no se conozca medio que permita tener constancia de la recepción,
o bien si, intentada la notificación, no se hubiese podido practicar, la notificación se hará
entonces por medio de anuncios en el tablón de edictos del Ayuntamiento de su último
domicilio en el Boletín Oficial del Estado, en el de la Comunidad Autónoma o en el de la
Provincia, según cual sea la Administración de la que proceda el acto a notificar, y el ámbito
territorial del órgano que la dictó. En el caso de que el último domicilio conocido radicara en
el extranjero, la notificación se efectuará mediante su publicación en el tablón de anuncios
del Consulado o Sección Consular de la Embajada correspondiente.
- Las Administraciones Públicas podrán establecer otras formas de notificación
complementarias a través de los restantes medios de difusión, lo que no excluirá la
obligación de proceder a la notificación según se indica en el párrafo anterior.

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Actos Sujetos a Notificación En otro orden de ideas, en la conferencia que nos corresponde
comentar se trata lo relativo a los actos que deben ser notificados. La notificación, como se
ha dicho, está prevista respecto del acto de alcance individual

LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS: ARTS. 7 AL 29 LOPA.


Haremos un enfoque en cuanto al criterio mixto o global, el cual ha sido desarrollado
por BREWER CARIAS, al evolucionar su pensamiento desde el funcional inicial. El rechaza
un criterio único y propugna una definición del acto administrativo, mezcla de los criterios
orgánicos, material y formal. Así: "acto administrativo es entonces, el acto de carácter
sub legal emanado en Primer lugar de los órganos del Poder Ejecutivo en ejercicio de todas
las funciones estatales legislativas, de gobierno, administrativas y jurisdiccionales, (he aquí
los criterios formal y orgánico) En Segundo lugar, de los órganos del Poder Legislativo en
ejercicio de la función administrativa (he aquí el criterio material); y en tercer lugar, de los
órganos del Poder Judicial en ejercicio de la función administrativa (he aquí también el
criterio material)".
Dicho lo anterior, es necesario referirse ahora al concepto de acto administrativo
dado en la LOPA y al alcance del mismo.
El art. 7 de la LOPA expresa "Se entiende por acto administrativo, a los fines de
esta ley, toda declaración de carácter general o particular emitida de acuerdo con las
formalidades y requisitos establecidos en la ley por los órganos de la administración
pública". Para la doctrina, en su mayoría (RONDON DE SANSO, BREWER, entre otros), el
legislador acogió plenamente el criterio orgánico para definir el acto administrativo, según
el cual el acto administrativo es aquel emitido por los órganos de la administración pública.
La doctrina atendiendo a lo dispuesto en la LOPA, ha establecido distintas
clasificaciones de los actos administrativos. Siguiendo a BREWER, los clasificaremos en
las siguientes categorías: 1) según los efectos; 2) según su contenido; 3) según las
manifestaciones de la voluntad; 4) según su ejecución.
Según sus efectos, atendiendo al contenido o no de los actos y atendiendo a los
destinatarios de los mismos. Por su contenido los actos administrativos pueden ser de
efectos generales y particulares. Los generales se identifican con los de carácter
normativo, es decir, aquellos que comprenden normas del ordenamiento jurídico. Los de
efectos particulares tienen un contenido no normativo cuya aplicación se refiere a un
sujeto o varios sujetos de derecho. En la LOPA puede deducirse tal clasificación del
contenido del art. 13: "Ningún acto administrativo podrá violar lo establecido en otro de
superior jerarquía; ni los de carácter particular vulnerar lo establecido en una disposición
administrativa de carácter general, aun cuando fueren dictados por autoridad igual o
superior a la que dicto la disposición general". Por el segundo, es decir, atendiendo a sus
destinatarios, los actos administrativos pueden ser generales o individuales. Actos
administrativos generales son aquellos que interesan a una pluralidad de sujetos de
derecho, sea formado por un número indeterminado de personas o un número determinado;
en cambio, los actos administrativos individuales, son aquellos que interesan a un solo
sujeto de derecho art. 72 LOPA. "Los actos administrativos de carácter general o que
interesen a un número indeterminado de personas, deberán ser publicados en Gaceta

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Oficial que corresponda al organismo que tome la decisión. Se exceptúan aquellos
actos administrativos referentes a asuntos internos de la administración. También serán
publicados en igual forma los actos administrativos de carácter particular cuando asi lo exija
la ley.
Según el contenido, es decir, atendiendo a la decisión que contenga, en la LOPA
se pueden distinguir actos administrativos definitivos y de trámite, y actos
administrativos creadores o no de derechos, o que establezcan obligaciones.
Los actos administrativos definitivos son aquellos que ponen fin a un asunto; el
de trámite por el contrario tiene carácter preparatorio o de uno definitivo. Arts. 9, 62 y 85
LOPA. Art. 9 "Los actos administrativos de carácter particular deberán ser motivados,
excepto los de simple trámite o salvo disposiciones expresas de la ley. A tal efecto, deberán
hacer referencia a los hechos y a los fundamentos legales del acto". Art. 62 "El acto
administrativo que decida el asunto resolverá todas las cuestiones que hubieren sido
planteadas, tanto inicialmente como durante la tramitación". Art. 85 " Los interesados
podrán interponer los recursos a que se refiere este capítulo contra todo acto administrativo
que ponga fin a un procedimiento, imposibilite su continuación, cause indefensión o lo
prejuzgue como definitivo, cuando dicho acto lesione sus derechos subjetivos o intereses
legítimos, personales y directos". La consecuencia de ello es que solo normalmente, los
actos definitivos son recurribles en vía administrativa, salvo que el acto de trámite
imposibilite la continuación del procedimiento, cause indefensión o lo prejuzgue como
definitivo. Por su parte, a los actos creadores de derechos subjetivos o intereses
personales y legítimos, se refiere el art. 19 "Los actos de la administración serán
absolutamente nulos en los siguientes casos: Numeral 2: Cuando resuelvan un caso
precedentemente decidido con carácter definitivo y que haya creado derechos particulares,
salvo autorización expresa de la ley, y art. 82. "Los actos administrativos que no originen
derechos subjetivos o intereses legítimos, personales y directos para un particular, podrán
ser revocados en cualquier momento, en todo o en parte, por la misma autoridad que los
dictó, o por el respectivo superior jerárquico". En cambio, a los creadores de obligaciones
se refiere el art. 70. "Las acciones provenientes de los actos administrativos creadores de
obligaciones a cargo de los administrados, prescribirán en el término de cinco (5) años,
salvo que en leyes especiales se establezcan plazos diferentes. La interrupción y
suspensión de los plazos de prescripción se rigen por el código civil".
Según la manifestación de la voluntad. En principio, la LOPA art. 18 determina
que los actos deberán ser expresos. Art 18: "Todo acto administrativo deberá contener":
1.- Nombre del ministerio u organismo a que pertenece el órgano que emite el acto.
2.- Nombre del órgano que emite el acto.
3.- Lugar y fecha donde el acto es dictado.
4.- Nombre de la persona u órgano a quien va dirigido.
5.- Expresión sucinta de los hechos, de las razones que hubieren sido alegadas y de los
fundamentos legales pertinentes.
6.- La decisión respectiva, si fuere el caso.

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7.- Nombre del funcionario o funcionarios que los suscriben, con indicación de la titularidad
con que actúen, e indicación expresa, en caso de actuar por delegación, del número y fecha
del acto de delegación que confirió la competencia.
8.- El sello de la Oficina.
Sin embargo, con las salvedades expuestas en su oportunidad, del contenido del
art. 4.- "En los casos en que un órgano de la administración pública no resolviere un asunto
o recurso dentro de los correspondientes lapsos, se considerara que ha resuelto
negativamente y el interesado podrá intentar el recurso inmediato siguiente, salvo
disposición expresa en contrario. Esta disposición no releva a los órganos administrativos,
ni a sus personeros, de las responsabilidades que les sean imputables por la omisión de la
demora. PARAGRAFO UNICO: La reiterada negligencia de los responsables de los
asuntos o recursos que dé lugar a que estos se consideren resueltos negativamente como
se dispone en este artículo, les acarreara amonestación escrita a los efectos de lo dispuesto
en la Ley de carrera administrativa (hoy Ley del Estatuto de la Función Pública art.83), sin
perjuicio de las sanciones previstas en el artículo 100 de esta ley. "El funcionario o
empleado público responsable de retardo, omisión, distorsión o incumplimiento de cualquier
disposición, procedimiento, trámite o plazo, establecido en la presente ley, será sancionado
con multa entre el cinco por ciento y el cincuenta por ciento de su remuneración total
correspondiente al mes en que se cometió la infracción, según la gravedad de la
falta".(silencio Administrativo negativo) se pudiera hablar de actos tácitos.
Según su impunidad. Cabe distinguir entre actos firmes y actos no firmes. Los
Actos Firmes son aquellos contra los cuales no caben los recursos bien sean
administrativos, bien sean contencioso-administrativos y el único recurso posible es el
recurso de revisión. Los Actos administrativos no firmes son aquellos que pueden ser
impugnados, bien en vía administrativa, bien en vía contencioso administrativa. Es bueno
señalar, otra noción relacionada con lo anterior y es la del acto administrativo que causa
estado. Entendiéndose por acto que causa estado aquel que agota la vía
administrativa.
Según su ejecución. El art. 78 LOPA habla de actos materiales y los mismos hay
que identificarlos con los actos de ejecución a que se refiere el art. 8, eiusdem.
Art. 78: "Ningún órgano de la administración podrá realizar actos materiales que
menoscaben o perturben el ejercicio de los derechos de los particulares, sin que
previamente haya sido dictada la decisión que sirva de fundamento a tales actos."
Art. 8: "Los actos administrativos que requieran ser cumplidos mediante actos de ejecución,
deberán ser ejecutados por la administración en el término establecido. A falta de este
término, se ejecutaran inmediatamente".
Los actos de la administración serán absolutamente nulos en los siguientes casos:
1.- Cuando asi este expresamente determinado por una norma constitucional o legal.
2.- Cuando resuelvan un caso precedentemente decidido con carácter definitivo y que haya
creado derechos particulares, salvo autorización expresa de la ley.
3.- Cuando su contenido sea imposible o ilegal ejecución.

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4.- Cuando hubieren sido dictados por autoridades manifiestamente incompetentes o con
prescindencia total y absoluta del procedimiento legalmente establecido.
DE LAS INHIBICIONES ARTS 36 AL 40 LOPA.
Los funcionarios administrativos deberán inhibirse del conocimiento del asunto cuya
competencia les está legalmente atribuida, en los siguientes casos:
1.- Cuando personalmente, o bien su cónyuge o algún pariente dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad, tuvieren interés en el procedimiento.
2.- Cuando tuvieren amistad íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de las personas
interesadas que intervengan en el procedimiento.
3.- Cuando hubieren intervenido como testigos o peritos en el expediente de cuya
resolución se trate, o si como funcionarios hubieren manifestado previamente su opinión en
el mismo, de modo que pudieran prejuzgar ya la resolución del asunto, o, tratándose de un
recurso administrativo, que hubieren resuelto o intervenido en la decisión del acto que se
impugna. EXCEPCION Quedan a salvo los casos de revocación de oficio y de la decisión
del recurso de reconsideración.
4.- cuando tuvieren relación de servicio o de subordinación con cualquiera de los
directamente interesados en el asunto. Quedan exceptuados de esta disposición los
funcionarios que tengan a su cargo la expedición de certificados adoptados en serie o
conforme a modelos preestablecidos, de modo que les resulte en extremo difícil advertir la
existencia de causas de inhibición.
DEL LAPSO PARA INHIBIRSE: El funcionario, dentro de los dos (2) días hábiles
siguientes a aquel en que comenzó a conocer del asunto o en que sobrevino la causal,
deberá plantear su inhibición en escrito razonado, y remitir sin retardo el expediente a su
superior jerárquico.
El funcionario superior jerárquico, dentro de los diez (10) días hábiles contados a
partir de la fecha de recepción del expediente, deberá decidir, sin mas tramites, si es
procedente o no la inhibición. En el primer caso (si procede la inhibición) el superior
designará en la misma decisión, un funcionario de igual jerarquía que conozca del asunto
y al efecto le remitirá el expediente sin retardo alguno.
En caso que no existiere funcionario de igual jerarquía al que se hubiere inhibido,
designará un funcionario ad-hoc; y en caso de que no aceptara la inhibición, devolverá el
expediente al funcionario inhibido quien continuará conociendo del asunto.
El funcionario de mayor jerarquía en la entidad donde curse un asunto podrá ordenar
de oficio o a instancia de los interesados a los funcionarios incursos en las causales
señaladas en el art. 36 que se abstengan de toda intervención en el procedimiento,
designando en el mismo acto al funcionario que deba continuar conociendo del expediente.
El funcionario que se haya inhibido prestara cooperación que le sea requerida por
el funcionario a quien se hubiere encomendado la resolución del asunto.

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DE LOS TERMINOS Y PLAZOS ARTS 41 AL 43.
Los términos o plazos establecidos en esta y en otras leyes relativas a la materia
objeto de la presente, obligan por igual, y sin necesidad de apremio, tanto a las autoridades
y funcionarios competentes para el despacho de los asuntos, como a los particulares
interesados en los mismos.
Los términos o plazos se contaran siempre a partir del día siguiente de aquel en que
tenga lugar la notificación o publicación. En los términos o plazos que vengan establecidos
por días, se computaran exclusivamente los días hábiles, salvo disposición en contrario.
Se entenderá por días hábiles a los efectos de esta ley los días laborables de
acuerdo con el calendario de la administración pública.
Los términos y plazos que se fijaren por meses o años, concluirán en día igual al de
la fecha del acto del mes o año que corresponda para completar el número de meses o
años fijados en el lapso.
El lapso que según la regla anterior deberá cumplirse en un día de que carezca el
mes, se entenderá vencido el último de ese mes. Si dicho día fuere inhábil, el término o
plazo respectivo expirara el primer día hábil siguiente.
DE LA RECEPCION DE DOCUMENTOS ARTS 44 AL 46.
En los ministerios, organismos y demás dependencias públicas se llevara
un registro de presentación de documentos en el cual se dejara constancia de todos los
escritos, peticiones y recursos que se presenten por los administrados, asi como de las
comunicaciones que puedan dirigir otras autoridades.
La organización y funcionamiento del registro se establecerán en el reglamento de
esta ley.
Los funcionarios del registro que reciban la documentación advertirán a los
interesados de las omisiones y de las irregularidades que observen, pero sin que puedan
negarse a recibirla.
Se dará recibo de todo documento presentado y de sus anexos, con indicación del
número de registro que corresponda, lugar, fecha y hora de presentación. Podrá servir de
recibo la copia mecanografiada o fotostática del documento que se presente, una vez
diligenciada y numerada por los funcionarios del registro
LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS
Los recursos administrativos surgen como un remedio a la legal actuación de la
administración. Son medios legales que el ordenamiento jurídico pone a disposición de los
particulares para lograr, a través de la impugnación, que la Administración rectifique su
proceder. Son la garantía del particular para una efectiva protección de su situación jurídica.
Son denominados recursos, porque se trabaja con un acto preexistente, es decir,
con una materia procedimental ya decidida, que en este caso, es un acto administrativo de
efectos particulares, nunca general (artículo 85 lOPA).

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En cuanto a la naturaleza de los recursos administrativos, la tesis predominante
considera los recursos administrativos como un derecho del interesado, que forma parte de
la garantía constitucional a la defensa. Este es el criterio acogido por el Tribunal Supremo
de Justicia, en sentencias de la Corte Federal del 05.08.55 y del 24.11.53. Otra tesis
considera los recursos como medios procedimentales de defensa de los derechos de los
individuos ante las autoridades públicas, criterio éste mayoritariamente aceptado, ya que el
procedimiento en sí no puede ser calificado como un derecho, sino como un medio que
permita al particular revelarse ante la conducta ilegítima de la Administración.
El recurso administrativo es un acto por el que un sujeto legitimado para ello
pide a la Administración que revise, revoque o reforme una resolución administrativa,
o excepcionalmente un trámite, dentro de unos determinados lazos y siguiendo unas
formalidades establecidas y pertinentes al caso.
Es necesario distinguir el recurso de la petición. En el primero se parte de la
existencia previa de un acto o resolución administrativa, que es lo que se pretende que se
reforme o revoque, mientras que la petición tiene como finalidad última la realización por
parte de la Administración de un acto nuevo.
Los recursos administrativos se interponen y resuelven ante la misma
Administración, por lo que esta se convierte así en juez y parte de los mismos. De ahí que
la garantía que se pretende asegurar ofreciendo mediante la interposición de recursos una
posibilidad de reacción contra las resoluciones administrativas se vea limitada por el hecho
de ser la propia Administración la que ha de resolver el litigio planteado y que deriva de un
acto suyo. Y de ahí que en muchas ocasiones, tras la resolución administrativa, haya que
acudir a otras instancias (la vía judicial) para la última consideración y sentencia sobre el
asunto en cuestión.
Se podrán interponer contra las disposiciones administrativas dos tipos de recursos:
el ordinario, que puede ser considerado como el sustituto del antiguo recurso de alzada, y
el extraordinario o de revisión. Sus características las examinaremos más adelante.
Por el contrario, no cabrá la interposición de recurso contra las disposiciones
administrativas de carácter general. En este sentido la Ley a que hacemos referencia ha
introducido una modificación sustancial con la situación anterior, no permitiendo proceder a
la impugnación de forma directa de una disposición de carácter general. No obstante, sí
cabe la posibilidad de una impugnación indirecta mediante la impugnación de un acto
administrativo de aplicación de una disposición general, pudiéndose interponer el recurso
ante el órgano administrativo del que emanó la disposición general de cuya aplicación
deriva el acto recurrido y no sólo ante el órgano del que emanó el acto.
Las leyes podrán sustituir el recurso ordinario por otros procedimientos de
impugnación o reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y arbitraje. Ello se hará
en supuestos o ámbitos sectoriales determinados y cuando la especificidad de la materia
así lo justifique y ante órganos colegiados o comisiones específicas no sometidas a
instrucciones jerárquicas. No obstante, deberán sujetarse a los principios, garantías y
plazos que la Ley sobre Procedimiento Administrativo establece.

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FIN DE LA VÍA ADMINISTRATIVA
Para saber qué tipo de recurso procede interponer ante una resolución
administrativa habrá de tenerse conocimiento de cuándo se produce el fin de la vía
administrativa. En este sentido, ponen fin a la vía administrativa:
- Las resoluciones que recaigan en los Recursos Ordinarios interpuestos.
- Las resoluciones que recaigan en los procedimientos especiales que sustituyan al recurso
ordinario, que se han indicado anteriormente (procedimientos de impugnación o
reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y arbitraje).
- Las resoluciones que sean dictadas por órganos que carezcan de superior jerárquico,
salvo que se establezca lo contrario por Ley.
- Otras resoluciones administrativas que por ley o reglamentariamente se haya establecido
que ponen fin a la vía administrativa.
La disposición adicional novena de la Ley a que nos estamos refiriendo establece las
resoluciones que ponen fin a la vía administrativa en lo concerniente a la Administración
General del Estado, que son:
- Las del Consejo de Ministros y sus Comisiones Delegadas.
- Las de los Ministros dentro de sus competencias departamentales.
- Las de los Subsecretarios y Directores Generales en materia de personal
TIPOS DE RECURSOS ADMINISTRATIVOS
Como se dijera en el capítulo anterior, los recursos administrativos forman parte de
los procedimientos de segundo grado. Dentro de estos procedimientos pueden destacarse,
de acuerdo a la Ley que rige la materia, tres tipologías distintas, a saber:
Recursos Ordinarios:
Son aquellos que revisten un carácter genérico, ya que pueden plantearse en todos
los casos, salvo en aquellos que exista disposición legal en contrario.
a) Objeto:
El recurso ordinario es el que se interpone por las personas interesadas contra las
resoluciones que no pongan fin a la vía administrativa o contra los actos de trámite que
determinen la imposibilidad de continuar un procedimiento o produzcan indefensión. Dicho
recurso se interpone ante el órgano superior jerárquico del que dictó las resoluciones o
actos impugnados en el. A estos efectos, los tribunales y órganos de selección del personal
al servicio de las Administraciones Públicas se considerarán dependientes de la Autoridad
que haya nombrado al presidente de los mismos.
b) Plazo: El plazo para la interposición del recurso ordinario será de un mes. Transcurrido
dicho plazo sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será firme a todos los efectos,
sin perjuicio, en su caso, de que proceda la interposición de recurso extraordinario de
revisión

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c) Motivos: El recurso ordinario podrá fundarse en cualquiera de los motivos de nulidad o
anulabilidad de los actos de las Administraciones Públicas.
LOS ACTOS DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS SON NULOS DE PLENO
DERECHO EN LOS CASOS SIGUIENTES:
a) Los que lesionen el contenido esencial de los derechos y libertades susceptibles de
amparo constitucional.
b) Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de materia o del
territorio.
c) Los que tengan un contenido imposible.
d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta.
e) Los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente
establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la
voluntad de los órganos colegiados.
f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se
adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su
adquisición.
g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición legal.
También serán nulos de pleno derecho las disposiciones administrativas que
vulneren la Constitución, las leyes u otras disposiciones administrativas de rango superior,
las que regulen materias reservadas a la Ley, y las que establezcan la retroactividad de
disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales.
Por otro lado, son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier
infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder. El defecto de forma
sólo determinará la anulabilidad cuando el acto carezca de los requisitos formales
indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión de las personas interesadas.
Por último, la realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para
ellas sólo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término
o plazo.
Los vicios y defectos que hagan anulable el acto no podrán ser alegados por los
causantes de los mismos.
d) Interposición: El recurso podrá interponerse ante el órgano que dictó el acto que se
impugna o ante el órgano competente para resolverlo. Si el recurso se hubiera presentado
ante el órgano que dictó el acto impugnado, este deberá remitirlo al competente en el plazo
de diez días, con su informe y con una copia completa ordenada de su expediente. En este
sentido, la persona titular del órgano que dictó el acto recurrido será responsable directa de
cumplimentar lo anteriormente indicado.
e) Resolución Presunta: Transcurridos tres meses desde la interposición del recurso
ordinario sin que recaiga resolución, se podrá entender desestimado y quedará expedita a
vía procedente.

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Se exceptúa el caso de recursos interpuestos contra la desestimación presunta de
una solicitud por transcurso del plazo, en el que se entiende que queda estimado si la
Administración no resuelve en el plazo oportuno.
LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS ARTS. 85 AL 93 LOPA
El capítulo II del título IV de la LOPA se refiere a los recursos administrativos y en
su sección primera arts. 85 a 93 trata de las Disposiciones Generales. Según la LOPA los
recursos administrativos son medios de impugnación, medios jurídicos, que se intentan ante
la Administración contra actos administrativos de esta.
Es importante analizar en lo relativo a los recursos administrativos es quienes
pueden interponerlos, contra que tipos de actos administrativos y en que circunstancias;
aspectos o elementos recogidos en el art. 85 LOPA de la siguiente forma: "Los interesados
podrán interponer los recursos a que se refiere este capítulo contra todo acto administrativo
que ponga fin a un procedimiento, imposibilite su continuación, cause indefensión o la
prejuzgue como definitivo, cuando dicho acto lesione sus derechos subjetivos o intereses
legítimos, personales y directos".
Los Recursos Administrativos La LOPA establece dos tipos de
procedimientos: Procedimiento de Primer Grado: que es el que tiene como finalidad
la producción del acto administrativo definitivo, se habla de procedimientos de trámite.
Procedimiento de Segundo Grado: que son aquellos que tienen como finalidad
la revisión del acto administrativo, por vía administrativo y estos conforman los recursos
administrativos.
Procedimiento Ordinario: Capitulo I, título III de la LOPA. Art. 47. Prioridad de
procedimientos especiales establecidos por Ley.
Los procedimientos administrativos contenidos en leyes especiales se aplicaran con
preferencia al procedimiento ordinario previsto en esta capitulo en las materias que
constituyan la especialidad."
El art. 48: establece que se podrá comenzar a instancia de partes o bien por oficio
es decir actuación individual de la administración pública. Se requiere que se él explique a
la administración pública que es lo que le motiva a asistir ante ella y por supuesto firmada
al pie de la página. (Revisar el art. 48 de la LOPA)
Sustanciación: Hay que resaltar algunos aspectos.
1. Apertura del expediente, art. 51 LOPA. Se establece el modo material de la
motivación que viene siendo el expediente administrativo.
2. Actuación Inquisitiva, art. 54 LOPA. Vemos una actitud investigadora de parte de
la admin. publica con la finalidad de recoger y recabar todos los elementos
necesarios que le permitan una mejor decisión. Ajustada a derecho y a la realidad.
3. Medios de Prueba, art. 58 LOPA. El interesado se va a valer de cualquiera de los
medios de prueba que se encuentren estipulados en Código de Procedimiento Civil,
ej. Experticias, otros.

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4. Terminación de Procedimiento, Según la Ley se deduce que el procedimiento
termina por decisión: ART. 60 Manifestación de voluntad por parte de la admin.
Pública, por desistimiento: Actuación por parte de propio interesado cuando le dice
a la administración pública que ya él no va a continuar con el procedimiento para
que esta declare el desistimiento y cierre el expediente ART. 63, y
por perención: Es la inactividad del administrado él ha dejado de actuar y conlleva
a la terminación del procedimiento por falta de impulso por parte del interesado Art.
64. (LOPA).
La doctrina los califica como medios de impugnación de los actos administrativos en
sede administrativa, por ante la propia admin. Pública, bien sea ante el autor del acto o bien
ante su superior.
Se diferencian de los recursos contenciosos administrativos en que: Tenemos que
referirnos al órgano ante el cual se está presentando dicho recurso, si hablamos de los
recursos administrativos se interponen ante la misma administración Pública; en cambio los
recursos contenciosos administrativos pues aquellos que se interponen ante el órgano
jurisdiccional competente en este caso los Tribunales. Las resoluciones que se producen
en virtud de estos recursos administrativos constituyen actos administrativos, Pero la
decisión emitida en virtud del recurso Contencioso Administrativo nos tenemos que remitir
a una Sentencia.
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD UN PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE DERECHO
PÚBLICO ARTS 30 AL 35 LOPA.
Conforme al cual todo ejercicio del Poder Público debería estar sometido a la
voluntad de la ley de su jurisdicción y no a la voluntad de las personas (Ej. El Estado
sometido a la Constitución o Estado de Derecho). Por esta razón se dice que el Principio
de Legalidad asegura la seguridad jurídica.
El Principio de Legalidad es la Regla de Oro del Derecho Público y en tal
carácter actúa como parámetro para decir que un estado es un estado de derecho, pues en
él, el poder tiene su fundamento y límite en las normas jurídicas.
La actividad administrativa se desarrollara con arreglos a principios
de economía, eficacia, celeridad e imparcialidad. Las autoridades superiores de cada
organismo velaran por el cumplimiento de estos preceptos cuando deban resolver
cuestiones relativas a las normas de procedimiento.
De cada asunto se formara expediente y se mantendrá la unidad de este y de la
decisión respectiva, aunque deban intervenir en el procedimiento oficinas de
distintos ministerios o institutos autónomos.
Los documentos y expedientes administrativos deberán ser uniformes de modo que
cada serie o tipo de ellos obedezca a iguales características. El administrado podrá
adjuntar, en todo caso, al expediente, los escritos que estime necesarios para la aclaración
del asunto.
La administración racionalizara sus sistemas y métodos de trabajo y vigilara su
cumplimiento. A tales fines, adoptara las medidas y procedimientos más idóneos.

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Todas las entidades públicas sometidas la L.O.P.A. preparan y publicaran en la
gaceta oficial correspondiente, reglamentos e instrucciones referentes a
las estructuras, funciones, comunicaciones y jerarquías de sus dependencias, Asi mismo
en todas las dependencias al servicio del público, se informara a este por los medios
adecuados, sobre los fines, competencias y funcionamientos de sus distintos órganos y
servicios. Igualmente informaran a los interesados sobre los métodos y procedimientos en
uso en la tramitación o consideración de su caso.
La finalidad, se subsume en el acto administrativo, este lo denota como tal, 1.
Procedimiento, 2. El particular tiene que hacer cometido una falta que origine la actuación
de por parte de la administración publica. Pero esta tiene que concordar con el espíritu,
propósito y razón de la norma que lo esta autorizando a el actual.

Las formalidades: Art. 18 de la LOPA, estas tienen que ver con la exteriorización
material, de la manifestación de voluntad de la administración publica, esta tiene que actuar
de acuerdo a parámetros legales. La falta de algunos de ellos pudiera acarrear la nulidad
del acto administrativo.
Formalidades complementarias del acto administrativo: Depende si es un acto
administración. De efecto general o de efecto particular y a eso se contrae el art. 72 y 73
de la LOPA, para los actos admin. De efecto general puedan tener todos sus efectos
jurídicos, tienen que ser publicitados en gaceta oficial (art. 72) el art. (73) se refiere al los
actos particulares: se establece la obligación de la adminis. Publica de notificar aquellos
actos que tienen efectos particulares cuando afecte derechos del administrado y establece
las formalidades que debe cumplir esta notificación. Dice: debe "contener el texto íntegro
del acto, e indicar si fuere el caso, los recursos que proceden con expresión de los términos
para ejercerlos y de los órganos o tribunales ante los cuales deban interponerse".
Esto se compagina con el denominado Principio de la Publicidad. Esto tiene
que expresarse al particular para que el sepa cómo contrarrestar dicho acto. Si no se
cumple con estos requisitos surge lo que se denomina la notificación defectuosa Art. 74 y
art. 77 LOPA. Los actos admin. De efectos particulares empiezan a correr todos los lapsos
a partir de que el particular es notificado, si esta notificación es defectuosa se considera
que no tiene ningún efecto. Pero si el interesado se da por notificado, cualquier actividad
que el realice no será tomada en cuenta a los efectos de lapso. Esto es lo que tiene que ver
con las formalidades complementarias a los efectos que cumplan toda su eficacia jurídica.
Efectos de los Actos Administrativos:
Efectividad y Ejecutoriedad, cuando nos referimos a la Efectividad, se trata de la
eficacia de este, una vez que el acto adminis. Ha cumplido con c/u de las formalidades de
Fondo y de Forma, se considera que el es completamente valido, se supone que es válido
y por lo tanto su consiguiente acto jurídico va a ser precisamente el obtener la
materialización de este acto administrativo y en entra en juego el principio de la
ejecución. Cuando hablamos de este principio, tenemos que referirnos aquella cualidad de
la Administración Pública de forjase cumplimiento de la decisión que ella tomo por sus
propios medios, sin acudir a la vía judicial, sino que se considera que la admin., publica se
vale por sí misma para obtener por cualquier medio de manera tanto voluntaria como

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obligatoria el cumplimiento de ese acto adminis. De efecto particular. Ej. Cuando la adminis.
Impone una multa ella no tiene que acudir a la vía judicial, sino que puede llegar a clausurar
el negocio, hasta obtener el pago de esa multa por parte del particular, perfectamente lo
puede hacer. En conclusión: El principio de Ejecutoriedad, se contrae a la posibilidad que
tiene la adminis. Publica para hacer valer las decisiones que ella tomo sin de necesidad de
apoyo en otra autoridad.
Tanto el principio de Ejecutoriedad y el Efectividad tienen su asidero en otro
Principio, que es el "Principio de la Presunción de la Legitimidad de los Actos
Administrativos": Los actos adminis. Se consideran validos hasta que el órgano
jurisdiccional competente no declare lo contrario. Le corresponderá al Juez determinar si
un acto adminis. Es válido o no. De lo contrario se considera valido, es IURIS TANTUM es
decir admite prueba en contrario.
Art. 78 LOPA: Establece el principio de la no ejecución sin títulos: "Ningún órgano
de la administración podrá realizar actos materiales que menoscaben o perturben el
ejercicio de los derechos de los particulares, sin que previamente haya sido dictada la
decisión que sirva de fundamento a tales actos."
La adminis. Publica no puede realizar un acto contra un particular sin que sea
respaldado por un acto material, se refiere a la legalidad, principio de legalidad. Esta
siempre debe estar fundamentada en la Ley. Si el particular logra demostrar en sede
jurisdiccional que la Adminis. Publica al ejecutar el acto administrativo, le puede causar un
gravamen irreparable y que aun con una sentencia a favor no va a poder subsanar la
actividad de la administración, puede lograr suspender momentáneamente los efectos del
Acto administrativo, de allí es donde surgen las medidas de suspensión de los efectos de
los Actos administrativos.
Medidas cautelares: (ver guía) El particular tiene que hacer algo, de alguna u otra
forma, a los efectos de evitar un gravamen irreparable en la definitiva cuando acuda a un
juicio, es así como se sostiene la tesis de la suspensión de los efectos del acto
administrativo como una medida de aguantar un poco el principio de la Ejecutoriedad.

Características de Estos recursos:


1. Constituyen un medio de impugnación.
2. Esa impugnación se tiene que realizar contra un acto administrativo en sede
administrativa.
3. La finalidad de este recurso administrativo es obtener la revocatoria o la
modificación de la decisión inicial de parte de la administración pública.
Esta es una de las forma de procedimiento en segundo grado, lo hace la misma
admin. Publica, a través de la revisión de oficio. Pero también la ejecuta el mismo particular,
cuando él se ve afectado en sus derechos y eso lo hace a través de los recursos
administrativos. El art. 85 LOPA establece la legitimación para actuar en sede
administrativa. Debe tener un interés legítimo personal y directo.

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Art. 86 LOPA establece las formalidades del acto administrativo, tiene que ser
planteados por escrito.
Se Establece cuáles son los tipos de recursos que se van a realizar en vía administrativa
Ahora bien, frente al recurso esta siempre un acto administrativo (o sea que se
produjo un acto administrativo). Es este el que origina el recurso:
1) Un acto administrativo que ponga fin a un procedimiento; esto es un acto definitivo.
2) Que cause indefensión. Es decir, que aun sin tener la cualidad de definitivo, coloque al
particular, al interesado, en una situación tal que haga imposible para él toda defensa en el
procedimiento.
3) Que lo prejuzgue como definitivo. Este es aquel que por su naturaleza no es un acto
definitivo, pero sin embargo, de su contenido se prejuzga como tal. Tales son, pues, los
supuestos en que el interesado puede hacer uso de los recursos administrativos y que
conforman las características o elementos objetivos. Son tales porque hacen referencia al
acto administrativo objeto del recurso que se interponga.
Así, todo recurso debe estar investido de ciertas modalidades, reunir ciertos
requisitos, los cuales tienen relación directa con su admisión. El art. 86 LOPA expresa "Todo
recurso administrativo deberá intentarse por escrito y en él se observaran los extremos
exigidos por el art. 49. El recurso que no llenare los requisitos no será admitido. Art. 49:
"Cuando el procedimiento se inicie por solicitud de persona interesada, en el escrito deberá
hacer constar:
1.- El organismo al cual esta dirigido.
2.- La identificación del interesado, y en su caso de la persona que actúe como su
representante con expresión de los nombres y apellidos, domicilio, nacionalidad, estado
civil, profesión y número de cédula de identidad o pasaporte.
3.- La dirección del lugar donde se harán las notificaciones pertinentes.
4.- los hechos, razones y pedimentos correspondientes, expresando con toda claridad la
materia objeto de la solicitud.
5.- Referencia a los anexos que lo acompañan si tal es el caso.
6.- Cualesquiera otras circunstancias que exijan las normas legales o reglamentarias.
7.- La firma de los interesados.
LA REVISIÓN DE OFICIO DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS. LÍMITES.
CONSECUENCIAS.
Como se señalara en el capítulo anterior, los procedimientos de revisión de oficio,
al igual que los recursos administrativos, forman parte de los denominados procedimientos
de segundo grado. La diferencia fundamental con respecto a los recursos administrativos,
es que en estos casos, la revisión procede motu proprío, es decir, sin necesidad de
requerimiento de los particulares. En estos casos la Administración, ejerce un conjunto de
potestades que ponen de manifiesto el principio de auto tutela, es decir, la posibilidad de la

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administración de controlar, no sólo la legalidad sino la oportunidad o conveniencia de sus
actos en virtud de los intereses generales que le corresponde tutelar.
POTESTADES DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
Convalidación: Es la figura en virtud de la cual la Administración subsana los vicios de los
actos no afectados de nulidad absoluta. Su objeto es un acto viciado de anulabilidad o
nulidad relativa. Para su ejercicio no existe límite de tiempo, es decir, que la potestad de
convalidación se extiende aún interpuesto el recurso administrativo o judicial (artículos 81
y 90 Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos).
Declaratoria de nulidad absoluta: Esta potestad está prevista en el artículo 83 ejusdem,
la cual le permite a la Administración "reconocer" (sinónimo de declarar) la nulidad absoluta
de los actos dictados por ésta. Esta potestad opera sólo en aquellos casos en que el acto
se encuentra subsumido en las causases del artículo 19 de la Ley y procede de oficio o a
solicitud de particulares.
Corrección de errores materiales o de cálculo: Esta potestad es concebida como una
derivación o especie de la potestad general de convalidación y se contrae exclusivamente
a aquellos casos en que existen errores materiales o de cálculo que no impliquen la nulidad
absoluta del acto (artículo 84).
Revocación: Es el poder conferido a la administración para extinguir un acto por razones
de oportunidad o conveniencia, bien por razones originarias o sobrevenidas.
Dentro de sus características encontramos que la misma la ejerce el mismo órgano que
dictó el acto o su superior jerárquico, La revocación puede ser total o parcial, pero sólo en
aquellos casos que no originen derechos subjetivos o intereses legítimos, personales y
directos, ya que la afectación de éstos por un nuevo acto lesionaría el principio de
intangibilidad de la decisión administrativa, lo cual es castigado con la nulidad absoluta, a
tenor de lo previsto en el artículo 19, numeral 2 de la Ley. Se encuentra aquí con un límite
impuesto por el propio texto legal al ejerció de la potestad revocatoria por razones de
seguridad jurídica y estabilidad de los derechos de los administrados.

RECURSOS ADMINISTRATIVOS EXISTENTES


RECURSO DE RECONSIDERACION: El art. 94 de la LOPA establece, "El Recurso
de Reconsideración procederá contra todo acto administrativo de carácter particular y
deberá ser interpuesto dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del acto
que se impugna, por ante el funcionario que lo dicto. Si el acto no pone fin a la vía
administrativa, el órgano ante el cual se interpone este recurso, decidirá dentro de los
quince (15) días siguientes al recibo del mismo. Contra esta decisión no puede interponerse
de nuevo dicho recurso."
El Recurso de Reconsideración, denominado en la doctrina y legislación española
recurso de reposición, en la argentina, inicialmente recurso de revocatoria, y en otras
terminologías recurso de oposición, recurso de revocación, etc., es un recurso
administrativo; se deduce ante un órgano administrativo y su decisión le corresponde al
mismo órgano del que proviene o deriva el acto administrativo impugnado.

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EL RECURSO DE RECONSIDERACIÓN SEGÚN EL ART. 94 LOPA , procede,
únicamente, contra todo acto administrativo de carácter particular, no contra actos de
carácter general, en los supuestos del art. 85 eiusdem, es decir, cuando el acto ponga fin a
un procedimiento, esto es, que sea definitivo; pero también cuando el acto cause
indefensión, lo prejuzgue como definitivo o imposibilite su continuación puede intentarse en
dos situaciones: una contra un acto que haya causado estado, por agotarse en el órgano
que lo dicto la vía administrativa , (Ej. Caso de un ministro, art.90 LOPA El órgano
competente para decidir el recurso de reconsideración o el jerárquico podrá confirmar
modificar o revocar el acto impugnado, asi como ordenar la reposición en caso de vicios en
el procedimiento, sin perjuicio de la facultad de la administración para convalidar los actos
anulables). y otra derivada en lo dispuesto en el art. 95, contra el acto de un órgano inferior,
que no agote la vía administrativa. El recurso de reconsideración, tal como lo señala la parte
final del art. 94 no puede intentarse más de una sola vez. No cabe nuevo recurso de
reconsideración contra una decisión que haya resuelto un recurso de reconsideración.
EL RECURSO JERARQUICO: Arts. 95 y 96 LOPA. La LOPA expresa en el art.
95"El Recurso Jerárquico procederá cuando el órgano inferior decida no modificar el acto
de que es autor en la forma solicitada en el recurso de reconsideración. El interesado podrá,
dentro de los quince (15) días siguientes a la decisión a la cual se refiere el párrafo anterior
interponer el recurso jerárquico directamente por ante el ministro". "ART. 96 El Recurso
Jerárquico podrá ser intentado contra las decisiones de los órganos subalternos de los
institutos autónomos, por ante los órganos superiores de ellos". Este recurso es el segundo
de los consagrados en la LOPA y ya era reconocido, tradicionalmente, en nuestra
legislación y jurisprudencia.
El lapso para decidir el Recurso Jerárquico, de conformidad con lo dispuesto en el
art. 91 LOPA, es de noventa (90) días. En cuanto al contenido del recurso, es aplicable lo
dispuesto en los arts. 89 y 90 eiusdem. Art. 89 "El órgano administrativo deberá resolver
todos los asuntos que se sometan a su consideración dentro del ámbito de su competencia
o que surjan con motivo del recurso aunque no hayan sido alegados por los interesados".
El efecto más importante de la interposición del recurso jerárquico es el de agotar la
vía administrativa y, en consecuencia, dejar abierta la vía contenciosa-
administrativa art.93 "La vía contenciosa administrativa quedara abierta cuando interpuesto
los recursos que ponen fin a la vía administrativa, estos hayan sido decididos en sentido
distinto al solicitado, o no se haya producido decisión en los plazos correspondientes. Los
plazos para intentar los recursos contenciosos son los establecidos por las leyes
correspondientes.
EL RECURSO DE REVISION: Arts. 97 al 99 LOPA. La LOPA establece (art.97) un
tercer recurso administrativo, el recurso de revisión. Es un recurso ordinario pero con
características particulares.
El Recurso de Revisión tiene naturaleza administrativa, se interpone y es resuelto por un
órgano administrativo. La legislación venezolana (LOPA) a diferencia de otras no le da la
connotación de extraordinario; por ello pensamos que es un recurso administrativo
ordinario, pero con características particulares o excepcionales.

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RECURSOS ESPECIALES: Estos recursos sólo proceden en aquellos casos
expresamente previstos en la norma, la cual especifica el recurso admisible.
En nuestra legislación se considera como recurso especial, el denominado recurso
jerárquico impropio, el cual se ejerce ante las máximas autoridades de los entes
descentralizados de la Administración Pública. Por ejemplo, en caso de una decisión
emanada de un Instituto Autónomo Municipal, el recurso debe plantearse ante el Directorio
o Junta Directiva del mismo y luego de su decisión, conocería eventualmente el máximo
órgano del organismo de adscripción que sería el Alcalde. Este recurso se funda en el
principio de jerarquía administrativa, según el cual, los entes que ejercen la tutela de los
órganos que componen la Administración Descentralizada, tienen competencia para revisar
no sólo la legitimidad, sino la oportunidad o conveniencia de sus actos.
RECURSOS EXTRAORDINARIOS:A diferencia de los anteriores, los recursos
extraordinarios operan "aún cuando el acto ha quedado firme", es decir, aún fuera de los
lapsos que la ley prevé para su impugnación.
Dentro de estos recursos encontramos el denominado recurso de revisión, el cual,
como se dijo anteriormente, supone un acto firme y, por lo tanto, la decisión que
eventualmente se dicte afectará la autoridad de cosa juzgada administrativa. Este recurso
procede frente a cualquier acto que haya quedado firme, no necesariamente ante aquellos
que causen estado. El lapso para su ejercicio es de tres meses y varía según el motivo de
impugnación de que se trate. En efecto, cuando los motivos de la impugnación sean
documentos o testimonios declarados falsos por sentencia judicial definitivamente firme,
que hubieren influido de manera decisiva en la resolución del asunto, o cuando la decisión
hubiere sido adoptada por cohecho, fraude, violencia o soborno, y ello hubiere quedado
establecido en sentencia judicial definitivamente firme, el lapso de impugnación será dentro
de los tres (3) meses siguientes a la fecha de la sentencia. Ahora bien, si el motivo hubiere
sido la aparición de pruebas esenciales para la resolución del asunto, no disponibles para
la época de la tramitación del expediente, este lapso comenzará a computarse a partir del
momento en que se haya tenido noticia de la existencia de las pruebas. Por lo que se refiere
al lapso para decidir, éste es dentro de los treinta días siguientes a la fecha de presentación
del recurso. (Artículos 85 al 99 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos).
Es de hacer notar que, una vez interpuesto cualquiera de los antedichos recursos,
el interesado no podrá acudir ante la jurisdicción contencioso-administrativa hasta tanto se
produzca la decisión o se venza el plazo que tenga la administración para decidir, ello con
la finalidad de evitar decisiones contradictorias.
a) Objeto: El recurso extraordinario de revisión es el que se interpone por las personas
interesadas contra los actos que agoten la vía administrativa o contra los que no se haya
interpuesto recurso administrativo en plazo.
b) Motivos: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse cuando concurra alguna
de las circunstancias siguientes:
1ª. Que al dictar los actos recurridos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de
los propios documentos incorporados al expediente.
2ª. Que aparezcan o se aporten documentos de valor esencial para la resolución del asunto
que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.

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3ª. Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios declarados
falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolución.
4ª. Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación, cohecho,
violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya declarado así en
sentencia judicial firme.
c) Plazo: El recurso extraordinario de revisión se interpondrá cuando se trate de la causa
primera indicada en el apartado anterior, dentro del plazo de cuatro años siguientes a la
fecha de la notificación de la resolución impugnada. En los demás casos, el plazo será de
tres meses a contar desde el conocimiento de los documentos o desde que la sentencia
judicial quedó firme.
d) Interposición: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse ante el órgano que
dictó el acto que se impugna o ante el órgano competente para resolverlo. Si el recurso se
hubiera presentado ante el órgano que dictó el acto impugnado, este deberá remitirlo al
competente en el plazo de diez días, con su informe y con una copia completa ordenada de
su expediente. En este sentido, la persona titular del órgano que dictó el acto recurrido será
responsable directa de cumplimentar lo anteriormente indicado.
El órgano al que corresponde conocer del recurso extraordinario de revisión debe
pronunciarse, no sólo sobre la procedencia del recurso, sino también sobre el fondo de la
cuestión resuelta por el acto recurrido.
e) Resolución Presunta: Transcurrido el plazo de tres meses desde la interposición del
recurso extraordinario de revisión sin que recaiga resolución, se entenderá desestimado,
quedando expedita la vía jurisdiccional contencioso-administrativa.
EL PROCEDIMIENTO EN LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS.
Interposición: Dentro de los requisitos para la interposición del recurso se exige,
en principio, la existencia de un acto administrativo impugnado o la negativa tácita de la
Administración (silencio administrativo). Igualmente se requiere que el particular haya sido
notificado del acto, ya que de lo contrario el mismo no surtiría eficacia alguna y, finalmente,
que el recurso sea interpuesto dentro del lapso legalmente establecido.
Es de hacer notar que, no necesariamente el acto que pone fin a un procedimiento
es aquel objeto de impugnación. También son impugnables aquellos actos que prejuzguen
el procedimiento como definitivo, imposibiliten su continuación o causen indefensión
(artículo 85 Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos).
Los requisitos para la elaboración del recurso están previstos en el artículo 49 de la LOPA,
en el cual debe identificarse el organismo al cual está dirigido el recurso, la identificación
del interesado, los hechos, razones y pedimentos correspondientes, expresando con toda
claridad la materia objeto de la solicitud, la referencia a los anexos que acompañan el
recurso y cualesquiera otras circunstancias que exijan las normas legales o reglamentarias,
además de la firma de los interesados, entre otros.
En este sentido es preciso señalar que, la interposición del recurso per se, no
suspende automáticamente los efectos del acto cuestionado. Sólo en caso excepcional y
con base a las causases establecidas en la ley, la Administración podrá otorgar la

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suspensión de los efectos del acto y en caso de considerarlo necesario, solicitar la
constitución de una garantía eficiente (artículo 87, primer aparte).
En cuanto a la substanciación, debe señalarse, que la misma se circunscribe
fundamentalmente al examen de los requisitos de admisibilidad del recurso (artículo 86), a
la solicitud de los antecedentes administrativos del caso y de cualquier otra información
necesaria a los fines de la correspondiente decisión (artículos 54 y 55) además de permitir
en cualquier estado al particular que alegue, pruebe e informe todo aquello que considere
conveniente para la satisfacción de sus intereses.
En cuanto a la terminación, el procedimiento recusorio normalmente debe culminar
con una decisión expresa, bien estimatoria o desestimatoria. En el primer caso, el órgano
podrá anular, modificar, convalidar o reponer el procedimiento al estado en que se produjo
el vicio que afecta el acto. En el segundo caso, una decisión desestimatoria tendrá como
finalidad confirmar el acto recurrido.
Pero existe además otra forma de terminación del procedimiento de revisión de los
actos, a petición del particular, muy generalizada en el ámbito de nuestra administración,
como es el silencio administrativo, el cual es una ficción jurídica recogida en el artículo 4 de
la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, que valora en sentido negativo la
pretensión de administrado, una vez transcurrido o agotado el lapso para tomar la decisión
respectiva. En otras palabras, la regia general en cuanto al silencio administrativo es la de
considerar negada la petición del solicitante y permitirle el ejercicio de los recursos
administrativos o judiciales que correspondan al caso.

ACTOS ADMINISTRATIVOS CONVALIDADOS:


Los actos adminis. Pueden ser regularizados por un acto adminis. Posterior, este
viene a corregir los errores del acto primigenio. Se refiere a los actos de anulabilidad
relativa, los de nulidad absoluta NO podrán ser convalidados nunca. Una vez que el acto
es convalidado, los efectos se retrotraen hasta el pasado y al inicio.
ACTOS ADMINISTRATIVOS CON LA REVOCACIÓN:
Se busca dejar sin efecto el acto adminis. El acto viciado de nulidad relativa, una
vez de revisado el acto y se verifica que efectivamente ha habido un grave perjuicio a el
particular.
Diferencias entre la Anulación y la Revocación, según José Araujo Juárez:
1. La revocación es obra del autor mismo del acto administrativo que se revoca o de
su superior jerárquico.
2. la Anulación puede ser administrativa o jurisdiccional, ya que pueden ser dictadas
por la autoridad superior jerárquica;
3. La anulación procede cuando los actos administrativos están afectados por vicios
de nulidad absoluta.
4. La revocación procede cuando los vicios lo convierte en anulable

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5. la anulación procede por motivos de legalidad
6. la Revocación por motivos de oportunidad en el primer caso el acto es contrario al
ordenamiento jurídico, mientras que el segundo caso es contrario al interés público.
ACTOS ADMINISTRATIVOS CON LA RECTIFICACIÓN:
Art. 84 LOPA. Estas buscan el saneamiento del acto adminis. Busca corregir errores
materiales, de trascripción o de cálculo.
Diferencia entre la Revocación, rectificación y la anulación:
Se deduce del art. 84.
1. La rectificación de errores es solo una revisión de la administración por contrario
imperium, la cual opera OJO: sobre un acto adminis. Valido, cuya declaración de
derechos se mantiene indiscutible e inmodificable.
2. El acto sobre el cual opera la rectificación NO desaparece del mundo del Dcho. No
implica una revocación y menos anulación su finalidad es eliminar errores de
trascripción o aritméticos. Error en la cedula de identidad, error de calculo
En todas se mantiene que la Administración pareciera que no tiene ningún tipo de
límites a la hora de realizar dicha revisión.
En la convalidación: Ratifica el acto Jurídico, pudiendo producir un nuevo acto
jurídico, subsanando cualquier error.
Rectificación: Subsana el error, no produce un nuevo acto.
Revocación y Anulación: Modifican absolutamente el acto administrativo dejarlo
sin efecto, suprimirlo. Porque está viciado de nulidad relativa en la Revocación y en la
Anulación viciado de nulidad absoluta; no es potestad única de la Administración, sino
también de los órganos jurisdiccionales, siempre y cuando el administrado así se lo solicite
a los tribunales.
LA DECLARACIÓN DE CADUCIDAD:
Es una declaración que hace la administración Pública en donde se suprime los
efectos del acto administrativo porque el interesado ha incumplido con
las obligaciones derivadas de dicho acto. Ej. Cuando se le otorga al interesado la
posibilidad de Explotar una marca, si ha transcurrido el tiempo establecido sin que el haga,
allí se verifica la caducidad.
Cuando al extranjero se le da la nacionalización y este se va al exterior y comienza
a atacar al país, no está actuando a favor del país que lo acogió y los efectos de esa
nacionalización tienen que caducar.
LA DECLARACIÓN DE DECAIMIENTO:
Se da una declaración por parte de la Administración Pública pero en este caso se
suprimen los efectos jurídicos del acto administrativo porque desaparecen las causas de
hecho o de derecho que sustentan la existencia de dicho acto administrativo, se dice que
este acto decae porque el presupuesto fundamental que lo mantiene la valides del acto

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administrativo simplemente desaparece. Ej. El caso del funcionario público (que tiene que
ser venezolano), pierde la nacionalidad ¿qué va a ocurrir con el acto administrativo que le
dio en nombramiento del cargo? Este le paraliza en cuando a la producción de los efectos
jurídicos, ya que uno de los presupuestos, es que para ser funcionario público tiene que ser
venezolano, pues lógicamente al ocurrir esto, se paraliza los efectos del cargo al cual iba a
ocupar

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CONCLUSION
Pese a que en la Ley a que hacemos referencia se parte del principio de que todos
los actos administrativos gozan de una presunción de validez, ella misma prevé que la
realidad no responda a dicho principio. De hecho, en gran número de casos, los actos
administrativos incurren en errores (vicios) que los hacen nulos de pleno derecho o
anulables.
Para la revisión o anulación de dichos actos, la Ley prevé una serie de medios o
recursos, ya sea por a vía administrativa jurisdiccional. Si el interés en la anulación o
revisión parte de las personas administradas, el procedimiento a seguir pasa por la
interposición de los correspondientes recursos administrativos o contencioso-
administrativos. Asimismo, también puede la propia Administración proceder a la revisión
de sus propios actos derivando en su corrección o incluso retirada del marco legal
De la doctrina expuesta, se infiere la posibilidad de extensión subjetiva de las
sentencias favorables anulatorias de un acto administrativo general o un reglamento como
regla, con una serie de variaciones.
Nuestro sistema de notificaciones atiende fundamentalmente a la protección de la
garantía individual de los administrados, salvo específicas excepciones, en las que se
observa la prevalencia del interés general (propiedad industrial, materia electoral, etc.).
Cabe observar que el régimen de notificaciones con preponderancia a la protección
particular del afectado, podría en algunos casos colidir con la ampliación que el principio de
tutela judicial efectiva ha producido respecto del control de legalidad, pues plantea la
eficacia del acto a partir de la notificación del interesado, generalmente el titular del derecho,
quedando excluidos de la garantía de la notificación, los interesados afectados, igualmente
legitimados para recurrir. El sistema de notificaciones con preponderancia a la protección
del interés general puede causar indefensión del afectado directo, pues al ser un régimen
de publicidad general lo que determina la eficacia del acto y consecuentemente el inicio del
plazo para recurrir, se corre el riesgo de que el principal afectado no conozca
oportunamente del acto para proceder a su impugnación. Para concluir se considera que
cualquier interpretación sobre la publicidad del acto en cuanto requisito, debe hacerse en
cuanto garantía que ella es, de tal manera que se propenda a la verdadera vigencia del
principio de la tutela judicial efectiva, base cardinal del régimen contencioso administrativo
de nuestros días.
Igualmente y como a manera de reflexión, es oportuno resaltar, que la
administración pública tiende a cometer faltas que a rango general o individualizado afecta
el entorno de la esfera jurídica de cada uno de nosotros. Sin embargo a través de los
recursos, que la misma administración nos otorgó en las leyes y reglamentos, es posible
que ejerzamos nuestro derecho a la defensa consagrada en la Carta Fundamental.

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