Está en la página 1de 3

Emmanuel Arias Romero

Alejandra Jaramillo

Novela Total Colombiana

Hoja de redacción: Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón y Alba Lucía Ángel
y la novela de la violencia en Colombia.

Al empezar la lectura de la novela es imposible, como lector inadvertido, no sentirse perdido


ante la gran cantidad de focalizaciones y narradores que intervienen en el texto. Pero, a
medida que avanzan las páginas se hace más fácil comprender la forma en la cual está
estructurada la narración, los saltos temporales, los distintos narradores, las focalizaciones
opuestas.

Esta cantidad de elementos otorgan al lector la idea de un aparente caos, un desorden


interrelacionado que narra la vida de una joven que vive, de comienzo a fin, un constante
enfrentarse, ya sea de manera directa o indirecta, con la violencia del país. La vida de Ana
junto con la de otros personajes Sabina, Lorenzo, Julieta, las monjas de la escuela, harán de
la novela una expresión, de múltiples visiones de mundo, sobre la violencia vivida en
Colombia durante 1948 y 1967.

Esta cantidad de intervenciones, narradores, personajes, los saltos temporales y espaciales


crean la idea de caos, como si en la novela gravitara no una conciencia creadora sino una
máquina de azar que suelta sucesos al azar, sin discriminación. Pero nada puede estar más
alejado de la realidad. Una obra literaria es una interpretación de la realidad, una valoración
estética de un hecho, real o imaginario.

Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón es la evidencia de esta consciencia creadora,
nada está puesto al azar, cada una de las piezas del castillo juega un papel importante. La
idea de caos en la novela no es un hecho gratuito y vacuo, es una expresión artística de la
visión que posee un autor sobre el mundo del cual basa su historia.

Las respuestas respecto al sentido de esta estructura pueden ser muchos, por ejemplo, como
describe Osorio, Rafael Figueroa “ve en este caos la representación del caos de la violencia”
(Osorio.2005. p, 21), esta puede ser una interpretación que apele a la idea que otorga la

1
estructura de la novela. Aunque, en lo personal, siento que esta sensación de sentirse perdido
responde mucho al deseo de expresar una intención de materia viva, la anécdota, lo oral
encontrándose con lo oficial. El caos no sólo de lo que fue la violencia en el país, sino el
desorden visto a través de la oralidad de los distintos agentes que intervinieron como víctimas
o victimarios.

La oralidad no es un elemento de la cultura que permanezca quieto ni lineal, es víctima de


los cambios. Dado que su vértebra principal es el ente que narra y, por ende, su visión del
suceso, su interpretación del encuentro con el momento de choque (el asesinato de un joven,
las putas bailando por la calle, la muerte de Gaitán). La objetividad se ve permeada por una
oralidad constante, una oralidad que contrasta el discurso de los testigos contra el de los
asesinos, el de la historia oficial y el saber popular.

Esta variedad de discursos, donde al final y al cabo nadie sabe nada con certeza, sólo puede
darse a partir del aparente caos, el cual permite el intercalar todas las formas de expresión
posibles de los testimonios y vincularlos a un eje, la vida de Ana, una visión principal, aunque
no por ello con mayor validez, la cual atraviesa la temporalidad de violencia descrita dentro
de la narración.

Sea la intención de revivir el papel de la oralidad (de apariencia desordenada) durante la


violencia, el enfrentamiento y el olvido de ella, o la representación del caos de la misma.
Ante todo, la estructura de la novela está diseñada a partir de una lectura de la realidad, una
visión del mundo.

Una lectura que no sólo se hace válida durante la época de la violencia, sino durante toda la
historia de la nación. El caos del conflicto armado, resultado de la violencia fundacional,
parece más una narración de una hábil escritora o escritor, que la realidad maloliente que se
repite cada día en los distintos rincones del país.

Bibliografía.

Ángel, A. (2019) Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón. Bogotá: Penguin Random
House.

Osorio, O. (2005) Alba Lucía Ángel y la novela de la violencia en Colombia.

2
3

También podría gustarte