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PRYECTO PEDAGOGICO

VIVIENDO VALORES POR MEDIO DE LA COMUNICACIÓN

DIANA CRISTINA DIAZ SANCHEZ


Docente
MARIA ROSALBA VALENCIA LOAIZA
Auxiliar Pedagógica

FUNDACION SOCIAL AMOR Y VIDA


LA PLATA
2019
JUSTIFICACION

El propósito de este proyecto es dar a conocer la estrato que se realizara en el


trascurso del año de una u otra buscando fortalecer el vínculo afectivo de niños y
niñas con sus familias, como es fomentar una buena educación por medio de pautas
relacionada a los valores ya sea dentro de su hogar, entre familiares o con el medio
el cual comparten situaciones de la vida, se observa que las familias dedican poco
tiempo que ayude al crecimiento de estos por medio de la comunicación, según el
análisis de la ficha de caracterización y por medio de las visitas domiciliarias se pudo
determinar que estos participan poco de las actividades puesto que no les permiten
estar en la toma de decisiones de dichas actividades. Por esta razón se orientaran
a estos por medio de talleres educativos brindados con temas relacionados a la
sana convivencia por medio de valores que con lleven a una buena educación los
temas serán seleccionados con dicho propósito y de cierta forma enriquezcan tanto
como la comunicación como la relación con los demás.
Razón por la cual se decidió brindar el proyecto, con el objetivo que los padres de
familia logren implementar de formas adecuadas en sus niños, igualmente pautas
en las cuales puedan enseñar de manera adecuada las cuales fortalezcan las
familias y la unidad de atención día a día. Brindados los temas deberán realizar una
casa en un cartel donde se encuentre los integrantes de la familia recordando que
el eje principal de ellos es esta, esta casa se formara mes tras mes cuando se
brinden 5 valores los cuales llegaran hacer la base, la estructura de la casa y el
techos, la idea de estos es recordar porque son importantes estos valores en el
hogar y como se forjan desarrollando niños con valores, educados, capaces de
comunicarse y vivir dentro de una sociedad.
La unidad padres creciendo juntos 4, buscara actividades donde interactúen
cuidadores con los menores en la crianza y desarrollo de estos desde la gestación
hasta los 3 años máximo, ayudando en el proceso de aprendizajes significativos
además de cumplir con los objetivos propuestos, buscando que el proyecto ayude
a niños, niñas, cuidadores al final un año con resultados exitoso para las familias.
OBJETIVOS
trabajar dentro del proyecto CONSTRUYENDO VALORES POR MEDIO DE LA
COMUNICACIÓN, se basan fundamentalmente en saciar las necesidades que hacen faltan
o que afectan en el entorno en el cual convive, trayendo con ellos actividades, talleres y
asambleas en las cuales estos logren despejar inquietudes creando espacios de sana
convivencia entre los integrantes.

 identificar o determinar los factores que afectan a las familiar por medio de
actividades lúdicas o juegos en los cuales las madres y padres de familia que nos
acompañan se abran y comenten cuales son para ellos los valores que carecen e
sus hogares y hacen falta trabajar.
 Realizar lecturas, juegos y actividades pedagógicas donde los usuarios se sientan
identificados y encuentren lo que les hace falta para que se vivencien esos valores.
 Trabajar de diversas formas de realizar una comunicación asertiva ya sea entre
padre y madre, o padres e hijos; por medio de técnicas y dramatizados que
ayuden a fortalecer la parte emocional de estos.
 Buscar apoyo de la parte psicosocial relacionados al trabajo de valores en la
familia y la buena comunicación entre los miembros de esta
 Crear un hogar de valores, el cual se creara mes a mes poniendo un ladrillo con su
valor de acuerdo al trabajo realizado en el mes.
 Las docentes realizaran visitas y observar que realmente se está desarrollando el
trabajo y los compromisos que se dejan para trabajar en familia.
1. CARACTERIZACION SITUACIONAL

La familia es un sistema que se encuentra constituida por una red de relaciones y


conformada subsistema en donde cada miembro evoluciona y se desarrolla a través de
diferentes etapas, sufriendo cambios de adaptación en donde son imprescindibles las
normas, reglas, límites y jerarquías que funcionan en el ambiente familiar, existen así
diferentes tipos y estructuras, evidenciándose la funcionalidad o disfuncionalidad. La
comunicación es el vínculo principal para que se desarrollen un ambiente familiar adecuado
debido a que todos tenemos la necesidad de compartir los que sabemos, pensaos y
sentimos tratando así de llegar a la solución de conflictos que puedan darse.
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente se puede decir que durante la realización del
diagnóstico situación y la realización de fichas de caracterización se evidencia que las
familias que pertenecen a la unidad familiar padres creciendo juntos 4 (gallego) presenta
dificultades en cuanto a la parte comunicativa o la comunicación asertiva entre padres y
madres o padres e hijos, también se evidencio la falta de algunos valores los cuales los
conlleva a la ausencia de una buena comunicación. evidenciado lo anterior en el momento
de la focalización y tomándolo como parte del trabajo a desarrollar las docentes realizan
una escuela de padre llamada RESCATANDO VALORES esta buscaba más que todo
recolectar información de que valores se trabajaban en las familias por esta razón se realizó
la telaraña donde cada uno manifestaba que ausencia de valor carecían encontrando de
esta forma la tolerancia, la comunicación, respiro, paciencia fueron los que resaltaron
dándonos así una idea para crear un proyecto donde se vinculen estos aspectos, limando
las asperezas y se puedan fortalecer las familias.
También se desarrolló un juego con un dado y 10 preguntas las cuales se les preguntaba
¿Cuáles eran los valores que más se vivenciaban dentro de las familias?
¿Cuáles eran los valores que más se ausentaban entre padre y madre?
¿Cómo era la forma de corregir a sus hijos?
¿Cuáles creían que eran los valores fundamentales dentro de una familia?
¿Qué valores se creen importantes que se deben enseñar a los niños para ser seres de
bien dentro de una sociedad?
¿Cómo se comunica papa y mama?
¿Cómo se dirige papa con sus hijos?
Después de realizadas las preguntas las docentes lograron evidenciar que las familiar
pasan por situaciones difíciles dado que la mayoría de estas son parejas que han tenido
que unirse o tener una relación porque han quedado embarazadas y por ente formar
hogares jóvenes, la mayoría de las mujeres llegan a depender únicamente del trabajo que
desarrolla su pareja y por estas razón alguna llegan a ser sumisas a este.
Por esta razón la unidad de familiar padres creciendo juntos 4 encabezada por las docentes
desean desarrollar el proyecto pedagógico VIVIENDO VALORES POR MEDIO DE LA
COMUNIACION. El objetivo de este seria buscar trabajar los valores dentro de las familias
permitiendo uno mayor respeto de los unos con los otros llevándolos a una comunicación
asertiva y un ambiente más armónico entre estos.
2. MARCO NORMATIVO

Para este propósito tenemos como marco legal el art. 13 de la Constitución Política
Nacional de Colombia ya que está en su preocupación de dar herramientas para la
protección de los derechos fundamentales del ser humano, siendo uno de estos el
principio de la igualdad y equidad, LA MODALIDAD FAMILIAR como protector y
velador del cumplimiento de las normas ha tomado como guía este proyecto
teniendo en cuenta los principios que lo fundamentan
Además tenemos a los Derechos fundamentales de niños y niñas, tomando como
punto de partida los artículos 1.
A tener derecho sin ser discriminado, 5. A recibir atención y cuidados especiales
cuando el niño sufre algún impedimento físico, mental o social, en este aspecto
tenemos cuidado especial en algunos puntuales como el plan de emergencia, donde
este grupo es tenido en mayor atención en acatamiento de las normas de seguridad
desarrolladas por el DEPAE. 6 al amor y la familia. 7. A la educación. 9. Al buen
trato. 10 a la protección contra cualquier tipo de discriminación y a la educación en
la tolerancia frente a las diferencias.
También usamos la Política pública por la garantía de los derechos, el
reconocimiento de la diversidad y la democracia en las familias.

Citamos la ley 1804 de agosto de 2016 la cual fue sancionada por el presidente
Juan Manuel Santos donde le cumple hoy a los niños y niñas menores de 6 años, a
las madres gestantes y lactantes con la sanción de la Ley que convierte en política
de Estado la Estrategia para la Atención Integral de la Primera Infancia “De Cero a
Siempre”, herramienta fundamental en la reducción de las brechas de inequidad y
pobreza, e instrumento clave para el cumplimiento de los acuerdos de paz.
La Política de Estado “De Cero a Siempre” materializa el esfuerzo de años de las
organizaciones de la sociedad civil, del sector privado, organizaciones sociales, de
la cooperación internacional y de las Entidades del Estado.
La aprobación de la Ley 1804 de 2016 pone en evidencia que para la gestión de
una política poblacional se requiere de una gestión intersectorial, articulada y
eficiente, así como del apoyo decidido de todos los sectores para garantizar el pleno
ejercicio de los derechos de las niñas y los niños entre 0 y 6 años de edad.
La Ley “representa la postura y comprensión que tiene el Estado colombiano sobre
la primera infancia, el conjunto de normas asociadas a esta población, los procesos,
los valores, las estructuras y los roles institucionales y las acciones estratégicas
lideradas por el Gobierno, que en corresponsabilidad con la familia y la sociedad,
aseguran la protección integral y la garantía del goce efectivo de los derechos de la
mujer en estado de embarazo y de los niños y niñas desde los cero (0) hasta los
seis (6) años de edad”.
La Ley De Cero a Siempre busca consolidar:
La primera infancia como una población prioritaria para el Estado, dado su carácter
estratégico para el desarrollo y la sostenibilidad del país.
La articulación intersectorial como mecanismo de gestión fundamental para lograr
la concurrencia de propósitos y recursos del gobierno nacional, territorial, y otros
sectores de la sociedad poniendo en el centro de sus esfuerzos el desarrollo integral
de los niños y las niñas desde la gestación hasta los 6 años.
Esquemas de gestión y financiación que permitan avanzar hacia la universalización
de la atención y el ejercicio pleno de los derechos de la primera infancia.
Una visión clara sobre el desarrollo esperado para nuestros niños y niñas durante
este periodo de vida, y de las líneas de trabajo gubernamental y social necesarias
para alcanzarlo.
Una intervención diferenciada según la edad, el sexo, las particularidades de cada
individuo y las condiciones en las que viven las niñas, los niños y sus familias.
3. CONCEPCIONES
NIÑO Y NIÑA

Currículos que conciben al niño y la niña como sujetos activos y participativos en su proceso
de desarrollo infantil Desde este punto de vista se encontraron cinco programas que
conciben la niñez y el desarrollo infantil desde la perspectiva de derechos de la infancia,
esto es, que consideran que “la infancia es la etapa de la vida en donde la adquisición de
competencias tiene su principal fundamento”. Estos programas se caracterizan por
visibilizar al niño y la niña como sujetos plenos de derechos; por tanto, los conciben como
ciudadanos con capacidad de decisión y acción, como sujetos activos que ocupa un lugar
dentro de la sociedad (CDN, 1989). Reconocen, además, que el niño y la niña son sujetos
activos por su capacidad de comunicación. De este modo, se reconocen en la niñez los
saberes y experiencias socioculturales que la caracterizan. Aluden, así mismo, a las
diferentes “infancias”, que varían de acuerdo con las dinámicas sociales, políticas y
económicas en las que se inscriben. En cuanto al desarrollo de la infancia, estos programas
la abordan desde los procesos de libertad y de participación infantil. Aunque se hace
referencia a los procesos de andamiaje que establece el adulto con el niño y la niña, así
como a la importancia de las interacciones sociales que permiten su participación activa en
la sociedad (Bruner y Hasta, 1990), no se observa suficientemente cómo se dan los procesos
de participación en la primera infancia, y menos aún en los niños y niñas que están en
proceso de adquisición del lenguaje hablado. En síntesis, estos programas conciben al niño
y la niña como sujetos biológicos, únicos, activos, culturales, participativos y políticos (Falo,
2004). Esto significa asumirlos como unidad total, y en una condición integral contraria a la
clasificación en dimensiones segmentadas y desarrollos absolutistas. 1.2 El niño y la niña de
primera infancia como sujetos escolares Por otro lado, se encontraron 12 programas
curriculares que conciben al niño y la niña como sujetos escolares. Estos programas, si bien
hacen algunas alusiones a la perspectiva de los derechos de la infancia, consideran al niño
y la niña principalmente dentro de los contextos escolares. Así, se forman a los futuros
profesionales para que tengan una mirada de niños y niñas como sujetos activos, dándole
un papel relevante a la interacción, para concebir a cada niño como único, y así mismo, para
reconocer la importancia de los escenarios sociales en la producción de saberes. No
obstante, esta visión se desarrolla desde la óptica de la educación formal con énfasis en
áreas de conocimiento (ciencias sociales, ciencias naturales, español) y en el desarrollo
cognitivo. En concordancia con esta perspectiva, dichos programas se refieren a la niña y el
niño como “educandos”, es decir, como objetos de formación. De esta forma, el centro del
desarrollo infantil es la pedagogía y la didáctica, y se marca una distancia importante con la
manera en que se comprenden actualmente los procesos propios de la primera infancia
(Rincón, 2002).

PRIMERA INFANCIA
El desarrollo de un niño o niña durante la primera infancia depende esencialmente de los estímulos
que se le den y de las condiciones en que se desenvuelva. Es por esto que en la etapa comprendida
entre los cero y los cinco años de edad es necesario atender a los niños y las niñas de manera
armónica, teniendo en cuentan los componentes de salud, nutrición, protección y educación inicial
en diversos contextos (familiar, comunitario, institucional), de tal manera que se les brinde apoyo
para su supervivencia, crecimiento, desarrollo y aprendizaje.

¿Por qué una atención integral para la primera infancia?

El país cuenta con un nuevo marco jurídico (Código de la infancia y la adolescencia. Ley 1098 de
2006), el cual marca un hito para la defensa y garantía de los derechos humanos de los niños, las
niñas y los adolescentes. En este marco se reconoce por primera vez y de manera legal el derecho
al desarrollo integral en la primera infancia (Artículo 29): "la primera infancia es la etapa del ciclo
vital en la que se establecen las bases para el desarrollo cognitivo, emocional y social del ser
humano. Comprende la franja poblacional que va de los cero (0) a los seis (6) años. Son derechos
impostergables de la primera infancia: la atención en salud y nutrición, el esquema completo de
vacunación, la protección contra los peligros físicos y la educación inicial".

De igual forma, en la consulta del Plan Decenal de Educación, luego de un proceso de debate y
construcción participativa, se priorizó el desarrollo infantil y la educación inicial. El país definió
como una necesidad impostergable el garantizar la atención integral a los niños y niñas menores
de seis años; asumiéndolo como un propósito intersectorial e intercultural en el que el sistema
educativo articule las instancias del orden nacional, regional y local.

Es así como en el Plan Sectorial 2006-2010 del Ministerio de Educación Nacional, se incluyó el
tema de la educación para la primera infancia, definiéndola como un asunto prioritario. Conforme
con este marco se viene avanzando en la construcción de una política educativa, que tiene como
enfoque la integralidad. Dicho enfoque implica el trabajo intersectorial para garantizar el
cumplimiento efectivo de los Derechos de los niños y las niñas, traducidos en cuidado, nutrición y
educación para todos.

Por ello, la educación a los niños y niñas menores de cinco años se viene adelantando por medio
de alianzas intersectoriales. Una de ellas es el convenio interadministrativo con el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), que garantiza la integralidad en la atención a 400.000
niños y niñas menores de cinco años pertenecientes a los niveles uno y dos del Sisben. Esta
atención se brindará por medio de tres modalidades que buscan responder de manera diferencial
a las necesidades de los niños y sus familias: fortaleciendo los procesos que vienen realizándose
en los escenarios comunitarios, abriendo espacios en el sector urbano y realizando un esfuerzo
especial en el sector rural donde no hay ningún tipo de atención para estos niños y niñas.

La primera infancia es el periodo propicio para potenciar las capacidades cognitivas, comunicativas
y sociales. El desarrollo educativo en esta etapa influye en un mejor desempeño en las fases
posteriores de la educación, en una disminución del fracaso escolar y, en consecuencia, en una
reducción de la deserción académica. La concepción que hoy se tiene de la educación para niños
y niñas antes de los seis años es concebida como preparación para la escuela (aprestamiento) y
se caracteriza por prácticas escolares convencionales que privilegian actividades sedentarias, de
repetición y de memoria.

Al abrir pre-jardín y jardín en las escuelas del sector oficial no se estaría cumpliendo con el principio
de la integralidad en la atención, que dictamina el Código de la Infancia y la Adolescencia, ni se
garantizaría una atención que asegure los derechos de los niños y niñas, dado que se hace
necesario reconocer que los menores de cinco años requieren propuestas de atención que
satifagan sus necesidades y respeten sus ritmos (de sueño, de alimentación y de juego). Esto
preferiblemente involucra entornos mucho más flexibles que los que ofrece una escuela tradicional
e involucra personas especializadas para la atención de esta población.
DESARROLLO INFANTIL Y EDUCACION INICIAL

El marco conceptual sobre el desarrollo infantil y la educación inicial, propuesto para


Colombia con el fin de ofrecer una atención integral a la primera infancia, señala que es
necesario: “Proporcionar experiencias significativas en el desarrollo de niños y niñas, para
potenciar sus capacidades y adquirir competencias para la vida, en función de un desarrollo
pleno que propicie su constitución como sujetos de derechos” (Conpes 109 de 2007).
Entender a los niños y niñas como sujetos de derecho tiene importantes implicaciones en la
concepción del desarrollo de la primera infancia, que exige una transformación social de la
misma, pues requiere concebirles como seres sociales, activos, capaces de construir su
propia subjetividad, con el apoyo de sus principales cuidadores y garantizarles las
condiciones necesarias para su óptimo desarrollo. Desde esta perspectiva, es posible
defender una nueva mirada sobre los niños y las niñas, reconociendo que ellas y ellos:
 Nacen equipados para aprender, participar y explorar activamente el mundo físico y social
de las personas y desarrollar progresivamente su autonomía.
 Son agentes activos de su desarrollo.
2  Son actores sociales, que interactúan con los otros y sobre el mundo y le dan sentido y
para esto requieren del acompañamiento de los adultos que los cuidan.
 Son miembros de la sociedad, forman parte de una familia en un contexto social y cultural
dado, y como tal, son sujetos de derechos. Desde finales del siglo XX asistimos a una
importante renovación de la concepción de desarrollo, gracias a la difusión y apropiación
de los hallazgos de diversos campos de la investigación científica, acordes con este
reconocimiento de los niños y las niñas sujetos de derechos. Esta nueva concepción del
desarrollo infantil supone que los niños y las niñas son sujetos activos y no seres pasivos,
con capacidades limitadas o incompletas, que esperan para crecer la acción de los adultos.
Por el contrario, los bebés y los niños y niñas pequeños poseen capacidades que les
permiten aprender y resolver problemas de su entorno inmediato y encontrar por esta vía
las oportunidades necesarias para su desarrollo.i Esta renovación en la concepción del
desarrollo de los niños y las niñas cobra aún mayor sentido cuando se reconocen las
demandas diferenciadas que les plantean los contextos donde transcurre su vida y se los
concibe como partícipes de una época caracterizada por la presencia de las nuevas
tecnologías, la transformación de las estructuras familiares y sus relaciones, y por grandes
cambios en los entornos sociales y culturales donde usualmente viven. 3 Desde esta
perspectiva, el desarrollo se entiende como un proceso de transformaciones y cambios que
posibilitan la aparición de comportamientos novedosos y organizados, los cuales se generan
a través del tiempo y a partir de la propia actividad de los niños y niñas, de su capacidad de
organizar por sí mismos sus experiencias y la información que de ellas derivan. Se trata de
una organización dinámica de comportamientos reorganizados por el niño o la niña y
socialmente articulados con el mundo adulto que los rodea. Esta propuesta enfatiza que los
niños y las niñas participan en su propio desarrollo más allá de la simple adaptación a las
condiciones de sus entornos y que el desarrollo les genera nuevas maneras de anticipar las
condiciones futuras de intercambio entre ellos y su contexto o entorno. La reorganización
permanente que realizan desde el nacimiento posibilita la transformación de sus
capacidades y la manera de relacionarse con los otros – mayores o pares - y con su
ambiente.ii Sin embargo, estas transformaciones no se pueden pensar como un movimiento
lineal, siempre ascendente, ni como etapas secuenciales y acumulativas. Se trata de un
proceso producto de un funcionamiento irregular que no tiene un principio ni un fin
definido, que para cada niño o niña puede presentar desempeños específicos y
diferenciados a medida que el tiempo pasa; inclusive, en un mismo período de tiempo se
pueden encontrar desempeños variados del mismo niño o niña. Estas variaciones se dan en
todas las culturas y de ninguna manera son indicadores de atraso, más bien revelan a los
cuidadores y educadores que desde que nacen los niños y las niñas tienen capacidades que
son propias de cada uno y que pueden aparecer de manera diferente a lo largo de su vida.iii
4 El desarrollo infantil debe entonces entenderse como un proceso complejo, dinámico y
discontinuo de cambios y retrocesos, por esto no es lineal, orientado hacia la organización
o estructuración de capacidades cada vez más variadas y complejas que lleva a los niños y
las niñas a una progresiva construcción de su autonomía. Esta mirada del desarrollo
conducente a una mayor complejidad de los procesos y las funciones no implica que los
niños y las niñas tengan menos capacidades que los adultos.iv La interacción con los adultos
igualmente contribuye a la transformación de estas capacidades y saberes. Desde que nacen
los comportamientos de los niños y niñas influyen en los adultos, quienes cambian y ajustan
su manera de actuar para atenderlos; igualmente, la manera como los adultos interactúan
con ellos, dinamiza su actividad infantil. Es entonces la reciprocidad en la dinámica de la
interacción entre los niños, niñas y los adultos cuidadores uno de los aspectos que favorece
el desarrollo infantil. De la misma manera, los contextos o entornos que ellos habitan
plantean demandas y retos diferenciados en función de las condiciones de los mismos: no
es lo mismo un entorno rural que uno urbano y en ambos tipos de contexto hay variaciones
que plantean distintas exigencias que favorecen el desarrollo de capacidades diversas. Las
relaciones entre la capacidad de los niños y las niñas para reorganizar sus experiencias, las
exigencias de los contextos y las interacciones con los otros configuran la dinámica que
promueve el desarrollo. El desarrollo humano es entonces un proceso psicosocial en el cual
el intercambio entre un niño o niña 5 activo, con otros seres y su mundo cultural y físico, lo
estructuran como sujeto social. V Las interacciones que los niños y las niñas establecen con
su entorno físico, social y cultural influyen, de manera muy importante en su desarrollo. En
esta dinámica, los adultos ayudan a los niños y las niñas a realizar actividades variadas.
Inicialmente, actúan conjuntamente y poco a poco, los niños y niñas logran algunas metas;
sin embargo, después de varios apoyos, pueden alcanzarlas solos. Es así, como inicialmente
el desarrollo se logra en interacción conjunta con los otros y posteriormente, los niños y
niñas lo alcanzan solos. Los apoyos que los adultos ofrecen a los niños y niñas tienen
características diferenciadas según los contextos o entornos que habitan y con sus padres y
otros cuidadores principales, los niños y las niñas se apropian y aprenden las formas de
actuar, pensar y entender la vida, propias de su cultura. Por esto se puede decir que en las
interacciones cotidianas con los niños y niñas, los adultos se constituyen en mediadores de
las herramientas de la cultura. Esta idea llevó a Bruner (1984) a proponer el concepto de
andamiaje, entendido como las conductas de los adultos y de algunos pares, destinadas a
facilitar al niño o la niña la realización de actividades que están más allá de sus capacidades
actuales. Este concepto surge de las observaciones de este autor sobre las situaciones
cotidianas en las cuales los adultos tienden a repetir ciertas rutinas, al interactuar con
ellos.vi Resulta igualmente necesario señalar la importancia de la calidad de la interacción.
Dependiendo del reconocimiento de las necesidades singulares de 6 cada niño o niña por
parte del adulto cuidador y de la calidad del cuidado –ajuste corporal al acunarlo y cargarlo,
tipo de contactos físicos y afectivos, prontitud, calidad e interpretación adecuada de las
respuestas a las comunicaciones y necesidades del niño o niña, respuesta rápida ante el
llanto, y calidad e intensidad en los intercambios sociales, tales como el juego y las sonrisas
vii -, progresivamente los niños y niñas establecen vínculos de apego segurosviii y relaciones
con otros como personas en quienes confiar y contar tanto en momentos de exploración y
curiosidad por el mundo que los rodea, así como en situaciones de estrés o dificultad, lo que
contribuye a su construcción como seres afectivos, pensantes y sociales, con identidad
propia. En los primeros meses de vida el niño o niña aprende a reconocer a las personas de
su medio familiar y responde de manera diferencial y preferencial a aquellas personas que
le responden prontamente a su llanto y a sus comunicaciones sociales y afectivas de manera
intensa. Estas personas empiezan a jugar un papel muy importante para el niño o niña, pues
de ellas deriva seguridad física y emocionalix. Diversas investigaciones han demostrado que
una relación de cuidado sensible genera un vínculo de apego seguro con el cuidador. La
seguridad emocional se desarrolla a partir de la calidad del cuidado y de las interacciones
entre el adulto y el niño o niña. Ellos reconocen que un cuidador que está presente no solo
físicamente, sino disponible emocional y psicológicamente, para atender todas sus
necesidades, no solo de cuidado físico, sino también emocionales – búsqueda de contacto,
de caricias, ser cargado, escuchado – los toma en cuenta como otro u 7 otra, distinto al
cuidador. Entonces, en las interacciones cotidianas y repetidas con los cuidadores los niños
y niñas se construyen como sujetos porque se sienten reconocidos, amados y valorados
como personas y seres únicos por parte de los adultos que los cuidan y a medida que
desarrollan su capacidad de simbolizar y representar el entorno en el que viven,
progresivamente construyen una representación de sí mismo como valiosos, capaces y
merecedores de afecto. La experiencia de cuidado sensible posibilita también que los niños
y niñas construyan una representación del cuidador como persona confiable, con quien
pueden contar en caso de necesidad y les lleva a que se sientan en un mundo predecible
donde sus acciones son eficaces. Así mismo, experimentar y crecer en un ambiente familiar
y social con relaciones de cuidado caracterizadas por la empatía, el afecto y la negociación
satisfactoria de las metas ante los conflictos, tanto para el niño o niña como para el adulto
cuidador, permiten a los niños y niñas construir una representación de los otros y del mundo
social conformado por personas empáticas que le generan seguridad y confianza. El
cuidador principal como base de seguridad para los niños y las niñas, les permite organizar
su comportamiento, explorar y aprender de su ambiente, les hace sentirse protegidos ante
las situaciones estresantes del entorno donde se desenvuelven y les enseña a regular sus
emociones y afectos. Sin embargo, para que el niño o niña se interese en la exploración del
mundo exterior, que provee alimento cognitivo y social al desarrollo, se requiere la
regulación de sus estados internos y excitaciones fisiológicas. Ahora bien, la regulación
afectivas no es un proceso que el bebé o el niño o niña pequeño realiza 8 solo, sino que
debe estar acompañada por el adulto cuidador. No es una tarea fácil para ellos y para
lograrla, requieren del apoyo de los adultos. Se trata de un proceso de adaptación mutua
entre el niño o niña y el adulto, a través de una autorregulación guiada por el adulto. Por
tanto, es importante entender que la regulación emocional entre el cuidador y el bebé o el
niño o niña pequeño es un proceso interpersonal. Es decir, la con-regulación entre padres e
hijos pequeños se expresa en comportamientos aprendidos con los adultos significativos
del medio familiar y social más cercano, y a partir de estas experiencias compartidas de
regulación de emociones, el niño o niña aprende a controlarlas por sí mismo.xii La calidad
de la relación de los adultos – padres, adultos cuidadores, educadores – que interactúan
con los bebés, y los niños o niñas, define su papel como mediadores del desarrollo. El rol
como mediador resulta fundamental para el desarrollo porque la actuación de los adultos
media entre las acciones de los niños o niñas y el significado de esas acciones en la cultura.
Los niños o niñas no acceden en solitario a estos significados sino que los construyen a partir
de sus relaciones con los otros quienes los asumen y practican porque dan sentido a su
propia vida. Esta manera de comprender el desarrollo infantil exige a los adultos brindar a
los niños y las niñas un espacio social adecuado como sujetos de derecho, reconocer que
participan en la construcción de su historia, que su desarrollo no tiene que satisfacer un
camino rígido, trazado de antemano, y que sus cambios no ocurren de la misma manera
para todos. Pero igualmente implica que todas las 9 instituciones y personas encargadas de
su cuidado y educación reconozcan que son responsables de ofrecerles las oportunidades
necesarias para construirlo. Como previamente se señala, el desarrollo infantil se logra de
acuerdo con la singularidad propia de cada niño o niña. Por esto se puede señalar que
existen distintos ritmos y estilos de desarrollo en cada uno; sin embargo, el desarrollo
guarda cierta relación con las características del proceso de sus pares, y con las
características ofrecidas por los contextos o entornos donde el niño o la niña se relacionan.
Es decir, el desarrollo se mueve entre las singularidades de cada niño o niña y lo que es
común para los pares del grupo cultural. La anterior afirmación implica que no existen
parámetros únicos y homogéneos para el desarrollo infantil. Por un lado, en el marco de la
perspectiva interaccionista, se puede afirmar que los contextos culturales en los cuales se
desarrollan los niños y niñas van a mediar de manera distinta en su desarrollo, por cuanto
las exigencias de la cultura inciden en su forma y especificidad. Por otra parte, la interacción
con el medio socio-cultural fusionada con el bagaje de capacidades del niño o niña, genera
modos y ritmos particulares de desarrollo para cada uno; sin embargo, los niños y las niñas
comparten elementos comunes, propios de la especie, que de todas maneras, marcan
algunas similitudes entre pares. Esta mirada tiene implicaciones en la promoción y la
evaluación del desarrollo. Las miradas clásicas anteriores a las perspectivas constructivistas-
culturalistas tendían a encasillar a los comportamientos de los niños y niñas en patrones
homogéneos de normalidad y a favorecer acciones educativas orientadas al logro de estos
10 parámetros. Hoy en día, la mirada simultánea de sujeto individual y social, permite una
perspectiva más flexible del desarrollo, según la cual se promueven las capacidades de la
manera más idónea, no se establecen patrones únicos de meta en el desarrollo; esta
concepción tiene incidencia en la manera como se evalúa el desarrollo y en la educación de
los niños y niñas. En los últimos años, los resultados de diversas disciplinas como la
neurociencia, la psicología, la biología, además de los resultados de la evaluación de
programas sociales, muestran que si la infancia es un momento privilegiado en el desarrollo
humano, la primera infancia es crucial. La plasticidad cerebral de este ciclo de vida hace que
las acciones que tomen desde la gestación tengan un efecto mucho más eficiente en la
promoción del desarrollo, comparadas con otras que se hacen en momentos posteriores de
la vida. Esto es de importancia capital tanto para el niño o niña como sujeto individual como
para la sociedad de la cual hace parte activa. Esta mirada tiene implicaciones en la
promoción y la evaluación del desarrollo. Las miradas clásicas anteriores a las perspectivas
constructivistas-culturalistas tendían a encasillar los comportamientos de los niños y niñas
en patrones homogéneos de normalidad y a favorecer acciones educativas orientadas al
logro de estos parámetros. Hoy en día, la mirada simultánea de sujeto individual y social,
permite una perspectiva más flexible del desarrollo, según la cual se promueven las
capacidades de la manera más idónea, no se establecen patrones únicos de meta en el
desarrollo. Esta concepción tiene incidencia en la manera como se evalúa el desarrollo y en
la educación de los niños y las niñas. 11 En relación con las nuevas concepciones sobre el
desarrollo de los niños y las niñas y sus capacidades, la educación inicial debe tomar cada
vez mayor distancia de las tradiciones que se debaten entre el asistencialismo, la
escolarización precoz y el activismo. En efecto, hoy en día se insiste que la principal función
de la educación durante la primera infancia es favorecer el desarrollo infantil a través de
experiencias que resulten significativas para ellos, que permitan la movilización de sus
capacidades y una mayor comprensión del mundo y del momento que viven. En
consecuencia, es necesario replantear las tradiciones que asignan a la educación inicial una
función centrada en el cuidado y la protección que la familia no puede proveer; los enfoques
que buscan acelerar los procesos de aprendizaje, o aquella tendencia, que priorizando el
futuro, reduce la educación inicial a un momento de preparación para la escuela y
finalmente, el activismo que centra la educación en las actividades y no en las capacidades
de los niños y las niñas. En ninguno de estos casos, el desarrollo de las capacidades infantiles
es el referente fundamental de la acción educativa y si estas no se tienen en cuenta en
ningún momento de la educación inicial las consecuencias son nefastas para los niños y las
niñas. Una propuesta educativa que reconoce y valora las capacidades de los niños y las
niñas y propone su enriquecimiento, plantea a los educadores un nuevo sentido para su
quehacer. Más que transmitir conocimientos, cuidar o entretener a los niños y niñas, su
actividad debe concentrarse en la observación y reconocimiento de sus 12 capacidades y la
creación de experiencias y situaciones, cada vez más demandantes y avanzadas, que
contribuyan a movilizarlas capacidades hacia la exploración y conocimiento del mundo
físico, social y cultural. Todo esto, sin olvidar que no son las situaciones en sí mismas las que
promueven el desarrollo, sino una adecuada interacción de los niños y niñas con ellas.
Finalmente, el reconocimiento de situaciones ricas en posibilidades para el desarrollo
infantil conduce a la revisión de la cotidianidad, para darse cuenta que muchos eventos de
la jornada diaria proporcionan suficientes elementos para apoyar la propuesta educativa
para la primera infancia.x
4. INTENCIONALIDADES PEDAGOGICAS

El proyecto se implementa en la unidad de atención PADRES CRECIENDO JUNTOS 4 del centro


poblado GALLEGO del municipio de LA PLATA HUILA. Documento que da a conocer como los
cuidadores por la variedad de obligaciones y exigencias de la vida moderna, hace que en ocasiones
no dispongan de mucho tiempo para dar a niños y niñas. Recordando que lo realmente importante
para los menores es la calidad de tiempo que se pueda brindar durante sus primeras etapas de
desarrollo, el disfrute, la recreación y la formación en tiempo de familia. Creando de esta manera
buenos vínculos afectivos, autoestima, potenciar sus habilidades, brindar conocimientos de
manera práctica o atravesó de ejemplos los cuales aportaran en su formación y desarrollo socio
afectivo, además de a conllevar una buena comunicación. En definitiva contribuye a la felicidad
familiar. Hay que reconocer que la primera infancia los menores reciben las primeras bases de
toda educación y si este no recibe buena información o conocimientos adecuados, su aprendizaje
estará marcado y truncado por muchos obstáculos, en busca de un desarrollo integral donde
compartan con sus cuidadores, dediquen a estar ratos con estos olvidando las obligaciones del día
a día, se implementa la estrategia pedagógica CONSTRUYENDO VALORES el cual va abordar la
formación de sus hijos por medio de valores que quizás cuando niños fueron aprendidos pero por
las diversas situaciones han decaído, la idea es retomarlos por medio de los talleres donde
compartirán estos conocimientos y replicar en casa con el resto de los integrantes, elaborando una
instructora de una casa con estos valores teniendo como base los valores fundamentales o
esenciales dentro de un familia, vinculándose en la educación de sus hijos, donde se logren
excelentes relaciones dentro de estos.

Para la elaboración de este proyecto se tuvo en cuenta el análisis de la ficha de caracterización,


entrevistas, visitas domiciliarias y talleres durante los primeros encuentros con la intención de
crear un proyecto investigativo ya que el yen se busca hacer comprender a las familias la
importancia que se concierte llevando a la practica la importancia de brindar temas de formación
en valores entre familias, padres e hijos, parejas, comunidad entre otros forjando de esta manera
buenas relaciones en las familias que asisten a nuestra unidad de atención.
5. ESTRATEGIA PEDAGOGICA

Teniendo las estrategias propuestas por la pedagoga las docentes de la unidad padres creciendo
juntos 4 siente que la que les puede ayudar en el desarrollo de sus actividades y dl proyecto es por
medio de talleres por:

Toda estrategia está constituida por una secuencia de actividades intencionadas en las cuales se
involucra a los participantes en un evento para el logro de sus fines. En los contextos de enseñanza
y aprendizaje, las estrategias cumplen un papel fundamental en cuanto responden al uso
orientado y coordinado de acciones encaminadas a lograr que docentes y beneficiarios puedan
establecer relaciones significativas entre sí, teniendo como marco la relación entre texto y
contexto, los propósitos de la interacción, los conocimientos y saberes que circulan en la unidad.
Por lo general se reconoce el taller como instrumento de enseñanza y aprendizaje, pero no es
usual que se le referencie como herramienta investigativa. Sin embargo, al analizar sus
características y determinar los procesos que se desencadenan mediante su utilización se advierte
que éste constituye una estrategia eficaz para el estudio del lenguaje en el contexto educativo. En
efecto, como instrumento de enseñanza y aprendizaje, el taller facilita la apropiación de
conocimientos, habilidades o destrezas a partir de la realización de un conjunto de actividades
desarrolladas entre los participantes. Tal es la concepción predominante respecto a su naturaleza,
ligada esencialmente al ámbito del aprendizaje y centrada en la autonomía y responsabilidad de
los sujetos. Al respecto señala Ander-Egg: “el taller se basa en el principio constructivista según el
cual, el educando es el responsable último e insustituible de su propio proceso de aprendizaje, en
cuanto el proceso de adquisición de conocimientos es algo personal e intransferible” (1999, p. 5).
Su puesta en marcha promueve el diálogo entre los participantes, la exposición libre de los puntos
de vista para la negociación de las acciones a seguir, la definición de los propósitos comunes, las
funciones de los miembros, las metas por alcanzar y los medios requeridos para lograrlo; fomenta
también el despliegue de estrategias discursivas como el diálogo, la narración, la explicación y la
argumentación, entre otras, de acuerdo con los propósitos y acciones comunicativas que orientan
el sentido del taller. Estas características destacan su potencialidad dialógica y su carácter de
mediación, que facilita a los participantes el acceso a un conjunto de saberes y formas culturales a
partir de la enseñanza y el aprendizaje como prácticas sociales escolarizadas, por consiguiente,
como actividades “intencionales, sistemáticas y planificadas” (Col, 1997, p. 199). 17 CAPÍTULO
PRIMERO En lo que respecta a la formación de docentes, su participación en la planeación,
ejecución y posterior reflexión sobre los resultados del taller les permiten asumir sus propias
prácticas pedagógicas como objeto de análisis para situarlas en una perspectiva crítica y
emprender nuevas acciones de autoformación. De este modo el docente se postula como
responsable de su propio proceso de aprendizaje, mediatizado por su actividad mental
constructiva ya que a partir de los conceptos, representaciones, emociones y conocimientos
previos que posee, comprende e interpreta la realidad dando origen a otros conocimientos (Pozo,
1990, en Inostroza, 1996)

Teniendo en cuenta las razones y l e estudio de esta se tendrán en cuenta 7 talleres que
permitirán el trabajo de las familias y a evolución de estos con sus necesidades.

Creando un cronograma de esta forma:

mes talleres
mayo Creando las bases de mi hogar
Trabajar los valores fundamentales que se
deben tener en la familia
Ejecución: lectura, tareas en casa

junio Valores entre padre y madre


Conocer cuáles son los valores que hacen de
una relación estaba y comprensiva dentro de
un hogar.
Ejecución: trabajar tema en grupo, dejar
tareas, compartir experiencias
julio Valores entre padres e hijos
Enseñar por medio de canciones, cuentos y
manualidades la importancia de transmitir
buenos valores a su hijos para convivir en
sociedad
agosto Elevemos valores en comunidad
Aprender a trabajar los valores dentro de una
comunidad para tener una mejor relación con
los demás.
Ejecución. Trabajo en equipo, realización de la
cometa de los valore.
septiembre AMOR Y AMISTAD
Realizar actividades donde se fomentas los
buenos valores en compañeros de unidad y en
la familia.
Realizar manualidades para los seres queridos.
Realizar un compartir en comunidad
OCTUBRE Trabajar la parte de emociones por medio de
cuentos
Tomado de cuento de pisotón se tomara el
libro chapuzón corre que te coge el fantasma
Trabajar la parte emocional de los niños
además de los padres de familia.
NOVIEMBRE COMUNICACIÓN ASERTIVA
Trabajar de forma lúdica la buena
comunicación en la familia teniendo en cuenta
los valores en la familia, y la expresión de
emociones.
6. PLANEACION PEDAGOGICA

La planeación pedagógica que maneja el programa de modalidad familiar en la unidad de


atención PADRES CRECIENDO JUNTOS 4, se preparan a través de actividades repartidas en
dos momentos teniendo en cuenta una intencionalidad la cual busca formar a los
cuidadores y niños que asisten a esta partiendo con una bienvenida donde se encuentra las
Actividades Básicas Cotidianas (ABC) esta contiene una canción de bienvenida o motivación,
una oración ya sea llevada por las docentes o con la ayuda de una madres de familia,
trabajar por medio de canciones o imágenes identificación del estado del clima además de
una corta reflexión que nos recuerde como padres cual es nuestro sentido con ellos.
Terminado esta pequeña intervención además de tener en cuenta razones particulares que
quizás la misma fundación o el ICBF llegan relacionar se parte con la primera actividad
teniendo en cuenta las dimensiones que se deben trabajar con los menores ( literatura,
juego, arte y exploración) los cuales buscan aportar y desarrollar actitudes en los menores
de igual manera se manejan estimulaciones y talleres que van dirigidas a las mamitas
gestantes aportando información del proceso de desarrollo de su bebe desde el vientre y
preparando a su labor de parto y primeros meses.
Durante el primer momento se trabajan temas relacionados al cuidado de los menores con
temas de higiene, nutrición, buen trato, complementar los temas abordados por los
psicólogos temas que los padres de familia han dejado en la evaluación 15 que se realiza
cada fin de mes. Se incorporan actividades como fiesta de la lectura, donde se elaboran
materiales reciclados que ayudan a la creación de historias, cuentos o canciones que
aportan al enriquecimiento del vocabulario, actividades físicas por medio del juego en
lugares abiertos, aprendizajes y exploración trabajando los sentidos, permitiendo que estos
desarrollen actividades donde manipulen diferentes texturas y aprendan del cuidado del
medio, actividades artísticas las cuales buscan fortalecer la parte motriz fina por medio de
manipulación de pinturas con diversos materiales, manejo de los crayones, rasgado y
creaciones artísticas con materiales reciclados. En la planeación pedagógica también se
enseña canciones ya sea de bienvenida como se mencionaban anterior mente, manejo del
aseo en el momento de realizar aseo de manos antes de consumir los alimentos o quizás
una para despedirnos con alegría y entusiasmo.
7. ACCIONES DE CUIDADO QUE PROMUEVAN EL BIENESTAR
LA SEGURIDAD Y BUEN TRATO DE LOS NIÑOS.

En la realización de estas acciones se tienen en cuenta pautas de crianza las cuales se


elaboran en la tercera semana de cada mes, las cuales tienen un objetivo fundamental en
los encuentros pedagógicos las cuales buscan fortalecer los vínculos afectivos de las familias
que asisten a esta unidad de atención PADRES CRECIENDO JUNTOS 4, dentro de ellos se
abordan temas como:
PROMOVER EL BIENESTAR:
Durante las últimas décadas, en diversas disciplinas, se ha desarrollado un
interés creciente por el estudio del bienestar y el análisis de sus componentes
psicosociales en el contexto más amplio del estudio de la calidad de vida,
entendida como un constructo que va más allá de las condiciones materiales de
vida.

Este joven campo de investigación está constituido en la actualidad por tres


grandes líneas conceptuales: el bienestar subjetivo, el bienestar psicológico y el
bienestar social. Desde este campo se ha puesto énfasis en la necesidad de
conocer y comprender mejor el desarrollo positivo (y no sólo las patologías y
problemas sociales), sus causas, sus correlatos con el desarrollo humano integral
y sus asociaciones con estados de salud (física y mental), conductas pro sociales,
resiliencia, y otros factores relacionados con la prevención de comportamientos
de riesgo para la salud, así como con situaciones de riesgo a la exclusión social.

SEGURIDAD:
Realizar actividades y exponer a los casos que son expuestos los niños y las niñas
dentro de la unidad, dentro de los diversos de seguridad a los que deben tener
los menores ya sea en la parte de seguridad en el entorno donde viven en cuanto
alarmas de riesgos o accidentes, también se pueden determinar en los caso de
vulneración de sus derechos entre ellos se encuentran la de violación, violencia
intrafamiliar, expuestos a personas o familiares que consuman sustancias
psicoactivas. Por esta razón se tiene expuesto el protocolo de vulneración, al igual
que las rutas que se deben de tener y los teléfonos de las entidades en las cuales
se pueden dirigir, se fortalece por medio de la parte psicosocial con el cual cuenta
la unidad dirigida por la especialista YULY CASTILLO y soportados durante la
actividad del ABC recordando y teniendo en cuenta siempre estos como medida
de seguridad de los menores y madres.

BUEN TRATO EN LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS:

El Buen Trato en las relaciones, y particularmente con niños y niñas pequeños (as), no es sólo
la ausencia de situaciones de maltrato. Es una buena señal que estos hechos no ocurran, sin
embargo, hablar de Buen Trato, invita a una reflexión mucho más profunda respecto a cómo los
adultos nos relacionamos con ellos/as cotidianamente en nuestras familias, y fuera de ellas, en
nuestras comunidades, e inclusive en espacios públicos.
El Buen Trato, antes que todo, es una forma particular de relación entre las personas, que se
basa en un profundo sentimiento de respeto y valoración hacia la dignidad del otro (a). El Buen
Trato se caracteriza por el uso de la empatía para entender y dar sentido a las necesidades de
los demás, la comunicación efectiva entre las personas a fin de compartir genuinamente las
necesidades, la resolución no violenta de conflictos, y un adecuado ejercicio de la jerarquía y
del poder en las relaciones.
Si pensamos en el cuidado infantil, el Buen Trato da cuenta de un modo distinto de relación
entre los adultos, niños y niñas, donde se pone al centro la satisfacción de sus necesidades de
cuidado y bienestar, de modo de asegurar el desarrollo de sus máximas potencialidades en
ambientes cariñosos, respetuosos y seguros afectivamente.
El Buen Trato se desarrolla, se aprende y es un proceso que debe iniciarse en la primera
infancia. Y uno de los caminos claves para que los adultos cuidadores puedan desarrollar
comportamientos de buen trato es el adecuado ejercicio de la autoridad en la crianza de niños
y niñas.
Es importante saber que es posible ejercer un estilo de disciplina basado en el uso de normas
y límites que ayude a niños y niñas a vivir en sociedad y, al mismo tiempo, respete su integridad
psicológica y emocional. Es necesario comprender por fin, que para educar no se requiere un
uso desmedido de la autoridad, sino un adecuado equilibrio entre la firmeza para poder normar,
y sobre todo el cariño de los padres, madres y/o adultos para educar y criar desde el amor y el
respeto.
Dicho esto se trabajan las acciones respecto, se fortalece por medio de actividades
pedagógicas donde se mencionan buenas tratos ya sea por medio de canciones, cuentos,
dinámicas entre otros, los cuales aporten al desarrollo de los menores y de los familiares
acompañantes.
8. SEGUIMIENTO Y VALORACION AL DESARROLLO
DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS

Para realizar seguimiento y valoración de niños y niñas, la unidad maneja que ha


implementado el ICBF el cual consiste en:

BITAGORAS: es un diario de campo que manejan las docentes en el cual se


plasma información de los menores donde expresa los cambio de los menores
frente a la estimulación y desarrollo de las actividades realizados en los
encuentros pedagógicos o durante las visitas, a finalizar la última semana de cada
mes se expone los avances o dificultades de estos, permitiendo reprogramarnos
en cuanto a las actividades a desarrollar nuevamente con estos.

NOVEDADES: instrumento el cual se diligencia en ocasiones especiales, ya sea


porque el niño llega a la unidad de atención con raspones, golpes o hematomas,
la responsabilidad de nosotras es conocer por qué el menor llega en dichas
circunstancias, que medidas ha tenido los familiares y realizar seguimiento si es
realmente necesario puesto que en algunas ocasiones lleguen hacer vulneración
de los menores y seguir a las instancias correspondientes. De igual forma conocer
si los padres están cumpliendo con los compromisos requeridos por la unidad ya
sea en llevarlos a los controles de crecimiento y desarrollo, vacunas o controles
odontológicos acorde a la edad puesto que son derechos de los menores y
deberes con la unidad prestadora de servicio.

ESCALAS VALORATIVAS: estas escalas de valoración son realizadas cada tres


mes según lo establecido por el el ICBF las cuales contienen 3 dimensiones con
el entorno, con el mismo y con el mundo en los cuales se encuentran ítem
relacionados a las acciones que deben realizar estos según la etapa de desarrollo
en ellos se encuentra de 0 a 6 meses, 6 a 11 meses, 1 año a 2, 2 a 3, 3 años
a 4 años y 11 meses, permitiéndonos conocer el estado de los niños ya llegue a
ser en riesgo es cuando el menor no cumple con los ítem requeridos para su
edad, esperado cuando los cumple y avanzado cuando logra más allá de su edad
ya sea por la estimulación o por el tiempo que dedique los familiares a este, para
realizar este se tiene en cuenta también los avances que ha tenido el niño o niña
dentro de los meses anteriores con la ayuda del instrumento de las bitácoras y
en caso de ser en riesgo pasar al registro de novedades, donde quizás se
encuentre dificultados que hayan afectado el menor en su desarrollo.
9. SEGUIMIENTO
Y EVALUACION PEDAGOGICA

Para realizar el desarrollo de este s importante tener en cuenta cada uno de los
puntos mencionados anteriormente con el objetivo de tener verdaderos
resultados del trabajo que se está realizando para ello se tendrán encuentra, los
registros fotográficos donde se podrá evidencia del trabajo realizado por las
familias, además de las actividades realizadas por los menores en las diversas
dimensiones, en el trabajo realizado durante los encuentros, además de las
evaluación o formatos que se implementan al final de los encuentros donde se
podrán conocer cómo se sentaron al realizar dichas actividades, dificultades y
compromisos, están aportaran de forma significativa ya seis en seguir llevando
de manera adecuada la planeación pedagógica o replantearnos en este aspecto
lo principal de este proyecto trabajar en la formación de valores de las familiar
y buscar el bienestar de los niños, niñas madres gestantes que asisten a la
unidad de atención y cumpliendo los estándares de calidad requeridos por el
ICBF para la prestación del servicio.
Cumpliendo con la entrega de informes, evidencias fotográficas, actas diarias y
formatos de evaluación encuentros tanto diarios como mensuales.

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