Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
foja: 474
*104173339*
VISTOS:
Los autos arriba señalados, llamados para dictar sentencia a fs. 473,
CONSIDERANDO:
I.- Que a fs. 32/46 se presenta la Dra. Carolina Jacky por la Sra.
MARCELA DANIELA CARO, mediante acta poder que acompaña, e interpone demanda por daños
y perjuicios contra ASOCIACION DE TRABAJADORES DEL ESTADO (ATE), ROBERTO
ANTONIO MACHO y ADRIANA IRANZO, por la suma de $ 1.515.000, o lo que en más o en
menos surja de las constancias de autos, más costas.-
Expone que en el año 2.015 fue convocada por el Sr. Roberto Macho para
cubrir el cargo de vocal n° 14 del Consejo Directivo Provincial; que asumió dicha función en
noviembre de 2.015; que la destinaron a la Secretaría Gremial; y que allí el Secretario, Sr. Mihail
Zaporac, le comunicó que no tenía dónde ubicarla porque la Sra. Adriana Iranzo, esposa del Sr.
Roberto Macho, le tenía celos.-
Expone que en las reuniones del gremio, se tachaba su nombre en las listas
que se armaban para trabajar en equipo; que nadie quería trabajar con ella; y que le pidió al Sr.
Macho traslado a cualquier oficina y le planteó la posibilidad de renunciar o de pedir una licencia;
siendo denegadas todas sus peticiones, con la excusa de que debía esperar a que el Gobernador
firmara un decreto.-
Afirma que por todo ello, decidió hacer una exposición de lo ocurrido en
una reunión de Comisión Directiva celebrada el 31 de agosto; pero que el sindicato no tomó
ninguna medida para salvaguardar su integridad física y emocional y ni siquiera asentó la situación
en el libro de actas; y que frente a esta omisión radicó una denuncia policial en la Unidad Fiscal de
Capital, que quedó asentada en el expte. P-91720/16.-
Manifiesta que cada día de trabajo era una tortura; que recibía constantes
críticas de parte de la Sra. Iranzo; que fue perseguida por medio de publicaciones de fotos en
Facebook; que su autoestima y apariencia desmejoraron; y que se siente atemorizada e indefensa en
su lugar de trabajo, por lo cual asiste acompañada por alguien del gremio.-
Aduce que la acción se dirige contra ATE por ser la institución donde
desarrolla su actividad la parte actora, y que aquélla incurrió en negligencia al no adoptar las
medidas necesarias para que cesara el trato discriminatorio y las agresiones verbales y físicas;
violando así la Ley 26.485 y sus derechos humanos. Más adelante agrega que la Asociación no
atendió sus reclamos, y que debe responder también por los actos de sus dependientes; esto es, los
Sres. Macho e Iranzo, quienes son solidariamente responsables al ser los causantes de la violencia
de género que se denuncia.-
Explica que queda claro que la violencia de género también puede ser
cometida por una mujer; que se trata de hechos acontecidos en su lugar de trabajo; y que los daños y
perjuicios que reclama son de índole civil.-
Por daño moral, solicita $ 1.500.000. Manifiesta que este rubro no sólo debe
reparar, sino también prevenir, sancionar y erradicar este tipo de hechos; realizando un paralelismo
con el daño punitivo previsto en la Ley 24.240.-
Refiere que el Consejo Directivo Nacional (en adelante CDN) nunca fue
notificado ni informado de los hechos que narra la actora, por lo que al no tener conocimiento de
ellos, no puede responder ni pudo tomar las medidas de prevención que la actora conocía que se
debían hacer y que ella debía hacer.-
Manifiesta que la actora se afilió a ATE y luego en la elección del año 2015
fue propuesta para integrar la lista ganadora; que cuando se distribuyeron las licencias gremiales
con goce de haberes, fue propuesta para acceder a una de ellas; que, como es de público
conocimiento, se produjo una división interna en el gremio; que la actora quedó en el sector
opositor al Secretario General Provincial; y que éste, al ejercer la facultad que le otorga el estatuto
para reorganizar la institución, le dio de baja a la licencia de la actora y a otras más.-
Refiere que según el estatuto social de la ATE, la actora cuenta con una vía
asociacional para hacer planteos y lograr las sanciones que correspondan; que primero debe
plantearlo en los Congresos Provinciales; que si ello es rechazado, debe llevarlo al Congreso
Nacional y cuestionar dichas resoluciones ante el Ministerio de Trabajo de la Nación y luego en las
Cámaras de Trabajo de la Nación; y que nada de esto hizo la actora, por lo que el CDN desconocía
los hechos invocados y su gravedad; todo lo cual deberá ser probado en este proceso.-
Solicita que se tenga presente que la mayoría de los hechos narrados como
violencia de género son reclamos de orden laboral, que deberían haber sido planteados en el fuero
laboral; y que la Sra. Caro fue delegada gremial, por lo que conocía sus derechos y cómo
ejercerlos.-
Ofrece prueba.-
III.- Que a fs. 165/173 se presenta el Sr. ROBERTO ANTONIO MACHO
contestando demanda y solicitando el rechazo de la misma, con costas.-
Niega haber presenciado una supuesta disputa personal entre la Sra. Caro y
la Sra. Iranzo; y enfatiza que se encontraba delante de la marcha y posteriormente en acción con la
intersindical.-
Manifiesta que sólo se dio de baja la licencia gremial de la Sra. Caro por su
incumplimiento a sus obligaciones como vocal; y que incluso la Comisión no decidió separarla,
pese a que estaba habilitada legalmente para tomar dicha medida.-
Refuta que la Sra. Caro haya realizado una exposición ante el Sindicato en
la reunión de Comisión Directiva del “31 de agosto”; y explica que la reunión en realidad se celebró
el día 30/08/2016, y que la Sra. Caro no asistió a la misma. Cita en apoyo de lo dicho las resultas de
la constatación notarial realizada respecto del Libro de Actas de la Comisión Directiva.-
Manifiesta que el día 23/05/2017 se celebró un Congreso Provincial
Ordinario y simultáneamente uno extraordinario, donde por voto unánime de 173 congresales, se
volvió a ratificar la baja de las licencias gremiales de las Sras. Caro, Quiroga, Guaquinchay, entre
otras personas.-
Refiere que en el hipotético caso de que hubiera existido algún problema (de
lo cual descree), se trataría de uno de tipo personal ente la Sra. Caro y la Sra. Iranzo, que nada tiene
que ver con lo institucional o lo relativo a su persona.-
Alude a las fotos acompañadas por su parte, e interpreta que en las mismas
puede observarse que la actora lleva carteles en contra de su persona; sin que aparezca intimidada ni
impedida de realizar sus funciones gremiales.-
Ofrece prueba.-
Ofrece prueba.-
V.- Que a fs. 185/191 la parte actora contesta los traslados conferidos.-
Refiere que los demandados son quienes corren con la carga de la prueba;
ello conforme las normas señaladas y los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sobre
situaciones donde se denuncia la violencia de género y/o discriminación hacia la mujer, más aún en
el ámbito laboral.-
VI.- Que a fs. 256/258 obra auto de admisión de pruebas, en el cual, luego
de rechazar las impugnaciones formuladas por la parte demandada respecto de la prueba
instrumental ofrecida por la parte actora, se aceptan las pruebas ofrecidas por las partes, quedando
incorporadas a la causa, además de la prueba instrumental acompañada en la etapa procesal
oportuna, los siguientes elementos probatorios: absolución de posiciones de la actora Sra. Marcela
Daniela Caro (v. fs. 260); constancia de audiencia personal con la actora (v. fs. 261); declaración
testimonial de la Sra. Marta Beatriz Mercau (v. fs. 267/269); declaración testimonial del Sr. Joaquín
Marcos Tolosa (v. fs. 270/273); declaración testimonial de la Sra. María Rosa Gaete (v. fs.
283/284); declaración testimonial de la Sra. Rosa Videla (v. fs. 286); declaración testimonial del
SR. Mihail Zagorac Baranovic (v. fs. 292/293); declaración testimonial de la Sra. María Teresa
Martínez (v. fs. 302/303); absolución de posiciones de la codemandada Sra. María Adriana Iranzo
(v. fs. 319); absolución de posiciones del codemandado Sr. Roberto Antonio Macho (v. fs. 320);
constancia de audiencia personal de la Sra. Jueza con los codemandados (v. fs. 321); pericia
psiquiátrica (v. fs. 353/354, impugnada por los demandados a fs. 360 y contestadas las
observaciones a fs. 367/369).-
A fs. 355 y 378 se hace efectivo el apercibimiento dispuesto por el art. 179
del CPC y en consecuencia se declara caduca la prueba ofrecida por la parte actora y demandada,
respectivamente, y pendiente de producción.-
I.- Que tengo en vista que la competencia se fija por los hechos vertidos en
la demanda, sin perjuicio de la ley que a la postre el Juez estime que resulta aplicable (conf. CSJN:
279-95, entre muchos otros); y si bien no me pasa inadvertido el ámbito de la violencia que
denuncia la accionante (arg. art. 22 Ley 26.485), el estado de la presente causa determina que
igualmente deba disponerme a dictar sentencia (arg. art. 8 C.P.C.).-
Afirman que el Sr. Macho no convocó a la actora para que en el año 2015
integrara el Consejo Directivo (pues fue presentada como vocal titular antes de que él asumiera
como Secretario General); que quien le otorgó la licencia gremial con goce íntegro de haberes fue la
ex Secretaria General Raquel Blas; que esta licencia se le dio de baja por incumplimiento reiterado
de sus obligaciones como vocal; y que se procedió de la misma manera con otros compañeros.-
Niegan que la Sra. Caro hubiera expuesto esta situación ante el Sindicato en
la reunión de Comisión Directiva del “31 de agosto” (pues la reunión en realidad se celebró el día
30/08/2016, y aquélla no asistió).-
Con similar tónica, nuestra Ley 26.485 establece que “Se entiende por
violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión… basada en una relación desigual de
poder…” (arg. art. 4); noción ésta que fue desentrañada por el art. 4 de su Dec. Regl. Nº 1011/10,
que establece que “Se entiende por relación desigual de poder, la que se configura por prácticas
socioculturales históricas basadas en la idea de la inferioridad de las mujeres o la superioridad de
los varones, o en conductas estereotipadas de hombres y mujeres, que limitan total o parcialmente
el reconocimiento o goce de los derechos de éstas, en cualquier ámbito en que desarrollen sus
relaciones interpersonales”. Es con ese alcance que deben entenderse las “modalidades” de
violencia contenidas a lo largo de los incisos del art. 6; incluida, claro está, la “Violencia
institucional contra las mujeres” (inc. “c”) invocada por la accionante.-
El dictamen fue observado por los demandados a fs. 360 y vta.; quienes, en
lo que aquí resulta pertinente, cuestionaron que el perito hubiera tomado como cierto el relato de la
actora, sin meritar su veracidad.-
He dicho en otras oportunidades que la sana crítica racional (arg. art. 207
CPC, conc. con el art. 199 CPCyT), sugiere que en general, los peritos cuentan con idoneidad
técnica para ilustrar al juzgador sobre aspectos que advierten “a simple vista”; pues esa “visión”
está impregnada de una formación académica que precisamente lo habilita para desempeñarse como
auxiliar de la justicia.-
Sumo a ello que el punto que coloca en crisis la accionada es, precisamente,
uno de elemental y –fundamentalmente- cotidiana apreciación por parte de todo profesional de la
salud mental; por lo que entiendo que su especialización los prepara singularmente a ese respecto.-
No soslayo que los cinco testigos restantes que depusieron en la causa (Sres.
Tolosa, Gaete, Videla, Zagorac y Martínez) negaron rotundamente que hubiera existido maltrato
por parte de los demandados, u hostigamiento hacia la actora en la actividad gremial (v. primera y
segunda pregunta, a fs. 270, 283, 286, 292 y 302, respectivamente); pero a pesar de ello, estimo que
la versión de la actora mantiene su verosimilitud.-
La sana crítica (arg. art. 207 CPC, conc. con el art. 199 CPCyT) me sugiere,
en consecuencia, que el fundamento más sólido es el que proviene de la prueba “compuesta” que he
identificado; por cuanto propicia un terreno más seguro que el que se plantea ante la contradicción
entre testimoniales, que coloca muchas veces al juzgador en la incertidumbre derivada de “los
dichos de uno contra los dichos del otro”.-
Es así que puedo tener por cierto que la Sra. Iranzo hostigó a la Sra. Caro
durante el tiempo en que ambas se desempeñaban en el Sindicato; lo que entraña una violación del
deber de no dañar a otro, que no aparece justificada, y que genera en cabeza de aquélla la obligación
de reparar el daño causado (arg. art. 19 CN y arts. 1716, 1717 y 1718 Cód. Civ. y Com.).
Asimismo, tengo presente al respecto que la indemnización comprende especialmente las
consecuencias de la violación de los derechos personalísimos de la víctima y sus afecciones
espirituales legítimas (arg. art. 1738 Cód. Civ. y Com.).-
Ese es el marco legal del que surge su obligación de responder; pues insisto
en cuanto a que no avizoro aplicabilidad del sistema normativo vinculado con la violencia de
género, ni constato tampoco que haya mediado la “discriminación” que la Sra. Caro denuncia en su
demanda (me refiero a los pasajes donde alude al trato discriminatorio recibido de la institución y
de los demandados; o donde afirma que demandó a los Sres. Roberto Macho y Adriana Iranzo, por
ser personas con cierto poder dentro del sindicato, que la “discriminaron y maltrataron”).-
En tal estado de cosas, la omisión del Sr. Macho causó un daño a la actora;
la que resulta antijurídica porque no está justificada (arg. art. 1717 Cód. Civ. y Com.). En efecto, no
ha mediado invocación ni prueba acerca de concurrencia de legítima defensa o estado de necesidad;
ni tampoco, precisamente, ha existido ejercicio regular de un derecho (arg. art. 1718 Cód. Civ. y
Com.). La consecuencia ineludible de todo ello, es que debe responder (arg. art. 1716 Cód. Civ. y
Com.).-
Así las cosas, tengo para mí que la participación del Sr. Macho en el hecho
dañoso impone que responda solidariamente con la Sra. Iranzo; pues su situación puede equipararse
a la del copartícipe o cómplice, respecto de quien puede considerarse que existe unidad de causa
(arg. arts. 1749 y 1751 Cód. Civ. y Com.; v. en sentido similar: Picasso, Sebastían y Saénz, Luis R.
J., comentario al art. 1717 del Cód. Civ. y Com., “Código Civil y Comercial de la Nación
Comentado”, Directores: Marisa Herrera - Gustavo Caramelo - Sebastián Picasso, Ed. Infojus,
Tomo IV, pág. 476).-
Otro aspecto a resaltar es que el art. 1753 Cód. Civ. y Com. amplía
notablemente su campo de actuación al aludir a la “ocasión de las funciones encomendadas”; lo que
trasciende incluso la noción de “esfera aparente de la incumbencia”.-
A ese fin, seguiré el método descripto en el último párrafo del art. 1741 del
Cód. Civ. y Com., según el cual: “El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las
satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas”.-
También tendré presente la aplicabilidad del art. 772 de ese cuerpo legal, en
tanto se trata de una deuda de valor; y complementaré todo ello con las facultades para fijar
prudencial y equitativamente el perjuicio reclamado (arg. art. 90 inc. 7° del C.P.C.). Ese proceder,
al aportar bases lo más objetivas posibles, permite erradicar el indeseable voluntarismo judicial, y
formular así la necesaria decisión “razonablemente fundada” (arg. Art. 3 Cód. Civ. y Com.); y con
ello, en definitiva, satisfacer el principio de tutela judicial efectiva.-
Siguiendo esa premisa, tengo presente que el experto dictaminó que “…los
contenidos de su cuadro psicoanímico de tipo angustioso-persecutorio se relacionan con el
conflicto señalado”; que “Toda esta situación conflictiva favorece vivencias “microtraumáticas”
cuya frecuencia y continuidad en el tiempo desencadenan un síndrome angustioso-depresivo” (v.
pto. 5.1, fs. 354); que cuando la Junta Médica resolvió su reintegro al trabajo en septiembre de
2017, la actora logró una buena readaptación a su trabajo de enfermera, pues ella misma reconoció
textualmente que volver a su ámbito la “ayudó un montón”, y ello denota “mejoría del cuadro
agudo” (v. pto. 5.1 in fine y 5.2, fs. 354); que el diagnóstico era “trastorno distímico, de grado
leve” (v. pto. 5.3, fs. 354 vta.); y que “dicho cuadro, que continúa bajo control psicofarmacológico
en dosis bajas y psicológico mensual, no incide en forma significativa en su desempeño laboral,
familiar y social, por lo que estimaba una incapacidad del 10%” (v. pto. 5.4, fs. 354 vta.).-
Sana crítica mediante (arg. art. 207 CPC, conc. con el art. 207 CPCyT),
admitiré el importe reclamado en la demanda ($ 15.000), considerándolo un valor histórico, vigente
a la fecha de su interposición.-
IX.- Que en definitiva, la demanda incoada por la Sra. Caro prospera por la
suma de $ 275.000 (comprensiva de los siguientes rubros e importes: $ 260.000 por “daño moral”;
y $ 15.000 por “otros daños”).-
El daño moral que aquí concedo ha sido fijado a la fecha de esta sentencia;
por lo que devengará los intereses de la Ley 9041 hasta el efectivo pago. El rubro restante, en tanto
trasunta un valor histórico a la fecha de la demanda, devengará intereses según las siguientes tasas y
tramos: desde aquella fecha, intereses moratorios según su art. 768 inc. “c” del Cód. Civ. y Com.
(es decir, los que surjan de las reglamentaciones del BCRA; y de no haber sido dictadas éstas para
el momento del pago debe tenerse por aplicable la tasa activa); desde el 30/10/17, la tasa emergente
del plenario “Citibank”; y desde el 02/01/18, correrán los previstos en la Ley 9041, los que se
computarán hasta el efectivo pago).-
X.- Que la demandada debe cargar con las costas por resultar vencida (arts.
35 y 36 del C.P.C.).-
Por lo expuesto,
RESUELVO:
III.- Regular honorarios profesionales tal como sigue: Dra. Carolina Jacky
en la suma de PESOS VEINTITRÉS MIL OCHOCIENTOS TREINTA Y TRES CON 33/100
($23.833,33); Dra. Agustina Maddiona en la suma de PESOS NUEVE MIL CIENTO SESENTA Y
SEIS CON 66/100 ($9.166,66); Dr. Carlos Lombardi en la suma de PESOS TREINTA Y SEIS MIL
SEISCIENTOS SESENTA Y SEIS CON 66/100 ($36.666,66); Dra. Mirta Zelarayan en la suma de
PESOS TRES MIL DOSCIENTOS OCHO CON 33/100 ($3.208,33); Dr. Andrés Escudero en la
suma de PESOS SEIS MIL CUATROCIENTOS DIECISÉIS CON 66/100 ($6.416,66); Dra.
Graciela Benegas en la suma de PESOS SEIS MIL CUATROCIENTOS DIECISÉIS CON 66/100
($6.416,66); Dr. Sergio Vignaud en la suma de PESOS DOCE MIL OCHOCIENTOS TREINTA Y
TRES CON 33/100 ($12.833,33); Dra. María Teresa Lamela Olivares en la suma de PESOS TRES
MIL OCHOCIENTOS CINCUENTA CON 00/100 ($3.850) y Dr. Marcelo López Romera en la
suma de PESOS VEINTIÚN MIL OCHOCIENTOS DIECISÉIS CON 66/100 ($21.816,66) conf.
arts. 2, 3, 13 y 31 Ley n° 9131.-
V.- Regular los honorarios del Perito Médico Psiquiatra, Dr. Raúl Eulogio
Rivarola, en la suma de PESOS ONCE MIL CON 00/100 ($ 11.000,00).-
NOTIFÍQUESE.-