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Su área es de 1,142,903 km2, y un área marítima de 988,000 km2. El país tiene una
disputa en las fronteras con Venezuela y Nicaragua.
Hoy en día, Colombia es un Estado democrático con poder público dividido en poderes
ejecutivo, legislativo y judicial.
La moneda oficial del país es el peso colombiano. Su economía depende, entre otras
cosas, de la producción de bienes primarios para la explotación, la producción para el
consumo interno, la producción de petróleo y la minería. Colombia también es
reconocida por la floricultura, los minerales (especialmente las esmeraldas) y la gran
cantidad de agua dulce.
También cuenta con bellos parajes naturales como la Sierra Nevada de Santa Marta,
Sierra Nevada de Cocuy, Caño Cristal (también conocido como el Río de los 5 Colores),
la Isla San Andrés, los Cerros de Mavecure, las Cataratas Tequendama y el bosque
amazónico colombiano.
Las leyes citadas establecen, entre otras condiciones, que la educación se organice por niveles
escolares y ciclos escolares, como se muestra en el cuadro 2.1.
La enseñanza básica (primaria y secundaria) se ofrece a casi todos los niños, pero la tasa de
abandono escolar es elevada. Hay educación básica tanto pública como privada. La población
de los niveles socio-económicos más bajos suele asistir a las escuelas públicas, mientras que las
escuelas privadas son atendidas por estudiantes de niveles socioeconómicos superiores. En
general, el nivel de calidad es mucho más alto en la educación privada que en la pública.
CUADRO 2.1 ORGANIZACIÓN POR CICLOS Y NIVELES DEL SISTEMA EDUCATIVO COLOMBIANO
La Educación Superior también tiene proveedores públicos y privados (sin ánimo de lucro). La
educación de posgrado no se financia públicamente; por lo tanto, los estudiantes de
especializaciones, maestrías y doctorados pagan la matrícula para financiar tales programas. El
ciclo de educación técnica se considera educación no formal, y está orientado a desarrollar una
serie de competencias en el lugar de trabajo para oficios y oficios específicos, y no requiere
que los estudiantes hayan completado la educación secundaria superior académica. Es
ofrecida tanto por organizaciones públicas como privadas y no es considerada como Educación
Superior.
Así, los estándares (Colombia 2006) exigen que el desarrollo matemático no se consuma con
contenidos disciplinarios, sino que se rehabilite la escuela para ofrecer un desarrollo
matemático ideal en el desarrollo del ciudadano: Un ciudadano se forma cuando se aprende
Matemáticas. La noción de ciudadano matemáticamente competente trabaja en las
dimensiones menos pragmáticas en relación con la noción de competencia (saber qué hacer
en un contexto determinado). Esto se hace en la búsqueda de una perspectiva más holística,
donde el foco es la comprensión de las matemáticas por parte del individuo. Por lo tanto, está
el desarrollo de un conjunto de habilidades, capacidades, conceptualizaciones, formas de
acción, etc., que permiten in-formado (formado desde dentro) toma de decisiones con
Matemáticas y de Matemáticas.
Es precisamente una mirada a los reglamentos de las dos últimas décadas que rigieron la
preparación de los docentes en Colombia (Guacaneme et al. 2011) lo que nos permite
reconocer, entre otras, las siguientes descripciones y reflexiones.
Con el nuevo siglo vino una nueva directiva que promovió el paso de lo que es disciplina
específica (i.e. Matemáticas) hacia la Pedagogía, en los nuevos programas de preparación de
profesores de Matemáticas. Esta directiva, combinada con una intensa dinámica académica en
la comunidad de la Educación Matemática en la década de 1990, promovió la apertura de
importantes debates sobre el plan de estudios de preparación de profesores guiados por el
discurso de la Educación Matemática. Esto generó una cierta "rivalidad territorial" entre los
encargados de la preparación matemática y los encargados del conocimiento pedagógico de
las matemáticas, en la que el discurso humanista general fue desplazado o disminuido. Este
lugar para la Educación Matemática se nutrió de disposiciones curriculares consagradas a la
Matemática escolar propuesta por el MEN (Colombia 1998, 2006). Así, las Directrices
Curriculares (Colombia 1998) declararon que la Educación Matemática y Matemática en las
escuelas son campos disciplinarios del profesor de Matemáticas. Se estableció que los
estándares Básicos de Competencia Matemática (Colombia 2006) "…constituyen una guía
para: … la formulación de programas y proyectos, para la preparación inicial de los profesores,
así como para la evaluación de los profesores en servicio" (p. 11).
A finales de la primera década de este nuevo siglo se añadió un nuevo componente normativo,
la introducción del lenguaje de las competencias básicas y profesionales para los maestros,
que trajo más tensión a la dualidad en la preparación de los maestros. Su objetivo es contribuir
a una definición más clara del lugar que ocupan los educadores profesionales en la sociedad y
las exigencias contemporáneas que les impone la sociedad.
LA EDUCACIÓN DE LOS PROFESORES DE MATEMÁTICAS DEPENDIENDO DEL NIVEL
ESCOLAR EN EL QUE ENSEÑARÍAN
Antes del fin del siglo pasado se establecieron nuevos programas para la preparación de
profesores de matemáticas. Un énfasis en matemáticas (LEBEM) fue creado para futuros
profesores de primaria y secundaria inferior. Para la secundaria superior, el programa se
convirtió en un grado de Licenciatura en Matemáticas (LM). Estos nuevos programas se basan
en la caracterización de la identificación y diferenciación de lo que se considera particular para
los profesores en cada uno de esos dos niveles.
Sin embargo, esta transformación no fue acompañada de un cambio en el cultura del trabajo
en las instituciones educativas que contrataron a los nuevos graduados. con el grado de
licenciatura en matemáticas siguen siendo contratados para los más bajos y secundaria
superior, y los que tienen el grado de licenciatura en Educación Básica son contratados
Enseñar todas las materias en las escuelas primarias.
Tal vez la primera referencia a la necesidad de incluir aspectos relativos al uso de las TIC pueda
encontrarse en las Directrices (Colombia 1998). En ese documento se resume la relación entre
tecnología y currículo, y se menciona que el uso efectivo de las nuevas tecnologías en la
educación es un campo que requiere investigación, desarrollo y preparación del profesorado.
Para desarrollar esta idea, el MEN publicó un documento específicamente sobre la relación
entre tecnología y currículo (Castiblanco et al. 1999). También apoyó un gran proyecto titulado
"La incorporación de nuevas tecnologías en el plan de estudios de matemáticas de la
educación secundaria inferior y superior en Colombia" (Castiblanco et al. 2004). Ese proyecto
tuvo varios efectos en los programas iniciales de preparación de profesores de matemáticas.
Algunos programas de preparación desarrollaron actividades complementarias a los cursos
existentes en los que se consideraron la importancia y las posibilidades de la incorporación de
la tecnología en los entornos educativos. Otros programas incorporaron cursos sobre el uso de
la tecnología como medio de desarrollar el aprendizaje necesario para ser profesor o como
instrumentos para promover experiencias innovadoras de enseñanza de los estudiantes.
A lo largo de sus casi dos siglos de existencia, las Escuelas Normales experimentaron varios
cambios que fueron básicamente cambios en la política pública educativa. Entre los hitos más
importantes se encontraban: (i) el momento, a mediados del siglo XIX, las Escuelas Normales
fueron reconocidas como instituciones de conocimiento pedagógico; (ii) en la segunda mitad
del siglo XIX, se crearon las primeras escuelas normales para mujeres; (iii) principios del siglo
XX, época en la que se reconoció la necesidad de una preparación rural para las poblaciones
que viven en el campo, y una preparación industrial y comercial para las poblaciones que viven
en las ciudades, y, en consecuencia, esa preparación se consideró en las escuelas normales y
se crearon escuelas rurales normales encargadas de preparar a los maestros para las escuelas
primarias rurales; (iv) la aparición de las primeras Facultades de Educación en las universidades
del país, algunas de las cuales fueron el resultado de la transformación de las escuelas
normales existentes, 8 y la consiguiente limitación de la función de las escuelas normales a la
preparación de los maestros para las escuelas primarias; (v) la reconfiguración, a finales del
siglo XX, de las escuelas normales en las escuelas normales superiores, con la carga de
preparar a los maestros preescolares y de educación primaria; (vi) la creación, a principios del
nuevo siglo, de programas para preparar a los maestros de las escuelas secundarias superiores
ofrecidos por las escuelas normales superiores en colaboración con las universidades que
tienen facultades de educación, y con el objetivo de promover un conocimiento más profundo
de un área que había sido parte de la Educación Primaria 9; (vii) a finales de la primera década
del siglo, los acuerdos entre las escuelas normales y las universidades relativos a la enseñanza
secundaria superior se han suprimido de modo que las universidades ya no colaboran con las
escuelas normales superiores de modo que la preparación de los profesores es muy parecido a
la preparación en las escuelas técnicas.
CONSIDERACIONES ADICIONALES
LA ESTRUCTURA DE PREPARACIÓN DE PROFESORES DE MATEMÁTICAS EN COLOMBIA
Cerca de finales del siglo pasado una política sobre la estructura del conocimiento profesional
para la enseñanza (Decreto 272 de 1998) propuso que hay cuatro núcleos de conocimiento
pedagógico (educabilidad, pedagogía, estructura histórica y epistemológica de la pedagogía, y
realidades sociales y educativas). Los enfoques curriculares para la preparación inicial de
profesores de matemáticas en varios programas fueron moldeados a partir de esos núcleos.
Sin embargo, en 2008 se reconoció que esos núcleos no ofrecían un referente satisfactorio en
el que las reflexiones y acciones educativas de los docentes pudieran situarse plena y
coherentemente (Bautista y Salazar 2008).
En términos generales, por ejemplo, los cursos de Matemáticas incluyen Cálculo, Aritmética y
Álgebra, Geometría, y Probabilidad y Estadística. El curso(s) sobre el conocimiento curricular y
el conocimiento sobre la enseñanza puede incluir una consideración del pensamiento o los
sistemas matemáticos presentados en las Directrices y estándares Curriculares (Colombia
1998, 2006). Otra posibilidad son los cursos que echan un vistazo a la investigación en la
educación matemática.
CONTRATACIÓN DE ESTUDIANTES PARA PROGRAMAS INICIALES DE PREPARACIÓN DE
PROFESORES
Los graduados de las escuelas secundarias superiores tienen una amplia variedad de
programas de educación superior para elegir (tanto en instituciones públicas como privadas).
Entre las opciones ofrecidas por las universidades se encuentran los programas de preparación
inicial de profesores de Matemáticas para los niveles de primaria, secundaria inferior o
secundaria superior. Así, a diferencia de otros países, Colombia no requiere que los futuros
profesores completen un grado antes de entrar en los programas de preparación de maestros
(por ejemplo, un grado de Licenciatura en Matemáticas Puras). Es decir, la preparación como
profesor de Matemáticas constituye una preparación profesional.
Así, los estudiantes que ingresan a un programa de Licenciatura saben desde el principio que
están siendo educados para ser profesores de Matemáticas. Sin embargo, hay que reconocer
que para algunos estudiantes no es su primera elección de carrera. Algunos aceptan la
admisión en los programas de formación de profesores con la esperanza de que más tarde
puedan transferirse a un programa con mayor estatus social (p.ej. ingeniería). Algunos con
tales intenciones, cambian de opinión y permanecen en la educación del maestro. También
hay que reconocer que los programas de preparación de profesores de matemáticas no tienen
una demanda particularmente alta, a pesar de que hay una necesidad de más profesores de
matemáticas. 10
Por último, hay que señalar que los alumnos de los programas de formación del profesorado
no tienen las calificaciones más altas en las pruebas de admisión utilizadas por las
universidades. Quizás por eso el gobierno ha puesto en marcha un programa de financiación
de estudios universitarios para estudiantes que ingresarán en programas iniciales de
preparación de maestros.
PROGRAMAS DE ESPECIALIZACIÓN
Castrillón y Solís (2009) informaron sobre 36 programas académicos (12% del total) que tenían
un área de especialización en Educación Matemática, Matemática o Física. También señalaron
que un modelo híbrido o mixto presencial y a distancia era más común que simplemente
presencial. Actualmente hay diez programas de especialización en Educación Matemática y
todos menos uno es presencial. Duran entre dos y tres semestres y se centran generalmente
en la práctica profesional de los profesores en servicio. Nueve de ellos incluyen cursos de
matemáticas.
Cabe destacar que los programas académicos de nivel universitario están sujetos a las normas
nacionales. Los reglamentos establecen los objetivos de los programas de especialización,
maestría y doctorado; presentan algunas de las características de dichos programas
académicos; e indican que los programas de maestría tendrán dos modalidades: Uno se centró
en la enseñanza y el otro en la investigación.
Cuando se examinan los contextos institucionales en los que se desarrollan los programas y las
estructuras curriculares que proponen, es posible identificar al menos tres tipos de programas:
PROGRAMAS DE DOCTORADO
LA DIVERSIDAD DE ENFOQUES
De hecho, como expresan Guacaneme y sus colegas (Guacaneme et al. 2013), desde la década
de 1980 se han formado en Colombia varios grupos dedicados a la educación matemática. Hoy
son visibles en la Plataforma Científica del Instituto Colombiano para el Desarrollo de la
Ciencia, Tecnología e Innovación (COLCIENCIAS). Igualmente importante en el desarrollo de la
comunidad ha sido el surgimiento y la consolidación de la Asociación Colombiana de Educación
Matemática (ASOCOLME). Junto con ASOCOLME han surgido otras comunidades y redes que
han ayudado en la consolidación de varios aspectos de la educación matemática. Estos grupos
incluyen la Red Latinoamericana de etno-matemáticas (RELAET), la Red Colombiana de
Modelado en Educación Matemática (RECOMEM) y la Red Colombiana de Educadores de
Matemáticas. El fortalecimiento de varios eventos nacionales de Educación Matemática y la
creciente participación de investigadores y profesores colombianos en eventos internacionales
son una prueba más del estado de desarrollo de la comunidad académica nacional.
En la última década los programas para la preparación inicial y avanzada del maestro han sido
sujetos a procesos de auto-evaluación y acreditación que han revelado sus estados actuales de
desarrollo. Han permitido un importante reconocimiento de la comunidad nacional al iniciar su
proyección en la escena latinoamericana. Igualmente, los investigadores colombianos en
Educación Matemática han aumentado en número y han mejorado en preparación.
Recientemente, la Universidad Pedagógica Nacional y ASOCOLME prepararon un directorio de
personas con doctorado en Educación Matemática. En la lista figuran casi 60,13 personas, la
mayoría de las cuales realizan investigaciones en el país o están vinculadas a él.
De una manera natural la consolidación de la comunidad se refleja en el número de estudios
de investigación y publicaciones en Educación Matemática. Es muy probable que este
crecimiento se deba también al auto-reconocimiento por parte de los colombianos de la
calidad de su actividad académica y la necesidad de ver sus resultados.
CONSIDERACIONES FINALES
De acuerdo con lo argumentado por Guacaneme et al. (2013), la estructura actual del sistema
educativo colombiano y, por lo tanto, la preparación de matemáticas escolares, ha sido
producto de transformaciones políticas, sociales y académicas. En consecuencia, el papel del
MEN ha evolucionado de ser un "regulador" de contenidos, a un generador de disposiciones y
orientaciones que apoyan la autonomía escolar con respecto a la organización curricular. En
general, el sistema educativo ha pasado del ideal de la alfabetización básica al ideal de
preparar a un ciudadano con capacidades y competencias orientadas tanto al saber como al
hacer. En consonancia con ello, se ha dado más autonomía a las instituciones que preparan a
los docentes para que puedan realizar acciones que permitan a los docentes comprender sus
funciones como agentes sociales y del conocimiento de las generaciones futuras. No obstante,
sigue siendo necesaria una mayor investigación para aportar pruebas de las formas en que
estas instituciones pueden acercarse a sus objetivos.
Como sugiere Agudelo-Valderrama (2006, 2008), existe entre los profesores colombianos de
Matemática una cierta resistencia a desarrollar prácticas en sus aulas que se articulan con los
resultados de la investigación nacional e internacional. Por lo tanto, sugiere que las
instituciones de preparación de profesores de matemáticas deben poner en práctica
estrategias que posicionan el cambio como un factor activo. Por lo tanto, los profesores deben
cuestionar sus concepciones del conocimiento matemático, sus prácticas escolares, pero sobre
todo, sus papeles como agentes sociales en sus comunidades.
De acuerdo con lo que se ha presentado en este documento, parece haber un consenso entre
la mayoría de las instituciones que preparan profesores de matemáticas que es a través de una
estrategia centrada en la preparación de la investigación que los futuros profesores de
matemáticas serán capaces de generar continuo conocimiento de las realidades en las que
trabajan. Sin embargo, todavía no hay pruebas suficientes sobre cómo esta estrategia ha
impactado las realidades escolares, las prácticas matemáticas en las aulas. Particularmente
teniendo en cuenta que en los contextos escolares generalmente no hay condiciones
suficientes para hacer investigación, y que incluso aquellos que logran hacer investigación no
reciben el reconocimiento adecuado dentro de la estructura de recompensas actual. Ante esta
realidad, surgen nuevas preguntas sobre la relación entre la enseñanza y la investigación, y la
manera de guiar la investigación por parte de los profesores en servicio y pre-servicio.
Por último, cabe mencionar que en la actualidad tanto el MEN como el Ministerio de
Comunicaciones han indicado una manera de obtener tecnología para destacar las
competencias y las formas en que cualquier profesor puede integrar la tecnología. Así pues, se
espera que la integración de la tecnología en el aula conduzca a la innovación. Sin embargo,
estas acciones de los ministerios aparentemente se han llevado a cabo sin conocimiento de la
investigación que se ha realizado sobre la configuración de redes e innovaciones por diversos
grupos e instituciones que se ocupan de la enseñanza de Matemáticas. Debe abrirse un
espacio para realizar investigaciones interdisciplinarias sobre la integración de la tecnología en
la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas, y deben fortalecerse las estrategias de
establecimiento de redes.