Los ratones
Poema de Los Ratones. ¿Quién de todos ha de ser
Juntáronse los ratones
el que se atreva a poner
para librarse del gato;
ese cascabel al gato?
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
en ponerle un cascabel,
El dentista en la selva
librarse mejor podrían.
dentista
Por la mañana
El dentista de la selva
Salió un ratón barbicano,
Trabajó intensamente
colilargo, hociquirromo
Abril
La tarara
El chamariz en el chopo.
Lleva la Tarara
-¿Y qué más?
un vestido verde
lleno de volantes
El chopo en el cielo azul.
y de cascabeles.
- ¿Y qué más?
La Tarara, sí;
El cielo azul en el agua.
la tarara, no;
- ¿Y qué más?
la Tarara, niña,
- ¿Y qué más?
Luce mi Tarara
su cola de seda
Mar, ¿adónde vas?
Yo..., ¡temblar!
PUBLICIDAD
CHISTES CORTOS
CUENTOS
El elefante fotógrafo
Había una vez un elefante que quería ser fotógrafo. Sus amigos se reían cada vez que le
- Qué tontería - decían unos- ¡no hay cámaras de fotos para elefantes!
- Qué pérdida de tiempo -decían los otros- si aquí no hay nada que fotografíar...
Pero el elefante seguía con su ilusión, y poco a poco fue reuniendo trastos y aparatos con
los que fabricar una gran cámara de fotos. Tuvo que hacerlo prácticamente todo: desde
un botón que se pulsara con la trompa, hasta un objetivo del tamaño del ojo de un
cabeza.
Chocolate y felicidad
Hace tanto tiempo que ya nadie se acuerda de que hubo una época en la que cada niño
Los duendecillos se alimentaban de la alegría de los niños, y por eso eran expertos
Con el paso de los años, los duendes mejoraron sus inventos y espectáculos, pero la
alegría que conseguían era cada vez más breve. Por más que hicieran, los niños se
volvían gruñones y exigentes cada vez más temprano. Todo les parecía poco y
siempre querían más. Y ante la escasez de felicidad, los duendes comenzaron a pasar
hambre.