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La gran historia
Pero el mayor éxito de Harari no son las ventas millonarias de sus libros, su fama mundial o el reconocimiento de líderes políticos y sociales. El mayor éxito de Harari
consiste en haber puesto en primera línea de la agenda cultural una nueva disciplina: la gran historia. La historia, lo mismo que otras disciplinas anexas -la historia del arte o la
historia literaria- se han ido diluyendo en estudios hiperconcretos -un autor, la historia local, un grupo, en el mejor de los casos, un periodo-. Esos estudios -monografías- pierden
necesariamente la visión de conjunto y, con ella, la capacidad de reflexionar sobre el destino de la humanidad. La filosofía de la historia ha sido una disciplina marginal e, incluso,
sospechosa, para el siglo XX. Sin embargo, en los últimos años del siglo XX han aparecido obras magníficas, enormes esfuerzos de investigación y de reflexión. Sus autores han
tenido impactos apreciables en el dominio puramente académico. Me refiero a los trabajos de W. H. McNeill, pero también a los de Fred Spier. La teoría de este último es la
más sorprendente e innovadora. Spier no se limita al estudio de las varias humanidades. Va más lejos, a partir del cálculo del gasto energético explica, en términos de un riguroso
materialismo, la evolución de la vida en el universo, y la aparición de la humanidad como un paso más en ese proceso. Esta teoría solo puede compararse a la de Darwin por su
trascendencia. Los libros de Spier también han sido traducidos, pero no han llegado al gran público. No son libros de divulgación, aunque los puede leer alguien no iniciado en
estas materias que tenga un nivel cultural alto. Desde otras disciplinas, grandes pensadores han venido a converger con los objetivos de la gran historia: Norbert Elias, desde la
sociología (la gran evolución); Cornelius Castoriadis, desde la teoría de la imaginación; Mijaíl Bajtín, desde la estética literaria (el gran tiempo)… Se trata de pensar el destino de la
humanidad sin misticismo (algo que también le sobra a Harari). Hoy esa tarea no es una especulación sin fundamento sino una necesidad para que la humanidad pueda asumir la
responsabilidad que le ha caído encima al arrebatar a los dios caído encima al arrebatar a los dioses el timón del mundo y del universo.