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Las sociedades del mundo están constituidas por conjunto de seres humanos, los

cuales se hallan unidos de forma moral, material, espiritual y culturalmente. De igual manera,
presentan necesidades comunes, aspiraciones semejantes; y fines iguales. Cabe destacar que,
esta conglomeración de seres vivos, se encuentran asentados sobre un determinado espacio
geográfico, el cual es rígido a través de un conjunto de normas de carácter jurídico,
previamente establecidas por instituciones y organismos que ejercen el poder de manera
legítima, permanente y jerarquizada.

Toda esta estructura mencionada anteriormente, se conoce como Estado, cuya


responsabilidad de su manejo, estará a cargo de un gobierno que deberá articular de la manera
más apropiada, las ideas adoptadas con el fin de concretar una serie de objetivos. Es necesario
aclarar que, las decisiones implementadas por todas estas autoridades, así como también el
comportamiento de los ciudadanos integrantes de dicha nación, se encuentra regulada por
una ley fundamental conocida como “Constitución” o “Carta Magna”

Del mismo modo, ningún Estado existe si otro toma por él sus decisiones, es decir,
todo Estado requiere de autonomía y fuerza para ejercer y defender sus decisiones dentro de
sus territorio; y sin obedecer poderes distintos de los suyos, debe tener la capacidad política
y jurídica de auto-determinarse, crear y aplicar un ordenamiento legar propio, vinculante y
exigible. De no poseerlo podremos estar frente a una colonia, un Estado asociado u otras
formas de dominación de un Estado sobre otro.

Esta cualidad esencial de cada Estado, se conoce como soberanía, siendo el poder que
tiene el Estado para conducirse dentro de la Constitución y la ley, sin otro condicionamiento
más que su propia voluntad. La soberanía en el orden interno de la nación, se conoce como
“supremacía” siendo la capacidad de mando no condicionada por otro factor de poder real
dentro del territorio. En cambio, en el ámbito internacional, la soberanía recibe el nombre de
“independencia” y supone, al contrario, igualdad frente a los demás entes de su propia
naturaleza.

En lo referente a la soberanía interna o supremacía, esta se basa en ubicar a la


Constitución de un país jerárquicamente por encima de todo el ordenamiento jurídico del
mismo, considerándola como Ley Suprema del Estado y fundamento del sistema jurídico. En
Venezuela, la supremacía tiene su basamento legal en el Art.7 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela donde se establece que la constitución es la norma
suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que
ejercen el poder público están sujetos a esta constitución.

Por su parte, ser independiente quiere decir que no se necesita de agentes externos
(otros gobiernos, transnacionales, colectivos…) para tomar decisiones de índoles local, en su
sentido más general implica la libertad, y por eso debe ser un valor muy importante a
desarrollar en todos los países, pues solamente cuando todos son independientes puede haber
una verdadera paz.

Paz que actualmente no se puede concretar, debido a que las grandes potencias del
planeta, así como también transnacionales, idearon un nuevo mecanismo de “guerra no
convencional” para beneficiarse de la explotación de aquellos países con pocos recursos
financieros. Esta forma de sujeción se fundamenta en mantener a determinadas naciones en
una condición de subdesarrollo y estancamiento indefinido que imposibilita una autonomía
plena o integración digna con el resto del mundo.

Estos abusos de poder existen, debido al monopolio creado en el mercado


internacional por las potencias y grandes empresas, donde los países menos poseídos, deben
acudir y someterse a las directrices establecidas por “el fuerte” para finalmente poder ofrecer
y adquirir bienes y servicios que permitan satisfacer las distintas necesidades presentes en su
territorio. Es decir, existe una independencia política pero no económica.

Es por todo esto que, se debe trabajar en que las personas de todo el mundo, pueda
desarrollar su vida sin la dominación o sometimiento de otra persona. La libertad permite al
ser humano tomar decisiones, hacer elecciones y construir su vida. Sobre las cosas que
elegimos hacer o no siempre existe cierto nivel de libertad.

La libertad forma parte de los seres humanos y es uno de los principales motores de
lucha de los pueblos. Con la abolición de la esclavitud se cree que todo ser humano es libre,
pero esta es una falacia, pues la falta de libertad existe en la forma de trabajos forzados,
explotación infantil y laboral y esclavitud sexual.

La libertad requiere de valentía y puede verse limitada por genética, enfermedades,


por el ego y por prejuicios que no sugestionan y nos hacen creer que debemos seguir
determinado rol social. Cuando un individuo logra liberarse de este tipo de cadenas mentales
y sociales, es verdaderamente libre.

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