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[$ITüRI&L
Chowk¡ Azouri

EL PSICOANALISIS
Traducción de Milogros y Piedod Cregui
Adsptoción de Ricardo Topio

ACEilfO
IDITORTAL
iunrcr

I5TRÜÜUCCIC}:{ 9

i. PRE}TISTüRIA DEL FSIÜÜ;T¡;ÁUS¡S 13


Las eiii'ere¡rtes rupt*ra$ cün el saber cc'¡istitrii-
f l.n

do 15
R$ptura eon la psicrlagia 3' ia fihs*fía h]
L* r'uplura riln la hipnrsis 16
La ru¡:tur¿i cün i¿¡ rneCicina 1?
EI reencnentrs eon Chal.rot: la hipnosis 19
Sl trabaja con Sreuer Zü

II. EL }iACIh{IgNTÜ }EL PSICOAUÁUS¡S 2*


El eiicuentra con Fliess 27
La interpretación de los sueños 3ü
C*ntenida rnanifie*lü-cuntsnida latente 3i
Hl sueú*: la realización cle un des** inc*irsciente 31
La cen-*ura: defrrnrar:iqln dei sueno 32
ta eiabüración del suenu: despla¿amientq;, cnnd*n-
sacitin ¡'figu¡acién 32
Primera *dicisn: febrera lggs Lin suena iie niñ* 33
$egunda edición: diciembre I ggs La puesta en escena rJei suena 3$
Tbnera edici*n: octubre f g9# .,Fsieepatalogía de la vida cotidia¡ia,' 34
Cuarta edición: juti* tg97
Quinta edicion: diciembre lgg1
La palabra de ia verdacl ton:a 1a clelantera a la *tra ,34
EI espíritu, el incanseienten la risa 35

ITI. L,\, ÜONÜfiPCIÓ]{


*T^^
FREUNIA}üA }EL APAIIA.T{i
Diseño de cubierta; ,A/fanso fruana / César Escolar n^T^T
rbt{.{ L ILU É1

LIJ
5

L,n lugar psíquico $eparáclo rle Ia ci:nsriencia 3$


I-a abreaccién -v el mét*d* calárquicr:
q Marabout {Betgique}, 1992 La represión
39
4rl
€l Acento Editorial, 19gS I!s .: nrirl'rÉ¡'n
y¡ ¡ ¡¡¡ vÍ u
trirrir.r
a uiiil + 4A
Joaquín Turina, 39 - 28044 Madrid
Ei inconsciente 4i)
El precr:r:scientc 4ü
El c*nsciente 40
Csrnerciali¿a; GE$MA, SA - Aguacats, 4A - Zg*44 Madrid La cen-qura 41
l-,1legisti'r¡ durámrcu 4t
l$BN: 84-483-0l,87-4
El regisrro ec*nón:ico .{1

Depésito legal: M-39408-1 gg8


EnergÍa libre 3, *nergía ligada 42
Fataccmposicién: Grafilia, SL t*s prcces*s primar"ios v k;s pr*{:e-s*s ser:undarics .43

lmpreso en EspañaiPrinted in Spain La r:r:fsión se,.:ual 44


Huertas lndustrias Gráficas, SA El impuls*- el fin, la fu*nte v ei *bjet¡-i de la pulsian 45
Camino Viejo de Getafe, 55 - Fuentabrada {Madrid} l,a fase oral *CI
Necesidad, den:anda ,o desccr 46
La fa-.s anal 4i
La iase fáiica v genit ai 4ó
f$* está permitida la reprcducción total o parcial de este libro, ni su trala- El perínd* cle lat*ncia 51
rniento informático, ni la transmisión de ninguna fcrma o por cuafquier medio, La misis de la pubert*d ,5i
ya ssa electrÓnico. r¡resánítCI, por fotacopia, por registro u otros métodos, sin
Pr"rlsiones sexuales y p*lsiones de autc¡c*nser','aeién 5i
sl permíso previc y por escrito de los titufares del capyright.
Prir:cipic' de prlacer r' ¡:rint:ipin drl r.p¿llidad 52
ri]
El narcisismr,l 'JlJ

q
Libido del yo y libido del objeto 53
u. Lo$ APORTES TEORICOS DB JACSUES
L TACAN 85
Pulsianes de vida y puisiones de muerte b1
La segundn tópica: yo, ella y superyó 54 ta teoría del sujeto 87
88
La identificación 55 !o imagi4.ario 90
El ideal del yo y el yo ideal 5S Lo simbólieo
Angustia y represién 0b La secuencia ausencia'pre$encia de la madre 91
La metáfora 92
fv. EL ENFOQUE, PSICOANATÍITCO DE tAS La metáfora paterna 92
NAUROSIS, tAS PSICOSffi Y LAS $,s1,s2ya 9S
PERVENSIOiqES 5V ta rnetonirnia del deseo 94
g4
La represién y eI retorno de lo reprimido 59 Lo real
El fantasrna 95
El síntonna ñ9
La negación de la realidad, la ausencía de represión, El objeto {a} 95
La forclusión {repudio) del nombre del padre 95
el rechazs a la exclusión 6S
La represión original 61 g1
La histeria 61
Vil. LA PRÁÜTICA NEL ANALISI$
La escucha 9g
Dora 61
eq El sileneis 9g
La vertiente defensiva vtu
La neutr*lidad del analista 9g
La vertiente ofensiva 6s
La atención {lotante 100
La histériea y el amor 63
La asociaeión libre de ideas 100
La histérica y ei analista 84
La interpretación 100
La maternidad, principal rnisterio de la ferninidad 64
El diván 101
Ln neurosis obsesivn bü
102
El caráctEr anal 6S El pago
La duración del análisis 102
El síntorna obsesivn s6
10s
ta fanta*ía del obsesivs 66 Las sesiones de duraeión variable
La curación 1ü4
El obsesivo y el analísta 67
Los fines de un análisis 104
La neurosis fóbica s la histerla de angustia 67
105
Las fobias 6? La necesidad de un análisis
La estrategia fébica en la neurosis fdbiea SB
vlil. tA FORMACIÓN DEL A}{ALI$TA 10?
La paranoia 69
109
El presidente $chreber y los alunrnos de Freud 69 El análisís Beisonal del analista
La interpretación de Freud 70
Análisis terapéutico y análisis didáctico 109
..El analista no se apoya más que en sí mismo (se
EI delirio de persecución ?0
110
Ln erotomanía ?0
autoriza Por si mismo)"
La teorÍa de Lacan sobre el fin del análisis 110
¡

El deliria de los celos, de la envidia 70


La rnegalornanía 7A
El analista se autoriza por sí n'rismo y por algunos
otros 111
El punto de vista de Laean ?1
111
La esquizofrenia ?1
El control o la supervisión
11c}
I l&¿
El detirio: una tentativa de curación 7z
Sl pase
La melancolia 73 La institucién psicaanalítica y la identidad impo-
La introyección 73 sible del analista tla
"Yo te perdono del dano que te haya podidn hacer" 74 IX. PROBTEMAS Y PER$PECTIVAS 115
El pemeffio y el analista 74
Sl eneuentro entre Bsicoanalistn y psicosnali- El analista y la EuroPa de 1992 TT7
La falta de diploma del analisia 11?
nsíi'a 75
y la
Las asociaciones psicoanalíticas, la gamntía
V. LA TRANSMISIéN NEt PSICOANÁIIS$ forrnación l1?
POB LA IT{STITUCIÓN 77
La IPA 7s
X. EL PSICOA}IALTSIS EN ESPANA 119

La estrustura de la iFA 1s BIBLIO&RAFiA 123


Las dos nsasas organizadas: la lglesia y el Ejército 80
La reproduceión de los analistas 80
La teoría del fin del análisis en la IPA: la iden-
tifreación con el analista B1
La críticn por parte de L*ean úe la inflación
imagfnnria en el p*icoanálisis 82
INTRODUC{ÉN

fll psic*análisis " nacié de Ia unién de distintos factarss qlle llel,aron


a Freud a sondear la psicoiagia humana buseando ias iuusas qne
pridieran explicar ciertos f*nómen*s aparentemente sin sentidn,
rült1ü eran el sint*ma histéric*, ei suenü, el acto faiiido o el iapsus,
Ei psicoanálisis n* nacio en su tctalidad de Ia rabeza de Fieud"
Sj bien es cierto que se puede decir esto también rie otras eiiscipiinas,
pel'fi. el psicoanálisis ,y su lransmisión. es inclusn niás irnporlarrte
ei senalarh ccmc este librc tratará de hacer. Lo que Freud déscubrid,
ei incansciente cümn causs del sínt*ma, del suen* o de} iapsus" na
e1*ja de estar olviiiado por ei iranrbre que nada quiere sabei de ello.
Y, en primer lugar, pcr el prcpio Freud.
Es pasible que nas ha3'a legad* esta herencia parad*jica. A ics
analintas, de enlerrar 0 rle desenteruar can ó1, Y para todas aqueil*s
que entierran * reprimen ei mennaje freudianc. ia instiiución ana-
litica tendrá ei primer priest*.
Yoh.iend* a l*s textas freudianos, en sü ,,trrelta a Frelld,,, Laean
ss pusCI a desenisrrar. ], pür tanto a perturliar. Yoh.ió a dar a esüa
frase de Freud tado su aisance: ,,Ei y* nü frs ei liiaestr'{r úii su
morada"" Y si Ia institución se üpuso a *1, e$ {ius el , o acupó un
lugar central, invadiendolo tcdo y desb*rdand* la práctica del aná-
lisis al igual que su tearía, He aquí s*bre tcds el parqué, a mi
entender| no se puede h*y iraiiiar rie Fr'e"Lid sin liablai' ianibién de
t"
Lacan
For snpuesto, he traiado de no haeer un resumen, d* hecho im-
posible, del psimanálisis. Tal ernpresa habría dad* la impresión de

" Las *xpre-<iones psic*auálisis r. análisi-*. p*ici:analistii 3. analisüa. s*n de


ardinario utilizadas inciistintam{:rnte a la hara de c}es*ribir. el *bjetc: de esre
Iibro, t¿¡¡rto por k:s estudir:sr¡s colrlü por l*ri profesi*nalel.
' La crientación del ¿rutur del ]ibro es la de un discípulo de t¿:can, lo que
*bligaría a corregir 3' matizar mr¿chas de sus afirn:ar:itnes, l.istas de¡de t-rtra
p*rspectir.a psicr:analitica. ',El psic*análl*i* n{,} e$ hija de }a especulaci*n. sina
el r'¿sultadr.¡ rie ia experiencia; y por e$a r¿r¿rir¡. c{-}rno cail* nuevo prricluctr.r t{*
la ciencia. e*tá inc*nclu**.' il-r*ud. 191iJJ. {-lai¡e decir que se rr-int{i de ur:a
expelienria particttlar: ia de un¿l r"elación hun:ana erltre un srljeio ex¡:erimen-
tador tFreuci¡ un *bjet* rlel experin:enta {Freud mismo, r'istr¡ a frar.É* d* ]a
"v
c$rre-{pondenci¿l c{.¡¡l sr} aurigr: Flierss. r: Ios pari*nras d* }'r*L¡d, l. Él de ;ru*}\r(}
re{l*,iadn en su-{ propio* pacientesi, I}e eilo se hace egiriente que. q*ierl qniera
repetir el expei'imentc para vol'i'er a hallar el psic*analisis. debe r.olver a Freucl.
tanto cüulr.f ponev su Fei'sona en juego en *tra relacrün analitica panicr-tiar.
'fcrJos l*s analistas que |ran seguido c*n slls apol'taei$nes y diecr*pancias ia
do*trina psic*analitica han debido ¡'ealiear ambcs experiment*s. *ci¡r llegar a
rotuiar su r,rielta a F'reud corllü tal. "1'han caincidido, r] nü. cün aspectcs divsrs*s
del psic*a¡ráJisis cle Freuci. Al fin v al cahc¡, es el psic*análisis. cr¡n las rr.es
pilrres básir*s de sz¡ teCIriu que Freud exige sean admitidos p*r aquell+s que
puerian .,cünial'$e entl'e ios p-+igs¿r:ajisfas,'. es eiecir. ..ei supuesre¡ cie c¡ue existen
proce:iCIs animic¡rs iur:onscientes,. iF¡'eucl" 1923tt ..ia cl*ctrina rie la r.esis¿encia
:¡ de la r*presiÓn,,i "la sexu*lidad y r:l e*rnpl*jg de ErJip*.,. Este psic*anáIisís
inc*n*luso sí surgiú tcdo artnad* como Ateneil cle ia cabeza de Zeus. aunqlrp
aún ncr existier"a rrlr Per-.e¡¡ que le riLrseq*iara cün la cabeza de Medusa para
su escuri*. Cr¡n eil: t¡iiielu ri¿r' a eii¿etrd*r ciÉe Laca¡: ¡tn fi¡r el ünico Pe::seir.
íFi*ta del arlapt.ador". )
EL PSICOANÁLIS¡S INTR()DUCC}ON
un vuelo por encima nás 0 neno,c conpleto, ppl,o hubiera tenidn al puamente el re-rultado era la cifra número 1.le$, Se trataba efecli'
pisqg tiempo el inconl'eniente de -.ei' impersonal r,. por tanto, en6- l,"aillsnte de la cifra tles, En ia tereera figura"dispuse ias cerilla$ en
joso. He tenido. por tanto,, que exciuir la pie*encia **¡:tido contrario al anterior: cuatro se orientaban pa:alelamente
úe algunos auto¡es
que han mal'cado el p.sig6¿¡álisis. Ilélanie l{iein o D. iV. \trIinnicott :'ar'j.a ellos tan solo una hacia rní. Desplrés de pensárselo durante
"v
son tan sólo citadqr, 3, nq he hablado pal'a nada del psicoanálisis -arg* tiempo, un cierto nen'iosisno se apoderó de mis amigos. iEra
infantii, por" ejemplo, ni de la que ahoi'a s* ilanra el psic*análisis *i r:iimero de cerillas más numeroso en Lrna direceión u otra el que
aplicado. ;irierminaba la respuesta. independientenente de que estuvieran
Espero itnicantettte que e-qte libro provürlue interés al lector ..obr.e *iientadas hacia ellos o hacia mí? Dicho de otra manera ilas cuatro
,
el psicoanálisis. A partir de aqui, tadas las puerta.o le serán abiertas. i*:'illas dirigida-t hacia elios l'epresentaban ei veetor principal por
se:' ei grupo nás numero$o, o la cerilla que xriraba hacia nrí debía
El iuego de lss rifros chinss r*iirarue? Algurros dijeron, de nue\'o, la cifra del nirmero tres.
lli asentimiento les procuré un gran aiburozo. La lógica que de-
Cual{c, lejos del mundo clei psicoanálisis. nis amigos me pregunra¡ i*rn:inaba el juegn les parecía clara.
que rlistingrre a é-cte rie. la piiquiatría o de la psic'ologí;'me tienta f,n la cuarla figura, dispuse ias ceriilas en circulo, en ei sentido
muchas tr:ecüs proponerles un juego; el juego ci^e las dfru* chinas. cie las agujas dei reioj. A1 unísono, todos nris amigos anunciaron la
Aún recientenente, discutimas sobre la importancia del incons" cifi'a del núnrero einco. Era exacto.
cjenrc. .v del deterntinismo psíquico. EI recuerdo de sus clases de Üispuse entonces dos de las cerillas en sentido inverso, dejando
licenciatura o sus recientes lecfiiras cle perióclicos, animaron a mis ias otras tres en su posicion. Tocio ei mundo gritó: iuno, Llnü.,. es
amigos a tratar de polemizar conntigo: eianálisis se lia rueltc inirtil. ia cifra unol Tres menos dos igual a uno.
existen otros nrétoclos más eficacer más rápiclos. comg *on ial El juego parecía fácil ¡.' mis amigos me preguntaban en qué podía
-v
terapias conductistils. Ciertos programas teier,,iiiyo, i*r ¡u6i*n cgn- lepresentar el psicoanálisis. iSe trataba trivialrnente de una lógica
vencicio incluso de ia necesiciad dé r'ol¡'er a la hipnosis. ciei senticio?
Escuchándoies, me he dado cuenta de que, norcnta anos después
de la publicación de Lrt intarpretariott di !t,s sÍteíils, de Freud, ias
No mó$ gpuesicrs..,
resistencias hacia el psicoanálisis na han canbiado prácticamente
nacia. A partii' de aquí, las cosas se coinplicaran. Ningiuii: de mis arnigas
Les pregrrnté .si iecordab¿ln ese juego que nos intrigaba tanto encontró la cifra que representaba las cinco ceriilas dispuestas en
cuando éranos pequenos. L no de ellos ie acordaba vagañrente. Ha- forma de rombo, Tamprco nadie encontró la respuesta cuando éstas
bía olvidada su sentido ) su elesarrollo. Los otros nd'lo conocían, estuvieron coioiadas corno si fueran una.rueda- de bicicleta.
Se traiaba ciei juqgo de ias cifi'as chinas. Este juego na tiene lada L*na cieria perplejidad se apodei'ó de la atmósfera rsinante. óQué
Qfe ler con las cifras o ios nombres chinos en ií m]smos; de hecho, había sido de esta !ógica del sentida descubierta par nris amigos y
obtiene su nombre cle su aparerlte complicación que ahara parecía abandonarles?
L*! pedí a mis amigos que se ,qentaran en el suelo fo¡mando Lln Las figuras se sucedieran; la forma de dispaner ias cerillas se fne
círcuio a rui aireciedor. Coioqué cieianre de eilos cinco ceriiias. Se haeiendt más complicada cada veu, \'3,'-a nadie estaba ccnfbrrns ccn
trataba de que ellos adivinarán el núrnero que éstas poclían repre. ios prinrerüs r&zonamientos ni con las primeras deducciunes.
Desde el uno hasra el cinco. No rrrás que los deflos rie una Dispuse de nuevo las cerillas en forma de círcuioo en el sentido
tr}j:: de las.agujas del reloj. Corno esta figura )a había *alido, rnis amigos
respondicr*n con alivic que ia cifra númerc cincs.
Lo búsqüedo de una lógira Cuanclo ies respondÍ que ss iratal¡a del número dos, la perplejidad
dio pasa al desconcierto. iCómo una misma figura padia representar
Comencé coiacanclo las cinco cerillas paralelamente, con la cabeza dos números distintos? E*qta les parecía totalmente ilógico.
mirando haeia nií. ilespiiés de algunoi segrurdos tie'refl**ión, iorio Algun*s de uris arnig*s abandanersn? mientras otras hiciersn un
el rnundo con'ino en qúe.se^tr"atába de la cifra numei'o .iggo bijá Rueyo llamamiento a la raeón. Después de todo, existen algunas
que sí. El juego ies paiecía fácii: la direccion de las cabe;ü'derei. palabms que puederr tener dos significados diferentes; incluso, en
minaba la respuesta. palabias antiguas, ese signi{icado puede ser opuesto.
La siguiente vez, cambie eJ seirtido de una de las cerilias r.cuisqué Entonces- ipor que no Jas cifras eliinas? Para alguno de mis ami-
su.extremo 19jo rnirancL) hacia ellos. Ei tiempo de reflexión fd ;it; gos! era la serie de figuras la que determinaba la solución, inde'
más largo. Algtrno de ellos respondio que la cifra cuatro. $u razo- pendientemente de la f*rma particular dada cada vez a las cerillas.
narnientü era nru.Y sitnpie: ias cerillas que miruban haeia rní deter- Dicho de atra manera" despues de la cifra cinco, siempre $e presen-
rninaban la l'esi:ucsta. Para los cleiiiás,-la cifia ei'a el núlnei"o [r,e-i. taba la núrnero tres, 0 bien, después de una. serie ri-e d,o-q a tre,q
Si quitaban la cerilla orientada hacia eilo** de las otras cuatro, ló- cifras, y0 anurlciaba siempre la misma respuesta.

r0 11
ll-slgg*11. sls
Esta nueva llamada a ia razén les tranquiliz*, así ell{is m*
.i,
pidieron que cantinuara el jueg*.
.
Las figuras sigriienten tur,teio)r rln efecto cie desconcierto total:
ninguna lógica ies ayudaba ya a enccntrar una s*iuciún ,,
La inquietud se aduenó de rnis amig*-q, riue n0 se p*dían
.va estar
quietas. Algun*s se levantar$i] pára pirar *l3u*gu; ut.ou .*,ubiarcn
de sitio.
repente, Ios.ojas de una de Hris amig*s se pu.rierün a l:rillar.
- _De
llfe miraba c*n aire ineréduio. No s* atrevia siquiera a anuneiar
que había entendida. Terrniné p*r decir ia ciira cor¡ecta y, a parlir
de_entances: nü se r'oiviü a equiuocar.
Progresivamente, cada unn á su ritm*, mis amigos se fueron clando I
cuenta de la simplicidad de la solucion: mientraJtenían la r,'lsta frja
sobre las cerilias, f.áscinad*s por las ciiferentes lormas que tt-lnaban
y b.ajo la presién del pensamientc lógico, $is arnigos no veían FRTHISTORIA DEI PSTCOAilfAH$tS
Qilc,
treinta centímetro$ F*r detrás, .1'* les indicaba. rnn lcs dedns rle mi
manü derecha apo¡'ada en el suelo. el númer"o {¡Lle eilos debian adi-
vinar.

Charvki Azouri

' H-ste ej*$rplc inrlttce a Fensi]l' qur 11ü r,.xjste lógica o 1*; irlg:.rna ri*l p*n-
sanriento que dÚ rur-'ntí¿ ri* i¿¡ s¡:liici*¡r hu"*cari¿r. sin*
eilp *:iti1 I'eslirlesta se irail¿¿
simplelnentil eil otl'a pilrte i' )u uln{ixii-rn c¡¡n i* rlrte c,bs*,-tulrr,,ls r¡n el lugirr.
qle las rerillas f* il]et'antenre azal-usü o
alE¡¡t*ri¿i. e,_iizá ¿:lic .*¿:i1 así en ia lin_
güi*tica de $;¡rtrs*r'*. dr-incl* Ia t'i:J¡rr:ii¡¡r entle r,1 sig*ificante f isitlie de las
cerilla;
ila ¡:al*bra 7¡?s,!{tt }'e} significads busc,i:r{o ¿ri que 3iude, la r.if}'a cl-Lina cürrFs-
pnndient¿. {r: ei lr:ue}:ler ¡r.r¡s¡¡ de nii c*rnedru.¡. r.r
¡lura¡lien¡* i:rbitrar.j*. crln-
renci*¡ral. Esta cüIlcepiualizariúlt t¡slt'uctur"ai de la lir:giiisticrr h:r jr,rggrla .,n
irnportante ¡:apel *n la ter¡riz¡at:ió¡r larc¿ini¡n;r.
Nc abstante' F'l'ei-id püne ruuch* nlás cuiclario *¡ definir. y descril:ir ll'ras
l*¡'es dc tran*.fbrm¿1clt'rn. u d* era,ü:erci<in. cle u:r e¡i¡¿rciqr qlre tio ¡e \.e. rrl rie lr:s
ci*dos, el del significario incon-*r:iente que liam"lrá ,r:rrn¿enido lat*nte del suein...
a ctl'ü espacir"r visii;ie. el tie l¡as ct'riliar;. ei ric i¿r r:r.lnsriencia qu(]. É.n ese rr";$niento
{}'l'ei¡<i. lgi}ili, se ila¡¡la **rrtr:t:jd.o m;¡¡lifiesto del sLrt:r'r*}.,. hil]ij*c¡r r:l c*njrinto
dr lst*,t icr-,nden*aciiiil. d*:,pla:amientl}" nrilinlli{¡t-titr} pú¡ ia figrrrahi}ici*d y cla-
br¡r'*rción se*l¿¡:ciari*l ¡'*ri-i:e un n*mbrc: ,tr:¡h,,¡* dei
-.r¡*;-rü,.. l* qLle, ¡:e;:"*:it+
h¿:lrla-r de i"tna itigica del inr:*ri*cie¡rtr¡. {,irarias a j;¡ cxir,ts¡;ilia de estg lugic*
itit*rnR pr.rc{eliiis d*cir q'r:e'la i*ier¡irei.ar-iún ¡:sicoii¡¡¡líljca as¡:ixr ¡r ser.cieniifjc¡l;
*qjn*. .*¡:ri* un n¡-tr\¡*.iu*gi; de iiad*¡" lll. tjel A.¡

12
L*s diferentes rupturss (on el ssber
conslituido

i-,,; ásüllrbl'oso del juegu ele ias manos. Es el inconsciente ei ver-


;:i,l'ai cirinas descrito en la in- dadero cenlta del pensamienlo
::"r.;'*uccién e$ la simplicidad cle ciei hornbre. Esta tercera herida
-; =..*lución. Está ahí
para quien narcisista plovrlca una serie de
*i:i*t'ilvet'la, pero nadie la r.e. La lupturas con las *oaberes cons-
s':¡;uciiin está simplemente cles- tituidas,
i*niracia respecto a la colacacién
ii* ias ceriiias. La respuesta no
*s:É alií iracia donde miran ios Rupturo
i;g'a.ii;res. Está en oira parte. 1," con la psicologíc
*¡a ¡ltra parte está, sin embargo, y ls filosofis
i?r"ra" E*tá a algunos centírne-
ii'ijs v. por tanto, nadie la ve. Después de constatar la ¡rrirna-
Tt:cii¡ el mundo está ocupado eía dei otro lugar. además des-
*ilsrarrcln alguna otra lógica, del centradc. v enunciando que ,'el
-*exticlo o del razriüamiento. ):o no es el maestt'o de su mo-
E-rta oci-rpación está favcrecida rada,', el psicoariálisi*q no puede
l:':r la lascinación que ejerce la rnás que resutrtar antipáticc a la
f*r¡na ¡' colocación de las ceri- psirolcgía, quien, pol" sli parte.
ii*¡" Los jugadores, cuanda de-q- aiirma que sn io refel'ente a ella
cilbren que la solución al juego l* primordial es la consciencia,
pala pcrr otra parte, experimen- -v enclrentra. como dice Freud,
ten un desencanto. una desilu- que ,,la noción misma del psi-
sion de la misma importancia quisrno inconsciente e* contra-
que la febrilidad que les había dictoria',. Para el psicoanálisis.
acompaúaclo en sus pesquisas. la noeión del sujeto ¡tensarete,
De¡cubriendo el inconsciente propia de la filosofía* e$ radicai*
i'cr:nstatanda ia resistencia que mente subvergiva. Esta subver-
síón encontrará su desetrlace, su
Fr'*l'üca st¡ descubritniento, resultado. con Lacan. Ya no es
Freuri llegó en 1917 a una de-
clucción. Y así, si con Copérnico
el sujeto de la cc¡rsciencia quien
piensa, sino que este -*ujeto es
¡' üalrvin la hrimanidad había
pensado en otra parte. Este Iu-
srifrido dos heridas narcisistas,
gar e-q aquel del Otro donde el
ia tercera le fue infligida por el
sabel inconsciente eJ rechazaclo.
psicoanálisis.
El sujetc se define por su reia-
lriosotros podemos ahora efec-
ción ccn ese ütro lugar. .1'así La-
tivatnente constatar que, en ei can hablará del sujeto dividido"
tercer casü, se trata, sobre todo, incompatibie con el sujeto de la
de una descentralización inso- filosofÍa clásica.
portable para el espíritu hu- El juego de las cifras cirinas
nano. Copérnico deirruestra que nos da una buena idea cle la ilu-
la Tierua es más pequeña que el sión por encontrar Lln centro,
Sol v que además gtra alrerfeclnr ilusión en la que la p*ricologla
de el y nü al contrario. Darwin está encerrada. Como los juga-
propope una continuidad fik¡- d*res fascinados por las cerillas.
genética que hace del mono un ei psicólogo está presCI en una
antepasado del hombre. Freud. iógica unificadol'a que igrtora la
en {in, descubre bue la concietr- división del sujeto y que nü ve
cia no es el lugar que detet'mina que lo que se dice a través de la
y callsa el comportamiento. el fbrrna que toman las cerilias
pen.samientCI y el lenguaje hu- está pensado en otro lugar, y ello

15
ÉL PSICOANALISIS PREHfSTCRIA DTL PSICOANAL|SIS
sin ninguna referencia de sen- tiempos lógicos, definidos por rl*;:crsir o a la sugestión retoma aqueilo que pasa en un lugar
tido. Lacan, acompasan la duración *', ";gar, la posición de} maestro donde los dedos del director del
Dicho de otra forma, el in. del análisis así como el tiempo ,';;r sabe )', que dispone de su juego indican ia solución al enig-
consciente, el Otro, puede jugar de cierta$ secuencias completas :¿ ,lduría. El se conlporta como ma del síntama" Par"a sanar una
con las palabras tal,v como éi las donde el paciente comprende io ;* r :r:aestro que se sitíra en el infeccidn intestinai. el rnédico
oye, a la manera de un niño que que acaba de ver y alcanza una ;;.ar de su pacienie, quien por deb*, en primer lugar, diagras.
se divierte y que no respeta la conclusión. Estos tiernpos nos :; Farte no lo sabe. El efecto ticarla. El médico tiene mucha
seriedad de los adultos, seriedad permiten ya percatarnos de por ,,::xediato de este Ciscurso es el más necesidad de signos que cle
que está aquí representarfa por qué el análisis dura tanto, ** :'*confartar al paciente den- síntomas. É1 no neJesita'sabel'
la lógica del sentido, común y :"r'.; iie sus propias resistencias: qué fantasía,, más o menos cons-
convencionai, de las palabras Lo rupluro ,,Y* no sé de dónde me viene rni ciente, o qué fantasma ocupaba
que utilizan los hombres entre
con lo hipnosis lri¡-i*iiar,,, ditá. "Comc él {mi te- al paciente eu ei mr:ruento en el
ellos para entenderse. El psico- :ap*uta) lo sabe *dado que me que el dolor se desató. Para el,
análisis perrnitirá descubrir este Una de las rauones de la actual ,=*ica de forma inmediata cuál ei signo clínico hace una inrne-
lenguqje olvidado, reprimido, vuelta a ia hipnosis radica en el ;* ia s*ir¡.ción*, la c&usa Ce r¡i diata l'eferencia a una causa
pero en cualquier easo siempre reproche que normalmente se le .if*rmedad me es, por tantr:, ex- anatórnica, histolégirra ci bicquí-
activo. hace ai análisis de que dura de- i*r"r]&,', pensará sin saberlo, en mica. El cuerpo nü funciona ¡ta
Volviendo a Freud, y tras masiado tiempa. Ahora bien, el ir.: ignorancia. ,,Dado que mi normaiment€, la que provoca la
enunciar que este lenguaje nc analista que cedÍera a este re- nai*star no prücede de mí, yo aparición de un sigrro clfnico que
está hecho para la comunica- proche.l'recurriera a la hipncsis ui, pinto aquí nada", permitirá ai méclico, a cambio de
ción, Lacan acentúa esta herida se comportaria como un con- Ei ]azo que ss establece con el iclentificarlo, el saber a partir ele
narcisisth. proponiendo como ductor de juego irnpaciente, que ;+::apeuta, puesto en el lugar del qué nivel el cuerpo yá no firn-
nueva aportación teórica Que "ei no soportaría el tiempo que se j.lltrü todopoderoso' no e*tá pre- ciona más.
inconseiente está estructuradn toma uno de los jugadores para parado pal'a rompsrse. Como'¡e- Para el anali*ta, sl .síntoma
como un lenguaje,,. El incons- fijar las cerillas, para buscar Ia :*i*cls, si la suposición de un sa- hace referencia al su.1et*: le re-
ciente está en las palabras. Na solución en su rnismo sentido y ber del analista es necesario presenta. A través cle su sínto-
está ni escondida ni enterrado. para gncontrar apoyo en la Ió- ffi&, el paciente trata de for-
Fara el desarrollo del análisis,
grca. El llegarÍa a coger Ia cabesa
"El inconsciente no tiene pro- pi"ar,ocando este fenóureno cü- mular una verdad que se le es-
fundidad,', nos dice Lacan. rle su jugador para volverla del en lo suce-sivo bajo el capa, pero que insiste^ sin ent-
lado de 1os dedos de su mano. =*cido
Como en el juego de cifras chi- ::cnr.bre de transferencia, la es- bargo. por hacerse entendel'.
n&s, está aquí para aqueilos que Sería como si le dijera: *En fin, p*cificidad propia dei psicoaná- Ahcra bien, esta verdad es in-
guieran verlo. Pero, justamente, esto es lo que pasa,. Si se com- lrsis reside tanto en el anáiisis s*lente, escandalosa, dado que
nadie quiere verlo, nadie puede portara así, el analista daría un ttitrt* en el deseniace o solucién trastcrna. t,urba el arden esta-
verio. Como al Sol, no $e puede salto de noventa años hacia de esta transferencia. Y no es blecido del saber. Y, en primer
mirarlo de frente. $e corue el atrás para reencontrar la prác- F*rque el anáiisis de ia trans- lugar, ei del propio conocimientn
riesgo de quedar cegado, corno tica de ia hipnosis. íereneia quede incompleto, prc- clel srijeto, quien tiende siempre
Edipo. Como veremos algo rnás tar- v*cándoles a los propios analis- a rechazarla, a oh'idarla, daclo
Ai mismo ritmo que los ju- de, si la hipnosis fue necesaria ias para con ellas mismos .y en- que esta verdad es insostenible.
gadores fascinados por las ceri-
pare dar nacimiento al psico, ::'* ellos un odio pasional y un
snálisis, si fue gracias a ia hip- Y es insastenible dado que re-
llas, el paciente que viene al aná- *.nlor sin fin, por lo que se jus- cubre ei sexo. Esto es 1o que
nosis como Freud pudo salir del tifica el retcrno a la hipncsis.
lisis se tornará eI tiernpo nece- Freud tertninó por entender a
diseurso médico y sospechar ia lfuchas de las nuevas terapias
sario pai'a desplazar su rnirada través de los síntomas de ics his-
existencia del inconsciente, fue re inspiran o se basan en la hip-
y para darse cuenta de que el también ia ruptura de Freud téricas. Esto hablaba de sexr-),
enigma que lrata de resoiver, el nosis y Ia sugestión para obtener
con la hipnasis Io que permitió pero por detrás de los prapios
enígrna planteado por su sÍnto- aigÉn tipo de acceso directo al
al paciente consolidar los logros paciente$, sin saberla ellos mis-
ma y por el cual ha iniciado un lugar de la verdad, La especifi-
que el canocimiento del incolrs- rnss.
análisis, no estaba ni enterrado cidad del análisis reside, al con-
ciente le pudiera haber procu' Ahora bien, para que esta ig-
ni escondido. Estaba ahí rnismo, frario, en ei respeto de la divi-
rado. sión del sujeto.
nolancia no ataliera a la cans-
presente a través de las palabras ciencia. no la perturbara, ha sidc
Que se yuelva actualmente a
que utilizaba para e¡plicar su la hipnosis como la solución que necesario durante siglas ,,&fü-
sufrimiento. Lo ruplurE dar,, a los pacientes a reprimirla.
permite acelerar el tiempo rle" (on lq medisins
El analistao cuya función pri- cesario para un an¿ílisis pone en Bste fue el rol de tados los sa-
mera ha de ser la paciencia, debe realidad de manifiesto una nue- Et discurso médico s€ funda- beres establecidas'que han com-
dejar ai paciente el tiempo ne- va farma de resistencia aI aná- n:enta sobre Ia exclusidn radical batido la histeria, siendo hoy la
eesario para que éste vea, com- lisis. del inconsciente. No tiene seri- medicina el últirno bastión de
prenda y concluya. Estos tres El terapeuta que recurre a la tido para el médico ocuparse de esta lucha. A pefiar de las apor-

16 17
EL PSICOANALIS{S
PRTHISTORIA DEL PSICOANALISIS

taciones del psic*análisis, la ¡le- disciplina cllre ns priecle ser ü,i: ¡elación a otras di*cipli- visión del sujeto en la ilusién de
:*s" i *i tiebemos
situarlo rela- un centro que estaría del laclo
dicina contiuira r::eclicancla a las transmiticia en los banc*-* de la
:-,;*::le!:i$ respecto al juegu de de la* cerillas; si ia hipn*sis .1"
histéricc*. univer¡idacl. Cada ar:alista debe
.;s ;:íra* chinas, ei psicoanáli.:is terapias moder"nas que la uti-
la**
Para comprender las rnzünes situarse. cümi) lo hizo Freud en
,=:..*"i;e dei lado dE una línea di- lizan van dir*cta¡nente a lqrs cle-
de esta resistencia ai análisi*, el arigen, c0tn0 paciente 3' así ;,::.::':s. de un¿l barra que sepa- d$s de la mano n0 rü$petanetro ei
que no ha cambiaclo firndamen- reinvr:trta.r ), repruducir el des-
:;::.-r ias ccrillas de los declos. El tie*ip* necesal"io del sujeto para
talnrente clespues cle casi cien cubrimiento fi'eudiano. Esto fue
.:.,*:+*¿¿¡iálisis resp*ta la divisién llegar e su propic sal:er inc*ns-
años, eñ importante inclinarse J* q$e le hizc¡ decir a Laean: ,;:r;,* i:*ltiia en ei sujeto y qrre }e ciente, la especificittad del psi-
sobre lo¡ cbstáculos qr,ie Freucl .,El psicoanálisis es intransnri'
,..'i*it* cieg* al sailer ineonscien- coanálisis rsside en el respeto
encontró en sll camino, v subra- sible... Cada psicaanallsta está rlel tiempü necesario del sujeto
;* ürig lo deternrina.
var qlie estos *bstácul*s. ssta*q obiigaclo a reinventar ei psico'
5l ia fiiosofia. las humanicla- para encilutrarlo '', Si no, na hay
resistencias estallan, en prinrer análisis,,,
:*.i ]'la nredicina se fundanlen' ni curacién ni transt¡lisión de la
íérmino, entre los su3'cs. Cili- He aqui a Freud er1 presencia
-*,.n tcbre un rechazc de la di- teoría analítiea.
camente, y puede que sea esto cle un saher que en primer lugar
el factor {undarne*tal dei cles- Y¿l a rechazar. pera posteriar-
cubriniienta freudirrno, Fl"eud nlente tuu.y pr*nto I'eclgsctt'
identificó, en el pr*¡:in m*r'i-
"Y
brirlu comi] nn sabet' que ie era El_reencuentro csn Chsrcot¡ lE hipnosis
rnienta doncle descnlrrió etr in' ¡:r*pia. Y si é1 rechaeó este saber
c*nsciente, la {irerza que le ein- con horror. fue claramente ptlr-
pujaba a sí ntismo a no de**cn' que se trataba de un saber sc¡bre .{:':iss de ir a París, en octu}:re algrrn dia" Paraielamente. Freud
hririo. el sexo. lür: será hasta l:a"ctattte-t ,:,* i$S5, Freud lral¡ia hecha empezaba a dudar de slts pro-
Esta resistencia al incnnsei*lr" anos despiies. cuatrdo Fliess le ;,r*s prácticas de psitluiatría en pias cualidades. Se preguntaba
te tamó en Fteud dif'erentes forr htrble de la bi¡exualidad, pre$erl' *. ,:*:'vicic de S'Ie3'nert en Yiena cómo había p*dido desear ser un
fi1as, inclu3'endo ia fori::a teó' te en t*clo ser humano, cuancl* j" Lina sustitucién en ttn asilo * genio v, siempre a su prometida,
rica, e*mü Yel'eruQs cou la teüría Freud recünozca que su aYf,r- ;siqi:iátrico privaclo. AIli $e escribía Qrtfl ,,no s*3'ni siquiera
de la seduccién. *ión neurr¡tica por la concepción ;r',:*ticaba la hipnosi* de forrna muy drtad*", y que su capacidad
Inclusr: aquell*s que estaban cle S'liess estal:a ."ju*tamente cli- :::'***CIria, Pero fue su reencuen- de trabajo residía sobre todo
más cerca del canina qi,te t*mó rigrtla contl"rl la idea de ia biser rj",-¡ c*$ Charcot lo que trastornó Btt ..€1 caráeter en una ausen'
"v
Freud, comü Charcat n Breuer- x¡-raiiclacl a la que ínrputamcs las ;i::,::plef an:ente su acercamiente¡ cia de deficiencias intelectuaies
de*pués de de*cubrir el urigerr tendencia*u a la repre*ión,,. * la hi,;teria, .1' constituyó. por lnarcadas". Podemos rier gn esta
sexual de la histt:ria, 1' prol:a- Cl*l:stat¿1ruüs, por tanto.
en *"i d*cirlo. el eieme¡rfo prinror' idealizacion de Chareot, opuesta
blernente pCIrclue k¡ descilbrie- Freud un ¡:rimer movilniento rle *i*1 de la prehistoria del
.1r
Pisicc' ai sentimiento por el que Freud
rr-rn, tetracedieron anle este fe- retr*cesc, els resistencia csntra ;.-;4:;\l\
se suheiirimaba a sí mismo, las
nómenr:, cüffio en el caso de ia concspción d*l *rigen sexual *esde un punta de vista Per- preurisas de lo que será algunos
Breuer, o bien n* lanzar*n Xracia de ias neurusi-o. pol'qrle se ti'a- *i¡r:al" Frerrd estuvo profunda- arios más t*rcle la Primera
acielante su$ investigaeirines, tal:a de hecho ctel origen sexuai :**$te marcado pnr ia persolla- transferencia, la transferencia
c0m0 Charcot. DE hechs, Sreuer cle la neuLt-¡sis del prcpic Freuri. iidad de Charc*t, hasta el puntn original sobre Fliess.
tenía la costriml:re de decirle a Como cr.ralquiera de ios .iuga- d* rsrribir a sri prometida que Fero la relación de Charcot
Freud, a propésito cie la histeria: dares delante ele las cerilias. ningún otro ser humano le ha-
cür1 sus histériccs debía llevar
..Se trata siempre de sstret{}s Freuci. en priiner lugar. clesvió *i* afectaclo jamás de ia nrisma a Freud, en este misma mr:-
i::anera, Üe esta forma, ñ me-
de aic*ba", Igttalment*. Charcnl sn mirada rlel lugar que *cuPaba vimie¡rt* de admiración a $u
ia verclad. l*ir: r,icl la verdad hasta rlida que avan¿aba.Y se desarra-
nlul'fi1r"lraha a sns aiumnüs: "Es maestro, a id*ntificar*e también
ei ni*ment* en que la investi- Ii¿ba su estancia práctica en Satr-
siernpre la co-*a genital. siempre, csn sus pacientes. 0ctsve *fan'
gaci*n de su prr:pio incsnsciente
p*lribre, Charc*t se le aparecía
*iempre.,.,,.
raCa r,ez más v inás extraordi- noni nels ha en$eúad* a refo-
Cuando Freud cuenta esic¡" le tanraba la delantel'a e $u Prc- nocer estü identificación co$TCI
pia elaborsción teórica dei in- n*rio. Freud estaba "feliz de sel'
,subra"va su soi'prfsrt 1' .*u incre- *tro eiernento prirn*rdial de esta
ell genei'al. Así, *i subtrdinaclo de este homhre'.,
cluliclad aute las revtlacicnes de crxr¡ciente a quien deseaha podel parecerse meztla explcsiva, que llevará a
slls maestras v ilega incluso a Freud pudc decil' del sabet' que
-cenrur&r su einisma". Es éste le fuc tran*mitirio por Breuer 3'
el punt* más importar:te del Charcot que ,,étr había asimilado
descubrimient* freridiano' que rus transtnisiones iclénticas, sin
n$s permite csmprencler cúnro cümprenclerlas. 3' éstas *e ha-
cada paciente debe rehacer su bían despertadn en é1 a lo largu
clsscublitniento. .v también nils cie los anos. para revelarse un
perrnite entender la e*Peci{ici' dí* courcl una cclncesiÓn original
dacl del psicoanáiisis eil tantrr que le pertenecia en plopiedad".

IB
rL PSICOANALISIS PRTHISTORIA DEL PSICOANALIS¡S
Freud a descubrir el psic*aná- par-ado de la consciencia... sin ,:',,,*br-:rar c{)n el en io clue sería bía pragrcsivanrente lagrar su
Iisis. que mi yo *cepa nada ni sea capaz :fi t""r{}{tft ¡srima conún: Eslu- ruptrira con la ideología médica,
Freud sufría prohlemas psi- de intervenir para impedirlo ". ,tl ,;:;'¡ r¡fj:t"¿ lct histgrig, Pero antes Conuciendo que er1 trianc,1',
cosomáticos y se autocalificaba Aunque nada anunciaba aún ,:* *ot*, Freucl habfa afi'ontaclo Ber"nheim Liébault utilizaban
de neurasténico, Este srifri- el deseubrimiento del incons- ;:r; i:erí*clo de soleclacl extrenra
"v
Ia sngestirin, con y sin hipnosis,
miento era necesario a la hora ciente, se puede constatar, sin ,::, *i acercamiento -v el trata- para fines terapéuticos *algo
de escuchar y comprender el su- embargo, Qu€ esta separación de :-.:.:iiCI de -cu.s pacientes, que n0 había aprenclitln eon
frimiento de los otros. Pero no Ia consciencia, io mismo que ia *espués cle su estancia en Pa- Chareot-, Freud hizc¡ alií unas
se trataba de una simpie com- {ire¡'za que Freud suponía a la :.;. Il'eud ;e instaló como neu- prácticas de alguna-* semana$
pasión. Este sufrimiento nc era parte separada, constituye. por :',,i,-:g* privado. Los pacientes. de durante el verana cle i889.
el estigma de nn¿l enfermedad así decirlo, el nacimiento del ,:-llrnes se ücupaba eran recha- Lo que había constatado cerca
cualquiera, en el ;entido en el concepto dei inconscienie. A pe- :.i'*+s por su c<ilegas méclicos, de Clharcot-qe confirmó nrás arn-
que se entendía nclrrnalmente sar cie quc Freud no concebÍa l,qerlr* qusría ¿r eso$ histérica-* pliarnente durauie sli e-,,tancia
en Ia medicina. Era el producto aún esta parte separada como ¡;ill* desconcertal:an, desenca- en i\Tanc¡i: Freud recibió .,lss
de la clivisión del su"ietc. el efecto aigo común entre los hambres :::;::aijan la niedieina. ciado que rnás fuerles impresíones relati"
de un conflicto psíqr-rico interno. normales, Iñ no pridía mirar _v ::'r:-r*ntaban síntomRs que no te- vas a la potiibilidad de existencia
Ahora bien, si Freud era aún in- estudiar a los histéricos comc Í;¡ii1 ning"ún respeto por ia alla- de pr:tentes prücesüs psíquicas
capaz de darse cuetrta dei origen ante-s. i,iirliii ), Für tanto. por la propia pre,sente,t. aunque ocultos a la
de su sufrirniento uniéndolo a Si las palabras del hipnotiza- ::*ciicina. cort-sciencia de los hambres,,.
una divisién de su psiquismo, ¡i elar tenían tal efecta somático, si Para curarles, Freud tenía a Durante lus cuatro anos que
podía, sin embargo. cornenuar a ei cuerpo podía reaccionar de tal i:- disposiciéri r*rs meclios téc- -cepararon los dos viajes a Fran-
constatar en los hisléricos de fnrrna b'ajo los efectns de un pen- :::'r{i$: la electroterapia y la hip- cia. Freud había, sobre todo, ex-
Charcct los efectas de esta cli. sarniento olvidado, se tenían ias :i'sis. Hr-r3' cle¡:risa. abandonó el perimentado la hipnosis con fi-
visión. bases elernentales para abordar i.r:"inier{:} de elios .,antes inc}uso nes de investigación. Lo que
Para sus demostraciones, en 1o sucesivo la histeria desde ;ii* }'Ioebius hubiera prof'er"iclc buscaba se refería a la hi*toria
üharcot ponía a su$ pacientes en un ángrrlo científico ]¡ acercarse =;ls
palabras liheradoras: el éxitn y gestación de ios síntomas his-
un estado de hipnosis similar al a 1o que sería ulteriormente co- i*i tratanrientc¡ _'cuando $e térico*, y refünocía hab*r" ras-
sueño. Podía entonces sugerir- nocido l:ajo el término de con- ¡:.esenta- rlo **e debe más que treado en esta dirección iiajo ia
les compcrtamientos,v sintomas versién. c*nversión de lo psí- * iir sugestión rnédica',. influencia del doctor Breuer.
que otros pacientes sufrían. Po- quico a io sornático. F'reud dará Pcdenos pensar que este pe- Freud había conocida a Breuer
día, por ejemplo, provocar pa- ess paso. pero será necesario el :'jt-rd* está totalmente cacluco. cnando aún estaba en el labo-
rálisis o cegueras. Tcda ia pa- interes y el trabajo preliminar L]*sg:'aciadamente, muchos mé- ratnria de Brúcke. Holnbre de
noplia de problemas histéricos de Charcot para que la histeria ,'*it*s r:ontinúan tratandr¡ a los pre*tigio {onro el que más en
padían asimismo ser reprr:duci- se vuelva creíble.
listericos sin dal"se cuenta de Viena. ter:ía catorce anos más
dos. Charcot hacía también Ia Freud no dejó de comparar Ia
qiie *1 principal re*qultado que que Frcud. Les rinió una gran
demostración de que. bajo hip-
autoridad de Charcot intervi-
i"'hiienen se dehe a la sugestión antistad. ¡'Breuer a.1'udó mucho
niendo en .,favor de la autenti- *nlu): fi'ecuentemente involun-
nosis, los síntcmas histéricos cidad v la objetivitiad de los f'e- a Freud en los planos tanto ma-
podían ser sanados.
nómen{is histéricos" a la acción :aria* que ellos ejercen sabre terial como científicc.¡. En la re-
Después de constatar que histérica de Pinei, quien iibera s'.is pacientss, g:acias al resorte lación íntima entre esto$ hom-
Chzu'cot poclía provücar v anular a los .,alienaclos'. de sus cadenas. *,.*neiai Que e-q ia transf'erencia. bres. Freucl del:ía tar:rhién ad-
los síntarnas cürl el solo efecta También el reencuentro entre Pero, en 1885, Freud no había rnirar rnucho a Breuer, lo que le
de sus palabras, sin que los pa- estos dos hombres puede ser :+riavía identificado kr que seria bízo mu)' *oensible a :u influen-
cientes gualdaran ni el minimo consideradr: comü el momento r::ás tarde ei rnotr:r principal del cia. Pero si en la reiación con
recuerdo, Freud supusü la exis- álgtdo de la preliistoria del psi- análisis. la transfbrenci¿r. y así Charcot. io mi*cmo qne con
tencia de un pensarnienta ,..$€- ccanálisis. r'*ntinuaba practicando. comü Breuel', Freud n*s mueslra bien
rnedios terapér"rticos, la hipnosis su disposición a la transf'erencia,
r" ia sugestif¡n. El mismo reco- no será con esta arnistad con la
El troboio (on Breuer n*cÍa ei lado f'ascinante de la
i:ipnasis r.. el .sentimiento de ple-
epre tendrá ia ccasión de des-
cul:rír ls esencia misma riei fe-
nü pader que ésta puede prü- nérneno, Es en ia relación de
El profesor Jnseph Breuer, uni- del desinterés de Charcot por clirar. Ccmo, por atro lacto. los Breuer con Anna O. en la que
do por amistaci con Freud desde este caso, Freud, de vuelta a \¡ie- ;:siquiatras continuaban clesde- Freucl tur'ü. ¡:or printera vez. ei
hracía una decena de años, le tra- na, piclié a su amigo informacio- ::alldc¡ 1' cansideranclo Por iPrai tiempo clisponible para obien a:'
bía habiado de un casü de his- nes más arnplias" Vivarnente in- ia hipncsis, la chariatattería, a lo que posterioi'mertte será teo-
teria en 1882, e,* decir. tres aúas teresado por el caso de Anna O., ir:s histéricos I'a los médicos que lizac{o bajo el térrnina de trans-
antes de su viaje a Parí*q. A pesar Freud per.:uadió a Breuer para re ocupaban de ellcs, Freucl de- f'erenr:ia I' cantratransf'ereucia"
20 2i
EL PSrcoANÁlrsrs PREHrsIORtt DEL lllccAryAl¡sts
De forma eniginática. Breuei' cientes. más en particular de las
guardaba silencio sobre el re- histéricas, clel:ieron ponel'
.-:;-*,,iisos en cue*tión tenían una bién la cle ia neurastenia, Corno
a ."-:r':eronnotación sexual, lo qne el se autocalificaba de neriras-
sultado del tratamiento que ha- Freud scbre la pista de sus prin- ::'*'iipitri su conticcioll f'ue un ténico. vet:los hien c¡ue la inves-
bía emprendiclo cün su paciente. cipales conceptos, lo qne hizo de-
:::-:i;n:*na justamente de orden tigación deipsiqr-lisuro cle,sus pa-
lüo tenía tampaco intención de cil a Lacan que ,,Freud fo{ó sus '-:,=::i:*'€¡zcial.¡, delante del cual cientes se a{:ompañaba de una
hacer pirblieos ios resultaclos cle senas de iclentidad en el deseo l::'-ier habÍa retrocedido. Llna investigae"ión sobre sí mismo.
sus observaciones. cle las histéricas'' '. ',
+; tn* los sintomas de Anna O. Fue segurümente estu io que le
Para Freud. la obsen ación de El rnétodo catártico, en la me- :,:i;¿rn desaparecido ¡' que ella a.1'ueló a comprender ei sentidn
Breuer era inapreciable, de gran dida que nü emplea más la su- ¡,i:¿'*fr. par así decirlo, curada, sexual de las sintomas, p€iro
\'alor. pero para sel creíble desde gestión para sanar el sílrtoma.y
'-,i.; l*rde Breuer fue iiarnado de taml¡ién la dirnensión transf'e-
un punta de r,'ista cienlilica, no deja al paciente libre de decir lo ,;:g*ncia a su cabecera" Ella es- r'encial de la relación terapéu-
se podia quedar en este único que quiera. se puede considerar ,.;it* en un estado cle confirsión tica.
caso: había que confit'nar la ex- corno el origen del psicaanálisis. - ;;ii'ía cle vioientos doiores ute- El dÍa en riue lrna de sus pa-
periencia de Arrna O. con otros Sin enrbargc. dos nocianes r';::*-i. Breuer la interrogó y ob- cientes le ..echó los brazo¡ al-
casüs similares. Esto fue io que esenciales están ausentes en la :.:'"'ii cle ella ertas palabras ex- rededor del cuellü,,, &l clespertar
le empujó a no buscar más que concepción de Breuer: la repre- ::":i;rclinarias para la épcca: ..Es- cle una sesión de hipnosis- Freud
en este senticlo. sión v la sexualidad, :;,ri¿] al niúo qlle terlgo del doctor tuvo, nos clice él rnisnc. ,,el es-
Breuer había curado 3' sanacla Si Breuer no sabía realmente l:='"ier' ,. píritu lo suficientemente fi'ío, en
a furna O. de parálisis, de con- lo que provocaba los esiadus hip- In su carta del 2 cle junio de ianto que é1 acababa de .sanai'
tractul'as, de inhibiciones y cle noide,s, por qué la consciencia ":ttZ! a Stet'an
:tt1'] Stefan Zweig. Freud I.'reud sus males con dificuitad
dificuitad. para no
altelaciones de la con*qciencia. estaba de esa fbrma separada, de .r:"te
Ít_,i,J:
.j precisión
) r.,,:-.lifi.& r.t'rrnit:.iÁr.r o^hr*^ estos ins-
sobr"e o¡trr¡ in¡- ararlr.a.r:ru n¡t¡t
col*car este crrnr¡on en la
suceso or" I
cuenta
ltrHUfi
Bajo hipnosis. la paciente recor- dónde procedían esos pensa- .;:ies emocicnantes
:;:ies ettroci qure fueron de rni irresistibilidact pei'sonal".
daba todo lo que se ref'ería a slls mientos inconscientes y que era *. r;rigen de su descubrimiento. Podemos nosotro-q añadir que
síntcmas. En estado de vigilia, lo que se podÍa encontrar bajo ii ia conjuncion de estos dos este ,,espíritn *uficienteffiente
cansciente, no era capaz de decir la hipnosis, Freud estaba so- ;:l:::entcls la que puso a Freud frío', constitu¡'e Ia erigencia que
"va
nada más. Breuer liamaba a es- bre la pista. Y precisamente en . ,bre la vÍa ciel origen sexual de uno tiene cara a cualquier ana-
tos estados de c-cn$ciencia esta- el mismo lugar donde ia actitud ,,- s prrlblema$ histericos. Y fue- lista, J e-c por lo que el anáiisis
dels hipnoides', Parecía que de- cle Breuer. quien no quería Ea- l*n, en cierta fornra, las reticen- de un nnalista es una condición
trás de cada síntoma Lirl recuel'- ber, le parecía enignrática. ::*: rie Breuer -ho,t' dir'íamcs necesaria para que éste puecla
da particular había sido reteni- Dos elementos clínicos fueran .r". rüsistencias- a recoldar el anaiizar a su$ pacientes ''. Antes
do, oh'idado. 3' a tral'é-q de estos a as*ciarse para i¡ldicarle el ca- .::: ciei tratamiento de Anna O. de ser_alalizado. \r p{rr tanto de_
estados hipnoides, el hecho de mino a Freud. ,','s indicadores determinantes, satado, t-'i amar cle la tran-cf'e-
recordar aquéilos provocaba la En la historia de Anna O., ;.,iallte cle ia llave que tenía en rencia tlehe liegar en ia cura
curación del síntorna. Esta re- hubo url ,quceso de importancia .; :*ano para forzar sus propias comCI coirclición de su clesarolk¡.
memoración se asolnpanaba de capital. En la cabecera de su pa- : t:istencias -v clescul:rir ia etia- Respecto a Freud, si no padia
una liberación de uft:cto. )- dre enfermo, la paciente de i,-'Sa sexual de las neurosis, al tadar.ia estabiecer de forma pre-
Breuer llamaba a este rnétodo Breuer dejó entender que .,ella :¡xai que la naturaleza del fe- cisa el lazi: de union entre los
catarsis 0 purga, La paciente le quería esconder a su padre su ::*meno hipnótico. Breuer huvó efectoE cle la inr,estigacién que
dio el nombre cle rfesft¿rJlina- estado de agitación )', sobre
núenta,ll{ás tarcle, Anna O. bau- todn, su ternura 0 carino in-
r- abandonó a
^&ina O. Freud, desarrallaba sr:bre si mis¡na v la
ilils' su parte, estaba delante del ciistancia que marltenía frenie a
tizo su cura con Breuer como quieto hacia é1". En el lugar del
-iiiilc-+o primordial que iba a ca- la transfereneia c1e su paciente,
Talking Cure, cura por Ia pa- pensamiento o del impulso re- :acterizar el tratamiento anaií- sí habÍa captado ,.la naturaieza
labra, dando cle este modo Ia chazado habían aparecido más :.ra: el anlor de transferencia. clei elernento místic* a.gitánclo.se
más bella clefinición del ¡rsico- tarde los síntomas hi*téricos. i,Qué es lo que permitió a detrás de Ia hipnosis,', ]', ',cüfl
anáiisis como terapéutica. Más Si Freud había somenzado por F¡'eurl {arzar su$ prüpias resis- tal cie apirrtarlo o al tnen*s cte
tarde, los hallazgos de los pa- suponer que los pensamientos c irncias? aislarlo,', decidié ¿rbanclonarla.
En su Presentución autobirs- Veinticinco años má** tarde.
rld/ira t1925 ),, Freud cuenla Freud compar'ó ei estadt) amrl-
' E-cte.do hipnt:ide': e¡tadr¡ de cnnsciencia que se cal'acteriza ¡r*rque el sujeto
parece estar eonsciente ¡'despielto, perü posteriorr:rente no t'ecuerda Io acon- ';iimo su experiencia se había en- roso con la relación iripnótica
tecido durante diciro perí*du: t¿irnbi*n se han rlenomiuado e-ctadr')s d.isociatitos,
r-iquecido a través de una his- doncle el hipnotizaclor e.s puesto
seprndos, s cle doble ct-in*ciencia. iI. del A.i :';i'ia clÍnica que no era itnica- en el lugar clel ideal clel "vo.
t ',Emm1' von N. nle dice. cüll expl'esión de, desccnte¡lto. que no ciebo estarle nrente la de la histeria. sinu t¡un- Freud abandonó, por tanto. la
preguntandr-r siern¡:t'e dr rlór"ld* r'iene L'sto ]' r'$to otro sín de.iarle contar ir: que
tie¡re que decirne. Yt: corlvengo en ello", 'IIiss Lucy R. no ea¡'ír sonámbula
r:uanclo intenté hipnotizarla. Renuncié entonces al sonanrbulisrno e hice todo
No obst¿nte. ello queela ro¡nr] una cle las grancles ctte¡ticnes de la pliicticrr
el análisiü t.on ella en un estaclo que $e distingrtir'ía a¡:enas del nolmal', tFreucl. piicoanalítica. d¿rdo que.:e tr¿1ta n'lenos de )a ir¡"*:sisliñiiidexl p*r';i)r,r¡1 ¿leri ¿¡tir¿-
Breuer, 1895r. ili. de} A.l i.rs r¡ue cle su irnplicnr:ión e:r la lelación tr¿nsf'ereuci¿rl. il\" rlerl ,\.;
22 23
rL PSICOANALISIS
hipno-ris para separar o aislar el sultar ser el método psicoanáli-
eiernento amoroso que se agi- tico de investigación dei incons-
iaba detrás. Pero comCI la irip- ciente. Freud conservó de la hip-
ncsis proporcionaba Eandes nosis ia posición del "paciente
servicios en la investigación psÍ- estirado sobre una cama de re-
qtrica de pacientes, ,.poniendo a poso cletrás clel cual se sentaba.
su disposición un saber del que lo que le permitía ver sin -{er
eilos no disponían en el estado lristo',.
de COnScienCiA", l'pAra preve- La investigación de ios re-
nirse frente a las dificultades cuerdos oividados cle ios pacien-
que irían surgiendo, Freud re- les era posihle, por tanto, sin
cordó que, en l';anc1', Bernheini hipnosis, Fero gracias, sin etn-
estaba persuadido de que el sa- bargo. a aquello qlre había po-
ber obtenida bajo la hipnosis era dido ser descutrierto desde el
de hecho conocido par sus pa- ernpleo de este métado pür
cientes. En efecto, _Ya que, des- Breuer: la asociación libre de
ideas que ei paciente se debía de-
pués de las sesiones de hipnosis,
cir a propósito de todo k: que n
Bernheim empujaba a sus pa-
cientes a recordar, persuadién- concernía a su sintoma.
En cuantu al amoi' de ti'ans-
doies de que eilos estaban en po-
sesión de estos recuerdos. Fara
ferencia, llegar"ia a ser a lc larga [L NACIJITIIENTO Dil PSTCOANÁuS|5
de ia historia dei psicoanálisis el
ayudarles les colocal:a la mano elemento motor y el principal
sobre ia frente, Y .,los recuerdos obstáculo en esta investigación
olvidados reaknente volvían,,. del saber oividaclo. Porque lemía
Freud decidió hacer let mismo. las desbnrdamiento_c pasi*na_
Pasando él mismcl por esta etapa ies de Anna O, y retrocedía de-
de la imposieión de las manos trás de es¿e fenóme¡ra capitai,
ssbre la frente, abandonó la hip- Breuer', a su rnarlera) hai:ía
nosis por aquello que iba a re- puesto a Freud sobre esta pista.

24
fif encuenfro con Fliess

Flies*, ese ,,nr*dicucho,,. €de


,,acariciad*r rle nariz',. como le
llamaba Lacan, era el más in-
dicada pai"e aparecer ante ios
ojcs de Freud cümü Lrn supue$tü
sabeclc¡r sobre sexo. algo que
Fre¡,rcl planteaba, püro qr-te aún
11ü e*taba preparlldo pal'a ad-
rnitir. Salro *c0t1 sorpresa, in-
creduliclad. incluso avei'siérl.,"
cúIno el mismo dijo.
Freud rec*n*cié ulteriormen-
ts estos sentimientos cüm* el
testimsnia de su propia resis-
tencia a la cunsideración de este
saher sobre el sexo.3, la avc.rsion
c$nto el indicador más segurr: de
utl cleseo sexual inccn.sciente
qlle rlo puede explicarse cle nin-
guna otra manera que no se¿r
b4ic una forma inr.ersa.
Fero, csntrariamente a Char-
cat f, sq:bre trd*, a Breu*r,
Fliess iba a escn*har a Freud.
Iba a escucharie de-oarroilar sus
ideas e hi¡:óte;is más atrevirlas
I' asadas, pernritiénd*le plügre-
sir,amente trunsfbrir sus prapias
representaciones inconsciellte$.
su$ pr*pia* palahras. su$ pro-
pios siErificacloseie nn lugar que
le era inaccesible. el lugar del
Otro, el inr:anscienle. hacia un
lugar donde aqueila se v*h'ía ac-
cesibie. subjetirable.
Ca¡trc deberían ser los ar:alis-
tas a la hora de escnchar a .:us
paeientes. Fiies* no üpCInía a la
imaginación de Freud más que
una resistencia ínfilns. encar-
nanclo" **gun ia expresi*n de
D. An¿ieu, *i .pcln de la mini-
nra i'esistencia.,.
la se- Perr¡ iqr"rién er"a e¡rtoncer
Fliessl)
Otrrrinolaringólaga, 11 ilheim
Fliess estaba instalaclo en Berlín
-v conoció a Freud en sus prác-
ticas de 1887. L,:s dos rnéclicos
estal:an ai marg*n de la mecli-
cina oficial. La* ideas de Fliess,
su interes por la sexualidad -Y su
vafu:r para def'el:dei' sll$ hipóte-

27
r_L
fsl:rcANAfllf rL NACIMITNTÜ DTL PSICÜANALISIS
sis incitaron a Freucl a revelarle 3, Flie,{s t*nía turl¡rs las carac- Fl;.***: '.A peñar de t*cia, rne l*s perí*d*s que hs separaban _y
las su.yas plopias sin mndera- terí-qticas ¿1e ia relar.ión anaiíti- , **::;jr *!u)' aislado, rientÍfica- que é1 calificaba de '.pürÍürios cle
cirin. ca. Id*ntiücacla como paciente ,;:,*=:* e:ltumeeictro, apáticr: 5 re- abstinencia,,. Hncantramüs i:quf
Flie-qs abardal:a ia s*xr"relidad de Fiiess" sufriencl* por no ha- ::r:+.::ls:*¡-;, lüfiestra üünversación, de nuevo el testinoni* ¿le una
a traves de los cicir:s bialógiccs, ber sielo nurlr*. ente¡rdido en la , .¿ o*':ir:na *pinión qu€ de¡nues- depende*cia transferencial tal y
la p*riodieidad .r, la nariz, Pen- expr*sién de sus ideas rsferen- ,:,-.: :*n*l' de mí, me d*vueive Ia c0rn0 aparece regul*rmente en
saba que al lad* de las períaclo-t les a la elislngia sexual de ias i.i¡
=: x:i ::rism$. El ¡:ensamientc las curas p*ic*analíticas. L*s pa-
{'emeniiros de veintioch* días, a neur*si* "*ciue el'an tanto el i* :; r¿¡nfiacla energía nn ha rle- c.ientes esperan las sesiane,$ c*rl
l*s que sc¡¡g-opünde la me&$- frut* de sus investigacinnes s*- ,',;#,.: i* impresionü.flrl€,,. Seis une grar: iinpaciencia ,v hallan a
truación, ütrü perí*da de vein- bre sus p*cientes cümü de ias L,r,:,: ;nás tarcie, el I de enero de menuclo rin senlin:ientr cl* par
titrés dias cleterminal:a, t¿inl* que mant*nia sabre sí rnis*ra-* ]iY*" i.r:ivió a e-ocribirie. ,.Seres despues r{e ha}:er }rabiado a
en e1 hombre ccm* en ia mlljc'r, ]' supüniendo a Flie¡s un c$nfi- ,r*;:-r l* no deberían desapare- quien puede r¡ sabe entendelles.
muchas cle los fbno:uenos ¡:eriú- cirnie¡rtr: sobre ei sex# mueho ,:r:i j*":nás. Bchamas de illsuo$, ,,ilespnés cle cads unü cle nue*-
dicos. El desarrolir del arganis- más arnplia que el .su_vo, Freud iL;':*:hr*S de tU eSpeCie. iQué tros ccngTesüs Freucl
rno estal:a rielerminad* pür e${is se iha a encontrar inffier*g) e,n la ,¡,*,x,**cimientas n* te deb* _v* a Fiiess*, nre -escrii:ió
sient* recon{{¡r-
perí*dos, h mismü que el rlía del primera relación d* tip* analí- +:r *i **nsuelo, tra t:omprensión. lcs siguient** me*s$.
tadr:¡ pal"a
nacirnienta dsl individu*, inclu- ticn. r{ue se in*talri sin darse iÉ ::ggn1ía que n:e aportas en mi nusvils ideas han l:rr¡tad*. mi
so el ile su muert*, Fliess p*rl- crienta erltre l*s el*s protag*nis- +t:i.=jsdl; me has hech* asir ei durr trabaj* *:e ha prr:p*rci*-
saba rambién que estus períaelos tas. La relación se mantuvtr *ox:id* de la existencia y' pür naelo una nilelra aiegría, y mi es-
determinaban los cararteres se- *descle 188? a 19ü4*. v marcó ,;i:*:*, me has devuelto la sa- psranza intermitente tie trazar-
xuales de la¡ huinanrs. SLr in- a l're¿rd d* f.orma duradera. .,:.,*" aigo que ningúr: otro lru- fi:e un can:in* en la jungla se ha
{luencia sobre Frer"id era tal que L* más sorprendente fue qrie ',l ::*. pr:dido hacer. Es antes que pu*sto a brillar...". I-,a impor-
este úitirno cre3.'cl qu* ru muert¿i esta relacií"ln se desarrnlló sr:bre :a;áe tu ejempia el que me ha tancia de Fiie*s es tal que equi-
Le sobrevenclría a Ia edad de cin- tnd* p{}r cürrespilndencia. Las .;xr::itido adquirir Ia fuerza in- v*ie para Freud a tr:ricl un pii-
cuenta y ru1 anus LtB 'i ?31. cartas de Freud a Fliess se hu- ::.**iuai de {iarme de mi propia l:lico: ,,Sin púl:liea sr:y incapar
Freud trató también de intra- bieran sin rluda destruirls, cüfflo -,:.;:=i:"..". Estos ejemplns
$olt su- d* escribir, perr: me sient{} per-
ducir esta teoría de ios perír:dus lo lueron las de Fiie-cs a Frenel, ji.,-,r*::iss para mostrar cuánto f*ctarnentE *atisf*cho ile ¡tr-r es-
para la diferenciación que esta- sin la val*ntía .f ia perspicacia '=*,*i¿aba Freurt a Fliess" cuán- cribir más quü para ti"..,'. \¡e,
biecia enlre ia neurnsis de an- ds una. de las primeras alunrnas -:.i **-hrestimaba sus capecide- müs" a través de aigunas de es-
gustia .1' la neurastenia" francesas rle Freucl, fularie B*- ,,:'¡,* Fliess: por su pai"te, iba a ta* crartas, la c*njuncir:n dr. est*s
For otra pitrte, otra cie las teo- naparte. Hn efecm. ella sup{r ::,*;i:i$*cer el valor" de las hipó- d*s *-jes esenciales que v¿rn a d*-
rías cle Fliess, la ,,neurasis nasal piantarle rara a Freud, que qu€- r;Í,,*r* de Freud. terminar ei nacir*ielrt* elel psi-
refleja,,, de la que Freud con- ria recornprárselas Fara des- i;ic reccnocimiento perrniti- c*análisis en l*s d*s senlicl*s del
servó rsstcs en el m*delc de des- truirlas. I)*spu.és de la rRuerte T':rr'e Fr*ud darse cuenta d* que t*rmin*: eJ nacimientr¡ del pri"
plazamienta simbóiiea, reagru- de Freud, estas carta$ ftieron .*:.*s hipótesís no eran -k:cu- mer psic*ar:áiisis y el nacin:ien-
paba los sínlor]l¡ts .,i'unciCIna- een;uraclas púr su prapia hija, :"?i'. dadc que encüntraban en tt de ia teüría psicoanalítir:a, el
le$,,, digestivas, cardíacos y tes- Anna" -r p'Jr Ernst Ki"iss, ]t pu- 5i:**s nna respuesta, un I'eci]- primera sienclo la c*ndicién ne-
piratarios. Freud acercd esia blicadas en El rzaúmimta r{et :::.¡.::¡::iento. Si el *qaber anaiítica, cesaria de la aparicién del sü-
neurosis nasal refleja a 1* que psicaunalis¿s'.
*:i:"d¿ado en la cuhura de hov guncl*.
entonces llan:aba neurast*nia. ile la segunria carta que e$- *i tiia, permite al paciente ex- El primer ¡:sic*análisis, o aná-
CCImo se cansideralia a sí misrnn cribin a Fliess {entre actruella-r
nenrastenico, tr¡clas las condicio- que han sido publicadari. p{}- ,ri:rer sus ídeas más desc,abella- lisis originai. -{8 parará cün
j*-., í:*denr*s medir ia impnr- Flie**, sn e1 nr*menlo cie su rup-
nes l;ü habían reunido para lra- dem$* re*eñar la sr:bresfima-
ce¡ de él :o::*ia de Ia escucha .v Ia com- tura cnn Frcurl. Fero recom€n-
etr en.t'brma cle Fiiess. ción que Freud le iiene: ,,N* sé
,,É1 *ospecha que Fliess le e*- tociavía cóm* he p*didn i*p'ar' ;i."*::*i*n de Fliess en la crln- zará cuand* Fr*ud encüntrri
conde Ia enfermedad mcrtal que interesarte... escuchn a veces ha- *¡**ración de Freucl en un tno- otrcs ders púl:lic*s: un i,.*rdadera
f
está esperanclo',, ie cl*n:uesti:a hlar de ti, ;r, naturalmente a pro- '' r*lo en el qlie no sniamente públicc, con tra llegada eie su pri-
su I'ecünocimiento por l:aherle pósito d* celsas pl'*digios¿l$,'. Hra s* i*maba a Freud con:o un teó- meros alumn*s sn 19ü1"tr9t]3; y
,qanado de sns seud*prablemas ei 2S de cli*iernbi"e cie 188?. :ltü *.qtrandalaso, sina que tam- otrr con Jr.rng y Ferenczi- un pú-
:ir*n se le acusaba de chariata" biict¡ similar al que hal:ía rcpre-
cardíacos. üalificado de verda- Fr*gresir.¡alnente, Freud sr
clera ,'goipe f'uin:inante', p{ir instala en el atnür de transfe^ ,:isn:r¡. sentaclo Fliess, es deeir, $ila re-
ü. h{annoni, de,.hechi¿o. por rencia, Dcs afir¡s rnás tarde, el I 3nt* la importancia clel au- Iación transfbrencial, epist*lar
1l{. Robert, la re}ariiin de Freud de ago$tü de 189ü, esmibié a +:t ri* r{ue para Freud sól* re- sobre tsd*, que p*rmitió a Freud
:*,r*s*ntaba Fliess" sri$ encugn- continuar',,8r118nd0 .v rlclianclcl'.
,:r*¡ {iiero¡r llamados c*ngr?sos. a una mislna per$ona. en el te-
t [r-r 1985 se han pr-rlilicadLr cr.rrnpietas. *:r Esracl*s Lnidr;s, r*cr:piladr¿s pr:r" Frsud esperaba estos congres{Js rreno en ei clue ellunciará.1'eia-
J, ¡'f. l,{ass¡-;rr. ¡N. ciai A^¡ d';n gyan avidez, s*pc:taba mai b*rará su teoría.

2B 29
jiÉíi¿::: ':
ljftiiiii,.'
,*é-i:i. ,,.

if,r,i:.,.., .

FL PStcoANÁr¡srs tir¡ri:
,.,, EL NACI¡\4IENTO DTL PSICOANALISIS
''i .,,.-

Incluso si Frer-rd habló de su adelante cómo, pero -cerialemos r,i:?$fiiil'


::t:i¡
Confenido m$n¡f¡€sfo-
"J:*¡*;a?:ie para abordar
, 1. .,: '

análisis como cle un autoanáli- ahora que el destino reservaclo ii{:fu.r',

i:I,Í;-,i *it*i:cs, ES pOSible


conlenido lslente
sis. no hubo autoanálisis en el a Fliess y a slls ideas da para ,liitilr'
.+'
sentido correcto ciel termino: muchc. :+;l::r
:11l1,.,.'
:
:r-* ; i":sl'tir de ese mü- Pero, a partir elel ccntenido ma-
'.81 autoanálisis es realmente En efecto, como nos 1o ha en- .;:V.: ,.
;:!¡,;7¡';':: = ir.c*análisis tamó cli- nifiesto, aparente, del sueñr:, los
imposible,,, esc¡ibió a Fliess ei señacio 0. $,fan¡roni, antes que
':.?¡¿r
irii=,:'l I
':li:é1]::ri ,
,.
:
:, ;,,*bilca. De hecho. gra- pacientes desernbacaban en sus
14 de novientbre de 1897. Yo aceptar la iilea de que Fiiess hu- :,:4)t.;'.
'
*+;* iibro. poco leído al asaciaciones sobre elernentos
.ii.5,
puedo analizarme irnicame¡rte biera podida ocupar el lugar de ii¡lii;,:':i,;,, ,t-'s prittleros alumnos que se les escapaban al princi-
por rnedio de lo que aprenelo cle analista cle Freud los anaiistas i::fagt'npar0n en tor- pio" perr: {lue ss rerreiaban en-
'i,ili '"'

fuera {como si vo fuera otro}. Si prefirielon imaginar Lrn autc¡-


r í;-'::::':,-
,.:ljí]:,'¡,'', seguida llenos de sentido. Pro-
fuera de otra illanera. no habría análisis pa1'a Freud, haciendo de
..,ii.,,,i ." '
gt'esir,ametlle, estos contenidos
ilii=
enfermedad". él un padre autaengendrado. ' latentes del sueúo aparecieron
Esta precisión sobre la im- Fliess fue calificado de paranoi- ,-fÍi.,' , , ;* -,ori,,,'s qrie han hecho la comc) el elemento más impor-
posibilidad del autaanálisis es co en la historia oficial del mo- '1#.::,:,
,,ftiiür}f;.T¡:í;.,1-*'je ia garantía Cle qUe fante, del cual el contenido ma-
i¿'- *=, ,i* ;.*r.:: u*a ciencia ocuita. nifiesto no sería más que una
v srls ideas
':i:::u-1.

muy importante en clos senti- vimiento analítico.


clos. lüos permite camprender fueron clescalificadas como si
,il'l,.5,'
llr *:=,.. s.ti sueúos, Freud
lt1ti. :..,,

defbrmación, una fachada. Hace


que: incluso para Frend, el lugar fueran delirantes. Sin embargo,
1¡1F:!i= j
l
li¡ 5* ;: .É::tástico ejemplo de falta tener en cuenta que estos
,,,r',.'.[,,iu*:. i,,j,i*,¡i. ]lur:tro más en esa contenidcs latentes eran pen-
del Otro, el inconsciente, es di- la bisexualidacl dio cuerpo a la
rectarnente inaccesible. ..Si no, idea cle la horno-qexualidad, la
,'trii=!,;i.r,..,,,': r;¡iiiíx ¿*ita también Stl- sanientos inconscientes. es de-
,,X*,*- ;. ;.¡-rpr"ecio del mundo cir, finalmente, un acto psíquico
n0 habrÍa enfbrmedad,', anade periodicidad a la repetición,
Freud, testimoniando qr,re éi re-
"v
Freud gr.rardé cle Fliess su ob-
,,llrg ,;.::.:,:,. ;*g r:O pOflia dediCaf
-y no un accidente apareciclo du-
conocía la inaccesil:ilidaci de ese seryación prirnordial -*obre el pe-
jüi!3T¡.1
:
::- ::, ii : i:l c; il: teré s al suetio. rante el sueñ0.
11

lugar que ie deterrnina .v que ríodo de iatencia que ctngeia la "f¡ibjjlr*ir;:,i iÉir,, l]o"u poi'
-inclilso
'*.::
puede investigar únicamente sexualidad del nilio clesde los ,,.;i1,,ü;.!,-* ,:'".:i-. "sob¡'gsalto 0 un
$::É,*¡1t; ,i= ia ricla psíquica, por El sueño: lE reElizoción
porqLle se refiere a Lln Otro, Las cinco afios hasta la pubertacl.
palabras vienen a Ft'ericl, al su- Podem*s decir que sin la re-
,,,¡:,
.:
.*;i*rmgcida',. Dado su
;;::'T,.:.; de un deseo
,i.ll:.,::{:= i,'-,1- iüs suenos. Freud inconsciente
jeto Freud que habla desde oti'ú lación de Freud con Fliess ei psi-
Iugar, el i¡rconsciente. La trans- coanálisi*{ no hubiera nacido.
,r*i.:.&i.,,j,,,::.1¡*, Íá J L:.n ia S
-c rei aC i On gS CO

-,ii:l',,: :,,;,: .,1.*i AnfigtiA$, aUIlqUe Pero ipor qué el sneiro? iQué es
fereneia de estas palahras de un Durante los quince anos que -';;ff ;;,j,; :.,,.'i + ;'* i: i i n te lo que le justifica? iPor qué un
lugar a otro es la conclición del duró su historia, Ia flnctuación a r¡rret aC i ó n
i;i;"¡ +j:i: ¿iaban: la predicción texto tan sin sentido err ei nircl
análisis, pero esta transferencia de la transferencia de Freud,, sn
del conteniclo manifiesto _v tan
es sólo posibie porque Otro está trabajo cr¡n los pacientes, su de- ,,,.!*¡ir l¿:=,,*ll;.
: 1i;,-,¡; :- :ii.rL0llla. gl SU€ñO gS
lleno de sentidCI en los conteni-
a la escucha: Fiiess. Jnng ¡,- cles- seü de saber .y su interés por el
illfÍ*: ;:r.:r:"I3xri+n ciel inconsciente. dos latentes sobre los cuales de-
pués, Ferenczi. inconsciente a través cle su ex- ,

i*¡
Frsud por el slteño
.d* sembocanos?
Esto aciara los inrpa.sse.s tlue presión en la cultnra de diversas "l;r.';t,*
,..,r :,,.-.-,',:--, +:r nritnera Tratando de responder a estas
ha conocido el mr¡r,imiento ana- civilizaciones permitieron a s ilrstancia.
¿r¡u !s^^v¡l
preguntas. Freud descubrió la
1ítico alrededor de cuestione-q Freud lier,al a cabo esta empre- :1j":::9 .:-: ;.;ii:.i' qlle OCUpaba en laS
que él no tarcló en lLamar "la r¡ía
esenciales de 1a transmisién del sa extraordinaria que ha sido el ,,:i$$i+'t,, .'.n*= iibres de los pacien-
':;¡**, Í,. E:*iudü. lto\tedosamgntg
regia del psicr:análisis,., Regia
psicoanálisis _l' de la ftrrnacion análisis original 3' ia proclttcción porque iba a desembocar direc-
de los analista-c. Veremos má-* progresiva de la teoría analítica. ,.jiiji;-:it;,-' iltll Bfettef )' Ffe¡-lCi
,r::.:::i. r !i¡L.iv¡ tlgdio dg accgdgr tamente. después del análisis del
".- -lpirlr" ¡
sueño. sobre lo que le constituÍa.
,l ::.,.,, l*t-el'dos oh'idados. lle- es deu.ir, sobre el deseo infon-*-
':'jr3¡], :='.-::'iablemente a los pa-
La interpretución de los sueños ,i.t,f:t l'r: ¿ i:abiar de sus suetios.
ciente. Ei sueno *cei'ía, por tanto,
la realización de este deseo.
..l.jnl.i:, ,-*i;l;ilAl' a -cUS paCtente;t SO- El análisis de la"s asociaciones
'!- ' ,.",,-. .,r'o .,Se IeS impOnia,,
::
El anáiisis original cle Freud con la present'ia incontesiabie del in- del soliante rnuestra invariable-
* *--.. :. ]1":iSll1OS en SUS aSOClaClO- mente la presencia de un pen-
Fliess se hizo según tres ejes consciente. Freud anotaba sus
sueños. los clescribía, ics inter-
:::: ..,:,:+-. Freud Se etlcont.ró en -iamiento que atrar.iesa cornple-
fundamentales sobre las cuales '"' -"r*"iii*cl, como elios, de res-
l'r'eud recogia. con la tna"1'or de pretaba, ¡'la mayol'ía de ello*o se tamente los otros, aunqlle tam-
las paciencias. las formaciones las enviaha a Fliess cono único ..
i:r{:;il' =: *aiuino que ieS indica-
,.?ríi,;:: *;¡ .trsüclaciones.
bién se separa de éstos. Estas
ntras pensamientos son cr-rnoci-
de su prapio inconscieute: sus destinataric capa¿ de entencler-
y actos falli- 1*s. Publicando, en 1900, La in-
F.;' asi como el sueño comen- rlos por el paciente: le son com-
sueño*r, sus lapsu.s
:,1:., .i: :-:l:alü.f pfOgf eSir,amgnte la prensibles, aceptables están li-
dos -v, en fin, sris chistes. Ha}' ttrpreturión rle /os s¿¿e¡ioo-, obra !:r::i i*:portancia "v
que ic** sín- gadas a los i'estos cle su r.ida cc-
aqui, sobre todo en sus sueúos primera clue ha llegado a ser cé-
,;.;r*;¡ neurciticas. Es tambíén tidiana de vigilia. sienda los más
)'suscitados por su relación con iebre en el urunclo entero cono
Fiiess. el testinlonio nrás fiel de el libro esencial del psicoarráli- r:.* :.r-':"nlación deJ inconscieute, cornunes ias trigarlüs a los acon-
a1
JI
30
rL PSICÜANAL|SI5 li NAC¡M|f NTO DIL PSICüAi\ALISiS
tecimientos dei final de la jor- un deses inconscíente, que in- +.:-, ',,j.ld ,i*¡*¡: de ilna rg- ü1i-{mi} chica le va a buscar al
:l;¡i
nada qus precedió a la noche del crntinuafilente en ser re-
-qiste .-frYl:--r:,: - .-l¿ colegio 3,', sobi'e ur: plato tie pla-
sueño. Srn los ¡"estos diun:os. conoüido pCIr el sujeto. ).una ins' il i.,ri ; r,l - C'ilj ilgs plle- .1 ta, le rf}ece lricl: LlIt rTtli*$trari*
Estcs restos diur"nas yan a ser- tancia represüra, rensllrante, al -,¡;b;'#¡é*,'
=..;i.@,,*ii-,*'11l,, i:ii¿:i1 S¿?I'.ce Cntfg
yir de material, cümü ulr tram-
:1,i cl* ¡:anes cie chccclate.
servicio de las exigencias ideaiss ,iti.*gil$**..,,;¡l::'i.¡;, .:---:i,É l-:,.i*dg EStAi' in- Los suen*-o de niñori de este
pdín s*bre el que el pensarnien- del durmiente, que impclnen srl
tipo s*n mu'r,'fiec*entes. clan f'e
to inconsciente rlel sueñr) va a clesea de callarse. Ahora bi*n. *i ..'€,. . :t*j,::,*r:,::. fi* t*dgS la* cle la ftie¡za dsl desea ,',' cle nna
apü)¡arss pera. impulsarse ha-"ta sn$n{r, por la retirada riel i¡rterés ,tti;1F'ff i.-;r :,,::iii*'::SaCi*n eS el cen$ura aún ir:alcar:zs.c1a" El de-
nuestra consciencia''. pcr el mundo exterior y su luei- ,.-,iffffi,, ,,f.,,:, -. iil.:: i:g* ei ftrnciA-
se* insatisf'ech*- de hecho inte-
Este pensamiento aislado con- ta *ohre el durmiente, p*rque Ia .:-;:.iffi¡X.S¡::lr#iq.,
-i;.. jiiü¡llf f- qUe fla
l:
:"-
rrumpiC* la t'íspera. *oe realiza
tiene un deseo chocante, inacep- matricidad y, por tantc, la nrc- .r,:.;;:..' t,,,'
j
i.*i=i::,::.:,,,.-i= l:r,* ::i i * f f: . a i t gXt A
:,'l"l.

tabl* 5'exlraño para el sanante, vilidaci eslán en $uspensü, fa- :,r,".',,:¡¡,:


S
tal cual durante el **urnc,
i', 1ie;;¡¡¡:i'. i i-: : I i :::¡i :'e SLl lllida, I-os silenos de 1o-. adt¿ltos srlll
El io acoge a rnenudo con de- vür?ce el retor¡rc¡ del desea in- =.'i*te *:tr ::r,:: :.eSi:**iit it k:S
negacién. ssrpr€sff e indigna- ccnseiente. La censura es m€nsr cornplicad*s e inran:prer:sibles
-di: ,"!t:,::,.¡ .:i:.i*:jtf$ qug se
:.'.-'g..@
ción, nos dice Freud. -y es una {¿ue en estado de vigitriar pero, s .',':;Í*{ i.:.. en su *ontenicl* manifi*$tü pür-
t:t, ¿*áiisis dei
constatacian muy frecuente que pe-car de ella, Gperati!?. Esto es i,:'::tF¡:111-_Eilj=. = +: que la eiaboración detr sueno im-
puede resumirse así: ',No vayas *uficiente para que el dese* in- ,,,...''.,..,, :it. ,* :j¿ul,*t:i¿j¡i da a püne ai eieseo inc*n**cientc iln
k-¡s
rlisfi'az para p*eler Faser a ravés
a meer
-dics el sonante*
que consciente vuelva al duryniente,
esa persüna que yo asesinü en pero desdibujado, pam poder
'tl:.,¡ffiffi.,:+. .li*l:sri*ntes dgtr
filtrr:s de la {:ensura. que
cle ]r:.s
'..'=:9'1?. :,:l ;'.Ji.Lilitiad de volver
mi sueño es mi madre to mi pa- traspasar la barrera cle la cen- r:r'i;i:,iiw:ji+: r.f :ai.' :",.,; -:;:::*ia t* mandO el
ternrina p{ir *ier cotrp}etarnenle
dre)", sura. Es la elaboración del sue- -.t tifH#t:::,,1',, ,;';' :-; ::lla$engS ViSUale*.
in'ec:nn*ril:ie.
no, -'':-fu,',.,¡;:i - :**,,;r- lTl ::*i*r gl f ugn* ccn
[s
l: ,

.,rr'i,g¡ii;:a;=.., :t,;i: ji.;::cig e] serftido se


: rl ,.:..

cen$urd: La puesis en es(enc


deformsción del sueñs La elsborsción '3,1.'"*' ,l: ".--". áS :i1lágelie3.
del sueño
Incluso cuando ** llega e s*pa- del sueño:
áffis s*$#nü de niño Sin en:barg*. el s*enc.r es tan ex-
rar el deseo incansriente del sue- desploz0m¡enlo,
trañ¿: para el soñante qus, muy
ño. el sonante no puede más que condenssción il inenud*, ltl ¡:u*sta sn escena
recibirlo con rlenegacidn, indig- y figursción ciei sr-reño escapa al stijetr). que
nación ü $orpresa. Esto fbe 1o
qrre puso a Frend sobre la pista
n{i *ntienrl-e córna puede ser rle
Este trabajo eorl,siste, por tanto,
*cli creación. El sonante cuel:ta
de la deibrmación del sueíla. en una serie cle operaciones que
la escena cümü si le hubiera sid*
Si el cüntenido nranifiesfa del re-rponden a io que Freud llama
irnpuest,a. L'{.}fir{} una realidad clel
sueña es tan ineomprensible es los prüce$*s prirnarias QUs,
porque el deseo incnnsciente na extet'ir¡r.
csmü l¡eremüs más adelante, ca-
puede llegar a nuestra conscien- raclerizan el sistema incons- Así. circula en lcs mcdiCIs an&-
cia tal cual. Está defbrmado par- ciente que Freud va a mt¡strar iítico.r la hist*r'ia de un sueñr:
que está censurad*. La clef*r- progresivamente, y esto gracias qlle ss cuer:la pare mostrar que
macién dei srieno se explica, por al análisis de ios suenos, ei suelio e$ en l'e¿lliclacl una crea"
tanfo, por la censura que trans- El desplazamiento perrnite al ción. la puesta en ei;cena clel so-
forma ei sueño en ,.realización deseo inconsciente transferirse narir¡r. {-Ina ninjer suena {iue un
clisf'razada de un desec repri- de una representacidn a otra con bello irünrbre negrü 1* persigue
midi)". la mayor de las mot'ilidade*. dentro cle sn apartameirto, En el
El sÍntoma, es, par tanto, una Hace falta pare ell* urr eslabón m*rnentü en que }a tira sal¡r* la
felrmación de compromiso entre as*ciativo qrre permita la /lb¡z c¿1m4, $e ilara, inmóvii: .,iQu* es
püI. la rna- k: que haces?", llre$lnta la rnu-
jer. ,.Yn no sé nacla. .$eñoi'¿r... tes-
" Flsta imagen sugi*re que el firctnr dinámic*" hr fuerza qrr* posihiiit¿r ln
prnpr-rlsii:n cle hr-c p*ns*miento** inci:n-ccie*te$ en l¿l cnnsciencia. se encuelltra
en el tran:polin, r:n los rest*s diurnos. sie¡rdo rnás hien a ]a inversa. Son : *clar¿lt'i:r'*r,efil*ntÉ [.luti. pai'ir ]:'r*ucl, l,-¡s illstllttu.: t¡irs¡¡¡-¡/¡f I et"l
-'.',-"',.:r::á:
precisamer:te los pensamient$-c in*ün*cientes reprirnidos, lr,!*. ¿iesec¡s incons- '+ :,i,::,,;::t::-:¡.
ija;:radcs prilsion*r r/¡'ieb¡ pür sus peruiiare.o c¿rettsr'í*.rtir:i¡s ¡-r*n
cientes iigad*s a ell*s hablanda propiar"cente, h:s que dispcnen de la fuerza y .:.*,ir*ii;pi{:.i-, a li"t.: c1*1 ¿rninial. -{* rüp¡'e.5e¡:til1l *n l¡r esfi:t'a i:sír¡rtictr. r'á qlt{} É}t sil
ir"tchan prir nianif'*stsrse. A estr:s d*secs Fr*ud hs comparó can el suc.ir¡ ca- :.;:,:'i4r-i:t *:tá ei fnconti'*r'sr.
'-!::,.,E'
"t cüli&Jk¡ entr* Jr: :c¡nátic* ¡,' ir) ¡:;íqliir:i:. tilnlr,r
pi.talista. r¡r-re dis¡rrine de] rapital, de la energi*. rnientras que los restas diurna* jrsil:::',:1 ,:: ":+pr*s*ntr:¿:irin rl ifiL,a cl,:.rl'] pür'un ;:f'ectc¡. .\mi:*s pl"i*clcn ir jut'rt*+.
stln ruerüs elern.*ntos ssitre i*s qu* se apü::á *l de*eo para hacerse expreso. A :.+'*.. ¡,,",:ti-iit$rante e¡r }a nlr;vilida*J clsl ¿rfi:ct* )" i:1i sn capacidad pala i:rve;trl
estos restos ciirtr¡r*s I'rertcl las c*rnparri can rl so¿,ir¡ r:niprcscri{). que aporta las :,, ..:¡-.;ljr'1" em¿-:citl:laln:enle un*s jdt:a*c u {}tl'¿]-(. súr oncilentra }¡r ha.re cle lOs
ideas. El cleser¡ inccnsciente es el verdacl**r r¡?.Gl.r)r^ del s¡¡eiio que lo pone en :.,i.:r,:' :ir,:'r;::]iü; Ll {:iptat¿rcin¡res qu{:r;* describen ¿}qui {{.}}t1$ pl'cpiils ciel pt'Üt*sü

march¿r. tN. clel A.i ,:ta:.:;':'!Í.1': :.¡ , N . Cl*l ¡\" i

2r)
LJ ¿.-
JJ
iL ryrc()AlA!1sis rL NACIMIENTO DEL PSICCANALISIS
poncle el hombre" *€s
En fin, par.e terrninar esta ¡.s_
nO... .'. ;:: l*ii¿: cle lenguaje. Se
+.ger.,., discursa dei psiccanálisis, s€
pida e inconpieta presentaciii:: *e' .r.;; *+uir.ocación in la
La historia de este suen* cla
adrnite el lapsu** enrojecienrla
fe de la inadinisibiliclad clel deseo 9*l *uefia. resallarnos que Jt;,. iijl*isif,rji',; i;*- i.ñil*8.*fiü.' .V Si Se CO- co¡nü si ncs lrubieran pillad* en
inconsciente en el cantpo de la ha¡' nna interpretacion ünir.*:.- :L\,¡,; . ,,1;,.Iii''i:: S*A Ul] p$CO, gl una faita.
c,rnsciencia. E incluso cüa¡lcln el ias elernentos qu-
sai del -qusño.
suerio nr.¡ está defilrlnado, el so- constituven el contenido mani-
riante conti¡rúa lrablando cotno {ie,<to no tienen siprificacir,:
-ci -se tratara del ;ueñ* de cual- com{} tales. Su senticlo nc ss en-
ffi m#$ritu, el inconsciente, ls rlss
quier otl'a pe].sona, testin:anjar:- tiencie más que sn su artj.c*-
do de esta nranera que el cieseo lacióii _*a tiavés del trabai,;
,,:.H$ii1:',:,.J,ril.S AnO$, en UnA IeU- gesta de *n in&no. Para mi sa¡:-
incsnsciente aparere conto cx- asccialivo del sanante- *o,,
traño porque s-e trala del cleseo ,-..+,i: ..: .iii:i::'{is. UnO dg e}lOS fne presa. con la scnrisa en ia boca
los pensarnientcs latentes de:
clel Oti'o. ';ffi.': **ir':?a ¡ púbiicamente v repitiendo de forn:a caricatu-
sueri*. ..r*¿:, , :,.: il.SitilEnrg per.:tstente re$ca su ge;t*. otro anrigo le res-
* * ,ri,:ii+ *erecha" lo que ie pr:ndió bruscamente: .,No hacen
.:*.: , .,,*-.i*'; r,al'ias vece$ a vi- falta años de estudio para saber
nPsicopatología de ls vidg cot¡dionon - i: j,i ::*""ró1ogo. Este ca- clue te masturbabas cuando eras
',;*ffiú= .:"+ ¡::i¡iestaha

en ei ftrs- pequeñn ".
,r
,T-r*,1-:. :.: :-i-itbir hasta tal pull- La risa general coll qu€ se aco-
Cuando pui:iicó Psrcap*f olagia
- síutoma, elios dan fb de ia pre- , ¡*;i. :Í,'-i =l*.Itr: defeChe l'A nO gié esta intei'r'encicn fue inal-
rle la uids r:*tirlia¡¡a, dei Que en- -qenciA de ese li_rgar psÍquico se.
l:r::::1.r-.:-., :r. i.r:::,.::i:;*r

,,;1.; ""r'.:
;ri >:

""''"*. vidable. El arnigo que hiz* esta


vió un eiernplar a Fliess,-Fr.eutt garailo de la consciencia que """.';;i{i¡¡.¡;.;:r;,i
:t
rl* c*nffiba estc. vo interpretücian salua¡e nü tiene
le escribió en agosto cle 1gü1: rj $¿lüntbre d,el es-
:,

Freucl, con la interpretctrión dr


.i.giirf:.+: 'r..:.
=:; ningun conocimiento ile la lire-
"Ha,v en este iibrr"¡ un nrontón Í*s suenos, iba a p*del caracte- :,::' L..;:".;:-:.,. i. i::Si*tía en el planA t'atura analítir-:a. Per'ü p{isee una
cle c{rsas que te c*nciunen, cfi* rizar mejor" '.iff;.:-
I:

?'*-f, *rOstrarme cÓm* fuerte d*si* cie selrtidn comun v.


sas rnanifie-*tas lldra las cuales .,:i,,,i,:.r,;. :,-, r* iii*qrigaba, 1o que me sobre todo, de buen humor. Ha-
me has pr*r'isto cle material. r,, ,':: * :,:,.y-a',:,::.f ai:n tffgs gf: Ia in- lrituarlas a sus golpes desp**s de
cosas escondidas cli].a nro¡iva- Lo pulabrs de lo ¿1:,::,.-:*:.;,, ,;-,ii
_'-, f¡ti*
.d * da FfgUd Sübfg mucho tiemp*. tndo ei mrindc
cién se debe a ti,,. verdsd toms la ;ri:,'.'g:,,:::i
:¡t
*r ct'ibi e n t
g. P ara :* ¿i * i g reía de buena gane ], compren-
.;* *l :*;l*
-

Esta última fiase da fb del Iu- delsnlers u lu clra ::r:,.,.= cle escribir está clia al prapio interesado.
gar que acupó Fliess par¿r Freud, :r*g;;-,¡",':.:j.**l-r l]1'U-rcAmente y fe- De esta histol'ia.yü no nle que-
aquei del sujeto siipuesto conc¡- Dejarrclo escapar una palabra en l"',,,':l: *igniÍ]carlo inconscien' ¡; daría más qtte con un aspecln
cedor. doncle el saber supuesto lugar de otla. et sujeto seso- .= ;* t:=;:*r'i:aciqn, |a prohibi- que me parece propicia .v que
fue a cau-{ar e} amor de Freud. br*coge cie asombroi incluso a ',:;;:::': ';o :o :::ASiUfbaCiOn. nos indica la presencia del in-
Camo {,a interpretctción rie i*s \reces de una sorrla inquietud. , ji,,:,='i,i-:rifilo {iue n0 di tal gx- consciente o riel Otrei qr"re hal:ia
s¿tstios. el librn sstá llerrr¡ de Camu si cualquier otro Lubiera ,r:¡t:.j ....;.::, á SU pfgg1tnta, máXifng a tral-é-{ de nr:s*tros. Como etl
hablado en sri lugar. fln efecto, ',.:,iJihi,;,,5, gl SUeñO, gi
ejeinplos pr.opios de Ia historia :¡-i:]-iü pAl'A cualquier otra situacién el1 la
de Freud .r.'' Fliess. Lapsus ira- es Otro quien ha habiado en el **.$3 :i.,;:,,i; d* ult sínloma 11ü qr"reaignien crrenta un chiste "'
lugar del sr"ijeto. es el incons- j; 2'urin,gi1¡1 SinlbOliS:nO ia alusiún a la c$mpara-
blados o a menucio escritos. ac. :'a::ir-*ii.r.:,.:::::ri

cienfe. Y la sabidur'ía papular no


];-'9

;::;i ¡:;;+ tgffdfia SU Sifili-


::r':.i.r"ir:l1l',:,
-aquí
ción *spiritual que *{e apo,rr sü-
tos fallidos u olvido de nonlbres, + . :, -. ..j -r-- d +L

es io que Freud califica ss erluirroca cuando da a este f'a- .;;!:l;H:;,,: *3 *: Illisllfü 1'. pOt" tan- bre la proximidacl ge-tticular en-
cü¡110
psiropatoh:gía cie la vicla coticiia- llo aparente r¿n nayor val*r' que .:,::i- -t::,1, pl;*i3* sgr interpretado tr* la mafto blnqueacla .v el gesto
na" qu€ aünque concierne a t*clo a lo que nü se ha dicho, Un pro- ,: :, r..*. :i u*ntexto de las asc- de la nrasturbación*. la risa cle
verbiu libanés cla la urejor defi- ,;i ;r",,1::: ii*i SU;etO. l1
un terrero da fe cte que alguna
el_mundo, nü tiene nada de pa. ' l';:i:,*r*,: p*r ia insistsncia de
nicién del lapsus: ,.L8 palabra Ce cüsa" in*consciente !ras{a ESe
talógico,
la r-e¡'ciad roma Ia delantera a la :rfj::,=r;::':r*-'. :ltre atfef.í a tleCif ifni- momento, dei hecho de la r¿¡-
Recibir a rln arnigo cor)fun-
diéndose de nomhre o a un pa-
ütra',. r:;1,:::,.+r'r:,:* *i ciagncstica:,.Del:e presion. acaba de ser revelaria a
riente can i:alabras de aCiós o
Ctiando no $e tienen ganas cie ;i'1:.:.:J,i* *l Un Calafnbfe de eS-
l

los *.1entes.
equir'*car-ce elr el día de visita ai
recibir a nadie v c'uando se le ., ,r:::* , ,,,Y4 sel. i1,'a sé1,,, re.g- De hecho. en 1905" Fre¡"rd ha-
ac*ge con palabras de adiós, es- Fi.,:¡i:,,., *1. ..el neuról*go va nle bía va señaiado, y es una práe-
dentista son realnente equír.o-
tas palabrfts son las que dicen la ';:. !.:r:::::E*. Fera *qrié es ese di- tica habitual en todos ls-r psi-
eos de ia vida co{idiana {¿ue sün verdarl. Pero es una verdad que ;t#:*. r*i*n:bre dei escribien- cr:anali-*tas. que durante uná se-
finalmente triunlbs para el de- se impone cümü un errrlr"Ce len- :j::,' . ,:.s.¡iía é1, acentuanclo el ;sión el paciente se ríe s*guida-
seo inconsciente, F-r.eucl lcs tir- guaje, dadn que, cieshaciéndase
dena dentnr d*l canrpo que él en exclrsas, se llega a decir que
llana ,.las formaciones clel in- la r.erdad de nuestro deseo no " ,l-: .'.:'sii:n lrigrnal iite.a c¡¡-¡ l¿ exprt:sión .palabra der espilitu t¡¡¿ol ¿ili:¡-
co¡rsciente". Cnmo el sueñcl o ei ela nás que un accidente. un :;-,:.', j: i* ¡:i*rde:rl tracluci]'pol chiste. lN. del A.i
,::

J4 35
rL PStcoAirÁllsis
mente de una inlen'encion del devolverle sri ¡:alahra. Es la i;l-
analista" La risa nos indi{a que terpretación.
se ha l}egatl* a $i. ,,r*r'elado con El ciriste " es aquí, clesde tc¡d*
exactitud ei inconsciente irasta ¡;unl* de vista, cüntparabie a i¡i
ac¡uí *cult*,', Perc rr1 esta si- interpretaciéil. P*demos añaciii
tilación nr: ira¡"Lina trii.cei'a pet'- {ius es la que nos Fei'mite tan:-
srlnil. l{* e'xisien más persünas bién comprender Für riué ij*
que ei anaiista 3' cl anaiizacl*. puecl* haber autoanáliiis. Ei
Ahara bien, I r*ud ir:sistió nru- análisis necesita, en efectc¡. cte i*
e;cucha de un telcei'o c¡tre es e.
ch.o snbre el heci:* de que el *s-
píritu necesita ia anaiista, c¡.rien permitá atr pe-
pre**encia rle
ciente dar la r:redida del tercer*.
un tsrcero qu* cliera fb, c*n su d*1. Otro quer habla *n éi,
risa, c{e r¡ue se habia placlucid* f,ste f'ue cl ¡:a¡rei de un Fli*ss
un ler.ai¡talnientr: ele ia repre- qlle permititi a Freud realizar *i
sión. En este sentidc. la co¡n- prirner análisis, peri; tambié::
paración c*n ci ;ueño perr:lite a d¡rrse cuellta de la necesiclad d*
Freud eiecir que este últimCI es
un .,praducto psíquico pcrf'ec-
transmisión del ¡"rsicaanáiisb.
far"a esfr-r. I'rerid debfa pasar pnr
lil
tarxeilee as*ciai 3r qlie nCI ha;r' la inrerpretación de sn" propias
nada que comunicar al praji- sueñüs, de s¡-rs propi*s actr.r* fa-
nlo,', püI'que pal'a empezar es in- ilidas: par ia intel'preracid;n dei f;üNtEPClÓN TBEUD|ANA DEL
l:unr*r y del espíritu cle su c*"
conrprensible pera el ¡:r*pic so-
ñadar. lríos encontramcs en con- rnunid.ld ]r sn cultura con el r¡b-
APARATO PSIQUICO
diciones de decir c{Lle: si el ana- j*tivo cte c*nvertir todc esta en
lizado se ríe c*n la inlervencirin trans¡uisible, Esta transmisión
Cel analista es pCIrclrle. en ef"ecta,
nü -\e pridía hacer máx que des-
p*jando, tenienda en cuenta
éste ha tccad* ur: lercer. Iugai.,
c¡rda casa. los invariantes que
ei inco¡rsciente dei sujeto. *l
Olrr:" corno le llana Lacan, Y es ¡:*rmitirían f'unclai' pi'cg.e.=iia-
ments Lrna te¡.¡ría clel apai'ata
pürque e-qte ütrn ha hablad* a psíquico. La qrie nüsfitrüs iia-
trar'ás del sujeto pül' la que el mamü$, e*n F'rettd, la tnelapsi-
analista ha p*dido *ntenderle',' n.'l n ."! n
Lrir\J¡irü..

Ver l:,rrt ¡,r ¿rrttelit-ri.,


iii.&:.j. :¡+*=;if#;;r :f de**enVgh,ía Sft consclencla se clebía a un oivirio
¡ ;':'¡.,i P]¡.-iii \. se desarr,:- activo por parte del sujetu, ol"
ig**:.r,; ¡ i.li :*::' acionu* clínicas vido que el iba a llamai' r.epre-
,t@- ,, i ds su clientela sión; )', For otro lado, que los
=_1#iü
u;j.; ,lr*.;,i i* exlcc'tltró con pensamientr:s inconscientes
t,.:*::ia:'** ,=ti: :¿:^rie se ha llamaClO consignados en ese lugar eran
.:.ii ,i :';,ii.iit.{ del inrcnsden- pensamientos sexuales"
:.,,-,-l;9¡ ,,..=:::i*1.,,;, iü5 pl"üpi0$ SUgnS$
r:.:¡,1:,;;: *-;'.
"'''ift- Para resumir el desarroiio de
,-'.,á¡, +* s*s pacíentes' $us Ía elabaración freudiana, pade-
.r..i:W$.. r:ür 3{iüs fallidos y las müs considerar que las prirneras
i.j...tg*gi+r"=:;**, de los cuales observaciones clínicas permitie-
=g';i:cts
.:"¡ ,,,=:,* i* i:rpnasi* y ctros rCIn a Freud constatar la di*qo-
;o@t .f¡*::*:?* s*b¡"e la pinta cle ciacién de la consciencia ¡' su.
'-'.i*Hl-t ":* ;-f, Freud construyó püner la existencia de un lugar
psíquico inconsciente que padía
:
a::'r.':il: ::': i :¡+:.1
.''.,,''jfr.ig¡:
i:* le $erá jamás r,üh'er*e parcialmente cqlnscien-
=*ni:¡
Fi,:;v- día inclusa se te bajo hipnasis.
,, ,gáu;*'=:*.i:n-*uii¡ de eseándalo 3t
püfque gi pSiCA-
,,;**-:'r"'fi:ir}t:,,,É-:¿a
[s sbrescción y el
**;*: -: :-; irlnostl'fldO qUe la mélodo rctúrqulco
.'l'..¡#*'*:f*ru;,ñ ruit'* tro normal 3' lo
.-,''n i. ** más cuantitativa El segundo paso fue canstatar
i;':.@,.;:;;:,;:¿r,ir'* Porque ei-psi- que ia rememoración de los re-
'.','''*iÍ;f r,:;,*:: ,;* ha eigscubiertc gl ca- cuerdos *lvidadas prsvocaba
:l:r.,':r:'.::.:,:
¡:-,,* n .
'riJr-='..*rs&i dei
: r J :
inconsciente una descarga effisci*nal: Ia
.t,-'l!*,j ,-,1- * i:*mbre sftt¿o üo¡no abreaccién,
'r'.,,,,'::=,.irl,: ::t*:: i r* n gtt r ót iCq
_V
p0rqu e ilr.rrante un ciert* tiempo. el
..¡t.r,.: ;.i',,:i* ,*,;** ci* aquellO qUe eS objetivo terapéutica buscada fue
- ;11¡[¡;rr"::iÍi*":;,,:'#
.'.. a*:, il.ain g ntg gn g St g i n - esxa abreaccién por la cuai el pa-
- "'s*:**l=::i* rsiá iigado al sexo ciente se liberaba del recuerda
.v
5r

.''T' -""''*
' ¡:a .\
traunálic* cle un slrcesr: delante
..,,,,,,*.
del cual no había p*dido reac-
ci*nar, Era el método eatárquico
@ ${$scr psíquico de Breuer y- Freud, qlre duró
r*Ws*do de la quince añüs, desde 188ü a 1895.
retesciencic
i ri- ;: r:.
Esta purga o purificación que
er& Ia catarsis fue progresiva-
::,:.

'=,, :
:l:::';;.::,:

=:*
-i:fn1üs
visto, la hip- mente rfejando su lugar al tra-
¡' '=
'.'.r:.:¡¿,1.'..r1; i:isteria permilieron a ba.¡r, de elabrracién llevado a
.,',i¡.r-l;'¡':,,, :r:r:peCl:af la gXiglgnCia caba en la cura clei paciente, tra-
, '-, ., ;::s*iente bajo la forina de ba-ir: por ei cual ios elementcs
,::,r { ,;:$á1" p*íquieo separadc de reprimidos retomaban su lugar
Pgro si, para Pie-
,.",',,i€r,t:in,::-rp:i*¡::*ia. en la virta psíquica consciente
I,,,,,'.==,J.=:+t. ¡'$s esff¡f&rs' iegu ridos isenalemeis aquí que muchas
'-: j . .. :: ¿11 a UnA COnCepClO"'n cie psicoterapeutas rnodernüs vuel'
' ,'ii.' i:,*:*:ia i:asada s*bre una ven implícitamende a la caiarsis
' ' 'r; '-,,n3 Ce la insuflciencia. r'si al tcmar ia des*arga erltoci*nal
*e:=u:J *n lugar psíqui*o ití*o- como itnico objelir.o o {in de la
,,,,,,.i;'drig:+ ''** ia c*nsciencia ese lugar lerapiai.
,, ;,:r:":x *r*l'n:ai
, ):' 11ü Se encüntfaba Este cambia en la técnica, que
',,' , fli*:! *u* entre los enfermas. desembacó en el psicoanáiisis"
;'l:.¡;;g í*.e progresir.amente de- estaba ligado a los *bstácuias
,- ,i,-: i¿xds c{ue ese f*gar era enc*nti'ados entances par Freud
'' **:';+:-s*1. - no abreacción en algunos ca-
'l:=*,r:d sr separó de Breuer sos, resiste¡rcias inrportantes al
,:. '::,," ,*-rir:, por un lado, que- este reeuerda _y reacciones transfe-
,
,,,,qr.r psiquic* disaciado de ia renciales algunas Yeces violen-
20
,*lj:,'
",iY "

rL PStcoANÁlrsrs iffi,'
{+"itriit::ti,:tli,:,'i:.'
|,:.ir.t¿a-::r_.; :..i
.:
: i:r:
CCNCf; PCIÓhJ TRTUDIAI.JA
las- .1' a las per*pectívas teé- existencia ele un grupo psíqu.ii.; ,-;'_ ,

'mm-':tm i-" ::"ir:r:::aciones. Lns zar la cellsura en ei nir,el de una


ricas nuevas qne rle aquélics ca- ri" .. ,¿':
aparle. tamblén hubo de ar":.. ,*i.. , .,"-+m^q"..ffi.i*,;:.,,
u,., r¡s¡rii4+..: .,,
-
l+,il, * *.* i iengn clgl i n- especie de mur* imaginari* que
bía inf.erir'. cular una hipótesis sobre un ,;" j,,. .;';i*,IT¡* impediría a lt¡s jugadares mirar
¿q,sT,''* lLr :' dgl mUnda
gai'dnnde eran crnfinadü$ ssr¡trr ,;-" ,#ffi,:*I* . i,,,i;;l; l*rCii:idaS pOr ia de forma itmediata hacia el larJc
t'' :l
[o represión pensamieníos ir:conscient*s ,ry"F¡o-1* I ,i,,1- ,:..ie *;iá hahitr¡ai- de las dedcs de ia m&n{i elCIncle

El tercer pas{i teéricu dada p*r


E.ste lugar fne llamaclo el i::-
i*liii:i* * :':- ' i; para Freud cr¡n podemns iocaliuar ei incr:nscien-
can*ciente. Pern icsmo t{i*ti;:" iiiil''.i¡*i$s -ii,'::" ir*cira, sncün- -,*s te" mientras que el prec*nscien-
F"reud fire supriner la existencia guir los pensarnientos inccns- ..:{$iit.;'¡***'w*ib: :,.,:'*{,: :ii*:nenle en sus te-ccnsciente eslaría en el 1ad*
de un n:ecanisrnq] de lucha para cientes inae:cesibles a la cüni- ,ffi,'i'i:. '*;- -:li**tr]lü perf,üpcién" de las ceriilas.
oh'idar aquellr.r que f'uera ,,p8- ciencia de los recuerdos y i*s c,.-
.: ,.r

: :i: :i::i:
Coma "1"a hen:as tnencicnada,
'
1l::i:::::.:

nosü, harrcraso. doir¡rasc s ver- nocimientos que el sujet* pued, *r , -:,--:--.'lct 5e gllCügntt'a, este aparatc psíquictl fue c*n'
'l
günzüsü" en la consicleración ds traer al 1:resente unican:eui, ,.I ,:),Er,E' "..:1. ,. *:r ia peril'eria dei cebidc p*r Fr*ud para ciar cuen'
ia personalirlad: este nlecanis¡na c{}n un g-qfuerz* de mem*ri*t #ffiR*;r; : *i';i;i*i: treudianü- ell- ta de las eiiferentes manifgi;ia-
rle lucha ñs cürloüía cnmo rfipre- iCrirna distinguir un lugar ¿lnn" ,1. fi**,,. : *:,'*l;, *.qteri*r y l*s do* ciones clínicas que ss le impu-
sión, de l*s pen*"amientns son inc*ns- 1ffit.,*#+a*x ' , que sein r,l sierun erl $u pl'áctica e*n h:s Pa-
Suhra3teffifii que con el ci)11'
=i:*sic*s
i*=:;x- -u'sl ini*nscietrte. cientes, de 1o que llarnó la
r:ientes, porque .q*n activsmeni* ffit't psicopat*l*gía de la vicia ct¡tiriia-
cepto de represión, la teoría psi- slviclados por el s"ujet*, quien-kis ;¡i:ii..t'ii*:a*il j,Éüi;,*. ilr'*t#nsciente
nu -v, *¡r fin. cle los sueñtts, lq:s
"Y
coanalítir:a acababa cie rlarer. reprime ¡, se resiste a recorday- iliLH,¡+:liiu*t* :j 'j,*1i. así, i*s tr*es lu*
Como decía Fl'cricl. ,,la teoría de Ios, de un lugar donde ]s*c per]- gl aparaio su,yüs 3' las de sus pacientes.
,t,..,.
' .@=- ,r.** i=-*]ii?Fünen
la repre*rion es la pi*dra angular sarnientos, si snn inconscientei, , n*.f;r*:i,::. :*: "t' C*InO Ffe,U{ 1O
sobre la qu* repilsa toda el edi- e¡r el sentido d*scriptivo del tér- ;:i .-'r¡t¿l¡l ,fi::: :ti -:'ii liffnl*fa tOplCa. El registro dinómico
ficiCI ciel psicaanálisis", mino, están iguaimente al aica*-
P*demas, €fl ef'ect*, senaiar r,ffi,. üesde el principia, esta diferen-
ce del sujeta, quien puede re- ftt ciación entre los lugares p$í-
que con la extracción rlel con- cordarlos y traerl*s cle n*ev* fá-
cepto de represión, las tres glan- cil¡nente a la consciencia? quico,r está ligada a uila c.ütt'
des registros ds la metapsic*lu- ';,1,+ .',.::3r$l* psíqnico, Con- cepci*n dinámica, El inc*ns-
gía fi"eudiana clcupsn su lugar: :iE- , ;;.5'-, *StfeCtfamente aI de ciente no es una incapacidad,
EI preconscienle :,
..,., : tlf

'.:":iridl *-::. dcl que la cünsul'a una inEuficiencia innata que se


es clecir, los registrcs tópicü, Elcü-
nómico y' dinámicr. ,++..,,''.:1. .,iriii,fir.
censura tiene ia cünstata únican:ente entre lns
Fre¡ud fue llevarl* así ü $Lrp$ne]'
,,$t n, :t;:l:o-;*:: impedir el accesa histéricos, corno quisiera Janet.
la existencia atro lugar eníre
cle
ei incCInsciente 3" el c*nscients: ¿É,;, l,rr.ii¡-i':':**ia de las deseos in- Hl inconscietrte se eonsfituYe
Lo primers lópico .-:._; | ¡
...r -.:r.--r- -,ll p*rqiie surgü un cotrflicto entre
ei precr:nsciente. Generalm*nte.
.

,,
.-:: +,;';i:*itatil
t,'*.1
}a c*n*ciencia -y u.n grupü cle re-
Estos tres registrcs caracterizan se q:onsidera qile aquella que es ';!.:o1,i;
*¿=.tl;*:::;
.s$enü, t
SU debilidAd
dütfCle la Cen- pre*entaciones inconciliat¡1es
el aparato psiquics tal ]¡ cnlno prec*nsciente está presente de
cr]r1 esta cünsriencia. La ruP-
f'ue concebido pr:r Freud: luga- ,;l*:'* .:*r::l-uaba, a Fesal" cic
fiirma implícita en la artividad jli 1 , Sitxi**a*do, l* que tura de la vida psíquica es, Pür
ex-
res diferente-c lrópicai, en cün- rne::tal sin s*r sienrpre objeto de -
lantc, el resultadn de un cün'
flieto entre ellcs {din¡imica} y una toma rfe consriencia. Oesde
.pt*¿; r* i*s dlflerent*s defor-
:, ;,,. ::.'.:',.:*s ti.l* sufl"Ía aqUéI. LA flicta en el interi*r del propio
utilizanrlo una energía especial este punto rie vista. Freud asi- '':. ,, - '-:: --lllciona plellattrente psiquisma. La idea del contliclo
f económica). En 1g?0, Frer-rd mila el precCInscienle a ¡i¡,¡esfrü ,:fáT. .;e ,*+ *,vigilia, donde jue' es es*ncial en ei psie*análisis,
formulará otra lripótesi* sobre *ficisl. Fue cle hecho una de El c*nf1icto es constitutivo dei
3:o ,;:; ,'= :.,*.i**l de ur: guardian vi-
las lugares del aparato psíquico. ias raeones quü ler ilevaran a ha- .=..= tffi*. rpiCe ser huurano. )t'as lo encontra'
,,.
.Lr*;-*.i ;t;: a los.pen-
Ss habla comúnrnente de düs biar" cle} sistema preconsciente- *¡*lr=i:ll'." ine*nscientes inad' rsm*s entre los diferentes si*-
tópicas freudianas: la primera, consriente por op*sición al sis- ,g.*:*+¡, :r¡:riinadas en $na üñ.- terna$ dei aparato psíquicn,
con ia clistinción del inconscien, terca incr¡nsciente. ri l33ü*l1üCienie, p8$ñf A
.1,;1:,,::':...l.:'i.".r- tanto en la primera tóPica c0m0
te clel prsrün.cciente :' del csn$- , r!;;ii": '** recepciÓn de dande en la s*gunda.
ciente, y ia segrrnda, qu* c{istin- El consciente ;,j6¡j;";¿,* F*I'ffianetcr apartadcs,
gue el ello. el .yo ]'etr supervó. .'::'';:;,rii:**cia.
;,

l En la plinrera El regi$lro e(onórnico


El con*ciente será, p*r t*ntc, e} .::;r;: ,i";, i.*. ü*n5¡itra s8 sitúa entre
$ inconsciente terrrer lugar dei aparato psíquico ;*r''';:,:,:r::;ciente y el precüns' ,3e deduce en primer lugar cle la
frEudiana. .;':rry+, :" pr*dibuja lo que será experiencia clínica ett ia que
La primera tópica {de frpos, lu- $fuy pronto, en sus indaga- j: ;--:,*:"¡'ó lconsciencia moraiJ Freud -v Breuer se enf¡:entarun
gari se decluce ele l*s primerc-* ciones, Freud cnmenzó por dis- 1.,
:, i,:, .*gunda tópica. con histérico*. Hace mención a
avances teóric*s, Si E acias a la tinguir la c*nsciencia pür üpo- :=, I '¿
',1.r :,*l,a*ictn a lrueslr* juego de las nociones de energía e
hipn*six Freud c*nstató un e$- sicii:n a las huellas
{traz*s} **'.-Jri ihinas, podemos lacali- inl'ersión'- {desinversión v con-
taelo psíqui** cliferente del e*- mu$micas, ¡? la memoria, Ln
tado de c*nseiencia _v del des- misn:o sistema nü puede, al ., ;,-¡du¡:*ién cle i¡¿¿'¿¡sfrsssrner¿t. qlle prclced* de .&*scl:aitg en Freud Flste
pertar hahitual. v *{rrpusü la mi-qmo tiempo, p*rci}:ir y al- ii.:-,,*;..;1 hac* ref'el'encia a ia acupacirin d* lina ir.le¿l r) reprsselllatititr F{}r llnff

40 41
rL PstcoANÁtrsls g-?Y!Tr}ggN ryr?D]iTA
trainr,'er-qióni. Reposa soirre ei cura por abreacción. que iib*:"* tada está, por tant*, ligada al
principin de la constancia. segirn ia energía psíqriica ebnr"etti,j;, objeto que la ha provocado. el
el cual el aparata psíquico rieide en el cuerpo' 1o qr-re prür,oca ;¿, seno. Cuando, d¿: nuevc, el ham-
a manterler en el ni',,el más bajo desaparición del síntonra. bre pr*voca un estado de ten-
posibie la cantidad dE exciracién
-qión, ¡'antes de que sea saciada,
que contiene,
Energis lihre el niúo reaetiva, reinviste las
De las primeras er¡reriencias
clínicas de Freuel .\' Breuer $e
y energis ligadu huellas mnemónicas dejadas por
el abjetc. Esta reactivación pro-
desprende la iclea de una fuerza Corelativamente a la idea rie :.,, duce un fenómeno cercans a la
ligada al -cíutonra neurótico. nl separación entre la represÉft{n- percepcién prirlrera: es la aluci-
síntorna *se resi$te. en algunos ción 3' la cantidad cie energia q'_,= nación.
ca$os. a la curación. En oti'os_ la la inviste, Freucl cnnstata cii * Progresir:ainente, el niño hace
curación se acam¡:aria de una estaclos diferenles rle ia energl,l la prueba de la realidad que le
de-ccarga energética. la abreac- psíquicar caraeterizando ca*= permite distinguir entre }as ex-
ción. Además, en las asociaci*- uno cle ello¡ nnn de los clc* sl*. cifaciones r{¡}e le llegan desde el
nes de ideas que Breuer 3'Freud t*¡xas psíquicos: la energia lihi. mrindo exterior v las que pro-
pedían a su$ paeientes que hi- sn el incansciente- v Ia energ:, ;W,.ry {*sos primcrios ceden de su interior. Empieza
cieran, ciertos ac*ntecirnientos ligada en el .qistema preccln$-
importantec cle la hi*qloria del ciellte-consciente.
:::r

.w
rlt:fi::

F {gsos así a diferenciar entre la percep-


cién 3' la alucinación de un mis-
sujeto eran evccados dp manera En el inconscienle, la en*rgi* rios ma objetc.
indiferente, mienfras que acon- cc¡l-l'e libremente de una repr*- p:'i ¡narias están ca- Esla experiencia es absoluta-
teeirnientas ancdinos tonrnban ';;¡e.¡lry.ri*;
seniación a otra. Puede despla. ;l. a:s+*.r,':.,.*-..adglnás. de ptr la mente fundamental, puesto que
lintes af'ectivos demasiad* im- z&r$e entre do-r repl"e*entacionei r*s¡*¡i -= ;ibre cle la energia s*stá en el origen del deseo hu-
portante-r, ligadas entre elia* psr un e-*ia^ Inarro que se distingrre. desde el
.i"g'.r,Í , :..--+*,,j,,,t :*i,Í¿A \¡ se candgnsa.
Freud extrajo la ielea de una bén asaciatir.r¡. La energra de r-a- ;.= ,,*-,i*nrü de esta *r*r- principi*, de la necesidad, Esta
separación entre la representa- rias rspreseníaciones puede '",',,.,. . ',*::,-'= *. :"*inr.estir hugilas experiencia fundamenta la dis-
ción -v la canridad de aferto can tarnbién condensarse scbrb una -'::H¡l;
tinción esencial entre el objeto
'',
-'"t..*ai3,:.,.11;:i.**i. a* rep res gn t aci *. I
la que está inve*tícla ''t. La rrlra sola que representa. de heeha, a ,:,.n:i,Jas s*bie experien- real y el imaginario. Fermite
es, por tanto. c*ncebicla comc el todas las derrrás. El desplaza-
restablecimiento de una cone-
"-' :j¡¡ **::-o,iaeción originales o comprender el necanismc de la
n:iento 5' ia candensacién cons- 1!*Á l#r "
alnci¡ración en el sueño 3: en el
xión alvidada entre el recuerdn, titu.l.en io.; dns mecanism*s r¡, *i,-ri:;? tado a través dgl
.'.'.''',r--,'1 delirir.
la representaeian de un ültce*o esenciales para la e*mprensi{rn .-i.r1#lht***= ,5'*i *:ieno cCImCI Freud La búsqueda de la identidacl
traiimática,v el afe*ta que Ie ha- del sueno, rlel lapsus ¡r del sín- '.,"';¡it+:: ,i. ::$is. $educción: la bús- de ests objeto primero, que ha
bía acr¡mpanado. tr:ma. Lcs encontramcs tanrl:ién .','::' r:,
',, ,,¡f.i:'1
,;,

** i:q idsntidad de pgrcep- satisfecho la necesidad y crearlo


El clestino de la cantirlad cie en ia ,bas* de d*s figuras lin- tt ,'::*J;:r:i*:'izñ lc,* procesos pri- el deseo, guiará al sujeto en l*-
afbcto separada de ia represen- güísticas principales como son la r-.',,ffi¡ff,r,r.¡+ .;* *spiica la satisfacción das srrs búsquedas pasteriores
tacion es diferente en las tres metáfara .v la metoninria. a la*. -'-¡ai*'t:-:*.ri,:'it del deseo
tai.y como del abjeto. ta identidad de
neurosis entCInces estudiadas que Lacan dará tcda su impar- : :,ir.¡¡ ',=, *:: percepcién '* con este primer ob-
por Freud. Si tomamos el ejern- =i -iueno. Sin ernbargo,
tancia comg t eremüs más ade- ''':süÉ ¡,:,::;;;ii¿tcio¡¡ ttlucittc,taria. jeto caracteriza, por tanto, los
Flo de la lristeria. el síntoma procesos primarios por la bús-
f*ndorzal . es decir, el que nü
iante.
En cambio, en el sistema pr€- , ': .
, .r,,r,* ,:Í,;5:,,,,,: *Stá ya presente gn gl
:
:.'iri1ir :. : :fu psitologí* científira queda de una *oatisfacción in-
respondc a ninguna lesión {}r- conrciente-consciente. }a ener.- ',,,, |*.i" 1" sü. importancia me- mediata "v pcr una descarga
gánica, nbtiene su fuerza de la pa va a ligarse de manera es- t,'',
,.+¡¡,::l!l
"
.t;:; *i*:'la atención. Aq$é- "
energétisa total, propia del in"
energía p**íquica que e,i contr:er- table a las
reprefrsntaciones* ,i :: - ,:.prende por la hipótesis eonsciente.
tida en enervación ccrpnrai. La Freud psne como eiempio la ac- ',, ,,=.,,.' ;bs*rvaci.*¡rgs acerca Por el contrario, l*s prcce$os
.:
de
cu,rctcion clel sÍntama se rEaliza tividad de pensar, que necesita ',
1.,:n
xt *r qu* el niño dq pecho secundarios ligan la energía ;'
por la ccnexién entre la repre- una inversión de tono más ele. -' ,
*:, i:¡t estado original de controlan su traspaso en una in-
se¡rtación reprimida y ei af"ecto vad* sobre la* ideas en juego
que le corresponclía en origen, ". ,=l=i*::io. Ei han:hre, por ver*ión estable de repre*enta,
adenlás un mínimr: de despla-"v fi'eü un estado ¡de ten-
':'r*.,r¡9:r:.:.L:,,-r. ciones. La satisfaeción inmedia-
Ello e.r lo que se constata en la eamiento. La atención,se explica -.j,¡; i**i:p,*rtable que no cede ta que caracteriza los prücss**q

cantidad de energíii psíquica et: la frrr¡-¡ra de nn n"lc¡rtante r) r¿rie¡:tum de a{'ect*.


:.-;-;: ;;t' tsn la intervención de
...r-; :*::iliia del exteri*r, la ma*
primarios está aquí aplazada, lc
que psrmite eI funeionamiento
La exl:r'esir:n ir¡trrsi.r;ir: sr:bra"va erl as¡:ectr: ecr¡nrimic*" cnautitativa, energética :;I: *: : - -+i^f
,ieIiSiACClOn expeflmen" del sistema preconsciente-cons-
elel concepto; i¿r expresión t.nt'estitÍu¡u da nás {ácihnÉnts cüenta detr }aclo cua-
Iitativo dill cancept*. de la dig:ridaci ¡. el senridr,r c¡ne el ¡rfbrt* ie confÍere a la
representacion ccup;rdir. {N. clei A.l ' '''r :,i;i,* *"*::cept*s de fufenfi¿fad d.e percepririr¡ e ids¡rfi¿Jael d*r ¡:enscmien.fo, de
r:.
\:'p|' nota iintel"irif. g'i:,'.¡ ;;;;:'*1 de ahstracción. pl'esupünen en el futrr-rionamjentr: mental ia preexis-

42 4J
rL T5¡COANAL'S¡S c{}ilicrPcloN TREUD|ANA
ciente. Ei juici*, ia atención, el Conviene, en primer lugar. , :.:*Ilü:la era cünsiderAda Ccnto l:rin:"er a$pectn d* ia pulsidn, eI
rauonamientü y el contral de }a di*tinguir enlre la pulsión l' el ,;'l' iljslinlo de ia especie, que te. impi"rls*. Purqrie eierr:e un im,
acción sünj p*r fant*, posibles. instinfo, que rletermina un Lrom- , :ii+ *e::' objeto la pareja d*l s*Xü pulr* e*nsiante, totla pulsiirn es
Ya no es más la identidacl de per- pr:rtamienta animal que la hc- *slü 3, Fot"fin, 1* rinión, en
,:,i,,ii
activa. incluso *qi su fin es cl de
cepción 1o que se busca csn el r*ncia ha fijadr:.I $ue caracte- *i.:'*iic. de k:s drganns ganitaies. s¿llisfacerse ün la pasividad.
objeto. sin* la identidad detr psn- riea a una e$pecie dada" ;1.,'r; *i desuui.¡¡'irnieiitei cl* la se- {ür}1$ en sl e;qhibíci*i:ismo o el
sarnienia. Antes de 19il5, Freud presün- ;,;.xi*¿qri infantil. Freurt di* un mas*quismü.
Yemos bien cóm* la c4:asición tal:a ia existencia rne la pulsiói: ;r:ss:i iÍe gigante, Ia que le valió El fin es sl segundr: aspectc
entre lc* d** mod*s de firncig- bajn la farnia de la excitaeión in- 1,,.*, ;**¡ r,'ariadcis insrilt*s. dad* de ia pulsiúr:. El fin cle ia pulsiún
nanrient* dei apai"aíii psíquic* tti-na iiur inva$ía al siljcto, i. ;i;n $8 c*nsideraba ideológica- es la s¡rtisfhcción, ia solucion a
ller'ó a Frnricl a enunciar, €ll ccntt'a ia cual nCI hal"lía huida que la infancia era pul.a ia tensióli interna pravacada por
=*,;::*
1911, cl*s principios que rigen pr,rsihle, cüms en ei ca$* de una ,i, .:,,*i hahía que dejarl*, 3' que }a el impul** pui*i*nal. El niñ* de
este funcionarnienta; ei prir:ci- exci¡ación ¡:rccedente elel mun- -*=,:r,":*iidgd n* a¡:arecía má*q ciue pecha qur sigue chripando des-
pi* d*l piar:er 3'el de la realidad. cl* ext*ri*r. Frend veía en estas
.,¿::r,* ia pubertad. pués de haher satisfbcho $rl
I-in p$cü antes, en 19*5, exci{aci*nes internas la fuente
l" :::ii* busea. en efectü. riil hambre biisca disminui¡' la len-
Freud había hc¿:ho ia hipí:te*is er:ergótica del pensalnientei psí-
:.',, :*i. ;:*rticular e indcpencii*n- sión pr*v*cada pür la pulsidn
de las pulsicrnes, *specifiesnd{} qr:ic*.
,:¡t ** ia ;iatisfacción de la r1cüe- aral" En las prir,reras apr*xi-
,,'i., *. gl ninn de p*cho, pür rnaciones freudia¡ras ai üüncüptr]
ttno cie ios datos esenciales riei Fue estu¿iiand* las pe,rr,ersio- -¡.i*':,*i*.
&:: bu*cca un placer ligaclo de fin pulsi*nal, e$te iiitimo *stá
psicoanálisis, v prontn opuso ias n€s sexlraies cuanci* l'reud l'eer]- ''.S.1'r':

1.,:.:
*,;cción, que lobr:epasa la
".*, estrechamente ligada ¿r la fuente
prtlsior:*s sexuaies a ias pul-oio- c*ntró el cartrinü que le llei.ó al
nes de atttccmlsen'"acién. clescubrimiento de Ia s*xualidad
¡*'.,*i,**r:i$n clel harnbre, pue*to dr i* pul-tiór:" Ile firrn:a inme-
, ;.;y'*':*pués de alimentarse c*r;- diata, apat'ece en eslrecha liga-
La srlfr,,sfbr:ridn u.luúnctt*r"in infantii y a la hipéte*is de ias :i¡ji,,^,:" *i:llpiindü$e su dedn pui- ¿én c*n el ol:jeto de la pui,:ión.
Cd dcse{i *s ul1 dato erencial pulsi*ncs sexual*s. Entre i*s La firente t1*: la pulsirin cs cl
r:*.. ,:- riiiiü iOUr'S üi üi'ii-¡iii üLl.i-
para comprendrr el dualisn:* p*:l"versü*q, la errltización irnpul- ,;" r,;i;:l*igiamente un
place¡: li- lugar donde apar*ce la excita-
freudianc, el iluaiisma pulsi*nai sada de las rüRas erdgenas ex- ,#¡:i,,L,.'. * :¿e excitación de la zona cian" la zona er*gena, el prc'pir:
qüe üpone el in*onsciente al pr*- tr"agenitaisu, coma }a zana rlral ;*,i:*-" ;rCepencli*ntemente de la órgano o nparato. En este úi¿i-
c*nsciente-consciente. o la zana anal. en las que la ex- ,*:i;,i ,;tii,n de la necesidad cie de- Ir1{f rasü, ns la musculatura fr:da
citación prerl*rnina sobre o in- snter$ la qtte ¡:riec{e $er? pür
clus* rlispensa clel placer ligada : 'l* *n:bargo, $$tr piacer su. ejempir. i¿r f'uente dc la quc
La pulsión sexuol
a k:s propio-t órganos genitaies, ::1r*'=Y*t¡l¡:io eS püsihle gi'aciaS a Freud ilama la pul*i*n dE do-
Pademos recaicar que con el llsva a Freud a fbrmular la hi- i;;t,. : ;n':i*nes vitales de aritar:on- rniniü. En r:uanto a ias dif'erer:-
*':-r*. j.- . funcii:ngs *alisfecl:as
concepto de pulsión, Freuii din pótesis de puisinne* parciales -,-rif tes runas er'ógerras del cu*i'ilr.¡.
url pas$ filnrlamental er: la ela- para cüruprencler la sexuaiiclad ';i:¡rr'=. riliür'n$. Per* si l* pulsiri:r éstas cr:ndu3*ran pranü* a Freud
,pe.5:;.'. T* A apuntalal'se, es dg-
b*ración de la t**ría p-ricoana- infsntil ". a ia coneepcidn de difurentes es-
lílica. Antes de Freud, la sexualiriad
,:=., á:,1.-i"r-¿11'se. tn Un pfinCipiO, tark:s de ia er'{rlüción sexual d*
s.=:* funciones de autacan-
i¿as
trns ninas, bien c*nocicl*s baj* el
, r-:*;i{iu, se lii:*rará casi de fr¡r-
non:br"e de *stadas ai'*l. anatr, fá-
tencia de una imagen {i rEpresentaerién clel r:bj*:tr.i qr.re satisfiuü en {}tro rn{r}trentG ri::.i, :::*i*qliaia, 3" pr"tntn la pul-
iico v genital. ',
la ner-'esiclacl" [,n *stacln de cle*ecl. e] snjetc i:usca dB nnrvc *l clrjr:ti.r qu* satis{izo ¡;¡;.ri **:riial e*trará en c*nflict*
tal inqr-ri*trrri ecu es;r intag*n inte¡:i¡.rr" del mislno" cligarnün {r}} es* r'ecu*ld*. ,,:. *:;:*i*ione*cdeautq:conssr- i. El cuartc r' últim* eleinent*
'' de ia pul*ión es el *bjet*. Pur el
Fen:i ixtcdü rniisi;'arse irnpacir:ntr ]' d***ilt';;*l' l¡l lensi*:t {iue ¡le lalrilac*r:3 ;,. !g '
ltreva ¿r *sa ilr-isqueda en rltant{; a}c¡i¡r¿a €$É r'ecuts¡:cic. rl*tán¿l*ll¡ de Llnas c¿i-
":-'-:: *-r piii$iones ilcl vc¡. c*illü oi:.jeto. ia piiisio¡r trata cic iiegar"
ri.::: .n,::t'l ruáS Adglantg.
r:a*terísti*a:,i cr¡a"*i-alucinatr¡rias. hl que rül'resp*ncle a t¿ irlt¡.'¡fir¡i¡d ¿l¡¡ Í]er.r:ep & su fin" Fara Frsud, c*ntraria-
tión. o agrrantar esá t*nsián intern* y toi*rar clne la h*squeda *er prolongu*. mente a lasi funci*nes de autc,
par medir: de di-*tint*$ p*nsarrientos ligack:s a I¡r fbri:¡n dr: 'u'r-¡Jr,*r ¡r enront.r¡tr #'€ $,r*pufso, el fin" cünservación cl*ndE el objet*
ese ub j*:tl rl,.'**eilrlo en Ia realiriad, i¡fglll i;lrttl i',j-¡{,¡¡st¡¡ltienf¡. Etrtrlr}ü**. s* ptt*d*
perinitir la descarga tr:t;rl. :'¿ que el *bjeto estii irresentü para sati*cfacer el l' . $enÍu" f .el ebieto a;:tá Ceterminad* i' l:i*lógica-
desto, perrr et1 le r*aliciart. Quizá io aclare ur"l ejenrplo clínica. Ants tr¡ia exci- ** pulsión mente especificado lla aiimen.
ta*ién s*xua}, el srijett puerle *rit*rizar la desca.rg* ele la excitacié¡r por medin ta*iér: sncia el hambre" pür
de una nrastr:rbaci*n slrnplement* t:r-¿*.si.-t¿lu.t:í.n.r¡nrfr¡ imlig*n*s erctícas. t pu*iie *:;- f.,il lñnt{i, e p*$Af ile la SA- ejempl*i. *1 abjet* cle la ¡:utrsión
llensñr rltidr tienr qu* hilcer pare tsnseguil' conclnist;il" Lllla pare_ja sexual rlue #:+:;:"ri+]n del hainhre, el niñr: rte $exual puede sei.varial:le, dada
le acom¡:aue a !a c:¡tlrla e:¡a nr;ch*, o L]sa tarde, perr-r rtescle li,r*go no r¿h*ra mis¡nr:. ,:, i,':,, *igue chupand* su priigar', que, pür unff, part*, en ei origen,
ihi. d*l A.i na está farzc*amenle ligada al
+={ .;,;.: un* fuerua interna, a la
"-' f;l ¿:ancepf* cie pulsión parcial es clave sn tanto da crienla d* *na sexualicl¡rd
que na r-'r¡inciel* c*n ]c genital. l"as pul*i*¡1q¡** parcia-les i:usc¿r¡r su. *aii*faccid¡r ,; :i* pr-rede sustraers*. le em- objela y- pür üttrff" ,'n* llega a
ele firocl,-¡ independiente inici¡rimente. *l des*o *r*i en *l chupet**, r. s*lc rfespués a. Esta idea rlel impuls* in- dispone:"se de éi más que En fiin-
si todo se rleEa¡'ro1la sir: dificrultsd. s* integran Lr{-illr{} ej be*e-r ¿in unii aspiracian i,l'*É3:;,. Sres*nte en Freud ciesrie crión cle su apiiturl pnrn per':rriiir:
gl*bal *nl:ordj.r"raCa a }a pulsiót"r genital, tN, cl*l ,\.t +i,:;.:':-{ipi*., nr:s da unn idea del l¿L -*nt,i -*facción'. .

44 r+3
FL PSICOANAL}SiS
CCNCIPCIÓN FREUD¡ANA
La. ccmplejiclaet del .-ifflf¡¿s elei tt'u-t'e el nhjet* duraltte $u in- :**: i* anorexia
: ¡=*:licto entre msntal
como r:n etal anal se desnarca netamente
gbjeto en generai, y del objefo de corporación,
la puisión en particular, es mu], las dos deman- de la necesidad de defecar. Po-
il'Iéianie Kiein clesarinliará ':,*"s,. Rechazando ser alimenla- riemas obse¡r'arlo en ei niüo que
glande en el pensarniento freu- nociones importantes siguiend* '..= *i niño da fe de sri negafiva se diuierfs retenien(io o expul-
diano. Sin embtr$o, es la nocién a Abraham. La aposición entre ' ¡.iir.isr desaparecer su deseo en sando su materia fecal, indepen-
dei abjetc parciai ia que rieiimira iri bueno y io mai*, objeia es- , -r*i* de que su demaneta estó dientemenre de su neresidad.
de fol'ma más estrecha la cue*- pecífico de este estaclio oral, le .=*.::i'rcha. Para Lacan. Ia de- El fin pulsi*nal cambia según
tión del cbjeto de Ia pulsién, en pennitirá explicar diferentss as, : ,:.l::::,ia oral no es la satisfacción que la materia fecal sea expui-
tanto en cuant* la pul-rión eso en pertüs de la parte clínica de las
priruer lugar, la purlsión parcial. ', i:a¡nbre: es una clemanda ss- sada o retenida.
La pulsion parcial enfoca Lin
FSIüO$Iü. ' i",i,r. ta pulsion *extta! par:eial Freucl m*stré córns el apren-
En cuanto a D. !tr¡. *'innicott, *rlr;racia par Frend, la pr"rlsión diraje de la limpieza por e} (ron-
cbjeto parcial cu3'a impor-iancia desarrolla el concepta de cQ¡efo '',,,.-:',:'"=;- retctna t*dos
teórica irá en aumenta, Encon- sus derechas trol *ei esfínter anai iba a ser ia
traftsicionuf para explicar la ' * ;,:"*dr¡minar s*bre Ia necesi- fuente de los resgüs cle carácter
trarnas un desarrallo detallada trarrsición entre el nrundei in- :,:sj ** nutrieión. que aparecería¡r posteriarmente
en ivíéianie Kiein, que rorna ei iericr dei nino, que nü disringue , Ll xina es empujacio
térrnino de Karl Abraham, Jac- a aii- en ia per$*na ai:sesiva. en iu que
aún el ssnc com{} un cbjeto eli- **:,tarse del cuerp$ clel ctro que c*múnmente se ilama ei
ques Lacan da el concepta dei cai-ác-
terior a sí mismo, y el mund* ,'" *ix:enta, -t' es precisa**nt* ter ana]. El oiden" la lirnpieza,
objeto lal. Lo encontramcs, sin exterior dande los objeto$ pue-
embargu. ]'a en Freud cumo el '*=.:" **nde interviene el desec la meticulosidad v ia terqnedad,
den distingtirse como no für" ,-;¡*,;r'i1g Qtt'n, la nradre, QHe acep- por eriemplc.
objeto al que tienden por ias pul- encuentran sils
n:ando parte rlel üuerpo del i
;.i 3* clejarse comer por ei pla- fuentes pulsionaies en este mo-
sicnes parriales. Este objeto par- nino. La abservación camún ',';ii|,li El canibalismo descubierto ¡nent* del desarrollo de la se-
cial se refiere al seno. las heces, permite senalar el valar de este
,;,': *'eud toma aquí tcda
i.

su xuaiidad infantil.
el falo, 3r también la voz, Ia rni- objetc transicianal: el bürde de
rada y irlritl lu que r;e desgaja ¿{e , *;:ip,iiiud de *ur'.,*u der",cración El niña descubre durante la
*na sáliaüa, ia alrrr*ltada a ui¡ :*rx;ai dei crierpo ciei oiro. íaue anai ias prinieras ¡r*ci¡:nes
la relaeión madre-hijo. Et im- tro¿s de tela es chupado par ei
pulso, la fuente. el fin ¡, el cbjeta del piacer de la pr*piedad, ei do-
nino reemplazando de fbrma '::;:::; Iitl* pefnfite ApO)¡aInüS Sü- minio o e1 p*der. Freud descri-
de la pulsión se distinguirán se- progresiva un seno que se aleja, 'tr=, *::a nue!'a tr.ilogía. La ne- bió una pui-*ión de dnminio, que
gún cuatro liempo* importantes Sin embarsü: es de Jacques La- ,.;-*+..i*.ci. la demanda -v el deseo se desaruollaba en el aprendiza.ie
de la erniución de la sexualidad can de quien '-'endrá la apnr[a-
infhntil: la fa-oe oral. la fhse ffid,
+*:. :**cn tanto el desarrolla de de la muscuiatura clel niño,
ción firndamental que purificará ;ú **r{r-i&tidad infantil, a}rededor
la fase falica y, en fin, ia fase ' exactamente en el misma perí*-
la teoría freudiana de la pulsión ,,j¡¡ ;=* pul*iones parciales dife-
genital. clo que la fase anal ienfre 1cs d*s
nral. .::*¿,;i*tias por Freud- ccmo la v tres añr:si.
;=;,:j*a ¿te la cura anaiíiica, Camo para ei esraciia orai,
Ls fEsa ürul Neresidad, demando . ,,::ri* *1 firr es el permitir al su- Karl Ahraham ha descrit* do*
Determina ei tiempo en qr_re tra y deseo ,i:r,::l ;i€i¡cubrir la causa
de su de- fases que comprencien el estadio
evolución del ni¡:a se organiea Partiendo de la experiencia clí- *r. * ¡¡'arés de ias dernandas su- anal: la fase expulsiva v la fa*ce
alrededor de una zona erotica, ;.**::';a:i que el sujeto necesitará de r"etención. Mueh*s antnres.
nica de ia anc¡rexia mentai, La-
de una fuente pulsionai liamada :**=:itir a su analish. Par atra siguiend{r su estela, }ran estu"
{an se cues¡iona cóma un nino
z$na arai. El objeto oral en sen- cle pecho rechaza el mamar. Si
,i;*rl*. esta aportacién iaeaniatra diaclo el estadio anal I' su irn-
tido estl'icto es el seno. EI fin ::=¡* intervenir una dirnensión p*rtancia para ia comprensión
el bebé sacrifica así su necesidad
pnlslcrnal aral rad.it:aen ia *qatis- de alimentacién, hssra el punt*
;r;::*ipa], la del deseo del Otra
del earácter anal._v de la neurosis
facción que procura la succión, ,:'::i¡zlai, ia madre.
de poner su r,ida en peligr"o, es obsesiva. Pera cle nuer"o ha sido
pero también en la inc*rpüra- que existe aiguna co$a más fun- Jacques Lacan quien nüs ha
ción del seno. danental que la necesidad: el &* fuse snsl dada una aportación de gr.an va-
Karl Abraharn subdivide, si- dese¡r. Adenrás, la necesidad Iol'para la comprensión de este
guienda a Freuri, este estadic e¡r debe pa.;ar por ia demancia, por
';; s*gunda fase del clesarrollo
.j'* i* sexuaiidad infantil se ar- estariio a¡1al. inii'rdr¡cieii'Jo la
dos partes. Hasta las seis meses. ',1*s de*qíiladeros de la demanda,.
:;:*iiua alrededor de una zona terna neeesidad-dem anda-placer
Abraham cansidera qlle este crjl?lü decía Lacan, para hacerse
tiempo nü cümporta ambivalen- *r:gül:'a, 0 fuente puisional. -v el papel que
juega la demanda
ellte*Cer por $u madre. de la madre. Lo que e*pecifica
eia, es elecir, una. opüsiciór entre
;:,":;iituid& por la zCIna anal.
Ahrra Lrien, a la demanda aral :":i pi'ecisamentc pcr el arificio }a f-asg anal ,v la pulsión parcial
el amor ¡'el odio" A partir de 1**r si*l ni:ls de ser alinrentadc, la
seis meses _v hasta el des¡efe, ia
*xl" que la crganiza está ligad*, de
¡::edre taml:icn 1.ra a respander
aparición de l*s dientes r$ar** c*n *ira cie$:anda remitida ei
tl objeto de la fase anal e-* el nuevs atra vez,. ala madre. dado
i;,:li* f'ecal ü heees que se $eparen que es la madre la que pide al
un períoclo, calificado de -cá*i** bebé: . *éjate alimentar". **i *uerpo del nino. Este objeto niño que retenga sus excrsmsn-
crai, durante ei cuai apareü* Ht:e Y *s precisanente en
este ;u:isional provoca la excitación tos qr"re ios expuise a una hora
pulsión canibaiista" Ei niilo des- F:.tr:t* **n¿ie p*demos compren-
-v
:i* ia z$na anal. La pulsión par- precisa. La espera de la nlarire
46
47
üL PSICOANALISIS CüN¡CTPCION TREUDIANA
.y de su enlornCI, a ]a vez que la có¡no Freud hallla de la nociolr ,=ipai:le. eoüx| _y$, ijor tener ele- En un s*gunclo tiempo, la vi-
aprobacién general que acom- de un primad* fálic*: la zorla .t*ii$ prohibidos respecto a rni sión clel pclre le iieva a di{bren-
paúa los movin:ientq:s de expui- er$gena prinerpal en las niñas :l;:'iÍe. ,.NO deb* clesear nunc& ciar enlre i*s cir:s érganr:s. C*mc
sién del nino scbre el orinai, dan cürre-nponde al clít$ris. hnmóio- ::;.G* a mi madre; si lo hagr:1, cn, diee Freud, el gryan psnf, es ult¿l
a la necesidad de defecar la di- go clel pet:e en el ninc. i:" sL riesgo de sufrir la ñisnia réptrit:a *nperior rie su pequena
mensión rie un d*n, de iln re- L*s términ*s falo v castraeicrr t;*r'te,'" pien.sa el niüo ilequeno. _t, acrrlto r:lírr:ris. La niúa es víc-
galn, nrganizan un estadio fálic* de .-",,=:"icliltivamente a eslos dese*s tirna d* la eirvidia hacia el pene.
Freud habia ya diseñad* e.c[a una rnanera dif'eretlt* en las ni- .::rfsturlsas hacia la madre, ha- Aquí se rnarca la primera di-
ecuación simi:ólica. bien cCInü- no* que en las ninas, mientras .:,r i*x que se mue*tra contl'ari* ferencia {undamenta} entre ei
cida por los analistas, en la que haeta aquí acrbas har: atrar,e- É, r**unciar, aparece el adio por nino -y la niúa en su acerca-
materia fecai es igual a dr¡n, sado los estaclios cral _r,' anal de *; ¡:adre, ai que considera su miento a la castración. Si delan-
igual a diner*, igual a regalo, a forma anáicga. Tarnbién pocle- ;,:":::ripal rivai, *dio que e¡;tá ie de ia a*sencia clel pÉrlc en la
partir clel análisis de la neurasis mr¡s decir que este estadio lálico :,*nthién s*metid* a is repr*si*n. niña, el niño pien**a: .'.vny a ser
nh,sesiva, Lasan insistirá sobre va a intr*ducir al nirir: en la La angustia de la ca*traciór: castracl* cümo ella", dela¡lte cle
el estreehn margen que se deja cusrtión fundamentai de Ia di- ;rij:,:*üa en el niñ* ia re¡:resién la visión del pene detr ninc¡, la
aquí al deseü. al sujet*. En la fbrencia de sexr¡s. ,,:'. i¡],'i senlimientcs *dípicos, que niña piensa; .'he sid.* castrada,,.
medida en qne es la maelre qr"rien Para el niúo pequen*. el des- ::, i:an dejad* de realizarse du- La angustia cle la castracií:n dei
pide al nin* que le elé su maieria cubrimiento de} psn* conl{) :ii::* t*d* este períodr ilamado niño se cürr€sp*nde, en la nina.
fecai, nc le quecla más renredi* fuenle de salisfacción erirtica _v :ái:**. ?iene, por tanto, Llna fun- ü0r1 una envidia intensa por te-
al niño, pare salvaguardar su como sími:oio de valoración le .:.:r* esfructurante, y su apari- nel' Lrn pene. La ¡riüa pequena
desea, que $poner$e a la madle liet'a a s*brsvalorar el pene y a ;.;,::ri 11* e$ en abs*luto pat*ló- va a tratar cl* crerr durante un
reteniendn sus heces hasta el da- cansiclerar que' flüm$ é1, toda el ür*. ila fb de que el niúo r*- tiempn que su rnadre no sstá
lcr, después de identificarse ca- mundn tiene uno. ;,:::eia a püseer ¿t $u nradre .v castrada, pürü muy rápidarnente
ririosamente ccrn $u$ excremell- El descubrimienlo de la au- ilr:"pie la 1ey del padre que plan- va a cle*r:ubrir que, cixlln ella, sn
fos, que s*n evacuados por el vá- sencia de pene en la ni¡i* nü e$ :+* ssta prohibicir:n. Al rnismr: madre tarnbién ha sido castrada.
ier para burlar a la madre. ac*prado r:i recanscido coffic; :;*ffrpü r{ue renuncia a su ma- !h *ntonees a menc¡spreciarla y
Esta identlficacian del sr"rjett una evidencia. Se fcrrna así nna *rt. ei nino pequena se identi- & vrr e su padre cünlo nuevo ob-
can los exclernentcs, identifira- especie de ficción: esto les cre- :i,:,a e*:r su padre,v asulne igual- jetn cle $ü amür.
ción del sujeto c*n el objetn ial cerá un rlía cual.quiera. El pene ::l*nt* su identidad ma-qculina. l,Iientras qr¡c la caslración
para Lac'an. ]1CIs permite com- de la niria es todar'ía pÉqlle- Sin *rnbargo, Freud dEscribía, inaugura la represión detr csm-
prender cóma se constiru.ve el úo, pero acabará p*r hacerse ;i 1e** de este compl*jo de Edipo ple¡o de Edipo en el nin*, la *ina
fantasma sad*masaquista -y n0;$ grande. ;:;*;:*citir:fi. rtn cflrnpl*jo rle Edipo se intr*dlrce en el cleseo edípicr:
da una idea de l0 que pueds $sr {-ina vez que el nin* *e rinde :riativ*. El pequeno varÓn de- de su padrc'' pr:r la castración.
la estructura de este fantasma. a ia eviclencia de que las clife- ¡*re iguaimente a su paclre, )' Esla diferencia es fundamen-
Que ia demanda dei ütrc dis- rente* ninas que é1 ha paclido ,..,::':ridera
a sil madre cotn* $u tal para cümprsrlder lo que dis-
cipline l¿rs necesidades dei su;'eto sbserl,ar están efeclivamente Y es taml:iÉn a estos de-
::r-*1, tingue Ia sexuatidad urasculina
.y organice de esa farma la f"a-se clespr*vistas de pene .,-v que en reü; a los que debe l'enunciar. tle ia femenina. Tr:da su vida, la
anal nüs pernite c*mpreincler ninguna de elias ei pene }:a cre- [:: *asc contrario, se abcna el mujer queda así a&¡.erfa a} deseo
igualmente cóino ei estaciio anal cidr, se enÉlancha a una ílltirna :*r'r'{}rlrl de una homosexualidad incestnaso, que está acompana-
es el crigen de ]a disciplina, cie
ficcién: sólo rni madre e,Etá prr:- ;=r da fe de que el nin* no ha d* dei rnás grande cle las recha-
la rib*diencia y de ia si-rn:isión vi*ta de pene, cor110 y-o. La idea- :' id* relrunciar definit ivamen- zos en el hombre,
en i:eneficio dei ütrn. lizacién de una madre tcil*pa- :.* & üna actitud femsnina *nte Esta apcrtura al dese* del pa*
der*sa permilirá aún ai niúo ne- ,,.* *j*s de su padre. Para la dre llevará a la nine a ütril caffi-
Ls fsse fúlico y genitsl gar la diferencia de $exo,!, l¡asta :.ina, las c*sas pa*an cle manera bio: el de ia z*na erógena. Hl
A pr*ar cl* que Ia J'ase fálica, en el n:oment* en que se rinda de- ,,:ii'*:'ente, pgro nü de f*rn:a in- clít*rk, mu]' r'alcl'ad* iniciai-
tanto que estatlio pr*piamente tinitivanente a ia evidencia de ::*diata. rnente, cederá pr*gresir'&rnenie
dicho de la evolución de la se- }a ausencia de pene entre las en efecto, ia nina inicia ia fase su lugar a la vagina, prodr:cien-
xualidad infal:til. n0 aparece en nr{eres. de la que surgirá la an- í*ii*a con una vak¡racién inten- dase esto a ia larga de tr:da la
la obra de Freud hasta 1,?23, fi¡e #istia de castraciún. :,*. de suclít*ris. que se presenla adr¡lescencia. La p*quena nina
en 19ü8, ú$n el análisis de una Esta angustia nece cle ia fea. **t* ella como una gran f'uente $e prepara para recibir el pene
fobia de un nino pequen*, Jus- rírr que el nin* construye, de la ** satisfacción. Y, com* el niñr:. en $u r:agina.
nito, cuando dio con lgc,ce-i*-n id':* que éi ntism* se hace del :* nina vff a cclmen¡ar danda a La enr.idia por tener un pene
esencial dei complejo de castr&- *nig::a que le plantea la dife- ¡;; *lítoris el mismü gran valor niñ* da pa*o al cteseo
crxnc! e1 clel
ción. üe hechCI. e¡l 1905, en l*E re;:cia de s*xo. Si la niña r:a tie- *,rie al pene. considerando que d* disfruíar dei pene duranle el
Tres rnsr¿-yos s*&¡u fa fe*ric *e F*trr] *$ que le ha sido arran- i*dc el mund{r está datado de un caito.
de lu sexu*lidr¿t{. enc*ntran:**q qlad¡:. **rcrnadü, porque ella es p.*ne-c}ít*ris" E¡r fin, las ganas de ssr madre

4B
rL PSrcoANÁitsts !I ryc-!P-? g-ry lS!!-1A N¡
por parte de ia niña tcman sus madre: el falo. La relación ima- puisiones sexuales del niño, traduce en angustiaü ,Y *cettti-
raíces en el clesplazamient* en- ginaria entre el infante ¡' tra ma- t0noclerün su apügeo cÜn mientos de extralieza iigarlos
dre se cansnlida con esta iden- ilese*s eciípicas. juslarnente a la vacilacié¡r iden-
tre la envidia poI' un pene ,v la
envidia por tener nn bebé, ta tificación quü pernite al nirio tifirat,oria. Para mrichts psictl-
creer -"er €l falo de la n:adre ¡' a analistas, es aitn ésta la acasiÓn
renuncia a los sentimientos edí' rT
lrl perÍodo de lslenciq del joverr adal*scente para apl'o'
picc-< lro se llet'ará a cabo jarnás ésta creer estar d*tada del fuio
vechar esta crisis de la pui:ertad
de fbrma toral en la nina" que le fulta. : partir ¿le l*s citrca añcs co-
v reharu" de alguna manera las
Corna 1o habíamoü 3'a señala- La castraciót:, tal .v rom* La- ,::*nza un p*rí*rlo que Freud ha
csn la explica, no se n:anifiesla ;'"*iliicado á* perí*rl* de lutenrkt. identificaciones {¿ue no le hübie-
do para las estadios oral .Y anal,
la aportación de Jacqnes Lacan, únicamente scbre el niñn, colllCI ]urará hasta la pubertad. La la' rall permitido saftr" de f'orrna
conpleta clel complejo cle Edipo'
cün la introduccidn dei Otro Freud nos enseúa. La rastraciÓn i*-c'ia nc, es total, 3- Ia sexuali-
A partir cie ia pubertad, F&-
como elemento determinante c{e se manifiesta también en la ma- :i;n* del nino se rrranifie$ta a tra-
rece {iue lus autecede¡rtes dados
la evolución lil:idinosa del niño, drE. m¿is precisametrte en el vín- ','*s Ce la masfurbacién, lc¡s de-
se fijarán definitivame¡rte,v, s8'
nos perrnite entender mejor la culn madre-nino. La prohibicicn sr*s edípic*s o los fantasrnas
gún la imagen célebre que to*
diaiéctica del deseo a la que es- del incestei encarnada por el ¡:a- ;,;* satisfacen las pul-*iones par-
maba Freud del cristal que se
tán sontetieios el niñc¡ Y 1a niña clre se dirige al niño, a quien se ;tai*s. Pera son expresiones mí-
quebraría siexrpi'e según las lí'
durante la fase fálica. Por olra }e prohíbe pcseer a la madre. r:rca$. ,v la energía de las Pul-
Pero iprahnente se refiere a la
neas que previamente ha ían
parte, Ia nsción del faio t*tna ¡ii-]:ies sexuales se canaliza aho-
conslituido su estructtlra inter-
uua impcrtancia decisiva y se di' rnaclre, a quien el paelre prohíbe ::.t hacia la* actividades sociales
reintegrar el producta de su na. la desronipansacldn cle rin
fereneia ladiealmente de la no- ,;-":s ei niño empieza a encontrar
sujeto se realizará sienrpre *ce-
eión del pene, habiendo sido am- vientre. -i i:"*vés de los juegas y de la virla
a esta intel'r'ención ,*¡**lar. gun la estructura Psíqr.rica que
bos concepto* empleados Por Gr"arias
le determina. \¡erem*s est* más
Freud indistintarnente, del paclre. e} Otro malentai, la ill inicio de ia socialización del
adelante, cün las n*cione* cle es-
Ei interés que demuestra la madre, resulta castrarla en su ;:* üorresponde. Por tanto, a tructuras neurÓticas Y Psicóti-
madre por el pene clel pequeño pretensió* de tener un falc¡ v el :; renuncia cle los deseos edíPi-
CAS,
nino se sitúa para él c*nra Ia niño en su desso de serlo. Esta ,,-¡i )'a la puesta de la sexualidad
,i:f: E]üI11entáneü canrpás de es- Perr¡ r.oivantcs al lugar que
consecuencia ldgica del interes renuncia mutua permite al niño
$cupa ia teor'ía freudiana cle ia,¡
que ella tenía por sus excrefilen- renunc:iar a ser el falo para abor- ^é r'il
pulsiones sexuales en el marco
tns. Solamente aquí esle interés dar Ia problemática cle tenerlo.
de ia que se llaura el prinrer dua-
contrasta cün el rechazo que la De f*rrna distiirta- ronro .va ire-
nlos r,isto, si se trata de u¡r niño
*.,s crisis lismo pulsional freudiano.
madre opone al ninr¡ ruatrdo ve
Ifa{iet- er rI¡Ler'esl¡e'esLu ¡;ur €*ia. u ttc-urr.r-^tiñto. ** ls puberlud
Según la expresian de Lacan, ,.el Este paso del seria ai tenerlo Pulsiones sexuules
,i*::,:i:*i+riad se corre$Ponde a un
nino *s apreüiado üomü objeto- es el período nrás impnrtante de
pero despreciadc comü desü*,,, la clialéctica edípica. Implica . de crisis. Por uüa par- y pulsiones
es decir, despreciado camo su- juegci cle las identi{icaeiones se-
el
i, =*:t'.:
o¡ ;i**uce un despertar bru- té tluro€onsenrgción
jeto. gún *1 cual ei niñr"r renuncia al .= :*s pulsiones; Pür_ütra'
a:;* ;i*$la en cuestiÓn cle las Una vez qu€ Freud tlescubre la
'.iQué quiere ella?" es ia pre- desen de su madre {a su propio
:,,i t-':i:*tianeg parentales que sexualicad infantii ¡' nombra las
gunta que se plantea el niñ* pe- deseo de ser el faio y también a
:x*=:¡ p*nnitida justamente .14 pnisiones sexuaies" se acaba de
queño. Es aquÍ donde el padre su partic¡-ilar deseo lracia la ma-
.,1i:::: ,.;I.i'1f;. A üSAS pUltiOnes. El dar una gran pasCI para ia com'
aparere c*mo aquel que posee lo dre) identificándose con üqu pa-
,=l;,i.rfi{ i** edípica reprirnido des- prensión de la psieología hu-
que la madrE quiere, es ttecir', el dre, portador de aquello que fi-
anos feaparece.Y se mana, tanto para el desarroils
fatrn. nalmente hace ries*ar a la ma- =;r ';i*co
En un primer nr*m*nto- ei in-
i:;:**;ir en una crisis identifi- psíquico del nino comü Para el
dre, r,=i,:
rrs" de hecho más a4l{4, funcionamiento {idult* de la psi-
fante, lanto el nino como la t't
El ',sepultarniento dei com- ,.;;;:r :* acompaña de Cambios colagía, que puede funcionar
niña, se identiüea con aquello plejo de Edipo,, marca el fin de
o prcducir lletl-
que le faita ilaril satisfacer a la r,::rlt?]1"*iÉs que inscriben aún nor"rns.l.mente
los cinco primelos años v acalla
al sujeto en su propia iden'
;i.i:,::,: rasis.
-.exual. Aparecen las ca- Como -va hemos meneionado,
=i*il
,,:: ;i:stes sexuales secundarios. las pulsiones sexuales se desa-
"' J'¡'adlrcción rle r|.édtn: eue rorresponde al Uniergcng rle Freud. E*te trár-
mino -oe emplea en &lercátr para ei hundimient* o naufragio de un barco. El .lii:r:* ei veilo" ei canrhio de t'{tz, riulian al princiPio sobre las
cünc€ptü r.i*ne ¿r expresar para Freud Lrna dif'erenr:ia en el resnl¿ado final al .v:,,+;:*i*ra" y tantc el j*ver: ado- funcianes de autoconservación.
qu* Éeven abotadas las emnci{in*s de amor'3'cdi* enco¡rt¡¿das. re{'eridas a l*s :,*Fi*11t8 comü la jetven ad*les- Aunque Freud da a las funcio-
dns ¡:rierubl'as de ia pareja parrntal; una c]istillción üün rÉspect¿; a *tros cor:- ';,*i:;,* están aq*ejadot Por esos nes del ya el nombre de Pulsir:-
tenido; dei incon-"ciente. l'a que itr.s que *e refier"en al c*mplqjü de Edip* sr-r- nes, nü parece que ptdamüs con'
.:*:::bioS.
cnrnben, sin clejar rastro. como englobad*s p{rl' las agrias. mientra* que otros
contenid*; insanseielltes st: vcn strnreticl<ls lr la represión, y lnch*rn aun ¿lerde : is¿a crisis de la pubertad, a siderarlas cümo verdaderas pu1-
el inctnsciente poi'ret{irt}ar }"l:ac*rse exprebü.} en la conseienci.q. {N" de} A.i : :*:'de ner del tadu natural, se niones. Sin embargü, en su Preo-

so
5l
5! P:icoAi\tlrsrs CONCEPCION FREUDIANA
cupación por explicar el confiict{) plica para Freud, como le recor-
defensivo contra las pulsiones Eu* procuraron su s¿rtisfac- serrrar ai vo cle representacinnes
daban Laplanche y pontalis, que .,'lCIn t?, incancebibles coll su ideal moral
sexuale**.Freud ias opone a las ,1!na parte esencial de la pre- a e*tética que está en la
puisiones de autocoliscn ación. dispo-sicirin psíquica a ia neur*- -lo
base de las neurosis*, hacía fal-
o pulsiones del I'o. sis pr"oviene clel retraso de la fil nsrcisismo
ia dar Lln nue\¡o paso teórico su-
pulsión sexual a tener en cuenta 5i el primer dualisrno pulsional, ¡rlernentario para explicar las
Principio de plocer y ja lealidad,,. psicosis. De ahí surge ei concep-
üpone según Freud las pul-
Al principio rodo se rige por =:ie
principio de reslidsd . :.r¡nes sexuales a las pul*tiones to de narcisismo.
el prrncipia del placer, coniebido ,,i*i .1'o, permite comprenrler el
Aquellu e,q h qus se llama el pri- por Freuci para explicar la t;en- :,;¡:cionamiento del aparato psi- Libido del yo y libido
mer dualisnlo pulsirnal ell dencia del psiquismo a qllerer ;r,ric* y la constitución de ias del obieto
Freud. P¿lra que el .vo pueda cle- descargar de forma inmediata ::*urosis- Freud se plantea un
fencierse contra ias pulsirlnes se- toda tensión clesagradable. Has- ;van enigrna para la cornpren- Freud lo introdujo en el análisis
xuales .i' repriniirlas. Freucl ne- [a $Ll segunria tópica" introdu- ::*n de las psicosis, conto Yere- deleaso Schreber. en 191ü. para
cesita explicar de dqinde obtiene cicia en 192ü, Freud consideraba
=:its
en el próximo capÍtulo. mostrar que existe una fase de
la energ:a para hacerlo. Este pri- el placer ligada a Ia reducción de Dado que la experiencia con desarrollo de la sexualidad don-
mer duali*nio pulsional es cc- une excitación. ,v el displacer. ii¡ pacientes era limitada, de ,,el sujeto comienza por tc-
r:'elativo de otro dualismo: e] de pro*edente de una acunulación Íreud esperaba eneontrar en mar-{e a sí mismo. por tomar su
la oposicién entre el principir: de esüas excitaciones. En esta Jiing, la experiencia clínica ne- propio euerpo üümo objela de
del placer v el prinr:ipio de rea- per-rpectiva. y a pesar de los nia- s-qaria pare exptricar ias psicosis &nlCIr,,, Este estadier intermedit¡
iidad; a saher, ¿.i hambre o el t¡qrs que aportará, ei principio e ia iuz de su descubrimiento de entre el autoeratismo de pulsio-
anlor. del place'r es. antes qrle nada. un ;a sexuaiidad infantil. Fue de he- nes parciales y el arnor de objeto,
Ei amor puede satisfacerse cle prir:cipio econónico. Caracteri- ;h* Kari Abrahanr quíen le dio permitió a Freucl rechazar las
un objeto irnaginario. fanras- za eífunci*namienta clel sistema ,u::a prirnera respuesta positiva tesis de Jung y mostrar qlle, en
rnal, como nos .lo nruüstra la ex- inconsciente. es decir,, los pr.*- * afirmar que en ia esquizafre- la esquizofrenia. la iihido regre-
periencia de Ia satisfacción alu- cs,ios primarios, Las ¡:nisiones ::ia. llamada entc¡ncss dentendu saba hacia el auüoerotismo,
cinatoria dej deseo. El hambre. tienen tendenciu u **i satisf'e- :;rrcúz" el enf'ermo mental hacía mientras que en la paranoia del
en contraposición, sólo priede ch¿is de forma inmediata. a des.
:*fluir sobre sÍ mismo. transfe- presidente Schrel:er, Ia libido re"
ria sobre su toda ta libido que gresaba ai narcisiiimo.
hacerlo, satisfacerse. drirente cargarse por ias t:kts mds corfris. "vo
un instante, aquel en el que el cümü e¡r el ejempio del b*bé que
:abía antes dirigido sobre el Gracias a este concept* cle
exterior. narci*qismo. o amor dirig"id* a ia
bebé alucina el sen* esper:anda husca la satlsf'acción pnr la vía =undo
Ahora bien, cclmo el primer propia imagen corno en el mito
tenerlo rcalmeRte en la boca. alucinataria.
'i*aiisrno freudiano enfrentaha de Narciso. Freud consen'aba ia
Cuandr¡ hace .'., ;^e¡:i{e la *xprr- En lo refe¡"ente ai principio cle
",*r pulsiúnes sexuales a las pul" unidacl cle sr¿ terons. Este cün-
riencia dc la satisfacri,:in re.ai, ei la realidad. este interviene c0m0
:ir:nrs del yc, e¡ funciones de au- ceptn ie permitía también com-
bebé aprende a distinguirla cle reguladar del principio del pla- ;*conservación, el -1'o estaba, por prender atras diferentes tenden-
ia salisfacciírn aiucinatoria. crin cer. La birsqueela de Ia _qatisÍac- i*nto, clesexr¡alizado. Para C. G. cias atribuidas ai ¡,'o v desexua-
la que no ¡:uecle ]'¿r contentarse ción no se efectúa por una cles- ulung" que rechazaba considerar lizadas en liempos anteri*res.
para saciar ,qu ir¿rmbre. üicilo cle carge inrnediata de la energra ia iihido como el origen de t*elos La fatiga, ei sueno. el dol:r' la
otra n:¿rlloi'&. el bebé aprer:cle pulsir:nal, sino por una trans- j¡:s afectos y que tenía tendencia enfermedad son las consecrien-
lulu) cierprisa a c{isting:i.lir enrre fbrmación cle esta energía libre a diluir este concepto freudiano cias cle una retiracla cle la libido
aiucinacióli .r' pci'cr:pción, en energ:a iigada. La satisfac- *-.*ncial para el psic*análisis en del mundo exterior hacia el pra-
Si la*o pr:isicne¡ iilte- cir-¡n se difiere. La capacidacl del *n concep[o más vagü cle energÍa pio yo. Por eson la libid* del ya
"cexuaiss
den satisf'acei'se en la *ir.rCina- psiquismCI para esperar sü con- psÍquica global, la dernencia pre- es clifÍcil de distinguir de ias fun-
ció¡r, las irincione-* cie antrici:n- vierte en Ia garar:tía de esta j:t'z se perfilaba como la ocasión ciones del 3'a. A partir de 1914.
servación o ¡:ul-sión del va nr: in irar:s{brrnación, Las caracterís" Ce demostrar a Freucl ere, con- cuando Freud introduja el nar'-
pue,den l*g-r'ar nrás c¿ne cnrt iii iicas del sistenta preüonsciente- lrariamente a las neurosis, la cisismo, aparece un nue\¡o dua"
pei'cepciciir dei objetr.r r*ai. f,_{ta r""*ltsr:ienie se desarrollan: la *nfermedad mental no se expli- lisrno: la lihiclo dei 3'o y la libido
es 1o que r'¿i a penniiil"is_* pa;ar aiención, el juicioy el razona- ':aba con refet'encia a la libido. dei objeto. tVeremas más ade-
mu.y deprisa ciel principi* del n:ie¡:io dibujan ias cualidades a ia energía sexual. lante cónro Lacan retoma esta
placer: ai principic cle reaiidari, pr'l'lns cuaies el psiquisrno tien- Si. hasta aquí, ias pulsianes euestión c*n el estadio clel es-
del que el}a-* van a re:uiia¡ ri* ri* e¡: cuaiquier caso a buscar, *el yo servían para la represión pejo..i Si este nuevo dualismo en-
alguna nlatlera el ag*nie. de ias puisiones sexuales al pre- tre libido narcisista 1'libido ah-
t'arff. iograr satisfacerse, una
En co¡rtraposiciór:. las ¡:illsi*- r*s.r:t:Cad cle pensamient* y no
ne$ se"xnales se engenchan ai n:ás unn idenridad de per*epción
principic rlel piiecer. io que ex- '; I.os c{}nceptos de idenfi¿far/ r.fe prnscuriier¿tr} e idenfidud dr ¡-:rrer,:¡:rltj¡r sr¡¡'t
r*:1 ias pri*:eras experiencias aclarados en una notir anterior- lli, clel A.i

52 53
rLlsLc?nryAls_ls
jefal no rc¡rr,'iel.te en conrpletei-
den. por el contrs¡'io. a consti-
lorycFPsI?I |t5g?_rAry4
mente caduco ei prinrer clualis- tuir unidades cada \¡ez más
'='- ruede ser el objeto depuirio- por unir interiorización de las
mo enlre funciolies de autocon_ :;.*: de vida -v de muerfe, que prchihiciones parentales. En úi"
grancles. ,:rjnntamen_te cCImpünen el tir:ra instancia, se puede desen-
sen ación. r: pulsioüe$ del vo. r, üescle este punto de vi.sta. el
pulsinnes sexuales, inicia, ;; .:.':. cr:ncebidc por Frerrd carno cadenar contta ei _l:ir cümo en ia
propic análisis. en tantü que
cualquiei' casü, un nlovimiento üFcra pnr clesligami*nto fi.ac. '',':iepósito de la enerEa pulsio- x:elancclia. _v ell* perurite com-
rle elabaración teérica que cün- .1,
ciona¡niento, ,sería obra* de la
t.,j,::.. pl'ender que eX nrÁhncólico lle-
dujo a Freud a ün ilitimr lrerid cümpal'a el 3'o a un po- gre a sriiciciar-*e, La noción es-
dua- pulsión de nluerte. C*mpren- .-:i** adulador'J' corrupto que se taba va presente en el pensa-
li,rmo pulsional. que enfrentaba demas así la resistencia i'eroz
las pulsiünes de *'ida con las de ,:':::i,'ierte en el agente de adap- mientn de Freud tras los c*n-
qire golpeo a lo* analistas cuan_
muerte, al igual que a Ia segtrn- dr¡ Freud elaboró este concepto.
-;*l,n entre ias exigencias pul- ceptos de censura o de lt].c
da tcpica del aparato psíqüicc: *::i:ales irreductibles del ellu, sentimientos cl* culpabilidad in-
Al conti'ai'io. el arnor
el ello. ei vo v el supori'O '
upui.u** .*i *xigencias morales y crÍticas conscientes.
cnlitü un obstáculo para el aná- :,*i supcryó, al igual que aque- Hemc¡s vislo cénio *e arra*tra
lisis, lo que refieja- la prin:era
Pulsiones de vids v ":as de la realidacl exterior. Es ia al nino a renunciar a sus de*eos
aportacion freudiana de la ;** ie especifica desde el punta edípicos. En iugar de c*ntinuar
pulsiones de muerie transfere¡rcia c0m0 un fensme- ;* r'i*ta topica, deseando a ¡qus padres, de con-
n* de resistencia. t*¡rie el punto de vista di- tinuar invistiéncioles pulsi*nal-
Lo que llevó a Freud a este rlue-
vo _v últirna dualis¡rro pulsianal
Sn este nlle\,ü dualismo pul- .;;:: l*c. cantinúa repre$entanda mente. se identifica con ellas e
sional, tadas las pulsiones ñe-
que opone las puisiones de l.ida
xuales descritas anterir¡rmente =.,:i:'*io clefensiva. Es el agente inrerioriza sus prr:hibicianes.
con las de nruerte, fue la nece- ,j* la represicn :' cle ütr{¡*q me- En este sentido, Fieud decía qge
se encuentran reagrupadas en .;i;ri:;,nlss cle defensa. Oe esta ,,el esfablecinliento del supei3'd
sidad de dar cuelrta de ciertos
Ias pulsiones de la vida, inclui-
hechos abservados elínicamente :',-l¡::a es- sn parte. inconscienle. puede ser considerado cümo un
das Jas lutciones de autocon- Ii eilo es un término r{ue caso de irJe*tificación lcgrada,,
que el dualisn* pr*cedente na
servacién que estaban atribui- lr*url toma prestado de G. con lcs paclres,
podía explicar.
das al _vo. Ahora bi*n, esta na-
óC*mo conrprender ia cünt- *r*ddeck. Dstermin* las fuer-
pulsión de repetir situaciones ns
cii¡n del _vo, presente desele el o::*'ff::Íff "';Jl"i?1iiul3 La identificusién
principia de la elaboración fieu-
placer:teras, desagradables a cia-
cliana, iba a sufrir urorlificacio-
A
larosas? ¿Cóino comprencler Ia {,:rresp.onde .a las expresianes Es un proceso importante para
ne$ propesivas y dasembocar.en
importancia de las auforuepro-
ei ccncepta del yo $plle-qt* al eilo 1*e utiliean los paciente* $,lo ü-.;;jitu*iun J* tu pers*nali-
ches en una afbccién corrró h *:t;:iicar r-us prablemas. ,'Eilo d-J. El sujeto se viste con un
al superS'ó, en la segunda tó-
meiancolía? iCémo cünlprender .v.
plea. =* ilegó bru-ccanlente" es má* ñfñe que pertenece a ütr* l.
ul..
ryrygquism* primario y ei Í:*rte que .\¡ü" se transforlna. a veces talaimen-
"ese
odio? El principio del piacer;, ral Constituve el polo pulsionai ;;.-;;d;t;;;-i;;- orr.,r.
I üomo lo hemss preséntadt¡ rá- !H i*gnda
rópicai fo, ,i*i aparata psíquico tal l' cümü port*áó* destacar que
este pro-
pidamente, no pcdía _r,a, a los
ello y superro l:"*ud ir¡ c*nribe nuer.'amente. **_-o *ru, p*, eiemplo, a la edart
ojos de Freud, dar cuenta de di- Freud necesitaba de esta seeun- r: el único en el oligen. l- iu? j- -i.r-*ánor, ó,, iá quá ,rn p*-
chos fenómenas. De hecho. en Ia ii"¡s otras instancia:-, ei .-r'o 3' el q;*;;;*l*nrá
cla tópica para dar cuenta dé las á rog*ilos ,*is-
cura. ia reacción terapéutica ne- defensas inconscientes, incom- =iipei1,"ó, *ce desarrollan cliferen- ,i i" ir¿Uitrru qun.,-,
gativa.l'el recirazo a sanarse na ;iándase progresivamente ciei S.lr*. euie-
podían ser inrerpretadas & Ia
patibles eon la idea previa de un
:iic. Es caótico. sin arganiración
;;;.;;*o *ii padre, realizar el
]ü que se confunclía con el si_q- *i--i- Can eila demues-
soia luz de la opoiieión entre el tema preconseiente-eonsciente. "ncio.
principi* del piacer y el de rea.
]idad.
)' que sería. pür tanto, tatai- ;::.d**utru J:, t-:T i*
il?,ift ,,í''ff :Hfrl'1J;:,:li:11i3
:iü se suprimirán ias unas a las ,"lr,áf
*rsnte cansciente, tal S, corno lo d;i* ui puJre {u iclenti_
ril'a$. En esle sentido, está re- n---i*- iu p*rniite esta renuncia
."
Freud p*stuló entonces la pr*sentaba la prirnera topica.
existencia de pulsi*nes de muer- -inr.estidura *idc p*r los proce*os primari*s ; i;- d-;-ii* **ipr*o*, I, consti-
Ader::ás, Ja libi-
te, a Iry que üpone las pulsiüne$ dinosa del _vo con la intrarlucción {lis caracterizan el {'uncicna tuir
- ---- lg.rui**nre
-o--*-- un l*eát del .vo.
de vida. La aposición entre el ciel c*nc*pto del narcisismo, la :::iento del inconsciente elt ia
amCIr y el hambre se c*nvierte hipdtesis de Ruevas instancias ,*rimera tépica.
en la cposición entre el amcr.v ciei:ieia: a ias diferentes identi- En *uunto ai superya. Freud tl ideql del yo
la muerte. Las prrlsir:nes df firaci***s ciims el ideal dei vo. l* definía comü el hei.edera del y el yo ideal
Hruerte tienden a lievar al ür- ir n:isr::* que I$s sentirnienios **mplej* de Edipo cuyCI r*l sería
ganismo vil'* a un estad* in*1.- *1 dá un juez respecía al y'a, de Si el superyó se constituye por
is ruipahiliilad ], i*s autorre- ia ¡nisma manera que ios padres la interiorie*tión de ias exigen-
gánicc. anterial'a la ri¿1a. Sil fi* prirrl:** pr*s*ntes en la nrelan-
et ei disolver I** engra**.jes en l:abian representadri la concien- cias .1' de la* prchibitiones pa-
r*iia. ii*r.arE:n a Freud a descen-
uriidades cada vez ¡:rás *efius- tra¡ el 3.* Cei poio extremo
cia maral. la censnre que el r:iño rentales, el ideal de} 3'o se cüns-
ñas. Las pulsiones de Eirih ri*n- crilnai:a e;: la pr.imera tópica.'El
que n* tenía al principio. En este titu-ve como una identificación
sentido, el superyo se constilu-ve cou las paclres rürno m*dela. El
54
55
EL PSICOANALISIS
ideal clel yo se farma con un: cüncsptrls prinrordiales de la an-
"Tú debes $er A*oí,, cflmo tu pa- gustia ¡' la represión.
dre, mientras que el super]¡ó se Si, en su primera teoría, la an-
caracteriza par un: ,"'Iil na dehes gustia f'ue cansiderada com* el
$gr así'', eomCI tr-r padre. resutrtaelo de una tension libidi-
La función dei ideal dei 3'o nos& que no se pudc de:*cargar,
pernritié a Frerrd comprender ia posterior aportación de
muchas cle los fenómen*s rela- Freud, en 1326. en Inkibicia¡t,
tivos a la farmación de }as ma- sí¡¡fo¡ric¡ ]¡ &r¡gff.,Sfl#, es prirnor*
sas, tales cümci la sumisión hacia etial. La *ngustia es ahsra con-
un líder que ücup&, para 1os di- Eiderada csmü una señal de an-
ferentes indivicluas de la masa, gustia que señaia al -vo una si-
el lugar del ideal dei ,vc. Mana tuacién análoga antigua, que
entre ellcs; ics miembrcs de la había c*nstituido un peligr"c, 3t
masa se identifican en su yo, de la que el )¡ü $e va & rlefender
Esta ruptura entre ei 3ro y el cün un mecanismo de defensa
ideai dei yo explica ias aberra-
ciones del comportamiento cle
propio de cada estrueturñ neu-
róNica, Ha"u* que preci*ar que la
lv
ias masas, fascinadas por el lider angustia n0 es ei rniedo" Lo que
¡'dependientes totalmente de é1, les distinsue es el peligro reai
La distinción del ideal dei .1'o qlle prüv*ca el rniedo, miEntras EL TNFOQUE P$ICOANALÍTICO DT
en relacién al superyó y al yc que la allgu;tia se pcne en ¡nar-
LA$ NtUROsls, LAS PSICOSIS
permite también cornpl'€nder la cha por la percepcién de un pe-
esencia rnisrna del fenómsno ligro interno, sin causa aparente Y tAS PERVERSIONES
arnoroso, clonde el *bjetn de "y suseitado
por una exigencia
amcr está idsalizado hasta el ex- pulsional del ello en ccnflicto
tremo. Oe esta fortna, Freud c*n una prohibición del *uperyó.
puede explicar Ia nalriraleza de Lo qlie en un principi* era
la hipnosis, donde el sometido conflict* entre las exigencias
está sujetn de forma extrenr.a a pulsionaies del nin* y lae pra^
su hipnotizador. Era lo que ya hibicinnes de ios pacires se in-
había captado. aunque de fcrma tsrioriza pcr el sujeto y se cün-
intuitiva, cuando s* decidió a, vierte en ccnflict* entre las ins-
abanclonar ia hipnosis. ¿ancias del pr*pic psiquismo.
En cuant* al ln ideal que rnu- Este confiicto prov*ca angustia,
chos rechazan distinguir del motor de la r-epresión, fll pas*
ideal del 3'o. argumentandr que decisivo dado por Freud está
Freud nc las separaba de I'ornia aquí: al principio. él concebía la
sistemática, Lacan nüs ensena a angu*lia cüitlo ei resultado de Ja
distinguir el registro simbóiico, represión cle las pulsiones se-
propio del ideal dei yn, y el re- xuales )', por tanto, coruü el pro-
gistro imaginario dsnde se fnr- ducto de una insatisfaccian.
ma el yo ideal, a lravés del es- Ahor-a. es la represión quien in-
üadio del espejc, 1o que le da uira terviene para aliviar ai sujet* de
dimensién esencialmenle narci- la angustia.
sista. E*ta repre-rión ten*rfi un &es-
tins üifmente según se trate de
Anguslis y represión una histeria, de una neuro*is
obsesil'a o de una neuro*is fó-
Antes de cerrar este capítul*, hica, perü en los tres caso$ se
hace falta ahordar las observa- habla de la angustia de la cas-
ciones que Freud hies sobre las tración"

56
Ls represión y el retorno de lo reprimido

i{*mos visto ia i*rportancia clel que oh:idan:os no nCIs oivida, ¡'


ir:ncepto de represión pal"a la descle que st prcduce la repre-
:**ría psic*anaiítica, A 1o largc sién se produce necesai'iamente
'ir t*da la *bre de Freud, este ün retorno de ln reprirnidr:.
r::ncepto e mantiene presente Sin este ret*rna de lo rePri-
í,:íJtrü ..ia piedra angular sobrre la rrrido rio hubiera habidc jartrás
üre reposa todo e1 edifici* clel psieoanálisis. Y también pode'
psicoanálisis". En efectc, es m*s decir que no }iu}:iera habida
c¿:nstitutivo del rr¿ro¡¡sci ente al janrás sueias. Ei suenr: es la pri-
,{r?e engendra, 3' Freud ha ha- ülera manifestación cle este re'
"liads mucho de lo reprimido torna de In reprirnido- incluscl si
r*lnü sinónimo del inconsciente. sólo Freucl lo ha llarnadc así. In-
,,Su esencia raclica en ei hEcha clnso el humsr. el chiste a la risa
,** apa.r/ ür 1' müntEner a tÍist{Irl' dan fe de este retarno de lo re'
¡i*¿ dei consciente,, las represen- primicto. En {in, Ias }apsus ,: los
;acione* inconciliables con las aetas fallidss constituS'en otrcs
rxigencias ¡'las prahibiciones de mados a través de 1o* que se ma-
;¿a conciencia moral dei sujeto, lo nifiesta el dr+seo inconsciente, s
r4t:e .rlpone un gasta de energía través de las que lo reprimidt
.;::nsIante. vuelve a }a superficie.
Segun Freud, la pulsién $e' P*demo* decir qlte, dadu que
sual se pl.esenta en el psiquismrr estCI$ modos habituales, rofidla-
.: lravÉs de da* elemetrtos dife- nos, de ret$rno de lc reprimido
r'*ntes: la represe*tación -Y la no sün 3'a su{icientes pala ca-
*antidacl de afecto que se ie aso' naiizar el desea inconsciente,
*ia, Corno hernos visto anterior- todo estc se manifiesta a través
:::.ente. la pulsinn btrsca satis- del síntoma.
:acerse. Ah*ra bien. si es cierto
,¿*e la satisfucción de la puisión
El sintomu
ii:f1;,s:i'=i'& placef, éste tafnbien
,;r-;*** =er fuente de di*Placeres Como todos los demás rgtol'nü$
:* ¡* ''ipc:ne a las exigencias illü- de la reprimir{o, el *íntama es
$t=* iiei sujeto. Es aqul danele una farmación de comPron:isa
t'. entre el deseo incansciente, que
,'rir¿r *n juego la represiÓn
i.a represiÓn es. por tanto. ult busca expresars€, I una Prohi'
:,:,.iif: *s., a través del cual pode- bición que $e opone a la toma de
, *, ii.idav lo que pudiera llegar conciencia cle ese dese*. El sín'
*, *+1" *na fuente de confiietas toma sati*face, Psr tanto. las
.,:.:{irr:üs susceptibies c{e pr0v0- exigencia* pul*ionales {del e}lot
i:r¿: *sxgtlsfia" E-q un mecanisrna las exigencias morales tdel su'
.r,
r-*rsal que perrnite sirnple- perydi. De aquí su tapacidad de
*l ser, ,,Ser, no es nada
',.,:::'.t'::t* resistencia y de permanencia en
el tiernpo. La medicina no puede
"lll*: que oividar,,, deeía Lacalr'
represión no es una spe-
iT'rr"': ia hacer nada, y tnda intervenciÓn
::*,:i*n definitiva en el selrtidc¡ de terapéutica internPestiva nü
,''-r tr;do ia que se *lvida será de hace otra ccsa que derPlazar el
!*,* vez par todas presa del in- síntr¡ma. üadc que, en la medida
":::*icieüte.v allí se quedará. Lo en que es el resultado de un

. F. Ricilsu¡ ha prüpuesto el término ¡tr"rsertfnr:ip¡¡ co¡no traducriÓu cle .Fs-


::::.::s{.¡ilflr¿:, sigtriencto a la-* tracluctores de Co}l*cted Papers' Re¡trriseritr¿¡r¿ de'
:,: a la expresiorr psíquic¿r tle la pulsión, sea de iridole represetrtatiua tl'ela-
,tt:,i:,,?,Ti*l I o al"ectiva. Pa¡a la presentación ¡'epresentatíva.
Freud utiliza rt¡>rcist:tt-
:::¡I'-¡¡?rlr r,rs¡'steÍlu.,¡,g. Ili. riel A. i
5?
rL PSICOANALISIS NTIJR{}SIS, PSf CÜ5¡5 Y FTRVTftSiÜNT5
csrnprülni$o entre do* instan- sivc su{!'en aún por el
cias en c*nflictg e¡r el interior
des*¿:o Lu represión originul
noci¡niento actir'¡"r cle una ide**
del psiquismo, tern¡ina pür re- i*gra lnedica que solt puede l'r::':- Hsia primera lase cie la re¡:resiirn
presentar al sujet*, Y dado que dame¡rtar-*e sr:bre el rechaz* d*i c*nsiste en una clohle fijación: la
el si1¡etr: no tiene ütrff. pr:sibili- inconsciünte, el esquizofi énici: ', rüpres*rl¿ación psír¡uira Ce ia putr-
dad cle sxpresar ctr* atra f'orrna el paran*icq¡ sufren, ademg-t, *i -<ir:n qu* r'e rechazari* sri arf*s*
el crinflicto que le divide, se afe- rechaeo de la pr*pia s*cieda*. a cr:nscie*cia se f¿ja a ia prii-
tra.
rra al síntou:a. ill sujeto sastie- preeisamente pcrqlie su inc*ns- siíln, ,r: e3 cpqil¡trt* se inseribe ell
ne su prr:pi* sínloma hasta el ciente está a fl*r rle piel, pür{1i.1* ut"r tr*ga-i'qu* firndará por ei he-
nlomsnto eil que ütro puede es- su ¡¡¿¿ro¡¿sci¿nlE ftsñlü sofu. Pr::. cho rnisnro el inron-ucienier.
cucharie v le perrnite clecir. de no poder repriniirlos. l*s psici! Ens*griidil. cstüs primerc.r rle-
otra lorman con paiabras, ln tlue ticos silfren }a represlrÍil s*cii nxrntüs r'*nsti{rttii'cis rlel incons-
ha*ta ese m*rnento n* poclía de- *n el intsrim de lqis muros cle ur: ci*nt* Yall ¿1 *j*rcer un mcvi-
cir más que a trar'és de su cuer- asilo. Para qlle na se les escuci:t mi*nt* dc a{raccian sr¡ble las i'e-
pü. Sin vaiuntad terapeutica ma$. presentaci*nes inaclmi,*ihl*,i er: el
previa, la ..curacién vendrá de
{brma supl*n:enfaria,., camo cle-
ll iu represidn e*rructura *l
psiquisn:ü _y cünstituye la esen-
caffipü cle ia c*nsci*n{'i& ¡,. recha-
zaclas perr 1au instancias prrihibi-
cía Freurl. cia de las neurcsis, la ausenci* clas: es la segrinda fa*e de la re-
La di{iculrad de la práctica de :'epresiones nos permíte con':- pr*sión" ü la represiér: propia-
p*ticnanaiítica viene de la [üm¿l prender la eseilcia de ias psicLr-
lnente dicha rle l¿* qü€ .\a había-
de consciencia clel sufriniento srs.
mas habladc antes. El ret*rno de
del s*jeto, pero i,asrhién de la
la reprirnid¿.¡ constitu-ve tra tercera
necesidad de re$perar su divi-
sión: el síntoma n0 e$ única- La negación de la fA*.e.

mente sinónimo de sufrimiento. reslidsd, lu üusenciu La represirn 3' *i frat:¿r-*i¡ cle la


De aquí pr*cede el escándaln irn- de represión, el repr*sién s*r: el origen d* la clinim
t".
putado al psiccanálisis" y t$rn- ele la* ¡rsui*slr 3'de las ¡:sic*sis
r€chszo o ls exclusión
bi6n la re*istencia cada r.e¿ nás
vig*rasa pür parte ele Ia ideoia- El psicctic*. incapaz de olvida:.,
gía méclica" ¿lrrastra consigo nism* rin ma- fum. histeris
En su reencuentri) cün el his- lestar que suscita en *cu inter-
térico, el fóbiccl a el obsesivo, la lccutor una sentimiento de s*r-
da ansiedad.
escucha del analista ha ciado la
Freud trató cle conrprender tr*
** .,e l:isleria. el psicr:ranáii*i* de .tei"así p*ciría rcmperse. Y si
vuelta radicalmente ai err:bargo ;rr*, *i:hiera vistn la luz. Con la ei analisia 1* intenta. etr histerict:
de Ia psiquiatría sobre estas ma- Q$€, en e} psicóticr:. eorrespond* ii'st'*rit, el psicoanálisis sigu* se le esrapa, dssafiand* "rri sai:er
nera* de ser del rnundn, trans- al m*canisrna cle represión pr*- * simplenrente parandc ei
";;.:.,**,iiend*, Si
Frelrcl elab*ré prCI-
formadas pür Ia medÍcina en en. pi* cle ia neur*sis. En el análisis , i'a¡lta¡:tos teóriccs clel desea cesa cle curación,
ferrnedades a tratar. Incluso si ds la paranaia detr presiclente *i i;:iiericü, el histéricc, pcr *rt Hs la que le ¡rasó a l]*ra. ia
en un caso extrelno el trata- Schrehei'. Freud separa el n.re" j v. r,eia por qne estus ct)n- prime:'a hist*rica analizada F{ir
n:ientc¡ obliga & pffiar pür la canisrnc de la pro.r'ei:ción que .t:r¡;;** no le encadenen. nü le es- Freud er: 1$ü5"
permite c:ümprender que ,,aqlle-
nle$a de operaciones.
lk: qu* es ab*lido en el interisr,,
: :*ii*en" El histÉrico vigila
En efbcto" inclus* airora pc- ;:;* *i dei psicrianálisrs
c?is¿'r¡rs* Dors
vueire dei exteriqlr bajo la forma ¡nu:''' s* t¿'an*f*rlrle €n un discurs*
deinas encontrar en los cuerp*s
de la alur:inacién. El psicótica es-
de algunns histericos insensi- *rJ ::1*.estría. csmc¡ el ete la rne- Fi"eud acaba]:a cie aharxi*;nai' la
bles, indi,fererefr:s a ..us prr¡pios
cucha vüces del exteriar que ie ' -irt E,i ilistéi'ie o t'ecuerda ier:ria ele la seducrió$ sn f'av*r
dicen crudamente lo que eI fisu-
sÍntonras, las cicatrices calacte- :*:::iantemente al analista que cle la tearía del dcse,* incons-
rótico, bajo una farma des{igu- ;. ;:il*de utili¿ar la teoría rient*, priesl* que era *1 ciese*
rísticas de bs multi*perados,, _l' rada por la censllra: ret*rna gr.a-
¿rn&*

en el {uero cab*lluda de cierto** il-:= ps,re snr,aqiensrlfi, Filrqlle incanscie¡rte ei qile ürg*ar:izaha
cias al r"etorno de l* reprinrida.
obresivos completamente desa- Enseguida, Freud elabord ei
fectados, las trazas de u:r escai- concepl* de iregarrian elt la reü- , ' f*lc¡i1\:e¡rdria rtistingr:ir' ¡ir¡s *nic:üs rN{-urlentr,rs €r: el ¡rrur:c.s* ri:¡-}}"eii\'{r. t.lr}o
pela que les ha ksb*f*mi.asdo. Er lidsd pera explicar la actiüud del ii:t;--::¡;r^djgl. pixt'r-riilcl* p*r F"r*ild p{}r n*{:e-.tic1¿rr{ t*ér"ir&, 5 oirü 3c*ullciai'ir,¡. La
clecir- ia resisteneia al descubri- rr,.-:.:-srrlr) plt.rl ian:ente dicha. qLte v& ;rntpli*trdr¡ l*s e{'e{:rr.rs rJi: irt¡ue} pnnrr'f
psicóticr) que rechaea recünücer
mienlo del inceinsciente .sigre, :: ¡¡¡pu1.E¡'¡ cu¿i*tr¡ a la a¡;arir:iór: ri+: Ja cljrtii:¡l neut'útica, sí cs pt.iibie hal-rlar
la reaiidad de una pei'cepción ,1* ilci fases: una ele r'ürpi'**\ií]n. fitl'a ds f'rac:ailr cle slich¿r c{etrin.;a. i r1r1¿} iercei'¿;
hoy por hqv. siend* mu.y inpor- fraumatiza$fe, El psicótico apa- ,:-r :*t¡.ti'nt¡ d* i*s p|odltct,rs r*plimicii.rs ciesde¡ t¡l inc*nsciente. rül¿i vez e¡: Fr.trr¡x,l
tante. rece cürn* alguien muy extrano ,,1+ *:$ts:rn*s. 5i *iri' nlisl'!"1(l {:silLi{lnlü se ¡ruede ;,ipiic;ar ;:l }as psicrtsis ss rliseritii:}e.
P*ro si el histerico o el obse- para el mundo que Ie rcdea- r¡:r ii"t-:* *it el];r;* tro har¡ re¡:r'csiiin '>-i?¡?'t¡l ,::l¡'¡rl¡¡. iN. del A,!

/1
ó0 ol
EL PSICOANALISIS pstcosts y pr RVrRstoNrs
ryF!ROSlS,_
el fantasma de Ia histeria, pre- nÍca dr la histeria: en ei r,,, - de
cisamente ei fantasma de ser se-
i$ffi=*;=*:; iei saber. Detrás FranEois perrier, .y que Lacan
mento en que, mientras citl:.
ducida. Si la histérica cuenra jaba a ia joven mujer crel,*:.: ¡;j#sry * *i homhre? La histé- forrnuiada er1 una frase célebre:
_v
{&c, sienda niña, fue seducida persuadirla de la exclusivida,_ :.¡. {1.iis.u*r'i;:: . };-i aparente pasividad, ,,}*íc hay reiacidn sexuai.,?
p-or sr-r padre, ,1' si Freud. en prin-
*u deser¡ hacia ella, el *e;:*l l¡i lí r;:,*sr;¡i,- áia:ei p*der n¡re l*
rnóii"., que
,r*r1", médico la
ta p";;;. qne
n,,,. I..
ia 1,i.r,{..i.._
cipio. ere.1'ó e¡: la reaiidad- his- i?ffff*'"'f ilr-ioel'meolüo Parece
_t'arece que la .
histerica aspira
le dijo: ..11i mujer no siE:;::::* ¡:;t+g¡e,r' u +r *na clialéctica rnuti- e rs$p$nder q*e sí, jugan¿l iá
tórica de esta seduccién" le que- nada para mÍ,,, Dora le abní*:. tirir ffi:"=*
-¡aslitu"ve ia oposición carta clel arnór contra asueila
dó clar* en 19il5 que estas .---.:^-- -^-"-, 1-
;:i:r:1.:;¡;g;_r,,,;*,;.-.. ¡ .
binornias qlre representa el clese*, si,
es-
¡' se fue, i¡t¡.H..f.!$ü;*-::*j*r p*i' los
cenas cle seclucción eran el ¡rro-
La bofetada y la interrui-:r- - f:ti*"*.", *,*,ji- activ*-pasivo. conro dire Lacan, el at&{}t es dar
ducto clei deseo dei histéiico. il":j;:*:*=,: y:ir ,r'ista, se aquelia qt{C
que f¡U
nü üg
de ia cura lienen ei lnisn:ñ :,,¡.,: :.. , ¡le trr!(.¿r llllllt.-o !'\-
ylt¡&lv rf,lf, clUL¡ElrtJ se liene.
t,rg¡lg. la {il;-
IA his-
Dicho de otra manera, si la hi-q- =-: .**,"ir que el histérica se térica parece consagrada en
nificad*: r:i el senor K ni ei F, :," ¡-=t¡.e@,
terica cuenta que fue seclu- pio Fr'*ud habian .onrpr**i.-, !i.'+.Y##,?,{ el
').ii:ülanteRrente cün cuerpo }. allna a l}evar Ia ban.
cida por su paclre es sirnplemen- i,B&::i:l r'.i{:ü vimos ante- dera dei amor. y ei aüror puede.
io que ¿traía de veras a la joi'r
te porque eiia deseaba ser se- ::*"
i,t-r,Bii:tÍ.'i rs "qile
rlecir,
!¡¿r Llqv trata
que de Lrt
en efecta,
efecta. curarla: us rle -\u
de su insntis-
iñsatis-
En estc sentidc, podemos ehr; ..
.::::::::
vrtrlJt¡ LAv G¡.gLLu: LL¿Iüt.ti:t. .su r¡lbalts-
li-..:F#E;¡;,.-::'::*i & su pregunta: .,,isc} fáCCión, de su frigidez ;' de su
clucida.
que la interrupcién de ia cure _ i
Ei paso claclo par Freud fue
ry ':::;iÍ:'. * s*-v un honrbre", envidia del pene tái ¡' coma ella
ii:a:..'t':ta,:.*r;at. i!r:*.r r,.:1r! * ¡Ar" rrh 1- ^--l--^.,- ^----: ,1: , -1 1 , t rr
una lección que puecle dzu' -_.-.,
enclrnre: con é1. el cleseo inc*ns-
histerico a $u analista, de ia n: *"
.¡¡Ís:"ii;¡"iti: it*=*ia a ur:a f'alsa
-:',.+iii¡{¡*' alter- la c*nr:cié en su estáds fátrica.
ciente en toda *u ampli¡rid saie ser pasiva pera
a luz dei día. Y ahí se produce rna m&¡ler"a que la bofetada :"o, :"'i,,, ;,.= "**b*
el descuhrimiento del psicoaná- presenta una leccién para el q; -',:,H,i+-;i:,,r':
;:::-ije?'?,,, lO que reChAZa,
":=::dC Utf a aetiVidad qUe
Ls hi¡tériss f el smor
isis. ie corteja.
I
"-,li=
:,:r,'l fl**. desgraciadamente, Para muchos psicaanalistas, la
Pero este paso dado por Freud Pera iqr"re quiere Dora? i.Q'r - -,i.ru:*t*** 'iili}}o Lltla impastura histérica no ha evolucisnado ha-
quedó cegado por otra teoría, iQu.
desea esta clanra histérica? "',;1. 1',=:i#" Ahora bien, estos ria una sexualidad gerrf slizurlct
precisamente ia que el propio quiere la mujer'? Después de "r-'*,:1 : :lfsni);*S dei e*tadc f;i- o hacia la envidia de püseer un
";
Freud encontró e-qcondicla de- pr*pia rectificación de Freud s;.
:''ry ,r:i:J ,:*;1 ilnicamente propios pene cCImo el hombre, sino que
trás c{e ia teoria de la seducciún: bre el c&s* Dora en 1923, se irc- ' ,* =-ui.*tica. ConstituÍÉn un puede pasar a tener el dese* d*
ia teoría rlel cle,*eo edípica. Con vuelto un clásic* consiclerar qilr
"'i;s¡r, ;r.,:::inante en la ide*lcgÍa recibir ei pene, de lievarla con-
esta tecría como {bnclo, e*cuchó la cuesrión de la histeria se deh= ".,hffi, :;*:::i* tlue hace de ia mujer sigo y rle dejarse embarazar. La
a Dora. 'I*da 1o que esta pacien- plantear a-*í: ¿So.v una rnujer : --*i::r,¡ry;*::rento del irombre famosa ecuación simbólica fi.eu-
¡' de
te le contó fue entenciido por $o3' rin hombre? ,'',,,.:: ,:it;.':i:#$ gntfg IAS SgXCIS Un diana t niño = fala i puede enton-
Freud como una atadura edípica Esta pregunta crdena. es cie:'- .il¿,.=,, :.1*
cie eompiemenfarie- ces i¡rdemni¿ar a 1a rnujer his-
respecto ai padre. Ahora bien. to, una gran parte de la clínic,* .¿,,1;
térica de lo que eiia considera
cie la histeria, tento sobre sil
:!jj'

n0 era el senar K, cu-ya mujer i


i* ilreclsa'tnente pürque
I ':

....;,,
:
una herida narcisista, que nCI es
era cortejada ¡' amacla por el pa- vertiente defensir.,a cümo en ie ;i!:-? l: :*nla pfeJUICfüS en este
,; más que la ausencia del pene.
dre de Dora. lo que le interesaba ofensiva {F, Perrier}. ' ,. r¡,:,,, p*r Io que falló en el Esta a condición de que su com-
-.t::i+ri j*
a lajoven paciente. Era la esposa **ra, haciendo de ella, panero no considere que él pasee
del senor K, la prnpia *eñora K. ,:-,,n
'I:,.:; ::lanerfi, la primera rni- aquello que la puede satisfacer.
I,s verlienle defensivs 'rjlt;: .:*
quien interesaba a Dora. *n favor de la iguaidad Si ei compañero de la histérica
Al no haber comprendido esta La r'ertiente def'ensirta rec¡.ibrr *+ ,.,'+ .i*x*s. se da cuenta de que le falta al-
realidad ¡' al haber reducido el tada la sintomatotragia sornátice guna cüsa que su rnujer puede
interés de Dora a un cle*eo edí- del histérico, quien encarga d* 'fu Y,sttienle sfensivs ofrecerle, si reconace ia falta de
pica hacia su padre. desec d*s- esta forma a -crl cuerp* ¡:lantezu". algo dande el histérico puede ex-
plazado hacia el señor K, .y por-
'',. g',;.i,ri"f e*cta \tertiente afunsiva tenderse, entonces etr don o favor
en su lugar, la pregunta inasu- '+,. i ia que encontramos a la
teriormente al propio Freud du- que ie hace al hist*ricc puede
rnida cle -qu identidad sexual. ., ;¡: i:istér'ica actual. Su fri- tener un efecto rrutante l: ma*
rante la transferencia, la pacien- Freud llo se había equir,ocado ai ,g ':. s* dsbe a Ia irnp*tencia de clifi*ario desde el interior, ün ru-
te Dora interr¡-impié su cura. ver detrás de eada síntama his- ','i :::*rido, incapaz de haceria vancha. si cancibe a su rnujer
Lina vez !lue. en 19?3, Freud térico un fanlusmu bise;*tal. '*¡:::;lar. A ',la hora del mari-
voh.ió tobre el caso, rect¡noció como un receptáculo que úni-
tr{ientras que para ei n:edicc ,,i*i *ila no está disponible para
que había pasacio por *ita la ho-
camente él puede ilenar. a ima-
¡' para el saber constituido se .;:*' g"atif?caciones sexuales.,,A gen ,y semejanza de la comple-
mssexualidad de Osra: lo que le presenta comü un desafio. el sín- ,'.r : :::i:'a,,, el maricl* es forzasa-
mentariedad anatórnica entre Ia
interesaba a la paciente, lo que toma sin.e al histéricc corno un ,,,:: ,::i* impotente porque tiene
el vagina.y el pene, entonce* el en-
causaba *u deseo, no era el senor arm& fálica con la que $e mide ,= ;i:*ient*, ia iclea, de que su cuentro faila. En e'ste caso, corn*
K, sino su mujer. Y es ésta la c*n el poder médico. iQuién es ,,* "rn:i*n responde a una otden dice L" Israiil, el hcmbre trans-
razón por la que la bofetada de el más fuerte?, es lo que parece .i,,i :nujer. i.Se puede superar forma el deseo de la histérica,
Dora al senar K -oe ha convertido preguntar el histérico al méciico. l'* dilenra eterno de la pareja, que es un cieseo de deseo, en un&
en legendaria en la histaria clí. identificado aqr-ri cono un mae$- f=li' finamente captado pot clernanda de oi:jetas sustitutivr¡s

62 C)J
If lsjc_ütryArisls NTUROSIS, PSICÜSIS Y PTRVTRSIONTS
de los cuaies éi será ei fierr: pru- püne retomar sus propia* ;l*x..: ;\hora bien, en }a aclualidad
pietilria. La iristérica clemanda. bras y salir a*í del dilema üu= _.: es nürmal considerar que en el
por t*"ntü) amor al hombre que enfrentaba ai maestrr¡; i; :,. :
,juegc cle las iclentificaeiones, la
e$ capau. Y c.sto l10 es u¡ra ir:r- misiún o la ¡.evuelta, Tod* *€r¡!:,. nrujer histériea ad*pta la posi-
pcstura $ un fracaso, dada que a c*nCicion cle que el arlali.ri,Í, _,,, , ción del hambre pitra lnanlener
el amoi:"es el recon*cimientc de se sitúe en la pelsición d*i mr**. , a la rnujer cün su misterio. En
una au*cencia, d* ulra falta que lr*. posición *n la que }e i:i* -- su relacion c*n una pareja, la
sélc atr* pr"rerle llenar" Si es
,

rica siempre pret*nderá sjtll,a:i¡", histérica siempre está interffia-


amada. la niuisr histérica puede para librar r:on el un clii*i+ .i , da p*r la rnujer d{"1 h*mbre que
aceptar que unff, parte rle sll que eila está habituada: ir:*=;;-l le atrae. trs ahí la fr*cnencia de
cl¿erpü sea deseada, que $u cu-er'- cor) el ¡lraestro pa].a can:i:,-.: las ssce¡ras ¿Js É¡us en sus fat:-
po cnntenga el *bjrt* qrlrl causa ccrnpletaütenle! cc¡rvirtiei:*,,,. ,' tasías.
el iies** tfel *trr:. ella en la maesira. Si, en ef'ecto, ia histérica se
I{ace falta que el ana}i*ie. r$-: , iclentifica nlás con su padre que
[s hislérics ¿¿dl'ertidü para no cle,¡'ar*e *rl-¿:- con su madre, para s*ndear ei
y el snElists trar hacia ese terreno d*nd*, -., ,
misreric de ésta, es inrp*rtante
histérica destaca. Y si se r: _ recordar que unü de los i:rinci-
Como ¡,a hen:as Rreneionad* en arrastar, la pales misteri*x de la feminidad
intelpretaci*;:
ia* darias p*r. D*ra a
/ec¿'¡r,]rue.J
convierle muchas veces rn g:* es la maternidad. Asi, *e h*
Freucl, e1 análisis dr la iiistéric¿l ficaz. pues la histérica ¡'a i:a s¿. cr¡nstatado en numerosas CIca-
se basa en la capacidad del ana" nado esa partirla. Fara Fra*{,,,'-
':.
siones una reduccién de l*s sín-
lista cle i-einventar ccn la pr*pia Perriel'. esto depende rie ia , - tomas histéricos en la mttjer em-
histérica la teoría analitica, Si el *epciolt r¡ue el anaiista r* l:¡r+:.s:,:' barazada. Lo que nas ptrmite
analista recibe a la histériea y la *,
de lo fenienino. ' preguirtarnos s*bre la oralidad
escucira cc¡n ia cartilia freudia- Si ei anaiista no concibe ia en la histórica enfacadn bajc
s=-
na pre*stablecirla. se cümp*rta xualidad {'emenina coffiü ci}il" otra punt* de vista clktint* que
cümo un alnante incapar de ssr ei de la der'*raci$n faiiea. ii'ia
¡:lernentaria de }a sexuali**i,:.
ctra cüsa que ..el hij* de ur¡ pa- masculina, ha-l' Llna posibilicia,,:=,: :- será el sena much* más rtn ob-
dre célebr"e'*. Ei analista nü plle- cle avudar a la histérica, que r:. jeto de aruüi' que un *hjet* ele
,

de, bien entendidu. inventar una se sentirá abligada a }uchl..: clese*?


teoría para cada uno de lss casü$ "oa
pera reafirmar*re en el duel* üi¡i* .
que so le pr*sentan. A pesar de sico al que $e ve ahacada rer,*" :

esto recibe la rec$menclacién de tidas Yeces.


que alvide **u sat¡er con el sb- La rnrijel'puede dar al hamhr*
neurosis obsesivu
jetivo de reenc*ntrarlc en un¿l nn cierto accesü a algo más aii*
reinr-e¡11:ión c*rnún con ia his- elei falo. Cada {üo <r}1o es elel t*¿i.
üérir:a. Esi* es Io que tainl:ié¡r ;qürfiisil a la funció* f;ilica., crripulas*, pre$cupadc e inf'*r-
pasaba al principi*, cuanclo }a romo clecía Lacan. La histérir¡-. mado scl:re el estad* ds salud
paciente cle Br*uer" Anna O.. in- *r:fbrma de la {'eminidacl, pu*i, del cliente deuclor, para a,qi p*-
ventó el psicnanáiisis llamán- dar al analista un cierto accri; der ccntinuar sanglánd*ie.
dolc f'allaing cure a rarü p*r lrt a alg* más allá eiei cttncept* t*r,-
pulabru.,'üállese *tre decía uüa rico de .'privilegir: fenrenifto p*i El csrúcter snql
de sus pacirntes histríricas a r:n duelo de c<¡nceFto,., filtr*. e
Fr"*ric{*, d*j*me hablar ñ mí,,. er¡¡ldición de qlle ei anaii*i¿* Es de hecho, en ei contexto de
La escucha del analista invita acepte. }a banca, d*nde se encuentran
a la histeric¿ a producir ¡:aiabras l*s más numerosos casos de ah-
por sí misnra, lcs significantes sesivos. Ccntar ei dinero, po-
que Ia habían c*nstituido, en Lq rnsternidsd, nerlo en orden" clasificarlo, ca-
primer lugar, c*mü sujeto, es de- principol misterio talogar, scir las actividads*r eil
cir, lcs *ignificantes que le per- de la feminidsd las que el obsesiv* sabresale,
mitier*n i'eprimir sus deseos in- destaca. C*ntrtlar la palabra
es
con-qcientes. La escucha le invita Par¿r terminar. es impnrtante maestra He aquí el
de1 obs*nivo.
a dar a lua aq*ello que elia lleva senaiar que *i hasta ah*ra li* p*rque de eneontrarlo en i*s
cüm* signifira*ts* ele su güre. i:abiaei+ de histérim en fbme- puesto*< de p*der, en 1*s lugares
Ailí donde ei mae:trc hal:iaha ninr:, es p*rque Ia histeria ss en- de control. La buracracia ee lt:
ocupar:dü su plaza y hablando a cuentra mucho n:ás habitual- que rnás le conviene, dado qne
lravés de ella. e.l analista le pro- mente sn Ia mujer que en si tcd* está ccntrolado, planificado

64 ó5
FL PS{COANALISIS
cün anter-iaridad. En ef"ectc. su
ylulolll ryrqgsls Y P-Etv.E¡lgl\EI
el cuerpo perrnite al histérico o1-
preocupación principal es evitar '*t responcier a la cuestión sobre sivas 1o que llei'é a Lacan a $lo-
vidar de hecha todo l* que el sín-
las imprevistas, Por eilo, ia diferencia de sexas, el sujem dificar el tiernpa de las secuen-
cada tcma representa, en ia neurosis ,-¡'*sesivo iiene rin margün cle *ra- cias y a practicar las sesiones de
co-{a debeestar en su sitio, in- absesir,a hal. una especie de pro-
cluida ia propia per$ona abse- gresión continua en las actitu-
:i*bra aún melxJr, porque se duración varial:le t".
::-ata de su propia existencia en- Si n* es así. el sujeto obsesiro
siva. De ahí viene la reguiaridad cles def"ensivas con el objetivo de
irentacla a la demanda del ütrc, c*nstru¡.e su discurso en fun-
ejemplai' dei crden. de la meti- nrantener lo reprimido en su
culosidad, de Ia lirnpieza. t'.¿ien, por su parte, aparece cién de la hura fijada 3,' no de.ja
lugar.
Allí donde el histéricn cleja es, Cuando la f-brnacién reactiva
i=*:nü amenazada. L* hemos vis- espacio alguno para ia palai:ra
tallar cün exceso el nr;is mínima nü es suficiente para luchar cün-
:,r] en el estadio anai, dancle, para imprevista. Fuede pesar un
:iatar de reafirüraÍse cümo su- tiernpo infinito schre ei dir.án
cle sus sentimienl$s de cólera. tra las pulsiones sátlicas anales
aunque ]os olvide ii:mediata- ,*i* deseoso fiente a ia ciemanda sin que nada cambie.
por un exceso cle bondad. gen- ,j*1 Otro, ei sujeto queda final- La relación con el analista es
mente después, el obsesivo se tileza, solicitud o lirnpieza, ei ob- s:ente condenado a ldentificarse ia *casion del obsesivo para des-
domina -v cr:ntrala tetdo sxce.qo. trata de aislar la repre- i{-}r} sus excrementcs, que desa- plegar $u fantasía. esenciaimen-
-cesivo
especialmente los agresivcs. sentsción reprimida n0 sola-
Pero 1os rumia, Al crarácter co- nrente separándola de su afectc.
.rarecen )' son reccgidcs por el
te sadtmasoquista. Y es aqní
*der dei Otro. precisamente donde al anaiista
Iérico, pasional 3r teatral de la l* que explica su aspect* desa. le esperan las dificultades. y'a
mujer histerica, el hnmbre ab- fectadc 3l neutrn" sino tanrbién
sesir.'o CIpüne un carácter con- aislándola de tode conexión aso. tl obsesivo sean proceclentes de su inter-
r,ención coffio ¿le srr no-interl¡en-
tenida, neulro.v pücü expresivo. ciativa. Esto explica por qué el y el qnslislu
ción.
Entencle¡n*s bien ahcra, des- sujeto obsesivo destaca en ei
pués de la expiicacién anterior, campo de los pensamient*s abs-
la cura del obsesivo requiere Si con Ia histérica es la iden'
por qué el absesir'ü se debate con tl'aclos, dada que la rrobrevalo-
:*r parte del analista una g:m" ticlad sexual del analista la que
las pulsiones anaies, Si ¿odos te- ::xsia completarnenle distinta a se somete a una ruda prueba,
ración propia de los prCIresss ss-
.¿ que debe utilizarse cün el his- con el obsesir,o es toda su iden-
nemCIs necesidad de ciertss l"as- cundarios que caracteri¿an el
gos de carácter a¡ral para sobre- :*riea. Es imp*rtante recordar tiriad" ni más ni menos, la que
sistema precünsriente-conscien- ,;'.1* fue el análisis de ics obse- es atacacla.
vivir, ia estructura del a-bse*qivo te permite al sujeto *bsesiva lu-
realn:ente las colec*iona. char eficazmente contra ]a
irrupción de la repiesenfacion
H sÍntomo obsesivo reprimida. Pero esto no tiene [s neurosis fóbico o ls hisleris
éxitCI nrás que clurante
un tiem-
El síntoma *bse*ivo se pre$enta po. mientras existe ia neuro-ois,
de ungustis
generalm€nte cümü una carica- y ei sujeto está entsnce$ obli-
tura ciel rasgo de carácter anal. gado a luchar aún más activa-
De la linipíeza a vsces exce-qiva nrenle anuiando rEtroartiva- !r el obsesivn de*pliega tanta su proximidad estructurai con la
se pasa a los rituales de lavado, mente todo pensamiento a gesto
*n*rgía pera iuchar contra la histeria de conversión.
El obsesivo llega a lavarse las que pudiera ser el s*porte de la
rr:"upción de unde*ea incons- Fue con un nino de cinco
manüs hasta cnarenta veces al ;i*nte en el que la trama sádica- años. cu-yo paelre pertenecía al
representación incleseabie.
día. Y si el jabót1 no es srificiente anai corre el riesgu de poner en entnrno de Frend, Juanit*. a
Esta es lo que explica unn cie
para iirnpiarse recurre al al- i:archa su angustia, el fóbico lu- través dei cual Fre¡"id tuvo par
ios prineipales aspeetos de los ri-
cohol. tas 3" t'ituales, particularmente
;na pera evitar una angustia primera vez la opartunidad. en
La verificación ;e convie$e de ia repetición de los gestcls, lo que
qüe aparece repentinamente 19ü8, de clesaruollar la irnpar-
hecho en url síntonra iuvalidan- -;*n10 consecuencia d* una si- tancia de la angrrstia de castra-
no e$ urás que una tentativa de-
te de la vida cotidiana. Lin me. :*ación precisa ¡' localizada en ción- de especifícar la neurosis
sesperada de anular el gesto pre-
cánica n:e cantó que él no p*día cedente.
*i exterior. fóbiea:'cle dar el pistoletazo de
reemprender su trabajo sin ha- Si Freud habló de histeria de saiida al psicoanálisis infantil.
ber antes verificado un número ::*gustia más que cle neurosís
Ls fonlqsís del :r:bica fue debido a la presencia
incalcuiable de 1'eces que había
obsesivo Lss fobiss
colocado bien un tornilla. *c sínÍonras fóbico$ en los dife-
Si ei histérico es lildife ¡'ente a La fhntasía del *u.iet* sbsesivo i*ntes cuadrcs clínicas de las Lo clue especifica inmediata-
su sÍntoma, ei obse*ivo sufre se ürganiza alrededor de su pro- nrurasis 3, las psicosis, y tam- rnente la fobia, tai y comü es en-
encrmemente. Freud explicaba pia *liminación en l:eneficio bi*n e*n el tbjetivc de moslrar tendida por ei camún de los rnor-
de
esta diferencia p*r el éxit* de la ütro t*riopcderüso para quien el
represión en la hisieria frente a sujeto no es más que el desper-
-" La m*díficació:r técnica {tr'rre -suF{lnia e} tienpu variatrle d* ciuració¡r cle }a
su fracaso en la neurosis obse- dicio.
siva. Ifientras que. en la histe. s*sión an¿rlítica fue u¡ra de los ¡!1a-v{}res puntr-rs de clesacuerctc eutre Lacan -1'
Si la fantasía rie la histérica. lt Asuciacian F*icoanalitica Internacicnal que tlctenninaron su a¡:daelura iu-
ria. la conversión del afbcto en en su naturaleza bisexual. trata {ependienie uno de la otra. i¡Y. dsl A.t

66 67
rL PSICOANALISiS NTUROS|S, PSíCOSIS Y PTRVTRSiÜNTS
tales, es el desencadenamiento Lo eslralegio fóbics en que puede clesprenclerse entre el otrjeh fálico capaz d* licnar ia fal-
de la angnstia en una situación ls neurosis fóbicE r. la madrso )' qliü se hunrle eu ta de la madie. ils en *sla cries-
precisa. iQuié* nn tiene algun una caída sin fin, fin la claus- tión s*i:rc el Fer o el tener qutl
conocid* que n0 puede subir en En sn plimera tenría de la an- tl.ofobia, encontralxils fretnen- *e debate el su.jeti:, canflictCI que
ascensür, acntar en autobús o gustia. Freud pensal:a {iue }a tenrente el deseu -r'el temsr in- suscita su an$;ustie .v ctlntra *1
en avión, mirar un gat*? Ei nrie- energía libidinai" el afuito ele,lin- üonsrientes cle e*tar encerl'adüs cual s* cle{iende c*:r la eslrategi*
do a enrajecer'ü a hablar en pú- vestido no se cnnvertía en el qrie i:rabamns rie deseribir"
*:: el *uerpü de la nr¿*tlr*.
blic* es aig* mu-y extendidn. L* üuerp* cümo ccurría en la his- Hl elenient* clínico impartan-
La prairl*mática inr:r:ln-*cienle
mismc¡ que ei mied* a las esca- teria de conr.'ersión, sin* que se te que aún c¡ueda p{ir meneional'
r-:: la que está sumido el I'obic¿t
descargaba bajo la forma de Ia es l-* que clá..icaitrellte se definc
leras a el tener vértigr¡. La lista f$, co¡]lü en las rltras neuL*.*is. la
angustia. Después d* 1926, fras conl{i el objetc trlnlra{bi:icr:. Hs
de agorafcbias, claustrofobias 3.' probi*mática *ihpii:.a^ La casira- ia l'unción que el sr-rjef.c cla a k¡
z*of'rbias es mll)¡ larga. haber colnprendido que era ia *irin. ¡a la hetnos r,isto, 11ü s* re-
angüstia la qrre provocaba la re- {iue va a perr:ritirle Pr*t*ger*e
Sin embargn, la timiclez 0s, ii*re únic:anlents a ia ca-utracion cr¡ntra la angu-.tia cle una sili-til-
p{ir supue,sto, el rasgn de cal"ác- presión $o al contrarir:, fueron
"Y ,:tel niiio. sinn tambien ¿r la ds ia ción c¡ue é1 teme ds f*rma lia-
etr fraca*ü de la represién .1' la
ter más const,ante de tras persc-
reaparici*n de la angustia los
:nadre, entenciicla e*cta úllinia bit,uai" Así, si ul1 fcbico e$¿á
nalidade-q fóbicas, Y ccrna heilos cLirlx) u$a *p*ración reallzarla p*r acourpañad.o pür una Perlol?a
que especificara,n }a histeria de
vista p{rra cierto,c rasgü*{ de ca- *1 padre s*bre la uniÓ* irnagr- c*rcana, pr,recl* más iácilin*nte
angustia.
rácter propios de ia estructura nada de la maclre -v ei nin*- quien eruzar ia calie, coger el autcbirs
obsesiva que todr¡ el mundo
A diferencia clel sqjeto obse- o descender al metro,
sivo, qui*n cclntinira ccnsfru- Für su pal"te se identifica c*n el
comparte, tcdos nosotros cürn-
partintüs con la estructura f'Ó- ,vendo un murü de elefensa lras
otr'ü cqln tai de *eguir luchando
bica el nerviasismo" ei miedo a contra la representación capez Ls pdronois
algun animal particutrar ¡,' la an- de provocarle angrrstia, el fóhico
gusiia de l*s exáinenes. ha enr,ontraclo atrs media: gra-
Igual que en el desarrollo del cias ai desplazamiento -v a la pro- Freucl t*nía ,va una c*ncePcti:* El presidente Schreber
nino, dande la angustia de la yección hacia el exterior de ia r'*lativitmttrte ccmpleta de la y lbs olumnos de Freud
castración se mantiene corno el representación reprirnida, é1 que estr"Llclltt"aba ias neuri¡sis
nromentn crncial que \¡a a per- consigue transformar el conflic- ¿'riandr-l entró en ctntacto c*n C. Fue Jung quien pilsü a Fl"eud
mitirle reeslrucilir'¿u.se, renrln- to interno, callsa cle su angustia, ili. Jung, asi*tente cle E. Ble¡-rler. ert la pista ele .i!{e¡¡¿orias r:fc ¿¿it
ciar a sus deseos ettípicr*s, clvi- en una situación cxternir que director de utr célebre.trrn*pital nutró1tnfa, iibro escrittl p*r Ü.
dar su &mor I)*r su padre )' sri tarnbien él puede cn Zúrich, *1 Brirgl:nezli. ?ra- P. Schreber. pre-tidelrte de la cá-
madre v llevar este amor hacia -sliferencia dicionalmente se cunsictera qlle nrar& de justicia de aPelacian*s
fundarnental- evitar. Eyifar" es
utros. La aparición de fen*rne- Fre*d trataba de ,lacar al Psi' de Dresde, ,v que reeaPilaba la
la palabra clave de la extrategia
ruis fóbicas transilorias e:l el *:análisis del gueto vienes. historia de su deliria v de su ir*s'
dei fóbic*. Eieuler y Jung le interesaban
nino e$ algo que puecle consi- pitalizacion entre 18"Q3 "1' 1S*ü'
El fóbico ha encontradu así s*bre todo por esto:! Psro una Al prapio librc, la interPre-
derzu"se habirual. i\ía tienen una soiución rnás económica. iectura atenta cle ia correspon' tación que de él da I¡reud "v ttlcios
nada cle alarmantes.v rlan fe en Las representaciones $exllaliza- rlencia entre Freud "v Jung de-
la uraycr parte de los casos de clas, que retoma a la fuerza, son
l*s textcs, disertaciünes I' ar-
lauest.ra qrie Freud tenía olro tículos que ie han estacl$ con'
una e*tructuracién, ir.¡ misnro derplazadas sirnbolicamente so- tipo de interés distinto al cle su
qüe la angustia fcrbica cuando sagrad*,s hasta el día de h*y dan
bre portadares externos que el réctn*rimiento por Parte de ia fe de la riqueza incaltuiable eie
ésta aparecs en la cura ds k¡s ftibico puede esítar de una ma- psiquiatría suiza. Su Práciica 1o que llamar¡a s ks pur*"n.*ia tld
pacient e-c hi sléricos. nera mucha rnás fácil. ron-los psicóticcs €rs limitada, y presidente Sdtrc.$er. Freud ter-
Sin ernbargc- ciertas fcbia*, Freud explicó la fcbia clel ca* Freud **peraha rius Jung se minó su artícuitl s*bre Schreb*r
csmo las di*onr¡rf*ft¡bias, 0 fo- ballo de Juanito por la arnbiva- c*nvirtiera en alErien que P$' después de un vitrje a ltalia con
bias de la defnr¡nación de la cara lencia cara al padre prcyeetada rliera a5'udarle a ertender la coil-
Sandor Ferenczi. t1nü de sus
y el cuerpo, pueden. cuandü ap¡i- hacia el exteriar: el rniedo a ser cepción psicoanalitica del carnpo
alurnnr¡s favsritos. La relación
recen entre los ad*lescentes, dar mr¡rclido por el cabaila represen- de las n-eurasis *1 camPo de 1as
psicasis. entre amb*s esluvo niarcada P*r
fb de que existe ur] pasiirle modc¡ ta el mieclo a $er castrado pcr el
Sin ernbargo, Freud tenía un matrentendiclt), 8n el sentido
de entrada etr la esquizofrenia. padr"e. El cnnflicta anibivalente
3'*a
justo del ténnino, que Ferenczi
Pademas r¡er que los síntomas *na idea precisa sobre la ma-
ai que estaba someiido ei pe- n* dejó de reprochar a Freud
fóbic'ns *on múitiples. 1* que *x- .voría cle las mecanismos espe-
queno Jr¡anito queclaba despla-
ríficos de la psicosis, más en Par- hasta ei fin de su vida. Este ma'
plica pr:r qué Freud tratú de es- zado "y re-qrielto a can:bi* detr ticular en ld que se refería a la lentendido estaba ligada a la ir:-
pecificar una estructura prapia mied* ¡,' Ele evitar los caballcs. paranoia, término bajo el cual t*rpretación dada Ptr Frer¡cl al
En el rniedo al vacío, ei cuerp* 'Freud caso Schreber, Freud tenía ten-
de ia neurasis fóbiea llaniándola ordenaba la ntaY'or Palte
histeria de la angustia. del su"|eto se identifim a aqu*llo de los delirios crónicos. dencia a extender esta interPre-

é8 {:9
NTURCSIS,PSICOSISYPTRVIRSI(}I\JTS
rL PStcoANÁLtsts l:re el clelirio de pracreacion' La-
Por muv Pertinentes que sean
tación entre slls aiumnos' Ei mera tranEfbrmac'ión -v $e con- ias interpréraciones freldianas can llegó a la hiPótesis de que,
pensaba que Jting Ferenczl ?s- vierte En ,')'o no le al]io, le *di*", oor'ütte"nt¡ pricio ier padre tSch'
"v de las .uotto forulas de delirio
iai:an eniedado$ en sus Pulsi*- El sentimiento de odio se Pro- en la paratloia. ésta* dejan al lec-
i:*bá' no tenía hi.l*sl. Schreber
nes homasexuales Y qu€ colrian vecta liacia el exterior -Y vuelve se ltrmó a sí misrnü Pür una mtl-
ll suieto bajo la siguiente forma: tor barltante PerPlejo' Precisa- ipl nara así resnlver el enignra
el riesgo, tümo }tr. Fli*s$, de .'de- mente pürque sán dernasiadc
sarrollar una i:eila Paranoia" Él ** odiá, é1 me persigue"' En if- i" procreaciÓn. El estuciio dei
convincéntes. Fr:r i* nlenos en
queriendr,r desembarazar$e de este m*mentc, el adi* dei Pa- permitiíi a Lacan Cesarlo'
lo que se refiere a la Paran*ia casCI
sus inciinacione* hacia é1. Este ranoicn hacia su Perseguidor del bresidente Schlel:ei"
liar ei ccneePt* de la forciusiÓn'
maientendido fue la causa de la está jus[ificada. ',Y0 le adi* por"
A pesar de la ¡rerf'ecciÓn, gla' f,-l sipificattt* de ser Pscire' el
ruptul? con Jung )' de las Pro- que *1 Ine persigue". la focali- sis"tliiicante clel noltrl:i'e ciel pa-
n uiiiul de esta denrnstraciÓn de
teitas de Ferenczi, quien juraba zaeién clel Paranoico en el odio árle est¿ f'oicluido en Schreber'
- Freurl, su emPeno P*r dertas'
a Freud que "él no era Para- le perraite descanocer ccnPie' En *u lugar aparece en sll delirio
i*ui lu pet;*cuiión de Fiiess ¡'' la
tamente $u amür homgsexual. la pr*ciuicióridel lema cle la Fro-
n$icCI,'. poi*n*lul de Jung Y Ferenczi le
llevaron a acentuar en excesa el
creaciÓn.
Lu erolornünis Intel"e*áncicse e¡r los et+critos
Lu interFretuciÓn ,:an*l de la homcsexualidad 5' a
que lo que ac$sa a ull clel padre cle Schreber, qtle era
de Freud Otro de los asPect*s del deliri*
i*ot*t utt gl.un ntédica- con*cidc sobre
liijo e-.tá.^claclo r{ne su paclre nn
paranoicc es iá eratamarria, El tadñ p*r sll celc refor*rador v
La interpretaciÓn dacla Por se rgconote a sí mismo como nrJo
iuJeto está convencido de que uáotái"o, Lacan fci"muló ia hi-
Freud a ias cuatt'c grandes te- michas personas del sexo ¿* *tt prapio pildre,-prnvocatrd* púte-sis rle c¡rc. en este cas$' ei'a
mas del deliri* Paranaico giran tainhién úr:a P*rturi:aciÓn en el
opue$tü le aman' Para Freucl, la in lli,"ion'ciel Padre co1 |q |3:'
alrededor dei recharr¡ Pol'Parte E:rden de la* generaciollss"
eiotomanía. que se Puede for- io crue getleró la p-'icosis del irqn'
del paeiente de su homosexua- mular asi: "Ella rttrg fflT]&", es efii áui¿e Fleud cansidelaba ai
Hdaá, homusexualidad que se otra forma de rechaz* de la ho' tl punto de vistq p** colnü un "Pac{re excelen'
prtede formular asi: "Yü' un mosexualidarl: ,,ltic es a él a
hombre. ie amo; a éi. rin ham'
de Lacsn te...
- ".
gl interes hacia el cas* Sch-
cluien v0 amo, es a ella a la que
bre ,'. ámo, ia atrlo porqüe e}la rils Padem*s decir que Laca* hra re- .*b*, sigue ¡iend¡i ffiu] g ancle
&lTIü". i*ntu¿o la
intbrPretación del oot putiu de l*s Psicoanaiislas'
el pr,rnto donde Freud lo bnti* lt.¡s casos iélehles ai:ali-
El delirio ;;;;. zadns ü cüInentados Por Freud
de persecución Eldelirio de los celosn ciejó sn *{uspenso'- precisament*
es nrobabletneute el que con 1114-
de ls envidia *n fu cue*tibn de Ia Pr*rreaciÓn
t'ói:it**uencia se *itÁ dentro cle
El clelirio de persecnción, que cü- " de la Paternidad'
rricntemenfe se asirnjla a ia Pa- F¡eud ln rcmsidr*'a c*mc *tra "v
sri int*rrogante
Ai centrar sc- ia literatura Psiecanalítica'
ranaia por parte dei grall Públi' {brnia rJe}irante por Ia cuai el pa-
cc. asitnilación qu* encontram*s ranoic* rechaza su ltamosexua-
frecuentements en la exPresión iidad. ,.1ío sc.Y .y:0" un hambre.
.,I10 t8 pongas Paranaico". ss l8 quien alna a otrCI hctnbre, es ella Ls esquizofrenis
conviccií:n por Parte del sujeta quien le arna". Encoutral]lüs en
de estar siendo vigiladc. esPiado, otras partes esta dinrensión ho- pal'auoico, rlescoufiarl* pür- 114-
perseguiclo 1'ocliaclo por üna per- ,otse"uai bajo otras ftrrmas de Si la paranoia está caracterizada
oot *n deliria sisternatizado quei iuraieza, .v que 11ü emprendería
tona organizadsra de un cotn- eelas que no son, sin enrbarg*, 'deja libre el resto del camPc de jamás rtu t'iaje similar' l
piot más o rlenos extendidc detr delirantes. "- Ei tel'mino es<.¡-iizo{i'ellia lrlel
iue el prtrpio sujet* es el abjeto'.
ü'*.*ieircia. io que Perrnite al n'iego shizein: Partir' 3' ¡tltr''-n:
nai'anoico ulla leiativa aciapta- i ftie intlcclucido por
Freud da la siguiente inierPre- [a megslomsnia ii* ul mundo que le rudea' t-'l Et *-Ipitlii,t
tacién de este deliri*. Incapaz de
e*quizofrénico tiene ¡rcblenlas
n, gi*uter Pn iSlI' lbcha en la
r"econocer sus Pulsiones homo- El delirio de grandeza' o Inega- c,ue Ft'eucl Publicaba srr Presi-
lomanía, es la itltin:a fornra de o*tu estructulal su delirio' qtte
*exuales, el Paranoicc reniega,
i; i;t -de elltera*rente 3- qtre le át,,lo S,'lrreür¡'. E,stl+ pulabra de'
elimina de su ilrterior 1as repre' delirio pzu'anoieo. Freud 1a cans- fine una *uerie de clelirios crÓRl-
tató en Schreber hajo el asPecto da nr:a *¡sarienrit{ de desaPegt
sentaciones de ertas Pulsíones. qtte *rdenaCas hasta ent*nces en
:ldu *ttt átt*tuetl un mund*
ca.q
de*priés de haber inverlido su cle una m*galomanía mística:
nai'ece no sel' el *u1'a'
iá *ut*goría cle ia rJe¡¡ten úa.pr*
seniida, El pru¡,'ecta tr:da hacia Schreber se tenia Par la mujer ' El esquizofrénico t'ecuerda a .o¿. Eíte nornbre e*taba jnsii-
el exteric,r, lo que pl'ovcea el na- de Di**, a quien é1 debía clar uua it*tl* a los ojas tle l*s Psiquia-
nn viaiero sin pasaporte' stn car-
ci¡rtiento del cleliri* d* perütecll- t*za ntlel:a. l;;u. tlacio qub el esqrrizofr'énieri
net cie icienticlad. que desembat'-
ción. T*tnarema* el caso cle un Freud vio la [ransformación qtte egclucionaba hacia ttll cletensr'o
ca en un Pais extlanjero c{ei
htmbre. de la pulsión sexual de la si- no rCInocá el idinma' Esto le hace
;r;" apariencia era dr:¡¡i¿:ncigl'
La forrnulacidn "vo l€ n1n0,, a guiente forma; "Y0 no amo a na' p*;'t estri delnetrcia nt debe ser
die. ¡élo me alnü a ruí nrisnrc'"
;"t'-d más interesante qr.ie el
é1" un irombre" sufre una Pri- 71
70
,*
' ::
El_p_llcotlAll_sr"l .*., NEURosrs, psicosrs y-_pElv1.¡:l-ofgl
contundicia con la demencia en Bettelheim irab,ía logrado nlos- ...
¡:.rsió c.mü poft;; ;;r;;- Las rnanifestacio*es clinicas
el r*entido neuroirigico clel tér- trar que el deterioro de los niúas ¡i :-ii;;;.,ó" t- l- tooor* y cle su cle la esq*izofi'enia -.rbrepasan
mtno. psicóticos estaba sobre todo li- ;;;;ié" Orf po,t*t tnorli.o q,ru cle lejos *i .untpu propio de la
Eltérmiiroirrtroclucidoporgadoalagcondieianesdesulros. ;;;;- A. ella 'una eufennedad psiquiatría e inters-can al arte'
Bleuier ha sido durante muchr¡ pitalización en los asilos, y que ,i it*ntut. sus aforisnras siguen ia pbtiti*a, la {ilosofía"' El psico-
tienrp* ace.'ptaCo pt:r los psiquia- ciertos estereotipCIs propios del ,-i i:t:rdo eélebres' Así, clecÍa él' "si ottnáli*i* ha abierto ttll campo de
tras v ios psicoanaiistas porque niñcl autista podiar: desaparecer"
:Í . ;:': hnnrbre habla con Dios, du- investigación que no está di-*-
define i.rn¿r sep¿lración, una di- si -*e dieran otras condiciones de :,:x*s que reza. Pet'o si es Dias puestoi agotais*. ,,NrJ irav que
'ii
soriación del psiquismo que sor- acogida. ;,iien irabia con un hombre' en' h*," ,,n paso alrá-* cleiante de 1a
prencle de entrada a1 observa- En Francia, educaclo en ia teo- ;,,,iir,es decinros que éste e$ es- pri*nsiu", decía Lacan, v es cier-
cior, ría freuciiana y lacaniana, así :;iza{réni*1".
' . 1 . !_.^ *r clue. aunqrle Freiici }10 {'¿tt'o¡'r¿
Tl-,.---J -^^ 1^:--- --.:-
Freud nn hizo ningún anáiisis como por la práctica antipsi- La lista de qnienes han tra- ;;;;';iiri
p*'.*ticc¡. sri t'abaj*
extenso de un caso cle esquiza- quiátrica de ac*tnpañamiento de .; 3' s'lr in.
frerria;tanl1riérr1ospsicoarra1is-psicóticos,l,I.}Iannonifundé1a ;$:-*i.-i:'}ioil;l;,1;'i¿-$H
:i,&nera q.,* no"iü*ru *on f* #
i:jtl*,iti
::,'i:,::erenteltdicio
terés pÜr el clelirlo'
tas po*sterisres a éI han tratado E.*cuela experimental de Bon- ',
teutativa de ct¡rac'ión'
clecornpret:der1oquecon*tittr¡'eneuil'Elde1iriüeSacogidoaiií :::isa de firerza, la ,,onri**a quí' c?'lo utla

ei fando de esta ¡isicosis y abor- eomo Llrla prr:duceión nriginal u ru, abrieron la via & una investi-
los electrochüque$
=icao s¡vY..-- ---{r !* gación de 1a psicgsis cltie no ha
darla con ei soporte cle la teoría del nino que no puede decir las , ,:,peraciones neuroquiiúrgi*u*
larga. Aejacl* de sorprenderiros'
analítica.}'Iuc}rasplcrnerusdecÜSasrieotramaneI.a.Conroetr :-:1*]¡
esta tierra descanc¡cicia se han la cura analítica, la curación lle-
aventurado en las curas que los ga cle repente y nCI se irnpone al
antipsiquialrar ingleses tR. nino cünlo el üeseo cle norrnali- Ln rnelsncolía
1....
Laing ¡' D. tooper) nc han va- zación de un arlulto incapaz **
lr:::i' cilado en llamar ¿'ir{ies. snportarle en *+u locura, io qa*
es. en generai. el ca*a en l*s h**- 1-, :,íiiidiar la rnelancolía, Freud i¡ue realmeute I10 ha muerto'
i", El delirio: unü pitales psiquiátricos clásicErs"
:-,? jj': cuenta cle la semejanua p*tu c¡ue ha sido lnfro¡-ectada en
lentalivs de curución Otras experiencias, tanto ei: su ]'f).
: -;: existía entre este estaclo I'
r:ii:. . i
Francia conlo en el resto de: .i,',i*i rir:elo. Eu un texto céiebre,
Sigtierrdo ias pasos de Freud, mundo, qlan testimonio clel in-
:+r.l:tt!l:
que trastornír completamente la *¡,.. ";ir¡ ",' "&fe/e¿¡¿¿: oliu,, Freud coln- Ls iniroYección
,l¿.rlj¡,..
terés por la esquizoflenia.
perspectiva psiquiátrica al con- En Trieste, Italia, F. Basagiia
:;:s ¡; clistingue los dos. Este térmiuo, introducido Pot'
,,ilr,::':
siclerar ei delirio nü como un l-* qüe,le resulta chocante en Ferenczi 3' descrito PCIt' Ai:ra'
se hiza el pramotor de nna rein-
proeeso ¡¡iorb*so en sí misma. r:- *llfCIxllnacl0tl entre duelo y ham, lo exPiica Freurt como un&
,:1, ]'lr. tegr"arión cie ias locos al munclc, :-,.lancolía es el c*rtejo cle ma-
ii:;, ll:,
sina más hien conlo una vuelta ide"titicu.ión detr sujeto cou el
clel trabajo, al consiclerar que tra
iracia el munclo exterior, Lln¿r ,:.::*staciones que dan la imPre- olieto bajo un nrodo de incur-
,,::|:',,i lacura era .,un pl'odticto de ia ¡....:: ci.e que el melancólicri, eomo
,ir;!:l tentativa cie reconciiiarse con los poración oral,
lucha de clases',. ,'xquieia que está en Período
::l i of,ros. Winnicott ha insistido Contrariamente al Paranciccl'
,.':r ':'¡;1
En Estados lrnidcs, Gregür]' i,' ciilelo, acaba de Perder a un
mncho sobre la oportunidarl cic oue ürovecta hacia al exterirlt"
"J-ll:

i:, i Bateson se interesó por la co- f¡tlefid0.


una cuilacion espontánea en el ::'::" do*püe*"de halier trans{brmada
municación dentra de las fami- ii
efecto' es la Profuncla tris-
esrlttizofi'énico. la que él ci.e# en'orlio. su alnrll' Por el abjeto
::it:..r:.,

lias de los esquizofrénicos y de- :+ii1 qlte demuestra 1o quejlanra


pl'ácticamente impr.rsibie en lcs oue {inaimente se convierte en
sentbocó en una eonstatación .* ateirción al obsercador' El me'
nenróticos"
fundarnental: el mensaje para-
* perseguirlor, el meláncolico
En [iran Bret¿lfia. en ]os arios ,*::cólico está triste. Postraclo, intriiduce en sí mismo su objeto
dójico. * doble vínculo ttlauble
sesenta. R. Laing ¡' D. C*oper ;*áticc e insomne' '3i a ello aña- Ce amor. Freud Piensa que lo
creiu'oll, siguienclu a \trIinniccrtt. binrl, en inglés), está en ei cen- :.:nr:s ei recirazo a alimentarse oue constituve la causa desen-
nn lugal de vida para los psi- tro del lenguaje de la famiiia del '; *i estreñinriento, teuetnCIs un ,Ld*tt*lt* cié este estado debe
Esta iniciatir,a inau.gurii
cí;t icr"rs. esquizofrénico 1.' coloca al niña i;adro clínico que Puede hacer ssr ulta decepcióno una hurnilla-
en Lrna situación en la que le ción o ün Ptrjuicio in{ligido-Por
341lsar en alguien que está
el l:rovimiento antipsiquiát lic*, de
üLr)'o fin u ol-rjetito es clevnlverles resulta irnposible responder. sai- '*lielo o luto. ei objeto, qu* a su vez introduce
la lihertacl a los l*cas quer están vü que dé una respuesta loca. En S*lamente el nelancolico $e en la relación una ''op{J-qlcloll lnl-
internado$ en k:s asilas, it{o úni- Palo Alto, California. se realizó a*usa a sí rnismo de las Peores portante entre ei alnor -l' el odio
camente lior pr"eocupación hu- un númera incalculahle de es- l"*rhorías, se huntilla, se desPre- ; refuerza una ambivalencia
manitaria, sitru sobre t*cl* para tudios en este sentido con el ob- el sui' preexistente'"
;ia ,v ilega inciuso hasta
acompañarles si ellos así la cie" jetivo de evaluar las posibilida- La introYecciÓn, qtie $e desa-
'ridio.
.$ean trl ese lTaJo urterlor qlre cs des terapéuticas en las farnilia; Freud hizo entonces la si- rrolla en un Piano cornPleta-
Ia iocura. de los esquizofrénicos.
*"liente hipóte-ois: -qí, el rnelalr- nrente incousciente, venclt'ta a

En Estaclos Lnidos, Bruuo Ei psicoanalista T. Szasz se paliar el riesgo d* Perder al orrr


,¡li*o ha Perdido urr ser querido'
72 73
F L P5¡COA\JALISiS NEUROSIS, PSICOSIS Y PTRVTRSICh]TS
ai incorpoi'aria al interior de sí Durante tado el períoclo de Ia decía Freuci, lo que da a la per- presión de reencsntr¿lr la qüe
rnismc. A partir de esto, el -tu- nielancoiía, el stijeto hace *cufrir versión esta capacidac{ de posi- denunciai q,ü11& eoncepcién r:*r-
jrtc ¡:uecle derranar su *dia so- con iarlo su sadisma al abjeto lir,¿r crudamente lo que quecla rnativa de la sexualidad', {La-
bre el CItro- estando adenás c*n. inti.oduc'ido en sí nri*crno. Oc,r- del d*minio del fatrtasma en la planche v Pc.rntaiii{,¡. Prrede que
r,encido cle que es ei mismc pad* pet"¡ilanÉntemente en des- neur*sis. Si ei inc*nsciente ha- sea *tra de las razünes que
'ásta
quien odia. truir al *trc, el sujeto n* puede bla comc un librn abierto en la explique la ti'ampn qüe el prnpio
Así. v ertüque ei nielancólico psicasis. el hecha de qr"re el psi- psicoanálisis riende ai psico-
elannir v pierde Llna parte im-
céticc na ln asuffia deja aún al anaiista nrientras éste escucha
-oe de.iprecia, se humilla 3' se acu- portante cle su energía. 1o que
expiicaría pür qué aFai'ec€ in- analista la pasibilidacl de reali- al psrverso.
-oa rle t*cl*s krs nrales pcsibles.
en el londo no .qe t¡ata de au- zar una tarea. Pera el perverso, Ahor-a bien" si el psica¿rnálisis
hibiclo en el plano psicornnriz e
tLracrisac'innes. Est** r;uforre- incapaz de reali¿ar el más mí- el ini*iadn del ¡:lacer. sostiene tiene tina deuda respecto a la
prot:hes *rür] en realidad reprü- nimo e*fuer¿a. que é1 está preparacla para ri- histeria, sin 1a cual nun*a hu-
ches ilestinados al ütl'o. pcrü valizar con el psicoanalista en lo biera p*diclo exi*lir, el descu-
c{imo ests otrü está ah*r"a en el rsfbrente al sabsr sobre el goce, brirníentü pür partü dt Freud de
<tYo le perdono del 1* que res*lta absolntamente in- la sexualidad infantil debe nru-
prnpio sujeio, el
lnelanc*lico
dsño que te hayo cho a las perversiones, pueeie
clescarga su odic¡ cr¡i:tra si mis- tolerable para este úitima. No se 3''

1110.
podido hscern trata clo que no pueda entender qlie sra prectsa*lente p*r est*
I,n detalie clínir:o ll¿nra la el clissnrs* del perversü, perü pCIr 1* que las psic*analistas
C*n Ia inlro¡,s'csió¡i" el .r.'o de1 sg- tienden a aceptar ics ret*s qne
atenci{¡n cle Freud: .,La au¡encia tiencle en cada monrento, cünto
jero *e diride en do-c partes, Lna
de vergüenza clemuestra que ias dice F, Perrier. a enconttar ..u11 les lanran los p*n¡er.{os, et'itan-
rle ellas ss errsana contra la otra.
palabras despreciativas que ios Iugar tecrizabie entre la mt:t.a- do c*nvel:tir en {'etiches la teoría
El sr4eto está. segun Fieud. c{el
iización .v la complicidad". Y en y la técnica analíticas,
nelancélicoE pronuncian c*ntr¿i lado rle una instancia crítica, .,€l
sí mismos son en el f'ondo prc- este irivel. la regla fundanrental Tratsr de convertir sn f'eti*
icleal de} que derrama ent*n- ches la teoría y ia técnica psi*
nunciarlas dirigiéndr:se hacia sl "t'ü',. de clecir tsdü aqueJl* que pasa
ces su *acüsnro sobrc elyo qile eon- coanaliticat e$ rec$nücsries una
*tro,,. por la cabeza tiene el riesgo de
tieue el *};jet* intrrys¡¿arl* ¡,' que laguna, una falta que puecle -{er
A partir de esta intro.t ecr:iún puede il*r'a:' al sujet* al suicidio.
ser inaperante, Preci.samente
cuando el pervet'so ia respeta" Es la fuente del deseo del analista
del ctr* en si *ri.*mc- tüetrr:s ic.q Hace veinte alios. mientras
aqui donde pone al anali;ta de- miEntras éste cond.uce la cura de
sign*s de la lnelancalía ¡:ueden iraria rnis prirneras prácticas cte
iante de un dilema: c$Itvertirse
un per:\¡ersü. PrecisaR:ente, ia
explicarse: el -cadisnro del sujeto nrédic* externo en ul"l h*spital aportacidn de Freiid xchre el f'e'
con i'especi{; il sí misu:o se cles- psiqniátrico. tuve la ocasic¡n de en cénplice a nr*ralizar. Otra cle
tiehismc ü*s eüsena que aquello
tina cle hecli* al c¡lro incorpo. enc{intrarme con un paciente ias reglas técnieas del atralista, que ni*ga el peruerso, 1o que rle-
:'ado, _1', segurr K. Ai:raharu" melancólic*. É1 estaba conven- la de la abstinencia, plant,ea de saprueba, hace qu* Frecisamen-
cüm# e*ta incorporación se hare cicla cle que iba a rnorir al día golpe un protrlema irr*s*luble, te su ausencia pueda ;er la call-
trraj* una fbr¡ria canibal. la ano- siEiient* ]: {lon este ánimg es- dado que ésta pone entre parán' sa del dese*, Para el perverso,
i"exia riel neiancólico se explica, crihia una carta de ciesp*dicia a tesis el acto en favnr de la Pa- es la presencia dEl íbtiche i* que
h misma qlls *Lr estreñimiento. su rnujer': ''I.{i querida hf . Es mi iabra. causil el deseo. A trat'és del fe-
Ocr-rpado pür una rffgesfldri in- última día. Yo te perriono el nral En fin, al haber fundamen- tiche, é1 reniega de ia ause¡rcia
tern¿t rlel otrr¡. que ha cmnicl* cle rllie _ys ha"va podido hacerte...... tado el desarrollo de la sexuaii' del pene en la mu.ier mo*trat:do
fbrn:a ár'iria. *l sujet*.ya n0 tie- Esle lapsus no pasd desaper" dad infantil sCIbre bases genéti' así una contepción prilpia de ia
ne harnl:re. Iguaimellte cüum€ ciiiido a nue.rttn iefe de servicir:' cas. Freud puede dar la inr- diferencia de sexüs,
si esrá rstreñirla: el sujeto trata que inmeeliata¡nente nüs lo ad-
cle hacer" suñir al ctr* t*cl* ei l;irrio. Esa nriErna tarde )'o leía'
tienr¡:* c*r: esie rcús.h{}!.is¡r¡o rl¡- D¿tet*;'; J{elant*lic. de Freud, r,
gr: stü.:* iuc*nsciente, Para Abra- estaba surpl'endid$ p$r la iiierzl
El en{uentro psicocnslistc-psicosnslizsdo
harn, el ..objet* sufre el lneta- dsl concept* de intra3'eccion ¡'-rn
i:olismo p";icosexrial clel parien- capacidacl cie esclar"ecer el cua-
tÉ. áLa clínica psicoanalítica se lia'
nía*q, estados ciepresivas o las ']:::

clro clír:icr¡ de la melancalía. ::


maclas enfermeclacles psic*so-
':

ccnstruS'e únicamente gracias a


i:rl
:r::

las neurosisn las psic*-ois .v las rnáticas?


pensr*tiones? ¿Nr¡ ccrr€¡Incs el riesgo de evi-
El perverso y el $nslisls iTodo io que aparece comü uI1 tar el resncuentr* con que l*
sÍntsma que interrüga al anaiis' hace que estos campil$ $ean e$'
ta ha3,' que remitirh en algrna petíÍicos si únicamsnte i*s re-
de estas tres estructuras, o iral' i'erimc* a e*las tres gt'andes ca-
La Cificuitari Cel psic*anáii*is pio*r anali*tas a acompanarles
que csnsiderar coilt* entidades tegarías de neurcsis, psicosis Y
con i*s perversos r,iene tanto de tan iejr"rs cornü ell*s tre.t piden.
perversi*nes? O l:ien, a la in-
la parlicularidad de su d*nranda Puede ser porqus ,,la neurosis es aparte lo que se presenta bajo }a
forma de cJiferentes toxicoma- 1¡ef$4, i,no ccrretnos el riesg* cle
üCInlr] de ia resistencia de las pra- una pcrver*ión negativa',. como
75
74
TL PSICÜANALISIS
fijar lo que puede que nü ssa referencias teoricas que puedan
más que un síntoma iábil al cuai ayudarle a ccnducir una cura. El
el carnp* s*ci*culturai da ya una *ncuenti"{} üüR el analista n* es
imp*rlancia exageracla? la ocasiéil para que est* veri{i-
Es pr*bablemente el rnomen- qu* la autentieidad cle la teoría
i* de recci'dar que un enc*entrr¡ de Freucl, de Lacan, de Kiein a
con el p*ieoanálisi* e*. ex prirner de Winnicott. C*nvisne, *n fin.
lugar, el encuentr* de un sujela recür{iar {üü ,,si n* ha5, inás que
cs$ el psic*analista, _v RCI, en resislencias por parle del ana-
principi*, ya con el psic*anaiista lisfa,,, c*111s decÍa Lacan, eslas
resislencias ss nutrirán antes
de una neilrssi$- de una psicasis
qua nada del maná teórico que
o cle une perversión. Ei encu*n. n*s dejaron nuestras ülaestr$s;
tro cE:n ei psicoanali-qta es una nü tanto psrque ell*s ni*m*s
escu*ha de Ia singuiaridad de hayan queridr haeer de su teoría
una demanda, inciusn si ios in- un maná celeste, sinr: ilot"que
variar:ies estructuraies .c{in ne- sus alumno; tienen necesidad cle
ce;arias para ei anaiista
v
:,::::t;;:

c0n1ü aulparo frente a la duda. :¡ir,ri:ti:

1...':i:r::

i¡ii:i::
:t:!l:';;
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rA TTANSMtStÓru Drr ffr'


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PSICOANÁL$$,POR LA
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jtlY:nr,:r:
ijrí{:!:f:r,:l

.inaaij: :
rili;:i'::: :.i

7á ri:ill.;:iri
,,f.a,ii:,:':r

:it:*.
é!i::ii:.r:,
LE IPA

La relacién cle los anaiistas con por un análisi*q personal, ¡ror lo


i*s c*nceptos, con las significan- que e,cle ultima *ce realizaba a la
tes dei maestro. será un* de los vez que el de sfrs pr*pir:s
principal*; obstáculos para la ¡:acientes ''.
transrnisión clel psiruanálisis T*clos. médic*s. escritq:re.*. {i-
peir parte cie la ii:stitrición. Iéscf*s c erhicadores. buscaban
Creada en 1910, en el Can- un maettril, y Ftreud, por $Lr par"
g1es0 cle Nurenrberg. la IPA te, buscaba alnmnos. Algi"rn*s.
i Asoeiación PsicoanaiÍtica trnter'- rümo A. Acller o lY. Stekel, hi-
nacir:na}) f'ue funclada gracias a cieron un análisis con el prapio
una prap*sicién conjunta de Freud,
Fleud v Ferenczi para una me- Esta mezcla ariginal. de una
j*r difusiún internacional dsl l.iqueza inariciita,, clehía enfi'en-
psicaanálisis. una mejor" forma- tarss, sin emhargc. al cleseo de
cién de los jér'enes analistas v Freud de sacar al psicoanálisis
una rnejor transmisión cle }a teo- de su gtieto vierlés, a la vez que
ria fi'eudia*a, k:glar el reconorimienta de la
Enseguida, sin embarg*. esta psiquiatría nficial. Suiza. corl
institución apareció ante los *ias Bleuler Jring. era para Freuci
"v
de algrinos analistas que se ha- ia Tierra Pranreticla, pero para
}¡ian reagrupadn alrededor de sus primeros alumnüs. una rival
Fre¿rd en \¡ieila comü rin peiiglo
insoportahle. Jung se había per-
pafa el pr*pi* psicaanálisis. filado ya como el delfín que su-
FIasta entoncüs, ;'descle 1Sü2. cedería a Frenc{. Lba vez que ia
ia transmisión del ¡:sicoanálisis IPA se había puest* en marcha
se hacía en una especie de la- -,lr'Qüe en i91ü Jung fuera noln-
brado presidente, eslallé el c*n-
barat*r'ia humana en tortl$ a
flicio con lers viene*es.
Freucl. Can é1. ios analistas dis-
Pera el problenla r10 era sól*
cntíen no sr:lamente de sus pa- una sürllbría disputa s*bre Llna
cientes, sin* taml:iéri de sus pro- cuestión de prioridsd. La prnpia
pias r:eur*sis. En 1906, estas estructura cle la asociacién apa-
rsunione*q se hiciernn niás re- recía ante 1o** r,ieneses cama im-
gillare-r. Cacla miércr¡les, los üi:a- prapia para la transmisién clei
listas se i'eunían en casa de psicoanálisis. Y esto se tra*lucÍa
Freucl a las nrho .t media ds ia claramente en la propa*ición cle
tarde par¿1 eseuchar'. ]' pr:ste- Ferenczi p{}ra la creación de una
i"iarmente eliscutir. sc¡bre lrna asaciaci*n internacional, cLl-Y0
exp*sición realizada por alguno terla se le3'ó en el Ccngresa de
de ell*s, Nuremberg en 191ü. Su lectu-
Ho"l' p*r h*,,r', pociríatnos clecir r-a suiicitó tai i,i*lencia que ia
que hacían Lrna es¡:ecie de cr¡tr- discusién sabre la proposición
Ir"oJ coieelivo, Lrna supervisión fue suspenclida hasta el día si-
de rtncs scbre otros. todo eilo guienie.
*aja la dirección de Freucl. Y,
**inü era habitual *n e-qa épüca, Lq estruclurs de lu IPA
algunas de e*tos anali*tas, quie-
"*es tenían a $11 cai'gü diferen- La preocupación rle Freud 3' de
ies pacienteE. no habÍan pasaclo Ferencri sra fundar llna asocia-

-' L:¡ si-rp*n.isiire o c{)nitüi es un :let*do tle t:'ansmisi¡iri del sabet' hacel' dsl
p;ici:arralista" p{tr el qr-re r-rn prof'esionatr solnete ei relatrr rle =i¡s el}ctlL'nlrtr$ cot}
:u pacie6te al parer:er cie otro psic*anali*t¿i. quu le a¡'uria a reflexionar er"I
*.qrtcllets putli.L)$ t¡t-t+.l quedaban trscnroÉ llar'Íi el prirntl'c' {I' del A.i

7q
1 lll!?ANALrsrs Lt IllNl,:ylslcry D5L l_s|c-cANAlf Is
ción res¡: enble;;; fuat*ru ,tu, ias ciosma*qas organizagss ,", -:i :ri .t'ris ocurrió pasteriarmente criatuta iinaginativa de su pro'
al psicoanálisis el reionocimien- son la Iglesia .v el Ejerciir,'. .',,,* pio a¡ralista..Y de este últinio
,,:::.,:; iung y con Adler, Por ejern-
to ¡:or"pai'te cie.i mundo cientilico choca te¡rel' que admitir. c. -: :',,,'" * aquella transmisiólr ell la üna reproducción del Padre
v méciico. Fel'enczi llegé a decir señala Lacan, que Freud I, r ideal: Freud, Eu su crítica de la
c{Lle pera ,,tratar ia resistencia
,. ,.;;* *i analista puede, gracias a
e*qta descripción colno si irxi::,:, repro- in{iación imagin*ti','a de la ins-
médica,. c0t1 r'especto al psicoa- =', snáiisis, reinventar Y
tenido delante de sus c.jos ia i:-:,*. :,';.r,i" progTesivatnente ia teoría titución -v dei modo de rePro-
nálisis. liacía talta constituir
pia estmctur"a cle ia IPA. ,:.,":aiitica. ducción de las analistas, Lacran
una ., Internacional,,,.
r{hora bien. Freuc{ le recono- La uniformidad entre sí d+ ":= Ista úitirna vía detranstni- mnestt'a cóm¡: la teoría analítrca
cía a esta r"esistencia un impor.- indivicluo^s --'la cliferencia cit .,* ., :: supone que el analista pue- había acabado por convertirse
tante valor, corno principaf in- xü$ no juega ya ningún rcl- +* *:.'-' .quivocarse. Ahora lrien. "Y en una emanación cie la ProPia
rlicarlor posible de lo repiirnido. expiica p*r la identificacicn := ; *::iiue el proPio Freud estut'o estl'üctura cle la institución. Y
iCórno tratar la resistencia mé- lcls rnieml¡ros de estas rrla.sa; i.i- ::*p'zu'ado para acePtarlo mo- más particuiarmente en la ter:-
clica por parte de una oi'gani- tre sí en su propio )'o ]' p*l -: :.etáneamente comCI fue con r''1 ría del fin del análisis.
zacién cir. psicoanalistas sin que constitución de un ideal dei ',-. :*:':de Rank. la inslitución no El fin del anáiisis es Lrn mo-
esta ol'ganización se viera en la común, que está representa,:- llegar a toierar este riesgo, mento bisagra para la formaciÓn
=-'*ia y ia repr"adurcian de los analis-
oi:ligación dt' sacrificar las cau- por el iícler, el ntaestro. Fr*;: ;¡r
historia del movin:ienta
üa-{ 0 rfizones que preúisanrent.e explicó ia psicolagía de las ¡na:a¡ ::dítica nos muestra que la in- tas. Ho1' por ho¡,' esta cuestiÓn
pror,ccalian ia represión y las re- v los excesos de su compr):'i,*" -, .:rancia de la i¡rstituciÓn en sipie siendo Primordial Para
*sj-ofe¡lcias? iY
cu¿íies et'¿rn esas miento precisamente a trar'és de r*lación a toüo lo clue no era cün- aquellos que quieren conrPren-
causas sinr¡ aquellas sobre las dér la transnrisién del análisis Y
este rnecanismo, Pero, a la hara forrne a sus normas terminÓ Por'
que. sr.) funclamentaba el psictt- la formacién cle los anaiistas,
análisis, es decir, las causás se-
de analizar la propia estr.uctura secar ia productividad cle los
de la IPA, nos ellcontlarnos con anaiistas, dacio que imPlica comPrender
xuales que cletel'mil:aban la re-
muchas característica* comunes Atenta a trattsmitir trna teoría cómo se termina la transf'eren-
presión?
La necesidad de esta organi- con las instituciones de la lgiesia freudiana de la qrte Frend fuera cia.
zación para dar al ¡:sicoanálisis y el Ejército, el padre, reprimiendo Y recha- Si para ios Pacientes qlle se
una lio¡¿ arebi{idcul, un cierecho zancla el terreno en el que el Pro' uan curad*s de stts síntomas la
cle ciudadania, provocaha un Lo reproduccién de los pio Freud pudo elaborar su teo- cuestión pat'ece fácil, icómo
riesgo evidente: ia propia es- qnqlislas iÍa , es decir, la transferencia, la comprendel el motor que em-
tructr-ira cle est,a organización institución analitica terrrrinó por puja a un paciente a querer c011-
iba a reprimir la zanja subr,er- Así, aunque Freucl esclihia que crear un mi[t: Freucl fue el úni- ieitirse en psicoanirii-'ta? *En
siva del descubrimiento freudia- ..rlü h*-y iugar para la rnujer qué se com'ierte su transf'eren-
c0 qlle pucio autoanalizarse. De
no, la sexualidad colllCI f'unda- como objeto sexual,, ni en la gulpe, Fliess cle-*apareció Pnr la c-ia con el analista? cQué dife-
mento del psiquismo, Iglesia ni en el Ejército. nos en- rencia hay entre el análisis te-
puerta de atrás, cümo si nutlca
Lo extraarclinaric fue que Fe- contramos con la abligación de rapéutieo 1' el análisis diciáctica
renczi ni siquiera se escondió. hubiera sido el padre de Freud que fbrma.l'enseña a los futuras
señalar que la reproducción de
familiar para en el análisis, Antes que adrnitir
Pi'cpr.rso el moclelo lcs analistas en ei .:eno de las anaii.stas?
este tipo de organizaeiól:. dán- saciedades analíticas se realiza
el papel jugado Por Fliess, así La respuesta de la teoría ana-
dole a Freucl el lugar del pacire conlo la utilización por parte cle lítica a estas cuestiones esetrcia-
cCImosi hiciera falta excluir el
ideal. Se estabieció la censura encuenlro previo c0r1 el otro Freud de stts ideas, O' h{annoni les era clecepcionante. Peor in-
sobre las pul:licaciunes y una d! sexo. Como si la reprodricción se nos dice que 1a IPA transmite la clusr¡, ias reglas clel análi**is
reccióir centrai tomó el co¡:trol idea de un Freucl atttoengendr¿r- didáctica eran. en este Ptintci,
iricie-ce por partenogénesis a es-
v el pader sobre el conjunto del cisión, por un especie de redu- do que serÍa de alguna fbrma su ritualizadas, cotlvertidas en sín-
movimiento. propio paclre y, Por tanto, 1os tomas de un ntale.qtat', precisa-
Las fesis rcntrr¿les se vieron plicación de sí mismc clonde .,el
único se pluraliza,,. El maestro analistas serían sus criaturas' mente lo que era necesario di-
f'avoreciclas frente al lihernl i.s nt a sipar.
realiza así un tipo de reproduc- Hste mito hace dei anaiista ia
dnt:trirtrtl, 3' se piclié a ios ana.
listas que se echaran a un lado cién de la que el padre es inca-
ante las exigencias de la causa paz: hacer un niño, un alurnno,
analítica,v que aceplara¡i recibil' solo, sin ia a¡'uda de una mujer. Ls leorís del fin del Enúlisis en lo IPA:
lü uerd*d s lu c{tra,v, por tantr¡, En su preccupacir¡n par trans"
que lirnitaran sn narcisismo. mitir su ter¡ría a sus alumnos, ls idenlifitsción con el snslists
Freud se encsntró dividido entre
Las dos mcsss dos posibles vías, Aqueila de una
analista candidato Ponía fin a su
iransmisión asegurada pür' per- En este mundo ideal Y unifbrme
org€riizsdss: ls lglesia eu el que se convirtiÓ la insti- análisis cuando había ccnsegui-
y el Elercrto te de la institución analítica que
coloca al alumno delante de una tución psicoanalítica, la teorÍa do identificarse con su ProPio
Cuando. diez aúos inás tarde. única alternativa: someterse a ia del fin del anáiisis terminó Por analista" Dicho de otra mailera,
Freud analizó la estructura de teoría cle Freud o rechazarla {fue tourar el cokrr de los mttros: el si retornaao$ alguna de las de'
-v

BO BI
FL PSICOANALISIS I-A TRANSMISIÓN DEL PSICOANÁLISIS
finicione¡ freudianas del super- poncler ¿l los reproches que le cualquier fracaso en la cuenta de aclelante, la crítica de Lacan so*
-r'ó como es la iclentificacióll lo- hace Ferenczi pür no iraller ana- la transf'erencia clel paciente. ble ia teoría clel fin del anáiisis
gr ada. ei aspirante no $e cün- iizailo su tlansl'erencia negativa. Lacan sustituir'á el concep- no pr:dia más que poner ell Pe-
r,ielte definit il'amente en analis- En 1? hr triunlada all{ datttle to cie contratrairsf"erencia, que ligio los prapios fi-rndamentos cle
ta hasta qne torna en cll€.]]ta v el pctrorttico l;c¡ f|trcsutlo, he hac* del analista una estetua la institución.
acepta las erige¡rcias de sn pro- tratacio cle clemostar cóino neutr"a r¡ue n0 t'eacciona rnás Su crítica de ia inflación cle la
pio analista. que i-lü son más qiie Frer.ici trató ds salir i:ien parado que ante la transferencia clel Pa- teor'ía analítica 1:nr io ima$na-
una ernanación clel icleal insti- cle las críticas leeuvianclo a Fe- ciente por el concepto de deseo rin le llevará tanbién a volvet'a
tuciolta]. Esta teorÍa clel {in del lenczi a "*r1 arnbivaiencia cai'a a del analista. poner en entreCicho el lugar clei
análisis tiene sus raíce-. elr la -iu padre. lav¿indo"qg &,sí las lna- Mostrando que el ¡.'o no era y0 en la práctica Prtlr]ovida Pcr
transposición cle la resoiución nas cle la clileccion que tomó ei esta instancia de maestría. que el psicoanálisis americano. La
del canri:leio de Eclipo sobre la análi-cis cle Ferenczi: si ei aná- su propia esencia era imagina- ego-¡rsrcalogíu. o psicologia clel
cuestión cle ia re.^solucitin de la iisis de Ferenczi ha fi'acasaclo. ria, Lacan trastacaba los cinlien- ,vo. tenninaba 1:oi' hacer del vo
tr¿n-qferencia. Dicho de otra ma- Fr.eud no. Es Fercnczi qnien no tas cle la teoría del iin del aná' un monstruo adaptati\'ü, -v de la
nera, para salir de su ambiva- ha querido snmeterse al susti- lisis prcrnovida par la IPA. La gura. que detre apo"varse sobre la
lencia respecto al padre v. en cle- tuto ¡:aternn que ela Freud en iclentificación con ei ¡'o fuerte parte salta del 3;4. un irtil de rea-
finitiva, ceiar cle criticarle. el la transfelr:ncia. r' ha sido Esto del ar:alista se convertía en tln daptaeión, El análisis se había
niño se identi{ica con el. Lna iu- lo que le ira hecho ialiar erl su señueio. una iltuión, incluso en convertido eu una teoría cle la
gi'ada iclentifieación cotr el paclre iclentificarión. f'also i'o que el analista cairdi- adaptación.
cotlstitri,ve el super'¡,ti v atesti- Esta her"encia fbrzacla que nos dato podía f'ai:ricarse para dar-ce Apovándo*re en la Práctica
gua en acleiante ulla -iurlrisión clejó Freud fue tornada tal cual la apariencia necesaria Para Pa- de la ctlt'a, sobre la r'u ra Plr
sln f'alios a ia autoridarl. por la IPA. hio es cuestión cle sar el cedazo ciel exarnen. Ei Po' Iu pttlab¡'rr, coltttl lo llanró por
Concebida bajo el misnro án- ilorler en evidencia o cle implicar úía haw pürecet' que hatría re- primera \:ez Anna O., Lacan
gulo., la resohrción de ia ti'¿ins- a Frericl en cualquiei'a qlle sea suelto tocios sus confiictos, dán- iba a dar toda su imPot'tancia
ferencia. a trar'és cle la cual el la razón o el lnotilo clel iracaso d*se un aura aclttita. tonlando el a los sÍmbolo$ l' a intraclucir
clel fin clel análi-qi-s de Ferenczi. aire de su analista e ideniificán- la distinción entre ei .vo 3' el
¡raciente cla f'e de que su anáiisis Es por esto pür 1o que ia IPA sujeto^
do.ce con é1. Corno veremcs más
ha tErminacla. de qrie no cle-.ea pl'onmete la identificacieiu cün
más a su analista 0 de que va el an¿rlista contr¡ ia teoría clel fin
no está $tedo a é1. debería ha- del análisis. Con io r¡ne no hace
L:erse del mi-unto uroclo. es clecir'" reailuentt, nrás tiue reproducir'
con la ide'nii{icación corl el ana- un mito; el tlei padle irieal.
lista. Frerid. incapaz cle erluir-ocar'be.
A]:at:a- l¡je.t.-.., tpiriR rlirr r
¡¡¡,1f"¿- ü¡nCI S\tiw;. E'¿,ieirtá tiru ?{eúr-
tar que er] sll textt¡ sol:r'e el fin sacio cle parai:aico v. por tantc.
clel análisis. Frenr] tlata de res- dcscalificario.
ri. 'r:i;:':'

t.,,jÉ'
¡: i¡rlrl::'
,'li''
Ls crílicq por pqrte de LEcun de lq :'
r,:;,'.rri$,;,'

,,,'ltÉ1
inflqción imoginqrlni en el ps¡coqnólisis :':'ill;t
, .:¡iltl,:-
i:':rilir::-: .

',,;ii'r-,,
',: ,i¡.::r'
,,tiiir
::;IF
E**te clesarrolio nos mriesti'a concepción soltre la fol'mación ,, li:ii::
.:Li:l: .

lra,'tante bien ]¿i articularión cle cie los anaiistas. su propia ex- r'. i{i¡..],
...i:::l:- ,

las postui'as teói'icas e institr"r- periencia sohrle el fin del análi- .,',,i-x
l';.a:a.::'
. ,

cionales cle la IPA, Cuancio La- sis. De fbrnla inrnecliata. til erb- , {¡¡...'. '

can ccmenzri a llevar a cabo sn tuvo una cnseñanza dc la teoría ': ,jji,.,,,
.: :i',ii..
i!,
fanroso leti.n'nr¡ a Fr.euri. srl cie Freucl sahle ei fin clel análi- .
ljr
Íi:"'

r"uelta ¿1 los iext*s fi'eridiano., siE. sin olr,idar a Fore¡rczi ]¡ ::,, i1}t'i;r.rirr '

.,rrf¿ij.:l,
que habían siclo vaciaclos de sen- aquelln cpre hiza de síntoma en-
rttil,. .',
tido por la IPA no pociía hacer ti'e arnbos" XIás tai'de, Lacan lie- ,
:,,
,rii,'::
r;iüiri:::

ott'a cüsa que mois-ttar. gó ir:cluso a rechazar el concepto ":-''l¡::.i':;;:


,:L,lifi¡,,r

Al criticar la teoría clel fiir ckl cle contr'¿ltransferencia. por eJ . lldi-'.


il|i::;:::l

análisis pramot'icla ¡:or ia IPA. crial al anali-.ta le ¡6¡¡s-.¡:onc1e


.'.i '
Lacan no eonocía aún ei irnpacto sienr¡:r'e l¿r nejor" irarte. ],a que
:Ítt"
clrie iba a tener pal'a é1. en ;rr colaca la l'espous¿tbilidad cie :::lr:: r

itr.l:l .

83
82 í': ,
vl
ros ApoRTEs TEóRrcos
DE JACQUE$ LACAN
ir:irl'
:aji .

::i..:+.
t,:r:SL
,iE&ii
,
Ji4."

l{¡i'
,'i.,frI l
L* leorís del suieto
;ffi
..ilti{fJ',.

'it]i*.;,,,
.,'.fi
..llt |: i-¡t{.:t1 Ya a ilet'ar ia más lejas cién de Freucl. se radicalizó.
'.!.,i?jr,,
i,::;:hie esta conslatación prüpie Hasta tal punto que le incom-
:'ttt$l;:::':

.,Ii.#,i.
.:': :e ciínica psicr:anaiítica qr,re patibilidad entre Lacan 1' la IFA
.:?tlf::

:;,:ff¡i|,;;;
,i:'**cl ellurll"iaba a¡í: ,,Ei yr: n* fue totai.
::ii:jli.::.:.
,:i:*¡í,-.
,ri!g-iJ:'.
r,n ri fnaesli.o en su nlol'afla',. C*n su ruítica Ce ia tearÍa del
,i.ilB¡lif
;ll:.i{iln, F*erte¡nente gh'idado. inclu- 1o cutCIt?orlto,l' de Ia iclentific¿l-
.#:!t'.
,,il i,,
+* *L'r li;s prnpicls p-cicoanalislas, cion c*n el analista ccntrc resul-
,,;i:É.,:i'
l:lt:qI :
:* ü$u¡rciaclo tesuit{J *Eer par- tadr¡ n¿ltural cle la clit?r Lacan
,.jiii:i!Í:,,,
:rl. :
,ti:iiia;¡:i:
. .i;jiarnlente escandaloso. Fue abrié una brecha insoportable
i:,r,¡i:.l:r..:
.Írlbx'ersi\,$ que. pilra repli- en el $erlo de la institución ana-
|fFi¡'.
,li'fá";n.,
=::
::il":ü" ss f*rmé en Estadr:* tini- lítica. Esta brecha encontró stt
:.:i.!rii:,:

#.'' tcCa una corriente neo{re*- ciesenlace teórico en la teoría del


,;
:.::::ii,:'¿t:, =;
,i-,*na q*e daba al 5-* un lugar sujeto del inconscienl*,
,..,'
:#ri,:
::::i+: prepún{iel'ante.En tec¡ría,la Hu]' rlna ccntradicción ape-
:.'1,.
Éste dehía desembocar en el c*n- rente al habiar cle un sujett del
cüpto de rCI &fffó¡¡o¡r¡$, pCItr l* que incon-.c iente. Est, a contrat{iccién

e1 riesga era el de i'ecanciliarse rarlica en el origen filosófica rlel


irnplícitalnente con la tradición cancepto cle suSeto" La filos*fía
psicol*gi;atlte prefreut{iana. En habla más bien de ün srrjeto
la práctica, ei psic*análisis se de ]a cünsriencia" ccnsciencia
el]lpez$ a ilal'ecer cada vez illás e*ta que es el h-rgar mismo del
a una terapia *rtopeclica ]'adap- pensarniento .t, cie la re{iexión.
iatir,a a las n{rrma.: de la íde*- iCómü cance}¡ir ent*nces un Étl-
l*gia clel entomo ambiental. Así, ieto ¿iel inconsciente?
*:l rir¡¡s ¿Ja lc¡ ¡re$rÉ:. que Freud Hablando clat'amente, e*tr: es
pensaba intradncir e* Estados inconr'*1:ible para el pen*anlien-
Lnidos en 1${i9. fue fagocitado: to crnscitnte. qlle es srt propio
fue ei psicoanálisis a la ameli- centr* para sí mi*nrc, ]ncluso en
iat:a qul'en so encargn cfe ltár-ur-' tl
l¿f r-trtfr ai-rartrñ'r.tri *t' ptrtelrfe
ii:. a m*nuclo a pesar su-vr). el ana'
Hem*s vi$t* qrie esta üpera- lista se enüLilrntran iiresüs en }a
;ión de reducción cte la teoria -v necesidad cle este incttncebible.
iie la práctica snalítica no e^rtaba Las resiste¡rcias sE ponen mallüs
ilesunida cle la prüpia estrllctut'a a ia rbra para reprimir v olr,idar
*s 1a* "-Eaciedades analítica-¡ re- el sr-rjeto de1 ilrconsciente" para
r¡-¡nociclas paratransmitirla. reprimir "v ch'idai' qlte el stlieto
I'luchas anaiistas atnericanos está diviclido, L*s rncyimientcs
se dier*n cuenla ele esta tan trela de apertura del incanscieiltr $ün
*.rficulación entre Ia propia es- I'arü$. S*n aqu*ilo,s que permi-
imctul'a de las s*r'iedacles ana- ten a los protag*nistas rie la cu'
iíricas y ia progre*tiva disminri- ración exp*rimentar esta clivi-
ción de l* importante -r, nrás cli- sión del *iujeto v lenErla en ellen-
fbrencisC*r Cel descubrimienta ta. lfa es fácil aceptar elue el sri'
freudiana. Siguiendo el ejempla jeto que habia nü es el su.ieto elel
de Thomas Szar¡2. ia ruptnra cün enunciado de ia {l"ase gramati-
la insfitución analítica se iracís cah qu* el sujeto que enllncia,
necesaria para ei analista qtle que hahla" puede estar en total
aun queria ¡:ensar cle *tra fcrma c*ntracliccién cün aquella que
en las ap*rtaciones realizatlas está enunciand*. cliciendc¡. Si
por Freud. esto es {iagr'ante can el lapsus,
Pei'r: fue ;ubre toclo en Fi'an- lo es ]llenüs en el sttetto, que
cia. con Lacan -y $ri tetll.ía, clonde ruantiene habitualmet:te sL1 ex'
la r,uelta a Freucl. la rec.upera" traú* asilect,ü qlte parece ha-
"1¡

B7
EL PSIC()ANALISIS APORTES"IÉORICCS DT JACGUTS LACAN

ber sido irnpuesto al sujeto des- de la inragen en el espejo se con- cada de su irnagen y para Fre-
del Otro. dei incansciente. Pero
cle el exterior. Esto 1o e-q incinso
funde para el nirio ccn la pre- veirirse en alg.ina niedida colrtra
en ese irrgar que piensa, el sujeto
lnenos en el síntoma, eue, en sencia real de un otro extrilur¡. la angustia del cllr,'rpü dividido
clásico no está. ..Yc pienso don-
Esta prirnera fase dei estadio en trozcs, el niño anticipa, por
tanto que n0 ha sido desci{i'aclo eie I'o no estay,,. gl higar del su-
en el análisis, perlnanece enig- jeto de la consciencia no es el dei espejo pone de nraniliestqr así decirlo, su nraclurez, iclenti-
mático y extran* al sujeto c¡ue lugar del pensamienta incons- esta canfusión que existe al fic¿incl*se con su imagen, movi-
principio entre el yo y el otro y miento que se ve acompañado cle
-re Lesiste a rs{onocerse cn é1. cienle, el pensamiento más ac.
entre el yo y ia irnagen. Y esta un glan jirbilo.
La asociaciélt Jibre, regla fun- tir,o _v el más detel'nrinante del
captaeión del niúo por la intagen Est¿r primordiai identificación
damental del desarrollo de la cu- comp*rtamiento hurilanc. "Yo
raciún, permite una aproxima- esto-v cioncle Yo no pienso'.
del otro, por la inzagen t{e ln ibr- es. por tanto, estructurante
nta hu*tüttti) deterrnina sli colll- pera la ideniidad clei sujeto en
ción niás frecuente a ios lleli- El lugar dei ser no es. pnr tan-
partaniiento en presencia cle sn un utonlento en el que cl e$q¿{r-
samientos inconscientes, y ei to. ei lugar del pensamiento, del
semejante. El niño que ve caerse mü {arporul na e¡tá aiu} c{}ns-
a¡lalizaclo ¡ir:ede entonce-q [omar pensarniento inconsciente. Eso
a atra niúo llora conlo si él mis- tituido. iEi c.squema corporal es
concieucia cle la realidarl del ¡u- es lo e*candalosü, y 1o quei r.ueive
jeto dei inconsciente qu* liabla mo se hubiera caído. Ei niñc que una nación rnás bien neuroló-
a d¿rr a la formuiación ele Freud
pega a otro clice que le han pe- gica que permite al nino, a partir
en éi, )'de la división que ie ha- t*do .*u valor: ,,El .yo nü es el gado a éi. cle una edad ciada, tener una
bita. Esta ruptura eiel 3'o, esta maestro en $u moracla.',
peruepcién del conjunto de su
clivisión clel sujetu permitirá a
La segunda fase del estaclio
Lacan tenía la costumbre cie cuerpo I de su espacio., ]' QUe,
del espejo lleva aI niño a clistin-
Lacan deeir, contrarianiente a la clecir Que .,El yCI n0 es siempre pür tanto, n0 se ha adquiliclo
g¡rir, pr:r pi'imera vez, ia imagen
filosofia clásica: ,,Yo pienso don- nlás c¡ue la mitad ciel sujeto". aún en el mo:nento del estadio
del otro de la realirlad del atro,
de no estoy; yo esto-1' donde vo Fero antes cle llegar a la teoría
no pienso". del sujeto dividido bajo el efec¿cr
Al tratar de agarrar su imagen del espejo. De aqui viene la seu-
en el espeju, buscánrloia cietr'á,1 sación cle cuerpo tr*ceado que
Pa¡'a comprender rnejor esta del lenpraje" Laczur comenzó su
del espe3o cuando ya t10 la ve tiene el niúo delante dei espejo. )
f'órnrula que cürl$ag-ra la rlivisióir e¡rseña¡rza por la puesta en evi-
rnás- ei nino descnhre que }a Esta anticipación estructu-
del sujeto, hal' que retomar olra deneia de ia dimensiún irnagi-
iniagen no es real. rante. del cuerpo del nino por "slt
idea de Laean: ,,Srr nri es otra naria rlel I'o. Mostrando que el
En la illtima etapa del estadio iclentiÍicación con sti intagen en
co.ca que olvidar,,. El oivido, la ,v0 era, en ¡rrimera instancia, un
del espejo. el niño lecotloc€ ell e'l espejo llevará con-*igo, sin em-
represión, son necesarios pay lugar rie desconociniiento delhe-
la iinagen que ve en el c'spejo su bargc. una alienación dr'l srr"jeto
ssr, si nü uno puede nrorir. 81. cho de su dimensión imaginaria,
propia irnagen. Para el1o, la ple- en io imaginario.
psicético nos nlue:rtra una cari- éi eliminaba la derir,ación arne-
sencia 3' la miracla del Otro, la La r-rnicl¿rd del cuerpo se cla así
catura de elio, éi, que es incapaz ricana cie la teoría ir"eudiana y
de olvidzu', de reprimir, de sirn- $us c{}nsecuencias sobre una madre, le son necesarins. Ei mo- en ei nifia {:0}110 exlerirtr a el
vimiento eie la mirada de su ma- misrno )',, por las leyes de la óp-
bolizar. práctica de la cllra drnde 1o ima-
dre, que puede alternatit'amente tica, ccrmo siméilicamente in-
El lugar clei oivirkr es el lugar ginario 1o invadía todo,
desplazarse de,l niñr.r a su itnagen \¡ersa. Estas dos características
en el cspeju, le cla la co¡rvicción {la externaiiclacl'r' la silttetría in-
de que el reflejc cle su cuerpo en r¡erticla) nos permiten campren-
Lo imaginsrio ei espejo e,s su propia imagen; der cóma el yo puede ser ntr lu-
leniendo en cuenta aclemás qLtE gal. de clesconocintiento antes
é1 puede también pelcibir ia qlie -cer el lugar de conocimiento
Gracias a la thse, al est¿ldio clel gunír repi'esentación de 1o que irnagen cie su madre, que le lieva querido en ei neofi"eudistnr;
espejo. Lacan dio al .1¡0 su fun- puecle ser su cuerpü. ai que. cle- CI que está a su laclo. lo que a la
americano.
ción irnaginaria ,v planteó las bido al hecho cie la inmaclurez l'ez le permite confirmar tra dis- La importancia del estadio clel
premisas cle lo que distinguirá neurológica cle su sistema ner- tinción antes percibida entre ei espejo es capitai. Padem{}s com-
al yo instancia irnaginari¿ {r¿r¡i }, vioso. percibe c0m0 un cuerpo oiro real que es la madre ) su prender mnchos de los compor-
del sujeto, del 3'o 1¡ei instancia dividido en trczos, sin unidad imagen en el espej*,
tamientos humanos en nosotros
sinrbólica. pr'opia. El niúo registra una serie de
rnismos y refiriéndclos a é1. La
Observado por ei psicdrioga La única unidad que se pre- distinciones que le ltermiten,
captación amoro;a .v la agresi-
Henri Wallan, entre las seie _v lr:s sentarn esa época al niño se en- por tantü, separar:
vidacl se aclai'an pür la relacióli
rlipr,inrhn nrpqFñ, eda¿{ {¡Lte co- cuentra en ia imagen del atrn
-la la reaiidad dei ,semqiante entre ei sujeto -y su imagcir, tai I iir¡
rresponde al destete y a su de- qlle se ocupa de é1, y sobre toclo í{i..
irnagen del sernejanie;
,

Ce üoin$ ella noi es dada en esc t. ' -l

t,
clinar, este estadio constituye el en la imagen de la madre. * la realidacl rle su ctterp* cle "v
mülnento de identificación pri-
á!"

mamento en que el nino va a Cuando el niño ve por prirnera ia imagen tle su cuerpo: . r"¡i:iii:
viiegiacl*. La rivalidad, los celos, , lr,l,!-;

reconücer su imagen erl ei es- \¡ez su propia irnagen en el es- -qu cuerpo dei rle su tnadre. la sugestiein rnimética y la sinr-
: j;lt:i:

peja. pejo, no la reconoce ni como una -


Pero, al misrno tientpo, vienela patía se esciarecen por el tran- ¡ )¡.¡¡ ,.
,$,:r,;'
Con este reconacimiento. el imagen ili, descle luego, como sitivismo del prirner tienrpo.
;,tiil..,.

niúo no tiene ninguna idea, nin- una imagen suya. La aparición en el espejo la totalidad rurifi- ,.,iit, '

B9 llt,.,
BB riliii -

iiti''.
ffi..
'ta$!
.¡éí.,
j::ri_:

rr PICCtxtLlll
rl¡l-!4lil
,.:i,-i_iii;i:.
-.:,,:¡,1

::::::1,*ii-r:,:
:.:!¡:,.3.ii1

it!itiü::: APORTTS TTOR¡CCS DF JACGUES LACAN


El lbnómenn dei dobie. riesa- El ffansitivisulo se encue:i:r:,:i ';
,:::í:'-t;:l:,

rrollado poi. una cierta litera- rne¿clado en la clínica de ia ¡.:*- iÉ


,'
Fr*¿rd csmprendió enseguida
'
el Fcrt-lla, el nina puede ahnra
tura. tama su origen en el es_ i'anoia r, del delirio cle celos.- :,:i?{i}r::
$ *i nina panía asi en escena
,ri=r dorninar le situación en la que
.rll.$SF!f:l
tadio-clel espejo. Igoul que ese Lscan inclu3,'ó enseguida ej r,-
', ,.;i saiida de su *radrc ]¡ su rea-
::rll$f::i:i
éi se encuentra ele Itü ser 3.a el
otra fenónreno que el psicoaná- peja en lo-r ssqr*ttrui ciei ra*:.-
.t;r;. , ;*'j"cién, y esta puesta en escena
:
único objeto de deseo de la lna-
Iisis denomina ld intpibturttu ex- ,+; :.,,,:i: era posibie gr.acias a la lle- dre, es c{ecir, el cbjetc que c*ima
liete in¡,'ertidü y en el desarr*,1:,,, jii
tru ft e zü. La clínica psic*analítisa
teórir* que de él concluvó. L;=
,:::i:#.:i, *i* dei niño al lenguaje. ,.El la falta del Otra. es decir, el falo.
se enriqrieció de lcs e¡rr¡nciados -'-i!i*,,. ericribió Freud, ,'esteba
función del 3,a será msjbr *:" ,,:-ii#,.: '
'i#É..i','
El fala es lei que representa el
# '*: r*lación con lcs irnp*rtantes
del estadio dei eipej* que aciara I'i.
nada" Lacan distinguirá ei ri,,.. deseo de la nadre, 3' ei nin* se
igualnrente el nárcisisins v las r.,ii¡Éi¡.r:,
,:*"**itados de orden cultural *b- identifica coll éi. hacienda así elei
psic*sis, dor:de encontramos un ideai, insta¡rcia imaginaria. C*.. ,i$..¡-'.
,.iffi ,'.riici*s por
ideal clel l'o, instancia sin:h,,.- el niua, con Ia i'e- Otro original. la madre, un Otr*
los pacientes ln que Lacan llama :.;;;ncia pulsional que él habia
,trffi::,.,,
pleno, no faitándoie de nada.
{* regresión tópiia al estadio del iica. .::::il:#¡.,,:'
,,.i;i,$i ,,:-rriunl&do irenuncia a la satis- Esta relación de fusión con ia
espsJü. Fuente de toda identificaci*- ''lr:ilitilt:
;::::¡+a,,t, :. 'de ia pulsionl para pei'- madre. reiacidn de indistinción,
Los mecanisnros de prot¡ec- p*steriar, 1*¡ efectos del €sla{il.: '-'i*-!ir,..' =**i*n
,:-iiiir la nrarcira de la madre sin indiferencia. -qe r.s fhvorecida
rión puestos en evidenóia pc,r del espejc se vuelven encontra:
&
'.;ü$;j
r,aFé.i..'
' p*r el carácter inmeeliato de la
Freud en la f*bia ¡- Ia paranóia, en el desarr*il* de la cura -ei*;-
1' *:,
,.:$$L,r
=**ifestar su ap*sición".
üracias a la cp*sición entre relación de ia mactre 3' el nino.
"y desarr'üilados iezuidamente sri fin. Lo inraginaria a,qí ',.i'{::.,

por $iél3liü Klein, ie enrique-


',,.i¡JÉ':.
:,,,if:l;:.:,:: :.:;s ¡l¡s funónreno* Fort-Da 3' la reiacló¡r primera de ali¡nenta.
gejado p*r Lacan iie distingr.ri:.i, ,:i;1.1í:'.,

cen también de esta aportaiidr: :.


'!1|;:.,É;:'i:::::
-: =*r*efición, el nino destru.ve de cién" de euidada ]' de satisfac-
clela real gracias a la inteire::-
lacaniana firndalnentai. :r:ttiijt::i: : ,=gltna rnanera al abjeio, la na- ción de las neccsidades.
ción del srden simb*lico. ,,j,,; i.t .
,*:*. haciéndola reaparecer _v de- Pero como .!'a hemos visto,
,:'ii, , ,
t:t:i!:,:,.:
',ffi:r'
.
,
*,tilsrecer a su antojo a través descle las primeras ausencias de
rit:ij!;, ,jr iur sustittit*, ia bohina, ünti- la madre, se inscribe en el nina
Lo simbólico .',].lifi,.,'
:r,l.ig:i i
,i
ii:¿il:rl
llr:ili:
,:ipando así -v dominando la au- la senal de ctra parte en la que
i,*ncia ¡. la preseneia reales ele la no se reparará csnlo tai hasta la
,
:,:::,:'ji:l,,
::edre. intr*clucción de io qr:e Lacan lla-
Si ei estacliü clei espejo per$litiCI ri:presión originaria, que es
,:,t¡,1:.:,

f;sta secuencia ausencia-pre- ¡na la metitfora paternu,


'i'-'ii;',
*l niñc comen¿ar a clistingrrir la constitutiva del ineonscient* .i!ii'' ' ¡t::cia de la madre, dominada Ei tiempo dei Fort-Da prepara
iinagen de Ia rr:alidad. a áistin- ;u*r el nino gtacias al bínonrio
..
gracias al mundo elel lenguaje en cierta medida Ia. llegada de la
3,
guir: la imagen del cuerpo de la a los símboios, vamos a retüma:.
i:üt1:::l F*rt-Da, no existe sin recordar metáfcra paterna.
madre ,1' la realidacl del cuerpo el ejemplo que da Freud sobre ,.,;:1 ,. :*s prinreras ausencias de ia rua- Dich* de otra manera, gracias
de ia madre. a di-otingrrir sr¡ el juegu de un niño que él ab-
':1,.ü4¡1,''
*re cnairdo el niúo no tenía más a la bobina que representa a la
cuerpo de la imagen de su cuer- '!:,::,:i'.,

tile unüs poccs días de vida- In- madre 3,' graeias al Fort-üa que
servo, juego mu"y c*nocido pc,r rl.i
:i!*,,
Fú, á clistinguirse también de su ,:iriso fn esta Époc*, ritando aún r*dsbla esla representación, el
ios psicoanalistas bajo el noorhrs :,,,.
rladre )'s toülal'consciencia de :1* es p*sihle ningtrn simbolis- niño se sustrae a la exp*rien*ia
Llna primera cüta de ielentidad, t'eljuegü de Fart-Da, o juego de :.;:..,.
s:*? la secuencia au*encia"pre-
la bobiba o carrete t tt, vivida pasivamente c*nvirtién-
el acce:o al lnundo del lenguaje,
Después de
¡*ncia debía marcar al nin*. dose en el maestr*. el sujet*,
a 1o simbóiica. ya ¿ perrnitii.le . _hai:er pasado va- ,f.,
P*ro esta ¡narca llo tomará su glacias a $u acceso al m¡-¡ndo dei
reafirmar esta identidad. lias semailas lrejo ei mismo te- riit;rit i
significado rnás que con la en- lenguaie. $iempre qLre este ac-
líombrando una €xperiencia. eho que el nina v bus padre-s" i
t:'ada en arción clel nrrindr del ceso le sea autorizado por el pa-
dándole un sustitut*, el futuro Freud cbservé que el niúr, de
i*nguaj*. clre 3: ia madre.
sujeto toma clistancia en rela. un ano _1, medio de edad, jugaba traeias al Forl-üa, el f'uturo
cion a la expericncia nrisma. a un juegu enignático. El nina La madre, reconCIciéndcle al
ai r:bjetc reem-
sr.ijetc renuncia
padre del niño el lugar donde
Fero, al mismo tiempo, el futuro s* entretenía ccn una b*bina u piazándcln p*r significantes.
carrete atado a u¡] c*rdel. Ét t a- ella encuentra el *bjeto de su de-
sujeto se clistingue del su$tirutCI
que ha dael* a la eosa, del sig- cía desapareeer la bobine prü- seo, el fals. intr*duee! en prirner
Ls secuenris sus€n(io- lugar, al padre como un nombre,
nificante que ha permitido esta nunciando .,O,,. Pnsteriorme¡rte
hacia reaparecer la bobina de-
presencis de ls msdre es decir, como el nombre pnr el
operaeió¡r de sustitución. l cual ella ha aceptadr¡ renunciar
Gracias al mundq¡ del lengrra- cia jubilosamente,,A.,. i,Qué signiüca para el nino la au-
je' ei -c¡.ljeto se establece no lien- ta ,,.O,, en alemán quería decir *qencia de la nadre? Que existe al deseü de su propio padre,
do ni Ia casa ni ei nümbrü que F*rt. es decir, firera, ido,3'}a ,.4* *tro lllgar en ei que ,se erlcrlsn- como el nombre qlle ella dirá en
ie ha dadc a la cusa. sigrificabaOr¿, es decir, ahíestá. tra ia madre cuanda ella na e*tá lu sucesivo a cambio de aquei
Podernns señalar, con Freud AsÍ, ei niúr¡ jugaba a hacer de- cün é1. $u ausencia ie indica que can el qrre ella *e refería a su
Lacan, que e$te tiempo origi-
"1,.
ella anhela, desea, en ütr"a parte. padre. Este intercarnbio n* es
saparecer y aparecer Ia bohina
nario cünslitu1,'e lo que Freud )'esa *Nra parte introduce, en un puraüeÉte forrnai, refleja en la
distinguiendc k-rs dos rierupas
llaura la represión originaria. mcmento dado, la presencia del madre ei t'eco*ocimiento de una
del juego con url Fart y cün Lln
Para comprender rrejor esta padre. fblta que ella aspira a rellenar
Ds.
Con e}juego de la bobina. con con el fais que encantrar'á de
90
?r
EL PSICOANALISIS AP,?RTrl TEORTCCS DE JACQUTS LACAN
ahora en adelante en ei padre de
.- cle negaeión..por ia cual se fivo a su inadre. Lo que quiere jeto que de.qea p*r sí mismo ob-
su hijo. En cuanto al padre, el niega rlue un policía nacianal decir que el padre del nino no es jetos su"stitutir¡os.
nombre que lleva y que é1 afi'ece pu*Ca ser pura .l' simplen¡ente el falo que le falta a la nraclre. La b*bir:a aparere arí c*mri el
a ia ntadre de su hijo, debe ser 0'l'1r El padre dei nino se sitúa cüffio primer objet* sustitutivo grarias
el garante; asumiendc. p*r un aquei que tiene el falo. Tcds esfo atr cual el ninr: reempiaza a su
lads, que no es más que el por- cla fe cle que el ninc que le ha
tador. es decir, aquel que va a
[s metúfors pslernc
hech* a slt mujer no está decli-
madre, y l*s *ignificantes Fort-
Da aparecen c$rnü los primer*s
perrnitir su transmisién de una En la irretálbra paterna. el *ig- c*da a su propr.e m&dre. _y qrie significanf*s qLte representan
generacién a otra, y. par *tr* ¡:ificante que viene a sustituir el en sil muier el padre no erl- este primer *bjet* sustituto;
lado, ofreciénd*selo a la maclre sigrrificante primelo qu€ repre" cuenüra -r'il e.xclusil.aülente a su puecten $er cnnsiderados cCImCI
del niño. él ie da testimoniCI a senta el de*eo de la maclre, es ei n:adl'e . lcs significante* eienrentales deJ
ella de que precisame¡:te ella lle- signifieante dei r:*mbre del pa- E* otra* palabrai, est& com- inciinscienfc.
va consigo la carlsa de su deseo. dre. Lacan definié la ilretáf{ira bi¡raeión de apariencia tan c*m- Estas siErificantes elementa-
paterna cüillo "la metáleira que plicada respancie a la fonna en les l'a¡r a c*nstituir h: que Freud
sustitu¡,,'e el n*nrbre cld padre en Ia clue cacla uno de los padr*s lla¡na aft grupa ¡ssíqttitrs *pnrte
Ls metúlors el lugar primeramente sirirbr¡li- {padre 3'' inadre) ha conseguido y pro\¡ücar la división del sujeto
La ausencia de la madre signi- zada por la ausencia de ia ma- salir clel crnflicto edípiea, al cual que Lacan ercribe $: .,Así se
fica, por tanto, pera el niñc¡ su dre,', $i la au-.encia de nraclre luviercn que enfrentarse cu&n- mltrra ia prirr:era eseisi$n que
presencia en atra parte, üerca significa para el ninc que ella dc eran ninos" hace que ei sujeto como tal se
desea. a¡rhela en utra parte, el dirtinga del signr por referencia
del padre, .T el Fart-Da da fb del
fain será ei siErifiüanfe. ei sig- al cnal, en prim*r lugar, ha po-
primer recantlcirnient* por par-
niticante de eslL. cleseü.
$,st,5?yq did* cE:nstituirse csn:o sr4jetc".
te del niú* de esla otra parte. En la nietáf'r:ra paterna. el
Si Lacan habla de esla nretá- Ei confiict* edípicc. al qu* el Sracias a est** dCIs primerü$
norrlhre del pacire vienfl, pnr lan- niño se ve neceeariclnlentg *q*- significante$, que Lacan define
fora paterna es pürque la *pe- to, a sustituir al falo que ahara
raeión pcr la cuai el nino re- metido. depende tanrbién, Für ccn los nilmercs uno y elcs, 51
es reprimida. üon el significante tantc, cle la ffianera en que cada 3' S2, el signilic&ntü del padre
nuneia al deseo de la madre _v lo dei nombre rlel paclre" el nin* re-
reprime es una sustitución de un* cte sus prngenitüres h*ya iSZi que sustituve al significan-
nuncia al deseo de Ia m¿rdre r"e- podido iregociar pCIr su cuenta te fálica {S1i :." que l* reprime
un signi{icante ¡:or atra signifi- prirniendo el sig::ificante, el falo.
cante c0n1o en la figura lingüís-
la propia resolución de su c01t- gracias a la *peración cle la ure-
Per* el nr:nrbre del i:adre cs flicto. táfara paterna, el sujetr surge,
tiea que es la metáfora. rambien u¡ra ban"era colrtra el
En la metáfora donde las La nretáfora paterna. que per- siendr su divi*ión {$} e} preci*
deseo rle la madre pera e*n el
agentes cle policia enüargadqls de mite al nin* reprinrir el ileseo de a pagar por su aparicién cümü
nino, daila que ceil su presencia
hacer respetar el orclen sün ca- la madre su*tituyéndol* p$r un sujetn, En el rnismr moruento
en el dis*ursü ctre la rnadre, él cla
siErifieante. el clel nsn:bre del en que el nina renuncia ai dese*
li{icadas de grises {de este c*l*r fc de que ella rununcia al nins
era en lc-q añüs setenta 3. la* pri- padre, depende, Für tanto, de las de la madre que él reprim*, el
c{im$ su¡titutn imaginarir: de un
condici*ne* en ias cuales esta sujeto dirige *u desea hacia *b-
mercs *chenta sr: unifo¡'¿1s'),,, *1 fak:r que nlla llo tiene,rt' que de-
metáfora paternal haya padid* jetos nuevos que .*ustituyen al
significante gt i* su*tituye al sig- se&, l"a no en su propio padre
nificante policía nacional. Este como cuandt Lrra una niña. sins CIperar en sus padres. olrjeto prirnordial, definitiva-
Oicha cle otra n:arlsra, la ins- rnente perdida, En el juego detr
último pa*qa! por tanto. al rango en el hambre al que amá. el pa-
de sigrificarlo.v desaparece de la dre de elr hiio, cripción de los padres en el mun- F*rt-Da. }a bc¡bina representa
frase, sn la que )¡a nc \trelve a Igualmtnte. su acogida del d* detr lenguaje por esta doble memls a la madre cCInsiderada
f;er enunciado" significante del non:bre del pa- *¡reración de represién -i' de la cümo tal que csms objeto parcial
Per* si cl significante policía clre cla fs de que ella ha reco- metáfora ¡:aterna, que les ha que -e sspara entre ella y el
nacianai desaparec* de Ia frase, nacido ell el homhre que elia permitid* reprimir sus prr:pios nirio; objeto parciai al que el su-
si pasa bajn la harra qlle separa &nla. el paclre rle su hrJo, aquel jef* se va a identificar 3.'más tar-
derecii incestuosos, l¡a a deter-
el significante del signifieado, si que ha sabida ser aigo rnás que minar la insmipción, ia entrada de reprimirá, objet* al que La-
na vuelve a ser enunciadü, esto un simpie patrorríruicr, es clecir, can dará el nnrntrre de objeto {a).
de su hijn en este mismo mundo
aquel c{ue ha cesado de vivir uni- {Léa,se oÍsjet* fi, ¡r¡r¡¡¿isc¿¡la" )
nu quiere decir que el palicía na- del lenguaje.
cional sea realmente un gris. camente e¡r tan[o que hija de su fil r:rbjeto parcial. ternino ela-
padle y que es. por así decirlo,
La experiencia del Fnrr-Oa. h¡orar1*prr Meianie Klein cürnü
Hay, por tanlü' en la matáfora pr*t*tip* de la represión origi-
digno de ser padre. habíamos visto anteriormente,
un dcble mr¡Yimiento: nsria que con$titu3'e ei incons-
Pala ser dignCI de scr padre. define en la relacién entre Ja ma-
juicio cienfe. n{}s mllestra rie hecho un
- de atribución: un
atribu3'e a los agentes de palicía,
el padre del nino debe .,dar prue-
ba d* sus aptitudes,,, coin* riice procesr] rnetai'*rícü pot'el cual el
dre 3.'el niúo una parte que -qe
desprende de las zonas eróge-
de los que afirrna pür el propia Lacan; debe demostrar que no niñ* renuncis I sÉr soiame*te ¡ras: el ss:lo, el b*tro fecal. el fak¡,
hecho de su existeucia, la cali- se sitdra con re$pecto a su hijc el cbjetc cle deseo ele ]a madre, per'ü tanbién la crina, la mira-
ficación cie gli*res; c0nr0 un rival rálic* en 1o rela- para constituirse crlrrlo un slr- da, la voz.

92 93
FL PSICclA¡\ÁlIS¡S A.PCRTFS TEÜRICÜS DT JACQUTS LACAN
La unión particuiar del sujeto Esta eternización del deseo en finirá ei lug*r de lo l"eal. Par orra ma oblelo ia). Esie olr.jeto iai es
con este nbjeto ia] constituye tra el sujetc, csle renacimiento del parte, este lugal' cle io real -qe v causa el de'seo del sujet*.
I'eal
estructura del fantasma ai cual deseo de ios objetrs sustitutivas define taml:ién par la clistinción Hemc¡s r.isto que Lacan ie da un
Lacan dará la siguiente fórmula: del objeto perdidr: türna la forna entre la cosa .v lo que la sim- lugar c{ue *re acei"ca a aquei del
$"a, de atra figrrra iingüística, la me- l¡oliza. Habrá rarnbien dcs caras ab"jeto parcial clefinidc por I'I.
cle k: real, dos puntos de union: Klein, pero 3,a puestc de *rani"
t*nimia. en ia cual el sqjet* de-
sea Llna parte. tlue es el al:jeto
nnü. c*n 1o irnaginaria, -t' ütr.o. fiesta pcr Freucl cr:mo abjefo cle
Lu melonimis sustitutiv{i, eil iugal' clel todo, c*n in simbóiicr.r. A io iaign ele las pulsiones palciaies: ül *en*,
del deseo que es el *bj*to perdicto.
tcclas rus ens*ñan¿as, Lacan in- ei e,vcremento, el fals. Lacan
tentará aret"carse lo más pasible ai:adii¡ la voz y la niiracla.
El sqietu está así trastornado a la experiencia clínica trátando
Así. si el sujeto aparece comn el en el lenguaje que ie alqja pro- Laeai:. trra a ilamar a este *b-
sujeio que desea dejando cls ser de cercarla con esta trilogía de jetcr {at e} plrs dei goce, ic que
gre*ivamenle dei nlrjeto princi-
itnicamente el ol:jeto clel de-rea pal de *ou deseo. Si la metáfors
1r: real, l* imaginario _l' lo sim- define nn;r. esper:ie de ct:ncle¡r-
dsl Otro 3' estcl, grat:ias al sig- bcrlico.
paterna le constituye cür]1o su- sación cle g*zo en esos kigares
nificante" el paga el pi'ecio con jet*, al mism* tiemp* le trlel'a a del cuerpa donde Frer:id ¡:us* de
una división que ller,a una parte nn poder expresar nuncft más su
El fantssmq mauifiesto las prilsiones sexria-
rle sí mismo a su pr*pi* inc*ns- les parciaies. Lacan insrste s*hre
d*ses más que a trar'és cie pa- Fq*? F'reud, es {ün la r.epresióir
ciente, y tarnhién pag¿i c*n una la separacion de estos objetos
pérclicla qlre supüne ia r"enuncia
lal:ras inapropiadas ]. no a cle- origi*aria cün la que pcdem*s
cirlo de forma completa. El de- asir 1o que irremediahlernente se entre la maclre v ei nirio. v así
a ese objetc primordial. Esta sea del suieto se pierde a través perderá. perü estc no cc¡nstituirá de{ine, al priircipio. el lugar: que
desviación entre el olrjetc pri- nlenüs el núr:lec dei inc*nscien- ücupa ei prcpio sr.rjeto. idenri{i-
de la demanda, -y el psicr:análisis
mordial perdido )' los nbjetos der,'oh'erá al sujeto los signifi- te. El nirclea de la represién ari- cado cünli) está can el cleseo del
sustitutil'$s que nc d*jar'án de cantes de -uu deseo rtejando la de- gtnaria ejercerá uila atracción Otrr¡ criginai, que es la madr.e.
reempiazark:, lo rnisma que esta manda innatisfecha c*mo tal, sobre la* elements$, que además El fantaslna, que Lacan escribía
distincién entre est*$ objetos Este punto e-*encial constitu- sufrirán un reehazü pür parte de $-'a. ciefine la reiaeión del sr"r.ieto
su-rtitutil:os,v lcs significantes las exigencias ideaies o del su-
Ie. pür atra partet la dif'erencia con ei al:jet*, riue e$ l* que citusa
que pueden siml¡olizarlos, es radical entre el psicoanálisis v pery'ó, A es¿e nivei se situará la su clsseo. En la eura. la ti"ans-
i'ealmente ia ccndicion ¡reces*ria toda-{ ias demás terapias, cual- ¡:rimera r"uptura qus lier,ó & fei'e¡rcia dar".i al abjeto {ai la rlca-
de un renaciuriento permanente quiera qi"re sean éstas. l"reucl a hablar de una realiclacl sión cle hacer aiarde de ,cns efec-
del desea. Lo que ller,o a tacan A travé* de l*s clesarrollas que psíquica. dif'erente cle la realirlad tos. s-*pcciahnente en la r**is-
a decir: ',El símbolo se mani- acakramos de lrer'' som*s ahara exterior o materiál,
",y
que n{J se tencia del síntoma a curarse,
fiesta en primer h,rgar cütno ull capaces de comprencler un poco puecle reducir a Io que se p*dría puestr"r qrie el ,sujetu encontrar'á
asesinata cle la cosa _v esta uluer- mejar la que hacía decir a Lacan ilamar }a realidad intErior de un Lrn placer suplementari*. un
te eonstitul'e para e1 sri.letn la que "sl inconsciente está eü- crlmpo de introspecciór: psicoló- anaclido cle gozr-r. que Frend lla-
eternización dE su des*#',. tructuradti como rin ienguajs,,. gica, pnr erjernplo.
nié satis{acc'i*n. Es l* misina
Admitiendü que la realidad que decir qtle este *l:j*t* ieil ¡g-
aparentemente rnaterial de ias gula Ja nra:'ch* de Ja cura ]¡ sri
escenas de seducción qrie ccn-
Lo recl taban las histriricos no eran de
fin.
E-cto el'a pre\:isible desde los
liecho más c¡ue iln fantasrna. un
fantasma del desen, Freucl dia
prirner*s acercanlientas qLie
Ei cor:cepto rle leal" efectivo, es, ai mundr del lenguaje que trata un pasü e*encial en la puesta en hiz* Lacan al fin clel análisis en
al eistuclial" a Lacan, el regi*.¡¡s invariablernente de circu*scri- marcha de una reaiida¿i psíquica ei que é1 l eía una salicla sübre
n:ás dificil cle pre:entar" Cier- bi¡'l* sin j*más llegar a l*g arlo, que n0 clefinia. una l:ez más" una 1o real. Es inclusa más nítido en
taments por{lue la que clefine" lo Hernos visto que el sujetei apa- reaiidad i*terior opue;ia a una las i¡ltinias elaboraciones teóri-
reai, se entiencle cor::o lc que e*- rece c$mü sujeto pagando un realidacl exte¡'ir.rl'. sina rnás bien cas {iue realizará Lacai: sr:bi'e
capa a la sinrbnlización .v, por prerio, de un lacio. por sll divi. un nfrcleo, heteragéneo real. e,tta cuestión.
ellc¡. sería por naturaleza ina- "v
rión v, de otra lada, can la pér- Este núcleo es sub-vacente a to-
decuada a Lrna fol'nralización. Es dida qlle )upone, ia renuncia ai ela¡ las f"*r'maciones del incons- [a forclusión {repudio}
lu que hacía ciecir a Lacan qrie abjeto primoldial, Esta ¡:erdida ciente. c*nstifuve de algrma ma- del nombre del podre
'.lo real no para nlinca de n* es' es la conclicién nrisma de la per- nera su ombligo. Para Freud, se
tlil:irse',. manencia ciel desso. de }a eter- trata rlel deseo inconsciente, el No es extraño tener que **eñalar
Y ei Llna experiencia cc¡rstan- nizacióri del cleseo erl el sqj*t*. fantasrna del deseü" que un$ cle los puntos cIínic*s a
te en la cura el ser enfrentado Este dese* aspirará siempre a los t¡ue Lacan $e tu1¡i) que aga-
a aquello que n0 para de no es- objetos sustitutivils en el lugar ül obieto (u) rrar pafa abordar 1o real se er1-
crilrirse. )' ,,que vuelve siempre clel objeto prirnorelial irremedia- cuetttra en ia irsicasi*".
al nrisnrn lugar.,- siempre esca- ble¡nente perclido, 1,' esta distin" Lacan aísla io que constituve sl El concepta cte forclu*oiórl rlue
pailrla al siErificante. ai símhalo, ci*n debiria a la sustitrición de- objeto de este fantasna. r, le ila- cleduce cle s1l estudio del caso

ÓA
/*r 95
rL PSICOANALISIS
$chreber da a la tecría freudia- es el significante del nsmbre del
na dei rechazo * repudia una di- padre.
mensión rnás ceruada sctrre el Una ves que el significante
ptrano clínica. La alucinación del está excluida, ei nina nc puede
psicótica es aprol¡echada com* apoyar-qe en é1 para renuncíar a
una vuelta en 1o real de aquelln $u madre y reprirnir su deseo
que n0 ha sido simbolizado, de incestuoso. Queda asÍ sometido
al arbitrio del dese* de 1* nradre.
aquello que no ha encontrado su
La sretáf'ora paterna fracasa. lo
sitio en el mundo del lenguaje. que explica la clinica de ia psi-
Para Lacan, lo que candiciona la c*si* y la relacién particular del
p*icosis será la fbrclusión, el re- psi*ético csn el lengriaje. En re-
chazo, la ¡ro aparición d* un sig- sulnen, se dirá QUo, en el e$-
nificante prinrardial. Este sig- quizofrénico, nü importa ciue
nificante esencial io hemas virto signific*nte pueda definir un
-va interviniendo en la diaiéctica
co*cepto ü nrl significacto ell
edípica, Fermite al sujet* repri- particular. Lc q*e explica la fre-
mir el significants del deseo de cuencia de ne*lagismus y da al
lenguaje esquizofrénieo una
vil
la madre, el fblo. La represión gran proximidad con ei lenguaje
da le de la renunsia del niúo a poético. En cuania a ia 1:aranoia,
su nradre y lc ir:sclibe en ei cam-
po de la cultura ¡'de la le_v, E*te
un unico sig:rificaute -terá capaz tA PTACTICA DIL ANÁLFF
dc definir cualquier cancepto a
significante, 3'a io hemos r.istc, sisniftcad*,

96
Si es incontestable que con ta. H silencio
can la práctica dei psicoanáiisis
cambió, es aún lnucho más in- Si el paciente se da cuenta desde
c$ntestabie que la pr"actica del la primera conversación detr al-
psicoanálisis es radicalmente di- tance de la escucha, saporia rnás
ferente de ütra$ práctica-r lla- ü menos bien el silencio del ana-
maclas p-ticnterapéut icas, Iisia"
Este silencio se ha llegado a
[s escuchq convertir sn caracteríslico, in-
ctruso caricaturesco, El silencio
La primera cosa que llarna ia del analista es el soporte, la base
atención desde la primera con- de su escucha, Puede que el pa-
r.ersación con un psieoanalista, ciente intente que le hable por-
e$ que se praduce una eseuclra que _va n0 sCIporta durante mu-
cornpletamente diferente, La es. cho rnás tiempo su silencio,
:, eucha de un médico" aun niendo El analista pu*de habiar. sin
'!:-i

;1r
conpasivo con el sufrimiento del pcr eilo salir de su neutralidad
paciente! permanecs al aeecha
.::

..r;.

.i.
3' uabiendo en qué registro in-
tl: de las indicadares, de los signas terviene. itlada ie impide. por
que le permitirán establecer un ejemplo, tr anquilizar al paciente
diagnóstico. El psic*anáiisis, por en $u$ dificiles travesías. Uni-
su parte, no vigila que apareuca camente, s[ ese momento. no
ningún indicador, ningún signn está ya en ei lugar del analista.
que pudiera indicar la presencia Aislarse en un silencio a toda
de una neurosis o de una psi- prueba puede convertirse en
c*si*. Esrucha el diseurss de un algo caricatureseo, dado que el
sujeto que trata de explicar su a:rálisis está hechs de momenrcs
suñ'imiento y, en las fallos de fbcundos en los que iiabia el in-
ese discursü, escueha ia presen- cansciente al que ha5,' que es-
cia del inconsciente, del Otra cuchar, Comc dice Lacan. el
que habla a través del sujeto. analista, gracias a su siiencio. ie
Ailí donde el psicoterapeuta se cede ia palabra al 0lro.
compadece del sufrirnienta del
sujelo, el analista perrrlanec€ [a neutrulidad
neutr*, dado que sabe, pür ex-
periencia, Qr€ el sujeto está di-
del ansli$u
vidido )¡ qlie la que puede ser Esta neuiralidad dei analista,
sufrirnientc para una parte del que conslitu3'e una caracterís-
sujeto puede ser también placer tica fi"rndamental cle su escucha,
para ia otra. es una neutralidad respecto a
Esto es 1o que diferencia la es- toda 1o que dice el paciente, es
cueha en el psicaanálisis de }a decir, una actitud ,,seF&r&dñ,
escucha de un amigc. El amigo, despegada, que evita toda idea
que se ccnvierte en el testigo de preconcebida" eon el objetil.o de
quien se queja, quien pür sü par- dejarse "$orprender por cual-
te acusa a $u canjunto, su fa- quier hecho inesperadso, conro
milia o su entorno de ser el ori. decÍa Freud.
gen de sus males y de*glacias, EI anaiista no debe sustituir
trmará casi siernpre partido en su propia censura por la del pa-
favcr del sujeto l' en cant¡:a de ciente. Si exige del paciente la
los otros. EI psicoanalista per- aplicación de la regla de la aso.
Inanecerá neutro. Su benr*l.ola ciación libre, debe estar prepa*
escucha permite prcgresivaülen. rado para recibir cualquier his-
te al paciente clasificar las cul- t*ria que le cuenten, sin elección
pas y, en fin, reconscsr en qué previa.
ha podido $er él el artesana de La neutralidad también se
su propia desgracia o tristeza. puecle concebir como la garante

99
rL PSICCANALISIS LA PRÁCT¡CA DEL ANÁLISIS
del conflicto entre las diferentes nes de su inconsciente, un poco de la interpr"etacidn, eur úni- ginario qu$ psne en jueg* ias cli-
partes del pensarniento del pa- como en una ensonación, en un camente puede ser rn*dificadora ferente¡ identificaeiones del su-
ciente. Si el analista se decanfcr, duermevelao donde el lenguaje {mutativa} en un nüInenta en jetr:. Es este eje imaginar"is eJ
por ejempla, del lado del superyó lógico, eoherEnte, comiensa a di- que la r,'erdad reprimida clel su- que co¡lstiluye la olr¡l vol'riente
del analizadon es el polo putrsia- vagar, paralizado pür pensa- j*to *stá preparada pata epare- de la transfereneia, d*nde el
nal, el ello, 1o que se desenea- nnientos absurdoq sin interás o *Er. $i na, decía Freud, tiene por analista está compr*rnetid*. "y
Si, al cantrario, el anaiista claramente ahscenos. .nic* efecto el suscitar una re- que se opüne a ia interpretaciér:.
'dsna. Dich* de otra tnanel.a, la in-
parece favorecer ics desborda- Esta inuendón freudiana es ii*l*ncia suplemer:taria en el
mientos pulsionales del sujeto, ahsalutamente única en ia his- *xalizadCI. También por etrlo el terpretaciórt nqls perrnite enten-
será el superyo quien se desen- toria de la humanidad, Nunca se pri*r:análisis nü puede apren- cler cómo ei analisla *pera d*sde
cadenará. podrá explicar todo lo que $e noil S*rse en las batrc*s de la uni el misrn* lugar del Otro. riesde
pasa p*r la cabaea rnientras ha- r*rsidad. S1 saher de la learía el i¡rr'*nsciente, Per* la resistsn-
blamos cün cualquier per$one. x::aiitiea sólo es operativo cuan- cia en el análi"*is rlGS per*tite
Ls slenclón flotunte Únicarnente se puede hicer con ** tcca utra verdacl que luchaba taxri:iel: cümpreuder que tam-
el analista, Y de hecho no se p*r eparecer a través de un sue' bián el lugar del anaii*fa es el
Con el objetivo de *er más re-
hace jarnás como se supüne que i:{}. una a*aciación de ide*s s un de un oiro imaginari* lde un Pe-
ceptivo a la palabra del incons-
poden:os hacerlo, queír* *Xroi, s*p*rte de tada* la*
ciente, a ias paiabras del ütra. =i:rloma.
sin realizar una selecci*n, la Con Ia asociación libre de üracias a ia interprelación- el prü"Yecctonüs.

atención del analista debe ser ideas es imposible no decir la a¡:aii-qia permite al analizado La interpretación nü es ulla
verdad, inclusa cuando nos equi- ,,:'*r e Ju¿ una verdarl" Levanta lectura de los sueñct o de las
una atención flctante.
vocamos o mentimcs. En primer i¿I:& represién "v restabl*ce ia líneas de la mano. )io participa
Esto coloca al analista en las no i'epos&
lugar, nas damcs cuenta que se **r:-tinuidad en una cadena sim- cle ninguna mística *1i
mejares condiciones para estar
dice siempre más de lo que qui- sobre la intriición. Es 1* que
a la escucha de las formaciones
clel inconsciente. Como estas ú1- siéramos decir, y ssí se torna la .J¿r. Iss pa{abr*s parü deúrlo. hace que el análi*is pueda as-
medida rlel Stro que habla en *s el título dado pol" María Car- pirar a ser nna ciencia, sin que
timas responden a las caracte- par ello llegue a n*rla.
rísticas de los procesüs prima- nssatros. Al mismo tiempa, & di*ai a} libro dande eila cuEtrta
rios que rigen ei inccnsciente, la pe$ar de las difurentes direccio- su análisis. áQue hay más i:ello
ne$ que pueden tomar estas pa- pere definir u¡r análisis? Rec*r- El diván
atención del analista no puede
estar dirigida propianente a las labras {esta historia} desbom- llemas 1* dicho en el arigen Por
dasn se vuelve sie:npre incan- fu:na ü,: cura p*r la palal:ra. Ei dir'án flacilita la asaciaeion li-
procesos secundarios, es decir, bre de ideas. per{i :xl *$ il:ciis-
ser una atención que sobreva- sablemente a las mismas cosas: La interpretación restituYe pensal:}e par"a el desarrolir: cici
"Pero yo ya le había dicho esto,,, que hahla lo
lore uno ü una serie de elemen- 'd*rttelve) al sujeto anátrisi¡s. Sin embargo, cuanrlo
tos Én perjuicio de los otr*s. dicen invariablemente los ana- q** *e entendia a través ds 1o
ncls enüün[ramo* cara a cal? con
Freud la caii{ieaba de fl*tante iisadcs. En efecto, es la presen- que éi mismo decía. Ei analiita
alguien es mu-v dificil ilesir nr:
porque no se parece a la aten- cia de lo reai 1o que lastra nues- iaabla, por tanto, clesde el lugar
tras asociaciones, lo que las im- importa qué c*sas, profer* trttt-
ción que se utilisa en el raze- *el ütro, entendienda en el decir
pide que v&yan cornpletamente {eriss. Tendretnos tendencia a
namientn, cuandCI se reflexiona ii*l sujeto la palabra misma del construir un discursn -v a darie
o cuando se realiza un esfuerzo a la deriYa y 1o que las delrrelve *trc. Lo que empuja a Lacan a
siempre al mismo lugar. una osamenta lógica e inteligi-
de rnemoria. Esta atención flo- r*chazar ia idea de una inter- ble, Estarenlüs tentad*s de bus'
tante coloca al analista en un Yolver al mismo lugar n0 es sribj*tir.idad. l{o hay dns sujetcs
dar vueltas en redondo, sino vol- car la api"obaciún o ia Ce*apra-
estado próxirno ai del analizado *R el análisis; hay dos persünas: bacién en el rostr* ciel *tro'
durante $u proceso de asociación Yer a pa*ar p*r debajo de un *i anali¿ado -t' el analista. Hay
mismo punto, eorn$ si caminá- Turnbada, la paiat¡ra se libera
libre de ideas, Es de hecha por un *ujeto que habia, )¡ un Otro, del peso de la mirada. L* que no
esta razón por Ia que cuanda el ramos sobre una espiral más ei ineonsciente, que habla a tra-
que scbre un círculo. La dife- impide al analizada vigilar ia vaz
analista trabaja y se nos oeurre r'** de é1. El arraiista desaparece dei anaiitla para cünüc*r si se
llarnarle después de una sesión, rencia entre estas dos vueitas se
f;*rno sujeto para ocupar la Plaza produce aprcbación o desaPrn-
siempre tiene una vCIz ror0, un mide por la experiencia de saber,
'CetrOtro. Y la interpretaciÓn es, bacién, 1o misnto que antes bus-
püco comü si acabaramos de sa- de ccnccirnienta, que viene a poi' tanto, e1 mejor ejemPla. caba eir slt miracla.
carle de un ensueno... alojarse en el lugar del goce y
del sufrimiento del síntoma,
Ljnicamente la interpretación Además, el diván faciiira el
*$ un momenta priviiegiada, trahaj* de análisi* colccando al
[E asoriación libre :"arü ¡ f'ecundo del análisis. Pone analizado en una siiuacién si-
[u interpretsción *n juego un eje simbÓlieo, !' $e rnilar a la del suetio o ensuelio:
de ideas iier,'a a cabc según las estruc- la rnctricidad queda susPendida,
E*peram*s del analista que
La funcion de la regla de Ia as*- haga funcionar su saber en tér- iuras del lenguaje. Lo c¡ue ccloca la que da a las palabras tndo su
eiación libre es la de perrnitir al minos de verdad, decía Lacan, h*bitualmente obstáculos a este pesü ttcda su impctrtancia) --r'' a
analiuado aceptar las formacic- Se trata, en efecto, de la funcién *.je sirnbólica es un muro ima- l*s proces*s prinrarios un tnejor

100 rol
ñL PSICOANALISIS LA PRÁCTICA DFL ANÁLISIS
campo de accidn. En este punto: aunque se falte a ella, debe pa- cuando precisamenle por eso el
alguncs colegas liaman a la se-
Lus sesiane¡ de
garse. Esta regla da valor al al. psicaanálisis esi.á sometido a la
sidn un estado de suena. cance de este acto fallido, en [an-
dursción vsriqble
conrpetencia de toda una gama
Pe¡n el diván no es indispen. to que éste es el logro, el éxito de terapias modernas. El análi- áObtuvo Lacan una ensenansa
sable en la cura. Muy a menu¿lo, del deseo inconsciente. Si se lo, de la lristoria del ftorn&re de |os
sis duiu dernasiado tiempo.
provoca en el paciente una sen- gra el acto fallido es porque se lo&os ante* de camenz&t &pras-
En las tienrprs de Freud, ios
sación áe inferiorid*d, en el sen- ha perrnitido mostrarse tal cual ficar ias sesicnes de duracién va.
análisis duraban menos que ho3'
tido de que nü está en el misrns al deseo inconseienfe. EI análisis riable? t". $ea Io que $ea, nCI pü-
en día, Pera ¡a Ferenczi se había
plano que el snalista" Por el con- liene en cuenta el determinismo dernas n:ás que dejarnos llevar
dada euenta de que el tiernpo de
trario, para algunos de lcs que inconsciente y nad¿ de Io que por la desripción que hace
una curación debÍa depender del
cünoren el ritual del análisis, no ocurye durante la cura es fruto Freud, donde apareee clara-
objetivo que uno se propusiera. "Y
estar tumbadas sobre el dir'án del azar. mente que el tiempo del incons,
Y la primera diferencia separaba
tres produce esta rnisnra impre- Con tan sólo la evocación del los an¿álisis terapéuticos de los ciente no es el rnismo tie.mpo del
sión de inferioridad: .,Yo no ss.v pags surgen una multitud de relaj,
bueno para ei análisf*t". piensarl análisís didácticos.
preguntas. Par un lado, los ta- tuando Lacan innovó, mu-
el}os. Fer* si es verdad que el aná-
búes que s€ wean en relación ckos analistas pensaron, y pien-
Sea lo que sea" y como decía i.s* de un futuro analista debe
con Ia idealagía reinante que di- san todavfa" que pagando, ei pa-
Frangoise Dolts, que nü dudaba giere rnal sus resisteneias hacia 'i*¡'ar más tiempo que el de un ciente tiene derecho a un tiempo
en sentarse en el suelo cuando el análisis; por otro ladn, algo ;r*clente, quien na demanda n:ás
q'r-ie ia curacién de sus síntornas de con*-ersación definido. Inclu'
hacía falta, 1o importante es con- que afecta a Ia propia clínica psi-
seguir que el anáiisis sea posible *3. elio con el objetivo de tocar so si llena este tiempo con ton-
coanalítica, tanto ei gesto de pa-
para el analiaado sin por ello de. i+ que Ferencei llamaba la di- terías y palabras que nada quie-
gar como el propio pago, pueden
jar de hacer presente al Otro. **k¿ción cristalina del carác- ren decir.
transforrnar aigunas veces de
forrna completa el desarrollo ds ;*r*' muchas curacisnes se han Al practicar ia sesión de du-
*::*dido rnuy deprisa. Los ana- ración variable, Lacan hace de
ül pago la cura. Hstss cuestions$ se re-
fieren igualmente a la posible ..s*s f;omFrendieron que esto Ia interrupción de ia sesión
graiuidad del análisis, tal y p,:dría durar toda ia vida. Hacía comc un signo de puntuación
Otro de los rnedios de conseguir
que el análisis sea pasible es el corns se practica en los ambu- :*lta zanjar Ia cuestión. que da al discurso del pacieute
pagü.-Frangoise Dalto hacía pa- latorias, centras de salud o cual- Con el hambre cle los lobos, una consistencis campletamen-
gar a los niños, inclnso desde su quiel otra estructura a cargo de freud constató que el paciente te distinta, permitiendo ei r€-
más temprana edad. Un franco. la Administración ". surgimiento del deseo incons-
se había instaiado en un inrno-
una piedra s un dibujo, Le era ciente.
Eilisms ligado a las benefieios
difícii de imaginar una sesión Es cierts que si el paciente no
Lu durgción del que ohtenía de sus síntomas,
que fi¡alizara sin este gesto que sabe cuándo finalizará su sesién,
snúllsis 3sí, Freud fijó un términs a la
deja /rbre , en,enta, al analizádo está en una referencia de tiempo
ci:ra. CuandCI ei paciente se dio
respecto a su analista" Y esie La inte¡-vención de los organis- completamente diferente que
**enta de que Freud hablaba se" aquel otro paciente que se íns-
gesto tarnbién deja libre, exento, mos pagadores genera un dere- riamente, en un tiempo récord fols sobre el diván durante sus
al anaiizado respecta a ia que ha cho de vigilancia sobre los re- le afreció el material necesaris tres euartos de hora estableci-
dicho durante la setión, En efec- sultados y el tiempo necesario pal"a la resslución de sus sínto-
t-0, hay cosas que nunca padrfan para obtenerlos. Dicho de otra dos. Sin ernbargo: no se trata
decir si nü fuer.a pagaldo un :]:as. Freud esribió que "la des- tampoco de fijar una nueva re-
man€tra, los organismos paga-
precio por ello, Y este precio na piadada presión del tiempo" gla, aquella de la sesión corüa
dsres medicalizan la c*nsuJta
arrastró al h*mbre de los lobss
puede ser igual para t*dc el psícoanalítica y la propia cura. que han llevada a la práetica
munds. ltlo porque el anaiista En Alemania, por ejernplo, es. a ,,entregar en un tiempo de bre- muchos de los alumnas de La-
fije sus hcnararios sf dict&do de timan que $on necesariss seis iedad desproporcionada con $u can. En este sentido, toda sis-
su dientq sino porque el precio $leses para curar una fobia... rirmo anterior" el material ne- tematisación no tiene en cuenta
que puede ser irrisorio para uno Además de tadas las dificul- cesario para ia comprensión de ni las variaciones humanas ni
también puede ser in$uperable tades que enta intervención en- la neurasis, Freud anadió que el las variaciones de la clínica ana-
para otro. traña. obliga actualmente a los paciente tenía entcnces una lu- lÍtica que determinan una refe-
Una de las reglas del análisis analistas a interuogarse ssbre la cideu que únicaütente se cbtenía rencia de tiempo diferente tanio
e$ la de que cualquier sesién, duración del análisis, máxime de f'arma habitual utilizando la para eI analista que escucha
hipnosis. como para el pariente que habtra.

" Siernpre que se prociuce Gn re€ürbalso pol'psr'[ü de un tercÉro tcompañia


de seguro* privada c pública, por ejenrpla el seguro escolar], el hecho de terter ':' Ladiecueión sobre la duracién de ]a sesi$n, eonsiderada variabtre por Lacan
que dar cilenta a esta entidad cle la pertinencia cle la cura n de Ia evoluciórr y flja por la IPA" fue uno de }oe puntos nodales que obligó a que uno y ctra
de la misma, complica sri desarrolla= {iri, del A.) se distanciaran. tN. del A,¡

102 r03
EL PS¡CCANALISIS
LA PRACTICA DTL ANAL|SIS
[E curución se puede, en nornbre del análi-
*,+"; de l::anchar*, la sublima- necesano tlo cerrar esta cues-
sis, empujar a un pacienfe a prü- ,:rin opera sin represión y dirige
Hemas vistc cdm* Freucl im- lió¡r hablanria únicamente de in-
l*ngar su üui.a más aliá de u*
pulsaba lrt euracld¡l clei komlsre deterrninado punto, salr,'o si es
"* *::ergta sexual directamente clicacién de crntraindicacicn,
"v
c/e los lobos fijando un térnrino, i*':la un fin s*ciaimente acep- Cuando se va a ver a un ana-
un candiciatn para ser"annlista. :*** I' iliferente, sin [ener, poi' li*ta es nür'mahnente porque .*ie
un finai a su cura, Oespués de Y en tr¡do caso. no e$ eierta-
que Freud dijera que quería ase- :;r:ir:- q$e lucher Fara mante* tier:e una dasis de *ufrimiento
ment* la identi{icación son ei :=ir ir¡ reprimiclü en su lugar. que 3'a 11ü -q* puede canlralar, Ya
gurarse "de que se impediría a anali-qta el cleterminante de
ia Fr.::: ejeffipin, podria hacer de la no ha¡'aquerdo posible. Ya no se
la terapia el matar a la ciencia,, curación! rorns sostiene D, La- -*.
,::npieza su profbsión puede neguciar 1o que se había !tii.iJ$
). de que ,'la curación venía par gache, iiiir
:
añadidur&,,. es cierto que se vcrl- Fera muchos analistas, ei t'e- podido hasta ese moment*. La i;i1 :ii::
i. -.
,,

¡*i:ad* de un análisis se juz- verdarl reprimida ya no aparec€ ,,ii.,, r -,

:'
I

vió difícil para hs anaiistas de- ,t',ii


finirse sobre esta cuestión.
Los fines de un snúlisis ;*:'ie por tra capacidad encuntra" sn lns sueú*s o en un síntama ttt:,..i, : it)t..-.¡ : .: | : t.' : i

Para Freud era importante La cueslién de ia curacién está.


i-l* r] reenccntrad* del sujeto transit*rio, sino qüe se dice, a :::l::rli:.i1.¡,lij::'r:r:irl:i,.::i.i

*era suhrlilnar. medias, a travss dE las limita-


señalar que la investigacion del pur tantc, ligada a las fines que
ciones o inhibiciones- de *íntü- ÉÍtili¡+¡-
ineonsciente debía primar sobre
todo 1o demás. El analista nn
se fijen el analista -v el analizado,
Y estcs lines pueden variar en LE necesidad mas in*portunos, de una expla" ¡.,
. "
al¿;:+!r:tlji:::¡:1.,,::::t:: r'
.,'.'
::::

sién de angustia o inclus* de un i?ili:¡:l:'i, ,..=, t,

debe dejarse llevar por un deses cualquier punt* del caxlins. For de un snólisis delirio.
de sanar, sino má* bien por un ejenrplc, un pacienüe que ha lle- :i:Í$

deseo cie saber. Ahora bien, el i¡;riirsción da inmediatanlente a Bl anáiisis es ei rnedio que sü ii:r,jr.l.l'::
r,ir,'li ¡j

gado hasta el análisis só10 para illi


.i::it,i

analizado, incluso *qi el mismo ;a e¡.tra una dimensión médica, utiliua para aceptar de atra ma-
curar$e puede enccntrarse el? nera esi.a vel'dad, es decir, can
solicita la curación de sus sín- Lln mümento dado ern el de**e* i**:10 ia de u¡ra terapia de pago.
Sr ir:dicaría un análisis eomo se ias palabras.
tomas, puede asustarse delante de ser él misma analista. Y ti. 'i'*'*r:n:ienda
de la verdacl que se de*cubre en una interveución Paltienclo de aqui, todq de-
ce\¡ersa. El tiempa de la eura 3' manda de análisis puede ser ac$-
ei análisis _v sa/ir' rcrrienrfa. vül- sus fines se habrían cambiadc. :xódica, p*r ejemplc. Aunque tra
*rp*riencia haya nl*stradCI que gida, dado que no Ie corresp*nde
viendo a embalar los sínt*rnas Para Freud, el fin de un rrná-
en su caja, La idea de la curación Iisis era liberar la energia que eI t*ii illl cierto tipo de pacientes, al paciente ajustarse y adaplarse
es, pCIr tanto, muy particular en i:tftzilrt los n¿ls¡nos, el análi*is ai marcc de ia f;u¡'ao sin* al ana-
sujeto ernpleaba en Ia represión.
el análisis, y no sü puede sepa- iracasa, lc que prüvota que los lisia y al enc'*adre adaptar"se al
Esta idea, presentada aqui rá,
rar, cürno en la historia del l¿ori- *neii*tas tiendan a liherarse de paciente. Comc¡ 1o hacía, p*r
pidamente, está ligada a la can"
iiÉ r*sponsabilidad y a atribtrir. ejenrpl*, Winnic*tt, dei que ius
bre de los fc$os, de la dimensión cepciún freudiana de la subli-
del tiempu de ia curaeión ¡' de s*h a ios pacientes considerad*s pacienles decían que ,,hab{a rtn
mación. La sublimacién es un
sus objetivas. prüce"qü que utiliza la fuerza de r1r]:1* no analizables, me parete Winnic*tl para cacia unü"'.
Pcilenros regumir ias p*sicia- ia energía sexual, la fuersa de
nes extremas diciendo que, por ias pulsiones sexuaies, dirigién-
un lado, i¡e exagera al nCI csn- dolas, sin enrbergü. sobre otro
side¡ar el análisis como termi- fin y sabre ütro *bjeto que sean
nado hasta que el paciente ha valorados por la sociedad en ia
iogrado alcanzar un funciana- que vive el sujeto. Hn la subli.
uriento psíquico definidn de tal mación, el fin y cl cbjeto cle la
manera que puecle considerar$e pulsién nü $0n va ssxuales. Este
ideal, Por otro lad*, se cae en el prür€sn expiica a ]*s ojos de }*s
sxceso contrario, oividando que, analislas muchas de las aetivi-
si el analista dehe desc*nfiar cie ctades humanas, en apariencia
su dese* de sanar y debe dejar sin ninguna relación con ]a se-
llegar par sí misrna la ruración, xualidad, pero que, sin embargc*
no hace falta tanrpoco que él se obtienen sti fuerza de lar pul-
convierta en un atriadr¡ de la re- siones sexuales,
petición. Cr:ntrariame¡rte a ia forma-
Sea ia que sea, *s a} paciente ción reactiva. que hemos visto
al que le corresponde en primer en el cuadrc de la neuro*is cb-
lugar decir si lo que ha adqui- sesiva scbre todr:, y que necesita
rido es ü nü suficiente. l,a cu- cle un gastn permanente de ener'-
ración de los sínt*mas puecte ser gía *camo en el ca$o cle una
una trampa que haga decir a lus iinrpieza exee*ir,'a en tra que el su-
analisias que ei paciente hu.ye jeto se pasa el tienlpo limpianda
hacia la salucl. iPor qué no? lfo pare h:char ccntra su propi* de-

104 1ü5
vlil
tA FORÍI¡IACIÓN DTt fiNAtISTA
L**xn tenía la castumbre de re- puntas negros, a lt que no había
i.,:ir: ..N0 hay formación del sido analizado en ellos mismor,
;.**ista, n0 hay más que for- c, dicho de atra mñnera, a $us
::*¿i*Res del ineons*ienteu" propias resistencias. Se impo-
F*r provocadora que sea, esta nía, pues, la necesidad de un
,*;** de Laean fiene la ventaja d* anrilisis personal"
run*r el acentn sabre las fbr- Pera si la valentía de 1o* pin-
::.=*i*nes del inconsciente y ha- neros les llevó a reronücer el pa-
:".e,r ri*l sueüo, detr lapsus o del pel de $u$ prüFias resistencias
i:*:*:lla ia rnisma ba*e de la for- en Iss fracasas de las curas que
=,*cién del analisia. La forma- el]*s rnismas dirigian, progresi-
del analista existe: bonita v vamente se {'ueron encaminanda
=+x
r:'**na: pero no puede realizarge hacia la idea de que el análisis
ás que si el analista aprende a de los analistas debia abülir to-
:a{ Fis"r. las formacioil.es de su das esta* resistenciss. Se em-
¡r,ipiü inccn¡eiente. Es deeir, si pezó entonces a distinguir entre
+' ar:atrista hace en primer lugar un an¡ilisis llamado terapéutica
ar:átrisis perstnal. y un anrilisis didáctieo, es decir,
=n
que enseña.
,ft nnúlisis personsl Si bien la duración de un aná-
del unalisls iisis puede variar en función del
fin que se le dé, y es evidente
H*i* an¡ilisis no difiere en nada que la investigación del ineons-
,,:***alquier otro análisis. Desde ciente exigida al futuro analista
i*; -riempas de Freud, el análi- no'es la rnisma que a cualquier
iis pers*nal ha sido recnnocida otro, el análisis es siempre el
r*mü necesario para la forma- rnisma. üieho de atra manera, si
¡::**. del futuro analista, a pesar
se puede considerftr un análisis
'** que los propias pioneros del referido a 1o terapéutico v un
p*ic*análisis no hieieran un análisis referido a Io didáctico,
,*:álisis en toda regla, tal y como
nada hay que los distinga al
s* practica hoy en día. Freud principio. Es únicamente ai final
hi:* su análisis a través de cuando podremos decir que el
Jri cürrespondencia con Fliess, análisir de alguien ha sido o no
,3i:::g .v Ferenc¿i, Este últim* didáctico para é1.
hi¿* algunas semana$ de anáii- Enuneiando de una f*rma tsn
sis" en el sentido propio del tér- simpie las cosas, Lacan conmCI-
:::L'lo, con Freud. Muchos de l*s cioné de lleno el fonda de la ins-
i*neros del psicoanalisis hicie- tirucién psicoanalítica y la es-
r*n un análisis acelerado csn tructura jerárquica que le había
Freud, a través de sus pa$eos sido impuesta por la IPA.
_jar:tos o de sun viajes en común.
Hn fin, Freud recomendaba a al- Anólisis leronéutico
S:-ln*s de sus alunrnCIs tirs,rse a y cnólisis didóctico
i* prscina y hacer su anátrisis c*n
i*s pacientes qrte iban a recibir'. La jerarquía institucional había
Esta excepcional situación de ter¡ninarlo por distinguir dos
i*s inicias del psicaanálisis nn cJcses de anaiistas: el analista
p*día convertirüs eü regla, te- practicante y el analista didác-
xiendc en cuenta además que tico, El primero sanai:a y el se-
i*s analistasse percataban pro- gundo formaba a los a¡ralistas...
g:*sivamente de que lo que ellas El analista candidata, una veu
::* entendían rnientras escucha- finalizado su analisis terapíuti-
ban a sus pacientes $e debía ¿u, debía llevar a cabo un aná-
esencialmente a sus propios lieis didúúi*o ". Ests separa-

'" Ssto hoy en día consiste en que sólo se recsnoce poi' Ia IPA un análisis
personal d* un futuro analista cuando aquél se ha venido realizandq duranle

r0?
iLPlqgjNÁLis¡s
eión ar|iti*uf *,rt* *tos dos ti.
LA FORAdACION DTL ¿¡IÁ¡_ISTA
desorbitada en el control de i*
pos de análisis y entre das clases i*nguaje al ser un tiempo an-
,Í,:,i cir, a través de sil prácüica ana-
reproducción de los analistas. y
de analisfas no garantizaba para
este poder no se derivaba e* ,:;*:i*r al del Forl-Sa. Es lo que Iítica"
nada que, al principio, el análisis nada de la autoridad que da i* ,,* **ja recünCIcer los mediss inra-
con un analista didáctico f.uera ,*:*ri*s simbólic*s que le per- El conlrol o ls
gl'opi.a experiencia ánaiírica.
realmente didáctico. por contra, urmplemente permitía ::,1.i*r*n"r' cCInstruirse una es-
Ia experiencia empezaba a a la j*_
::ffitlrfl alrededor de ese agu. $uperuisíón
{demostrarlo, rarquia r*pradudru* *uglrn ;; "*:"; r*al. Por esto
cualquiei anáiisis prcee$o de duplicacidn, por ia mismo. para ?odas las asociaciones psicc-
con cualquier analista podía re- identificación cbn et *át;iiru *i- i¿,re::. el fin dei análisis cons- analíticas se pcnen de acuerdo
*,ul$,^*n principio, didictico, es dáctico, e*nsiderada como exnl¡- :;;! * la mejor de las fornraeio- sobre Ia nec*sidad de ia segunda
decir, formativo, hasta el punto cación del fin dei análisis.
¡ ,:*i. modaliclad. Se trata del control
de permitirle al analisru uju*.*,
Colacando en entredicho ie F*ra. para la institución, la o de ia superr.'ision.
c0mo Hl, teoría de la identificación al =,'o;¡.*:'iencia de ese agujero es in-
Este término hace referencia
Para la jerarquia institucio_ trnoj) fuerte deÍ analjsfs comc
*,u :r,pi,rtable, dado que destituye al trabajü que hace un analista
nai, esta idea de Lacan era es- explicación del fin del análisis r. '¿i *::aestrc y a su saber y pone
en formación junta a uno cCIn
candalosa y peligrosarnente sub. de Ia curadón, Laean había dadi
*r *¡:treclicho la función del pa- experiencia. El más experimen-
versiva. Arnenazaba, de hecht, .*.:* ideal. Fe ahí la función de- tado snpervísa cómo el princi-
ya un ssvero golpe a la esclercsis
sus privilegios. En ig$?, Lacan qus sü había adueñado de la far- :*n-*iva y antianalíiica de la piante conduce una cura, Será
desarrolló esta idea en su pro_ mación dei analista y de sus rj_ ,,,**n¡ifieacidn con el analista ocasión para que éste saque Frü-
posición scbre el pase, pro*ero tss en el seno de la IpA. :,:;::t*r'ida por la in-ctituci{in vecho de Ia experiencia de-ese
q.ue inventó para aceptai e] tes- ,::*.:*{i teoría del fin del análisis. más experimenfado, para ver
timonio del analista que mee Fara Lacan, es ei analista más elaro dentro de las ditjcul-
que su análisis le ha enseñndo [a teorís de Lacun ;:i*n autari¿a ese momento a tades y los obstáculos que en-
Io que Ie permitirá ser analista sobre el fin del :rave* de ru propia experiencia. torpecen su escueha. P*drá ha-
a su vez. Enúlisis i-na vez más es nece$ario qne biar con su controiador úelatIí-
,i* l* de etrlo a sus semejantes, nica que se autoirnpone en su
Lacan acentúa aún más Ia zanja
sH anolista no se que le separa de la assciación ;;* ciiga alguna cosa. La insti- trabajo de escucha, Aprenderá
que cada pacients es una his-
ufoyc mós gue en sí internacional con Eu teoría so-
:;*ión analítica no e$, p*r tanto,
mismo (se uúforizs por bre el fin del análisis, üeoría que
::xtil. Al contrario, puede au- toria particular, pero que exis-
:r=fificar y reconocer el camino ten entre lcs pacientes inuarian-
st rntsmorD elabara a partir de su experien-
,*:aiítico del candidara y habili- fes esÍructurales. Yerá carrrbiar
cia -v a io largo de su *nrun*rr. esta cÍt¡zica a medida qus et'o-
Antes de llegar a este procedi- EI desconciertay el desvalimien- ;¿r ie.
lucione la cura de su paciente.
mrento, Ia experiencia había der to que invaden al analizado al Se verá aryastrado por ias tram-
¡1oslydg yq que esto era posi_ final de su recorrido testirno- ftr anali*tE se cutorizo pas del amor o del odio, .-y se $ür-
ble. Hacía falta tcmar conciencia nian que .'ya ninguna identifi-
de esta experiencia; una vez CIue
pgr sÍ mismo por f prenderá a sí rnismo haciendo
cación le sastiene. AI contrario, nlra interpretación que restable-
el análisis del candidato se había todas sus pretextos imaginarios
c*gunos ofro$
iogrado, éste se había forrnado cerá la trama de las palabras, la
para recibir a su ve? a los
caen, y el sujeto se encuentra en li analisia no puede permane. cadena de significantes pür la
pa_ un momento tal de destitucién, :t'r en scledad cara a sus $e- que ei sujeto se hace represen-
cientes. Lacan enunció este nro_ que ya nada ie conforta. Haee la
ceso fundando la Escueia Fieu-
:::*;antes, incluso cuanda su tar. ?endrá también oca-*ién cle
experiencia de unu relación opa- *rtc es fundamentalrnente soli. darse cuenta de sus pr*pias re-
$ana de París en 1963: *El ana- c! en el origen y se encuentra :srio. Laean completa ahora su sistencias y de entender una u
lista se autoriza por sí mism;",
Otrs enunciado básicamente lien_te al agujers sobre el cual se :anoso enunciadc: el analista se otra parte del diseurso del pa-
f'unda el inconseiente, lo {¡ue *'*foriza por sí rnismo y por al- eiente. En fin, sabrá que lo que
subversivo, pe{g
,qlue no hacía Freud llama represión origina- le parecen su$ propios callejones
más que reesncili¿ir las enseñan- É1:nos otros.
ria y Lacan denbmina to rjal, *ein saiida tienen rela*ión con ios
zas de Freud: el analista no pue- Esas otros, es decir! sus *qg-
El analizado puede, al final del de su anaiista.
de esperar la autorizac;On rie la n:ejantes, reagrupados 0 no en
recomido, realizar la experiencia Cualesquiera que sean la ri-
institución para ser analis ta, La un& insiitución, pueden recCI-
de ese agujero en el oiigun, du queza o la utilidad de este acom-
institución había enfonces ter- :i{lcer al analista segÉn dr:s mo-
ese rnomento en ei que el niño pañamiento, en su acto el ana-
nrinado por adquirir un poder aún no había adquirito el apoyo
*iaiidades:
lista permanece fundamental-
* a través del camino por el mente sois, Incluso cuando, en
qu* ha liegado a ser analista, es los se'gundas siguientes a sll
un tiempo mínimo de varias años y con un ar¡alista
sidera suficiente en su rnamento para que se
cuya eapaciüación ñe csn- decir, como Ie ha forrnado su inten'ención, ilega a pensar:
Ie denonrine an*listu didúctica. análisis personal;
El proceso en curso no 8e difereneia en sÍ mismo entre
didáctico o terapéutieo, * a través del trabajo que É1 "iQué dirá mi supervisür?".
salvo por la intención consciente der anarieado. (N. $i casi la rotaiidad de las ana-
del A.)
realiza con sus pacientes. es de- listas recCInocen la necesidad de
l lo
ilr
PsrcoANÁlrs¡s
EL
LryRYlqgl-?IlllffE]f
la supen'isién o control, no tc- finalmente en un fracaso, Y c**- Cujera más. Comn ya entonces üucidn va a dar al analisüa una
dos, sin ernbarga, están de lesquiera que sean las razo**s L*,can tenía el grupo más nu- identidad anutiiim íIusari*.
acuerdo sobre Ia utilidad de la de este fraeaso, estén ü ni] i:- ):sr&ss de alurnnos y de analis- Si Ia IPA ha impuerto normas
primera modalidad de recono- gadas al propio proceso' el p**e ias en formaciénn privarle de en- en todo el rnundo sobre $u ra-
cimiento: aquella por la que el plantea una cuestión inevitahiE- $enar cra ei mejor rnedio para pacidad de reproducción, eli-
analista da fe a sus semejantes insoslayable, porque permite tr- giendo una élite li fijándoie un
';*nvertirie en alguien estéril.
de lo que le ha hecha analista, ner una idea sobre ese müme¡:r; C*mt hemos vist*, Lacan iba cuadro rígido para ello, por el
es decir, de los efectcs f*rrnati- {rnico que es ei camino enry* * dar completamente Ia ltlelta eontrario, las sociedades psi.co-
vos de su análisis per*onal, analizadn -r.' analista, ei cami** d principio de Ia didáctica: no ar:aliticas francesas, nacidas to-
entre el diván y el sillón, curs- F*rque vayamor a ver a tal re- das ellas de la primera escisión
[l paee tión que nunca antes había sid+
abordada públicamente pür ia
**mbrado profesnr de Ia insti-
iución podernos estar seguros de
de 1953, tienen, cada una, al
lada ele sus criterias comunes,
Lacan distinguía entre la capa- institueión analítica. qus sayamos a hacer un análisis lcs criterios e;pecífic*s o parti-
cidad y la técnicao sin excluir la ¿Jidáctico. El análisis didáclico culares que han desarrolladt
posibilidad de que un analista :1* se reveia comü tal de golpe, para la formación de los analis-
pudiera demsstrar a la vez las [a institución i* que implica que toda analista tas.
dos cuaiidades. psicoonclít¡co y la pu*de haeer un analisis didác- Si es un síntoma de buena sa-
Si la capacidad del analista identidud imposible iics, lü que no quiere decir que lud, comparado con la relativa
puede recüRocerse, sobre todo, del snElists i*d*s los que se lleven a cabo esterilidad de las sociedades afi-
durante el control, su tÉcnica de-*de ese mümento sean fürso- liadas a la -IPA en cuanto a la
debería reconücerse mediante Ei esüa cuestión del pa*e na exis- -t*:¡:ente didáciicos. Dicho de praduccién teór"ica; & prcpósito
otras vías institucionales. Por- tía aún en 1953, fecha en la qur *tra manera; nü se puede ser di- de la farmacién de lc,s analistas
que hablar de su análisis a sus se produjo la prirnera escisiún *áctica de por vida. ms parece al menos rreeesario
semejantes no se realiza sin ries- en el movimiento psiccanalÍiic': Esta c*nstatacidn nCI hace QUC, al {inal, los diferentes gr'u-
go*. Si esto se ha hecho siempre francés, los prcblemas ligados a nás que reforzar el valar de ia pos pr,redan confrontar $us ton-
entre analistas en los que se c*n- la formación de los analistas har: prcpia experiencia anaiítica, que vergencie$ y $us divergencias en
fía o entre amigas, n0 es lo nris- existido siempre, y siempre ha$ demuestra que no hay un ser este sentid*. Ah*ra bien, parece
mo en la institucién, probable- estadc en el centro de tadas ]e** *¡¿sfrsfa. EI analista, en efectet, . que la dificultad viene precisa-
mente porque na sólo el analista divergeneias y escisiones. P*r no io es de forrna cantinuada, mente de aquí: si tadas ias es-
podría verse arrastrado a hablar las rarones que acabamos de ver c*n todos sus pacientes y du- cisianes se basan en l*s desa-
de su vida privada, sino [am- rápidamente y que Yersan sobr* ranle todas las sesianes de un cuerdos en 1o referente a ia for"
bién, y sobre todo, porqus, a üu la cuestión de la repraducción Ce r¡:ismo analisis. Lo es en un acto mación, ácórno lograr que estax
manera, podría descubrir }as re- ests rsz& op*rte que son lss ana-
Eae n0 es muy frecuente a io difbrentes asociaciones confrcn-
sistencias y los callejanes sin sa- listas. iargo de una cura, porque el ten su experiencia en este iema?
Iida de su propio analista ai ha- Par ejempi.o, se le padría per- inccnsciente ns siempre está Para algunos, la cuestión ni se
blar de los que él enc*ntró en donar tad* a Lacan en tanto que abierto. E inclusa si se piensa plantea. I-iniearnente existe la
su cura. éi era un ieérico entrs los demás
que es el deseo del analista el forniarión que ellas dan y tlo
Ahora bien, la instittrción 0 en tanto que era un profesor.
que impuisa el mavimiento de existe ninguna otra. Hasta el
transmite el rnito de un analista un didáctica entre lns demás. apertura y de cierre dei incons- punto de que un analista que ha
ideai, de un profesor perfecto Pero no $s ie puede perdonar s€r
ciente, . mor,.imiento que Lacan hecha su análisis y su con*ol
con el qu€ el candidato debe un jefe de escueia, es decir, estar
ramparaba con el de una ostra, ccn analistas fuera de lts murCIs
identificarse. Preguntar por el en disposición'de rivaiiaar con el
análisis dei candidato, sobre su prcpio Freud. no podemss cancluir de eilo que de su asociación y que isolicita
desarrollo y, scbre tada, p$r su De aquÍ, como dice E. Rou- el incsnsciente puede quedar su rehabilitaciún, es rechazado.
{in, pondría a ia institución en dinesco, la guerra que le deela-
permanentemente abierto. i{a Esto suporre que estas ascciacio-
peligro. Una eventual contra- raron la Asociación Psicoanali- huy, por tanto, perrnanencia nes úni,camente reconocen csmo
técnic* del eandidato que se tica Internacional {IPA) y la So" analítica, un ser analista. Y si psicaanalistas a aquellos psico-
arriesgara a irablar de su aná- ciedad Psicoanalítica de Paris, na hay un ser anatrista, no puede analistas que perteneeen a su
lisis padría poner de maniüesto Después de la escisión de 1953, tampoco traber un,!er didectito. gr"upo. Desde este punto de vis-
una rontratécnica anáioga en su la nueva sociedad, ia $aciedad Haciendn subversivo el prin- ta, lax ascciacione$ que se dicen
analista; incluso, 1o que es peor, Francesa de Psicnanálisis, fue cipio de la didáctica, Lac&n tras- vinculadas a Lacan y {lue, *in
podría poner de manifiesto su adr,nitida en el seno de ia IPA torna todos los fundamentos de embargo, aplican esta política,
incompetencia. con la c*ndieion de que Lacan la institución analítica. Porque retornan de manera implícita las
He aquf por qué el pase, prs- fuera relevadc de sus funciones el rnalestar interno del p*ico- normas de ia IPA y se csmpor-
cess inventado por Lacan pare docentes. Es decir, con la con- anáJisis viene sabre todo de esto: tan ccno si Lacan n0 hubiera
recüger este testimonio, $e re- dición de que no formara más si no hay un ser analista, si no existido nunca.
veló ccmo peligroso y desembocó analistas, de que no $e t"epro- hay un ser didáctico, la insti- Este no recCInacimiento de en-

I12 113
EI- PSICOANALISIS
trada del trayecto que un ane- otrc. Su análisis, su controly su
]ista ha podido recorrer en el e¡- farmación son reconocidcs por
terior da fe de los efeetas de esta analistas de atros grupo$ dife-
identidad analítiea ilusoria que rentes del suSa propio. Ciertas
ofrecen a $us socios o acólitas asaciacione$, como el Centro de
aigunos de estos grupns esrra- Formación y de Búsqueda Psi-
das. caanalítica {CFBP}, han inctrui-
La mayoría de las analistas do en sus eststutos la p*sibili-
forrnados pür Lacan no se han dad de una doble afltriación, es
vuelto a reencontrar. Progreui decir, la posibilidad para un ana-
vamente, estos analistas han ido lista de pertenecer a otra aso-
formando sus asocia*iones! cuyo ciaeión.
número es trece en la actuali- Esta apertura de las fronteras
dad. Mientras que hasta enton- era tatalmente nueva en la his-
ces, y como ya hernas l'isto, las roria del nrsvimiento analítico.
fronteras de las institucione$ Hay que tornar conciencia de
eran herrnéticás, ahara las an&-
listas tran empezndo a circuÍar
ello. Se llevó a cabo, 3' esto dio
lugar al nncimiento del rnovi-
tx
más libremente de un grupo a miento interasociatiyo.
PROBTTfUIA$ Y PTR$PTCTIVAS

114
ff anElislu y lq Europa Iisis no se aprende en las bancos

de 1992 de la universidad. E inclnso aun"


que actuaimente la universidad
f,i Acta Única Europea debería dispensa enseñanzas sobre teo-
permitir a ün analista francés, ría psicaanalítica, refrendadas
par ejempla, instalarse y traba- pür un diplorna, todüs lss ana-
jar en Espana. Ahr:ra hien, iistas reconücün ci*e no por elio
icómo garantizar la formación se tienen las hases para ejer*er.
de este analista, cór¡ro garanti- Camo ya hemas dicho, es en
uar su c*mpetencia ante los oj*s pri:ner lugar el análisis personal
del pirblico? Estas dos pregun- el que podrá aulorizar cün el
tas, desde tcdos los punfqls de tiempo a rln analista a sentarse
vista esenciales, n0 han espe- en ei *c¡fá. Y si el analista no
rado a f 992 pala xer planleadas quiere o n0 tiende a hablar con
por l*s snalistas. Incluso ha pa- srls semejantes, tro que es tatal-
recid* que no había ningún pe- mente legítim*, están sin ernbar-
Iigra ütr{rpeü, como habían de- go, obligado a hablar de su prá*-
jadu entrever algunos colegas. tica anaiítiea al menos durante
Al contrarioo rnás que homa- los primeros arrcs de su ejercicio.
geneizar ¡' nivelar ias diferen- Es Ia función del contrnl y la
cias. las autoridades europeañ sr.r¡:ervisién.
han sido rnuy cuidad*sas & la fil anali*ta e*tá al menos obli-
hora de respetar las particula- gado a lograr un cierto recono-
ridades propias de cada país. cimiento pür pa$e de sus csle-
Desde su punt* de vist*, será gas. Estas rstrtss de los que habla
labar de los analistas y rie las Lacan scn testig*s ele que la que
as*ciaciones analíticas del país
él cuenta de su prácfica analítica
huésped el probar Ia eventuai justifica que se le remitan pa-
inconrpetencia rle un anaiista ex-
cientes"
tranjer*, ro de este iritimo el
I
demostrar previamente $u c{im-
petencia. Cada casü sentará de Lss usorisciones
alguna manera jurisprudencia. psicoonsliticus,
$ensata prudencia la jurídica lu gurontís
quü, en efeeto, permile al ana-
lista ejercer y a lcs otrcs probar y lE formsción
su incampetencia, si ésta existe. Si el prirner reconocinriento del
Farece proceder del enunciada analista le llega de stis pacientes,
de Lacan: .'El analista sólo se
es también necesario que la ob-
autoriza a sí
misnro". Pero tenga de sus coiegas. Esta será
¿cóma darle garantía a un ciu- la principal función de una aso-
dadano pare que ciln{ie en un
ciación cle psicoanalistas. Dado
analista ?
Hete aquí que ccn esta pre- Qü0, a peser de tndas las difi-
cultacle* inherentes a la forma-
gunta nos volvemüs a enccntrar
cién de ün grupü y a su funcio-
con los mismos problema$ que
namiento, a pesar dei riesgo de
se les habían planteado a lot
analistas en 1910.
que los anaiistas terminen por
hablar al unisono, ia asociación
permanete c*mo el mejor rnedit:
Lu fslts de diplomu de garantizar la competencia de
del snslisls un analista ante los ojcs del pú-
Al contrario que en *tras prü- blico.
f'esiones liberales, el analisla nn La a*ociación padrá prevenir-
tiene ne**sidad rie un diplorna se freRte a tros otr** dos peligros
para ejercer. Coma hemas visto qtie la arnenaran )¡ que quieren
a lo largc de todo ei libro, el aná" subordinarla:

117
EL PSICOANALISIS

Por un lado, la medicina, ducido todas las escisiones, .v no


-
haciendo, For ejernplo, una es- porque los analistas no se re-
pecie de terapia de apüyo que conocieran cono üaies uno por
sélo el rnédico puede aconsejar, ullo, sino porque se volvía a
tal y como realiza cuando pres- cuestionar la estructura del gl'u-
cribe sesiones de quinesiterapia. po y las reglas de formación que
Este es el caso de algunos países se habían utilizado,
en los que los analistas no mé- El problema $urge cuando un
dicos no pueden ejercer su pro- psicoanalista perteneciente a
fesión a no ser que cuenten con una asociación debe reconocer a
el amparo de un médico. otro analista perteneciente a
Por otro lado. la psicalogía, una asociación diferente. En
al-establecerla corno una espe- efecto, eomo ya hemos visto, las
cialidad diferenciada de las resistencias de los psiccanalis-
otras. Ciertos países obligan a tas se gestan en esta identidad
los analistas no médicos a afi- anal{tica ilusoria que les da su
liarse a colegios o asociaciones correspondiente institucién, y
de psicólogcs para poder ejercer. que les ernpuja a realiear un dis- X
curso colectivo común y a hablar
Estos dos peligros que ame-
nazan el análisis profano, es de- al unísono, de la misma forma
cir, el analisis ejercida por los todos ellos. La historia del mo- EL PSICOANÁUS$ EN ESPAÑN
analistas no médicos, rtelven a virniento analítico nos muestra
dar fe de Ia resistencia de las incluso grupos que *qe fundan y
auüoridades pública$ a I'econo- encuentran su identidad en el
eer la especificidad única del psi-
odio respecto a los analistas Jfs-
gados desde el exteriar.
coanálisis.
Freud defendié muy pronto eJ Si,va es difícil evitar esta con-
anólisis prafano, Pero, ochenta frontación sobre Ia formacíón
años más üarde, el peligro voh'ió entre las propias asociaciones,
a aparecer, de la mano de una es ilusorio hacerlo de una en
nueva legislación sobre el psi- una. Precisamenüe porque la
coanálisis que hacía su ejercicio zona de sombras del analista
ilegítimo si éste no estaba ga- que habla de la furnracién re-
rantizado por un diploma. Y un cubre el mmpo de su pertenen-
diploma para ejereer el psico- cia al grupo, es necesario que
análisis sería la muerte del pro- esta zona de sombras pueda es-
pio psicoanáiisis. clarecerse a partir de los puntos
Es labor, pr tanto, de las aso- de encuentro entre unos y otros
. psiccanalistas de distintas aso-
ciaciones psicoanalíticas defen-
der a los psicoanalistas y al psi ciaciones. Y eilo porque aunque
coanálisis. No solamente a los estas zünas de sornbras puedan
parecer$e, no sor las misrnas.
psicoanalistas y su ejercicio, sino
sobre todo al propio psicoanáli-
TaI ve?" podamos aceptar el
reto lanzado por Lacan con Ia
sis, incluso si esta lueha debe lle-
disolución de su escuela cuando
varse a cabo en contra de los se üo cuenta de que ésta no ha-
psicoanali$tas, como decía La- bía padido escaparse a las leyes
can. de grupo que fundamenüan toda
La primera cuestión que de- institución. Esta si aceptamos la
ben afrontar las asociaciones es idea de que con la disolución de
la de la formación. Y no es un la Escuela Freudiana de Paris,
cometido fácil, dada que es por Lacan logró el éxito allí donde
esta razónpor la que se han pro- Freud fracasó al fundar la IPA.

I r8
Al rnismo Freud le strprendió tencia aqui de un núctreo de in-
Qüe, dos meses más tarde de la telectuales judins que lo impul-
apariciún en Viena, en 18SS, de s&ra frente a la nposicién de la
Los ffiecsnismos psír¡uicas dt ciencia cficial (Muúoa), o por las
las {enómenas hi*térkas, se pu- lamentahies circunstancia* dg la
blicara sn traduccién espaúala *uerra Civil que alejaron a An-
en tranada y Barcelana. gel Garma, quie* estaba crga-
Impulsada par Ortega y G*s- nizando el prirner núctreo de pa-
set, se edita también en España, sibles futuros psieaanalistas; en
fraducida pür López Eallesteros, fin, fuera por Io que fuese, hasta
la abra cornpleta de Freud, Qre 1354 n0 se funda la Asociación
Psicoanalítica Espaúola, Tras
aparece entre 1922 y 1932 casi
un perí*do de fusión con otros
simultánearnente con Ia primera
analistas portugueses se llega al
recopilación de sus escritot ori'
m*vimient* actual, en el que en
ginales en alemán. Espana esntarnos con dos gru'
A pesar de esta ter*pr*na ac' pos: la Sociedad Espanola de
cesibilidad a las obras freudia- Psicoanálisis, recanocida por Ia
nas, el surgimientc del Psica- IPA en 1966 {esn sede en Bar-
análisis en nuestro país ha sida celona), y la Asaciación Psico'
tórpido y discontinuo. Sea Por la analítica de Madrid, reconacida
mentalidad particular del esPa' como compünent* de la IPA en
nal, históricamente dividida el X)ffiII Ccngreso, ceiebrado en
tlain Entralgoi, pür la inexis- Helsinki en 1981.

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