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A u n q u e el anàlisis comparativo pueda ser —por su naturale- vecinos. W i l l i a m Shipley (1960) demuestra algunas diferencias
za— sincronico o diacronico, los lingiiistas interesados en la rela- notables en la estructura de la oración de los maidu del norte-
ción entre idioma y ambiente social se han limitado hasta ahora y los del sur que t a m b i é n sugieren la influencia del ambiente.
principalmente a la comparación diacrònica. E l punto de vista Estos estudios en la linguistica de àreas son, sin embargo, de
que predomina es el de Sapir (1951: S9), que tendia a no tornar orientación histórica y, por consigliente, de mayor interés para
en cuenta el efecto del ambiente social y consideraba las tenden- quienes estudian la historia de la cultura que para el a n t r o p ò -
cias de la lengua corno el punto rriayor en la determinación de logo social. Aunque el concepto de préstamos estructurales se
sus peculiaridades. Este punto de vista también ha tenido bas- refiere al resultado final de un proceso de cambio, no contribu-
tante efecto en los estudios sincrónicos, corno se puede ver en el ye a la comprensión de la dinàmica de este proceso. Sus corre-
trabajo de Triandis y Osgood que trata de la aplicación inter- laciones sincrónicas, diversidad del habla y c o n m u t a c i ó n de
cultural del diferencial semantico: códigos dentro de los diferentes dialectos, estilos o idiomas, pro-
bablemente tendràn malor interés para investigadores orientados
E l griego pertenece a u n subgrupo de la familia de idiomas hacia el anàlisis funcional. Tales estudios necesariamente tienen
indo-europeas que es muy distinto de los otros, miembros de que empezar con una comunidad especifica, y no con una enti-
la familia. Nuestros clescubrimientos recientes apoyan la hi- dad definida linguisticamente (Gumperz 1951: 91).
pótesis de que la misma estructura semàntica general se en-
c o n t r a r à en todos los idiomas indo-europeos. (Triandis y En su redente obra La etnografia del habla, Hymes (1961 b) 1
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punto de idemificarlos con el "hombre marginai" de los socio- L a totalidad de roles comunicativos dentro de una sociedad j
logos. (Soffietti 1955). p_uede_ ìlamarse su "matriz de comunicación", T o d a v i a no hay j
N o bay razones a priori que nos obliguen a definir comuni- procedimTeritòs generalmente aceptados para aislar roles indi-
-
dades linguisticas de modo que todos sus miembros hablen el viduales, aunque las correlaciones entre el uso del idioma o es-
mismo idioma. EjJ^mguxsmo_p m u l ù l i n g ù i s m o total es l a regia tilo y el comportamiento semejante se ha observado en varios
y no la excepción en una gran variedad de sociedades, que in- estudios recientes (Fischer 1958: 47) Chowdhury I960: 64; Fer-
duye la élite urbana rusa del siglo xix, los sectores dirigentes guson 1959: 2 ) . Para nuestro proposito sera succiente aislar so-
de muchas naciones nuevas.de Asia y Àfrica, los grupos de i n - lamente los roles o agrupaciones de roles que se relacionan con
migraiues norteamericanos ya mencionados y muchos otros. De diferendas significatìvas del habla. Suponemos que cada rol tie-
hecho Weinreich también habla de "comunidades linguisticas ne corno su diacritico linguistico un código particular o un sub-
bilingues" al describir a los' hablautes de yiddish de E u r o p a código que sirve c o m ò norma para el comportamiento relacio-
O r i e n t a i ' (1953). Ademas de esco, desde el punto de vista de nado con dicho rol. Hablamos de la "matriz de códigos','_es decir
función social, la distinción entre bilinguismo y bidialectismo, un conjunto de ódigos_y de forrnas y subcódigos relacionadas
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reiigiosos. Hay datos para mostrar que tales situaciones —el bi-
encuemran entre los indios norteamericanos de la G r a n Cuenca.
linguismo y el multilìngùismo— son mucho mas comunes de lo
Los contactos sociales en estos grupos se limitan a comunicación
que la mayoria de estudiosos lingùisticos y etnografia» dejan
personal; hay u n minimo de estratificación social, y los contac- entxever. Sin embargo, tal bilinguismo raramente se da a l nivel
tos con extrafios son relativamente poco frecuentes. Sin embargo, de sociedad. Dentro de la comunidad sólo se habla el idioma
el habla no es completamente uniforme; se pueden observar tribal. E n ciertas tribus indigenas de California (los yurok,
diferencias perceptibles entre lo que se ha llamado el habla karok y hupa) esto se lìeva a tal extremo que, a pesar de vivir
c o m ù n y corriente y los estilos no comunes usados en cantos, mas o menos en la misma àrea-región y de tener contacto fre-
recitaciones, narraciones mitológicas y otras situaciones semejan- cuente, cada tribù tiene su propio nombre para los mismos ac-
tes de indole ritual. E n tales sociedades hay casos en que las' cidentes fisicos. Evidentemente el idioma de la tribù es el simbolo
fórmulas rituales contienen palabras, oraciones, o cantos en un de la identificación comunal, aunque no muestre las caracterfsti-
idioma que no es inteligible para los nativos mismos. Pero en cas formales de un idioma estàndar. Podemos decir que para tales
general la distancia idiomàtica entre habla comùn y corriente tribus, la lealtad al idioma se aplica al lenguaje de la tribù,
y no comùn es relativamente pequefia, y el control del estilo no aunque la matriz comunicativa puede también incluir ciertos
c o m ù n y corriente no parece que se limite a un grupo particu- lenguajes mercantiles.
lar (Hymes 1958: 353; Yergerlehner 1953: 264; Voegelin I960: Parece que el bilinguismo al nivel comunitario, la estratifica-
57 ff). ción del hibla o las variaciones estilisticas de mayor categoria
Puede haber diversidad algo mayor en el caso de comunidades sólo se hacen posibles cuando la base eco-'iómica se incrementa
en tribus mas grandes y econòmicamente mas avanzadas, que, hasta el punto de permitir la estratificación econòmica. U n tipo
aunque no integradas en sociedades mayores, tienen algunas comùn de variación que se encuentra en sociedades que, aunque
relaciones mercantiles con los forasteros. E n la medida en que relativamente avanzadas, todavia conservan algunas caracteristi-
las actividades rituales que requieren el uso de un idioma no cas de tribù, es la de los estilos "alto" y "bajo"' dentro del
c o m ù n y corriente pasan a ser labor de especialistas, estos esti- idioma (Garvin y Riesenberg 1952: 201; Uhlenbeck 1950). U n a
los pueden irse asociando a grupos especificos en ìa comunidad. caracten'stica de tales sociedades es la existencia de un grupo
E l comercio con otras tribus que hablan idiomas distintos re- dominante formado por conquistadores del exterior que se man-
quiere bilinguismo; pero el hablar estos idiomas tiende a limitane tienen a considerable distancia social del resto de la población.
sólo a quienes desempenan ciertos roles. E n muchas sociedades, Estos estilos alto y bajo tienden a variar en léxico, morfofoné-
las relaciones mercantiles son limitadas y superficiales y llenas mica y distribución de alomorfos, pero no en fonologia. T a m b i é n
de rituales cuya imención es prevenir a l mercado de infraccio- utilizan diferentes fuentes para introducir préstamos: el alto
nes a la sociedad tribal. A medida que las actividades mercan- javanés los toma de los idiomas indo-arianos, mientras que el
tiles aumentan y se forman grupos especializados de mercaderes, alto balinés, segùn se dice, los toma del javanés. A pesar de las
el idioma de alguna tribù puede difundirse en u n àrea mas diferencias entre las formas alta y baj;t, parece que los habitantes
vasta corno idioma mercantil, corno en el caso del Hausa en locales aceptan ambas formas corno parte del mismo idioma.
Àfrica. Las formas del idioma usadas en situaciones mercantiles La diversificación tiende a Uegar a su m à x i m o grado en las
tiende a ser distintas de las-formas usadas dentro de la propia mas tipicas sociedades intermedia* que se caracterizan por la
tribù. Estos idiomas se diferencian de los idiomas estàndares existencia de estratos campesinos, pastoriles o incluso tribales,
porque generalmente les falta codificación y tienden a no tener o población diversamente integrada con los grupos socialmente
prestigio especial fuera de la situación marcantil. Los idiomas dominantes. E l sistema social en tales sociedades tiene un alto
pidgin o mixtos no se encuentran generalmente en sociedades grado de estratificación social y especialización u ocupacional.
puramente tribales; mas bien son el resultado del contacto entre E l comportamiento social se caracteriza por un alto grado de
una comunidad desarrollada economicamente y un grupo o gru- distinción de roles, de modo que los individuos actùan en forma
pos tribales. diferente en contextos diferentes. Estas distinciones se enfatizan
por medio de rituales elaborados y convenciones de comporta-
Las sociedades tribales pueden tener otras relaciones exterio-
res, ademàs de la mercantil, por medio de matnmonios o ritos
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miento (etiqueta), por diferencias en e l vestir, hàbitos de confi- cantiles de àreas de tribus en cuanto que muestran poca codifi-
da, etcétera. U n ejemplo extremo es l a sociedad india con sus cación y no son de gran prestigio. L a distancia idiomàtica entre
castas, que dan la impresión de una multiplicidad de distintas estos códigos y formas locales del habla puede ser pequeiia si
poblaciones que viven unas junto a otras y se comunican sólo ambos son dialectos del mismo idioma. Si la población locai
para una parte limitada de sus actividades. Otras sociedades habla un idioma genèticamente distinto, esos habitantes locales
intermedias menos complicadas denden a definir en grado de cuyo negocio requiere contacto con el exterior tienden a ser
complicación pero no forman un tipo aparte. L a matriz de có- bilingiies.
digos en tales sociedades puede ìncluir varios idiomas distintos, E l segundo grupo de argots es el empleado por ciertos grupos
y ademàs l a distancia idiomàtica entre sub-códigos varia desde sociales o profesionales al cumplir con sus actividades especiales.
diferencias puramente léxicas y fonéticas hasta divergencias es- A q u i podemos incluir el habla especial de ciertos grupos de
tructurales importantes. U n fenòmeno interesante es la existencia comerciantes, el argot de los ladrones y los estilos literarios y
de un tipo de habla deliberadamente disfrazado del tipo encon- de recitación propias de los narradores de cuentos populares.
trado en el "pig latin" moderno. Este tipo de disfraz forma
4 L a función social parece ser la de mantener exclusividad de gru-
sub-códigos mutuamente ininteligibles que pueden describirse po. Tienden a ser protegidos y preservados de los ajenos al
por medio de reglas de transformación relativamente sencillas grupo mas o menos en la misma forma en que las agrupaciones
Halle y Chomsky 1951). de artesanos protegen sus habilidades profesionales. Algunos de
A l discutir la distribución del habla en estas sociedades disttn- los códigos de estos grupos de habla especial pueden escribirs*
guiremos entre la forma vernàcula del idioma aprendido en el en alguna ocasión y en cuanto a pronunciación apropiada b
hogar y los argots o hablas especiales, aprendidas después de la gramàtica sirve comò un medio de identificación del grupo; pue-
de decine que estàn hasta cierto punto codificados. Pero su
ninez y usadas solamente en ciertas situaciones limitadas (Gum-
prestigio por lo general es limitado.
perz 1961a: 12). L a diversidad geogràfica de las formas del habla
es mayor en el caso de formas vernàculas usadas en poblaciones ^ tercera categoria incluye los códigos sagrados y adminis-
rurales. Està diversificación puede tornar la forma de dialectos trativos, los cuales se distribuyeen en regiones mas vastas y geo-
variantes de idiomas locales genèticamente distintos. E n ambos gràfica y socialmente mas diversas que las del grupo anterior.
casos las funciones sociales son semejantes; funcionan corno idio- Asi, en Europa medieval, el latin se usaba corno idioma admi-
mas internos de cada grupo y coexisten con códigos sobrepuestos nistrativo y sagrado en àreas de habla germànica, romance y es-
que se usan para la comunicación con extrafios. E n la Europa lava. E l sànscrito y el persa en la India medieva tuvieron funcio-
medieval, por ejemplo, encontramos islas de habla cèltica en nes semejantes. Estos códigos funcionan corno el idioma de las
clases especiales administrativas y sacerdotales, pero, de hecho,
las regiones alpinas en medio de un continuo de dialectos ro-
no son necesariamente habladas por los jefes. Comparten algunas
mances y germànicos. Los idiomas eslàvicos alternan con dialec-
de las caracteristicas de los códigos propios de grupos ocupacio-
tos germanos en el oriente mientras que el vasco existe al lado
nales en el sentido de que funcionan para mantener exclusividad
del romance en la parte suroeste de Europa. De manera seme-
de grupo; se caracterizan por codificación extrema, simbolizada
jante en l a India los idiomas de las tribus dravidianas del norte, por la necesidad de una gran inversión de tiempo en el estudio
idiomas munda corno el korku, se encuentran bien internados de la gramàtica y la retòrica y, naturalmente, por la existencia de
dentro del territorio indoario. escuelas con este propòsito, con su complemento de académi-
Los argots o hablas especiales son de varios tipos. E l primer cos. Cuando los códigos atlministrativos difieren de los sagrados,
grupo que podemos llamar dialectos subregionales o reglohalss éstos reciben el mayor prestigio. En este caso las sociedades in-
se prestan para comunicación en los mercados y corno un medio termedias, en contraste con las tribales, tienden a demostrar
de c o m u n i c a c i ó n entre los grupos. Se asemejan a los idiomas mer- lealtad linguistica a códigos que pueden ser muy distintos de
las lenguas vernàculas.
* [ C ó d i g o empleado generalmente por niiìos para que los adultos no
emiendan que consiste en su propia lcngua con algunas silabas que se agre- L a divenutoti extrema y In distancia idiomàtica entre el código
gan periodicamente.] administrativo y el sagrado y otros códigos en la matriz pueden
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mantenerse sólo en la medida en que el gobierno permanezca
en raanos de un pequefio grupo adminiscrativo. (Havranek 1936:
151). Cuando una proporción mayor de la población entra en
la vida nacional y se moviliza, el viejo código administrativo pue-
de ser sustituido por otro tornado de los estratos regionales. Los
nuevos sub-códigos administrativos no son, por lo general, com-
pletamente idénticos al idioma hablado de los grupos urbanos
movilizados. En muchos casos puede ser que se mantenga bas-
tante distancia idiomàtica (Ferguson 1959). Pero por lo gene-
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