Está en la página 1de 17

Yo desde luego agradezco las palabras deferentes de Juan Fernando

Cristo y también creí que en un día como hoy, más que hacer un
nuevo discurso quisiera hacer reflexiones sobre los hechos del Partido,
sobre nuestra función en este momento de la vida colombiana, sobre
lo que fundamentalmente tenemos que cambiar para que este Partido
se convierta definitivamente en un Partido democrático. En un Partido
que atienda a sus compromisos, que logre reflejar lo que constituye la
voluntad de nuestros ciudadanos, la voluntad de quienes militen en
nuestro Partido político.

En el discurso de aceptación de la Dirección Nacional, allá en nuestro


Congreso quise traer a la memoria algunos episodios de particular
importancia a lo largo de las últimas dos décadas y hoy quisiera volver
un poco sobre ellos, contar como fue de difícil conseguir la aceptación
particularmente en la Capital de la República para la política que
impulsamos con el Presidente de Barco "de Gobierno y oposición", de
aceptar que en el país se podía hacer legítimamente oposición y que el
gobierno podía asumir las responsabilidades del Partido, que tenía
mayoría en los cuerpos colegiados, esa función y esa responsabilidad
histórica.

Hubo mucha incomprensión entonces, hubo


un ambiente muy negativo en el medio,
acerca de aquella decisión, sin embargo,
cuando la vemos hoy con el paso de los años,
reconocemos que fue una decisión acertada,
reconocemos que nos ayudó y nos permitió a
madurar nuestra democracia y creó un
presente importante, y es que se puede hacer oposición sin necesidad
de que se nos diga antipatrióticos, que se puede hacer oposición y
crítica y yo diría que es básicamente esas dos palabras que tenemos
que hablar. No solamente de la palabra oposición, sino de la palabra
crítica que esa va a hacer una función importante del Partido en los
años por venir. En el gobierno del Presidente Barco tuve la ocasión de
acompañar a Hernando Durán, entonces presidente de la Dirección
Nacional Liberal y a Luís Carlos Galán, entonces director del nuevo
Liberalismo, en el proceso de unión liberal, en una reforma
constitucional después de que fracasó el intento que llevamos a hacer
un plebiscito. Los acompañé a ellos dos, a que diseñáramos un
proyecto de reforma de la Constitución, que nos ayudara a movernos
hacia delante, ya se habían presentando varios fracasos en la
constituyente del Presidente López, en la reforma constitucional del
Presidente Turbay. Tuvimos varios fracasos, de nuevo íbamos a
intentar y logramos salir de ese acuerdo en la primera vuelta.

Yo me retiré del gobierno y después se produjeron los episodios que


todos recuerdan, pero ya desde entonces empezamos a identificar que
existía una serie de elementos supremamente importantes para
incorporar a la Constitución, que eran bastante conformes con los
intereses tradicionales del liberalismo. De aquel proceso surgió la idea
de la carta de derechos. De aquel proceso comenzó a surgir en su toda
validez y en toda su fuerza la idea de la tutela, de retomar los temas
del sistema acusatorio y eso fue el punto de partida para lo que
después fue la constitución del 91. También de ese proceso surgió la
consulta popular, un acuerdo con el cual el Partido se comprometió
para consolidar la unión liberal y en gran medida se lo debemos a la
iniciativa de Luís Carlos Galán, ese también fue un paso importante
supremamente importante que no solamente nos permitió ganar en
dos gobiernos liberales, inclusive en tres gobiernos liberales sucesivos,
sino que además se logró incorporar en los estatutos del Partido que
nos rigen hoy y ese fue un gran paso adelante en el liberalismo.

Sobra decir que los demás partidos de Colombia no apelan a ese


mecanismo que ayuda a que sean los ciudadanos de Colombia
liberales los que tomen las decisiones fundamentales de quien nos va
a representar desde la candidatura del Partido.

Después vinieron aquellos episodios de la muerte de Luís Carlos Galán,


de la consulta popular que desarrollamos entonces y del movimiento
de la séptima papeleta, que se convirtió en parte de aquel proceso que
culminó en la convocatoria de la asamblea constitucional y que nos
ayudó a que el Partido recuperará muchas décadas de haber hecho
poco en términos institucionales, para reformar esta nación. A mí me
ha alegrado que muchas personas que combatieran la Constitución en
su momento ahora sientan que la tenemos que defender, en particular
me gusta muchísimo el ex presidente López, que en su momento fue
un poco crítico, más que de la constitución del proceso, ahora nos
haya propuesto que hagamos de la defensa de la Constitución el
principal instrumento para defender las ideas del Partido y para
defendernos de cierta tendencia conservadora y autoritaria de la que
se ha venido apoderando el país, como reacción de los desafueros que
cometen los grupos armados pero que no nos pueden llevar a la
concepción de un estado que sea autoritario, que sea arbitrario, que
desconozca el respeto por los derechos humanos, que desconozca la
solución pacifica de controversias en la cual cree el Partido Liberal, que
desconozca la solución política a los problemas del alzamiento armado
y los enfrentamientos, así esos problemas hoy sean mucho más
complejos.

Y al pie de la Constitución quedaron cosas que todos sabemos son


parte de nuestros patrimonio histórico, la carta de derechos, la
consignación de los principios de respeto por la diversidad, del
pluralismo de tolerancia que habían desaparecido después de 20 años
del frente nacional, eso se había esfumado, se invocaba el principio de
autoridad con tanta frecuencia, que el estado se sentía con tanta
libertad para cometer arbitrariedades los funcionarios estatales, que
esto fue un gran acuerdo al que se sumaron otros sectores políticos,
no solo fuimos nosotros, inclusive hubo sectores conservadores de
acuerdo con consignar todas estas ideas en la Constitución. Con darles
muchos más derechos a los ciudadanos y defender los ciudadanos de
las arbitrariedades que comenten no solamente autoridades públicas,
sino a veces autoridades privadas que de alguna manera toman
decisiones que inciden sobre la vida pública. Y este es un paso
adelante muy importante en el liberalismo también. Y de esto hablé un
poco en el Congreso, el gasto social, el gasto social entre el gobierno
del Presidente Barco y el mío y el del presidente Samper. Recibió un
impulso fenomenal, extraordinario que no ocurría desde los años
treinta del siglo pasado, en gran medida se debió a una norma que
después ha sido un poco controvertida que fue la descentralización de
recursos estatales que dispuso la Constitución y que le dio un enorme
sentido a la descentralización a la federalización que el país necesitaba
y necesita aún.

Yo creo que el partido tiene que ser capaz de recorrer de nuevo y


encontrar mecanismos, yo tengo algunas ideas para comprometerse
de nuevo con la descentralización, para llevarla más lejos, para
enriquecerla más con frecuencia. Cuando preparamos el estatuto de
Bogotá, después de la constituyente, allí dejamos sueltas una gran
cantidad de cosas que se pueden hacer para que el liberalismo se
comprometa de nuevo con la descentralización. En la constituyente
fuimos un poco tímidos con el tema de los movimientos políticos,
porque los movimientos que había en la asamblea no querían surgiera
demasiada estructura y flexibilizáramos, por usar una palabra, si habló
de partidos políticos, si autorizó el apoyo estatal a los partidos políticos
y de allí se derivan todos los fenómenos de financiación de estatutos
que en gran medida tienen su origen en la constitución. Pero no
pudimos ir suficientemente lejos, sin embargo, en los años recientes,
se ha podido ir más lejos y se ha podido dar unos estatutos que
contribuyen una verdadera revolución que en gran medida eso se
debió a Horacio Serpa.

En Colombia, nunca, nunca se ha


dado un partido verdaderamente
democrático, nunca en su
historia. Es la primera vez que
un Partido se da una
organización totalmente
democrática, cerca del medio
millón de votos de los liberales
que participaron en el último proceso que nos llevó al Congreso son la
demostración de algo que no tiene antecedentes en la vida
colombiana. Desde luego ha habido tropiezos y decisiones que se han
controvertido, pero los estatutos son la fuente enorme de que nuestro
Partido, y ósea, de veras un Partido del cual no son dueños los
parlamentarios ni los dirigentes políticos, si no que sea una
organización auténticamente popular y yo creo que ese ha sido un
paso gigante que ha dado el Partido. También es lo que logramos
hacer en el Congreso, darnos una orientación socialdemócrata y por
qué eso es importante, porque este Partido no ha tenido una posición
socialdemócrata, sobre eso no nos podemos equivocar. Ha hecho
muchas cosas, como las que mencionaba del gasto social, de los
poderosos instrumentos que hay detrás de la constitución pero
nosotros nunca hemos sido un Partido socialdemócrata. Hemos tenido
unas tendencias de izquierda en determinados momentos de la vida
colombiana pero no hemos tenido nunca una orientación
socialdemócrata y la verdad eso es lo que nos convierte en un partido
moderno, los estatutos y esa orientación socialdemócrata.

Nosotros tenemos que empezar a darle prioridad a los temas de la


política social, a los temas del gasto social, tenemos que ser capaces
desde el estado, desde el gobierno y desde las organizaciones
públicas, hacer que la igualdad, que la lucha contra la pobreza, que la
solidaridad sean los elementos fundamentales de nuestros políticos. No
es que haya otros aspectos en el funcionamiento de la sociedad y del
estado que no sean importantes, pero nosotros tenemos que ser
capaces de trabajar allí, porque si algunas frustraciones tenemos en
Colombia están contenidas en lo poco que estamos avanzando en esos
temas.
Ante las reformas económicas que realizamos a comienzos de los
noventas han traído algunos beneficios, estabilidad, la inflación ha
dejado de ser un problema agudo en el seno de la sociedad
colombiana, pero no nos ha ayudado. Ese es un tema complejo, no es
simple, y nosotros estamos obligados a meternos en él en toda su
complejidad, cómo es que vamos a hacer para que nuestro accionar
sea socialdemócrata y cómo es que vamos a llevar este Partido a que
siga siendo el Partido de las mayorías de Colombia con esa orientación
socialdemócrata. Eso es un enorme desafío en el cual vamos a tener
que trabajar muchísimo con los dirigentes del Partido, con sectores
académicos, con la gente de los institutos anexos al Partido, tenemos
que ser capaces de darnos una orientación socialdemócrata.

Tenemos también un gran desafío en estas elecciones el tema de las


listas únicas. Y tenemos un gran desafío porque los otros sectores no
tienen ese desafío, ósea, van a hacer unas listas, pero no listas únicas,
listas como para todos los gustos. Nosotros vamos a tener la lista
única del senado y vamos a tener lista única de cámara para todos los
departamentos de Colombia y con esas facultades estamos en la
obligación de cumplir unos parámetros que corresponda la tradición
del Partido Liberal, queremos en las listas gente limpia, honesta,
queremos a personas que no tengan ningún vinculo con grupos al
margen de la ley, sean ellos el narcotráfico o los paramilitares o la
guerrilla. Tenemos que ser capaces de ofrecerle a Colombia unas listas
así, unas listas de las cuales nos sintamos orgullosos, que seamos
capaces de defender no un nombre ni dos, sino las listas. Y ese es un
gran desafío para el Partido porque el Partido en el pasado acolitó
muchos vicios, aceptó muchos comportamientos que la población
colombiana rechaza.

Tenemos un enorme desafío que es tal vez la tarea más compleja que
tiene la Dirección del Partido y yo espero hacerlo con la contribución
de todos, de oírlos, escucharlos, de tratar de entender muchas
realidades sociales, realidades regionales, allí tenemos nosotros
inmenso desafío por realizar.

Como todos saben en estos meses tenemos el tema de la consulta un


tema complejo del Partido Liberal, complejo porque hay opiniones
diversas, hay opiniones encontradas sobre las fechas, pero yo espero
que como en las dos oportunidades que hemos aplicado la consulta
para escoger el candidato presidencial seamos capaces en esta
oportunidad de conseguir un acuerdo también con todos los
precandidatos.

Es la esencia de la tarea que vamos a realizar, no salir divididos ni


afectados de un proceso que todos sabemos es difícil y complejo. Yo
quiero invitar a todos los precandidatos y precandidata a que hagamos
un esfuerzo extraordinario por llegar a esos acuerdos pronto, para que
de alguna manera estén claras las reglas y para que de alguna manera
el Partido sepa de donde va a tomar sus decisiones y dentro de que
normas y cómo vamos a garantizar que los liberales sean los que
escojan el candidato a la presidencia y no de otros partidos.

Sobre eso hay opiniones divergentes pero sin duda aquí tenemos un
gran desafío. Yo siento una gran identidad con la política de la
Dirección Liberal en sus últimas presidencias de reconciliación, de
apertura, siento una gran identidad porque el proceso de aplicar los
estatutos sumada a tener en el gobierno a un presidente que había
pertenecido al Partido por mucho tiempo, sumado a circunstancias
realmente complejas han hecho que algunos respetables jefes liberales
se hayan marginado de nuestras actividades. Yo espero encontrar la
manera de regresarlos al Partido y de que también seamos capaces de
traer acá sectores que no han sido liberales incorporarlos a este
Partido.

Si queremos tener una campaña exitosa, si queremos reconstruir un


Partido que de veras tenga vocación mayoritaria tenemos que ser
capaces de conseguir todos esos propósitos, de sentir que tenemos
una organización que tiene la capacidad de triunfar porque para
triunfar hay que tener organización y hoy a que tener organización ha
todo lo ancho de la geografía y hay que tener organización nacional
que de veras sea capaz de canalizar las expectativas los intereses de
grandes sectores de la población colombiana. Eso suena complejo,
pero eso es algo que el Partido ha sido capaz de hacer en muchas
coyunturas políticas y yo tengo la confianza de que lo vamos a poder
lograr.
En el tema de los derechos hay una basta tarea por realizar, ósea, no
podemos usar de manera más acertada en el caso de la tutela porque
no hemos expedido las leyes estatutaria, que hagan realidad los
compromisos que hay en la Constitución. Han ido surgiendo por allí en
los últimos años temas que son una enorme importancia para el
liberalismo, voy inclusive a traer ejemplos, el presidente Lula en Brasil,
se ha comprometido en una lucha contra el racismo, pero perdón en la
sociedad colombiana tenemos mucho racismo todavía, y el Partido
debe comprometerse en eso, nosotros tenemos que acabar con el
racismo en esta sociedad.

El presidente López con la agudeza, inteligencia y con su amplia


formación nos desafía todo el tiempo a que apliquemos el Derecho
Internacional humanitario, yo no tengo la menor duda que eso es lo
que hay que hacer en Colombia y de que la búsqueda de la paz en
Colombia pasa por la aplicación del Derecho Internacional humanitario.
A mí me preocupa mucho la definición que el presidente Uribe ha
hecho de la situación de Colombia, donde una situación que no hay
conflicto. Porque detrás de esas afirmaciones y de la aplicación de esas
ideas vamos a terminar con que en Colombia no se pude aplicar el
Derecho Internacional humanitario, porque en Colombia no se puede
proteger la vida de quienes están secuestrados, porque en Colombia
no entendemos que hay que respetar ciertas reglas cuando hay
conflictos internos y nosotros no podemos decir que no tenemos
conflictos internos y por eso tenemos que desarrollar una teoría de la
seguridad que respalde los logros, porque el presidente Uribe tiene
logros importantes en temas de seguridad, pero que no signifique que
nosotros vamos a aceptar un estado autoritario o arbitrario o que
desconozca los Derechos Humanos o el Derecho Internacional
humanitario.

Sobre los derechos de las mujeres, vi por allí algunas cosas que están
haciendo en España y me llamaron muchísimo la atención. Nosotros
estamos obligados a desarrollar una ley estatutaria que permita que
en el sitio de trabajo no discriminen a la mujer en materia de sueldos
y que no las discriminen desde luego por ser mujeres. Allí también
tenemos que recoger ideas, no nos podemos quedar con que Colombia
es un país donde la mujer desempeña más posiciones públicas, no nos
podemos quedar allí, hay otras cosas que se están haciendo en otras
latitudes para hacer más realidad estos derechos y nosotros que
tenemos una Constitución que ampara ese tipo de derechos tenemos
que ser capaces con esas minorías, también tenemos que trabajar más
en los derechos de los indígenas, vivimos de las glorias de la
constitución del 91. Los indígenas de Colombia aprecian y respetan la
constitución del 91, pero los indígenas de Colombia son hoy todavía
víctimas de enormes discriminaciones, no es verdad que la sociedad
colombina esté haciendo todo lo que se puede hacer por los sectores
indígenas.
Hay mucho por desarrollar, por
pensar y hay muchas cosas por hacer
en términos más positivos. Hemos ido
avanzando en la protección de los
derechos simplemente a través de las
tutelas pero es que también los
gobiernos y el congreso tienen como
desarrollar las leyes y amparar normas que nos ayuden a dar un paso
fundamental en estas materias. Los derechos de los homosexuales, los
derechos de los niños, de los pueblos emigrantes, los derechos de los
desplazados. No podemos manejar eso simplemente a golpes de
tutelas o con la Corte Constitucional diciendo gobierno usted tiene que
proteger a los desplazados los tiene que apoyar.

Los colombianos nos acostumbramos a que la gente expulsada del


campo simplemente llegue a las ciudades y se defienda como pueda y
viva de una vida miserable por mucho tiempo sin acceso a los servicios
públicos. Este estado tiene la capacidad de ayudarle a los desplazados
y tenemos la obligación internacional de ayudarle a los desplazados,
de no ser indiferentes frente a los desplazados y aquí el Partido tiene
un gran desafío como lo tiene en el sistema educativo. Allí tenemos un
desafío enorme el más grande de todos tal vez en otras oportunidades
me han oído hablar de eso, pero sobre eso tenemos que volver. Lo
principal que tiene que hacer hoy el sistema educativo colombiano es
asegurarlos que los niños que vienen de familias analfabetas y los
niños que vienen de padres desnutridos y están desnutridos que los
niños que viene de los sectores rurales, de familias indígenas. Que el
sistema educativo sea capaz de emparejar esa gente con el resto de
los jóvenes y que seamos capaces de verdad incorporar esa gente a
nuestra economía de mercado.

Nosotros no estamos haciendo eso, nuestro sistema educativo


profundiza los desequilibrio de Colombia los ahonda, no los resuelve,
hemos avanzado de manera importante en temas de cobertura,
inclusiva la administración Uribe ha avanzado en materia de cobertura
pero no estamos resolviendo de manera fundamental estos problemas,
como tampoco estamos preparando la gente para la globalización. Si
alguna cosa está clara con los fenómenos de globalización, con los
procesos libre comercio, es precisamente el tema de que quienes se
benefician de la globalización son los trabajadores calificados, la gente
que está calificada. Los que no están calificados no se beneficia y eso
ya está documentado en muchas naciones y ese es un tema que
tenemos acometer con mucha más consistencia como vamos a
preparar a nuestra gente, que sea capaz de sobrevivir en medio de un
proceso que desde luego ha traído oportunidades pero también trae
peligros y problemas y desafíos enormes y el Partido tiene que
prepararse para eso para saber como le hace frente a esos problemas
y desafíos enormes que nos está trayendo la globalización.

Vamos a tener en los meses por venir un buen trabajo para tratar de
entender por qué no estamos creciendo bien en Colombia y eso es un
hecho no es una afirmación de otra naturaleza, eso es un hecho, a
pesar d e la recuperación a pesar de que en el país hay más confianza
por los avances que se han llegado en materia de seguridad, nuestro
país creció mal el año pasado en comparación con el resto de
Latinoamérica, todos los países de un nivel similar al nuestro crecieron
mejor que nosotros. Creció mucho mejor que nosotros Brasil, México,
Chile, Argentina, Venezuela, Perú, todos los países crecieron mejor
que nosotros y este comienzo de año ha sido muy poco estimulante,
ósea, la información que se conoce un poco tardía del primer trimestre
es inquietante, porque en algunos casos inclusive se muestra caídas de
producción en muchos sectores.

Nosotros tenemos que ser capaces de mirar como vamos a adelantar


una política economía que le permita al país crecer más de lo que está
creciendo, no podemos decir que el país está creciendo mal por culpa
del presidente Uribe, pero si podemos decir que el presidente Uribe no
está haciendo las cosas que es necesario hacer para crecer.

Hay temas de naturaleza fiscal que yo no los voy a fatigar con esos
temas en esta mañana. Si decir que nosotros tenemos que ser capaces
de concebir una política que haga crecer más, que a nosotros no nos
gusta la política del presidente Uribe de entregarlo lo que consigue por
aumento de tarifas de impuestos en descuentos, en excepciones a
determinados sectores de la vida nacional porque hemos estado como
en una bicicleta estática. Todos los años se aprueba una reforma
tributaria que a la hora de la verdad no resuelve ningún punto de vista
en materia fiscal y ese es un tema bien difícil.

Nos acercamos a una elección presidencial en la cual el liberalismo


aspira a convertirse en la alternativa de poder al presidente Uribe,
vamos a cumplir nuestra función crítica hacia esos sectores de la vida
colombina, vamos a examinar las políticas de gobierno del presidente
Uribe en los social, en lo económico, en lo institucional, para ver cuales
son los resultados. Por qué claro que muchos ciudadanos tienen la idea
de que el presidente Uribe se preocupa por los problemas pero nos
saben si las políticas del presidente Uribe están resolviendo los
problemas.

No vasta con que él se preocupe y manifieste su preocupación y su


solidaridad lo que es necesario es evaluar, son las políticas y ver si
están ayudando a resolver los problemas de Colombia, si su política de
vivienda o de educación o de salud o de pensiones. En tantos frentes
que es necesario trabajar, de protección de los más vulnerables, en
nutrición, en tantos aspectos y sí esas políticas de veras están
conduciendo a resolver los problemas. Es fácil asumir la actitud política
de que como bueno allá está el presidente y él se preocupa por los
problemas yo no me tengo que preocupar. Allá está el presidente y
resulta que el Partido Liberal no es eso. No es que allá está el
presidente que se preocupa por los problemas, no, nosotros estamos
obligados a construir una política que hable de los problemas que mida
los logros gubernamentales, que comprometa al Partido con
determinado tipo de propósitos sociales, que el Partido se comprometa
a resolver y a asumir si llega de nuevo al poder. Tenemos que
convertirnos en un Partido serio, hemos dado pasos gigantescos en
estos últimos cuatro o cinco años, pero allí en hace una crítica más
ordenada, más sistemática y construir una alternativa para los
colombianos.

Allí todavía nos falta mucho por realizar, lo vamos a hacer en el


transcurso de esta campaña, lo vamos a hacer con el concurso de
todos ustedes, lo vamos a hacer con el concurso e otras fuerzas
políticas si así lo creemos necesario. Vamos a recorrernos esta nación
de orilla a orilla, con los candidatos, con los dirigentes del Partido, a
tratar de llevar este mensaje de social democracia a todo lo ancho de
nuestra geografía. A reinventarnos este Partido y ha que todos los
ciudadanos lo sientan, de veras un partido que interpreta sus
aspiraciones que le ofrece soluciones a sus problemas, que llega hasta
los sectores que queremos llegar.

Pueden haber sectores medios y altos que no quieran correr los


riesgos determinados cambios, nosotros los tenemos que correr,
nosotros vivimos el papel que hemos cumplido en la vida colombiana
es una papel de reformadores, es un papel de revolucionario, es un
papel de levantarnos todos los días a ver como cambiamos el statu Q
cómo cambiamos las instituciones como cambiamos las normas, como
nos aseguramos de que de veras esta sociedad se mueva hacia
delante, de veras se comprometa con los intereses de los sectores
populares, de los sectores desnutridos, de los indígenas, de la gente
que viven en la miseria. Esa es nuestra principal obligación, que a
nadie le quepa la menor duda de que esa es nuestra principal
obligación y no porque tengamos políticas en otros frentes sino porque
el pueblo de Colombia tiene que entender que el Partido Liberal está
allí, que el Partido se comprometió con esos postulados, que va a
luchar al lado de ellos para defenderlos. Que este Partido democrático
y que si sus dirigentes no cumplen con esa responsabilidad nos van a
renovar, los van a renovar.

De manera que eso es lo que nos espera en esta etapa que recién
comienza. Yo estoy enormemente satisfecho de que se ha logrado,
enormemente satisfecho de cómo se dio nuestro Congreso. Seguro de
que vamos a encontrar un ambiente propicio para desarrollar nuestras
ideas, para cumplir nuestra función crítica, para explicar cómo será un
gobierno de diferente a un gobierno del presidente Uribe. Para
comprometer al país con mucha más inversión social, particularmente
en las zonas de violencia. La seguridad no se va a consolidar en
muchas de esas regiones sino se hace mucha más inversión social y yo
espero que nosotros lleguemos con ese mensaje a todas las regiones
de Colombia. Con la ayuda de todos ustedes, con la cooperación de
todos los ciudadanos que converjan en nuestras ideas, vamos a dar la
gran batalla para que el Partido regrese en el 2006 a cumplir una
nueva función en la vida colombiana. ¡Que viva el Partido liberal!. A
continuación lea la intervención del saliente presidente del Partido
Liberal, Senador Juan Fernando Cristo.

También podría gustarte