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El sueño de Julieta

Érase una vez, una niña que se llamaba Julieta y que se caracterizaba por ser alta,
bonita, amable y cariñosa. Vivía junto a su familia en una ciudad llamada Mako. Su
familia la conforman su mamá papá y hermano. En un lugar lejano, vivían sus abuelos,
los que vivían en el campo y se dedicaban a cuidar una granja de animales, entre los que
había caballos, perros, conejos, gallinas y pollitos.

Julieta soñaba desde hace mucho tiempo con tener una mascota y poder alimentarla y
cuidarla. En una oportunidad, le pidió a sus padres que le regalaran para su cumpleaños
una mascota, pero, lamentablemente en ese año, a Julieta no estaba teniendo buenos
resultados en el colegio. A propósito de lo anterior, es que sus padres le dijeron que
primero debía tener muy buenas notas en el colegio, no pelear con su hermano y ser
muy respetuosa con las personas, ante lo cual, ella se comprometió a esforzarse a
cumplir con las 3 condiciones mencionadas por sus padres.

Un día, salió a pasear con su familia al parque y de repente, se le cruzó un conejo grande
y blanco en el camino. Julieta le pidió a su mamá poder llevar el conejo a su casa, pero, a
la mamá se le ocurrió otra idea: llevar el conejo a la granja de sus abuelos para que lo
cuidaran y alimentaran.

Al poco tiempo, Julieta comenzó a tener muy buenas notas y a compartir con su
hermano, por lo que sus padres le dijeron que pasarían la próxima navidad en la granja
de sus abuelos y que, de mantener sus buenas notas y comportamiento, podría escoger
una mascota.

Finalmente, compartieron todos juntos en navidad y Julieta pudo escoger a su mascota:


el gran conejo blanco que Julieta llamó “Copito”. Así fue como pudo cumplir su sueño y
volver a su casa con un nuevo integrante en su familia.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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