1. NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO AMEN. (se invita a los niños a cerrar los ojos e iniciar la
oración).
Del santo Evangelio según san Lucas 4, 38-44. En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en la casa
de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre, y le rogaron por ella. Inclinándose sobre ella, conminó
a la fiebre, y la fiebre la dejó; ella, levantándose al punto, se puso a servirles. A la puesta del sol, todos cuantos
tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo él las manos sobre cada uno de ellos, los
curaba. Salían también demonios de muchos, gritando y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero Él, conminaba
y no les permitía hablar, porque sabían que Él era el Cristo. Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario.
La gente le andaba buscando y, llegando donde Él, trataban de retenerle para que no les dejara. Pero Él les dijo:
También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado.
E iba predicando por las sinagogas de Judea. PALABRA DEL SEÑOR
3. REFLEXION
Una Misericordia en camino. «También tengo que»… este «también tengo que» que pronunciaste con tus
palabras me ilumina tanto. En verdad llevaste una vida de ininterrumpida entrega, de inmolación sin
tregua, de continuo sacrificio. Contemplo y vuelvo a contemplar tu vida y no veo sino un corazón que
nunca supo qué significaba no amar –a no ser que lo experimentase pasivamente, y cuánto dolor no te
causó (y te causa).
Señor, no me cansaré de repetirlo y te doy gracias por sostenerme en esta ilusión: te pido un corazón
semejante al tuyo, que sepa estimar las cosas con tu percepción, que sepa apreciar las situaciones con tu
espíritu, mirar a las personas con tu perspectiva. Dame un corazón que antes se canse de vivir para sí
mismo, que de entregarse a los demás. Hazme un corazón sencillo, que no entienda de egoísmos, de «mi
tiempo», de los «yo quisiera que», «me gustaría más», «preferiría mejor»… hazme un corazón cuya única
ilusión sea amar, sea dar, entregarse, dar testimonio verdadero del Amor. Dame un corazón valiente, que
sepa superar los miedos o sobrellevarlos puesta la confianza en Ti. Un corazón que viva bajo la tensión del
darse antes que la del buscarse. Dame un corazón que en entregarse totalmente encuentre su único
descanso. Dame un corazón humilde, que sepa aprender de los demás, maravillarse, alegrarse,
entristecerse, acompañar y elevar a todos hacia tu Amor.
Un corazón que camine cada instante hacia la cruz, tal como el tuyo, hasta consumirse por amor…
«La Misericordia de nuestro Dios es infinita e inefable y expresamos el dinamismo de este misterio como
una Misericordia “siempre más grande”, una Misericordia en camino, una Misericordia que cada día
busca el modo de dar un paso adelante, un pasito más allá, avanzando sobre las tierras de nadie, en las
que reinaba la indiferencia y la violencia.» (Homilía de S.S. Francisco, 24 de marzo de 2016).
PropósitoConsolar a una persona enferma, más que con palabras, con mi cercanía serena y sincera.
NOTA terminar con una retroalimentación según la oración, el valor del mes y entreno y luego
se hace una oración del padre nuestro y se los envía a la casa. No olvidar que ellos deben
hacer mandados en sus hogares y que deben invitar a otros niños más. Cualquier inquietud
comunicarse con 3154166780
FUNDACION COMUNIQUEMOS SU MISERICORDIA
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OBJETIVO --------------------------------------------------------------------------------------------
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Descripción ______________________________________________________________________________
TIEMPO
RECUERSO
FASE
CENTRA
TIEMPO
RECUERSOS
FASE FINAL
VOLVER A LA
CALMA
TIEMPO
RECUERSOS
OBSERVACIONES ________________________________________________________________________________
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