Ocho formas de enriquecer las relaciones matrimoniales y familiares.

A pesar de tener éxito profesional, el ser humano no sabe cómo afrontar las

aglomeraciones de la vida misma, generando temor e inseguridades para con nuestras

relaciones ya sean familiares o conyugales.

Siendo este el enemigo acérrimo, debido a que los roles sociales (familia,

religión, trabajo, comunidad, etc.) proveen significado y estructura en las vidas de las

personas, entonces; al no tener claro cómo hacerle frente a las dificultades flaqueamos

ante la vida misma.

Por consiguiente, se plantean 8 prácticas que fomenten una mejor calidad de vida

para con las relaciones sociales.

1. Perspectiva a largo plazo: La idea de pensar a futuro, debe ser una regla que

el ser humano debe seguir ya que esto generará la proyección de metas a largo y corto

plazo, es decir; se podrá tener tiempo para buscar soluciones a los posibles problemas

que se generan en el día a día.

2. El rol de nuestra vida; conforme el descubrimiento del ser humano desde la

infancia hasta la vida adulta se nos detalla la manera de comportarnos y adaptarnos a la

“sociedad” establecida, es decir; se nos educa a cumplir con un canon para ser el

esposo/a ideal, a depender de otros y vulnerables.

Tomarse unos minutos para replantear su vida y salirse “del molde” es el ideal

perfecto, para mejorar la calidad de vida del ser humano, debido a que esto nos proveerá
una identificación como persona y una interrelación con los demás ya que no estaremos

bajo el rol que limita la sociedad.

3. Reconsiderar los roles, crecemos bajo los lineamientos que cada miembro de

la familia tiene un rol especifico que debe cumplir, de no hacerlo la estabilidad familiar

cae. No obstante, se establecen tres roles principales que son el de: productor,

administrado y líder.

Tomando en cuenta claro, la delegación (productor) de actividades a realizar en

el hogar conforme a lo requerido en el hogar, evitando la fatiga y sobrecarga.

A través de una buena estructuración, o un sistema de comunicación

(administrador) toda la producción de actividades serán eficientes y eficaces, por ende la

vida familiar será exitosa.

No obstante, puede que existan sistemas o una estructuración (líder) tal que cada

miembro de la familia conozca su rol, pero no hay empatía, amor ni motivación

logrando que las prioridades familiares cambien.

Cada uno de estos roles es vital, ya que dará como resultado en el desarrollo de

hombres y mujeres íntegros con bases sólidas que ayudaran a forjar su futuro.

4. Replantearse objetivos, al crecer trazamos objetivos y/o metas a cumplir que

con el paso del tiempo la realización de cada una de ellas se convertirá en una lección

para la vida misma.

5. Sistemas de familia, Aquí entraran los diversos sistemas o estructuración

familiar, dado que ellos serán los que fomenten seguridad, disciplina, normas y

comuniquen soluciones para resolver problemas y así lograr la obtención de ellas.

 6. Habilidades prioritarias: Comunicación, administración de tiempo y

solución de problemas; son el triángulo perfecto para el éxito de toda relación social o

conyugal dado que esto genera un control de los desafíos que la vida nos otorga.

Administrar el tiempo, según los objetivos trazados conforme a las habilidades

adquiridas o natas de cada persona, otorgara más oportunidades de crecimiento personal

y profesional.

Saber comunicarse es la manera eficaz, para comprender las opiniones de los

demás y podrá ayudarnos a lograr nuestros objetivos.

Solución de problemas, implica establecer criterios o normas que evalúen el

avance de objetivos y/o metas.

7. Seguridad personal, conforme crecemos adquirimos habilidades y

conocimientos estos a su vez traen consigo temores e incertidumbre al futuro. Dado que

estamos acostumbrados al qué dirán y como nos vera la sociedad, por ende terminamos

viviendo con temor.

Entonces, perdemos la seguridad y confianza en nuestro crecimiento personal y

creamos una “pantalla” para adaptarnos, por consiguiente no somos capaces de

sobrellevar los acontecimientos que la vida nos da.

Es mejor, dejar que las cosas sucedan, sin tratar de tener el control o modificar lo

que se nos otorgue, es decir, al final del día el ser humano solo debe de buscar su propia

felicidad sin temor alguno; teniendo el apoyo de nuestras familias o parejas.

8. Establecer un objetivo familiar, el lograr una meta u objetivo es gratificante

más aun cuando se cuenta con el apoyo de personas que comparten nuestra visión.
 Cuando proyectamos una meta, tomamos en cuenta que son realizables,

dinámicas, medibles y adaptables según las circunstancias de cada momento pero sin

perder el norte ni la esencia del porqué se establecieron.

Al tener un objetivo familiar, se aprende a ver errores, aciertos que producen una

gran seguridad respeto y conocimiento personal sobre la realidad de las cosas y

situaciones, permitiendo saber, qué hacer y no hacer y cómo, dónde y cuándo hacerlo o

no hacerlo.