Está en la página 1de 5
jPagar impuestos es también un buen negocio! César Luna-Victoria Leon UN ASUNTO DE PALABRAS La primera vez que sostuve que pagar impuestos era un buen negocio, me preguntaron “... zen qué pais?”, dando aentender | } | | que, al menos en el Perti, pagar impuestos podia ser todo lo que se quisiera, por lo general un deber moral o un deber legal, ‘pero nunca un buen negocio. En est sociedad peruana de fines de milenio, sumergida en una ideologia predominantemente liberal en lo econémico, casi todo es traducido a un lenguaje de negocios: rentabilidad, efi- ciencia, mercado, valor agregado, utilidades. Pienso que la mejor manera de frasear el deber de pagar impuestos es tra- ducirlo en el lenguaje dominante de los negocios. Para ello debia encontrar el valor econémico de retorno al contribuyente. (| Sin embargo, una cosa es analizar los tributos desde una pers- Bectiva econdmica y otra concluir que se trata de un buen nego- cig. ¢Cémo saltar de la idea del pago de impuestos como un deber a la idea de un buen negocio?. De eso trata este articulo. Una manera de iniciar las reflexiones es analizar las palabras. Si recurrimos al diccionario, simplemente para no ingresar a conocimientos més profundos, tendremos la definicién de “deber” como el “..estar obligado a algo por la ley divina, natu- ral o positiva” Es desde esa perspectiva que se utiliza con frecuencia el con- cepto de “deber”. Por ello es que para hablar de la responsabili- dad de los contribuyentes se utiliza el lenguaje de la teologia (ley divina), de la filosofia (ley natural) o del derecho (ley posi- tiva), Esto explica que la asociacién de ideas mas directa del ago de impuestos sea la de.cumplir con una obligacién, Esta obligacion se puede sostener por diversos argumentos, usualmente vinculados a la idea de que la tributacisn es el mecanismo mas civilizado para redistribuir la riquéza, imponiendo gravamenes a los que mas tienen en favor de los que menos tienen. Solidaridad social, caridad cristiana y Agora 12 muchos otros valores fundamentan la obligacién tributaria. También se utiliza como fundamento, la necesidad de sostener el gasto publico. a UN ASUNTO DE PERSPECTIVAS Pero la palabra “deber” también puede ser usada en otro contexto, como sindnimo de “necesitar”. Cuando alguien dice que “debe tomar vacaciones” no nos esté diciendo que estd obligado a tomarlas. El uso corriente del lenguaje nos hace entender, mas bien, que ese alguien “necesita” unas vacaciones, porque ya esta cansado. Algo similar sucede con el tema del pago de Jos impuestos. La idea del “deber” de pagar impuestos, por si misma al Ser imperativa, destaca mas el asunto de la carga 0 grava men. En ese escenario, es frecuente que el ‘contribuyente sea, por antonomasia, un sujeto reacio. Y lo es porque, también con frecuen- cia, el que paga impuestos no recibe nada a cambio del Estado, al menos en's percepcion nids directa e Inniediata En efecto, los llamados principales con- tribuyentes no acuden a los servicios del Estado, porque son prestados muy precaria- mente. Prefieren contratar sus propios servi- cios: policia particular, clinicas particulares, colegios particulares y otros servicios configu- ran una micro sociedad en la que el Estado parece estar ausente. Para qué pagar impuestos a un Estado del que nada se recibe? Esta aparente falta de reciprocidad, . entre los impuestos que se pagan y los Servi- cios que se reciben, brinda una coartada ideolégica, no moral, para la evasién. Pero no es sdlo un asunto de apariencia. La misma ideologia juridica refuerza esta impre- esel sidn, cuando define que el impuesto “. Preliminar del Cédigo Tributario, ‘De modo tal que la reflexién que se propone € no insistir en el tema del pagar impuestos como deber, porque las categorias teolégicas, filoséficas y juridicas invocan los valores esenciales de solidaridad_para alentar el deber tributario y, lamentablemente, resultan insuficientes en esquemas extremadamente egoistas. :Por qué no exploramos la posibili- dad de “necesitar” pagar los impuestos? Analicemos algunas historias. PRIMERA HISTORIA: EL NINO Si se viaja por la costa norte del pais, los pobladores coincidiran con los técnicos en el sentido de que el fendmeno del Nifio del 98"_ ha sido, en sus efectos naturales, mucho mas devastador de lo que lo fue el Nifio del, 182". Sin embargo, los efectos negativos en la economia fueron menores. Vayamosalas cifras. En el 82’ la economia tuvo un retroce-” so (crecimiento negativo) de 12% del PBI; en cambio para el 98’ se espera crecer casi en un. 3%. {Por qué decrecimos en un afio con un Nifio. mucho menos tragico y creceremos en otro en el que el Nifio ha sido mas terrible? Las cifras macro econémicas no engadan. En el 82’ el pais estaba eri medio de una crisis fi cal, el Estado no tenia recursos y si el Nifio se Tlevaba un pedazo de carretera o un puente, asi se quedaba, porque no habia capacidad de gasto para responder. Los camiones hacian largas filas par& érizar rios y huaycos en los pequefios pasos que artesanalmente se logra- ban habilitar, muchos de ellos construidos por vi Agora 13 a Jos mismos camioneros y pobladores. En esa larga espera, se perdian mercaderias o éstas legaban a destiempo. En e] 98! el Nifo también se levé carreteras y puentes, pero hay capacidad de gasto, que esta permitiendo [a habilitacién casi inmedia- ta de la red vial. {Ie dénde sali6 esa capaci- dad de gasto? Qe un conjunto de medidas de disciplina fiscal, la mas importante de ellas fue la recuperaci6n de los niveles de recau- gacién’ tributaria, En un periodo de apenas 5 afios (1990-1995) la recaudacién mas que se triplic6: (de 4.5% del PBI a 14%), lo que per- mite al Estado t hhorro (superdvit pri- mario) para ser destinado, entre otras cosas, al gasto de emergencia. ‘Ademés, esa capacidad de gasto fue posible sin necesidad de recurrit a medidas tribu- tarias o parafiscales. Todos recordamos que en el 82’, para paliar en algo la baja recau- dacién tributaria, fueron necesarias medidas extraordinarias conto'la emisidn de bonos de Teconsin in gue el Estado obligé a. com- prar a todos los trabajadores y ptofesionales. En el 98’, en cambio, desde un primer momento el gobierno anuncié que no habria necesidad de mas impuestos, y hasta ahora lo viene cumpliendo, OTRAS HISTORIAS PARA SER CONTADAS Y como la historia del Nifto, podemos en- contrar muchas mas. Me vienen a la memoria tres de ellas: la captura de Abimael Guzmédn y Ja agonia de dos mujeres lamadas Antonia Saquicuray y MargaritaFuillcapoma. ~ Elasunto de Abimaél Guzman puede pare- cer sencillo: si bien uno no necesita al Estado para que le cuiden la casa, y es suficienté contratar a una agencia de policia particular, cuando se trata de un movimiento terrorista, en la dimensién que lo fue Sendero Luminoso, la presencia del Estado es insustituible No creo que fuese una simple coincidencia que los cabecillas de Sendero hubiesen sido capturados precisamente cuando la economia se estaba ordenando y el Estado contaba con més recursos econémicos para financiar labores de inteligencia. Como en todos los conflictos, el contar con recursos econémicos disponibles no solo-ayuda, es la clave dela Victoria, sin regatear el mérito y el herofsmo de las personas que aportan el “factor humano” para esa misma victoria. En la otra cara de la moneda, la agonia de ‘Antonia Saquicuray y de Margarita Huillcapoma, nos muestra, por el contrario, las derrotas del Estado. Precisaré que, cuan- do utilizo la palabra “agonia, no la utilizo en el sentido de la “lucha _que precede a la muerte”. La utilizé en el sentido inverso, como la utilizé Manuel de Unamuno en su ensayo “La agonia del cristianismo”, para indicar precisamente Ia lucha para no morir. Pues bien, aun cuando conocidas, recordemos brevemente la agonia (lucha) de estas dos mujeres. Antonia Saquicuray es una jueza que se efrent6 a la,influencia del poder, en concreto de los servicios de inteligencia, y decidié no aplicar una amnistia decretada para olvidar (perdonar) los delitos cometidos por miltares. EI caso especifico fue el crimen de los Barrios Sltos, en el que, seguin las fuentes periodist cas, un grupo de militares ingresé a una fiest: y asesind a varias personas. Después se conc ceria que algunas de las victimas eran sospe- chosas de tener vinculos con los grupos terro ristas. La jueza sostuvo su resolucién argu- mentando que ese crimen era un delito comtin, no asimilable a los crimenes cometi- dos como “delito de funcién’”, esto es, en operaciones militares. Se trat6 de una resolv cién inusual, como es inusual la independen cia del Poder Judicial frente al poder politice militar 0 econémico. Margarita Huillcapoma vivia en las serra- nias de Unamarea. Una tarde el viento volte una olla de agua caliente de su choza y quems gravemente a su hijo. No tenfa med cinas, ni las tenia la posta de su comunidad, ni la de Santiago Yanana el pueble mas cer- cano. Bajo una tormenta de nieve caminé 4 kilémetros hasta Andahuaylas, capital de Huancavelica, donde tampoco habia atencic suficiente. Felizmente pudo ser traida en avin a Lima. Los periédicos no contaron el final de la historia. Presumo que el final fue feliz. Margarita Huilleapoma fue la “m. coraje” de 1997. Son dos historias de lucha de dos mujeres con estirpe heroica, pero que desnudan una realidad muy patética. No obstante, no vamos a dramatizar esa realidad. Vamos, més bien, a reflexionar sobre lo que perdemos econémicamente con esa realidad. adre EL “RIESGO PAIS” Dejemos de lado, slo por un momento, esas historias para ubicarnos a principios de la década. La fotografia de la economia peruana mostraba una catéstrofe: hiperi flacién, aysencia de inversiGn, aislados del sistema financiero. En esa oportunidad aprendimos un concepto: el “riesgo pais’ Aprendimos que, por ejemplo, los intereses que pagabamos eran de los mas altos del mundo, porque nadie nos queria prestar dinero. Habja necesidad de varios interme- diarios que distribuyeran la inseguridad de recuperar el capital prestado y eso encarecia el dinero, Aprendimos también que nuestra situacién personal podia valer muy poco, ya que no interesaba tanto si nosotros podiamos pagar el préstamo, ni las garantias que pudiésemos ofrecer. Lo que importaba era nuestra situacién como pais y nuestra suer econémica individual estaba totalmente ligada a ella. Mejoré el pais y mejoré nuestra suerte. Mejorar el pais fue politicamente dificil (recordemos el fujischock de agosto del 90 y la recesiGn posterior) pero fue intelectual- mente fécil: habia que sincerar la economia En esa tarea,'la recaudacién tributaria tuvo un papel de la mayor importancia. Ahora, a pesar_ de la crisis del Nino, a pesar de la crisis asidtica e, incluso, a pesar del retraso en el proyecto Camisea, la fotografia muestra una economia en consolidacién. JEI riesgo pais ha bajade y nuestras inversiones, como pais, pueden valer mas porque nuestros costos, como pais, son menores. | Falta lo intelectualmente més dificil, las reformas de segunda y tercera generacion (la primera fue la.reforma econémica). Falta, por ejemplo, la reforma del Estado y de sus servicios. E] Poder Judicial (la historia de Antonia Saquicuray) y los servicios de salud y educacidn (la historia de Margarita Huillcapoma) se han presentado, como el deber de pagar impuestos, como una obligacidn a favor de los que menos tienen No obstante, las reformas de segunda y tercera generacién, tienen una importancia econémica que inciden en la evaluacién del “riesgo pais”. Douglas North recibié un premig Nobel en economia, precisamente por demostrar que las instituciones tienen una relaci6n directa con el desarrollo econémica\ Su razén es muy sencilla: si, hablando del Poder Judicial, los agentes econémicos no tienen la seguridad de que sus conflictos serdn resueltos con justicia (rapido y equitativamente), tenderdn a ser mas conservadores en sus transacciones, porque preferirian contratar con los agentes conocidos y no exploraran la posibilidad de nuevos clientes o proveedores y eso retrasa Agora 15 el comercio y las ganancias. Otros economistas han medido las pérdidas econémicas por la desnutricién y falta de formacién profesional o técnica. En otras palabras, paisanos mal nutridos y deficiente mente capacitados no podrian ser titiles en el proceso de produccién. “Viviane Forrester en su ensayo “el horror econémico” muestra ocalipticamente cémo la economia ha evolucionado de un modo de producir sobre la base de la explotacién de determinados estratos sociales (campesinos, obreros) a otro modo en la que esos estratos son sencilla- mente marginados. Las tasas de desempleo creciente en muchas zonas mundiales, entre ellas el Peri, son un indicio elocuente. Analizadas asi las cosas, se abre una dimen- sin poco privilegiada en el andlisis de la obligacién tributaria: ya no sdlo se trataria de un asunto de solidaridad con los mas necesi- tados, sino un acto elemental de sobreviven- cia econémica, porque sin recaudacién tribu- taria ninguna de esas reformas serd posible. , REFLEXIONES Pagar impuestos, en consecuencia, si tiene un retorno econémico. No bajo la apariencia de servicios, porque razonablemente éstos serdn destinados a los mas necesitados; sino bajo la realidad de mejorar la situacién econémica del pais. En un pais mejor, cada uno de nosotros, tarde o temprano, estaré mejor. Sin traducirlo de este modo, la teologia, la filosofia y hasta la teoria del derecho privile- gian el tema de “geber” del imperativo, sdlo ‘como una manera de expresar lo que es nuestra esencia social. Y es esa naturaleza social lo que explica que el beneficio personal no pueda ser explicado sin un beneficio colectivo. Recuerdo, como comentario final, que un amigo muy cercano me confes6 ...qué mal que me sienta bien!”. Se referfa al hecho de que tenia un buen empleo, se habia comprado tuna nitéva casa, tenia seguros particulares y la vida le sonreia, También se referia al hecho de que muchos de sus familiares no tenian empleo. Pagar impuestos intenta resolver eso, No sélo para aliviar las necesidades de los que menos tienen, sino también para crear condiciones para que el principal contribuyente tenga un mejor escenario para desarrollarse. A eso le llamo un buen necesario, negocio Agora ieciaaaaias

También podría gustarte