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UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS


ÁREA DE SALUD CONOCIMIENTO Y SOCIEDAD
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA VI SEMESTRE

JULIANA GRACIA SÁNCHEZ

ESTADO DEL CONOCIMIENTO

BOGOTA D.C
2018-2

1
ADOLESCENTES CON VIH POR TRANSMISION VERTICAL: AFRONTAR LA

ENFERMEDAD

INDICE

1. INTRODUCCIÒN

2. RECORRIDO HISTORICO DEL VIH

2.1 APARICIÓN DEL VIH EN EL MUNDO

2.2 EL VIH EN AMERICA LATINA: COLOMBIA

3. UN ACERCAMIENTO A LA ENFERMEDAD

3.1 COMO SE ABORDA EL VIH/SIDA

3.1.1 PANORAMA SOCIAL Y PSICOLOGICO

3.1.2 PANORAMA ECONOMICO

3.1.3 PANORAMA GEOGRAFICO

4. POBLACIONES GENERALMENTE ESTUDIADAS

4.1 LA ADOLESCENCIA Y LA TRANSMISIÓN VERTICAL

5. APOYO EN LA ENFERMEDAD: AFRONTAR EL VIH

6. REFLEXIONES

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1. INTRODUCCIÓN

A lo largo del tiempo han existido enfermedades que han causado un impacto significativo
en las sociedades, debido a sus repercusiones en la salud individual y colectiva. Su estudio
El SIDA siendo una de estas, es una enfermedad infecciosa producida por el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH), que puede ser transmitida por vía sexual, transfusiones y
de la madre al hijo ya sea en el momento del parto o por lactancia materna. (Herrera;
Campero, 2002). Actualmente, según cifras recientes de la ONUSIDA (2017) 36,9 millones
de personas viven con VIH, 21,7 millones de personas viven con VIH bajo un tratamiento
antirretrovírico y se ha reportado 1, 8 millones nuevas infecciones por esta enfermedad.
Además, datos del Instituto nacional de salud (2017) muestran como África subsahariana
enfrenta el porcentaje más considerable del VIH/SIDA a nivel mundial, representando el
65% de todas las nuevas infecciones por el VIH. De igual manera, regiones como Asia y el
pacífico, Latinoamérica y el caribe, Europa oriental y Asia central se han visto afectabas
significativamente. De esta manera, Bedón (2013) y Garnica y Arrieta (2018) consideran que
esta enfermedad no solo es un problema de salud pública, si no también político, social,
cultural y económico debido al contexto discriminatorio que existe hacia el contagiado y a la
enfermedad, que afecta tanto a países desarrollados como los que están en vías de desarrollo
debido a que esta no reconoce límites geográficos, edad, nivel económico, social, religioso,
etc.

2. RECORRIDO HISTORICO DEL VIH

2.1 APARICIÓN DEL VIH EN EL MUNDO

Es relevante iniciar con los aspectos históricos de la epidemia del VIH/ SIDA, debido a la
trayectoria y manera en la que se ha presentado la enfermedad en el mundo. El 15 de junio
de 1981, el centro de control de enfermedades de Atlanta, Estados Unidos, publico el primer
articulo sobre una extraña enfermedad que más adelante será conocida por el Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Se tardo un par de años determinar su causa,
caracterizándose por ser un virus no particularmente infeccioso, pero con una manera de
transmisión que lo ha convertido en unas de las enfermedades más devastadoras de la

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humanidad. Para el año 1983 se descubre el agente causante de la enfermedad: “Un virus
mortal que se trasmite por el intercambio de fluidos corporales que era capaz de destruir el
sistema inmunológico del ser humano anulando la capacidad de defensa ante las
enfermedades” (Aguilera, 2008, pág.3).

Aunque los primeros informes de diagnostico de esta enfermedad fueron en Norteamérica,


pronto inicio también la notificación en casos en Europa. Hasta ese entonces se pensaba que
la enfermedad afectaba únicamente a hombres gay debido a que los primeros casos fueron
en ellos. Prontamente, en 1982 se detectó el primer caso en una mujer infectada por el
consumo de heroína por vía intravenosa. Fuster (2011) expone el aumento considerable de
casos por la enfermedad, nuevos colectivos de personas presentaban síntomas similares “El
desconocimiento del agente causante, contribuyo a que inicialmente se acunaran términos
como “peste rosa”, “cáncer gay” o el síndrome de las “cuatro H”, en referencia a los
hemofílicos, haitianos, homosexuales y heroinómanos.” (pág., 10) Sin embargo, el progreso
de esta enfermedad hizo que se identificaran otra diversidad de enfermedades y es en 1993
el SIDA se convierte en el nombre oficial de la enfermedad producida con el Virus de
Inmunodeficiencia Humana (VIH). A partir del descubrimiento del virus, los esfuerzos de
diversos científicos se direccionaron al origen de esta infección letal, llevando a diversas
hipótesis sobre los primeros casos que aparecieron en norte américa, después en Haití y
finalmente en el continente africano en donde se han planteado diversas teorías sobre el
origen.

…los datos disponibles apuntan a que el VIH fue el resultado de una mutación de un virus
que afectaba a otras especies animales. El sida fue en sus comienzos una zoonosis, es decir,
un virus que superó la barrera entre especies para saltar al ser humano. Este virus, el virus de
la inmunodeficiencia símica (VIS), pudo pasar a la especie humana por el contacto con la
sangre infectada durante practicas relacionadas con la caza y la preparación de la carne de
mono para el consumo humano. (Fuster, 2011, pág. 11)

De esta manera, se define el SIDA como el resultado del debilitamiento del sistema
inmunitario producido por la infección por el virus de inmunodeficiencia humana, su
progreso en la persona es variable en tanto a que esta determinado por diversos factores

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biológicos que determinan la carga viral de la enfermedad y al control que se tiene de esta
debido a los grandes avances en el tratamiento terapéutico de la infección. Además, afirma
Bran- Piedrahita et al. (2018):

…la epidemia se ha expandido considerablemente en los últimos años, dejando de lado las
barreras iniciales que hacían referencia a grupos de riesgo como hombres que tienen sexo con
hombres, mujeres trabajadoras sexuales o usuarios de drogas inyectables; ampliando su
espectro a diferentes conglomerados sociales, lo cual no sólo ha incrementado el número de
casos, sino que también ha hecho más vulnerables las comunidades ante el virus.

Asimismo, Bran-Piedrahita et al. (2018) evidencia en su estudio:

El mayor número de estos casos se dieron en países de bajos y medianos ingresos; lo cual se
pone en evidencia con naciones del sur de África como Angola, Botsuana, Lesoto, Malawi,
Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Suazilandia, Zambia y Zimbabue, que continúan siendo
no sólo la región más afectada del continente, sino también el epicentro generalizado de la
epidemia (pág. 58)

De igual manera, Cardona y Higuita (2014) exponen como el VIH esta en todos los rincones
del mundo “en África subsahariana y los 10,5 millones restantes se distribuyen en Oceanía
(53.000), Oriente Medio, África septentrional (300.000), Europa (2,3 millones), las Américas
(2,8 millones) y Asia (4,8 millones)” (pág. 88) que dan cuenta de cómo esta enfermedad
llega a todos los rincones de la sociedad y ha contrarrestado algunos logros de desarrollo
valiosos puesto a que ha derivado otras enfermedades y millones de muertes en las franjas de
edad más productivas (Lazo, 2016) evidenciándose cifras alarmantes, debido a que cada vez
más personas contraen esta enfermedad.

2.2 EL VIH EN AMERICA LATINA: COLOMBIA

Ahora bien, la presencia de esta enfermedad en América Latina y el Caribe se ha manifestado


diversamente desde los inicios de la epidemia, así lo exponen Velázquez y Bedoya (2010) la
forma de trasmisión del VIH en los países del Caribe se ha dado principalmente por contacto

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heterosexual y en la mayoría de América Latina se ha presentado en poblaciones específicas
como hombres que tienen sexo con hombres, personas que se inyectan drogas intravenosa y
personas que están en el comercio sexual, además se identifica que los países con más
población infectado son: Argentina, Brasil, Colombia y México.

En Colombia desde el año 1983 hasta el 2012 se han notificado 83 938 casos de
personas con VIH/SIDA. Durante el año 2014 se reportaron al sistema de vigilancia
epidemiológica 9700 casos nuevos, incluyendo 1394 más que el año 2013, tendencia
que se viene presentando desde el 2011. (Angulo, 2015)

El primer caso de VIH/SIDA en Colombia se presenta en 1983 y cinco años después se realiza
el primer estudio de seroprevalencia para conocer la magnitud de la epidemia. Cuellar (2017)
expresa que, a partir de entonces el ministerio de salud y protección social han desarrollado
diferentes programas para la vigilancia epidemiológica principalmente en poblaciones
consideradas con mayor riesgo al contagio como las trabajadoras sexuales y hombres que
tiene sexo con hombres. Pero que, a pesar de todas estas acciones Bran-Piedrahita et al.
(2018) expresa que actualmente:

…la infección es considerada como un problema de salud pública, debido a los altos costos
que genera para el sistema sanitario en los niveles de promoción de la salud, diagnóstico,
tratamiento y rehabilitación de la enfermedad, y por el incremento paulatino de casos
registrados en el país, donde en el periodo desde 1985 hasta 2011 se habían reportado un total
de 75.620 infecciones, y para el año 2014 había 9.700 nuevos casos reportados en el sistema
de vigilancia epidemiológica colombiano.

La revisión de estas cifras resulta alarmantes debido al aumento significativo que cada vez
más se da. El Instituto Nacional de Salud de Colombia reporta que en entre el 2015 y 2016
el VIH tuvo un aumento del 15, 8% , ya para el 2017 se presentaron 13.310 nuevos casos “el
79,9 % de los casos de VIH/Sida se registraron en el sexo masculino;(…) el 20,2 % fueron
registrados en el grupo de edad entre 25 y 29 años.” Además, Angulo (2015) estima que el
98,47% de los nuevos casos en el país se presentan por transmisión sexual y considera que

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puede que cada tres de cada cuatro de estas ocurren en relaciones heterosexuales esto
sustentado también en el informe de Cuellar (2017):

…el mecanismo heterosexual está en el 56,3 %, el homosexual en el 36,7 % y el bisexual en


el 6,0 %. Notifican 49 casos de transmisión perinatal, 53 casos en usuario de drogas
intravenosas además reportan 14 casos cuyo mecanismo de transmisión fue por tatuaje, tres
casos por piercing y uno por acupuntura. De igual importancia, se notifican para este mismo
año a 333 mujeres en estado de embarazo con VIH dando lugar a una de las formas de adquirir
el VIH como lo es la transmisión vertical.

Cabe decir, que en Colombia las ciudades más afectadas son Bogotá, Antioquia, Valle del
Cauca, Córdoba y Barranquilla reportando el mayor número de casos por 100.000 habitantes.
(Cuellar, 2017, pág., 13). Además, se evidencia que el VIH puede dar lugar a estas ciudades
dad son zonas urbanas en donde se concentrá gran cantidad de población y en donde se
presenta gran dinamismo funcional que demanda bares, discotecas, estaderos, en las cuales
el consumo de licor puede incitar a comportamientos y conductas sexuales con riesgo a la
salud (Garnica & Arrieta, 2016)

3. UN ACERCAMIENTO A LA ENFERMEDAD

En este escenario, se da lugar a que las investigaciones que se han realizado entorno a la
enfermedad evidenciándose como no sólo es importante el reconocimiento de la magnitud
epidemiológica del virus, sino también en otros aspectos trascendentales, como la posición
del sujeto en un contexto cambiante. Además, dar cuenta de que no solo la salud publica es
un problema que rodea el VIH si no también factores económicos, políticos, psicológicos,
educativos, culturales que dan paso a las representaciones sociales construidas alrededor de
esta. De esta manera la enfermedad tiene que ser abordada de una manera contextual, como
lo expresa Cantú et al. (2012):

Un suceso de enfermedad conlleva un impacto psicológico en función de los pensamientos,


emociones e incluso relaciones con los demás, así como también en la familia o la gente
cercana a la persona que enferma; así, no se piensa del mismo modo cuando una persona
padece una enfermedad que no tiene cura en comparación con una que es curable. También

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el factor socioeconómico influye en el afrontamiento de la enfermedad, como el disponer de
personas que cuiden que la persona enferma sobrelleve su padecimiento, y en la calidad de
las relaciones familiares. Así, hay numerosas variables relacionadas a los sucesos que pueden
influir de manera positiva o negativa en el curso de la enfermedad o en su manejo. (pág. 165)

Sin embrago, lograr evidenciar un estudio o investigación completo y que de cuenta de todo
lo que conlleva esta enfermedad es difícil de encontrar debido a que en la mayoría tienen en
cuenta solo factores económicos, sociales, psicológicos entre otros. Por esto, se segmentará
en los diversos panoramas en los que se ha abordado el VIH.

3.2 COMO SE ABORDA EL VIH/SIDA

3.2.1 PANORAMA SOCIAL Y PSICOLOGICO

Para entender el VIH como fenómeno social se tiene que reconocer en primer lugar que la
enfermedad “…no es un estado o un acontecimiento que ocurre en el vacío, sino un proceso
complejo y variable que afecta un cuerpo en un mundo social en el que existen prácticas,
saberes y simbolizaciones en respuesta a los padecimientos” (Adasko, 201, pág. 20) que
puede dar origen de cambios individuales y colectivos, y que además afecta a niños,
adolescentes, jóvenes, adultos o ancianos de manera diferente en tanto a la diversidad de
contextos en los que se puede estar rodeado. De esta manera, Aristegui (2012) expone como
prevalece en las sociedades una serie de creencias estigmatizantes y discriminantes en torno
al VIH/SIDA, llevando asociar con la promiscuidad, la marginalidad, el consumo de
sustancia y la homosexualidad en el caso de hombres.

En relación con el VIH, se sabe que las personas infectadas tienen sentimientos de vergüenza,
culpa, baja autoestima, algunas creen que deben ser castigado o, en situaciones extremas,
manifiestan sentimientos suicidas. Además, algunas personas manifiestan conductas de
aislamiento de sus ámbitos sociales, familiares, laborales, educativos o de salud. Este sentir
y actuar están basados en el temor a ser blanco de murmuraciones, ser insultado o amenazado
verbal o físicamente, y el miedo a no poder entablar una relación de pareja. (pág. 19)

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De esta maneta el contexto social de estigma y discriminación en las que están expuestos las
personas que padecen el VIH está atentando su bienestar psicológico y desencadenando
vivencias de estrés de los grupos minoritarios, debido a que además de que están en un
proceso de descubrimiento de la enfermedad al mismo tiempo del diagnóstico los pacientes
viven sucesos de vida tan relevantes como los aspectos económicos, la enfermedad de otros
familiares, los necesarios cambios en las costumbres personales, la independencia y la
privacidad, el autoconcepto, el cumplimiento con los roles cotidianos, metas de vida y planes
futuro, hasta el bienestar en general. (Cantú, et al., 2012). Es decir, el diagnostico genera una
serie de cambios relevantes en la vida de la persona portadora del VIH que pueden en muchos
casos estar mas asociados con el contexto social en los que está inmerso el VIH que como tal
padecerlo (Aristegui, 2012)

Asimismo, es relevante decir que todo lo que rodea el estigma no solo conlleva a la
discriminación social que se le pueda hacer a la persona que padece la enfermedad, el llevar
el acto de discriminación afecta la salud de la persona, llevándolo a tomar medidas como no
tomar los antirretrovirales para que no se vean las consecuencias de la enfermedad, genera
un aislamiento de emociones, llevan a la presencia de baja autoestima, depresión y ansiedad
(Fuster, 2012) llevando a la persona a tener pensamientos negativos en cuanto a:

“esto no puede estar pasándome a mí”, de injusticia “por qué a mí”, o la


sobrevaloración del pasado frente al futuro con frases como “yo antes podía elegir,
ahora debo conformarme con lo que hay”; “mi vida cambio desde que recibí el
diagnóstico, antes podía hacer cosas, ahora estoy limitado”. (Aristegui, 2012)

Sin embargo, es relevante dar cuenta que descubrir la enfermedad puede según el contexto
de la persona y de lo que lo rodea puede lograr que las personas mejoren su calidad de vida,
adoptando conductas de autocuidado en términos de salud, generando un compromiso y
reflexión en relación con los proyectos de vida, la vida en pareja, la familia entre otros
ámbitos que pueden favorecer a la persona. (Aristegui,2012; Adasko, 2011)

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De esta manera, es muy importante el estudio de Fuster, et al (2016) dado a que contrasta
lo que los anteriores estudios ven como viable para llevar la enfermedad de la mejor manera,
como capacitar a las personas seropositivas para afrontar el estigma, no solo puede suponer
una mejora en su bienestar físico y psicológico, sino que puede tener importantes
repercusiones en términos de reducción del estigma asocia-do al VIH. La autoaceptación, la
autoestima y la visibilidad de las personas con VIH pueden influir en ello (Bos et al., 2008;
Fuster et al., 2013). Sin embargo, no debemos olvidar, que las personas afectadas no tienen
por qué tener ninguna responsabilidad en reducir el estigma y la discriminación que sufren,
debido a que esto es un producto de la sociedad en las que están inmersos por lo cual es
necesario que se realicen de forma paralela intervenciones dirigidas a la población
mayoritaria.

Ahora bien, para dar cuenta de los aspectos psicológicos que ocasiona la enfermedad se da
cuenta que como lo expone el estudio de Quintero et al. (2006):
La ansiedad y el estrés juegan un papel determinante y podría decirse que van de la
mano cuando hay que enfrentarse a diferentes experiencias que impliquen una nueva
acomodación del individuo. Sin embargo, a pesar de que se considere al estrés como
una activación que anticipa la posibilidad de cambio también tiene consecuencias y
alteraciones emocionales y cognitivas.

3.2.2 FRONTERAS ECONOMICAS

El papel que cumple el nivel socioeconómico de la persona que está enferma de VIH es
relevante tanto para él como para su familia o contexto social debido a que depende que rol
que tenga en la familia, si bien el que lo padece es niño o adolescente los costos recaen en
los padres o tutores a cargo de el pero si por el contrario el que lo padece es un adulto
(hombres o mujeres) se ven rodeados de diferentes contextos como ser cabeza de hogar,
mantenimiento propio y demás (Arribillaga, 2010). De igual manera se da lugar a que la
tramitología supone obstáculos a las mujeres empleadas para pedir permisos laborales y
representa un gasto de bolsillo que afecta el presupuesto familiar. Con ello, se evidencian las
dificultades a nivel social y laboral, tales como la discriminación en el ámbito del trabajo o

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dificultades en la inserción laboral, tendencia al aislamiento social reduciendo así los
contactos con la red social, familiar, etc. (Asociación Apoyo Positivo, ob.cit.). (Lazo, 2016)
Y en muchos casos Las mujeres pobres que realizan un sobreesfuerzo económico y pagan
su afiliación al régimen contributivo sólo para acceder al antirretroviral no cuentan con
ingresos y estabilidad económica para cubrir gastos extras.

Contribuyendo a lo expuesto anteriormente Nhamba (2014) considera que poseer empleo en


esta condición de seropositivo es importante debido a que además del impacto psicológico
de la enfermedad que conlleva esta situación, se añade muchas veces la situación económica
del enfermo que influyen en el afrontamiento a la enfermedad.

De igual manera, se debe presentar que la enfermedad también es un para los programas de
atención integral del VIH/SIDA dado a que estos pueden variar según la magnitud del
problema en cada nación; cerca del 70% de los dineros de estos programas son utilizados en
antirretrovirales, lo que implica reducción de gastos en otros aspectos como la prevención
que a futuro resultarían más costo-efectivos. (Angulo, 2015)

4. POBLACIONES GENERALMENTE ESTUDIADAS

En la diversidad de estudios se dio cuenta de cómo esta enfermedad puede presentarse en


cualquiera de las etapas de la vida como la niñez, la adolescencia o la adultez, esta conlleva
una interrupción en el devenir que de marca un antes y un después en la vida de la persona
(Aristegui, 2012).

De esta manera, es relevante el estudio de Malanca, et al. (2017) dado a que se observaron
diferencias por rangos de edad y por contextos socioafectivos (registro fenomenológico).
Entre 8 y 9 años, tenían más dificultades en la comprensión. Las formulaciones pediátricas
siguieron siendo una dificultad. Contaban con impedimentos afectivos familiares. El
comportamiento mejoró, así como la adherencia al tratamiento. La información se reforzó
desde el hogar y el equipo de salud.

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En el rango de 10-11 años, si bien no se observaron manifestaciones que expresaran malestar,
se abrieron preguntas sobre la continuidad del tratamiento y las modalidades de transmisión
del virus. Los niños expuestos refirieron, a partir de conocer el diagnóstico, participar de
manera activa y colaborar con el tratamiento al recordarles a sus padres las tomas de
medicación, lo que generó un ambiente sin prejuicios y discriminación. Además, es relevante
tener el estudio de Wu (2016) en Chile donde expone que:

La mayoría de los niños infectados con este virus se siguen detectando en base a hechos
clínicos (antecedentes o manifestaciones que presentan al momento de consultar), y la
minoría por antecedentes maternos (diagnóstico de la infección en la madre durante el parto
o en el período post-parto), siendo que en gran parte de ellos la infección pudo haberse
prevenido con las estrategias vigentes desde 199513,14. Ha contribuido a esto, la tardanza en
dictar la Norma Conjunta de la Prevención de la Transmisión Vertical del VIH y Sífilis (año
2005)15 y su no cumplimiento por todo el personal de salud involucrado. La detección en
base a las manifestaciones clínicas del niño, 47% hasta el año 2008 y 42% en la actualidad,
fue principalmente por manifestaciones infecciosas, las que concuerdan con las descritas en
la literatura científica.

Dar lugar a los rangos de edad pueden influenciar de diferentes maneras en el nivel de
impacto del descubrimiento de la enfermedad. Algunos adolescentes que tuvieron muy
demorado el acceso a la información y convivían con problemáticas sociales graves
presentaron, en lo inmediato, un impacto negativo y requirieron apoyo.

A diferencia de los adultos, los niños y niñas con VIH/SIDA requieren una mayor atención
y acompañamiento por parte de sus cuidadores, a través de las diferentes etapas del
desarrollo. A edades tempranas, la comprensión de la enfermedad es casi nula y es el cuidador
una influencia determinante para su adherencia (Ramosa et al. 2005). A medida que crecen,
muchos niños aprenden a participar en sus propios cuidados, a hacerse cargo de más
responsabilidades y a empoderarse de su enfermedad.

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De igual modo, en otros estudios se dio lugar en la existencia de vulnerabilidades
diferenciadas para hombres y mujeres, muchas de las cuales son consecuencia del proceso
por el cual la sociedad dicta diferentes pautas de comportamiento a cada uno de los géneros.
Las vulnerabilidades que afectan a las mujeres, fue un dato relevante en varias
investigaciones (Bran- Piedrahita et al.,2018; Malanca, 2017;Cantú et al., 2012; Arrivillaga,
2010; Herrera & Campero, 2002) se considera importante, además de hacer visible su
especificidad, poder identificar algunas de las determinantes de estas vulnerabilidades,
asociadas al hecho de pertenecer al sexo y al género femeninos. La vulnerabilidad de las
mujeres tiene múltiples rostros: biológico, epidemiológico, social y cultural. Es importante
decir que la mayoría de los estudios la mayor participación era por parte de los hombres,
evidenciándose toda la carga contextual y miedos que tienen las demás poblaciones.

4.1 LA ADOLESCENCIA Y LA TRANSMISIÓN VERTICAL


En el mundo millones de niños viven con el virus de inmunodeficiencia humana (Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia, [Unicef], 2008). Diariamente, alrededor de 1.800 niños
y niñas menores de 15 años contraen la infección por VIH, la mayoría causadas por la
transmisión perinatal y 1.400 niños y niñas menores de 15 años mueren debido a
enfermedades relacionadas con el SIDA. (Navia et al., 2009)

La trasmisión materno fetal o vertical es la principal vía de contagio en la edad pediátrica


como un modo de trasmisión en un 90% de los casos, además de la trasmisión por
transfusiones, abuso sexual o intercambio de agujas por consumo de alucinógenos llamada
transmisión horizontal (Monsalve, et al, 2017)

El estudiar la transmisión vertical como una vía por la cual se transmite el VIH liga no solo
a la madre que tiene el virus sino también a el conocimiento y la práctica profesional, en
donde se nos lleva a cuestionar en qué punto del servicio se debe intervenir. El estudio de
Barbosa et al. (2015) evidencia como cree que la baja capacitación de los recursos humanos
implicados sea uno de los motivos, indicando la necesidad de promover estrategias de
educación permanente dirigidas a los profesionales que trabajan en el cuidado a gestantes
HIV positivo. El entrenamiento y actualización constantes constituyen un medio para

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alcanzar prácticas seguras y resolutivas en el combate a la Transmisión Vertical, dada la
importancia y eficacia comprobada en la aplicabilidad de las medidas profilácticas.

El abordaje y tratamiento clínico en adolescentes es un desafío, debido a la atención que


demanda. Los casos asociados a la Transmisión Vertical que alcanzan la edad adolescente
son una expresión del éxito de la terapia antirretroviral, la profilaxis y el tratamiento efectivo
de las infecciones oportunistas. (Monsalve, et al, 2017)

Es en esta parte relevante decir que en este tipo de trasmisión es común que los adultos
pospongan el momento de informar a los chicos el nombre de la enfermedad por miedo a su
reacción, al deterioro de la imagen de los padres y a la forma en que manejarán el secreto,
debido a la etapa de la vida en que se encuentran. Sin embargo, se evidencia que los niños
son sujetos activos que buscan, exigen y negocian información para dar sentido a su situación
y cuentan con varias fuentes para suplir la ironía de los adultos a revelarles el secreto. De
esta manera, Adasko (2011) expone que en su estudio al momento de la revelación, casi todos
conocían acerca de una enfermedad llamada VIH/SIDA, algunos intuían o creían que su
“problema” estaba de algún modo relacionado con esa enfermedad y un grupo minoritario
sabía que ese era el nombre de su “problema” antes de que cualquier adulto estuviera
dispuesto a reconocerlo debido a que para ello no es ajeno el hecho de que están tomando un
medicamento diario además de otros cuidados que se deben tener lo cual los invita a indagar
un poco más.

5. APOYO EN LA ENFERMEDAD: AFRONTAR EL VIH


En el caso del VIH, las trayectorias están jalonadas por una serie de hitos –diagnóstico,
muerte de padres, episodios de discriminación, etc.- cuya ocurrencia y las características que
asumen están relacionada con el espacio social en que viven. La posibilidad y la situación
que desencadena el diagnóstico, el tipo de atención que reciben, el acceso a tratamientos
adecuados y los modos en que significan su situación están condicionados por esas realidades.
(Adasko, 2012)

Es decir, el impacto del diagnóstico es diverso para cada persona, Gaviria et al. (2009) expone
con ello:

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El diagnóstico de enfermedad crónica cambia la forma como la persona se ve a sí misma y a
su vida, afectando profundamente el autoconcepto y la adaptación dependerá de una
multiplicidad de factores, como la edad, el género, el estatus social, el apoyo, la educación,
las creencias religiosas, los patrones de personalidad, la inteligencia, los autoesquemas, los
estilos de afrontamiento, el equilibrio o control emocional, etc. Igualmente, éstas aparecen,
se mantienen o se agravan en función de las conductas individuales (Pérez, 1999); por lo
tanto, es fundamental evaluar el concepto de estilos de afrontamiento para entender las
estrategias que pone en acción o en marcha una persona cuando se enfrenta a una enfermedad
como el VIH/Sida. (pág. 6)

De esta manera, en diversos estudios (Gaviria et al, 2009; Adasko, 2012; Fuster, 2011; Fuster
et al., 2016; González y piña, 2010) dan cuenta de los diferentes modos que existen para
afrontar la enfermedad dado a que es un mecanismo que permite llevar de la mejor manera
ese suceso por el que esta pasando la persona. Con ello, Lazarus (2000) define el
afrontamiento como “aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente
cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas
que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo”. Gaviria,
et al. (2009) el acto de afrontar con ello depende de la aproximación, implicación y estrategias
en tanto a dos factores, Fuster et al. (2012) lo exponen:

…influenciar los eventos o condiciones objetivas que aumentan la sensación de control


personal sobre el ambiente o las reacciones propias (Compas et al., 2001). Este tipo de
afrontamiento incluye tanto estrategias dirigidas a resolver el problema como a regular las
emociones o su expresión. En segundo lugar, el afrontamiento de Control Secundario incluye
los esfuerzos realizados para adaptarse a la situación, a cambiar el modo en que uno siente el
hecho ocurrido. Finalmente, el afrontamiento de evitación conlleva esfuerzos para evitar el
estresor (Miller, 2004). (pág. 40)

La importancia de afrontar da cuenta de cómo va a llevar la vida la persona, según Cyrulnik


todas las personas construyen resiliencia entendida como esa capacidad para afrontar con
éxito la adversidad y desarrollar de forma positiva y socialmente aceptable, a pesar de la
tensión o de los riesgos graves de un evento negativo. Además, la construcción de resiliencia

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se sostiene en su propia historia, es decir, la experiencia recolectada a lo largo de la vida es
fuente esencial de conocimiento a la puede acceder en la adversidad. De esta manera
organismos internacionales han sugerido usar el enfoque de la resiliencia como una propuesta
a investigar en conjunto con los individuos a permanecer sanos y superar la enfermedad,
antes de pensar en lo que los enferma. Kotliarenco, Caceres Y Fontecilla (1997) plantean con
relación a lo dicho anteriormente, como el enfoque de la resiliencia no solo trata de esa
capacidad que tiene el individuo a afrontar la adversidad si no también como es un proceso
en el cual se van construyendo habilidades adaptativas, enfrentamiento afectivo, resistencia
a la destrucción y habilidades cognitivas, esto desplegado frente a la presencia de situaciones
adversas como lo puede ser el tener VIH.

Conocer la situación del paciente VIH positivo, de manera global y su comprensión, a partir
de relacionarlas con variables sociodemográficas tiene gran importancia en la práctica de la
atención a estas personas, ya que puede aportar varios elementos que permiten una
intervención efectiva y brindarles una atención personalizada o grupal, que mejora el estado
de salud y la calidad de vida. (Nhamba, 2014)

Además, es relevante exponer que cuando el paciente reconoce que la enfermedad llegó a
su vida le permite que ahora ella y su familia puedan valorar más el día a día, a luchar por
estar mejor y valorar más las cosas teniendo cambios incluso en algunos rasgos de su carácter,
este gran avance denota que la paciente va ingresando a la etapa de aceptación puesto que
reconoce aspectos negativos como también positivos y toma el control de su situación actual
ya que se evidenció que las excepciones se fueron incrementando poco a poco debilitando
las recaídas (Lazo, 2016)

Asimismo, otras maneras de sobrellevar la enfermedad de la mejor manera se dan el


estudio en donde a actividad física regular permite ejercitar los sistemas cardiovascular y
digestivo, aumenta la sensación de bienestar y el nivel de energía, contribuye a la reducción
de alteraciones metabólicas y a prevenir los efectos de la lipodistrofia como consecuencia de
algunos antirretrovirales. Se ha encontrado que la realización de ejercicio se puede ver
reflejada de forma positiva a nivel inmunológico, virológico y cardiopulmonar. De igual

16
manera, Llevar una alimentación balanceada permite que las personas con VIH obtengan los
nutrientes necesarios como fuente principal de energía, fortalezcan su sistema inmunológico
para proteger al organismo contra infecciones oportunistas y se minimicen otros síntomas
que pueden presentarse en algunas ocasiones como efecto de los antirretrovirales
(disminución de frecuencia de la diarrea, pérdida de masa muscular, síndrome de
lipodistrofia)

De esta forma y relación con lo anterior, Maldonado, Peña y Tomateo (2015) da lugar a que
la persona en cuanto al momento que se presenta el diagnóstico de positivo para el VIH
requiere:

…por parte de la persona estar preparado ante la posibilidad de ser discriminado en distintos
ámbitos como la familia, la comunidad, la escuela, el trabajo o los servicios de salud. Este
hecho frecuentemente desencadena ciertas reacciones, entre las más frecuentes se encuentran:
ocultar los resultados para que no ser discriminados y desacreditados públicamente, retirar
las medicinas de sus paquetes originales para que parezcan otras medicinas no asociadas a
los ARV (antirretrovirales), ir a las consultas lejos de sus áreas de residencia y atenderse por
especialistas de otras ciudades, para no correr el riesgo de encontrarse con personas conocidas
(pág. 278)

De esta manera, se puede situar el problema del VIH dentro de un contexto global que está
afectando en gran magnitud al mundo tanto económicamente como socialmente en los países
y sobre todo en las poblaciones donde existe más vulnerabilidad(bajos índices de pobreza),
la relevancia de informar sobre el VIH/SIDA recae en lograr que la sociedad en general
reconozca, sensibilice y piense que este no es un problema de la persona que la padece si no
que por el contrario es un problema que está afectando a todos.

6. REFLEXIONES

La búsqueda entorno al VIH me ha llevado a una diversidad de cuestiones entorno a como


se está percibiendo la enfermedad, llevando a preguntarme: ¿Quiénes son en realidad los
verdaderos monstruos?, ¿quiénes la padecen o la sociedad que los excluye, los juzga y actúa
algunas veces de manera violenta hacia quien las padece? Es deber de los profesionales y

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científicos de la salud explicar, desmitificar y humanizar de manera significante tosas las
enfermedades, dado a que el VIH no es la única enfermedad que tiene una carga social,
económica, cultural.

Además, es relevante ver como esta enfermedad no reconoce límites geográficos, edad, nivel
económico, social, religioso, entre otros que en muchos casos la gente desconoce o prefiere
no dar cuenta de esto hasta el momento que le pueda acontecer a si mismo o a su círculo
social o familiar.

Finalmente, considero que estudiar la población joven es de relevancia por la etapa de la vida
en la que se encuentran, donde se esta pasando a la adultez, pensando en proyectos de vida
entre otras cosas en donde un diagnostico por VIH les puede cambiar totalmente la vida según
el contexto en el que este rodeados. De esta manera mi cuestión más grande es: ¿Cómo es la
trayectoria vincular de los adolescentes que tienen VIH /SIDA por transmisión vertical?

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