Las aves

Dueñas de características muy especiales, las aves despiertan la imaginación de los hombres,
quizás más que cualquier otro animal. A lo largo de la historia han servido para representar
conceptos diferentes como la libertad (alas), la paz (la paloma), el dominio (el águila y el cóndor),
la primavera (la golondrina), la pureza (el cisne), la inocencia (los polluelos), el mal (el cuervo), la
muerte (el buitre), la sabiduría (el búho).

Se conocen cerca de 10 000 especies de aves, de todos tamaños, colores y formas, su

característica distintiva principal es que todas ellas tienen plumas. Algunas de estas son tan bellas
y apreciadas que en diferentes culturas han sido utilizadas en señal de poder y riqueza, por
ejemplo, en espléndidos penachos multicolores por algunas tribus nativas de América del Norte.

La mayoría de las aves puede volar. Ésta es una facultad que los hombres han anhelado tanto, que
no se han cansado de inventar innumerables mecanismos para intentar imitarlas.

Otra particularidad de las aves admirada por los humanos es el canto. Las aves tienen, en vez de
cuerdas vocales, un órgano llamado siringe que les da la posibilidad de producir gran variedad de
sonidos. Este órgano consiste en varias membranas vibradoras, una cápsula de reverberación y
numerosos músculos controladores. La siringe se encuentra en el punto en que la tráquea se
divide en dos, permitiendo así muchos pájaros cantores emitir dos o más sonidos simultáneos.

Fuera de algunas pequeñas excepciones, el canto es privilegio de los machos. Éstos cantan sobre
todo para conquistar a la hembra, o también para marcar su territorio. Cada especie tiene un
canto específico, pero algunos pájaros amplían su repertorio imitando el canto de otros. Ciertos
experimentos han demostrado que en algunas especies el repertorio es innato, mientras que en
otras los polluelos lo adquieren imitando a sus padres. Llega a suceder que parejas de pájaros
canten a dueto, coordinando sus voces de manera admirable.

Algunos científicos e historiadores piensan que el deseo de imitar el canto de los pájaros por parte
de los hombres podría ser uno de los orígenes de la música. Aunque ésta es sólo una teoría, lo
que sí podemos afirmar es que numerosísimos compositores se han inspirado en los pájaros, unas
veces evocando fugazmente su voz o su movimiento, otras imitando sus melodías con diferentes
instrumentos y algunas más, integrando en sus obras los cantos de los pájaros grabados en la
naturaleza.

Las aves introducción a la música de concierto. Ana Gerhard