Está en la página 1de 8

Aporte de la Conferencia Episcopal Peruana

a la reunión de Puebla
Desde el principio quiero precisar el al-
~ance. del presente trabajo. No se trata
·de una recensión crítica, ni de un estudio
exhaustivo del Documento del Episcopa:
do . Solo intento·motivar y ayudar a la lec-
tura del mismo, destacando algunos
temas, que por la forma como se tratan
o por la importancia que tienen para
la vida de la Iglesia merecen una atención
especial. Ojalá logre ese objetiv·o sin
tergiversar el sentido que quisieron dar
al citado Documento quienes contribuye-
ron a hacerlo posible.

Introducción l. ALGUNAS OBSERVACIONES GENE-


Cuando este artículo sea publicado, ya RALES
se conocerán las orientaciones pastorales La primera impresión que causa la lec-
de la 111 Asamblea General del Episcopado tura del aporte de la Conferencia Episcopal
Lat inoamericano , lo estoy redactando los del Perú para Puebla es de ser algo real-
d íasen que &C inaugu-ro dicho reunión . mente nue~tro ; en éi _¡.>alpita toda la vitali-
Considero que independientemente del resul- dad de nuestra Iglesia y los agobiantes pro-
tado de la Asamblea de Puebla , que espera- blemas y esperanzas del pueblo, tratados
mos sea el mejor ' para nuestras Iglesias, en forma objetiva. Tal vez, cori excesiva
el Documento del Episcopado Peruano tiene moderación en algunos casos ; en concreto,
un gran valor no sólo de cara a Puebla, por ejemplo, al hablar del ll amado p roceso
sino también para la vida de las comunida- peruano se habría podido · ·presentar un
des cristianás en el Perú. juicio más severo.
Se trata de un Documento en el que los La 111 parte del Documento, Acción
Obispos, además de sus aportes personales, Pastoral de la Iglesia, resulta un poco más
procuran recoger el fruto de las reflexiones pobre, tal vez por el cansancio de última
e intercambios de comunidades cristianas hora o. ia escasez de tiempo para tratar
a diversos niveles : grupos cristianos, parro- · temas tan amplios.
quias, vicarías pastorales, diócesis, Asam- La parte doctrinal del Documento - algo
bleas Episcopales · Reg ionales. El Docu- desigual en orientación y contenido-
mento constituye un eslabón más en la "ayuda a · creer", como me decía un ami-
historia de nuestra Iglesia en sus esfuer- go. Se hacen verdaderos esfuerzos para
zos por ser fiel al Señor en el servicio al iluminar desde la fe la problemática pre-
pueblo peruano. sentada en la primera parte y oiientar el

9
compromiso de las comunidades cristia· Debe destacarse, también, la justa valo-
nas dentro de ese contexto . ración que hace el documento de la Asam·
blea y acuerdos de Medellín así como de la
Se señalan, además, formas renovadas
vitalidad eclesial en estos diez últimos
de hacer teología; se habla de "una teolo·
años. Las citas de MedeHín abundan en el
gía dinámica y vital, que . ilum ine l.a vida
documento de los obispos; transcribo aquí
de las comunidades cristianas" (398), "de
sólo una de ellas: "Es alentador poder
unas realidades temporales que deben ser
constatar que, desde Medellín. la lglesia'en
objeto de una reMexión . teológica (338·
América utina ha profundizado el com- ·
339), de una teología que también se nutre promiso con los pobres. la reflexión teo-
de la experiencia de fe de fas comunidades lógica y ta acción de las comunidades cristia- i
cristianas, que en comunión con sus pasto· nas avanzan decididamente en esa línea. 1

res viven la praxis de un testimonio evan- Y la prueba más clara de ese avance _es la
gelizado en el mundo . Eti contacto con e11as, persecución qu e no pocos cristianos están
los teólogos descubren nuevas exigencias padeciendo en distintos países" (529~.
a las verdades inmutables de la fe" (398). Medellín fue como un signo profético dé
Ciertamente, esa manera de hacer teolo· las comunidades cristianas, ayudándonos a
gía contrasta con una reflexión teológica vivir la fe comunitariamente, a celebrar la
demasiado abstracta, ·sin relación crítica liturgia en conexión vital con la realidéid
con los problemas reales del pueblo, y pre · concreta, a comprometernos más con los
tendidamente neut ral frente a los sistemas anhelos de justicia del pueblo, etc. (Cfr.
económicos y políticos. Aceptar como 133-134 ... ). .
lugar teológico la vida de las comunida· Al tratar la realidad socioeconómica. es
des cristianas, su compromiso y expenen - de destacar la importancia que se confiere
cia de fe, cuestionar desde ellas, ayudados a las ciencias sociales, "que deben ser utíli"
por las ciencias sociales, los sistemas fiCO- zadas con espíritu crítico", para . poder
nómicos que se oponen a las ex iger.cia ; de descubrir en . qué medida el orden econó-
la fe, no es, como algunos pretenden, redu- mico y social está en desacuerdo con la vo-
cir la teología a la sociología,. sino tratar luntad de Dios (Cfr . 26-27-28-399-425-
de descubrir todo la fuerza cuestionadora 664 ... ).
de la Palabra de Dios en situaciones sociales
Y es que el acercamiento ingenuo o su-
y poi íticas concretas.
perficial a la compl eja realidad que nos
La verdadera teotogra no tr<'!sciende ro dea puede conducir a una reflexión teo--
la historiá tratando de evadir su conflic- lógica y orientaciones pastorales desencar-
tividad o presentando la concepción de un nadas, que no ayuden a la vida de "fe y
Dios anistórico, sino asumiendo esa misma compromiso de los cr<~ yentes . A partir de
historia e impulsándola hacia perspectivas una mala concepcif , de la economía se
siempre renovadas. Una Teología desencar· hace una mala t eol ogía . Una falta de clari·
nada, que no sabe dar una respuesta desde dad en . el carr v polít(co, o .uné;l pretendida
la fe a las situaciones más acuciantes que neutralidad o apoliticismo, nos puede con-
vi ve el· pueblo -hambre, injusticia, repre- ducir co nsciente o inconscientemente a ser
sió n ... - no es cristiana . "No se puede hablar objeto de la más ·grosera --manipulación.
de pobreza en abstracto, dicen los obispos,
ni olvidar el hecho histórico, verdadero 11. ALGUNOS TEMAS ESPECIFICOS
signo de los tiempos, de que América Lati·
na es un continente dé pobreza. Esa situa- 1. La . lglesia
ción plantea la necesidad de una teología La Iglesia continuadora de la mi~ión
con dimensión histórica, que tenga en de Jesús, signo de la unión con Dios \' de
cuenta este hecho tan dramático, y que los hombres entre sí, comunidad correspon-
ilumine y oriente la acción evangelizadora sable y jerárquica, una pero multiforme en
precisamente desde esta situación '' (425) . sus · expresiones históricas en medio de los

10
distintos pueblos y culturas, con sus caris- tegral de los pobres y oprím~
mas y dones del Espíritu que la anima, es Pronunciamientos de la Jerarquía
presentada por el Documento como una situaciones de injusticia.
Iglesia dinámica, comprometida con los
Documentos de la Conferencia Episc
pobres, abierta al futuro lleno de esperan-
pal ante situaciones muy concreta
za.
Redescubrimiento de la dimensión prof,
"Dentro de la realidad de América tica en comunidades cristianas inse
Latina comienzan a surgir nuevas expe- tadas en el pueblo.
riencias eclesiales, inspiradas en el Vati- Se ha progresado en el afianzamient
cano 11 y Medell ín ... La Iglesia se renueva de organismos oficiales de la Iglesia par
y aparece cada vez más claramente como fomentar la corresponsabilidad. En esp
un signo visible de la presencia del Esp í- cial se considera muy positivo hab
ritu, que la convierte, y la e<:iste fielmente integrado a representantes del Puebl
en la historia de la libera-::ion integral en el
de Dios en las Asambleas Episcopale.
Perú" (122-123).
nacionales y regionales (Cfr. 284, 286
Una Iglesia que acompaf',a al pueblo 137 ... ).
con documentos, declaraciones y gestos;
En ese proceso de renovación de 1
en la que cada vez son más los seglares
Iglesia los pobres deben estar presentes
que se sienten agentes responsables de la
"Los pobres han estimulado la conversión
Evangelización, quienes por sus palabras de la Iglesia. El amor a los pobres, la sor
y acciones denuncian todo lo que en la daridad con ellos, han promovido siempr
sociedad. atenta con~ si pian divino. y en ellos frutos de santidad. No conoce
anuncian la presencia del Espíritu ·del a Jesucristo como hermano y defensor d
Señor en los esfutlrzos del pueblo por hacer lo:;· pobres· ·equivale a no conocerlo. De
posible en la sociedad que los hombres mismo modo, sólo una Iglesia pobre y defen
vivan con la dignidad de hijos de Dios y sora de los pobres puede ser la lgtes1a
hermanos en Cristo (Cfr. 135-141-154). Jesucristo" (434). "Grupos de cristiano
Esta lgfesia, Pueblo de Dios, se realiza comprometidos en la superación de la vio
de una manera especial en las comunida- lencia institucionalizada, que sufren nuestro
des cristianas de base, que en íntima unión países. han enriquecido a la Iglesia en su
con sus pastores viven insertas en la gran espiritualidad y reflexión teológica" (501 ).
masa del pueblo, tratando de ser "iglesia Nuestra Iglesia se distingue por la bús
pobre" e "Iglesia de los pobres". La vida queda de la unidad. "Los pastores y la
de estas comunidades, el testimonio de comunidades que ellos presiden y anima
muchos de sus miembros, su experiencia procuran avanzar juntos buscando un
de fe, reflexión teológica, constituye un mayor fidelidad a Cristo. Ese empeño po
relevante capítulo de la historia actual de la una mayor unidad se manifiesta especial
Iglesia y un aspecto importante de nues· mente por la actitud dialogante y discernido;
tra Eclesiología (Cfr. 501, 505, ~96 ... ). ra de la mayoría de nuestros pastores y s
Una Iglesia que necesita convertirse, capacidad por asumir las críticas positivas
porque no ha tomado suficientemente en (Cfr. 139, 140, 507 ).
cuenta, por circunstancias históricas deter- Es por eso que entre nosotros no tien
minadas, la integración de las tres dimen- sentido hablar de Iglesia paralela, a no ser
siones de la evangelización -histórica, co- que sea en referencia a algunos de esos,
munitaria, cultual-, poniendo casi todo su pequeños grupos, que por su indiferencia!
énfasis en esta última. Pero existen signos frente a los problemas reales del puebl?i
esperanzadores de cambios en la Iglesia: y por la utilización que hacen de lo reil·' 1
Numerosas comunidades cristianas que gioso p'ara respaldar sus privilegios, llegando,¡
impulsadas por la fe realizan verdaderos incluso, a la calumnia descarada de la Jerar-~
esfuerzos para lograr la liberación in- quía, re su !ten algún día verdaderas sectas.

11
de Iglesia paralela por sus intereses y acti- tinente et surgimiento de un país con su
tudes opuestas a los intereses de los pobres, propio proyecto histórico de cambios
los predilectos del Señor y de la Iglesia. cualitativamente distintos" (271 ).

Por otra parte, la unidad se descubre "Los modelos de desarrollo ensayados


como una tarea; la unidad no se consolida en las ú !timas décadas en Amén ca Latina
sólo en la confesión de unas verd¡¡des y la han contribuido a ahondar la brecha entre
observancia de una disciplina, sino en la ricos y pobres, en clara contraposición
búsqueda continua de la voluntad del con las exigencias de la fe cristiana y las
Padre, con humildad y espíritu de discer- enseñanzas de la Iglesia·· (Cfr. 274-277).
nimiento. La unidad,' en definitiva, es un En el Documento también se señalan
don escatológico; es dec1r, de aquellos que diversas causas de pobreza:
sólo alcanzaremos plenamente en el Reino.
Y en duro peregrinar de la Iglesia nos vamos La pobreza como carencia de lo nece-
sario para vivir. considerada como un
acercando a esa unidad. en la medida en que
mal, por lo general es truto de la injus-
con todás nuestras fuerzas tratamos. de ser
ticia y contraria a la voluntad de Dios.
fieles al Señor. ·
- La pobreza que se asume por amor,
2. La pobreza y los pobres como signo de solidaridad con los in-
tereses y aspiraciones de los pobres y
Realmente el Documento confie1·e a como testimonio de libertad frente a
ese tema la importancia que merece, am- los. bienes de este mundo.
pliando los aportes de las bases.
La pobreza espiritual, como actitud
Un primer dato es que los Obispos de abertura y confianza en el Señor,
señalan las causas de la pob1eza. distinguien- disponibilidad y fidelidad a las exigen'
do entre causas primarias y causas derivadas. cías del Reino.
La causa principal de. la pobreza conti- Me pare,ce importante presentar esa dis-
núa siendo todo "el mer.¡¡nismo de depen- tinción, porque la Iglesia en su trabajo
dencia extérna y dominación interna ·:..__ínti- pastoral, desde su rol, tendrá que luchar
mamente vinculadas-- del sistema capitalis- por desterrar la miseria que impide el desa-
ta liberal vigente, que impide a nuestro con- rrollo del hombre, sin proponerse como

·-
~·~,~~rrt~~~~ ·
alternativa una sociedad consumista y populares, la teología de la liberación que
competitiva, sino intentando lograr que las a partir de su compromiso y experiencia
personas adopten una escala de valoras de fe se va elaborando, no caen en fáciles
basada en la . solidaridad y disponibilidad, reduccionismos economicistas o sociológi-
que realmente posibilite una nueva socie- cos, como pretenden algunos de los más
dad. pertinaces detractores de esos sectores de '1
Sin embargo, esas distinciones me parece Iglesia. Sabemos muy bien que la Salva- !1
que no quieren indicar que Dios tiene ción no se reduce a lo económico, polí- j
predilección por el pobre porque éste es tico y social, ni se agota con los mejores ¡
bueno, sino simplemente porque es po- logros a esos niveles. Pero la Salvación cristia- j
bre, la pobreza-miseria denuncia la au- na tampoco se realiza al margen de esas
sencia del amor de Dios entre ~os hom- realidades donde el hombre trabaja, sufre,
bres. Dios no puede manifestarse de parte ama y cree; una liberación cristiana necesa-
de quienes son los causantes de la pobre- riamente incluye las citadas dimensiones,
za. ni de forma neutral frente a esa situa- asumiéndolas, cuestionándolas e impulsán-
dolas hacia la plenitud del Reino con toda
ción. En la Biblia hay buenas noticias
para los pobres y sólo para los ricos que, la fuerza transformadora de la Palabra de
como Zaqueo, renuncian a sus privile- Dios.
gios y riquezas para poder entrar en la 3. Los pobres agentes de evangelización .
perspectiva del pobre.
Los pobres no sólo son los destinatarios
Por eso los obispos afirman "que no se privilegiados del mensaje de Jesús, sino
puede predicar la pobreza de Espíritu agentes de trasmisión de ese mensaje. "El
para tranquilizar la conciencia de los ri- compromiso de la Iglesia con los pobres
cos" (419). y oprimidos y el incremento de comunida-
La opción prioritaria por los pobres es des cristianas de base en medíos populares,
una exigencia de la fe en el Dios de la Biblia, a partir de Medell ín, la han llevado a descu-
que a través de la historia de la Salvación brir el carisma evangelizador del que los
se manifiesta siempre de parte de los po- pobres son portadores: en cuanto que la
bres. La liberación de la esclavitud de interpelan constantemente llamándola a la
Eqioto, los derechos de los pobres pro- conversión y en cuanto muchos de ellos
movidos y defendidos en el código de la realizan en cu vida los valores evangélicos
Alianza. la predicación de los profetas en de solidaridad, servicio, sencillez y dispo-
favor de la justicia, las palabras y acciones nibilidad para acoger el don de Dios" (439).
de Cristo, la experiencia de las primeras "En efecto, los pobres son los que más
comunidades cristianas, que los obispos pueden aportar a la construcción de ~a ·
rocuerdan con profusión de citas, ponen nueva sociedad: son tos que más sufren la
en evidencia esa verdad. injusticia, los que más. anhelan los dere- ,
"De ahí que nuestro compromiso con los chos humanos, tienen energías latentes que
pobres no tiene raíces en lo meramente hay que despertar" (401 ).
económico y mucho menos político, sino "Los pobres, en el sentido pleno de la
en lo religioso y trascendente" (530). La palabra, son lo.s auténticos servido res del
-opción ·por los pobres desde la fe cristiana Reino de Dios. Ellos, uniendo el amor a
no es cuestión de gustos, ni sólo de posi- Dios y el arnor a los hómbres, confían en
ción política o proyecto histórico; optar el Señor y no en las riquezas, viven auste-
por los pobres es la única forma de amar ramente, en fraterna comunión con sus
al Dios de Jesucristo que se revela. como semejantes, comparten con ellos los bie-
Padre· de todos y quiere para todos "el pan nes terrenos y buscan tenazmente, pero sin.
de cada día". apelar a la violencia homicida, un mode-
Sin embargo, "no sóiÓ de pan vive el lo de sociedad en que vaya haciéndose rea-
hombre". Las comunidades cristianas lidad el Reino de Dios "que ya está miste-

13
nosamente presente en Nuestra tierra" las celebraciones eucar 1St1cas y de otros
(423). sacramentos se vuelven más vivenciales y
exigentes; van surgiendo nuevas formas de
4. Opción por los pobres y experiencia vida contemplativa, que intentan descubrir
espiritual. la presencia del Señor en medio de las lu-
Es muy importante que un docu- chas y conflictos de la vida de los pobres,
mento teológico sobre evangelización que tratan de ser fiel a ese Señor y celebrar
incluya un capitulo dedicado a espirituali- esa transfOrmadora presencia. Desde una
opción por los pobres se redescubre todo
dad.
Muchos estamos convencidos de que no el sentido y radicalidad de las exigencias
es posible evangelizar sin un~ profunda del ..Reino: valores como el celibato y
experiencia espiritual; es más, la evangeliza- diversas formas de vida religiosa recobran
ción en sí es transmitir sobre todo una un sentido más profundo.
profunda experiencia espiritu_al, una expe- Desde el mundo de los pobres, donde la
riéricia vivencia! de Dios, de fidelidad al muerte por hambre, falta de medicina
Espíritu. Tampoco puede hacerse teología represión, nos golpea con frecuencia s~
cristiana, si no adoptamos frente a' la reali-
comprende y se asume plenamente el sentido
dad y la Palabra de Dios una actitud creyen- del último párrafo del capítulo V del do-
te y orante. cumento de los obispos: "Nuestra predilec·
El Documento presenta la espiritualidad ción por los pobres y oprimidos nos debe
como una fecunda sintesís unitaria de la llevar a estar dispuestos al martino, es decir,
fe-compromiso: "la espiritualidad a que · a entregar la vida por la fe en la Resurrección
aspiramos es la "vivencia según el Espí- Y a derramar la sangre por defender a los po-
ritu Santo", presente en la historia y en la bres frente a los poderosos de este mundo, de
vida de cada hombre, que lleva a integrar tal manera que nuestro testimonio no de~­
fidelidad a Dios y compromiso con los maye ni por los titubeos de la mayoría.
·hombres, acción y ·contemplación, indi- n1 por la infidelidad de muchos, ni por las
viduo y comunidad, vida interior y exterior, contradicciones ni aun por la persecución"
amor a Dios y amor al prójimo ... en una (631 ).
unidad existencial, que dé cohesión al ser
y actuar del cristiano y autenticidad con- 5. El pecado
vincente a su testimonio" (602). Las relaciones entre los hombres no
En el proceso de inserción en el mundo transcurren so!a~ente a nivel sociológico,
de los pobres se experimenta una conver- por muy condiCionante que este puede ser.
sión progresiva; se nos cuestiona una es- Actúa también el pecado. es decir, la capa-
cala de valores, las relaciones sociales, Cidad que tenemos todos de cerrarnos al
familiares y afectivas, nuestro estilo de amor de Dios y de ;,Js hermanos, pervirtien-
vida, nuestros proyectos para el futuro. do Y distorsionar· u o los mejores proyectos,
En definitiva, muere el hombre viejo, esta· abusando rl·' las personas. Desconocer
blecido. lteno de arr¡I;Jiciones y .seguridades e~a capacícJ.:J en el hombre, es desconocer
del mundo malo. Al mismo tiempo, expe- · las zonas más profundas de la persona;
rimentamos la renovación de la "mente y se con¡uga en el hombre un msondable
corazón" de que habla San Pablo; vivimos misterio de amor y egoísmo. El Documen-
la fe con más sencillez y profundidad, to denota una sana preocupación por desta-
sentimos a Dios más cercano, se trastor- car esa realidad de 1 pecado (29 70 281
nan nuestros proyectos, se asume un estilo 332,358,492,578,632). ' ' '
de vida sencillo. Va surgiendo una espiri- Con frecu_encia, el pecado, al igt:al que
tualidad renovada: revalorización de la otros conten1dos de la fe cristiana, ha sido
bibl1a cerno libro de la historia de un pueblo presentado de una forma casi exclusiva-
creyente, libro de oración, de vida mili- mente intimista e individual. Sin descuidar
tante, sobre todo libro del Señor Jesús; esa dimensión fundamental, en el Docu-
14
mento se amplía el concepto, descubriendo m1s1on atacar las causas profundas de esa
todo el sentido del pecado. Se habla del situación para lograr una auténtica paz
"pecado que anida en el corazón del hombre social (Cfr. 72).
Y que se afianza y cristaliza en nuestra so-.
A continuación los Obispos señalan
ciedad mediante las estructuras injustas";
diversos tipos de violencia:
"situación de pecado, que se expresa princi-
palmente en la pobreza y la opresión". La "violencia institucionalizada, que pro-
cede del mismo poder económico y
·- No ~:_ trata, por lo tanto, sólo del egoís-
poi itico, de -los grupos de. presión ...
1 mo que puede esclavizar a una persona
aisladamente. Debemos descubrir la malicia . La violencia de los oprimidos, es decir
. de una situación de pecado, en la que la reacción social contra la injusticia .
todos estamos implicados de alguna manera, La violenciá terrorista, que constituye
y que .afecta todas las dime·~siones de la una forma especial y creciente. de pato-
vida humana, manipulándolas y pervirtién- logía social. ..
dolas. Vivimos en una SO!;iedad en la que el
La violencia represiva del poder públi-
pecado es promov1do, sutilmente co ...
organizado, legalmente defendido; tal es,
en efecto, una sociedad en la que se trafi- La violencia que algunos atribuyen a la
ca con el pan y 1a medicina del pueblo. agudización'de la lucha de clases.
y -se promueve el alcoholismo, la droga v "le violencia popular con frecuencia no
la prostitución. Vivimos amenazados por es ni pretende ser sangrienta. En muchos
el pecado enquistado Pn i. s e ::r ucturas de casos podría calificarse más exactamente
una sociedad corrompicJ¿' y que corrompe. de contra violencia defensiva pues, como
Siendo así, luchar contra el pecado no último recurso, trata de defender los de re·
consiste sólo en tratar de convertir mi vida, chos fundamentales de la vida, la libertad,
el trabajo, etc., y de abrir camino a la cons-
dornin3ndo mis egoísmos; también es ne-
trucción· de una socieda~ no violenta".
cesario tratar de desmontar unas estructuras
sociales, que prolongan una situación de En cambio la "violencia institucionali-
.pecado que embrutece las relaciones econó- zada, en diversos países de América Latina,
micas, familiares, políticas y hasta las expre- se ha hecho más cruel y agresiva en el
siones culturales y -religiosas del pueblo.· últimb decenio, llegando a suscitar mártires
De ahí, también, que la lucha de muchos en nuestras Iglesias, y amenaza provocar
cristianos en el campo político -social es "la revolución explosiva ele la desespera-
también una lucha contra el pecado en sus ción" de millones de pobres del continen-
manifestaciones más nefastas. Y los sacer- te" (72).
dotes y obispos, que proféticamente denun-
cian las injusticias y atropellos no se exce-
. den en su misión; luchan contra una sitúa-
ción real de pecado, que a algunos les resulta
muy difícil descubrir o no quieren recono- CONCLUSION
cer.
Pueden destacarse otros aspectos impor-
tantes del Doeumento: el uso frecuente
6. Conflicto social y violencia deJ ,término liberación en el sentido integral,
"No podemos pasar por alto, dicen como lo viene haciendo desde hace tiempo
los obispos, los enfrentamientos en nuestro la corriente más representativa de la teolo-
continente. Vivimos en una sociedad divi- gía latinoamericana, la positiva valoración
dida en clases y grupos antagónicos. Los de las comunidades cristianas de base en sec-
cristianos no podemos subestimar ni tratar tores populares; la abundancia de citas
de encubrir esa lucha prestándonos en bíblicas, del magisterio pontificio y episco·
medio de nuestra sociedad como fáciles pal, que contribuyen, con otros elementos,
conci 1iadores" ... más bien toca a nuestra a la solidez doctrinal del Documento, la
clara condena del capitalismo y de ciertas copado Latinoamericano entrará a formar
formas de "socialismos" históricos por su parte de los grandes documentos del Ma·
carácter ateo y burocrático ... gisterio de la Iglesia Peruana en los últimos
No obstante ciertos aspectos menos años.
logrados en el Documento, explicables
por muchas razones, el aporte de los Obis·
pos Peruanos a la 111 Conferencia del Epis- Juan Riera

"'t-
1
l
m -
1

11
<

·r
r
~
:ár·
llll!f
~ 1 --
..
T
. ... -~
¡·:tt 11 1'

También podría gustarte