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Acta de clase 09/04/19

Fernando Rodríguez Carreón


Ontología
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

La clase comenzó con el profesor explicando algunos puntos de la clase anterior, nos recordó el
cambio que se dio en el algebra y cómo se llegó a la matemática moderna, que, a diferencia de la
matemática griega, la cual se remite a las cosas, la moderna no necesariamente va a las cosas
mismas, es el proceso de indeterminación el que le permite trabajar sin cosas concretas. Porque el
numero para los griegos dependía, en cierta manera, de las cosas, se obtenía separado por
abstracción, y en esta matemática ya no importa de qué se esté hablando sino la relación que se
tiene.

Se continuó con la exposición de la compañera Liz, sobre Vieta, se dijo lo que él entiende como
especie, que no está relacionado con la definición de Aristóteles (modos de ser), sino, son signos
de estructuras espaciales, es decir, modos de cuantificar, (magnitudes), dichos modos de
cuantificar se relacionan entre ellos mismos, mediante monadas homogéneas, pero sin mezclarse.
Para Vieta el problema de los números se tiene que trasladar al problema de la magnitud, es decir
de los problemas prácticos a problemas que solo se piensan y se definen en la mente. Así es como
se establecen las ciencias positivas, se formulan en la mente leyes que después tendrán
correspondencia con el mundo real practico.

Posteriormente el profesor explicó la fundamentación de la geometría euclidiana, poniendo el


punto como la parte principal, puesto que el punto no se define, sino que, “está por ahí”, y es
desde el punto a partir de donde se debe definir, en este caso definir los espacios euclídeos. Esto
último para entender la manera constructiva que tiene la aritmética de Vieta, que es formular en la
mente las magnitudes, que no están en la experiencia, usando solo la razón, para posteriormente
aplicarlas a la experiencia. Es así como el numero deja de estar adherido a las cosas, y ya no se
obtiene solo por abstracción, ahora se convierte en una referencia simbólica, ya no importa al qué
se refiere, sólo nos interesa que se refiere a algo.
La importancia de este tema radica en la indeterminación del algebra moderna, explicó el
profesor, siendo que la filosofía primera debe aprender la indeterminación con la que trabaja esta
ciencia, pues es el principio que nos dirige a la manera que propondrá Descartes para abordar el
problema del ser, puesto que ahora el problema se atenderá desde las relaciones que se dan entre
cosas, y no preguntándose por el ser (qué es), para eso se retomó el ejemplo de dos expresiones
aritméticas:

1) 2 + 2 = 4 [concretud, limitado]
2) A+B = C [indeterminación esencial, ilimitado]

Donde la primera es una representación determinada, no hay forma de que el resultado sea
distinto pues tienen un único valor, y su importancia está en el valor. La segunda es una
representación indeterminada, es una representación que no tiene un resultado esencial, sino su
importancia está en la funcionalidad de relaciones.

La clase concluyó con la explicación de los conceptos, cogito y cogitatum, y de cómo se llega a
un conocimiento verdadero, que es lo que Descartes tuvo como empresa de su filosofía, regresando
a la duda metódica “cogito ergo sum” es que logramos comprender de qué manera el filósofo llega
a la conclusión; del pensamiento como esencia del hombre, puesto que el pensamiento es a la única
certeza que puedo llegar, es entonces, lo ens certum, lo absoluto, lo que es por sí y en sí, o en
términos griegos, la ousía, es el ego cogito.

Todo lo anterior se dijo con intención de explicar el camino que tomara la ontología a partir de
Descartes, y como la mathesisi universalis , la cual fundamenta la matemática y las ciencias que
se sostienen por ella, podría ser entendida como filosofía primera o al menos comprender la
adaptación de los métodos de la mathesis a una ciencia que cumpla como filosofía primera.

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