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Niños que desde bebés han resultado ser precoces, diferentes, con un carácter también
distinto. Suelen ser niños que, a menudo, tienen mayor capacidad, pero si esto no se
diagnostica a tiempo puede tener graves consecuencias, por ejemplo el fracaso escolar.
Olga Carmona, experta en Diagnóstico y Atención Psicopedagógica de Niños con Altas
Capacidades, ha concedido a ABC Familia una entrevista en la que ofrece pautas a los
padres para que sepan qué hacer si tienen un hijo que posiblemente tenga altas capacidades.
—¿En qué consiste tener altas capacidades? ¿Es lo mismo que ser superdotado?
Las personas con talento puntúan alto en una aptitud específica (talento simple) o en varias
combinadas (talento complejo), pero están dentro de la media o incluso por debajo, en el
resto de aptitudes. Por ejemplo, si tomamos como referencia el modelo de Inteligencias
Múltiples de Gardner, un talento simple podría dar muy elevado en inteligencia corporal –
cinestésica— como es el caso de los jugadores de fútbol, pero da normal o incluso bajo en
el resto.
—A través de una evaluación completa hecha por expertos. Esta evaluación debe incluir
coeficiente intelectual, creatividad, historia de vida y estado emocional, como mínimo.
Las señales
—¿Cuáles son los síntomas más evidentes y a partir de qué edades se notan?
—Son bebés muy demandantes, se sobrestimulan con facilidad, tienen un alto nivel de
coordinación psicomotriz, levantan la cabeza antes del mes de vida, vocalizan dos sonidos
diferentes sobre el mes y medio, dice su primera palabra hacia los 5 meses y a los 6 ya
responden a su nombre.
«Es muy frecuente que se diagnostique por error TDAH a niños superdotados»
Sensorialmente describen una característica poco conocida y aún menos entendida por los
padres: la hipersensibilidad sensorial. Los padres describen que a su hijo le molesta la
etiqueta de la ropa, los sonidos fuertes, las luces intensas… Los niños altamente creativos y
superdotados perciben la realidad de forma diferente: perciben muchos más inputs
sensoriales que el resto de personas y además de forma aumentada. Esta característica
puede afectar a cualquiera de los cinco sentidos: tacto, oído, olfato, vista y gusto o incluso a
todos ellos. También pueden exhibir hipersensibilidad psicomotriz, es decir, son niños muy
movidos, con excedentes de energía, difíciles de agotar, entusiastas, y con una inabarcable
necesidad de estar en actividad, sea física o cognitiva. Es muy frecuente el erróneo
diagnóstico de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA-H) en niños superdotados, ya
que el aburrimiento les lleva a la desconexión y ponen su excedente de energía al servicio
del movimiento, pero nada más lejos de la realidad ya que la capacidad de concentración de
estos niños es tan intensa que muchos padres refieren que parecen sordos cuando están
inmersos en una tarea de su interés.
Les preocupan temas relacionados con la existencia a edades muy tempranas, la muerte, la
existencia de Dios, nuestro origen, la justicia social.
Memoria prodigiosa, tanto a corto, como a la largo plazo y de todo tipo incluyendo la
memoria eidética, que es la capacidad de recordar imágenes, sonidos y objetos con un nivel
de detalle muy preciso y sin necesidad de usar mnemotecnia. Se da en niños superdotados y
no se encuentra en adultos.
En la mayoría de los casos hacen un aprendizaje de la lectoescritura muy temprano y de
forma autodidacta, cuando son escolarizados a los 3 años, muchos de ellos ya leen y
escriben sin haber recibido estimulación ni aprendizajes previos.
Suelen ser muy distraídos fuera de aquello que les interesa. La explicación está en que estos
niños conviven con un cerebro que percibe todo, todo el tiempo, por lo que tienen
sobrecargas sensoriales y emocionales, desorganización personal, distracción, retraso en el
procesamiento de la información menos relevante, bloqueos y fatiga mental. Es común que
los padres nos digan que no conciben como su inteligente hijo no es capaz de ponerse la
camiseta del derecho o parecer «ido» cuando se le habla.
«Son niños están en un lugar con sus emociones y en otro con su intelecto»
Cómo actuar
—Informarse todo lo posible para poder entender cuáles son las necesidades de su hijo,
aceptarle. Vivirlo como un privilegio, no como un problema. Tener un hijo con alta
capacidad es un regalo, no una enfermedad.
—El sistema educativo español no parece muy propicio para un niño de altas
capacidades. ¿Qué le espera a ese alumno en un colegio normal donde no será
entendido ni entenderá nada?
—¿Si unos padres sospechan que su hijo tiene altas capacidades, qué deberían hacer?
Ser superdotado no es una característica, es una forma de ser y por ello, una forma diferente
de entender y procesar la realidad. En la infancia, esto puede resultar muy difícil porque
perciben mucha más información de la que puede gestionar, el mundo se vuelve por
momentos hostil, lento e incomprensible para ellos. Los otros niños tienen intereses muy
diferentes a los suyos y no parecen comprenderles, incluso muchos padres que no saben
que su hijo es distinto, intentan por todos los medios que se comporte de acuerdo al patrón
establecido para la media de los niños de su edad, lo que da lugar a muchos desencuentros,
soledades e infelicidad.