Está en la página 1de 17
Renacimiento de los dos reinos La suerte de Israel y de Judé cambié para bien de ambos reinos durante el segundo decenio del siglo Vill a.C. Siria, que amenazaba a Israel y a Judé hasta muy poco tiempo antes, no se recuperé de la ditima derrota que le infligi6 Asiria: el ataque dirigido por Adad-nirari Il hacia el aio 806 a.C., como resul- tado del cual tom6 Damasco y recaudé tributos muy cuantio- 50s. Cuando murié Adad-nirari (en el afio 784), el imperio ast rio se hundié en un periodo de inesiablided y de disturbios, que dur6 unos cincuenta afios y que hizo imposible empren- der ninguna conguista en las tierras occidentales. Por otra par~ te, Egipto no habia vuelto a ser una potencia importante en la zona desde la invasién que realizd Sesac a finales del siglo X. En este momento tan oportuno aparecieron dos grandes re- yes en Israel y en Judd, y ambos reinaron por largo tiempo. Jeroboam Il, hijo de Jods de Israel, subié al trono en Samaria (1) en el afio 786 y reiné durante 40 aftos. Ozias (Azarias) su cedi6 a su infortunado padre, Amasias de Judé, como rey en Jerusalén (2), en el 783 y goberné 41 afios. El enérgico e inteligente Jeroboam || actué répidamente contra Damasco, aprovechando la ocasién que ofrecia la cap- ture de Afeq (3) realizada por su padre, Obtuvo importantes Victorias militares, de las cuales sabemos muy poco. La Gnica fuente escrit nos la proporciona Amés 6.13, donde se hace tna breve relerencie a la conquista de dos ciudades. Nos ve- mos obligados, por tanto, a depender de nuestros conoci- rmientos de la geogratia de la regién y de las técticas militares de la época para reconstruir la estrategia seguida por Jero- bboam. Es seguro que marché contra Lodebar (4), cludad que controlaba una meseta de importancia crucial y una también vital ruta que se adentraba en el érea de Basén-Galaad. Lode- boar era el primer paso para un ataque posterior a Remot-ga laad (5 en el mapa de referencia), cludad en disputa desde hracfa mucho tiempo y que se encontraba a unos 40 kiléme- {ros de Lodebar. El Gnico lugar que se menciona en el ataque que Jeroboam dirigié contra Siria es Qarnayim (6, en el mapa de referencia), situado en la ruta que iba desde Ramot-galead hasta Damasco. Hoy dia, de Qarnayim no quedan mas que ruinas. Jeroboam pudo haber atacado esta ciudad desde el este y desde el sur simulténeamente, pero su ofensiva se ex: fendié mas allé del limite meridional de la meseta de Basén y Hlegé @ entrar en Damasco. Cuando Jeroboam acabé su cam- pata, los israelitas habian impuesto su autoridad en la zona hasta Lebo-amat, abarcando por el norte los confines del reino que Salomén y David habian gobernado. Con los bosques y campifias de Gelaad otra vez en sus ma- nos, la momenténea eliminacién de la amenaza siti y los tr- butos que fluian de todos los pueblos conquistados, Israel disfruté de una prosperidad que apenas habia conocido desde ‘que se convirié en un reino independiente. La poblacién aumenté y desbordé las murallas de las ciudades. Hubo una industria artesanal de alta calidad. En uns excavaciones reali- zadas @ principios de nuestro siglo en Meguidds (7), impor tante centro administrativo del pais, se hallé un magnifico sello con la imagen de un leén rugiendo y las palabras “'Se- ‘ma, siervo de Jeroboam”. Sema era, probablemente, el go- berador de la regién y éste pudo ser su sello oficial. Poste- 128 riores investigaciones arqueokégicas han puesto de manifesto la gran prosperidad de Meguiddé, su magnificencia, sus nu- merosos edificios piblicos y sus bellas casas de piedra de tiempos de Jeroboam Il ‘Asi mismo, las excavaciones realizadas en Jasor (8) han sa ‘cado a la luz algunas de las més bellas casas israelitas de la An- tighedad, que datan de la época del reinado de Jeroboam. Sobre las ruinas del tiempo de Ajab se levantaron almacenes, falleres y viviendas en el periodo de renacimienio de Israel en el siglo Vill. Una de las viviendas tiene un patio de 9 por 8 ‘metros, en torno al cual hay dos habitaciones muy grandes y tres més pequefias. Otras casas eran de dos pisos y sus escale- ras todavia se conservan en pie y fitmes al cabo de 2 700 afios. Los utensilios domésticos hallados también dan testimo- no de riqueze y de un alto nivel de habilidad artesanal. Se usa- ba una ampli variedad de objetos de aifareria muy bien traba- jada, asf como recipientes y pledras de molino elaborados con, el basalto propio de la regisn. El objeto més lujoso de todos los hallados es una cuchara para el maqullaje: es de marl, ‘con el mango finamente labrado en forme de hoja de palma invertida, El reverso del cuenco de la cuchara esté trabajado cen forma de cabeza de mujer con dos palomas en el pelo. Los objetos de marfil més delicadamente trabajados de este pe: riodo han sido encontrados en los palacios reales. ‘A mediados del reinado de Jeroboam, hacia el efto 760, un terremoto sacudi le ciudad de Jasor. En seguida se erigieron, nuevas casas en sustitucién de las derruidas que no dejan nin guna duda sobre el alto nivel del bienestar material que disfru- taba Israel durante la segunda mitad del gobierno de este gran monarca. Pero todavia puede deducirse algo més del estudio de las ruinas de Jasor. Aunque, después del terremoto, se rea nnudé la vide normalmente, se hicieron modificaciones no: tables en el sistema defensivo de la ciudad. Se demolieron los edificios préximos ala nea de murallas para reforzer y conso- lider los muros, que se construyeron con entrantes y salientes, {que permitian tomar posiciones para faciltar el dominio sobre los atacanies. En el éngulo noroccidental del monticulo se Construyé una maciza torre rectangular que media 18 por 7 metros. También las puertas de la ciudad fueron reforzadas. Existia un manifiesto desasosiego en Israel, pues el gigante asirio comenzaba otra vez a desperter. Habia motivos de inquietud a pesar de ser tiempos de pros- peridad. Dos afios antes del gran terremoto, un hombre extra: ‘ordinario, un Judafta que habia llegado al norte, hasta el san: tuario de Betel, Bétel o Betet (10), comenzé a predicar la ruina de Israel. Se trataba de Amés de Tegoa, el primero de los grandes “ profetas éticos”. Segin Amés 3.15, "serdn des truidas las mansiones de marfil”, lo que los erucitos interpre- fan como una referencia a las tallas e incrustaciones de marfil ‘que existian en el palacio de Jeroboam, en la cima de la colina de Samaria. (Los arquedlogos han encontrado lo que qued6 de este palacio después de que fuera saqueado y arrasado por los asirios; todavia se aprecian signos de su opulencia y de sus ‘obras de arte de categoria superior.) Amés denuncié los males sociales que la prosperidad habia llevado al pais: la explota- ‘cin del pobre por el rico; sobornos y falta de justicia en los tri 2000 MMMM ANCMrrRNMNMMUNATNMTUR NANTON Aerial co emir Ht ac, er See aaa ae arn Foe nll ocr tc i aera oat gs lcs or on ars mm ROCK bunales; decadencia de los valores morales; los problemas ‘que pianteaba el vino; la religiosidad superficial y la corrup- ‘én del culto y de los lugares consagrados. Habia acabado el tiempo de Israel, fruto de verano en saz6n que albergaba las semillas de la podredumbre, y el Sefior habie emitido su juicio: “Porque voy a dar drdenes y a sacudir la casa de Israel por todas las naciones como se sacude en el cedazo.” El profeta Oseas, contemporéneo de Amés aunque mas jo- ven que éste, era natural de Israel, pero se desconoce su ciudad de origen. Menos severo que el judio que iba anun- ciando desaforadamente la condenacién del pais, Oseas se la mentaba de la suerte de su patria ¢ imploraba al Sefior que se apiadara de su pueblo y lo perdonara. Pero su piedad no le impedia ver con claridad la creciente tempestad que avanzaba, desde el noreste y Ia llegada del juico y del exilio “como un Vigia sobre la casa de Yavé; porque han violado mi Alianza”, dijo comparando a Asiria con el vigiav refriéndose a la infide- lidad de Israel para con Dios. En el sur, mientras tanto, Ozias habia devuelto @ Judé parte de la gloria que habia disfrutado en los dias de Salomén. Era 130 Los poderosos asirios Enel siglo Villa, elimperio asirio —al que el profeta Oseas llama “vighs sobre la casa de Yave"— tenia ya una tradicion secular de conquistay poderio. En tiempos tan antiguos como el aho 1100, ol soberano asirio Te- ‘letfalasar | se lamaba orgullosamente asi mismo “rey del mundo" (domi 16, aunque temporelmente, la mayor perte de Mesopotamia) y hubo una larga linea de sucesores que quisieron seguir su ejemplo. A lo largo de casi ‘odo el silo IX, Asiria mantuvo un imperio floreciente regido por una serie de soberanos enéraicos que repeidamente invacleron el Occidente y ex- ieron tributos a muchos otros estados, entte los que se contaba Israel, Con el advenimiento (en el ano 745) del decidido Teglatalasar Il, Asia se lanzé a una nueva e incontenible etapa imperialist El factor principal de esta poltica era el vanagloriado ejército aso, Grande y bien organizado, con generales experos,tropas de duro temple ¥ una reputacisn de cruelded sin paralelo, era la fuerze belice més poderos sa de su época. Un elemento clave en el éxito militar de los asitios era su habilidad para realizar asecios. Las imagenes como las que nos muestra e bajorelieve (ala derecha) procedente del palacio de Senaquerib en Ninive {que representa el sito de Lakis, ilustran algunos de sus métodos; puede: verse en él una pieza fundamental desu armamento: la maquina de asedio Eran estas méquinas unas torres de madera montadas sobre ruedas que se ‘empujaban por una rampa hasta alcanzar el nivel de las murallas dela chu: ‘dad siiada; levaban en su interior arqueros, e iban armadas con arietes de punta de ferro. Gracias asus técticas militares y ala politica que consista en deportar 2 los habitantes de los pueblos derrotados a los rincones més alejados de su imperio, Asiria extendié sus dominios hasta alcanzar una hegemon'a que ninguna otra nacién habia loorado antes. Hacia la primera mitad del sigio| Vil, el imperio alcanzé sus mayores dimensiones (ver mapa de la laquierda),y llegé a su cenit en el ano 663 al conquistar Tebas, la orgullosa| capital de Egipto. Pero el ciclo histérico pronto se cerré: Egipto recuperd) su independencia y durante la mayor parte del reinado de Asurbanipal (668.627) las luchas que tuvo que sostener Asiia pare mantener as front: ras del imperio fueron constantes. Estas contiendas rebasaron las fuerzas de Asiiay, quince afos despues de la muerte de Asurbanipal, el antaio in vvencible gigante asirio habia caido. En su lugar aparecié oto fitén cuyo nombre habia de resonar en la literatura biblca: Babilonia, un extraordinario administrador y emprendié la explotacién sistemética de los recursos econémicos de su reino. Hizo que se construyeran nuevos aljibes para mantener sus numerosos rebarios y fomenté la agricultura, adaptando adecuadamente el cultivo a cada tipo de suelo: los cereales en los vals y lar nuras y las vias en las laderas de las colinas. Uno de los logros més notables de Ozias fue la expansion de las éreas de cultivo que habia iniciado Josafat a imitacién del sistema de Salomén y que consistiaen fundar asentamien- tos miltares-agricolas. Ozias implants este sistema en el NE guev para asegurar el control sobre las rutas comerciales de ‘quella tierra inhéspita, Esta reanudacién de la actividad en el Néquev se plane6 cuidadosamente y se llevé a cabo con todo éxito. Se construyeron forialezas mayores y menores, segin un mismo pairén defensivo (con murallas de casamata y no ‘menos de ocho torres) en las confluencias de las rutas princi. pales y en lugares estratégicos a lo largo de los caminos. Se fundaron cludades en torno a estas fortalezas, pero el empla: zamiento se escogia por su valor militar y no por sus expecta vas agricolas. Fueron vueltos a fortfcar lugares como Arad (10), Beer-seba o Beersebé (11) y Jormé u Hormé (12). Pero hubo otras muchas “torres en el desierto” como las llaman en al libro It de las Crénicas 26.10. Ozias reforzé también la linea detensiva de Jerusalén: hizo, Cconstruir unas estructuras de madera en lo més alto de las torres y de las troneras, para proteger a sus hombres mientras

También podría gustarte