La familia de Pascual es una obra que narra varios acontecimientos, ocurridos en

una familia. En primer lugar el protagonista (Pascual Duarte), era fuertemente

maltratado por su padre y su madre padecía una severa adicción al alcohol, por
tanto, creció en una familia que no le brindaba suficiente apoyo y atención y
además lo privo de recibir educación, lo que lo convirtió en una persona violenta,
rencorosa e impulsiva; a pesar de que esta historia se desarrolla entre los años
1882 y 1937, refleja una clara problemática: el maltrato intrafamiliar, más visible en
los últimos años gracias a los medios de comunicación, y que se focaliza en “los
niños y niñas entre los cero y cinco años de edad, como una problemática que
afecta considerablemente su desarrollo integral y que se agudiza por las
condiciones propias de esta etapa del ciclo vital, en la que la detección temprana
depende de los padres, adultos o cuidadores que los rodean” (ICBF, 2013).

Tal y como se evidencia en la obra, Pascual debido a las situaciones que vivió en
sus primeros años de vida, desarrolló en él sentimientos de odio y rencor,
principalmente hacia su madre, y como consecuencia de ello cometió varios
asesinatos resultando en la cárcel, desde donde empieza a narrar la historia; esta
situación se puede relacionar las conductas violentas que presentan algunas
personas actualmente, por lo cual se puede afirmar que “la exposición a las
manifestaciones de violencia en la sociedad propicia su aprendizaje como una
forma aceptable de relacionarse en la familia, de resolver conflictos, lidiar con las
tensiones y ejercer el control sobre otras personas, tienden a repetir dichos
patrones, convirtiéndose en nuevas víctimas y victimarios” ( Lebrón López, 2016).

Teniendo en cuenta la anterior información, se puede señalar que Pascual, fue

víctima dentro de su propio hogar, y sus victimarios fueron sus propios padres,
quienes le negaron la posibilidad de vivir dentro de un entorno lleno de cariño y
condiciones necesarias para su correcto desarrollo, de igual forma, al crecer, ya
no podía ser más víctima de su propia familia, por lo cual paso a ser el victimario
de esta historia; actualmente el fenómeno de la violencia se encuentra aún más
visible, ya que desde temprana edad los niños están expuestos a maltratos y
abusos perpetrados por personas de su mismo entorno familiar, dichas situaciones
están relacionadas con problemas económicos y presencia de adicciones, que
convierten paso a paso a los menores en personas con altos grados de
agresividad, cuya única manera de solucionar los problemas es acudir a
conductas violentas.

En línea con lo anterior, Pascual narra sus experiencias centrándose

principalmente en lo que tuvo que ver de niño, y como repercutió en uno de los
crímenes más impactantes que cometió a lo largo de la historia, el de su madre,
así pues, algunos estudios de tipo forense, que tienen como objetivo “demostrar
cómo, en comparación con la población normal, podemos encontrar que los
criminales de hoy son los niños maltratados, violados y hostigados de ayer,
concluyéndose que la acumulación de experiencias traumáticas en la infancia
disminuye la capacidad de formar relaciones normales y sanas como adulto. ”
(Bastida Navarro, 2017), dicha situación se puede evidenciar, en todas aquellas
relaciones afectivas que entablo Pascual, las cuales fueron tormentosas y
envueltas en actos violentos.

Otro aspecto importante a resaltar de esta obra, es el fenómeno de la transmisión

de la violencia a través de las generaciones, en donde se evidencia que para el
caso de Pascual, su padre transmitió conductas violentas y recuerdos traumáticos
de niño, que impactaron en su desarrollo y terminaron siendo transcendentales en
las decisiones que tomó como adulto.

Cabe destacar también que Pascual, tenía varios sentimientos reprimidos, por sus
traumas de niño y al crecer su odio aversión por su madre impacto tanto en su
mente que completo el acto final de la obra, en donde el mismo expresa en el
relato que una vez mato a su madre y corrió sintió que se liberaba. Si bien es
cierto, en la actualidad este tipo de crimen se denomina Parricidio, en Colombia,
según el Instituto Colombiano de Medicina Legal, no se presenta con frecuencia,
cabe resaltar que “la ejecución del asesinato se fermenta en la mente del homicida
con anterioridad, en algunos casos, incluso, desde los primeros años de vida de la
persona, y está determinada por toda clase de factores, tales como traumas de la
niñez en ocasiones” (El Espectador, 2015).

Finalmente, las conductas violentas generadas por experiencias traumáticas en la

niñez, es el tema central de la obra, y a pesar de que el relato sucede hace varias
décadas, se puede evidenciar que este patrón de comportamiento se repite en la
actualidad y obedece a las mismas causas.