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ExtudiosPolitcos No. 20. Medellin, enero. junio 2002 199-217 Libros + Francisco Cortés Rodas La verdad en el infierno: didlogo filoséfico en las voces de Hobbes, Kant y Maquiavelo Bogota, Siglo del Hombre, 2002. 218 pp. nun contexto dominado por el E tuido de las armas y el silencio de los intelectuales, es muy grato pre- sentar un libro fruto del esfuerzo de la raz6n, del hacer de la academiay de las preocupaciones por el devenir dela filo- sofiay dela ciencia politicas. Los libros siempre han sido maneras de enunciar verdades distintas de aquellas ofrecidas por la fuerza, llevan en si mismos la pretension de convencer con argumen- tos y se constituyen en los productos mas acabados de la cultura universal. Por esas razones, el lanzamiento de un libro siempre seré motivo de rego- cijo y més en unasociedad que pareciera haber elegido el camino del pragmatismo y del desprecio por todo aquello que no pueda comerse ni beberse o que no sea susceptible de medirse en equivalentes universales como el dinero. En ellibro que hoy tengo el honor de presentar al ptiblico, el Doctor en filosoffa, Francisco Cortés, opta porla 199 estrategia del didlogo paralla presenta- ci6n de sus argumentos. Con ello, reco- ge una vieja tradicién dela filosofia que viene desde Platén y que resulta muy sugestiva, pues permite no sélo poner enevidencia los ejes constitutivos de las grandes armazones tedricas de los auto- res escogidos, sino también deshacerlos tépicos que han pasado al patrimonio de manualese historias del pensamiento, por viade comentaristasy exégetas, pero sobre todo por lade las diatribas de sus contradictores de todos los tiempos. Los tres autores escogidos parala puestaen escena delos didlogos, cons- tituyen a no dudarlo el tripode de la filosofia politica moderna y desenvuel- ven sus debates desde el infierno; ese lugar de sombras y de olvidos que el viejo Maquiavelo preferiaal eterno abu- rrimiento de un cielo poblado de inge- nuos, santos y justos. Alli discuten, unas veces animadamente y otras de manera agresiva, los presupuestos conceptuales Libros de sus respectivas obras y las de sus contertulios, trayendo en su ayuda las voces de otros autdres mas contempora- neos que de alguna manera, no lineal, siguieron sus huellas hasta el presente. La obra esta dividida en veintitrés didlogos en los cuales los filésofos ex- ponen con frescura sus aproximacio- nesa los temas eternos de la politica: el Estado y sus limites; la ética, instrumen- talo de principios; la ciudadania, sus derechos y libertades; el orden juridico yel politico; los avateres de las repibli- cas; los asuntos de la violencia y la unificaci6n del poder en el Estado. Pero en el trasfondo de los debates, se per- ciben otras voces, las de sus continua- dores y detractores mas contemporé- neos: Carl Schmitt, Arthur Schopenhauer y Hannah Arendt, abriéndose asi un amplio horizonte para el devenir dela filosoffa politica en presente. Por aquel escenario del infierno ~cantado por Dante-discurre Schopen- hauer, traido de la mano por el viejo burdcrata florentino para defender, con- tra Kant, la separacion de la moral y la politica. Se hace presente allf también Carl Schmitt, descalificado por los dos primeros contertulios en razén de su visién totalitaria. Hannah Arendt, ven- dra entonces en auxilio de las tesis kan- tianas para subrayar que la raz6n de ser dela politica esla libertad y su campo de experiencia la accion y, sobre todo, para criticar a Maquiavelo por aceptarla vio- lencia, cuando el propésito es el de fun- darla Republica y unificar el poder. 200 Deestamanera, el profesor Cortés logra transformar un didlogo entre auto- tes, entre complejos aparatos concep- tuales, extensose inconmensurables, en un didlogo sobre objetos, sobre temati- cas, sobre categorias analiticas en cuyo trasfondo palpita la eterna tensin dela filosofia: la tensidn entre el ser de la politica y del poder, y el deber ser del derechoy delamoral. Losnueve prime- 10s didlogos se desarrollan entre los rea- listas dela politica, Maquiavelo y Hobbes, con sus acuerdos y diferencias. Pero la llegada de Kant, anunciada de manera solemneporsufiellacayo Lampe, trastoca el sentido de los debates e introduce nuevas reflexiones que prefiguran aquel didlogo que han mantenido durante muchosarios|ostilésofosylospolitélogos; didlogo dificil, cruzado por tensiones, por conflictos, por mutuos desconoci- mientos y hasta por hostilidades. En ellibro del profesor Cortés, se logran contrastar los modelos tedricos delrealismo politico: Maquiavelo y Hobbes enelprimerplano delaescenay Schmitt y Schopenhauer detrés de bastidores, contra las propuestas de deber ser dela politica expuestas por Kanty matizadas por el republicanismo arendtiano. Se confrontan pues las dinamicas en las relaciones de poder contra los propési- tos éticos para el logro delalibertad yla convivencia: la politica como praxis yla politica comollexis; la visi6n antropolégica del hombre y su condicién imperfecta frente ala vision perfectible de la condi- cién humanaa través de la btisqueda de libertad y dela accién politica. Maquiavelo y Hobbes representan en esa puesta en escena el pesimismo antropolégico, la condicién de un ser humanoplagado deegofsmos,atenazado porlosmiedosy agobiado porlas violen- cias reciprocas que harfan necesario un Leviatan o una repiiblica civica que instaurara un orden politico centralizado, todopoderoso y, principalmente, escin- dido de los ordenes morales o sacros. Sibien entre ambos realistas poli- ticos existen amplias diferencias que quedan plenamente documentadas en los nueve primeros didlogos, los dos sitdan sus reflexiones y elaboran sus propuestas éticas en el hacer politico, en lacondicién imperfecta de los seres hu- manos. Y validan dichas éticas, mésen lasreglasy enlos procedimientos que en los valores substanciales: la politica, se- guin estos dos autores, no se fundaen la moral; por el contrario, ella tiene sus propias leyes de validacién en un mun- do que, como diria mas adelante Max Weber, se descentré y entré porlasenda dela gran profanacién. Perolaentradasolemne de Kanten ese didlogo de realistas cuyo horizonte erael hombre con su carga de limitacio- nes, cambia el tono de la discusién e introduce nuevos temas que apuntan a una fundacién dela politica en la moral yen la percepcién del derecho como garantia del orden social y contra los horrores de la guerra y del estado de naturaleza. .. sinnecesidad de Leviatanes ni principes poderosos. Esta descon- fianza de Kanten la fuerza como recurso 201 Libros del orden y su insistencia en la posibili- dad del consenso o del asentimiento racional para construir el universo delo piblico, obliga a nuestros realistas a volver de otramanera sobre los temas de lamoral, dela virtud y dela ley. Kant, se convertiré en el centro del debate. Kant desarrolla sus planteamien- tosen los nueve didlogos subsiguientes, exponiendo algunos de los elementos de su raz6n practica como base para el desarrollo de las doctrinas sobre la mo- raly el derecho; pero sobre todo para contra argumentar las tesis de Arthur Schopenhauer -traido por Maquiavelo- quien pretendio afirmar, entre otras co- sas, que la subordinacién del derechoa lamoral propuestaporlafilosofiakantiana, suponia como fin tiltimo del Estado la eliminacién del egoismo; y que el dere- choapenaspuede ser pensado paraevitar las consecuencias negativas que resul- tande la btisquedaincesante de la pro- pia felicidad. Kant subraya, con mucha vehemencia, que su pretensién no es eliminar los deseos, los egoismos y las tensiones que surgen dela btisqueda de lapropia felicidad, sino, en efecto, evitar sus consecuencias negativas. Los tiltimos didlogos estan dedica- dosala exposicién que hace Kant de las teorias de Hannah Arendt, a través delas cuales puede reafirmar, contralosrealis- tas, que laraz6n de ser de la politica es lalibertady su campo de experiencia la accién; y, ademas, que a violencia poco o nada tiene que ver con la politica. Maquiavelo cierra la conversacién expo- Libros niendo sus aproximaciones sobre la re- ligién y la justicia en el contexto de la \6gica politica propuesta por él Sibien pareciera que los contertu- lios en el infierno tuviesen posiciones irreductibles, alo largo de los veintitrés didlogos se advierte que la intencién de Cortés pudiera ser la de proponer un ctiterio de lo politico que fuera mas all de estos autores, sin caer en la trampa del punto medio virtuoso. La tercera via, comolo propone el autor en el didlogo veintidés, es “conformar una reptiblica democratica, a saber, construir la cosa publica, abrir el marco de accién de una esfera de lo politico que haga posible que la sociedad ejerza su propio poder ydecida sobre si misma; crear un espa- cio publico para el actuar conjunto de libres e iguales; en el que prime el poder de conviccién, dela accion yla palabra yenel que sele tracen limites politicos ala violencia” (p.196). Quizé este pro- pésito del autor es el que le animaala recuperacién arendtianaa travésde Kant. Enlapuestaen escenadeestecom- plejo debate, los personajes se mueven enun escenario virtual como portavoces de sus ideas; pero en tanto que persona- jes de una obra, exhiben sus formas particulares de ser, de comportarse, de hablar y de vestirse; llegan con sus his- torias personales, con los fantasmas que los acompaiiaron y revestidos con los aires de sus tiempos que, para bien 0 para mal, marcaton sus trayectorias vita- les y sus itinerarios intelectuales. 202 Através de esa representacién tea- tral, Cortéslogra una cosa muy dificil en el que hacer de nuestras disciplinas: crear expectativa, construir una intriga, elabo- rarlaespera de un imposible desenlace, hacer que el lector se interrogue sobre lo que pasar masadelante; quese pregun- tepor ejemplo cémo reaccionara Kant, seftalado como idealista por sus conter- tulios; como se defenderé Maquiavelo, confrontado desde la perspectiva aren- dtiana; de qué otros argumentos echaré mano Hobbes para sostener la necesi- dad de ese hombre artificial, de esa ma- quina estatal que sus interlocutores veian como la antesala de los totalitarismos. Esa estrategia expositiva del autor, que para algunos puristas puede resul- tar no ortodoxa y quiza un poco espec- tacular, es lo que hace de ésta una obra de divulgacién filos6fica que, sin sacrifi- car un pice de rigor tedrico y ni las exigencias de la filosofia “pura y dura”, oftece alos lectores una aproximacion sintética, abiertay esclarecedora aun debate central de la politica. A un debate que por cierto a veces los fildsofos hacen ininteligible, porlasmaneras de presen- tarlo o por ese manido empenio de los académicos en levantar muros infran- queables en torno del saber y del cono- cimiento. Pero ademas, el texto es provoca- dor. Con frecuencia uno quisiera inter- veniren ese didlogo, preguntar, disentir, interpelar o ahondar en las preguntas formuladas y en las respuestas ofreci- das. A veces uno quisiera, por ejemplo, preguntarle a Hobbes por qué descono- cela interpretacién que hace Schmittde suLeviatan, silogré articularde manera tan brillante la relacién orgénica entre la guerra y la politica; o interrogar a Maquiavelo por la razén de traer en su ayuda a Schopenhauer, sisucritica ala fundacién moral de la politica es tan sélida. A veces uno quisiera también que se llamara a un colombiano del comiin, de esos que deben poblar el infiemo porestos dias, para queennombre de los realistas politicos del presente interpele a Kant sobre lo que pasa en un Pais dela perdida América del Sur, don- deel derecho noes elestatuto del asen- timiento racionalsino un armaarrojadiza para atacaralosenemigosy favorecera losamigos. Libros En suma, los didlogos propuestos por Francisco Cortés podrian prolongar- seinfinitamente, como infinito es el in- fierno descrito por Dante, y tienen la virtud de dejar abierta una discusién quea pesar de los grandes avancesdela filosofia politica en los tiltimos tiempos, de los nuevos temas incorporados asu agenda y de los giros inesperados de un mundo globalizado, esta lejos de agotar- se y que hace cada vez mas necesario volveralos clasicos, con preguntas mas precisas e indagaciones més puntuales. Quizé por eso los tres autores parecen mirarnos desde el infierno con una son- risa cémplice. Maria TeresaUribe Profesorae investigadora Instituto de Estudios Politicos Universidad de Antioquia

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