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Un ion es una partícula cargada constituida por un átomo o molécula que no es

eléctricamente neutra. Conceptualmente esto se puede entender como que a partir


de un estado neutro se han ganado o perdido electrones, y este fenómeno se conoce
como ionización.
Los iones cargados negativamente, producidos por la ganancia de electrones, se
conocen como aniones (que son atraídos por el ánodo) y los cargados positivamente,
consecuencia de una pérdida de electrones, se conocen como cationes (los que son
atraídos por el cátodo).
La noción de ion surgió por vez primera en el siglo XIX. Era bien conocido que el
agua en donde se disolvían sales (o ácidos, o bases) conducía la electricidad y que
una corriente eléctrica podía separar las sustancias disueltas en sus componentes.
Faraday formuló las leyes de este proceso.

(Benjah-bmm27, 2007). Estructura del cloruro de


sodio
Una respuesta más contundente la dio en 1884
Svante Arrhenius (1859-1927),un sueco de mucho
talento que recibió el premio Nobel de química en
1903 y que, entre sus muchos logros, fue el
primero que sugirió el "efecto invernadero".
Arrhenius propuso que cuando se disuelve en
agua un compuesto como la sal común NaCl
(cloruro sódico), se divide en sus "iones" -en
griego "los que se mueven"- cargados
eléctricamente Na y Cl . Las fuerzas eléctricas hacen que el ion Na+ se mueva en
+ -

una dirección y el ion Cl- -en la opuesta y es así como se transporta la corriente
eléctrica.
Isótopos
Los isótopos son átomos de un mismo elemento que tienen el mismo número de
protones pero diferente peso atómico, esto se debe a que por lo general poseen uno
o más neutrones. Muchos de estos átomos son inestables y con un corto tiempo de
vida. Por ejemplo:

Esta variación en el número de neutrones se descubre a comienzos del siglo XX, en


el marco de los primeros estudios sobre la radiactividad. El científico británico
Frederick Soddy, premio Nobel de Química de 1921, los bautiza como radioisótopos.
Su compatriota Joseph John Thompson, premio Nobel de Física de 1906, ya había
comprobado ese fenómeno en un elemento no radiactivo, al encontrar dos isótopos
correspondientes al neón. Por aquel entonces, uno de los ayudantes de su
laboratorio en la Universidad de Cambridge es el talentoso físico británico Francis
Aston. Él es quien continúa las investigaciones de Thompson, alcanzando excelentes
resultados. En 1919 crea un aparato que permite medir la diferencia de masa entre
los isótopos de cada elemento: el espectrógrafo de masas. Logra separar nada menos
que 212 isótopos de distintas sustancias.
El espectrógrafo de masas, también conocido como espectrógrafo de Aston, se
compone de un generador de iones, un campo eléctrico que produce su aceleración
por medio de una diferencia de potencial, y un campo electromagnético que separa
las partículas según su masa y su carga. Por último, una placa fotográfica captura la
trayectoria desviada de los iones. Si los datos son tomados por un registro eléctrico,
el dispositivo recibe el nombre de espectrómetro.

(GALEANO, 2011f) Espectógrafo de masas

A partir de sus observaciones, Aston verifica dos tipos de regularidades. La primera


de ellas es la llamada ‘regla del número entero’. Esta proclama que las masas
atómicas de los isótopos son, sin excepción, un número casi entero. Cuando resulta
una fracción, es porque se trata de una mezcla de isótopos. La segunda regla sostiene
que aquellos elementos cuya cantidad de protones es impar, no cuentan con más de
dos isótopos estables.
Los isóbaros son átomos de distintos elementos que tienen igual número másico, es
decir distinto número atómico, pero igual número másico, por ejemplo:

Descubrimiento de los isótopos


Se descubrió la existencia de los isótopos como consecuencia del estudio sobre las
sustancias radioactivas naturales. El nombre de isótopo fue propuesto por F.Soddy
en 1911. Soddy constató la igualdad de sus propiedades químicas.
La mayoría de los elementos naturales son formados por varios isótopos que sólo
pueden ser separados por procedimientos físicos (difusión, centrifugación,
espectrometría de masas, destilación fraccionada y electrólisis).
Podemos clasificar los isótopos como estables, con una vida media del orden de 3
000 millones de años, e inestables o radioactivos, que emiten radiaciones y se
convierten en otros isótopos o elementos. Estos últimos son empleados en la
obtención de energía eléctrica (235U, 239Pu) mediante reacciones de fisión nuclear, en
la datación (14C, 40K), en medicina nuclear para fines diagnósticos y terapéuticos, en
aparatos de medida, etc.
Un ion1 (tomado del inglés y este del griego ἰών [ion], «que va»; hasta 2010,2 ión3) es
una partícula cargada eléctricamente constituida por un átomo o molécula que no
es eléctricamente neutro. Conceptualmente esto se puede entender como que, a
partir de un estado neutro de un átomo o molécula , se han ganado o perdido
electrones;4 este fenómeno se conoce como ionización.
Cuándo un átomo pierde o gana electrones, la especie formada es un ion y lleva una
carga eléctrica neta. Como el electrón tiene carga negativa, cuando se añaden uno o
más electrones a un átomo eléctricamente neutro, se forma un ion cargado
negativamente. Al perder electrones se produce un ion cargado positivamente. El
número de protones no cambia cuando un átomo se convierte en un ion.5
Los iones cargados negativamente, producidos por haber más electrones que
protones, se conocen como aniones (que son atraídos por el ánodo) y los cargados
positivamente, consecuencia de una pérdida de electrones, se conocen como
cationes6 (los que son atraídos por el cátodo).
Anión y catión significan:
 Anión ("el que va hacia arriba") tiene carga eléctrica negativa.
 Catión ("el que va hacia abajo") tiene carga eléctrica positiva.
Unas definiciones más formales son:7 Un catión es una especie monoatómica o
poliatómica que tiene una o más cargas elementales del protón. Un anión es una
especie monoatómica o poliatómica que tiene una o más cargas elementales del
electrón.

Se denomina isótopos a los átomos de un mismo elemento, cuyos núcleos tienen


una cantidad diferente de neutrones, y por lo tanto, difieren en número másico.1
La palabra isótopo (del griego: ἴσος isos 'igual, mismo'; τόπος tópos 'lugar', "en mismo
sitio") se usa para indicar que todos los tipos de átomos de un mismo elemento
químico (isótopos) se encuentran en el mismo sitio de la tabla periódica. Los átomos
que son isótopos entre sí son los que tienen igual número atómico (número de
protones en el núcleo), pero diferente número másico (suma del número de
neutrones y el de protones en el núcleo). Los distintos isótopos de un elemento
difieren, pues, en el número de neutrones.1
La mayoría de los elementos químicos tienen más de un isótopo. Solamente 8
elementos (por ejemplo berilio o sodio) poseen un solo isótopo natural. En contraste,
el estaño es el elemento con más isótopos estables, 10.
Otros elementos tienen isótopos naturales, pero inestables, como el uranio, cuyos
isótopos pueden transformarse o decaer en otros isótopos más estables, emitiendo
en el proceso radiación, por lo que se dice que son radiactivos.2
Los isótopos inestables son útiles para estimar la edad de una gran variedad de
muestras naturales, como rocas y materia orgánica. Esto es posible, siempre y
cuando, se conozca el ritmo promedio de desintegración de determinado isótopo,
en relación a los que ya han decaído.3 Gracias a este método de datación, se puede
estimar la edad de la Tierra.

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