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Stephen toulmin

los usos de
la argumentación

B
LA OBRA MÁS INFLUYENTE DE TOULMIN

UN CLÁSICO DE LA RETÓRICA Y LA COMUNICACIÓN


STEPHEN E. T O U L M I N

Los USOS
de la argumentación
T R A D U C C I Ó N DE M A R Í A MORRAS Y VICTORIA PINEDA

E D I C I O N E S PENÍNSULA

BARCELONA
Los usos de la argumentación

ATALAYA

264
Título original inglés:
The uses of argument

© Stephen E. Toulmin, 2003 CONTENIDO


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Primera edición: enero de 2007.


© de la traducción: M a r í a M o r r a s y V i c t o r i a Pineda, 2007. Prólogo a la edición actualizada, 9
© de esta edición: G r u p E d i t o r i a l 62, S . L . U . ,
Ediciones Península,
Prefacio, 13
Peu de la C r e u 4, 08001-Barcelona. Prefacio a la edición en rústica, 15
correu@grup62.com
Introducción, 17
grup62.com

Todas las fotografías del i n t e r i o r


1. C A M P O S D E A R G U M E N T A C I Ó N Y T É R M I N O S M O D A L E S , 29
proceden del archivo del autor.
Las fases de un argumento, 34
VÍCTOR IGUAL • fotocomposición Imposibilidades e impropiedades, 42
U B E R D t j P L E x • impresión
D E P Ó S I T O L E G A L : B. 1.013-2007. Fuerza y criterios, 51
ISBN: 978-84-8307-765-8. La dependencia de los estándares en relación al campo, 58
Cuestiones para el orden del día, 61

2. PROBABILIDAD, 69

Lo sé, lo prometo, probablemente, 73


«Improbable, pero cierto», 79
Afirmaciones inapropiadas y afirmaciones equivocadas, 00
El laberinto de la probabilidad, 84
Probabilidad y expectativas, 90
Relaciones de probabilidad y probabilificación, 95
¿Es ambigua la palabra «probabilidad»?, 102
Teoría de la probabilidad y psicología, 117
Desarrollo de un concepto propio de probabilidad, 123

3. L A F O R M A D E L O S A R G U M E N T O S , 129

Esquema de un argumento: datos y garantías, 132


Esquema de un argumento: cómo respaldar las garantías, 139
La ambigüedad en los silogismos, 146
La noción de «premisa universal», 153

7
CONTENIDO

La noción de validez formal, 159


Argumentos analíticos y argumentos sustanciales, 164
Peculiaridades de los argumentos analíticos, 170 PRÓLOGO A LA EDICIÓN A C T U A L I Z A D A
Algunas distinciones cruciales, 179
Los peligros de la simplicidad, 187

4. L Ó G I C A O P E R A T I V A Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A , I93

Una hipótesis y sus consecuencias, 195


La verificación de esta hipótesis, 203 Los libros son como los hijos. Se van de casa, tienen amistades nuevas,
La irrelevancia de los criterios analíticos, 216 pero casi nunca llaman, ni siquiera a cobro revertido. Y si sabes algo de
Modalidades lógicas, 220 ellos, es por pura casualidad. Un hombre en una fiesta resulta ser uno de
La lógica como sistema de verdades eternas, 229 esos amigos nuevos. «¿Así que tú eres el padre de George?». ¡Imagínense!
Elaboración de un sistema y necesidad matemática, 242 Así ha sido la relación entre Los usos de la argumentación y su autor.
Cuando lo escribí, mi objetivo era estrictamente filosófico: criticar el su-
5. O R Í G E N E S D E L A T E O R Í A E P I S T E M O L Ó G I C A , 269 puesto, asumido por la mayoría de filósofos anglosajones, de que todo
Otras consecuencias de nuestra hipótesis, 276 argumento significativo puede expresarse en términos formales; no
¿Pueden salvarse los argumentos sustanciales? I: Trascendentalismo, 283 como un mero silogismo, ya que para el propio Aristóteles toda inferen-
¿Pueden salvarse los argumentos sustanciales? IL Fenomenalismo y cia puede considerarse un silogismo o una «unión de afirmaciones»,
escepticismo, 290 sino como una deducción estrictamente concluyente según la geometría
Los argumentos sustanciales no necesitan que los salven, 293 euclidiana. Así nació la tradición platónica que, dos milenios más tarde,
Justificación de la inducción, 296 retomó e impulsó Rene Descartes. Los lectores de Cosmópolis, o del más
Intuición y proceso cognitivo, 303 reciente Regreso a la razón, reconocerán mi punto de vista general sobre
La irrelevancia del ideal analítico, 312 este tema.
De ninguna manera he pretendido exponer una teoría de la retórica
Conclusión, 319 ni de la argumentación: mi interés radicaba en la epistemología del si-
Referencias bibliográficas, 327 glo X X , no en la lógica informal. Aún menos tenía en mente un modelo
índice, 329 analítico como el que, entre los estudiosos de la comunicación, acabó
llamándose «el modelo de Toulmin». De hecho, muchos lectores me
asignaron unos antecedentes históricos que me relegaron a una muerte
prematura. Cuando mi prometida estudiaba Derecho, por ejemplo, un
compañero reparó en su apellido poco habitual: al parecer, a la novia del
chico le sonaba porque aparecía en uno de sus libros de texto, pero
cuando él le dijo que Donna iba a casarse con el autor, ella le contestó:
«Eso es imposible: ¡está muerto!».
Mi reacción a ser, por así decirlo, «adoptado» por la comunidad de
la comunicación fue—lo reconozco—menos inquisitiva de lo que debe-

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9
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ACTUALIZADA
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ACTUALIZADA

ría haber sido. Ni siquiera el hecho de que el difunto Gilbert Ryle le en- sesenta. Por eso, sería poco considerado por mi parte renegar del c o n -

cargara una crítica a Otto Bird y éste dijera del libro que era una «revi- cepto del «modelo de Toulmin», consecuencia imprevista de Los usos de

sión de los Tópicos» provocó en mí reacción alguna. Hasta que empecé a la argumentación, que ha permitido que continuara imprimiéndose des-

trabajar acerca de la ética médica, momento en el que releí a Aristóteles de su primera edición en 1958 y que justifica la nueva edición para la

y lo entendí mucho mejor, no asimilé el comentario de Bird. (The Abu- cual escribo este prólogo, más de cuarenta años después. Algunos recor-

se of Casuistry, cuyo trabajo de investigación realizó en gran medida darán las palabras de David Hume a propósito de su Tratado de la natu-

el coautor de esa obra, Albert R. Jonsen, fue el primer libro sólido fruto raleza humana. Dolido porque también había tenido una recepción pé-

de ese cambio de opinión.) Al tener todo esto en cuenta, nuestra cola- sima al principio, el autor dijo de su libro que «nació muerto en manos

boración, primero en la National Commission for the Protection of H u - de la prensa». No se puede pedir mejor compañía.

man Research Subjects, y después en el libro, nos llevó a la conclusión de


que Aristóteles era más pragmatista, y menos formalista, de lo que ha- STEPHEN TOULMIN, Los Ángeles, julio de 2002.
bían considerado los historiadores por norma general desde la Alta
Edad Media.
Es cierto que los primeros libros del Organon de Aristóteles todavía
se conocen como Analítica primera y Analítica posterior, pero eso se
debe, por supuesto, a la intención de contrastarlos con los libros poste-
riores de Ética, Política, Estética y Retórica. (De hecho, al principio de Re-
tórica, adopta argumentos que Aristóteles había incluido en Ética ni-
comaquea.) Así que, después de todo. Otto Bird había planteado una
cuestión importante. Si rescribiera este libro hoy, haría hincapié en el
contraste de Aristóteles entre los tópicos «general» y «especial» como
forma de dilucidar los distintos tipos de «fundamentos» empleados en
los diferentes campos de la práctica y la argumentación.
Al final resultó ser muy positivo para mí que Los usos de la argu-
mentación penetrara con tanta rapidez en el ámbito de la comunicación
oral. Los filósofos (bien llamados) «analíticos» de Gran Bretaña y Esta-
dos Unidos de finales de la década de 1950 enseguida intuyeron a un
enemigo. Peter Strawson criticó duramente el libro en The Listener, la
revista semanal publicada por la B B C , y durante muchos años los filó-
sofos profesionales británicos lo ignoraron. Peter Alexander, un colega
de Leeds, lo llamó «el libro antilógico de Toulmin»; a mi director de te-
sis de Cambridge, Richard Braithwaite, le dolió mucho que uno de sus
propios estudiantes reprobara su dedicación a la lógica inductiva. (Epi-
sodio del que me enteré varios años más tarde.)
Sin embargo, el libro seguía vendiéndose en el extranjero y no supe
por qué hasta que visité Estados Unidos a principios de la década de los

10 11
PREFACIO

El propósito de este libro es radicalmente nuevo, pero sus argumentos


en gran medida no son originales. He tomado prestadas muchas líneas
de pensamiento de colegas y las he adaptado a mis propios objetivos; en
las referencias dadas al final quedará claro cuál es su presencia. Sin e m -
bargo, creo que hasta ahora no se había reconocido ni se había descri-
to adecuadamente en qué convergen esas líneas de la argumentación,
puesto que si éstas se siguen de manera sistemática y consecuente, se lle-
ga a la conclusión (si no estoy equivocado) de que debe rechazarse por
confuso el concepto de «inferencia deductiva», aceptado como impeca-
ble, sin vacilaciones, por numerosos filósofos recientes. La única o r i g i -
nalidad del libro estriba en mi intento de mostrar cómo se llega a seme-
jante conclusión. Si se considera fallido el ataque contra la «inferencia
deductiva», lo que queda del libro es una miscelánea de apHcaciones de
las ideas de otros a asuntos y conceptos lógicos.
Aparte de las referencias bibliográficas recogidas en el lugar corres-
pondiente o enumeradas al final de este volumen, soy consciente de ha-
ber contraído una deuda de tipo general con el profesor John W i s d o m :
sus clases en Cambridge en el curso 1946-47 llamaron mi atención so-
bre el problema de la «inferencia de tipo transversal», esto es, que pasa
de un tipo a otro; la tesis central del Capítulo V fue objeto de una discu-
sión mucho más detallada en sus «Conferencias Gifford» en la Universi-
dad de Aberdeen, que aunque pronunciadas hace siete años no han sido
todavía publicadas, desafortunadamente para todos nosotros. Quisiera
dejar constancia de la ayuda particular, fruto sobre todo de conversacio-
nes, del señor P. Alexander, del profesor K. E. M. Baier, del señor D. G.
Brown, del Dr. W. D. Falk, del profesor D. A. T. Gasking, del señor
P. Herbst, del profesor Gilbert Ryle y del profesor D. Taylor. En algunos
casos han tratado en vano de disuadirme sobre ciertos pasajes, por lo

13
PREFACIO

que yo solo soy responsable de los resultados, aunque es a ellos a quie-


nes corresponde el mérito por las ideas felices de las que me he apropia-
do y de las que he hecho uso aquí.
PREFACIO A LA EDICIÓN EN RUSTICA
Parte del material de estas páginas ha sido publicado previamente
bajo otras formas, en las revistas Mind y en los Proceedings y los Supple-
mentary Volumes de la Aristotelian Society. U n a gran parte del capítulo II
ha aparecido reimpreso en A. G. N. Flew, Essays in conceptual analysis
(Londres, 1956).
STEPHEN TOULMIN, Leeds, juuio de 1957. No se han realizado modificaciones en el texto de la edición original para
su publicación en rústica, pero me alegro de tener la oportunidad de de-
cir que, cinco años después de su publicación, todavía tengo la impre-
sión de que las cuestiones planteadas en el presente volumen siguen
siendo tan relevantes para los principales temas de la filosofía británica
como lo eran cuando escribí sobre ellas. La recepción que tuvo el argu-
mento central del libro por parte de la crítica sólo ha servido, de hecho,
para definir ante mis ojos con mayor nitidez el punto de mi tesis central,
esto es, el contraste entre los estándares y los valores del razonamiento
práctico (desarrollado con un ojo puesto en lo que llamo consideracio-
nes «sustanciales») y los criterios formales y abstractos basados en la ló-
gica matemática y una parte importante de la epistemología del siglo xx.
En realidad, el libro ha sido recibido de manera especialmente positiva
por aquellos cuyo interés en el razonamiento y la argumentación tiene
como punto de partida una dimensión práctica: los estudiosos de la j u -
risprudencia, las ciencias físicas y la psicología, entre otros. La cuestión
de si las implicaciones de mi argumentación en favor de una teoría de la
lógica y del anáfisis filosófico llegará a ser más aceptable con el paso del
tiempo queda aún por ver.
s. T., octubre de 1963.

14 15
INTRODUCCIÓN

Nuestra primera obligación es establecer el alcance de nues-


tra investigación y a qué ciencia pertenece.

ARISTÓTELES, Analítica priora, 24aio

El propósito de los estudios que contiene este libro es plantear proble-


mas, no solucionarlos; llamar la atención sobre un terreno de investiga-
ción, más que ofrecer un panorama completo sobre él, y provocar un
debate antes que servir como manual sistemático. Son en tres sentidos
«ensayos»: porque constituyen al mismo tiempo incursiones experi-
mentales en el campo sobre el que tratan; porque son ensayos o conside-
raciones de conceptos genéricos escogidos de una manera algo arbitra-
ria de un conjunto más amplio y, finalmente, porque son ballons d'essai,
globos sonda pensados para evitar que otros se prendan fuego. Por esta
razón, puede parecer que no hay continuidad entre ellos. Algunos temas
aparecerán repetidamente, se insistirá en ciertas distinciones centrales, y
por razones literarias se evitará que las expresiones de duda e incerteza
sean demasiado numerosas, a pesar de que nada de lo que sigue tiene la
pretensión de aparecer como definitivo: habré cumplido mi objetivo si
los resultados llaman a reflexión. Si además se encuentran provocado-
res, tanto mejor; en ese caso habrá esperanza de que del choque subsi-
guiente de opiniones surjan las soluciones adecuadas para los proble-
mas que aquí se plantean.
¿Cuál es la naturaleza de esos problemas? En un sentido, se trata de
problemas lógicos. No obstante, induciría a confusión afirmar que son p r o -
blemas de lógica, ya que la entera tradición sobre el tema haría que el lec-
tor esperara lo que no encontrará en estas páginas. Quizá habría que
describirlos mejor como problemas sobre lógica; son problemas que sur-
gen con especial fuerza no en el seno de la ciencia de la lógica, sino cuan-
do se dejan a un lado las complejidades técnicas de la materia y se inves-
tiga acerca de cómo afectan la ciencia y sus descubrimientos a lo que hay
fuera de ella: cómo se aplican éstos en la práctica y qué relaciones tienen

17
INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN

con los cánones y los métodos que se usan cuando, en la vida diaria, eva- quier preocupación práctica inmediata como lo pueda ser una rama de
luamos la validez, la fuerza y el carácter concluyente de los argumentos. la matemática pura. Aunque en todas las épocas de su historia ha h a b i -
¿Deben existir tales conexiones? Ciertamente el hombre de la calle do personas dispuestas a plantear de nuevo el tema de la aplicación de la
(o el que no es un estudioso de la materia) espera que las conclusiones lógica, algunas cuestiones vitales para entender esa aplicación apenas
de los lógicos tengan alguna aplicación en su quehacer, y las palabras han sido puestas sobre la mesa.
con que se abre el primer tratado sistemático sobre la materia parecen Si las cosas han ocurrido de esta manera es, como argumentaré, en
justificar estas expectativas. «Para empezar—afirma Aristóteles—, de- parte debido a una aspiración imphcita en las primeras palabras de
bemos decir sobre lo que trata esta investigación y a qué disciplina per- Aristóteles: esto es, que la lógica se convirtiera en una ciencia formal, en
tenece; esto es, que se relaciona con la apodeixis [es decir, el modo en episteme. La conveniencia de esta aspiración ha sido raramente puesta
que las conclusiones deben ser establecidas] y con la ciencia [episteme] en duda por los sucesores de Aristóteles, pero aquí podemos permitir-
de su establecimiento». En el siglo xx de nuestra era puede que sea po- nos hacerlo; para nosotros será una cuestión central considerar hasta
sible poner en duda esta relación, y algunos habrá acaso que pretendan qué punto se puede ciertamente esperar que la lógica sea una ciencia
que la «demostración lógica» era una cosa y el establecimiento de con- formal y sin embargo retenga la posibilidad de ser aplicada en la evalua-
clusiones en el transcurso normal de la vida, otra diferente. Pero cuan- ción crítica de argumentos reales. En la presente introducción, quiero
do Aristóteles pronunció las palabras que he citado, una actitud tal no sólo subrayar dos consecuencias que para la lógica se derivan de aquel
era posible. Para él, las cuestiones sobre la «apodeixis» eran simplemen- proyecto. Primero, se sustrae la atención del problema de la aplicación
te cuestiones sobre la demostración, la validez o la justificación—en el de la lógica. Segundo, se sustituyen las cuestiones que ese problema h u -
sentido cotidiano—de afirmaciones y conclusiones del tipo que cual- biera planteado por una serie alternativa, que resulta probablemente i n -
quiera puede realizar; incluso hoy, si dejamos a un lado los fascinantes soluble y que ciertamente ha demostrado no ser fructífera.
problemas de la lógica técnica, resulta importante plantear cuestiones ¿Cómo pudo ocurrir esto? Si se da por descontado que la lógica pue-
generales, filosóficas, sobre la evaluación práctica de los argumentos. de aspirar a ser una ciencia, entonces la única cuestión abierta que cabe
Ésta es la clase de cuestiones sobre las que tratan los presentes ensayos. discutir es qué clase de ciencia puede esperar llegar a ser. Sobre ello se
Y puede que sorprenda darse cuenta de lo poco que se ha progresado en pueden encontrar, en todas las épocas, diversidad de opiniones. Hay au-
entender las respuestas durante los siglos transcurridos desde el naci- tores para los que el modelo implícito parece ser la psicología: la lógica
miento, con Aristóteles, de la ciencia lógica. trata de las leyes del pensamiento, aunque quizá no de las generalizacio-
C o n todo, uno se puede preguntar, sin duda: ¿son justamente estos nes más simples sobre la manera en que podemos ver que la gente pien-
los problemas sobre los que debería ocuparse la lógica?, ¿no son estos los sa de hecho, ya que esto ocurre de formas muy distintas y no todas ellas
asuntos básicos de los que arranca la lógica y a los que debe volver ince- merecen igualmente la atención y el respeto del lógico. Pero de modo si-
santemente? No tengo el deseo ni el derecho de hablar sobre las obliga- milar al de un psicólogo que, con vistas a ciertos estudios, puede dejar a
ciones de los lógicos, sobre lo que deberían hacer o han estado hacien- un lado los comportamientos anormales, desviados de la mayoría, de un
do. De hecho, como se verá, la lógica ha tendido a lo largo de su historia carácter excepcional y etiquetarlos como «patológicos», el lógico (puede
a desarrollarse en una dirección que la ha apartado de estos aspectos, le- sugerirse) se ocupa del estudio de procesos de pensamiento apropiados,
jos de las cuestiones prácticas acerca del modo en que se pueden mane- racionales y normales, con intelectos que funcionan de manera sana,
jar y someter a crítica los argumentos en diferentes campos, acercándo- por así decirlo, en lugar de con mentes enfermas, y en consecuencia tie-
se en cambio a la consecución de una autonomía completa, en la que la ne el derecho de dejar al margen por irrelevante cualquier argumento
lógica se convierte en un estudio teórico por sí mismo, tan libre de cual- aberrante o patológico.

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INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN

Para otros, la lógica es consecuencia del desarrollo de la sociología aquellos que quieran argumentar correctamente: es el art de penser (el
más que de la psicología: el lógico no trata de los fenómenos de la men- arte de pensar), el ars conjectandi, no la sciencie de la pensée (la ciencia
te del ser humano individual, sino de los hábitos y prácticas desarrolla- del pensamiento) o scientia conjectionis. Desde este punto de vista, el
dos en el curso de la evolución social y transmitidos por padres y maes- modelo implícito para la lógica se convierte no en una ciencia explicati-
tros de una generación a otra. Dewey, por ejemplo, en su libro Logic: the va sino en una técnica y, en consecuencia, un libro de lógica equivale al
theory of enquiry, explica la naturaleza de los principios lógicos de la si- manual de un oficio: «Si desea mostrarse racional, he aquí las recetas
guiente forma: que deben seguirse».
Llegados a este punto, muchos se han rebelado. «Si consideramos
Cualquier hábito es una forma o manera de acción, un acto particular o un he- que la lógica se ocupa de la naturaleza de la reñexión, aquí es donde de-
cho. Cuando se formula, se convierte, en tanto en cuanto es aceptado, en una sembocamos: o convirtiendo las leyes de la lógica en psicológicas y sub-
regla o, de manera más general, en un principio o «ley» para la acción. No pue- jetivas o rebajándolas al nivel de una regla de tres. Antes que aceptar
de negarse que hay hábitos de inferencia y que éstos pueden ser formulados cualquiera de estas conclusiones, sería mejor que estuviéramos dispues-
como reglas o principios.
tos a abandonar el supuesto inicial». La lógica, insisten, es una ciencia y,
más concretamente, una ciencia objetiva. Sus leyes no son ni recomen-
En otras palabras, los hábitos de inferencia comienzan siendo mera- daciones ni generalizaciones provisionales, sino verdades establecidas, y
mente costumbre, pero a su debido tiempo se convierten en inevitables su materia no es «el razonamiento», sino algo diferente. La aspiración
y obligatorios. Una vez más, puede invocarse la distinción entre hábitos y legítima del lógico es, a sus ojos, la comprensión de una clase especial de
prácticas patológicas y normales. Cabe dentro de lo imaginable que mé- objetos denominados «relaciones lógicas» y su objetivo es formular el
todos precarios de argumentación hallen acomodo dentro de la socie- sistema de verdades que regulan las relaciones de este tipo. Las referen-
dad y sean transmitidos durante generaciones, de manera similar a lo cias al «razonamiento» deben ser puestas, tajantemente, a un lado, ya
que sucede con una deficiencia en la constitución corporal o un defec- que conducen sólo a sofisma y engaño: el modelo implícito al que aspi-
to en Irt psicología del individuo. De esa forma, puede sugerirse en este ra a convertirse esta lógica no debe ser entonces una ciencia explicativa
caso que también está justificado que el lógico se muestre selectivo en ni una técnica, sino la matemática pura. Este punto de vista ha consti-
sus estudios. El lógico no es simplemente un sociólogo del pensamien- tuido tanto la doctrina explícita de filósofos como Carnap como la prác-
to; es más bien un estudioso de los hábitos de inferencia apropiados y de tica de numerosos lógicos simbóücos contemporáneos, siguiéndose de
los cánones racionales de inferencia. ella de modo natural una concepción acerca de la naturaleza, el alcance
La necesidad de calificar cada una de estas teorías añadiendo tér- y la metodología de la lógica bastante diferente de aquella otra implíci-
minos como «adecuado» o «racional» ha llevado a algunos filósofos a ta en las restantes perspectivas mencionadas.
adoptar una perspectiva bastante diferente. Acaso, según apuntan, la fi- La controversia entre estas teorías ofrece muchos de los rasgos de un
nalidad de los lógicos debería ser, no formular generalizaciones sobre debate filosófico clásico, con el resultado habitual de que nunca tendrá
cómo piensan los pensadores, sino máximas recordando a los pensado- fin. En efecto, cada una de las teorías tiene aspectos atrayentes e igual-
res cómo deberían pensar. La lógica, argumentan, es como la medicina, mente carencias innegables. En primer lugar, nos encontramos con el
que no constituye únicamente una ciencia, sino que es también un arte. supuesto inicial, reconocido por Aristóteles, de que la lógica trata en
Su objetivo no es descubrir las leyes del razonamiento, entendiendo cierta manera acerca del modo en que las personas piensan, argumentan
«ley» en cualquier sentido científico del término, sino más bien las leyes y realizan inferencias. Sin embargo, transformar la lógica en una rama
o reglas de la argumentación, en el sentido de recomendaciones para de la psicología, incluso si se trata de la psicopatologia de la cognición.

20 21
INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN

la hace ciertamente demasiado subjetiva y la ata demasiado estrecha- pleta el proceso de inferencia. En una frase, inferir no siempre implica
mente a cuestiones relacionadas con los hábitos reales de inferencia de calcular, y los cánones de la argumentación correcta pueden ser igual-
la gente real. (Después de todo, no hay razón para que las palabras men- mente aphcados tanto si se han alcanzado las conclusiones por medio de
tales figuren en ningún caso de modo destacado en los libros de lógica un cálculo o por un mero salto mental. Efectivamente, la lógica trata no
más importantes, pues se puede tratar de los argumentos y las inferen- de la manera en que inferimos ni sobre cuestiones de técnica: su objeti-
cias en términos de las proposiciones afirmadas y de los hechos aduci- vo principal es de tipo retrospectivo y justificatorio, pues trata de los ar-
dos en su apoyo, sin tener que referirse de ninguna manera a las perso- gumentos que pueden esgrimirse a posteriori con el fin de apoyar nues-
nas en concreto que realizan las afirmaciones o aducen los hechos.) En tra pretensión de que las conclusiones a las que hemos llegado son
segundo lugar, la aproximación sociológica tiene sus méritos: la lógica conclusiones aceptables porque pueden justificarse.
de una ciencia tal como la física, por ejemplo, difícilmente podrá ser de- Es en este punto donde entra en escena el lógico matemático, que
batida si no se tiene en cuenta la estructura de los argumentos emplea- puede afirmar que, dado que un argumento está hecho de proposicio-
dos por quienes practican habitualmente tal ciencia—esto es, la forma nes y el objeto de estudio del lógico son las relaciones formales entre
habitual de los argumentos de los físicos—y ello otorga cierta plausibi- proposiciones, preguntarse si un argumento es válido o no es pregun-
lidad a las observaciones de Dewey sobre el modo en que las inferencias tarse si presenta la forma correcta, y como mejor se estudia la forma es
habituales pueden llegar a ser forzosas. No obstante, de nuevo no puede de un modo conscientemente matemático. Por tanto, debemos arrinco-
ser sólo la costumbre lo que dé validez y respaldo a la forma de un argu- nar cualquier referencia al pensar y a la racionalidad y a todo lo demás,
mento, o el lógico habría de aguardar para realizar su tarea a los resulta- colocando en primer plano el verdadero objeto de estudio de la lógica:
dos de la investigación de los antropólogos. las relaciones formales entre diferentes tipos de proposiciones... Pero es
La perspectiva opuesta, que ve la lógica como una técnica y sus p r i n - aquí donde intervenimos nosotros, pues a la vista está la paradoja que
cipios como las reglas de un oficio, resulta también atractiva en ciertos sigue. Difícilmente podremos arrinconar todas las referencias al pensar
aspectos. Los métodos de cálculo que aprendemos en la escuela nos sir- sin que la lógica pierda su aphcación práctica original: si este es el pre-
ven como mecanismos de inferencia, y los cálculos pueden sin duda ser cio de convertir la lógica en matemáticas, nos veremos forzados a en-
sujetos a un estudio y a una crítica lógicos. De nuevo, si se pregunta por frentarnos al problema, legítimo desde el punto de vista kantiano, de si
qué los principios de la lógica se aplican a la realidad, es útil recordar es posible en todo caso la lógica matemática.
que «no es tanto el mundo el que es lógico o ilógico, sino las personas. La pregunta de qué clase de ciencia es la lógica nos lleva a un calle-
La conformidad con la lógica es un mérito en las argumentaciones y en jón sin salida. Por consiguiente, no podemos permitirnos dedicarnos a
quienes argumentan, no la señal de una completa docilidad en las cosas esta cuestión al inicio mismo de nuestro estudio, sino que debemos de-
sobre las que se argumenta, de modo que la cuestión de por qué la lógi- jarla al margen para retomarla más adelante. Para nuestro propósito,
ca se aplica en el mundo, en realidad no se plantea como tal». C o n todo, por suerte, podemos hacerlo justificadamente. La cuestión planteada
la idea de que inferir es un tipo de proceso que debe ejecutarse de acuer- versaba sobre la teoría lógica, mientras que el punto de partida de nues-
do a unas reglas y que los principios de la lógica desempeñan la parte tros estudios será la práctica de la lógica. De manera que comencemos
correspondiente a esas reglas, conduce a su vez a sus propias paradojas. por intentar caracterizar los conceptos principales que se emplean en
A menudo sacamos conclusiones en un instante, sin pasar por ninguna la práctica de la lógica. Hecho esto, será el momento de volver a la cues-
de las fases intermedias esenciales en un proceso gobernado por reglas: tión previa para preguntarnos en qué podría consistir una lógica teóri-
no se evalúan los riesgos, no se tienen en mente las reglas ni se siguen es- ca, qué tipo de teoría puede construirse para que tenga el tipo de aplica-
crupulosamente, no se Uega triunfalmente al final del camino ni se com- ción requerido.

22 23
INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN

Será necesario adoptar otra precaución. Al abordar los problemas mites por medio de los cuales las demandas se presentan ante la ley, se
principales que nos interesan sobre la evaluación de los argumentos, debaten y se determinan, así como las categorías en que esto se lleva a
merece la pena limpiar nuestra mente de ideas derivadas de la teoría cabo. Nuestra propia investigación es paralela: nuestra finalidad es, aná-
lógica existente para poder examinar directamente cuáles son las cate- logamente, caracterizar lo que podría llamarse «el proceso racional», los
gorías bajo las que expresamos realmente nuestras afirmaciones y qué trámites y categorías que se emplean para que las afirmaciones en gene-
significan realmente para nosotros. Esta es la razón por la que en el p r i - ral puedan ser objeto de argumentación y el acuerdo final sea posible.
mero de los estudios que siguen he evitado deliberadamente términos En realidad, podemos preguntarnos si estamos siquiera ante una
como «lógica», «lógico», «necesariamente lógico», «deductivo» y «de- analogía. Hemos visto cuan estrecho es el paralelismo que puede d i b u -
mostrativo». Todos estos términos llevan consigo una carga de asocia- jarse entre ambas discipHnas, hasta el punto de que el término «analo-
ciones en la teoría lógica que pueden prejuzgar uno de los fines primor- gía» resulta demasiado vago y el de «metáfora» induce a confusión. Más
diales de nuestra investigación: comprobar cómo—si es que es así—el aún, los procesos judiciales son sólo una clase especial de debates racio-
análisis de la lógica teórica está vinculado al asunto de la crítica racional. nales en los que los procedimientos y reglas de la argumentación se han
Porque supongamos que esté probado que ha habido una divergencia fosilizado al convertirse en instituciones. Ciertamente, no choca que un
sistemática entre las nociones fiandamentales de la teoría lógica y las ca- profesor de derecho aborde, como problemas propios de su especiali-
tegorías operativas en nuestra evaluación práctica de los argumentos. dad, cuestiones que resultan familiares en los tratados sobre lógica
Tendríamos entonces razones para lamentar el habernos comprometido —cuestiones, por ejemplo sobre la causación—; además, a Aristóteles,
con el uso de términos connotados en la teoría, pues nos encontraría- como ateniense, el trecho que va de la argumentación ante un tribunal
mos ante paradojas que de otra forma habríamos podido evitar. a la argumentación en el liceo o el agora le habría parecido todavía me-

Un último punto preliminar: para romper el poder de viejos mode- nor de lo que nos parece a nosotros.

los y analogías, podemos hacernos con unos nuevos. La lógica trata de la Hay una virtud especialmente destacada en el paralelo entre lógica y
corrección de los enunciados construidos—acerca de la sohdez de los jurisprudencia, que contribuye a mantener en el centro del cuadro la
cimientos que elaboramos para apoyarlos, acerca de la firmeza del res- función crítica de la razón. Puede que las reglas de la lógica no consistan
paldo que somos capaces de darles—^o, modificando la metáfora, del en recomendaciones, pero así y todo se aplican a los hombres y sus ar-
tipo de caso que presentamos en defensa de nuestras afirmaciones. La gumentos, no de la manera que lo hacen las leyes de la psicología o las
analogía jurídica implicada en esta úkima manera de presentar este máximas de un método, sino como estándares de éxito que miden si se
punto podría ser, por una vez, de verdadera ayuda. Así pues, dejémonos ha logrado el objetivo propuesto, que un hombre al argumentar puede
de psicología, sociología, tecnología y matemáticas; pasemos por alto los haber alcanzado o no, y a partir de los cuales se pueden juzgar sus argu-
ecos de ingeniería estructural y de collage en los vocablos «cimientos» y mentos. Un argumento sófido, una afirmación bien fundamentada y fir-
«respaldo», y tomemos como modelo propio la disciplina de la juris- memente respaldada, es el que resiste la crítica, aquel para el que se pue-
prudencia. La lógica, podríamos decir, es una-jurisprudencia generafiza- de presentar un caso que se aproxima al nivel requerido, si es que ha de
da. Los argumentos pueden compararse con las demandas judiciales, y merecer un veredicto favorable. Cuántos términos legales encuentran
las afirmaciones que se realizan y argumentan en contextos extra-lega- aquí su extensión natural. Surge incluso la tentación de añadir que las
les, con afirmaciones hechas ante los tribunales, mientras que los casos pretensiones extra-judiciales deben ser justificadas no ante los jueces de
presenlados para apoyar cada tipo de afirmación pueden ser compara- Su Majestad, sino ante el «Tribunal de la Razón».
dos entre sí. U n a de las tareas capitales de la jurisprudencia es caracteri- Por consiguiente, en los estudios que siguen a continuación, la na-
zar los elementos esenciales del proceso legal: los procedimientos o trá- turaleza del proceso racional será objeto de discusión teniendo en hien-

24 25
INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN

te la «analogía jurídica»: nuestro tema será la prudentia, no simplemen- metría. En el campo de la jurisprudencia, la sugerencia de que el obje-
te del tus, sino de manera más general de la ratio. Los dos primeros ca- tivo debería ser producir teorías que tengan la estructura formal de las
pítulos son, en parte, preparatorios para el tercero, puesto que es en ese matemáticas nunca ha gozado de aceptación, y resulta que se puede ob-
capítulo donde se exponen los resultados cruciales de esta investigación. jetar también contra la idea de refundir la totalidad de la teoría lógica en
En el primer capítulo, el tema principal es la variedad de afirmaciones y forma matemática. El quinto capítulo describe algunas de las consecuen-
argumentos que se pueden realizar; la cuestión de la que se trata es cias de mayor alcance de la desviación existente entre las categorías de la
cómo cambian y no cambian la forma y la estructura del argumento al lógica empleada normalmente y el análisis que realizan de ellas los filó-
pasar de un tipo de enunciado a otro o al moverse entre argumentos sofos; en particular, se centra en sus efectos para la teoría del conoci-
pertenecientes a campos diferentes: la principal innovación aquí es la miento. Aquí, como en la lógica, se ha otorgado un lugar privilegiado a
distinción entre la «fuerza» de los términos de la evaluación lógica y las los argumentos respaldados por implicaciones: siempre que se ha visto
«razones» o «criterios» para su uso, una distinción que será retomada que las pretensiones de conocimiento estaban basadas en pruebas que
más adelante. El segundo capítulo es un estudio de la noción de proba- no implicaban analíticamente la corrección de la afirmación, se ha teni-
bilidad, que sirve en estas páginas como investigación piloto, introdu- do la impresión de que existía una «laguna lógica» que el filósofo debía
ciéndonos en una serie de ideas y distinciones que pueden arrojar luz superar o conjurar de alguna manera. C o m o resultado, ha surgido todo
sobre las categorías de la evaluación racional. un abanico de problemas epistemológicos alrededor de las tesis científi-
C o n el tercer capítulo, se llega a la cuestión central de cómo exponer cas, éticas, estéticas y teológicas. Una vez, sin embargo, que nos damos
y analizar los argumentos con el fin de que nuestras valoraciones sean cuenta de dónde están las causas de la divergencia entre la lógica que se
lógicamente transparentes; es decir, con el fin de dejar claras las funcio- emplea normalmente y la teoría lógica, hay que poner en entredicho si
nes de las diversas proposiciones aducidas en el transcurso de una argu- esos problemas deberían, en todo caso, haberse planteado. Estamos ten-
mentación, así como la relevancia de los diferentes tipos de críticas que tados de ver deficiencias en esas tesis sólo porque las comparamos con
pueden hacerse en contra. La forma de análisis a la que se ha llegado es un ideal filosófico que resulta irrealizable por la propia naturaleza de los
significativamente más compleja de la que los lógicos emplean habitual- casos. La verdadera tarea de la epistemología sería, no superar estas de-
mente, y nos obliga a establecer una serie de distinciones para las que no ficiencias imaginarias, sino descubrir qué virtudes reales pueden espe-
hay lugar en un análisis normal; en el pasado se han mezclado demasia- rar lograr desde un punto de vista realista los científicos, los moralistas,
das cosas—según señalaré—bajo el nombre de «premisa mayor» y, al d i - los críticos de arte o los teólogos.
vidir los argumentos únicamente entre «deductivos» e «inductivos», se La existencia de ese «doble estándar», de esa divergencia entre las
ha confiado en una sola distinción para marcar por lo menos cuatro dis- preguntas que se hace el filósofo ante el mundo y las del hombre co-
tinciones diferentes. Al distinguir entre éstas, comienza a parecer como rriente, es, desde luego, un lugar común. Nadie lo ha expresado mejor
si la lógica formal efectivamente hubiera perdido de vista su aplicación que David H u m e , quien supo ver ambos modos de razonamiento en
y como si se hubiera desarrollado una divergencia sistemática entre las una única y misma persona; es decir, en él mismo. Usualmente, la diver-
categorías de la práctica lógica y el análisis que han recibido en los ma- gencia ha sido tratada como un motivo de orgullo o, en todo caso, algo
nuales y tratados lógicos. que debía tolerarse; como una marca (en el mejor de los casos) de la pe-
Los orígenes filosóficos de esta divergencia y sus implicaciones para netración y profundidad superiores en el pensamiento de los filósofos o
la lógica y la epistemología son el tema de estudio de los dos capítulos fi- (en el peor de los casos) como el resultado de una disculpable pecufiari-
nales. En el cuarto capítulo, se trazan los orígenes de esa divergencia en dad psicológica. Parece casi mezquino sugerir por mi parte que pudiera
el ideal aristotélico de la lógica como ciencia formal comparable a la geo- ser, de hecho, nada más que la consecuencia de una clara falacia, del fra-

26 27
INTRODUCCIÓN

caso que supone extraer de la propia teorización lógica todas las distin-
ciones que las exigencias de la práctica legal requieren.
Los estudios que siguen son, como ya he dicho, sólo ensayos. Para
1
que nuestro análisis de los argumentos llegara a ser verdaderamente C A M P O S DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS M O D A L E S
efectivo y apegado a la vida real, necesitaría, muy probablemente, hacer
uso de nociones y distinciones a las que ni siquiera se alude aquí. Pero
estoy seguro de algo: de que al tratar la lógica como una suerte de juris- Sobrecargo del paquebote que cruza el Canal de la Mancha: «No
prudencia generalizada y al examinar las ideas confrontándolas con la puede ponerse enfermo aquí, señor». Pasajero aquejado de ma-
práctica real de la evaluación de los argumentos y no con un ideal filo- reo: «¿Ah sí?, ¿no puedo?» (y vomita).
sófico, podremos finalmente construir un cuadro muy diferente del tra- Punch
dicional. A lo máximo que aspiro es a que alguna de las piezas cuya fi-
gura he dibujado aquí conserve un lugar en el mosaico cuando esté
Quien formula una aseveración está formulando una pretensión: re-
completado.
clama nuestra atención o que le creamos. A diferencia de quien habla
frivolamente, en broma o sólo de manera hipotética (bajo la rúbrica
«supongamos que...»), de quien desempeña un papel o habla única-
mente para impresionar, o de quien compone inscripciones lapidarias
(en las que, como observa el Dr. Johnson, «no se está bajo juramento»),
quien asevera algo quiere que lo que dice se tome en serio; y si su enun-
ciado es tomado como una afirmación, así sucederá. Cuan en serio será
tomado depende, por supuesto, de muchas circunstancias: del tipo de
persona que sea, por ejemplo, y de la confianza general que despierte. Se
confía en las palabras de algunos hombres sólo por la reputación de que
disfruten como hombres prudentes, de buen juicio y veraces. Sin e m -
bargo, eso no significa que la cuestión del derecho que tienen a gozar de
nuestra confianza no pueda surgir en el caso de todas sus aseveraciones:
significa sólo que estamos seguros de que se probará que cualquier afir-
mación que hagan sopesada y seriamente tendrá un caso sóUdo detrás
de ella y que merece nuestra atención por mérito propio, que tiene de-
recho a ello.
La pretensión implícita en una aseveración es como la pretensión o
reivindicación de un derecho o un título. C o m o ocurre con la reivindi-
cación de un derecho, aunque pueda darse el caso de que se conceda sin
discusión alguna, su valor depende de los méritos de los argumentos
que puedan aducirse en su apoyo. Cualquiera que sea la naturaleza de
esa aseveración en concreto—tanto si es un meteorólogo que predice
lluvia para mañana, un trabajador lesionado que alega negligencia p o r

28 29
LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N CAMPOS DE A R G U M E N T A C I Ó N Y T É R M I N O S MODALES

parte de quien le contrató, un historiador que defiende el carácter del tos justificatorios. Tal variedad plantea el principal problema que debe-
emperador Tiberio, un médico que diagnostica un sarampión o un crí- mos considerar en este capítulo. Se trata del problema de decidir en qué
tico de arte que elogia la pintura de Piero della Francesca—, en todos los aspectos y de qué modos se puede prever que también varíe la manera
casos se puede poner en entredicho la afirmación y exigir que nuestra en que evaluamos los argumentos; en otras palabras, la pregunta será
atención se centre en los aspectos básicos (fundamento o razones en los qué elementos del procedimiento de evaluación se verán afectados a
que se apoya, datos, hechos, pruebas, consideraciones, componentes) de medida que pasemos de considerar un paso de un tipo a considerar otro
los que depende el valor de la afirmación. Esto es, podemos exigir un ar- de un tipo diferente, y qué elementos permanecerán idénticos indepen-
gumento; y la reclamación ha de ser atendida sólo si el argumento que dientemente de la clase de etapa del razonamiento que estemos conside-
puede producirse en su apoyo muestra estar a la altura del nivel exigido. rando.
A h o r a bien, los argumentos se elaboran con propósitos diversos. No Permítaseme indicar de manera más precisa cómo surge el proble-
todos los argumentos se esgrimen para la defensa formal de una afirma- ma. Unos cuantos ejemplos servirán para mostrarlo. Las conclusiones a
ción categórica. Sin embargo, este tipo particular de argumentos recibi- las que llegamos, las aseveraciones que hacemos, serán de tipos distintos
rá la mayor parte de nuestra atención en los presentes capítulos: nuestro según la naturaleza del problema sobre el que estemos pronunciando
interés se centrará en los argumentos justificatorios utilizados para apo- nuestro juicio. La cuestión podría ser quién será seleccionado en el equi-
yar afirmaciones, en las estructuras que pueden tener, en el valor que po americano para jugar la Copa Davis contra Australia, si se halló c u l -
pueden reivindicar para sí y en el modo en que nos enfrentamos a ellos pable de modo justo a Crippen de la muerte de su esposa, si el pintor Pie-
al clasificarlos, nos formamos un juicio sobre ellos y los criticamos. Creo ro della Francesca realmente merece las alabanzas de sir Kenneth Clark,
que se puede argumentar que ésta es, de hecho, la función primaria de si la teoría de la super-conductividad del profesor Fröhlich es en verdad
los argumentos y que el resto de los usos, las restantes funciones que satisfactoria, cuándo tendrá lugar el próximo eclipse de luna o la natura-
cumplen los argumentos, son en cierto sentido secundarios y respecto al leza exacta de la relación entre los ángulos rectos de un triángulo equilá-
uso justificatorio primario son parasitarios. C o n todo, no resulta i m - tero. En todos los casos podemos aventurar una opinión, manifestándo-
portante para el presente estudio justificar esta tesis. Nos basta con que nos a favor de Budge Patty o contra la condena de Crippen, escépticos
la función de la argumentación en el asunto referente a la elaboración de frente a las afirmaciones de sir Kenneth Clark o provisionalmente prepa-
afirmaciones sólidas es interesante y significativa, y sobre ella merece la rados para aceptar la teoría de Fröhlich, podemos mencionar seguros de
pena aclarar nuestras ideas. nosotros mismos una fecha y una hora concretos para el eclipse o jugar-
Imaginemos, por tanto, que alguien ha realizado una aseveración y nos nuestra reputación a propósito del teorema de Pitágoras. En todos
que el respaldo que ha expuesto en su apoyo ha sido puesto en entredi- los casos nos habremos arriesgado, pues alguien nos puede preguntar de
cho. La pregunta entonces es: ¿cómo puede elaborar un argumento en repente «¿en qué te basas para ello?», y confrontada nuestra autoridad
defensa de la aseveración original?, ¿cuáles son los modos o la crítica y la de este modo, de nosotros depende el presentar los datos, hechos o cual-
evaluación apropiados para considerar los méritos del argumento que quier otro respaldo en nuestro apoyo que consideremos relevante y sufi-
está presentando? Si se plantea esta pregunta de forma completamente ciente para hacer buena nuestra afirmación inicial.
general, hay algo que saltará enseguida a la vista: la gran variedad de ase- De nuevo, depende de la naturaleza del caso precisamente qué tipo
veraciones para las que se puede elaborar un respaldo, la abundancia de de hechos apuntemos y qué tipo de argumento elaboremos: el estado de
diferentes tipos de cosas que se pueden aducir para respaldar las aseve- forma física reciente de los jugadores americanos de tenis más destaca-
raciones y, en consecuencia, la diversidad de pasos, desde los datos a las dos, las pruebas aducidas ante el tribunal en el juicio de Crippen y lo
conclusiones, que pueden surgir en el curso del empleo de los argumen- que haya sucedido en él, los rasgos característicos de la pintura de Piero

30 31
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE A R G U M E N T A C I Ó N Y TÉRMINOS MODALES

y la importancia que Clark les otorgue en su evaluación del pintor, los nones o estándares de argumentación para realizar su crítica? ¿Poseen el
hallazgos de los experimentos sobre super-conductividad y la distancia mismo tipo de méritos o son diferentes? ¿Y en qué aspectos podemos
entre esos descubrimientos y las predicciones de la teoría de Fröhlich, buscar uno solo y el mismo tipo de valor en argumentos de todas esas
las posiciones presente y pasada de la tierra, la luna y el sol o (como i n - clases?
formación de segunda mano) los datos impresos en el almanaque náu- Por mor de la brevedad, será conveniente introducir un término téc-
tico o, finalmente, los axiomas de Euclides y los teoremas cuya demos- nico; permítaseme hablar, por tanto, del campo de la argumentación. Se
tración se halla en la primera parte de su sistema antes de que se dice que dos argumentos pertenecen al mismo campo cuando los datos
planteara el teorema de Pitágoras. La exposición de nuestras aseveracio- y las conclusiones en ambos argumentos son, respectivamente, del m i s -
nes y la exposición de los hechos aducidos en su apoyo son, como diría mo tipo lógico; se dice que proceden de campos diferentes cuando el
un filósofo, de muchos «tipos lógicos» diferentes: informes de sucesos fundamento (respaldo) o las conclusiones en ambos argumentos no son
presentes y pasados, predicciones sobre el futuro, veredictos de culpabi- del mismo tipo lógico. Las pruebas de Los elementos de Euclides, por
Hdad, elogios artísticos, axiomas geométricos, etc. Los argumentos que ejemplo, pertenecen a un campo; los cálculos ejecutados para preparar
se esgrimen y los pasos que se dan en ellos serán análogamente diversos: un número del almanaque náutico pertenecen a otro. El argumento
dependiendo de los tipos lógicos de los hechos aducidos y las conclusio- «Harry no es moreno, porque sé de hecho que es pehrrojo» pertenece a
nes extraídas de ellos, los pasos que adoptaremos—las transiciones de un tercer campo, bastante específico, aunque se puede quizá poner en
tipo lógico—serán también diferentes. Los pasos que hay que dar desde duda si realmente es un argumento o más bien una contraafirmación. El
la información que poseemos sobre el estado de forma física de los te- argumento «Petersen es sueco, de modo que presumiblemente no es ca-
nistas hasta que predecimos cuáles serán los miembros de la selección tólico romano» pertenece a un cuarto campo; el argumento «Este fe-
(hasta que realizamos la afirmación de que tal jugador merece formar nómeno no puede ser explicado enteramente basándose en mi teoría,
parte de la selección) es una cosa, el paso de los datos sobre las pistas porque la divergencia entre sus observaciones y mis predicciones son
acerca de la culpabilidad de la parte acusada en un caso de asesinato es significativas desde el punto de vista estadístico» pertenece a otro dife-
otra, el que hay que dar desde los rasgos técnicos de los cuadros pinta- rente; el argumento «Esta criatura es una ballena y en consecuencia es
dos por un artista a los méritos que le otorgamos es una tercera, aquel (desde el punto de vista taxonómico) un mamífero» pertenece a un sex-
que va de los datos del laboratorio y los cálculos en una butaca a la acep- to; y el argumento «El defendido conducía a 75 km por hora en un área
tabilidad de una teoría científica en particular es todavía otra diferente, urbana; por consiguiente ha cometido un delito contra el código de cir-
y así podríamos seguir indefinididamente. Los argumentos justificato- culación» procede de un séptimo campo, también distinto. Los proble-
rios pueden ser de muchas clases diferentes, de modo que enseguida mas que han de debatirse a propósito de estas indagaciones son aquellos
surge la cuestión de hasta qué punto pueden ser valorados por el mismo a los que hemos de enfrentarnos cuando tratamos de conciliar las dife-
procedimiento, en la misma clase de términos y apelando al mismo tipo rencias entre los diversos campos de argumentación ilustrados aquí.
de estándares. El primer problema que hemos propuesto puede ser reformulado
Este es el problema general del que nos ocuparemos en el primer ca- en la pregunta «¿qué elementos relacionados con la forma y el valor de
pítulo. ¿Hasta qué punto los argumentos justificatorios adoptan una nuestros argumentos son invariables respecto al campo y cuáles depen-
sola y la misma forma o apelan a una misma serie de estándares en to- den del campo?». ¿Qué elementos relacionados con los modos en los
dos los diversos tipos de casos que tendremos ocasión de considerar? Y que evaluamos los argumentos, los estándares por referencia a los cua-
en consecuencia, ¿hasta qué punto, cuando evaluamos los méritos de es- les los valoramos y la manera en que sacamos conclusiones sobre ellos
tos argumentos diferentes, podemos basarnos en el mismo tipo de cá- son idénticos con independencia del campo (son invariables respecto al

32 33
LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

campo) y cuáles de ellos varían cuando pasamos de los argumentos de disposición legal; casos civiles, en los que alguien reclama a otro daños
un campo a argumentos de otro (son dependientes del campo)? ¿Hasta en concepto de compensación por algún perjuicio recibido (por una le-
qué punto, por ejemplo, se pueden comparar los estándares de una ar- sión, por difamación o por algún motivo similar); hay casos en los que
gumentación relevantes en un tribunal de justicia con aquellos otros re- una persona solicita una declaración de sus derechos o estado legal, p o r
levantes cuando se juzga un trabajo para los Proceedings of the Royal So- ejemplo de su legitimidad o de su derecho a un título nobiliario; casos
ciety o con los que resultan relevantes en una prueba matemática o en la en los que alguien pide al tribunal un mandamiento judicial que i m p i -
predicción sobre los componentes de un equipo de tenis? da a otra persona hacer algo que podría perjudicar sus intereses. Cargos
Debe añadirse, por si acaso, de manera inmediata que no se trata de criminales, demandas civiles, peticiones de pronunciamientos de de-
comparar el grado de rigor entre los estándares que empleamos al criti- rechos o mandamientos judiciales: claramente las maneras en que se
car los argumentos en campos diferentes, sino de ver hasta qué punto argumenta en favor de ciertas conclusiones legales, en esos u otros
hay estándares comunes aplicables en la crítica de argumentos proce- contextos, variarán sustancialmente. Por tanto, es posible preguntarse
dentes de campos diferentes. De hecho, puede que merezca la pena acerca de los casos legales, como sucede con los argumentos en general,
plantearse si es que se puede comparar el rigor relativo entre argumen- hasta qué punto su forma y los criterios relevantes para acometer su crí-
tos procedentes de campos diferentes. Dentro de un campo de argu- tica son invariables—^y ello es aplicable a los casos de todo tipo—y has-
mentación, pueden ciertamente surgir cuestiones relativas acerca del r i - ta qué punto dependen del tipo de caso de que se trate.
gor o la laxitud de los argumentos. Podemos, por ejemplo, comparar el Hay una distinción, preliminar, que resulta bastante evidente. El ca-
nivel de rigor reconocido por matemáticos puros en diferentes etapas de rácter de las pruebas relevantes será, naturalmente, muy variable según
la historia: por N e w t o n , Euler, Gauss o Weierstrass. Algo distinto es, los diferentes tipos de caso. Cada caso requerirá apelar a pruebas de d i -
de otro lado, qué sentido tiene comparar el rigor matemático de Gauss versos tipos. Así, establecer que ha existido neghgencia en un caso civil
o Weierstrass con el rigor jurídico del presidente del Tribunal Supremo es algo muy distinto de probar intencionalidad en un caso de asesinato
Goddard, un asunto cuya consideración debemos posponer. o demostrar la legitimidad de un nacimiento. Por otro lado, habrá, den-
tro de un límite, ciertas similitudes generales entre el orden de los pro-
cedimientos o trámites adoptados en el enjuiciamiento de los diferentes
LAS FASES D E U N A R G U M E N T O casos, incluso cuando éstos estén relacionados con asuntos muy diver-
sos. Se pueden reconocer, a grandes rasgos, ciertas fases comunes en los
¿Qué rasgos de los argumentos deberíamos esperar que fueran invaria- procedimientos establecidos para muchas clases de casos legales: civiles,
bles respecto al campo y cuáles dependerán de él? Podemos hallar algu- criminales o del tipo que sea. Primero hay una etapa inicial en la que se
nos indicios explorando el paralelo entre un proceso judicial, en el que formula con claridad el cargo o demanda, una fase subsiguiente duran-
se resuelven las cuestiones suscitadas ante un tribunal de justicia, y el te la cual se presentan las pruebas o se proporciona el testimonio en
proceso racional, en el que los argumentos se elaboran y se manifiestan apoyo del cargo o demanda, lo que conduce a la etapa final, cuando se
en apoyo de una afirmación inicial. Efectivamente, también en el m u n - otorga un veredicto y se pronuncia la sentencia u otro acto judicial de-
do legal hay casos de muchas clases diferentes y es lícito plantear la cues- rivado del veredicto. Puede haber variaciones de detalle dentro de este
tión de hasta qué punto tanto las formalidades del proceso judicial guión general, pero el esquema será el mismo en la mayoría de los casos.
como los cánones de la argumentación legal son idénticos, con inde- De igual modo, habrá determinados aspectos comunes que nos permi-
pendiencia de la naturaleza del caso. Hay casos criminales, en los que tan evaluar o juzgar, cuando menos, la forma en que se han conducido
una persona se enfrenta a cargos por infringir el derecho común o una asuntos judiciales muy diversos. Por tomar una posibilidad extrema a

34 35
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

guisa de ejemplo, cualquier caso en que la sentencia sea pronunciada quier caso, nos centraremos no en el modo en que se llega a una c o n c l u -
antes de que el veredicto haya sido formulado será susceptible de obje- sión, sino en su subsiguiente establecimiento gracias a la elaboración de
ción simplemente por vicios de procedimiento. un argumento que la respalde. Nuestra tarea inmediata es caracterizar
Si retornamos del proceso judicial al racional, es posible dibujar una las etapas de acuerdo con las cuales se crea un argumento justificatorio
distinción igualmente amplia. Pueden reconocerse ciertas simihtudes con el fin de comprobar hasta qué punto esas etapas se hallan igual-
básicas de guión y de procedimientos no sólo entre los argumentos le- mente en el caso de argumentos procedentes de una gran variedad de
gales, sino también entre los argumentos justificatorios en general, no campos.
importa cuan amplia sea la distancia entre los campos de la argumenta- Para caracterizar las etapas a las que nos referimos, conviene que las
ción, la relevancia y naturaleza de las pruebas o su peso. Si se presta relacionemos con el uso de ciertos términos importantes, que siempre
atención al orden natural en que manifestamos la justificación de una han resultado de interés para los filósofos y que han llegado a ser cono-
conclusión, se halla una serie de fases distintas. Para empezar, se ha de cidos como términos o calificadores modales: el presente capítulo c o n -
presentar el problema. Lo cual como mejor puede hacerse es plantean- sistirá en buena medida en un estudio de su empleo práctico. Estos tér-
do una pregunta clara; incluso si, como sucede muy frecuentemente, minos—«posible», «necesario» y otros por el estilo—se comprenden
nos limitamos a apuntar sólo la naturaleza de nuestra confusa búsque- mejor, según argumentaré, examinando las funciones que desempeñan
da de modo interrogativo: «¿Cuándo tendrá lugar el próximo eclipse de cuando exponemos un argumento. Por comenzar por el principio: cuan-
luna?», «¿quién jugará el partido de dobles en el equipo americano en el do nos enfrentamos a cualquier tipo de problema, hay una etapa inicial
próximo torneo de la Copa Davis?», «¿había suficiente base legal para en la que nos vemos obligados a admitir que debe ser considerado un
condenar a Crippen?». En estos casos se pueden formular preguntas su- número de diferentes propuestas. En esta primera etapa, todas ellas de-
ficientemente claras. No obstante, es posible que en otros casos todos ben ser admitidas como candidatas posibles para alcanzar el título de
nosotros nos limitemos a preguntar, de manera menos coherente, «¿qué «solución» y para señalar este hecho, decimos de cada una de ellas que
debemos pensar de la evaluación de sir Kenneth Clark de Piero?» o «Podría (o puede) ser el caso que...». En esta etapa, el término «posi-
«¿cómo podemos entender el fenómeno de la super-conductividad a bilidad», se encuentra como en casa, junto con los verbos, adjetivos y
temperaturas extremadamente bajas?». adverbios asociados a este significado: hablar de una propuesta en c o n -
Supongamos ahora que tenemos una opinión sobre uno de estos creto como una posibilidad es admitir que tiene el derecho a ser consi-
problemas y que queremos mostrar que es una opinión justa. El caso derada.
que presentamos en defensa de nuestra solución particular se presenta- Incluso en esta temprana etapa, diversas propuestas pueden recla-
rá normalmente en una serie de etapas. Éstas, debe recordarse, no se co- mar nuestra atención con mayor o menor fuerza; como se suele decir,
rresponden necesariamente a las etapas del proceso por el que de hecho las posibilidades son más o menos serias. A u n así, contemplar algo como
hemos alcanzado la conclusión que en ese momento estamos tratando una posibihdad supone, entre otras cosas, estar dispuesto a invertir cier-
de justificar. En general, en los presentes capítulos no nos ocupare- to tiempo en los datos o pruebas disponibles o el respaldo que puede
mos del modo en que de hecho alcanzamos las conclusiones o de los aducirse en su favor o en su contra. Cuanto más en serio se contemple
métodos que permitirían mejorar nuestra eficacia para extraerlas. Pue- una posibilidad, más tiempo y reflexión habrá que dedicar a esas consi-
de ocurrir que un problema sea objeto de cálculo, que las etapas en el ar- deraciones; en el caso de posibilidades más remotas, menor tiempo y re-
gumento que se presenta para jusüficar nuestra conclusión coincidan flexión serán suficientes. La primera etapa después de la formulación
con aquellas que hemos atravesado para llegar hasta dar con la respues- del problema consistirá, por tanto, en establecer las posibles soluciones,
ta, pero en general será raro que esto suceda. En este estudio, en cual- las propuestas que reclaman nuestra atención o, en cualquier caso, las

36 37
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

posibilidades más serias, que reclaman nuestra atención con mayor ur- tarle atención a su debido tiempo: calificar algo de «posible» y luego i g -
gencia. norarlo indefinidamente sin una buena razón es inconsistente. De este
Será mejor que aclaremos una cosa de inmediato. Al relacionar las modo, aunque no estemos en posición de proporcionar una definición
palabras «posible», «posiblemente», «puede que» y «podría ser» con esta léxica estricta de las palabras «posible» y «posibilidad» en términos re-
etapa inicial en la presentación de un argumento, no intento presentar lacionados con los procedimientos de la argumentación, se puede reco-
un análisis formal del término «posible». Imagino que la palabra es de nocer una estrecha conexión entre las dos cosas. Sea como fuere, en este
ese tipo para el que sería difícil dar un equivalente estricto sacado del caso podemos empezar a elucidar el significado de una familia de tér-
diccionario, y así ocurre ciertamente en los términos en los que trato minos modales señalando el lugar que ocupan en los argumentos justi-
de elucidarla. Pero no hay necesidad de ir tan lejos como para afirmar, ficatorios.
como si se tratara de una definición, que la aseveración «Esta es una so- Esto es todo lo que tenemos que decir de la fase inicial. Una vez que
lución posible del problema» significa lo mismo que «Esta solución para hayamos empezado a considerar las propuestas que creemos que merecen
el problema debe ser considerada». No hace falta que busquemos una nuestra atención y que nos hayamos preguntado qué relación hay entre
equivalencia formal y probablemente no hay lugar aquí para una defini- esas propuestas y cualquier información que tengamos en nuestro poder,
ción formal; con todo, el aspecto filosófico que conlleva este asunto pue- pueden suceder diferentes cosas. En cada una de las situaciones resultan-
de expresarse, sin embargo, de manera bastante convincente. tes, aparecen términos modales desempeñando un papel decisivo.
Supongamos, por ejemplo, que se pide a alguien que defienda cierta Por ejemplo, hay ocasiones en que las afirmaciones de uno de los
afirmación que ha realizado, que se le ha presentado una alternativa o candidatos son singularmente firmes. De todas las posibihdades con las
una objeción y que responde «Eso no es posible». Sin embargo, procede que empezamos, nos encontramos con que sólo podemos presentar ine-
en el acto a prestar una gran atención a esa misma propuesta y lo hace, quívocamente una conclusión determinada como la única que hay que
no de una manera dubitativa y condicional hipotética (cubriéndose las aceptar. No es necesario de momento ocuparnos de la cuestión de qué
espaldas con el empleo de cláusulas como «Si hubiera sido posible, en- tipo de pruebas deben ser satisfechas para alcanzar ese feliz estado. Esta-
tonces...»), sino con todo el aspecto de alguien que contempla la pro- mos lo suficientemente famiharizados con la situación y con ello basta
puesta como merecedora de su plena consideración. Si una persona se para seguir avanzando sobre el tema que estamos tratando: hay una per-
comporta de esta manera, ¿no se convierte en susceptible de ser acusada sona cuya forma física exige su inclusión en el equipo de tenis, las prue-
de incongruencia o incluso de frivolidad? Ha afirmado que la propuesta bas no dejan espacio para la duda de que el hombre en el banquillo de
no es posible, pero la trata como si lo fuera. Análogamente, se plantea los acusados cometió el crimen, se ha elaborado una demostración sin
una situación similar si cuando se le presenta una propuesta en concre- fisuras para un teorema, una teoría científica pasa nuestros exámenes
to, dice «Eso es posible» o «Podría ser el caso» y, sin embargo, no le pres- con todos los honores.
ta ni el menor caso: de nuevo habrá de defenderse de la acusación de En algunos ámbitos sujetos a controversia, sin duda, esto apenas
incongruencia. En los casos apropiados habrá un motivo de defensa ocurre, ya que es notoriamente difícil establecer qué afirmaciones de un
perfecto. Por ejemplo, puede tener razones para pensar que esa pro- determinado candidato prevalecen sobre las restantes. En estos campos,
puesta en concreto es una de las posibilidades más remotas y que habrá con mayor frecuencia que en la mayoría, las respuestas a las preguntas
tiempo suficiente para considerarla después de que se hayan encontra- permanecen como cuestión de opinión o de gusto. La estética ofrece un
do razones para descartar las que en ese momento parecen más serias. ejemplo obvio de la posibilidad de que esto ocurra, aunque incluso aquí
No obstante, al admitir que una propuesta en concreto es «posible» o es fácil exagerar el espacio que existe para el desacuerdo razonable, pa-
una «posibilidad», está en cualquier caso admitiendo que deberá pres- sando por alto aquellos casos en que sólo se puede mantener seriamen-

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N CAMPOS DE A R G U M E N T A C I Ó N Y T É R M I N O S MODALES

te una opinión informada: por ejemplo, la superioridad de un pintor serie de otras posibilidades que no pueden descartarse, es posible que
de paisajes como Claude Lorraine sobre El Bosco. Sea como fuere, cuan- seamos capaces de clasificar a las supervivientes según el grado relativo
do por una vez nos hallamos en una situación en que la información de de confianza o credibilidad de acuerdo con la información de la que dis-
la que disponemos señala inequívocamente hacia una solución determi- ponemos. Aunque no haya suficiente justificación para que presente-
nada, hacemos uso de términos característicos con los que la señalamos. mos una sola propuesta como la única aceptable, algunas de las supervi-
Decimos que la conclusión «debe ser la buena» en tal caso, que entonces vientes pueden resultar, a la luz de los datos con que contamos, más
es «necesariamente» así; en definitiva, que hay una «necesidad» del tipo valiosas que otras. A partir de lo que sabemos, podemos sentirnos legi-
que convenga. «Dadas las circunstancias—decimos—sólo hay una deci- timados, de acuerdo con ello, para dar el paso de extraer una de las con-
sión abierta ante nosotros; el niño debe volver con sus padres». O alter- clusiones con mayor grado de confianza que si adoptáramos otra: en-
nativamente: «En vista de los pasos anteriores establecidos en la argu- tonces decimos que esa conclusión es más «probable» que otra. De
mentación, el cuadrado de la hipotenusa de un triángulo equilátero ha momento, nos contentaremos con esta pequeña observación, pues todo
de ser igual a la suma de los ángulos rectos de los restantes lados». O de lo relativo a las probabilidades resulta compHcado y a ello se dedicará un
nuevo: «Considerando las dimensiones del sol, la luna y la tierra y su po- capítulo más adelante.
sición relativa en la fecha que nos concierne, vemos que la luna habrá de Hay un último tipo de situación que merece la pena mencionar
estar totalmente oscurecida en tal momento». (Una vez más, no se trata desde el principio. A veces podemos mostrar que una respuesta de-
aquí de dar definiciones léxicas, de diccionario, de las palabras «deber», terminada podría ser la respuesta, suponiendo sólo que tengamos la
«necesariamente» y «necesidad». La relación entre el significado de estos seguridad de que ciertas condiciones inusuales o excepcionales no son
vocablos y el tipo de situación indicada es estrecha, pero no de modo aplicables a ese caso concreto. En ausencia de una seguridad total res-
que pueda ser adecuadamente expresada en la forma de una definición pecto a este punto, se debe calificar nuestra conclusión, matizándola. Un
de diccionario.) hombre tiene derecho a ser declarado legítimo en ausencia de que haya
Es ocioso añadir que no siempre es posible llevar nuestros argu- pruebas concluyentes de ilegitimidad; se puede suponer que el presi-
mentos hasta ese final feliz. Tras tener en cuenta todo aquello de cuya re- dente habitual de una comisión ocupó el cargo en una reunión del co-
levancia seamos conscientes, puede que así y todo no hallemos ninguna mité a menos que haya evidencia de lo contrario en las actas; única-
conclusión inequívoca como la única aceptable. Sin embargo, puede mente algunos pocos objetos excepcionales, tales como los globos
ocurrir otra serie de cosas. En cualquier caso, podremos descartar algu- hinchados con gas hidrógeno, se elevan en lugar de descender cuando
nas de las indicaciones inicialmente admitidas en las filas de las «posibi- son soltados a una altura superior al suelo. También aquí tenemos una
lidades» porque ya no merecen ser consideradas a la luz de otra infor- manera característica de señalar la fuerza especial de nuestras conclu-
mación de la que disponemos. «Después de todo—decimos—el caso no siones: se hablará de la legitimidad del hombre como de una «presun-
puede ser tal y tal». En otras palabras, una de las propuestas originales ción», se dirá que el presidente habitual de la comisión estaba «presu-
puede resuhar después de todo inadmisible. En una situación de este miblemente» en su sitio en esa reunión o se inferirá de la información
tipo, otros términos modales hallan un uso natural: «no puede ser», de que un objeto fue soltado a cierta altura que puede «presumirse» que
«imposible» y otros por el estilo; les prestaremos una atención especial cayó al suelo.
en breve. En todo ello se debe tomar nota de algo: cuando se caracterizan las
A veces, de nuevo, habiendo tachado de nuestra lista de «posibles» diferentes situaciones que pueden surgir al exponer un argumento jus-
soluciones aquellas que nuestra información nos da derecho a descartar tificatorio, se puede confiar que se encontrarán ejemplos de muchos t i -
enteramente, y encontrándonos con que queda en nuestras manos una pos de campos. Nos toparemos con las diversas fases—primero, de pre-

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

sentación de las candidatas a solución que requieren una consideración; que debemos hacer son bajo qué circunstancias hacemos uso de este
luego, de búsqueda y discriminación de una solución señalada inequí- verbo modal en concreto y qué se entiende que indicamos con él. C u a n -
vocamente por los datos disponibles, lo que implica descartar algunas do hayamos encontrado las respuestas a estas preguntas en una cantidad
de las posibilidades iniciales a la luz de éstos, etc.—tanto si nuestro ar- suficiente de campos de argumentación, deberemos proseguir pregun-
gumento está relacionado con una cuestión de física o matemáticas, de tando hasta qué punto varían de un campo a otro las implicaciones que
ética o de derecho, o con un asunto cotidiano. Tanto en los argumentos se derivan del uso de tal verbo y los criterios para decidir que puede ser
extra judiciales como en los judiciales, las similitudes básicas de proce- utilizado apropiadamente.
dimiento se mantienen válidas a lo largo de una amplia variedad de Empecemos, por tanto, con una tanda de situaciones en las que la
campos, por lo que mientras presentemos formas de argumento que re- palabra «no poder» se usa de manera natural. El primer paso para resol-
flejen estas similitudes de procedimientos, la forma de los argumentos ver nuestro problema será comparar esas situaciones. «No puedes—le
de los diversos campos también será similar. diríamos a alguien en un momento u otro—levantar una tonelada tú
solo, meter a diez m i l personas en el ayuntamiento, hablar acerca del rabo
de un zorro o sobre una hermana como si fuera un varón, fumar en el va-
IMPOSIBILIDADES E IMPROPIEDADES gón para no fumadores, echar a tu hijo de casa sin un duro, obligar a la
esposa del acusado a declarar, construir un heptágono regular o encon-
Podemos acercarnos algo más a la resolución del primer problema que trar un número que sea a la vez racional y la raíz cuadrada de dos». D e -
nos planteábamos, el de distinguir aquellos elementos de argumentos bemos examinar una lista de tales ejemplos y ver qué se consigue en cada
procedentes de campos diversos que sean invariables de aquellos otros caso utilizando la expresión «no puedes». (Una observación al paso: he
que dependen del campo. Se puede obtener la respuesta tomando uno omitido deliberadamente de esta tanda de ejemplos algunos que son de
de los términos modales ya mencionados y viendo qué permanece idén- gran importancia filosófica; esto es, aquellos que suponen imposibilida-
tico y qué cambia cuando consideramos el modo característico en que des «formales». La serie que acabamos de mencionar se limita a casos de
se emplea, primero en un campo de argumentación y luego en otros. «no poder» bastante familiares, relacionados con imposibilidades e i m -
¿Qué término elegiremos para el examen? Parece natural, en vista de propiedades prácticas, físicas, lingüísticas y de procedimiento sin más.
que poseen una larga historia filosófica, escoger o bien la noción de «ne- Mi razón para proceder así es la siguiente: en los casos de imposibilidad
cesidad» o bien la de «probabilidad», pero para nuestro presente propó- formal están implicados también uno o más de estos tipos de imposibi-
sito esa larga historia es un obstáculo más que una ayuda, pues plantea lidad e impropiedad, mientras que la importancia relativa de las imposi-
concepciones previas teóricas que pueden cruzarse en nuestro camino bilidades formales y no formales varía de caso a caso. Debemos clasificar
en el momento en que estamos tratando, no de establecer ningún as- las imposibilidades e impropiedades no formales y ver lo que se deriva de
pecto de la teoría, sino simplemente de elucidar el uso que tienen estos ellas antes de introducir el elemento adicional de la imposibilidad for-
conceptos en el funcionamiento cotidiano de la evaluación de argu- mal. En todo caso, retomaremos este tema en un capítulo posterior.)
mentos. Así que comencemos por considerar un término modal que ¿Por dónde debemos comenzar en el estudio de estos ejemplos? Po-
hasta ahora no ha sido objeto de mucha atención por parte de los filó- demos seguir la sugerencia del chiste de la revista satírica Punch citado
sofos: la forma verbal «no poder». (Como podrá comprobarse ensegui- al inicio de este capítulo. Es evidente que cuando alguien dice «X no
da, la aplicación de la forma verbal «no poder» es bastante más amplia puede hacer Y», se entiende en ciertos casos que quiere decir que X no ha
que la del sustantivo abstracto «imposibilidad», de manera que pode- realizado recientemente Y, que no lo está haciendo en ese momento y que
mos permitirnos concentrarnos en el verbo.) Las primeras preguntas no lo hará en el futuro próximo, mientras que otros usos de «no poder»

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

no encierran en modo alguno esta implicación. C o n esta diferencia en nos preguntamos si levantará—en verdad, si puede levantar—el peso
mente, merece la pena preguntarse, a propósito de cada uno de nuestros él solo.
ejemplos, qué pensaríamos si la persona a la que le dijimos «No puedes
hacer X» respondiera «Pero tengo que hacerlo»: qué tendría que m o d i - b) Un amigo prepara una reunión pública en el ayuntamiento y envía
ficarse para que nuestra afirmación fuera rechazada y para que quedara acuciantes invitaciones a diez m i l personas. Averiguamos que realmente
probado, después de todo, que carecía de justificación. Los ejemplos se- espera que la mayoría de ellos aparezca el día en cuestión. Temiendo que
rán examinados por orden. haya pasado por alto un obstáculo de tipo práctico en su proyecto, le de-
cimos: «No puedes meter a diez m i l personas en el ayuntamiento».
a) Una pieza de metal de gran tamaño cae de un camión a la carretera. Esta vez, desde luego, el escepticismo no es respecto de su poder per-
El conductor, un hombre joven y de aspecto enfermizo, baja de la cabi- sonal o su capacidad, como en el caso del Hércules de aspecto enfermizo
na y camina en dirección hacia él, como si fuera a recogerlo. Lo vemos y que nos sorprendió levantando el enorme pedazo de metal, sino respec-
le decimos: «No podrás levantar ese peso tú solo. Espera un momento, to al aforo del ayuntamiento. Si nuestro amigo contesta «Sí que puedo»,
mientras consigo ayuda o una polea». Él responde: «Muchas gracias, lo acaso tengamos la tentación de responder que realmente no puede ha-
he hecho a menudo», y encaminándose hacia él, lo levanta con presteza cerse. Y si él insiste, acabaremos sospechando que está jugando c o n las
y lo devuelve al camión. palabras. En consecuencia, podríamos preguntarle «¿Qué quieres de-
Se pueden extraer de inmediato algunas implicaciones de la afirma- cir?», pero en el momento en que hiciéramos esa pregunta, el ejemplo
ción. C o n lo que hace, el conductor nos sorprende y su acción demues- cambiaría de naturaleza y en ese momento las consideraciones relevan-
tra irremediablemente que es falso lo que dijimos previamente. Hemos tes serían bastante diferentes. Dejando aparte estas compHcaciones, la
infravalorado su fuerza pensando que era físicamente incapaz de esa ta- afirmación puede reescribirse, de manera más explícita, con estas pala-
rea; creímos que requería a alguien de constitución más fuerte, lo cual bras: «Siendo el aforo del ayuntamiento el que es, no puedes meter allí a
estaba implícito en nuestra observación. Lo que estaba implícito en la diez m i l personas; intentarlo sería inútil».
afirmación que de hecho hicimos puede hacerse explícito al reescribirla También en este caso se puede objetar que no estamos consideran-
de la siguiente forma: «Dada tu consitución física, no podrás levantar do un auténtico argumento. Pero el esqueleto de un argumento se en-
ese peso tú solo, intentarlo sería inútil». cuentra realmente aquí: la conclusión es que nuestro amigo no conse-
Se puede poner en duda que aquí haya realmente un argumento. guirá meter a diez m i l personas en el ayuntamiento, incluso si lo intenta,
Ciertamente no hay uno elaborado o íntegramente expresado, pero lo y la razón para sacar esta conclusión es el hecho del aforo del edificio:
esencial se encuentra aquí. En reahdad, la afirmación imphcita es no siendo este hecho el que es, su proyecto debe ser descartado.
sólo que el hombre no levantará el peso él solo, sino que tenemos razo-
nes para pensar que está fuera de toda duda que lo pueda hacer. Si se c) Los dos ejemplos anteriores son similares, pero a continuación sigue
pone en entredicho nuestra afirmación, podemos alegar razones, un otro que sirve de contraste. Un habitante de la ciudad regresa del cam-
respaldo, a las que apuntar para indicar qué es lo que nos ha llevado a po y describe un espectáculo rústico al que ha asistido. «Un tropel de ca-
alcanzar esta conclusión en concreto y a descartar esa determinada po- ballería, con chaquetas rojas, galopaba con gran estruendo por allí—ex-
sibilidad. No levantará el peso él solo: ésa es la conclusión, y la mani- plica—y delante de ellos se extendía a lo largo del campo una jauría de
festamos debido a su constitución física. Podemos estar equivocados perros, ladrando cada vez con más fuerza a medida que reducían la dis-
sobre la fuerza que posee, pero ello no afecta a la cuestión que importa tancia que los separaba del rabo de un pobre zorro». U n o de los que le
aquí: la fuerza que suponemos que tiene es ciertamente pertinente si escuchan, devoto de los deportes sangrientos, corrige despectivamente

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

SU descripción diciendo: «Mi querido amigo, no se puede hablar del más que solecismos lingüísticos, pero un escritor que se refiriera a u n o
"rabo" de un zorro, y en cuanto a los "perros", supongo que quieres de- de sus personajes como una hermana y un hombre a la vez arriesgaría
cir los sabuesos, y la "caballería con chaquetas rojas" eran en realidad los más que aquél ante los aficionados a la caza, ya que ni siquiera resulta-
cazadores con sus casacas granates». ría comprensible. Nos vemos obligados a decir que lo que importa
En este ejemplo es evidente que no se trata de que alguna de las co- aquí—aunque la afirmación pueda ser oscura—no es sólo el uso de los
sas mencionadas en la historia sea insuficiente en algún respecto para términos «varón», «hembra», «hermano» y «hermana»; es el signifi-
que lo imposible sea posible. De hecho, la persona a la que se ha dicho que cado.
no puede hablar del rabo de un zorro acaba justamente de hacerlo. La Si se nos pide que expliquemos por qué es preferible que el autor
cuestión en este caso es, por consiguiente, diferente y la expresión «no mencionado antes no incluyera una «hermana varón» en su novela, ten-
poder» indica no tanto una imposibihdad física cuanto una impropie- dremos que referirnos tanto a la terminología de los géneros y de las re-
dad terminológica. Al hablar del rabo del zorro, el hablante no induce a laciones famiHares, como a las razones de segundo orden por las que esa
que sus oyentes se hagan una idea falsa, pero en cambio es culpable de terminología adopta la forma que tiene. Sin duda, un cambio suficiente
un solecismo lingüístico. En consecuencia, se debe amplificar esa afir- en los hechos de la vida—pongamos por caso, un incremento especta-
mación de manera bastante diferente: «De acuerdo con la terminología cular en la proporción de hermafroditas—podría llevarnos a revisar los
de la caza, no se puede llamar «rabo» a la cola de un zorro, pues hacerlo usos hngüísficos, creando así una situación en la que las referencias a
va contra la costumbre». «hermanas varones» no fuera ya ininteligible. Pero tal como están las
cosas y los usos lingüísticos, la expresión «hermana varón» carece de sig-
d) Se nos pide que leamos el manuscrito de una novela nueva y al ha- nificado; y esta es evidentemente la consideración que tenemos en men-
cerlo nos encontramos con que uno de los personajes aparece en algu- te cuando le decimos al escritor al que nos hemos referido que no pue-
nos lugares como la hermana de otra persona y en el resto de la novela de escribir sobre una de ellas.
como «él». Movidos por la intención de salvar al autor de la burla de los En consecuencia, si responde «Pero yo tengo una hermana varón»,
sabuesos literarios, se lo señalamos diciendo: «No se puede tener una reaccionar con sorpresa o escepticismo estará enteramente fuera de l u -
hermana varón». gar. Esas reacciones eran previsibles en el caso del hombre que insistía
¿Cuál es la cuestión aquí en juego? De un lado, no se pone en entre- en que podía levantar un gran peso, pero si alguien dice «Puedo tener
dicho la capacidad personal de nadie o su constitución física. No se tra- una hermana varón», sólo se puede contestar diciendo «¿Qué quieres
ta de ningún modo de un asunto de fisiología, puesto que siendo nues- decir?». Expresado de la manera habitual, este ejemplo adquiere la si-
tros usos lingüísticos como son, ni siquiera los cambios fisiológicos más guiente formulación: «Tal como están los usos lingüísticos referidos a
drásticos permitirían que una hermana se convirtiera en varón: cual- los sexos y a las relaciones familiares, no se puede tener una hermana va-
quier cambio de sexo, por ejemplo, que la transformara en varón tam- rón; incluso hablar de una resulta ininteligible».
bién la convertiría ipso facto en un hermano y dejaría de ser una her- Se pueden hacer algunas observaciones sobre estos primeros cuatro
mana. Al mismo tiempo, es dudoso que sea un ejemplo puramente ejemplos. Para empezar, se podría pensar que hay un abismo insalvable,
lingüístico como lo es, en cambio, claramente el que citábamos antes. una línea de demarcación bien visible, que aparta los dos primeros de
Nadie diría que hablar de una «hermana varón» es simplemente un mal los dos segundos; en la práctica, sin embargo, se confunden a menudo
uso del lenguaje, como lo es designar el apéndice caudal de un zorro entre sí. Alguien puede, por ejemplo, decirme: «Usted piensa que una
como «rabo» en lugar de como «cola». La descripción del hombre urba- persona sola no puede levantar una tonelada. Eso muestra lo poco que
no de la caza del zorro era perfectamete inteligible y sus defectos no eran sabe. Precisamente hoy he visto cómo un hombre levantaba él solo cien

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

toneladas». Si eso ocurriera, mi reacción normal sería no ya de sorpresa, mente se indagará el origen de una imposibihdad teórica tal en dos l u -
sino de incomprensión. Por tanto, el primer tipo de ejemplo se confun- gares: o bien en la naturaleza del universo entendida como un todo (es
de con el cuarto. Lo que sospecharía es que en ese caso la expresión «le- decir, en el carácter de las cosas en general) o bien, alternativamente, en
vantar él mismo» está siendo utilizada con una significación nueva. Pre- la terminología adoptada por los físicos teóricos cuando elaboran sus
suntamente, lo que el hablante vio fue, digamos, a un hombre que teorías. Llegados a este punto de la argumentación, quisiera sólo hacer
manejaba una enorme excavadora mecánica en una mina a cielo abier- notar que los cuatro ejemplos discutidos hasta ahora no son los únicos
to. No hay duda de que se estaba moviendo un centenar de toneladas de objetos posibles de comparación. Este tema será tratado también en un
golpe por obra y gracia de un solo hombre, pero contaba con la ayuda capítulo posterior.
de una potente máquina o algo similar. Lo mismo sucede con el segun-
do ejemplo. Alguien que dice que puede meter a diez m i l personas en el e) El interventor de un tren encuentra a un pasajero fumando un c i -
ayuntamiento puede estar, de nuevo, engañándonos a base de jugar con garrillo en el compartimento de no fumadores mientras una anciana
las palabras. Cuando le preguntamos «¿Qué quieres decir?», su contesta- señora, que también ocupa aUí su asiento, tose y lagrimea a causa del
ción puede consisür en sacarse de la manga un cálculo en el que se humo del tabaco. Haciendo uso de su autoridad, le dice al pasajero: «No
muestra que toda la población del mundo puede caber en un cubo de puede fumar en este compartimento, señor».
media milla de lado y que a fortiori la mera cantidad de diez m i l podría Al hablar así, el interventor está implícitamente invocando las nor-
caber en el volumen del ayuntamiento. Evidentemente, si su supervi- mas de la compañía de ferrocarril y las leyes que se relacionan con ellas.
vencia no contara para nada, se podría meter sin duda a más de diez m i l No se está sugiriendo que el pasajero sea incapaz de fumar en ese com-
personas en el ayuntamiento. partimento o que alguna característica del compartimento i m p i d a ha-
El segundo aspecto, que se mencionará aquí sólo de paso, tendrá su cerlo; el caso es, por tanto, diferente tanto de (a) como de (b). Tampoco
importancia cuando volvamos a considerar la naturaleza de las imposi- tiene nada que ver lo que dice el interventor con cuestiones de lenguaje
bilidades formales y teóricas. Las teorías científicas incluyen una serie de o significado, como ocurre en (c) y (d). El interventor quiere llamar la
principios muy fundamentales que se refieren a las «imposibilidades teó- atención sobre el hecho de que fumar en ese compartimento es una fal-
ricas», como por ejemplo la famosa imposibilidad de reducir la entropía ta contra las normas y las leyes relacionadas con ellas, que establecen
según la denominada segunda ley de la termodinámica. Ahora bien, al que hay ciertos compartimentos reservados para aquellos a quienes m o -
discutir las implicaciones filosóficas de tales teorías, se tiene la tentación lesta el tabaco: ése no es el lugar apropiado para fumar y es mejor que el
de compararlas primero con los cuatro tipos de «no poder» que se han pasajero se marche a otro sitio. El sentido de la advertencia del interven-
examinado hasta ahora. La primera impresión es que tales imposibi- tor es el siguiente: «Según las leyes no se puede fumar en este comparti-
lidades deben ser o bien imposibilidades físicas, de tipo material (como mento, señor; hacerlo sería una infracción de esas leyes y una ofensa
las que hay implicadas en los dos primeros ejemplos), o bien impropie- contra el resto de los pasajeros».
dades disfrazadas terminológicamente (como la segunda pareja de ejem-
plos). Los filósofos de la física se hallan, por consiguiente, divididos entre f) Un padre severo censura a su hijo por ser un gandul disoluto y le
los que consideran que tales imposibilidades recogen rasgos generales echa de casa. Un amigo intercede en favor del hijo diciendo: «¡No pue-
de la naturaleza o de la realidad y aquellos otros que consideran que las des echarle de casa sin un duro!».
proposiciones en cuestión son en el fondo proposiciones analíticas, de C o m o en el caso del ejemplo sacado del Punch, el interlocutor pue-
manera que el «no poder» imphcado aquí es más una impropiedad ter- de sentir la tentación de contestar «¿Que no puedo? ¡Ya lo verás!»; y efec-
minológica que una imposibilidad física y real. En consecuencia, única- tivamente, no hay nada en el hombre ni en su hijo que le impida de he-

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

cho hacerlo. U n a respuesta alternativa podría ser: «¡No sólo puedo ha- Esta forma es común a todos los ejemplos; lo que varía de caso a
cerlo, debo hacerlo! Desgraciadamente es mi obligación». Esta respues- caso son los elementos que sustituyen a P, Q, i? y S. Q representa en to-
ta nos recuerda la verdadera fuerza de la queja del amigo. La cuestión dos los casos el curso de la acción que se especifica de hecho en la afir-
planteada en este caso es de índole moral, relacionada con las obligacio- mación: levantar una tonelada uno solo, preguntar el peso del fuego o
nes del hombre hacia su hijo. La intercesión del amigo podría reescri- construir un heptágono regular. P sería, según el caso, la constitución fí-
birse de manera más explícita con las siguientes palabras: «Poniéndome sica del conductor del camión, la jerga de los cazadores de zorros, la re-
en el lugar de la relación que tienes con el muchacho, no puedes echar- lación entre un padre y un hijo, los conceptos de la física y la química o
le sin un duro: hacerlo sería impropio de un padre y sería un error». los axiomas de la geometría y la naturaleza de las operaciones geométri-
Estos ejemplos muestran una diversidad suficiente para que de ellos cas: éstas son las bases sobre las que se apoya la afirmación. La ofensa
emerja un patrón general. Desde luego podríamos examinar otros que que se comete (R) y la pena que podría conllevar aquélla (S) también va-
impliquen no tanto imposibilidades físicas, solecismos lingüísticos u rían de caso a caso: pasar por alto una imposibilidad física sería inútil y
ofensas morales, sino más bien faltas de propiedad en el procedimiento provocaría una decepción; hacer caso omiso de un aspecto terminológi-
judicial («No se puede forzar a la esposa del acusado a testificar»), i n - co o un uso lingüístico daría lugar a un solecismo, acarreando consigo el
congruencias conceptuales («No se puede preguntar cuál es el peso del riesgo de hacer el ridículo; pasar por alto imperativos morales es—diga-
fuego») o imposibilidades matemáticas; sobre esta última categoría ten- mos—perverso y contrario a los sentimientos paternales pero, dado que
dremos algo que añadir enseguida. No obstante, la imphcación común la virtud tiene en sí misma su recompensa, no conlleva ninguna sanción
de todas estas afirmaciones, marcadas por el uso de la expresión «no se específica, mientras, por último, una cuestión que implica una contra-
puede», debería estar suficientemente clara ya. En todos los casos, dicción o una incongruencia conceptual (como «el peso del fuego» o
la proposición sirve, en parte, como orden para descartar una cosa o la «tener una hermana varón») resuha ininteligible, de modo que al hacer
otra—para dejar al margen de consideración cualquier acción que ten- una pregunta sobre ella se corre el riesgo de resuhar incomprensible.
ga que ver con esa cosa u otra diferente—, para descartar, por ejemplo,
acciones que supongan levantar una tonelada uno solo, hablar del rabo
de un zorro u obligar a la esposa de un acusado a testificar. Queda i m - FUERZA Y CRITERIOS

plícito que ésas son acciones contra las que existen razones concluyen-
tes; y la expresión «no se puede» sirve para situar las afirmaciones que Llegados a este punto, es necesario introducir una distinción que adqui-
las contienen en un determinado lugar del argumento: el que supone rirá más adelante gran importancia. El significado de una expresión
descartar una posibilidad relevante. modal, tal como «no se puede», tiene dos aspectos. Nos podemos referir
Qué significa «descartar» el hecho en cuestión varía de caso a caso; a ellos como la fuerza de la expresión o término y los criterios que rigen
las razones implícitas para descartar una acción y la sanción que se corre su uso. Por la «fuerza» de una expresión modal entiendo las implicacio-
el riesgo de sufrir al hacer caso omiso de la orden varían de modo aún nes prácticas de su uso: la fuerza de la expresión «no se puede» incluye,
más acusado. Tampoco hace falta una regla formal a la que referirse para por ejemplo, el imperativo general implícito de que una cosa u otra tie-
justificar la exclusión. C o n todo, sujeto a estas condiciones, queda lo que ne que ser descartada de esta o aquella manera y por tal o cual razón.
es común a todas las afirmaciones. Todas ellas pueden escribirse siguien- Esta fuerza puede ser contrastada con los criterios, estándares, razones y
do el siguiente esquema en el que se ponen de manifiesto las implicacio- motivos a los que nos referimos para decidir en cualquier contexto que
nes que se encierran en ellas: «Siendo P lo que es, se debe descartar cual- el uso de un término modal determinado resulta apropiado. Se puede
quier cosa que suponga Q; actuar de otro modo sería R y daría lugar a S». decir que cierta posibilidad debe ser descartada sólo si encontramos

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

motivos O razones para justificar ese hecho, y bajo el término «criterios» adecuadamente la noción se debe prestar atención no sólo a lo que los
pueden incluirse toda clase de elementos a los que podemos recurrir matemáticos hacen antes de alcanzar la conclusión de que algo es i m p o -
para ello. Por ejemplo, se dice que algo es física, matemática o fisiológi- sible, sino también a lo que hacen después de alcanzar esa conclusión y
camente imposible, que está terminológica o lingüísticamente fijera de a lo que hacen como consecuencia de haberla alcanzado. La existencia
lugar o que es impropio desde el punto de vista moral o judicial; en con- de una imposibilidad matemática no sólo es algo que requiera demos-
secuencia, debe descartarse qua una cosa o la otra. Y cuando se empieza tración, es algo que también tiene implicaciones. Mostrar la presencia
a explicar «en ñinción de qué cosa {qua cosa)» algo determinado debe de contradicciones puede ser que sea todo lo que requiere un matemáti-
ser descartado, estamos mostrando de hecho a qué criterios nos referi- co si va a justificarse diciendo que la noción x es una imposibilidad ma-
mos en esa situación. temática—puede ser, efectivamente, una demostración concluyente de
La importancia de la distinción entre fuerza y criterios quedará cla- su imposibilidad—, pero la fuerza de denominarla imposible i m p l i c a
ra del todo a medida que vayamos avanzando. Quizá pueda apreciarse algo más que sencillamente etiquetarla como «conducente a contradic-
deteniéndonos por un momento en la noción de imposibihdad mate- ciones». La noción x implica contradicciones y es, por tanto o en conse-
mática. Numerosos teoremas de geometría y de matemática pura afir- cuencia, una imposibilidad: es imposible debido a las contradicciones,
man imposibilidades de un tipo u otro: nos dicen, por ejemplo, que es imposible en tanto en cuanto conduce a contradicciones. Si «matemáti-
imposible construir un heptágono regular usando regla y compás o que camente imposible» significara exactamente lo mismo que «contra-
no se puede hallar la raíz cuadrada racional de 2. Tal construcción y tal dictorio», la expresión «contradictorio y por tanto matemáticamente
raíz cuadrada, se nos dice, son una imposibilidad matemática. imposible» sería una tautología: «contradictorio y por tanto contradic-
Ahora bien, ¿qué implicaciones se derivan de una afirmación así? torio». Pero eso no es así. Decir solamente «Esta suposición conduce a
¿Qué significa con toda precisión la expresión «imposibilidad matemá- contradicciones o, por emplear una expresión equivalente, es i m p o s i -
tica»? Es fácil caer en una simplificación excesiva al dar una respuesta, ble» es despojar a la idea de la imposibilidad matemática de una parte
por lo que no debemos apresurarnos. Lo natural es ver primero cuál es crucial de su fuerza, pues no extrae la moraleja apropiada, dejando la
el procedimiento que siguen los matemáticos para probar un teorema suposición tal cual, sin descartarla.
de este tipo, por ejemplo, para mostrar que no puede existir la raíz cua- Por consiguiente, incluso en matemáticas, se puede distinguir entre
drada de 2. Cuando se examina qué establecen esos matemáticos en una el criterio o estándar en referencia al cual se descarta como imposible la
prueba de este tipo, se halla algo de primordial importancia. La noción raíz cuadrada racional de 2 y la fuerza de la conclusión de que tal noción
de «una raíz cuadrada racional de 2» nos conduce a contradicciones: a es imposible. Levantar constancia de que existen contradicciones no su-
partir de la premisa de que un número x es racional y que su cuadrado pone, por tanto, descartar la noción como imposible, aunque desde el
es igual a 2, se pueden alcanzar mediante breves cadenas de argumentos punto de vista de los matemáticos esto puede ser todo lo que se necesi-
dos conclusiones contradictorias entre sí. Ésta es la razón, la razón con- te para justificar que sea desestimada. U n a vez más, la fuerza de deno-
cluyente, por la que los matemáticos llegan a que la idea de que cual- minar al número x una «imposibilidad» significa que se descarte tomar-
quier número real x pueda tener ambas propiedades es imposible. lo en consideración y, ya que vamos a desestimar su examen desde el
U n a vez observado este hecho, se puede sentir la tentación de con- punto de vista matemático, las razones para hacerlo han de ser de una
cluir precipitadamente que tenemos la respuesta para la pregunta que categoría apropiada a las matemáticas; en otras palabras, debemos
planteábamos antes, esto es, que la expresión «matemáticamente impo- demostrar el hecho de que operar con este concepto da lugar a contra-
sible» significa sólo «contradictorio en sí mismo o que conduce a con- dicciones. El ser contradictorio puede constituir, hablando desde una
tradicciones». Pero esto resulta demasiado simple. Para comprender perspectiva matemática, un criterio de imposibilidad; la fuerza o moral

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE A R G U M E N T A C I Ó N Y TÉRMINOS MODALES

implícita en tal imposibilidad es que esa noción en concreto no tiene l u - SOS se trata de juzgar o evaluar, y las distinciones que han demostrado ser
gar en argumentaciones matemáticas ulteriores. provechosas en el campo de la ética o de la estética también lo son si se
La insistencia en tal distinción en el caso de la imposibilidad mate- aplican a la crítica de los argumentos. Tanto «imposible» como «bueno»
mática acaso parezca hilar demasiado fino. Desde el punto de vista ma- son términos cuyo empleo tiene una fuerza característica: la de expresar
temático, las consecuencias de la distinción puede que sean de des- rechazo en un caso, ponderación positiva en el otro. Encarecer una m a n -
deñar. Sin embargo, filosóficamente son considerables, especialmente zana o un acto es una cosa, dar las razones por las que se encarecen es
cuando se procede a trazar la distinción paralela en el caso de la «im- otra diferente; rechazar una sugerencia porque es insostenible es u n a
posibilidad lógica», como haremos en un capítulo posterior. Porque esa cosa, dar las razones por las que se rechaza es otra distinta, por muy c o n -
distinción entre «fuerza» y «criterios» tal como son aplicados a las ex- vincentes y relevantes que sean esas razones.
presiones modales está íntimamente relacionada con otras distinciones ¿Cuál es la utilidad de estas distinciones? Si se pasan por alto en el
que han sido recientemente introducidas en otros campos con gran campo de la ética, las consecuencias que se siguen son varias. Por ejem-
provecho filosófico. plo, podemos caer en la tentación de pensar que el estándar que algo
Echemos un vistazo a ese paralelismo por un momento. Los filóso- debe alcanzar para que merezca aprobación es todo lo que ha de señalar-
fos que estudian el uso general de los términos de evaluación han argu- se cuando se explica qué significa calificarlo como «bueno». Calificar una
mentado como sigue: aspiradora como buena, podría concluirse, es sencillamente decir que su
eficiencia, en términos de metros cúbicos de polvo absorbidos por q u i -
Una palabra como «bueno» puede utilizarse igualmente para hablar de una lovatio de electricidad consumida y otros parámetros por el estilo, está
manzana o de un agente o de una acción, de una volea en un partido de tenis, por encima de la media para los electrodomésticos de ese tipo. (Es como
de una aspiradora o de un Van Gogh: en todos los casos, decir de la fruta o de pensar que la expresión «matemáticamente imposible» significa sólo «que
la persona o del golpe de raqueta o de la pintura que es «buena» es encomiarla, implica contradicciones» y nada más.) Este punto de vista conduce, sin
presentándola en cierto modo como un elemento digno de elogio, admirable o embargo, a paradojas innecesarias. Porque puede entonces parecer que
eficiente dentro de su categoría. En consecuencia, como se define con mayor los términos de encarecimiento y censura con los que expresamos tan
precisión la palabra «bueno» es como «el adjetivo más general de aprecio o elo- a menudo nuestros juicios de valor tienen tantos significados como d i -
gio». Pero dado que la palabra es tan general, las cosas a las que nos referimos versas clases de cosas susceptibles de evaluarse, pero es una sugerencia
como «buenas» serán también por definición muy diferentes entre sí. Todas es- que no encontraría una buena acogida. Por el contrario, debe reco-
tas cosas—una acción moralmente buena, una aspiradora buena para la casa y
nocerse que la fuerza de encarecer algo como «bueno» o de censurarlo
una manzana buena dentro de su especie frutal—alcanzan el mismo estándar,
como «malo» permanece inalterable sin importar de qué clase de cosa se
pero los estándares que cumplen son muy distintos, de hecho, son incompara-
trate, aun cuando los criterios para juzgar o evaluar los méritos de dife-
bles. Por consiguiente, se puede distinguir entre la fuerza de la recomendación
rentes categorías son muy variables.
que se implica al calificar algo como «bueno» y los criterios que justifican tal
encomio. Pero no es ésta la única manera, ni la más grave, en la que podemos
equivocarnos. U n a vez que se ha reconocido que, en lo que se refiere al

Nuestra propia discusión nos ha llevado hasta una posición que repre- significado de los términos de evaluación, hay una fuerza común que

senta, en efecto, únicamente un caso especial de la categoría más gene- vincula a una muhiplicidad de criterios, y que en el proceso de evalua-

ral descrita aquí, porque el esquema es el mismo, tanto si las cosas que ción de algo normalmente debe tanto calificarse de acuerdo a una esca-

estamos calificando, evaluando o criticando son, de un lado, manzanas, la de encarecimiento como referirse a los criterios apropiados a la cate-

actos o pinturas o, de otro, argumentos y conclusiones. En todos los ca- goría de objetos a la que pertenezca, puede ser que estemos dispuestos a

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N CAMPOS DE A R G U M E N T A C I Ó N Y TÉRMINOS MODALES

avanzar más allá. La razón está en que, habiéndonos preocupado de rea- presión «no se puede» significa cosas bastante diferentes cuando figura
lizar algún tipo determinado de evaluación, podemos tener la impresión en clases diferentes de conclusiones, pues no por nada están los «no se
de que una serie de criterios en concreto posee una importancia singu- puede» físicos, lingüísticos, morales y conceptuales relacionados p o r el
lar y en consecuencia, estemos tentados a escoger entre los criterios uso de una expresión común. Asimismo, sería también un error—y de
apropiados para la evaluación de objetos de cierta clase como los apro- mayor gravedad—fijarse en un criterio determinado de imposibilidad
piados o como el único estándar para medir las cualidades de toda clase elevándolo a una posición de importancia filosófica singular. Sin em-
de cosas, descartando de este modo los restantes criterios como desca- bargo, en la historia de la filosofía reciente estas dos conclusiones han al-
bellados o irrelevantes. Se podría sospechar que eso fue lo que les suce- canzado una cierta influencia; la última, según tendré ocasión de argu-
dió a los utilitaristas, quienes se entregaron con tanta pasión y de ma- mentar, con efectos desastrosos.
nera tan exclusiva a su preocupación por las cuestiones relativas a la Antes de retomar la cuestión principal que estábamos tratando, se
legislación y a la acción social que llegaron a creer que había un solo ha de señalar una advertencia más. Para el propósito de este trabajo, he-
problema en la evaluación de toda clase de cosas: todo lo que había que mos renunciado previamente al empleo de la palabra «lógico»; a partir
hacer era determinar las consecuencias que pudieran asociarse o espe- de ahora renunciaremos también al término «significado» y a los que se
rarse de cosas de cualquier especie. asocian con él. El motivo es que la distinción que acabamos de dibujar
Los pehgros de esta resolución se hacen evidentes cuando los filóso- entre fuerza y criterios trasciende el empleo común del término «signifi-
fos de este tipo comienzan a generalizar. Preocupados como estaban con cado», y para nuestro propósito necesitamos operar con una distinción
un tipo determinado de evaluación, no vieron los problemas especiales más sutil de la que habitualmente permite trazar el término «significa-
que se derivaban de otras clases: las dificultades que entraña el juicio es- do». No basta con hablar sobre el significado o uso de términos tales
tético y las muchas cuestiones a las que hay que enfrentarse en el curso como «bueno» o «imposible» como si se tratara de una unidad indivisi-
de la vida en su dimensión moral. Hay muchas clases de valoraciones y ble, pues el empleo de estos términos contiene un número de aspectos
procesos de cualificación además de la evaluación de programas legisla- que pueden diferenciarse entre sí, y para dos de ellos hemos introduci-
tivos y de reformas sociales, de modo que los parámetros que resultan do las palabras «fuerza» y «criterios». Hasta que no establezcamos esta
enteramente apropiados para juzgar el mérito de una ley ante el parla- distinción, no desaparecerá la tentación de seguir sendas falsas, ya que
mento pueden inducir a error o estar fuera de lugar cuando se trata de cuando se nos plantee si las diferencias entre toda la variedad de usos de
una pintura, una manzana o incluso dilemas morales concernientes al las palabras «bueno», «no se puede» y «posible» tienen o no que ver con
individuo. la diferencias de significado, inevitablemente nos hallaremos inclinados
Los mismos peligros se plantean en torno a la argumentación. El a adoptar posturas opuestas. Pues si decimos que hay diferencias de sig-
empleo de una expresión modal como «no se puede» en relación con ar- nificado, para ser consecuentes tendremos que introducir tantas acep-
gumentos procedentes de campos muy diferentes entraña, como hemos ciones diversas en el diccionario como clases de posibilidad, de imposi-
visto, una cierta fuerza común, al igual que sucede con la fuerza común bilidad o de cualidades hay; de hecho, tantas acepciones como diferentes
reconocible en un ampfio abanico de usos de la palabra «bueno». C o n clases de cosas posibles, o imposibles o buenas, lo cual constituiría una
todo, los criterios a los que se hace referencia para jusfificar que se des- conclusión ridicula. Por otro lado, decir que no hay diferencia de signi-
cartan ciertas conclusiones de diversos tipos son muy diferentes. Aquí, ficado entre los diversos usos da a entender que esperamos que los es-
como en la ética, resulta tentador extraer dos conclusiones, aunque am- tándares que miden la bondad, la posibilidad o la imposibilidad sean i n -
bas deben ser rechazadas. Por un lado, sería una equivocación afirmar, variables respecto al campo; y esta conclusión no resulta mejor que la
simplemente sobre la base de esta variación en los criterios, que la ex- anterior. Sin embargo, si se lleva adelante la distinción entre la fuerza de

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

la evaluación y los criterios o estándares aplicables en el proceso de eva- mente cuando no hay ninguna contradicción demostrable; esto es, cuan-
luación, se puede evitar dar a la tosca pregunta de si son iguales o dife- do existe la situación contraria a la contradicción, que es el criterio m a -
rentes los significados de estas expresiones una respuesta simpfificado- temático para que se dé la imposibilidad. En la mayoría de los casos,
ra, en términos de «sí o no». A medida que se pasa de un uso a otro, los sin embargo, calificar a algo de posibilidad es afirmar mucho más que
criterios pueden cambiar mientras la fuerza sigue siendo la misma: de- eso. Por ejemplo, la afirmación «Dwight D. Eisenhower será selecciona-
cidir o no llamarlo un cambio de significado será una cuestión relativa- do para representar a los Estados Unidos en el parfido contra Australia
mente indiferente. de la Copa Davis», tiene ciertamente sentido y no implica contradicción
demostrable alguna. C o n todo, nadie diría que el presidente Eisenhower
era un miembro posible del equipo; en otras palabras, nadie pensaría en

L A D E P E N D E N C I A D E LOS ESTÁNDARES EN RELACIÓN AL CAMPO


tomar su nombre en consideración al discutir de verdad la composición
del equipo. El motivo para ello es que proponerlo como posibilidad i m -
plicaría que por lo menos merecería que le prestáramos atención—que
Estamos ahora en disposición de responder la primera cuestión plantea-
sería necesario, como mínimo, que presentáramos argumentos contra la
da. Nos preguntábamos qué elementos del proceso adoptado y de los
opinión de que sería seleccionado—, cuando realmente, si su nombre
conceptos empleados serán invariables respecto al campo y cuáles de-
fuera mencionado en una discusión seria sobre el asunto, se rechazaría
penderán de él en la formulación y crítica de argumentos y conclusiones
no con un argumento, sino con una carcajada, ya que nadie se parará ni
procedentes de campos diferentes. La respuesta era clara, como vimos,
siquiera a considerar las posibilidades de que alguien que, de hecho, no
en el caso de las imposibihdades e impropiedades. La. fuerza de la con-
está en forma física para jugar al tenis pueda ser tenido en cuenta para
clusión «no puede ser que...» o «...es imposible» es idéntica con inde-
integrarse en el equipo.
pendencia de los campos; en cambio, los criterios o tipos de razones re-
queridos para justificar una conclusión de esta clase varían de campo a Para que una propuesta constituya, por tanto, una «posibilidad» en
campo. En cualquier campo, las conclusiones de que «no puede ser» tal cualquier contexto ha de «tener lo que hace falta» en orden a ser me-
o cual caso, son aquellas que nos vemos obligados a descartar, tanto si recedora de auténtica consideración en ese contexto. Decir, en cualquier
son relativas al levantamiento de una tonelada por una sola persona, a campo, «Tal y tal es una respuesta posible a tu pregunta» equivale a decir
echar al propio hijo de casa sin un duro o a operar matemáticamente que, considerando la naturaleza del problema en cuestión, tal y tal res-
con la raíz cuadrada racional de 2. Sin embargo, los criterios relativos a puesta merece ser tenida en cuenta. Esa parte del significado del térmi-
la incapacidad fisiológica son una cosa, los estándares de algo moral- no «posible» es invariable respecto al campo. Los criterios de posibi-
mente inadmisible son otra y los de la imposibilidad matemática una lidad, por otro lado, dependen del campo, de manera análoga a lo que
tercera. Lo que debemos comprobar ahora, de manera más sucinta, es sucede con los criterios de imposibilidad y con los relativos al «ser bue-
que los términos «no se puede» e «imposible» presentan el comporta- no». Los aspectos que deben apuntarse para mostrar que algo es posible
miento típico de los términos modales en lo relativo a este punto, de dependerán enteramente de si se trata de un problema de matemáticas
manera que lo que es cierto de este muestreo sea igualmente cierto puras, de la selección de jugadores para un equipo, de una cuestión de
de otros términos modales y de los términos de evaluación lógica. estética, etc., de manera que los elementos que convierten algo en una
Echemos un rápido vistazo a la noción de «posibilidad». ¿Qué es lo posibilidad desde un punto de vista, resultarán totalmente irrelevantes
que se quiere decir cuando se califica a algo de posibilidad, tanto ma- desde otro. La forma física que convierte a un hombre en una posibi-
temática como de otro tipo? Desde el punto de vista de las matemáticas, lidad para el equipo de la Copa Davis es una cosa; el potencial escalare-
se puede justificar el tratar alguna noción como una posibilidad simple- cedor que hace de la teoría del profesor Fröhlich una posible explicación

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

de la super-conductividad es otra diferente; los rasgos del cuadro de la todos los términos de evaluación son invariables respecto al campo en
Resurrección de Piero della Francesca que lo convierten posiblemente lo que se refiere a su fuerza. Se puede hacer la pregunta de con cuánta
en una de las pinturas más bellas jamás realizadas es un tercer criterio, y fuerza se puede argumentar un caso—ya se trate en favor de la posibili-
no hay duda de que todos estos tipos de posibihdad no pueden medirse dad de que Budge Patty sea un miembro del equipo americano de la
por la misma escala. Son posibilidades de diferentes tipos, todas ellas Copa Davis, de la aceptación del juicio realizado por sir Kenneth C l a r k
propuestas que merecen toda nuestra consideración en cualquier deba- sobre Piero della Francesca o de la adopción de la teoría de Fröhlich so-
te serio sobre los problemas en los que son relevantes, pero dado que bre la superconductividad—, pero la cuestión es qué fuerza tiene cada
son posibilidades de diversas clases, los estándares por los que se juzga caso cuando se examina según el estándar correspondiente. También
el modo en que reclaman nuestra atención serán también diferentes se- podríamos preguntarnos, si así lo quisiéramos, cuál de los tres casos tie-
gún el caso. ne más fuerza cuando se comparan entre sí, presentando una escala de
Esto no supone negar que las posibilidades de clases diferentes se méritos en la que pongamos que el argumento en favor de la selección
pueden comparar de alguna manera. En cualquier campo de argumen- de Patty carece de fisuras, aquel otro en favor de la teoría de Fröhlich es
tación, hay algunas posibilidades que tienen mucha fuerza, otras que re- sólido pero no definitivo y, finalmente, que el expuesto en favor de la ex-
sultan menos serias y todavía otras que son más y más remotas. Al com- celencia de la pintura de Piero está algo sesgado y depende de una serie
parar posibilidades procedentes de campos diversos, podemos poner de cuestiones, discutibles, de gusto. (No quiero decir con ello que todos
unas al lado de las otras según el grado relativo de fuerza o debilidad que los argumentos de tipo estético sean más débiles, o más dependientes de
posee cada posibilidad en su campo respectivo. Normalmente, esto es asuntos del gusto, que cualquier argumento científico o predictivo. ) Así
algo que no puede hacerse con total exactitud—en general, no hay me- y todo, al ordenar los argumentos de esta manera seguimos sin pre-
didas precisas para el «grado de posibilidad»—y, sin embargo, se puede guntarnos cuánto se aproximan esos argumentos en apoyo de las tres
establecer algún tipo de comparación a grandes rasgos y que resulte, conclusiones mencionadas a un estándar común; nos limitamos a pre-
efectivamente, suficientemente familiar a todos. Un físico renuente u guntar en qué medida se acerca cada uno de ellos al estándar corres-
hostil a la tesis del físico austríaco podría decir «La teoría de Fröhlich pondiente a la categoría que pertenece. La formulación de la pregunta
no es más posible como teoría de la super-conductividad que el que «¿Qué fuerza tiene el argumento?» tiene la misma fuerza o implicación
Dwight D. Eisenhower sea un posible miembro del equipo de la Copa D a - en cada uno de los casos: los estándares con los que se opera en cada uno
vis» y, a mi parecer, ésta sería una manera bastante despectiva de descar- de los tres es diferente.
tar la teoría de Fröhlich de cualquier consideración seria. Pero hacer una
afirmación así no equivale a decir que se puede medir la teoría de Fröh-
lich y a Dwight D. Eisenhower según un estándar común. Más bien, se- CUESTIONES PARA EL ORDEN DEL DÍA

ría comparar el grado de acuerdo con el cual cada uno de ellos se acerca
a los respectivos estándares de posibilidad apropiados a los objetos se- El resultado alcanzado hasta ahora puede parecer magro teniendo en
gún la clase en cuestión. cuenta lo laborioso que ha sido llegar hasta él. También puede parecer
En consecuencia, «poder» y «posible» coinciden con «no se puede» evidente por sí mismo; y efectivamente se debe evitar exagerar su mag-
c «imposible» en que poseen una fuerza invariable del campo y unos es- nitud o su importancia filosófica inmediata. Sin embargo, si se toman
tándares que dependen de él. Este resultado puede generalizarse, con- en serio las impHcaciones que se derivan de él, se verá que nos obliga a
cluyendo que todos los cánones o estándares empleados para criticar y plantearnos ciertas cuestiones que son sin duda de gran importancia
evaluar argumentos dependen en la práctica del campo, mientras que para la filosofía y, en particular, para comprender el alcance de la lógica

6o 61
LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

formal. Permítaseme indicar cuáles son esas cuestiones en esta última resulta a primera vista completamente razonable. No sería fácil b a r r u n -
parte del presente capítulo, ya que ocuparán un lugar elevado en las tar una razón inmediata para descartar la empresa por irrealizable. En
prioridades de asuntos que debemos tratar en los capítulos que siguen esta fase, todo lo que podemos hacer, por tanto, es formular la cuestión
después. general que se le plantea a la lógica al adoptar tal programa. La cues-
Para comenzar, debemos preguntarnos si las diferencias que existen tión es: «¿Hasta qué punto es posible una lógica generali». En otras p a -
entre los estándares que se emplean en diferentes campos son irreducti- labras, aunque sólo sea en el plano de la teoría, ¿es razonable pensar que
bles. Los factores que en la práctica hacen una conclusión posible, pro- se puedan formular y criticar los argumentos de tal manera que tanto la
bable o verdadera—o un argumento débil, sólido o concluyente—, ¿de- estructura seguida en la formulación del argumento como los estánda-
ben variar en función del campo de la argumentación? Esta falta de res conforme a los cuales se los somete a crítica sean invariables respec-
uniformidad, se podría pensar, no es una característica inevitable en el to al campo?
modo en que evaluamos y criticamos los argumentos; más aún, es una U n a segunda cuestión de importancia general para la filosofía surge
característica que los lógicos profesionales no han reconocido de buena como consecuencia de nuestra investigación. A menudo los filósofos
gana. Al contrario, siempre han esperado que se pudiera probar que era han sostenido que los argumentos de algunos campos de investigación
posible exponer argumentos procedentes de campos diferentes bajo una son intrínsicamente más susceptibles de recibir una evaluación racional
formulación común, así como criticar argumentos y conclusiones como que los que proceden de otros campos. Muchos han considerado que las
débiles, sólidos o concluyentes, o como posibles, probables o ciertos, re- cuestiones matemáticas y las relacionadas con asuntos referidos a he-
curriendo a una serie única y universal de criterios igualmente aplicables chos cotidianos, por ejemplo, tienen una cierta prioridad en lógica so-
a todos los campos de la argumentación. De modo bastante coherente, bre, digamos, los asuntos de derecho, de moral o de estética. Se ha insi-
los lógicos admiten que, en la práctica real, no empleamos una batería nuado que el «Tribunal de la Razón» tiene únicamente una jurisdicción
universal de criterios, pero a pesar de ello mantienen impertérritos su limitada, careciendo de competencia para dictar sentencia en asuntos de
aspiración a descubrir y formular—aunque sea sólo teóricamente—esa toda clase. A lo largo de nuestra investigación no nos hemos topado aún
serie de estándares universales, de modo que las diferencias reales entre con un contraste de este género. Por lo que hemos visto hasta ahora, hay
los criterios utiHzados en uno u otro campo serían considerados no un completo paralelismo entre los argumentos procedentes de diferen-
como algo inevitable e irreductible, sino más bien como un reto. Al re- tes campos, sin que se hayan manifestado las razones por las que se haya
conocer esas diferencias como tales, podría simultáneamente proponer- de otorgar prioridad a las materias matemáticas o similares. Al conside-
se como meta el desarrollo de métodos de evaluación más generales y rar, por ejemplo, las diferentes razones por las que deba descartarse algo
estándares de juicio más universales que aquellos que habitualmente en el curso de una argumentación, hallamos abundantes diferencias al
empleamos en la crítica práctica de los argumentos cotidianos. pasar de un campo al otro, pero nada que nos llevara a concluir que al-
Éste es sólo el primer indicio de una divergencia aún más ampha en- gún campo de argumentación determinado era intrínsecamente no
tre las actitudes y los métodos de los lógicos profesionales y los de la racional o que el «Tribunal de la Razón» fuera de alguna manera i n -
gente corriente en sus argumentos; divergencia a la que tendremos que competente para pronunciarse sobre sus problemas. Así se origina la
enfrentarnos cada vez con mayor frecuenca a medida que avancemos en cuestión de qué se oculta detrás del afán de tantos filósofos por trazar
nuestra exposición. Por el momento no hay nada en ella que nos i n - distinciones de este tipo entre diferentes campos de argumentación.
quiete de manera seria. La aspiración de los lógicos a construir un siste- Probablemente todos nos mostremos comprensivos con una doctri-
ma lógico invariable respecto al campo, tanto en las formulaciones em- na filosófica de ese tipo. Si contemplamos de nuevo la serie de conclu-
pleadas como en los criterios establecidos para criticar los argumentos. siones realizadas a partir de argumentos procedentes de diferentes cam-

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N CAMPOS DE A R G U M E N T A C I Ó N Y TERMINOS MODALES

pos descartadas mediante la expresión «no se puede», de entrada acaso tras otras no lo son. Desde el punto de vista de la lógica, todos los casos
empecemos a tener la natural impresión de que algunos de los ejemplos se revelan al mismo nivel.
podrían etiquetarse con el término «racional» mejor que otros: aquel Desde la perspectiva de la lógica, también las sanciones que corre
«no se puede» levantar una tonelada solo, o meter diez m i l personas en el riesgo de sufrir quien pase por alto las diferentes imposibilidades e
el ayuntamiento; o también aquel «no se puede» tener una hermana va- impropiedades de los ejemplos analizados están a primera vista en pie
rón. Estos tipos de imposibihdad—esto es, hechos que son imposibles de igualdad: hacer caso omiso de una disposición legal implica correr el
porque resulta inútil intentarlos aun cuando hablar de intentarlos es por riesgo de ser procesado; saltarse las normas en un proceso judicial, el de
sí mismo inteligible—nos parecen ciertamente más reales, más auténti- que haya protestas generalizadas por la acción realizada o que se presen-
cos que algunos de los otros ejemplos que hemos analizado. Tales tipos te con éxito recurso contra la sentencia; no tener en cuenta las propias
de imposibilidad eclipsan, en especial, los ejemplos en los que para des- capacidades físicas supone arriesgarse a llevarse una decepción; y hacer
cartar una conclusión se esgrimen sólo razones de ilegitimidad o i n - lo propio con la necesidad de respetar las convenciones del lenguaje al
moralidad. Bien es verdad, sin embargo, que uno puede preguntarse de expresarse, el peligro de no ser entendido. Las razones, faltas y sanciones
inmediato por qué nos sentimos inclinados a decir «sólo por razones en cuestión puede que no sean las mismas en campos diferentes, pero es
de ilegitimidad o inmoralidad». difícil ver sólo a partir de este anáfisis por qué algunos campos tienen
Debemos entonces plantearnos si hay alguna otra cosa en esta distin- que ser más «lógicos» o «racionales» que otros. Por consiguiente, de aquí
ción aparte de la sensación de autenticidad. Esa sensación de autentici- se deriva una cuestión general de clara importancia filosófica, que de-
dad, que acompaña a las imposibilidades referidas a la incapacidad física bemos añadir a la lista de las que queremos examinar más adelante: ¿qué
y a la incoherencia lingüística, pero no a cosas como la falta de moral, ¿se suerte de prioridad en lógica, si es que la hay de algún tipo, pueden,
basa en algo más sólido que en motivos psicológicos? ¿Puede realmente pongamos por caso, los asuntos factuales reclamar sobre otros como las
decirse que hay alguna diferencia desde el punto de vista de la lógica en- cuestiones de moral?
tre esas dos clases de análisis?, ¿o es que la diferencia entre ellas no existe El análisis realizado ha servido, según espero, para ilustrar un p u n -
más allá de la que hemos sido capaces de reconocer hasta ahora? to; esto es, las ventajas de parangonar los procedimientos de la evalua-
En efecto, si se examinan las diferentes circunstancias en que se usan ción racional con los legales, una comparación a la que bauticé antes
términos modales tales como «no se puede», encontramos de hecho d i - como la analogía jurídica. Al resolver tanto cuestiones jurídicas como
ferencias. Puede haber muchas razones—en realidad muchas clases de aquellas otras que tienen que ver con la validez de los argumentos y la
razones—para detenerse a reconsiderar algo que se está haciendo, que solidez de las conclusiones, se dan por sentados ciertos procedimientos
se está a punto de hacer o que se piensa hacer; o al menos, para pedir a fundamentales. La forma en que empleamos los términos de matización
alguien que se detenga a reflexionar sobre ello. El hecho de que una ac- modal, que han sido examinados con cierta extensión en el presente ca-
ción sea ilegal es un motivo perfectamente adecuado para reconsiderar pítulo, constituyen sólo una ilustración de este aspecto. Pero hay una
la decisión de llevarla a cabo; el hecho de que tal acto puede resultar fue- posibilidad más a la que apunta la analogía y a la que hasta ahora no nos
ra de la ley en ciertas circunstancias es un segundo motivo; el saber que hemos enfrentado expficitamente. Aunque en el modo en que se condu-
sólo intentarlo estaría inevitablemente condenado al fracaso es una bue- cen los casos jurídicos de toda suerte los procedimientos observados tie-
na tercera razón para vacilar en hacerlo; que supondría cometer un sole- nen en común ciertas características, puede constatarse también que
cismo lingüístico o una expresión agramatical constituyen otras dos ra- existe variación en otros aspectos. El modo en que se lleva un caso c i v i l ,
zones más, etc. Lo que no resulta evidente es que haya base lógica alguna por ejemplo, no guarda un paralelismo exacto en cada uno de sus deta-
para afirmar que ciertas clases de razones son realmente razones, mien- lles con la manera en que se lleva un caso criminal. De aquí que deba-

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN CAMPOS DE ARGUMENTACIÓN Y TÉRMINOS MODALES

mos tener en cuenta que se pueden encontrar diferencias similares tam- concibe la lógica como una extensión de la psicología o de la sociología,
bién en el caso de los procedimientos racionales. Puede ocurrir, ponga- la noción de forma lógica permanece impenetrable y oscura; de hecho,
mos por caso, que no sólamente el tipo de razones que aducimos para entonces sólo puede explicarse en términos de nociones aún más miste-
apoyar las conclusiones procedentes de campos distintos varíe, sino que riosas, representándose como una estructura de relaciones entre endda-
también la manera en que esas razones pesan en las conclusiones—esto des psíquicas o patrones de comportamiento sociales. La aproximación
es, el modo en que pueden fundamentar las conclusiones—puede variar matemática a la lógica parece haber superado esa oscuridad, dado que
igualmente de campo a campo. Hay indicios de que esto ocurre real- los matemáticos han estudiado durante mucho tiempo patrones y for-
mente así. Por ejemplo, el hecho de que aunque en muchos casos nos re- mas en otras ramas de su ciencia, de manera que la extensión de esas
ferimos alegremente a las razones que utilizamos para presentar alguna ideas a la lógica parecía completamente natural. Es cierto que las rela-
conclusión como «prueba», en otros casos este término estará fuera de ciones matemáücas y las figuras geométricas conllevan una idea sufi-
lugar. Y así, es raro describir la acción de alguien que haya señalado las cientemente clara de forma; en consecuencia, no es de extrañar que la
características de un cuadro que, según su parecer, lo convierten en una doctrina de que la forma lógica podía ser interpretada de la misma m a -
obra maestra diciendo que ha presentado las «pruebas» de que se trata- nera ha demostrado ser extremadamente atractiva.
ba de una gran obra de arte. La analogía entre la evaluación racional y la práctica judicial nos
No ha de sorprendernos este tipo de diferencia. Al fin y al cabo, las ofrece un modelo que puede hacerle la competencia al modelo matemá-
distinciones que hemos realizado hasta ahora son muy laxas, por lo que tico para reflexionar sobre la idea de forma lógica. De este modo, se
un examen más atento sacará a la luz en adelante distinciones más deta- pone de manifiesto que los argumentos no sólo deben poseer una es-
lladas, que harán que nuestra comprensión de las maneras en que se re- tructura determinada, sino que además deben ser expuestos y presenta-
lacionan los argumentos procedentes de campos diferentes sea más pro- dos siguiendo una secuencia de etapas conforme a ciertas normas bási-
funda. Quizá llegados a este punto empecemos a ver con mayor claridad cas de procedimiento. En una palabra, la evaluación racional es una
qué es lo que hace que la gente tenga la impresión de que las cuestiones actividad que necesariamente implica formalidades. Por consiguiente,
matemáticas, las concernientes a la meteorología y otras similares resul- cuando en el tercer capítulo analicemos la forma en que se disponen los
tan más racionales que, digamos, las cuestiones de orden estético. En argumentos, contaremos con una cuestión determinada como punto de
efecto, merecería la pena detenerse a considerar si no persisten aún dife- parüda. Debemos preguntar en qué medida el carácter formal de un ar-
rencias cruciales entre los procedimientos apropiados a las cuestiones gumento válido puede concebirse more geométrico, como si su validez
de orden estético, por un lado, y las de orden moral, por otro. Pero ello formal fuera únicamente cuestión de presentar el tipo correcto de con-
nos llevaría a otro anáfisis tan laborioso como el anterior, de manera figuración, y hasta qué punto es necesario que se conciba más bien en
que deberemos dejar el problema para otro lugar. términos de procedimiento, como una cuestión que consiste en seguir
C o n todo, nos tomaremos muy en serio otra de las cuestiones en las las formalidades que deben observarse con el fin de hacer posible la eva-
que se centra la analogía jurídica, que nos servirá como punto de parti- luación de los argumentos.
da para el capítulo central de este libro. Se trata de la cuestión de qué sig-
nifica hablar de forma en lógica. Si se dice que la validez de los argu-
mentos depende de ciertas características de su formulación, ¿qué es lo
que se quiere decir exactamente con ello? U n o de los principales atrac-
tivos de la aproximación matemática a la lógica ha sido siempre que
daba por sí sola algo parecido a una respuesta clara a esta cuestión. Si se

66 67
2

PROBABILIDAD

Le aterrorizaba tanto [a mi hermano mayor] que lo pillaran por


casualidad mintiendo, que de pequeño adquirió el hábito de
añadir «quizá» a todo lo que decía. «¿Eres tú, Harry?»—le pre-
guntaba a lo mejor mamá desde el salón. —«Sí, mamá, quizá».
«¿Vas a subir?». «Sí, quizá». «¿Podrías mirar si me he dejado el
bolso en el dormitorio?. «Sí, mamá, quizá, quiiizá, quizásss».

E L E A N O R FARJEON

A Nursery in the nineties ('Una guardería en los noventa')

Estos dos estudios primeros son, cada uno a su modo, preliminares. El


propósito del primero era indicar a grandes rasgos la estructura que
adoptan los argumentos en la práctica, así como las características más
destacadas de las categorías empleadas en la evaluación real de esos ar-
gumentos. En todo momento, mi intención ha sido mantenerme aleja-
do de asuntos explícitamente filosóficos, dejando para más adelante la
discusión de la relevancia que puedan tener para la filosofía las conclu-
siones aquí alcanzadas. El método seguido en este segundo capítulo será
bastante diferente. En él, llevaremos adelante el análisis de los términos
modales ya iniciado, pero al mismo tiempo introduciremos como se-
gundo objetivo indicar cómo los resultados de este análisis pueden ser
relevantes para el estudio de cuestiones y problemas filosóficos. Por úl-
timo, se apuntarán algunas conclusiones de cierta amplitud que habrán
de ser establecidas con mayor solidez y en términos más generales en los
capítulos posteriores.
La diversidad de objetivos se refleja en el tipo de ejemplos que he-
mos seleccionado para el análisis. Así, en el primer estudio, quería dejar
claras qué funciones desempeñan realmente los términos modales en el
desarrollo de la argumentación en la vida práctica, evitando que me dis-
trajeran conceptos previos y debates filosóficos sin que estuviéramos to-
davía preparados para enfrentarnos a ellos. Por ello, preferí concentrar-

69
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

me en los términos «posible» e «imposible», además de ocuparme de los blemente», «plausiblemente» y «posibilidad», ya que Kneale se expresa
verbos y los adverbios relacionados con estos vocablos. En cualquier casi exclusivamente en términos de abstracciones tales como «probabi-
caso, en los últimos años los filósofos han teorizado sobre estos térmi- lidad», «conocimiento» y «creencia», aceptando como nociones inme-
nos relativamente poco, lo que los convertía en ejemplos perfectos para diatas y transparentes (y de acuerdo con ellas, formula los problemas) lo
nuestro propósito. Por otro lado, recientemente se ha prestado una gran que fuera de toda duda son patentes metáforas; incluso su descripción
atención a otros términos modales, especialmente a los vocablos «pro- inicial de probabifidad como «el sustituto con el que tratamos de c o m -
bable» y «probabifidad»; en consecuencia, nos centraremos ahora en es- pensar las insuficiencias de nuestro conocimiento, cuya medida es me-
tos últimos. Teniendo en cuenta las distinciones generales que ya han sa- nor de lo que quisiéramos» es una metáfora tomada del comercio de
lido a la luz, dirijamos nuestra atención a lo que los filósofos tenían que bienes de consumo, del concepto de oferta y demanda.
decir últimamente sobre el tema de la probabifidad y veamos hasta qué Todo ello no tendría importancia si diera una explicación detallada
punto el debate ha hecho justicia a las funciones prácticas de los térmi- del modo en que su discusión teórica se relaciona con cosas más fami-
nos «probablemente», «probable» y «probabilidad» en la formulación y liares, pues entonces constituiría un recurso literario legíümo y eficaz.
crítica de la argumentación. Pero no es así, y si obramos de igual modo, elaborando nosotros mismos
De acometer semejante empresa, nos llevaremos, sin embargo, una una explicación similar, descubriremos dos cosas. Primero, veremos
decepción. El de la probabilidad es uno de esos temas en que la i m - que una disquisición abstracta de las relaciones entre probabilidad, co-
portancia de los prolegómenos es inversamente proporcional al grado nocimiento y creencia como la que da Kneale no puede evitar fallar en
de atención que se les ha prestado. Cualquiera que se ponga a explorar una serie de aspectos esenciales, pues esos nombres abstractos resultan
el tema como ha sido tratado tradicionalmente se encontrará con que se demasiado poco matizados para realizar un análisis satisfactorio de las
espera mucho de él, pues hay tanto material interesante sobre el que de- nociones prácticas que nos interesan y que figuran a menudo en forma
batir—tesis filosóficas de considerable sutileza, un cálculo matemático de verbos, adverbios y adjetivos: «Probablemente vendré», «Parecía poco
de gran elegancia formal y temas laterales fascinantes, como la legitimi- probable», «Lo creen» y «Él no lo sabía». Más aún, quedará de manifies-
dad de hablar sobre «conjuntos infinitos»—, que se sentirá tentado a to hasta qué punto los problemas que suscita la probabifidad, en la ac-
atajar la formulación preliminar del problema con el fin de ponerse ma- tuahdad de moda, resultan aparentes precisamente por este exceso de
nos a la obra en la «tarea que verdaderamente importa». Esa tarea es confianza en el empleo de sustantivos abstractos. Cuando nos pregunta-
concebida como un incesante y necesario refinamiento en el plano de la mos prematuramente y de forma demasiado general «¿Qué es la proba-
teoría, por lo que los aspectos prácticos del tema han sido estudiados bilidad?, ¿sobre qué tratan los problemas de probabilidad?, ¿qué es lo que
inadecuadamente. expresan^», estamos de hecho contribuyendo a hacer que la discusión
Entre los autores recientes, tanto W i l l i a m Kneale como el profesor del tema discurra a lo largo de raíles tradicionales, bien engrasados y ya
Rudolf Carnap pueden ser objeto de crítica en este sentido, a pesar de desgastados por el uso, consiguiendo con ello ocultarnos incluso a no-
que sus libros, Probability and induction y Logical foundations ofproba- sotros mismos los orígenes de los problemas, que se encuentran en el
bility, se han convertido en obras de referencia clásicas sobre el tema. El uso que las personas hacen de las expresiones de probabilidad, así como
libro de Kneale plantea las mismas dificultades que aparecen en tantos las razones para su perenne carácter irresoluble.
otros. Un lector interesado en la aplicación de la lógica a los argumentos Carnap resuka un blanco más escurridizo. Presenta un sistema de
reales no tendrá claro, en términos prácticos, qué cuestiones se están ideas tan elaborado, acompañado de unas teorías tan sofisticadas, que es
tratando y, particularmente, qué relación se supone que tienen con el difícil ver qué aceptaría él en calidad de objeción válida contra ellas. Al
tipo de situación cotidiana en que se emplean palabras como «proba- menos, Kneale está dispuesto a tener en cuenta las maneras en que se

70 71
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

aplica realmente la noción de probabilidad. «En la teoría de la probabili- El presente capítulo se articula a grandes rasgos como sigue a c o n t i -
dad—escribe—el objetivo del filósofo no es construir un sistema formal nuación. Comenzaré analizando los orígenes más primitivos de la no-
que tenga como únicas guías la consistencia y la elegancia. Su tarea es ción de probabilidad, avanzando sucesivamente en etapas hacia sus refi-
aclarar el significado de las afirmaciones de probabilidad realizadas por namientos más sofisticados y técnicos. C o n ello, mi propósito es poner
la gente corriente, de modo que la teoría de la frecuencia [por mencionar claramente de relieve las relaciones entre el término «probabilidad» y la
sólo una de las teorías actuales sobre probabilidad] debe ser juzgada familia general de términos modales. A medida que progrese en el aná-
como un intento de llevar a cabo esta empresa» {Probability and induc- lisis, iré comparando los resukados obtenidos con las teorías filosóficas
tion, § 32, p. 158). Más atrás había afirmado en el mismo sentido: «No de Kneale y Carnap, mostrando de este modo que se han equivocado, eh
puede considerarse adecuado ningún análisis de la relación de probabili- mi opinión, al no atender suficientemente a la función práctica de los
dad, esto es, que explica el uso ordinario de la palabra "probabilidad", a términos modales. Algunas de las distinciones y de las conclusiones que
menos que haga posible comprender por qué resulta racional tomar pondrá de manifiesto este capítulo serán aclaradas y tratadas en mayor
como base para un acto una proposición que mantiene esa relación con profundidad en los tres capítulos siguientes.
la evidencia de la que disponemos» {ihid., § 6, p. 20). Mientras se pueda
demostrar que la exphcación dada por Kneale no es cierta en la vida
práctica—esto es, mientras se le pueda pillar falseando la noción de pro- LO SÉ, LO PROMETO, PROBABLEMENTE
babilidad en cuanto categoría de la lógica aplicada—, se podrán hacer
objeciones a su teoría que nacen de ella misma. Veamos primero lo que primero aprendemos, el adverbio «probable-
Carnap se muestra más displicente respecto a las objeciones de este mente». Se podrá mostrar mejor su fuerza con ayuda de algunos ejem-
tipo, confesando que encuentra las referencias al uso cofidiano de la no- plos elementales.
ción de «probabilidad» carentes de interés e irrelevantes; de hecho, se
lanza al contraataque, justificándose por haberlas dejado de lado sobre Hay un momento en la vida de todo niño bien educado en el que se encuentra
la base de que son «pre-científicas». (El hecho de si lo que es pre-cientí- en un dilema. Durante la última semana, ha ido todos los días después de la
fico es necesariamente también acientífico es otro asunto, que tendre- merienda a jugar con una niña pequeña que vive en la calle de al lado y ha co-
mos que retomar al final de este capítulo.) No obstante, aunque afirme menzado a apreciarla. Ahora que se acerca la hora de acostarse, su madre ha ve-
nido a recogerle y su compañera de juegos le dice con ojos brillantes: «Vendrás
menospreciar el estudio, carente de sofisticación, del término pre-cien-
mañana, ¿verdad que sí?». Normalmente habría contestado que sí sin reparo al-
tífico «probable» y sus cognados, podemos permitirnos echar un vistazo
guno, puesto que todas las tardes ha tenido la intención de acudir al día si-
a qué es lo que tiene que decir sobre otros tipos de probabifidad más
guiente, sin que supiera de nada que fuera a impedírselo. Pero se ha hablado en
actuales. Una de sus conclusiones resulta de particular interés para no-
casa de ir al zoo mañana, ¿y qué pasaría si eso, y merendar en una cafetería más
sotros: se ve obligado a insistir en que la palabra misma «probabilidad» tarde, y el gentío en el metro, significara llegar tarde a casa, y que él fallara des-
es totalmente ambigua y las razones por las que insiste en este punto re- pués de decir «Sí»? ¡Qué difícil es la vida! Si dice «Sí» y luego no puede venir,
sultan ilustrativas. Lejos de admitir que ésta sea en verdad una conclu- ella tendrá derecho a pensar que la ha defraudado. Si dice «No» y al fin y al cabo
sión, argumentaré que nos hallamos ante una paradoja, que se impone llega a tiempo, ella no le estará esperando y él no podría, por educación, pre-
por sí misma precisamente por haber descartado con tanta displicencia sentarse aUí; y de esa manera habría perdido, a causa de sus propias palabras, su
todas las cuestiones relativas a la «probabilidad» en un senfido poco téc- principal alegría. ¿Qué es lo que puede decir? Se vuelve a su madre en busca de
nico. En cambio, al reintroducir esas consideraciones, las paradojas a las ayuda: «Dile que probablemente irás, cariño. Explícale que no puedes prometer-
que se había visto arrastrado Carnap quedan resueltas. lo, porque depende de a qué hora lleguemos a casa, pero dile que irás si pue-

72 73
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

des». Aliviado y agradecido, el niño se vuelve y pronuncia la palabra mágica: La dificultad del niño pequeño que veíamos antes puede expresarse del
«Probablemente». siguiente modo. Si como contestación a la petición de su compañera
«Vendrás mañana, ¿verdad que sí?», él responde «Sí, iré», se comprome-
La diferencia realmente importante que se ha de observar es la que hay te a ello. La razón estriba en que pronunciar las palabras «Sí, iré» es de-
entre decir «Iré» y «Probablemente iré». La diferencia es similar, pero cir que irá, lo cual, aunque no es tan solemne y serio como una prome-
opuesta en su sentido a la que el profesor J. L. Austin ha tratado, entre sa, casi lo es en cierto modo. (Equivale a decir: «No lo prometí», «Quizá
decir «S es P» o «Haré A» y decir «Sé que S es P» o «Prometo que haré no, pero como si lo hubieras prometido».) Al decir «Sí, iré» no sólo i n -
A». A propósito de este tema, permítaseme citar el artículo de Austin: duce a su compañera de juegos a esperarle (es decir, a anticipar su llega-
da, a hacer preparativos para ello), también garantiza que se puede es-
Cuando digo que «S es P», doy a entender que por lo menos lo creo y, si he sido perar de él que vaya a su casa al día siguiente: el niño está dando razones
educado de una manera estricta, que estoy (bastante) seguro de ello. Cuan- a su compañera para que le haga reproches si no aparece, aunque desde
do digo «Haré A», doy a entender que por lo menos espero hacerio y, si he sido luego no se las dé para que lo haga en los términos a los que ella tendría
sido educado de una manera estricta, que tengo (toda) la intención de hacerlo. derecho si él hubiera faUado a una promesa; esto es, después de haber
Si sólo creo que S es P, puedo añadir «Pero por supuesto podría (muy bien) es-
dicho solemnemente «Te prometo que iré». Decir «Sí» cuando había al-
tar equivocado»; si sólo espero hacer A, puedo añadir «Pero por supuesto pue-
guna razón para sospechar que habría algo que le impediría ir sería, por
de (muy bien) ocurrir que no». Cuando sólo lo creo o sólo lo espero, se admite
tanto, crearse problemas a sí mismo.
que otra evidencia u otras circunstancias pueden hacer que cambie de idea. Si
digo «S es P» cuando ni siquiera me lo creo, entonces estoy mintiendo; si lo digo La gracia de la palabra «probablemente», como sucede con «quizá»,
cuando lo creo pero no estoy seguro de ello, puede que esté induciendo a error, está en que evita precisamente este tipo de problemas. Al decir «Sé que
pero no estoy exactamente mintiendo. Si digo «Haré A» cuando no tengo ni si- S es P» o «Prometo que haré A», me comprometo explícitamente de la
quiera la esperanza de poder hacedo, ni tampoco la menor intención de ello, misma manera en que lo hago—aunque en menor grado, sólo por i m -
estoy deliberadamente cometiendo engaño; si lo digo cuando no tengo toda la plicación—si digo «S es P» o «Haré A». Al decir «S es probablemente P»
intención de hacerlo, estoy induciendo a error, pero no estoy engañando deli- o «Haré probablemente A», evito explícitamente comprometerme sin
beradamente de la misma manera. reservas, asegurándome de este modo contra algunas de las consecuen-
Ahora bien, cuando digo «Lo prometo», estoy dando un paso más: no he cias en caso de incumplimiento. Mi enunciado queda así «a cubierto
anunciado simplemente mi intención, sino que al usar esta fórmula (llevando a cautelar», esto es, según la definición del Pocket Oxford Dictionary, «a sal-
cabo este ritual), me he comprometido delante de otros, de una manera distin-
vo condicional, por estipulación, de abuso o malinterpretación». Pero la
ta, poniendo sobre la mesa mi reputación. Análogamente, decir «Lo sé» es dar
garantía no es ilimitada, de modo que la naturaleza de la condición debe
otro paso más. Pero no lo es decir «He realizado una extraordinaria hazaña cog-
quedar, en la mayoría de los casos, bastante clara («Depende de a qué
nitiva, perteneciente a la misma escala que creer y estar seguro, superior incluso
hora lleguemos a casa»). Además, la protección prestada por la palabra
a estar meramente bastante seguro», porque no hay nada en esa escala superior a
estar seguro. De la misma manera que prometer no es algo superior, en la escala «probablemente» se exfiende en primer lugar sólo a aquellas contingen-
de esperar y tener la intención de hacer algo, ni siquiera a meramente tener cias que han sido expresamente estipuladas. Decir «Probablemente iré,
la firme intención de hacer algo, porque no hay nada en'esa escala superior a pero depende de la hora en que volvamos del zoo» y luego no ir a pesar
profesar la firme intención de hacer algo. Cuando digo «Lo sé», doy a otros mi de haber vueho con fiempo de sobra sería (incluso si no es un engaño
palabra: les doy mi autoridad para decir «S es P». deliberado) en cualquier caso aprovecharse de la situación: sería tan en-
gañoso como decir «Iré», sin ningún tipo de reservas, y luego no ir. De
«Other minds», Logic and language, 2"'^ series, pp. 143-144.
nuevo, la persona se ha comprometido y, por tanto, se ha hecho respon-

74 75
LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

sable de lo que dice; intentar excusarse diciendo «Pero sólo te dije que Una perturbación activa actualmente sobre Lslandia se mueve en dirección este.
probablemente vendría» sería una prueba de mala fe. La nubosidad que afecta en estos momentos al norte de Irlanda se extenderá al
Por supuesto, tampoco se le permite a nadie que use la palabra «pro- nordeste de Inglaterra durante el día, alcanzando probablemente al resto del
bablemente» de esta manera que deje de cumplir su palabra siempre o país en el curso de las últimas horas de la tarde y por la noche.
con frecuencia, aun cuando se haya cubierto las espaldas expresamente
todas las veces. Al decir «probablemente», la persona se hace responsa- Todos los rasgos característicos del ejemplo previo se hallan también
ble del cumphmiento del enunciado, si no en su totalidad, al menos en aquí. Los meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional están dis-
una proporción razonable de ocasiones, sin que baste con tener una ex- puestos a comprometerse sin reservas en lo que concierne a la primera
cusa para cada una de las veces que se incumple. Únicamente en ciertos de sus predicciones (que la nubosidad se extenderá hacia el nordeste de
casos especiales queda tácitamente suspendido este requisito: «Cuando Inglaterra durante el día), pero no están dispuestos a hacerlo en el caso
una mujer dice "quizá", quiere decir "sí"; cuando un diplomático dice de la segunda (que las nubes se propagarán al resto del país durante la
"quizá", quiere decir "no"». tarde y la noche); y saben que, tratándose como se trata del Servicio
Finalmente, ciertas formas de las palabras están de suyo prohibidas. Meteorológico, habremos de conformarnos con lo que digan. Si predi-
Siguiendo de nuevo a Austin, «Está prohibido decir "Sé que es así, pero jeran sin reservas nubes al final del día, pero el cielo permaneciera des-
puede que esté equivocado", de la misma manera que lo está decir "Pro- pejado, podrían ser puestos en la picota con razón por el ama de casa
meto que lo haré, pero puede que incumpla mi promesa". Si se es cons- que ha retrasado hacer la colada debido a su predicción. Si dijeran «...se
ciente de que se puede estar equivocado (porque se tiene alguna razón extenderá sin duda...» o «Sabemos que la nubosidad se extenderá...», en
concreta para suponer que se puede estarlo en ese caso), no se debe caso de que fallaran habría todavía más motivo de queja, y ello a pesar
decir que se sabe, de la misma manera que si se es consciente de que qui- de que, dado que la misión del Servicio Meteorológico es saber qué
zá se rompa la palabra dada, está fuera de lugar hacer promesas» [loe. cit, tiempo hará y que constituye la autoridad en asuntos del tiempo, ten-
pp. 142-143). De análoga manera, y por las mismas razones, está prohi- demos a dar por supuesto en su caso la fórmula introductoria «Sabe-
bido decir «Probablemente iré, pero no podré hacerlo», puesto que de- mos que...». En el estado presente de su ciencia, no pueden con seguri-
cir esto es arrebatar con la segunda parte del enunciado lo que se dio en dad comprometerse siempre—esto es, no pueden hacerlo sin meterse
la primera. Si se sabe que no se podrá ir, no se tiene derecho a decir nada en problemas—a realizar predicciones sin matizar, excepto para aque-
que suponga de alguna manera un compromiso de ir. llas relativas a un intervalo temporal extremadamente limitado en el

En este primer ejemplo vemos cómo la palabra «probablemente» futuro. Entonces, ¿qué es lo que pueden decir acerca de lo que ocurrirá

viene a usarse como medio para asumir obligaciones bajo ciertos requi- la siguiente noche?

sitos estipulados previamente y para pronunciarse acerca de las propias De nuevo es aquí donde la palabra «probablemente» encuentra
intenciones de manera matizada. Los filósofos, sin embargo, se han ocu- asiento natural. De la misma manera que resulta apropiada como medio
pado menos de este tipo de uso de la palabra de lo que han hecho acer- para expresar compromisos cuyo cumplimiento está sujeto a ciertas
ca de su empleo en enunciados científicos, especialmente—y en vista de condiciones y constricciones, también puede usarse para expresar pre-
la tradicional relación entre los problemas de probabilidad y los de i n - dicciones sujetas a condiciones y constricciones, predicciones con cuyo
ducción—en las predicciones. Por ello, resulta importante ilustrar el uso cumplimiento, por una u otra razón determinada, no estamos dispues-
cotidiano de la palabra «probablemente» en tal contexto. C o n ese pro- tos a comprometernos por completo. De nuevo, sin embargo, el uso de
pósito, escogeremos un extracto típico de una predicción del tiempo: la palabra «probablemente» es una suerte de seguro sólo contra algunas
de las consecuencias de un fallo. Si el hombre del tiempo dice «Proba-

76 77
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

blemente se extenderán», se pone a cubierto sólo dentro de'los límites En este punto es necesario poner de relieve una distinción, ya que pa-
que han de admitirse como razonables en el estado presente de la meteo- sarla por alto puede llevar a dificultades filosóficas aquí o en otro lugar.
rología. Si las nubes no cubren el resto del país más tarde o más tempra- Lo que se afirma en un enunciado es una cosa; lo que impUca o da a en-
no, tenemos el derecho a preguntarnos por qué. Y si en respuesta a esta tender es otra distinta. Por ejemplo, dar razones para que se espere algo
pregunta se niega a ofrecer una explicación, como la de que «El antici- no es necesariamente lo mismo que decir explícitamente «Lo espero», o
clón sobre el norte de Francia ha persistido durante más tiempo de lo ni siquiera «Lo espero con razón». Los hombres del tiempo del Servicio
que es habitual en estas circunstancias», y en lugar de ello trata de excu- Meteorológico no están diciendo, como han sugerido algunos filósofos,
sarse diciendo «Al fin y al cabo, nosotros sólo dijimos que las nubes pro- que están bastante seguros de que las nubes alcanzarán el nordeste de I n -
bablemente se extenderían», entonces está tratando de protegerse, dan- glaterra ese día pero que sólo confian bastante en que se propagará al res-
do evasivas y poniendo peros, por lo que tenemos todo el derecho a to del país antes de que acabe la noche. Aunque es evidente que están im-
sospechar que su predicción, aún cuando estuviera sujeta a condiciones plicándolo, dándolo a entender, ya que su obligación como hombres del
y constricciones, era inapropiada; es decir, se había realizado sobre una tiempo es no afirmar «Se propagará» a menos que estén seguros de ello,
base inadecuada. (Llegados a este punto, comienza a ponerse de mani- ni tampoco decir «Probablemente se propagará» a menos que tengan su-
fiesto que el término modal «probablemente» se usa para señalar que el ficiente confianza en que será así. De lo que hablan es del tiempo; lo que
valor de los datos disponibles como elementos justificatorios y de los ar- inferimos acerca de sus expectativas está de hecho implícito en sus enun-
gumentos que se tienen a mano es inferior al nivel considerado normal ciados. «Decir "lo sé"—como señala el profesor Austin—no es decir " H e
para las pruebas y el argumento.) realizado una extraordinaria hazaña cognitiva, perteneciente a la misma
Más aún, cuando en predicciones se utiliza correctamente la palabra escala que creer y estar seguro, superior incluso a estar meramente bas-
«probablemente», no está permitido equivocarse ni siempre ni a me- tante seguro" porque no hay nada en esa escala superior a estar bastante
nudo, incluso aunque se haya tomado la precaución de cubrirse las es- seguro... Cuando digo " L o sé", doy a otros mi palabra: les doy mi autoridad
paldas expresamente todas las veces. En las predicciones, como en las para decir"S es P"». Por consiguiente, decir «S es probablemente P» no es
promesas, al decir «probablemente» uno se hace responsable de su c u m - tampoco decir «Tengo suficiente confianza, pero es menor que la certeza,
plimiento en una proporción razonable de ocasiones y no basta con dar de que S es P», porque «probablemente» tampoco pertenece a esa serie de
una explicación para cada uno de los fallos. De nuevo, en las predic- palabras. Cuando se dice «S es probablemente P», se adquiere un c o m -
ciones, ciertas formas de palabras deben quedar fuera. «Las nubes se ex- promiso bajo ciertas condiciones, provisional o hecho con reservas, con
tenderán probablemente al resto del país, pero no lo harán» no es más la opinión de que S es P, y (de manera igualmente condicionada) presto
aceptable que «Iré probablemente, pero no podré ir», «Prometo que lo mi autoridad a esa opinión.
haré, pero puede que lo incumpla» o «Sé que es así, pero puedo estar
equivocado». El motivo radica en que una predicción sujeta a condicio-
nes, aunque distinta de una predicción categórica, es normal que se en- «IMPROBABLE, PERO CIERTO»

tienda que da al oyente razones para esperar aquello que se ha predicho


(o para que esté dispuesto a ello, para que se prepare para ello, etc.), aun A la vista de estos ejemplos, volvamos a las dificultades que pueden en-
cuando se le advierte de manera implícita que no lo dé por hecho con contrarse al relacionar las afirmaciones sobre probabilidad que halla-
total seguridad. Por consiguiente, ni siquiera una predicción sujeta a mos en el libro de Kneale con el tipo de uso cotidiano que hacemos de
matices o condiciones es compatible con el hecho de negarla rotunda- la familia de palabras «probablemente», «probable», «probabilidad», «fac-
mente. tible», «acaso», etc.

78 79
LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

La primera dificultad consiste en ver en términos concretos a qué se que juzgara mal las probabilidades existentes en asuntos militares. Se
refiere Kneale cuando usa un sustantivo abstracto como «probabifidad» puede afirmar que hizo lo que era más sensato dadas las circunstancias,
o neologismos de cosecha propia, como «probabilificar» y «probabilifi- porque en relación a los datos que podía obtener y con los que efectiva-
cación», en lugar de expresiones más corrientes. Probablemente, esta d i - mente contaba, era probable que ganara adoptando esas decisiones.
ficultad podría superarse, por lo menos en parte, prestando una aten- Análogamente, lo que se sabe que ha sucedido en realidad puede que sea
ción cuidadosa al contexto, de forma que de momento me limitaré tan extremadamente improbable en relación con todo lo que sabemos, ex-
sólo a mencionarla. En realidad, muchas de las cosas que expresa con el cepto el hecho mismo que ha tenido lugar. "Improbable, pero cierto" no
sustantivo «probabilidad» podrían expresarse en términos más concre- es una contradicción en los términos. Al contrario, es precisamente lo
tos. Por ejemplo, al decir «La probabilidad a menudo nos permite actuar que afirmamos cada vez que decimos de un hecho que es extraño o sor-
racionalmente, cuando sin ella nos quedaríamos indefensos», tiene pre- prendente» {Probability and induction, § 3, pp. 9-10).
sumiblemente en mente el siguiento tipo de hecho: que decir a alguien Contra esta argumentación se pueden plantear cuatro objeciones.
a quien se conoce que probablemente lloverá esa tarde implica saber su- Para empezar, lo que yo sé que es falso puede ser calificado p o r otros
ficiente como para tener la información de que va a llover esa tarde y es- como suficientemente razonable como para ser probable teniendo en
tar preparado para ello, pero no tanto como para quedarse seriamente cuenta los datos de los que esos otros disponen. En consecuencia, como
sorprendido si por una vez no llega a suceder; mientras que decir que ni máximo, podría referirme a ello como «lo que parecía probable hasta
siquiera se sabe eso implica que no se tienen las ideas muy claras cuan- que se descubrió que era falso». De nuevo, si decimos que el general hizo
do se trata de predecir el tiempo que hará a la tarde y de estar preparado lo que era más sensato de acuerdo con las circunstancias, lo hacemos
para lo que pueda pasar. C o n todo, describir a una persona en esa situa- porque en relación a los datos que podía obtener y que consiguió debe
ción como «reducido a la indefensión» resulta excesivo. (Estoy menos haber parecido probable—y resuhaba perfectamente razonable supo-
seguro sobre qué se debería hacer con la palabra «probabilificación», ned©—que podría ganar tomando esas decisiones. La forma del enun-
por lo que volveremos sobre esta cuestión más adelante.) ciado «£rí? probable que ganara...» puede entenderse aquí y ahora sólo
La segunda dificultad es más seria, porque en varios lugares del ca- como un informe en discurso indirecto, en oratio obliqua, de lo que el
pítulo introductorio de Kneale no sólo representa de manera errónea general debía de estar razonablemente pensando en ese momento. En
los términos corrientes que analiza y explica, sino que cada vez que lo tercer lugar, lo que se sabe ahora que ha pasado puede que previamente
hace insiste en hacerlo así, afirmando en particular que tiene sentido pareciera extramadamente improbable teniendo en cuenta todo lo que se
(pese a las apariencias) lo que es un solecismo manifiesto, y además un sabía entonces; y puede parecérselo todavía, con razón, a alguien que sepa
solecismo por razones que resulta que fienen una importancia filosó- ahora sólo lo que entonces se sabía. Pero mientras esa persona puede
fica. Se pueden citar tres pasajes en los que ocurre esto: con propiedad, aunque equivocándose, referirse a ello como «improba-
ble», quien sepa ahora lo que sucedió realmente no puede hacerlo.
1. «La probabilidad tiene que ver con los datos y otros elementos justi- Finalmente, a nadie se le permite, en un único y mismo momento,
ficatorios sobre los que se basan las conclusiones, e incluso lo que se calificar a lo mismo de improbable y verdadero, por razones que ya se
sabe que es falso puede ser descrito bastante razonablemente como pro- han visto: obrar de esta manera es quitar con una mano lo que se ha
bable si se selecciona un cierto grupo de datos. Esto es algo que se da por dado con la otra. Por consiguiente la fórmula «improbable, pero cier-
sentado al escribir historia. De un general que, habiendo tomado las de- to» queda descartada, excepto que se quiera llamar de modo deliberado
cisiones necesarias a la vista de los datos de los que dispone, fuera derro- la atención con ella. Puede imaginarse que un columnista haga uso de la
tado, no se dice necesariamente de él que fuera un mal general; es decir. singularidad de esta fórmula como modo para venderse, usándola como

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LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

título de una sección similar al «Lo crea o no» de Ripley,* y sin duda des. Ni siquiera puedo decir ya que probablemente no está lloviendo,
éste es el tipo de posibilidad al que se refiere Kneale con su última ora- pues la cautela ha quedado fuera de lugar.
ción. Pero en ese contexto la expresión «improbable, pero cierto» es un
sustituto eficaz para decir «sorprendente» precisamente porque es una 3. «Se sabe ahora que las historias que contó Marco Polo a su regreso a
abreviación de «Parece improbable, pero es cierto», más que de «Es i m - Venecia eran ciertas, por muy improbables que les hubieran parecido
probable, pero es cierto». (Saber si «improbable, pero cierto» consti- a sus contemporáneos» {ibid., § 2, p. 4).
tuye una auténtica contradicción es una cuestión distinta, la cual nos Kneale cita este ejemplo en la primera página de su libro, otorgán-
llevaría a aguas profundas, aunque se podría argumentar con base só- dole un gran peso. Merece, según afirma, «que se le preste especial aten-
lida que habría que considerarla como tal.) En efecto, se puede decir ción, porque muestra que lo que es improbable puede ser, sin embargo,
de un relato que suena improbable pero verdadero, y en el curso de verdad». C o n todo, presenta una ambigüedad crucial, de manera que no
una conversación alguien puede referirse a algo como improbable has- podemos otorgarle ninguna consideración hasta haberla resuelto. Por-
ta que el otro interlocutor le asegure que es verdad; a partir de ese mo- que, ¿cómo hemos de entender las palabras «por muy improbables que
mento, la persona escéptica no podrá decir otra cosa sino «Aun así me les hubieran parecido a sus contemporáneos», como si estuvieran en es-
parece muy improbable», o de manera más descarada, «No lo creo», tilo directo o indirecto? Si pertenecieran a un discurso en estilo indirec-
puesto que entonces ya no hay lugar para las palabras «Es i m p r o - to, si—pongamos por caso—nos informaran en oratio obliqua de la re-
bable». acción en tiempos de Marco Polo de sus compatriotras, entonces el
ejemplo estaría perfectamente formulado, pero no muestra de ninguna
2. «Si digo "Probablemente está lloviendo", no estoy aseverando de manera «que lo que es improbable puede, sin embargo, ser cierto»; o en
manera alguna que esté lloviendo, por lo que descubrir que no está llo- otras palabras, que una misma persona puede referirse de modo apro-
viendo no refutaría mi afirmación, aunque la convertiría en inútil» piado a algo como improbable y en el mismo instante referirse a ello
iibid.,§2, p. 4). como cierto. Por contra, si se entiende que la frase está en estilo directo,
En este caso, no queda claro qué términos aceptaría Kneale, o re- como debería estar para probar lo que Kneale afirma que prueba, en-
husaría aceptar, que equivalen a «aseverar algo de alguna manera»; tam- tonces está formulada de manera muy inexacta. Por muy improbables
poco queda claro cuál es exactamente la fuerza de la distinción entre que las historias que Marco Polo contó a su regreso a Venecia puedan
convertir una afirmación en inútil y refutarla. Pero, sin duda, si digo haber parecido a sus contemporáneos, ahora se sabe que son sustancial-
«Probablemente está lloviendo» y resulta que no lo está, entonces (a) es- mente ciertas; por tanto, no tenemos por qué describirlas como si h u -
taba equivocado, (b) ahora ya no puedo repetir la afirmación y (c) se me bieran sido alguna vez improbables, ya que hacerlo así tiende a respaldar
puede reclamar con derecho que diga qué me hizo pensar que estaba en cierta medida una opinión que sabemos que es falsa.
lloviendo. (La respuesta podría ser, por ejemplo, «Tal y como sonaba En cada uno de estos pasajes, Kneale trata muy por encima bien una
afuera era como si lloviera, pero ahora veo que lo que tomé por lluvia de las dos distinciones que están estrechamente relacionadas, bien las
era sólo el viento entre los árboles».) ¿Es que esto no equivale a una re- dos a la vez; distinciones que están implícitas en la forma en que co-
futación? De hecho, una vez que hemos averiguado con certeza que está múnmente utilizamos las probabilidades al hablar y que resultan esen-
lloviendo o que no, se acabó la oportunidad de hablar de probabilida- ciales para el significado de la noción. La primera de ellas es la distinción
entre decir que algo es o fue probable o improbable (por ejemplo, «Las
* Título de la sección de opinión de un famoso periodista británico, Robert Leroy
historias de ese hombre acerca de un imperio floreciente en el Extremo
Ripley (1893-1949). [N. de las t] Oriente son del todo improbables» o «La idea de que el suyo era con d i -

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

ferencia el imperio más rico del mundo había arraigado tanto entre los dos cosas, sutil pero completamente diferentes, que puedo decir sobre el
venecianos que no era plausible que creyeran la relativa a otro imperio vecino y sus consejos: puedo decir «Pensó que sabía qué era lo que arre-
aún más rico») y decir que algo parece o parecía probable o improbable glaría las cosas, pero estaba equivocado» o puedo decir «Afirmó saber lo
(«Aunque sustancialmente ciertas, las historias de Marco Polo sobre un que arreglaría las cosas, pero no era así».
imperio floreciente en el Extremo Oriente les parecían a los venecianos C o n el fin de ver la diferencia que hay entre estos dos tipos de críti-
de aquel tiempo increíbles e improbables»). La segunda distinción es re- ca, consideremos qué índole de razones podrían constituir una respues-
lativa a la diferencia que hay en el respaldo requerido para afirmaciones ta adecuada a la pregunta, lanzada a modo de reto, «¿Por qué (o sobre
sobre que algo es probable o improbable cuando esas afirmaciones son qué base) dice usted eso?». Si digo «Pensó que sabía qué era lo que arre-
realizadas por personas diversas o en tiempos diversos. En varios de los glaría las cosas, pero estaba equivocado» y se me pregunta por qué digo
lugares de los pasajes citados, no se menciona quién o en qué ocasión se eso, no tendría más opción que responder señalando con el dedo las
realiza la afirmación de «probablemente esto y lo otro», aunque eso su- mustias violetas. El vecino prescribió cierto tratamiento y resultó un
pone una diferencia vital para la sintaxis de la oración y el sentido con el fracaso: es todo lo que puede decirse sobre el asunto. En cambio, si en
que se completa lo que está omitido. lugar de eso digo «Afirmó saber qué era lo que arreglaría las cosas, pero
A pesar de que estas distinciones no han recibido la atención que no era así», la queja es bastante diferente. Si se me pregunta por qué digo
merecían, son de una importancia capital para el tema de la probabili- eso, habré de dar una respuesta parecida a «No tiene experiencia real en
dad y resultan más sutiles de lo que normalmente se admite. Debemos, cuestiones de jardinería», o «Puede que sea un experto jardinero en cier-
por tanto, detenernos a resolver esta dificultad, si es que queremos ver tos temas, pero no sabe de plantas de alta montaña», o «Sólo miró las
con mayor claridad la naturaleza de los problemas de los que se ocupan plantas; en el caso de las violetas hay que empezar por comprobar la tie-
los filósofos que tratan de la probabilidad. rra»; en todos los casos, terminaría diciendo «... de manera que él no sa-
bía (no estaba en la posición de saber) qué es lo que arreglaría las cosas».
Aquí se ataca no el contenido del consejo en sí mismo, sino dos cosas
AFIRMACIONES INAPROPIADAS Y AFIRMACIONES EQUIVOCADAS completamente diferentes: bien sus conocimientos, como sucede en las
dos primeras respuestas, bien los motivos para aconsejarme como lo
Se pueden poner de relieve las expresiones características de la probabi- hizo, como ocurre en las dos últimas. En realidad, el estado en que se en-
lidad de las que nos ocuparemos («probablemente», «parecía proba- cuentren las violetas es de hecho irrelevante, excepto en cuanto indica-
ble», etc.) colocándolas al lado de las que son típicas de la afirmación de ción de esas otras cosas, ya que se podría decir «No sabía que...», i n c l u -
conocimiento («Lo sé», «Él lo sabía», «Yo no lo sabía», «Creyó que lo sa- so en el caso de que su consejo hubiera resultado realmente efectivo
bía», etc.). («Acertó de casualidad»). Igualmente, si afirmo que él estaba equivoca-
La principal distinción que debemos examinar a este propósito es la do, calibrar sus conocimientos y su razonamiento resulta irrelevante:
que hay entre decir «Afirmó saber esto y lo otro, pero no era así» y decir «Pensó que sabía qué era lo que arreglaría las cosas, y nadie está más
«Pensó que lo sabía, pero estaba equivocado». Supongamos que estoy cualificado o en una posición mejor para decirlo, pero a pesar de ello es-
tratando de cultivar violetas en el jardín, pero con un resultado más bien taba equivocado».
catastrófico. Un vecino digno de confianza insiste en darme consejo, i n - Para decirlo sucintamente: la expresión «Él no lo sabía» sirve para
formándome sobre cuál es en su opinión la causa del problema y qué es atacar la afirmación tal como fue originalmente realizada, mientras que
lo que tengo que hacer para ponerle remedio. Sigo sus consejos y tras «Él estaba equivocado» sirve para corregir esa afirmación a la luz de los
ello las plantas están más mustias que nunca. Llegados a este punto hay acontecimientos posteriores. En la práctica, se advierte una clara distin-

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

ción entre afirmar de manera «inapropiada» que se sabe algo y afirmar nalmente si hubieran sabido entonces todo lo que están ahora en situa-
algo que posteriormente resulta estar «equivocado». La crítica que tiene ción de saber sobre los progresos que iba a haber en medicina en los
como objetivo combatir un enunciado (lo desacredita o lo anula) en el años transcurridos. A esto se referirán como la posibilidad que real-
que se afirma saber o haber sabido algo, frente a la que lo corrige (lo mo- mente iba a tener de vivir hasta los ochenta años, frente a lo que en aquel
difica o revisa) a la vista de lo sucedido, debe proceder, en primer lugar, tiempo parecía que viviría. (Este caso es similar a aquellos otros en que
atacando, no la conclusión que se enuncia tal como es conocida, sino el se dice «Pensó que lo sabía, pero estaba equivocado», cuando se revisa y
argumento que ha llevado hasta ella o la solvencia de quien hace la afir- corrige una afirmación pretérita sin tener intención de criticar su co-
mación. La demostración ulterior de la inexactitud de una afirma- rrección o propiedad.)
ción—que se sabe algo—no sirve en absoluto para demostrar que en Por el contrario, la responsabilidad de la discrepancia entre las ex-
aquel momento se trataba de una afirmación que resuUaba inapropiada pectativas de la compañía y lo que pasó puede haber residido no en los
de realizar. avances médicos, sino en algún fallo en los datos originales o en el cálcu-
La distinción entre «Parecía probable, pero resultó de otra forma» y lo realizado a partir de ellos. Al reflexionar sobre el asunto, los directo-
«Era probable, pero no nos dimos cuenta de ello» es paralela a la ante- res de la compañía pueden llegar a varias conclusiones diferentes: por
rior. Puede que una compañía de seguros esté dispuesta a pedir sólo una ejemplo, que el asegurado sobornó al médico para que dijera que tenía
pequeña prima a un hombre de treinta años, de quien se sabe por el mé- una enfermedad cardiovascular crónica, cuando en realidad no la tenía;
dico que realiza las inspecciones que tiene un problema cardíaco cróni- o que el informe médico era sobre otro hombre con el mismo nombre y
co, a cambio de una renta vitalicia que comenzará a cobrar a partir de acabó en su expediente por error; o que padecía una variante excepcio-
los ochenta años, porque argumentarán, con razón, que es inverosímil nalmente benigna de la enfermedad, difícil de diferenciar de la normal;
que viva tanto. Pero, ¿qué, si eso ocurre? ¿Qué dirán el día que cumpla o que el agente de seguros miró la página equivocada de cifras para cal-
ochenta años cuando el jefe de contabilidad firme el primero de una se- cular sus posibilidades de vida; o que las tablas de las que disponían so-
rie de cheques sustanciosos? bre agricultores estaban basadas en una muestra demasiado pequeña.
La reacción de la compañía depende de las circunstancias: dos posi- En estas circunstancias, los directores tendrán que criticar la estimación
bilidades en particular deben ponerse de relieve. Puede ser que los avan- original, reconociendo que la compañía no supo calcular en su m o m e n -
ces de la medicina, imprevistos e impredecibles cuando se contrató la to cuáles eran las posibilidades de supervivencia de su cliente: «Las po-
póhza, hayan revolucionado en el curso de los cincuenta años transcu- sibilidades de que viviera hasta los ochenta años eran realmente bastan-
rridos el tratamiento de ese tipo de enfermedad cardíaca, de manera que te buenas, pero no caímos en ello». (Este caso es similar a aquellos otros
(tal y como podría expresarse) ha incrementado las posibilidades de en que se dice «Afirmó que lo sabía, pero no era así»: la propiedad o co-
que el hombre viva hasta los ochenta años. En ese caso, los directores rrección de la afirmación original es lo que se ataca y el hecho de que
de la compañía no se sentirán demasiado felices con los datos y los cálcu- también se demostró con el tiempo que estaba equivocada resuha sólo
los empleados para fijar la prima; si admiten haber infravalorado la po- incidental.)
sibilidad de que viviera hasta tan mayor, dirán «Nos pareció entonces, En síntesis, en la práctica se acepta que hay una diferencia entre po-
por las mejores razones posibles, extremadamente improbable que viviera ner en duda una afirmación tal como fue originalmente hecha y corre-
tanto, pero con el tiempo nuestra apreciación ha demostrado estar equi- girla a la luz de los sucesos posteriores; y ello afecta tanto a las afirma-
vocada». Al examinar de nuevo la información más reciente que figura ciones en torno a que un suceso es probable como a las que se realizan
en sus archivos, pueden elaborar en ese momento una estimación revi- aseverando que se tiene un conocimiento sobre ese hecho. Una vez más,
sada, que se correspondería con la estimación que habrían hecho origi- se distingue entre una afirmación que era inapropiada en el momento

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

en que se formuló y otra que posteriormente resultó haber sido errónea. que ellos se han asegurado también de que, en el estado presente de co-
Además, la crítica dirigida contra k afirmación como fue hecha origi- nocimiento, la estimación es digna de confianza.
nalmente debe poner en entredicho la base en que se apoya la afirma- Tanto si la predicción se realiza con toda la autoridad que se posee
ción o la competencia de quien la realizó, quedando así claro que si con («Sé que p») o con reservas («Probablemente p»), la situación es la mis-
el tiempo se demuestra que la afirmación estaba equivocada, esto no ma. Si se demuestra que en ese momento no hay razón concreta para su-
servirá en absoluto para establecer que ésa era una afirmación inapro- poner que esa determinada predicción resultará estar equivocada cuan-
piada en el momento de su formulación. do tantas otras similares a ella han superado la prueba del tiempo, se ha
Antes de proseguir tratando la importancia filosófica de estas dis- llevado a cabo todo lo que puede requerirse antes de realizar la afirma-
tinciones, debemos echar un vistazo a otra distinción estrechamente re- ción «Sé que p» o «Probablemente p». Si se quisiera alguna vez atacar la
lacionada con ellas: la que hay entre las razones requeridas para respal- propiedad de esa afirmación o decir con justicia «Afirmó que lo sabía,
dar una afirmación, ya se trate de aseverar que se sabe algo o que algo es pero no era así» o «No vio que había pocas posibihdades», será esa afir-
probable, cuando tal afirmación es realizada y considerada en diferentes mación lo que se tendrá que desacreditar.
ocasiones. Ésta es una afirmación perfectamente práctica y no debe confundir-
Cuando mi vecino afirma saber qué es lo que arreglará mis viole- se con otra, claramente fútil: la afirmación de que una predicción puede
tas, para que su afirmación sea apropiada, deberá estar seguro de tres permanecer, a pesar del transcurso del tiempo, fuera de toda posible en-
cosas: que tiene suficiente experiencia sobre flores en general y sobre mienda; que se puede ver ahora que nunca habrá necesidad alguna de
plantas de alta montaña en particular como para estar en situación de ha- preguntarse, a la luz de sucesos futuros, si después de todo se está equi-
blar; que ha realizado todas las observaciones y comprobaciones que vocado. En realidad, a medida que pasa el tiempo, la cuestión de si una
se pueden esperar razonablemente de él y que el juicio que basa en esas predicción sigue siendo digna de crédito puede ser siempre planteada de
observaciones ha sido objeto de razonable consideración. En el su- nuevo. Entre el tiempo de la predicción y el suceso predicho, nuevas
puesto de que se hayan cumplido estas condiciones, habrá realizado lo consideraciones pueden convertirse en relevantes (nuevos descubri-
que tenemos derecho a exigir para asegurarnos de que su dictamen es mientos sobre las violetas, nuevos tratamientos para las enfermedades
digno de confianza, que nos proporcionará una base sólida a partir de cardiovasculares), de modo que el respaldo que debe recabarse, si hubie-
la cual actuar. Él, por su parte, entonces tendrá derecho a realizar la ra que repetir las predicciones, se hace consecuentemente más riguroso.
afirmación «Sé que...» y, a menos que desconfiemos de su buen juicio, Más aún, una vez que el suceso haya tenido lugar, es posible comprobar
por nuestra parte podemos igualmente tomarle la palabra y decir: «Él qué ocurrió realmente. Por consiguiente, no importa lo apropiada que
sabe que...». El hecho de que expresiones como «ser digno de confian- haya sido la afirmación original de que se sabía algo en el momento en
za» y «una base sólida» se utilicen con toda naturalidad aquí es impor- que fue enunciada, lo cierto es que la pregunta retrospectiva «¿Estaba
tante. en lo correcto?» puede ser siempre reconsiderada a la luz de los sucesos
Las mismas consideraciones son váhdas para la afirmación de la una vez ocurridos, de manera que la respuesta puede haberse modifi-
compañía de seguros de que es poco probable que su futuro cliente viva cado, evidentemente, con el paso del tiempo.
hasta cumplir los ochenta años. Es necesario que sus archivos sean lo su- Todo lo precedente parece de perogrullo, si es que se aborda el tema
ficientemente exhaustivos para proporcionarle una guía fiable, que los desprovisto de preconcepciones irrelevantes. Al fin y al cabo, si es la fia-
datos sobre el cliente en los que se basa su estimación estén completos y bilidad de una predicción lo que estamos considerando, es de esperar
sean correctos y que el cálculo se haya hecho sin errores. Cumplidos es- que los estándares de crítica apropiados (el fundamento que es razona-
tos requisitos, podemos aceptar su afirmación como apropiada, puesto ble pedir en su apoyo) dependan de las circunstancias en que la predic-

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

ción se está juzgando, así como de aquellas otras en las que original- manera cotidiana de pensar, pero que Kneale se esfuerza en negar. Las
mente se formuló. En el momento en que se formula una predicción no preguntas que ahora debemos hacernos son, primero, qué importancia
tiene ningún sentido incluir «relatos de testigos oculares del suceso tal especial tienen estas distinciones para la filosofía de la probabilidad y,
como realmente ocurrió» entre las pruebas que se piden en su apoyo; si segundo, si la orientación de las excentricidades conceptuales de Kneale
esto tuviera sentido, sería un error calificar la afirmación de predicción. arroja alguna luz sobre lo que dice sobre probabilidad y «probabilifica-
Pero si se pregunta retroactivamente, después de que el suceso haya ción».
ocurrido, si la afirmación proporcionó una base apropiada y convenien- Creo que es posible ver, al menos en esbozo, cómo la atención de los
te para actuar, resulta tan sólo razonable que se exija que lo qué se afir- filósofos que versan sobre este tema se ha centrado en las preguntas
maba se haya cumplido de hecho. equivocadas; y no sólo en las preguntas erróneas por su contenido, sino
¿Se puede extraer alguna lección de esta discusión? Para mantener en los sustantivos equivocados.* En las discusiones de los últimos años
claros en nuestra mente los conceptos de conocimiento y probabilidad, sobre probabilidad, el gran descubrimiento ha sido el subjetivismo: en
se debe recordar que es necesario tener siempre en cuenta la ocasión en otras palabras, la opinión de que las afirmaciones expresadas en térmi-
la que se juzga la afirmación, así como aquella otra en que fue formula- nos de probabilidad no son acerca del mundo exterior sino acerca de la
da. Es ocioso esperar que lo que es cierto de afirmaciones de las formas actitud del hablante frente al mundo y sus creencias sobre éste. Por tan-
«Lo sé», «Él lo sabe» y «Es probable» lo sea también necesariamente de to, la búsqueda de una definición irrefutable de la noción en términos
afirmaciones de las formas «Lo sabía», «Él lo sabía» y «Era probable». O suficientemente objetivos se ha convertido en la meta principal en la i n -
que lo que es cierto de esas afirmaciones cuando se consideraron antes dagación filosófica. Y se han tomado como punto de partida para la
de que ocurriera el suceso anunciado, lo será necesariamente cuando discusión preguntas como «¿Qué es la probabilidad», «¿Sobre qué tratan
sean reconsideradas a la luz de los acontecimientos. Las afirmaciones de las probabilidades?», «¿Cuál es el verdadero análisis de los enunciados de
este tipo no pueden ser consideradas y juzgadas sub specie aeternitatis, probabilidad?» y «¿Qué es lo que expresanh>. Evidentemente, Kneale fie-
fuera del tiempo, como lo han sido. La idea infundada de que es legíti- ne la impresión de que, aunque la posición del subjetivista es terrible-
mo tratarlas así puede causar estragos en la argumentación más cuida- mente paradójica, es un parecer que prima facie tiene una base sólida,
dosa. Son precisamente estas diferencias vitales las que son susceptibles por lo que convierte su refutación en el principal propósito de su libro.
de ser pasadas por alto con más facifidad. Y es justamente esa idea i n - Tampoco tiene este autor dudas sobre cuál debe ser el punto de partida
fundada lo que ha fomentado que en la controversia sobre probabilidad, más apropiado:
conocimiento y creencia estos conceptos hayan sido tratados en su con-
dición de sustantivos abstractos, en lugar de considerarlos en su calidad S i , c o m o parece n a t u r a l , c o m e n z a m o s c o n t r a s t a n d o las a f i r m a c i o n e s d e p r o b a -

de verbos y adverbios de los que se desprende su significado. b i l i d a d c o n a f i r m a c i o n e s e n las q u e e x p r e s a m o s c o n o c i m i e n t o , s e p l a n t e a i n -


m e d i a t a m e n t e l a c u e s t i ó n d e q u é e x p r e s a m o s e n t o n c e s c o n las a f i r m a c i o n e s d e
probabilidad.
(Probability and induction, § 2, p. 3)
EL LABERINTO DE LA PROBABILIDAD

No puede haber duda, por tanto, de la relevancia filosófica de las distin-


ciones sobre las que he Uamado la atención al criticar el capítulo inicial
de Kneale y sobre las que he intentado dibujar un esquema en el último * El autor hace aquí un juego de palabras, intraducibie, a partir de la s i m i l i t u d fo-
apartado; distinciones que están profundamente arraigadas en nuestra nética de the wrong ones y the wrong 'uns [the wrong nouns]. [N. de las t.]

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

Y realmente, cuando se plantea una cuestión de este tipo, nos encontra- futuro. Tememos el reto metafisico de tener que decir qué hecho ex-
mos perdidos al principio, sin saber exactamente hacia dónde apuntar o presa.
dónde mirar. Veamos por qué ocurre esto. Llegados a este punto, estamos totalmente expuestos al ataque de los
Si se me pregunta acerca del tiempo que va a hacer y, mirando ha- subjetivistas. Éstos han observado algo (quizá lo único) que ocurre siem-
cia el cielo, respondo «Lloverá esta tarde a última hora», la pregunta pre que la palabra «probablemente» o alguno de sus derivados se usa co-
acerca de qué trata mi afirmación o a qué se refiere no plantea dificul- rrectamente: todo el que dice y quiere decir «Probablemente p» real-
tad filosófica particular alguna. La respuesta de sentido común, «El tiem- mente cree con toda seguridad en ese p. Y si esto es el único elemento que
po que hará por la tarde», es aceptable para todos, y si resulta que he siempre se da, argumentan, debe ser también el único hecho al que la
acertado (he hablado verazmente, he formulado una predicción correc- palabra «probabilidad» se refiere o denota. Al proponer la idea de que
ta), entonces se puede describir perfectamente lo sucedido diciendo el verdadero tema de las afirmaciones de probabilidad es la «fuerte con-
que lo que he predicho era un hecho. Y en verdad era «un hecho», un vicción sobre p» del hablante, pueden retarnos a señalar algún otro ele-
«hecho» perfectamente cierto sobre el tiempo de la tarde: esto es, está mento diciendo «Si lo que se quiere decir con "probabilidad" no es eso,
lloviendo esta tarde. Sin embargo, si mi respuesta fuera en cambio «Pro- ¿qué es entonces?».
bablemente lloverá esta tarde a úkima hora», la filosofía y el sentido co- Semejante pregunta nos coloca en una situación embarazosa. E v i -
mún tienden a seguir caminos divergentes. Aunque la respuesta nacida dentemente, hay algo que no encaja en la doctrina subjetivista. No pue-
del sentido común a la pregunta sobre la que estoy hablando sigue de ser que lo que únicamente importe sea el grado de convicción del
siendo «El tiempo que hará por la tarde», los filósofos sienten escrúpu- que habla, puesto que en casi todos los asuntos hay un grado de con-
los a aceptarla como respuesta. Porque si se trata de responder a la pre- vicción que resulta más razonable que otros (que está más justificado,
gunta con una precisión extrema, ¿qué habría que escoger? Al usar la que debería ser profesado antes que otros). Tal como lo formula K n e a -
palabra «probablemente», evito explícitamente ligarme de manera defi- le, «Cuando alguien ve un gato negro camino del casino y dice " P r o b a -
nitiva a una predicción en particular (por ejemplo, que lloverá esta tar- blemente hoy ganaré: dame dinero para que lo apueste por ti", dechna-
de) y, por consiguiente, también parece que evito atarme a algún «hecho» remos la oferta si somos prudentes, incluso si creemos que la persona
determinado. A u n cuando no llueva, podría encontrar algún escape es honrada y está siendo sincera» (op. cit., § 2, p. 7). Sea lo que sea la
(«Las nubes estuvieron congregándose toda la tarde, pero no descarga- probabilidad, quisiéramos añadir que ha de ser algo más objetivo de lo
ron lluvia hasta que llegaron tierra adentro; con todo, tenía toda la p i n - que admiten los subjetivistas: «El punto esencial es que la reflexión que
ta de que podía Dover en cualquier momento»). Aparentemente, enton- conduce a la formación de una opinión racional, como cualquier otra
ces, somos incapaces de señalar una única «cosa» en particular sobre forma de razonamiento digna de ese nombre, descubre algo indepen-
el tiempo que hará por la tarde, de manera que si ocurre se pueda de- diente del pensamiento. Pensamos como debemos pensar cuando pensa-
cir que dije la verdad y si no ocurre, que estaba equivocado. Este hallaz- mos sobre las cosas tal como son en la realidad y no hay ningún otro
go produce la impresión de que el «lazo con el futuro», que concebi- sentido en que se pueda decir que debamos pensar tal y cual». En lugar
mos—aunque para riesgo nuestro—como si fuera el presente en el caso de poner en duda la propiedad de preguntas tales como acerca de qué
de las predicciones que parecen seguras, queda gravemente roto en el trataba exactamente mi afirmación (frente, claro está, a la respuesta na-
caso de las predicciones realizadas de manera cautelosa. C o m o con- cida del sentido común) y qué es exactamente lo que queremos decir
secuencia, nos sentimos incómodos si seguimos diciendo que mi afir- con la palabra «probabilidad», insistimos en adentrarnos en la oscuri-
mación se refiere al tiempo de la tarde, que trata sobre este asunto o que dad. Por consiguiente, parece crucial encontrar respuestas de algún
es concerniente a él, pero todavía más si decimos que expresa un hecho tipo para estas cuestiones, porque de lo contrario, ¿no estaremos de-

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

jando que el caso caiga en manos de los subjetivistas a falta de una al- comprometerse, sin reservas, con una opinión—, aparte de las promesas
ternativa mejor? condicionadas, las evaluaciones cautelosas y otros tipos de afirmaciones
En los inicios de la indagación acerca de qué tratan exactamente los sujetas a matización en las que la palabra «probabilidad» puede aparecer
enunciados de probabilidad, simplemente por su condición de tales, se igualmente, como por ejemplo en «Andrea Mantegna fue, con toda p r o -
nos ofrecen varias opciones a modo de candidatos. El primero es la fre- babilidad, el pintor más destacado de la escuela de Padua».
cuencia con la que sucesos del tipo que estamos considerando se produ- A la inversa, no hay nada en especial sobre lo que deban tratar todas
cen en circunstancias determinadas: si tenemos en mente lo que ocurre las afirmaciones de probabilidad simplemente por el hecho de serlo. Al
en las oficinas de las compañías de seguros de vida, esta opción tiene negarnos no sólo a llevar adelante la búsqueda de algo parecido a u n a
muchos puntos. El segundo es la proporción que el suceso bajo conside- respuesta universal a esa pregunta, sino también al rehusar otorgar
ración representa dentro del número de posibles sucesos alternativos; nuestra aprobación al examen de otras soluciones, no estamos dejando
esto es, la proporción de casos favorables al suceso considerado en rela- el campo libre a los subjetivistas, ya que el candidato que presentan es
ción al número total de opciones: cuando recordamos los cálculos que tan indefendible como los restantes. Es cierto que a los subjetivistas se
hacíamos en el colegio a propósito de dados, cartas de juego y bolsas lle- les escapa el aspecto fundamental de las afirmaciones de probabilidad y
nas de pelotas de colores, ésta aparece como una sugerencia atractiva. que, en cierto sentido, son más objetivos de lo que están dispuestos a re-
Tal como es presentada tradicionalmente, la filosofía de la probabi- conocer, pero debe tomarse nota de otras dos observaciones: primero,
lidad tiene como objetivo principal sopesar los pros y los contras de los que la objetividad que los subjetivistas no son capaces de ofrecer no es
méritos de estos y otros candidatos. Por una vez, sin embargo, refrene- del tipo que los filósofos han buscado, y segundo, que el hallazgo de un
mos el impulso de seguir avanzando en el laberinto. Si volvemos sobre designatum tangible para la palabra «probabilidad», aparte de constituir
nuestros pasos, hallaremos razones para creer que el dilema que se nos una pesquisa ilusoria, de ninguna manera colmaría el vacío.
presenta, lo que ha hecho que la búsqueda por encontrar cuál es el asun- Conviene examinar estas dos últimas ideas por orden, porque, si he
to «real» del que tratan los enunciados de probabilidad parezca impor- entendido bien sus argumentos, Kneale reconoce la trascendencia de la
tante, es en reafidad una quimera de fabricación propia. primera, pero se le ha escapado por completo la importancia de la se-
Las razones son de dos tipos. En primer lugar, el nombre abstracto gunda.
«probabilidad»—pese a lo que aprendimos en el colegio sobre que los
sustantivos son palabras que representan cosas—no sólo no tiene una
contrapartida tangible, referente, designatum o como se le quiera llamar; PROBABILIDAD Y EXPECTATIVAS

no sólo no nombra algo del tipo que sea, sino que es una palabra de una
clase tal que ni siquiera tiene sentido referirse a ella con una palabra que Considérese, en primer lugar, en qué tipos de contexto entra en nuestro
denota algo, lo sustituye o lo nombra. Por tanto, se pueden hacer obje- lenguaje el sustantivo «probabilidad». En ocasiones, el Servicio Meteo-
ciones insuperables a cualquiera de los candidatos al título en disputa. rológico, en lugar de decir «Las nubes probablemente se extenderán al
En consecuencia, el sentido común resulta ser la mejor filosofía para en- resto del país a lo largo de la noche», puede que anuncie «Con toda pro-
frentarse a la cuestión de qué tratan las afirmaciones de probabilidad. babilidad, las nubes se extenderán...». Al escoger esta última formula-
Puede haber afirmaciones de probabilidad sobre el tiempo que hará por ción en lugar del adverbio, más breve, «probablemente», se entiende que
la tarde, sobre la propia esperanza de vida, sobre el rendimiento de un ca- debilitan la fuerza de la reserva tácita que encierra la afirmación, sugi-
ballo de carreras, la corrección de una teoría científica, la identidad de un riendo que los indicios son, en este caso, casi suficientemente claros
asesino—de hecho, sobre cualquier tema sobre el que cualquiera pueda como para permitir que se realice una predicción segura; además, de

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

este modo quedan obligados a dar una explicación más elaborada si las Sin embargo, la semejanza es engañosa. Si se dice «Las heridas que
nubes no aparecen tal como se predijo. Las promesas y las predicciones recibió son insignificantes», lo que se quiere decir es que las heridas, por
que siguen la fórmula «Con toda probabilidad p» frente a «Probable- sí mismas, pueden ser desatendidas sin temor a las consecuencias. Y si se
mente p» se deben cumplir no sólo en una proporción razonable de ca- nos pregunta cómo se sabe o por qué razones se puede afirmar esto, se
sos, sino casi siempre: si nos vemos obligados a recurrir a menudo a ex- puede apelar a la experiencia, explicando que la experiencia nos ha mos-
cusas o explicaciones, puede que se nos diga que deberíamos ser más trado que las heridas de ese tipo se curan solas sin complicaciones. Por
cuidadosos antes de comprometernos hasta ese punto. Aparte de esto, otro lado, si se dice «La probabilidad de que vengan es insignificante», lo
sin embargo, apenas hay diferencia entre las dos fórmulas: la expresión que se quiere decir es de otro tipo. Lo que puede desatenderse sin temor
«con toda probabilidad» comparte en conjunto un propósito del mismo en este caso no es la probabilidad de que vengan, ya que, cuando se c o m -
tipo que la palabra aislada «probablemente». para la afirmación, desprovista de cualquier clase de misterio, «Se pue-

Sucede algo similar con expresiones como «La balanza de las proba- den desatender sin temor sus heridas» con «Se puede desatender sin te-

bilidades se inclina por que las nubes se extenderán...» y «La probabili- mor "la probabilidad de que vengan"», resulta que la afirmación ni

dad de que las nubes se extiendan... es alta». En ambos casos, la pala- siquiera es correcta desde el punto de vista gramatical. Más bien, lo que

bra «probabilidad» adquiere significado como parte de una expresión puede dejarse de lado sin temor alguno son los preparativos en contra de

que en conjunto comparte un propósito semejante al de la palabra «pro- su venida; y esto es sin duda lo que queremos decir. La oración «La p r o -

bablemente». Los aspectos metafóricos de la expresión, que sugieren, babifidad de que vengan es insignificante» se parece en la práctica me-

por ejemplo, que se necesitaría una especie de termómetro para respon- nos a «Las heridas que recibió son insignificantes» que a «£/ peligro de-

der a una cuestión tan abierta, se toman como un factor que debUita o rivado de sus heridas es insignificante». Ambas oraciones se deben

refuerza las reservas implícitas encerradas en el enunciado, haciendo que entender tomando como referencia las implicaciones prácticas que se

la aseveración resulte más o menos concluyente y, en consecuencia, su derivan de ellas: esto es, que las heridas son tales que no hay que temer

incumplimiento aparezca más o menos excusable. Cualquier otro efecto complicaciones ni se han de tomar precauciones en lo concerniente a

que pueda tener no implica ciertamente la existencia de algo llamado esas heridas y que en las circunstancias en cuestión no debe esperarse

«probabilidad» que pueda ser pesado, literalmente, en una balanza. que vengan, ni es algo que haya que temer o para lo que haya que estar

(¿Cómo puede ser entonces que sea posible expresar las probabilidades preparado. La palabra «peligro», como «probabilidad», aparece sobre

numéricamente? Esta es una cuestión a la que volveremos enseguida.) todo en expresiones hechas, como, por ejemplo, peligro de complicacio-
nes, de muerte por asfixia o de bancarrota; peligro debido a las heridas
C o n considerar únicamente expresiones como «con toda probabili-
recibidas, a un toro suelto o a los cables de alta tensión; peligro para el
dad» y «la balanza de probabilidades», quedaría claro que no hay motivo
cuerpo y el alma, para la paz o para la navegación.
para hablar de probabilidad y probabilidades de forma aislada. Y si la pa-
labra «probabilidad» se limitara a aparecer en expresiones que fueran, de Al tratar de las implicaciones derivadas de las probabilidades frente
manera muy evidente, o locuciones unitarias o metáforas, la tentación a las que derivan de las heridas, no es necesario apelar a la experiencia,
de preguntarse qué denota la palabra tomada por sí misma sería menor de pues carece de sentido. Se puede decir que la experiencia nos enseña que
la que existe. Pero la situación es más complicada. Oraciones como «La no hay necesidad de vendar los rasguños superficiales o que no cabe es-
probabilidad de que vengan es insignificante» nos recuerdan otras, tales perar temperaturas superiores a los 40 ° C a la sombra en Inglaterra, pero
como «Las heridas que recibió son insignificantes», de manera que nos no se puede decir acerca de la experiencia que nos enseñe que no cabe
sentimos inclinados a tratar del asunto como si se pudiera discutir sobre esperar lo extremadamente inverosímil, ni que lo que tiene altas proba-
probabilidades con tanto sentido como se discute sobre heridas. bilidades de suceder es más de esperar que lo que tiene pocas probabili-

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

dades de ocurrir. En consecuencia, cabe preguntarse por qué, en qué cir- los filósofos durante todas las épocas—sustantivos como «bondad», «ver-
cunstancias o cómo sabemos que no hay necesidad de vendar los rasgu- dad», «belleza», «rectitud», «valor» y «validez»—, una vez que se ha co-
ños superficiales, pero no por qué, en qué circunstancias o cómo sabe- menzado a buscar una contrapartida tangible para la palabra «probabi-
mos que no cabe esperar lo extramadamente inverosímil. Cuestiones lidad», la empresa, sin duda, será interminable: no importa qué nueva
como éstas no se plantean acerca de las verdades obvias o truismos. opción se proponga, todas ellas, sometidas a la pregunta formulada por
Este último hecho nos proporciona una piedra de toque con que Moore, podrán ser puestas en entredicho con resultado fatal.
descartar una gran proporción de las definiciones que se han ido apun- Decir que el vocablo «probabilidad» no puede analizarse en térmi-
tando de «probabihdad»: para que una definición sea aceptable, debe nos de frecuencia o de proporciones entre opciones alternativas no
compartir al menos esa característica con la palabra definida. Cualquier equivale, sin embargo, a decir que el papel de estos elementos en la dis-
análisis de «probabilidad» que pase por alto este requisito comete la cusión práctica de las probabifidades no sea importante y que no nece-
falacia general que G. E. M o o r e halló en el campo de la ética y que bau- site aclararse. Más bien al contrario, pues muestra que deben conside-
tizó como «la falacia naturalista». De la misma manera que queda claro rarse no como aspirantes que rivalizan por conseguir una corona de
que la palabra «justo» no puede analizarse sólo en términos, digamos, oropel—cada uno de ellos afirmando que es el designatum real de la pa-
del mantenimiento de una promesa cuando se comprueba que cuestio- labra «probabilidad»—, sino como clases diferentes de razones, a cada
nes como «En realidad, ¿es correcto mantener las promesas?» y «¿Real- una de las cuales se puede apelar, en los contextos y circunstancias apro-
mente deben mantenerse las promesas realizadas?» no resultan, en n i n - piados, para apoyar la afirmación de que algo es probable o tiene una
gún caso, triviales, y de la misma manera que «imposible» no puede probabihdad de tal o cual magnitud.
analizarse únicamente—ni siquiera en matemáticas—en términos de Se plantea entonces una cuestión de gran interés: qué es lo que hace
las contradicciones en que se incurre, porque la afirmación de que las que en algunos casos y contextos sean las frecuencias observadas el tipo
suposiciones contradictorias deben dejarse fuera es más que una tau- de razones relevante al que hay que recurrir y por qué la proporción en-
tología, también queda claro que «probabilidad» no puede analizarse tre opciones alternativas es lo que hay que tener en cuenta en otros. La
solamente en términos de, digamos, la frecuencia o proporción que pre- distinción tiene que ver con la distinción entre objets trouvés y aconteci-
sentan opciones alternativas cuando se cae en la cuenta de que, en efec- mientos que escapan a nuestro control, de un lado, y productos manu-
to, no resulta impertinente preguntarse sobre la existencia, el porqué y facturados (elaborados artificialmente), del otro. El «dado perfecto» de
en qué casos, la frecuencia o la proporción observadas entre opciones los cálculos algebraicos es al mismo tiempo un ideal teórico y un pro-
alternativas nos suministran de hecho el respaldo apropiado para reali- ducto elaborado según ciertas especificaciones. Al aplicar los resultados
zar enunciados sobre probabilidades; esto es, afirmaciones sobre qué de nuestros cálculos sobre proporciones entre resultados posibles a un
cabe esperar o con qué se puede contar, o cosas de ese estilo. Intentar de- dado real, se da por sentado que los fabricantes han conseguido, con su-
finir qué se quiere decir con la probabilidad de un hecho en los térmi- ficiente éxito, alcanzar ese ideal, y esta suposición es normalmente lo
nos descritos es confundir el significado de la palabra «probabilidad» bastante cercana a la verdad a efectos prácticos. Pero si todos los dados
con las razones para considerar el hecho como probable; es decir, con- crecieran en los árboles en lugar de ser obra de hábiles ingenieros, cabe
fundir el significado con las razones que hacen que quepa esperar que la posibilidad de que sintiéramos la necesidad de probarlos en un labora-
ocurra. Y esos dos conceptos son verdaderamente distintos, sea lo que torio antes de usarlos y terminaríamos así hablando también de las posi-
sea lo que signifique «probabilidad» y sin que importe si la palabra tie- bilidades de un dado, tanto en términos de frecuencia como de propor-
ne sentido por sí misma o no. C o m o sucede con muchos sustantivos ción entre alternativas.
abstractos derivados de adjetivos gerundivos que han dejado perplejos a
Mientras estamos tratando este punto merece la pena detenerse en

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

indagar por qué las definiciones en términos de frecuencias y propor- lidad (como hace Kneale) como algo objetivo, independiente del razo-
ciones entre opciones alternativas han demostrado resultar tan atrayen- namiento, que ha de ser «descubierto». Pero tan pronto se empieza a
tes. En parte, parece ser el resultado de un respeto excesivo por las ma- buscar el designatum del término «probabilidad», corremos el riesgo de
temáticas. Por consiguiente, merece la pena recordarnos a nosotros suponer que eso es lo que debe encontrarse a fin de preservar la objeti-
mismos, a propósito de los cálculos que hicimos en la asignatura de ál- vidad de los enunciados de probabilidad. Sin embargo, de este m o d o , el
gebra, que «la probabilidad de sacar sucesivamente dos bolas negras de problema de justificar la descripción de estas afirmaciones como objeti-
una bolsa» eran cálculos tan pwros como los que consistían en averiguar vas se confunde así desde el comienzo con la vana búsqueda de u n a ca-
«cuánto tiempo tardan cuatro hombres en cavar una zanja de i m X i m racterística en el mundo que sea el referente de la palabra «probabili-
X 2 m». El primer problema no está más relacionado con la probabili- dad». Pero nada de ello es necesario, ya que la objetividad requerida es
dad, ni arroja más luz sobre lo que queremos decir con el término, de de una clase muy diferente.
lo que pueda tener que ver el segundo con el tiempo o su status metafi- Para saber qué tipo de objetividad se requiere, podemos traer a la
sico. memoria cómo una compañía de seguros llega a distinguir entre una es-
El intento de hallar «algo» que nos sirva para analizar la palabra timación de probabilidad que resulte razonablemente fiable y otra que
«probabilidad» tomada de forma aislada y en lo que consistan todos los sea defectuosa o incorrecta. Si el médico miente, el ordenador lee m a l las
enunciados de probabilidad resulta, por consiguiente, un error. Lo cual tablas o los propios datos son inadecuados, entonces la estimación que
no implica que no se pueda asignar un significado al término. «Proba- la compañía haga de las posibilidades que tiene un cliente de vivir hasta
bilidad» tiene un significado perfectamente válido, que puede descu- los ochenta años no será la estimación digna de confianza que se supo-
brirse examinando el modo en que se utiliza la palabra, tanto en el con- ne que debe ser, ni tampoco la estimación digna de confianza que la
texto de la vida diaria como en el contexto científico, en expresiones compañía es capaz de realizar. Cuando el error sale a la luz, por tanto,
como «hay una probabilidad alta, o una probabilidad de 4 sobre 5, de la compañía podrá distinguir entre la posibihdad «real» de que el Chen-
que...» o «con toda probabilidad». Es a partir de un análisis de este tipo te llegue a los ochenta años y la primera estimación, que estaba equivo-
como debemos abordar una filosofía de la «probabilidad», más que con cada. De nuevo, vemos cómo a medida que pasan los años y se van m o -
cuestiones del tipo «¿Qué es la probabihdad?» y «¿Qué es lo que expre- dificando los factores relevantes, se puede distinguir con mayor nitidez
san las afirmaciones de probabilidad? ¿Sobre qué tratan?», si no quere- entre la que fue entonces la mejor estimación posible—de hecho, la me-
mos empezar con mal pie. Decir que un enunciado es una afirmación de jor que pudo realizarse cuando se extendió la póliza—y la estimación
probabilidad no implica que verse sobre una única cosa o que trate en que en el momento presente puede verse que hubiera resultado más fi-
exclusiva de ese asunto. No hay una sola respuesta a «¿Qué es lo que ex- dedigna teniendo en cuenta los hechos subsiguientes. La medicina pro-
presan las afirmaciones de probabilidad? ¿Sobre qué tratan?». Unas gresa a gran velocidad, de modo que ese tipo de enfermedad cardiovas-
expresan una cosa; otras, otra diferente. Algunas versan sobre el tiempo cular queda bajo control y, en consecuencia, la esperanza de vida de su
que hará al día siguiente; otras sobre la esperanza de vida. Si insistimos cliente se ve incrementada. Por tanto, la compañía distingue la posibili-
en una respuesta única, lo haremos bajo nuestro propio riesgo. dad que «realmente tenía»—o debería tener—de vivir hasta los ochenta
La forma en que un punto de partida falso puede empañar nuestro años, de la que primeramente pareció razonable que tendría. En ambos
propósito queda de manifiesto al considerar el segundo punto, el del casos, actúan así porque su negocio consiste en elaborar estimaciones en
problema de la objetividad en los enunciados de probabilidad. Cierta- las que se pueda confiar y lo que les concierne de manera inmedita es si
mente, hay razones de peso por las cuales la explicación subjetivista re- sus estimaciones son o no fidedignas. Veracidad y fiabilidad son lo que
sulta deficiente y por las que encontramos natural describir la probabi- distingue una estimación «objetiva» de las posibilidades de un suceso de

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

la mera expresión de una convicción arraigada. Al pasar por alto la ne- que existe una «relación de probabilidad» entre los datos que le sirven
cesidad de que haya estimaciones de probabilidad que sean fiables, el de base y la proposición, de modo que se dice que lo que hacen los p r i -
subjetivista (que habla sólo de grados de convicción) se equivoca. Qué meros es «probabilificar» la proposición en un cierto grado. Así, la p r o -
factores son relevantes, qué tipo de clasificación resultará al cabo más babilidad que decimos que posee un suceso, resulta concebida también
fiable son cosas que las compañías de seguros y los actuarios pueden como perteneciente a la naturaleza de «algo» (en otras palabras, se trata
descubrir sólo con el paso del tiempo, con la experiencia. Pero cuales- de una relación objetiva), pero en ese caso sería cualquiera de una larga
quiera que sean las respuestas a esas cuestiones, no hace falta, desde lue- serie de «cosas» diferentes, dependiendo de los datos de los que se dis-
go, que retrasemos el momento de plantearlas esperando encontrar de- ponga. Si esto resulta sorprendente, afirma Kneale, es porque «los enun-
finitivamente qué es lo que denota la palabra «probabilidad», pues si ciados de probabilidad son por lo general elípticos», ya que los datos en
actuáramos de tal modo, nunca estaríamos en condiciones de hacernos concreto que se entiende que son relevantes «no pueden reconocerse
tales preguntas. [como tales] de manera inmediata» {op. cit., § 3, p. 9).
La sugerencia de Kneale no resulta muy afortunada por diversas ra-
zones. Aparte de las excentricidades conceptuales que fomenta, la idea le
RELACIONES DE PROBABILIDAD Y PROBABILIFICACIÓN lleva a negar que la probabilidad posea exactamente la clase de objetivi-
dad que realmente importa. Cuando una compañía de seguros obtiene
Volvamos al primer capítulo del libro de Kneale, Probability and induc- nueva información sobre un cliente y a la luz de esa información ela-
tion. A h o r a ya sabemos que al tratar de probar que la probabilidad po- bora una nueva estimación de su esperanza de vida, normalmente esa
see una especie de objetividad casi tangible, que en realidad ni puede última es considerada como una estimación más precisa (es decir, más
tener ni hace falta que la tenga, Kneale sacrifica también la posibilidad fidedigna), una aproximación más cercana a su posibilidad real de super-
de esa otra clase de objetividad que solicitamos en la práctica y que vivencia. Kneale es consciente de la existencia de este uso, pero lo censu-
hace de la noción de probabilidad lo que es. ra: «Algunas veces, en tales casos, hablamos como si hubiera una sola
Kneale se da perfecta cuenta de que no se puede tratar la probabili- probabilidad de que el hombre sobreviva hasta los sesenta años, algo
dad como un rasgo intrínseco que contuviera cada una de las proposi- que resulta independiente de cualquier dato que lo apoye, y nuestra se-
ciones o acontecimientos a los que nos podamos referir, hablando con gunda estimación sería mejor, en el sentido de que se acerca más a esta
propiedad, como probables. «Ninguna proposición (a menos que sea única probabilidad que la primera. Pero esta opinión está sin duda equi-
una verdad obvia o un absurdo) contiene en sí misma nada que indique vocada» {op. cit., § 3, p. 10). Kneale se ve obligado a censurar esta forma
que debamos depositar un cierto grado de confianza en ella» {op. cit, § 2, de expresarse porque, en su opinión, después de encontrar nuevos da-
p. 8); al fin y al cabo una persona puede perfectamente, aunque de ma- tos, la compañía de seguros ya no trata la misma relación de probabili-
nera equivocada, considerar probable lo que otra, con igual derecho, ca- dad y, en consecuencia, no puede corregir en un sentido estricto su esti-
lifica de falsa. Por consiguiente, Kneale abandona el intento de hallar mación. Éste es sólo un caso particular de la paradoja general a la que se
una única cosa que pueda ser calificada como «la probabilidad de un su- ve abocado por su idea de que «la probabilidad se relaciona con los da-
ceso». Sin embargo, antes de que parezca que se ha rendido ante los sub- tos en que se basa». Según la tesis de Kneale, siempre que dos personas
jetivistas, antes de renunciar a la vana búsqueda de aquello que expresan dispongan de evidencias diferentes, no podrá decirse de ellas que se con-
todos los enunciados de probabilidad, soluciona el problema definien- tradicen entre sí sobre la probabilidad de un suceso p—por lo visto no
do «probabifidad» como una «relación» entre la proposición formulada es posible que discutan hasta qué punto han de estar preparados para
de acuerdo a ciertas condiciones y las razones para aseverarla. Se dice actuar si ocurre p, ni comprometerse con el contenido de lo que aseve-

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N
PROBABILIDAD

r a n — , ya que en realidad están hablando de relaciones de probabilidad blemente en esas conclusiones como guía para el futuro, tal como ocu-
diferentes. rre con las nubes verdosas en alta mar, que presagian una galera. Las pa-
La teoría de Kneale ni siquiera se escapa de la «falacia naturalista», labras «probabilidad», «probablemente» y «con toda probabilidad» no
aunque este hecho queda empañado por la terminología utilizada, pues podrían analizarse de manera más adecuada en cuanto entidades de ese
hay dos interpretaciones posibles de lo que expone, una de las dos ino- tipo que en cuanto frecuencias y proporciones entre opciones alternati-
cente, la otra falaz, y el autor parece suscribir esta última. En primer l u - vas, y por las mismas razones. En ese caso, podríamos preguntarnos de
gar, se podría suponer que su intención era que consideráramos que manera más apropiada la cuestión que Kneale considera crucial de por
«admitir que existe un alto grado de probabilificación entre, por ejem- qué, cuando nuestro conocimiento es menor de lo que quisiéramos, es
plo, la evidencia de que un hombre de treinta años tenga una dolencia razonable fiarse de las relaciones de probabilidad, pero no de algo que
cardíaca crónica y la proposición de que no vivirá hasta los ochenta simplemente creemos. Pero como no es así, a estas alturas la pregunta
años» quiere decir lo mismo que «llegar correctamente a la conclusión no sería más trivial que preguntarse por qué, cuando estamos cortos de
de que, en vista de su condición física, no se puede esperar que viva tan- azúcar y mantequilla, es razonable fiarse de la margarina pero no de la
to (aunque debe tenerse en cuenta que uno de cada m i l casos de este sacarina. En ambos casos, la pregunta habría de ser respondida apelan-
tipo sobrepasa esa edad)». Si esta fuera la interpretación correcta, no po- do a la experiencia inmediata o a información independiente, como que
dría planteársele ninguna objeción, puesto que entonces Kneale estaría la margarina contiene suficientes grasas y vitaminas para ser considera-
ofreciendo una explicación posible, aunque llena de rodeos, del signifi- da un sustituto nutritivo y gustoso de la mantequiUa, mientras que la sa-
cado de expresiones como «hay una pequeña probabilidad de que» y carina, aunque de sabor dulce, no tiene valor nutritivo. ¿Acaso Kneale
«con toda probabilidad». Pero éste no parece su propósito, porque si lo pretende que consideremos las relaciones de probabilidad como las v i -
fuera, no se podría ni siquiera plantear la cuestión que, según Kneale, taminas de la probabilidad? Sólo si es así como las considera, podrá su-
cualquier análisis correcto de la relación de probabilidad debe poder perar el nivel de mera verdad obvia esa pregunta, crucial para él; pero en
contestar; esto es, la cuestión de por qué es racional tomar como base ese caso no se puede esperar que las relaciones de probabilidad nos pro-
para la acción una proposición (que él no sobrevivirá) que mantiene esa porcionen un análisis del término «probabilidad». Hablar de vitaminas,
relación (de ser altamente probabilificada) con los datos de los que se calorías, proteínas e hidratos de carbono, por muy por extenso que se
dispone. Pero no puede responder, porque eso supondría responder a haga, no servirá por sí mismo para analizar lo que significa la palabra
un truismo, ya que se trata sólo de una manera muy elaborada de pre- «nutritivo».
guntarse por qué no se espera lo que es extremadamente improbable.
Kneale deja sin aclarar una cuestión: dónde coloca lo que está entre
Las relaciones de probabilidad acerca de las cuales escribe Kneale los datos conocidos sobre una situación y las posibilidades que pode-
deben ser concebidas, por tanto, como entidades distintas, que tienen su mos asignar a un suceso futuro en vista de esos datos. Al parecer, cree
lugar lógico entre la información detallada sobre la edad del futuro que hay dos inferencias sustanciales entre los datos disponibles y la con-
cliente y su estado físico y la moraleja práctica de que no cabe esperar clusión, y no sólo una; de hecho, es verdad que ciertas características en
que sobreviva (aunque, desde luego, uno de cada m i l lo consigue). Nue- su empleo lo sugieren así. Por ejemplo, se dice: «Con treinta años pade-
vamente, aparecen de inmediato todas la objeciones que pueden hacer- ce una dolencia cardiovascular, por lo que la probabilidad de que viva
se a una definición naturalista. Incluso si siempre se hallaran ciertas en- hasta los ochenta es baja, por lo que no cabe contar con que viva tanto
tidades «entre» los datos conocidos y las conclusiones que basamos en tiempo». Pero si se pregunta acerca de las razones para pasar por alto la
ellos, sólo se podría descubrir, presumiblemente a partir de la experien- posibilidad de que sobreviva a esa edad, señalaremos inmediatamente
cia, que en algunas circunstancias o en todas se puede confiar razona- su juventud y su condición física, así como las estadísticas al respecto.

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

No se añadirá nada sustancial diciendo en cambio «No cabe contar con troducción de consideraciones psicológicas a la hora de tratar de la p r o -
que sobreviva, porque la probabilidad de que lo haga es haja, porque con babilidad y temas relacionados, argumentos que sin duda consideraría
treinta años padece una dolencia cardiovascular». Formular las razones que debilitarían grandemente el punto de vista adoptado en este trabajo.
de este modo sería ofrecer un argumento artificialmente elaborado, d i - Al adelantarse a presentar sus objeciones sobre el primer aspecto,
ciendo algo como «Tu país te necesita A TI, y A TI significa a ti». Carnap encuentra numerosos aliados. El propio Kneale dice que hay
«dos clases de probabilidad... dos sentidos de "probabilidad", uno apfi-
cable en cuestiones de posibilidad y el otro aplicable a los resultados de
¿ES AMBIGUA LA PALABRA «PROBABILIDAD»? la inducción» {op. cit, § 3, p. 13; § 6, p. 22). También el profesor J. O. U r m -
son ha escrito un estudio sobre «Los dos sentidos de "probable"» defen-
Las críticas que hemos hecho aquí a las opiniones de Kneale sobre la diendo que existe una diferencia de ese tipo, que por otro lado ha sido
probabilidad pueden parecer innecesariamente minuciosas. Quizá lo indicada por otros filósofos, de F. R Ramsey en adelante.
sean, pero intentaré mostrar de ahora en adelante lo importante que es Evidentemente, resulta bastante fácil mostrar que los tipos de situa-
que los filósofos reconozcan y respeten las distinciones sobre las que he- ción en que se hace uso de la palabra «probabilidad» y de sus derivados
mos estado insistiendo. El libro de Kneale es una contribución todo lo son muchos y variados, pero ¿acaso eso significa que la palabra tenga un
detallada y clara en sus objetivos que pueda pedirse, pero así y todo, debe número igualmente abundante de significados? Ya habíamos previsto, a
quedar claro, según espero, hasta qué punto los propios problemas de propósito de la imposibilidad y la posibilidad, los pefigros que entraña
los que se ocupa se plantean como resultado de haber malinterpretado extraer de manera precipitada este tipo de conclusión; además, es una
la verdera naturaleza de términos como «probablemente», «probable» y conclusión que el propio Urmson ha rechazado explícitamente en el caso
«probabilidad». U n a vez que se ha reconocido cómo estos términos sir- de la palabra «bueno». No hay duda de que cuando afirmo «Es muy pro-
ven, de modo característico, para determinar, matizándola, la fuerza de bable que, si se arroja un dado veinte veces, la secuencia obtenida i n -
las aseveraciones y de las conclusiones, resulta difícil seguir tomándose cluirá al menos un seis» quiero decir algo diferente de lo que digo cuan-
en serio la tarea de hallar un designatum para ellos. No se puede evitar do afirmo «Es muy probable que la explicación de H o d g k i n acerca del
pensar que la entera disputa, interminable, proseguirá mientras se i n - papel del fósforo en la transmisión nerviosa sea la correcta». Sin embar-
terprete estos términos no como los términos modales que realmente go, ¿es que las diferencias existentes entre estos tipos de pesquisa no dan
son, sino como algo diferente. cuenta del todo de las diferencias entre estas dos afirmaciones?
Esta conclusión aparece aún más apremiante si se dirige la mirada a Además, al insistir en que hay dos sentidos de «probabilidad» invo-
los escritos del profesor Rudolf Carnap sobre el tema. En su libro Logi- lucrados no se gana nada y, en cambio, se pierde mucho. Si lo que se
cai foundations ofprobability construye un elaborado sistema matemáti- hace es considerar la corrección o incorrección de una hipótesis cientí-
co para manejar el concepto de probabilidad y otros afines, dándonos fica, el tipo de datos a los que hay que apelar es evidentemente diferente
también a conocer sus opiniones sobre los problemas filosóficos princi- del que interviene en una predicción sobre el resultado de haber tirado
pales que plantea esta noción. De la parte filosófica de la obra, son dos unos dados; en particular, en este último caso los cálculos de un deter-
los asuntos que deben someterse particularmente a discusión: la distin- minado tipo tienen una relevancia que apenas se deja notar en el p r i -
ción central, que establece en su libro y en la que insiste, entre dos sen- mero. No obstante, a menos que de nuevo confundamos las razones
tidos de la palabra «probabilidad», que desde su punto de vista han sido para considerar algo como probable con el significado de la afirmación
desafortunadamente «designados por la misma palabra, corriente pero de que es probable, no cabe seguir diciendo que, como consecuencia de
ambigua», y asimismo los argumentos que presenta en contra de la i n - lo anterior, existe una serie de sentidos diferentes de las palabras «pro-

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PROBABILIDAD
LOS u s o s D E L A ARGUMENTACIÓN

bable» y «probabilidad». De hecho, tampoco deberíamos decirlo, puesto la velocidad, el otro sobre la energía cinética. Sin embargo, se puede es-
que la palabra «probabilidad» sirve a un propósito similar en ambas tar de acuerdo en que en la mayoría de los debates sobre probabilidad
oraciones: en ambos casos, lo que está sobre el tablero es la cuestión de media en cierta forma un malentendido que consiste en referirse a cosas
hasta qué punto debe aceptarse la afirmación, comprometiéndose con distintas, sin que por ello, no obstante, se pierda la impresión de que
ella, de que la explicación de Hodgkin es correcta o de que saldrá un seis. Carnap exagera. No todas las distinciones que cabe trazar en filosofía
Supongamos, en cambio, que alguien ha dicho «Sé que la explicación de pueden ser presentadas con propiedad como distinciones derivadas de
H o d g k i n es correcta» o «Sé que si se arroja este dado veinte veces, al me- sentidos diferentes de una palabra; tal forma de presentar las cosas sirve
nos una vez saldrá un seis». De nuevo, aquí el tipo de datos pertinente a menudo de hecho para ocultar la fuente real de las dificultades filosó-
para cada una de estas dos afirmaciones será muy distinto, pero ¿acaso ficas, produciendo la impresión de que el auténtico problema ha sido
se sigue de aquí que se está usando la palabra «saber» en dos sentidos escamoteado como por arte de magia.
distintos? ¿Es que habría de señalarse otro sentido más, si hablando de En consecuencia, convendría examinar por separado la explicación
matemáticas alguien dijera «Sé que la raíz cuadrada de 2 es irracional»? de Carnap sobre la forma en que los datos disponibles pueden servir
Parece fuera de toda duda que postular ambigüedad en ambos casos es para respaldar una teoría científica. Por el momento, concentrémonos
una solución demasiado fácil. en la supuesta distinción entre probabilidad^ y probabilidad^ con el fin

No hay, entonces, nada que resulte de una radical novedad en la afir- de comprobar si realmente son tan diferentes como el filósofo austríaco

mación de Carnap de que deberían distinguirse dos sentidos de la pala- las pinta. Para comenzar con probabilidad^: la pregunta clave es si la pa-

bra «probabilidad», dos conceptos diferentes de probabilidad a los que labra «probabilidad» se usa realmente en la práctica para expresar (sig-

habría que referirse respectivamente como «probabilidadj» y «probabi- nificar) sencillamente una proporción o una frecuencia relativa. Sin

lidadj». De un lado, afirma, tenemos un concepto lógico, la «probabili- duda, lo habitual ha sido afirmarlo. Von Mises, por ejemplo, declara que

dadj», que representa la medida en que un conjunto de datos otorga su el valor que limita la frecuencia relativa de objetos de la clase B entre los

respaldo a una hipótesis; de otro, tenemos un concepto empírico, la objetos de la clase A es llamada la «probabilidad» de que un A sea un B,

«probabilidad^», que se relaciona simplemente con la frecuencia relati- y Carnap lo sigue en este punto. Pero un vistazo a una aplicación prác-

va de sucesos u objetos que tienen una propiedad determinada entre los fica de la teoría de la probabilidad basta para que aparezcan las dudas

miembros de una clase de sucesos u objetos que tienen otra propiedad. sobre esta idea.

Lo que resulta novedoso es la manera precisa en que Carnap entiende Para comprobarlo, consideremos la siguiente tabla:
esta distinción y el extremo hasta el que está dispuesto a llevar sus con-
secuencias. Por ejemplo, insiste en que no se trata de aspectos comple- I II III

mentarios de un concepto unitario, sino de dos sentidos netamente dis- a 25.785 2.821 0,109

tintos de la palabra «probabilidad»; una ambigüedad manifiesta, aunque h 32.318 2.410 0,075

se le podría dar quizá una exphcación etimológica. Carnap nos invita a c 16.266 785 0,047

concluir que los filósofos que se han mostrado perplejos ante la noción
de probabilidad han sido simplemente inducidos a error por esta am- Supongamos que las cifras de la primera columna representan el núme-
bigüedad, por lo que, en realidad, han estado refiriéndose a diferentes ro de habitantes del Reino U n i d o , en las categorías específicas a, b y c, v i -
cosas, como ocurrió en el célebre debate sobre la naturaleza de la vis viva vos el 1 de enero de 1 9 2 0 , y las cifras de la segunda columna, el número
entre Leibniz y Descartes, que (según podemos percibir ahora) mante- correspondiente a las personas que murieron antes del 1 de enero de
nían enfrentadas dos verdades perfectamente compatibles, el uno sobre 1930; en la columna III se muestran las proporciones de las cifras de las

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

dos columnas previas. La pregunta que ahora debemos hacernos es: hacia la conclusión. Saber que únicamente una pequeñísima fracción
«¿Qué rúbrica vamos a adjudicar a la columna III?». ¿Cómo vamos a lla- de quienes padecen la enfermedad que ha contraído Jones vive diez años
mar—para emplear las palabras de von Mises—a esas proporciones? constituye, en efecto, la mejor de las razones para afirmar que no hay
La respuesta es que no hay una única rúbrica apropiada. No estamos garantías de que él sobreviva ese periodo de tiempo; pero la infor-
obligados a denominar las proporciones allí tabuladas con un nombre mación de que la probabilidad de que sobreviva ese tiempo es mínima
determinado: cómo las llamemos dependerá de las razones que tenga- incluye tal conclusión. Por consiguiente, podemos reprochar a v o n
mos para interesarnos por esos datos y, en particular, del tipo de con- Mises que haya manifestado que las fracciones que para él actúan como
clusión que queramos sacar de ellos. Considérense tres posibilidades. A límite se denominan simplemente «probabilidad»: si esta descripción
lo mejor somos estadísticos; la tabla resultaría para nosotros sólo una pretende ser un análisis de la noción real de la probabilidad, resulta de-
muestra de estadísticas demográficas y puede que no pretendamos sacar fectuoso y, si pretende ser una definición condicionada, entonces es
ninguna conclusión más allá de las puramente matemáticas. En ese desafortunada; más bien, von Mises debería decir que esas fracciones
caso, un encabezamiento natural para la columna III será «Mortalidad dan una medida de la probabilidad de que, digamos, A sea B. Es inte-
proporcional durante la década de 1920-1929». Otra posibilidad es que resante subrayar que Laplace, al exponer la teoría clásica de la proba-
nos dediquemos a la investigación en el campo de la medicina social; la bilidad, evitó esta trampa. Introdujo la fracción «número de casos fa-
tabla nos proporcionaría una manera de valorar la condición física de vorables/número total de casos posibles» no como una definición de
personas pertenecientes a las clases específicas A , y c unos años des- probabilidad, sino para proporcionar una medida del grado de proba-
pués de la Primera Guerra M u n d i a l y, en consecuencia, nos interesaría bilidad y, por tanto, de nuestra esperance morale; y aunque sí que se re-
sacar conclusiones de la tabla mirando retrospectivamente al comienzo fiere a esta expresión en calidad de definición más adelante en su trata-
de la década. Puesto que estamos tomando entonces las proporciones do, dejó claro que utilizaba la palabra en un sentido amplio, que debía
tabuladas como medida de la condición física en esa época, un encabe- tomarse como una definición operativa o «medida» antes que como un
zamiento natural sería «Vulnerabilidad de los miembros de una clase análisis filosófico o como si fuera la entrada de un diccionario.
dada a fecha de 1-1-1920». O de nuevo, podemos ser actuarios de segu- Por tanto, el segundo pilar de la distinción establecida por Carnap se
ros; la tabla será entonces parte de las tablas de vida de la compañía y es- tambalea. Se llama a las frecuencias probabilidades sólo cuando se em-
taremos interesados en extraer conclusiones que permitan prever el fu- plean como base para predicciones sujetas a condiciones o expresadas
turo. Las proporciones listadas en la columna III serán tomadas como de modo matizado, en pólizas de seguros y otros asuntos similares, de
medida de las posibilidades que los miembros pertenecientes a las dis- manera que «frecuencia» no es de ninguna manera un sentido del tér-
tintas clases sociales tienen de sobrevivir una década más, y el encabeza- mino «probabilidad» y su explicación de la probabifidad^ resulta ina-
miento natural será, por ejemplo, «Probabilidad de supervivencia hasta ceptable. Incluso cuando todos los cálculos se llevan a cabo en su condi-
el 1-1-1940». ción de frecuencias, la conclusión «Por consiguiente, la probabilidad de
Es decir, el término «probabilidad» no queda asignado en la prácti- h es tal y cual» es algo más que la solución a una suma: su propósito es
ca a proporciones o frecuencias relativas en cuanto tales. Se puede hablar extraer de la suma una conclusión práctica: «Por consiguiente, se puede
de las frecuencias de una opción en cuanto probabihdades sólo si las uti- contar con h (confiar en h hasta tal y cual punto)», donde la expresión
hzamos como formas de medir el grado de probabilidad cuando esta- «contar con», «confiar en» puede leerse de un modo más o menos lite-
mos extrayendo conclusiones sobre cuestiones factuales desconocidas ral o de una manera figurada, dependiendo de si los contratos son del
en el presente. Incluso referirse a las proporciones como probabilidades tipo financiero—como ocurre en el caso de los actuarios y los que reali-
supone, de hecho, haber dado ya el paso lógico, y de vital importancia. zan apuestas—o de otra clase.

110 111
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

El análisis de Carnap sobre la probabilidad^ también presenta aspec- U S O cotidiano «probabilidad», sino en expresiones jergales como «cálcu-
tos problemáticos. Al igual que Kneale, considera que los enunciados lo de probabilidad», «relación de probabilidad» y «probabilificación».
que siguen la formulación «La probabilidad de h es tal y cual» son elíp- C o m o el propio Kneale ha admitido, las propiedades formales de un cál-
ticos, dado que omiten toda referencia explícita al conjunto de los datos culo por sí solas no bastan para que se les dé el nombre de «cálculo de
a la luz de los cuales ha sido realizada la estimación de la probabilidad. probabilidad», sino que debe tratarse de un cálculo que sea adecuado
De nuevo con Kneale, prefiere reservar el término probabilidad para la para su empleo en la estimación de probabilidades; esto es, para medir
relación entre una hipótesis, h, y los datos en los que se apoya, e, tratan- cuánto podemos fiarnos de esta o de aquella hipótesis.
to el término como la función de dos variables separadas, e y h. A este respecto, las relaciones de apoyo a una conclusión están en el
Esta es una de las extravagancias que hicimos notar al tratar previa- mismo barco que las frecuencias. En la práctica, no otorgamos el nombre
mente acerca de las opiniones de Kneale. C o m o vimos entonces, la pro- de «probabilidades» a los grados de fundamento y de confirmación en
babilidad de un suceso se concibe normalmente como una cosa diferen- cuanto tales: sólo en cuanto nos interesa la hipótesis /i y en la medida
te de aquello que le sirve de fundamento—la serie determinada de datos en que los datos de que disponemos es e, la relación del fundamento que
que otorga legitimidad a la opinión de que el suceso tendrá lugar—, tiene hj e como argumentos se convierte en medida de la probabilidad
mientras que la explicación de Kneale ocultaba las diferencias existentes que podemos asignar a h. C o n las relaciones de apoyo, como ocurre con
entre ambos. Hablar del fundamento que otorgan los datos disponibles las frecuencias, la conclusión a la que llegamos sobre /i a la luz de los datos
es desde luego hablar tanto sobre las hipótesis como sobre los datos, y d i - a nuestra disposición, e, esto es, que podemos fiarnos de h, no es una mera
ferentes conjuntos de datos dentro de los elementos justificatorios sos- repetición del apoyo que presta eah: es, una vez más, el corolario que
tienen en diverso grado a la misma hipótesis. A diferencia de la probabi- sacamos. El resultado de incluir los datos en las estimaciones de proba-
lidad como la entendemos normalmente, la noción de respaldo implica bilidad es ocultar el paso lógico, y esencial, que entraña convertir un enun-
necesariamente dos variables: siempre hay algo que sirve de fundamen- ciado hipotético sobre la relevancia que tiene e para h en una conclusión
to y siempre hay algo que es respaldado. Por consiguiente, no es de ex- categórica sobre h; es decir, de la inferencia «Los datos e, si se dispusiera de
trañar que Carnap tenga que usar vocablos tales como «apoyo» en el ellos, sugerirían con mucha fuerza esa h» a un argumento en que ésta real-
curso de su expficación de la probabilidad^. Por otro lado, este hecho es mente se aplica («e; por lo tanto h es muy verosímil»). Por supuesto, se
motivo de reflexión. Se habrían evitado muchos malentendidos y m u - puede llamar, si así se quiere, a la relevancia que tiene e para h «probabili-
chas confusiones, causados por estar hablando de hechos diferentes ficación», pero también hay que darse cuenta de los peHgros a los que nos
como si fueran iguales, si la probabilidad^ de Carnap y las correspon- exponemos con una elección tan estricta, por no decir tan elíptica.
dientes relaciones en los manuales desde Keynes en adelante hasta U n a vez que hemos distinguido la probabilidad de h de la relevancia
Kneale se hubieran etiquetado como «relaciones de respaldo» y no que guarda e respecto a /i o el respaldo que e proporciona a h, podemos
como «relaciones de probabilidad». Este cambio no afectaría en absolu- tomar la frase «La probabilidad guarda relación con la evidencia» por el
to los aspectos formales y matemáticos de la discusión, pero haría su i n - epigrama que realmente es. Ciertamente, la estimación más razonable
terpretación m i l veces más acertada. Muchos de nosotros nunca estare- que puede hacerse de la probabilidad de una hipótesis depende en cada
mos de acuerdo en que la probabilidad no tiene que ver con los datos caso de los datos disponibles—no sólo la parte que se elija considerar,
en que se basa mas que en un sentido epigramático, pero convendremos sino todos los datos relevantes a que se tenga acceso—, pero igualmente
instantáneamente en que el fundamento es, por su propia naturaleza, depende de esa misma acumulación de elementos jutificatorios que se
una función tanto de los datos que sirven de apoyo a una hipótesis como pueda concluir o no razonablemente que una afirmación dada es ver-
de la conclusión. Si es que hay algo elíptico aquí, no es en la palabra de dad. Para expresarlo con otras palabras, son los datos y elementos per-

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

tinentes disponibles los que determinarán cuál de las posibilidades se tamente, ¿qué hecho expresan los enunciados de probabilidad?», que
considerará que ha de ser aceptada con completa confianza (que sea surge previsiblemente de su determinación de tratar sólo con conceptos
aceptada como verdad) y qué peso se puede atribuir a las restantes (el «admisibles para el empirismo y, por consiguiente, para la ciencia». El
grado de probabifidad que se les ha de conceder). En cada uno de los ca- uso habitual de las «afirmaciones de probabilidad^», explica Carnap, es
sos, la conclusión razonable es la que haya sido garantizada por los ostensiblemente incoherente respecto al principio de verificabilidad,
datos y elementos que le sirven de fijndamento, y los términos «relevan- pues, si se considera el enunciado «Las posibifidades de que llueva m a -
cia», «apoyo» y otros por el estilo son los que empleamos para indicar la ñana son una entre cinco» como una variedad de predicción, no se pue-
relación existente entre las afirmaciones citadas como pruebas y las po- de especificar ningún suceso que pueda verificarlo o falsario de manera
sibilidades cuya credibilidad relativa se está examinando. Sin embargo, concluyente. En consecuencia, sus principios obligan al filósofo austríaco
todo lo que se dice aquí sobre «probable» sirve también para «verdade- a concluir que o bien «ésta es una oración factual (sintética) sin suficien-
ro». Por consiguiente, si se acepta que «La probabilidad guarda relación te fundamento empírico» y como tal resulta inadmisible, o bien no es
con los datos en que se basa» es más que un epigrama, entonces también realmente una predicción factual en absoluto, sino más bien una ora-
habrá que cargar igualmente con «La verdad guarda relación con los da- ción puramente lógica (analítica) y, por tanto, de una clase que «no pue-
tos en que se basa». Si se ha pasado por alto este hecho, es debido a la de- de nunca violar el empirismo». Carnap elige la última alternativa, lo que
safortunada práctica que se ha instalado entre los filósofos de usar la lleva a caer en paradojas. Sin embargo, ¿realmente hacía falta que sus-
palabra «probabilidad» como si fuera intercambiable con las palabras cribiera alguna de las dos conclusiones?
«apoyo» y «relevancia», atribuyendo al primer concepto todas las carac- Ya hemos visto la manera de escapar del dilema planteado a Carnap.
terísticas lógicas de las otras dos. Evidentemente, no se puede especificar ningún suceso que pudiera pro-
El error fundamental consiste en suponer que los datos a la luz de bar de manera concluyente que es verdadera o falsa una predicción
los cuales se realiza la estimación de la verosimilitud de una opinión presentada como si tuviera sólo una cierta probabilidad, porque para
deben siempre estar incluidos en la estimación que se realiza, en lugar de asegurar eso es justamente para lo que se usan los términos de probabi-
manteneria en un segundo plano y aludir a ellos únicamente de manera fidad. C o n todo, un enunciado como ése no tiene que ser, a pesar de ello,
implícita. De hecho, hay muy buenas razones para mantenerlos así, en menos respetable y perder su carácter de predicción. No se puede decir
un segundo plano. Para empezar, una vez que los argumentos en favor que deje de obtener la máxima nota (esto es, la verificación), dado que
de la inclusión de esos datos en las estimaciones de probabilidad se han ni siquiera aspira a ella. Es perfectamente natural que los datos requeri-
aceptado, conviene ampharlos a otras nociones: «La veracidad de su dos para justificar una predicción matizada por el adverbio «probable-
afirmación está fuera de duda» debe reemplazarse, de acuerdo con los mente» u otro término relacionado posean menor fuerza que los que se
principios de Carnap y Kneale, por «El valor de veracidad de su afirma- necesitarían para una predicción rotunda; también las consecuencias
ción, en virtud de los datos disponibles, es i», y habrá que atribuir a una con las que se queda comprometido al realizarla son más débiles: decir
afirmación tantas verdades como posibles conjuntos de datos tengan re- que las posibilidades de que llueva mañana son una entre cinco no equi-
levancia para tal enunciado. vale a decir de manera concluyente que o bien lloverá o no lloverá. U n i -
El propio Carnap considera que la verdad está exenta de la relativi- camente las afirmaciones que se presentan como la verdad fehaciente
dad respecto a los datos que atribuye a la probabiHdadj. Sus razones pueden ser criticadas por no ser verificables de modo inmediato. En
para tratarla de manera tan diferente resultan iluminadoras, pues ilus- consecuencia, las predicciones matizadas explícitamente, mediante ex-
tran su interpretación, extremadamente literal, del principio de verifica- presiones como «probablemente», «las posibilidades de que... son bue-
bilidad, lo cual le deja expuesto a los rigores de la cuestión fatal «Exac- nas» o «cinco contra uno que...», deben quedar libres de crítica.

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

C o n esto hemos terminado nuestra discusión sobre la presunta TEORÍA DE LA PROBABILIDAD Y PSICOLOGÍA
distinción establecida por Carnap entre los dos conceptos, probabili-
dadj y probabilidad^. Podemos darnos cuenta ahora de por qué es ex- ¿Por qué se ha desviado la atención de los filósofos de las funciones m o -
cesivo que se refiera a la palabra «probabihdad» como ambigua, dando dales características de palabras como «probabilidad»? ¿Por qué se han
a entender que la controversia filosófica sobre la naturaleza de la pro- dejado apartar del camino principal de esta manera, perdiéndose en los
babilidad es fútil e innecesaria por los mismos motivos que lo es el de- vericuetos de una discusión sobre asuntos irrelevantes? Por lo que pare-
bate sobre la vis viva. En realidad, los enunciados acerca de la probabi- ce, un factor importante ha sido el miedo perenne que experimentan a
hdad de p tratan, en la práctica, de hasta qué punto podemos contar extraviarse en los senderos de la psicología. Se pueden encontrar prue-
con p, darlo por hecho, suscribirlo o poner la mano en el fuego por bas de cómo ha influido este motivo en los trabajos de Kneale y Carnap.
ello, sin que importe si la expresión es usada de una manera a la que
C o m o vimos, el punto de partida de la argumentación de Kneale es el
Carnap describiría en términos de probabilidadj o en términos de pro-
peligro del subjetivismo; lo que debemos intentar evitar a toda costa, da
babilidadj. Que decida usar uno u otro parece depender, de hecho, no
a entender, es la conclusión de que hablar de probabilidades equivale a
del sentido en que se está empleando la palabra «probabilidad»—pues-
hablar sobre la verdadera fuerza de la convicción de cada uno, de mane-
to que es el mismo en ambos casos—, sino más bien si está prestando
ra que para él una de las principales virtudes de las «relaciones de pro-
atención a los aspectos formales o estadísticos de los argumentos en fa-
babilidad» es que le ofrecen una esperanza para salvarse de caer en el
vor de p.
hoyo de los subjetivistas. También para Carnap, la psicología es un pe-
«Probablemente», como «correcto» (desde el punto de vista moral) ligro siempre al acecho, pero la amenaza que representa para la teoría
o «no se puede», es un término que conserva una fuerza invariable a lo de la probabilidad es, en su opinión, sólo un aspecto de los riesgos ge-
largo de una amplia variedad de aplicaciones. Se relaciona estrecha- nerales que penden sobre la lógica en su conjunto. El lógico, afirma,
mente con la idea del respaldo prestado por los datos disponibles, pero debe evitar a toda costa los peligros del «psicologismo», aunque al bus-
se diferencia de esa noción por las mismas razones por las que una afir- car una escapatoria haya caído en las extravagancias que Kneale había
mación categórica «A, por lo tanto B» es distinta de la hipotética «Si A,
evitado.
entonces B» o por las que la conclusión de un argumento se distingue
Veamos primero lo que tiene que decir Kneale (op. cit, § 2, p. 3). El
del fundamento en que se basa. Si se llega al extremo de identificar el
filósofo británico rechaza, correctamente, la opinión de que las afirma-
apoyo prestado por unos datos con la probabilidad, entonces y sólo en-
ciones en términos de probabilidad han de ser entendidas como las que
tonces resulta este último término ambiguo; pero la sensatez nos pro-
expresan simplemente la fuerza, en ese momento, de las convicciones
hibe hacerlo. El matemático que realmente identificara imposibilidad
del hablante; desafortunadamente, piensa que al descartar esta ingenua
y contrasentido no tendría palabras con que descartar de su teoriza-
teoría también está obligado a rechazar otros puntos de vista. Por ejem-
ción las contradicciones; al hacer equivalentes las probabilidades y el
plo, examina de manera muy sucinta el «tratamiento tradicional» de las
apoyo derivado de los datos, prescindiríamos precisamente de los tér-
oraciones que contienen palabras como «probablemente»—esto es, las
minos bajo los cuales ahora mismo estamos extrayendo conclusiones
que están formuladas en términos de «modalidades de aseveración»—;
prácticas sobre los datos que sirven de fundamento a nuestra argu-
que se siente forzado a rechazar porque se trata asimismo de una «teo-
mentación.
ría subjetivista». Pero repartir etiquetas no lleva a ninguna parte y los
marbetes deben justificarse. El único argumento concluyente que pre-
senta contra este punto de vista depende de la idea de que «si digo " p r o -
bablemente está lloviendo", encontrarse con que no está lloviendo no

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

refutaría mi argumento», una observación que ya hemos criticado antes ciones, tanto si ha sido realizada de manera cautelosa como si lo ha sido
por paradójica e incongruente con el modo habitual de pensar. Nuestras de forma categórica, trata sobre el mundo o sobre el estado mental del
propias indagaciones, llevadas a cabo en estos capítulos, refuerzan gran- hablante tanto como la otra: si es un error considerar la aseveración
demente, por otro lado, la opinión de que «probabilidad» y sus cogna- concluyente como una afirmación sobre el estado mental del hablante,
dos son, de manera característica, matizadores modales de las asevera- entonces también lo será considerar una aseveración matizada de este
ciones. Por consiguiente, para nosotros la pregunta debe ser por qué modo. Evidentemente, se pueden inferir cosas sobre los estados menta-
Kneale ha de plantear objeciones a esa exphcación por subjetivista, cre- les de la gente que nos rodea a partir de todo lo que dicen, pero de aquí
yendo que en ella se confunden psicología y lógica. no se sigue que todas sus afirmaciones sean realmente observaciones
Esta idea parece derivarse de un claro malentendido. Permítaseme autobiográficas.
indicar dónde está. Al comienzo de este capítulo, distinguimos entre lo La cruzada emprendida por Carnap contra el psicologismo es más
que un enunciado dice de manera categórica y aquello otro que no afir- drástica: para él, la falacia está ampfiamente extendida, tanto en la lógica
ma, sino más bien implica. Pasar por alto esta distinción lleva de modo inductiva como en la deductiva. Esa falacia consiste en esencia, afirma
casi inevitable a dificultades filosóficas, y las objeciones de Kneale a las Carnap, en sostener que «la lógica es... el arte de pensar y los principios
que nos estamos refiriendo parecen haber tenido este mismo origen. lógicos..., principios o leyes del razonamiento. Ésta y otras formulacio-
Cuando el hombre del tiempo afirma que lloverá al día siguiente, de lo nes similares se refieren al pensamiento, resultando por tanto de una
que está hablando es del tiempo del día siguiente y no de lo que él cree, naturaleza subjetiva» (Logical foundations of probability, § 11, p. 39). Al
aunque sin duda se puede inferir de su enunciado, sin temor a equivo- presentarlas en términos psicológicos, sigue argumentando el filósofo
carse, que profesa convicciones de una cierta clase. Análogamente, si austríaco, se pasan por alto los descubrimientos de Frege y Husserl, p u -
dice «Probablemente lloverá mañana», lo que dice es algo sobre el tiem- diendo ser calificadas como «psicologistas». Su posición resulta a prime-
po y lo que podemos inferir sobre lo que cree está sólo implícito. La opi- ra vista familiar, pero a medida que se avanza en la lectura se cae en la
nión de que la función de palabras como «probablemente» es la de ma- cuenta de ciertos excesos; el lanzallamas con el que, por ejemplo, Frege
tizar la modalidad de las aseveraciones o conclusiones es una cosa; otra arrasó con razón la doctrina de que los números son una variedad de
muy diferente sería proponer que la afirmación «Probablemente lloverá imagen mental, es empleado por Carnap contra víctimas que no lo me-
mañana» debe analizarse como equivalente a «Me inchno por completo recían.
a esperar que lloverá mañana». Carnap admite que el psicologismo más tosco, aquel que defiende
Decir «Probablemente p» es afirmar de manera cautelosa, con reser- que las afirmaciones lógicas son relativas a procesos mentales, es muy
vas, esap; no es afirmar que se está provisionalmente dispuesto a aseve- raro. F. P. Ramsey jugó con la idea de definir la «probabilidad» en térmi-
rar esa p. Si la explicación que estamos ofreciendo de «probablemente» nos de auténticos grados de creencia, pero pronto se echó atrás. E l único
y sus cognados fuera criticada como subjetivista, se podría igualmente ejemplo de una afirmación categórica que Carnap piensa que puede c i -
dirigir la misma crítica contra la idea de que alguien que diga, con total tar está en una discusión sobre las «ondas de probabifidad» en la me-
franqueza y sinceridad, «p», está aseverando p. Porque, aunque alguien cánica cuántica en el libro Physics and philosophy de sir James Jeans. La
que diga «p» no está aseverando de forma concluyente que está dispues- referencia resulta desafortunada. Se critica severamente a Jeans por ocu-
to a afirmar p, sí que muestra de esa manera que está dispuesto a hacer- parse de la imagen que sostiene la teoría cuántica del átomo como aque-
lo, y por consiguiente nos permite inferir, a partir de lo que dice, algo so- lla que «consiste enteramente de elaboraciones mentales». Sin embargo,
bre lo que cree en ese momento con tanta seguridad como de alguien la crítica es del todo injusta, ya que Jeans no está cafificando la probabi-
que dice no «p», sino «probablemente p». Cualquiera de las dos asevera- lidad de concepto subjetivo, limitándose sólo a referirse a las funciones

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PROBABILIDAD
LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN

de Schròdinger comò ficciones teóricas, lo cual puede que no sea una de» la realizada en términos de relaciones lógicas {ibid., § II, pp. 41-42).
descripción correcta, pero realmente es algo muy diferente de aquello En segundo lugar, trata todas las relaciones lógicas—y como consecuen-
que ataca Carnap. cia todas las creencias justificadas—, todo el apoyo que prestan los datos

U n a gran cantidad de lógicos y matemáticos, desde Bernoulli, pasan- conocidos y todas las explicaciones satisfactorias como si su validez se

do por Boole y de Morgan, hasta Keynes, Jeffreys y Ramsey, son, a pesar fundamentara sólo en consideraciones semánticas. Waismann ha c r i t i -
de todo, declarados culpables de «psicologismo matizado»: «Aferrándo- cado a Frege por pensar que las afirmaciones lógicas representan «pe-
se aún a la creencia de que, de alguna manera, debe haber una estrecha queños y duros cristales de la verdad lógica». Resulta curioso, por tanto,
relación entre la lógica y el pensamiento, afirman que la lógica trata so- que Carnap, siguiendo a Frege, sitúe en el mismo nivel las relaciones ló-
bre el razonamiento correcto o racional». Carnap corrige ese error: gicas y los minerales.
Desde nuestro punto de vista, la caracterización de la lógica en tér-
minos de creencias, acciones o comportamientos justificados es inevita-
La caracterización de la lógica como una creencia correcta, racional o jusdfica-
ble. El motivo para ello radica en que si queremos que la lógica tenga
da es tan acertada—pero no más iluminadora—como decir que la mineralogía
nos informa sobre cómo pensar correctamente sobre los minerales. La referen- alguna aplicación en la evaluación práctica de los argumentos y las
cia al razonamiento puede dejarse igualmente de lado en ambos casos. Por tan- conclusiones, necesariamente habrá que hacer referencia a estos c o n -
to, sencillamente decimos: la mineralogía realiza afirmaciones sobre minerales ceptos. Ello no supone en absoluto que sea lo mismo que afirmar que el
y la lógica realiza afirmaciones sobre relaciones lógicas. La actividad en cual- razonamiento es el objeto de la lógica, como supone Carnap. Ni siquie-
quier disciplina supone evidentemente pensar. Pero ello no significa que el ra- ra Boole, que eligió como título para su importante tratado sobre lógica
zonamiento sea un tema propio de todas las disciplinas. Pertenece al campo de Las leyes del pensamiento, puede haber querido dar a entender semejan-
la psicología, pero al de la lógica no más que al de la mineralogía. te cosa. Las leyes de la lógica no son generalizaciones sobre cómo pien-
san los pensadores, sino más bien son estándares para la crítica de los re-
[Logical foundations of probability, § II, p. 39)
sultados obtenidos por los pensadores. La lógica es una ciencia crítica,
no una ciencia natural. Para dejarlo claro: la lógica no describe un tema
En esta exposición hay una cosa que es indudablemente correcta. Verda-
y no trata sobre nada, por lo menos del modo en que ciencias naturales
deramente no hay ninguna razón por la que los vocablos mentales de-
como la mineralogía o la psicología tratan sobre los minerales o sobre la
ban en ningún caso figurar de manera prominente en los libros de lógi-
mente. Por consiguiente, la afirmación de Carnap de que «La lógica rea-
ca, especialmente si se piensa con Russell que las creencias tienen un
liza afirmaciones sobre las relaciones lógicas» conduce a interpretacio-
aspecto que las hace «una idea o imagen combinada con un sentimien-
nes equivocadas y no dice mucho del asunto.
to de aprobación». Lo importante de ser capaz de sacar una conclusión
apropiada es estar dispuesto a hacer lo apropiado en vista de la informa- Merece la pena observar la estructura de la argumentación en C a r -
ción disponible: el respeto de un actuario hacia la lógica ha de medirse nap. Comienza presentando un psicologismo tosco, de contornos b o -
no tanto en el número de sentimientos de aprobación que ha experi- rrosos, cuya existencia no puede realmente demostrar. Luego, señala un
mentado en la situación correcta, como en el estado del saldo que mues- único punto de contacto en los escritos de los lógicos a los que arroja al
tre su cuenta de ganancias. mismo cajón y sienta en el mismo banquillo de acusados por utilizar
palabras tales como «pensamiento», «creencia», «razonamiento» y «con-
Sin embargo, se observan importantes errores interpretativos en la
fianza». A continuación, sermonea a los lógicos sobre los peligros de
explicación de Carnap. Primero, habla como si el significado de la ex-
andar en malas compañías, amenazándoles con un veredicto de c u l -
presión «relaciones lógicas» fuera transparente, afirmando que «la defi-
pabilidad por asociación con maleantes—«Todo ello suena a psicolo-
nición [de la lógica] en términos de creencia justificada puede derivarse

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

già»—, pero en vista de que, por otro lado, carecen de antecedentes, los ción cuidadosa de todos los usos de los términos «punto » y «fuerza»,
pone en libertad después de amonestarlos. Finalmente, dado que nadie tanto dentro de la geometría o la dinámica como fuera de estas discipfi-
en realidad ha sido hallado culpable, Carnap observa que «no puede nas, sin favorecer unos usos u otros. Sólo una vez hecho esto y después
negarse, evidentemente, que existe también un concepto subjetivo y de haber tomado nota de las diferencias, las cuestiones filosóficas que
psicológico para el que también puede usarse el término "probabili- habían causado tanta perplejidad se disolvieron por sí mismas.
dad", como así sucede a veces». Sin embargo, no se cita ningún ejemplo También en la filosofía de la probabilidad pensar en las aplicaciones
de este presunto uso, aparte de una escueta y poco convincente fórmu- científicas del término como las únicas satisfactorias crea sólo proble-
la: «La probabilidad o grado de creencia de la predicción h en el mo- mas. Los usos cotidianos, aunque no sean numéricos, poseen, pese a
mento í p a r a X » . todo, un carácter perfectamente definido, mientras que los usos cientí-
Este último barbarismo resulta sintomático. Pero es que el significa- ficos se desarrollan a partir de ellos, de una manera más complicada de
do del término «probabihdad» fuera de las ciencias especializadas no la que Carnap pensaba. U n a cosa es hacer notar la precisión relativa
parece interesar a Carnap en absoluto. No sólo pretende convertir la ló- —esto es, expresada con exactitud numérica—que caracteriza a los enun-
gica en la mineralogía de las relaciones lógicas. También considera todas ciados en las ciencias matemáticas y la relativa ausencia de esa exactitud
las afirmaciones de probabilidad que no sean científicas como vagas, numérica en el habla no científica. Pero interpretar esa ausencia de
inexactas, necesitadas de exphcación: «precientíficas», por utilizar sus exactitud numérica como si de una falta de precisión se tratara—en el
propias palabras. Esta creencia le libera de la ardua tarea de establecer sentido de que tal carencia implica un déficit de claridad—, criticando
con exactitud cuáles son esos usos extra-científicos. Seguramente estará el discurso no científico por esencialmente vago y confuso, supone dar
de acuerdo con que, una vez los usos científicos han sido examinados, un paso adelante altamente discutible. Los enunciados expresados en
«las afirmaciones de probabilidad de la gente corriente resultarán bas- términos numéricamente exactos no son los únicos que están perfecta-
tante fáciles de describir, ya que, si no son falaces, puede presumirse que mente definidos y carecen de ambigüedad.
se hallará que son aproximaciones a las que realizan los científicos».
No obstante, la suposición de que los precedentes sirven para algo
resulta muy arriesgada, ya que los dos problemas filosóficos que se pa- D E S A R R O L L O D E U N C O N C E P T O PROPIO D E P R O B A B I L I D A D

recen más al problema de la probabilidad son aquel sobre el tema de los


puntos al que dedicó sus esfuerzos Berkeley y la controversia centrada Llegados a este punto, trataré de reunir los hilos que han servido para
sobre la noción dinámica de fuerza, que fueron objeto de un encendido tejer este capítulo. En parte, ha consistido en un intento de poner de ma-
interés durante el siglo x i x . En ambos casos, el problema fue resuelto, nifiesto el modo en que operamos en la práctica con el concepto de
pero no a base de desarrollar un uso matemáticamente preciso del tér- probabilidad y otros relacionados estrechamente con él, y en parte, ha
mino en cuestión o descartando los usos extra-científicos como obsole- tratado de mostrar cómo los debates actuales sobre la filosofía de la pro-
tos en virtud de su naturaleza precientífica. Fue justamente el intento de babilidad han tendido a representar tergiversadamente la naturaleza
hacer equivalentes el viejo y el nuevo empleo de las palabras «punto» y del concepto. Los aspectos filosóficos de alcance general que han ido
«fuerza» lo que originó el problema, llevando a Berkeley, por ejemplo, a surgiendo a lo largo de estas páginas volverán a ser objeto de reconsi-
preguntarse sobre el punto como concepto matemático «qué es lo que deración más adelante. A h o r a me gustaría agrupar las observaciones de
es, algo o nada, y cómo difiere del minimum sensibile», de donde surgie- índole más práctica que hemos realizado sobre las funciones de los tér-
ron sus especulaciones sobre los minima sensibilia de los ácaros del que- minos de probabilidad, resumiendo brevemente los aspectos más i m -
so. Al contrario, la solución vino de la mano del análisis y de la exposi- portantes, para mostrar cómo el concepto se desarrolla desde el estadio

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LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N PROBABILIDAD

más elemental hasta las aplicaciones científicas y técnicas más sofisti- que mostremos en qué se basa nuestra seguridad. A lo mejor no deci-
cadas. mos «Probablemente iré» si tenemos razones de peso para pensar que
Para empezar, he argumentado que el adverbio «probablemente» algo nos lo impedirá, ni decimos «Ésta es probablemente su mejor p i n -
sirve como forma de matizar las conclusiones y las aseveraciones para tura» cuando sólo hemos visto una única obra del artista en cuestión, ni
indicar que un enunicado tiene un carácter no del todo categórico, de «Mañana probablemente lloverá» cuando carecemos de pruebas meteo-
modo que debe entenderse que el hablante no se compromete con lo d i - rológicas lo bastante sólidas. Los términos de probabilidad sirven, por
cho más allá de cierto punto. Así, alguien podría dar una indicación pre- tanto, no sólo para matizar las propias aseveraciones, promesas y eva-
liminar de sus intenciones o formular una promesa de manera precavi- luaciones, sino también para indicar la fuerza que posee el apoyo que
da diciendo «Probablemente haré esto y lo otro». O puede realizar una motiva la aserción, la evaluación o lo que sea. Es la calidad de los datos o
predicción provisional, basándose en datos que resultan insuficientes pruebas o de la argumentación a disposición del hablante lo que deter-
para hacer una predicción más definitiva, diciendo «Probablemente pa- mina qué tipo de matización puede incluir en sus afirmaciones, hacien-
sará esto y lo otro». Asimismo, puede hacer una evaluación cautelosa, do que deba inclinarse por «Debe ser verdad que», «Podría ser verdad
que presenta (quizá) como materia para una reconsideración posterior, que» o «No puede ser verdad que», o bien que diga «Ciertamente tal y
para cuando haya hecho un estudio más detallado, diciendo «Esta p i n - cual», «Probablemente tal y cual» o «Posiblemente tal y cual».
tura probablemente es lo más granado de toda la escuela de Padua». A Al matizar las conclusiones y asertos de una u otra manera, autori-
estas alturas, no hay nada que nos permita diferenciar entre evaluacio- zamos a nuestros oyentes a que crean más o menos en ellos, a que con-
nes, promesas y predicciones: todas ellas pueden igualmente incluir la fien en su realización, se fien de ellos y los traten, según el caso, como
palabra «probablemente» y su fuerza es la misma en todos los casos, aun más o menos dignos de confianza. En muchas disciplinas, es todo lo
cuando el tipo de elementos justificatorios que se necesitan para una lejos que se puede llegar: por ejemplo, se puede presentar un juicio es-
predicción meteorológica categórica frente a otra provisional será, por tético con todo el peso de nuestra autoridad detrás de él o de una ma-
definición, muy diferente del tipo de razones necesarias para justificar nera más o menos matizada—«Monet puede considerarse con derecho
un enunciado en el que se manifieste sin ambages que un pintor es un como el miembro más destacado de la escuela impresionista»—, pero
genio frente a otro en que se asegure lo mismo de manera más circuns- no hay razón en este caso para hacer apuestas o asignar valores numéri-
pecta; también serán de muy distinta naturaleza las razones que obligan cos a la fuerza de las afirmaciones o al grado de confianza que puede de-
a alguien a realizar un promesa condicionada o cautelosa en lugar de positarse en las conclusiones o los asertos. Por otro lado, en el caso de las
otra hecha sin reservas o que le llevan a formular una declaración mati- predicciones, hay otra posibilidad, especialmente cuando un tipo parti-
zada de intenciones en vez de comprometerse totalmente con lo dicho. cular de suceso tenga lugar de manera recurrente, periódica y de forma
La medida en que podemos comprometernos con la realización del muy parecida. Entonces es factible indicar la credibilidad que merece
contenido de un enunciado depende de la fuerza de la justificación, una proposición y hasta qué punto se puede confiar en su realización no
de las razones y de los datos disponibles. Podemos, como el hermano de sólo de una manera general y cualitativa, sino en términos numéricos.
Eleanor Farjeon, vacilar siempre por una precaución excesiva, sin llegar Es aquí por donde los métodos numéricos pueden entrar en la discusión
a comprometernos nunca del todo, de modo que nos sentiremos obli- de las probabilidades. Cuando la cuestión sobre el tablero tiene que ver
gados a añadir a todas nuestras afirmaciones un «probablemente», un con el ganador de una carrera de caballos que todavía no ha tenido l u -
«posiblemente» o un «quizá» que las matice. Pero si estamos dispuestos gar, con el sexo de un bebé aún por nacer o el número en que se parará
a comprometernos con lo que decimos, ya sea de manera categórica, ya la bola la próxima vez que gire la rueda de la ruleta, es entonces cuando
con relativamente pocas restricciones, entonces se nos puede desafiar a tiene sentido hablar sobre el número de probabilidades de un m o d o

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN PROBABILIDAD

como no podrá hacerse probablemente nunca al hablar de estética. No esa predicción: las posibilidades de que suceda tal accidente ciertamen-
es fácil imaginar cómo la aritmética puede entrar en la evaluación de te no se ven incrementadas porque haya ocurrido una sola vez, de m a -
probabilidades en una disciplina como ésta. Piénsese si no en frases nera que sigue siendo tan razonable como antes menospreciar el peligro
como «Cinco a uno por La Madonna de la roca», «Hay dos o tres posibi- de que tal accidente tenga lugar.
lidades de que Las bodas de Fígaro sea la mejor ópera de Mozart» y otras El cálculo teórico de las posibilidades y de las «probabilidades», p o -
parecidas. sitivas y negativas, en el sentido matemático—la estocástica—, se puede,
C o n todo, lógicamente, la introducción de las matemáticas en el tra- en consecuencia, enseñar y efectuar sin que la función modal de sus
tamiento de la probabilidad de sucesos futuros modifica poco las cosas. apficaciones prácticas atraiga nunca la atención. No obstante, la filia-
La discusión numérica de probabilidades llega a ser, no cabe duda, so- ción lógica entre tales consideraciones generales y las predicciones so-
fisticada y algo compleja, pero a menos que pueda darse con una opera- metidas a restricciones persisten, a pesar de todas las diferencias en el
ción de cálculo que proporcione una forma que permita la estimación grado en que pueden corregirse (y en otros aspectos). Las predicciones
de hasta qué punto una proposición merece credibilidad o puede uno condicionales, sujetas a restricciones y matizaciones, como por ejemplo
fiarse de lo que dice, difícilmente podrá denominarse «cálculo de pro- «Tal accidente probablemente no sucederá nunca», siguen siendo una
babilidades». Por consiguiente, el desarrollo de la teoría matemática de aplicación de la aseveración general de que «La posibilidad de que suce-
probabilidades no modifica \a fuerza de los enunciados de probabilidad da ese accidente es escasísima».
que nos ocupa. Su valor es que refina de manera importante los están- Las expresiones de probabilidad que estamos utifizando—«proba-
dares a los que apelamos, y como resultado, las consecuencias que pode- blemente», «posiblemente», «las posibilidades son», «con toda probabi-
mos extraer acerca de la medida en que se puede esperar que sucesos fu- fidad»—muestran en la práctica, por tanto, muchos de los rasgos que
turos tengan lugar o no. descubrimos en el primer capítulo que eran característicos de los térmi-
Sería excesivo afirmar que—en lo que a la lógica se refiere—el desa- nos modales. A este respecto, el tratamiento matemático de la «probabi-
rrollo de la estadística matemática y la estocástica no ha afectado en ab- lidad» constituye una extensión natural de los usos, más elementales y
soluto el modo en que hablamos de la probabifidad. En el seno de la propios de la esfera cotidiana, del término.
propia teoría matemática, la abstracción funciona del modo habitual, y No obstante, algunos filósofos sienten un recelo imposible de erra-
se pueden reafizar afirmaciones generales sobre las posibilidades de dicar frente a las formas de razonamiento cotidianas. Les parece que el
este o aquel tipo de suceso sin que parezcan tener el carácter «cautelar» modo en que se emplean palabras como «fuerza», «movimiento», «cau-
o «matizado» de sus apficaciones particulares. De nuevo, ciertos enun- sa» y otras similares en los asuntos de la vida de cada día descansa en
ciados particulares de probabilidad pueden ser objeto de corrección en presunciones muy probablemente equivocadas y también que el uso
ocasiones en que las afirmaciones generales sobre las posibilidades de que hacemos en la vida diaria del término «probabilidad» puede al-
que algo suceda pueden dejarse tal cual. Así, las posibilidades de que una bergar flagrantes falacias. En su opinión, el desarrollo de la ciencia, y la
apisonadora arrolle al alcalde de Londres son escasísimas, de modo que sustitución de las ideas corrientes y precientíficas que la gente profesa
con esa generalización en mente se puede decir, a modo de predicción, normalmente por las nociones, más sutiles, de las ciencias teóricas,
«Con toda probabilidad, el actual alcalde de Londres no morirá duran- constituye la única esperanza para esquivar la incoherencia, las falacias
te su mandato bajo el rodillo de una apisonadora». Suponiendo, sin em- y la confusión intelectual. Los conceptos corrientes son vagos e inexac-
bargo, que suceda lo increíble, nos veremos obligados a confesar que la tos, debiendo ser reemplazados por otros más precisos, de modo que el
predicción era errónea y, a pesar de ello, mantendremos tal cual la afir- científico tiene derecho a descartar los significados precientíficos de los
mación general de la que deberíamos habernos servido para defender términos que emplea.

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N

En el campo de la probabilidad, este pronóstico ha resultado ser i n -


necesariamente pesimista. Al fin y al cabo, no hay una discontinuidad 3
radical entre los usos precientíficos y los usos científicos de los términos
de probabilidad examinados aquí. Algunos filósofos han tratado la cues- L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S
tión como si efectivamente existiera tal discontinuidad, por lo que aco-
gieron de buen grado la idea de que de esta manera contribuían a dester-
rar falacias persistentes desde antiguo y a reemplazar conceptos vagos y
confusos por otros precisos y exactos. C o m o ya hemos visto, su imagen
de cruzados científicos sólo resiste el examen si no se distingue entre Un argumento es similar a un organismo. Tiene al mismo tiempo una
precisión en el sentido de «exactitud» y precisión en el sentido de «cate- estructura anatómica grande y tosca y otra, por así decirlo, fisiológica y
górico» o «definido». Fuera del local de apuestas, el casino y el despacho más delicada. Cuando se describe explícitamente con todo detalle, pue-
del físico teórico, se tienen pocas ocasiones de introducir precisiones de ocupar un cierto número de páginas impresas o necesitar quizá de un
numéricas al hablar sobre probabilidades, pero a pesar de ello el habla cuarto de hora en una exposición oral. En ese espacio o tiempo, se pue-
habitual puede resultar clara y estar libre de vaguedades. De hecho, si se den distinguir las fases principales que establecen el progreso del argu-
desgajara de la teoría matemática de la probabilidad todo ló que debe a mento desde el enunciado inicial acerca de un problema sobre el que no
las formas precientíficas de pensamiento, perdería todas sus aphcacio- se ha llegado a un acuerdo hasta la presentación final de una conclusión.
nes en los asuntos prácticos. El corredor de apuestas y el actuario de se- Cada una de las fases principales ocupará unos párrafos o unos m i n u -
guros, el físico y el jugador de dados manejan los grados de aceptabili- tos, representando las unidades anatómicas principales del argumento,
dad y de anticipación como lo hacen el hombre del tiempo o el hombre sus «órganos», por así decirlo. Pero dentro de cada párrafo, cuando se
de la calle: tanto si están respaldadas por cálculos matemáticos como si desciende al nivel de las oraciones inidividuales, se puede reconocer una
no, la función característica de los enunciados de probabifidad, en el te- estructura más sutil, que es sobre la que se han ocupado básicamente los
rreno práctico, es presentar aserciones y conclusiones cautelosas, sujetas lógicos. Es en este nivel fisiológico donde se ha introducido la idea de la
a restricciones o matizadas. forma lógica, donde la validez de los argumentos que presentamos ha de
ser finalmente establecida o refutada.
Ha llegado el momento de cambiar el centro de nuestras pesquisas,
concentrándonos en ese nivel más sutil. Sin embargo, no podemos o l v i -
dar lo aprendido en nuestro estudio de la anatomía grande y tosca de los
argumentos, pues en este caso, como sucede con los organismos vivos, el
examen en detalle de la fisiología adquiere unos contornos más inteligi-
bles cuando se observa en el marco de las distinciones anatómicas, más
bastas. Los procesos fisiológicos resultan interesantes—y no precisa-
mente en último lugar—por el papel que desempeñan en el manteni-
miento de las funciones de los órganos principales en los que tienen l u -
gar; y los micro-argumentos (como muy bien podemos bautizarlos)
han de ser observados de vez en cuando con un ojo puesto en los macro-
argumentos en los que figuran, ya que el modo preciso en que los enun-

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA DE LOS ARGUMENTOS

ciamos y los presentamos, por mencionar sólo lo menos importante, fieos sobre los que esperamos poder arrojar alguna luz más adelante y
puede verse afectado por el papel que desempeñan en un contexto más concentrándonos por el momento en cuestiones de tipo más prosaico e
amplio. inmediato. C o n la vista en las categorías de la lógica apficada—esto es,
En el estudio que sigue, estudiaremos cómo funcionan los argu- en el objetivo práctico de la argumentación y en las nociones que este
mentos frase a frase con el fin de comprobar cómo está relacionada su empleo requiere—, debemos preguntarnos qué características necesita
validez o su carencia de validez con el modo en que se estructuran y qué tener la estructura de los argumentos para ser transparente desde el
relevancia tiene esta relación con la noción tradicional de «forma lógi- punto de vista lógico. El establecimiento de conclusiones plantea una
ca». Ciertamente, el mismo argumento puede exponerse de formas d i - serie de cuestiones de diversa naturaleza, que una presentación práctica
versas, y algunos de esos esquemas de análisis serán más transparentes debe poner de manifiesto. La primera pregunta es: ¿cuáles son esas cues-
que otros; es decir, algunos mostrarán de modo más explícito si el argu- tiones y cómo podemos hacer justicia a todas al someter los argumentos
mento es válido o no, dejando ver con mayor claridad cuáles son las ra- a una evaluación racional?
zones en que se apoyan y su peso en las conclusiones. Por tanto, ¿cómo Finalmente, debemos hacer dos últimas observaciones a modo de
debe presentarse un argumento para mostrar las fuentes de su validez? introducción, la primera de las cuales supone simplemente añadir una
¿Y en qué sentido la aceptabilidad o inaceptabifidad de los argumentos cuestión más a nuestro plan de trabajo. Desde Aristóteles ha sido habi-
depende de sus méritos o defectos «formales»? tual anafizar la micro-estructura de los argumentos a partir de ejemplos
Existen dos modelos opuestos, uno matemático, el otro legal. La for- con una disposición muy simple. Normalmente, se presentan tres pro-
ma lógica de un argumento válido, ¿es algo cuasi-geométrico, compara- posiciones a la vez: «premisa menor, premisa mayor; por tanto, con-
ble a la figura de un triángulo o a la de dos rectas paralelas? O por el con- clusión». La cuestión que surge entonces es si esta forma estándar está lo
trario, ¿se asemeja a los procedimientos judiciales, de manera que un suficientemente elaborada o es lo bastante transparente. Desde luego,
argumento formalmente válido es aquel que sigue las formalidades apro- la simplicidad es una virtud, pero en este caso, ¿no se ha pagado un pre-
piadas, como dicen los juristas, más que aquel que es presentado de una cio demasiado alto por ella? ¿Se pueden clasificar adecuadamente todos
forma geométrica neta y simple? ¿O es que la noción de forma lógica los elementos de los argumentos bajo los tres apartados, «premisa ma-
combina de alguna manera ambos aspectos, de modo que presentar un yor», «premisa menor» y «conclusión», o resultan estas categorías tan re-
argumento según la formalidad apropiada requiere la adopción de una ducidas en número que inducen a interpretaciones equivocadas? ¿Acaso
determinada estructura geométrica? Si esto último fuera lo correcto, pro- hay similitudes suficientes entre las premisas mayor y menor para que se
vocaría de inmediato un nuevo problema, pues tendríamos que averi- las agrupe provechosamente bajo la etiqueta única de «premisa»?
guar cómo y por qué el procedimiento apropiado requiere la adopción de La analogía jurídica arroja cierta luz sobre estos aspectos. Ello nos
una configuración geométrica simple y cómo esa configuración garanti- llevará, naturalmente, a adoptar un esquema más complejo de lo que ha
za a su vez la validez del procedimiento. Suponiendo que los argumentos sido habitual hasta ahora, pues las cuestiones que nos planteamos son,
válidos puedan ser formulados de acuerdo con una forma geométrica una vez más, versiones más generales de las que son ya familiares en la
simple, ¿cómo contribuye este hecho a hacerlos más contundentes? jurisprudencia, y esta disciplina, tan especializada, cuenta con una com-
Éstos son los problemas que serán objeto de estudio en la presente pleta batería de distinciones. «¿Qué diferentes clases de proposiciones
investigación. Si conseguimos encontrar la manera de desembrollarlos, —se preguntará un filósofo del derecho—se enuncian en el curso de un
la solución tendrá cierta importancia, particularmente para llegar a un caso legal y de qué maneras diferentes influirán tales proposiciones en la
entendimiento apropiado de la lógica. Sin embargo, para empezar, de- validez de una demanda legal?». Ésta ha sido siempre—y todavía lo es—
bemos avanzar con cautela, manteniéndonos lejos de los asuntos filosó- una cuestión central para el estudioso del derecho y pronto hallaremos

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA DE LOS A R G U M E N T O S

que la naturaleza de un proceso legai sólo puede ser adecuadamente ra a estar de acuerdo sobre la pertinencia de esos hechos, en cuyo caso
comprendido si se traza un abundante número de distinciones. Los nos veremos obligados a refutar su objeción con un argumento p r e l i m i -
enunciados legales cumplen muchas funciones distintas. Declaraciones nar: sólo cuando se haya resuelto esta cuestión previa o «lema», c o m o la
sobre las pretensiones del demandante, pruebas conducentes a compro- denominan los geómetras, estaremos en situación de ocuparnos del ar-
bar la identificación de un estatus o un sujeto, testimonios sobre los su- gumento original. Sin embargo, nos contentaremos con mencionar esta
cesos bajo disputa, interpretaciones de una disposición o discusiones complicación; suponiendo que nos hemos deshecho del lema, la cues-
acerca de su validez, demandas de exención de aplicación de una ley, pe- tión es cómo exponer el argumento original con el mayor detalle y ex-
ticiones de admisión de atenuantes, veredictos, sentencias: todas estas plicitud posibles. Afirmamos «Harry no es moreno». «¿Con qué más
clases diferentes de proposiciones desempeñan un papel en el proceso cuentas?», se nos pregunta. Sabemos por experiencia que, de hecho, es
legal y las diferencias que hay entre ellas en la práctica distan mucho de pelirrojo: ése es el dato que tenemos, la razón que presentamos para
ser banales. Dejando a un lado el caso especial del derecho para regresar apoyar el aserto original. «Petersen—podríamos decir—no es católico
a la consideración de los argumentos racionales en general, nos enfren- romano»; ¿por qué?: basamos nuestra afirmación en que sabemos que
tamos de inmediato a la cuestión de si éstos no deben analizarse de es sueco, lo que hace muy inverosímil que sea católico. «Wilkinson—ase-
acuerdo con una serie igualmente compleja de categorías. Para exponer gura el fiscal ante el tribunal—ha cometido una infracción contra el có-
los argumentos de manera completamente transparente desde el punto digo de circulación»; para apoyar su afirmación, hay dos policías dispues-
de vista lógico y para comprender adecuadamente la naturaleza del tos a testificar que lo cronometraron conduciendo a más de 75 k m / h en
«proceso lógico», sin duda habremos de emplear un esquema para pre- un área urbana. En todos los casos, la aseveración original se ve apoya-
sentar los argumentos no menos sofisticado del que requiere el derecho. da presentando otros hechos que la confirman.
Por consiguiente, como punto de partida contamos ya con una dis-
tinción establecida: entre la afirmación o conclusión cuyo valor estamos
E S Q U E M A DE UN A R G U M E N T O : DATOS Y G A R A N T Í A S tratando de establecer (C) y los elementos justificatorios que alegamos
como base de la afirmación realizada, a los que me referiré como los da-
«¿Qué es entonces necesario para extraer conclusiones mediante la pre- tos (D). Si la pregunta de la persona que pone en duda nuestra afirmación
sentación de argumentos?». Al considerar esta cuestión de forma gene- es «¿Con qué más cuentas?», ofrecer los datos o la información en que se
ral, ¿se puede elaborar desde cero un patrón de análisis que haga justicia basa la afirmación puede servir para responderle, pero ésa es sólo una de
a todas las distinciones que nos impone el procedimiento adecuado? las maneras en que se puede poner en duda nuestra conclusión. Incluso
Éste es el problema al que nos enfrentamos. después de haber hecho públicos los datos con los que contamos, puede
Supon gamos que hemos hecho una aseveración, comprometiéndo- que se nos continúe interrogando con preguntas de otro tipo. Quizá no
nos, como consecuencia, con la afirmación que cualquier aserto necesa- se requiera de nosotros que añadamos más información factual a la que
riamente conlleva. Si se pone en duda la afirmación, debemos ser capa- ya hemos proporcionado, sino que se nos pida que indiquemos qué tie-
ces de apoyarla; esto es, de probarla y demostrar que estaba justificada. nen que ver los datos que hemos ofrecido con la conclusión que hemos
¿Cómo puede conseguirse esto? A menos que la aseveración fuera reali- sacado. La pregunta, formulada de manera coloquial, sería entonces, no
zada a tontas y a locas, de manera irresponsable, normalmente dispon- «¿Con qué más cuentas?», sino «¿Cómo has llegado hasta ahí?». Presentar
dremos de hechos que podemos señalar para apoyarla, presentándolos un conjunto determinado de datos como base para una conclusión c o n -
como la base sobre la que descansa nuestra afirmación. Evidentemente, creta supone comprometernos a dar cierto paso, de modo que la pregun-
puede que no consigamos que quien la ha puesto en duda llegue siquie- ta versa entonces sobre la naturaleza y justificación de ese paso.

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LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LA FORMA DE LOS A R G U M E N T O S

Suponiendo que topemos con este nuevo desafío, lo que hay que ha- Enseguida se plantea la cuestión de hasta qué punto es tajante esta
cer no es ofrecer más datos, puesto que éstos se pueden poner en tela de distinción entre los datos, por un lado, y las garantías, por otro. ¿Queda-
juicio inmediatamente como sucedió con los anteriores, sino proposi- rá siempre claro cuándo el que pone en duda un aserto está pidiendo que
ciones de un tipo bastante diferente: reglas, principios, enunciados, etc., su oponente le ofrezca los datos o la garantía que legitima el paso dado?
que nos permitan realizar inferencias en lugar de agregar información En otras palabras, ¿se puede trazar una distinción neta entre la fuerza de
adicional. El objetivo no consiste ya en reforzar la base sobre la que he- las dos preguntas siguientes?: «¿Con qué más cuentas?» y «¿Cómo has
mos elaborado nuestro argumento, sino en mostrar cómo a partir de llegado hasta ahí?». En un mero examen gramatical, la distinción no pare-
esos datos hemos pasado a la afirmación original o conclusión y que el ce en absoluto tajante, pues la oración puede cumphr una doble función:
paso de los primeros a la segunda es apropiado y legítimo. Llegados a en una situación puede ser formulada para transmitir cierta informa-
este punto, por tanto, lo que se necesita son enunciados hipotéticos, de ción, en otra para autorizar que se dé un paso en un argumento; incluso
carácter general, que actúen como puente entre unos y otras, legitiman- en algunos contextos quizá pueda servir para ambas cosas a la vez. (Ilus-
do el tipo de paso que el argumento en particular que hemos enunciado traremos todas estas posibilidades algo más adelante.) Por el momento,
nos obliga a dar. Normalmente, esos enunciados hipotéticos pueden for- lo importante es no mostrarse demasiado estrictos al tratar esta materia
mularse de manera muy sucinta (siguiendo el equema «Si D, entonces ni adherirse por adelantado a una terminología demasiado rígida. Sea
C»), pero en favor de la transparencia, pueden expandirse y hacerse más como fuere, ha de ser posible distinguir claramente en algunas situacio-
explícitos: «Datos tales como D permiten extraer conclusiones o realizar nes dos funciones lógicas diferentes. La naturaleza de tal distinción se
afirmaciones tales como C»; o alternativamente: «Dados los datos D, manifiesta al contrastar las dos oraciones siguientes: «Siempre que A,
puede asegurarse que C». se ha hallado que B» y «Siempre que A, puede entenderse que B».

Denominaré a las proposiciones de este tipo garantías (G), para dis- Ya contamos entonces con los términos necesarios para componer
tinguirlas tanto de las conclusiones como de los datos. (Obsérvese que el primer esbozo de un esquema para analizar argumentos. La relación
estas «garantías» corresponden a los estándares prácticos o cánones de entre los datos y la afirmación a la que sirven de base puede simbolizar-
argumentos a los que nos referíamos en capítulos anteriores.) Retoman- se con una flecha, indicando lo que nos permite pasar de unos a otra es-
do los ejemplos anteriores: saber que Harry es pehrrojo nos da derecho cribiendo la garantía inmediatamente debajo de la flecha:
a descartar cualquier insinuación de que su pelo sea negro sobre la base
justificatoria o garantía de que «Si algo es rojo, no es a la vez negro». (La D Por tanto C
misma trivialidad de esta garantía se relaciona con el hecho de que en
este momento nos ocupamos tanto de una contraafirmación como de Porque G
un argumento.) El hecho de que Petersen sea sueco posee una relevan-
cia inmediata para la cuestión de su fe religiosa pues, como probable- O, por dar un ejemplo:
mente deberíamos formularlo, «Puede suponerse con casi total certeza
que un sueco no será católico romano». (El paso que se da aquí no es tri- H a r r y nació en Por tanto, H a r r y es subdito
vial, de manera que la garantía no puede legitimarse a sí misma.) Suce- Bermuda británico
de lo mismo en el tercer caso: nuestra garantía será algo parecido a «A
alguien de quien se ha probado que ha conducido a más de 75 km/h en Porque
un área urbana se le puede hallar culpable de haber cometido una i n -
fracción contra el código de circulación». Quien nace en Bermuda es subdito británico

134 135
LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA DE LOS ARGUMENTOS

C o m o este esquema pone de relieve, en este argumento la afirmación ren diversos grados de fuerza a las conclusiones que justifican. Algunas
apela directamente a los datos que le sirven de base; la garantía es, en garantías permiten aceptar una afirmación de manera inequívoca si se
cierto sentido, incidental y expficativa, pues su objetivo consiste simple- cuenta con los datos apropiados: son garantías que, en los casos adecua-
mente en registrar explícitamente la legitimidad del paso dado, ponién- dos, nos permiten matizar nuestra conclusión con el adverbio «necesa-
dolo en relación con la clase más amplia de pasos cuya legitimidad se riamente»; otras nos permiten dar el paso de los datos a las conclusio-
presupone. nes, ya sea provisionalmente, ya sujetas a condiciones, excepciones o
Ésa es una de las razones para distinguir entre los datos y las garan- matizaciones: en estos casos hay que emplear otros términos modales,
tías: a los datos se apela expficitamente, a las garantías implícitamente. tales como «probablemente» o «presumiblemente». Por consiguiente,
Además, puede observarse que las garantías son generales, certificando puede que no sea suficiente simplemente con especificar sin más los da-
la validez de todos los argumentos del tipo correspondiente, por lo que tos, la garantía y la afirmación; también puede ser necesario añadir al-
tienen que establecerse de manera muy diferente que los elementos jus- guna referencia explícita al grado de fuerza que los datos de los que dis-
tificatorios que ofrecemos como datos. La distinción entre datos y ga- ponemos confieren a la afirmación realizada en virtud de la garantía. En
rantías es similar a la que se traza en los tribunales entre cuestiones de una palabra: puede que tengamos que incluir un modalizador que m a t i -
hecho y cuestiones de derecho; la distinción legal es, en realidad, un caso ce la afirmación. Una vez más, ello resulta necesario a menudo en los t r i -
especial dentro de otro más general: puede argumentarse, por ejemplo, bunales no sólo para invocar una disposición legal dada o una doctrina
que alguien de quien sabemos que ha nacido en Bermuda es presumi- de derecho común, sino también para discutir expficitamente hasta qué
blemente subdito británico, simplemente porque las leyes al respecto punto una ley en particular encaja en un caso determinado, con el fin de
nos garantizan que podemos sacar tal conclusión. averiguar si se trata de hechos fuera de lo normal que convierten el caso
en una excepción a la regla o bien se trata de un caso en el que la ley pue-
De paso, añadiremos una observación de tipo general: en cualquier
de aplicarse sólo sometida a ciertas restricciones.
campo de la argumentación, a menos que estemos dispuestos a trabajar
con garantías de algún tipo, será imposible someter los argumentos de Si pretendemos considerar también esas características para dar
ese campo a una evaluación racional. Los datos que se aducen cuando se cuenta de los argumentos, el esquema propuesto para describir la es-
pone en duda una afirmación dependen de las garantías con que este- tructura de los argumentos se hará más complejo. Los calificativos o
mos dispuestos a funcionar en ese campo, y las garantías que aceptamos matizadores modales ( M ) y las condiciones de excepción o de refuta-
están implícitas en los pasos concretos, de los datos a las afirmaciones, ción (E) son distintos de los datos y de las garantías, por lo que habrá
que estamos dispuestos a dar y a admitir. Sin embargo, si alguien recha- que otorgarles un lugar separado en nuestro esquema. De la misma for-
zara cualquier garantía que permita (digamos) pasar de los datos sobre ma que una garantía (G) es por definición algo diferente a un dato (D)
el presente y el pasado a conclusiones sobre el futuro, entonces para esa o a una conclusión (C), puesto que por sí misma implica algo sobre D y
persona las predicciones racionales resultarían un imposible. De hecho, C—esto es, que el paso de uno a otra es legítimo—, M y E son por su
numerosos filósofos han negado la posibilidad de las predicciones ra- propia naturaleza distintos de G, ya que suponen un comentario i m -
cionales precisamente porque pensaban que podían desacreditarse por plícito a la importancia de G para dar ese paso: los calificativos o ma-
igual todas las afirmaciones basadas en garantías que, basándose en he- tizadores (M) indican la fuerza conferida por la garantía en el paso
chos pasados, se proyectan sobre el futuro. adoptado, mientras que las condiciones de refutación (E) apuntan las

El esbozo de estructura que hemos propuesto es sólo un punto de circunstancias en que la autoridad general de la garantía ha de dejarse a

partida. En este momento surgen nuevas preguntas a las que debemos un lado. Para marcar estas distinciones, escribiremos el modalizador

prestar atención. Las garantías son de diferente clase, por lo que confie- ( M ) justo al lado de la conclusión que matiza (C), y las condiciones ex-

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

cepcionales que pueden hacer descartar o rechazar la conclusión justifi- correcta en tanto en cuanto su padres no fueran ambos extranjeros,
cada (E), justo debajo del calificativo. etc.». La distinción es relevante no sólo para el derecho relativo a la na-
Para ilustrar lo dicho, volvamos al ejemplo del principio: la afirma- cionalidad, sino también para comprender las leyes científicas o el «de-
ción de que Harry es subdito británico será defendida normalmente recho natural»: es importante en todos los casos donde la aplicación de
apelando a la información de que nació en Bermuda, pues este dato una ley puede estar sujeta a excepciones o cuando una garantía pueda
presta apoyo a nuestra conclusión teniendo en cuenta la justificación ser apoyada señalando sólo a una correlación general y no a una corre-
imphcita en las leyes que regulan la nacionalidad británica. No obstan- lación completamente invariable. Asimismo, se pueden disünguir otros
te, el argumento no es por sí solo concluyente si se carece de seguridad dos propósitos para los que puede ser provechoso ofrecer hechos adi-
sobre quiénes fueron sus padres y sobre si ha cambiado de nacionalidad cionales: éstos pueden servir a modo de datos complementarios o pue-
después de su nacimiento. Lo que sí permite la información de que dis- den ser mencionados para confirmar o rechazar la aphcabilidad de una
ponemos es establecer que la conclusión es «presumiblemente» correc- garantía. Así, el hecho de que Harry naciera en Bermuda y el que sus pa-
ta y queda sujeta a las salvedades apropiadas. El argumento adquiere en- dres no fueran extranjeros son pertinentes para la cuestión de su nacio-
tonces la siguiente forma: nalidad actual, pero su pertinencia es de índole diferente. El primer he-
cho es un dato, que por sí mismo establece la presunción de poseer la
nacionahdad británica; el otro, al eliminar una posible refutación, tien-
D Por tanto, M, C
de a confirmar la presunción creada antes.
Más adelante habremos de tratar un problema particular sobre la
aplicabilidad, cuando al exponer un asunto de matemática aplicada en el
Porque G A menos que E
que se utiliza algún sistema de relaciones matemáticas para arrojar luz so-
Por ejemplo: bre una cuestión, digamos, de física, la corrección de los cálculos es una
cosa, mientras que su adecuación al problema de que se trata puede ser
H a r r y nació Por tanto, H a r r y es súbdito
otra diferente. Por tanto, la cuestión «¿Es este cálculo impecable desde la
en Bermuda presuntamente. británico
perspectiva de las matemáticas?» es muy diferente de esta otra: «¿Es éste el
cálculo pertinente?». También en este caso la aplicabilidad de una garan-
tía determinada es una cuestión, mientras el resultado de aplicar la ga-
Porque A menos que
rantía es otro asunto, de modo que al preguntarnos sobre la corrección del
resultado, tendremos que analizar las dos cosas de manera independiente.
U n a persona nacida Sus padres sean
en Bermuda será extranjeros / haya sido
generalmente naturalizado americano E S Q U E M A D E U N A R G U M E N T O : CÓMO R E S P A L D A R LAS G A R A N T Í A S
subdito británico
Conviene extenderse sobre una última distinción a la que nos hemos re-
ferido ya de pasada. Además de la cuestión de si una garantía es aplica-
Deben observarse, además, otras dos distinciones. La primera es la que ble o no y en qué condiciones se puede aplicar a un caso particular, se
existe entre una garantía y las afirmaciones sobre su aplicabilidad, entre nos puede plantear por qué la autoridad de esa garantía debe ser acep-
«Una persona nacida en Bermuda será británica» y «Esta presunción es tada en general. En otras palabras, al defender una afirmación podemos

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA D E LOS A R G U M E N T O S

haber presentado los datos de los que disponemos, la garantía y las ma- lar en el curso de un argumento práctico, cada una de las cuales puede
tizaciones y condiciones relevantes y, sin embargo, encontrarnos con que justificar el mismo tipo de paso directo de un dato a una conclusión. Se
quien la ha puesto en duda no ha quedado satisfecho, porque pone en podrían añadir por mor de la variedad ejemplos aún más diferentes en-
tela de juicio no sólo un argumento en particular, sino la cuestión más tre sí, tomados de la moral, las matemáticas o la psicología. Pero en el
general de si la garantía (G) es aceptable en cualquier caso. Puede que momento en que comencemos a preguntarnos sobre el respaldo o fun-
conceda que si se supone la aceptabilidad general de nuestra garantía, damento en que se apoya una garantía en cada uno de esos campos, em-
entonces el argumento que proponemos resultaría impecable: si los he- pezarán a surgir diferencias: el tipo de respaldo al que deberemos acudir
chos presentados como datos D realmente bastan para respaldar las afir- para establecer su autoridad cambiará radicalmente a medida que pase-
maciones hechas en las conclusiones C, entonces todo es perfecto. Pero, mos de un campo de argumentación a otro. Puede comprobarse aña-
¿acaso la garantía no descansa a su vez en otra cosa? Poner en entredicho diendo unas palabras entre paréntesis a los ejemplos anteriores: «Las
una afirmación en particular puede, de esta forma, conducir a poner en ballenas son (es decir, son clasificables como) mamíferos», «Los de Ber-
duda, de manera más general, la legitimidad de una serie completa de muda son (ante la ley) británicos», «Los sauditas son (puede constatar-
argumentos. «Se supone que alguien nacido en Bermuda puede tomarse se que son) musulmanes» (donde las palabras entre paréntesis indican
por súbidto británico—podría decir alguien—, pero ¿por qué se piensa cuáles son las diferencias). La primera de las garantías se justifica rela-
eso?». Detrás de las garantías que empleamos habrá normalmente, cionándola con un sistema de clasificación taxonómica, otra apelando a
como nos recuerda este ejemplo, otras certezas, sin las cuales las pro- las leyes que rigen la nacionalidad de los nacidos en las colonias britá-
pias garantías carecerían de autoridad y vigencia; a éstas nos referire- nicas, la tercera aludiendo a las estadísticas que indican cómo se distri-
mos como el respaldo (R) de las garantías. Este «respaldo» de nuestras buyen las creencias religiosas entre las diversas nacionalidades. P o r el
garantías es algo que tendremos que escudriñar con mucho cuidado. Su momento, se puede, dejar abierta la cuestión más discutible: c ó m o se
precisa relación con los datos manejados, las afirmaciones realizadas, establecen las garantías en el campo de la moral, las matemáticas y la
las garantías empleadas y las condiciones de refutación merecen algu- psicología. Entretanto, nos limitaremos a intentar mostrar la variabili-
nas aclaraciones, pues la confusión en este punto puede llevar a pro- dad o dependencia del campo del respaldo o fundamento necesario para
blemas posteriores. establecer las garantías.

En particular, habremos de tomar nota de cómo el tipo de respaldo Podemos hacer sitio a este elemento adicional en nuestro esquema
alegado por las garantías varía de un campo de argumentación a otro. del argumento, colocándolo debajo del enunciado desnudo de la garan-
ha forma de los argumentos que empleamos en campos diferentes tía a la que sirve de respaldo (R):

D Por tanto, M, C D Por tanto, M, C

Porque A menos que Porque A menos que


W R G E

no variará necesariamente mucho entre campos diversos. «Las ballenas Teniendo en cuenta que
son mamíferos», «Los de Bermuda son británicos», «Los sauditas son R
musulmanes»: he aquí tres garantías diferentes a las que podemos ape-

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS ARGUMENTOS

Este esquema puede que no sea definitivo, pero es lo bastante complejo ¿De qué manera el respaldo de las garantías difiere de otros elementos
para nuestro propósito. Tomemos un ejemplo determinado: en apoyo de en el argumento? Para empezar, pueden señalarse las diferencias entre R
la afirmación (C) de que Harry es subdito británico, alegamos el dato y G: los enunciados de las garantías, como se ha visto, son enunciados
(D) de que nació en Bermuda, de manera que la garantía puede ser for- hipotéticos, que funcionan a modo de puente; en cambio, el respaldo
mulada del siguiente modo: «Quien nace en Bermuda puede tomarse para las garantías puede expresarse en forma de enunciados categóricos
por subdito británico». Dado que, sin embargo, las cuestiones de nacio- sobre hechos, al igual que sucede con los datos que se alegan para apo-
nalidad están siempre sujetas a matizaciones y condiciones, habremos yar directamente las conclusiones. Mientras los enunciados reflejen esas
de insertar un «presumiblemente» como modalizador ( M ) al frente de diferencias funcionales explícitamente, no habrá peligro de confundir el
la conclusión; también tendremos que tomar nota de la posibilidad respaldo (R) en favor de una garantía con la propia garantía (G); este
de que nuestra conclusión sea rechazada en el caso excepcional (E) de que tipo de confusiones surgen únicamente cuando esas diferencias quedan
resulte que los padres eran extranjeros o que el individuo mientras tan- emborronadas por la forma en que nos expresamos. En cualquier caso,
to haya adquirido la nacionalidad norteamericana. Finalmente, en caso en el ejemplo que estamos examinando no tiene por qué haber dificul-
de que la propia garantía sea puesta en tela de juicio, puede introducir- tades. El hecho de que los artículos pertinentes han sido sancionados
se aquello que la respalda, lo que supone recoger los términos y fechas con plena validez como leyes y que, en efecto, contienen las provisio-
de los decretos del parlamento y otras provisiones legales que rigen la nes que hemos apuntado puede ser simplemente verificado acudiendo a
nacionalidad de las personas nacidas en las colonias británicas. El resul- las actas de las sesiones parlamentarias correspondientes y a los volú-
tado será un argumento dispuesto de la manera siguiente: menes pertinentes del código civil. El hallazgo resultante, que tal y tal
artículo, sancionado en tal y tal fecha, contiene una provisión que espe-
Harry nació Por tanto, Harry es subdito cifica que los nacidos en las colonias británicas de padres que reúnen las
en Bermuda presuntamente, británico características adecuadas tienen derecho a la nacionahdad británica, es
un un hecho sin más. Por otro lado, la garantía que se aplica en v i r t u d
del artículo que contiene esa provisión tiene un carácter muy diferente
Porque A menos que desde el punto de vista lógico: «Si alguien ha nacido en una colonia b r i -
tánica, puede presuponerse que es británico». Aunque los hechos rela-
tivos al artículo legal puedan proveer todo el respaldo necesario para
U n a persona nacida Sus padres sean una garantía de este tipo, el enunciado explícito de la garantía es algo
en Bermuda será extranjeros / haya sido más que la repetición de los hechos aducidos: es una moraleja o conse-
generalmente naturalizado americano cuencia general de carácter práctico sobre la manera en que se puede ar-
subdito británico gumentar con seguridad a la vista de esos hechos.
También puede distinguirse entre el respaldo (R) y los datos ( D ) .
teniendo en cuenta Aunque los datos que aducimos en un argumento y el respaldo en que
se fundamentan las garantías que empleamos puedan ser igualmente
enunciadas como puras declaraciones expositivas acerca de unos he-
las siguientes leyes chos, los papeles que desempeñan en un argumento son claramente d i -
y provisiones legales ferentes. Para que haya un argumento deben presentarse datos de algún
tipo: una conclusión desnuda, desprovista de datos que la apoyen, no es

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LA FORMA D E LOS ARGUMENTOS

un argumento. Sin embargo, no es necesario que el respaldo de las ga- mentos que podría aclarar el ejemplo, ligeramente sorprendente, c o n el
rantías a las que aludimos se haga explícito, por lo menos al comienzo; que topamos al tratar de las opiniones de Kneale sobre la probabilidad.
puede que se admitan las garantías sin ponerlas en duda y el respaldo en Considérese la flecha que une D y C. A primera vista, parecería natural
que se apoyan se dé por sobreentendido. De hecho, si se exigiera que las sugerir que la flecha debe leerse como «por tanto» en una dirección y
credenciales de todas las garantías estuvieran a la vista, sin dejar de po- como «porque» en la contraria. Sin embargo, otras interpretaciones son
ner en tela de juicio ni una sola, difícilmente podría iniciarse la argu- también posibles. C o m o ya hemos visto, el paso que hay que dar desde
mentación. Jones presenta un argumento apoyándose en la garantía G j la información de que Jones tiene la enfermedad de Bright a la conclu-
y Smith la pone en tela de juicio: Jones se ve obhgado a elaborar otro ar- sión de que su esperanza de vida es inferior a los ochenta años no pue-
gumento, por m o r del establecimiento de un lema, con la esperanza de hacerse a la inversa fácilmente. Encontramos natural decir «La espe-
de dejar sentada la aceptabilidad de la primera garantía, pero en el cur- ranza de vida de Jones es inferior a los ochenta años porque tiene la
so de la elaboración de ese lema emplea una segunda garantía G^; Smith enfermedad de Bright», pero en cambio el enunciado, más detallado,
pone en entredicho a su vez la credibilidad que merece esa segunda ga- «La esparanza de vida de Jones es inferior a los ochenta años, porque la
rantía y así se puede continuar indefinidamente. Se deben aceptar algu- probabilidad de que viva hasta una edad avanzada es baja, porque tiene
nas garantías provisionalmente sin ponerlas en tela de juicio para que la la enfermedad de Bright» nos resuka una forma de expresarlo torpe y
posibilidad de construir argumentos en el campo en cuestión perma- artificiosa, ya que introduce un paso suplementario trivial e innecesario.
nezca abierta, pues ni siquiera sabremos qué tipo de datos resuka si- Por otro lado, no tenemos reparo en decir cosas como «Jones tiene la en-
quiera mínimamente pertinente en un asunto, si no tenemos previa- fermedad de Bright, por lo tanto las probabilidades de que viva hasta los
mente al menos una ligera idea de las jusfificaciones aceptables en la ochenta años son bajas, por lo tanto su esperanza de vida no alcanzará
situación a la que nos enfrentamos. La existencia de consideraciones hasta esa edad», debido a que la úkima cláusula resuka (por así decirlo)
que establezcan la aceptabilidad de las garantías más dignas de crédito una cláusula inter alia, que enuncia una de entre las varias consecuen-
es algo que tenemos derecho a tomar por descontado. cias particulares que se pueden extraer de la cláusula del medio, la que
Finalmente, agregaré una palabra sobre el modo en que R difiere de nos dice cuál es su esperanza de vida en términos generales.
M y E. Las diferencias entre el primero y los segundos son demasiado Así sucede también en el caso que estamos analizando. Si leemos la
manifiestas para que nos extendamos sobre este punto, ya que las razo- flecha de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, podremos decir
nes para considerar una garantía como aceptable en términos generales bien «C, porque D» o bien «D, por tanto C». No obstante, puede ocurrir
son claramente una cosa, la fuerza que la garantía otorga a una conclu- que algunas veces se pueda justificar una conclusión más amplia que C,
sión, otra diferente, y una tercera el tipo de circunstancias excepcionales dado D. Cuando ocurre esto, encontramos natural no sólo la fórmula
que, en casos particulares, puede hacer que se rechacen las presunciones «D, por tanto C», sino también la fórmula «D, por tanto C , por tanto C»,
creadas por la garantía. En el ejemplo que hemos manejando hasta aho- siendo C la conclusión de alcance más amplio justificada por los datos
ra se corresponden con los tres enunciados siguientes: (i) que los ar- D, de la que a su vez se infiere inter alia que C. Cuando éste es el caso,
tículos sobre la nacionalidad británica han sido efectivamente sanciona- «por tanto» y «porque» dejan de ser reversibles: si entonces se lee el ar-
dos con rango de ley, (2) que de H a r r y puede presuponerse que es subdito gumento en dirección contraria, el enunciado que se obtiene—«C, por-
británico y (3) que Harry, habiendo adquirido recientemente la nacio- que C , porque D»—es, de nuevo, una formulación más torpe de lo que
nalidad norteamericana, ya no está sujeto a esos ardculos de la ley. la situación realmente requiere.
Aunque se trata de un aspecto secundario, debemos añadir algo so-
bre la interpretación de los símbolos en nuestro esquema de los argu-

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LA FORMA DE LOS A R G U M E N T O S

L A A M B I G Ü E D A D E N LOS SILOGISMOS C o n el fin de poner claramente de refieve estos aspectos, tengamos


presentes no sólo las dos premisas universales en las que se concentran
Ha llegado el momento de comparar las distinciones, cuya importancia normalmente los lógicos—«Todo A es B» y «Ningún A es B » — , sino
práctica hemos comprobado para la estructura y crítica de los argu- también en otras formas que presentan los enunciados y que probable-
mentos, con aquellas otras que han sido establecidas tradicionalmente mente tenemos ocasión de utilizar a menudo—«Casi todos los A son B»
en los manuales sobre teoría lógica. Empecemos viendo cómo las dis- y «Apenas algún A es B » — . La complejidad interna de tales enunciados
tinciones que hemos ido trazando se aplican al silogismo o a la argu- puede ser ilustrada en primer lugar, y con mayor claridad, en los dos úl-
mentación silogística. Para el propósito de la argumentación que nos timos casos.
ocupa, podemos limitar nuestra atención a una de las numerosas for- Considérese, por ejemplo, la oración «Apenas hay algún sueco que
mas de silogismo, la representada por el ya clásico ejemplo de: sea catófico romano». El enunciado presenta dos aspectos distintos y
aunque ambos pueden funcionar a la vez cuando dicho enunciado figu-
Sócrates es un h o m b r e . ra dentro de un argumento, pueden sin embargo distinguirse entre sí.
Todo h o m b r e es mortal; Para empezar, la afirmación puede servir a modo de mera información
luego Sócrates es m o r t a l . estadística. En este caso, puede ser reescrita de manera más extensa
como «La proporción de suecos que son católicos romanos es menor
Este tipo de silogismo posee ciertas características especiales. La p r i - (pongamos) al 2 por 100», a lo que podríamos añadir una referencia en-
mera premisa es «singular» y se refiere a un individuo en particular, tre paréntesis indicando la fuente de donde hemos tomado la informa-
mientras que únicamente la segunda es «universal». El propio Aristó- ción: «(de acuerdo con las tablas del Whittaker's Almanac)». El mismo
teles, evidentemente, se ocupó de los silogismos en que ambas premi- enunciado puede servir como una auténtica garantía por inferencia. En
sas son universales, ya que en su opinión muchos de los argumentos este caso, lo natural sería amplificarlo de manera algo diferente, con el
dentro de las teorías científicas pertenecen a este tipo. Sin embargro, a fin de obtener una afirmación más transparente: «Puede considerarse
nosotros nos interesan primodialmente los argumentos en los que se con casi total certeza que un sueco no será católico romano».
aplican proposiciones generales para justificar conclusiones particula- Mientras analicemos de manera aislada la oración «Apenas hay sue-
res sobre individuos, por lo que la fimitación del ejemplo inicial nos cos que sean católicos romanos», la distinción parecerá relativamente
resulta conveniente. Muchas de las conclusiones que alcancemos po- banal, pero si la aplicamos al análisis de un argumento en el que la ora-
drán, en todo caso, ser aplicadas—mutatis mutandis—a silogismos de ción constituye una de las premisas, los resultados son significativos. Por
otras clases. Empecemos planteándonos la cuestión de a qué corres- tanto, elaboremos un argumento de estructura cuasi-silogística en el
ponde en el silogismo la distinción que hemos establecido entre datos, que ese enunciado figure como «premisa mayor». El argumento podría
garantías y respaldo. Si indagamos en ello, nos daremos cuenta de que ser, por ejemplo, el siguiente:
las formas aparentemente inocentes usadas en los argumentos silogís-
ticos ocultan una gran complejidad. Su complejidad interna es compa- Petersen es sueco.
rable a la que hemos observado en las conclusiones matizadas median- Apenas hay suecos que sean católicos romanos;
te modales. En este caso, como antes, nos vemos obligados a establecer luego, casi con certeza, Petersen no es católico romano.
una distinción entre dos elementos: la fuerza de las premisas univer-
sales, cuando son consideradas como garantías, y el respaldo que les La conclusión de este argumento es sólo provisional, pero a otros res-
otorga autoridad. pectos el argumento equivale exactamente a un silogismo.

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LA FORMA D E LOS A R G U M E N T O S

C o m o hemos visto, la segunda de las afirmaciones puede ser desa- La relevancia de esta distinción para la concepción tradicional de la «va-
rrollada de dos maneras, de suerte que se transforma en «La proporción fidez formal» de los silogismos debe haberse hecho ya patente, de m o d o
de suecos que son catóficos romanos es menor (pongamos) al 2 por 100» que retomaremos este asunto enseguida.
o en «Puede considerarse con casi total certeza que un sueco no será ca- Volviendo a la fórmula «Ningún A es B» (por ejemplo, «Ningún sue-
tólico romano». Veamos ahora qué ocurre si sustituimos el segundo de co es católico romano»), se puede establecer una distinción similar. La
los enunciados por cada una de las versiones amplificadas. En un caso se estructura del enunciado también puede utilizarse de dos maneras al-
obtiene el argumento: ternativas, bien a modo de informe estadístico, bien a modo de garantía
por inferencia. Puede servir simplemente para dar cuenta de un hallaz-
Petersen es sueco. go estadístico, pongamos, de que la proporción de suecos que son cató-
Puede considerarse con casi total certeza que un sueco río será católico romano; licos romanos es de hecho cero; o, según otra posibilidad, puede servir
luego, casi con certeza, Petersen no es católico romano. para justificar las conclusiones a las que se ha llegado en una argumen-
tación, equivaliendo entonces a un enunciado explícito del tipo «Se
Aquí los enunciados se corresponden en nuestra terminología a los da- puede dar con certeza por supuesto que un sueco no será católico ro-
tos (D), la garantía (G) y la conclusión (C). Por otro lado, si hacemos la mano». Las correspondientes interpretaciones permanecen, de nuevo,
sustitución alternativa, se obtiene: abiertas si se examina un argumento que incluya la afirmación que u t i -
lizábamos de ejemplo como premisa universal. Considérese el argu-
Petersen es sueco. mento:
La proporción de suecos que son católicos romanos es menor al 2 por 100;
luego, casi con certeza, Petersen no es católico romano.
Petersen es sueco.
Ningún sueco es católico romano;
En este caso tenemos de nuevo el mismo dato y la misma conclusión, luego, con certeza, Petersen no es católico romano.
pero el segundo enunciado condene ahora el respaldo (R) para la ga-
randa (G), que no es enunciada exphcitamente. Este argumento puede entenderse de dos modos. Se puede escribir de la
C o n el fin de conseguir una mayor pulcritud, se puede intentar con- siguiente forma:
densar las dos versiones amplificadas. Al hacerlo, se obtienen dos argu-
mentos: Petersen es sueco.
La proporción de suecos que son católicos romanos es cero;
(D) Petersen es sueco. luego, con certeza, Petersen no es católico romano.
(G) Puede considerarse con casi total certeza que un sueco no será católico ro-
mano; O bien, si no, la forma alternativa:
luego, (C) casi con certeza, Petersen no es católico romano.
Petersen es sueco.
y Con total certeza un sueco no es católico romano;
luego, con certeza, Petersen no es católico romano.
(D) Petersen es sueco.
(R) La proporción de suecos que son católicos romanos es menor al 2 por 100; En este caso, como en el anterior, la primera formulación viene a co-
luego, (C) casi con certeza, Petersen no es católico romano. rresponder a la estructura «D, R, luego C», mientras que la segunda

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA DE LOS ARGUMENTOS

equivale a la forma «D, G, luego C». Por consiguiente, tanto si se trata de Cuando se teoriza sobre los silogismos en los que desempeñan u n a
un argumento del tipo «Apenas hay...» o del tipo «No hay ningún...», parte importante proposiciones con la forma «Todo A es B» y «Ningún
la forma habitual de expresión tenderá a difuminar ante los hablantes la A es B», habrá que tener también en cuenta la distinción que hemos es-
distinción entre la garantía por inferencia y el respaldo en que se basa. tablecido aquí. La estructura del enunciado «Todo A es B» es, tal como
Lo mismo puede decirse del tipo «todos» y «casi todos». Aquí también aparece, engañosamente simple, ya que puede estar aludiendo al m i s m o
la distinción entre afirmar «Todos o casi todos los A son B» y «Puede en- tiempo a la fuerza de la garantía y al contenido factual del respaldo en
tenderse que A, con certeza o con casi total certeza, es B» queda enmas- que se basa, dos aspectos que pueden ponerse de manifiesto amplifican-
carada por la simplicidad de la formulación «Todo A es B». De esta ma- do el enunciado de diversas maneras. En ocasiones, esa formulación
nera, una diferencia crucial en la función práctica de los enunciados puede usarse, cuando aparece aisladamente, de una sola de las dos m a -
puede pasar despercibida por no estar marcada. neras que señalábamos por separado; pero con bastante frecuencia, es-
En cambio, el esquema de análisis que proponemos, más complejo, pecialmente en los argumentos, se utiliza el enunciado con el propósito
permite evitar ese problema al no dejar espacio a la ambigüedad, pues- de que cumpla las dos funciones a la vez, diluyendo en aras de la breve-
to que en el esquema, la garantía y el respaldo del que depende su auto- dad la transición del respaldo a la garantía: el paso de la información
ridad aparecen en lugares enteramente separados. Por ejemplo, el argu- acerca de los hechos que se presuponen a la posibilidad de realizar una
mento del tipo «Apenas hay algún...» que proponíamos antes habría de inferencia garantizada por esa información. La economía práctica de
ser dispuesto de la siguiente manera: este hábito es evidente, pero hace que desde el punto de vista filosófico
la estructura efectiva de los argumentos que empleamos a diario no re-
D (Petersen Luego M C (Petersen no es sulte suficientemente transparente.
es sueco) (con casi total católico romano)
Existe un claro paralelismo entre la complejidad de los enunciados
certeza)
del tipo «todo...» y los enunciados modales. C o m o ocurría antes, la
fuerza de los enunciados es invariable, independiente del campo del
Dado que
argumento. Cuando se considera este aspecto de los enunciados, la
G
forma «Todo A es B» puede ser siempre reemplazada por la forma al-
(casi con total certeza
ternativa «Puede suponerse con total certeza que A es B», de manera
se puede suponer que un
que este hecho será verdadero cualquiera que sea el campo de argu-
sueco no es católico romano)
mentación, siendo igualmente válido para enunciados como «Todos
los suecos son católicos romanos», «Todos los nacidos en las colonias
británcas tienen derecho a la nacionalidad británica», «Todas las balle-
Porque
nas son mamíferos» y «Todas las mentiras son reprobables». En todos
R
y cada uno de esos casos, la afirmación general sirve como garantía
que justifica un argumento y que posee siempre exactamente la misma
(la proporción de los católicos estructura, D —» C, tanto si la transición supone pasar de «Harry nació
romanos en Suecia es inferior al 2 % ) en Bermuda» a «Harry es subdito británico», o de «Wilkinson dijo una
mentira» a «Wilkinson actuó de manera reprobable». Tampoco tiene
La correspondiente transcripción de los argumentos pertenecientes a por qué haber ningún misterio sobre la naturaleza de la transición que
los otros tres tipos se podría realizar de modo análogo. hay que dar de D a C, puesto que toda la. fuerza del enunciado general

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA DE LOS ARGUMENTOS

«Todo A es B», entendido tal cual, consiste precisamente en autorizar A», fórmulas como «todas excepto una pequeña subclase...», «sólo una
a dar ese paso. pequeña subclase...» o «ninguna parte de...». U n a vez que se han relle-
Por el contrario, el tipo de razones o respaldo en que se basa una ga- nado de esta suerte los esquemas de las formas «todo...» y «ningún...», la
rantía de este tipo dependerá del campo de la argumentación; también dependencia en relación con el campo del respaldo de las garantías que
aquí se mantiene el paralelismo con los enunciados modales. Desde este esgrimamos resulta todo lo clara que podría exigirse.
punto de vista, lo importante es el contenido, los hechos, no la fuerza del
enunciado «todo...». Aunque las garantías que presenten la forma «Pue-
de suponerse con casi total certeza que A es B» deben ser válidas en cual- LA NOCIÓN DE «PREMISA UNIVERSAL»

quier campo en v i r t u d de ciertos hechos, el tipo de hechos en v i r t u d


de los cuales cualquier garantía adquiere vigencia y autoridad variará de Las implicaciones últimas de la distinción entre fuerza y respaldo aplica-
acuerdo con el campo de argumentación dentro del cual funciona esa da a las proposiciones que presentan la forma «Todo A es B» quedarán de
garantía. En consecuencia, cuando se expande la forma simple «Todo A manifiesto sólo después de haber introducido una distinción más: la que
es B» con el fin de hacer más explícita la naturaleza del respaldo que se se puede establecer entre argumentos «analíticos» y «sustanciales». C o m o
expresa, la amplificación que debe hacerse dependerá también del cam- es algo que no puede hacerse de modo inmediato, por el momento nos l i -
po en el que operemos. En un caso, el enunciado se transformará en «La mitaremos a dejar apuntada la manera en que el esquema tradicional se-
proporción de A que son B es del l O O por loo»; en otro podrá ser «Está . guido para analizar los argumentos—en forma de dos premisas seguidas
establecido por ley que A debe tenerse incondicionalmente como B»; en de una conclusión—puede conducir a interpretaciones erróneas.
un tercero, «La clase de B incluye taxonómicamente la clase entera de Salta a la vista que ese esquema de análisis induce a crear una apa-
A»; en un cuarto, «La práctica de hacer A lleva a las siguientes conse- riencia exagerada de uniformidad entre argumentos procedentes de
cuencias intolerables», y así sucesivamente. Sin embargo, a pesar de las campos diversos, pero tiene probablemente igual importancia que d i -
llamativas diferencias entre ellas, todas estas proposiciones, más elabo- fumina también las grandes diferencias existentes entre lo que tradicio-
radas, son expresadas ocasionalmente en una forma simple y compacta: nalmente ha sido agrupado bajo la etiqueta común de «premisa». V o l -
«Todo A es B». vamos a los ejemplos propuestos del tipo estándar, en los que una
Pueden establecerse distinciones simüares en el caso de las formas conclusión particular es justificada apelando a un dato determinado so-
«Casi todo A es B», «Apenas algún A es B» y «Ningún A es B». Cuando bre un individuo—la premisa menor y singular—, al que se añade una
se usan para expresar garantías, difieren de «Todo A es B» sólo en un as- información de tipo general—la premisa universal y principal—que sir-
pecto, que donde habíamos escrito «con total certeza» debe escribirse ve de justificación o respaldo o de ambos a la vez. Mientras se interpre-
ahora «casi con total certeza», «casi con total certeza no» o «con total te que la premisa universal no expresa garantías, sino el respaldo en que
certeza no». Análogamente, si esas formas se usan para establecer no ga- éstas se basan, tanto la premisa principal como la menor serán, en cual-
rantías, sino su respaldo, serán distintas en otro aspecto: en un caso de quier caso, de índole categórica y factual: a este respecto, la información
estadística, se habrá simplemente de reemplazar «loo por loo» por, d i - de que no se sabe de un solo sueco que sea catófico romano está en el
gamos, «por lo menos el 95 por 100», «menos del 5 por 100» o «cero»; en mismo nivel que la información de que Karl Henrik Petersen es sueco.
un caso legal, se puede sustituir «incondicionalmente» por «a menos Pero incluso en ese caso, los papeles diversos desempeñados en la prác-
que entren en juego circunstancias excepcionales», «sólo en circunstan- tica de la argumentación por los datos a mano y el respaldo al que se re-
cias excepcionales» o «en ninguna circunstancia»; y en un caso de natu- curre para las garantías hacen que resulte desafortunado denominar a
raleza taxonómica habrán de escribirse, en lugar de «la clase entera de ambos como «premisas». Además, si se adopta la interpretación alterna-

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LA FORMA D E LOS A R G U M E N T O S

tiva de las premisas principales, considerándolas ahora como garantías, Jack tiene un pie deforme.
las diferencias entre premisas principales y menores será aún más evi- Todo hombre con un pie deforme tiene dificultades para caminar;
dente. U n a «premisa singular» transmite la información a partir de la luego Jack tiene dificultades para caminar.
cual se extrae una conclusión; en cambio, una «premisa universal» ex-
presa, no algún tipo de información, sino una garantía o justificación de Mientras echemos mano de este esquema, la dificultad que apuntába-
acuerdo con la cual el hablante puede pasar con seguridad del dato a la mos aparecerá de manera recurrente, ya que no queda claro si el enun-
conclusión. U n a garantía de este tipo, a pesar del respaldo que presta, no ciado de tipo general «todo...» debe interpretarse como una garantía
es ni factual ni categórica, sino antes bien hipotética y «permisiva» (en por inferencia o una exposición de los hechos resultado de la observa-
el sentido de que presta su respaldo sin obligar a aceptarlo). U n a vez ción propia. ¿Debe interpretarse que significa «El hombre que posea un
más, la doble distinción entre «premisas» y «conclusión» parece insufi- pie deforme tendrá (es decir, es de esperar que tenga) dificultades para
cientemente compleja y, para hacer justicia a la situación, hay que adop- caminar»?, ¿o debe interpretarse como «Todo hombre con un pie defor-
tar en su lugar una cuádruple distinción, entre el «dato», la «conclu- me de los que tenemos noticia han tenido (es decir, se ha hallado que te-
sión», la «garantía» y el «respaldo». nían) dificultades para caminar»? Si no fuera resultado de una arraiga-
Se puede ilustrar cómo la distinción entre las varias interpretaciones da costumbre, no se debería emplear la forma «Todo A es B» debido a
posibles resulta importante para los lógicos haciendo referencia a un vie- todas las ambigüedades que origina. Se podría perfectamente desechar
jo problema lógico. Se ha discutido a menudo si la forma del enunciado en favor de otras expresiones que fueran más explícitas, si bien resultan
«Todo A es B» tiene o no implicaciones existenciales; esto es, si su empleo más embrolladas, de modo que si se efectuara este cambio, la cuestión
implica creer que algún A existe realmente. Los enunciados que siguen de las implicaciones existenciales dejaría de causarnos problemas. La
la estructura «Algunos A son B» no han originado tal dificultad, ya que afirmación «Todo hombre con el pie deforme de los que tenemos n o t i -
el empleo de esta forma implica siempre la existencia de algún A, mien- cia...» implica, evidentemente, que en todo caso ha existido algún h o m -
tras que la estructura «Todo A es B» parece algo más ambigua. Se ha ar- bre con el pie deforme, puesto que de otra forma no habría noficia a que
gumentado, por ejemplo, que un enunciado tal como «Todo hombre con referirse; en cambio, la garantía «Un hombre con el pie deforme tendrá
un pie deforme tiene dificultades para caminar» no implica necesaria- dificultades para caminar» deja, de manera igualmente evidente, la
mente la existencia de algún hombre con un pie deforme. Se afirma que cuestión existencial abierta. Podemos verdaderamente decir que poseer
se trata de una verdad general, que seguiría siendo igualmente verdadera una deformidad en el pie causará problemas para caminar a cualquier
incluso si durante un tiempo no hubiera ningún hombre vivo con un pie persona, incluso si supiéramos que en ese concreto momento todo el
deforme, y que el hecho de tener un pie deforme causa dificultades al mundo está tumbado boca arriba y carece de tal deformidad. Por consi-
andar no dejaría de ser verdad de repente porque el último hombre con guiente, no estamos obligados a responder a la cuestión de si «Todo A es
un pie deforme hubiera visto corregida su deformidad gracias a un hábil B» tiene imphcaciones existenciales, pudiendo ciertamente rechazar el
cirujano. Sin embargo, eso nos deja algo inquietos: ¿es que nuestro aser- dar un «sí» o un «no» claros. Algunos de los enunciados que los lógicos
to carece de fuerza existencial? En realidad tenemos la impresión de que representan de esta forma, más bien burda, tienen realmente tales i m -
en cualquier caso los hombres con deformidades en los pies deben de ha- plicaciones, pero otras no. No puede responderse a la cuestión de ma-
ber existido para que podamos realizar tal afirmación. nera global, porque lo que determina que haya o no imphcaciones exis-
Este rompecabezas ilustra muy bien el punto débil del término tenciales en un caso determinado no es la forma del enunciado por sí
«premisa universal». Supongamos que nos servimos del modo tradicio- misma, sino más bien el uso práctico que se asigna a esa forma en con-
nal de análisis de los argumentos para resolverlo: creto en una ocasión determinada.

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA D E LOS A R G U M E N T O S

¿Puede afimarse entonces que la estructura «Todo A es B» posee i m - do para una misma garantía y las que se pueden percibir entre los dife-
plicaciones existenciales cuando se emplea para expresar el respaldo de rentes tipos de respaldo para garantías de diversa clase, rehusando cen-
una garantía, pero no cuando se usa para expresar la garantía? Hasta trarnos en la estructura tradicional «Todo A es B» como si nos hubiéra-
esta manera de presentar el problema resulta demasiado nítida, ya que la mos quedado hipnotizados por ella, se llega por fuerza a constatar que
confianza excesiva en la forma «Todo A es B» tiende a ocultar ante nues- algunas veces «Todo A es B» posee implicaciones existenciales y otras ve-
tra vista que las creencias generales que profesamos pueden requerir ces no; más aún, se comienza a comprender por qué esto es asL
distintos tipos de respaldo, y esa diversidad tiene aquí su relevancia. In- U n a vez se ha adoptado la costumbre de desarrollar los enunciados
dudablemente, la afirmación de que todo hombre con un pie deforme que siguen la forma «Todo A es B», sustituyéndolos cuando la ocasión lo
del que tenemos noticia encuentra que su deformidad es una traba para requiera por garantías o afirmaciones explícitas de respaldo, causa per-
caminar, citada aquí como respaldo, implica que han existido personas plejidad pensar que los lógicos hayan permanecido prisioneros de esa
de esta clase. Pero también se puede fundamentar esa misma garantía forma de enunciado durante tanto tiempo. Trataremos de las razones
recurriendo a consideraciones de otro tipo: por ejemplo, con argumen- que lo explican en un próximo capítulo. De momento, nótese que esto
tos que expliquen, a partir de principios anatómicos, de qué manera po- ha sucedido a expensas de empobrecer nuestro lenguaje y de descartar
seer un pie deforme supone una discapacidad; es decir, cómo tener jus- un abundante número de indicios que hubieran ayudado a encontrar la
tamente así el pie es un impedimento para andar. Se puede discutir en solución apropiada para resolver las causas de su perplejidad. En efecto,
términos teóricos establecidos de esta manera acerca de las discapacida- la forma «Todo A es B» aparece en la práctica de la argumentación m u -
des que resultarían de cualquier tipo de deformidad que podamos ima- cho menos de lo que sería de esperar a la vista de los manuales de lógi-
ginar o que nos preocupe, incluyendo aquellas deformidades de las que ca. De hecho, se ha de invertir un gran esfuerzo en adiestrar a los a l u m -
no se sabe de nadie que las sufra. En consecuencia, este tipo de respaldo nos para que aprendan a reformular de acuerdo con esta estructura las
deja la cuestión existencial abierta. expresiones idiomáticas que están acostumbrados a emplear en sus enun-
Si consideramos de nuevo garantías de otro tipo, se encontrarán ciados, de modo que éstos puedan aparentemente quedar listos para ser
multitud de casos en que el respaldo para una garantía carece, tal como objeto del análisis silogístico tradicional. Al protestar por este motivo no
es formulado, de implicaciones existenciales. Esto resulta cierto, por hay necesidad de argüir que el idioma es sacrosanto o que proporciona
ejemplo, para el caso de las garantías fundamentadas en provisiones le- por sí mismo un nivel de comprensión que no alcanzábamos antes. Sin
gales: la legislación puede referirse a personas en situaciones que toda- embargo, en el habla ordinaria es posible encontrar abundantes expre-
vía no han ocurrido—por ejemplo, a todas las mujeres casadas que va- siones idiomáticas que sirven como indicios concluyentes y que, en este
yan a alcanzar la edad de 70 años dentro de tres décadas—, o bien a caso, pueden llevarnos por la dirección correcta.
grupos de personas que acaso no hayan existido nunca, como aquellas Mientras que en el pasado los lógicos han impuesto a todos los
que sean encontradas culpables de diez asesinatos perpretados en oca- enunciados de alcance general la forma predeterminada que hemos
siones diferentes. Las leyes que hacen referencia a gente perteneciente a analizado, el habla, en sus usos habituales, ha empleado una docena d i -
todas estas categorías pueden proporcionarnos el respaldo necesario ferente de formas, entre las que se pueden ofrecer a modo de muestra
para establecer garantías por inferencia que nos permitan dar pasos de «Todos y cada uno de los A es B», «Cada uno de los A es un B», «Gene-
todo tipo en un argumento sin que ni las garantías ni su respaldo i m p l i - ralmente A es B», «A es B», etc. Si hubieran comparado estas expresio-
quen nada en absoluto sobre la existencia de tal clase de personas. Resu- nes idiomáticas entre sí en lugar de pasarlas por alto o insistir en que po-
miendo, si se presta mayor atención a las diferencias entre las garantías dían amoldarse a una estructura predeterminada, hace tiempo que los
y el respaldo, así como a las existentes entre los diversos tipos de respal- lógicos habrían caído en la cuenta de las distinciones que hemos ido es-

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LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LA FORMA D E LOS A R G U M E N T O S

t a b l e c i e n d o c o r n o cruciales a lo l a r g o de estas p á g i n a s . El contraste entre tra v i e n t o y m a r e a ante conflictos y c o n t r a a f i r m a c i o n e s que n o r m a l -


«cada u n o de los A» y «ni un solo A » , de un l a d o , y «cualquier A» o «un m e n t e llevarían a m a t i z a r s u a p l i c a c i ó n . E l t r e c h o q u e v a d e los aspectos
A » , d e l o t r o , a p u n t a i n m e d i a t a m e n t e a l a d i s t i n c i ó n entre l a i n f o r m a c i ó n m á s sutiles de la l ó g i c a y de la l e n g u a a l o s p r o b l e m a s m á s difíciles de
estadística y las garantías p a r a las q u e p u e d e servir de respaldo. Las d i - c o m p o r t a m i e n t o n o es, d e s p u é s d e t o d o , t a n g r a n d e .
ferencias observables entre garantías de c a m p o s diversos t a m b i é n se re-
f l e j a n e n l a l e n g u a . U n b i ó l o g o difícilmente d i r á «Todas las ballenas s o n
m a m í f e r o s » , a pesar de q u e frases c o m o «Las ballenas s o n m a m í f e r o s » o LA NOCIÓN DE VALIDEZ FORMAL

«La b a l l e n a es un m a m í f e r o » s a l d r á n c o n t o d a n a t u r a l i d a d de su b o c a y
de su p l u m a . Las garantías s o n u n a cosa, el respaldo o t r a diferente; el res- Las consecuencias prácticas m á s i m p o r t a n t e s q u e se d e r i v a n de este es-
p a l d o basado en u n a o b s e r v a c i ó n de o r d e n c u a n t i t a t i v o es d i s t i n t o del t u d i o de la p r á c t i c a de la a r g u m e n t a c i ó n se t r a t a r á n en los dos ú l t i m o s
que p r o c e d e de u n a o b s e r v a c i ó n de o r d e n t a x o n ó m i c o . Y las elecciones capítulos. N o obstante, h a y u n t e m a — d e l que p a r t i m o s e n este capítLi-
expresivas q u e h a c e m o s d e n t r o de las p o s i b i l i d a d e s de la l e n g u a , a u n q u e l o — s o b r e el que estamos en s i t u a c i ó n de d e c i r algo: sobre el c o n c e p t o de
q u i z á sutiles, reflejan esas diferencias c o n n o t a b l e e x a c t i t u d . « f o r m a lógica» y las d o c t r i n a s q u e i n t e n t a n e x p l i c a r la v a l i d e z de los a r -

I n c l u s o e n u n a d i s c i p l i n a t a n alejada d e l a l ó g i c a c o m o l a f i l o s o f í a g u m e n t o s bajo esa n o c i ó n . S e h a a r g u m e n t a d o , p o r e j e m p l o , que l a v a -

m o r a l , se debe achacar la existencia de a l g u n o s p r o b l e m a s m á s viejos h d e z de los a r g u m e n t o s silogísticos es c o n s e c u e n c i a d e l h e c h o de q u e las

q u e M a t u s a l é n a esta causa. La p r á c t i c a nos o b l i g a a a d m i t i r q u e las ver- c o n c l u s i o n e s de esos a r g u m e n t o s s o n s i m p l e m e n t e « t r a n s f o r m a c i o n e s

dades éticas de alcance general t i e n e n m á s p o s i b i l i d a d e s de p e r m a n e c e r formales» derivadas de las premisas q u e las h a n o r i g i n a d o . Se a f i r m a

vigentes c u a n d o n o h a y c o n t r a a f i r m a c i o n e s efectivas c o n t r a ellas: los que si la i n f o r m a c i ó n de la q u e se parte, tal c o m o se expresa en las p r e -

c o n f l i c t o s p r o v o c a d o s p o r e l deber s o n u n rasgo i n e v i t a b l e d e l a v i d a misas m a y o re s y m e n o r e s , lleva a la c o n c l u s i ó n q u e se d e r i v a de ella m e -

m o r a l . D o n d e l a l ó g i c a requiere u n a f ó r m u l a c o m o «Todas las m e n t i r a s d i a n t e u n a i n f e r e n c i a v á l i d a e s p o r q u e l a c o n c l u s i ó n nace s i m p l e m e n t e

s o n r e p r o b a b l e s » o «Todo m a n t e n i m i e n t o de u n a p r o m e s a es c o r r e c t o » , d e barajar los c o m p o n e n t e s d e las p r e m i s a s , r e o r d e n á n d o l o s s e g ú n u n

el h a b l a prefiere « M e n t i r es r e p r o b a b l e » y « M a n t e n e r las promesas es co- n u e v o p a t r ó n . A l extraer l a i n f e r e n c i a , s e r e o r d e n a n los elementos d a d o s

rrecto». E l p r o p i o t i p o l ó g i c o «todo» s u p o n e i n t r o d u c i r expectativas de- y las relaciones formales entre ellos tal c o m o v a n a p a r e c i e n d o , p r i m e r o

safortunadas, q u e en la p r á c t i c a se v e n a veces defraudadas. I n c l u s o las en las p r e m i s a s y l u e g o en la c o n c l u s i ó n , lo q u e asegura de u n a m a n e r a

garantías de alcance m á s general, c u a n d o se i n v o c a n en los a r g u m e n t o s u o t r a la v a l i d e z de la i n f e r e n c i a realizada.

éticos, p u e d e n presentar excepciones en c i r c u n s t a n c i a s i n u s u a l e s , de ¿ Q u é q u e d a de esta i d e a si se apUca la d i s t i n c i ó n c e n t r a l que h e m o s


suerte que c o m o m u c h o p u e d e n a u t o r i z a r sólo c o n c l u s i o n e s q u e n o p a - establecido antes entre los dos aspectos de la f o r m a d e l e n u n c i a d o
san de ser p r e s u n c i o n e s . Si se insiste en la e s t r u c t u r a c o n «todo/s», los « T o d o A es B»? C o n s i d é r e s e un a r g u m e n t o q u e sigue el e s q u e m a s i -
c o n f l i c t o s entre deberes opuestos nos l l e v a r á n a la p a r a d o j a , c u a n d o guiente:
p r e c i s a m e n t e u n a parte i m p o r t a n t e d e l a teoría m o r a l tiene c o m o obje-
t o evitar q u e c a i g a m o s e n t e r r e n o p a n t a n o s o . P o c o s s o n los que i n s i s t e n Xes A.
en tratar de l l e v a r a la p r á c t i c a las consecuencias de aferrarse al u s o p l e o - Todo A es B;
nàstico de « t o d o / s » , p o r q u e p a r a h a c e r l o h a y q u e r e c u r r i r a m e d i d a s ex- luego X es B.
t r e m a s , a d o p t a n d o p o s i c i o n e s m o r a l e s e x c é n t r i c a s , tales c o m o e l p a c i -
fismo a u l t r a n z a , en el que un p r i n c i p i o y s ó l o u n o es aceptado c o m o Si se a m p l i f i c a la p r e m i s a u n i v e r s a l de este a r g u m e n t o a m o d o de g a r a n -
a u t é n t i c a m e n t e u n i v e r s a l , de m o d o q u e ese p r i n c i p i o es d e f e n d i d o c o n - tía, se c o n v e r t i r í a en « C u a l q u i e r A p u e d e c o n certeza suponerse q u e es

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

B » o , d e m o d o m á s s u c i n t o , « A e s c o n certeza B » . H a c i e n d o l a corres- Petersen es sueco.


p o n d i e n t e s u s t i t u c i ó n en el a r g u m e n t o se o b t i e n e q u e La proporción conocida de católicos romanos en Suecia es cero;
luego Petersen no es, con total certeza, católico romano.
XesA.
A es con certeza B;
P e r o en este caso no se p u e d e p r e t e n d e r que la v a l i d e z de este a r g u m e n -
luego X es con certeza B.
to sea c o n s e c u e n c i a de a l g u n a p r o p i e d a d f o r m a l de las frases q u e lo
c o n s t i t u y e n . D e j a n d o aparte t o d o l o d e m á s , los e l e m e n t o s d e l a c o n c l u -
C u a n d o s e f o r m u l a d e esta m a n e r a e l a r g u m e n t o , los c o m p o n e n t e s d e
sión y las p r e m i s a s no s o n los m i s m o s ; p o r c o n s i g u i e n t e , el paso q u e l l e -
l a c o n c l u s i ó n s o n m a n i f i e s t a m e n t e los m i s m o s q u e los d e las p r e m i s a s ,
va de las unas a la o t r a s u p o n e algo m á s q u e barajar y reordenar. En este
d e suerte q u e l a c o n c l u s i ó n p u e d e obtenerse s i m p l e m e n t e b a r a j a n d o
s e n t i d o , e v i d e n t e m e n t e l a v a l i d e z d e l a r g u m e n t o « D ; G ; luego C » n o era
los c o m p o n e n t e s de las p r e m i s a s y r e o r d e n á n d o l o s . Si en eso consiste
t a m p o c o r e a l m e n t e consecuencia de sus p r o p i e d a d e s f o r m a l e s , a u n q u e
q u e el a r g u m e n t o tenga la « f o r m a lógica» a p r o p i a d a y q u e sea v á l i d o
en ese caso es c i e r t o q u e se p o d í a d i s p o n e r el a r g u m e n t o de u n a f o r m a
d e b i d o a ese h e c h o , entonces p u e d e calificarse a este a r g u m e n t o c o m o
p a r t i c u l a r m e n t e o r d e n a d a . P e r o n o e s algo q u e s e p u e d a hacer a q u í : u n
« f o r m a l m e n t e v á l i d o » . S i n e m b a r g o , debe tenerse e n c u e n t a d e i n m e -
a r g u m e n t o « D ; R ; l u e g o C » n o será v á l i d o p o r razones formales. U n a vez
diato que, en el supuesto de que se emplee la garantía correcta, cual-
se saca a la l u z el r e s p a l d o d e l q u e ( c o m o ú l t i m o r e c u r s o ) d e p e n d e la v a -
q u i e r a r g u m e n t o p u e d e expresarse s e g ú n l a f ó r m u l a « d a t o s ; g a r a n t í a ;
l i d e z de los a r g u m e n t o s , la sugerencia de q u e esa v a h d e z ha de e x p l i c a r -
l u e g o c o n c l u s i ó n » , c o n v i r t i é n d o s e d e este m o d o e n u n a r g u m e n t o for-
se en t é r m i n o s de « p r o p i e d a d e s f o r m a l e s » , en el s e n t i d o g e o m é t r i c o ,
m a l m e n t e v á U d o . E s t o es, c o n s ó l o escoger l a f o r m u l a c i ó n a d e c u a d a ,
pierde plausibilidad.
c u a l q u i e r a r g u m e n t o d e este t i p o p u e d e expresarse d e t a l m a n e r a q u e
L a d i s c u s i ó n sobre l a v a l i d e z f o r m a l p u e d e aclarar o t r o aspecto d e
su v a l i d e z sea e v i d e n t e s i m p l e m e n t e a p a r t i r de su f o r m a . E s t o es i g u a l -
los usos h n g ü í s t i c o s en q u e el h á b i t o de los hablantes q u e a r g u m e n t a n se
m e n t e v á l i d o p a r a t o d o s los a r g u m e n t o s , c u a l q u i e r a q u e sea e l c a m p o
aleja de n u e v o de la t r a d i c i ó n lógica. La c u e s t i ó n se o r i g i n a de la s i -
al que pertenecen, sin que suponga diferencia alguna si la premisa u n i -
guiente m a n e r a . S u p o n g a m o s q u e s e c o m p a r a n los q u e p o d r í a n d e n o -
versal es « T o d o m ú l t i p l o de d o s es n ú m e r o p a r » , «Todas las m e n t i r a s
m i n a r s e « a r g u m e n t o s q u e hacen uso d e garantías» c o n los «que estable-
s o n r e p r o b a b l e s » o «Todas las ballenas s o n m a m í f e r o s » . C u a l q u i e r a de
cen g a r a n t í a s » . L a p r i m e r a categoría i n c l u i r á , entre o t r o s , t o d o s a q u e l l o s
esas p r e m i s a s p u e d e ser escrita c o m o u n a g a r a n t í a i n c o n d i c i o n a l , «A es
que s e a p o y a n e n u n ú n i c o d a t o p a r a establecer u n a c o n c l u s i ó n r e c u -
c o n certeza B » , y usarse c o m o u n a i n f e r e n c i a f o r m a l m e n t e v á l i d a ; o ,
r r i e n d o a a l g u n a g a r a n t í a cuya a c e p t a b i l i d a d s e d a p o r supuesta. A l g u -
p a r a expresarlo d e m a n e r a m á s i n e q u í v o c a , p u e d e usarse e n u n a infe-
nos e j e m p l o s d e ello s o n « H a r r y n a c i ó e n B e r m u d a , l u e g o p r e s u m i b l e -
r e n c i a e n u n c i a d a d e t a l m o d o q u e s u v a l i d e z sea m a n i f i e s t a desde e l
m e n t e ( d a d o q u e las p e r s o n a s n a c i d a s en las c o l o n i a s t i e n e n derecho a la
p u n t o de vista formal.
c i u d a d a n í a b r i t á n i c a ) H a r r y e s s u b d i t o i n g l é s » , «Jack d i j o u n a m e n t i r a ,
P o r o t r o l a d o , s i s e sustituye l a g a r a n t í a p o r e l r e s p a l d o — e s decir, s i luego p r e s u m i b l e m e n t e ( d a d o q u e m e n t i r e s u n a a c c i ó n r e p r o b a b l e )
se i n t e r p r e t a la p r e m i s a u n i v e r s a l en el s e n t i d o o p u e s t o — , estará fuera Jack se c o m p o r t ó de u n a m a n e r a r e p r o b a b l e » y «Petersen es sueco, l u e -
de lugar la aplicación del p r i n c i p i o de validez f o r m a l al argumento. Un go p r e s u m i b l e m e n t e ( d a d o q u e apenas h a y suecos q u e sean católicos r o -
a r g u m e n t o q u e presente l a f o r m a «datos; respaldo; luego c o n c l u s i ó n » m a n o s ) Petersen n o e s católico r o m a n o » . E n c a m b i o , l o s a r g u m e n t o s
estará, a efectos p r á c t i c o s , t o t a l m e n t e en o r d e n . Se d e b e r í a entonces que establecen j u s t i f i c a c i o n e s serán aquellos q u e p u e d e n e n c o n t r a r s e en
aceptar s i n v a c i l a r u n a r g u m e n t o c o m o e l siguiente: u n a p u b l i c a c i ó n científica, e n d o n d e l a a c e p t a b i l i d a d d e u n a n u e v a ga-
rantía se deja b i e n c l a r a m e d i a n t e su a p l i c a c i ó n sucesiva a u n a serie de

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N
L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

casos e n los q u e t a n t o los «datos» c o m o l a « c o n c l u s i ó n » h a y a n s i d o ve- datos a la c o n c l u s i ó n , se p u e d e h a b l a r c o n p r o p i e d a d de « d e d u c c i o n e s » .


r i f i c a d o s d e m o d o i n d e p e n d i e n t e . E n este t i p o d e a r g u m e n t o , e s e n l a P o r e l l o , m i e n t r a s S h e r l o c k H o l m e s sea capaz d e e l a b o r a r garantías s ó l i -
g a r a n t í a — y n o e n l a c o n c l u s i ó n ^ — d o n d e r a d i c a l a n o v e d a d y p o r tanto das, basadas en las razones a p r o p i a d a s , p a r a justificar sus pasos, se p o -
es eso lo que debe p r o b a r s e . d r á aceptar a s i m i s m o que t a m b i é n ha estado r e a l i z a n d o d e d u c c i o n e s ; a
E l profesor G i l b e r t Ryle h a c o m p a r a d o los pasos que h a y que d a r e n m e n o s , claro está, que se haya acabado de leer un l i b r o de lógica f o r m a l .
estos dos t i p o s d e a r g u m e n t o s respectivamente c o n u n viaje e n u n fe- Las quejas d e a l g ú n o t r o detective d e q u e S h e r l o c k H o l m e s estaba e q u i -
r r o c a r r i l cuyas vías y a h a n s i d o c o n s t r u i d a s y c o n o t r o e n e l q u e s e están vocado al tomar por deducciones lo que eran en realidad argumentos
c o n s t r u y e n d o u n a s n u e v a s , a r g u m e n t a n d o d e m a n e r a c o n v i n c e n t e que p o r i n d u c c i ó n le s o n a r á n a c u a l q u i e r a a huecas y e r r ó n e a s .
sólo se p u e d e d e n o m i n a r «inferencia» al p r i m e r t i p o de a r g u m e n t o s , ya M e r e c e la p e n a echar u n a m i r a d a a la o t r a c a r a de la m o n e d a ; es d e -
que el e l e m e n t o que a p o r t a esencialmente la n o v e d a d en la o t r a clase de cir, al m o d o en que la p a l a b r a « i n d u c c i ó n » p u e d e usarse p a r a referirse a
a r g u m e n t o s no p u e d e ser sujeto a reglas, m i e n t r a s que la n o c i ó n de i n - a r g u m e n t o s que establecen garantías. Sir Isaac N e w t o n , p o r e j e m p l o ,
ferencia i m p l i c a b á s i c a m e n t e l a p o s i b i l i d a d d e a p l i c a r «reglas d e infe- h a b l a p o r l o general d e « t r a n s f o r m a r u n a p r o p o s i c i ó n general p o r i n -
rencia». d u c c i ó n » , c o n l o que q u i e r e d e c i r que p o d e m o s «usar nuestras o b s e r -
El aspecto que debe notarse en el uso lingüístico es el siguiente: que vaciones acerca de la r e g u l a r i d a d y correlaciones q u e h e m o s o b s e r v a d o
la d i s t i n c i ó n a la que nos h e m o s referido c o n la f ó r m u l a , carente de ele- c o m o respaldo p a r a u n a garantía n u e v a » . D e a c u e r d o c o n s u e x p l i c a c i ó n ,
gancia, de a r g u m e n t o s « q u e h a c e n uso de garantías» y a r g u m e n t o s «que s e c o m i e n z a p o r establecer que u n a relación d e t e r m i n a d a f u n c i o n a e n
establecen g a r a n t í a s » , s e i n d i c a c o m ú n m e n t e e n l a p r á c t i c a c o n l a p a l a - un c i e r t o n ú m e r o de casos y entonces, « t r a n s f o r m á n d o l a en g e n e r a l
b r a «deductivos» y sus afínes y sus a n t ó n i m o s respectivamente. F u e r a p o r i n d u c c i ó n » , se e x t i e n d e su a p l i c a c i ó n a n u e v o s e j e m p l o s m i e n t r a s
d e l d e s p a c h o d e l f i l ó s o f o , l a f a m i h a d e palabras « d e d u c i r » , «deductivo» esto p u e d a hacerse c o n é x i t o . S i c o m o r e s u l t a d o d e e l l o s e t r o p i e z a c o n
y « d e d u c c i ó n » se a p h c a a a r g u m e n t o s de m u c h o s c a m p o s ; t o d o lo que se p r o b l e m a s , sigue d i c i e n d o , d e b e m o s h a l l a r l a m a n e r a d e t r a n s f o r m a r l a
requiere es que tales a r g u m e n t o s sean de los que h a c e n uso de las garan- a f i r m a c i ó n de í n d o l e g e n e r a l en o t r a «sujeta a e x c e p c i o n e s » ; es decir, se
tías y que c o n s i s t a n en a p l i c a r a datos n u e v o s garantías ya establecidas debe d e s c u b r i r e n q u é c i r c u n s t a n c i a s las p r e s u n c i o n e s establecidas p o r
p a r a así p r o d u c i r nuevas c o n c l u s i o n e s . N o s u p o n e d i f e r e n c i a a l g u n a p a - la g a r a n t í a q u e d a n a n u l a d a s o s o n susceptibles de ser refutadas. S e g ú n
ra la p r o p i e d a d de l o s t é r m i o s q u e p a s a r de D a C e n t r a ñ e en ciertos nos r e c u e r d a N e w t o n , u n e n u n c i a d o g e n e r a l e n física t e ó r i c a debe i n -
casos u n a t r a n s i c i ó n d e t i p o l ó g i c o c o m o es, p o r e j e m p l o , e l paso que terpretarse n o c o m o i n f o r m a c i ó n estadística sobre e l c o m p o r t a m i e n t o
lleva de la i n f o r m a c i ó n sobre el p a s a d o a u n a p r e d i c c i ó n sobre el futuro. d e u n a g r a n c a n t i d a d d e objetos, s i n o m á s b i e n c o m o u n a g a r a n t í a o u n
E n t o d o caso, S h e r l o c k H o l m e s n u n c a d u d ó e n a f i r m a r que h a b í a p r i n c i p i o de c á l c u l o a b i e r t o s , que se establecen m e d i a n t e su c o m p r o b a -
deducido, p o r e j e m p l o , que a l g u i e n h a b í a estado r e c i e n t e m e n t e al este de ción en u n a m u e s t r a de s i t u a c i o n e s en las que se h a y a llegado t a n t o a
Sussex a p a r t i r d e l c o l o r y la t e x t u r a de los fragmentos de t i e r r a dejados los datos c o m o a las c o n c l u s i o n e s de m o d o i n d e p e n d i e n t e , que a su v e z
e n l a a l f o m b r a d e l d e s p a c h o ; y a l h a b l a r así l o h a c í a c o m o u n personaje luego se t r a n s f o r m a en g e n e r a l p o r i n d u c c i ó n y, finalmente, ese p r i n -
s a l i d o d e l a v i d a r e a l . U n a s t r ó n o m o d i r í a , c o n i g u a l n a t u r a l i d a d , que c i p i o general así o b t e n i d o se a p l i c a c o m o u n a regla de d e d u c c i ó n a otras
h a b í a deducido de las p o s i c i o n e s presentes y pasadas de los c u e r p o s ce- situaciones c o n e l f i n d e sacar nuevas c o n c l u s i o n e s d e los datos d i s p o -
lestes y de sus m o v i m i e n t o s c u á n d o t e n d r á l u g a r un p r ó x i m o eclipse. nibles.
C o m o da a e n t e n d e r Ryle, el s i g n i f i c a d o de la p a l a b r a « d e d u c i r » es, de P o r o t r o l a d o , e n m.uchos tratados d e l ó g i c a e l t é r m i n o « d e d u c c i ó n »
h e c h o , e l m i s m o que «inferir», d e m a n e r a que s i e m p r e q u e h a y a g a r a n - q u e d a reservado p a r a a r g u m e n t o s en los que los datos y el respaldo i m -
tías establecidas o p r o c e d i m i e n t o s regulares de cálculo p a r a pasar de u n o s p l i c a n d e m a n e r a c a t e g ó r i c a l a c o n c l u s i ó n . E n otras palabras, e n estos

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

a r g u m e n t o s , el h e c h o de e n u n c i a r en su t o t a l i d a d los datos y el respaldo m e n t o f o r m a l m e n t e v á l i d o descansa a su vez sobre hechos q u e t i e n e n


y a l m i s m o t i e m p o , s i n e m b a r g o , rechazar l a c o n c l u s i ó n llevaría d e ca- q u e ver c o n la s a n c i ó n y p r o v i s i o n e s de ciertas leyes, de m a n e r a q u e se
b e z a a la i n c o n g r u e n c i a o a la c o n t r a d i c c i ó n . E v i d e n t e m e n t e , se trata de puede escribir el argumento según el esquema alternativo «D; R; luego

u n i d e a l d e d e d u c c i ó n a l que n i n g u n a p r e d i c c i ó n a s t r o n ó m i c a p o d r í a C». Es decir:

aproximarse, de m o d o que si es lo que los lógicos formales exigen de


H a r r y nació en Bermuda.
c u a l q u i e r « d e d u c c i ó n » , no es de e x t r a ñ a r que sean r e m i s o s a d e n o m i n a r
Las leyes pertinentes (Gi...) proveen que los nacidos en las colonias de padres
tales c ó m p u t o s c o n t a l n o m b r e . N o obstante, los a s t r ó n o m o s n o están
británicos tienen derecho a la ciudadanía británica;
d i s p u e s t o s a c a m b i a r sus h á b i t o s , p u e s h a n l l a m a d o a sus elaboradas
luego, presumiblemente, H a r r y es subdito británico.
demostraciones matemáticas «deducciones» durante m u c h o tiempo,
u s a n d o el t é r m i n o p a r a m a r c a r u n a d i s t i n c i ó n real y coherente.
C o n este e s q u e m a n o s e p u e d e r e i v i n d i c a r q u e l a v a l i d e z d e l a r g u m e n t o
¿ Q u é es lo q u e p u e d e decirse de este c o n f l i c t o en el u s o de los t é r m i -
es e v i d e n t e s i m p l e m e n t e a p a r t i r de las r e l a c i o n e s f o r m a l e s entre l a s tres
nos? ¿Se debe p e r m i t i r q u e c u a l q u i e r a r g u m e n t o sea c o n s i d e r a d o c o m o
p r o p o s i c i o n e s q u e l o c o m p o n e n . E x p r e s a r e l r e s p a l d o q u e apoya l a ga-
u n a d e d u c c i ó n q u e a p l i c a u n a g a r a n t í a establecida o se debe e x i g i r q u e ,
rantía s u p o n e en este caso m e n c i o n a r las actas d e l p a r l a m e n t o y o t r o s
a d e m á s , esté r e s p a l d a d a p o r u n a i m p l i c a c i ó n categórica? A ú n n o esta-
d o c u m e n t o s p o r el estilo, y esas referencias d e s t r u i r í a n la elegancia for-
m o s p r e p a r a d o s p a r a d e t e r m i n a r esta c u e s t i ó n . T o d o l o q u e p o d e m o s
mal del argumento. También en otros campos, la mención explícita del
hacer d e m o m e n t o e s t o m a r n o t a d e l h e c h o d e q u e los usos lingüísticos
respaldo d e l a g a r a n t í a empleada-—tanto s i s e presenta e n f o r m a d e i n -
fuera de la d i s c i p l i n a a c a d é m i c a t i e n d e n a desviarse de la jerga p r o f e s i o -
formes estadísticos, c o m o si se r e c u r r e al r e s u l t a d o de e x p e r i m e n t o s o se
n a l d e los l ó g i c o s . C o m o v e r e m o s , esta d e s v i a c i ó n e n c o n c r e t o e s s ó l o u n
hace referencia a sistemas t a x o n ó m i c o s — i m p e d i r á q u e se p u e d a e n u n -
aspecto de o t r a m á s i m p o r t a n t e , de la que nos o c u p a r e m o s a lo l a r g o de
ciar el a r g u m e n t o de tal m a n e r a q u e su v a l i d e z sea patente a p a r t i r t a n
l a m a y o r parte d e l c u a r t o c a p í t u l o y c u y a n a t u r a l e z a q u e d a r á m á s clara s ó l o de sus p r o p i e d a d e s formales.
c u a n d o h a y a m o s e s t u d i a d o u n a ú l t i m a d i s t i n c i ó n . A esa d i s t i n c i ó n , la
C o m o regla general, p o r l o t a n t o , s ó l o s e p u e d e n d i s p o n e r d e u n a
existente entre a r g u m e n t o s «analíticos» y «sustanciales», d e b e m o s re-
m a n e r a f o r m a l m e n t e v á l i d a los a r g u m e n t o s q u e s i g u e n e l e s q u e m a « D ;
gresar a h o r a .
G ; luego C » ; los a r g u m e n t o s q u e s i g u e n e l e s q u e m a « D ; R ; luego C » n o
p u e d e n expresarse d e ese m o d o . N o obstante, h a y u n a clase e s p e c i a l d e
a r g u m e n t o s q u e a p r i m e r a vista parece r o m p e r esta regla g e n e r a l , a la
ARGUMENTOS A N A L Í T I C O S Y A R G U M E N T O S SUSTANCIALES
que d e n o m i n a r e m o s a r g u m e n t o s analíticos. P a r a i l u s t r a r l o s p o d e m o s
a d o p t a r e l siguiente e j e m p l o :
La m e j o r m a n e r a de aproximarse a esta distinción es a través de un p r e á m -
b u l o . P á g i n a s atrás h i c i m o s n o t a r q u e u n a r g u m e n t o expresado d e A n n e es una de las hermanas de Jack.
a c u e r d o c o n e l e s q u e m a «dato; g a r a n t í a ; luego c o n c l u s i ó n » p u e d e a d o p - Todas las hermanas de Jack son pelirrojas;
tar u n a d i s p o s i c i ó n f o r m a l m e n t e v á h d a . R e t o m a n d o e l e j e m p l o que he- luego A n n e es pelirroja.
m o s estado u t i l i z a n d o c o n s t a n t e m e n t e a lo l a r g o de estas p á g i n a s : si se
nos p r o p o r c i o n a i n f o r m a c i ó n sobre e l l u g a r d e n a c i m i e n t o d e H a r r y , se- L o s a r g u m e n t o s d e este t i p o o c u p a n u n l u g a r especial e n l a h i s t o r i a d e l a
r e m o s capaces d e sacar u n a c o n c l u s i ó n s o b r e s u n a c i o n a l i d a d , q u e de- lógica, d e m o d o q u e t e n d r e m o s q u e prestarles u n a a t e n c i ó n p a r t i c u l a r .
fenderemos c o n un argumento formalmente válido de acuerdo c o n el Y es q u e no s i e m p r e se ha r e c o n o c i d o el h e c h o de lo raros que r e s u l t a n
e s q u e m a « D ; G; l u e g o C » . Pero la g a r a n t í a q u e se a p l i c a en este argu- en la p r á c t i c a l o s a r g u m e n t o s q u e p o s e e n estas características especiales.

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

C o m e n c e m o s p o r d e s a r r o l l a r este a r g u m e n t o d e l a m i s m a m a n e r a t r a n s c u r r i e r o n e n e l pasado; r e a l i z a m o s aseveraciones sobre los s e n t i -


que lo hemos hecho con otros tipos de argumentos. Si escribimos la pre- m i e n t o s de a l g u i e n sobre su estado legal y las r e s p a l d a m o s h a c i e n d o re-
m i s a m a y o r c o m o u n e n u n c i a d o e n e l q u e s e c o n t i e n e e l respaldo, s e o b - ferencia a sus d e c l a r a c i o n e s y a sus gestos o a su l u g a r de n a c i m i e n t o y
tiene l o siguiente: las leyes sobre la n a c i o n a l i d a d ; a d o p t a m o s p o s i c i o n e s m o r a l e s o r e a l i z a -
m o s j u i c i o s estéticos, n o s d e c l a r a m o s a favor de ciertas teorías científicas
A n n e es una de las hermanas de Jack. o a p o y a m o s d e t e r m i n a d a s causas p o l í t i c a s , p r e s e n t a n d o en c a d a c a s o
Todas y cada una de las hermanas de Jack (una vez que se ha comprobado i n d i - c o m o base p a r a n u e s t r a c o n c l u s i ó n e n u n c i a d o s pertenecientes a catego-
vidualmente) son pelirrojas; rías lógicas m u y d i s t i n t a s a las d e l a p r o p i a c o n c l u s i ó n . N u n c a , c u a n d o
luego A n n e es pelirroja. r e a l i z a m o s c u a l q u i e r a d e estas a f i r m a c i o n e s , p u e d e considerarse q u e l a
conclusión es u n a mera reformulación del enunciado inicial; en otras
Si escribimos la garantía en lugar del respaldo, tenemos: palabras, de algo q u e ya ha s i d o a f i r m a d o i m p l í c i t a m e n t e en los datos o
en el respaldo de n u e s t r a idea. A u n q u e el a r g u m e n t o sea f o r m a l m e n t e
A n n e es una de las hermanas de Jack. v á l i d o c u a n d o s e expresa s i g u i e n d o l a f o r m a « d a t o ; g a r a n t í a ; l u e g o c o n -
c l u s i ó n » , el paso q u e d a m o s al saltar a la c o n c l u s i ó n a p a r t i r de la i n f o r -
Cualquier hermana de Jack será (es decir, puede suponerse que es) pelirroja;
m a c i ó n f i a b l e d e l a q u e d i s p o n e m o s — l o s datos m á s e l r e s p a l d o — e s sus-
luego A n n e es pelirroja.
t a n c i a l . E n l a m a y o r í a d e los a r g u m e n t o s h a b i t u a l e s , p o r tanto, e l
Este a r g u m e n t o es e x c e p c i o n a l p o r el m o t i v o q u e se detalla a c o n t i n u a - e n u n c i a d o q u e se o b t i e n e e s c r i b i e n d o « d a t o ; r e s p a l d o y también c o n c l u -
c i ó n . Si se ha c o m p r o b a d o i n d i v i d u a l m e n t e q u e cada u n a de las chicas sión» está lejos de ser u n a tautología: p o r evidente q u e sea tal e n u n c i a -
es p e h r r o j a , entonces t a m b i é n se ha c o m p r o b a d o de m a n e r a específica d o , c u a n d o la l e g i t i m i d a d d e l paso que hay q u e d a r es transparente, el
d e q u é c o l o r e s e l p e l o d e A n n e e n ese m i s m o p r o c e s o . E n c o n s e c u e n c i a , r e s u l t a d o n o será u n a t a u t o l o g í a .
en ese caso, el respaldo q u e f u n d a m e n t a la g a r a n t í a i n c l u y e explícita- De a h o r a en adelante, l l a m a r é a los a r g u m e n t o s pertenecientes a es-
m e n t e la i n f o r m a c i ó n q u e se presenta en la c o n c l u s i ó n ; de h e c h o , se tas dos c a t e g o r í a s sustanciales y analíticos r e s p e c t i v a m e n t e . Un a r g u -
p u e d e perfectamente r e e m p l a z a r la p a r t í c u l a «luego» q u e precede a la m e n t o q u e p a r t a de D p a r a llegar a C será d e n o m i n a d o analítico s i , y
c o n c l u s i ó n p o r «en otras p a l a b r a s » o «esto es». En t a l caso, aceptar el s ó l o s i , e l r e s p a l d o p a r a l a g a r a n t í a q u e l o l e g i t i m a i n c l u y e , explícita o
d a t o y el r e s p a l d o s u p o n e por tanto aceptar i m p l í c i t a m e n t e t a m b i é n la implícitamente, la información transmitida en la propia conclusión.
c o n c l u s i ó n , de m a n e r a q u e si se e n l a z a n el dato, el respaldo y la c o n c l u - C u a n d o o c u r r a así, e l e n u n c i a d o « D ; R y t a m b i é n C » será, p o r regla, u n a
sión p a r a f o r m a r u n a sola o r a c i ó n , e l resultado e s u n a auténtica t a u t o - t a u t o l o g í a . (Esta regla está sujeta, s i n e m b a r g o , a algunas excepciones
logía: « A n n e es u n a de las h e r m a n a s de Jack, y todas y cada u n a de las q u e s e r á n e x a m i n a d a s e n breve.) C u a n d o e l r e s p a l d o q u e a p o y a l a ga-
h e r m a n a s de Jack s o n p e l i r r o j a s y también A n n e es p e l i r r o j a » . P o r t a n t o , r a n t í a no c o n t e n g a la i n f o r m a c i ó n t r a n s m i t i d a en Ja c o n c l u s i ó n , el
p o r u n a vez n o s ó l o e l a r g u m e n t o « D ; G ; l u e g o C » s i n o t a m b i é n e l que e n u n c i a d o « D ; R y t a m b i é n C» no será n u n c a u n a t a u t o l o g í a y el a r g u -
sigue e l e s q u e m a « D ; R ; l u e g o C » p u e d e — s e g ú n p a r e c e — s e r presentado m e n t o será s u s t a n c i a l .
de una manera formalmente váhda.
La n e c e s i d a d de establecer u n a d i s t i n c i ó n de este t i p o y a l g u n o s de
L a m a y o r parte d e l o s a r g u m e n t o s q u e t e n e m o s o c a s i ó n d e usar e n sus aspectos es lo bastante evidente c o m o p a r a q u e se haya i m p u e s t o a
la p r á c t i c a , resulta casi o c i o s o tener q u e s e ñ a l a r l o , no pertenece a esta los l ó g i c o s , a u n q u e éstos n o h a n s a b i d o extraer d e m a n e r a exhaustiva las
categoría. R e a l i z a m o s a f i r m a c i o n e s sobre el f u t u r o y las f u n d a m e n - i m p l i c a c i o n e s q u e s e d e r i v a n d e ella. T a l e m p r e s a h a s i d o p o c o a t e n d i d a
t a m o s r e f i r i é n d o n o s a l a e x p e r i e n c i a q u e t e n e m o s d e c ó m o las cosas a l m e n o s p o r dos razones. P a r a e m p e z a r , l a c o m p l e j i d a d i n t e r n a d e

166 167
L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S
LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN

Anne es una de Luego, Anne es ahora


enunciados que presentan la forma «Todo A es B» contribuye a ocultar
las hermanas presumiblemente, pelirroj a
la gran diferencia existente entre argumentos analíticos y sustanciales. A
de Jack
menos que nos tomemos la molestia de ampliar los enunciados, de
modo que se haga patente si se deben interpretar como la expresión de
Porque A menos que
una garantía o del respaldo para esa garantía, pasaremos por alto la gran
variedad de argumentos susceptibles de ser presentados de acuerdo con
la forma silogística tradicional. Se ha de sacar a la luz, haciéndola explí- cualquiera de las Anne se haya teñido /
cita, la distinción entre respaldo y garantía en cada caso en particular si hermanas de Jack le haya encanecido el cabello /
es que se quiere estar seguro de qué tipo de argumento se trata en esa de- puede suponerse se haya vuelto calva /...
terminada ocasión. En segundo lugar, no se ha visto lo excepcionales que que es pelirroja
son los argumentos auténticamente analíticos y lo difícil que es elaborar
un argumento que sea anaHtico sin ninguna duda. Si los lógicos hubie-
teniendo en cuenta que
ran admitido estos hechos, se habrían mostrado menos dispuestos a tra-
tar los argumentos analíticos como modelo que otros tipos de argu-
se ha observado anteriormente
mento habían de emular.
que todas las hermanas eran pelirrojas
Incluso el ejemplo que hemos seleccionado, sobre el color del pelo
de Anne, podría deslizarse fácilmente de la categoría de los argumen-
Parece, entonces, que se puede defender la conclusión acerca del pelo de
tos analíticos a la de los sustanciales. Si el respaldo en que se basa la po-
Anne con un argumento analítico incuestionable sólo si en ese m o m e n -
sibilidad de pasar del dato «Anne es la hermana de Jack» a la conclusión
to determinado se tiene ante la vista a todas las hermanas de Jack, de
«Anne es pelirroja» consiste tan sólo en la información de que se ha
manera que se puede respaldar la garantía del argumento con la seguri-
observado en el pasado que las hermanas de Jack son pelirrojas, enton-
dad de que todas y cada una de las hermanas de Jack son pelirrojas en
ces—podría argumentarse—el argumento, tal como es presentado, es
ese momento. Pero, en tal caso, ¿qué necesidad hay de un argumento
sustancial. Al fin y al cabo, teñirse el pelo no es algo raro. Por tanto, ¿no
para determinar el color del pelo de Anne? ¿Qué relevancia tiene entonces
deberíamos reescribir el argumento de tal manera que quede claro su
de qué color tengan el cabello las restantes hermanas? Lo que hay que
carácter sustancial? De acuerdo con esta interpretación, el argumento
hacer en ese caso es utilizar la propia vista, no construir una cadena de
quedaría de la siguiente manera:
razonamientos. Si el propósito de un argumento es establecer conclu-
siones sobre aquello de lo que no estamos plenamente seguros, relacio-
Dato: A n n e es una de las hermanas de Jack.
nándolas con otra información sobre la que tenemos mayor certeza, co-
Respaldo: Se ha observado anteriormente que todas las hermanas de Jack
mienza a resultar dudoso el hecho de que algún argumento genuino, en
eran pelirrojas;
la práctica, pueda ser alguna vez propiamente analítico.
Conclusión: luego, presumiblemente, A n n e es en este momento pelirroja.
Sólo los argumentos matemáticos parecen enteramente a salvo de
las excepciones: dada la seguridad de que toda secuencia de seis o más
La garantía en que se apoya el argumento y cuyo respaldo se da aquí pre-
números enteros entre 1 y 100 contiene por lo menos un número p r i m o ,
sentaría la forma «Puede suponerse que cualquier hermana de Jack es
así como la información de que ningún número entre 62 y 66 es p r i -
pelirroja». Por Jas razones ya señaladas, puede considerarse que esta ga-
m o , puedo concluir que el 67 es un número p r i m o ; y éste es un argu-
rantía se limita a establecer una presunción:

169
168
LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA D E LOS ARGUMENTOS

m e n t o c u y a v a l i d e z n i e l t i e m p o n i l a necesaria e v o l u c i ó n q u e c o n l l e v a m e n o s nítida de lo h a b i t u a l ; es decir, r e s u k a difícil diferenciar e n t r e la


p u e d e p o n e r e n tela d e j u i c i o . E l carácter ú n i c o d e los a r g u m e n t o s m a - i n f o r m a c i ó n a p a r t i r de la c u a l se a r g u m e n t a y la i n f o r m a c i ó n q u e l e g i -
t e m á t i c o s es significativo. Las m a t e m á t i c a s p u r a s s o n p o s i b l e m e n t e la t i m a las garantías de a c u e r d o c o n las cuales se c o n s t r u y e el a r g u m e n t o .
ú n i c a a c t i v i d a d i n t e l e c t u a l cuyos p r o b l e m a s y s o l u c i o n e s p e r m a n e c e n E n l o que c o n c i e r n e a l a c o n c l u s i ó n d e que A n n e e s p e l i r r o j a , l a i n f o r -
inalterables, s i n que les afecte el t r a n s c u r s o d e l t i e m p o . L o s p r o b l e m a s m a c i ó n de q u e A n n e es h e r m a n a de Jack tiene, a p r i m e r a v i s t a , el m i s m o
m a t e m á t i c o s n o s o n d i l e m a s , s u s o l u c i ó n n o tiene c a d u c i d a d t e m p o r a l y peso q u e la i n f o r m a c i ó n de q u e todas y cada u n a de las h e r m a n a s de
n o s u p o n e d a r pasos sustanciales. C o m o m o d e l o d e a r g u m e n t o p a r a Jack sean pelirrojas. Esta s i m i l i t u d p u e d e l l e v a r n o s a i n t e r p r e t a r a m b a s
que l o a n a l i c e n los l ó g i c o s formales, p u e d e resultar s e d u c t o r p o r s u ele- i n f o r m a c i o n e s c o m o si f u e r a n datos, p e r o si lo h a c e m o s así, se p l a n t e a la
g a n c i a , p e r o difícilmente p o d r í a ser m e n o s representativo. c u e s t i ó n de q u é g a r a n t í a nos a u t o r i z a a pasar de esas dos p r e m i s a s , c o n -
sideradas c o n j u n t a m e n t e , a la c o n c l u s i ó n . I n d u d a b l e m e n t e , no se p u e d e
s a k a r de ninguna serie de datos a u n a c o n c l u s i ó n s i n q u e exista alguna
PECULIARIDADES DE LOS ARGUMENTOS ANALÍTICOS g a r a n t í a , p e r o entonces, ¿qué g a r a n t í a p u e d e presentarse en este caso
p a r a justificar la i n f e r e n c i a l l e v a d a a cabo? Éste es el p r o b l e m a , al q u e
Q u e d a n a ú n dos tareas básicas p o r resolver e n e l resto d e l c a p í t u l o . P r i - p o d e m o s enfrentarnos de dos maneras: o a c e p t a m o s la p r e g u n t a y p r e -
m e r o , d e b e m o s aclarar algo m á s las características especiales de los ar- s e n t a m o s u n a g a r a n t í a , o b i e n la r e c h a z a m o s tal c o m o está e i n s i s t i m o s
g u m e n t o s analíticos; d e s p u é s , h a b r e m o s d e c o m p a r a r l a d i f e r e n c i a entre en q u e debe ser r e f o r m u l a d a . (Se p o d r í a a r g u m e n t a r , p o r e j e m p l o , q u e
a r g u m e n t o s analíticos y sustanciales c o n otras tres c u y a i m p o r t a n c i a ya d i s p o n e m o s de u n a g a r a n t í a perfecta p a r a pasar d e l primer dato a la
hemos visto: c o n c l u s i ó n y q u e la s e g u n d a i n f o r m a c i ó n es el respaldo de la g a r a n t í a . )
De m o m e n t o , sin embargo, consideremos el problema en la forma en
1. La d i f e r e n c i a que h a y entre a r g u m e n t o s f o r m a l m e n t e v á l i d o s y aque- q u e está p l a n t e a d o a q u í .
llos que n o l o s o n . Lo p r i m e r o q u e h a y que observar acerca de este p r o b l e m a es el h e -
2. La d i f e r e n c i a entre a r g u m e n t o s q u e hacen uso de garantías y aque- c h o de q u e es de o r d e n c o m p l e t a m e n t e general. M i e n t r a s se esté a r g u -
llos q u e los establecen. m e n t a n d o s ó l o sobre el paso de q u e A n n e es la h e r m a n a de Jack a q u e
3. La d i f e r e n c i a entre a r g u m e n t o s q u e c o n d u c e n a c o n c l u s i o n e s nece- es p e l i r r o j a , la c u e s t i ó n sobre q u é g a r a n t í a nos p e r m i t e realizar la i n f e -
sarias y aquellos que l l e v a n s ó l o a c o n c l u s i o n e s p r o b a b l e s . r e n c i a es u n a c u e s t i ó n particular, relevante s ó l o p a r a este a r g u m e n t o y
u n o s p o c o s m á s ; p e r o si se p r e g u n t a q u é g a r a n t í a nos p e r m i t e pasar de
En lo q u e se refiere a la n a t u r a l e z a de los a r g u m e n t o s m i s m o s , dos ele- la i n f o r m a c i ó n de q u e A n n e es la h e r m a n a de Jack y de q u e todas y c a d a
m e n t o s h a n de ser objeto de e s t u d i o . P a r a e m p e z a r , d e b e m o s p r e g u n t a r - u n a de las h e r m a n a s de Jack s o n p e l i r r o j a s a la c o n c l u s i ó n de que A n n e
nos acerca de la base de la q u e d e p e n d e en ú l t i m a i n s t a n c i a la v a l i d e z de es p e l i r r o j a , la cuestión ya no es tan r est r in g id a, d a d o que puede plantear-
este t i p o de a r g u m e n t o s . Tras ello, h e m o s de p r o c e d e r a r e c o n s i d e r a r los se exactamente de la m i s m a f o r m a p a r a t o d o s los a r g u m e n t o s de este
c r i t e r i o s s u g e r i d o s p r o v i s i o n a l m e n t e p a r a ciiferenciar los a r g u m e n t o s t i p o , c u a l q u i e r a q u e sea e l t e m a d e l q u e t r a t a n e x p h c i t a m e n t e . L a res-
analíticos de los restantes, ya q u e el «test de la tautología» da lugar, des- puesta que debe darse ha de ser t a m b i é n general, e n u n c i á n d o s e de tal
p u é s de t o d o , a dificultades insospechadas. m a n e r a q u e sea a p l i c a b l e i g u a l m e n t e a t o d o s los a r g u m e n t o s de este
P a r a ver c ó m o s e o r i g i n a l a p r i m e r a c u e s t i ó n , p r i m e r o debe r e c o r - t i p o . ¿ Q u é g a r a n t í a d e c i m o s entonces q u e p e r m i t e d a r ese paso e n p a r -
darse q u e , en el caso de los a r g u m e n t o s analíticos, la d i s t i n c i ó n q u e p u e - ticular? L o s i n t e n t o s p o r r e s p o n d e r a esta c u e s t i ó n satisfactoriamente
de establecerse entre los datos y el respaldo de las garantías es m u c h o h a n s i d o p r o l o n g a d o s y p o c o c o n c l u y e n t e s , p o r l o q u e n o p o d r e m o s de-

170 171
LA FORMA D E LOS A R G U M E N T O S
LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN

tallarlos a q u í . S e h a n o f r e c i d o v a r i o s p r i n c i p i o s diferentes d e í n d o l e p o r de SU s a n c i ó n p o r el p a r l a m e n t o y de los precedentes j u d i c i a l e s ; las le-

entero general, a m o d o d e g a r a n t í a i m p l í c i t a q u e p e r m i t e pasar d e l a i n - yes de la n a t u r a l e z a d e l científico, en v i r t u d de los e x p e r i m e n t o s y o b -

f o r m a c i ó n a la c o n c l u s i ó n en este t i p o de a r g u m e n t o s : el « p r i n c i p i o d e l servaciones p o r m e d i o d e los cuales h a n s i d o establecidas, etc. E n todas

s i l o g i s m o » , el dictum de omni et nullo y o t r o s p a r e c i d o s . S i n e m b a r g o , las d i s c i p l i n a s , la fuerza de las garantías consiste en p e r m i t i r pasar de cier-

d e j a n d o aparte los m é r i t o s respectivos de las respuestas alternativas, los tas clases de datos a ciertos t i p o s de c o n c l u s i o n e s , p e r o después de t o d o ,

filósofos ni s i q u i e r a se h a n puesto de a c u e r d o sobre cómo esos p r i n c i - s e g ú n h e m o s c o m p r o b a d o acerca d e l a d e p e n d e n c i a d e l c a m p o d e los

p i o s generales r e a l m e n t e n o s p e r m i t e n a r g u m e n t a r c o m o l o h a c e m o s . c r i t e r i o s e m p l e a d o s p a r a a r g u m e n t a r e n l a p r á c t i c a , resulta n a t u r a l es-

¿ Q u é t i p o de e n u n c i a d o es, d i g a m o s , el p r i n c i p i o d e l s i l o g i s m o ? Ésta es perar q u e las garantías p o r i n f e r e n c i a t e n g a n q u e establecerse m e d i a n t e

l a p r i m e r a p r e g u n t a q u e requiere n u e s t r a a t e n c i ó n . t i p o s de p r o c e d i m i e n t o s diversos c u a n d o p e r t e n e c e n a c a m p o s t a m b i é n
diferentes.
Existe l a t e n t a c i ó n d e a f i r m a r q u e c u a l q u i e r p r i n c i p i o q u e v a l i d e t o -
dos los s i l o g i s m o s p o r i g u a l h a d e ser t o m a d o c o m o u n e n u n c i a d o sobre E n c o n s e c u e n c i a , parece p o s i b l e llegar a u n a s o l u c i ó n d e c o m p r o -

el s i g n i f i c a d o de las palabras, un análisis i m p l í c i t o de v o c a b l o s l ó g i c o s m i s o , de manera que nosotros aceptamos el p r i n c i p i o del silogismo

t a n p r e e m i n e n t e s c o m o «todo» y « a l g ú n » . U n a c o n s e c u e n c i a d e este c o m o g a r a n t í a d e t o d o s los s i l o g i s m o s analíticos, m i e n t r a s que m a n t e -

p u n t o de vista, que someteremos a escrutinio en el p r ó x i m o capítulo, ha n e m o s otros t i p o s d e e n u n c i a d o s generales c o m o garantías p a r a a r g u -

s i d o e l o r i g e n d e u n a c o n c e p c i ó n bastante l i m i t a d a acerca d e l a n a t u r a - m e n t o s d e otras categorías. N o obstante, h a y algo p a r a d ó j i c o e n e l h e c h o

leza y el alcance de la l ó g i c a . Si los ú n i c o s p r i n c i p i o s de i n f e r e n c i a m e r e - d e a d m i t i r l a n e c e s i d a d d e q u e exista u n p r i n c i p i o silogístico. C u a n d o s e

cedores de tal n o m b r e s o n e n u n c i a d o s sobre el s i g n i f i c a d o de las p a l a - trata de a r g u m e n t o s de otras clases, la p e r s o n a a q u i e n se le p r o p o r c i o -

bras, entonces ( s e g ú n h a n a r g u m e n t a d o a l g u n o s ) p u e d e i n d u c i r a e r r o r n e n los datos y la c o n c l u s i ó n , a pesar de q u e e n t i e n d a p e r f e c t a m e n t e

apHcar la e t iq ue ta de reglas de i n f e r e n c i a t a m b i é n a otros t i p o s de e n u n - b i e n lo que se le d i c e , necesitará, s i n e m b a r g o , q u e se le e x p l i q u e de d ó n -

ciados d e í n d o l e general. C o m o r e s u l t a d o , l a entera n o c i ó n d e garantías de procede la a u t o r i d a d p a r a pasar de los u n o s a la o t r a . « E n t i e n d o c u á -

p o r i n f e r e n c i a , t a l c o m o ha sido p r e s e n t a d a en este c a p í t u l o , se ha deja- les s o n los datos de los que d i s p o n e s y la c o n c l u s i ó n q u e extraes de

d o a l m a r g e n bajo l a a c u s a c i ó n d e q u e resultaba confusa. e l l o s — p o d r í a a f i r m a r esa p e r s o n a — , p e r o no veo cómo has l l e g a d o has-


ta ahí». La tarea de la g a r a n t í a es c o l m a r esa n e c e s i d a d : p a r a satisfacer a
A h o r a b i e n , p o d e m o s estar d e a c u e r d o e n q u e n o h a y u n p a r a l e l o
esa p e r s o n a , t e n d r e m o s q u e explic ar le cuál es la g a r a n t í a en q u e nos
exacto entre el p r i n c i p i o d e l s i l o g i s m o y esos otros t i p o s de reglas q u e r i -
a p o y a m o s y, si es necesario, m o s t r a r de q u é r e s p a l d o d e p e n d e , de m a n e -
gen los a r g u m e n t o s a las q u e h e m o s d a d o el n o m b r e de «garantías» y,
ra que hasta q u e no h a y a m o s h e c h o esto, n u e s t r o a r g u m e n t o es s u s c e p -
c o n t o d o , tener l a i m p r e s i ó n d e que esa c o n c l u s i ó n v a d e m a s i a d o lejos.
tible de ser puesto en tela de j u i c i o . P o r o t r o l a d o , este t i p o de s i t u a c i ó n
S i n llegar a p o n e r en tela de j u i c i o , p o r el m o m e n t o , la n e c e s i d a d de que
apenas p u e d e c o n c e b i r s e c u a n d o se t r a t a de a r g u m e n t o s analíticos. Se
exista u n « p r i n c i p i o silogístico», s e p u e d e objetar, s i n e m b a r g o , c o n t r a l a
p u e d e caer en la t e n t a c i ó n de a f i r m a r acerca de los a r g u m e n t o s a n a l í t i -
i d e a de q u e se a f i r m e sobre él q u e es u n e n u n c i a d o sobre el s i g n i f i c a d o
cos (al i g u a l que de l o s e n u n c i a d o s analíticos) q u e c u a l q u i e r a que l o s e n -
d e las palabras, ¿ p o r q u é n o ver e n él, m á s b i e n , u n a g a r a n t í a d e u n a ca-
t i e n d a debe a d m i t i r s u l e g i t i m i d a d . S i a l g u i e n n o v e l a l e g i t i m i d a d d e
t e g o r í a q u e m a n t i e n e su e f e c t i v i d a d en virtud del s i g n i f i c a d o de las p a l a -
u n paso analítico e n u n d e t e r m i n a d o caso, n o l e será d e g r a n a y u d a u n
bras? E l l o s u p o n e u n avance respecto a l a f o m u l a c i ó n p r e v i a p o r l o m e -
p r i n c i p i o t a n general c o m o e l p r i n c i p i o d e l s i l o g i s m o .
n o s e n u n aspecto, pues n o s deja las m a n o s libres p a r a d e c i r q u e otras
g a r a n t í a s — a q u é l l a s de a c u e r d o c o n las cuales a r g u m e n t a m o s fuera d e l La idea de q u e este p r i n c i p i o r e a l m e n t e nos es útil, de q u e sirve
c a m p o analítico—conservan su efectividad en v i r t u d de otro tipo de c o m o g a r a n t í a p a r a t o d o s los a r g u m e n t o s silogísticos n o es, p o r t a n t o ,
c o n s i d e r a c i o n e s . L o s p r i n c i p i o s legales m a n t i e n e n s u v i g e n c i a e n v i r t u d p l a u s i b l e . C i e r t a m e n t e , si ha de ser c o n s i d e r a d a u n a g a r a n t í a , es u n a ga-

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN LA FORMA DE LOS A R G U M E N T O S

r a n t í a tal q u e n o requiere u n respaldo. E s u n a c o n c e s i ó n q u e e l p r o p i o u n o s datos, y q u e el r e s p a l d o y la c o n c l u s i ó n h a n q u e d a d o e x p l i c a d o s ,


Aristóteles está d i s p u e s t o a realizar en el l i b r o c u a r t o de la Metafísica, ¿subsisten auténticas d u d a s sobre la v a l i d e z d e l a r g u m e n t o ? A p r i m e r a
c u a n d o se esfuerza p o r t o d o s los m e d i o s en rechazar c u a l q u i e r e x i g e n c i a vista p u e d e parecer q u e este c r i t e r i o se acerca al p r i m e r o , pero en la
de q u e se p r u e b e la l e y de no c o n t r a d i c c i ó n , r e c o n o c i e n d o q u e n i n g ú n práctica, c o m o veremos, se corresponde más al segundo.
respaldo q u e p o d a m o s e l a b o r a r a ñ a d i r í a n a d a a l a s o l i d e z d e l p r i n c i p i o Se puede m e n c i o n a r sin m á s un tipo de ejemplos en el que el c r i t e -
y q u e t o d o lo que se ha de hacer en su defensa es desafiar al q u e se haya r i o t a u t o l ó g i c o da o r i g e n a dificultades. Es el « c u a s i - s i l o g i s m o » d e l q u e
m o s t r a d o crítico a q u e plantee u n a o b j e c i ó n si gn i fi c a t i v a c o n t r a ella. nos h e m o s o c u p a d o m á s a r r i b a , e n e l q u e los c u a n t i f i c a d o r e s u n i v e r s a -
Ensayemos, p o r tanto, otro c a m i n o . Rechacemos la demanda en les «todo/s» y « n i n g ú n » se v e n r e e m p l a z a d o s p o r los m á s r e s t r i c t i v o s
favor d e u n a g a r a n t í a q u e s i r v a p a r a a u t o r i z a r t o d o s los s i l o g i m o s a n a - «casi todo/s» y « a p e n a s h a y a l g ú n » . C o m o i l u s t r a c i ó n p o d e m o s t o m a r e l
líticos, i n s i s t i e n d o , e n c a m b i o , e n q u e u n a d e las p r e m i s a s d e c u a l q u i e r a r g u m e n t o siguiente:
s i l o g i s m o d e esta c a t e g o r í a n o s p r o p o r c i o n a y a t o d a l a g a r a n t í a que n e -
c e s i t a m o s . La i n f o r m a c i ó n de q u e todas y cada una de las h e r m a n a s de Petersen es sueco.
Jack es p e h r r o j a , p o d r í a m o s decir, sirve de respaldo p a r a la g a r a n t í a q u e Apenas hay suecos que sean católicos romanos;
e s t i p u l a q u e t e n e m o s d e r e c h o a s u p o n e r q u e cualquiera de sus h e r m a n a s luego, casi con certeza, Petersen no es católico romano.
tiene el pelo de ese c o l o r , y es esta g a r a n t í a l i m i t a d a lo que nos c o n d u c e
desde la i n f o r m a c i ó n i n i c i a l sobre q u e A n n e es h e r m a n a de Jack a la Este a r g u m e n t o difiere d e l a r g u m e n t o c o r r e s p o n d i e n t e c o n «ningún»
c o n c l u s i ó n s o b r e e l c o l o r d e s u p e l o : « ¡ P e r o eso e s j u s t a m e n t e a n a h -
t i c o ! » . N u e s t r a tarea a p a r t i r d e a h o r a será d e f i n i r c o n e l m a y o r c u i d a d o Petersen es sueco.
y p r e c i s i ó n q u é es a q u í « j u s t a m e n t e analítico», estableciendo c r i t e r i o s de Ningún sueco es católico romano;
c o m p r o b a c i ó n m á s claros d e l o s q u e h e m o s e l a b o r a d o hasta e l m o m e n - luego, con certeza, Petersen no es católico romano.
t o que p e r m i t a n r e c o n o c e r c u á n d o u n a r g u m e n t o e s analítico y c u á n d o
es s u s t a n c i a l . sólo e n que descansa sobre u n a garantía m á s débil y , p o r c o n s i g u i e n t e ,
De m a n e r a n a t u r a l se p l a n t e a n tres c r i t e r i o s de c o m p r o b a c i ó n dife- d e s e m b o c a en u n a c o n c l u s i ó n m e n o s c a t e g ó r i c a . (Si se e s c r i b e n las p r e -
rentes, p o r l o q u e d e b e m o s c o n s i d e r a r p r i m e r o sus m é r i t o s respectivos. misas universales e x p l í c i t a m e n t e c o m o garantías q u e d a r í a n respectiva-
P r i m e r o está e l c r i t e r i o d e l a t a u t o l o g í a : e n u n s i l o g i s m o analífico c o n m e n t e d e l a siguiente m a n e r a : « P u e d e s u p o n e r s e c o n casi t o t a l certeza
u n «todo/s» e n l a p r e m i s a m a y o r , los datos y e l respaldo e n g l o b a n p o r q u e u n sueco n o será católico r o m a n o » y « P u e d e suponerse c o n t o t a l
fuerza la c o n c l u s i ó n , de m a n e r a que p u e d e escribirse « D ; R, o en otras certeza q u e u n sueco n o será católico r o m a n o » . )
palabras, C » , c o n la s e g u r i d a d de q u e al e n u n c i a r la c o n c l u s i ó n estaremos L a v a l i d e z d e l a r g u m e n t o e s m a n i f i e s t a e n a m b o s casos, d e m a n e r a
s i m p l e m e n t e r e p i t i e n d o algo ya a f i r m a d o en el respaldo. La c u e s t i ó n es q u e p o r el c r i t e r i o de la a u t o - e v i d e n c i a a m b o s d e b e r í a n ser clasificados
si esto es c i e r t o p a r a todos los a r g u m e n t o s analíticos; p o r m i parte a r g u - c o m o a r g u m e n t o s analíticos. I m a g i n a n d o q u e a l g u i e n p o n g a e n e n t r e -
m e n t a r é q u e no es así. En s e g u n d o lugar, está el c r i t e r i o de v e r i f i c a c i ó n : d i c h o e l a r g u m e n t o c o n l a e x p r e s i ó n «apenas hay...» y q u e sohcite u n
verificar e l respaldo e n e l q u e descansa i m p l í c i t a m e n t e u n a r g u m e n t o , respaldo u l t e r i o r q u e m u e s t r e s u v a l i d e z , s u p e t i c i ó n n o resultaría m á s
¿equivale ipso facto a c o m p r o b a r que la c o n c l u s i ó n es verdadera? N o h a y i n t e l i g i b l e q u e s i s e tratara d e u n a r g u m e n t o c o n « n i n g ú n » . E n e l p r i m e r
u n a c o i n c i d e n c i a u n i v e r s a l entre el c r i t e r i o de c o m p r o b a c i ó n a n t e r i o r y caso, se p o d r í a p e d i r q u e la c o n c l u s i ó n se basara en razones m á s firmes,
este ú l t i m o , q u e d e m u e s t r a ser m á s satisfactorio. F i n a l m e n t e , t e n e m o s el ya q u e m i e n t r a s s e p a m o s q u e apenas h a y suecos q u e sean católicos, la
c r i t e r i o de c o m p r o b a c i ó n de la a u t o - e v i d e n c i a : u n a vez que se p o s e e n p o s i b i l i d a d d e q u e u n sueco d e t e r m i n a d o profese esa religión n o p u e d e

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

descartarse c o n t o t a l s e g u r i d a d , p e r o la validez de los dos a r g u m e n t o s no c i ó n «Petersen es sueco, la p r o p o r c i ó n de católicos es i n f e r i o r al 5 p o r


p u e d e p o n e r s e e n d u d a . S i n o s e p e r c i b e l a fuerza d e los a r g u m e n t o s , e n - 100 y t a m p o c o Petersen es católico» no es u n a t a u t o l o g í a . P o r el c o n t r a -
tonces h a y p o c o q u é hacer; y si se p r e s e n t a r a n esos m i s m o s datos y el rio, transmite realmente auténtica información, ya que la conclusión si-
m i s m o respaldo para la garantía en apoyo de la conclusión contraria, túa de m a n e r a d e f i n i t i v a a Petersen en la m a y o r í a d e l 95 p o r 100. I n c l u -
e l resultado sería n o s ó l o p o c o o n a d a p l a u s i b l e , s i n o q u e t a m b i é n n o s s o s i i n s e r t a m o s l a m a t i z a c i ó n m o d a l d e «casi c o n t o t a l certeza» e n l a
parecería incomprensible: c o n c l u s i ó n , e l e n u n c i a d o resultante t a m p o c o será t a u t o l ó g i c o : « P e t e r s e n
es sueco, la p r o p o r c i ó n de suecos c a t ó h c o s es i n f e r i o r al 5 p o r 100 y t a m -
Petersen es sueco. p o c o , casi c o n t o t a l certeza, Petersen es c a t ó l i c o » .
La proporción de suecos católicos romanos es menor al 5 por 100 / es cero; C o m o c o n s e c u e n c i a d e t o d o ello, s i b u s c a m o s u n c r i t e r i o g e n e r a l
luego, casi con total certeza / con total certeza, Petersen es católico romano. p a r a separar los a r g u m e n t o s analíticos de los o t r o s , el c r i t e r i o de v e r i f i -
c a c i ó n n o s p e r m i t i r á a g r u p a r a l o s c u a s i - s i l o g i s m o s al l a d o de los s i l o -
P o r c o n s i g u i e n t e , de a c u e r d o c o n el c r i t e r i o de la a u t o - e v i d e n c i a , los ar- g i s m o s t r a d i c i o n a l e s d e u n m o d o q u e e l c r i t e r i o d e l a tautología n o l o
g u m e n t o s c o n s t r u i d o s c o n «apenas hay...» y «casi todo/s» p u e d e n clasi- p e r m i t e . P o r t a n t o , clasificaremos u n a r g u m e n t o c o m o analítico s i , y
f i c a r s e c o n i g u a l d e r e c h o q u e los a r g u m e n t o s c o n «todo/s» y « n i n g ú n » sólo s i , satisface ese c r i t e r i o — e s decir, c u a n d o la c o m p r o b a c i ó n d e l res-
c o m o analíticos. p a l d o de la g a r a n t í a s u p o n g a ipsofacto la c o m p r o b a c i ó n de la v e r a c i d a d
P e r o si aceptamos este p a r a l e l i s m o , ¿hasta q u é p u n t o los restantes o la falsedad de la c o n c l u s i ó n — , y p r o c e d e r e m o s así t a n t o si c o n o c e r
c r i t e r i o s p r o p u e s t o s p a r a r e c o n o c e r a r g u m e n t o s analíticos a r r o j a n e l t o d o el r e s p a l d o s u p o n e de h e c h o ver ific ar la c o n c l u s i ó n o falsaria.
m i s m o resultado? C o m p r o b a r e l respaldo d e l a g a r a n t í a e m p l e a d a , n o s L l e g a d o s a este p u n t o , se d e b e n i n t r o d u c i r dos c o m e n t a r i o s s o b r e el
p r e g u n t á b a m o s , ¿ s u p o n e ipsofacto c o m p r o b a r t a m b i é n l a c o n c l u s i ó n d e caso de Petersen. U n a vez q u e h e m o s a c c e d i d o a t o d o el r e s p a l d o , e v i -
ese a r g u m e n t o ? (Es l o q u e d e n o m i n a m o s e l c r i t e r i o d e verificación.) L a dentemente no p o d r e m o s apoyarnos simplemente en el porcentaje tal
o t r a p o s i b i l i d a d es r e e s c r i b i r los datos y el respaldo a ñ a d i e n d o las p a - c u a l d e las tablas estadísticas, d e m o d o q u e e l a r g u m e n t o p r i m i t i v o esta-
labras «y t a m b i é n / t a m p o c o C » — s i e n d o C la c o n c l u s i ó n a la q u e h e m o s ría fuera de lugar. A p a r t i r de ese m o m e n t o , d e b e m o s basar n u e s t r o ar-
l l e g a d o — ; ¿sería e n t o n c e s e l r e s u l t a d o u n a t a u t o l o g í a ? L o s s i l o g i s - g u m e n t o sobre l a v e r o s i m i l i t u d d e q u e Petersen sea católico e n toda l a
m o s t r a d i c i o n a l e s satisfacen i g u a l m e n t e b i e n t o d o s los c r i t e r i o s . C o m - i n f o r m a c i ó n relevante que p o d a m o s r e u n i r : s i d e h e c h o t u v i é r a m o s ac-
p r o b a r d e m a n e r a e x h a u s t i v a q u e l a p r o p o r c i ó n d e suecos q u e s o n c a t ó - ceso al censo, el ú n i c o p r o c e d i m i e n t o a p r o p i a d o sería b u s c a r a Petersen
hcos es cero s u p o n e , desde luego, c o m p r o b a r a q u é religión pertenece p o r s u n o m b r e y averiguar c o n certeza l a respuesta. E n s e g u n d o l u g a r , l a
Petersen, m i e n t r a s q u e el e n u n c i a d o , reescrito c o m o «Petersen es sueco, a f i r m a c i ó n «Petersen es sueco, la p r o p o r c i ó n de suecos católicos es m u y
la p r o p o r c i ó n de suecos católicos es cero y t a m p o c o Petersen es católi- baja y Petersen t a m p o c o es, c o n casi t o t a l certeza, católico» sería e n t e r a -
c o » , p u e d e r a z o n a b l e m e n t e considerarse u n a t a u t o l o g í a . Pero s i v o l v e - m e n t e t a u t o l ó g i c a si se p u d i e r a definir a d e c u a d a m e n t e y s i n m á s « c o n
m o s n u e s t r a a t e n c i ó n a l o s c u a s i - s i l o g i s m o s , h a l l a r e m o s q u e el c r i t e r i o certeza» y « p r o b a b l e m e n t e » en t é r m i n o s de p r o p o r c i o n e s y f r e c u e n c i a .
d e l a t a u t o l o g í a n o p u e d e aplicarse. Pero p r o c e d e r así, c o m o y a h e m o s v i s t o , s u p o n d r í a pasar p o r alto l a f u n -
E n c a m b i o , e l c r i t e r i o d e v e r i f i c a c i ó n sirve p a r a los n u e v o s casos, c i ó n p r á c t i c a d e l t é r m i n o « p r o b a b i l i d a d » y d e sus c o g n a d o s c o m o m a t i -
a u n q u e h a d e aplicarse d e u n a m a n e r a algo p e c u l i a r : a l c o m p r o b a r ex- zadores m o d a l e s . T a m b i é n llevaría a u n a p a r a d o j a , pues t a l c o m o se p r e -
h a u s t i v a m e n t e que l a p r o p o r c i ó n d e suecos católicos era, p o n g a m o s , i n - senta la s i t u a c i ó n , se p o d r í a a f i r m a r c o n perfecta p r o p i e d a d «Petersen es
ferior al 5 p o r 100, d e b e r í a m o s ipso facto c o m p r o b a r cuál era l a r e l i g i ó n sueco y la p r o p o r c i ó n de suecos c a t ó h c o s es m u y baja, y s i n e m b a r g o ,
de Petersen, si realmente era o no católico. P o r otro lado, la afírma- Petersen e s c o n casi t o t a l certeza c a t ó l i c o » ; a l g u i e n p o d r í a a f i r m a r l o , p o r

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LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

e j e m p l o , s i s u p i e r a algo m á s d e Petersen que l o s i t u a r a c o n g r a n p r o b a - S u p o n g a m o s q u e p o r e r r o r c o m e n z a m o s c o n f u n d i e n d o e l respaldo d e l a


b i l i d a d e n e l seno d e l a m i n o r í a católica. P e r o s i l a a f i r m a c i ó n p r i m e r a g a r a n t í a c o n u n a serie d e datos a d i c i o n a l e s ; u n a vez h e c h o esto, p a r e c e -
f i j e r a u n a t a u t o l o g í a , esta n u e v a a f i r m a c i ó n sería necesariamente u n a rá q u e a r g u m e n t a m o s p a s a n d o d i r e c t a m e n t e de los datos a la c o n c l u -
contradicción en sí m i s m a . sión, s i n que el paso d a d o esté l e g i t i m a d o , y esta c ar en c ia afectará no s ó l o

P o r c o n s i g u i e n t e , no se p u e d e caracterizar a los a r g u m e n t o s analíti- a un a r g u m e n t o , s i n o a t o d o s los que p e r t e n e c e n al c a m p o en c u e s t i ó n .

cos c o m o a r g u m e n t o s en los q u e el e n u n c i a d o « D ; R, luego C» es u n a C o n e l f i n d e c o m p l e t a r estos h u e c o s , h a b r á q u e i n v o c a r a p r i n c i p i o s

t a u t o l o g í a , pues al m e n o s en a l g u n o s casos, este c r i t e r i o no sirve a nues- enteramente generales: u n p r i n c i p i o b á s i c o q u e r a d i q u e bajo todas las

tros p r o p ó s i t o s . E l l o a y u d a a e x p l i c a r o t r a i d e a filosófica, q u e sostiene p r e d i c c i o n e s científicas, o t r o bajo t o d o s los j u i c i o s m o r a l e s que e s t é n

q u e l o s s i l o g i s m o s analíticos n o s o n v á l i d o s e n v i r t u d s ó l o d e l s i g n i f i c a - a p r o p i a d a m e n t e f u n d a d o s , etc. ( M e n c i o n a m o s este t e m a a q u í s ó l o d e

d o d e las p a l a b r a s y q u e n o e n t e n d e r u n s u s t a n c i a l e s s e ñ a l , n o d e pasada, pues v o l v e r e m o s a é l e n e l ú l t i m o c a p í t u l o . ) A h o r a b i e n , s i c o m o

i n c o m p e t e n c i a l i n g ü í s t i c a , s i n o m á s b i e n d e u n « d e fe c t o d e l a r a z ó n » . m e j o r p u e d e describirse la h a b i l i d a d de seguir s i l o g i s m o s y c u a s i - s i l o -

S u p o n g a m o s que le d e c i m o s a a l g u i e n q u e Petersen es sueco y q u e la g i s m o s v á h d o s e s c o m o u n a c o m p e t e n c i a b á s i c a r a c i o n a l , s i n que q u e d e

p r o p o r c i ó n de suecos católicos es m u y baja o cero, « l u e g o » , c o n c l u i r í a - e x p h c a d a r e a l m e n t e en t é r m i n o s de h a b i l i d a d o c o m p e t e n c i a l i n g ü í s t i -

m o s , «Petersen n o e s c o n c e r t e z a — o c a s i — c a t ó l i c o » . N u e s t r o oyente n o ca, q u i z á n o s e p u e d a d e c i r n a d a m á s t a m p o c o e n los otros casos. P u e d e

nos h a seguido e n e l r a z o n a m i e n t o , ¿ q ué p o d e m o s d e c i r entonces acer- que haya que aceptar q u e l a h a b i l i d a d p a r a seguir a r g u m e n t o s p r e d i c t i -

ca de él? Si el c r i t e r i o de t a u t o l o g í a fuera a d e c u a d o , el h e c h o d e m o s - vos s i m p l e s , cuyas garantías estén respaldadas c o n los resultados de u n a

t r a r í a q u e n o h a c o m p r e n d i d o e l s i g n i f i c a d o d e las palabras que h e m o s e x p e r i e n c i a s u f i c i e n t e m e n t e a m p l i a y relevante, sea s i m p l e m e n t e o t r a

u t i l i z a d o ; s i r e n u n c i a m o s a l p r o c e d i m i e n t o tautológico, n o p o d e m o s a c u - a p t i t u d r a c i o n a l , q u e p o s e e n casi todas las personas, p e r o de la que care-

d i r entonces a tal e x p l i c a c i ó n . En ese caso, d e b e r í a m o s d e c i r m á s b i e n cen a l g u n o s c o n deficiencias mentales; y lo m i s m o h a b r á de decirse s o -

q u e el oyente está ciego al a r g u m e n t o ; o sea, no ve cuál es su fuerza. De bre otras d i s c i p l i n a s , q u e exigen otras aptitudes básicas. ¿ P u e d e a f i r m a r -

h e c h o , ¿qué o t r a cosa p o d r í a m o s decir? Pero es que no se trata de u n a se esto acerca de los a r g u m e n t o s de c u a l q u i e r c a m p o ? ¿ C o n s t i t u y e la

e x p l i c a c i ó n : e s s i m p l e m e n t e u n a c r u d a d e s c r i p c i ó n d e los h e c h o s . N u e s - h a b i l i d a d de seguir, p o n g a m o s , a r g u m e n t o s m o r a l e s s i m p l e s y ver c u á l

tro oyente no es capaz de seguir los pasos d a d o s en el a r g u m e n t o y la h a - es su fuerza t a m b i é n u n a h a b i l i d a d de este tipo? ¿Y los a r g u m e n t o s esté-

b i l i d a d p a r a seguirlos es, i n d u d a b l e m e n t e , u n a d e las c o m p e t e n c i a s r a - ticos sencillos?, ¿ o los a r g u m e n t o s teológicos s i n c o m p l i c a c i o n e s ? . . . L l e -

c i o n a l e s básicas. gados a este p u n t o , nos e n f r e n t a m o s d i r e c t a m e n t e a un a s u n t o filosófico


f u n d a m e n t a l : s i t o d o s los c a m p o s d e a r g u m e n t a c i ó n están i g u a l m e n t e
E s t a o b s e r v a c i ó n p u e d e arrojar algo de l u z sobre el v e r d a d e r o status
abiertos a u n a d i s c u s i ó n r a c i o n a l y si el « T r i b u n a l de la R a z ó n » es c o m -
d e l p r i n c i p i o d e l s i l o g i s m o . D e a c u e r d o c o n l o q u e y a a p u n t é , ese p r i n -
petente p a r a sentenciar d e l m i s m o m o d o , s i n q u e i m p o r t e e l t i p o d e
cipio entra en la lógica cuando la segunda premisa de un silogismo ana-
p r o b l e m a a debate.
lítico e s m a l i n t e r p r e t a d a , e n t e n d i é n d o s e q u e e n u n c i a u n dato e n l u g a r
de u n a g a r a n t í a o el respaldo en q u e se apoya ésta, de m a n e r a q u e el ar-
g u m e n t o q u e d a (aparentemente) s i n justificación que l o sustente. E l
p r i n c i p i o d e l s i l o g i s m o es lo que se esgrime entonces c o m o p a r a m o s - ALGUNAS DISTINCIONES CRUCIALES

t r a r l a base última q u e asegura l a vaHdez de todos l o s a r g u m e n t o s s i l o -


gísticos. U n a de las p r i n c i p a l e s tareas que d e b e m o s l l e v a r a cabo en este c a p í t u l o
C u a n d o s e c o n s i d e r a n a r g u m e n t o s d e otros c a m p o s , p o d e m o s e n - es la de d i s t i n g u i r la d i v i s i ó n de a r g u m e n t o s entre analíticos y sustan-
c o n t r a r n o s c o n que s e g u i m o s d e n u e v o l a m i s m a secuencia d e pasos. ciales de otros tres o c u a t r o m o d o s diversos de a g r u p a r l o s . El p e l i g r o

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

q u e se d e r i v a de c o n f u n d i r l o s , o p e o r t o d a v í a , de u t i l i z a r l o s i n d i s t i n t a - se c o r r e s p o n d e c o n la que se establece entre a r g u m e n t o s analíticos y sus-


m e n t e , es serio y s ó l o p u e d e evitarse p r o c e d i e n d o c u i d a d o s a m e n t e . tanciales n i u n ápice m á s q u e las d o s previas. N o t o d o s los a r g u m e n t o s
P a r a e m p e z a r , la d i v i s i ó n entre a r g u m e n t o s analíticos y sustanciales en q u e aparece la p a l a b r a «todo» en la p r e m i s a p r i n c i p a l o garantía s o n
n o se c o r r e s p o n d e exactamente c o n l a d i v i s i ó n entre a r g u m e n t o s for- analíticos. E s o es algo que o c u r r e s ó l o en los casos en q u e el proceso q u e
malmente válidos y los restantes. L o s a r g u m e n t o s de c u a l q u i e r c a m p o lleva a l e s t a b l e c i m i e n t o de l a g a r a n t í a s u p o n e ipso jacto c o m p r o b a r l a
p u e d e n expresarse d e u n a m a n e r a f o r m a l m e n t e v á l i d a , s u p u e s t o que l a v e r a c i d a d d e l a c o n c l u s i ó n que h a d e ser i n f e r i d a c o n a y u d a d e a q u é l l a ;
g a r a n t í a sea f o r m u l a d a e x p l í c i t a m e n t e c o m o t a l y q u e a u t o r i c e precisa- y p o r n u e s t r a parte, no r e s t r i n g i m o s el u s o de «todo» a tales casos. La t a -
m e n t e e l t i p o d e i n f e r e n c i a e n c u e s t i ó n : esto e x p l i c a d e q u é m o d o s o n rea de i d e n t i f i c a r q u é a r g u m e n t o s s o n analíticos no p u e d e llevarse a
v á l i d o s los cálculos m a t e m á t i c o s , i n c l u s o c u a n d o los datos a p a r t i r de cabo, p o r t a n t o , a p a r t i r de la p r e s e n c i a de palabras clave c o m o « t o d o » y
los cuales se c o n s t r u y e la a r g u m e n t a c i ó n s o n o b s e r v a c i o n e s pretéritas y «algún», sino sólo sometiendo a escrutinio la naturaleza del p r o b l e m a
presentes m i e n t r a s q u e el a r g u m e n t o d e r i v a d o de la c o n c l u s i ó n es u n a y la m a n e r a en q u e se establecen las g a r a n t í a s q u e resultan relevantes
p r e d i c c i ó n sobre e l f u t u r o . P o r o t r o l a d o , u n a r g u m e n t o p u e d e ser ana- para su resolución.
lítico y , s i n e m b a r g o , n o h a b e r s i d o e n u n c i a d o d e u n a m a n e r a f o r m a l -
Las tres d i s t i n c i o n e s a las q u e a c a b a m o s de hacer referencia p u e d e n
m e n t e v á l i d a . Éste es el caso, p o r e j e m p l o , de un a r g u m e n t o analítico
d i s t i n g u i r s e fácilmente. La c u a r t a y ú l t i m a es la m á s d i s c u t i b l e e i m p o r -
q u e se f o r m u l a c o n el respaldo de la g a r a n t í a a l u d i d a en l u g a r de apo-
tante. A r g u m e n t a r é s e g u i d a m e n t e q u e d i v i d i r los a r g u m e n t o s e n t r e
yarse e n l a p r o p i a g a r a n t í a .
analíticos y sustanciales no es lo m i s m o q u e d i s t i n g u i r entre a r g u m e n -
La d i s t i n c i ó n entre a r g u m e n t o s analíticos y sustanciales no se co- tos cuyas c o n c l u s i o n e s p u e d e n ser i n f e r i d a s necesariamente o con certeza
r r e s p o n d e t a m p o c o c o n la que h a y entre los a r g u m e n t o s q u e hacen uso de y aquellos otros cuyas c o n c l u s i o n e s s ó l o p u e d e n ser inferidas de modo
garantías y los q u e las establecen. S ó l o en u n o s p o c o s casos, los a r g u - posible o probable. C o m o v i m o s al t r a t a r de los m o d a l i z a d o r e s , h a y a r g u -
m e n t o s q u e establecen g a r a n t í a s s e p u e d e n f o r m u l a r d e u n a m a n e r a que m e n t o s en los q u e la g a r a n t í a p e r m i t e d a r el paso de D a C s i n a m b i g ü e -
sea f o r m a l m e n t e v á l i d a : así, d e l a r g u m e n t o «Jack tiene tres h e r m a n a s ; la d a d y otros en los q u e se p e r m i t e s ó l o p r o v i s i o n a l m e n t e pasar de u n o a
p r i m e r a es p e l i r r o j a , la s e g u n d a es p e l i r r o j a , la tercera es p e l i r r o j a ; luego, o t r o , de m a n e r a c o n d i c i o n a l o sujeta a c o n s t r i c c i o n e s . En la p r á c t i c a , t a l
todas las h e r m a n a s de Jack s o n pelirrojas» p u e d e afirmarse s i m u l t á n e a - d i f e r e n c i a v i e n e establecida p o r las palabras «necesario» o «de m a n e r a
m e n t e q u e establece u n a g a r a n t í a , que es f o r m a l m e n t e v á l i d o y que es c o n c l u y e n t e » de un l a d o y « p r o b a b l e » , « p r o v i s i o n a l » o « c o n d i c i o n a l » de
analítico. S i n e m b a r g o , esas características v a r í a n en g r a n m e d i d a de o t r o , y es i n d e p e n d i e n t e de la d i v i s i ó n entre a r g u m e n t o s a n a l í t i c o s y
m a n e r a i n d e p e n d i e n t e entre sí. P u e d e h a b e r a r g u m e n t o s q u e establez- sustanciales. S i n e m b a r g o , los l ó g i c o s t e ó r i c o s h a n i n t e n t a d o a m e n u d o
can garantías y a r g u m e n t o s q u e h a g a n uso de ellas t a n t o en el c a m p o establecer a m b a s d i s t i n c i o n e s d e m a n e r a c o n j u n t a , i d e n t i f i c a n d o l o s ar-
analítico c o m o e n e l o t r o , e l c a m p o d e l a a r g u m e n t a c i ó n s u s t a n c i a l , d e g u m e n t o s analíticos c o n l o s necesarios o c a t e g ó r i c o s y los sustanciales
m a n e r a q u e resulta i m p o s i b l e sostener s e r i a m e n t e q u e a m b a s d i s t i n c i o - c o n los p r o b a b l e s o p r o v i s i o n a l e s . La c u e s t i ó n c r u c i a l es si p u e d e j u s t i -
nes s e establecen d e a c u e r d o c o n u n m i s m o c r i t e r i o . f i c a r s e esta c o n f l a c i ó n o s i , m á s b i e n , e n l a p r á c t i c a n o h a y p o s i b i H d a d d e
A s i m i s m o , se ha p e n s a d o a l g u n a vez q u e se p u e d e establecer u n a clasificar a l g u n o s a r g u m e n t o s a la vez c o m o sustanciales y c a t e g ó r i c o s o
clase e s p e c i a l m e n t e «lógica» de a r g u m e n t o s h a c i e n d o referencia al tipo c o m o analíticos y p r o v i s i o n a l e s .
de palabras que a p a r e c e n en ellos. En a l g u n o s a r g u m e n t o s , p o r e j e m p l o , Si se presta a t e n c i ó n a la m a n e r a en que se e m p l e a n estas c a t e g o r í a s
las palabras « t o d o » y « a l g ú n » d e s e m p e ñ a n u n a f u n c i ó n c r u c i a l , de tal en la p r á c t i c a de la a r g u m e n t a c i ó n , se d e s c u b r i r á que h a y n u m e r o s a s
m a n e r a q u e tales a r g u m e n t o s m e r e c e n u n a c o n s i d e r a c i ó n aparte. Pero s i ocasiones p a r a hacer uso d e l a d o b l e d i s t i n c i ó n s e ñ a l a d a a r r i b a . P o r
l o s separamos, se cae i n m e d i a t a m e n t e en la c u e n t a de q u e la d i v i s i ó n no e j e m p l o , u n a g r a n c a n t i d a d de las g a r a n t í a s c o n las q u e se a r g u m e n t a en

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

las ciencias explicativas n o s p e r m i t e n extraer c o n c l u s i o n e s fuera de toda estemos dispuestos a e m p r e n d e r esta c a m p a ñ a , c o n t o d o l o que ello i m -
a m b i g ü e d a d y de m a n e r a i n e q u í v o c a . L o s a r g u m e n t o s en los que figu- p l i c a , el a s t r ó n o m o t e n d r á d e r e c h o a pasar p o r alto nuestras objeciones,
r a n s o n , p o r c o n s i g u i e n t e , tanto sustanciales c o m o c o n c l u y e n t e s , d e m a - a f i r m a n d o que, p a r a sus p r o p ó s i t o s , l a teoría p r o p o r c i o n a u n a respues-
n e r a que los científicos q u e h a c e n uso de este t i p o de a r g u m e n t o s no ta s i n g u l a r y s i n g u l a r m e n t e d i g n a de crédito a sus preguntas. N o s dirá
d u d a n en r e m a t a r l o s c o n las palabras «...luego necesariamente C » . Se que u n a respuesta o b t e n i d a p o r estos m é t o d o s c i e r t a m e n t e debe ser l a
e n c u e n t r a n a r g u m e n t o s de este t i p o en las m a t e m á t i c a s aplicadas, c o m o respuesta, pues es ella a la que necesariamente n o s c o n d u c e un cálculo
c u a n d o , a l usar m é t o d o s d e ó p t i c a g e o m é t r i c a , l a l o n g i t u d d e l a s o m b r a llevado a cabo c o r r e c t a m e n t e , de a c u e r d o c o n p r o c e d i m i e n t o s b i e n esta-
que p r o y e c t a r á u n m u r o sobre e l suelo c u a n d o e l sol l e d a directamente blecidos.
se c a l c u l a a p a r t i r de la a l t u r a d e l m u r o y el á n g u l o de e l e v a c i ó n d e l sol, Estos a r g u m e n t o s sustanciales y s i n e m b a r g o c o n c l u y e n t e s no se h a -
de m o d o que si se le dice que el m u r o m i d e 1,80 m y el sol presenta un llan sólo en las ciencias técnicas o m á s elaboradas. C u a n d o S h e r l o c k
á n g u l o de 30 grados, u n físico dirá t r a n q u i l a m e n t e q u e l a s o m b r a debe- H o l m e s l e dice a W a t s o n « C o m o puedes ver, m i q u e r i d o W a t s o n , sólo
rá tener u n a l o n g i t u d de 3,15 m. puede haber sido Joseph H a r r i s o n q u i e n r o b ó el t r a t a d o naval» o « H e lle-
E n s u Ensayo filosófico sobre las probabilidades, L a p l a c e l l a m a l a aten- gado a l a c o n c l u s i ó n de q u e e l l a d r ó n debe ser a l g u i e n q u e v i v a e n l a
c i ó n e x p l í c i t a m e n t e sobre esta clase de a r g u m e n t o s sustanciales y sin casa», n o quiere d e c i r que p u e d e e l a b o r a r u n a r g u m e n t o analítico p a r a
e m b a r g o concluyentes: « E n la a p l i c a c i ó n d e l análisis m a t e m á f i c o a la fí- establecer su c o n c l u s i ó n ; m á s b i e n , lo que quiere d e c i r es que los datos
s i c a — a f i r m a — l o s resultados a d q u i e r e n la certeza de h e c h o s » ( C a p . III, d i s p o n i b l e s , de a c u e r d o c o n estándares que no s o n los analíticos y b a -
«Tercer p r i n c i p i o » ) , c o m p a r á n d o l o s c o n aquellos otros a r g u m e n t o s b a - s á n d o s e e n garantías que n o s o n t a m p o c o analíticas, a d m i t e n sólo esa
sados en estadísticas y cuyas c o n c l u s i o n e s no sobrepasan la p r o b a b i l i - conclusión.
d a d . R e s u l t a significativo que establezca esta d i s t i n c i ó n de la m a n e r a en En el p r ó x i m o c a p í t u l o v e r e m o s c u á n t o se aleja este p u n t o de vista
que l o hace. A l a p l i c a r l a m e c á n i c a d e N e w t o n a u n p r o b l e m a d e d i n á - del a d o p t a d o p o r m u c h o s l ó g i c o s formales, p a r a los que e s l u g a r c o m ú n
m i c a estelar, n o s r e c u e r d a que n o r m a l m e n t e se nos c o n d u c e , no a u n a que n i n g ú n a r g u m e n t o p u e d e ser s i m u l t á n e a m e n t e s u s t a n c i a l y c o n c l u -
b a t e r í a c o m p l e t a de p r e d i c c i o n e s posibles sobre cada u n a de las cuales yente. S e g ú n a f i r m a n , sólo las c o n c l u s i o n e s de los a r g u m e n t o s analíticos
existe u n g r a d o m a y o r o m e n o r d e expectativas d e que e v e n t u a l m e n t e p u e d e n ser clasificadas c o n p r o p i e d a d c o m o necesarias, m i e n t r a s que las
se c o n f i r m a n , s i n o a u n a s o l u c i ó n ú n i c a , l i b r e de t o d a a m b i g ü e d a d e ine- derivadas d e a r g u m e n t o s s u s t a n c i a l e s — p o r m u y s ó l i d a m e n t e f u n d a -
q u í v o c a . Si estamos dispuestos a a d m i t i r que la m e c á n i c a de N e w t o n está mentadas y b i e n establecidas que estén las garantías en las que se b a s a n
suficientemente b i e n establecida a p r o p ó s i t o d e l p r o b l e m a planteado, en- para llegar a e l l a s — p u e d e n ser, c o m o m á x i m o , n a d a m á s que altamente
tonces debe aceptarse que esa c o n c l u s i ó n se sigue necesariamente de los probables. ¿Por q u é s u s c r i b e n tal c o n c l u s i ó n ? B u e n o , e x p l i c a n , s i e m p r e
datos o r i g i n a l e s . se p u e d e n i m a g i n a r c i r c u n s t a n c i a s en las que u n o se vea o b h g a d o a re-

Se puede f o r m u l a r la cuestión de manera más contundente: dado el c o n s i d e r a r las garantías sustanciales. N o i m p o r t a l o b i e n f u n d a d a que

presente estado de la teoría, se p u e d e d e b a t i r la necesidad de la c o n c l u - parezca u n a teoría e n u n m o m e n t o d a d o , y a que s e p u e d e pensar que f u -

s i ó n sólo si se está dispuesto a p o n e r en d u d a la a d e c u a c i ó n o relevancia turas experiencias n o s o b l i g u e n a revisarla, y m i e n t r a s ése sea el caso

d e l a d i n á m i c a d e N e w t o n . E s t o significa n o s ó l o señalar que los a r g u - — c o m o seguirá s i é n d o l o a causa de su p r o p i a n a t u r a l e z a — , sería p r e -

m e n t o s r e l a c i o n a d o s c o n l a d i n á m i c a p l a n e t a r i a s o n sustanciales (de s u n t u o s o calificar de necesaria c u a l q u i e r c o n c l u s i ó n a l c a n z a d a de ese

m a n e r a que su v a l i d e z p u e d e ser puesta en d u d a sin contradicción), sino m o d o . Ú n i c a m e n t e se p o d r í a escapar de este d i l e m a si la i d e a de tener

t a m b i é n m o s t r a r q u e de hecho n o s o n d i g n o s de c o n f i a n z a ; esto es, s u - que r e c o n s i d e r a r l a g a r a n t í a p o r i n f e r e n c i a p l a n t e a r a u n a c o n t r a d i c c i ó n

p o n e atacar l a d i n á m i c a d e N e w t o n e n s u p r o p i o t e r r e n o . A m e n o s que categórica, l o que n o o c u r r e n u n c a excepto c u a n d o s e t r a t a d e u n a r g u -

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N
L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

m e n t o a n a l í t i c o , c u y a g a r a n t í a s e f u n d a m e n t e n o e n l a e x p e r i e n c i a sino
gísticos sean a n a l í t i c o s , n o p r o p o r c i o n a n s i n e m b a r g o e l e j e m p l o q u e s e
en una implicación.
requiere a l respecto. U s t e d a f i r m a q u e s o n a r g u m e n t o s p r o v i s i o n a l e s ,
Si a d m i t i m o s q u e en la p r á c t i c a existe u n a clase de a r g u m e n t o s a la
pero p a r a d a r esta i m p r e s i ó n t u v o q u e s u p r i m i r a l g u n o s d e los d a t o s
v e z analíticos y sustanciales, r e c o n o c e r e m o s t a m b i é n entonces q u e hay
esenciales. S i s e f o r m u l a r a e x p l í c i t a m e n t e t o d a l a i n f o r m a c i ó n n e c e s a r i a
u n a c a t e g o r í a d e a r g u m e n t o s analíticos cuyas c o n c l u s i o n e s s o n p r o v i -
p a r a q u e estos a r g u m e n t o s f u e r a n v á l i d o s , q u e d a r í a claro q u e r e a l m e n -
sionales o están sujetas a c o n s t r i c c i o n e s . U n a vez m á s , los cuasi-silogis-
te no son en absoluto provisionales, sino todo lo concluyentes que p u e -
m o s c o n s t i t u y e n u n b u e n e j e m p l o . C o m o s e desprende c l a r a m e n t e d e s u
de pedirse». ¿ Q u é t i p o de i n f o r m a c i ó n p u e d e haberse s u p r i m i d o ? Y si se
n o m b r e , estos a r g u m e n t o s n o s o n d e l t o d o c o n c l u y e n t e s : t o d o l o que
sacara a la l u z , ¿ e r r a d i c a r í a d e l t o d o el carácter p o c o o n a d a c o n c l u y e n t e
n o s p e r m i t e n i n f e r i r e s — p o n g a m o s — q u e Petersen n o es con casi total
de esos a r g u m e n t o s ? D e b e n considerarse dos ideas. P o d r í a decirse q u e
certeza, o probablemente, c a t ó l i c o . A l m i s m o t i e m p o , d e b e m o s aceptar
los a r g u m e n t o s cuasi-silogísticos s o n v á l i d o s s ó l o si se p u e d e a ñ a d i r el
q u e esos a r g u m e n t o s s o n analíticos p o r dos razones: d e u n l a d o , satisfa-
dato (a) «...y no s a b e m o s n a d a m á s relevante de Petersen». D a d o este d a t o
c e n el c r i t e r i o p r i m a r i o de ser analíticos q u e d e s c r i b í a m o s antes, esto es,
extra, e l a r g u m e n t o s e c o n v i e r t e e n a n a l í t i c o , i m p h c a n d o n e c e s a r i a m e n -
q u e e l respaldo d e l a g a r a n t í a e m p l e a d a i n c l u y e u n a referencia implícita
te que la p r o b a b i l i d a d de q u e Petersen sea c a t ó l i c o es p e q u e ñ a . T a m b i é n
al h e c h o q u e t r a t a m o s de i n f e r i r , i n c l u s o si no c o n o c e m o s en detalle y en
p u e d e a r g u m e n t a r s e q u e debe i n c l u i r s e el d a t o a d i c i o n a l (b) «...y P e t e r -
su t o t a l i d a d l o s datos q u e i n t e g r a n el r e s p a l d o ; y de o t r o , q u e a d e m á s la
sen es un sueco s e l e c c i o n a d o al azar»; v e a m o s a h o r a c ó m o al hacer este
vaUdez de tales a r g u m e n t o s debe ser evidente p o r sí m i s m a , tal c o m o
dato explícito, u n a r g u m e n t o cuasi-silogístico c o n s t i t u y e r e a l m e n t e u n
h a n s i d o e n u n c i a d o s éstos, o no ser evidente de n i n g ú n m o d o , de m a n e -
a r g u m e n t o c o n c l u y e n t e disfrazado.
r a q u e s i a l g u i e n s e p r e g u n t a sobre u n c u a s i - s ü o g i s m o «¿La c o n c l u s i ó n
A esta o b j e c i ó n no se le p u e d e hacer frente n e g á n d o l a s i n m á s , s i n o
d e r i v a r e a l m e n t e de los datos? ¿Es r e a l m e n t e u n a i n f e r e n c i a legítima?»,
que debe ser r e f o r m u l a d a d e u n a m a n e r a q u e p i e r d a s u fuerza. E v i d e n -
n o s q u e d a r e m o s t a n p e r p l e j o s c o m o s i h u b i e r a puesto e n tela d e j u i c i o
temente, debe c o n c e d e r s e q u e l o s c u a s i - s i l o g i s m o s están e l a b o r a d o s c o n
u n v e r d a d e r o s i l o g i s m o . S ó l o u n a cosa parece a p r i m e r a v i s t a pesar e n
p r o p i e d a d s ó l o si l o s datos i n i c i a l e s a p a r t i r de los cuales c o n s t r u i m o s el
c o n t r a de calificar de a n a l í t i c o s a l o s a r g u m e n t o s cuasi-silogísticos: el
a r g u m e n t o d e c l a r a n t o d o l o que s a b e m o s y t i e n e n r e l e v a n c i a p a r a l a
h e c h o de q u e , t o m a d o s de m a n e r a c o n j u n t a , los datos y el r e s p a l d o s o n ,
c u e s t i ó n sobre e l tapete. S i representan s ó l o u n a p a r c i ó n d e los d a t o s re-
d e a c u e r d o c o n los p a t r o n e s d e u s o l i n g ü í s t i c o , c o m p a t i b l e s c o n l a nega-
levantes c o n los q u e c o n t a m o s , h a b r á q u e a r g u m e n t a r d e m a n e r a h i p o -
c i ó n d e l a c o n c l u s i ó n , pues n o hay, c o m o v i m o s , u n a c o n t r a d i c c i ó n ab-
tética y no c a t e g ó r i c a : « D a d a ú n i c a m e n t e la i n f o r m a c i ó n de q u e Peter-
s o l u t a en s u p o n e r q u e s i e n d o Petersen sueco y apenas h a b i e n d o suecos
sen es sueco, h a b r e m o s de c o n c l u i r q u e las p o s i b i l i d a d e s de q u e sea
q u e sean católicos, Petersen, s i n e m b a r g o , l o sea. N o obstante, ¿ c u á n d o ,
c a t ó h c o s o n r e d u c i d a s . . . » . ¿Significa e l l o q u e l a a f i r m a c i ó n (a) era u n
entonces, se p u e d e esperar u n a c o n t r a d i c c i ó n a b s o l u t a en estos casos?
e l e m e n t o esencial entre nuestros datos y q u e no d e b e r í a m o s h a b e r l a
P r e c i s a m e n t e e l p a p e l d e l m a t i z a d o r « p r o b a b l e m e n t e » e s evitar c o m -
o m i t i d o ? E n v e r d a d , l a a f i r m a c i ó n n o e s tanto l a d e c l a r a c i ó n d e u n d a t o
p r o m e t e r s e t o t a l m e n t e c o n la a f i r m a c i ó n y ése es el efecto s o b r e e n t e n d i -
c o m o l a d e c l a r a c i ó n sobre la naturaleza d e n u e s t r o s datos, q u e aparece-
d o q u e tiene, tanto s i aparece e n u n a a f i r m a c i ó n aislada c o m o s i l o hace
ría n a t u r a l m e n t e , no c o m o parte de la respuesta a la p r e g u n t a « ¿ Q u é es
e n l a c o n c l u s i ó n d e u n a r g u m e n t o , y tanto s i s e trata d e u n a r g u m e n t o
l o q u e tienes q u e t e p e r m i t a c o n t i n u a r ? » , s i n o m á s b i e n c o m o u n c o -
s u s t a n c i a l c o m o a n a l í t i c o . P o r t a n t o , a q u í t e n e m o s u n caso prime facie
m e n t a r i o , q u e p o d r í a a ñ a d i r s e a posteriori, d e s p u é s de h a b e r d e c l a r a d o ,
de un a r g u m e n t o que es analítico s i n ser c o n c l u y e n t e .
d i g a m o s , e l h e c h o aislado sobre l a n a c i o n a l i d a d d e Petersen.
A estas alturas se p u e d e p l a n t e a r u n a o b j e c i ó n , p l a n t e a d a en l o s tér-
L a o b j e c i ó n d e q u e s e h a o m i t i d o l a i n f o r m a c i ó n ( b ) — d e que Peter-
m i n o s siguientes: « A u n q u e a d m i t a m o s q u e l o s a r g u m e n t o s c u a s i - s i l o -
sen e s u n sueco s e l e c c i o n a d o a l a z a r — p u e d e ser resuelta d e l a m i s m a

184
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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

m a n e r a . La i n f o r m a c i ó n de que se trataba de un sueco p e l i r r o j o , o m o - LOS P E L I G R O S DE LA S I M P L I C I D A D

r e n o de p i e l o q u e h a b l a finlandés, p u e d e ser cahficada de un «hecho


a d i c i o n a l » , que afectaría p o s i b l e m e n t e , de u n a m a n e r a u o t r a , las expec- Este c a p í t u l o se ha l i m i t a d o d e l i b e r a d a m e n t e a realizar un p r o s a i c o es-
tativas sobre sus creencias religiosas. Pero la i n f o r m a c i ó n de q u e se trata- t u d i o d e l diferente t i p o de críticas de las que nuestros m i c r o - a r g u m e n t o s
ba de un sueco s e l e c c i o n a d o al azar no es en a b s o l u t o de la m i s m a cate- h a n s i d o objeto y a e l a b o r a r un e s q u e m a de análisis lo s u f i c i e n t e m e n t e
g o r í a . N o e s u n h e c h o a d i c i o n a l que resulte relevante p a r a nuestras c o m p l e j o p a r a hacer j u s t i c i a a las diferencias m á s evidentes entre esas
expectativas; c o m o m u c h o e s u n c o m e n t a r i o d e s e g u n d o o r d e n acerca formas de crítica. G r a n parte de esta tarea, consistente en establecer d i s -
d e l a i n f o r m a c i ó n p r e v i a q u e p o s e í a m o s , q u e i n d i c a q u e , p o r l o q u e sa- tinciones, habría resultado árida si no se h u b i e r a realizado c o n la vista
b e m o s , p o d e m o s s u p o n e r sobre Petersen c u a l q u i e r cosa q u e s u g i e r a n las puesta e n u n aspecto e n e l q u e tales d i s t i n c i o n e s m o s t r a r á n tener u n a
generalidades establecidas sobre l o s suecos. U n a vez m á s , p o r tanto, e l i m p o r t a n c i a f i l o s ó f i c a n o t a b l e . P o r c o n s i g u i e n t e , e n este ú l t i m o a p a r t a -
d a t o ( b ) , c a l i f i c a d o c o m o a d i c i o n a l , resulta ser n o t a n t o u n d a t o c o m o d o , p o d e m o s n o s ó l o r e c a p i t u l a r e l t e r r e n o c u b i e r t o hasta a h o r a , s i n o
u n c o m e n t a r i o d e p a s a d a sobre l a a p l i c a b i l i d a d a ese d e t e r m i n a d o h o m - t a m b i é n adelantar l a u t i l i d a d q u e t e n d r á n estas d i s t i n c i o n e s , c o n las q u e
bre d e u n a g a r a n t í a basada s ó l o e n generalizaciones estadísticas. p o n d r e m o s p u n t o y final a estos farragosos p r e l i m i n a r e s .

La d i v i s i ó n de a r g u m e n t o s entre analíticos y sustanciales resulta, en T o m a m o s c o m o p u n t o d e p a r t i d a u n a p r e g u n t a sobre l a « f o r m a l ó -


c o n s e c u e n c i a , c o m p l e t a m e n t e d i s t i n t a d e l a establecida entre l o s que gica». La p r e g u n t a presentaba dos aspectos: el p r i m e r o se refería a la
s o n concluyentes (necesarios) y los q u e s o n p r o v i s i o n a l e s (probables). cuestión d e q u é r e l e v a n c i a p o d í a tener l a n i t i d e z g e o m é t r i c a , t a n b u s c a -
L o s a r g u m e n t o s anahticos p u e d e n ser concluyentes o p r o v i s i o n a l e s , y d a e n los anáfisis t r a d i c i o n a l e s d e l s i l o g i s m o , p a r a a l g u i e n q u e tratara d e
l o s concluyentes p u e d e n ser analíticos o sustanciales. Se i m p o n e de i n - diferenciar l o s a r g u m e n t o s v á l i d o s d e los q u e n o l o s o n ; o t r a c u e s t i ó n
m e d i a t o u n a p r e c a u c i ó n t e r m i n o l ó g i c a urgente: s e debe r e n u n c i a r a l h á - m á s era s i e l e s q u e m a t r a d i c i o n a l p a r a a n a h z a r m i c r o - a r g u m e n t o s
b i t o c o m ú n d e usar e l a d v e r b i o « n e c e s a r i a m e n t e » c o m o i n t e r c a m b i a b l e — « p r e m i s a m e n o r , p r e m i s a m a y o r , luego c o n c l u s i ó n » — e r a e n todos l o s
c o n « c o m o p u e d e d e d u c i r s e » c u a n d o este ú l t i m o s e e m p l e a c o n e l s i g n i - casos lo s u f i c i e n t e m e n t e c o m p l e j o p a r a reflejar todas las d i s t i n c i o n e s
f i c a d o d e « a n a l í t i c a m e n t e » . L a r a z ó n está e n q u e c u a n d o u n a r g u m e n t o que se i m p o n e n en la práctica real en la v a l o r a c i ó n de los a r g u m e n t o s .
s u s t a n c i a l c o n d u c e a u n a c o n c l u s i ó n i n e q u í v o c a , p o d e m o s usar l a fór- T r a t a m o s esta ú l t i m a c u e s t i ó n e n p r i m e r lugar, c o n u n o j o puesto e n e l
m u l a «D, luego necesariamente C» a pesar d e l h e c h o de q u e la relación e j e m p l o d e l á m b i t o legal. L o s filósofos que e s t u d i a n la l ó g i c a de los ar-
entre los datos, el respaldo y la c o n c l u s i ó n no sea analítica; y c u a n d o un g u m e n t o s legales se h a n visto o b l i g a d o s hace ya m u c h o a clasificar sus
argumento sustancial lleva a u n a conclusión provisional, no p o d e m o s p r o p o s i c i o n e s e n m á s d e tres categorías y , c o n l a p r á c t i c a d e l a a r g u m e n -
seguir d e c i e n d o , en s e n t i d o estricto, q u e la c o n c l u s i ó n se sigue «necesa- tación a la v i s t a , nos h a l l a m o s forzados a seguirles p o r ese m i s m o c a m i -
r i a m e n t e » , s i n o s ó l o q u e se sigue « a n a l í t i c a m e n t e » . Si caemos en la no. En la práctica de la argumentación se encuentran p o r lo menos m e -
t r a m p a de i d e n t i f i c a r « a n a l í t i c a m e n t e » y « n e c e s a r i a m e n t e » , acabare- d i a d o c e n a d e f u n c i o n e s q u e p u e d e n ser d e s e m p e ñ a d a s p o r diferentes
m o s p o r tener q u e c o n c l u i r u n a r g u m e n t o d e m a n e r a p a r a d ó j i c a c o m o tipos de p r o p o s i c i o n e s . U n a vez que se a d m i t e este h e c h o , se hace nece-
«...luego Petersen no es necesariamente p r o b a b l e m e n t e católico» o i n - sario d i s t i n g u i r no sólo entre premisas y c o n c l u s i o n e s , s i n o t a m b i é n e n -
c l u s o c o m o «...luego Petersen no es necesariamente necesariamente ca- tre a f i r m a c i o n e s , datos, garantías, m o d a l i z a d o r e s , c o n d i c i o n e s de refuta-
tólico». D e h e c h o , acaso sería m e j o r e r r a d i c a r p o r c o m p l e t o las palabras c i ó n o q u e h a c e n i m p o s i b l e l a realización d e l e n u n c i a d o , e n u n c i a d o s
« c o m o se d e d u c e de» y « n e c e s a r i a m e n t e » , r e e m p l a z á n d o l a s p o r «analí- sobre la a p l i c a b i l i d a d o la falta de a p l i c a b i l i d a d de las garantías y otras.
t i c a m e n t e » o b i e n p o r « i n e q u í v o c a m e n t e » , de a c u e r d o c o n las necesida- Estas d i s t i n c i o n e s n o resultarán especialmente novedosas p a r a l o s
des d e l e j e m p l o . que h a n e s t u d i a d o e x p l í c i t a m e n t e l a l ó g i c a d e los t i p o s especiales d e

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN LA F O R M A DE LOS A R G U M E N T O S

l o s a r g u m e n t o s p r á c t i c o s . El t ó p i c o de excepciones o de las c o n d i c i o n e s p a r a s u v a l i d e z . L a s razones se c o m p r e n d e n c u a n d o se c o n s i d e r a e l res-


de rechazo, p o r ejemplo, que d e n o m i n a m o s (E) en nuestro esquema de paldo de la g a r a n t í a a l u d i d a .
análisis, h a s i d o t r a t a d o p o r e l profesor H . L . A . H a r t bajo e l título d e «re- E l e s q u e m a t r a d i c i o n a l d e análisis, s e g ú n h e a p u n t a d o , p r e s e n t a d o s
c u r r i b i l i d a d » , m o s t r a n d o s u r e l e v a n c i a n o s ó l o p a r a e l e s t u d i o legal d e serios defectos. P u e d e l l e v a r n o s , c o m o le ha s u c e d i d o a sir D a v i d R o s s , a
los c o n t r a t o s , s i n o t a m b i é n p a r a las teorías filosóficas sobre el l i b r e albe- prestar u n a a t e n c i ó n i n s u f i c i e n t e a las diferencias entre l o s diversos m o -
d r í o y la r e s p o n s a b i l i d a d . ( P r o b a b l e m e n t e no es casual q u e a l c a n z a r a es- dos de crítica a q u e están sujetos los a r g u m e n t o s ; a las diferencias, p o r
tos resultados m i e n t r a s trabajaba en la f r o n t e r a entre la j u r i s p r u d e n c i a y e j e m p l o , entre garantías ( G ) y m o t i v o s de refutación ( E ) . Las p r e m i s a s
la filosofía.) Se p u e d e n o b s e r v a r i n d i c i o s de esta d i s t i n c i ó n en los escri- p a r t i c u l a r e s p o r l o c o m ú n expresan nuestros datos, m i e n t r a s las p r e m i -
tos de a l g u n o s de los q u e h a n p e r m a n e c i d o ligados a las t r a d i c i o n e s de
sas universales p u e d e n expresar t a n t o g a r a n t í a s c o m o e l respaldo p a r a
l a l ó g i c a f o r m a l . S i r D a v i d Ross, p o r e j e m p l o , s e h a o c u p a d o d e este m i s -
las g a r a n t í a s , de m o d o que c u a n d o se f o r m u l a n de a c u e r d o c o n el es-
m o m o t i v o d e l a refutación, especialmente e n e l c a m p o d e l a ética. A d -
q u e m a « T o d o A es B» resulta a m e n u d o c o n f u s o q u é f u n c i ó n d e b e m o s
m i t e que en la p r á c t i c a n o s v e m o s o b l i g a d o s a hacer excepciones c o n t o -
entender q u e están d e s e m p e ñ a n d o . Las consecuencias de esta d i f i c u l t a d
das las n o r m a s m o r a l e s , a u n q u e s ó l o sea p o r q u e c u a l q u i e r p e r s o n a que
p u e d e n ser graves, c o m o v e r e m o s p o s t e r i o r m e n t e , e n p a r t i c u l a r c u a n d o
acepte a l a vez m á s d e u n a n o r m a p u e d e hallarse e n a l g u n a o c a s i ó n ante
se da pie a la a p a r i c i ó n d e l o t r o defecto d e l e s q u e m a t r a d i c i o n a l : el q u e
d o s n o r m a s q u e a p u n t a n e n d i r e c c i o n e s divergentes, p e r o d a d a s u adhe-
resulta de e m p a ñ a r las diferencias entre l o s diversos c a m p o s de la a r g u -
sión a los esquemas t r a d i c i o n a l e s p a r a el análisis de l o s a r g u m e n t o s ,
m e n t a c i ó n , así c o m o entre los t i p o s de g a r a n t í a y de respaldo a p r o p i a -
Ross no d i s p o n e de la c a t e g o r í a de los a r g u m e n t o s p r e s u n t o s o de los
d o s p a r a l o s diversos c a m p o s .
e l e m e n t o s de r e f u t a c i ó n (E) c o n q u e dar c u e n t a de esa n e c e s i d a d . Sos-
H e m o s estudiado u n a distinción central c o n cierta extensión, la
laya e l p r o b l e m a a l c o n t i n u a r i n t e r p r e t a n d o las n o r m a s m o r a l e s p a r a l a
existente entre el c a m p o de l o s a r g u m e n t o s analíticos, q u e en la p r á c t i c a
a c c i ó n c o m o p r e m i s a s p r i n c i p a l e s , a u n q u e c r i t i c a e l m o d o e n q u e s e for-
s o n raros, y los restantes c a m p o s d e l a a r g u m e n t a c i ó n , q u e p u e d e n a g r u -
m u l a n n o r m a l m e n t e . S i v a m o s a ser l ó g i c o s , a f i r m a , todas nuestras n o r -
parse c o n j u n t a m e n t e b a j o l a c a t e g o r í a d e a r g u m e n t o s sustanciales. T a l
mas m o r a l e s d e b e r í a n i n c l u i r l o s términos prima facie; e n s u a us e n c i a , se
c o m o los l ó g i c o s p r o n t o d e s c u b r i e r o n , e l c a m p o d e l a a r g u m e n t a c i ó n
p u e d e c o m p r o b a r q u e n o h a y l a p o s i b i l i d a d estricta d e a d m i t i r excep-
analítica es p a r t i c u l a r m e n t e s i m p l e . C i e r t a s c o m p l e j i d a d e s que i n e v i t a -
ciones.
b l e m e n t e afectan a los a r g u m e n t o s sustanciales n o p r o d u c e n n i n g ú n
D e a c u e r d o c o n e l l o , e n c o n t r a m o s p o r n u e s t r a parte m á s n a t u r a l p r o b l e m a e n e l caso d e los analíticos, pues c u a n d o l a g a r a n t í a d e u n ar-
bus car paralelos entre la l ó g i c a y la j u r i s p r u d e n c i a q u e entre la l ó g i c a y g u m e n t o analítico p u e d e expresarse de a c u e r d o c o n la f ó r m u l a « T o d o A
l a g e o m e t r í a , pues u n a r g u m e n t o c l a r a m e n t e a n a l i z a d o e s t a n t o a q u e l e n es B » , el a r g u m e n t o entero p u e d e presentarse d e n t r o d e l e s q u e m a t r a d i -
que las f o r m a l i d a d e s d e l a e v a l u a c i ó n r a c i o n a l p a r e z c a n presentadas c o n c i o n a l s i n p e l i g r o a l g u n o , y a que p o r u n a vez l a d i s t i n c i ó n entre l o s d a -
c l a r i d a d y q u e esté expresado «en l a f o r m a a p r o p i a d a » c o m o a q u e l o t r o tos y el r e s p a l d o de la g a r a n t í a deja de ser i m p o r t a n t e . Esta s e n c i l l e z re-
presentado c o n f o r m e a u n a n í t i d a c o n f i g u r a c i ó n g e o m é t r i c a . A d m i t i - sulta m u y atractiva, p o r l o q u e l a teoría d e l a a r g u m e n t a c i ó n analítica a
m o s q u e existe u n g r u p o e n o r m e d e a r g u m e n t o s v á l i d o s q u e p u e d e n ser p a r t i r de premisas p r i n c i p a l e s universales fue a d o p t a d a y d e s a r r o l l a d a
f o r m u l a d o s d e a c u e r d o c o n e l e s q u e m a , p r e c i s o , d e «datos; g a r a n t í a , l u e - c o n e n t u s i a s m o p o r los l ó g i c o s d u r a n t e n u m e r o s a s generaciones.
go conclusión», en donde la garantía funciona justamente c o m o puente S i n e m b a r g o , l a s i m p l i c i d a d tiene sus p e l i g r o s . U n a cosa e s elegir
neceserio p a r a r e a l i z a r la t r a n s i c i ó n de los datos a la c o n c l u s i ó n ; p e r o ca- c o m o p r i m e r objeto d e e s t u d i o t e ó r i c o e l t i p o d e a r g u m e n t o s u s c e p t i -
l i f i c a r a t a l a r g u m e n t o de f o r m a l m e n t e v á l i d o es d e c i r s ó l o algo sobre el b l e de análisis en los t é r m i n o s m á s s e n c i l l o s , y o t r a m u y diferente tratar
m o d o e n q u e h a s i d o f o r m u l a d o , s i n q u e a p o r t e n a d a s o b r e las razones este t i p o c o m o p a r a d i g m a y p r e t e n d e r q u e l o s a r g u m e n t o s p r o c e d e n t e s

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L A F O R M A D E LOS A R G U M E N T O S

de Otros c a m p o s se c o n f o r m e n a sus e s t á n d a r e s s i n m á s , s i n e l a b o r a r a q u e los a r g u m e n t o s de este selecto t i p o s o n analíticos, el p r o c e d i m i e n t o

p a r t i r d e u n e s t u d i o d e las f o r m a s m á s sencillas u n c o n j u n t o d e catego- p a r a verificar el respaldo s u p o n e s i e m p r e ipso facto verificar l a c o n c l u -

rías destinadas a ser aplicadas a t o d o t i p o de a r g u m e n t o s . En c u a l q u i e r s i ó n ; a u n q u e puesto que s o n , e n c u a r t o lugar, t a m b i é n i n e q u í v o c o s , r e -

caso, s e debe c o m e n z a r p o r averiguar c o n t o d o c u i d a d o hasta q u é p u n - sulta i m p o s i b l e aceptar los datos y el respaldo y rechazar, en c a m b i o , la

to la s i m p H c i d a d a r t i f i c i a l d e l m o d e l o e s c o g i d o resulta ser en esas cate- c o n c l u s i ó n s i n c o n t r a d e c i r s e . L o s l ó g i c o s h a n i n t e r p r e t a d o las especiales

g o r í a s lógicas t a m b i é n a r t i f i c i a l m e n t e s i m p l e . E l t i p o d e riesgo q u e s e características de esa clase de a r g u m e n t o s , escogida p r i m e r a m e n t e p o r


c o r r e si se a c t ú a de o t r a m a n e r a saha a la v i s t a de i n m e d i a t o . P u e d e s u - ellos, c o m o s i g n o d e q u e posee cualidades singulares, m i e n t r a s que t i e -
ceder q u e las d i s t i n c i o n e s q u e p u e d e n agruparse bajo u n c r i t e r i o c o m ú n n e n l a i m p r e s i ó n d e q u e otros t i p o s d e a r g u m e n t o s p r e s e n t a n d e f i c i e n -
en el caso de los a r g u m e n t o s m á s sencillos t e n g a n q u e ser manejadas cias en el s e n t i d o de q u e no m u e s t r a n todas esas cuahdades típicas de la
p o r separado e n e l caso general. S i l o o l v i d a m o s — d e m o d o que esas c a - clase p a r a d i g m á t i c a ; y , c o m o c o n s e c u e n c i a , todas las d i s f i n c i o n e s que e n
tegorías lógicas recién descubiertas c o n d u c e n a r e s u h a d o s p a r a d ó j i c o s este p r i m e r caso separan categorías idénticas h a n sido identificadas y
c u a n d o se a p l i c a n a a r g u m e n t o s c o m p l e j o s — , n o s s e n t i r e m o s tentados tratadas c o m o u n a ú n i c a d i s t i n c i ó n . L a d i v i s i ó n d e los a r g u m e n t o s e n -
a achacar esos defectos a los a r g u m e n t o s en l u g a r de a nuestras catego- tre analíticos y sustanciales, entre aquellos q u e h a c e n u s o de garantías y
rías. Y p o d e m o s t e r m i n a r p e n s a n d o que, p o r a l g u n a l a m e n t a b l e r a z ó n los q u e las establecen, entre concluyentes y p r o v i s i o n a l e s y entre los q u e
q u e yace e s c o n d i d a en el f o n d o de la n a t u r a l e z a de las cosas, s ó l o los ar- s o n f o r m a l m e n t e válidos y los que n o l o s o n , h a n sido agrupadas c o n p r o -
gumentos que hemos manejado originalmente y que son s i n g u l a r m e n - p ó s i t o s t e ó r i c o s s e g ú n u n a ú n i c a d i s t i n c i ó n , m i e n t r a s q u e l a pareja d e
te sencillos l o g r a n a l c a n z a r el i d e a l de la v a l i d e z . términos «deductivo» e «inductivo», que en la p r á c t i c a — c o m o v i m o s —

L l e g a d o s a este p u n t o , semejantes p e l i g r o s s ó l o p u e d e n ser a p u n - se usa p a r a d i s t i n g u i r s ó l o la s e g u n d a de las c u a t r o d i s t i n c i o n e s , se v i n -

tados e n t é r m i n o s generales. E n los d o s ú l t i m o s c a p í t u l o s d e este l i b r o , c u l a a las c u a t r o .


m e d e d i c a r é a m o s t r a r c o n m a y o r detalle c ó m o h a n afectado a los r e s u l - Esta vasta y excesiva s i m p l i f i c a c i ó n i n i c i a l ha m a r c a d o el c o m i e n z o
tados o b t e n i d o s , p r i m e r o p o r parte de los lógicos formales, y luego p o r t r a d i c i o n a l d e g r a n parte d e l a l ó g i c a teórica. M u c h o s d e los p r o b l e m a s
los f i l ó s o f o s q u e t r a b a j a n e n e l c a m p o d e l a e p i s t e m o l o g í a . E l d e s a r r o l l o habituales en la tradición lógica tienen su origen en la adopción del p a -
d e l a teoría l ó g i c a , s e g ú n a r g u m e n t a r é , c o m e n z ó h i s t ó r i c a m e n t e c o n e l r a d i g m a analítico c o m o e s t á n d a r d e c o m p a r a c i ó n u t i l i z a d o p a r a s o m e -
e s t u d i o de u n a clase bastante especial de a r g u m e n t o s : esto es, la de los ar- ter a crítica a los restantes a r g u m e n t o s . Pero el carácter analítico es u n a
g u m e n t o s i n e q u í v o c o s , analíticos y f o r m a l m e n t e v á l i d o s c o n u n e n u n - cosa, y o t r a , la v a l i d e z f o r m a l ; y n i n g u n o de ellos es un c r i t e r i o u n i v e r s a l
c i a d o u n i v e r s a l c o m o « p r e m i s a m a y o r » . L o s a r g u m e n t o s d e esta clase p a r a m e d i r l a n e c e s i d a d d e los a r g u m e n t o s y m u c h o m e n o s s u v a l i d e z .
s o n excepcionales d e c u a t r o m o d o s diversos, l o q u e e n c o n j u n t o los c o n - L o s a r g u m e n t o s analíticos c o n s t i t u y e n u n caso especial, p o r l o q u e s ó l o
v i e r t e e n u n m a l e j e m p l o p a r a u n e s t u d i o general. P a r a e m p e z a r , e l uso n o s m e t e r e m o s e n p r o b l e m a s , tanto e n l ó g i c a c o m o e n e p i s t e m o l o g í a , s i
de la f ó r m u l a « T o d o A es B» en la p r e m i s a m a y o r o c u l t a la d i s t i n c i ó n los t r a t a m o s de o t r o m o d o . E s o , en c u a l q u i e r caso, es lo q u e i n t e n t a r é
entre la g a r a n t í a p o r i n f e r e n c i a y el e n u n c i a d o q u e c o n t i e n e el r e s p a l d o . p r o b a r en los d o s c a p í t u l o s restantes.
E n s e g u n d o lugar, s ó l o e n esta clase d e a r g u m e n t o s o c u r r e q u e l a d i s t i n -
c i ó n entre los datos y la g a r a n t í a q u e sirve de respaldo deja de tener i m -
p o r t a n c i a . ( L o s d o s p r i m e r o s factores d e entre l o s s e ñ a l a d o s p u e d e n
l l e v a r a pasar p o r alto las diferencias f u n c i o n a l e s entre l o s datos, las ga-
rantías y el r e s p a l d o de las g a r a n t í a s , de m a n e r a q u e estos elementos se
i g u a l a n , e t i q u e t á n d o l o s a t o d o s c o m o « p r e m i s a s » . ) E n tercer lugar, d a d o

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4

LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

H a s t a a h o r a h e p r o c u r a d o evitar t o d a d i s c u s i ó n explícita sobre l a t e o r í a


lógica. C u a n d o h e entrevisto u n p e l i g r o d e c o l i s i ó n c o n l o s lógicos f o r -
males, h e o p t a d o p o r d e s v i a r m e y a b a n d o n a r m o m e n t á n e a m e n t e e l
c o n c e p t o en l i t i g i o (fuera el de « n e c e s i d a d l ó g i c a » o c u a l q u i e r o t r o , a n o -
t a n d o que lo r e c o n s i d e r a r í a m á s tarde. L l e g a d o s a este p u n t o , la l i s t a de
elementos q u e d e b e n reconsiderarse h a a l c a n z a d o c i e r t a l o n g i t u d y , ade-
m á s , ya h e m o s v i s t o suficientes signos de d i v e r g e n c i a entre las c a t e g o r í a s
d e l a crítica p r á c t i c a d e l a a r g u m e n t a c i ó n y las d e l a l ó g i c a f o r m a l . H a
llegado e l m o m e n t o e n q u e n o p o d e m o s y a evitar l a c o n f r o n t a c i ó n ; a l
c o n t r a r i o , d e b e m o s asegurarnos de q u e la e n c a r a m o s de frente y b i e n
pertrechados.

E n l a p r i m e r a parte d e este c a p í t u l o p r o c e d e r é a l a m a n e r a d e l o s
científicos. E m p e z a r é e n u n c i a n d o mi hipótesis: a saber, q u e las catego-
rías de la lógica f o r m a l se c o n s t r u y e r o n a p a r t i r de un e s t u d i o d e l s i l o g i s -
mo analítico, q u e éste es un t i p o de a r g u m e n t o no representativo y e n -
g a ñ o s a m e n t e fácil y q u e m u c h o s de los lugares c o m u n e s p a r a d ó j i c o s de
la lógica formal y de la epistemología p r o v i e n e n de u n a aplicación e r r ó -
nea de d i c h a s categorías a a r g u m e n t o s de otras clases. D e s p u é s e x p l o r a -
ré las consecuencias q u e r e s u l t a n de c o n s i d e r a r los s i l o g i s m o s a n a l í t i c o s
c o m o u n p a r a d i g m a , y sobre t o d o las p a r a d o j a s q u e s e g e n e r a n a l t r a -
tar c o m o idénticas las distintas m a n e r a s d e d i v i d i r los a r g u m e n t o s , q u e
no s o n r e a l m e n t e equivalentes excepto en el caso de los s i l o g i s m o s a n a -
líticos. Las categorías q u e h a b r e m o s de e l a b o r a r si p r o c e d e m o s de esa
m a n e r a y las c o n c l u s i o n e s a las q u e l l e g a r e m o s si a p l i c a m o s dichas cate-
g o r í a s a l análisis d e l a a r g u m e n t a c i ó n e n general c o n s t i t u i r á n n u e s t r o
siguiente foco de interés: los p r i m e r o s d i v i d e n d o s de n u e s t r a i n d a g a c i ó n
llegarán c u a n d o n o s a s o m e m o s a las obras de a l g u n o s lógicos y filósofos
c o n t e m p o r á n e o s y e n c o n t r e m o s allí p r e c i s a m e n t e aquellas c a t e g o r í a s y

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

aquellas c o n c l u s i o n e s q u e , s e g ú n m i presente h i p ó t e s i s , c a b r í a esperar. U N A H I P Ó T E S I S Y SUS C O N S E C U E N C I A S


L a p r i m e r a parte d e este e s t u d i o t e r m i n a r á , pues, c o n l a «verificación»
d e l a hipótesis, c u a n d o c o m p r o b e m o s e n q u é g r a n m e d i d a s e h a n acep- Precisaré, p a r a empezar, e l f e n ó m e n o q u e i n t e n t a m o s explicar. L o m e -
tado s i n d i s c u s i ó n dichas categorías y c o n c l u s i o n e s . j o r e s expresarlo, e n t é r m i n o s generales, c o m o u n a d i v e r g e n c i a siste-
L a s e g u n d a parte d e l presente c a p í t u l o t e n d r á u n carácter j u r í d i c o m á t i c a entre d o s g r u p o s de categorías: las que e n c o n t r a m o s e m p l e a d a s
m á s que científico. S u p o n i e n d o que m i hipótesis haya q u e d a d o estable- en el f u n c i o n a m i e n t o práctico de la a r g u m e n t a c i ó n y las que se h a l l a n en
c i d a , a r g u m e n t a r é que los l ó g i c o s formales h a n c o n c e b i d o sus catego- sus c o r r e s p o n d i e n t e s análisis, e x p l i c a d o s en los l i b r o s de lógica f o r m a l .
rías de m a n e r a e r r ó n e a y q u e no h a n Uegado a f o r m u l a r sus c o n c l u s i o n e s M i e n t r a s que los c r i t e r i o s p a r a juzgar la s o l i d e z , v a l i d e z , c o n v i c c i ó n o
s i n o a t r a v é s de u n a serie de e q u i v o c a c i o n e s y m a l e n t e n d i d o s . E l l o s fuerza d e los a r g u m e n t o s s o n e n l a p r á c t i c a d e p e n d i e n t e s d e l c a m p o , l o s
i n t e n t a n justificar sus paradojas c o m o f r u t o d e u n p e n s a m i e n t o y u n teóricos l ó g i c o s r e s t r i n g e n d i c h a s n o c i o n e s e i n t e n t a n definirlas en t é r -
d i s c u r s o que p o r u n a vez s o n a b s o l u t a m e n t e estrictos, m i e n t r a s que e l m i n o s d e i n v a r i a c i ó n c o n respecto a l c a m p o ; d o n d e l a p o s i b i l i d a d , l a
e x a m e n de las c o n c l u s i o n e s que p r e s e n t a n revela q u e , de h e c h o , éstas re- n e c e s i d a d y c o n c e p t o s s i m i l a r e s se t r a t a n en la p r á c t i c a c o m o d e p e n -
s u l t a n n o t a n t o estrictas c o m o irrelevantes. E n tanto que los lógicos for- dientes d e l c a m p o , los l ó g i c o s r e a c c i o n a n de la m i s m a m a n e r a , o a lo
males p r e t e n d e n d e c i r algo que sea p e r t i n e n t e sobre los a r g u m e n t o s de s u m o a d m i t e n c o n r e n u e n c i a que p u e d e n e x i s t i r o t r o s s e n t i d o s m á s
tipos diferentes al analítico, no cabe s i n o un j u i c i o negativo sobre su labor: laxos de t é r m i n o s c o m o «necesidad» que se u s a n al h a b l a r de la c a u s a -
p a r a el e s t u d i o de otros t i p o s de a r g u m e n t o s se necesitan nuevas cate- l i d a d , l a m o r a l i d a d , etc.; y m i e n t r a s c u a l q u i e r a r g u m e n t o que usa u n a
gorías, y las d i s t i n c i o n e s al u s o — s o b r e t o d o el e m b r o l l o c o m ú n m e n t e g a r a n t í a p u e d e considerarse e n l a p r á c t i c a c o m o u n a d e d u c c i ó n , los l ó -
s e ñ a l a d o m e d i a n t e los t é r m i n o s « d e d u c t i v o » e « i n d u c t i v o » — d e b e de- gicos m u e s t r a n sus e s c r ú p u l o s u n a vez m á s y no p e r m i t e n que el t é r -
jarse de l a d o . m i n o se a p l i q u e s i n o a los a r g u m e n t o s analíticos. Éstos s o n sólo a l g u n o s

La tercera sección d e l c a p í t u l o intentará ser a la vez m á s histórica y ejemplos de la t e n d e n c i a general a la s e p a r a c i ó n entre la práctica crítica

m á s explicativa. Las categorías d e l a l ó g i c a f o r m a l , exageradamente s i m - y l a teoría l ó g i c a , s e p a r a c i ó n que a h o r a d e b e m o s explicar. C u a l q u i e r h i -

plificadas, atraen el interés no sólo p o r su s i m p l i c i d a d , s i n o p o r q u e se pótesis f o r m u l a d a a d i c h o efecto t e n d r á que ser verificada n o sólo i n -

a c o p l a n b i e n c o n otros p r e j u i c i o s que h a n ejercido u n a n o t a b l e i n f l u e n - firiendo de ella la existencia de una d i v e r g e n c i a de este t i p o general, s i n o

cia. Desde los t i e m p o s de Aristóteles los lógicos h a n e n c o n t r a d o atracti- p r e g u n t a n d o p r e c i s a m e n t e q u é forma de d i v e r g e n c i a cabe esperar: u n a

v o e l m o d e l o m a t e m á t i c o ; e n c a m b i o , u n a lógica m o d e l a d a sobre l a j u - hipótesis satisfactoria debe c o n d u c i r a la p r e v i s i ó n de la f o r m a exacta

r i s p r u d e n c i a y no sobre la g e o m e t r í a no p o d r í a aspirar a m a n t e n e r t o d a que a d o p t a r e a l m e n t e l a d i v e r g e n c i a .

l a elegancia m a t e m á t i c a d e s u i d e a l . D e s g r a c i a d a m e n t e , u n a lógica i d e a - S u p o n g o , pues, que l o que h a o c u r r i d o e s l o siguiente: h a b i e n d o e m -


l i z a d a , c o m o l a que p r o v i e n e d e u n m o d e l o m a t e m á t i c o , n o p u e d e m a n - p e z a d o , c o m o A r i s t ó t e l e s , p o r estudiar los a r g u m e n t o s silogísticos, y los
tener u n c o n t a c t o real c o n s u aplicación práctica. L a d e m o s t r a c i ó n r a c i o - s i l o g i s m o s analíticos e n p a r t i c u l a r , los l ó g i c o s h a n e l a b o r a d o e l c o n j u n -
n a l no es m a t e r i a adecuada p a r a u n a c i e n c i a i n t e m p o r a l y a x i o m á t i c a , y to de categorías m á s s i m p l e y m á s c o m p a c t o que p u d i e r a servirles r a z o -
si eso es lo que p r e t e n d e m o s de la lógica, c o r r e m o s el peligro de desem- n a b l e m e n t e p a r a c r i t i c a r los a r g u m e n t o s de este p r i m e r t i p o . Esto los ha
b o c a r en u n a teoría c u y a c o n e x i ó n c o n la crítica de la a r g u m e n t a c i ó n es llevado a d e s c u i d a r las diferencias entre las c u a t r o o c i n c o d i s t i n c i o n e s
t a n leve c o m o la que existe entre la teoría m e d i e v a l de las fracciones r a - esenciales, que se r e d u c e n a u n a m i s m a cosa s ó l o en el caso d e l s i l o g i s -
cionales y la «música» de d o n d e t o m a su n o m b r e . m o analítico: las d i s t i n c i o n e s presentadas e n e l c a p í t u l o anterior. R e s u -
m i é n d o l a s b r e v e m e n t e , s o n éstas:

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y LOGICA IDEALIZADA

1. La d i s t i n c i ó n entre a r g u m e n t o s necesarios y a r g u m e n t o s probables, que, h a b i e n d o s i d o ése el p u n t o de p a r t i d a de su análisis, los l ó g i c o s se


es decir, entre a r g u m e n t o s en los q u e la g a r a n t í a nos p e r m i t e avanzar d e j a r o n i m p r e s i o n a r excesivamente p o r l a p e c u l i a r n a t u r a l e z a d e l s i l o -
i n e q u í v o c a m e n t e hasta l a c o n c l u s i ó n ( a l o s q u e , p o r t a n t o , s e p u e d e a l u - g i s m o analítico: n o s ó l o e s analítico, s i n o t a m b i é n f o r m a l m e n t e v á l i d o ,
d i r c o n e l m a t i z a d o r m o d a l « n e c e s a r i a m e n t e » ) y a r g u m e n t o s e n los que e m p l e a u n a g a r a n t í a , es i n e q u í v o c o en sus c o n s e c u e n c i a s y se e x p r e s a
l a g a r a n t í a nos p e r m i t e sacar c o n c l u s i o n e s s ó l o p r o v i s i o n a l e s (el m o d a - c o n e l lenguaje d e las «palabras l ó g i c a s » . E n c o m p a r a c i ó n , otras clases d e
l i z a d o r sería « p r o b a b l e m e n t e » ) , sujetas a p o s i b l e s excepciones ( « p r e s u - a r g u m e n t o s t e n í a n u n aspecto m e n o s m a n e j a b l e , pues e r a n m e n o s f i d e -
m i b l e m e n t e » ) o c o n d i c i o n a l e s («en el caso de q u e . . . » ) . d i g n o s y m á s p r o v i s i o n a l e s , c o n l l e v a b a n saltos sustanciales, caían f u e r a
2. La d i s t i n c i ó n entre a r g u m e n t o s q u e s o n f o r m a l m e n t e v á l i d o s y d e c u a l q u i e r n o r m a f o r m a l d e v a l i d e z , s e expresaban c o n u n l e n g u a j e d e
aquellos q u e no p u e d e n aspirar a ser f o r m a l m e n t e v á l i d o s : es f o r m a l - palabras vagas y no lógicas y, en a l g u n o s casos, a p e l a b a n a g a r a n t í a s no
m e n t e v á l i d o c u a l q u i e r a r g u m e n t o q u e s e p r o p o n e d e tal m a n e r a q u e s u establecidas o i n c l u s o i r r e c o n o c i b l e s . P o r c o n s i g u i e n t e , bajo la p r e s i ó n
c o n c l u s i ó n p u e d e obtenerse r e o r g a n i z a n d o a d e c u a d a m e n t e los t é r m i - d e a l g u n o s m o t i v o s sobre los q u e t e n d r e m o s q u e especular m á s t a r d e ,
nos en los datos y en la g a r a n t í a . ( U n o de los atractivos de la l ó g i c a for- los l ó g i c o s f u n d i e r o n nuestras c i n c o d i s t i n c i o n e s e n u n a sola, c o n v i r -
m a l h a s i d o s i e m p r e l a p o s i b i l i d a d d e hacer d e p e n d e r s u análisis d e l a t i é n d o l a e n l a c o n d i c i ó n a b s o l u t a y esencial p a r a q u e u n a r g u m e n t o p u -
v a l i d e z e x c l u s i v a m e n t e de cuestiones de f o r m a , en este sentido.) d i e r a salvarse desde el p u n t o de v i s t a de la l ó g i c a . A p a r t i r de ese m o -

3. L a d i s t i n c i ó n entre aquellos a r g u m e n t o s , los s i l o g i s m o s o r d i n a - m e n t o , s ó l o c o n c e d e r í a n v a l i d e z a a q u e l a r g u m e n t o q u e pasara las c i n c o

rios i n c l u s i v e , en los q u e se confía en u n a g a r a n t í a , c u y a a d e c u a c i ó n y p r u e b a s , y de ahí que el s i l o g i s m o analítico se c o n v i r t i e r a en el p a r a d i g -

a p l i c a b i l i d a d h a n s i d o establecidas p r e v i a m e n t e , y aquellos o t r o s a r g u - m a sobre e l c u a l d e b e r í a n c o n f o r m a r s e t o d o s los a r g u m e n t o s que s e p r e -

m e n t o s q u e se p r o p o n e n p a r a establecer la a d e c u a c i ó n de la garantía. ciaran.

4. L a d i s t i n c i ó n entre los a r g u m e n t o s expresados e n t é r m i n o s d e E s t a d i s t i n c i ó n , que era general y p r o d u c t o de u n a a m a l g a m a , t e n í a


«conectores l ó g i c o s » o de c u a n t i f i c a d o r e s y aquellos q u e no se expresan que señalarse c o n u n a pareja de palabras, y de hecho se h a n usado d i -
en d i c h a f o r m a . E n t r e las palabras lógicas y aceptables se e n c u e n t r a n ferentes pares en un m o m e n t o u o t r o : « d e d u c t i v o » , « c o n c l u y e m e » y
« t o d o s » , « a l g u n o s » , «o» y unas cuantas m á s : éstas se p o n e n en un r e d i l « d e m o s t r a t i v o » p a r a m a r c a r e l t i p o d e a r g u m e n t o s favorecido; « i n d u c -
aparte de las no l ó g i c a s , entre las q u e están la m a y o r í a de los n o m b r e s , tivo», « n o c o n c l u y e n t e » y « n o d e m o s t r a t i v o » p a r a el resto. ¿ Q u é t é r m i -
adjetivos, etc., y los conectores y m o d a h z a d o r e s levantiscos, tales c o m o nos u s a r e m o s nosotros? L o m e j o r sería elegir u n n e o l o g i s m o que n o n o s
«la m a y o r í a » , « p o c o s » , « p e r o » . C o m o l a v a l i d e z d e los s i l o g i s m o s está es- c o m p r o m e t i e r a , p e r o l a s o l u c i ó n p o d r í a resultar p o c o estética, así q u e
t r e c h a m e n t e l i g a d a a la d i s t r i b u c i ó n a d e c u a d a de las palabras lógicas u t i l i c e m o s u n t é r m i n o asociado c o m ú n m e n t e c o n esta a m a l g a m a d e d i s -
d e n t r o de los e n u n c i a d o s que los c o n f i g u r a n , de n u e v o c o l o c a r e m o s los t i n c i o n e s , u s e m o s « d e d u c t i v o » . Este t é r m i n o , q u e se a p l i c a en la p r á c t i -
s i l o g i s m o s v á l i d o s en la p r i m e r a de las d o s clases. ca de la a r g u m e n t a c i ó n en t o d o s los pasos que se s i r v e n de u n a g a r a n t í a ,
5. La d i s t i n c i ó n f u n d a m e n t a l entre a r g u m e n t o s analíticos y a r g u - s e h a e x t e n d i d o gracias a . m u c h o s l ó g i c o s q u e l o u t i l i z a n c o n f i n e s t e ó -
m e n t o s sustantivos, q u e p u e d e esquivarse s ó l o s i f o r m u l a m o s nuestras ricos p a r a m a r c a r las c i n c o d i s t i n c i o n e s d e u n a sola vez. N o s o t r o s p o d e -
garantías de i n f e r e n c i a a la m a n e r a t r a d i c i o n a l , « T o d o A es B» (o « N i n - m o s seguir ese c a m i n o , s i e m p r e q u e a l m e n o s u s e m o s unas p r e c a v i d a s
g ú n A es B » ) . comillas.

¿ Q u é p a s a r á s i d e l i b e r a d a m e n t e n o s abstenemos d e m a r c a r las c i n c o
Es, p o r s u p u e s t o , u n h e c h o h i s t ó r i c o q u e l a l ó g i c a f o r m a l p a r t i ó d e l es- d i s t i n c i o n e s p o r separado y , p o r e l c o n t r a r i o , i n s i s t i m o s e n i d e n t i f i -
t u d i o de l o s s i l o g i s m o s y, e s p e c í f i c a m e n t e , d e l e s t u d i o de los s i l o g i s m o s carlas? S u p o n g a m o s que t o m a m o s el s i l o g i s m o analítico o « d e d u c t i v o »
analíticos. L o q u e sigue e s u n a s u p o s i c i ó n , a l m e n o s e n parte. S u g i e r o — u n t i p o d e a r g u m e n t o f o r m a l m e n t e v á l i d o , i n e q u í v o c o , analítico y q u e

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

Utiliza u n a g a r a n t í a — c o r n o referencia p a r a a r g u m e n t o s d e c u a l q u i e r verdaderas d e h e c h o . C u a l q u i e r s i l o g i s m o p u e d e ser f o r m a l m e n t e v á l i -


t i p o . ¿ Q u é clase de teoría l ó g i c a c o n s t r u i r e m o s y q u é clase de categorías d o , ¡pero sólo los s i l o g i s m o s analíticos s o n analíticos!
y d o c t r i n a s teóricas nos v e r e m o s o b l i g a d o s a aceptar? Las consecuencias de haber elegido t a l p a r a d i g m a , s i n e m b a r g o , se
P a r t i e n d o d e este p u n t o , nos e n c o n t r a r e m o s c o n p r o b l e m a s c o m p l i - h a r á n m á s evidentes en el t r a t a m i e n t o de las categorías lógicas generales
cados, i n c l u s o e n n u e s t r a e x p l i c a c i ó n d e l s i l o g i s m o o r t o d o x o . L a f o r m a y , e n p a r t i c u l a r , d e los m a t i z a d o r e s m o d a l e s . U n a vez que h e m o s e m p e -
de las palabras «Todo A es B» p u e d e aplicarse, c o m o h e m o s v i s t o , para zado a a p l i c a r un ú n i c o e s t á n d a r de v a l i d e z a t o d o s los a r g u m e n t o s , i n -
m u l t i t u d d e usos: p u e d e emplearse p a r a i n d i c a r u n a g a r a n t í a d e infe- d e p e n d i e n t e m e n t e d e l c a m p o , pasaremos c o n n a t u r a U d a d a a d o p t a r
r e n c i a o b i e n el respaldo de la g a r a n t í a , el c u a l a su vez p u e d e ser de d i - también criterios únicos de necesidad, p o s i b i l i d a d e i m p o s i b i l i d a d . En
versos t i p o s : estadístico, estatutario o t a x o n ó m i c o . Si e m p e z a m o s s u p o - el s i l o g i s m o analífico, u n a c o n c l u s i ó n sigue « n e c e s a r i a m e n t e » si, y s ó l o
n i e n d o que las diferencias entre los a r g u m e n t o s de c a m p o s d i s t i n t o s no si, su c o n t r a r i a es f o r m a l m e n t e i n c o m p a t i b l e c o n los datos y el r e s p a l d o .
s o n esenciales y que t o d o s los a r g u m e n t o s d e b e r í a n ser r e d u c i b l e s a un Así, p o d e m o s d e c i r
tínico t i p o b á s i c o , c o r r e r e m o s el p e l i g r o de desatender a esta m u l t i p l i c i -
d a d de las f u n c i o n e s y de c o n s t r u i r a r g u m e n t o s silogísticos de t o d o t i p o A n n e es hermana de Jack.
sobre u n ú n i c o m o d e l o analítico. D e esta m a n e r a , n o s veremos o b l i g a - Cada una de las hermanas de Jack es pelirroja;
dos a p r e g u n t a r n o s si el s i l o g i s m o — s i e n d o aparentemente a n a l í t i c o — luego (necesariamente) A n n e es pelirroja.
d e b e r í a r e a l m e n t e ser capaz de llevar a resultados sustanciales. El A r i s -
tóteles z o ó l o g o q u e r í a c i e r t a m e n t e expresar a r g u m e n t o s sustanciales en j u s t a m e n t e p o r q u e , h a b i e n d o expresado los datos y el respaldo en las
f o r m a silogística; y s i n e m b a r g o , u n a vez q u e h e m o s d e s c u b i e r t o la fuer- dos p r i m e r a s o r a c i o n e s , a ñ a d i r que A n n e n o e s p e l i r r o j a sería sacar d e l a
za, en a p a r i e n c i a s u p e r i o r , de los a r g u m e n t o s anahticos y que h e m o s caí- c o n c l u s i ó n algo que y a h a s i d o expresado. S i h a c e m o s d e esto u n a p r u e -
do en la tentación de exigir la anahcidad c o m o condición de la «deduc- b a u n i v e r s a l , c o n s i d e r a r e m o s adecuado l l a m a r a u n a c o n c l u s i ó n « n e c e -
tibilidad» o de la «validez», no p o d e m o s p e r m i t i r que los s i l o g i s m o s saria», o d e c i r que se sigue « n e c e s a r i a m e n t e » de los datos, sólo si c o n l l e -
sustanciales pasen s i n u n e x a m e n crítico. U n s i l o g i s m o analítico v á l i d o v a u n a i m p h c a c i ó n c o m p l e t a . D e l a m i s m a m a n e r a , e n e l caso d e l a
no puede d e c i r n o s n a d a e n s u c o n c l u s i ó n q u e n o esté y a i n c l u i d o e n los p o s i b i h d a d y l a i m p o s i b i h d a d , q u e r r e m o s elevar los c r i t e r i o s d e p o s i b i -
datos y en el respaldo de la g a r a n t í a , así que un s i l o g i s m o que c o n l l e v e l i d a d e i m p o s i b i l i d a d aplicables a los a r g u m e n t o s analíticos al r a n g o de
u n paso v e r d a d e r a m e n t e s u s t a n c i a l n o p u e d e j u s t i f i c a r s e — d e s d e nues- d e f i n i c i o n e s positivas de estos t é r m i n o s : el t é r m i n o imposible s i g n i f i c a -
t r o a c t u a l p u n t o de v i s t a — s i n o b u s c a n d o en a l g u n a parte de los datos y rá p a r a n o s o t r o s lo m i s m o que «incoherente» o « c o n t r a d i c t o r i o » , y el
e l respaldo l a p r o p i a c o n c l u s i ó n que estamos i n t e n t a n d o establecer. t é r m i n o posible, lo m i s m o q u e «coherente» y « n o c o n t r a d i c t o r i o » .

Esta p a r a d o j a s e p r o d u c e e n parte p o r n o d i s t i n g u i r entre l a g a r a n - La d i f e r e n c i a entre este uso t e ó r i c o y n u e s t r a p r á c t i c a c o t i d i a n a no

tía y s u respaldo. E n e l s i l o g i s m o analítico, l a c o n c l u s i ó n , p o r definición, p u e d e dejar de s o r p r e n d e r n o s desde el p r i n c i p i o : de o r d i n a r i o , las c o n -

debe repetir c o n otras palabras algo que ya está i m p l í c i t o en los datos y clusiones se c o n s i d e r a n necesarias, posibles o i m p o s i b l e s p o r razones d i -

e n e l respaldo; pero, c o n s i d e r a n d o e l s i l o g i s m o sustancial, n o s h a l l a m o s ferentes. P e r o n o h a y que p r e o c u p a r s e d e m a s i a d o : estamos i n t r o d u c i e n -

ante dos c o n c l u s i o n e s a p a r e n t e m e n t e c o n t r a d i c t o r i a s entre s í — a l afir- do estas d e f i n i c i o n e s p o r necesidades de la t e o r í a l ó g i c a , de m a n e r a q u e

m a r que los datos y que las « p r e m i s a s universales» ( g a r a n t í a ) i m p l i c a n podemos distinguirlas mediante al adverbio «lógicamente». Terminare-

necesariamente l a c o n c l u s i ó n a l m i s m o t i e m p o d e c i m o s que los datos m o s , así, c o n las d e f i n i c i o n e s siguientes:

y las « p r e m i s a s universales» (respaldo) s o n j u n t o s f o r m a l m e n t e c o n -


gruentes c o n l a c o n c l u s i ó n c o n t r a r i a — , c u a n d o ambas c o n c l u s i o n e s s o n

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y L Ó G I C A IDEALIZADA

1. «P es l ó g i c a m e n t e i m p o s i b l e » significa «P o b i e n es c o n t r a d i c t o r i o en i m p o s i b l e . El m u n d o de las p o s i b i l i d a d e s se extiende i n d e f i n i d a m e n t e , y


sí m i s m o o b i e n c o n t r a d i c e los datos y el r e s p a l d o sobre l o s q u e estamos l a e l i m i n a c i ó n r a c i o n a l d e p o s i b i l i d a d e s — e n los a r g u m e n t o s s u s t a n c i a -
argumentando», les, al m e n o s — s e hace i n f i n i t a m e n t e m á s difícil.
2. «P es l ó g i c a m e n t e p o s i b l e » s i g n i f i c a «P no es l ó g i c a m e n t e i m p o - H a b r á q u i e n prefiera detenerse e n este p u n t o , p e r o t a m b i é n h a b r á
sible (según se acaba de definir)», y q u i e n vea que se p u e d e y se debe ir m á s allá. Si v a m o s a definir a l g u n a s
3. «P es l ó g i c a m e n t e n e c e s a r i o » s i g n i f i c a «La n e g a c i ó n de P es l ó g i - de nuestras categorías lógicas en t é r m i n o s de c o h e r e n c i a , c o n t r a d i c c i ó n
c a m e n t e i m p o s i b l e ( s e g ú n se acaba de definir)». e i m p l i c a c i ó n , ¿no d e b e r í a m o s d e f i n i r los a r g u m e n t o s sustanciales t a m -
b i é n d e esa manera? E l t é r m i n o « p r o b a b l e » , e n p a r ü c u l a r , e s u n m a t i z a -
La c o h e r e n c i a , la c o n t r a d i c c i ó n y la i m p l i c a c i ó n se n o s r e v e l a r á n a h o r a d o r m o d a l t a n t o c o m o los t é r m i n o s « n e c e s a r i o » e « i m p o s i b l e » , así q u e ,
c o m o los ú n i c o s factores q u e , desde u n p u n t o d e v i s t a l ó g i c o , p u e d e n ¿ p o d e m o s d e v e r d a d c o n t e n t a r n o s , p a r a u n p r o p ó s i t o l ó g i c o , c o n algo
hacer d e c i d i r s i los a r g u m e n t o s s o n v á l i d o s o n o l o s o n . que n o sea t a m b i é n u n a d e f i n i c i ó n u n i v e r s a l d e ese t é r m i n o , c l a r a m e n -
« ¿ C ó m o p o d r í a n aplicarse las categorías definidas en estos t é r m i n o s t e r e l a c i o n a d o c o n nuestras d e f i n i c i o n e s previas d e n e c e s i d a d , i m p o s i b i -
a los a r g u m e n t o s sustanciales? Al fin y al c a b o , en su caso, la relevancia l i d a d y p o s i b i l i d a d ? Si a c e p t a m o s esta tarea, n o s v e r e m o s o b l i g a d o s a d e -
de l o s datos y el r e s p a l d o p a r a la c o n c l u s i ó n no p u e d e , ex hypothesi, ni finir la «probabilidad» en términos de implicaciones: un enunciado
e q u i v a l e r a u n a i m p l i c a c i ó n ni c o r r e r el riesgo de llevar a u n a c o n t r a d i c - c o m o «Los datos y el respaldo q u e t e n e m o s a n u e s t r a d i s p o s i c i ó n , e, ha-
c i ó n » . M i e n t r a s c o n s e r v e m o s l a f o r m a silogística t r a d i c i o n a l , e l f i l o d e cen probable q u e h» debe explicarse a h o r a e n r e l a c i ó n s ó l o c o n los s i g n i -
este p r o b l e m a p e r m a n e c e r á o c u l t o tras l a a m b i g ü e d a d d e l a f o r m u l a - ficados de sus c o m p o n e n t e s ey hy c o n las relaciones s e m á n t i c a s e n t r e
c i ó n « T o d o A es B » ; p e r o , u n a vez q u e e x p l i c i t e m o s la d i s t i n c i ó n entre ellos. F i n a l m e n t e , h a b i e n d o a n a l i z a d o « p r o b a b l e » d e esta m a n e r a , n o
datos, respaldo y g a r a n t í a s , y a n o p o d r e m o s e l u d i r e l p r o b l e m a . E l g r a n nos q u e d a r á m á s r e m e d i o q u e hacer l o m i s m o c o n n o c i o n e s c o m o l a
m é r i t o d e D a v i d H u m e fue enfrentarse a esta d i f i c u l t a d c o n r e s o l u c i ó n « c o n f i r m a c i ó n » y el « a p o y o d e r i v a d o de los datos u otros e l e m e n t o s » . Si
y negarse a b u s c a r refugio en el s i l e n c i a m i e n t o de las a m b i g ü e d a d e s , p o r q u e r e m o s que l a l ó g i c a s e o c u p e ú n i c a m e n t e d e l a c o n t r a d i c c i ó n , l a i m -
p a r a d ó j i c a s que f u e r a n las consecuencias. p ü c a c i ó n y la c o h e r e n c i a , y q u e el e s t u d i o de la c o n f i r m a c i ó n y d e l a p o -

I n t e n t e m o s a h o r a p e r s e g u i r dichas consecuencias p a r a ver a d ó n d e yo d e r i v a d o de los datos y o t r o s e l e m e n t o s se c o l o q u e sobre u n a b a s e

nos l l e v a n . L a p a r a d o j a n o debe detenernos: será i n e v i t a b l e . P a r a e m p e - lógica y se integre en la c i e n c i a de la l ó g i c a , entonces no t e n e m o s alter-

zar, c u a n d o s e c o m p a r a c o n n u e s t r o n u e v o m o d e l o d e a r g u m e n t o «de- n a t i v a : debemos e n c o n t r a r a l g u n a m a n e r a de d e f i n i r estas n o c i o n e s t a m -

d u c t i v o » , n i n g ú n a r g u m e n t o s u s t a n c i a l p u e d e y a p r e t e n d e r ser « d e d u c - b i é n en t é r m i n o s de las relaciones s e m á n t i c a s entre los e l e m e n t o s e y

tivo»; a fortiori, n i n g ú n a r g u m e n t o s u s t a n c i a l p u e d e ser necesario, si c u a l q u i e r c o n c l u s i ó n s u g e r i d a h.

u s a m o s d i c h o t é r m i n o e n u n s e n t i d o l ó g i c o , y n i n g u n a c o n c l u s i ó n sus- A l h a c e r l o , nuestras d i f i c u l t a d e s a u m e n t a r á n t o d a v í a m á s . L a d i v e r -
t a n c i a l p u e d e seguir necesariamente o c o n u n g r a d o alto d e p r o b a b i l i - gencia entre el uso t e ó r i c o y la p r á c t i c a c o t i d i a n a se a c e n t u a r á y las p a -
d a d . C u a n d o e n e l lenguaje c o m ú n l a p a l a b r a « n e c e s a r i a m e n t e » e s e m - radojas c o n s i g u i e n t e s s e r á n m á s extremas. D e a h o r a e n adelante, n o s ó l o
p l e a d a p a r a calificar las c o n c l u s i o n e s de los a r g u m e n t o s sustanciales, nos v e r e m o s o b l i g a d o s a rechazar la a f i r m a c i ó n de q u e a l g u n o s a r g u -
é s t a — d e b e m o s a f i r m a r a h o r a — e s s ó l o u n a vaga e i m p r e c i s a façon de m e n t o s sustanciales s o n i n n e c e s a r i o s , s i n o q u e y a n o seremos capaces d e
parler, que resulta de u n a reflexión a p r e s u r a d a . I g u a l m e n t e , c u a l q u i e r a d m i t i r que, e s t r i c t a m e n t e h a b l a n d o , n u n c a p u e d e n ser n i s i q u i e r a pro-
c o n c l u s i ó n que evite c o n t r a d e c i r nuestros datos debe ser a h o r a a d m i t i - bables. P o r q u e , e n el caso d e l o s a r g u m e n t o s v e r d a d e r a m e n t e s u s t a n c i a -
d a c o m o p o s i b l e , p o r i m p r o b a b l e q u e sea, y s ó l o s i c o n d u c e a u n a c o m - les, la p r o b a b i l i d a d d e p e n d e de algo m u y diferente a las relaciones se-
pleta contradicción p o d r e m o s decir que u n a conclusión es realmente m á n t i c a s . L a c o n c l u s i ó n e s i n e l u d i b l e : e n los a r g u m e n t o s sustanciales, l a

200 201
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

c o n c l u s i ó n no p u e d e ser l ó g i c a m e n t e necesaria, p e r o t a m p o c o p u e d e ser v a h d e z p u e d e identificarse c o n la v a l i d e z f o r m a l , y esto es p r e c i s a m e n t e


lógicamente p r o b a b l e . Q u e d a a d m i t i d o u n a vez m á s que en el lenguaje lo que el l ó g i c o p r e t e n d e q u e sea p o s i b l e de m a n e r a u n i v e r s a l . Se s i g u e
c o m ú n n o s referimos a dichas c o n c l u s i o n e s c o m o m á s o m e n o s p r o b a - i n m e d i a t a m e n t e que p a r a los a r g u m e n t o s sustanciales, c u y a fuerza n o
bles; p e r o esto s u p o n e e l e m p l e o d e l t é r m i n o «probable» e n o t r o senti- p u e d e exponerse de m a n e r a p u r a m e n t e f o r m a l , i n c l u s o la validez es a l g o
d o , t a n diferente de la p r o b a b i l i d a d l ó g i c a - c o m o los «debe», «puede» y completamente inalcanzable.
«no p u e d e » d e l uso c o t i d i a n o l o s o n c o n respecto a l a n e c e s i d a d , p o s i b i -
h d a d e i m p o s i b i l i d a d estrictamente lógicas.
L l e g a d o s a este p u n t o , t e n e m o s la i m p r e s i ó n de que los a r g u m e n t o s LA VERIFICACIÓN DE ESTA HIPÓTESIS

sustanciales s o n casi i r r e c u p e r a b l e s . N i n g u n a de las categorías de la teo-


ría l ó g i c a que estamos e l a b o r a n d o parece estar al alcance de los a r g u - N o h a y n e c e s i d a d d e i r m u c h o m á s allá e n l a d e s c r i p c i ó n detallada d e las
m e n t o s sustanciales; c u a l q u i e r a que sea la categoría que les a p l i q u e m o s , consecuencias de la hipótesis de la que p a r t i ó esta a r g u m e n t a c i ó n . E s t o y
n u n c a nos d e j a n satisfechos. A no ser que p o n g a m o s en e n t r e d i c h o s u p o n i e n d o que los l ó g i c o s h a n c o n s t r u i d o sus teorías formales t o m a n -
n u e s t r o p r o p i o p a r a d i g m a , d e b e m o s i n t e r p r e t a r este h e c h o c o m o signo d o e l s i l o g i s m o analítico c o m o p a r a d i g m a , d e s a r r o l l a n d o las c a t e g o r í a s
de u n a d e b i l i d a d que afecta a t o d o s los a r g u m e n t o s sustanciales. Sería c o n las que t r a b a j a n y e l a b o r a n d o sus c o n c l u s i o n e s c o n la m i r a d a p u e s -
p e d i r d e m a s i a d o s i b u s c á r a m o s e n ellos c o n e x i o n e s l ó g i c a s m e r e c e d o - ta en ese i d e a l . Si p u e d o i l u s t r a r las d e f i n i c i o n e s y d o c t r i n a s expuestas a
ras d e tal n o m b r e ; e n c o m p a r a c i ó n c o n nuestras pautas d e d u c t i v a s , d i - través de los escritos de l ó g i c o s y filósofos, h a b r é c o n t r i b u i d o a estable-
chas c o n e x i o n e s lógicas s o n i r r e m e d i a b l e m e n t e vagas y carentes de r i g o r ; cer l a justeza d e m i d i a g n ó s t i c o . Pero s i s e c u e n t a c o n u n a b u e n a h i p ó t e -
las necesidades y o b l i g a c i o n e s que p u e d e n e x i g i r — f í s i c a s , m o r a l e s o sis n o h a b r í a p o r q u é i r e n b u s c a d e o b s e r v a c i o n e s d e v e r i f i c a c i ó n , p u e s -
cualesquiera o t r a s — n u n c a son enteramente obligatorias ni ineludibles to que la v e r d a d de sus consecuencias sería n í t i d a p a r a c u a l q u i e r a ,
e n l a m a n e r a e n que p u e d e serlo l a n e c e s i d a d lógica; m i e n t r a s que sus i n c l u s o e n e l p r o c e s o d e s u d e t e r m i n a c i ó n . A s í pues, q u i e n esté f a m i l i a -
imposibilidades n u n c a son tan totalmente insolubles c o m o una buena y r i z a d o c o n los pareceres c o n o c i d o s de los filósofos y los l ó g i c o s que t r a -
sólida i m p o s i b i l i d a d lógica. U n a tarea metafísica d e rescate p u e d e re- b a j a n en este c a m p o d e b e r í a haberlas r e c o n o c i d o en m i s d e f i n i c i o n e s y
m e n d a r los a r g u m e n t o s sustanciales l o suficiente c o m o p a r a justificar d o c t r i n a s , d e m a n e r a que d e b e r í a ser capaz d e e n c o n t r a r e n l a b i b l i o -
s u uso c o n u n p r o p ó s i t o p r á c t i c o , p e r o n o s e p u e d e d u d a r d e que u n a grafía n u m e r o s o s casos d e c o r r o b o r a c i ó n . N o h a b r á d i f i c u l t a d a l g u n a e n
úlcera c o r r o e s u i n t e r i o r . e n c o n t r a r todas estas d o c t r i n a s en los textos de l ó g i c a al uso. A veces es-

E l c a m i n o que n o s h a l l e v a d o a esta c o n c l u s i ó n desde que a l p r i n c i - tán expuestas lisa y l l a n a m e n t e , a veces en f o r m a de paradojas que s o n

p i o a d o p t a m o s los s i l o g i s m o s analíticos c o m o e l t i p o i d e a l d e a r g u m e n - desafortunadas p e r o que aparentemente se nos i m p o n e n y que s ó l o

to « d e d u c t i v o » ha s i d o largo, p e r o la c o n c l u s i ó n en sí m i s m a es perfec- p u e d e n evitarse c o n i n g e n i o ; algunos l ó g i c o s l l e g a n hasta e l f i n a l , o t r o s

t a m e n t e n a t u r a l ; i n c l u s o si e v i t a m o s seguir las consecuencias de la se a m i l a n a n d e s p u é s de c i e r t o p u n t o y c o n s t r u y e n barreras c o n c e p t u a -

s u p o s i c i ó n que h e m o s realizado i n i c i a l m e n t e hasta este p u n t o , d i c h a s u - les en el l u g a r en que se sienten o b l i g a d o s a echar el freno; algunos a b r a -

p o s i c i ó n tiene consecuencias m á s i n m e d i a t a s , p e r o n o p o r ello m e n o s z a n a b i e r t a m e n t e l a e x p o s i c i ó n d e l p a r a d i g m a analítico, p e r o otros d a n

drásticas. L o s ú n i c o s a r g u m e n t o s que p o d e m o s c o n s i d e r a r e n j u s t i c i a p o r sentado el c o n c e p t o de m a n e r a velada, definiendo la p a l a b r a « d e -

c o m o p a t r o n e s «deductivos» s o n a q u e l l o s que se p r e s e n t a n y se p r e t e n - ductivo», c o m o corresponde, pero usándola, s i n m á s explicaciones,

d e n c o m o analíticos, necesarios y f o r m a l m e n t e v á l i d o s . T o d o s los a r g u - c o m o si fuera equivalente a «analítico», « i n e q u í v o c o » , «necesario» y

m e n t o s que s o n r e c o n o c i d a m e n t e sustanciales s e r á n «no d e d u c t i v o s » y, « e x p r e s a d o e n palabras lógicas». M e c o n t e n t a r é c o n ofrecer a q u í c i n c o

p o r l o t a n t o , n o v á l i d o s f o r m a l m e n t e . P e r o p a r a e l s i l o g i s m o analítico l a citas, escogidas p o r los asuntos de interés general q u e suscitan.

202 203
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

1. E l pasaje q u e sigue p r o c e d e d e l l i b r o de W i l l i a m K n e a l e Probability d i s t i n c i ó n c o m o si fuera u n a p r u e b a de q u e las teorías científicas, o las


and induction (p. 21): e x p l i c a c i o n e s q u e e l a b o r a m o s b a s á n d o n o s e n ellas, d e b e n ser, t o d a s p o r
i g u a l , m e n o s - q u e - c i e r t a s , m i e n t r a s q u e las c o n c l u s i o n e s de las c i e n c i a s

Se acepta ya como un lugar común de la epistemología que los resultados con- e x p e r i m e n t a l e s «tienen sólo u n a p r o b a b i l i d a d alta». A la vez r e c o n o c e

seguidos en ciencias como la física, la química, la biología y la sociología son q u e esta o p i n i ó n p o d r á parecer p a r a d ó j i c a a l o s q u e no se d e d i c a n a la
fundamentalmente diferentes en naturaleza de las conclusiones de las matemá- l ó g i c a , e n v i s t a d e q u e n o r m a l m e n t e d i s t i n g u i m o s entre aquellas c o n -
ticas puras. H u b o un tiempo en que esta diferencia no se reconocía de manera c l u s i o n e s científicas q u e d e b e n i r etiquetadas c o n u n « p r o b a b l e m e n t e » a
general ni por parte de los filósofos ni por parte de los científicos, como ocurre m o d o de p r e c a u c i ó n y aquellas otras q u e no n e c e s i t a n de tal e t i q u e t a . Él
ahora. Pero los empiristas británicos Bacon, Locke, Berkeley y H u m e la demos- achaca esta d i v e r g e n c i a a la pedantería de los l ó g i c o s , p e r o lo h a c e c o n
traron más allá de toda duda, y, como ocurrió con otros logros del análisis filo- u n t o n o p o c o c o n v i n c e n t e . A l f i n y a l c a b o , s i este c o m e n t a r i o f u e r a e n
sófico, arraigó de manera tan firme en nuestra tradición intelectual que nos serio, sería fácil u t i l i z a r l o p a r a e x p o n e r al a u t o r y a sus colegas, los l ó g i -
cuesta entender cómo es posible que los hombres inteligentes no la hubieran
cos, al r i d í c u l o y al desprecio.
advertido. Las ciencias que he mencionado son llamadas inductivas, y se dice
P o r l o q u e a q u í nos c o n c i e r n e , l o q u e d e b e m o s observar s o n l a s ra-
que sus conclusiones, a diferencia de las conclusiones de la matemática pura,
tienen sólo una probabilidad alta, puesto que no son evidentes por sí mismas y zones q u e K n e a l e d a p a r a rechazar las pretensiones de certeza de las c i e n -

no pueden ser demostradas por medio de un razonamiento concluyente. A l g u - cias e x p e r i m e n t a l e s . D i c h a s c i e n c i a s , s e g ú n él, s o n i n d u c t i v a s (es d e c i r ,
nos de los resultados de la inducción, por ejemplo las generalizaciones de la no « d e d u c t i v a s » ) , y sus c o n c l u s i o n e s , a d i f e r e n c i a de las c o n c l u s i o n e s de
química elemental, están, de hecho, tan bien establecidas que sería pedante usar las m a t e m á t i c a s p u r a s , n o s o n n i evidentes p o r s í m i s m a s n i d e m o s t r a -
la palabra «probablemente» cada vez que las mencionamos, pero siempre po- bles a través d e u n r a z o n a m i e n t o c o n c l u y e n t e (es decir, n i s o n p o r s í
demos concebir la posibilidad de que la experiencia pueda empujarnos a revi- m i s m a s l ó g i c a m e n t e necesarias n i s o n c o n s e c u e n c i a s analíticas d e p r o -
sarlas. p o s i c i o n e s l ó g i c a m e n t e necesarias). Ésta e s l a p r i m e r a r a z ó n p a r a n o
p e r m i t i r a las ciencias n a d a m á s q u e u n a alta p r o b a b i l i d a d . L u e g o a ñ a d e

C u a n d o u n a d o c t r i n a s e a t r i n c h e r a e n n u e s t r a t r a d i c i ó n i n t e l e c t u a l has- el hecho, aparentemente c o m p l e m e n t a r i o , de que «siempre p o d e m o s

t a t a l p u n t o q u e d a l a i m p r e s i ó n d e estar m á s allá d e t o d a d u d a , p u e d e c o n c e b i r l a p o s i b i l i d a d d e las e x p e r i e n c i a s » , l o q u e n o s e m p u j a r í a a r e v i -

ser saludable sacarla de vez en c u a n d o de ahí y d e s n u d a r l a de sus a d h e - sar c u a l q u i e r t e o r í a científica y a r e c o n s i d e r a r las e x p l i c a c i o n e s q u e has-

rencias. A s í q u e a q u í d e b e m o s p r e g u n t a r l e a K n e a l e qué es exactamente ta la fecha se h u b i e r a n basado en ella. P e r o esto es u n a n u e v a f o r m u l a -

l o q u e está m á s allá d e t o d a d u d a . R e s p o n d e r á q u e l a d i s t i n c i ó n entre los c i ó n d e l a m i s m a c u e s t i ó n , y a q u e parece claro p o r e l c o n t e x t o q u e las

a r g u m e n t o s d e d u c t i v o s y los a r g u m e n t o s i n d u c t i v o s . ¿Pero en c u á l de palabras « s i e m p r e p o d e m o s c o n c e b i r l a p o s i b i h d a d » p u e d e n leerse

los c i n c o sentidos m e n c i o n a d o s ? E s o n o está t a n c l a r o : c o m o h a b í a m o s c o m o «es s i e m p r e lógicamente p o s i b l e q u e t e n e m o s q u e » , o, d i c h o de

p r e v i s t o , la d i s t i n c i ó n entre los a r g u m e n t o s analíticos y los sustanciales o t r o m o d o , « n u n c a h a y contradicción a l s u p o n e r q u e t e n g a m o s q u e re-

s e c o n f u n d e c o n d e m a s i a d a f a c i l i d a d c o n l a d i s t i n c i ó n entre p r o v i s i o n a l v i s a r l a s » . É l n o está d i c i e n d o q u e en este momento t e n g a m o s r a z o n e s

e i n e q u í v o c o , f o r m a l e i n f o r m a l , q u e hace u s o de la g a r a n t í a y q u e esta- concretas p a r a s u p o n e r que cada u n o d e los resultados d e l a i n v e s t i g a -

blece la g a r a n t í a ; y a q u í e n c o n t r a m o s a K n e a l e p a s a n d o de u n a a o t r a c i ó n científica, i n c l u y e n d o los m á s f i r m e m e n t e establecidos, e s t á n e n

c o m o s i tal cosa. v e r d a d e r o p e l i g r o d e ser r e c o n s i d e r a d o s e n u n f u t u r o p r ó x i m o : d e c i r


« s i e m p r e es p o s i b l e q u e p u e d a n tener q u e ser revisadas» no s u p o n e p a r a
P a r a empezar, K n e a l e establece u n contraste entre los a r g u m e n t o s
é l expresar u n a reserva real, s i n o h a b l a r e n e l m u n d o d e l a sola p o s i b i l i -
de las m a t e m á t i c a s p u r a s y los de las ciencias e x p e r i m e n t a l e s ; a q u é l l o s
d a d lógica.
s e r í a n analíticos y éstos, sustanciales. S e g u i d a m e n t e pasa a tratar esta

204 205
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

E n r e s u m e n : K n e a l e p r i m e r o c o m p a r a los resultados d e las ciencias específicas; p e r o desde t i e m p o atrás h a q u e d a d o asentado u n « e n d u r e c i -


e x p e r i m e n t a l e s y las c o n c l u s i o n e s de las m a t e m á t i c a s p u r a s p a r a seña- m i e n t o de las categorías», y no consigue sahr d e l atolladero.
l a r el contraste entre l o s a r g u m e n t o s sustanciales y los analíticos; luego El pasaje q u e sigue es c r u c i a l , y p r o c e d e d e l cap. 9, secc. 7, p. 250, d e l
i n v o c a c r i t e r i o s de n e c e s i d a d y n o r m a s de certeza relevantes s ó l o p a r a l i b r o de Strawson:
los a r g u m e n t o s analíticos; d e s p u é s descubre ( c o m o era de esperar) que
d i c h o s c r i t e r i o s y n o r m a s no s o n aplicables, p o r d e f i n i c i ó n , a los a r g u - Supongamos que un hombre es educado en la consideración de que la lógica
m e n t o s sustanciales, y presenta este resultado en f o r m a de p a r a d o j a . F i - formal consiste en el estudio de la ciencia y el arte de razonar. D i c h o i n d i v i d u o

n a l m e n t e pasa d e p u n t i l l a s sobre l a e x p h c a c i ó n d e l a p a r a d o j a ( s i n d u d a observa que todos los procesos inductivos son, siguiendo normas deductivas,
inválidos; las premisas nunca implican la conclusión. A h o r a bien, es n o t o r i o
d e f o r m a i n s i n c e r a ) , a p a r e n t a n d o ser t a n i n g e n u o c o m o p a r a r o z a r los
que los procesos inductivos son importantes en la formación de las creencias y
límites de la p e d a n t e r í a . K n e a l e no da el paso siguiente, que consistiría
expectativas relacionadas con todo aquello que vaya más allá de la observación
e n a d m i t i r t a m b i é n l a p r o b a b i l i d a d s ó l o p a r a los a r g u m e n t o s anahticos.
de los testimonios disponibles. Pero un argumento inválido es un argumento
defectuoso y un argumento defectuoso es aquel en el que no se expone ninguna
2. Lo q u e P. F. S t r a w s o n m a n i f i e s t a en su Introduction to logicai theory buena razón para aceptar la conclusión. Así pues, si los procesos inductivos son
tiene un interés especial p a r a lo que a q u í nos atañe: S t r a w s o n se ata las inválidos, si todos los argumentos que deberíamos presentar para apoyar nues-
m a n o s a l c o m i e n z o d e l l i b r o p a r a liberarse a l f i n a l c o n esfuerzos d i g n o s tras creencias sobre qué es lo que está más allá de la observación de los testi-
d e u n L l o u d i n i . L a c u e r d a d e las d e f i n i c i o n e s q u e l e sirve p a r a a m a r r a r - monios disponibles son defectuosos, entonces no tenemos ninguna buena r a -
s e e n e l p r i m e r c a p í t u l o enlaza c o n r i g i d e z nuestros m a t i z a d o r e s m o d a - zón para sostener ninguna de esas creencias. Esta conclusión repugna. De ahí

les a las n o c i o n e s de c o h e r e n c i a , c o n t r a d i c c i ó n e i m p l i c a c i ó n , e i n c l u s o proviene la exigencia de una justificación, pero no una justificación de esta o
aquella creencia concreta que va más allá de lo que está implicado en nuestras
l i g a t a m b i é n la n o c i ó n de v a h d e z a este g r u p o :
pruebas, sino una justificación de la inducción en general. Y la exigencia que
surge de esta manera es, efectivamente, la exigencia de exponer que la i n d u c -
Decir que los pasos (de un argumento) son válidos, que la conclusión se sigue
ción es en realidad un tipo de deducción; porque eso es lo único que dará sa-
de las premisas, es simplemente decir que sería incoherente afirmar las premi-
tisfacción al que duda cuando éste es el camino que le lleva a sus dudas... L o
sas y negar la conclusión; que la verdad de las premisas es incompatible con
que se exige es que la inducción se muestre como un proceso racional, lo cual
la falsedad de la conclusión.
equivale a querer mostrar que un tipo de razonamiento es otro de un tipo dife-
Introduction to logicai theory, cap. i, secc. 9, p. 13.
rente. .. Pero ni que decir tiene que los argumentos inductivos no son válidos
deductivamente; si lo fueran, serían argumentos deductivos. El razonamiento
E x p r e s a d o d e acuerdo c o n l a t e r m i n o l o g í a que v e n i m o s e m p l e a n d o a q u í , inductivo debe evaluarse, para probar su solidez, según normas inductivas. S i n
S t r a w s o n c o n s i d e r a los criterios de necesidad, i m p o s i b i l i d a d y v a l i d e z embargo, por fabuloso que parezca el deseo de que la inducción se convierta en
que s o n adecuados p a r a los a r g u m e n t o s analíticos c o m o si d e f i n i e r a n el deducción, es sólo sobre esa base como podemos comprender algunos de los
significado c o m p l e t o de d i c h o s t é r m i n o s : de esta m a n e r a se o c u l t a el ca- intentos que se han hecho para justificar la inducción.
rácter de d e p e n d e n c i a d e l c a m p o de tales n o c i o n e s y se da u n a p o s i c i ó n
preferente a los a r g u m e n t o s analíticos. T a m b i é n llega un m o m e n t o en E n este pasaje, S t r a w s o n r e c o n o c e , c o m o K n e a l e antes q u e él, l a d i v e r -
que tiene algo que d e c i r sobre las ciencias naturales. En ese p u n t o t o p a gencia entre el análisis t e ó r i c o que de nuestras categorías críticas h a c e n
c o n la c u e s t i ó n de si las diferencias entre los a r g u m e n t o s en c a m p o s dis- los l ó g i c o s y la m a n e r a en q u e las e m p l e a m o s en la práctica; y lo hace de
tintos serán i r r e d u c t i b l e s , e i n t e n t a salvar las c o n c l u s i o n e s científicas de m a n e r a m á s justa q u e K n e a l e , al r e c o n o c e r q u e al que no es filósofo le
s u p o s i c i ó n aparentemente i n f e r i o r r e c l a m a n d o p a r a ellas unas n o r m a s suelen c h o c a r las c o n c l u s i o n e s d e los l ó g i c o s n o t a n t o p o r ser pedantes.

206 207
LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A IDEALIZADA

c o m o p o r q u e p r o v o c a n rechazo. C o m o c o n s e c u e n c i a , hace u n m a y o r es- ejemplo, sustituimos la palabra «deductivo» p o r la expresión «válido


fuerzo p a r a escapar de la d i f i c u l t a d y b u s c a un c a m i n o q u e p e r m i t a a los f o r m a l m e n t e » , o b t e n d r e m o s l a frase « N i q u e d e c i r tiene que los a r g u -
a r g u m e n t o s y c o n c l u s i o n e s científicos r e c l a m a r u n a p o t e n c i a , u n a fuer- m e n t o s científicos n o s o n v á l i d o s f o r m a l m e n t e ; s i l o fueran, s e r í a n ar-
za y u n a v a l i d e z e s p e c í f i c a m e n t e suyas. g u m e n t o s v á l i d o s f o r m a l m e n t e . E l r a z o n a m i e n t o científico d e b e eva-
E l p u n t o d e p a r t i d a resulta p r o m e t e d o r : c o m i e n z a p o r a d m i t i r que luarse, p a r a p r o b a r s u s o l i d e z , s e g ú n n o r m a s científicas». A q u í h a y t o d a
l o s a r g u m e n t o s p u e d e n ser de diferentes clases, cada u n a de ellas c o n de- u n a l a g u n a : ¿ p o r q u é los a r g u m e n t o s científicos n o i b a n a ser v á l i d o s
r e c h o a ser j u z g a d a s e g ú n sus p r o p i o s t é r m i n o s y sus p r o p i a s n o r m a s . formalmente? N e w t o n , Laplace y Sherlock H o l m e s darían t e s t i m o n i o de
S i n e m b a r g o , es i n c a p a z de c o m p l e t a r su a r g u m e n t a c i ó n de m a n e r a sa- q u e n o h a y n a d a d e fantasioso e n este deseo.
tisfactoria. Es la r a z ó n de ese fracaso lo q u e , p a r a lo q u e a q u í n o s intere- T a m p o c o se produce ningún absurdo si sustituimos «deductivo»
sa, d e b e m o s aclarar. T o d o p o d r í a h a b e r s a l i d o b i e n , s i n o h u b i e r a estado p o r « q u e u t i l i z a garantía» o p o r « i n e q u í v o c o » . L a p r e t e n s i ó n d e q u e
y a l i m i t a d o p o r s u p r o p i a t e r m i n o l o g í a . A l i g u a l q u e BCneale, e x p o n e e l ciertos a r g u m e n t o s sustanciales, científicos, sean v á l i d o s f o r m a l m e n t e ,
contraste entre los a r g u m e n t o s científicos y los a r g u m e n t o s m a t e m á t i - n o e q u í v o c o s , u t i l i c e n u n a g a r a n t í a , y d e f o r m a perfectamente a d e c u a d a
cos sobre la base de las palabras « d e d u c t i v o » e « i n d u c t i v o » , d e j a n d o s i n i n c l u y a n u n «debe» o u n « n e c e s a r i a m e n t e » e n l a c o n c l u s i ó n , s ó l o será
aclarar cuál de las c u a t r o o c i n c o ideas a m a l g a m a d a s en d i c h o s t é r m i n o s a b s u r d a s i i d e n t i f i c a m o s d i c h o deseo c o n o t r o , m a n i f i e s t a m e n t e d e s c a -
e s l a q u e q u e r í a subrayar. E n e l h e c h o m i s m o d e hacer c o n f l u i r c i n c o b e l l a d o : el de q u e los a r g u m e n t o s científicos sean analíticos. Esta i d e n t i -
d i s t i n c i o n e s diferentes e n u n a , c o n f u n d i e n d o cuestiones sobre l a v a l i d e z ficación, c o m o h e m o s v i s t o , es u n o de los efectos de la c o m p a r a c i ó n c u a -
y la n e c e s i d a d f o r m a l c o n cuestiones sobre el carácter analítico de los ar- t r i p a r t i t a d e l t e ó r i c o l ó g i c o entre « d e d u c c i ó n » e « i n d u c c i ó n » . S ó l o m e
g u m e n t o s , es, s i n e m b a r g o , d o n d e reside la fuente d e l p r o b l e m a . Esto es p r e g u n t o s i existe a l g u i e n (excepto quizás C a r n a p ) q u e realmente q u i e -
l o q u e hace q u e l a e x i g e n c i a d e « c o n v e r t i r l a i n d u c c i ó n e n d e d u c c i ó n » , ra abrazar el a b s u r d o a b s o l u t o de tratar los a r g u m e n t o s científicos sus-
q u e él c o n s i d e r a descabellada, sea, en c a m b i o , i n e v i t a b l e . tanciales, n o y a c o m o d e d u c c i o n e s , s i n o c o m o d e d u c c i o n e s analíticas.
C o n s i d e r e m o s e l e n u n c i a d o « N i q u e d e c i r tiene q u e los a r g u m e n t o s
i n d u c t i v o s n o s o n v á l i d o s d e d u c t i v a m e n t e ; s i l o fueran, serían a r g u m e n - 3. K n e a l e h a b í a r e c h a z a d o la p r e t e n s i ó n d e q u e las c o n c l u s i o n e s c i e n t í -
tos d e d u c t i v o s » , q u e es el n ú c l e o de la reductio ad absurdum de S t r a w - ficas p o d r í a n seguirse necesariamente de los datos de los científicos,
s o n . S i s u s t i t u i m o s l a p a l a b r a « d e d u c t i v o » p o r c a d a u n a d e sus posibles siempre que p u d i e r a n hacerlo de m a n e r a probable o incluso m u y p r o -
t r a d u c c i o n e s , v e r e m o s c ó m o s e crea l a d i f i c u l t a d . E m p e c e m o s c o n « a n a - bable. Pero a l g u i e n d e a l m a m á s r a d i c a l , c o m o v i m o s , p o d r í a q u e r e r d e -
lítico». Las d o s frases clave q u e d a r í a n así: « N i q u e d e c i r tiene q u e los ar- finir en términos de coherencia e implicación incluso la p r o b a b i l i d a d .
g u m e n t o s científicos ( c u a n d o s o n sustanciales) n o s o n v á l i d o s analítica- C o m o era d e esperar, aparece d e esta g u i s a e l p r o f e s o r R u d o l f C a r n a p .
m e n t e ; s i l o f u e r a n , serían a r g u m e n t o s analíticos. E l r a z o n a m i e n t o H a b i e n d o d i s t i n g u i d o entre los dos sentidos q u e é l establece p a r a l a p a -
científico debe evaluarse, p a r a p r o b a r s u s o l i d e z , s e g ú n n o r m a s científi- l a b r a « p r o b a b i l i d a d » , asigna u n o de ellos a esta tarea p r e c i s a m e n t e : los
cas». Esta d e c l a r a c i ó n es perfectamente a d e c u a d a , y r e c o n o c e r la v e r d a d e n u n c i a d o s sobre la « p r o b a b i l i d a d j » se refieren a i m p h c a c i o n e s p a r c i a -
q u e expresa es el p r i m e r paso p a r a rechazar el p a r a d i g m a analítico: el les, analíticas si s o n verdaderas, c o n t r a d i c t o r i a s en sí m i s m a s si s o n fal-
deseo de c o n v e r t i r los a r g u m e n t o s científicos en analíticos y, p o r lo t a n - sas. Y l o m i s m o , a r g u m e n t a , sucede t a m b i é n c o n los e n u n c i a d o s q u e i n -
t o , e n n o sustanciales, sería e n v e r d a d descabellado, c o m o dice S t r a w s o n . c l u y e n a l g ú n o t r o t é r m i n o o e x p r e s i ó n de los q u e se a g r u p a n en t o r n o a
P e r o esto es un e d u l c o r a n t e q u e él usa p e r s p i c a z m e n t e p a r a e n d u l z a r l a n o c i ó n d e p r o b a b i l i d a d , tales c o m o «ofrece u n f i r m e a p o y o a», « c o n -
u n a p i l d o r a d e c i d i d a m e n t e a m a r g a , p u e s t o q u e , e n otras tres i n t e r p r e t a - firma», « p r o p o r c i o n a u n a e x p l i c a c i ó n satisfactoria de» y «hay r a z o n e s
ciones posibles, lo que viene a decir es p o r c o m p l e t o inadmisible. Si, p o r fundadas p a r a esperar q u e » . P u e s t o que l o s e n u n c i a d o s acerca d e l a p r o -

208 209
LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

h a b i l i d a d , en este s e n t i d o , a f i r m a n «relaciones lógicas» entre frases o entero de s u l i b r o The language of morals a cuestiones relacionadas c o n
p r o p o s i c i o n e s , y p u e s t o q u e las relaciones lógicas d e p e n d e n p a r a C a r - las inferencias q u e i n t e r v i e n e n en los a r g u m e n t o s m o r a l e s . ¿ Q u é p a s o s
n a p ú n i c a m e n t e de l o s s i g n i f i c a d o s de las frases, y que la teoría d e l sig- t e n d r e m o s que dar, p r e g u n t a , p a r a i r d e D , u n c o n j u n t o c o n c r e t o d e i n -
n i f i c a d o de las expresiones en el lenguaje es la s e m á n t i c a , la t o t a l i d a d d e l f o r m a c i o n e s sobre la s i t u a c i ó n en q u e estamos c o l o c a d o s y sobre l a s
p r o b l e m a de c ó m o los datos u otros elementos usados c o m o j u s t i f i c a - consecuencias p r o b a b l e s q u e se s e g u i r á n si a c t u a m o s de u n a m a n e r a o
c i ó n a p o y a n las teorías se c o n v i e r t e p a r a él en un a s u n t o s e m á n t i c o : «El de o t r a , hasta llegar a C, la c o n c l u s i ó n m o r a l q u e , a la l u z de estas i n f o r -
p r o b l e m a de si y hasta q u é p u n t o [ u n a hipótesis] h es c o n f i r m a d a p o r m a c i o n e s , n o s o b h g a a actuar de este modoi ( H a r e c o n s i d e r a tales c o n -
[los datos u otros e l e m e n t o s usados c o m o justificación] e debe a b o r d a r - c l u s i o n e s c o m o u n a suerte d e i m p e r a t i v o . ) U n a r g u m e n t o d e este t i p o
se s i m p l e m e n t e c o n un análisis l ó g i c o de /i y de e y de sus relaciones». p u e d e ser aceptable, defiende e l autor, s ó l o s i n o s o t r o s m i s m o s p r o p o r -
(Esta d e c l a r a c i ó n , q u e no a d m i t e l u g a r a d u d a s , p r o c e d e de la p á g i n a 20 c i o n a m o s u n a p r e m i s a a d i c i o n a l d e carácter i m p e r a t i v o : « N i n g u n a f o r -
d e l l i b r o d e l p r o f e s o r C a r n a p Logicai foundations ofprobability.) m a d e i n f e r e n c i a , p o r a m p l i a q u e sea, nos p e r m i t i r á r e s p o n d e r a l a p r e -
Esta c o n c l u s i ó n es t a n e x t r e m a q u e p o d r í a m o s pasarla p o r alto s i n g u n t a " ¿ Q u é d e b o h a c e r ? " a p a r t i r d e u n a serie d e p r e m i s a s q u e n o
c o m e n t a r l a , p e r o merece l a p e n a c i t a r u n o d e sus e j e m p l o s . C a r n a p exa- c o n t i e n e n , a l m e n o s i m p l í c i t a m e n t e , u n i m p e r a t i v o » (op. cit, p . 4 6 ) .
m i n a u n e n u n c i a d o d e a c u e r d o c o n e l c u a l , dadas tales o cuales o b s e r v a - S i las p r e m i s a s a d i c i o n a l e s d e H a r e e s t u v i e r a n destinadas ú n i c a m e n -
ciones m e t e o r o l ó g i c a s , l a p r o b a b i l i d a d d e que l l u e v a m a ñ a n a e s d e u n te a c o n v e r t i r en v á l i d o s los a r g u m e n t o s m o r a l e s , no h a b r í a n a d a q u e
q u i n t o . Si este aserto es v e r d a d e r o , a f i r m a , entonces es analítico, pues, se- objetarles: c i e r t a m e n t e , l a v a l i d e z d e c u a l q u i e r a r g u m e n t o m o r a l d e p e n -
g ú n e x p l i c a , la a f i r m a c i ó n « n o a t r i b u y e el v a l o r de p r o b a b i l i d a d j de 1/5 a d e d e u n a g a r a n t í a a p r o p i a d a . Pero p o r l o q u e sigue d i c i e n d o , s e c o n c l u -
la l l u v i a de m a ñ a n a , sino a cierta relación lógica (y p o r lo tanto semán- ye q u e necesita esas p r e m i s a s c o m p l e m e n t a r i a s p a r a c o n v e r t i r a los a r -
tica): ...así pues, no necesita ser v e r i f i c a d a a través de la o b s e r v a c i ó n d e l g u m e n t o s éticos n o s ó l o e n v á l i d o s f o r m a l m e n t e , s i n o e n r e a l m e n t e
t i e m p o d e m a ñ a n a n i d e n i n g ú n o t r o h e c h o » . L a d i v e r g e n c i a entre e l analíticos. Él no lo expresa c o n estas palabras, claro está, puesto q u e
análisis de p r o b a b i U d a d de C a r n a p y nuestras experiencias prácticas está acepta los t é r m i n o s « d e d u c t i v o » y « p r e m i s a » s i n s o m e t e r l o s a crítica,
suficientemente clara. Si él es capaz de c o m u l g a r c o n esta r u e d a de m o - d e j a n d o así a m b i g ü e d a d e s cruciales e n s u a r g u m e n t a c i ó n , pero p o d e -
l i n o , n o t e n e m o s p o r q u é m a r a v i l l a r n o s d e que c o n s t r u y a sobre e l m i s - m o s e n c o n t r a r ciertas p r u e b a s internas sobre ello. P o r e j e m p l o , c u a n d o
m o m o d e l o todos los e n u n c i a d o s acerca de l a relevancia de u n c o n j u n t o llega a la c o m p a r a c i ó n entre los a r g u m e n t o s m o r a l e s y otros q u e él t o m a
d e justificaciones p a r a u n a teoría. A l f i n y a l c a b o , este p u n t o d e vista tie- p r e s u n t a m e n t e p o r a n a l í t i c o s — c o m o los q u e s e c o n f o r m a n a l c o n o c i d o
ne u n a g r a n ventaja. Le a h o r r a tener q u e llegar a la c o n c l u s i ó n de q u e los p r i n c i p i o del silogismo, por poner un caso—, concluye pronunciándo-
a r g u m e n t o s científicos no p u e d e n prestar a sus c o n c l u s i o n e s n i n g ú n s e e n c o n t r a d e l o s a r g u m e n t o s m o r a l e s . L o s s i l o g i s m o s anahticos d i g -
g r a d o de p r o b a b i l i d a d , a u n q u e s ó l o a costa de d e c i r q u e son, pace (se l a - nos d e ese n o m b r e , a r g u m e n t a , f u n c i o n a n e n v i r t u d d e l o s s i g n i f i c a d o s
m e n t a ) S t r a w s o n , a r g u m e n t o s analíticos. de ciertas palabras l ó g i c a s , y el p r i n c i p i o d e l s i l o g i s m o trata «del s i g n i f i -
cado d e las palabras utilizadas». U n p r i n c i p i o m o r a l , p o r o t r o l a d o , p e r -
4. T o d o s los p r o b l e m a s q u e a n a l i z a n K n e a l e , S t r a w s o n y C a r n a p en las m i t e d a r u n paso d e t i p o sustancial e n e l a r g u m e n t o y , p o r l o t a n t o , n o
citas estudiadas surgen al c o m p a r a r los a r g u m e n t o s que e n c o n t r a m o s p u e d e ser c o n s i d e r a d o c o m o u n a g a r a n t í a o c o m o u n a regla d e i n f e r e n -
e n las ciencias e x p e r i m e n t a l e s c o n u n i d e a l analítico. P e r o p r o b l e m a s s i - cia: debe ser tratado c o m o un «dato» s u p l e m e n t a r i o , p e r s o n a l , existencial,
m i l a r e s p u e d e n plantearse d e i g u a l m a n e r a , o quizás c o n m a y o r agude- q u e d e b e m o s a ñ a d i r a los h e c h o s de q u e d i s p o n e m o s sobre n u e s t r a s i -
z a , c u a n d o nos p o n e m o s a c o n s i d e r a r los a r g u m e n t o s m o r a l e s en vez de t u a c i ó n antes d e p o d e r p r e p a r a r n o s p a r a a r g u m e n t a r sobre e l c o m p o r -
los a r g u m e n t o s científicos. R . M . H a r é , p o r e j e m p l o , d e d i c a u n c a p í t u l o t a m i e n t o . L o s grandes paralelos entre los a r g u m e n t o s éticos, científicos,

210 211
LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y L Ó G I C A IDEALIZADA

g e o m é t r i c o s , j u r í d i c o s y analíticos, q u e n o s h a n c o n d u c i d o e n e l p r e s e n - jos d e c o n v e r t i r s e e n l u g a r c o m ú n i n c l u s o (esperemos) e n los c í r c u l o s f i -


te e s t u d i o a v i s l u m b r a r la p o s i b i l i d a d de q u e existan g a r a n t í a s aplicables losóficos. Si a l g ú n filósofo cayera en la t e n t a c i ó n de acariciar esta i d e a ,
a t o d o t i p o de c o n s i d e r a c i ó n — r e l a t i v a s a su c o h e r e n c i a lingüística, p o - e l l o se d e b e r í a a las a m b i g ü e d a d e s usuales en t é r m i n o s tales c o m o « d e -
lítica p ú b l i c a , r e g u l a r i d a d e s observadas u o t r o s — , n o p r o d u c e n n i n g ú n ducir» o « d e r i v a r » . D e f e n d e r nuestras decisiones a p e l a n d o a los h e c h o s
efecto sobre H a r é . Las ú n i c a s reglas verdaderas de i n f e r e n c i a , en su o p i - q u e las d e t e r m i n a r o n p u e d e e q u i v a l e r a u n v e r d a d e r o «salto d e u n t i p o
n i ó n , s o n los e n u n c i a d o s sobre los significados de las palabras, y, p o r lo l ó g i c o a o t r o » ; está claro q u e las decisiones no se d e r i v a n a n a l í t i c a m e n -
t a n t o , los ú n i c o s a r g u m e n t o s aceptables s o n los a r g u m e n t o s analíticos. te de las razones de a p o y o , pues ¿ c o m o sería p o s i b l e eso? Pero esa a p e l a -
La ambigüedad del término «deductivo», c o n su combinación de lo vá- c i ó n n o tiene p o r q u é s u p o n e r u n a ofensa c o n t r a l a lógica, y l a p a r a d o j a
l i d o f o r m a l m e n t e y l o analítico, c o r r e u n velo m i s e r i c o r d i o s o q u e n o l e de los c o m e n t a r i o s de P r i o r reside en la i d e a de q u e sí debe s u p o n e r l a .
deja darse c u e n t a de la estrechez de sus ideas. M e r e c e l a p e n a c o m e n t a r d e paso l a m a n e r a e n q u e P r i o r c a r a c t e r i -
El n ú c l e o de la p o s i c i ó n de H a r é es la tesis q u e aparece t a m b i é n en el z a l a « G r a n D i v i s i ó n » entre e l l ó g i c o f o r m a l y e l a r g u m e n t a d o r p r á c t i c o .
l i b r o d e l profesor A . N . P r i o r Logic and the basis ofethics. Q u e d a allí re- C o m o antes K n e a l e y S t r a w s o n , a d m i t e que algunas de sus c o n c l u s i o n e s
s u m i d o e n u n a o r a c i ó n m a g n í f i c a m e n t e a m b i g u a (p. 36): p u e d e n ser m a l recibidas p o r e l h o m b r e d e l a calle: P r i o r , s i n e m b a r g o ,
no se plantea camuflar la divergencia, c o m o podría haberlo intentado
En nuestra época, la percepción de que la información acerca de nuestras o b l i - m e d i a n t e u n a r e t o r c i d a d i s c u l p a acerca d e l a p e d a n t e r í a d e los l ó g i c o s ,
gaciones no puede venir derivada lógicamente de premisas en las que no se p o r e j e m p l o . El h e c h o es, v i e n e a decir, q u e la v i s i ó n de los filósofos es
mencionan nuestras obligaciones se ha hecho lugar común, aunque quizá so- m á s c l a r a , así que u n a d o c t r i n a p u e d e m u y b i e n convertirse e n u n l u g a r
lamente en círculos filosóficos. c o m ú n entre ellos a la vez q u e sigue r e p u g n a n d o e n o r m e m e n t e a los
simples mortales.
A l leer este pasaje, u n o v a c i l a d e m a n e r a n a t u r a l entre d o s i n t e r p r e t a -
ciones d ist intas. Las palabras « d e r i v a d a l ó g i c a m e n t e » n o están claras: 5. C o m o ú l t i m a i l u s t r a c i ó n , elegiré u n pasaje clásico d e l f i n a l d e l L i b r o I
¿deben leerse c o n el s i g n i f i c a d o de « e x t r a í d a c o r r e c t a m e n t e de, o j u s t i f i - d e l Treatise of human nature de D a v i d H u m e . E s t a o b r a sigue s i e n d o la
c a d a a p e l a n d o a...» o m á s b i e n de «inferida a n a l í t i c a m e n t e de...»? Esta e x p o s i c i ó n m á s c o m p l e t a y f r a n c a q u e t e n e m o s de la d i f e r e n c i a e n t r e las
última interpretación convertiría la consideración de P r i o r en bastan- actitudes d e l l ó g i c o f o r m a l y las d e l h o m b r e p r á c t i c o c o m ú n p o r l o que
t e b a n a l . U n a c o n c l u s i ó n sobre las o b l i g a c i o n e s d e u n h o m b r e n o p u e d e t o c a a las categorías de la e v a l u a c i ó n r a c i o n a l y a l o s lugares c o m u n e s
ser i n f e r i d a a n a l í t i c a m e n t e sólo de los h e c h o s c o n c e r n i e n t e s a su s i t u a - p a r a d ó j i c o s d e los f i l ó s o f o s . E n l a é p o c a e n q u e estaba e s c r i b i e n d o l a
c i ó n a c t u a l y de las consecuencias p r o b a b l e s de sus acciones: p u e d e q u e o b r a . H u m e n o s ó l o d e s e m p e ñ a b a las actividades profesionales d e u n f i -
d i c h a d o c t r i n a sea u n l u g a r c o m ú n entre los f i l ó s o f o s , p e r o ¿no l o sería lósofo, sino que también se desenvolvía en los círculos de ocio de un
t a m b i é n p a r a los q u e n o l o s o n , s i a l g u n a vez r e f l e x i o n a r a n sobre e l joven d e m u n d o . E r a u n observador demasiado franco, u n biógrafo
asunto? S i n e m b a r g o , e n l a o t r a i n t e r p r e t a c i ó n , l a a s e v e r a c i ó n d e P r i o r d e m a s i a d o fino y s i n c e r o c o m o p a r a disfrazar o b a r r e r debajo de la a l -
n o es, n i m u c h o m e n o s , u n l u g a r c o m ú n , y e n v e r d a d r e p u g n a r í a grave- f o m b r a los c o n f l i c t o s intelectuales a q u e c o n d u c í a esta d o b l e v i d a . N o
m e n t e a l q u e n o e s f i l ó s o f o . P o r q u e efectivamente, s e g ú n d i c h a i n t e r p r e - aparecen e n e l texto i n s i n u a c i o n e s d e q u e los p r o b l e m a s q u e d i c h o s c o n -
t a c i ó n , P r i o r parece estar d i c i e n d o q u e t o d o s l o s a r g u m e n t o s d e t i p o flictos s u s c i t a n afecten s ó l o a l o s pedantes, ni q u e p r o v e n g a n de deseos
m o r a l s o n , s e g ú n los c r i t e r i o s d e l l ó g i c o , deficientes. L a d o c t r i n a s e i n - e n a p a r i e n c i a fruto d e l a fantasía, n i q u e s e d e r i v e n d e l a i g n o r a n c i a d e l
terpreta así c o m o q u e la t r a n s i c i ó n de las razones a las decisiones n u n c a h o m b r e d e l a calle acerca d e reflexiones q u e s o n y a m o n e d a c o r r i e n t e
p u e d e darse l ó g i c a m e n t e , n u n c a apropiadamente, y esto t o d a v í a está le- entre l o s f i l ó s o f o s . N o , a q u í H u m e l l e v a hasta sus ú l t i m a s c o n s e c u e n c i a s

212 213
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

las c o n c l u s i o n e s a las q u e , c o m o filósofo, le c o n d u c e n sus ideas sobre l ó - condición más deplorable que imaginarse pueda, envuelto en la más profunda
gica y, a la vez, e x h i b e c o n g r a n p e r s p i c a c i a y h o n r a d e z la e s q u i z o f r e n i a oscuridad y completamente privado del uso de cada uno de mis miembros y fa-
asociada al i n t e n t o de r e c o n c i l i a r d i c h a s c o n c l u s i o n e s filosóficas c o n las cultades.
o c u p a c i o n e s prácticas d e l a v i d a c o t i d i a n a . Sucede, felizmente, que, puesto que la razón es incapaz de disipar esas n u -
bes, la propia naturaleza se basta a dicho propósito, y me cura de esta melanco-
M e r e c e r í a l a p e n a citar l a s e c c i ó n entera, p e r o o c u p a u n a d o c e n a d e
lía y este delirio filosóficos, bien relajando esa inclinación de la mente, bien e n -
p á g i n a s y a q u í s ó l o h a y espacio p a r a e l c l i m a x . H u m e expresa l a p e r p l e -
treteniendo y provocando una viva impresión en mis sentidos para borrar
j i d a d y el e s c e p t i c i s m o a q u e sus p r i n c i p i o s filosóficos a c a b a n c o n d u -
todas esas quimeras. C o m o , juego al backgammon, charlo y me divierto con m i s
c i é n d o l e . P o r un l a d o , asegura, la i m a g i n a c i ó n está sujeta a fantasmas de
amigos; y cuando tras tres o cuatro horas de entretenimiento vuelvo a mis es-
l a m e n t e q u e n u n c a estamos seguros d e p o d e r d e s c u b r i r , y p o r l o t a n t o ,
peculaciones, me parecen tan frías, tan forzadas, tan ridiculas, que no tengo
n o s e p u e d e esperar i m p l í c i t a m e n t e que c o n f i e m o s e n « u n p r i n c i p i o t a n
ánimo para penetrar en ellas.
i n c o n s t a n t e y falaz». P o r o t r o l a d o , c o n t i n ú a :
Tratado sobre la naturaleza humana,
Libro I, parte IV, sección VII
Si la consideración de estos casos nos hace tomar la resolución de rechazar
cualquier sugerencia trivial de la imaginación y adherirnos al entendimien-
N o nos c o n c i e r n e n a q u í las o p i n i o n e s d e H u m e sobre l a i m a g i n a c i ó n ,
to...; incluso esta resolución, si se ejecuta con mano firme, sería peligrosa y se
p e r o l o q u e dice sobre e l e n t e n d i m i e n t o está d i r e c t a m e n t e r e l a c i o n a d o
acompañaría de consecuencias fatales. Porque ya he mostrado que el entendi-
c o n nuestras investigaciones. E f e c t i v a m e n t e , e l a r g u m e n t o s e g ú n e l c u a l ,
miento, cuando actúa solo y según sus principios más generales, se destruye a sí
c o m o é l dice, «ya h e m o s t r a d o q u e e l e n t e n d i m i e n t o , c u a n d o a c t ú a
mismo por entero, sin dejar el menor rastro de testimonios en cualquier pro-
solo... n o deja e l m e n o r rastro a m o d o d e t e s t i m o n i o e n p r o p o s i c i ó n a l -
posición, ni en la filosofía ni en la vida ordinaria... Así pues, sólo tenemos alter-
g u n a , n i e n l a filosofía n i e n l a v i d a o r d i n a r i a » era u n a r g u m e n t o e n e l
nativa entre una razón falsa y ninguna razón en absoluto. Por mi parte, no sé
qué debería hacerse en ese caso. Me l i m i t o a observar lo que se hace común- q u e en cada u n o de los pasos el filósofo b r i t á n i c o rechazaba t o d o lo q u e

mente, que es que m u y pocas veces, por no decir ninguna, se presta atención a n o f u e r a n p r u e b a s y c r i t e r i o s analíticos. N o existe l a certeza d e q u e u n a
esta dificultad, e incluso cuando alguna vez se ha presentado a la mente, al p u n - p i z c a de sal se d i s o l v e r á si la p o n e m o s en agua. ¿Por qué? P o r q u e , p o r
to se olvida y deja apenas una pequeña impresión tras de sí. Las reflexiones muy m u c h a s p r u e b a s q u e p o d a m o s tener sobre l a d i s o l u c i ó n d e l a sal e n e l
refinadas tienen poca influencia sobre nosotros, si es que tienen alguna, pero agua en el pasado o en el presente, p o d r í a s u p o n e r s e q u e un p e l l i z c o de
no por eso establecemos—ni podemos establecer—como regla el que no ten- sal a r r o j a d a a l agua m a ñ a n a p e r m a n e c e r á s i n disolverse, s i n q u e p o r e l l o
gan influencia, lo cual implica una contradicción manifiesta. q u e d e c o n t r a d i c h a n i n g u n a d e las p r u e b a s m e n c i o n a d a s . C u a n d o d o s
Pero ¿qué he dicho?, ¿que las reflexiones m u y refinadas y metafísicas tienen b o l a s de b i l l a r c h o c a n en la m e s a , no es necesario q u e el m o v i m i e n t o de
poca influencia sobre nosotros, si es que tienen alguna? A duras penas puedo l a p r i m e r a actúe sobre l a segunda, p o r m á s q u e h a y a m o s o b s e r v a d o q u e
reprimir retractarme de esta opinión y condenarla desde mi sentimiento y
esto es lo q u e ha s u c e d i d o u n i f o r m e m e n t e en el pasado ¿Por qué? La res-
experiencia presentes. La visión intensa de estas complejas contradicciones e
puesta e s l a m i s m a : p o r q u e l a s u p o s i c i ó n d e q u e l a r e g u l a r i d a d p o d r í a
imperfecciones de la razón humana me ha conmovido y me ha caldeado el ce-
cesar e n l a p r ó x i m a o c a s i ó n y d e q u e l a b o l a p e r m a n e c e r í a i n m ó v i l n o
rebro hasta tal punto que estoy dispuesto a rechazar toda creencia y razona-
c o n s i g u e contradecir las p r u e b a s ; esto es, no c o n s i g u e , en un s e n t i d o es-
miento, y no puedo tener una opinión por más probable o verosímil que otra.
t r i c t o d e l t é r m i n o , e n t r a r e n c o n f l i c t o «lógico» c o n c o n j u n t o a l g u n o d e
¿Dónde estoy? ¿Qué soy? ¿De qué causas derivo mi existencia y a qué condición
regresaré? ¿De quién solicitaré el favor, de quién temeré la ira? ¿Qué seres me p r u e b a s , p o r a m p l i o q u e éste sea, de su i n v a r i a b i l i d a d p r e v i a . A lo l a r g o

rodean? Y ¿sobre quién tengo influencia o quién tiene influencia sobre mí? Es- d e l Tratado H u m e apela r e p e t i d a m e n t e a c o n s i d e r a c i o n e s de esta n a t u -
toy conñmdido acerca de todas estas cuestiones y empiezo a imaginarme en la raleza: se e n t i e n d e q u e se a d m i t e n l o s a r g u m e n t o s c o m o aceptables, o

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

« c ó m o d o s p a r a la r a z ó n » , s i , y sólo s i , se ajustan a n o r m a s analíticas. P e r o , L a p r e g u n t a s u b s i g u i e n t e es: s u p o n i e n d o q u e l a hipótesis esté e s t a b l e c i -


c o m o é l m i s m o n o t a r d a e n d e s c u b r i r , t o d o s los a r g u m e n t o s q u e c o n l l e - d a , ¿qué j u i c i o d e b e m o s f o r m u l a r sobre l a « G r a n D i v e r g e n c i a » q u e h a
v a n u n a t r a n s i c i ó n de t i p o l ó g i c o entre l o s datos y l a c o n c l u s i ó n deben resultado de ello? ¿ H a n s i d o l e g í t i m o s los objetivos que los l ó g i c o s se
fallar ante esa p i e d r a de t o q u e : p o r grotesca q u e sea la i n c o n g r u e n c i a h a n fijado o es q u e s i m p l e m e n t e h a n d e j a d o escapar lo esencial? ¿Se
p r o d u c i d a a l j u n t a r los m i s m o s datos c o n l a c o n t r a d i c t o r i a d e l a c o n c l u - p u e d e r a z o n a b l e m e n t e esperar l a c o n s t r u c c i ó n d e u n sistema d e c a t e g o -
s i ó n , l a p r e s e n c i a m i s m a d e u n salto d e u n t i p o a o t r o e v i t a r á q u e e l re- rías cuyos c r i t e r i o s d e a p l i c a c i ó n sean t a n i n d e p e n d i e n t e s d e l c a m p o
s u l t a d o sea u n a c o n t r a d i c c i ó n tajante. E i n c l u s o s i n el salto, un a r g u - c o m o lo es su fuerza? ¿O las categorías de este t i p o s e r á n i n e v i t a b l e m e n -
m e n t o p o d r í a ser s u s t a n c i a l y, c o m o t a l , no c o n s e g u i r ajustarse a las te i n h a b i l i t a d a s p a r a aplicarse a l o s a r g u m e n t o s sustanciales?
n o r m a s que H u m e p r o p o n e . C i r c u n s c r i t a d e esta m a n e r a , l i m i t a d a p o r En el capítulo p r i m e r o e x a m i n a m o s detenidamente el uso práctico
el d e s c u b r i m i e n t o de c o n t r a d i c c i o n e s y p o r el r e c o n o c i m i e n t o de he- d e u n a clase c o n c r e t a d e categorías l ó g i c a s , l a d e los m a t i z a d o r e s m o d a -
c h o s elementales acerca de, d i g a m o s , el m o v i m i e n t o y el c o l o r , n u e s t r a les. C o m o r e s u l t a d o , v i m o s c o n c l a r i d a d l a d e p e n d e n c i a d e l c a m p o d e
r a z ó n es i m p o t e n t e p a r a rechazar las m á s fantásticas c o n c l u s i o n e s : no es los c r i t e r i o s u t i l i z a d o s p a r a d e c i d i r e n l a p r á c t i c a c u á n d o u n m a t i z a d o r
de e x t r a ñ a r q u e p a r a H u m e « n o es c o n t r a r i o a la r a z ó n preferir la des- m o d a l p u e d e e m plear se d e m a n e r a a d e c u a d a , u n a s u n t o a l que los l ó g i -
t r u c c i ó n d e l m u n d o entero a u n a r a ñ a z o e n e l d e d o » . cos f o r m a l e s h a n prestado m u y escasa a t e n c i ó n . C o n s i d e r a n d o las a m -

Y s i n e m b a r g o , tal vez d e b e r í a m o s d e c i r n o « p a r a H u m e » , s i n o « p a r a b i c i o n e s concretas q u e p o d r í a n s e r v i r d e acicate p a r a los lógicos f o r m a -

H u m e como filósofo», pues él m i s m o es el p r i m e r o e n a d m i t i r q u e u n a les, d e b e m o s p r e g u n t a r n o s si la d e p e n d e n c i a d e l c a m p o es i n e v i t a b l e o

b u e n a c o m i d a , u n a p a r t i d a de backgammon, tres o c u a t r o h o r a s en c o m - s i p o r e l c o n t r a r i o p o d r í a e n c o n t r a r s e u n a m a n e r a d e escapar d e e l l a . A l

p a ñ í a d e sus a m i g o s , s o n suficientes p a r a m a t a r l e e l gusto p o r l a e s p e c u - e l a b o r a r sus sistemas f o r m a l e s p a r t i e n d o d e l p a r a d i g m a a n a l í t i c o i n i -

l a c i ó n «tan fría, t a n f o r z a d a , t a n r i d i c u l a » . H a y algo e n l a c o n v e r s a c i ó n c i a l , s i n d u d a los l ó g i c o s h a n albergado esta esperanza, y al a p l i c a r los

c o t i d i a n a y en las n o r m a s de la a r g u m e n t a c i ó n i m p l í c i t a s en ella q u e m i s m o s c r i t e r i o s analíticos e n t o d o s los c a m p o s d e l a a r g u m e n t a c i ó n i n -

está e n c o m p l e t o desajuste c o n s u p r o p i a e s p e c u l a c i ó n e p i s t e m o l ó g i c a y d i s c r i m i n a d a m e n t e , h a n estado i n t e n t a n d o l i b e r a r a la l ó g i c a t e ó r i c a de

q u e l e arrebata t o d a s u p l a u s i b i l i d a d . « E n los asuntos c o t i d i a n o s d e l a l a d e p e n d e n c i a d e l c a m p o q u e m a r c a t o d a p r á c t i c a lógica. Pero s u p o -

v i d a » — e x p l i c a — m e h a l l o a mí m i s m o a b s o l u t a y necesariamente deter- n i e n d o q u e fuera p o s i b l e u n a l ó g i c a c o m p l e t a m e n t e i n d e p e n d i e n t e d e l

m i n a d o a v i v i r , a h a b l a r y a actuar c o m o los d e m á s » : es s ó l o c u a n d o se c a m p o , ¿ p o d r í a llegarse a ella s i g u i e n d o este c a m i n o ? A h o r a estamos en

r e t i r a a su e s t u d i o y se despoja de la c a p a y de los c r i t e r i o s d e l filósofo, d i s p o s i c i ó n d e m o s t r a r que e l p r e c i o que h a y q u e pagar p a r a p o d e r e v i -

c u a n d o regresa su e s c e p t i c i s m o y c u a n d o sus drásticas c o n c l u s i o n e s tar las diferencias entre los c r i t e r i o s q u e e m p l e a m o s en los diferentes

v u e l v e n a a d q u i r i r parte de su p l a u s i b i l i d a d a n t e r i o r . c a m p o s es el de p r i v a r a nuestros sistemas l ó g i c o s de t o d a a p l i c a c i ó n se-


r i a a los a r g u m e n t o s sustanciales.

M u y al p r i n c i p i o de nuestra investigación, presentamos la n o c i ó n de


L A I R R E L E V A N C I A D E LOS C R I T E R I O S A N A L Í T I C O S campo de a r g u m e n t a c i ó n r e c u r r i e n d o a los diferentes t i p o s de p r o b l e -
m a s c o n los q u e p u e d e n relacionarse los a r g u m e n t o s . E l que c a m p o s d e
U n a vez d i c h o t o d o esto, creo j u s t i f i c a d o c o n s i d e r a r q u e m i h i p ó t e s i s h a a r g u m e n t a c i ó n sean diferentes se debe a q u e a p u n t a n a diferentes t i p o s
q u e d a d o establecida. L o s l ó g i c o s h a n t o m a d o los a r g u m e n t o s analíticos d e p r o b l e m a s . U n a r g u m e n t o g e o m é t r i c o nos sirve c u a n d o e l p r o b l e m a
c o m o p a r a d i g m a , h a n e l a b o r a d o s u sistema d e l ó g i c a f o r m a l entera- q u e t e n e m o s delante e s g e o m é t r i c o ; u n a r g u m e n t o m o r a l , c u a n d o e l
m e n t e sobre estos c i m i e n t o s y se h a n t o m a d o la l i b e r t a d de a p l i c a r las p r o b l e m a e s m o r a l ; u n a r g u m e n t o c o n u n a c o n c l u s i ó n que p r e d i c e u n

categorías c o n s t r u i d a s de esta m a n e r a a a r g u m e n t o s de o t r o s c a m p o s . a c o n t e c i m i e n t o , c u a n d o lo q u e n e c e s i t a m o s es u n a p r e d i c c i ó n ; y así s u -

216 217
LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

cesivamente. P u e s t o q u e s o m o s incapaces d e evitar que l a v i d a n o s p l a n - la d i v e r g e n c i a entre sus teorías y la p r á c t i c a de la a r g u m e n t a c i ó n c o t i -


tee p r o b l e m a s de t o d o s esos t i p o s d i s t i n t o s , h a y un s e n t i d o en el q u e las d i a n a , a m e n u d o a f i r m a n estar h a b l a n d o d e m a n e r a m á s estricta q u e
diferencias entre los v a r i o s c a m p o s d e l a a r g u m e n t a c i ó n s o n n a t u r a l - a q u e l l o s q u e se s i r v e n de las categorías lógicas p a r a algo práctico. « S i n
m e n t e i r r e d u c t i b l e s : y se t r a t a de algo q u e s i m p l e m e n t e d e b e m o s acep- d u d a los científicos d i c e n a veces que sus c o n c l u s i o n e s deben ser las q u e
tar. E s s e n c i l l a m e n t e inútil e x i g i r que, d i g a m o s , u n a r g u m e n t o p r e d i c t i - s o n , a u n q u e los pasos q u e h a n d a d o p a r a alcanzarlas s o n i n d u c t i v o s
vo se presente en f o r m a analítica, pues la c u e s t i ó n de la q u e se o c u p a (esto es, sustanciales); p e r o ésta es u n a f o r m a de h a b l a r i m p r e c i s a , p u e s -
d i c h o a r g u m e n t o es: « D a d o lo que sabemos sobre el pasado y el p r e s e n - to q u e , p a r a ser a b s o l u t a m e n t e exactos, ninguna c o n c l u s i ó n de un a r g u -
te, ¿ c ó m o p o d e m o s contestar de la m a n e r a m á s fiable p o s i b l e tal o c u a l m e n t o i n d u c t i v o p o d n a , estrictamente h a b l a n d o , r e c l a m a r l a p r e t e n s i ó n
p r e g u n t a sobre e l futuro?», d o n d e l a p r o p i a f o r m a d e l a r g u m e n t o e l i m i - d e necesidad». H a llegado e l m o m e n t o d e colocar entre grandes signos d e
n a l a p o s i b i f i d a d d e ofrecer u n a r g u m e n t o analítico c o m o s o l u c i ó n . A l - i n t e r r o g a c i ó n l a e x p r e s i ó n «estrictamente h a b l a n d o » tal c o m o a c a b a m o s
g u i e n que d e c l i n a r e s p o n d e r a u n a p r e g u n t a de este t i p o hasta q u e no d e usarla. N o t o l e r a r s i n o l o s a r g u m e n t o s e n los q u e l a c o n c l u s i ó n está
h a n o b t e n i d o datos t a m b i é n sobre e l f u t u r o — s i n los cuales n o p u e d e i m p l i c a d a p o r los datos y el respaldo p o d r í a resultar m u y exigente o me-
f o r m u l a r s e a r g u m e n t o analítico a l g u n o — e s t á e l u d i e n d o enfrentarse ticuloso, Y si éste fuera el s e n t i d o q u e se le da a la p a l a b r a «estricto», no
c o n el p r o b l e m a en cuestión. habría p r o b l e m a ; pero ocurre que hay m á s en jaque, porque no se trata

S u p o n g a m o s q u e h a c e m o s l a p r e g u n t a «¿Podrían los a r g u m e n t o s sólo de q u e los l ó g i c o s a f i r m e n ser e x t r a o r d i n a r i a m e n t e exigentes o d i -

sustanciales ajustarse a las n o r m a s adecuadas a los a r g u m e n t o s analíti- fíciles d e c o m p l a c e r : están d i c i e n d o q u e p o s e e n u n a p e r s p i c a c i a e x c e p -

cos?»; la respuesta d e b e r í a ser « P o r d e f i n i c i ó n , no». P r e s c i n d i e n d o de c i o n a l , q u e los lleva a rechazar los títulos de c o n c l u s i ó n «necesaria», a r -

t o d o l o d e m á s , m u c h o s a r g u m e n t o s sustanciales c o n l l e v a n , e n efecto, g u m e n t o «concluyente» o i n f e r e n c i a «válida» p a r a los a r g u m e n t o s y

saltos de un t i p o a o t r o , q u e p r o v i e n e n de la n a t u r a l e z a de los p r o b l e m a s c o n c l u s i o n e s que los científicos prácticos a c e p t a n s i n m á s .

c o n los que s e r e l a c i o n a n l o s a r g u m e n t o s . E n los a r g u m e n t o s analíticos, Esta p r e t e n s i ó n de poseer u n a p e r s p i c a c i a s u p e r i o r debe ser contes-


s i n d u d a , t e n e m o s ' d e r e c h o a b u s c a r la i m p l i c a c i ó n entre los datos y el tada. Si les p e r m i t i m o s a los lógicos e m p l e a r el t é r m i n o « i n d u c t i v o »
respaldo p o r u n a parte y l a c o n c l u s i ó n p o r o t r a : dichas i m p l i c a c i o n e s c o m o p u n t o d e p a r t i d a , p u e d e parecer q u e l a p r e t e n s i ó n está j u s t i f i c a d a .
serán c o m p l e t a s c u a n d o a d e m á s e l a r g u m e n t o n o e s e q u í v o c o , p e r o s ó l o Pero si se l l e v a n a cabo s u s t i t u c i o n e s m á s explícitas, q u e d a r á patente lo
parciales c u a n d o e l a r g u m e n t o ( a u n q u e analítico) e s p r o v i s i o n a l . E n e l q u e ellos están s u b r a y a n d o : q u e s e d e b e r í a c o n c e d e r u n p a p e l p r i v i l e g i a -
caso d e los a r g u m e n t o s sustanciales, s i n e m b a r g o , n o h a y m a n e r a d e do a los c r i t e r i o s q u e se u s a n p a r a evaluar l o s a r g u m e n t o s analíticos y
j u n t a r los datos y el r e s p a l d o p a r a i m p l i c a r la c o n c l u s i ó n o p a r a dejar q u e los a r g u m e n t o s de t o d o s los c a m p o s se d e b e r í a n j u z g a r ú n i c a m e n t e
de i m p l i c a r l a : p r e c i s a m e n t e p o r q u e los pasos que se d a n s o n s u s t a n c i a - c o n esos c r i t e r i o s . « E s t r i c t a m e n t e h a b l a n d o » s i g n i f i c a p a r a ellos analíti-
les, resulta t a n inútil b u s c a r i m p l i c a c i o n e s c o m o d e c e p c i o n a r n o s s i n o camente h a b l a n d o , si b i e n e n el caso de los a r g u m e n t o s sustanciales re-
las e n c o n t r a m o s . L a a u s e n c i a d e l a i m p l i c a c i ó n n o p r o c e d e d e u n a l a - c u r r i r a c r i t e r i o s analíticos no es q u e sea estricto s i n o que está fuera de
m e n t a b l e d e b i h d a d e n los a r g u m e n t o s , s i n o d e l a n a t u r a l e z a d e los p r o - lugar. N o c o n s t i t u y e u n fallo d e u n a r g u m e n t o q u e , p o r e j e m p l o , d a l u -
b l e m a s p a r a los q u e l a i m p h c a c i ó n está d i s e ñ a d a . C u a n d o n o s p o n e m o s gar a u n a p r e d i c c i ó n el h e c h o de no ajustarse a n o r m a s analíticas; p u e s -
a evaluar los m é r i t o s reales de c u a l q u i e r a r g u m e n t o s u s t a n c i a l , los crite- to que, si eso fuera lo q u e p r e t e n d i e r a conseguir, entonces dejaría de ser
rios analíticos, c o m o l a i m p h c a c i ó n , s o n , c o m o era d e esperar, s i m p l e - u n a r g u m e n t o que p r e d i c e y p o r l o t a n t o d e j a r í a d e tener u t i l i d a d p a r a
m e n t e irrelevantes. e n f r e n t a r n o s a p r o b l e m a s de p r e d i c c i ó n .
T e n i e n d o esto e n c u e n t a , p o d e m o s refutar t o d a v í a o t r a a f i r m a c i ó n ,
efectuada e n n o m b r e d e l a l ó g i c a f o r m a l . C u a n d o los l ó g i c o s c o m e n t a n

218 219
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

MODALIDADES LÓGICAS p o r esto p o r l o que a f i r m o q u e las m o d a l i d a d e s «lógicas» l l e v a n n o m -


bres e r r ó n e o s .
P o r eso, u n o está t e n t a d o de c o n d e n a r a los l ó g i c o s formales a b i e r t a - C o n s i d e r e m o s d e n u e v o c u a l q u i e r a d e los e j e m p l o s que d i m o s p a r a
m e n t e , c o n cargos d e p u r a i r r e l e v a n c i a . S i n e m b a r g o , h a y algo que c o m - mostrar c ó m o se emplea en la práctica la noción de posibihdad: si surge
p l i c a l a s i t u a c i ó n : p a r a d e t e r m i n a d o s p r o p ó s i t o s , las c o n s i d e r a c i o n e s l a c u e s t i ó n «¿Es ésta u n a c o n c l u s i ó n p o s i b l e ? » , t e n e m o s que c e r c i o r a r -
acerca de la c o h e r e n c i a y la c o n t r a d i c c i ó n p u e d e n ser relevantes, i n c l u s o n o s n o s ó l o d e que l a p r o p o s i c i ó n presentada c o n s i g u e evitar c o n t r a d e -
c u a n d o los a r g u m e n t o s que se d i s c u t e n s o n sustanciales. A n t e s de llegar c i r los datos, s i n o de que es u n a v e r d a d e r a p r o p u e s t a de s o l u c i ó n , c u y o
a las c o n c l u s i o n e s finales, d e b e m o s i n t e n t a r ver c ó m o se p r o d u c e esto y respaldo t e n d r e m o s que investigar y c u y a a c e p t a b i l i d a d t e n d r e m o s que
c u a n p e r t i n e n t e s s o n las n o c i o n e s de p o s i b i l i d a d , i m p o s i b i l i d a d y nece- evaluar. P a r a e l l o , l a m e r a a u s e n c i a d e c o n t r a d i c c i ó n n o n o s lleva d e m a -
s i d a d «lógicas» p a r a l a crítica d e los a r g u m e n t o s n o analíticos. siado lejos, pues friera d e l estudio d e l filósofo nadie hablaría, p o r e j e m p l o ,

T r a d i c i o n a l m e n t e — e s decir, en la t r a d i c i ó n de los m a n u a l e s de l ó g i - d e D w i g h t D . E i s e n h o w e r c o m o u n m i e m b r o posible d e l e q u i p o a m e r i -

c a — c u a l q u i e r p r o p o s i c i ó n expresada de tal m a n e r a que evite caer en la c a n o d e l a C o p a D a v i s . Las cuestiones prácticas sobre l a p o s i b i h d a d es-

incoherencia y en la i n i n t e l i g i b i l i d a d puede llamarse lógicamente posi- tán relacionadas c o n algo m á s que la c o h e r e n c i a ; y de i g u a l m a n e r a , las

b l e ; a s i m i s m o , c u a l q u i e r c o n c l u s i ó n que n o c o n t r a d i g a los datos d e los cuestiones sobre l a i m p o s i b i l i d a d y l a n e c e s i d a d r e c l a m a n u n e x a m e n

que s e infiere p u e d e considerarse c o m o u n a c o n c l u s i ó n l ó g i c a m e n t e p o - que vaya m á s allá de la m e r a i n t e l i g i b i l i d a d y significación.

sible. D e i g u a l m a n e r a , s ó l o u n a c o n c l u s i ó n que c o n t r a d i g a d e l l e n o los V a y a m o s u n p o c o m á s lejos: l a p o s i b i l i d a d l ó g i c a — s i así nos r e f e r i -


datos se d e n o m i n a i m p o s i b l e y sólo u n a cuya n e g a c i ó n c o n t r a d i g a los d a - m o s a lo que tiene s e n t i d o — n o es tanto u n a subespecie de la p o s i b i l i d a d
tos se d e n o m i n a necesaria. Ésta es, en c u a l q u i e r caso, la d o c t r i n a o r t o - c o m o un prerrequisito de la posibihdad o de la imposibilidad; mientras
d o x a aceptada desde el p u n t o de v i s t a de la lógica. S i n e m b a r g o , p u e d e que lo que es i m p o s i b l e , lo que no p u e d e concebirse y lo que no tiene s e n -
o c a s i o n a r graves m a l e n t e n d i d o s , p o r q u e d a l a i m p r e s i ó n d e que «el p u n - t i d o desde el p u n t o de v i s t a de la l ó g i c a , lejos de ser u n a subespecie de la
to de v i s t a l ó g i c o » es u n a alternativa a u t é n t i c a al p u n t o de vista de la fí- i m p o s i b i l i d a d , excluye c u a l q u i e r p o s i b i l i d a d o i m p o s i b i l i d a d . ¿Se p u e d e
sica, la ética, etc., y de que este p u n t o de v i s t a d i s t i n t o es de a l g u n a m a - rechazar l a c o n s i d e r a c i ó n d e u n a p r o p o s i c i ó n expresada d e f o r m a i n i n -
n e r a m á s r i g u r o s o que el de las ciencias aphcadas y explicativas. S ó l o si teligible p o r q u e e s i m p o s i b l e ? Está claro que d e b e m o s e l i m i n a r las i n -
c o n s e g u i m o s d i s i p a r esa i m p r e s i ó n l l e g a r e m o s a ver c o n c l a r i d a d la ver- coherencias y c o n t r a d i c c i o n e s internas antes de p o d e r expresarnos de
d a d e r a r e l a c i ó n entre la l ó g i c a y estas otras d i s c i p l i n a s . m a n e r a i n t e l i g i b l e , y, hasta que esto no o c u r r a , a d u r a s penas p o d r á n
C o m e n c e m o s con una exageración en sentido contrario: manten- s u r g i r cuestiones r e l a c i o n a d a s c o n l a p o s i b i l i d a d , l a i m p o s i b i l i d a d y l a
d r é que las frases « l ó g i c a m e n t e p o s i b l e » , « l ó g i c a m e n t e n e c e s a r i o » y n e c e s i d a d . D a d o el m í n i m o r e q u i s i t o de la i n t e l i g i b i l i d a d , será imposible
« l ó g i c a m e n t e i m p o s i b l e » s o n expresiones c l a r a m e n t e e r r ó n e a s . D e c i r a q u e l l a c o n c l u s i ó n que, a u n q u e t a l vez coherente c o n los datos sólo des-
que u n a c o n c l u s i ó n es p o s i b l e , i m p o s i b l e o necesaria eqiiivale a decir que, d e e l p u n t o d e v i s t a l i n g ü í s t i c o , p o d e m o s descartar b a s á n d o n o s e n r a -
t e n i e n d o en c u e n t a la n a t u r a l e z a d e l p r o b l e m a y de los datos en cues- zones concluyentes: u n a c o n c l u s i ó n incoherente n u n c a consigue l l e g a r
t i ó n , la c o n c l u s i ó n debe ser t o m a d a en c o n s i d e r a c i ó n , r e c h a z a d a o acep- s i q u i e r a a l p u n t o e n que s u p r e t e n s i ó n d e ser p o s i b l e p u e d a ser c o n s i d e -
tada p o r fuerza. D e o t r a parte, los c r i t e r i o s «lógicos» d e p o s i b i l i d a d , r a d a . Q u i z á s en u n a clase l i m i t a d a de p r o b l e m a s — a r g u m e n t o s y c á l c u -
i m p o s i b i h d a d y n e c e s i d a d no c o n t r i b u y e n a d e m o s t r a r que c u a l q u i e r los a n a l í t i c o s — l a p r e s e n c i a o la a u s e n c i a de c o n t r a d i c c i o n e s es de ver-
c o n c l u s i ó n de la que nos o c u p e m o s en la p r á c t i c a p u e d e ser a u t é n t i - d a d p e r t i n e n t e p a r a u n a e v a l u a c i ó n real; p e r o , aparte d e estos p o c o s
c a m e n t e p o s i b l e , i m p o s i b l e o necesaria; al m e n o s s i e m p r e y c u a n d o el casos, los factores que c u e n t a n p a r a la n e c e s i d a d , la i m p o s i b i l i d a d , etc.,
p r o b l e m a en c u e s t i ó n n o s lleve a u t i l i z a r a r g u m e n t o s sustanciales. Es son de naturaleza completamente distinta.

220 221
LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

L a relación entre l a p o s i b i l i d a d l ó g i c a y l a p o s i b i l i d a d d e otros t i p o s Este e j e m p l o t o m a d o d e l derecho tiene u n a a n a l o g í a lógica. L a c o n -


p u e d e aclararse si r e c u r r i m o s de n u e v o al p a r a l e l o c o n cuestiones de de- gruencia y la coherencia son prerrequisitos de la evaluación racional. A l -
recho. S u p o n g a m o s que a l i m e n t o o c u l t a m e n t e u n a queja c o n t r a m i ve- g u i e n que quiere e m i t i r u n a e v a l u a c i ó n , p e r o s e c o n t r a d i c e a s í m i s m o a l
c i n o y d e c i d o que d e b e n ser los t r i b u n a l e s los que enderecen el e n t u e r - hacerla, fracasará i n c l u s o s i i n t e n t a hacerse e n t e n d e r : l a c u e s t i ó n d e s i l o
to: p o d r í a a c u d i r a un a b o g a d o y c o n t a r l e la h i s t o r i a de los agravios d e l que dice e s v e r d a d n o p u e d e n i s i q u i e r a llegar a abordarse. A s i m i s m o , a l -
v e c i n o , p a r a t e r m i n a r c o n u n a p r e g u n t a : «¿Es p o s i b l e e m p r e n d e r este g u i e n que presenta u n a serie d e e n u n c i a d o s e n f o r m a d e a r g u m e n t o ,
caso?». Sería o p o r t u n o resaltar q u e , en este p u n t o , no p u e d e haber res- p e r o c u y a c o n c l u s i ó n f i n a l c o n t r a d i c e a l g u n o d e los datos, t a m p o c o l o -
puesta: tal c o m o están las cosas, n o h a y m a n e r a d e a b o r d a r l a p r e g u n t a , gra darse a entender: hasta que el caso no está expuesto de f o r m a c o h e -
p o r q u e n o h a llegado t o d a v í a e l m o m e n t o d e hacerla. S i t o d o l o que t e n - rente y c o n g r u e n t e , no se p u e d e n hacer preguntas sobre los m é r i t o s d e l
go es la crónica del c o m p o r t a m i e n t o de un h o m b r e c o n relación a mí en a r g u m e n t o o de la c o n c l u s i ó n . L o s e n u n c i a d o s c o n t r a d i c t o r i o s en sí
los ú l t i m o s meses, s i n i n d i c a r en q u é me siento agraviado o sobre q u é m i s m o s y las c o n c l u s i o n e s incoherentes c o n los datos d e b e n descartarse
base d i c h o c o m p o r t a m i e n t o p o d r í a p r o p i c i a r u n o s m o t i v o s que p u e d a n antes de p o d e r s i q u i e r a presentar un caso de m a n e r a clara o a d e c u a d a :
llevar a u n a a c c i ó n legal, lo m á s seguro es que el abogado tenga que h a - d i c h a i n c o h e r e n c i a es, p o r l o tanto, u n a s u n t o p r e l i m i n a r , que nos e m -
c e r m e u n a serie d e preguntas antes d e averiguar s i m i causa p u e d e e m - p u j a a e x c l u i r l o s ya desde el p r i n c i p i o .
prenderse. I n c l u s o e n ese p u n t o y o p o d r í a , p o r supuesto, hacer l a s i - L o s e n u n c i a d o s y los a r g u m e n t o s libres de c o n t r a d i c c i o n e s s o n ,
guiente p r e g u n t a : «¿Podría y o i n t e n t a r a l g ú n tipo d e causa c o n t r a m i c o n s e c u e n t e m e n t e , aquellos e n c o n t r a d e los cuales n o h a y o b j e c i ó n p o r
v e c i n o ? » , p e r o antes de p r e g u n t a r si el caso es posible, h a y que d e c i d i r razones de p u r a i n c o h e r e n c i a o i n c o n g r u e n c i a : el e r r o r consiste en c o n -
q u é t i p o de caso es el q u e t e n e m o s entre m a n o s . A s í pues, p r i m e r o debo siderar esta l i b e r t a d c o m o u n caso prima facie e n s u favor. P o r l o q u e
d e c i r q u é t i p o de caso h a b í a p r e v i s t o y cuáles, a grandes rasgos, s o n los t o c a a los e n u n c i a d o s y a r g u m e n t o s l ó g i c a m e n t e necesarios, p o d r í a m o s
h e c h o s d e m i relato e n q u e s e b a s a r á l a d e m o s t r a c i ó n d e l a s o l i d e z d e l c o m p a r a r l o s c o n los casos p r o p i o s d e l d e r e c h o u n a vez que y a s e h a n d e -
caso. S ó l o c u a n d o , c o n l a a y u d a d e l a b o g a d o , haya c o n s e g u i d o d e t e r m i - c i d i d o : a l aceptar u n c o n j u n t o d e t e r m i n a d o d e datos, u n o está o b l i g a d o
n a r t a n t o e l t i p o d e caso c o m o l a m a n e r a e n que m i s p r u e b a s l o a p o y a n , p o r p u r a coherencia a aceptar aquellas otras p r o p o s i c i o n e s i m p l i c a d a s p o r
s u r g i r á l a p r e g u n t a siguiente. E n otras palabras, l o p r i m e r o que d e b o h a - el c o n j u n t o de datos, de t a l m a n e r a que la p r e g u n t a de si estas o t r a s
cer es e x p o n e r el caso apropiadamente. U n a vez q u e se haya e x p u e s t o de p r o p o s i c i o n e s s o n inferencias «posibles» de nuestros datos es en sí m i s -
m a n e r a a d e c u a d a , a l m e n o s d e m a n e r a a p r o x i m a d a , será e l m o m e n t o m a e r r ó n e a y s i n f u n d a m e n t o . «Se c a s a r o n u n m i é r c o l e s , así que e s p o -
de p r e g u n t a r hasta q u é p u n t o el caso es p o s i b l e ; es decir, si es el t i p o de sible que l a b o d a fuera u n día d e l a s e m a n a » : t a l c o n c l u s i ó n h a pasado y a
caso que se p o d r í a llegar a c o n s i d e r a r en los t r i b u n a l e s . el estadio de ser p o s i b l e , puesto que en efecto ya se n o s ha i m p u e s t o .
S i n e m b a r g o , puede que no sólo no sea d e m a s i a d o pronto p a r a pre- Volvamos ahora a mi afirmación inicial de que la expresión «posibi-
guntar si el caso es p o s i b l e , s i n o que t a m b i é n p u e d e que sea d e m a s i a d o l i d a d lógica» y sus c o g n a d o s s o n d e s i g n a c i o n e s i n a d e c u a d a s . P u e d e q u e
tarde. Esta cuestión surge sólo m i e n t r a s el p r o b l e m a esté s i n resolver. S u - se haya t r a t a d o de u n a e x a g e r a c i ó n , p e r o es u n a e x a g e r a c i ó n d i s c u l p a -
p o n g a m o s que v o y a los t r i b u n a l e s y el j u e z p r o n u n c i a un veredicto: u n a ble. N o s e c o n s i g u e que s e d e c i d a n a d a s i m p l e m e n t e e x p o n i e n d o u n
vez que esto o c u r r e , ya no se p u e d e p r e g u n t a r si el caso es p o s i b l e . Si v u e l - caso de f o r m a a p r o p i a d a , s i n o que m á s b i e n se crea u n a situación en la
vo al abogado después y le p r e g u n t o de n u e v o si tengo un p o s i b l e caso, él que p o d e m o s e m p e z a r a hacer preguntas racionales: n o s c o l o c a m o s en
no e n c o n t r a r á m a n e r a de r e s p o n d e r m e . S i n d u d a , el caso sigue estando p o s i c i ó n d e p o d e r u t i l i z a r p r o c e d i m i e n t o s d e d e c i s i ó n sustanciales. E s
expuesto de f o r m a adecuada y t o d a v í a está l i b r e de c o n t r a d i c c i o n e s , pero c i e r t o que a veces t e n e m o s la o c a s i ó n de descartar las p r o p o s i c i o n e s o
ya ha sido resuelto, y el m o m e n t o de p r e g u n t a r si es posible ha pasado. c o n c l u s i o n e s propuestas c o m o i m p o s i b l e s p o r razones d e p u r a i n c o n -

222 223
LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

g r u e n c i a , o de a d m i t i r l a s p o r q u e s o n l i n g ü í s t i c a m e n t e consecuentes c o n s u m a m e n t e l i m i t a d a de los a r g u m e n t o s analíticos; e i n c l u s o e n t o n c e s


los datos, o i n c l u s o p o r q u e se nos i m p o n e n en v i r t u d de la a c e p t a c i ó n de representan, c o m o m u c h o , las bases de criterio de l a p o s i b i l i d a d y l a i m -
esos datos; p e r o d e c i r que u n a c o n c l u s i ó n es l ó g i c a m e n t e necesaria o l ó - p o s i b i l i d a d , p e r o n o l a t o t a l i d a d d e l significado d e d i c h o s t é r m i n o s . E n e l
g i c a m e n t e i m p o s i b l e no equivale a d e c i r que en el p r i m e r caso el p r o - c a p í t u l o p r i m e r o establecimos u n a d i s t i n c i ó n entre l a n o c i ó n d e c o n t r a -
b l e m a se ha resuelto gracias al d e s c u b r i m i e n t o de a r g u m e n t o s irreJíi- d i c c i ó n i n t e r n a y l a n o c i ó n d e i m p o s i b i l i d a d m a t e m á t i c a . Pero i n c l u s o
tables o gracias a p r u e b a s a b s o l u t a m e n t e a b r u m a d o r a s , m i e n t r a s que en aUí constituía u n e r r o r s u p o n e r que l a c o n t r a d i c c i ó n y l a i m p o s i b i l i d a d
e l s e g u n d o caso h u b o q u e descartar l a p r o p o s i c i ó n p o r razones seme- p o d r í a n ser identificadas o d e f i n i d a s u n a e n f u n c i ó n d e l a o t r a : u n a c o n -
jantes. E q u i v a l e m á s b i e n a decir que en el s e g u n d o caso el p r o b l e m a no c l u s i ó n m a t e m á t i c a m e n t e i m p o s i b l e es, m á s b i e n , l a que debe d e s c a r t a r -
llegó a ponerse en m a r c h a r e a l m e n t e , puesto que la s o l u c i ó n p r o p u e s t a se qua i n c o h e r e n t e o c o n t r a d i c t o r i a en sí m i s m a . Esa m i s m a d i s t i n c i ó n
resultó descartable desde e l p r i n c i p i o , ú n i c a m e n t e p o r m o t i v o s d e c o n - p u e d e a h o r a emplearse p a r a separar las n o c i o n e s d e i m p o s i b i l i d a d e i n -
g r u e n c i a , m i e n t r a s que e n e l p r i m e r caso, h a b i e n d o e m p e z a d o p o r acep- c o n g r u e n c i a : p a r a los p r o p ó s i t o s de los l ó g i c o s formales t a m b i é n es s u -
tar los datos, no e s t á b a m o s ya en p o s i c i ó n de tener que evaluar la fuerza ficiente que la c o n g r u e n c i a y la c o n t r a d i c c i ó n se t o m e n c o m o c r i t e r i o s
de n i n g u n o de los a r g u m e n t o s i n v o l u c r a d o s , puesto que no se necesita- d e p o s i b i h d a d e i m p o s i b i h d a d , p o r l o que i n t e n t a r d e f i n i r u n a e n f u n -
ba argumento alguno. c i ó n d e l a o t r a sería propasarse. D e j a n d o aparte t o d o l o d e m á s , este h e -
M i e n t r a s eso sea lo ú n i c o que se quiere d e c i r c o n las expresiones «ló- c h o n o s p r i v a d e n u e s t r o t é r m i n o n o r m a l p a r a e x c l u i r las p r o p o s i c i o n e s
g i c a m e n t e p o s i b l e » , « i m p o s i b l e » y «necesario», éstas s e r á n suficiente- c o n t r a d i c t o r i a s : u n a vez que s e i d e n t i f i c a l a i m p o s i b i l i d a d c o n l a c o n t r a -
m e n t e i n o c u a s y aceptables: s i n e m b a r g o , sigue estando presente el p e h - d i c c i ó n , la p r e g u n t a «¿Por q u é es necesario descartar u n a p r o p o s i c i ó n
gro de c o n f u n d i r la p o s i b i l i d a d , la i m p o s i b i l i d a d y la necesidad lógicas lógicamente imposible (contradictoria)?» cobra—paradójica e infeliz-
c o n otros t i p o s diferentes y de sugerir, p o r e j e m p l o , que u n a c o n c l u s i ó n mente—sentido.
debe t o m a r s e en c o n s i d e r a c i ó n , c u a n d o lo ú n i c o que se ha d e m o s t r a d o A s í pues, las categorías de p o s i b i l i d a d , n e c e s i d a d e i m p o s i b i l i d a d l ó -
e s que n o e n t r a e n c o n t r a d i c c i ó n c o n l a i n f o r m a c i ó n p r e v i a . C u a l q u i e r a gicas n o p u e d e n e l i m i n a r s e d i c i e n d o que s o n d e l t o d o i n a p r o p i a d a s ;
q u e haya leído obras filosóficas sabe cuan alegremente suelen sus a u t o - p e r o p o d e m o s ver que n o r m a l m e n t e s e c o n f u n d e n u n p o c o . E n s u d e f i -
res d a r ese paso. Descartes, p o r e j e m p l o , i n s i n ú a que t o d a n u e s t r a expe- n i c i ó n h a b i t u a l , p o r e j e m p l o , d e j a n s i n resaltar l a diferencia entre des-
r i e n c i a s e n s o r i a l p o d r í a ser posiblemente u n a a l u c i n a c i ó n u r d i d a p o r u n c u b r i r u n a c o n t r a d i c c i ó n i n t e r n a y sacar d e ella l a m o r a l e j a a d e c u a d a .
ingenioso d e m o n i o . También B e r t r a n d Russell manifiesta dudas y vaci- Y s i n e m b a r g o , d i c h a d i f e r e n c i a e s t a n i m p o r t a n t e p a r a los lógicos c o m o
laciones i n c l u s o sobre e l a m a n e c e r d e l día siguiente, i n s i n u a n d o q u e , que p a r a c u a l q u i e r o t r o i n d i v i d u o : ellos, i g u a l que n o s o t r o s , q u i e r e n d a r a
n o s o t r o s s e p a m o s , el m u n d o podría posiblemente h a b e r s i d o creado hace e n t e n d e r algo m á s c o n e l t é r m i n o « i m p o s i b l e » que c o n « c o n t r a d i c t o r i o
c i n c o m i n u t o s c o n t o d o s los fósiles y los recuerdos que a h o r a t e n e m o s . en sí m i s m o » , manteniendo «imposible» c o m o el término natural para
En cada caso t o d o lo que se ha establecido de h e c h o es que la i n s i n u a c i ó n descartar las c o n t r a d i c c i o n e s i n t e r n a s ; es decir, q u i e r e n , desde l u e g o ,
n o q u e d a f o r m a l m e n t e e x c l u i d a . L a respuesta a d e c u a d a p u e d e expresar- c o n s e r v a r las viejas i m p l i c a c i o n e s c o t i d i a n a s de la idea de i m p o s i b i l i d a d
s e e n f o r m a d e u n l e m a general: «Las c o n s i d e r a c i o n e s lógicas n o s o n s i n o e n u n n u e v o c o n t e x t o técnico.
c o n s i d e r a c i o n e s f o r m a l e s » , es decir, s o n c o n s i d e r a c i o n e s que t i e n e n que I d é n t i c o p e l i g r o d e c o n f u s i ó n yace tras g r a n parte d e l uso c o m ú n
ver c o n las f o r m a l i d a d e s p r e l i m i n a r e s d e l a e x p r e s i ó n d e u n a r g u m e n t o que los filósofos h a c e n i n c l u s o de los p r o p i o s t é r m i n o s , el s u s t a n t i v o
y no c o n los m é r i t o s reales de a r g u m e n t o o p r o p o s i c i ó n a l g u n a . «lógica» y el adjetivo «lógico»: no es i n f r e c u e n t e que p r e t e n d a n m a n t e -
U n a vez dejadas atrás las f o r m a h d a d e s p r e h m i n a r e s , la c u e s t i ó n de ner las i m p l i c a c i o n e s c o t i d i a n a s d e d i c h o s t é r m i n o s , i n c l u s o u n a vez que
la c o h e r e n c i a y la c o n t r a d i c c i ó n sigue s i e n d o relevante sólo p a r a la clase las h a n e l i m i n a d o d e h e c h o c o m o r e s u l t a d o d e d e f i n i c i o n e s p r o f e s i o n a -

224 225
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN
LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

les más estrictas. Recordemos la cita del profesor A. N. Prior. Alguien «Tribunal de la Razón» tiene competencia sólo en los casos en que es p o -
que argumente de manera práctica aceptará como lógico cualquier ar- sible exigir correctamente argumentos analíticos: los argumentos éticos
gumento que se presente de modo apropiado y no sea, consecuen- y estéticos, las conclusiones predictivas y las causales, los enunciados so-
temente, blanco de objeciones por una mera cuestión de formalidad: bre el pensamiento ajeno, sobre los objetos materiales, incluso sobre
decirle a este individuo que un argumento no es lógico equivale a insi- nuestros recuerdos, van cayendo uno tras otro ante la crítica de los filó-
nuar que el argumento es incoherente, que imphca, por ejemplo, con- sofos, y vemos cómo la función jurídica de la razón se va restringiendo
tradicciones claras, y que, por lo tanto, en él las cuestiones sustanciales cada vez más. Si seguimos la huella de H u m e estamos abocados a termi-
no pueden ni siquiera llegar a suscitarse, y no digamos considerarse o nar en su dilema metafisico.
establecerse seriamente. Prior, por otra parte, prefiere no llamar «lógi- Sin embargo, es posible interpretar la cuestión de una manera dis-
co» a ningún argumento a no ser que satisfaga una condición mucho tinta que no ocasione tales dificultades. Sin exigir que los argumentos de
más restrictiva: para él debe ser analítico, y los argumentos sustanciales todos los campos sean analíticos, todavía podemos preguntar—dejando
se rechazan no por ser lógicos, simplemente porque son argumentos aparte su carácter analítico—en qué campos pueden emplearse proce-
sustanciales. dimientos o evaluaciones interpersonales o jurídicos. La respuesta de-
Las consecuencias de tal restricción del campo de lo lógico se mani- penderá no de una búsqueda vana de implicaciones que no correspon-
fiestan de manera más llamativa en el ámbito de los argumentos éticos: den en ese contexto, sino de algo distinto. Cualquiera que sea el campo
el enunciado «Los argumentos éticos no son lógicos» implica para que nos ocupe, podemos expresar los argumentos de acuerdo con el si-
quien argumente de forma práctica que todos los argumentos éticos guiente esquema:
son incoherentes, inválidos e inadecuados y, en consecuencia, necesa-
riamente defectuosos por razones de procedimiento; y ésta es una afir- D C
mación mucho más poderosa que aquella tan inocente que subraya G
Prior, a saber: que los argumentos éticos no son ni podrían ser analíti-
cos. Si todo lo que se derivara de esto fuera una simple ambigüedad, el Apelar a tal argumento conlleva que la garantía G no sólo nos autoriza
problema se resolvería rápidamente. Pero no hay que seguir leyendo a dar el paso de D a C, sino también que es una garantía establecida. La
mucho más para darnos cuenta de que para los filósofos como Prior la discusión racional en cualquier campo depende consecuentemente de la
ausencia de implicaciones derivadas de los argumentos éticos es, en posibilidad de establecer garantías de inferencia en dicho campo: siem-
comparación con los argumentos analíticos, una debilidad y una insu- pre que existan procedimientos ínter-personales comunes y entendidos
ficiencia: aún se les reprocha el hecho de que tales argumentos «no son para probar las garantías en un campo concreto, será posible afrontar
lógicos». los problemas con un enfoque judicial. Cuando preguntamos, pues,
Esta confusión en la noción de «lógico» y términos afines ha dado hasta dónde se extiende la autoridad del «Tribunal de la Razón», debe-
lugar a una consecuencia particularmente desafortunada. Tendremos mos dejar de lado la cuestión de en qué medida es posible que los ar-
ocasión de considerarla volviendo a la cuestión de si el «Tribunal de la gumentos de cualquier campo sean analíticos: por el contrario, debe-
Razón» tiene jurisdicción en todos los campos de la argumentación, o mos centrar nuestra atención en un asunto completamente diferente, el
bien si en algunos de ellos no existe posibilidad de establecer o evaluar de hasta qué punto existen ya garantías establecidas en la ciencia, en la
ciertas afirmaciones según un procedimiento de tipo jurídico. Es, efecti- ética o la moral, en el derecho, en la crítica de arte, en el juicio sobre los
vamente, demasiado fácil desviar la cuestión y falsear el alcance de su caracteres, o en cualquier otro ámbito; y hasta qué punto existe un en-
auténtica fuerza. Si seguimos a H u m e , acabaremos admitiendo que el tendimiento y un acuerdo general sobre los procedimientos para decidir

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y L Ó G I C A IDEALIZADA

q u é p r i n c i p i o s s o n s ó l i d o s y q u é garantías s o n aceptables. D o s personas 2. L a idea d e q u e , a l m o d e l a r l a d i s c i p l i n a e n u n sistema f o r m a l d e


q u e aceptan p r o c e d i m i e n t o s c o m u n e s p a r a p o n e r a p r u e b a las garantías este t i p o , p o d r e m o s hacer e n t r a r e n j u e g o u n a n e c e s i d a d m á s fuerte q u e
e n c u a l q u i e r c a m p o p u e d e n e m p e z a r c o m p a r a n d o l o s m é r i t o s d e los ar- l a n e c e s i d a d m e r a m e n t e física y u n a i m p o s i b i l i d a d m á s i n f l e x i b l e q u e l a
g u m e n t o s e n d i c h o c a m p o : s ó l o d o n d e falte esta c o n d i c i ó n , d e m a n e r a i m p o s i b i l i d a d m e r a m e n t e física.
q u e esas d o s personas n o t e n g a n u n t e r r e n o c o m ú n sobre e l q u e a r g u -
m e n t a r , será i m p o s i b l e u n a e v a l u a c i ó n r a c i o n a l . Estas ideas nos o c u p a r á n en lo q u e q u e d a d e l c a p í t u l o presente.
R e s u m a m o s los resultados de esta sección. He s u g e r i d o dos factores
q u e en el m o m e n t o presente t i e n d e n a c o n f u n d i r nuestras ideas sobre la
a p H c a c i ó n d e l a l ó g i c a . E l p r i m e r o e s l a i n c a p a c i d a d d e r e c o n o c e r que LA LÓGICA C O M O SISTEMA DE VERDADES ETERNAS
la d e p e n d e n c i a d e l c a m p o de nuestras categorías lógicas es un rasgo
esencial, s u r g i d o de las diferencias i r r e d u c t i b l e s entre los t i p o s de p r o - La aspiración a modelar la lógica en f o r m a matemática es tan v i e j a
b l e m a s p a r a los q u e están d i s e ñ a d o s los a r g u m e n t o s . El s e g u n d o es la c o m o l a p r o p i a d i s c i p l i n a . D e s d e q u e l a l ó g i c a c o b r ó existencia p r o p i a
gran a m b i g ü e d a d de la palabra «deductivo» según su uso c o m ú n en —es decir, desde A r i s t ó t e l e s — , los l ó g i c o s f o r m a l e s h a n p e r s e g u i d o u n
l a l ó g i c a f o r m a l . S ó l o u n a vez que s e haya a c l a r a d o e l t i p o d e p r o b l e m a d o b l e o b j e t i v o : p o r u n a parte, s i s t e m a t i z a r l o s p r i n c i p i o s d e l r a z o n a -
i n v o l u c r a d o e n u n caso p a r t i c u l a r , p u e d e u n o d e t e r m i n a r q u é garantías, m i e n t o seguro y t e o r i z a r sobre los c á n o n e s de la a r g u m e n t a c i ó n , y p o r
respaldo y c r i t e r i o s de n e c e s i d a d y p o s i b i l i d a d s o n relevantes p a r a d i c h o otra, conseguir el ideal de la disciplina c o m o u n a ciencia formal, d e d u c -
caso: n a d a justifica la a p l i c a c i ó n de c r i t e r i o s analíticos en t o d o s los c a m - t i v a y p r e f e r i b l e m e n t e a x i o m á t i c a . En la frase q u e abre la Analítica prio-
pos de la a r g u m e n t a c i ó n i n d i s c r i m i n a d a m e n t e , y el hacerlo así de m a n e - ra de Aristóteles ya e n c o n t r a m o s expresado este d o b l e fin: la lógica, d i c e
r a constante nos llevaría ( c o m o c o m p r o b ó H u m e ) a u n estado d e d e l i r i o A r i s t ó t e l e s , se o c u p a de la apodeixis (es d e c i r , de la m a n e r a en q u e d e -
filosófico. La ausencia de i m p l i c a c i o n e s en el caso de los a r g u m e n t o s sus- b e n establecerse las c o n c l u s i o n e s ) y t a m b i é n es l a c i e n c i a {episteme) d e
tanciales n o e s u n s i g n o d e d e b i l i d a d , s i n o u n a c o n s e c u e n c i a d e los p r o - su e s t a b l e c i m i e n t o , ya q u e Aristóteles da p o r s u p u e s t o q u e es p o s i b l e ex-
b l e m a s c o n los q u e d i c h o s a r g u m e n t o s t i e n e n q u e enfrentarse. P o r su- presar el t e m a e n f o r m a de episteme, es decir, c o m o c i e n c i a t e ó r i c a
puesto h a y diferencias entre los c a m p o s de la a r g u m e n t a c i ó n , p e r o el deductiva.
« T r i b u n a l de la R a z ó n » es capaz de d i c t a m i n a r t a m b i é n fuera d e l l i m i t a - E l m i s m o d o b l e o b j e t i v o s e h a l l a i m p l í c i t o e n l a p r á c t i c a d e los l ó g i -
d o t e r r e n o d e los a r g u m e n t o s analíticos. cos f o r m a l e s hasta e l día d e hoy. D e s d e e l siglo x v i i l a d i s c i p l i n a h a t e n -
Tras estos dos factores i n m e d i a t o s y a c e n otras c o n s i d e r a c i o n e s que d i d o , s i cabe, a hacerse m á s m a t e m á t i c a , p r i m e r o e n m a n o s d e L e i b n i z ,
n o h e m o s e x a m i n a d o t o d a v í a . S i los f i l ó s o f o s h a n c a í d o e n l a tentación y l u e g o a través de las obras de B o o l e , Frege y los l ó g i c o s s i m b ó h c o s d e l
d e t o m a r c o m o p a r a d i g m a los a r g u m e n t o s analíticos, d i c h a elección n o siglo X X . E n l a a c t u a l i d a d , d e h e c h o , m u c h o s l ó g i c o s p r o b a b l e m e n t e
ha s i d o casual. No es suficiente c o n r e c o n o c e r el h e c h o de la elección y consideran más importante el ideal matemático de la lógica que su a p l i -
c o n d e l i n e a r las p a r a d o j a s a las que c o n d u c e de m a n e r a i n e v i t a b l e : de- c a c i ó n práctica: S t r a w s o n , p o r e j e m p l o , confiesa s u satisfacción ante e l
b e m o s a h o r a i n t e n t a r explicarlo. Llegados a este p u n t o t e n d r e m o s que h e c h o de q u e l o s l ó g i c o s d e b a n r e s t r i n g i r su interés a cuestiones r e l a c i o -
e n t r a r e n e l r e i n o d e l a e s p e c u l a c i ó n , p e r o e n c u a l q u i e r caso d o s i n - nadas c o n la c o h e r e n c i a y la i n c o h e r e n c i a de a r g u m e n t o s y e n u n c i a d o s ,
f l u e n c i a s posibles m e r e c e r á n c o n s i d e r a c i ó n : así c o m o d e q u e p a r a ese h m i t a d o p r o p ó s i t o sea m á s que suficiente u n a
teoría p u r a m e n t e f o r m a l . S i n e m b a r g o , l a m a y o r í a d e los l ó g i c o s t o d a v í a
1. El i d e a l de la l ó g i c a c o m o c o n j u n t o de verdades i n t e m p o r a l e s , que p i e n s a n d e vez e n c u a n d o q u e s u m a t e r i a s e o c u p a d e los p r i n c i p i o s d e l
h a y q u e expresar b a j o l a f o r m a d e u n sistema coherente, m a t e m á t i c o . r a z o n a m i e n t o v á l i d o , i n c l u s o s i s u d e f i n i c i ó n d e « d e d u c c i ó n » los l i m i t a

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

e n l a p r á c t i c a a los p r i n c i p i o s d e l r a z o n a m i e n t o analítico v á l i d o . C a r n a p , m o s p o r caso, a f i r m a c i o n e s d e t i p o c o m p l e t a m e n t e f a m i l i a r , cuyo v a l o r


p o r e j e m p l o , no d u d a en afirmar, i n c l u s o a riesgo de un non sequitur, d e v e r d a d p u e d e alterarse c o n e l paso d e l f i e m p o ; p o r e j e m p l o , l a o r a -
que su t e o r í a analítica de la p r o b a b i l i d a d es aplicable a p r o b l e m a s de c i ó n «Sócrates e s c a l v o » , que p u e d e ser i n a p h c a b l e e n u n p r i m e r m o -
apuestas, de p r e v i s i o n e s p a r a la cosecha o de la a c e p t a b i h d a d de u n a m e n t o , l u e g o v e r d a d e r a , luego falsa y finalmente i n a p h c a b l e o t r a vez.
n u e v a t e o r í a científica. S i n e m b a r g o , n a d i e c o m o C a r n a p h a i n s i s t i d o e n T o d o l o que e l i d e a l m a t e m á t i c o r e c l a m a , s e g ú n este p u n t o d e vista m e -
que la l ó g i c a , al i g u a l que las m a t e m á t i c a s , se o c u p a de verdades i n t e m - nos e x t r e m o , es que las relaciones discutidas d i r e c t a m e n t e en la teoría
porales que a t a ñ e n a sus p r o p i a s entidades teóricas, en este caso, a rela- l ó g i c a sean eUas m i s m a s i n t e m p o r a l e s , a la m a n e r a de las relaciones geo-
ciones s e m á n t i c a s . m é t r i c a s . « U n t r i á n g u l o e q u i á n g u l o es equilátero» es v e r d a d u n a vez y
E m p e c e m o s e x a m i n a n d o q u é s u p o n e aceptar este i d e a l m a t e m á t i c o todas, d e m o d o que l a v e r d a d d e los p r i n c i p i o s d e l a l ó g i c a f o r m a l d e -
p a r a l a f o r m u l a c i ó n de l a teoría l ó g i c a . P a r a l o s griegos, l a p r i m e r a epis- b e n , de la m i s m a m a n e r a , estar exentos de alteraciones t e m p o r a l e s .
teme y l a de éxito m á s s o n o r o fue l a g e o m e t r í a : c u a n d o se o c u p a r o n de E l p u n t o d e vista m á s r a d i c a l c o r r e s p o n d e a l a s e g u n d a d e las e x p l i -
la l ó g i c a , su enfoque de la m a t e r i a fue el que h a b í a n u s a d o p a r a la geo- caciones griegas de la g e o m e t r í a . S e g ú n este e n f o q u e , no es suficiente
m e t r í a , y su a s p i r a c i ó n , la de e x p o n e r los p r i n c i p i o s de la l ó g i c a en el c o n que las p r o p o s i c i o n e s d e l a l ó g i c a f o r m a l d e b a n ser i n t e m p o r a l -
m i s m o t i p o d e f o r m a q u e h a b í a resultado p r o v e c h o s a e n e l o t r o c a m p o . m e n t e verdaderas. L a d i s c i p l i n a n o h a b r á a l c a n z a d o s u c o n d i c i ó n i d e a l ,
S i n e m b a r g o , no se a l c a n z ó la u n a n i m i d a d en c u a n t o a la e x p l i c a c i ó n de m a t e m á t i c a , hasta que las u n i d a d e s entre las cuales se establecen estas
la n a t u r a l e z a de la g e o m e t r í a , y existe u n a a m b i g ü e d a d semejante en los relaciones lógicas no se h a y a n t r a n s f o r m a d o t a m b i é n en objetos exentos
p u n t o s d e v i s t a a d o p t a d o s p o r los l ó g i c o s formales h a c i a s u d i s c i p l i n a . d e c a m b i o , i n d e p e n d i e n t e s d e l t i e m p o . Esto significa que u n a s i m p l e
Igual que los griegos estaban d i v i d i d o s sobre la c u e s t i ó n de saber de qué a f i r m a c i ó n c o t i d i a n a c o m o «Sócrates e s c a l v o » — a s í , tal c u a l — n o está
t r a t a n las p r o p o s i c i o n e s de g e o m e t r í a — a l g u n o s m a n i f e s t a b a n que las t o d a v í a m a d u r a p a r a l a c o n s i d e r a c i ó n d e l l ó g i c o f o r m a l : debe ser p r o c e -
relaciones m a t e m á t i c a s analizadas en la d i s c i p l i n a se a p l i c a b a n direc- sada, t r a n s f o r m a d a , c o n g e l a d a e n l a i n t e m p o r a l i d a d antes d e p o d e r i n -
t a m e n t e a los objetos c a m b i a n t e s d e l m u n d o m a t e r i a l , m i e n t r a s otros tegrarse e n l a e s t r u c t u r a f o r m a l d e l a teoría lógica. ¿ Y esto c ó m o h a d e
a f i r m a b a n que m á s b i e n se referían a u n a clase i n d e p e n d i e n t e de cosas hacerse? U n a m a n e r a consiste e n insertar e n nuestros e n u n c i a d o s n o r -
i n m u t a b l e s — , así t a m b i é n entre los l ó g i c o s se e n c u e n t r a n dos p u n t o s de males referencias explícitas a la o c a s i ó n en que h a n sido p r o n u n c i a d o s ,
vista. A m b a s partes c o i n c i d e n e n a d m i t i r e l m o d e l o m a t e m á t i c o c o m o a l u d i e n d o a l a f o r m u l a c i ó n resultante c o m o « p r o p o s i c i ó n » . E n este s e n -
un i d e a l l e g í t i m o , de h e c h o , c o m o el único i d e a l l e g í t i m o de la lógica, t i d o t é c n i c o , la « p r o p o s i c i ó n » c o r r e s p o n d i e n t e a la e n u n c i a c i ó n c o n c r e -
p e r o d i f i e r e n en la e x p h c a c i ó n de sus teorías respectivas y en la a m p l i t u d ta de las palabras «Sócrates es calvo» será ( d i g a m o s ) «Sócrates calvo c o n
que creen debe concederse a la idealización. fecha d e l a ñ o 400 a . C » , y l a que c o r r e s p o n d e a l e n u n c i a d o «Estoy h a m -
P u e d e d i s t i n g u i r s e u n p u n t o d e v i s t a m á s r a d i c a l d e o t r o que l o e s b r i e n t o » será ( d i g a m o s ) « S t e p h e n T o u l m i n h a m b r i e n t o c o n fecha 6 d e
menos. El p u n t o de vista menos extremo corresponde a la p r i m e r a de septiembre de 1956, a las 4,30 de la tarde», d o n d e los verbos «era» y
las dos teorías griegas acerca de la g e o m e t r í a : la l ó g i c a f o r m a l ha de ser «está» se h a n o m i t i d o p a r a subrayar el h e c h o de que todas las « p r o p o s i -
la episteme de las r e l a c i o n e s l ó g i c a s , y d i c h a s relaciones h a n de expresar- ciones» s o n intemporales: h a y un p e l i g r o m a n i f i e s t o si se usa la p a l a b r a
se en p r o p o s i c i o n e s eternas, i n t e m p o r a l e s , que de ser ciertas en un m o - «es» o «está» a la vez c o m o c ó p u l a en las expresiones de la l ó g i c a f o r m a l
m e n t o d e t e r m i n a d o , d e b e n — c o m o otras p r o p o s i c i o n e s m a t e m á t i c a s — y c o m o v e r b o p r i n c i p a l en los e n u n c i a d o s referidos al tiempo presente.
ser ciertas en c u a l q u i e r o t r a o c a s i ó n ; p e r o las u n i d a d e s o las cosas entre S e g ú n e l p u n t o d e v i s t a m á s e x t r e m o , pues, u n a l ó g i c a c o m p l e t a m e n t e
las cuales se establecen dichas relaciones lógicas no t i e n e n p o r q u é estar m a t e m á t i c a estará c o m p u e s t a de f ó r m u l a s eternas que expresan r e l a c i o -
exentas de c a m b i o o existir «fuera d e l t i e m p o » . P u e d e que sean, p o n g a - nes inalterables entre « p r o p o s i c i o n e s » i n t e m p o r a l e s .

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

Estas dos f o r m a s de idealización s o n , desde n u e s t r o p u n t o de vista, N o cabe d u d a d e q u e e l lenguaje, tal c o m o l o c o n o c e m o s , c o n s i s t e


ilegítimas. E l p r o b l e m a n o reside e n los sistemas formales p o r s í m i s m o s : n o e n p r o p o s i c i o n e s i n t e m p o r a l e s , s i n o e n e n u n c i a d o s que d e p e n d e n
sería inútil sostener que no podrían existir cálculos m a t e m á t i c o s f o r m a - de todas las m a n e r a s posibles d e l c o n t e x t o o la o c a s i ó n en que s o n p r o -
les tocantes a las relaciones entre las p r o p o s i c i o n e s , puesto que t o d o el n u n c i a d o s . Las a f i r m a c i o n e s se r e a l i z a n en s i t u a c i o n e s concretas, de
m u n d o c o n o c e los c o m p l e j o s y sofisticados cálculos p r o p o s i c i o n a l e s que m o d o que la i n t e r p r e t a c i ó n que se les o t o r g a está h g a d a a su r e l a c i ó n
de hecho se h a n e l a b o r a d o e n los ú l t i m o s a ñ o s . Las objeciones se d i r i g e n c o n tales situaciones: en este s e n t i d o s o n c o m o fuegos artificiales, s e ñ a l e s
m á s b i e n a la c u e s t i ó n de q u é aplicación p u e d e n tener d i c h o s cálculos o luces de bengala. Las m a n e r a s en que es necesario c r i t i c a r o e v a l u a r las
p a r a la e v a l u a c i ó n práctica de los a r g u m e n t o s ; es decir, al p r o b l e m a de a f i r m a c i o n e s y los e n u n c i a d o s reflejan este h e c h o . Las cuestiones q u e se
saber si las relaciones t a n elegantemente f o r m a l i z a d a s en estos sistemas suscitan s o n , p o r e j e m p l o , s i e n u n a s i t u a c i ó n d a d a u n a a f i r m a c i ó n c o n -
s o n , d e h e c h o , las que n o s c o n c i e r n e n c u a n d o e n l a práctica n o s p r e g u n - creta es a d e c u a d a , o si en o t r a s i t u a c i ó n un c o n j u n t o d e t e r m i n a d o de
t a m o s sobre la p o t e n c i a , la fuerza y la a c e p t a b i l i d a d de los a r g u m e n t o s . datos p u e d e presentarse c o n v e n i e n t e m e n t e p a r a p e r m i t i r l a p r e d i c c i ó n

Me ocuparé en p r i m e r lugar de la d o c t r i n a más radical. C o m p r o b a - de un acontecimiento ulterior. La matemática p u r a es la única d i s c i p l i -

r e m o s q u e la o b j e c i ó n f u n d a m e n t a l a a m b a s d o c t r i n a s es la m i s m a , pero n a d o n d e nuestras evaluaciones p u e d e n ser c o m p l e t a m e n t e i n d e p e n -

l a p r o p i a d i f e r e n c i a entre las d o c t r i n a s p u e d e d a r n o s u n a p r i m e r a pista dientes d e l c o n t e x t o .

acerca d e l a n a t u r a l e z a d e d i c h a o b j e c i ó n . U n p a r t i d a r i o d e l p u n t o d e Este t i p o d e crítica es, e n e l s e n t i d o m á s a m p l i o d e l t é r m i n o , u n a c r í -


vista m á s e x t r e m o , c o m o e s e l profesor W . V . Q u i n e , insiste e n r e f o r m u - tica ética: trata e l e n u n c i a d o c o m o u n a a c c i ó n ejecutada e n u n a s i t u a -
lar t o d o s los e n u n c i a d o s c o m o « p r o p o s i c i o n e s » antes d e a d m i t i r l o s e n c i ó n c o n c r e t a , c u e s t i o n a n d o los valores d e d i c h a a c c i ó n a l c o n s i d e r a r l a
su sistema l ó g i c o : al h a c e r l o , aleja t o d a v í a m á s las f ó r m u l a s de su teoría en el contexto de su ejecución. La lógica p r o p o s i c i o n a l , p o r su parte, se
de su a p l i c a c i ó n aparente. L o s datos y las c o n c l u s i o n e s de los a r g u m e n - a p r o x i m a al lenguaje de m a n e r a m á s cercana a la de la crítica estética: las
tos p r á c t i c o s s o n e n u n c i a d o s y n o ( t é c n i c a m e n t e h a b l a n d o ) p r o p o s i c i o - p r o p o s i c i o n e s s o n tratadas c o m o i n m ó v i l e s estatuas de e n u n c i a d o s , y
nes. Es tarea d e l crítico averiguar hasta q u é p u n t o ciertos e n u n c i a d o s los valores que b u s c a e l l ó g i c o s o n eternos, universales, c o m o los d e l a
que se c i t a n c o m o datos a p o y a n u n a c o n c l u s i ó n o u n a tesis, de suerte que Victoria de Samotracia o el David de M i g u e l Á n g e l . Q u e d a s i n a c l a r a r
u n a l ó g i c a f o r m a l d e las p r o p o s i c i o n e s t e n d r á que t r a n s c r i b i r s e d e m a - q u é relación p o d r í a g u a r d a r tal t i p o d e crítica c o n los p r o b l e m a s l i g a d o s
n e r a q u e se refiera a los e n u n c i a d o s antes de que p u e d a esperarse aplicar al t i e m p o de que se o c u p a la práctica de la argumentación. En cualquier
sus resultados. caso, c o m o P r i o r sostiene, esta a c t i t u d n o e s esencial p a r a l a lógica f o r -

P o r s í m i s m a , ésta n o c o n s t i t u y e u n a o b j e c i ó n seria. L a f o r m u l a c i ó n m a l . D e h e c h o , l a d i s t i n c i ó n entre l a lógica d e los ú l t i m o s siglos y l a l ó -

de la teoría l ó g i c a a base de p r o p o s i c i o n e s y no de e n u n c i a d o s p o d r í a gica m e d i e v a l es tajante. L o s l ó g i c o s medievales no se e m p e ñ a b a n en

c o n l l e v a r i m p o r t a n t e s l o g r o s teóricos: los f í s i c o s — p o r citar u n a a n a l o - s u s t i t u i r los e n u n c i a d o s p o r p r o p o s i c i o n e s antes d e a d m i t i r l o s e n s u sis-

gía e v i d e n t e — e s t á n a u t o r i z a d o s a usar el cálculo t e n s o r i a l en la física de t e m a l ó g i c o : se c o n t e n t a b a n c o n que las expresiones de su teoría l ó g i c a

la r e l a t i v i d a d , a pesar d e l h e c h o de que sea necesario trasladar sus resul- fueran i n t e m p o r a l e s p o r sí m i s m a s , s i n e x i g i r que las u n i d a d e s entre las

tados teóricos d e u n a n o t a c i ó n t e n s o r i a l a l álgebra n o r m a l antes d e dar- que se establecían las relaciones lógicas f u e r a n t a m b i é n eternas e i n m u -

les u n a i n t e r p r e t a c i ó n e m p í r i c a en t é r m i n o s de las observaciones o m e - tables. A s í que u n a l ó g i c a f o r m a l de los e n u n c i a d o s es m á s que p o s i b l e ,

d i c i o n e s reales. T o d a v í a , en el caso de la l ó g i c a , no está claro cuáles son d e m o d o q u e , e n ciertos aspectos, c o m o P r i o r sostiene m á s adelante, t a l

los l o g r o s teóricos c o r r e s p o n d i e n t e s , p o r l o que los l ó g i c o s están d i v i d i - l ó g i c a p u e d e ser m á s r i c a y l l e n a de p o t e n c i a l i d a d e s que la l ó g i c a de las

dos ante la c u e s t i ó n de si en un caso c u a l q u i e r a se debe l i m i t a r la a p l i c a - proposiciones, más en boga.

c i ó n de f ó r m u l a s l ó g i c a s a p r o p o s i c i o n e s i n t e m p o r a l e s . Es fascinante, p o r c i e r t o , interrogarse p o r las razones de esa t r a n s i -

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

c i ó n histórica. ¿Por q u é h a b r í a de ser a b a n d o n a d a la l ó g i c a m e d i e v a l de idealización que s u p o n e e l p u n t o d e vista m á s r a d i c a l d e l a lógica e s i n -


los e n u n c i a d o s y r e e m p l a z a d a casi c o m p l e t a m e n t e p o r u n a l ó g i c a p r o - necesaria. S i u n e s t u d i o f o r m a l d e las relaciones lógicas entre « p r o p o s i -
p o s i c i o n a l que d a c u e n t a n o d e e n u n c i a c i o n e s dependientes d e l contex- ciones» es p o s i b l e , entonces t a m b i é n lo será p a r a las relaciones que se
to, s i n o de p r o p o s i c i o n e s i n v a r i a b l e s . ¿Tuvo que ver q u i z á esta transfor- establecen entre los e n u n c i a d o s : la c u e s t i ó n real es si se trata de algo v e r -
m a c i ó n c o n l a i n v e n c i ó n d e l a i m p r e n t a ? E s t e n t a d o r pensar e n ello: e n d a d e r a m e n t e p o s i b l e en u n o y o t r o caso. C u a l e s q u i e r a que sean los o b -
u n m u n d o p r i m o r d i a l m e n t e pre-alfabetizado, e l carácter pasajero, c o m o jetos entre los cuales se establecen las relaciones lógicas, ¿es a d e c u a d o
de fuego a r t i f i c i a l , de n u e s t r o d i s c u r s o t e n d r í a u n a c l a r i d a d aplastante. idealizar t a m b i é n las p r o p i a s relaciones? ¿ P u e d e n las relaciones de las
E l c o n c e b i r u n a p r o p o s i c i ó n que s o b r e v i v a a l m o m e n t o d e s u e n u n c i a - que d e p e n d e n la s o l i d e z y a c e p t a b i l i d a d de nuestros a r g u m e n t o s forjar-
c i ó n — c o m o u n a estatua que p e r m a n e c e i n m u t a b l e d e s p u é s d e l a m u e r - s e c o n u n m o l d e m a t e m á t i c o i n t e m p o r a l , s i n que resulten d i s t o r s i o n a -
te d e l escultor que la e j e c u t ó — n o se h a r í a p l a u s i b l e s i n o hasta después das hasta que sea i m p o s i b l e reconocerlas? S o s t e n d r é que no es p o s i b l e :
de que la p a l a b r a registrada p e r m a n e n t e m e n t e h u b i e r a llegado a tener al i n s i s t i r en tratar d i c h a s relaciones en f o r m a m a t e m á t i c a , se a c a b a r á
u n a f u n c i ó n m u c h o m á s i m p o r t a n t e e n l a v i d a d e los h o m b r e s especu- p o r desnaturalizarlas i r r e m i s i b l e m e n t e , y de ahí resultará u n a d i v e r g e n -
lativos. cia entre las categorías de la l ó g i c a a p l i c a d a y las de la teoría lógica d e l

S i n e m b a r g o , apenas h a y p r u e b a s d e que e l i n v e n t o t u v i e r a i n f l u e n - t i p o que nos h e m o s visto o b l i g a d o s a reconocer. De q u e d a r establecida,

cia d i r e c t a a l g u n a ; e n c a m b i o , s o n a b u n d a n t e s las p r u e b a s que a p u n t a n esta crítica m i n a r í a p o r i g u a l los p u n t o s de v i s t a m á s y m e n o s radicales,

a o t r a e x p l i c a c i ó n . En ciertos aspectos, la r e v o l u c i ó n d e l p e n s a m i e n t o en y lo que d e b e m o s i n t e n t a r a h o r a es que sea aceptada.

e l siglo x v i i p u e d e caracterizarse c o m o u n r e s u r g i m i e n t o d e l p l a t o n i s - E s i n n e c e s a r i o , d e c í a m o s , congelar los e n u n c i a d o s e n p r o p o s i c i o n e s


m o y u n rechazo d e l a r i s t o t e l i s m o . L o que antes l l a m é e l p u n t o d e vista i n t e m p o r a l e s antes de a d m i t i r l o s en el seno de la l ó g i c a : las palabras se
m e n o s r a d i c a l , t a n t o en l ó g i c a c o m o en g e o m e t r í a , es a r i s t o t é h c o , y la ló- p r o n u n c i a n e n t i e m p o s y situaciones c o n c r e t o s , p o r l o que d e b e n ser e n -
gica de e n u n c i a d o s m e d i e v a l era u n a parte i n t e g r a l de la t r a d i c i ó n aris- tendidas y evaluadas t e n i e n d o e n c o n s i d e r a c i ó n d i c h o c o n t e x t o . L o m i s -
totélica. L o s « p e n s a d o r e s n u e v o s » d e los siglos x v i y x v i i o p u s i e r o n a m o , p o d e m o s a f i r m a r a h o r a , sucede c o n las relaciones que se establecen
Aristóteles las figuras de P i t á g o r a s , P l a t ó n y, sobre t o d o , E u c l i d e s . Tenían entre los e n u n c i a d o s , al m e n o s en la m a y o r í a de los a r g u m e n t o s p r á c t i -
la i n t e n c i ó n de e m p l e a r m é t o d o s y m o d e l o s m a t e m á t i c o s en t o d a espe- cos. E l ejercicio d e l j u i c i o r a c i o n a l e s e n s í m i s m o u n a a c t i v i d a d l l e v a d a
c u l a c i ó n y a m e n u d o expresaban p u n t o s de vista p l a t ó n i c o s sobre el es- a cabo en un c o n t e x t o d e t e r m i n a d o y d e p e n d e e s e n c i a l m e n t e de él: los
tatuto de las entidades m a t e m á t i c a s . La i d e a de que las relaciones lógi- a r g u m e n t o s que e n c o n t r a m o s s e p r e s e n t a n e n u n m o m e n t o y e n u n a s i -
cas, c o m o las g e o m é t r i c a s en g r a n m e d i d a , se establecen entre objetos t u a c i ó n c o n c r e t o s , d e m a n e r a que c u a n d o t e n e m o s que evaluarlos, t i e -
eternos casaba c o n su p u n t o de v i s t a , así que p r o b a b l e m e n t e esto sea su- n e n que ser j u z g a d o s s e g ú n este c o n t e x t o . P o r c o n s i g u i e n t e , el crítico
f i c i e n t e e x p l i c a c i ó n p a r a n o s o t r o s . L o s dos análisis n o s o n , s i n e m b a r g o , práctico d e l a a r g u m e n t a c i ó n , c o m o e l d e l a m o r a l , n o está e n p o s i c i ó n
i n c o m p a t i b l e s : p o d r í a afirmarse que el resurgir p l a t ó n i c o y la apoteosis de adoptar la postura o h m p i c a del matemático.
d e E u c l i d e s f u e r o n ellos m i s m o s u n resultado d e l a d i s e m i n a c i ó n d e l a D e ello resulta q u e l a fuerza, l a p o t e n c i a , e l a p o y o q u e a p o r t a n las
p á g i n a i m p r e s a . E n ese caso, l a t r a n s i c i ó n d e l a l ó g i c a m e d i e v a l del p r u e b a s y d e m á s — t o d o l o que C a r n a p i n t e n t a c o n g e l a r e n relaciones
e n u n c i a d o a la m á s reciente l ó g i c a p r o p o s i c i o n a l t a m b i é n h a b r í a sido s e m á n t i c a s — s e resisten a l a i d e a l i z a c i ó n t a n t o c o m o los p r o p i o s e n u n -
efecto de la i n v e n c i ó n de la i m p r e n t a , a u n q u e sólo de m a n e r a i n d i r e c t a . ciados. S i c o n s i d e r a m o s e l caso d e las p r e d i c c i o n e s a r r o j a r e m o s l u z so-
Es éste un c a p í t u l o de la h i s t o r i a de las ideas c u y a i n d a g a c i ó n m á s bre el a s u n t o . P u e d e i n v i t a r s e a a l g u i e n que ofrece u n a p r e d i c c i ó n c o n
detallada d e b e m o s a b a n d o n a r , d e s g r a c i a d a m e n t e , p a r a p r o s e g u i r c o n e l la p r e t e n s i ó n de q u e sea algo m á s que u n a s u p o s i c i ó n a que la apoye
t e m a que nos o c u p a . H a s t a a h o r a h e m o s m o s t r a d o sólo que l a d o b l e c o n u n a r g u m e n t o : d i c h o i n d i v i d u o t e n d r á q u e presentar g a r a n t í a s b a -

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

sadas en su conocimiento y experiencia generales, y también elementos gresiva revisión de nuestras normas. A l considerarlos desde un punto de
probatorios (datos) concretos acerca de los temas de su predicción; vista cuasi-matemático, los argumentos son simplemente definidos por
ambos deben ser lo suficientemente fiables y exactos como para hacer la expresión de sus conclusiones (en este caso, la predicción) y p o r las
que la predicción merezca nuestra confianza, teniendo en cuenta las cir- pruebas ofrecidas en su apoyo: así, el argumento
cunstancias de su enunciación. En el momento de enunciar una predic-
ción, el único tipo de crítica que puede pedírsele que afronte es éste; y, D: posiciones observadas del C: momento preciso en el que
resulten o no los acontecimientos tal como fueron predichos, la cues- sol, la luna y la tierra el el próximo eclipse de l u n a
tión puede siempre revivirse preguntando si la predicción original fue 6 de septiembre de 1956 después del 6 de septiembre
apropiada o inapropiada. En el momento en que se pronuncia no po- de 1956 será total
demos, por supuesto, preguntar todavía si está o no equivocada, pues el
momento para esa pregunta llega sólo con el acontecimiento propia-
mente dicho. G: leyes actuales de la
Sin embargo, entre el momento de la predicción y el del aconteci- dinámica planetaria
miento predicho, puede surgir la cuestión de la soüdez de aquélla de va-
rias maneras diferentes. Es posible que aparezcan nuevas pruebas que
nos lleven a modificar la predicción sin alterar nuestras ideas generales
sobre el tema en cuestión; o es posible que a medida que aumenta nues- R: totalidad de la experiencia
tra experiencia tengamos que cambiar de opinión incluso sobre la i m - sobre la cual las leyes actuales
portancia de las pruebas originales para el asunto que tratamos. Es de- están basadas, hasta el 6 de
cir, a medida que pasa el tiempo, resulta no sólo que nos encontramos septiembre de 1956
haciendo una predicción diferente sobre el acontecimiento que sea, sino
que nos vemos obligados a retirar nuestra lealtad al argumento produ- será considerado como «uno y el mismo» argumento, ya se presente en
cido en primer lugar. Esto ocurre más drásticamente si el acontecimien- el día concreto en que la predicción se pronuncia realmente, ya en una
to resulta de manera diferente a la predicha: a no ser que la predicción fecha posterior o incluso—per impossibile—anterior. Si éste es un buen
hubiera sido formulada de modo cauteloso o estuviera sujeta a excep- argumento, vienen a decir los lógicos, con seguridad debe ser bueno una
ciones, el argumento sobre el que se basaba se verá seriamente compro- vez y para siempre: si no lo es, entonces sus defectos deben con seguri-
metido. La sucesión de los acontecimientos, por lo tanto, puede obligar- dad ser igualmente eternos.
nos a modificar nuestras evaluaciones racionales, y un argumento Las cuestiones sobre la solidez de los argumentos que contienen una
adecuadamente considerado como seguro en una situación puede más predicción pueden, sin embargo, no tratarse independientemente del
tarde tener que ser rechazado. Es más, un argumento para una predic- tiempo, a no ser que dejemos de lado tanto el contexto en el que se hace
ción debe por supuesto ser juzgado a la luz de normas nuevas, una vez una predicción como el contexto en el que ahora es evaluado: si la vali-
que el acontecimiento ha tenido lugar; es decir, cuando la predicción se dez ha de ser una «relación lógica» intemporal sólo entre los enuncia-
ha hecho retrodicción, todas nuestras actitudes lógicas se verán trans- dos, los hechos sobre las circunstancias de su enunciación deben e l i m i -
formadas. narse por irrelevantes. El lógico formal exige que se le muestren los
En cambio, si se han de tratar las cuestiones acerca de las «relaciones enunciados, todos los enunciados y nada más que los enunciados: m i -
lógicas» de manera eterna e intemporal, no habrá lugar para esta pro- rando hacia abajo desde su trono olímpico, decide entonces p r o n u n -

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

ciarse sobre las relaciones inalterables q u e h a y entre ellos. Pero a d o p t a r d e s u e s t a b l e c i m i e n t o . S i e l p r o p i o Aristóteles h u b i e r a r e c o n o c i d o que l a
esa p e r s p e c t i v a , c o m o s i u n o fuera D i o s , s u p o n e p e r d e r d e v i s t a p o r d e m o s t r a c i ó n n o era u n t e m a adecuado p a r a u n a c i e n c i a f o r m a l , s e g u r o
c o m p l e t o los p r o b l e m a s p r á c t i c o s q u e d i e r o n l u g a r a l a c u e s t i ó n m i s - que h a b r í a a b a n d o n a d o n o e l e s t u d i o d e l a d e m o s t r a c i ó n , s i n o t o d o i n -
m a d e l a v a l i d e z . S i d e b e m o s aceptar l a p r e d i c c i ó n d e u n i n d i v i d u o , f i a r - tento d e m o d e l a r l a t e o r í a d e l a d e m o s t r a c i ó n e n f o r m a e n t e r a m e n t e
nos de ella y c o n t a r c o n ella, si d e b e m o s aceptar, c o n f i a r y contar, tal matemática.
c u a l , c o n las razones que él n o s presenta p a r a apoyar la p r e d i c c i ó n , o si C o n v i e n e a h o r a decir unas palabras sobre el título del presente
p o r el c o n t r a r i o d e b e m o s r e c h a z a r l a y hacer caso o m i s o de ella: ésa es la c a p í t u l o , p u e s e l l e c t o r b i e n i n t e n c i o n a d o p o d r í a i n s i n u a r l o que s i -
c u e s t i ó n q u e en la p r á c t i c a e x p r e s a m o s c o n las palabras «¿Es sólido este gue: « L o q u e d i c e u s t e d p o d r í a valer así c o m o está, p e r o r e a l m e n t e n o
a r g u m e n t o ? » , de m o d o que al separar las «relaciones lógicas» de c u a l - t i e n e n a d a q u e ver c o n l o q u e p r e o c u p a a los l ó g i c o s m a t e m á t i c o s
q u i e r p o s i b l e c o n t e x t o , nos estamos p r i v a n d o d e los m e d i o s p a r a for- c o m o Q u i n e . Ellos se o c u p a n de la teoría lógica y usted, de la práctica
m u l a r l a . Las cuestiones sobre l a a c e p t a b i h d a d d e los a r g u m e n t o s h a n lógica; y no tiene p o r qué haber un desacuerdo entre ustedes». Es
s i d o e n t e n d i d a s y abordadas en la p r á c t i c a en un contexto tanto c o m o las t e n t a d o r a esta s u g e r e n c i a , p e r o debe ser r e c h a z a d a . E l t í t u l o « L ó g i c a
cuestiones sobre l a a c e p t a b i l i d a d d e los e n u n c i a d o s i n d i v i d u a l e s ; s i n o p e r a t i v a y l ó g i c a i d e a l i z a d a » tiene su r a z ó n de ser y fue e l e g i d o d e l i -
e m b a r g o , e l l ó g i c o p u r a m e n t e f o r m a l e l i m i n a esta necesidad p r á c t i c a i n - b e r a d a m e n t e frente a o t r a a l t e r n a t i v a m á s o b v i a , «La l ó g i c a e n l a p r á c -
c l u s o antes de p o n e r s e a trabajar. t i c a y l a l ó g i c a e n l a t e o r í a » , y a q u e este o t r o t í t u l o e l u d e u n a c u e s t i ó n
P o r lo t a n t o , p a r a llegar a u n a l ó g i c a que p a r e z c a v i v a y sea aplicable, crucial.
n o nos b a s t a r á c o n s u s t i t u i r las p r o p o s i c i o n e s p o r e n u n c i a d o s , s i n o que Si t o d o lo que se i n s i n ú a fuera que, c o m o las m a t e m á t i c a s , el « c á l c u -
t a m b i é n t e n d r e m o s que s u s t i t u i r las relaciones lógicas idealizadas m a t e - lo p r o p o s i c i o n a l » es u n a m a t e r i a de e s t u d i o t a n l e g í t i m a c o m o las otras
máticamente—relaciones intemporales independientes del contexto áreas d e las m a t e m á t i c a s p u r a s , n o p o d r í a existir desacuerdo; pero t o d a -
entre e n u n c i a d o s o entre p r o p o s i c i o n e s — p o r relaciones que en la p r á c - v í a q u e d a p o r aclarar si esta r a m a de las m a t e m á t i c a s tiene derecho al
t i c a no s o n m á s i n t e m p o r a l e s que los e n u n c i a d o s que se u n e n a través de n o m b r e d e «teoría l ó g i c a » . S i l e o t o r g a m o s d i c h o n o m b r e , estamos i m -
ellas. E s t o no q u i e r e d e c i r q u e h a y a que deshacerse de los e l a b o r a d o s p l i c a n d o que e l c á l c u l o p r o p o s i c i o n a l d e s e m p e ñ a u n p a p e l e n l a e v a l u a -
sistemas m a t e m á t i c o s que c o n s t i t u y e n l a «lógica s i m b ó l i c a » , s i n o s i m p l e - c i ó n de los a r g u m e n t o s reales c o m p a r a b l e al que d e s e m p e ñ a la teoría fí-
m e n t e que los i n d i v i d u o s que i n v i e r t e n u n c a p i t a l intelectual e n d i c h o s sica al e x p l i c a r los f e n ó m e n o s físicos reales. Pero ahí es p r e c i s a m e n t e
sistemas no d e b e r í a n hacerse i l u s i o n e s acerca de su grado de i m p o r t a n - d o n d e h e m o s visto que h a y razones p a r a d u d a r : esa r a m a d e las m a t e -
cia p a r a los a r g u m e n t o s p r á c t i c o s . Si la l ó g i c a ha de ser m a t e m á t i c a , será m á t i c a s n o constituye l a parte t e ó r i c a d e l a l ó g i c a d e n i n g ú n m o d o p a -
puramente m a t e m á t i c a , y si se a p l i c a al e s t a b l e c i m i e n t o de c o n c l u s i o n e s r e c i d o al que las teorías m a t e m á t i c a s d e l físico c o n s t i t u y e n la parte t e ó -
p r á c t i c a s , t e n d r á que ceñirse t í n i c a m e n t e a cuestiones de c o h e r e n c i a i n - r i c a d e l a f í s i c a . L a l ó g i c a m a t e m á t i c a h a llegado a l d í a d e h o y c o n v e r t i d a
terna. P u e d e que algunos l ó g i c o s c o n s i d e r e n esta perspectiva serena- e n u n c á l c u l o i n m ó v i l , s i n c o n e x i ó n f u n c i o n a l a l g u n a c o n las n o r m a s
m e n t e y estén p r e p a r a d o s p a r a pagar s u p r e c i o : S t r a w s o n , p o r p o n e r u n empleadas en la e v a l u a c i ó n de la fuerza y la p o t e n c i a de los a r g u m e n t o s .
e j e m p l o , a pesar de su e x c u r s i ó n final a los terrenos de la i n d u c c i ó n y la Ese c á l c u l o i n m ó v i l p u e d e estar c o n e c t a d o m e d i a n t e u n a i n i n t e r r u m -
p r o b a b i l i d a d , se c o n t e n t a c o n l i m i t a r la m a y o r parte de su análisis a las p i d a c a d e n a h i s t ó r i c a c o n l a d i s c u s i ó n i n i c i a l d e Aristóteles sobre l a
n o c i o n e s de c o h e r e n c i a e i n c o h e r e n c i a . P e r o esto significa que se están p r á c t i c a de la crítica de la a r g u m e n t a c i ó n , p e r o la c o n e x i ó n a h o r a es s ó l o
i n t r o d u c i e n d o grandes c a m b i o s e n e l p r o g r a m a o r i g i n a l d e Aristóteles, h i s t ó r i c a , c o m o la que existe entre la g e o m e t r í a de siete d i m e n s i o n e s y
que se o c u p a b a en p r i m e r l u g a r de las f o r m a s en que se establecen las las técnicas d e l a g r i m e n s o r . L a r a m a d e las m a t e m á t i c a s c o n o c i d a c o m o
c o n c l u s i o n e s [apodeixis) y sólo e n s e g u n d o l u g a r de l a c i e n c i a {episteme) « g e o m e t r í a p u r a » d e j ó hace t i e m p o de aspirar a ser la parte teórica de la

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

a g r i m e n s u r a , y la «lógica p u r a » p o d r á seguir s i e n d o m a t e m á t i c a s ó l o si los c á l c u l o s m a t e m á t i c o s de la l ó g i c a a la crítica de los a r g u m e n t o s p r á c -


s e sigue e l m i s m o c a m i n o . ticos; p e r o t a m b i é n s u p o n e , y esto es m á s d i s c u t i b l e , que los f o n d o s des-
C o n esto n o p r e t e n d o faltar a l respeto a l a l ó g i c a m a t e m á t i c a c o n s i - t i n a d o s a financiar los d e p a r t a m e n t o s de l ó g i c a d e b e r í a n ir en el f u t u r o
d e r a d a c o m o objeto de e s t u d i o i n t e l e c t u a l : lo q u e d e b e m o s aclarar es ú n i c a m e n t e a los d e p a r t a m e n t o s de m a t e m á t i c a s p u r a s .
q u é t i p o d e objeto es. U n a vez a c l a r a d o , n o t e n d r e m o s y a p o r q u é acep- R e s u m i e n d o : Aristóteles dice de la l ó g i c a que «se o c u p a de la m a n e r a
tar l a p r o p u e s t a d e p a z q u e n o s ofrece C a r n a p , q u i e n a d m i t e q u e los en q u e se establecen las c o n c l u s i o n e s y pertenece a la c i e n c i a de su esta-
m é t o d o s p a r a evaluar los a r g u m e n t o s p r á c t i c o s p u e d e n c o n s t i t u i r u n b l e c i m i e n t o » . O c u r r e a h o r a que los resultados d e l a investigación l ó g i c a
objeto de e s t u d i o i m p o r t a n t e y atractivo s i n c o n e x i ó n f u n c i o n a l c o n el n o p u e d e n t o m a r l a f o r m a d e u n a « c i e n c i a » , a l m e n o s e n e l s e n t i d o es-
cálculo p r e p o s i c i o n a l , p e r o luego p r o p o n e , a l parecer d e m a n e r a i n o - t r i c t o d e l t é r m i n o q u e sugiere l a p a l a b r a griega episteme. L a d e m o s t r a -
cente, q u e d i c h o e s t u d i o d e b e r í a r e c i b i r e l n o m b r e d e « M e t o d o l o g í a » , c i ó n n o e s u n a s u n t o a p r o p i a d o p a r a u n a episteme. C o n s i d e r a d o d e s d e
p a r a d i s t i n g u i r l o así de la « L ó g i c a » , q u e ( c o m o t o d o el m u n d o sabe) es n u e s t r o p u n t o d e v i s t a , esto n o tiene p o r q u é s o r p r e n d e r : s i l a l ó g i c a e s
un a s u n t o f o r m a l y m a t e m á t i c o . S o n varias las razones p o r las que se u n a d i s c i p l i n a n o r m a t i v a , q u e se o c u p a de la valoración de los a r g u m e n -
debe r e c h a z a r esta p r o p u e s t a . E n e l p e o r d e l o s casos, s e t r a t a d e u n a tos y d e l r e c o n o c i m i e n t o de sus méritos, no p o d r í a esperarse o t r a c o s a .
i n v i t a c i ó n a la c o m p l i c i d a d en el d e s v í o f r a u d u l e n t o de s u b v e n c i o n e s Efectivamente, ningún otro tipo de juicios de valor puede discutirse en
e c o n ó m i c a s . E n t o d o e l m u n d o existen cátedras u n i v e r s i t a r i a s y d e p a r - términos puramente matemáticos. La jurisprudencia, por ejemplo, nos
t a m e n t o s d e d i c a d o s al e s t u d i o de la lógica: s i n e m b a r g o , se p o d r í a p r e - aclara l a l ó g i c a especial d e los e n u n c i a d o s j u r í d i c o s , p e r o elude el t r a t a -
g u n t a r c u á n t o s de d i c h o s d e p a r t a m e n t o s y cátedras f u e r o n f u n d a d o s m i e n t o m a t e m á t i c o ; y t a m p o c o los p r o b l e m a s éticos y estéticos e s t á n
c o n el fin de p r o m o v e r el e s t u d i o de las m a t e m á t i c a s p u r a s , s i n a p l i c a - f o r m u l a d o s de m a n e r a m á s eficaz si los h a c e m o s objeto de c á l c u l o s .
ción práctica. I n c l u s o e n e l caso d e l a m o r a l , n o cabe d u d a d e q u e existen ciertas
N o cabe d u d a d e q u e h a h a b i d o e n l a h i s t o r i a é p o c a s e n q u e los l ó - c o n s i d e r a c i o n e s periféricas, q u e t i e n e n q u e ver c o n l a c o h e r e n c i a i n t e r -
gicos se h a n p r e o c u p a d o p o r los aspectos f o r m a l e s de su m a t e r i a , p e r o na y s i m i l a r e s , q u e se p r e s t a n a un t r a t a m i e n t o f o r m a l ; así, el p r o f e s o r
n i s i q u i e r a e n e l ú l t i m o — y m á s m a t e m á t i c o — p e r í o d o l a e x p r e s i ó n «ló- G . H . v o n W r i g h t y otros h a n l o g r a d o elaborar u n sistema d e «lógica d e ó n -
gica f o r m a l » h a llegado a convertirse e n u n a c o m p l e t a t a u t o l o g í a . H a tica», q u e m u e s t r a los paralelos f o r m a l e s entre l a n o c i ó n m o r a l d e o b l i -
e x i s t i d o o t r o g r u p o de cuestiones, a veces dadas de l a d o , p e r o s i e m p r e a g a c i ó n y las categorías lógicas de v e r d a d y v a l i d e z . Pero el h e c h o de q u e
l a espera d e c o n s i d e r a c i ó n : n i s o n cuestiones formales e n e l s e n t i d o m a - eso p u e d e hacerse n o m u e s t r a c i e r t a m e n t e q u e t a m b i é n l a m o r a l d e b e -
t e m á t i c o , ni cuestiones acerca de las f o r m a l i d a d e s p r e h m i n a r e s de la ar- ría convertirse e n u n a r a m a d e las m a t e m á t i c a s : ¿no m u e s t r a , m á s b i e n ,
g u m e n t a c i ó n . S o n éstas las q u e c o n s t i t u y e n l a l ó g i c a q u e p o d r í a m o s l l a - q u e , i n c l u s o c u a n d o n o s o c u p a m o s de cuestiones de v e r d a d y v a l i d e z ,
m a r m a t e r i a l o p r á c t i c a o a p h c a d a . S i n e m b a r g o , n u n c a se h a n o l v i d a d o los aspectos q u e p o d e m o s m a n e j a r d e f o r m a p u r a m e n t e f o r m a l s o n re-
d e l t o d o las cuestiones r e l a c i o n a d a s c o n l a fuerza d e los a r g u m e n t o s p o r l a t i v a m e n t e periféricos? E n l ó g i c a c o m o e n m o r a l , e l auténtico p r o b l e -
o p o s i c i ó n a s u c o h e r e n c i a i n t e r n a . E n a l g ú n l u g a r d e l cerebro d e los l ó - m a d e l a e v a l u a c i ó n r a c i o n a l — d i s t i n g u i r entre l o s a r g u m e n t o s s ó l i d o s y
g i c o s — a u n q u e a m e n u d o este l u g a r haya s i d o el f o n d o — s i e m p r e ha los que n o m e r e c e n c o n f i a n z a , m á s q u e entre l o s coherentes y los i n c o -
e x i s t i d o la p r e s u n c i ó n de q u e , a través de c a m i n o s s u f i c i e n t e m e n t e t o r - herentes—requiere experiencia, agudeza y capacidad de juicio, p o r lo
tuosos, el resultado de sus fatigas p o d r í a s e r v i r p a r a j u z g a r la p o t e n c i a y q u e los c á l c u l o s m a t e m á t i c o s (bajo la f o r m a de la estadística y s i m i l a r e s )
la fuerza de los a r g u m e n t o s reales y c o t i d i a n o s . La a d j u d i c a c i ó n p o r p a r - n u n c a p u e d e n ser m á s q u e u n a h e r r a m i e n t a entre las q u e s e u s a n e n esta
te de C a r n a p de todas estas cuestiones a o t r a m a t e r i a , la m e t o d o l o g í a , tarea.
s u p o n e q u e d e b e m o s a b a n d o n a r c u a l q u i e r resto de esperanza de a p l i c a r

240 241
LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

ELABORACIÓN DE UN SISTEMA Y NECESIDAD M A T E M À T I C A n e r a i n m e d i a t a — c o n cuestiones f i l o s ó f i c a s e n d i s p u t a , y a que parece


m e j o r mantenerse desde e l p r i n c i p i o lejos d e l c a m p o f i l o s ó f i c o , d o n d e e l

E l p r i n c i p a l a r g u m e n t o d e este c a p í t u l o está a h o r a c o m p l e t o . H e m o s p o l v o de antiguas controversias p u e d e fácilmente levantarse y hegar a

m o s t r a d o la g r a n d i v e r g e n c i a q u e se ha d e s a r r o l l a d o a lo largo de la h i s - cegarnos.

t o r i a de la l ó g i c a entre las categorías críticas q u e u s a m o s en la p r á c t i c a y S i n e m b a r g o , i n d i c a r é e n p r i m e r l u g a r d e d ó n d e está t o m a d o e l


los análisis f o r m a l e s q u e de ellas h a n h e c h o los l ó g i c o s , h e m o s seguido e j e m p l o y a l u d i r é a las m a n e r a s en que p o d r á , d e s p u é s de su e x a m e n ,
el rastro de esta d i v e r g e n c i a hasta llegar a su o r i g e n — l a a d o p c i ó n d e l ar- servir p a r a i l u m i n a r los o r í g e n e s d e p e r p l e j i d a d e s m á s h o n d a m e n t e
g u m e n t o analítico c o m o p a r a d i g m a u n i v e r s a l ( a u n q u e i n a p r o p i a d o ) — arraigadas. E l h e c h o e s q u e p r o v i e n e d e las p á g i n a s d e deportes d e u n
y h e m o s s u g e r i d o a l g u n o s m o t i v o s posibles q u e p o d r í a n h a b e r l l e v a d o a p e r i ó d i c o d o m i n i c a l , d o n d e aparecía e l resultado d e l sorteo p a r a l a r e -
los l ó g i c o s a a d o p t a r este p a r a d i g m a , en p a r t i c u l a r su a n t i g u a a s p i r a c i ó n gata a n u a l de H e n l e y , y d a b a la siguiente i n f o r m a c i ó n :
p o r f o r m u l a r las verdades d e l a l ó g i c a e n u n sistema p u r a m e n t e m a t e -
m á t i c o . E l ú l t i m o p u n t o i m p o r t a n t e e n e l o r d e n d e l día será realizar u n Visitor's Cup. Serie 1: Jesus, Cambridge contra Christ Church; serie 2: O r i e l
análisis de las c o n s e c u e n c i a s de esa d i v e r g e n c i a a d e n t r á n d o n o s en las es- contra N e w College;... serie 8: Lady Margaret contra el ganador de la serie 1;...
p e c u l a c i o n e s de los e p i s t e m ó l o g o s y de los filósofos q u e t r a t a n cuestio- serie 26: el ganador de la serie 23 contra el ganador de la serie 24; final: el gana-

nes generales, y a ello d e d i c a r e m o s el c a p í t u l o final. P e r o de t o d o lo d i - dor de la serie 25 contra el ganador de la serie 26.

c h o q u e d a n a ú n a l g u n o s h i l o s sueltos, q u e p o d e m o s a n u d a r e n l o que
q u e d a d e l presente c a p í t u l o . S o n los siguientes: U n sorteo d e este t i p o , u s a d o e n las c o m p e t i c i o n e s p o r e h m i n a t o r i a , d a
l u g a r a u n sistema d e p r o p o s i c i o n e s q u e presenta u n a c o m p l e j i d a d i n -
t e r n a y u n a a r t i c u l a c i ó n l ó g i c a considerables.
1. la n o c i ó n especial de n e c e s i d a d l ó g i c a ,
P u e d e n s u r g i r p r o b l e m a s d e t i p o f i l o s ó f i c o i n c l u s o e n u n sistema d e
2. l o s t i p o s de n e c e s i d a d y de i m p o s i b i l i d a d « f o r m a l » o «sistemáti-
p r o p o s i c i o n e s t a n s i m p l e c o m o éste. A l leer e l f r a g m e n t o r e p r o d u c i d o
ca» característicos de las ciencias m a t e m á t i c a s o teóricas, y
a q u í a l a m a n e r a socrática, a l g u i e n p o d r í a d e s a r r o ü a r e n s u m e n t e e l s i -
3. l a i d e a d e q u e , a l m o d e l a r l a l ó g i c a e n u n s i s t e m a f o r m a l , sere-
guiente d i á l o g o :
m o s capaces d e hacer d e l a n e c e s i d a d l ó g i c a u n a n e c e s i d a d m á s fuerte
que c u a l q u i e r n e c e s i d a d física, y de la i m p o s i b i l i d a d l ó g i c a , un t i p o de
i m p o s i b i l i d a d m á s i n f l e x i b l e que l a i m p o s i b i l i d a d física. (Esta i d e a , se- Primer pensamiento: «¿Cómo saben ya entre qué tripulaciones será la final?».
Segundo pensamiento, después de una pausa: «No lo saben».
g ú n s u g e r i m o s , p o d r í a a y u d a r a expficar p o r q u é s e h a t o m a d o u n siste-
«¡Pero si lo dicen! Será entre el ganador de la serie 25 y el ganador de la se-
m a f o r m a l y g e o m é t r i c o c o m o m o d e l o deseable p a r a l a lógica.)
rie 2 6 » , acompañando este comentario con un sentimiento de irritación ante
este extraño tipo de regata, ¡en el que alguien puede decidir de antemano quién
Será útil d i s c u t i r los tres temas a un t i e m p o y de vez en c u a n d o i l u m i n a r
va a estar en la final!
u n p o c o m á s l a m a n e r a e n q u e u n sistema d e p r o p o s i c i o n e s q u e d a cris-
«¡Ah! Pero decir que la final será entre el ganador de la serie 25 y el ganador
t a l i z a d o e n u n c á l c u l o abstracto. de la serie 26 no implica nada sobre las posibilidades para la final de ningún
E n l o q u e sigue, intentaré m o s t r a r c ó m o nace u n a p o r c i ó n d e las equipo en concreto (pongamos N e w College)».
m a t e m á t i c a s , y p a r a ello no estudiaré n i n g u n a de las r a m a s existentes en «No es evidente que no implique sólo eso. Después de todo, la proposición
l a m a t e r i a , s i n o que t o m a r é u n e j e m p l o n u e v o y l o analizaré desde e l de que la serie 8 será entre Lady Margaret y el ganador de la serie 1 sí implica algo
p r i n c i p i o . Este e j e m p l o t e n d r á pocas c o n e x i o n e s evidentes c o n c u a l - definitivo sobre equipos concretos: que de todos los participantes, sólo Lady
q u i e r a d e las r a m a s familiares d e las m a t e m á t i c a s o — a l m e n o s d e m a - Margaret, Jesus y Christ C h u r c h tendrán una oportunidad de estar en esa serie».

242 243
LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

«Es cierto que el enunciado según el cual la serie 8 será entre Lady Marga- nos desde el p u n t o de v i s t a filosófico, y c o n t i n u a r el d i á l o g o i n t e r n o c o n
re! y el ganador de la serie i parece exactamente igual que el enunciado según el u n nuevo asunto:
cual la final será entre el ganador de la serie 25 y el ganador de la serie 26, pero
son completamente distintas en algo esencial. Se trata, efectivamente, de la na-
«Está claro que si alguien fuera a decidir de antemano qué equipos iban a estar
turaleza del sorteo—o al menos de un sorteo limpio—el que, al ser desarrolla-
en la final, eso sería injusto. Pero si eso no pasara, la única alternativa, aparen-
do en su totalidad, como sucede aquí, los primeros elementos que se anotan
temente, es decir simplemente esto: que la final será entre dos de los p a r t i c i -
son completamente específicos en cuanto a los nombres de los equipos, y que
pantes. ¿Cómo puede uno decir, como se dice aquí, qué vencedores de series es-
los últimos elementos son completamente formales, sin referencia alguna a
tarán de hecho en la final?».
equipos concretos. Los últimos elementos, de hecho, no nos dicen sobre los
propios equipos nada más que la final será entre dos de ellos, uno de cada m i -
tad del total; y, puesto que todos los participantes deben estar en una de las dos Ésta es u n a s i t u a c i ó n t í p i c a m e n t e filosófica. N o s o t r o s hacemos a l g o — e n
mitades, no hay nada—en lo que respecta a lo que aquí está escrito—que i m p i - este caso, d e c i m o s m á s de lo que aparentemente está p e r m i t i d o s i n caer
de que un equipo concreto llegue a la final. Si llega o no dependerá, accidentes e n l a i n j u s t i c i a — , a u n q u e parecen existir razones estupendas p a r a i n s i s -
aparte, sólo de sus propias habilidades». tir e n que n o podemos hacerlo. C o m o d e c o s t u m b r e , hay que b u s c a r las
a m b i g ü e d a d e s en las palabras, p e q u e ñ a s p e r o esenciales, que se h a l l a n
La m o r a l e j a que se desprende de este p r i m e r d i á l o g o es q u e u n o no debe presentes. P o r e j e m p l o , ¿qué debe entenderse a q u í p o r expresiones c o m o
dejarse e n g a ñ a r p o r semejanzas superficiales d e l a e x p r e s i ó n . L o s e n u n - «decir más»? U n a e x p r e s i ó n de este t i p o p u e d e ser u n a t r a m p a y p r o v o -
ciados «La serie 8 será entre L a d y M a r g a r e t y el g a n a d o r de la serie 1» y car que u n o haga varias preguntas a l a vez s i n darse c u e n t a . E n u n s e n t i -
«La final será entre los ganadores de las series 25 y 26» p u e d e n parecer s i - d o , n o hay d u d a d e que «La f i n a l será entre C h r i s t C h u r c h y L a d y M a r -
m i l a r e s , p e r o c u a n d o se hega al m e o l l o — e s decir, c u a n d o se llega a la re- garet» dice más q u e « L a final será entre d o s de l o s p a r t i c i p a n t e s » , p u e s t o
g a t a — , sus i m p h c a c i o n e s s o n c o m p l e t a m e n t e diferentes. Si de v e r d a d que especifica q u é dos e q u i p o s serán estos dos: a este respecto, el e n u n -
estuviera d e c i d i d o antes d e l c o m i e n z o de la regata q u é e q u i p o s v a n a es- c i a d o «La final será entre los vencedores de las series 25 y 26» no d i c e m á s
tar e n l a f i n a l , e l s e n t i m i e n t o d e i r r i t a c i ó n p o r l a i n j u s t i c i a sería perfec- que «La final será entre dos de los p a r ü c i p a n t e s » . P e r o en otros s e n t i d o s ,
t a m e n t e l e g í t i m o . Pero, en el caso de que no haya u n a selección de los el p r i m e r o de estos dos e n u n c i a d o s sí que dice más que el segundo: m á s ,
e q u i p o s , la i r r i t a c i ó n está fuera de lugar: así es en este caso. El s e n ü - p e r o d e u n a m a n e r a c o m p l e t a m e n t e d i s t i n t a . Este «más» n o m a n i f i e s t a
m i e n t o de i n j u s t i c i a surge de u n a i n c l i n a c i ó n i n i c i a l a i n t e r p r e t a r el n a d a específico sobre las t r i p u l a c i o n e s , s i n o algo q u e , s i n p r e j u i c i o , p u e -
e n u n c i a d o «La final será entre los vencedores de las series 25 y 26» c o m o de d e n o m i n a r s e f o r m a l , puesto que surge de las p r o p i e d a d e s f o r m a l e s de
si i m p l í c i t a m e n t e dejara fuera de la final a a l g u n o s e q u i p o s , de la m i s m a este t i p o de sorteos. Si el e n u n c i a d o «La final será entre los vencedores
m a n e r a que el e n u n c i a d o «La serie 8 será entre L a d y M a r g a r e t y el gana- de las series 25 y 26» tiene i m p l i c a c i o n e s que no tiene el e n u n c i a d o «La
d o r de la serie 1» excluye de la serie 8 a t o d o s los e q u i p o s excepto a tres; final será entre dos de los p a r t i c i p a n t e s » , dichas i m p l i c a c i o n e s están en
pero esto es un error. A s í y t o d o , c o n sólo m i r a r a las p r o p o s i c i o n e s , no la n a t u r a l e z a no de las p r e d i c c i o n e s sobre el p o s i b l e resultado de la re-
hay m a n e r a de saber si t i e n e n o no i m p l i c a c i o n e s sobre e q u i p o s especí- gata, s i n o de las p r e s c r i p c i o n e s referentes a c ó m o h a y que o r g a n i z a r í a de
ficos. Esto se p u e d e d e s c u b r i r ú n i c a m e n t e si se e x a m i n a lo que cada p r o - m a n e r a adecuada: t i e n e n que ver, en u n a p a l a b r a , con formalidades. P e r o
p o s i c i ó n s i g n i f i c a en c u a n t o a su a p l i c a c i ó n ; es decir, en c u a n t o a las bar- p u e d e que estas f o r m a l i d a d e s sean i m p o r t a n t e s : si es usted el o r g a n i z a -
cas, las carreras, los trofeos, las fehcitaciones, etc. d o r d e l a regata y n o u n r e m e r o , l e i m p o r t a r á m u c h o m á s p l a n e a r e l n ú -
m e r o exacto de carreras en la secuencia a p r o p i a d a que saber si las t r i p u -
Esta e x p l i c a c i ó n parece satisfactoria hasta cierto p u n t o . P e r o al re-
laciones que v a n a p a r t i c i p a r en las carreras v i e n e n de un c l u b o de o t r o .
f l e x i o n a r u n p o c o m á s , t o d a v í a p u e d e u n o sentirse desasosegado, a l m e -

244 245
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

¿ P u e d e a l u d i r s e a la r e l e v a n c i a de este e j e m p l o p a r a cuestiones filo- Se pasan la vida buscando y a veces encontrando cosas que no sabían». El c o -
sóficas s i n d a ñ a r l a e x p l i c a c i ó n m e t ó d i c a d e l m i s m o ? R e c o r d e m o s e l c é - mentario necesita, por supuesto, una aclaración ulterior; y se verá que no es p o -
lebre p r o b l e m a de la v e r d a d m a t e m á t i c a , y en c o n c r e t o las preguntas sible detenerse antes de llegar a esta llana conclusión: «El teorema de Pitágoras

«¿Dice el t e o r e m a de P i t á g o r a s m á s q u e los a x i o m a s de Euclides? ¿ P u e d e no nos dice más que los axiomas de Euclides de algo que debe ser establecido
mediante la observación y la investigación, en un sentido en el que la elabora-
e n s e ñ a r n o s algo q u e n o esté c o n t e n i d o i m p l í c i t a m e n t e e n d i c h o s a x i o -
ción de relaciones deductivas no puede ser calificada como "observación e i n -
mas? ¿ P u e d e la d e d u c c i ó n ser fecunda?». Q u i z á la i n t r a t a b i l i d a d de estas
vestigación"». Esta conclusión, a su vez, degenera en una consecuencia de la o b -
preguntas surja t a m b i é n de las a m b i g ü e d a d e s presentes en las expresio-
viedad «El teorema de Pitágoras no es no una deducción de los axiomas de
nes «decir m á s » , « c o n t e n i d o » y «fecunda». La a n a l o g í a f u n c i o n a de la s i -
Euclides», afirmación que, para empezar, nunca ha sido puesta en duda.
guiente m a n e r a :
Por consiguiente, las cuestiones que toman la forma «¿Dice A más que B?» o
«¿Es el argumento por el que pasamos de A a B fecundo o infecundo?» están des-
Considerada de manera totalmente aislada, la aserción de que de los dos enun- tinadas a causarnos problemas, a no ser que pongamos atención en contrarres-
ciados «La final será entre los vencedores de las series 25 y 26» y «La final será tar las ambigüedades provocadas por expresiones engañosas como decir más que.
entre dos de los participantes» ninguno de los dos dice más que el otro es falsa
y paradójica. Sería aceptable si ya se hubiera aclarado que se está hablando de
E n este p u n t o , d e b e m o s estudiar m á s m e t ó d i c a m e n t e e l m o d o e n q u e
los equipos concretos (por ejemplo, al hacer apuestas sobre el resultado de la
o p e r a u n a c o m p e t i c i ó n a base d e e l i m i n a t o r i a s , s u b r a y a n d o los f i p o s d i -
competición) y no de la forma de organizar la regata (por ejemplo, planeando
ferentes de p r o p o s i c i o n e s a q u e se da l u g a r c o n o c a s i ó n de un sorteo de
el horario, para lo cual los nombres de los equipos son más bien irrelevantes),
esa clase. C o m o v e r e m o s , este t i p o de casos facilita el q u e las i m p o s i b i l i -
y se podría salvar de la paradoja si le añadimos un comentario adecuado: «por
lo que concierne a los equipos concretos». Sin embargo, una vez que se pone en dades prácticas y formales, y t a m b i é n las i m p r o p i e d a d e s de p r o c e d i -

marcha la paradoja, el interés de la aserción se dispara también. m i e n t o , s e i m b r i q u e n estrechamente unas c o n otras; h a d e procederse
Ocurre asimismo en el caso de la verdad matemática: si uno afirma, como c o n s u m o c u i d a d o si se desea q u e la d i f e r e n c i a entre ellas quede clara en
lanzándolo y sin el comentario adecuado, que el teorema de Pitágoras no dice t o d o m o m e n t o . P o r p u r a s i m p h c i d a d , c o n s i d e r e m o s u n sorteo s e n c i l l o
más que los axiomas de Euclides, o que sólo repite algo que éstos ya contienen, p a r a u n a c o m p e t i c i ó n e h m i n a t o r i a entre o c h o t r i p u l a c i o n e s , y s u p o n -
puede esperarse la ira de matemáticos tan conscientes como el difunto profesor g a m o s que el resultado d e l sorteo es el siguiente:
Hardy. E m i t i d a sin comentario alguno, la aseveración volverá a ser gratuita-
mente falsa y paradójica, de manera que un matemático del temperamento de
H a r d y deseará replicar que los matemáticos hacen descubrimientos, que el
King's Serie i
m u n d o de las verdades matemáticas es un m u n d o real abierto a nuestra explo-
Lady Margaret Primera
ración, que siempre contiene nuevas verdades que podemos descubrir, y que
semifinal
ciertamente dichas verdades no se expresan sólo en los axiomas.
Jesus Serie 2
De nuevo, un comentario adecuado puede salvar la situación, pero la para-
Christ Church Final
doja y la aparente originalidad de la aserción se evaporarán a un tiempo. Q u i e -
nes mantienen que Pitágoras no nos dice más que Euclides vienen a decir que
el teorema de aquél no nos dice más, de algo cuyo descubrimiento requiere i n - Oriel Serie 3
vestigación y observación, que los axiomas de éste, puesto que se trata de una N e v i College Segunda

pura deducción a partir de los axiomas; y esta afirmación es mucho menos cho- semifinal
cante que la primera. Incluso así, un hombre como H a r d y puede todavía que- Corpus Christi
Serie 4
dar insatisfecho: puede lanzar la protesta «Pero los matemáticos sí m i r a n y ven. Pembroke

246 247
LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

Sobre este sorteo se p u e d e n d e c i r diferentes cosas, y todas h a c e n uso de Tal como está el equipo de King's, no puede llegar a la final: si pudieran traba-
l a n o c i ó n d e i m p o s i b i l i d a d . C o n s i d e r e m o s estas tres p a r a e m p e z a r : jar para mejorar la velocidad, las cosas serían de otra manera,

a) K i n g ' s no p u e d e llegar a la final, ahora debemos escribir:


b) K i n g ' s no p u e d e llegar a la s e g u n d a s e m i f i n a l ,
c) K i n g ' s y L a d y M a r g a r e t n o p u e d e n enfrentarse e n l a f i n a l . Habiendo sido el resultado del sorteo el que ha sido. King's y Lady Margaret no
pueden enfrentarse en la final: las cosas habrían sido diferentes si el resultado
E l p r i m e r o d e estos e n u n c i a d o s s e o c u p a e x c l u s i v a m e n t e d e l a c u e s t i ó n del sorteo hubiera sido otro.
de destreza o habilidad. Si h u b i e r a q u e j u s t i f i c a r l o , t e n d r í a m o s q u e a p o r -
tar c o m o p r u e b a los registros anteriores, d i c i e n d o « T i e n e n u n a r e m a d a ¿ D e b e m o s d e c i r a h o r a q u e en este caso « n o p o d e r » significa que « n o se
d e m a s i a d o c o r t a » , « M a n e j a n la p a l a de m a n e r a desigual» o « L o s otros hará»? L a respuesta i n s t i n t i v a d e c u a l q u i e r a sería «\Por supuesto q u e sí!»,
equipos de la m i t a d superior de la tabla son demasiado rápidos para p e r o , ¿es f i a b l e este i n s t i n t o ? Q u i z á refleja m á s b i e n e l a d m i r a b l e h á b i t o
ellos». E n p r i n c i p i o — p o d r í a a ñ a d i r s e — , p u e d e que n o haya n a d a que d e los ingleses d e d a r p o r d e s c o n t a d o e l juego l i m p i o . E l p r o b l e m a p u e d e
i m p i d a que K i n g ' s llegue a l a f i n a l , p e r o s ó l o u n e n t r e n a d o r b u e n í s i m o expresarse d e l a f o r m a siguiente. H a b i e n d o p r e s e n c i a d o e l s o r t e o p a r a
p o d r í a m e j o r a r su r i t m o y asegurar el g o l p e y la v e l o c i d a d que les faltan l a V i s i t o r ' s C u p , p r o n u n c i o los tres e n u n c i a d o s a n t e d i c h o s . V o y a H e n l e y
p a r a llegar a tener u n a o p o r t u n i d a d . Si efectivamente K i n g ' s llegara a la el día de las c o m p e t i c i o n e s y me e n c u e n t r o c o n que K i n g ' s ha estado en
f i n a l , t e n d r í a m o s que a d m i t i r que e s t á b a m o s e q u i v o c a d o s : puesto que la s e g u n d a s e m i f i n a l y va a enfrentarse a L a d y M a r g a r e t en la final. ¿Ten-
n u e s t r a a f i r m a c i ó n era c l a r a m e n t e u n a p r e d i c c i ó n , e l resultado l a refu- g o que decir a h o r a « A h , entonces m e e q u i v o q u é » o d e b o sacar u n a c o n -
taría i r r e m e d i a b l e m e n t e . c l u s i ó n diferente?

P a r a los o t r o s dos e n u n c i a d o s d e b e m o s hacer c o n s i d e r a c i o n e s m u y L a respuesta es que n o tengo que d e c i r eso: s i l o d i g o o n o d e p e n d e -


diferentes. A h o r a n o n o s p r e o c u p a l a h a b i l i d a d : a l u d i r a l « r i t m o » o c o - rá de otras cosas, y s o n ésas las que d e b o investigar antes de saber q u é
sas s i m i l a r e s significaría q u e no los h e m o s e n t e n d i d o c o r r e c t a m e n t e , decir. Q u i z á m e h a b í a e q u i v o c a d o : q u i z á e l r e s u l t a d o d e l sorteo n o era e l
puesto que esas i m p o s i b i h d a d e s n o s o n e n a b s o l u t o i m p o s i b i l i d a d e s que y o creía, y y o h a b í a c o n f u n d i d o K i n g ' s c o n N e w C o l l e g e . P e r o p u e -
p r á c t i c a s . T a m p o c o lingüísticas, y a que n o nos o c u p a m o s a q u í d e p a l a - do c o n f i r m a r que el r e s u l t a d o d e l sorteo era el que yo creía y q u e , s i n
bras o d e f i n i c i o n e s : la n e g a c i ó n de los e n u n c i a d o s no carecería de s e n t i - e m b a r g o , los a c o n t e c i m i e n t o s subsiguientes se d e s a r r o U a r o n c o m o se ha
d o . Se trata, p o r u n a parte, de cuestiones de p r o c e d i m i e n t o , y p o r o t r a , descrito. ¿ Q u é d i g o entonces? A l g u i e n p o d r í a sugerir, «¡Vaya i n c o h e r e n -
de cuestiones de t i p o f o r m a l o sistemático. cia!», y claro que h a y u n a i n c o h e r e n c i a , p e r o n o u n a c o n t r a d i c c i ó n i n -

P a r a e m p e z a r , n o h a y l u g a r p a r a d e c i r e n este caso «Sin e m b a r g o p o - t e r n a . L a i n c o h e r e n c i a debe buscarse m á s b i e n e n c ó m o s e h a o r g a n i z a -

dría suceder o t r a cosa»: e l asunto e n c u e s t i ó n y a h a s i d o s o l v e n t a d o p o r d o l a regata: m e p r e g u n t a r é , p o r t a n t o , q u é h a n estado t r a m a n d o los

e l sorteo. P e r o sí que p o d r í a decirse «Podría haber sucedido de o t r a m a - o r g a n i z a d o r e s a m i s espaldas, y q u i z á haga u n a r e c l a m a c i ó n p o r esta ex-

n e r a » , y a que K i n g ' s y L a d y M a r g a r e t p o d r í a n h a b e r s a l i d o e n otras p o - t r a o r d i n a r i a p é r d i d a de la esperanza de que la p r u e b a sea d e c l a r a d a

siciones: s i l a suerte h u b i e r a s i d o d i s t i n t a y ( d i g a m o s ) K i n g ' s y N e w C o l - n u l a . E l s i m p l e h e c h o d e que l o s a c o n t e c i m i e n t o s h a y a n sucedido d e l a

lege h u b i e r a n s a l i d o i n t e r c a m b i a d o s , t a n t o (b) c o m o (c) h a b r í a n s i d o m a n e r a descrita n o p r u e b a p o r s í m i s m o l a falsedad d e los e n u n c i a d o s

refutados. D o n d e p o d r í a m o s haber escrito: (b) y (c) de la m a n e r a en que p u e d e p r o b a r la falsedad d e l e n u n c i a d o


(a): m á s b i e n , p r o p o r c i o n a j u s ü f i c a c i ó n p a r a u n a r e c l a m a c i ó n . N i t a m -
p o c o e l h e c h o d e que u n a m u j e r n o p u e d e ser o b l i g a d a a testificar c o n -

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

t r a su m a r i d o i m p l i c a q u e de h e c h o no vaya a ser tratada de esa m a n e r a : la h a b i l i d a d y la suerte q u e d a n excluidas p o r ser i g u a l m e n t e irrelevantes,


i m p l i c a , m á s b i e n , que si es o b l i g a d a a testificar, existirán razones sólidas ¿cuál es su origen? Parece que la ú n i c a respuesta es que la necesidad de
p a r a apelar a un t r i b u n a l m á s alto y p a r a que se p r o d u z c a n protestas p i í - (d) y de (e) reside en la propia naturaleza de las c o m p e t i c i o n e s p o r e l i -
blicas c o n t r a la m a n e r a en q u e se está l l e v a n d o el caso. En otras palabras, m i n a t o r i a , t a l c o m o suele ser u n a regata.
el «no p o d e r » de (b) y (c) es un « n o p o d e r » que atañe al p r o c e d i m i e n t o , P o r t a n t o , n o p u e d e s u r g i r l a p r e g u n t a d e q u é d e b e r í a ser diferente
y no a la h a b i l i d a d o a la fuerza. p a r a que (d) y (e) no se d i e r a n , a u n q u e sí p u e d e s u r g i r a p l i c a d a a (a), (b)
P o r c o n s i g u i e n t e , los e n u n c i a d o s (b) y (c) s o n h í b r i d o s . H a y en ellos y (c). A m e n o s que no se t r a n s f o r m e la p r o p i a a c t i v i d a d en cuyo c o n t e x -
u n e l e m e n t o factual, que l l a m a m o s e l azar d e l sorteo; u n o d e p r o c e d i - to a d q u i e r e n s i g n i f i c a d o los t é r m i n o s « s o r t e o » , «serie» y «final», no es
m i e n t o , p o r el que se asemejan a e n u n c i a d o s que i n v o c a n las reglas d e l p o s i b l e i m a g i n a r que (d) y (e) sean de o t r a m a n e r a ; y si se t r a n s f o r m a r a
procedimiento jurídico; y finalmente, u n o formal. Para poder mostrar esa a c t i v i d a d , se p o d r í a d e c i r que en el p r o c e s o se ha t r a n s f o r m a d o t a m -
e l e l e m e n t o f o r m a l e n t o d a s u p u r e z a , d e b e m o s dar dos pasos m á s : p r i - bién el significado de dichos términos. Es más, si un i n d i v i d u o dijera
m e r o t e n e m o s que e l i m i n a r el azar d e l sorteo, y d e s p u é s , las i m p l i c a c i o - «Pero sé que eso ha p a s a d o » , se le p o d r í a contestar sólo « ¡ E n H e n l e y n o !
nes de p r o c e d i m i e n t o . ¡ N o en u n a regata o r g a n i z a d a c o m o es d e b i d o ! » . Si él i n s i s t i e r a , y r e s u l -
P a r a empezar, los n o m b r e s d e los e q u i p o s p u e d e n ser e h m i n a d o s . E l t a r a que lo que tiene en m e n t e no es ( d i g a m o s ) el t i p o de regata en q u e
e n u n c i a d o (b) p u e d e e x p a n d i r s e de esta f o r m a : «King's ha s i d o el p r i m e - los p e r d e d o r e s d e l a p r i m e r a r o n d a t i e n e n u n a s e g u n d a o p o r t u n i d a d
ro en salir en el sorteo, y el p r i m e r e q u i p o que sale en el sorteo no p u e - ( u n a repesca), n i t a m p o c o u n caso e x t r a o r d i n a r i o e n que t o d o s los d e -
de llegar a la s e g u n d a semifinal»; y (c) de esta o t r a : «King's y L a d y M a r - m á s e q u i p o s s e h u b i e r a n r e t i r a d o , p o d r í a sospecharse que e l i n d i v i d u o
garet h a n s i d o el p r i m e r o y el s e g u n d o en salir en el sorteo, y los dos ni siquiera entiende c ó m o funciona u n a competición p o r eliminatoria.
p r i m e r o s e q u i p o s que salen e n e l sorteo n o p u e d e n enfrentarse e n l a f i - Pues, c o n t o d a s e g u r i d a d , a l g u i e n f a m i h a r i z a d o c o n este t i p o d e c o m p e -
nal». S i e l i m i n a m o s l a p r i m e r a c l á u s u l a e n cada caso, o b t e n d r e m o s l o s i - t i c i o n e s debe r e c o n o c e r la n e c e s i d a d de esos dos e n u n c i a d o s .
guiente: U n c o m e n t a r i o m a r g i n a l p u e d e e n este p u n t o a n t i c i p a r n u e s t r a ex-
p l i c a c i ó n d e los p r o b l e m a s r e l a c i o n a d o s c o n l a teoría d e l c o n o c i m i e n t o .
d) E l p r i m e r e q u i p o que sale e n e l sorteo n o p u e d e llegar a l a s e g u n d a D o n d e h e m o s d i c h o que a l g u i e n «debe reconocer la n e c e s i d a d de (d) y
semifinal, y de (e)», p o d r í a m o s h a b e r d i c h o t a m b i é n que ese a l g u i e n debe ver d i c h a
e) los dos p r i m e r o s e q u i p o s que salen en el sorteo no p u e d e n e n - n e c e s i d a d : esta f o r m a de hablar, perfectamente n a t u r a l y adecuada, es
frentarse e n l a f i n a l . c o m p a r t i d a p o r varias l e n g u a s — « J e d o i s v i v r e : j e n ' e n vois pas l a n é c e s -
s i t é » — . E s t a e x p r e s i ó n es sugerente, p e r o t a m b i é n p o t e n c i a l m e n t e e q u í -
¿ C ó m o se p u e d e n c o m p a r a r estas p r o p o s i c i o n e s c o n las tres p r i m e r a s ? v o c a . E s útil p o r q u e i n d i c a c ó m o e n este p u n t o l a n o c i ó n d e «necesidad»
En el caso de estas dos, no se p u e d e n m e n c i o n a r la fuerza, la v e l o c i d a d y e m p i e z a a d i f u m i n a r s e c o n la de «exigencia»: r e c o n o c e r la necesidad de
el r i t m o m á s j u s t i f i c a d a m e n t e que en el caso de (b) y (c); p e r o a h o r a (d) y de (e) va aparejado c o n ver la e x i g e n c i a de c o n f o r m a r s e a las n o r -
t a m p o c o se p u e d e m e n c i o n a r el azar d e l sorteo. Las p o s i b i l i d a d e s d e l m a s d e p r o c e d i m i e n t o que esos e n u n c i a d o s i n v o c a n . A l m i s m o t i e m p o ,
sorteo no afectan a (d) ni a (e): éstas sólo d e c i d e n a q u é e q u i p o s c o n c r e - d e b e m o s evitar h a c e r n o s l a p r e g u n t a t r a m p o s a d e c o n q u é O j o I n t e r i o r
tos se a p l i c a n efectivamente las expresiones « p r i m e r e q u i p o d e l s o r t e o » l l e v a m o s a cabo ese «ver». La m e t á f o r a v i s u a l no n o s i l u m i n a m á s en este
y «dos p r i m e r o s e q u i p o s d e l s o r t e o » , y t a m b i é n de q u é dos e q u i p o s será e j e m p l o que e n c o n o c i d a s p r o p o s i c i o n e s p r o b l e m á t i c a s c o m o «Siete
cierta la a f i r m a c i ó n «Ésos no p u e d e n llegar a la s e g u n d a semifinal». E n - m á s c i n c o s o n doce» o «Se d e b e n c u m p l i r las p r o m e s a s » .
tonces, ¿qué subyace a las i m p o s i b i l i d a d e s expresadas en (d) y en (e)? Si E n e l caso q u e nos o c u p a , los h e c h o s s o n , s i n d u d a , d e l a siguiente

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

m a n e r a . L a m a y o r í a d e l a gente que e n l a m a y o r í a d e los lugares tiene t i v i d a d e x c é n t r i c a m e r a m e n t e e l nombre de «regata», s i n o q u e d e b e r í a -


algo que ver c o n e l t i p o d e a c t i v i d a d q u e l l a m a m o s «regata» r e c o n o c e m o s negarle ese título. U n a a c t i v i d a d tiene que ganarse su título d a n d o
las m i s m a s reglas que n o s o t r o s . S i n e m b a r g o , p o d r í a suceder q u e n o s satisfacción a ciertas c o n d i c i o n e s y c u m p l i e n d o ciertos p r o p ó s i t o s , y d i -
e n c o n t r á r a m o s c o n gente d e d i c a d a n o r m a l m e n t e a actividades seme- c h o título no se le o t o r g a p o r c o n v e n c i ó n o fibre a l b e d r í o , t a l c o m o la
jantes a la n u e s t r a , p e r o que r e c h a z a r a (d) y (e); y que las r e c h a z a r a no u n i d a d d e carga eléctrica h a r e c i b i d o e l n o m b r e d e « c u l o m b i o » p o r c o n -
p o r faka de c o m p r e n s i ó n , s i n o p o r q u e estuviera d i s p u e s t a a a c t u a r de senso i n t e r n a c i o n a l . U n a cosa es c o r r e g i r a a l g u i e n sobre el uso d i c i e n -
m a n e r a coherente c o n d i c h o rechazo. P o d r í a m o s i m a g i n a r que esa g e n - do « E s o no es lo que l l a m a m o s u n a "regata": eso se l l a m a " r i f a " » , y o t r a
te, a pesar de h a b e r o r g a n i z a d o t o d a la c o m p e t i c i ó n p o r e h m i n a t o r i a s m u y d i s t i n t a es d e c i r «Eso no es u n a regata: ¡eso apenas es u n a rifa!». En
tal c o m o l o h a r í a m o s n o s o t r o s , entregara e l trofeo a l e q u i p o que h u b i e - e l p r i m e r caso s e está h a b l a n d o s i n d u d a d e asuntos lingüísticos, p e r o l a
r a g a n a d o l a p r i m e r a serie c o m o s i fuera e l « e q u i p o v i c t o r i o s o » , i n s i s - crítica i m p l í c i t a en el s e g u n d o es m u c h o m á s i m p o r t a n t e : se está o b j e -
t i e n d o , al serle p r e g u n t a d o , en que la p r i m e r a serie era la final y refu- t a n d o no s o l a m e n t e el uso, s i n o t o d a la a c t i v i d a d que ese uso refleja.
t a n d o así (e) e n l a p r á c t i c a . N o cabe d u d a d e que esto n o s p a r e c e r í a H a s t a a q u í , (d) y (e). P u e d e que no h a y a n a d a factual en estas p r o -
e x t r a ñ o , p e r o n o sólo p o r l a f o r m a d e hablar, s i n o p r i n c i p a l m e n t e p o r - p o s i c i o n e s , p e r o i n c l u s o ellas s o n h í b r i d a s y c o m b i n a n dos t i p o s d i f e -
que el e q u i p o que c o s e c h a r a el t r i u n f o y las felicitaciones se d e c i d i r í a rentes d e i m p o s i b i l i d a d . P o r u n a parte, existe e l m o d o f o r m a l , m e c á n i -
p o r azar y no s e g i i n su destreza y v e l o c i d a d . P o r c o n s i g u i e n t e , p o d r í a - co, de o p e r a r u n a c o m p e t i c i ó n a base de e l i m i n a t o r i a s sucesivas, s e g ú n
m o s m u y b i e n n e g a r n o s a usar los n o m b r e s de «regata» o « c o m p e t i - el c u a l los e q u i p o s p a r t i c i p a n de dos en d o s , cada vez se excluye a u n o ,
c i ó n » p a r a d e s i g n a r estas a c t i v i d a d e s , o p o d r í a m o s d e c i r q u e , si esto es los s u p e r v i v i e n t e s s i g u e n p a r t i c i p a n d o de dos en dos, y así s u c e s i v a m e n -
u n a regata, está m u y m a l o r g a n i z a d a . O b i e n p o d r í a m o s o p t a r p o r c o n - te. P o r o t r a parte, existe el p r o p ó s i t o de esta a c t i v i d a d , el h e c h o de q u e
c l u i r que se t r a t a de u n a regata m u y e x t r a ñ a y diferente de la n u e s t r a , este p r o c e d i m i e n t o sea a d o p t a d o c o m o e l c a m i n o m á s justo p a r a d e s c u -
i n c l u s o que n o s e trata d e u n a regata e n a b s o l u t o ; s i n d u d a , « n o l o que b r i r r á p i d a m e n t e cuál e s e l m á s r á p i d o d e entre u n g r u p o d e e q u i p o s .
nosotros l l a m a m o s u n a r e g a t a » . Las p r o p o s i c i o n e s c o m o (d) y (e) p r e s e n t a n , p a r a l e l a m e n t e , un aspecto
A s í pues, la a c e p t a c i ó n de (d) y de (e) va p a r a l e l a a la a c e p t a c i ó n de que refleja a un t i e m p o las p r o p i e d a d e s formales de las c o m p e t i c i o n e s
todo el conjunto articulado de prácticas contenidas en la celebración p o r e l i m i n a t o r i a y las reglas o n o r m a s p a r a la o r g a n i z a c i ó n de tales c o m -
d e u n a regata. S i a d m i t i m o s esto c o m o u n a p r u e b a a d e c u a d a , sistemáti- p e t i c i o n e s . N u e s t r a tarea f i n a l será e l i m i n a r i n c l u s o ese ú l ü m o e l e m e n -
ca y m e t ó d i c a de la destreza y v e l o c i d a d de los c o m p e t i d o r e s , nos esta- to de p r o c e d i m i e n t o de n u e s t r o e j e m p l o y ver q u é pasa c u a n d o c o n v e r -
m o s o b l i g a n d o a la vez a o p e r a r c o n el sistema de c o n c e p t o s que v i e n e t i m o s nuestros e n u n c i a d o s e n e n u n c i a d o s p u r a m e n t e formales. N o s
asociado, en el c u a l , en las c o n d i c i o n e s descritas, las p r o p o s i c i o n e s (d) y q u e d a r í a m o s así c o n algo m u y p a r e c i d o a las m a t e m á t i c a s , a u n q u e n o
(e) s o n necesariamente v e r d a d . De esta m a n e r a , si sacamos a la l u z las p e c a r í a e n n i n g ú n m o d o d e abstruso: l a r a z ó n d e d i s c u t i r l o a q u í s e r á l a
i m p l i c a c i o n e s d e los d o s e n u n c i a d o s , p o d r e m o s f o r m u l a r l o s así: de establecer hasta qué punto se parece a las m a t e m á t i c a s — y , n a t u r a l -
m e n t e , que no s ó l o se parece a las m a t e m á t i c a s , s i n o que es m a t e m á t i -

Tal como son las regatas y las competiciones eliminatorias, el primer equipo del c a s — l a hasta a h o r a d e s c o n o c i d a r a m a d e l a d i s c i p l i n a que será b a u t i z a -

sorteo no puede llegar a la segunda semifinal: permitir que ocurriera algo así d a c o m o «cálculo d e sorteos».
arruinaría por completo la idea de tales competiciones. P a r a s i m p l i f i c a r , c o n s i d e r e m o s s ó l o las c o m p e t i c i o n e s p o r e l i m i n a -
t o r i a en las que no existen e q u i p o s desparejados y d o n d e p o r lo t a n t o el
Está claro que a q u í n o s estamos o c u p a n d o d e algo que v a m á s allá d e l a n ú m e r o de participantes es dos, cuatro, o c h o o c u a l q u i e r m ú l t i p l o de dos.
c u e s t i ó n lingüística, en el s e n t i d o v e r b a l : no se t r a t a de negarle a u n a ac- L l a m e m o s a un sorteo c o n 2"' c o n c u r r e n t e s sorteo de r a n g o m, de m o d o

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA O P E R A T I V A Y L Ó G I C A IDEALIZADA

que un sorteo con dos participantes será de rango i , un sorteo con cua- (g) ( l , 7 ) X ( 2 , 7 )
tro participantes, de rango 2, y así sucesivamente. Para aclarar la aplica-
ción de nuestro ejemplo, empecemos considerando un sorteo de rango Leyendo estas expresiones como si fueran matemáticas tendríamos: en
3, con ocho participantes. El paso esencial al formalizar nuestra discu- un sorteo de rango 3, n = 1 excluye o es incompatible con h = 6, y la c o m -
sión consiste en la presentación de símbolos; no porque el hecho de binación (1, 7) excluye o es incompatible con la combinación (2,7).
escribir los mismos enunciados en forma de símbolos es meritorio por Estamos aquí ante los pasos iniciales de un cálculo que sin duda p o -
sí mismo o porque cambia el significado de los enunciados, sino sim- dría seguir desarrollándose y que, bajo una forma diferente, puede que
plemente porque, si así lo hacemos, nos encontraremos en disposición tenga (que yo sepa) un lugar dentro del corpus matemático. Alguien p o -
de descartar la aplicación inicial del cálculo—olvidándonos de barcas, dría, por ejemplo, desarrollar una teoría general aplicable por igual a los
series, premios y demás—y de concentrarnos en las propiedades forma- sorteos de cualquier rango, inclusive un conjunto de teoremas tal como
les del cálculo por sí mismas. Demos, por tanto, a cada posición en el el siguiente:
sorteo un niímero n, que en este caso irá del 1 al 8; y de la misma mane-
ra podremos dar a cada serie, incluyendo la final, un niimero h, del 1 En un sorteo de rango m, (n^, 2"' - 1) X (n^. 2"' - 1). para todo «j, inferior
al 7. Tendremos entonces el siguiente esquema formal: a 2'""'; donde n^-

n = 1 Pero éste no es el lugar de proseguir con estas posibles elaboraciones o


h=i
2 de entrar en detalles sobre los métodos de prueba, axiomatización, etc.
5 Lo que importa es que, primero, todas las imposibilidades formales i m -
3 2 plícitas en un sorteo de ocho participantes pueden ser expresadas en el
4
simbolismo propuesto, y segundo, que un esquema como el que aquí ha
7 recibido el nombre de «sorteo de rango 3» podría ser anahzado de m a -
5 3
6 nera puramente matemática, sin tener en cuenta barcas, premios, reglas
6 y felicitaciones.
7 Debemos preguntarnos ahora qué supone el hecho de manejar el
4
8 esquema de forma puramente matemática y de tratar el cálculo de sor-
teos como un cálculo puro. No es difícil responder a esta pregunta, pero
Un par de números de la forma («, h) expresa un equipo n en una serie
existe una dificultad: a saber, que la respuesta puede sonar ridiculamen-
h. En el sorteo de rango 3, por ejemplo, la expresión (3,5) significará que
te simple, pues el meollo no está tanto en la respuesta por sí misma sino
el tercer equipo estará en la primera semifinal. Podemos expresar la eli-
en cómo se ilustran sus implicaciones. Igual que Pascal, que comentaba
minación formal de una combinación poniendo una X delante del par
que para convertirse en creyente todo lo que había que hacer era c o m -
de números correspondiente: así, correspondiendo al enunciado (d), te-
portarse como si uno ya lo fuera, podemos afirmar aquí que, si en todo
nemos la expresión
tratamos el cálculo de sorteos como si ya fuera parte de las matemáticas,
(f)X(i,6)
no se necesita nada más para que lo sea. Las expresiones simbólicas no
están envueltas de ningún halo sin el cual no pueden convertirse en ma-
Donde una posibilidad excluya a otra, podemos escribir dos pares de
temáticas: somos nosotros quienes, si así lo decidimos, les otorgamos un
números separados con una X: así, correspondiendo a (e), tenemos la
significado matemático, tratándolas de forma puramente matemática.
expresión

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

P o r lo t a n t o , n u e s t r a p r e g u n t a q u e d a t r a n s f o r m a d a y a d q u i e r e esta n u e - P a r a m = 3, (1,7) X (2,7)


va f o r m a : «¿Qué s i g n o i n d i c a r á que el cálculo de sorteos está s i e n d o t r a -
tado c o m o si friera m a t e m á t i c o y sus p r o p o s i c i o n e s , c o m o p r o p o s i c i o - A h o r a esto e n c o n t r a r á u n a justificación ú n i c a m e n t e f o r m a l . N e g a r l o se-
nes m a t e m á t i c a s ? » . La respuesta es, a grandes rasgos, que los c r i t e r i o s ría a b s u r d o , puesto que en un sorteo de r a n g o 3,
p o r los que se decide aceptar o rechazar las p r o p o s i c i o n e s no d e b e n t o -
m a r en c u e n t a ya c o n s i d e r a c i o n e s de p r o c e d i m i e n t o u otras ajenas, s i n o (i,5)X(2,5);
q u e d e b e n ser e n t e r a m e n t e inherentes al cálculo. Las p r o p o s i c i o n e s h a n (1,7) sólo s i (1,5);
de tratarse de t a l m a n e r a que su n e g a c i ó n se considere o b i e n el resulta- (2,7) s ó l o si (2,5)
d o d e u n e r r o r e n l a f o r m a c i ó n d e las expresiones, o b i e n u n m e r o ab-
s u r d o — u n a i m p o s i b i l i d a d a b s o l u t a y e v i d e n t e — , y sobre t o d o no debe s i e n d o estos tres e n u n c i a d o s a x i o m á t i c o s ; y de ellos se sigue i n m e d i a t a -
considerarse d i c h a n e g a c i ó n c o m o signo d e u n e l e m e n t o e x t r a ñ o , ajeno m e n t e que
a l cálculo m i s m o .

N a t u r a l m e n t e , puesto que el c á l c u l o de sorteos s u r g i ó de u n a abs- (L7)X(2,7)


t r a c c i ó n d e l e s q u e m a d e p r o c e d i m i e n t o d e u n a regata b i e n o r g a n i z a d a ,
t o d o s los teoremas resultantes s e g u i r á n s i e n d o de h e c h o interpretables Esta d e m o s t r a c i ó n representará u n a s e n c i l l a p r u e b a m a t e m á t i c a , y n u n -
en t é r m i n o s de carreras, p r e m i o s , etc. P e r o si a l g u i e n e m p i e z a a tratar el ca, n i p o r u n s o l o m o m e n t o , s e l e o c u r r i r í a a u n m a t e m á t i c o c o m e n t a r
c á l c u l o c o m o p u r a m a t e m á t i c a , esa i n t e r p r e t a c i ó n d e j a r á d e interesar. « Q u é m a n e r a tan i r r e g u l a r de o r g a n i z a r u n a regata p e r m i t i r a la vez (1,7)
E f e c t i v a m e n t e , p o d r í a Uegar a suceder o b i e n que el e s t u d i o f o r m a l d e l y (2,7), ¿no?».
cálculo de sorteos c o n t i n u a r a , i n c l u s o a u n q u e las regatas h u b i e r a n caí- Existe a q u í u n a a n a l o g í a c o n el estado de la g e o m e t r í a antes y des-
do en desuso, o b i e n que se d e s c u b r i e r a n otras a p l i c a c i o n e s d e l cálculo y p u é s d e E u c l i d e s . S i u n a g r i m e n s o r presenta m e d i d a s d e u n c a m p o e n
se o l v i d a r a c o m p l e t a m e n t e su o r i g e n : sería c o n c e b i b l e que ese estudio las cuales parece que un t r i á n g u l o tiene u n o de sus tres lados m á s l a r g o
fuera útil p a r a l a teoría genética, c o m o h e r r a m i e n t a p a r a m a n e j a r cues- que los otros dos j u n t o s , p o d e m o s p r e g u n t a r l e «¿Qué le ha pasado a u s -
t i o n e s relacionadas c o n las pautas hereditarias, sobre t o d o , cuestiones ted c o n el teodolito?». Pero en la clase de m a t e m á t i c a s de la escuela, d o n -
d e l t i p o «¿De c u á l de sus tatarabuelos h e r e d ó este h o m b r e el ser p e h r r o - de estudiamos g e o m e t r í a c o m o u n a c i e n c i a f o r m a l , no se puede h a b l a r de
jo?». ( P o d r í a darse t a m b i é n que el e s t u d i o se c o n v i r t i e r a en la base de un u n t r i á n g u l o que tiene u n l a d o m á s largo q u e los otros dos j u n t o s , p o r -
n u e v o sistema d e c o m p o s i c i ó n d e m ú s i c a atonal.) E n u n caso o e n o t r o , que e s a b s u r d o e i n c o h e r e n t e c o n los a x i o m a s d e E u c l i d e s . U n g e ó m e t r a
ya sea que el c á l c u l o dejara de aplicarse en la p r á c t i c a o e m p e z a r a a m a t e m á t i c o que s e e n c o n t r a r a c o n u n t r i á n g u l o tal que a p a r e n t e m e n t e
aplicarse de m a n e r a s c o m p l e t a m e n t e novedosas, las p r e g u n t a s sobre m o s t r a r a esta p r o p i e d a d p o d r í a d e c i r «¡Vaya m a n e r a d e hacer a g r i m e n -
q u é c o n j u n t o s d e p o s i b i l i d a d e s s o n p e r m i s i b l e s , q u é pares d e n ú m e r o s sura!» sólo s i estuviera b r o m e a n d o . N o s o t r o s c o n s i d e r a r í a m o s q u e s u
se e x c l u y e n m u t u a m e n t e y q u é teoremas generales s o n v á l i d o s p a r a t o d o trabajo consiste en probar, p a r t i e n d o sólo de los a x i o m a s de Euclides, que
m s e g u i r á n c o n s t i t u y e n d o m a t e r i a de d i s c u s i ó n , aparte de c u a l q u i e r tal t r i á n g u l o tiene q u e ser r e c h a z a d o s i m p l e m e n t e p o r razones m a t e -
a s u n t o r e l a c i o n a d o c o n el r e m o , y los c r i t e r i o s p a r a j u z g a r las respuestas máticas. E n c u a l q u i e r r a m a d e las m a t e m á t i c a s , las p r o p o s i c i o n e s e s t u -
a dichas preguntas d e p e n d e r á n de a h í en adelante ú n i c a m e n t e d e l cál- diadas e m p i e z a n s i e n d o c o n d i c i o n e s , n o r m a s o reglas a las que se apela
c u l o de sorteos. en el c u r s o de a l g u n a a c t i v i d a d p r á c t i c a , ya sea el r e m o de c o m p e t i c i ó n

S u p o n g a m o s , p o r e j e m p l o , que a l g u i e n p o n e e n d u d a l a e x p r e s i ó n o la a g r i m e n s u r a . En a m b o s casos, se llega a un p u n t o d o n d e esas p r o -

s i m b ó l i c a (g), c o r r e s p o n d i e n t e a n u e s t r a p r o p o s i c i ó n (e); p o s i c i o n e s e m p i e z a n a ser tratadas c o m o verdades necesarias de t i p o

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A IDEALIZADA

p u r a m e n t e f o r m a l . De este m o d o p a s a m o s de (d) y (e), que s o n c o n d i - p e r i o r a 2'"-i. ( N o s será útil referirnos a esta f o r m a de cálculo c o m o un
ciones que d e b e n satisfacerse en c u a l q u i e r regata b i e n o r g a n i z a d a , a las c á l c u l o «/¡-limitado».) L a a p l i c a c i ó n d e l c á l c u l o p r o p o r c i o n a p o r s í s o l a
c o r r e s p o n d i e n t e s expresiones s i m b ó l i c a s (f) y (g); y tales expresiones no la r a z ó n p o r la que d e b e m o s c o l o c a r esta h m i t a c i ó n en los valores de h:
tienen que ver m á s c o n la organización de regatas que lo que nuestra geo- m a t e m á t i c a m e n t e h a b l a n d o , n o tiene p o r q u é tener u n a i m p o r t a n c i a es-
m e t r í a escolar tenía q u e ver c o n la geometria en su s e n t i d o o r i g i n a l de p e c i a l , y p o d r í a m o s elaborar u n cálculo m o d i f i c a d o , / j - i h m i t a d o , e n e l
medición de la tierra. que no se r e s t r i n g i e r a n los valores de h, y se a d m i t i e r a a los pares de n ú -
Esto n o quiere decir, p o r supuesto, que p o d a m o s c o n v e r t i r cualquier m e r o s en los que h a d q u i r i e r a los valores 2'", 2'" + 1,... o t a n alto c o m o se
oración en un teorema matemático si la manejamos de manera p u - q u i s i e r a . Si p o r un m o m e n t o se o l v i d a la a p l i c a c i ó n a las regatas, se p o -
r a m e n t e m a t e m á t i c a . L a g r a n m a y o r í a d e nuestros e n u n c i a d o s s o n d e dría a r g u m e n t a r que puesto que se trataba de un c á l c u l o e l i m i n a t o r i o , y
n a t u r a l e z a tal que l a o r d e n «¡Trate este e n u n c i a d o c o m o m a t e m á t i c a l a e l i m i n a c i ó n y a n o era p o s i b l e c u a n d o q u e d a b a sólo u n n , e s d e s u y o
p u r a ! » n o t e n d r í a n i n g ú n s e n t i d o . L a v i r t u d d e l e j e m p l o d e l a regata evidente que si (r, 2'"-i), entonces t a m b i é n (r, 2'"), (r, 2'" + 1) y así s u c e -
consiste s i m p l e m e n t e e n p r o p o r c i o n a r n o s u n c o n j u n t o sistemático d e sivamente.
p r o p o s i c i o n e s susceptibles de ser tratadas m a t e m á t i c a m e n t e , de u n a S u p o n g a m o s a h o r a que este c á l c u l o / i - l i m i t a d o h u b i e r a existido y
m a n e r a que n o s e t r a t a r í a n n u n c a e n u n c i a d o s c o m o «Estos m a l o s v i e n - fuera c o n o c i d o antes d e que c o m e n z a r a n las c o m p e t i c i o n e s p o r e l i m i -
tos no c o n v i e n e n a n a d i e » y « N o me gusta la r e m o l a c h a c r u d a » . Las n o - n a t o r i a : h a b r í a s i d o n a t u r a l , llegado el m o m e n t o , a p l i c a r l o a los sorteos.
ciones de «sorteo», «serie» y d e m á s ya están articuladas en f o r m a casi A l efectuar esta n u e v a a p l i c a c i ó n , s i n e m b a r g o , n o s d a r í a m o s c u e n t a d e
m a t e m á t i c a , y lo ú n i c o que t e n e m o s que hacer p a r a que se c o n s t i t u y a n que s ó l o aquellas expresiones d e n t r o d e l c á l c u l o en las que h t u v i e r a un
en la base de un c á l c u l o es c o n c e n t r a r n o s en los aspectos formales de las v a l o r m e n o r o i g u a l que 2"'-i se p r e s t a r í a n a u n a i n t e r p r e t a c i ó n seria. T a l
relaciones que existen entre ellas. L o s e n u n c i a d o s acerca de los sorteos, vez p o d r í a m o s e n c o n t r a r u n a e x p h c a c i ó n c a p r i c h o s a y decir, p o r e j e m -
las series y los e q u i p o s s o n , a d i f e r e n c i a de la m a y o r í a de nuestros e n u n - p l o , e n e l caso d e u n a c o m p e t i c i ó n entre o c h o t r i p u l a c i o n e s , « L a d y M a r -
ciados, p u n t o s d e p a r t i d a potenciales p a r a u n cálculo. garet ha a l c a n z a d o la serie octava» c o n el s i g n i f i c a d o de « L a d y M a r g a r e t
Es p o s i b l e a ñ a d i r u n a ú l t i m a p i n c e l a d a a este ya l a r g o e j e m p l o , la es el v e n c e d o r » , i g u a l que se p u e d e d e c i r de los golfistas que están «en el
c u a l nos a y u d a r á a m o s t r a r las diferencias entre un c á l c u l o h e c h o a m e - h o y o 19», c o n el s i g n i f i c a d o de que h a n t e r m i n a d o su r e c o r r i d o y están
d i d a p a r a adaptarse a u n a a p l i c a c i ó n c o n c r e t a y o t r o a p l i c a d o en un e n e l b a r d e l c l u b . P e r o , p o r supuesto, e l h e c h o d e que p o d a m o s dar u n a
contexto diferente a a q u e l p a r a el que fue d e s a r r o l l a d o . i n t e r p r e t a c i ó n c a p r i c h o s a a esas p r o p o s i c i o n e s hace h i n c a p i é en que no
T a l c o m o están las cosas, a t o d a p r o p o s i c i ó n i n h e r e n t e a l c á l c u l o t e n e m o s acceso a n i n g u n a i n t e r p r e t a c i ó n seria: los pares de n ú m e r o s en
de sorteos p u e d e dársele u n a i n t e r p r e t a c i ó n d i r e c t a en t é r m i n o s de ca- los que h es i g u a l o s u p e r i o r q u e 2"' p u e d e que sean matemáticamente
rreras, p r e m i o s , etc.; d e s p u é s de t o d o , el c á l c u l o se ha o b t e n i d o s i m - posibles, p e r o en la práctica no s i g n i f i c a n n a d a .
p l e m e n t e f o r m a l i z a n d o p r o p o s i c i o n e s acerca de regatas que p o d í a n es- T e n i e n d o esto en c u e n t a , ¿qué d i r í a m o s si a l g u i e n se p u s i e r a a h a -
cribirse t a m b i é n e n lenguaje o r d i n a r i o . F o r m a l m e n t e , s i n e m b a r g o , b l a r n o s de la «serie 95»? Está claro que en tal caso q u e r r í a m o s e h m i n a r
p o d e m o s i m a g i n a r u n c á l c u l o l i g e r a m e n t e d i s t i n t o , semejante e n casi las referencias a esa «serie 95», y dejar sentado c o m o p r i n c i p i o que u n a
t o d o al c á l c u l o de sorteos, p e r o que i n c l u y e ciertas p o s i b i l i d a d e s e x c l u i - s i m p l e c o m p e t i c i ó n p o r e l i m i n a t o r i a entre o c h o e q u i p o s n o p u e d e te-
das de n u e s t r o c á l c u l o a c t u a l . A s í , en el c á l c u l o de sorteos de r a n g o m , ner m á s de siete series. El p r o b l e m a es saber q u é estatuto le v a m o s a c o n -
los posibles valores de h ( n ú m e r o s de las series) s o n i , 2... 2"'-i: es decir, ceder a este p r i n c i p i o . S e g ú n n u e s t r o p r i m e r c á l c u l o / i - l i m i t a d o , t o d a v í a
en un sorteo de r a n g o 3, siete en t o t a l . De esto resulta que q u e d a n ex- p o d r í a m o s seguir c o n s i d e r a n d o que se trata de u n a c o n s e c u e n c i a d e l
c l u i d o s t o d o s los pares de n ú m e r o s (n, h) en los que el v a l o r de h es s u - h e c h o d e que u n t e o r e m a f o r m e parte d e u n c á l c u l o , a u n q u e sea d e u n a

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y L Ó G I C A IDEALIZADA

clase especialmente f u n d a m e n t a l y a x i o m á t i c a : el p r i n c i p i o e x p r e s a r í a m e n t e de la g e o m e t r í a de E u c l i d e s y de la a r i t m é t i c a de l o s n ú m e r o s n a -

entonces u n a i m p o s i b i l i d a d m a t e m á t i c a p a r t i c u l a r m e n t e o b v i a . S i n e m - turales. En el caso de los c á l c u l o s h e c h o s a m e d i d a es e s p e c i a l m e n t e d i -

b a r g o , s i u t i l i z a m o s e l c á l c u l o h - i l i m i t a d o , n o estaremos y a e n d i s p o s i - fícil d i s t i n g u i r las necesidades y las i m p o s i b i l i d a d e s p u r a m e n t e f o r m a l e s

c i ó n de h a b l a r de i m p o s i b i l i d a d m a t e m á t i c a . P a r a esta a p l i c a c i ó n esta- de aquellas c o n las q u e están ligadas, puesto q u e los o r í g e n e s d e l c á l c u l o

m o s u s a n d o s ó l o la parte d e l c á l c u l o q u e c u b r e los valores de h hasta 7 y se c o n j u r a n p a r a o c u l t a r las diferencias entre ellas. P o r eso t e n d e m o s a

no estamos d a n d o n i n g u n a a p l i c a c i ó n ( b r o m a s aparte) a los valores de o l v i d a r q u e se tiene q u e crear u n a c o n e x i ó n entre un cálculo y su a p l i c a -

h s u p e r i o r e s a 7. S i n e m b a r g o , el resto d e l c á l c u l o s e g u i r á estando, a u n - c i ó n , l e y e n d o las p r o p i e d a d e s p u r a m e n t e f o r m a l e s d e l cálculo c o m o s i

q u e latente, e n e l h o r i z o n t e : expresiones c o m o (5, 9 5 ) t e n d r á n s e n t i d o p o s e y e r a n p o r sí m i s m a s la clase de fuerza q u e s ó l o pertenece p r o p i a -

m a t e m á t i c o e n a p a r i e n c i a , i n c l u s o s i n o t i e n e n a p l i c a c i ó n a l g u n a a l a ac- m e n t e a las otras c o n s i d e r a c i o n e s q u e a q u í las a c o m p a ñ a n . Esto p r e s e n -

t i v i d a d p r á c t i c a e n c u e s t i ó n : t e n d r á n u n «sentido m a t e m á t i c o » a pesar t a p r o b l e m a s cada vez q u e u n a n u e v a a p l i c a c i ó n d e u n cálculo p r e v i a -

de no tener s i g n i f i c a d o p r á c t i c o . m e n t e existente n o e x p l o t a a l m á x i m o todas sus p o s i b i l i d a d e s : p o r


e j e m p l o , c u a n d o i n t r o d u c i m o s l a n o c i ó n d e «cero a b s o l u t o » e n l a t e m -
E l p r i n c i p i o a l q u e a p e l a m o s a h o r a , e s decir, « U n a c o m p e t i c i ó n p o r
p e r a t u r a , o c u a n d o e s p e c u l a m o s sobre e l p r i n c i p i o d e l t i e m p o , d e j a n d o
e h m i n a t o r i a entre p p a r t i c i p a n t e s c o n t i e n e s ó l o p - i series», c o n d e n a d e
así s i n i n t e r p r e t a r t o d o s los n ú m e r o s q u e , m a t e m á t i c a m e n t e h a b l a n d o ,
m a n e r a evidente u n a i m p o s i b i l i d a d a b s o l u t a , i g u a l q u e nuestros e n u n -
están m á s allá d e n u e s t r o p u n t o d e p a r t i d a . A s i m i s m o , presenta p r o b l e -
ciados anteriores (d) y (e); p e r o en el seno d e l c á l c u l o / i - i l i m i t a d o esto
m a s e n l a i n t e r p r e t a c i ó n d e l a l ó g i c a f o r m a l : t a m b i é n ahí p u e d e crearse
n o c o n s t i t u i r á e n a b s o l u t o u n a i m p o s i b i l i d a d matemática. S i n o s retaran
c o n f u s i ó n sobre las relaciones entre las necesidades e i m p o s i b i l i d a d e s
a q u e n o s e x p l i c á s e m o s , n u e s t r a respuesta a h o r a p o d r í a ser q u e , a u n q u e
f o r m a l e s y sistemáticas de n u e s t r o c á l c u l o l ó g i c o y las necesidades e i m -
c o n c e b i b l e desde un p u n t o de v i s t a m a t e m á t i c o , es teóricamente i m p o -
posibilidades de otro tipo. Se trata de un p r o b l e m a al que ahora debe-
sible q u e u n a c o m p e t i c i ó n p o r e l i m i n a t o r i a entre o c h o e q u i p o s tenga
m o s volver.
m á s de siete series. P a r a aclarar el o r i g e n de esta i m p o s i b i l i d a d , t e n e m o s
q u e estudiar n o s ó l o las p r o p i e d a d e s f o r m a l e s d e l c á l c u l o , s i n o t a m b i é n L a m o r a l e j a d e este e j e m p l o c o n f i r m a las q u e a p r e n d i m o s antes.
la m a n e r a en q u e se c o n e c t a n el cálculo y su a p h c a c i ó n práctica. El c á l c u - D e s p u é s d e e x a m i n a r las n o c i o n e s d e n e c e s i d a d , p o s i b i l i d a d e i m p o s i -
l o ^ - i l i m i t a d o presenta u n g r a d o d e c o m p l e j i d a d m a y o r d e l q u e v a a u t i - b i h d a d «lógicas» q u e e m p l e a e l f i l ó s o f o , l l e g a m o s a l a c o n c l u s i ó n d e
l i z a r n u e s t r a a p l i c a c i ó n : s i a h o r a r e c h a z a m o s expresiones tales c o m o q u e el alcance e i m p o r t a n c i a de d i c h a s n o c i o n e s se s o l í a n exagerar.
(5) 95)) será p o r q u e al c o n e c t a r los p r i n c i p i o s d e l p r o c e d i m i e n t o de las A p a r t e d e los a r g u m e n t o s a n a l í t i c o s — q u e e n l a p r á c t i c a f o r m a n u n a
regatas c o n el c á l c u l o /í-ilimitado no se da s i g n i f i c a d o a l g u n o a las ex- clase m u y r e d u c i d a — , l a a u s e n c i a d e c o n t r a d i c c i o n e s claras e n c u a l -
presiones en las q u e el v a l o r de h es 2"' o s u p e r i o r . U n a s i t u a c i ó n seme- q u i e r a r g u m e n t o e s algo q u e d e b e r í a m o s c o m p r o b a r s i m p l e m e n t e
jante s e e n c o n t r a r á e n m u c h o s casos e n los q u e d e c i m o s q u e u n a i m p o - c o m o paso p r e l i m i n a r , p a r a c e r c i o r a r n o s d e q u e e l a r g u m e n t o tiene
s i b i l i d a d es t e ó r i c a y no p r á c t i c a . s e n t i d o , antes de a b o r d a r la c u e s t i ó n c e n t r a l de si el a r g u m e n t o es sófi-
do o aceptable. A s í e n t e n d i d a s , las « c o n s i d e r a c i o n e s lógicas» se o c u p a n
La i m p o r t a n c i a filosófica de esta ú l t i m a c u e s t i ó n se m a n i f i e s t a de la
s ó l o de las f o r m a l i d a d e s p r e l i m i n a r e s , no de los m é r i t o s reales de l o s ar-
m a n e r a q u e sigue. Al pensar sobre las necesidades y las i m p o s i b i l i d a d e s
g u m e n t o s , p r o p o s i c i o n e s o casos: u n a vez q u e n o s c e n t r a m o s e n l a d i s -
q u e m e z c l a n c o n s i d e r a c i o n e s f o r m a l e s c o n otras d e o t r o t i p o , a m e n u d o
c u s i ó n d e l o s m é r i t o s v e r d a d e r o s d e u n a r g u m e n t o , y a n o v i e n e n a l caso
t e n d e m o s a l i m i t a r n u e s t r a a t e n c i ó n a los c á l c u l o s h e c h o s a m e d i d a , es
cuestiones s o b r e la p o s i b i l i d a d , i m p o s i b i l i d a d y n e c e s i d a d « l ó g i c a s » ; y
decir, a a q u e l l o s cálculos q u e , c o m o n u e s t r o p r i m e r c á l c u l o de sorteos,
s u g e r i r q u e l a « n e c e s i d a d l ó g i c a » y l a « i m p o s i b i l i d a d lógica» s o n d e a l -
h a n n a c i d o de u n a a b s t r a c c i ó n de sus a p l i c a c i o n e s m á s familiares y n a -
g u n a m a n e r a m á s a r d u a s o i n e l u d i b l e s q u e la « m e r a n e c e s i d a d física» o
turales: p o d e m o s a l u d i r a d o s sencillos e j e m p l o s , t o m a d o s respectiva-

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N L Ó G I C A OPERATIVA Y L Ó G I C A I D E A L I Z A D A

que la «imposibilidad l l a m a d a moral» es el resultado de u n a m a l a i n - a h o r a en i n t e l i g i b l e . P e r o s u c e d e r á q u e el c á l c u l o d e j a r á de ser a p l i c a b l e


terpretación. d e l a m a n e r a e n q u e antes l o era: u n a regata suficientemente e x c é n t r i c a

E l riesgo d e este t i p o d e m a l e n t e n d i d o s e s m u c h o m á s alto allí d o n - ya no se p r e s t a r á a la a p l i c a c i ó n d e l s i m p l e c á l c u l o de sorteos. La l e c c i ó n

de se h a l l a presente un c á l c u l o f o r m a l . Ya es suficientemente desagrada- a p r e n d i d a p u e d e r e s u m i r s e en u n a sola frase: las necesidades s i s t e m á t i -

ble q u e l e d i g a n a u n o q u e p e r m i t i r q u e e l p r i m e r e q u i p o d e l sorteo cas n o s i r v e n p a r a i m p o n e r verdades conceptuales s i n o sólo p a r a expre-

c o m p i t a e n l a s e g u n d a s e m i f i n a l e s u n craso e r r o r d e p r o c e d i m i e n t o ; sarlas, y p u e d e n h a c e r l o ú n i c a m e n t e m i e n t r a s no m o d i f i q u e m o s n u e s -

p e r o s i , h a c i e n d o u s o d e l c á l c u l o de sorteos, nos d i c e n a d e m á s q u e es tros c o n c e p t o s o p e r a t i v o s en a l g ú n aspecto esencial.

u n a clara i m p o s i b i l i d a d matemática, nos parecerá que se levanta u n a P a r a c o n c l u i r , me referiré b r e v e m e n t e a los tres p u n t o s en los q u e
n u e v a e i n e l u d i b l e b a r r e r a . P e r o , ¿qué es lo que en r e a l i d a d a ñ a d e este esta l e c c i ó n afecta a n u e s t r a a n t e r i o r e x p h c a c i ó n de la n a t u r a l e z a y f u n -
c o m e n t a r i o ? C o n s e g u r i d a d , t o d o l o q u e las necesidades e i m p o s i b i l i d a - c i ó n d e l a teoría lógica. E n p r i m e r lugar, s u g e r í q u e u n m o t i v o p a r a i n -
des sistemáticas d e l c á l c u l o f o r m a l p u e d e n hacer e s r é f o r m u l a r e n u n tentar m o d e l a r los p r i n c i p i o s d e l a l ó g i c a e n f o r m a d e sistema m a t e m á -
s i m b o l i s m o f o r m a l necesidades e i m p o s i b i l i d a d e s de o t r o t i p o . Si todas t i c o h a b í a s i d o l a esperanza d e que, a l h a c e r l o así, s e p o d r í a n i n t r o d u c i r
las expresiones f o r m a l m e n t e a d m i s i b l e s en un cálculo c o r r e s p o n d e n a en el c a m p o l ó g i c o variedades m á s potentes de n e c e s i d a d e i m p o s i b i l i -
p o s i b i l i d a d e s reales, eso n o significará s i n o que estamos e m p l e a n d o u n d a d . U n a vez que l a n e c e s i d a d lógica y l a i m p o s i b i l i d a d l ó g i c a q u e d a r o n
cálculo apropiado; es decir, un c á l c u l o en el q u e las reglas q u e r i g e n la e n t r o n i z a d a s c o m o las variedades m á s r i g u r o s a s e inexorables de su es-
f o r m a c i ó n de expresiones s i m b ó l i c a s c o r r e s p o n d e n exactamente a los pecie, los l ó g i c o s e m p e z a r o n a c o n s i d e r a r q u e tener q u e vérselas c o n
c r i t e r i o s q u e s i r v e n p a r a r e c o n o c e r l o s e n u n c i a d o s verdaderos e n l a a p l i - c u a l q u i e r o t r a cosa i n f e r i o r sería p r o p i o d e m e n t e s desaliñadas. S i b i e n
cación del cálculo. a d m i t í a n q u e expresiones c o m o « n e c e s i d a d causal» t e n í a n u n c i e r t o u s o

¿Por q u é , entonces, n o s s e n t i m o s tentados a pensar q u e las necesi- c o r r i e n t e , a d v e r t í a n q u e n o d e b e r í a m o s dejarnos e n g a ñ a r : a l c o m p r o -

dades formales p u e d e n ser de alguna m a n e r a m á s fuertes que las necesida- b a r c o n q u é f a c i l i d a d nuestros p u n t o s d e v i s t a acerca d e l a n e c e s i d a d

des de o t r o t i p o y que, en r e a l i d a d , lo q u e h a c e n es reforzarlas? E s o s u - causal e r a n refutados p o r u n c a m b i o , perfectamente c o n c e b i b l e , d e l o s

cede p r o b a b l e m e n t e p o r q u e , en el i n t e r i o r de un c á l c u l o , se trata a las h e c h o s d e l m u n d o real, c u a l q u i e r f i l ó s o f o q u e estuviera e n s u sano j u i -

expresiones f o r m a d a s d e m a n e r a i m p r o p i a c o m o s i f u e r a n c o m p l e t a - c i o d e b e r í a preferir la ú n i c a g a r a n t í a i m p e c a b l e y atenerse s ó l o a la n e -

m e n t e absurdas. E n u n sorteo d e r a n g o 3 , p o r e j e m p l o , l a i n v i t a c i ó n a cesidad lógica.

aceptar t a n t o la e x p r e s i ó n (1, 7) c o m o la e x p r e s i ó n (2, 7) sería s i m p l e - Esta c o n c e p c i ó n , c o m o p o d e m o s ver a h o r a , no resiste a la crítica. L a s


m e n t e i n i n t e l i g i b l e : existe u n contraste m u y a c e n t u a d o c o n e l corres- necesidades e i m p o s i b i l i d a d e s familiares d e n t r o d e l sistema f o r m a l de
p o n d i e n t e e n u n c i a d o a p h c a d o , « L o s d o s p r i m e r o s e q u i p o s s e enfrenta- u n c á l c u l o n o p u e d e n ser m á s fuertes n i m á s i n e l u d i b l e s q u e las necesi-
r o n e n l a f i n a l » , que p o d r í a p r o v o c a r a s o m b r o o i n d i g n a c i ó n , p e r o q u e dades e i m p o s i b i h d a d e s c o t i d i a n a s q u e aquéllas expresan p o r m e d i o de
desde luego no es i n i n t e l i g i b l e . Este rasgo de las necesidades e i m p o s i b i - s í m b o l o s . P o r supuesto q u e las necesidades causales no s o n iguales q u e
lidades f o r m a l e s , s i n e m b a r g o , no p u e d e transferirse a su a p l i c a c i ó n y, las necesidades l ó g i c a s , p e r o n o p o r esa r a z ó n s o n m á s débiles. Efectiva-
p o r l o t a n t o , n o p u e d e r e a l m e n t e reforzar las necesidades e i m p o s i b i h - m e n t e p o d r í a preguntarse s i h a b r í a e n este c o n t e x t o l u g a r p a r a c o m p a -
dades p r á c t i c a s d e l a v i d a . P o r e j e m p l o , s o m o s libres d e m o d i f i c a r n u e s - r a c i o n e s basadas en la fuerza; y, así, q u é s e n t i d o tendría interrogarse en
tras ideas y actuaciones en m a t e r i a de d e p o r t e de c o m p e t i c i ó n , y las m a - general p o r la «fuerza» de u n a n e c e s i d a d l ó g i c a o sistemática. En el caso
t e m á t i c a s n o serán las q u e n o s l o i m p i d a n . S u p o n i e n d o q u e l o h a g a m o s , de verdaderas necesidades e i m p o s i b i h d a d e s p r á c t i c a s , sean físicas, m o -
las necesidades e i m p o s i b i l i d a d e s sistemáticas d e l c á l c u l o de sorteos se- rales o de o t r o t i p o , sí h a y espacio p a r a h a b l a r de lo « m á s fuerte» o « m á s
g u i r á n s i e n d o las m i s m a s : lo q u e antes era i n i n t e l i g i b l e no se c o n v e r t i r á débil». La a c c i ó n de ciertas causas p u e d e desviarse de m a n e r a m á s fácil

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

q u e la de otras; el r i g o r de ciertas leyes p u e d e e l u d i r s e m á s c ó m o d a - nal en el hecho de que el par de n ú m e r o s constituye u n a p o s i b i l i d a d ,


m e n t e ; la f u e r z a de ciertas o b l i g a c i o n e s m o r a l e s cede antes a l o s c o n - esto es, si p a r a él la i m p o s i b i l i d a d m a t e m á t i c a se ha l i g a d o a c c i d e n t a l -
t r a - a r g u m e n t o s ; y así s u c e s i v a m e n t e . P e r o las « n e c e s i d a d e s l ó g i c a s » y mente a alguna otra i m p o s i b i l i d a d , c o m o la i m p o s i b i l i d a d de mantener
las « i m p o s i b i l i d a d e s lógicas» no s o n así en a b s o l u t o : ellas se o c u p a n no s u r e p u t a c i ó n p r o f e s i o n a l , entonces e l caso sería diferente. D e l a m i s m a
d e los o b s t á c u l o s externos q u e d e b e m o s t o m a r e n m a y o r o m e n o r c o n - m a n e r a , en la física t e ó r i c a las necesidades m a t e m á t i c a s p u e d e n s a c a r
s i d e r a c i ó n al p l a n e a r n u e s t r a v i d a y nuestras acciones, s i n o de los p r e l i - u n a fuerza d e t i p o p r á c t i c o d e las necesidades causales observadas c o n
m i n a r e s formales asociados a la e x p r e s i ó n de nuestros a r g u m e n t o s y las q u e están asociadas en su a p l i c a c i ó n . P e r o ésa es la m a n e r a en q u e
e n u n c i a d o s e n u n lenguaje coherente e i n t e l i g i b l e . E n l a m e d i d a e n que f u n c i o n a la relación: s o n las necesidades prácticas las que p r e s t a n su
nos i m p o n e n l i m i t a c i o n e s , están bajo n u e s t r o p o d e r : c o m o s o m o s n o - fuerza a las necesidades sistemáticas en c u y a base están, no las n e c e s i d a -
sotros quienes nos las i m p o n e m o s , d e b e m o s o b i e n respetarlas o b i e n des sistemáticas las q u e r e f u e r z a n a las prácticas. No tiene s e n ü d o a d j e -
resolvernos a e l i m i n a r l a s . S ó l o e n tanto q u e n o m o d i f i c a m o s nuestros tivar c o m o i n e l u d i b l e s a las necesidades lógicas y sistemáticas, ni c o m o
conceptos o nuestros c á l c u l o s , estamos c o m p r o m e t i d o s p a r a a d m i t i r insuperables a las i m p o s i b i l i d a d e s lógicas y sistemáticas: ese t i p o de l e n -
c u a l q u i e r c o n j u n t o c o n c r e t o de necesidades e i m p o s i b i l i d a d e s , y c u a l - guaje es a p r o p i a d o s ó l o en el caso de los o b s t á c u l o s físicos m á s e x t r e -
q u i e r c a m b i o en u n o s u o t r o s alterará a d e m á s las c o n d i c i o n e s de c o h e - m o s , de las leyes m á s rigurosas o de las o b h g a c i o n e s m á s v i n c u l a n t e s . Si
r e n c i a e i n t e l i g i b i l i d a d . L a fuerza y l a d e b i l i d a d , p o r o t r o l a d o , s o n c a - e n d e t e r m i n a d o s casos l a c o n e x i ó n entre ( d i g a m o s ) l a n e c e s i d a d c a u s a l
racterísticas de las h m i t a c i o n e s externas: en el c a m p o de la l ó g i c a , no y sistemática parece m á s fuerte de lo que es, ello se debe a que la r a m a de
v i e n e al caso h a b l a r de la u n a o de la o t r a . las m a t e m á t i c a s c o r r e s p o n d i e n t e fue d i s e ñ a d a a m e d i d a p a r a q u e se

C i e r t a m e n t e , si l l e v a m o s las cosas al e x t r e m o , estaría fuera de l u g a r ajustara a esa a p l i c a c i ó n c o n c r e t a , y así se a d a p t a perfectamente a e l l a s i n

lamentarse acerca d e c u e s t i o n e s l ó g i c a s : i m a g i n e m o s u n e n c u e n t r o c o n n e c e s i d a d de retoques; de ah í resulta q u e no n o s p e r c a t a m o s d e l ele-

el capitán del barco de King's CoUege, en el que nos explica la razón de m e n t o d e elección p o r e l q u e a s o c i a m o s p r e c i s a m e n t e este cálculo c o n

s u a b a t i m i e n t o : «Es u n a v e r g ü e n z a , h e m o s s a l i d o l o s p r i m e r o s e n e l p r e c i s a m e n t e esta a p h c a c i ó n . S o b r e t o d o e n casos así, l a a r t i c u l a c i ó n

sorteo, así q u e n o p o d e m o s llegar a l a s e g u n d a s e m i f i n a l » . E s t o p o d r í a i n t e r n a d e n u e s t r a c o n s t r u c c i ó n s i s t e m á t i c a p u e d e presentarse e n f o r m a

i m p o r t a r r e a l m e n t e s i e l azar d e l sorteo p r i v a r a t o t a l m e n t e a u n e q u i - d e i m p o s i c i ó n a r b i t r a r i a externa.

p o i n c l u s o d e l a p o s i b i l i d a d (desde e l p u n t o d e v i s t a d e l p r o c e d i m i e n - L o s dos ú l t i m o s p u n t o s p u e d e n exponerse m á s b r e v e m e n t e . E l p r i -


to) de a b r i r s e c a m i n o hasta la final; o b i e n si se h u b i e r a a r r e g l a d o la m e r o es éste: en el m o m e n t o en q u e un c á l c u l o se i n d e p e n d i z a y e m p i e -
c o m p e t i c i ó n d e m o d o q u e e l p r e m i o recayera a u t o m á t i c a m e n t e e n e l za a ser t r a t a d o c o m o parte de las m a t e m á t i c a s p u r a s , s i n c o n s i d e r a r su
ganador de la segunda semifinal y no en el ganador de la final. E n t o n - a p h c a c i ó n o r i g i n a l , se hace necesario r e c o n s i d e r a r el d e r e c h o al t í t u l o
ces p o d r í a justificarse el a b a t i m i e n t o del c a p i t á n . O i m a g i n e m o s q u e un que le correspondía originalmente de f o r m a incuestionable. Para n o s o -
matemático se h u n d e en la depresión porque ha descubierto que ( i , 6) tros la p a l a b r a « g e o m e t r í a » es un t é r m i n o d e l arte m a t e m á t i c o y ya no
n o e s p o s i b l e e n los sorteos d e r a n g o 3 . C u a n d o e l m a t e m á t i c o d e s c u - e n c i e r r a la sugerencia, i m p l í c i t a en el griego o r i g i n a l , de q u e se t r a t a de
bre u n a i m p o s i b i l i d a d m a t e m á t i c a n o e s c o m o c u a n d o oye d e l a b o c a la c i e n c i a de la m e d i c i ó n de tierras. P o r o t r a parte, a u n q u e las fracciones
d e l m é d i c o q u e l e q u e d a n seis meses d e v i d a . E n u n t i p o diferente d e racionales p u e d e n h a b e r g o z a d o d e interés e n u n p r i m e r m o m e n t o p o r -
sorteo, ese c o m e n t a r i o c o n s t i t u i r í a u n a p o s i b i h d a d m a t e m á t i c a perfec- que s i r v e n p a r a e x p l i c a r las v i b r a c i o n e s de las cuerdas de los i n s t r u m e n -
t a m e n t e aceptable: d e j e m o s a n u e s t r o m a t e m á t i c o q u e e s t u d i e e n t o n - tos m u s i c a l e s , l l a m a r a l a a r i t m é t i c a d e fracciones p o r s u n o m b r e m e -
ces ese c á l c u l o . d i e v a l , « m ú s i c a » , sería t a n e q u í v o c o c o m o desconcertante; y m a n t e n e r
Por supuesto, si el matemático ha apoyado su reputación profesio- e l n o m b r e « c á l c u l o d e p r o b a b i l i d a d e s » p a r a l a teoría m a t e m á t i c a q u e

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N LÓGICA OPERATIVA Y LÓGICA IDEALIZADA

trata no de p r o b a b i l i d a d e s p r á c t i c a s , s i n o de i m p l i c a c i o n e s parciales, es p o n d a n a las n o r m a s de c o h e r e n c i a y de p r u e b a en todas sus relaciones


realmente e n g a ñ o s o . internas. Pero en c u a n t o los cálculos se p o n e n a trabajar al s e r v i c i o de la
La a d v e r t e n c i a que nos ofrecen estos e j e m p l o s n o s e n s e ñ a r á a ir c o n p r á c t i c a d e l a a r g u m e n t a c i ó n , s e alteran nuestros requisitos. E n m a t e -
p r e c a u c i ó n antes de o t o r g a r el título de «lógica» a c u a l q u i e r c á l c u l o for- m á t i c a s aphcadas, los a r g u m e n t o s , a u n q u e f o r m a l m e n t e idénticos a l o s
m a l . E s p o s i b l e que u n n ú m e r o r e d u c i d o d e p r o b l e m a s d e l ó g i c a p u e d a n a r g u m e n t o s de las m a t e m á t i c a s p u r a s , s o n s i n e m b a r g o sustanciales y
ser t r a t a d o s d e f o r m a m a t e m á t i c a , i g u a l que o c u r r e c o n a l g u n o s p r o b l e - no analíticos, y el paso de los datos a la c o n c l u s i ó n i m p l i c a a m e n u d o un
mas de física, y es c i e r t o que el m a n e j o de este aspecto m a t e m á t i c o se ha v e r d a d e r o salto de u n t i p o a o t r o . P o d e m o s asegurar l a a d e c u a c i ó n for-
m o s t r a d o e n a m b o s c a m p o s c o m o algo t a n t é c n i c o y e l a b o r a d o q u e mal de nuestros a r g u m e n t o s e x p r e s á n d o l o s o b i e n en la f o r m a ( D ; G,
ha llegado a convertirse en u n a p r o f e s i ó n . C o n s e c u e n t e m e n t e la. lógica luego C ) — s i e n d o l a garantía, e n r e a l i d a d , u n a regla d e sustitución, q u e
s i m b ó l i c a p u e d e aspirar a ser u n a parte de la l ó g i c a — a u n q u e no t a n a u t o r i z a e l m á s s i m p l e d e t o d o s los pasos m a t e m á t i c o s — o b i e n e n l a
g r a n d e — c o m o la física m a t e m á t i c a lo es de la física. P e r o , ¿ p u e d e a s p i - f o r m a d e u n a r g u m e n t o m a t e m á t i c o t o m a d o d e l c á l c u l o adecuado. E n
rar a m á s ? u n caso o e n o t r o , p o d e m o s referirnos a p r o p i a d a m e n t e a l a r g u m e n t o
N o p r o v i e n e d e u n reflejo d e l a física m a t e m á t i c a l a o b s e r v a c i ó n d e resultante c o m o deductivo, i g u a l que desde hace t i e m p o a c o s t u m b r a n a
que a l g u n o s p r o b l e m a s físicos t i e n e n que ver c o n el c i c l o t r ó n y no c o n la hacer los físicos y los a s t r ó n o m o s , a pesar de que la c o n c l u s i ó n difiere
c a l c u l a d o r a y de q u e , separados de t o d a p o s i b l e a p l i c a c i ó n al e x p e r i - s u s t a n c i a l m e n t e en fuerza de los datos y el r e s p a l d o j u n t o s , y de que la
m e n t o , los cálculos m a t e m á t i c o s d e j a r í a n s i n m á s de ser parte de la físi- t r a n s i c i ó n de los u n o s a la o t r a c o n l l e v a algo m á s que u n a t r a n s f o r m a -
ca. S u p o n g a m o s , p o r e j e m p l o , que los físicos m a t e m á t i c o s se d e d i c a r a n c i ó n v e r b a l . A s í , desde u n p u n t o d e vista m i c r o f i s i o l ó g i c o , nuestros a r -
p o r entero a la a x i o m a t i z a c i ó n de sus teorías, que no se m o l e s t a r a n en g u m e n t o s p u e d e n seguir s i e n d o m a t e m á t i c o s e n s u e s t r u c t u r a . Pero e n
relacionarse c o n sus colegas en el l a b o r a t o r i o , que cayeran en el h á b i t o u n n i v e l s u p e r i o r , a n a t ó m i c o , p u e d e n s i n e m b a r g o ser a r g u m e n t o s sus-
de h a b l a r sobre los v a r i o s sistemas a x i o m á t i c o s que h u b i e r a n desarro- tanciales, c o n los que p o d e m o s d a r pasos reales, i n c l u s o de g r a n alcance,
l l a d o c o m o si de «físicas» diferentes se tratase, de la m i s m a m a n e r a que en la t r a n s i c i ó n de nuestros datos y respaldo de la g a r a n t í a iniciales a
a h o r a los m a t e m á t i c o s h a b l a n de distintas « g e o m e t r í a s » , y que t e r m i n a - unas c o n c l u s i o n e s a la vez nuevas y de t i p o s m u y diferentes.
r a n b u r l á n d o s e de los e x p e r i m e n t a d o r e s p o r q u e s i g u e n l l a m a n d o a su
h u m i l d e tarea c o n e l n o m b r e d e «física», e n singular. S i esto o c u r r i e r a ,
¿no p e n s a r í a m o s que los físicos m a t e m á t i c o s h a n d e s c u i d a d o de a l g u n a
m a n e r a u n aspecto v i t a l d e s u trabajo, hasta e l p u n t o q u e , casi s i n darse
c u e n t a , se h a n c o n v e r t i d o en m a t e m á t i c o s p u r o s y h a n dejado de ser fí-
sicos? ¿Y p u e d e esperarse de la l ó g i c a , m á s que de la física, que se p r e -
sente c o m o u n a d i s c i p l i n a c o m p l e t a m e n t e p u r a y f o r m a l , s i n perder así
s u i d e n t i d a d ? E l objetivo p r i n c i p a l d e este c a p í t u l o h a sido m o s t r a r que
la respuesta a esa p r e g u n t a es un « N o » r o t u n d o .
P o d e m o s concluir c o n un p u n t o que anticipa el p r ó x i m o capítulo y
que repasa éste q u e a h o r a c e r r a m o s . E s t u d i a d o s p o r s í m i s m o s , e n t a n -
to q u e parte de las m a t e m á t i c a s p u r a s , los a r g u m e n t o s que se i n s c r i b e n
e n nuestros cálculos sistemáticos s o n analíticos: t o d o l o que e l m a t e m á -
t i c o espera de ellos es que e v i t e n las c o n t r a d i c c i o n e s internas y que res-

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ORÍGENES DE LA TEORIA E P I S T E M O L Ó G I C A

E l estatuto d e l a e p i s t e m o l o g í a h a s i d o s i e m p r e u n p o c o a m b i g u o . C o n
f r e c u e n c i a , las preguntas de los filósofos acerca de nuestras p r e t e n s i o n e s
de c o n o c i m i e n t o h a n sido de un tipo, mientras que los métodos q u e se
e m p l e a b a n p a r a contestarlas e r a n d e o t r o . D i c h a s preguntas h a n e s t a d o
i m p r e g n a d a s de un fuerte a r o m a a p s i c o l o g í a y así, l l a m a b a n al o b j e t o de
e s t u d i o de los e p i s t e m ó l o g o s el « e n t e n d i m i e n t o » , el «intelecto» o la « r a -
zón h u m a n a » . De otro lado, si consideramos a la psicología c o m o u n a
c i e n c i a e x p e r i m e n t a l , los m é t o d o s usados p o r l o s f i l ó s o f o s p a r a a b o r d a r
las cuestiones m e n c i o n a d a s s ó l o h a n s i d o p s i c o l ó g i c o s e n m u y c o n t a d a s
ocasiones. H a s t a hace p o c o s a ñ o s , c u a n d o Piaget c o m e n z ó a e s t u d i a r
m e t ó d i c a m e n t e l a m a n e r a y e l o r d e n e n q u e los n i ñ o s a d q u i e r e n sus
capacidades intelectuales, e l d e s a r r o l l o d e l e n t e n d i m i e n t o h u m a n o h a -
b í a s i d o objeto d e m u y pocas investigaciones e x p e r i m e n t a l e s d e l i b e r a -
das. En l u g a r de llevar a cabo investigaciones científicas elaboradas y d i -
b u j a r el m a p a d e l e n t e n d i m i e n t o h u m a n o a posteriori, los filósofos h a n
p r o c e d i d o j u s t a m e n t e a l c o n t r a r i o : e s decir, c o n s i d e r a n d o los a r g u m e n -
tos sobre los q u e p u e d e n basarse las pretensiones de c o n o c i m i e n t o y
j u z g á n d o l o s s e g ú n n o r m a s a prior/. L a e p i s t e m o l o g í a , p o r d e c i r l o b r e v e -
m e n t e , h a c o n s i s t i d o e n u n c o n j u n t o d e respuestas d e a p a r i e n c i a l ó g i c a
a preguntas de a p a r i e n c i a p s i c o l ó g i c a .

D e c i r esto n o equivale a c o n d e n a r l a m a n e r a e n q u e los f i l ó s o f o s h a n


a b o r d a d o e l t e m a . H a y personas, e s c i e r t o , q u e n o c o n s i d e r a n p o s i b l e
contestar a priori a n i n g u n a p r e g u n t a seria, sea la q u e sea, y que a p o y a -
rían la r e c o l e c c i ó n en m a s a de o b s e r v a c i o n e s factuales, m e d i d a s y d a t o s
e x p e r i m e n t a l e s c o m o p r e l i m i n a r necesario d e t o d a investigación i n t e -
l e c t u a l . S i los p r o b l e m a s d e l a e p i s t e m o l o g í a t u v i e r a n u n carácter c l a r a -
m e n t e p s i c o l ó g i c o , tal vez p o d r í a decirse algo a favor de este p u n t o de
v i s t a t a m b i é n p a r a el caso q u e nos o c u p a : entonces sí p o d r í a sostenerse

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

que las s o l u c i o n e s a los p r o b l e m a s e p i s t e m o l ó g i c o s d e b e n esperar a que está i n e v i t a b l e m e n t e abierto p o r u n a de sus caras al c a m p o de la p s i c o -


se vaya desvelando p r o g r e s i v a m e n t e el m a t e r i a l factual p e r t i n e n t e . Pero logía. P o r o t r o l a d o , los p s i c ó l o g o s n o p u e d e n p e r m i t i r s e h a b l a r c o m o s i
ahí es d o n d e r a d i c a p r e c i s a m e n t e n u e s t r a d i f i c u l t a d , en q u e los p r o b l e - los «procesos cognitivos» f u e r a n f e n ó m e n o s p u r a m e n t e naturales, q u e
mas de la e p i s t e m o l o g í a , si es que s o n p s i c o l ó g i c o s , no c o n s t i t u y e n , está aparecen e n los seres h u m a n o s p o r razones que s ó l o D i o s c o n o c e ( o p o r
claro, cuestiones p s i c o l ó g i c a s c o r r i e n t e s . selección n a t u r a l ) y que, c o n s e c u e n t e m e n t e , p u e d e n ser estudiados de
S i , p o r e l c o n t r a r i o , l a e p i s t e m o l o g í a — o teoría d e l c o n o c i m i e n t o — m a n e r a p u r a m e n t e e m p í r i c a , a posteriori. La f r o n t e r a entre la p s i c o l o g í a
es más propiamente considerada c o m o u n a r a m a de la lógica aplicada y la l ó g i c a está a b i e r t a en las dos d i r e c c i o n e s , y los p s i c ó l o g o s d e b e r í a n
c o m p a r a d a , entonces e l m é t o d o general q u e e m p l e a n los f i l ó s o f o s p a r a r e c o n o c e r e n q u é g r a n m e d i d a los p r o c e d i m i e n t o s racionales s o n p r o -
a b o r d a r l a será n o s ó l o c o m p r e n s i b l e s i n o aceptable. T a m b i é n e n ese d u c t o s h u m a n o s y n o f e n ó m e n o s naturales.
caso, los resultados de los capítulos precedentes, en los q u e a n a l i z a m o s E n e l siglo x v i i , c u a n d o s e d e s a r r o l l ó l a i m a g e n d e l a e p i s t e m o l o g í a
las categorías de la l ó g i c a a p l i c a d a , s e r á n relevantes p o r lo q u e respecta a c o m o e s t u d i o d e l « e n t e n d i m i e n t o h u m a n o » , existía u n a r a z ó n c o n c r e t a
la n a t u r a l e z a y s o l u c i ó n de los p r o b l e m a s e p i s t e m o l ó g i c o s de los q u e ca- p a r a q u e se p r o d u j e r a u n a a m b i g ü e d a d en este t e r r e n o . U n a de las cues-
recerían s i e l caso fuera d i s t i n t o . N u e s t r a p r i m e r a tarea, p o r l o t a n t o , t i o n e s que, efectivamente, p r e o c u p a b a n a los filósofos de a q u e l t i e m p o
consistirá en esclarecer esa a m b i g ü e d a d i n i c i a l , de tal m a n e r a q u e a lo p a r e c í a m á s que d e o r d i n a r i o , s i cabe, u n a c u e s t i ó n p s i c o l ó g i c a . S e t r a t a -
largo de este c a p í t u l o q u e d e clara la i m p o r t a n c i a de nuestros anteriores b a d e l p r o b l e m a d e las «ideas innatas». L o q u e p r e g u n t a b a n los f i l ó s o f o s
descubrimientos para la epistemología. era, a l m e n o s e n parte, s i t o d o c o n c e p t o c o n q u e o p e r a u n a d u l t o i n t e l i -
H a s t a cierto p u n t o , c o m o v e r e m o s , l a a m b i g ü e d a d q u e envuelve e l gente se a d q u i e r e en un p e r i o d o d e t e r m i n a d o de su e d u c a c i ó n y si t o d a
estatuto de la e p i s t e m o l o g í a es i n e v i t a b l e . C o n s i d e r a d a c o m o parte de la v e r d a d d e aqueUo q u e t e n e m o s razones p a r a c o n s i d e r a r seguro h a l l e g a -
p s i c o l o g í a , la d i s c i p l i n a se o c u p a de los procesos intelectuales o « c o g n i t i - do a nuestro conocimiento en algún m o m e n t o de nuestra vida. A l g u n o s
v o s » , de n u e s t r o e q u i p a m i e n t o y d o t a c i ó n intelectuales, de la « c o g n i - filósofos deseaban r e s p o n d e r a ambas preguntas de m a n e r a t a x a t i v a -
ción» y sus m e c a n i s m o s : c o n s i d e r a d a c o m o u n a r a m a de la l ó g i c a gene- m e n t e a f i r m a t i v a : s e g ú n s o s t e n í a n , n o h a b í a n a d a «en n u e s t r o intelecto»
r a l , se o c u p a de los procedimientos intelectuales o r a c i o n a l e s , de los q u e no h u b i e r a llegado a él a lo largo de la v i d a « p o r la v í a de los s e n t i -
m é t o d o s de la a r g u m e n t a c i ó n y de la j u s t i f i c a c i ó n r a c i o n a l de las p r e - d o s » . {Nihil est in intellectu quod non priusfuerit in sensu). Pero otros n o
tensiones d e c o n o c i m i e n t o . E n u n n i v e l abstracto, los temas m e n c i o n a - p o d í a n d i v i s a r m a n e r a a l g u n a e n q u e ciertos c o n c e p t o s f u n d a m e n t a l e s
dos p o d r í a n parecer c o m p l e t a m e n t e d i s t i n t o s , p e r o e n l a p r á c t i c a están q u e p o s e e m o s se h u b i e r a n e l a b o r a d o d u r a n t e n u e s t r a existencia, a t r a -
lejos de serlo. P o r el c o n t r a r i o , en las dos clases de e x p l i c a c i ó n se c o n s i - vés de procesos de aprendizaje c u y a a u t e n t i c i d a d estaban dispuestos a
d e r a n las m i s m a s actividades, p r i m e r o desde u n p u n t o d e v i s t a e m p í r i - r e c o n o c e r ; p o r lo t a n t o , la c o n c l u s i ó n a la q u e l l e g a b a n era q u e algunas
c o y d e s p u é s desde u n p u n t o d e v i s t a crítico. U n n i ñ o q u e hace u n a ideas s o n innatas. A l i g u a l q u e a l g u n o s h á b i t o s y destrezas n o i n t e l e c -
s u m a , u n a b o g a d o q u e presenta u n caso, u n a s t r ó n o m o q u e p r e d i c e u n tuales, ciertos h á b i t o s y destrezas intelectuales d e b e n considerarse i n s -
eclipse: todas estas actividades p u e d e n ser c o n s i d e r a d a s o b i e n p s i c o l ó - t i n t i v o s : s u g e r í a n que e l n i ñ o n i tiene que a p r e n d e r a m a m a r n i (q uizás)
gicamente, porque s u p o n e n «procesos cognitivos», o b i e n críticamente, a e l a b o r a r la idea de D i o s p a r t i e n d o de cero.
p o r q u e s u p o n e n el uso, b u e n o o m a l o , de p r o c e d i m i e n t o s racionales. S i n e m b a r g o , se p u e d e sostener q u e la c o n t r o v e r s i a sobre las ideas
L o s p r o c e d i m i e n t o s y m é t o d o s r a c i o n a l e s no existen en el aire, separa- i n n a t a s n u n c a llegó a ser u n a parte esencial d e l a e p i s t e m o l o g í a . E n l a
dos d e los i n d i v i d u o s r a z o n a n t e s , s i n o q u e s o n a p r e n d i d o s , e m p l e a d o s , m e d i d a e n q u e los f i l ó s o f o s o p e r a b a n c o n u n a i m a g e n s i m p l i f i c a d a d e
a veces m o d i f i c a d o s y en ocasiones i n c l u s o a b a n d o n a d o s p o r la p e r s o n a los sentidos y d e l intelecto, les p a r e c í a i m p o s i b l e ( s i n l u g a r a dudas) e l u -
que l l e v a a cabo el r a z o n a m i e n t o , y en esa m e d i d a el c a m p o de la l ó g i c a d i r e l p r o b l e m a . A l tratar a los sentidos c o m o u n a suerte d e a n t e c á m a r a

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LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

d e l intelecto, p o r la q u e d e b e n pasar t o d o s los c o n c e p t o s y verdades a n - y a n d o u n a a f i r m a c i ó n q u e ella haya h e c h o . E s t o n o significa, p o r s u -

tes de alcanzar la sede de la r a z ó n , o b i e n c o m o u n a especie de c o n d u c - p u e s t o , que nosotros p o d a m o s ser c o n s i d e r a d o s los garantes de su c r é d i -

to p o r el q u e h a b í a que c a n a l i z a r el m a t e r i a l s e n s o r i a l antes de que l l e - to, ya q u e a veces p o d e m o s d e c i r «sabe» c u a n d o la p e r s o n a v a c i l a r í a en

gara a la m e t a i n t e l e c t u a l q u e se h a l l a b a al final y se i m p r i m i e r a en ella, d e c i r «sé»: n o s o t r o s n o p o d e m o s j u g a r n o s s u p r e t e n s i ó n d e a u t o r i d a d ,

t u v i e r o n q u e afrontar ciertas dificultades q u e p o d r í a n h a b e r e v i t a d o si i g u a l que no p o d e m o s hacer p r o m e s a s o e s t o r n u d a r p o r él. Pero sí q u e

h u b i e r a n aceptado u n a i m a g e n d e n u e s t r o e q u i p a m i e n t o i n t e l e c t u a l q u e p o d e m o s d e esa m a n e r a j u g a r n o s n u e s t r a r e p u t a c i ó n sobre l a base d e l a

friera m á s activa y q u e no r e p r o d u j e r a c o n tanta e x a c t i t u d la fisiología d e m o s t r a c i ó n de la fiabilidad de sus o p i n i o n e s ; y si no estamos d i s p u e s -

de los ó r g a n o s sensoriales. Pero no h a y r a z ó n p a r a que n o s o t r o s tenga- tos a c o m p r o m e t e r n o s c o n d i c h a f i a b i l i d a d , a ú n m á s s i t e n e m o s a l g u n a

m o s que hacer l o m i s m o : e n l o q u e sigue, s i b i e n r e c o n o c i e n d o q u e e n r a z ó n p a r a d u d a r , h a r e m o s b i e n e n d e c i r s ó l o « C r e e (confía e n , e s t á se-

ú l t i m o t é r m i n o no es p o s i b l e separar c o m p l e t a y t o t a l m e n t e los aspec- g u r o d e ) — p o r e j e m p l o — q u e los tories g a n a r á n las p r ó x i m a s e l e c c i o n e s

tos p s i c o l ó g i c o s de los aspectos l ó g i c o s de la e p i s t e m o l o g í a , v o y a c o n - ge n e ra l e s » , y esto i n c l u s o a u n q u e la p r o p i a p e r s o n a p u e d a llegar a afir-

c e n t r a r m e en estos ú l t i m o s . P u e d e q u e en la p r á c t i c a no sea realista de m a r q u e l o sabe.

n i n g u n a m a n e r a i n t e n t a r separar c o m p l e t a m e n t e las cuestiones episte- Es necesario r e c o r d a r todas estas cosas c u a n d o a b o r d e m o s p r e g u n -


m o l ó g i c a s d e las p s i c o l ó g i c a s , p e r o p a r a n u e s t r o p r o p ó s i t o p o d e m o s tas d e l t i p o « ¿ C ó m o lo sabes?» y « ¿ C ó m o lo sabe él?», ya q u e el p r o p ó s i -
c e n t r a r n o s en las cuestiones l ó g i c a s q u e d a n l u g a r a tales «situaciones to de tales preguntas es el de d e s c u b r i r las r a z o n e s , cuahficaciones o c r e -
e p i s t e m o l ó g i c a s » . A h o r a d e b e m o s i n t e n t a r caracterizar y c o m p r e n d e r denciales d e u n a p e r s o n a e n c u y o n o m b r e s e h a h e c h o u n a p r e t e n s i ó n
dichas situaciones. de c o n o c i m i e n t o , y no el de sacar a la l u z los m e c a n i s m o s o c u l t o s de u n a

R e c o r d e m o s lo que e x p l i c a m o s en el c a p í t u l o s e g u n d o acerca de la a c t i v i d a d m e n t a l que l l a m a m o s « c o g n i t i v a » . T e n i e n d o esto e n c u e n t a ,

n a t u r a l e z a de las pretensiones de c o n o c i m i e n t o : en p a r t i c u l a r , acerca de p o d e m o s e x p l i c a r p o r q u é tales p r e g u n t a s , e m p l e a d a s d e m a n e r a n o r -

la fuerza real de la p r e g u n t a « ¿ C ó m o sabes q u e p?». Si a l g u i e n a f i r m a sa- m a l , r e q u i e r e n u n d e t e r m i n a d o t i p o d e respuestas, y t a m b i é n p o r q u é

ber tal o c u a l cosa, d i c i e n d o «Sé el h o r a r i o de los trenes a O x f o r d (el d i c h a s preguntas n o e n c u e n t r a n equivalentes e n n i n g u n a p r e g u n t a s e n -

n o m b r e d e l presidente d e E c u a d o r , que l a r e i n a A n a está m u e r t a , hacer c i l l a e n p r i m e r a p e r s o n a , c o m o « ¿ C ó m o l o sé?».

d u l c e d e m a n t e q u i l l a ) » , n o necesariamente n o s está d a n d o u n dato a u - S o b r e l a p r e g u n t a « ¿ C ó m o l o sé?», e s c i e r t o q u e algunas veces l a e m -


t o b i o g r á f i c o sobre el p r o c e s o p o r el c u a l llegó a la p o s i c i ó n de d e c i r o h a - p l e a m o s c o m o eco a l a i n t e r p e l a c i ó n « ¿ C ó m o l o sabes?», c u a n d o p r e t e n -
cer esas cosas, n i t a m p o c o i n f o r m a c i ó n a l g u n a sobre s u a c t i v i d a d p s i - d e m o s establecer nuestras credenciales: « ¿ Q u e c ó m o lo sé? Así es c o m o
c o l ó g i c a o s u estado m e n t a l actuales. M á s b i e n , c o m o nos aclaró e l lo sé: ...». Pero las ocasiones en que c r e e m o s necesario establecer p a r a
p r o f e s o r } . L . A u s t i n , e n t o d o s los casos está p r e t e n d i e n d o h a b l a r c o n a u - n o s o t r o s m i s m o s o b i e n nuestras p r o p i a s credenciales o b i e n la fiabili-
t o r i d a d y asegurarnos q u e sus palabras s o n especialmente f i a b l e s . M i e n - d a d de algo acerca de lo c u a l ya estamos seguros, s o n r e l a t i v a m e n t e es-
tras q u e las f o r m a s «Yo creo...», «Confio...» y «Estoy seguro de...» p r e - casas y específicas. A s í q u e no es de e x t r a ñ a r q u e u s e m o s m e n o s la p r e -
sentan aseveraciones p r o n u n c i a d a s e n n o m b r e d e q u i e n las p r o n u n c i a , g u n t a « ¿ C ó m o l o sé?» q u e l a p r e g u n t a « ¿ C ó m o l o sabes?» o « ¿ C ó m o l o
q u e c o n l l e v a n u n i m p l í c i t o « p u e d e s t o m a r l o o d e j a r l o » , l a e x p r e s i ó n «Sé sabe?», m i e n t r a s que si estas ú l t i m a s i n t e r r o g a r a n sobre los p r o c e s o s
t a l y tal cosa» equivale a e m i t i r u n a a s e v e r a c i ó n autentificada, c o m o si mentales observables de la c o g n i c i ó n , todas estarían a la par.
dijéramos. Equivale a un c o m p r o m i s o , a una disposición p o r nuestra E n c u a n t o a l a p r e g u n t a « ¿ C ó m o l o sabes?», requiere diferentes t i p o s
parte p a r a r e s p o n s a b i l i z a r n o s e n c i e r t o m o d o d e l a f i a b i l i d a d d e n u e s - de respuesta s e g ú n las diferentes ocasiones. A veces, c u a n d o lo q u e se
t r a aseveración. Igualmente, c u a n d o d e c i m o s que a l g u i e n «sabe», estamos p r e g u n t a e s c ó m o s a b e m o s q u e algo e s v e r d a d , p o r e j e m p l o , que n o h a y
r e c l a m a n d o p a r a esa p e r s o n a u n a p o s i c i ó n de a u t o r i d a d o estamos a p o - trenes a D i n g w a l l e l d o m i n g o p o r l a tarde, q u e n o h a y n ú m e r o s p r i m o s

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

entre el 320 y el 330 o q u e el a l u m i n i o es s u p e r c o n d u c t o r a 1 g r a d o A, la nes: él t a m b i é n p u e d e citar los resultados de sus e x p e r i m e n t o s c o m o


p r e g u n t a p u e d e ser lógica. En esos casos d e b e m o s presentar razones p r u e b a p a r a sus a f i r m a c i o n e s . Pero s i estoy h a b l a n d o d e l científico, t o d o
(pruebas, justificaciones) p a r a l o que estamos a f i r m a n d o . Pero e n otras l o q u e y o cite d e s u artículo será e n t e n d i d o c o m o b i o g r á f i c o . S ó l o s i l a
ocasiones, c u a n d o la p r e g u n t a es equivalente a « ¿ C ó m o has l l e g a d o a es- p r e g u n t a « ¿ C ó ñ i o l o sabe?» s e t o m a r a c o m o u n a f o r m a elíptica d e «Si é l
tar en d i s p o s i c i ó n de h a b l a r de esto?», la respuesta a d e c u a d a será biográ- t u v i e r a que justificar s u a f i r m a c i ó n , ¿ c ó m o l o haría?», p o d r í a m o s h a b l a r
fica: «Sé que no h a y trenes a D i n g w a l l el d o m i n g o p o r la tarde p o r q u e he d e presentar razones c o m o respuesta, p e r o éstas n o serían «nuestras» r a -
m i r a d o e l h o r a r i o d e trenes esta m a ñ a n a » , «Sé hacer c a r a m e l o p o r q u e zones p a r a «su» a f i r m a c i ó n , s i n o n u e s t r a c o n j e t u r a sobre sus r a z o n e s
m i madre m e enseñó». p a r a d e c i r l o q u e dice. I n c l u s o así, l a p r e g u n t a p a r e c e r í a m e j o r expresa-
E l t i p o d e respuesta a d e c u a d a d e p e n d e d e l c o n t e x t o y n o s i e m p r e da c o n las palabras «¿Por q u é él cree que...?» q u e c o n « ¿ C ó m o sabe él
está claro e n q u é s e n t i d o debe t o m a r s e l a p r e g u n t a : d e h e c h o , h a y o c a - que...?», puesto q u e , si n o s o t r o s p o d e m o s citar todas sus razones y de
siones e n q u e n o tiene consecuencias prácticas l a m a n e r a e n q u e l a t o - v e r d a d c r e e m o s q u e él sabe (es decir, si de v e r d a d c r e e m o s q u e s u c o n -
m e m o s . C u a n d o u n científico p u b l i c a los resultados d e e x p e r i m e n t o s c l u s i ó n es fiable), entonces estamos en d i s p o s i c i ó n de hacer n o s o t r o s
suyos c o n d u c e n t e s a u n a c o n c l u s i ó n n o v e d o s a , p o r e j e m p l o , que el a l u - p e r s o n a l m e n t e la a f i r m a c i ó n y de j u s t i f i c a r l a .
m i n i o es s u p e r c o n d u c t o r a 1 g r a d o A, su i n f o r m e nos da los d o s t i p o s de Las s i t ua c i o n es e p i s t e m o l ó g i c a s , p o r t a n t o , d a n l u g a r a preguntas de
respuestas e n u n a . E n e l l a, e l científico tiene q u e justificar s u c o n c l u s i ó n d i s t i n t o s t i p o s . C u a n d o u n a p e r s o n a p r e t e n d e que sabe algo, s e e x p o n e
p r e s e n t a n d o en su t o t a l i d a d las razones experimentales de lo que p r e - a q u e le sea r e c l a m a d a u n a justificación de d i c h a p r e t e n s i ó n . En este res-
tende d e m o s t r a r ; p e r o a m e n u d o el i n f o r m e p u e d e leerse i g u a l m e n t e pecto, u n a pretensión de c o n o c i m i e n t o f u n c i o n a simplemente c o m o
c o m o u n relato a u t o b i o g r á f i c o d e l a s u c e s i ó n d e a c o n t e c i m i e n t o s q u e l e u n a a s e v e r a c i ó n f o r m u l a d a c o n énfasis especial y expresada c o n especial
h a n l l e v a d o a estar en d i s p o s i c i ó n de hacer esa a s e v e r a c i ó n , y de h e c h o a u t o r i d a d . P a r a r e s p o n d e r a esa e x i g e n c i a de j u s t i f i c a c i ó n , la p e r s o n a
eso s e expresa n o r m a l m e n t e e n t i e m p o pasado: « T o m é u n c r i s o l d e c r i o - debe presentar todas las razones o a r g u m e n t o s q u e c o n s i d e r e suficientes
l i t a de s e c c i ó n transversal c i l i n d r i c a , etc». P o r lo q u e t o c a a la filosofía, p a r a establecer l a justeza d e s u p r e t e n s i ó n . U n a vez q u e h a h e c h o esto,
s i n e m b a r g o , la a m b i g ü e d a d de la p r e g u n t a « ¿ C ó m o lo sabes?» es esencial, p o d e m o s e m p e z a r a c r i t i c a r su a r g u m e n t a c i ó n , u s a n d o todas las catego-
y será l a l ó g i c a , n o l a b i o g r a f í a , l o q u e n o s p r e o c u p a r á . A u n q u e esta c l a - rías de la l ó g i c a a p l i c a d a que sean necesarias s e g ú n la n a t u r a l e z a de la s i -
se de preguntas requiere a veces razones de a p o y o y a veces i n f o r m a c i ó n t u a c i ó n . La c a d e n a de preguntas y críticas a la q u e llegaremos no t i e n e
b i o g r á f i c a p e r s o n a l , s e g ú n q u e el p u n t o en c u e s t i ó n sea la justificación p o r q u é tener, e n s í m i s m a , n a d a d e p s i c o l ó g i c o o d e s o c i o l ó g i c o . N o s e
de nuestras o p i n i o n e s o la historia de c ó m o llegamos a ellas, a q u í nos t r a t a r á a h o r a de p r e g u n t a r si la gente n o r m a l m e n t e p i e n s a así o q u é h a y
c e n t r a r e m o s en el p r i m e r o de esos dos elementos. en su n i ñ e z o en su e d u c a c i ó n que resulte en esta f o r m a de pensar: se
A c e r c a de la p r e g u n t a « ¿ C ó m o sabe él?», sólo es necesario subrayar tratará s o l a m e n t e de saber si esta a r g u m e n t a c i ó n c o n c r e t a r e s p o n d e a
esto: q u e casi s i e m p r e requiere e l t i p o d e respuesta b i o g r á f i c o . L a r a z ó n u n a n o r m a , s i merece q u e l a aceptemos r e s p e t u o s a m e n t e o que l a r e -
no es difícil de entender. I g u a l q u e n o s c o r r e s p o n d e a cada u n o de n o s o - chacemos razonadamente.
tros hacer nuestras p r o p i a s p r o m e s a s , puesto q u e mi p a l a b r a s ó l o te E n este p u n t o a d q u i e r e u n a g r a n i m p o r t a n c i a l a c u e s t i ó n d e las c l a -
c o m p r o m e t e r á a ti si tú me has d a d o un p o d e r n o t a r i a l o has delegado ses de n o r m a s q u e d e b e m o s a p l i c a r en la crítica p r á c t i c a de a r g u m e n t o s
e n m í t u r e p r e s e n t a c i ó n p a r a ciertos asuntos, así t a m b i é n n o s corres- en c a m p o s diferentes, y de a h o r a en adelante éste v o l v e r á a ser n u e s t r o
p o n d e a cada u n o de n o s o t r o s justificar nuestras p r o p i a s a f i r m a c i o n e s . a s u n t o p r i n c i p a l . Pero n o d e b e m o s e m p r e n d e r p o r f i n l a c o n s i d e r a c i ó n
Si yo a f i r m o p e r s o n a l m e n t e q u e el a l u m i n i o es s u p e r c o n d u c t o r a 1 g r a - d e esta c u e s t i ó n s i n antes subrayar u n a vez m á s c ó m o efectivamente las
d o A , tengo l a l i b e r t a d d e c i t a r e l a r t í c u l o d e l científico entre m i s r a z o - preguntas de este t i p o s u r g e n de las m i s m a s sit uac io n es que las p r e g u n -

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

tas en el c a m p o de la p s i c o l o g í a i n f a n t i l y en el de la s o c i o l o g í a de la e d u - que p o d r í a e x p o n e r en a p o y o de la p r o p o s i c i ó n s o n de g r a n r e l e v a n c i a y
c a c i ó n . « ¿ C ó m o sabemos las cosas que s a b e m o s ? » : si nos p r e g u n t a m o s fuerza: s i n la s e g u r i d a d de tales razones, esa p e r s o n a no tiene d e r e c h o a
c ó m o en el c u r s o de su existencia los n i ñ o s llegan a c o n o c e r los c o n c e p - n i n g u n a p r e t e n s i ó n de c o n o c i m i e n t o . La cuestión de saber c u á n d o las
tos y los hechos que c o n o c e n , o p o r m e d i o de q u é i n s t r u m e n t o s e d u c a - razones sobre las que b a s a m o s n u e s t r a p r e t e n s i ó n de c o n o c i m i e n t o s o n
tivos se les i n c u l c a n d e t e r m i n a d a s técnicas racionales, p o r supuesto t e n - realmente adecuadas (si es que a l g u n a vez lo son) p o d r í a entenderse,
d r e m o s que p r o c e d e r a posteriori, u s a n d o m é t o d o s de la p s i c o l o g í a y la p o r l o t a n t o , c o m o « ¿ P u e d e n los a r g u m e n t o s m e d i a n t e los cuales a p o y a -
s o c i o l o g í a , y es m u y p o s i b l e que la respuesta final sea que diferentes n i - r í a m o s nuestras aseveraciones llegar a satisfacer los c r i t e r i o s p e r t i n e n t e s
ñ o s y diferentes sistemas educativos f u n c i o n a n de m a n e r a s diferentes. m á s estrictos?»; y el p r o b l e m a general de la l ó g i c a a p l i c a d a c o m p a r a d a
S i , p o r e l c o n t r a r i o , p r e g u n t a m o s s i los t i p o s d e razones que t e n e m o s será d e c i d i r cuáles serán los c r i t e r i o s pertinentes m á s estrictos e n c u a l -
p a r a creer las cosas que c r e e m o s en a l g ú n c a m p o de e s t u d i o o b e d e c e n a quier campo concreto de la argumentación.
u n a n o r m a , la p r e g u n t a deja de ser p s i c o l ó g i c a y se c o n v i e r t e en crítica: A h o r a t e n e m o s dos preguntas. U n a d e ellas e s q u é n o r m a s s o n las
no hay ya l u g a r p a r a p r o c e d i m i e n t o s i n d u c t i v o s a posteriori, y el asunto m á s rigurosas, estrictas o exigentes; y la o t r a , q u é n o r m a s p o d e m o s c o n -
se c o n v i e r t e en t e m a p a r a filósofos o l ó g i c o s a p l i c a d o s . siderar relevantes al j u z g a r los a r g u m e n t o s en c u a l q u i e r c a m p o c o n c r e -
to. En el c a p í t u l o a n t e r i o r v i m o s c u a n a m e n u d o los lógicos f o r m a l e s se
h a n o c u p a d o d e l a p r i m e r a c u e s t i ó n e n d e t r i m e n t o d e l a segunda. E n l u -
OTRAS CONSECUENCIAS DE NUESTRA HIPÓTESIS gar d e elaborar u n c o n j u n t o d e categorías lógicas d i s e ñ a d a s p a r a a d a p -
tarse a los p r o b l e m a s especiales de cada c a m p o — c a t e g o r í a s p a r a las q u e
P o r lo t a n t o , a p a r t i r de este p u n t o , d e b e m o s i n t e r p r e t a r las preguntas los c r i t e r i o s de a p l i c a c i ó n s o n en t e o r í a , c o m o en la p r á c t i c a , dependien-
« ¿ C ó m o s a b e m o s que...?» y « ¿ L l e g a m o s a saber r e a l m e n t e que...?» c o n tes del campo—, h a n v i s t o en el t i p o analítico de a r g u m e n t o un i d e a l ,
un sentido lógico. No vamos a preguntar directamente « ¿ C ó m o funcio- que es al ú n i c o al que c o n c e d e n v a l i d e z teórica, y h a n c o n s i d e r a d o a los
n a n nuestros m e c a n i s m o s cognitivos?» n i «¿Llegan nuestros m e c a n i s - c r i t e r i o s de v a l i d e z , n e c e s i d a d y p o s i b i h d a d analíticas c o m o n o r m a s
m o s c o g n i t i v o s a f u n c i o n a r satisfactoriamente?», p o r q u e h a c e r l o así nos universales, independientes del campo, p a r a la v a l i d e z , la n e c e s i d a d y la
c o n d u c i r í a a u n a investigación p s i c o l ó g i c a irrelevante; p o r el c o n t r a r i o , p o s i b i l i d a d . Idéntica i d e a l i z a c i ó n d e los a r g u m e n t o s analíticos, c o m o
nuestras preguntas serán «¿Qué razones adecuadas l l e g a m o s a tener veremos a c o n t i n u a c i ó n , está en la base de g r a n parte de la teoría episte-
p a r a justificar nuestras pretensiones de c o n o c i m i e n t o ? » y «¿Llegan a ser m o l ó g i c a , tal c o m o se ha d e s a r r o l l a d o de Descartes a nuestros días. L o s
v e r d a d e r a m e n t e satisfactorias las razones sobre las que basamos nues- aspectos e n que los a r g u m e n t o s sustanciales d i f i e r e n — y , p o r d e f i n i c i ó n ,
tras pretensiones de c o n o c i m i e n t o ? » . (Se p o d r í a sostener i n c l u s o que h a - d e b e n d i f e r i r — d e los analíticos h a n s i d o i n t e r p r e t a d o s c o m o d e f i c i e n -
b l a r de los « m e c a n i s m o s cognitivos» y de su e f e c t i v i d a d era u n a m a n e r a cias que h a y que r e m e d i a r , lagunas que h a y que llenar. C o m o r e s u l t a d o ,
velada de h a b l a r de nuestros a r g u m e n t o s y sus m é r i t o s , p e r o esta suge- la c u e s t i ó n c e n t r a l de la e p i s t e m o l o g í a se ha c o n v e r t i d o no en « ¿ C u á l e s
r e n c i a no debe d e t e n e r n o s a h o r a : si h u b i e r a algo de r a z ó n en ella, eso no s o n los c r i t e r i o s pertinentes m á s estrictos a los que p u e d e n aspirar n u e s -
haría m á s q u e c o n f i r m a r n u e s t r a i d e a de que las cuestiones lógicas s o n tras pretensiones de c o n o c i m i e n t o respaldadas c o n a r g u m e n t o s s u s t a n -
las m á s francas y las que d e b e n considerarse en p r i m e r lugar.) ciales?» s i n o en « ¿ P o d e m o s llevar p o r la fuerza a los a r g u m e n t o s s u s t a n -

L a crítica l ó g i c a d e l a p r e t e n s i ó n d e c o n o c i m i e n t o c o n s t i t u y e , c o m o ciales al n i v e l de los analíticos?».

v i m o s , u n caso especial d e crítica p r á c t i c a d e l a a r g u m e n t a c i ó n , precisa- A s í pues, n o i n s i s t a m o s d e m a s i a d o p o r e l m o m e n t o e n e l a s u n t o d e


mente s u f o r m a m á s estricta. A l g u i e n que presenta u n a p r o p o s i c i ó n , c o n l a p e r t i n e n c i a . P o r e l c o n t r a r i o , s u p o n g a m o s u n a vez m á s que t o d o s los
l a p r e t e n s i ó n de saber q u e es v e r d a d , está i m p h c a n d o q u e las razones a r g u m e n t o s p u e d e n ser j u z g a d o s s e g ú n las m i s m a s n o r m a s analíticas, y

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

d e d i q u e m o s u n o s m o m e n t o s a e x p l i c a r otras consecuencias de esta h i - c i d a , entonces sería d i s c u t i b l e q u e a l g u n o d e los e j e m p l o s m e n c i o n a d o s


pótesis. S i n d u d a , s i los f i l ó s o f o s e x p e r i m e n t a n l a m e n o r t e n d e n c i a a c o n respecto a las pretensiones de c o n o c i m i e n t o sea capaz de d e m o s -
c o n s i d e r a r las n o r m a s d e l j u i c i o q u e se u s a n p a r a los a r g u m e n t o s analí- trarse «justificable».
ticos c o m o superiores a las n o r m a s q u e e m p l e a m o s en la p r á c t i c a para C o n s i d e r e m o s las p r e d i c c i o n e s que f o r m u l a n los a s t r ó n o m o s c o n
juzgar argumentos de otros campos, p o r la razón de que son más r i g u - c o n f i a n z a e n s u certeza. ¿ Q u é f u n d a m e n t o s t i e n e n p a r a hacerlas? U n a
rosas, entonces c u a n d o esos m i s m o s filósofos se p o n g a n a c o n s i d e r a r vasta c o l e c c i ó n de registros de observaciones telescópicas y de p r o b a d a s
cuestiones e n e l c a m p o d e l a t e o r í a d e l c o n o c i m i e n t o , t e n d r á n u n m o t i - teorías d i n á m i c a s , refinadas y aprobadas a lo l a r g o de los ú l t i m o s 250
v o evidente p a r a i n s i s t i r sobre l a n a t u r a l e z a analítica d e l a a r g u m e n t a - a ñ o s . E s t a respuesta p o d r í a i m p r e s i o n a r y , d e h e c h o , desde e l p u n t o d e
c i ó n c o m o c o n d i c i ó n p r i m a r i a d e l v e r d a d e r o c o n o c i m i e n t o . Efectiva- v i s t a p r á c t i c o , d e b e r í a i m p r e s i o n a r ; p e r o e n e l m o m e n t o e n que u n f i l ó -
m e n t e , t o d a p r e t e n s i ó n de c o n o c i m i e n t o s u p o n e la p r e t e n s i ó n de que se sofo e m p i e z a á p e d i r i m p l i c a c i o n e s , la cosa c a m b i a . Efectivamente, de
están satisfaciendo las n o r m a s m á s estrictas; y ¿qué n o r m a s — p o d r í a n suyo, los registros d e los a s t r ó n o m o s n o p u e d e n estar m á s a l día m á s q u e
p r e g u n t a r — s e r í a n m á s estrictas que aquellas sobre las q u e i n s i s t i m o s en en este m o m e n t o ; y, en lo que atañe a sus teorías, éstas no v a l d r á n p a r a el
el caso de los a r g u m e n t o s analíticos? D e s d e este p u n t o de v i s t a , la pre- e p i s t e m o l o g o m á s q u e los e x p e r i m e n t o s y o b s e r v a c i o n e s usados p a r a
t e n s i ó n d e c o n o c i m i e n t o será justificable seriamente sólo c u a n d o p u e d e p r o b a r s u a d e c u a c i ó n , o b s e r v a c i o n e s y e x p e r i m e n t o s q u e , n i que d e c i r
presentarse u n a i n f o r m a c i ó n d e a p o y o q u e i m p l i q u e l a v e r d a d d e l a p r o - tiene, t a m b i é n h a b r á n s i d o realizados e n e l pasado.
p o s i c i ó n q u e s e d a p o r c o n o c i d a : l a tarea d e los e p i s t e m ó l o g o s será, e n - E n c o n s e c u e n c i a , p o d r í a m o s presentar los cálculos d e los a s t r ó n o -
tonces, d e s c u b r i r bajo q u é c i r c u n s t a n c i a s nuestras pretensiones p u e d e n m o s q u e s e ñ a l a n c ó m o , a través de a r g u m e n t o s aparentemente i n a p e l a -
ser apoyadas c o r r e c t a m e n t e de este m o d o . bles, u s a n esas teorías p a r a pasar de los datos sobre las anteriores p o s i -
En c u a n t o p a s a m o s a los e j e m p l o s aparecen serias d i f i c u l t a d e s , so- ciones de los c u e r p o s celestes en c u e s t i ó n a las p r e d i c c i o n e s sobre las
bre t o d o e n aquellos casos d o n d e n u e s t r a a r g u m e n t a c i ó n conUeve u n p o s i c i o n e s que o c u p a r á n e n t i e m p o s v e n i d e r o s . P e r o ello n o nos a h o -
salto d e u n t i p o l ó g i c o a o t r o . E n n u m e r o s a s s i t u a c i o n e s , las p r o p o s i c i o - r r a r á l a s e v e r i d a d d e l f i l ó s o f o : s i aceptamos las teorías, a d m i t i r á d i c h o f i -
nes q u e p r e s e n t a m o s c o m o c o n o c i d a s s o n d e u n t i p o l ó g i c o , p e r o los d a - lósofo, p o d e m o s sin d u d a construir argumentos que proyectan el pasa-
tos y el r e s p a l d o de la g a r a n t í a q u e ofrecemos en su a p o y o s o n de tipos do sobre el f u t u r o y q u e s o n , s e g ú n c r i t e r i o s formales, suficientemente
diferentes. H a c e m o s aseveraciones sobre el f u t u r o y las a p o y a m o s c o n satisfactorios, p e r o e l p r o b l e m a reside e n s i n u e s t r a c o n f i a n z a e n las
datos d e l presente y d e l pasado reciente; h a c e m o s aseveraciones genera- teorías es, ella m i s m a , justificable. U n a vez aceptada, u n a teoría p u e d e
les sobre la n a t u r a l e z a y las a p o y a m o s c o n los resultados de o b s e r v a c i o - p r o p o r c i o n a r n o s u n a g a r a n t í a p a r a a r g u m e n t a r desde e l pasado p a r a u n
nes y e x p e r i m e n t o s p a r t i c u l a r e s ; p r e t e n d e m o s saber lo q u e o t r o s p i e n - t i e m p o f u t u r o , p e r o e l f i l ó s o f o s e g u i r á p r e g u n t a n d o sobre e l r e s p a l d o
san y sienten y j u s t i f i c a m o s esa p r e t e n s i ó n c i t a n d o lo q u e esas personas d e las g a r a n t í a s q u e n o s d a l a t e o r í a , y , u n a vez q u e l o s a r g u m e n t o s
h a n escrito, h a n d i c h o o h a n h e c h o ; y nos p r o n u n c i a m o s c o n s e g u r i d a d analíticos q u e d a n atrás, ya no se trata de si los datos y los respaldos de
sobre cuestiones éticas y las a p o y a m o s c o n a f i r m a c i o n e s sobre n u e s t r a garantía pueden i m p l i c a r conjuntamente u n a conclusión. Toda la infor-
s i t u a c i ó n , sobre las consecuencias previsibles y sobre los s e n t i m i e n t o s y m a c i ó n q u e e l a s t r ó n o m o espera p o d e r m u l t i p h c a r seguirá s i e n d o i n -
los e s c r ú p u l o s de las otras personas afectadas. Es frecuente q u e nos e n - f o r m a c i ó n sobre el presente y el pasado. En la p r á c t i c a esto p o d r í a serle
c o n t r e m o s en el t i p o de s i t u a c i ó n q u e i l u s t r a n estos e j e m p l o s , y la d i f i - útil, p e r o a los ojos d e l e p i s t e m o l o g o coherente no le sirve de n a d a . Su
c u l t a d c e n t r a l ya d e b e r í a estar c l a r a . En efecto, si v a m o s a aceptar las a s e v e r a c i ó n tiene q u e ver c o n el f u t u r o , y sus datos y g a r a n t í a c o n el p r e -
pretensiones d e c o n o c i m i e n t o c o m o <qustificables» sólo c u a n d o los d a - sente y el pasado, y eso es lo q u e hay: el p r o p i o salto de un t i p o a o t r o
tos y el r e s p a l d o p u e d e n i m p l i c a r la p r o p o s i c i ó n q u e se p r e t e n d e c o n o - es el o r i g e n de la d i f i c u l t a d y m i e n t r a s no se haga n a d a p o r evitarlo, las

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

pretensiones d e c o n o c i m i e n t o d e l f u t u r o p a r e c e r á n todas i g u a l m e n t e sobre el f u t u r o y de los de las a f i r m a c i o n e s sobre el pasado, a los q u e h a y


arriesgadas. q u e s u m a r los suyos p r o p i o s : i n c l u s o e n e l presente, n o s l l e v a n d e m a -
P r e o c u p a c i o n e s semejantes nos afligen e n o t r o s casos, e n c u a n t o d a - n e r a i m p l í c i t a a a f i r m a c i o n e s sobre objetos q u e n u n c a h e m o s e x a m i n a -
m o s l i b e r t a d a l f i l ó s o f o p a r a c r i t i c a r nuestros a r g u m e n t o s . S u p o n g a m o s d o , a d e m á s d e aquellas observadas a l e n s a m b l a r nuestros datos c o n e l
q u e u n a r q u e ó l o g o n o s h a b l a acerca d e l a v i d a e n l a Inglaterra d e l a ñ o respaldo de la g a r a n t í a , lo q u e hace q u e c o n s e g u i r u n a i m p l i c a c i ó n sea
100 a. C, y q u e a su vez u n h i s t o r i a d o r discute l a p o l í t i c a e x t e r i o r d e C a r - tres veces m á s difícil. La p r e t e n s i ó n de c o n o c e r lo q u e otros p i e n s a n o
l o s II o se p r o n u n c i a c o n s e g u r i d a d sobre los a c o n t e c i m i e n t o s sucedidos s i e n t e n n o presenta u n a s i t u a c i ó n m u c h o m á s fácil. U n atleta q u e a c a b a
en L o n d r e s e n 1850. M i e n t r a s n o p e r d a m o s de v i s t a el tablero de back- d e ganar u n a carrera s o n r í e , m u e s t r a signos d e f e l i c i d a d y p r o n u n c i a p a -
gammon de H u m e , p o d e m o s estar p r e p a r a d o s p a r a a d m i t i r q u e los ar- labras de alegría: c i e r t a m e n t e , p o d r í a pensarse, t e n e m o s derecho a d e c i r
g u m e n t o s d e l a r q u e ó l o g o y el h i s t o r i a d o r s o n s u f i c i e n t e m e n t e potentes c o n s e g u r i d a d q u e s a b e m o s que está c o n t e n t o . N o , r e s p o n d e e l f i l ó s o f o ,
y c o n c l u y e n t e s a efectos p r á c t i c o s . «¿Pero s o n r e a l m e n t e potentes, real- p u e d e q u e te cueste trabajo creer q u e en r e a l i d a d el atleta está o c u l t a n -
mente concluyentes?», puede preguntar ahora el filósofo. Ciertamente, do u n a decepción, escondiendo un desengaño amoroso, representando
t o d o lo q u e necesita el a r q u e ó l o g o es un m o n t ó n de p r o t u b e r a n c i a s y un p a p e l ; p e r o no existe c o n t r a d i c c i ó n al s u p o n e r q u e eso sucede, a p e -
elevaciones d e l t e r r e n o , u n o s cuantos fragmentos de c e r á m i c a r o t a y un sar de t o d o lo q u e p o d e m o s p e r c i b i r en sus gestos, sus m u e c a s o su t o n o
p o c o d e h i e r r o o x i d a d o ; p e r o e n c a m b i o , las c o n c l u s i o n e s d e l h i s t o r i a - d e v o z . T o d o l o q u e s e ñ a l a m o s c o m o p r u e b a d e l a s i n c e r i d a d d e sus s e n -
d o r , i n c l u s o las q u e c o n c i e r n e n a a c o n t e c i m i e n t o s s u c e d i d o s en 1850, se t i m i e n t o s p u e d e i g u a l m e n t e , s i n c o n t r a d i c c i ó n , señalarse c o m o p r u e b a
basan e n ú l f i m o t é r m i n o e n u n a m a s a d e d o c u m e n t o s m a n u s c r i t o s e i m - d e s u h a b i l i d a d p a r a e l d i s i m u l o . A q u í t a m b i é n , parece que l a i n s i s t e n c i a
presos c u y a a u t e n t i c i d a d ya no se p u e d e s o m e t e r a p r u e b a m á s allá de sobre las n o r m a s analíticas nos l l e v a i r r e m e d i a b l e m e n t e a e n c o n t r a r n o s
la p o s i b i h d a d de c o n t r a d i c c i ó n . I n c l u s o así, c u a n d o a p e l a m o s a los d a - c o n idénticas d i f i c u l t a d e s . L o m i s m o sucede c o n las a f i r m a c i o n e s é t i c a s ,
tos d e l presente y d e l p a s a d o i n m e d i a t o p a r a a p o y a r a f i r m a c i o n e s sobre estéticas y teológicas: los h e c h o s q u e s e ñ a l a m o s , b i e n c o m o j u s t i f i c a c i o -
u n pasado m á s r e m o t o , l a i m p l i c a c i ó n , i n e l u d i b l e m e n t e , s e nos escapa. nes concretas de n u e s t r a c o n c l u s i ó n a c t u a l o b i e n c o m o respaldo de las
L a m u y j u s t i f i c a d a p r e c a u c i ó n c o n q u e r e c i b i m o s las a f i r m a c i o n e s d e l a garantías invocadas e n n u e s t r o a r g u m e n t o , serán ( a p a r e n t e m e n t e , a l
a r q u e o l o g í a , m á s p r o v i s i o n a l e s , debe hacerse extensible, c o m o éstas nos menos) de un tipo lógico distinto del de la p r o p i a conclusión. En cada
i n d i c a n , a asuntos sobre los cuales no h a b í a m o s albergado p r e v i a m e n t e caso, p o r tanto, e l f i l ó s o f o p o d r á presentar l a m i s m a o b j e c i ó n f u n d a -
d u d a s serias, p o r e j e m p l o , a la creencia de que en 1850 P a l m e r s t o n era el m e n t a l : que, p o r grande q u e sea n u e s t r a c o l e c c i ó n de datos y r e s p a l d o s ,
m i n i s t r o d e A s u n t o s E x t e r i o r e s . L a p o t e n c i a d e los a r g u m e n t o s d e l h i s - n o h a b r á c o n t r a d i c c i ó n s i los p o n e m o s a l l a d o d e l a n e g a c i ó n d e l a c o n -
t o r i a d o r c o n respecto al a ñ o 1850, a p a r e n t e m e n t e s u p e r i o r a la de los ar- c l u s i ó n . N o s e h a b r á l o g r a d o c o n s e g u i r q u e e l a r g u m e n t o sea a n a l í t i c o .
q u e ó l o g o s c o n respecto a l a ñ o 100 a . C , e s p a r a e l f i l ó s o f o u n a s i m p l e
U n a vez e m b a r c a d o s d e m a n e r a segura e n esta i n v e s t i g a c i ó n , n a d a
c u e s t i ó n d e g r a d a c i ó n , puesto q u e , p o r m á s p r u e b a s d o c u m e n t a l e s rela-
p u e d e detenernos. E f e c t i v a m e n t e , l a o b j e c i ó n q u e presenta e l f i l ó s o f o d e
tivas a l siglo X I X q u e p o d a m o s a c u m u l a r , t o d a v í a s e g u i r á t r a t á n d o s e d e
m a n e r a m á s a c e n t u a d a en el caso de las p r e d i c c i o n e s p u e d e presentarse
u n a p i l a d e papeles q u e existen e n e l presente, d e m o d o q u e l a a s p i r a c i ó n
i g u a l m e n t e c o n respecto a c u a l q u i e r o t r o a r g u m e n t o sustancial; y ya h e -
a i m p l i c a r verdades sobre el pasado s e g u i r á s i e n d o t a n r e m o t a c o m o
m o s v i s t o e n c a p í t u l o s anteriores q u e los a r g u m e n t o s c o m p l e t a m e n t e
siempre.
analíticos s o n c o n t a d o s . N u e s t r a s d u d a s s u r g i e r o n e n p r i m e r l u g a r acer-
Afirmaciones generales, a f i r m a c i o n e s psicológicas, afirmaciones ca de las r e m o t a s p r e d i c c i o n e s d e l a s t r ó n o m o y de las r e m o t a s r e t r o d i c -
m o r a l e s : unas tras otras s u c u m b e n bajo los golpes d e l m i s m o m a r t i l l o . c i o n e s d e l a r q u e ó l o g o , p e r o a h o r a s e e x t i e n d e n d e f o r m a casi i l i m i t a d a .
Las a f i r m a c i o n e s generales a d o l e c e n de los defectos de las a f i r m a c i o n e s N i n g u n a c o l e c c i ó n d e a f i r m a c i o n e s , p o r a b u n d a n t e q u e sea, acerca d e l a

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

c o n d i c i ó n y los c o n t e n i d o s actuales de d o c u m e n t o s q u e d a t a n aparente- P u e d e ser que a p a r t i r de a h o r a e m p e c e m o s a tener nuestras d u d a s


m e n t e d e l siglo X I X , p u e d e i m p l i c a r a f i r m a c i ó n a l g u n a sobre P a l m e r s t o n i n c l u s o sobre cosas que están al alcance de nuestra vista o de nuestro o í d o .
y el a ñ o de 1850; n i n g u n a c o l e c c i ó n de d o c u m e n t o s acerca de n u e s t r a A l cabo, s i p r e g u n t a m o s r e a l m e n t e sobre q u é nos b a s a m o s a l hacer p r e -
s i t u a c i ó n a c t u a l , de las consecuencias de nuestros actos o de los escrú- tensiones de c o n o c i m i e n t o t a m b i é n sobre dichas cosas, sólo p o d e m o s se-
p u l o s m o r a l e s d e nuestros c o n c i u d a d a n o s c o n t e m p o r á n e o s p u e d e i m - ñalar la m a n e r a c o m o vemos las cosas o c o m o las oímos en este m o m e n -
p l i c a r c o n c l u s i ó n a l g u n a acerca d e nuestras o b l i g a c i o n e s ; n i n g u n a c a n - t o , y t o d a la avalancha de los a r g u m e n t o s t r a d i c i o n a l e s q u e c o n d u c e n al
t i d a d de i n f i j r m a c i ó n acerca de los gestos, las m u e c a s , las palabras y las escepticismo sobre los sentidos p u e d e v e n í r s e n o s e n c i m a : n i n g u n a c o -
reacciones d e u n h o m b r e p u e d e i m p l i c a r c o n c l u s i ó n a l g u n a acerca d e lección de datos, p o r g r a n d e q u e sea, sobre l o q u e vemos p u e d e a h o r a i m -
sus s e n t i m i e n t o s ; n i n g ú n análisis, p o r e x h a u s t i v o q u e sea, d e l a d i s t r i b u - p l i c a r la v e r d a d de u n a c o n c l u s i ó n sobre lo que en r e a l i d a d es. Las a f i r -
c i ó n d e l p i g m e n t o y el b a r n i z en las diferentes partes de un óleo p u e d e m a c i o n e s sobre las apariencias s o n de t i p o lógico: las afirmaciones s o b r e
i m p l i c a r c o n c l u s i ó n a l g u n a acerca d e l a b e l l e z a d e l a p i n t u r a d e q u e son el estado real de las cosas d e l m u n d o q u e nos r o d e a s o n de o t r o , y ya no
parte; d e l m i s m o m o d o q u e n i nuestras o b s e r v a c i o n e s a s t r o n ó m i c a s n i se p u e d e n esperar i m p l i c a c i o n e s entre estos dos t i p o s m á s que en o t r o
nuestros e x p e r i m e n t o s físicos presentes y pasados p o d r á n n u n c a c o l o - caso d o n d e u n a r g u m e n t o conlleve u n salto d e u n t i p o a o t r o .
carnos e n d i s p o s i c i ó n d e p r e d e c i r , d e s c a r t a n d o t o d a p o s i b i l i d a d d e e r r o r A s í pues, si q u e r e m o s atenernos a la n a t u r a l e z a analítica de los a r -
s i g n i f i c a t i v o , l a p o s i c i ó n c o n c r e t a d e c u a l q u i e r objeto celeste e n u n de- g u m e n t o s , e n c o n t r a r e m o s q u e surge u n p r o b l e m a general e n t o d o s l o s
terminado m o m e n t o futuro. c a m p o s de la a r g u m e n t a c i ó n excepto en el caso de los a r g u m e n t o s a n a -
P e r o lo p e o r está p o r v e n i r . Las d i f i c u l t a d e s q u e afligen a las p r e t e n - líticos. Las pretensiones d e c o n o c i m i e n t o , p o r m u y b i e n fundadas q u e
siones de c o n o c i m i e n t o d e l pasado o d e l f u t u r o p u e d e n presentarse p u e d a n parecer e n l a p r á c t i c a , n u n c a v a n a satisfacer l a n o r m a i d e a l d e l
t a m b i é n p a r a el presente, c u a n d o los objetos a los q u e a t a ñ e n no están f i l ó s o f o . U n a vez que h e m o s aceptado d i c h o i d e a l , n o parece que h a y a
en este m o m e n t o al alcance de n u e s t r a v i s t a o n u e s t r o o í d o . A n t e s v i m o s esperanza de salvar nuestras pretensiones de c o n o c i m i e n t o c o t i d i a -
que el a r g u m e n t o n a s — a p a r t e de las m a t e m á t i c a s p u r a s — s i n r e c u r r i r a u n a a y u d a filosó-
fica drástica. C u á l p u e d a ser esa a y u d a es n u e s t r a siguiente p r e g u n t a .

A n n e es hermana de Jack.
Todas las hermanas de Jack son pelirrojas;
luego A n n e es pelirroja, ¿PUEDEN SALVARSE LOS ARGUMENTOS SUSTANCIALES?

i: TRASCENDENTALISMO

será u n v e r d a d e r o a r g u m e n t o analítico s ó l o s i p o d e m o s ver a A n n e a h o -


r a , puesto q u e s ó l o en ese caso la s e g u n d a p r e m i s a p o d r á ser i n t e r p r e - C u a n d o nos p o n e m o s a c o n s i d e r a r c ó m o p u e d e n justificarse las p r e t e n -
tada c o m o « C a d a u n a de las h e r m a n a s de Jack es ( s e g ú n o b s e r v a m o s ) siones de c o n o c i m i e n t o fuera d e l c a m p o analítico, se p r e s e n t a n c o m o
p e l i r r o j a e n este m o m e n t o » ; p r o p o r c i o n a n d o d e esta m a n e r a u n respal- p o s i b i l i d a d tres t i p o s de teoría. Estas tres p o s i b i h d a d e s surgen de m a n e -
do analítico p a r a u n a g a r a n t í a q u e lleve a la c o n c l u s i ó n « L u e g o A n n e es r a i n m e d i a t a d e la f o r m a d e l p r o b l e m a general a l q u e a q u í nos enfrenta-
p e l i r r o j a en este m o m e n t o » . Si no se c u m p l e esta c o n d i c i ó n , y A n n e no m o s . E n cada e j e m p l o , n u e s t r a p r e t e n s i ó n d e c o n o c i m i e n t o h a c o n l l e v a -
está a la vista en este p r e c i s o m o m e n t o . Ja sugerencia de q u e desde la úl- do la p r e s e n t a c i ó n de a l g u n a p r o p o s i c i ó n en f o r m a de a s e r c i ó n fiable y
t i m a vez q u e la v i m o s p u e d e haberse t e ñ i d o el pelo o haberse q u e d a d o a u t o r i z a d a : esto c o r r e s p o n d e , en n u e s t r o análisis, a la c o n c l u s i ó n C.
calva no p u e d e ser descartada m á s allá de la p o s i b i l i d a d de c o n t r a d i c - C u a n d o n o s p i d e n q u e p r o p o r c i o n e m o s e l resto d e l a r g u m e n t o d e l q u e
ción. esta c o n c l u s i ó n f o r m a parte, p r i m e r o p r e s e n t a m o s los datos D de un

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

t i p o l ó g i c o diferente d e l de la c o n c l u s i ó n C y u n a g a r a n t í a G q u e n o s a u - u n a a u n a c a d a t e o r í a , d e s a r r o l l é m o s l a y c o n t e m p l e m o s las d i f i c u l t a d e s
t o r i z a a pasar de D a C, p e r o , si nos o b l i g a n , n o s v e r e m o s f o r z a d o s a a d - a las q u e n o s lleva.
m i t i r q u e l a g a r a n t í a m i s m a descansa sobre e l r e s p a l d o R , q u e t a m b i é n S u p o n g a m o s , p a r a e m p e z a r , q u e i n t e n t a m o s salir d e l a t o l l a d e r o i n -
e s d e u n t i p o l ó g i c o diferente a l d e C . E l a p r i e t o e n q u e n o s p o n e n las v o c a n d o p r e m i s a s a d i c i o n a l e s d e u n t i p o n u e v o q u e p u e d e llenar l a g u -
pretensiones d e c o n o c i m i e n t o surge d i r e c t a m e n t e d e l h e c h o d e que, p o r nas: no p u e d e n ser o t r a cosa q u e cuestiones e x t r a ñ a s , relativas t a n t o a la
exhaustivas q u e sean las p r u e b a s p r o p o r c i o n a d a s p o r D y R j u n t o s , el a u t e n t i c i d a d de l o s datos expresados en esas p r e m i s a s c o m o a su p r e c i -
p a s o de éstos a la c o n c l u s i ó n C no es a n a l í t i c o . La t r a n s i c i ó n de t i p o so estatuto l ó g i c o . U n a cosa es l a n z a r al aire la i d e a general de los « d a t o s
l ó g i c o q u e c o n l l e v a pasar de D y R p o r u n a parte a C p o r o t r a se nos p r e - adicionales» y o t r a m u y d i s t i n t a , establecer q u e éstos de v e r d a d e x i s t e n y
senta c o m o u n a laguna lógica: la c u e s t i ó n e p i s t e m o l ó g i c a es q u é p o d e - l l e v a r á n a cabo la tarea que se les ha e n c o m e n d a d o . P o d e m o s v o l v e r a
m o s hacer c o n d i c h a l a g u n a . ¿ P o d e m o s c o l m a r l a ? ¿Es necesario c o l m a r - u t i h z a r e l e j e m p l o d e los a r g u m e n t o s q u e p r e d i c e n : e n algunas o c a s i o -
la? ¿O d e b e m o s a p r e n d e r a pasar s i n c o l m a r l a ? nes, se p o d r á i n s i n u a r a h o r a , n u e s t r o c o n o c i m i e n t o de los procesos q u e

Estas tres preguntas s o n el p u n t o de p a r t i d a de tres líneas de i n v e s t i - c o n d u c e n a a l g ú n a c o n t e c i m i e n t o f u t u r o es t a n exhaustivo e í n t i m o

g a c i ó n q u e a h o r a se a b r e n ante n o s o t r o s . ¿ P u e d e llenarse la l a g u n a l ó g i - c o m o p a r a h a c e r n o s tener u n a e x p e r i e n c i a c o m p l e t a m e n t e n u e v a , l a d e

ca? S u p o n i e n d o que n u e s t r a i n f o r m a c i ó n de a p o y o (D y R) no fuera t a n «ver e l f u t u r o p o r a d e l a n t a d o » . Esta n o v e d o s a e x p e r i e n c i a nos p r o p o r -

c o m p l e t a c o m o parece, t o d a v í a sería p o s i b l e : s i t o d o s los a r g u m e n t o s c i o n a l a f i a n z a analítica d e l a q u e hasta a q u í h e m o s carecido. O , p o d r í a

sustanciales de v e r d a d c o n l l e v a n p r e m i s a s s u p r i m i d a s y n o s o t r o s hace- decirse, a l s u m e r g i r n o s e n los procesos naturales q u e o c u r r e n e n e l

m o s explícitos los datos c o m p l e m e n t a r i o s q u e ellas expresan ( o d a n p o r m u n d o q u e n o s r o d e a y a l f a m i l i a r i z a r n o s c o n ellos, p u e d e que a l c a n c e -

s u p u e s t o s ) , ¿no p o d r e m o s al fin y al cabo j u z g a r los a r g u m e n t o s r e s u l - m o s u n p u n t o e n e l q u e a p r e h e n d a m o s d i r e c t a m e n t e — m á s allá d e t o d a

tantes c o n c r i t e r i o s anafiticos? P o r o t r o l a d o , ¿existe d e v e r d a d u n a l a g u - refutación p o s t e r i o r — a l g u n a característica general de las cosas q u e a su

n a q u e h a y q u e llenar? S u p o n i e n d o q u e las c o n c l u s i o n e s ( C ) d e n u e s t r o vez i m p l i q u e l a v e r d a d d e n u e s t r a p r e d i c c i ó n .

a r g u m e n t o n o f u e r a n t a n diferentes c o m o p a r e c í a d e l a i n f o r m a c i ó n d e C u a n d o las a f i r m a c i o n e s d e l h i s t o r i a d o r acerca d e l pasado s e p o n e n


a p o y o , i n c l u s o esto p o d r í a p o n e r s e e n d u d a . A h o r a p o d r í a m o s ser capa- sobre e l tapete, p u e d e q u e d e n u e v o n o s s i n t a m o s a t r a í d o s h a c i a l a i d e a
ces de establecer q u e el salto de un t i p o a o t r o c o n t e n i d o en el paso de D de l o s datos a d i c i o n a l e s , en f o r m a o b i e n de verdades generales d i r e c t a -
y R a C es s ó l o aparente: h a b i e n d o p r o b a d o q u e es i l u s o r i o el aparente m e n t e a p r e h e n d i d a s o b i e n , m á s s i m p l e m e n t e , de experiencias ad hoc.
salto de t i p o , d e b e r í a m o s esperar entonces que un c o n j u n t o de datos y U n h i s t o r i a d o r q u e estudie las r e l i q u i a s materiales y l o s registros d e u n a
respaldos l o s u f i c i e n t e m e n t e e x l i a u s t i v o p o d r í a t o d a v í a i m p h c a r l a c o n - é p o c a c o n p r o f u n d i d a d suficiente y d u r a n t e e l t i e m p o suficiente p u e d e
c l u s i ó n r e q u e r i d a . P o r fin—el ú l t i m o recurso, en caso de q u e se p r u e b e (desde este p u n t o d e vista) llegar e n a l g ú n m o m e n t o a ponerse e n e l l u -
q u e el salto de t i p o es o b s t i n a d a m e n t e real y q u e es i m p o s i b l e e n c o n t r a r gar de la gente en la q u e está interesado, y de esa m a n e r a «leer l o s p e n -
datos a d i c i o n a l e s p a r a l l e n a r l a l a g u n a — , ¿ e s t a r e m o s e n peores c o n d i - s a m i e n t o s » de G u i l l e r m o el T a c i t u r n o o de q u i e n q u i e r a que sea. La fa-
c i o n e s si la l a g u n a se q u e d a s i n llenar? Q u i z á s nuestras pretensiones de c u l t a d d e « e m p a t i a » será a h o r a parte i m p o r t a n t e d e l e q u i p a m i e n t o d e l
c o n o c i m i e n t o f u e r o n s i e m p r e p r e m a t u r a s , y la l a g u n a l ó g i c a de los ar- h i s t o r i a d o r , y a q u e s i n ella n o p o d r á estar seguro d e «regresar a l pasa-
g u m e n t o s sustanciales es algo que p o d e m o s , y d e b e m o s , a p r e n d e r a re- d o » , y d e p e n d e r á d e ella p a r a c u a l q u i e r a u t é n t i c o c o n o c i m i e n t o h i s t ó -
c o n o c e r y a tolerar. rico.

Éstas s o n las tres rutas m á s atractivas p o r las q u e p o d e m o s i n t e n t a r E s p o s i b l e apelar a u n a f a c u l t a d s i m i l a r p a r a s u p e r a r nuestras d i f i -


escapar d e l a p r i e t o e n q u e n o s e n c o n t r á b a m o s . Pero e n cada caso e l p r e - cultades acerca d e l « c o n o c i m i e n t o de otras m e n t e s » . Al fin y al c a b o , es
c i o p a r a p o d e r l o g r a r l o e s s ó l o u n a desagradable p a r a d o j a . T o m e m o s p o s i b l e q u e c u a n d o h a c e m o s a f i r m a c i o n e s sobre los s e n t i m i e n t o s , p e n -

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

samientos y estados mentales de nuestros a m i g o s y c o n o c i d o s , tengamos S i n e m b a r g o , p a r a n o s o t r o s la c u e s t i ó n es saber si h a y a l g u n a d i f e -


algo m á s en que basarnos que su c o m p o r t a m i e n t o y sus expresiones: r e n c i a lógica entre esa gente e x c e p c i o n a l y el c o m ú n de los m o r t a l e s .
quizás a veces conseguimos « p o n e r n o s en su lugar» en un sentido m á s que C u a n d o c o n t a n t a s e g u r i d a d d i c e n « D e b e darse e l caso d e que p » , ¿sig-
figurado, y c o n s e c u e n t e m e n t e « h a c e m o s nuestros sus s e n t i m i e n t o s » . Si n i f i c a esto que u n a p r e t e n s i ó n d e c o n o c i m i e n t o que n o s o t r o s p o d r í a -
e n ocasiones p u d i é r a m o s n o sólo s i m p a t i z a r c o n sus s e n t i m i e n t o s , s i n o m o s apoyar ú n i c a m e n t e m e d i a n t e u n a r g u m e n t o sustancial p u e d e ser
realmente c o m p a r t i r l o s («lograr u n a e m p a t i a c o n ellos»), entonces pare- establecida p o r ellos de m a n e r a analítica? ¿Acaso el olfato, p r e s c i e n c i a ,
cería que n u e s t r a l a g u n a l ó g i c a ha v u e l t o a llenarse y que n u e s t r o ato- s e n t i d o estético, i n t u i c i ó n o e m p a t i a en que n o s s u p e r a n les p e r m i t e n
l l a d e r o e p i s t e m o l ó g i c o h a q u e d a d o resuelto. L o m i s m o o c u r r e e n otros l l e n a r de m a n e r a l ó g i c a la l a g u n a que n o s aflige a los d e m á s , o es s i m -
c a m p o s : n o tenemos m á s que i n v o c a r u n c o n j u n t o suficiente d e faculta- p l e m e n t e que ellos se las a r r e g l a n m e j o r que los d e m á s p a r a pasar p o r la
des y h a b i l i d a d e s s u p l e m e n t a r i a s y p o d r e m o s — s i esta línea de a r g u m e n - laguna sin colmarla?
tación es a c e p t a b l e — o b t e n e r t o d o s los datos c o m p l e m e n t a r i o s que nece- N o e s difícil m o s t r a r q u e , m i e n t r a s que destrezas e x t r a o r d i n a r i a s
sitamos p a r a l l e n a r t a m b i é n esas lagunas. D a d a s las pruebas que a p o r t a c o m o las m e n c i o n t r d a s p r o p o r c i o n a n grandes ventajas a quienes las p o -
n u e s t r o s e n t i d o m o r a l , i n t e l e c t u a l o r e l i g i o s o , p a r e c e r á que las p r e t e n - seen, a n o s o t r o s en n a d a nos a y u d a n p a r a salir de n u e s t r o a t o l l a d e r o
siones de c o n o c i m i e n t o acerca de los objetos materiales en el m u n d o ex- e p i s t e m o l ó g i c o c o r r i e n t e . Al fin y al c a b o , el a t o ü a d e r o es i n h e r e n t e a la
terior, acerca de la b e l l e z a o de la b o n d a d o de la existencia de D i o s , h a n s i t u a c i ó n en que t o d o s nos e n c o n t r a m o s y que en cada caso define la n a -
s i d o rescatadas de la a m e n a z a de e s c e p t i c i s m o . t u r a l e z a d e l p r o b l e m a que n o s p r e o c u p a . E s Jones q u i e n está r e s e n t i d o
N o hay d u d a d e q u e teorías generales d e este t i p o p o s e e n u n a cierta y S m i t h q u i e n c o n sus c o m e n t a r i o s m u e s t r a s u r e c o n o c i m i e n t o s i m p á -
p l a u s i b i l i d a d . E n m u c h o s casos d e c i m o s que algunas personas poseen t i c o de este h e c h o : p o r i n f a l i b l e que en la p r á c t i c a se d e m u e s t r e la s i m -
unas facultades o destrezas excepcionales p o r q u e suelen realizar aseve- patía d e S m i t h , e l d a t o s u p l e m e n t a r i o « S m i t h está c o n v e n c i d o d e q u e
r a c i o n e s — a c e r c a de los estados mentales de o t r o s , acerca d e l f u t u r o , d e l Jones está resentido» no nos acerca a u n a p r u e b a analítica d e l h e c h o en
pasado, de lo que s e a — q u e d e m u e s t r a n estar b i e n fundadas, a u n q u e las c u e s t i ó n . I n c l u s o si las h a z a ñ a s de S m i t h en el c a m p o de la i n t u i c i ó n
p r u e b a s presentadas i n i c i a l m e n t e h u b i e r a n p a r e c i d o m u y débiles. A l g u - s i m p á t i c a s o n t a n ü a m a t i v a s c o m o p a r a p o d e r ser c o n s i d e r a d a s r e a l -
nas personas s o n e x c e p c i o n a l m e n t e sensibles a los s e n t i m i e n t o s de los m e n t e «telepáticas», los datos que nos p r o p o r c i o n a n n o p u e d e n c o n -
d e m á s , otras t i e n e n u n ojo p o c o h a b i t u a l p a r a ver e l v a l o r d e u n a p i n t u - seguir implicar c o n c l u s i ó n a l g u n a acerca de los s e n t i m i e n t o s reales de
r a , algunas p o s e e n u n m i s t e r i o s o olfato p a r a d e s c u b r i r los fallos d e u n a Jones, a u n q u e sí p u e d a n , llegado el caso, a n i m a r n o s a d a r el paso sus-
m á q u i n a defectuosa, otras t i e n e n u n d o n e x t r a o r d i n a r i o p a r a recons- t a n c i a l de los signos y s í n t o m a s a los s e n t i m i e n t o s c o n m e n o s t e m o r d e l
t r u i r u n a é p o c a pasada y d i s c e r n i r los m ó v i l e s d e l c o m p o r t a m i e n t o d e que s i n eUos m o s t r a r í a m o s . L o m i s m o c o n e l a s t r ó n o m o o e l h i s t o -
los personajes históricos de q u e se trate. En cada caso, d o n d e la m a y o r riador: la h a b i l i d a d para la predicción o la empatia histórica, incluso
parte de n o s o t r o s sólo c o n s e g u i r í a t r o p e z a r o a d i v i n a r , ellos llegan a a u n q u e sean c u a s i - c l a r i v i d e n t e s , deja s i n i m p l i c a r sus p r e d i c c i o n e s y
c o n c l u s i o n e s fiables y libres de a m b i g ü e d a d , d i c i e n d o , p o r e j e m p l o , «La r e t r o d i c c i o n e s . T a n m a r c a d a s p u e d e n ser las h a b i h d a d e s d e u n p u ñ a d o
e n t r a d a de la t u b e r í a debe de estar b l o q u e a d a » o «La i n t e n c i ó n de G u i - de p e r s o n a s q u e estamos t e n t a d o s de d e c i r q u e p a r a ellas es como si el
l l e r m o el T a c i t u r n o debe de h a b e r s i d o la de c a l m a r a los e s p a ñ o l e s h a - pasado ( o e l f u t u r o ) f u e r a n e l presente; p e r o n o h a y escapatoria d e l c r u -
c i e n d o que se c o n f i a r a n » . Y s i e m p r e que a la l u z de d e s c u b r i m i e n t o s u l - c i a l « c o m o si», n i s e p u e d e c o n s i d e r a r que expresiones c o m o «ver e l f u -
teriores p u e d a p r o b a r s e que estas personas suelen tener r a z ó n en sus t u r o c o n a n t e l a c i ó n » o « p o n e r s e en el l u g a r de G u i l l e r m o el T a c i t u r n o »
a f i r m a c i o n e s , u n o p u e d e sentir que tiene d e r e c h o a la s e g u r i d a d que sean m á s q u e façons de parler.
ellas d e m u e s t r a n . I d é n t i c a c o n c l u s i ó n nos espera s i i n t e n t a m o s l l e n a r l a «laguna l ó g i -

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

ca» que separa los datos d e l a c o n c l u s i ó n e n u n a r g u m e n t o s u s t a n c i a l n o c i r c u n s t a n c i a , c o m o dice l a tercera p r e m i s a , a m e n o s que l a c o n c l u s i ó n


i n t r o d u c i e n d o datos c o m p l e m e n t a r i o s c o n c r e t o s ad hoc, s i n o i n v o c a n - a que nos c o n d u c e n d i c h a s teorías n o fuera sustentada p o r los a c o n t e c i -
d o p r i n c i p i o s generales l ó g i c o s ( o e p i s t e m o l ó g i c o s ) . P o d r í a sostenerse, m i e n t o s . A l g u i e n que aceptara estas tres p r e m i s a s d e s p u é s d e p r o d u c i r -
p o r e j e m p l o , que e s p o s i b l e establecer d e m a n e r a analítica u n a p r e d i c - se el h e c h o y s i n e m b a r g o negara la c o n c l u s i ó n estaría c o n t r a d i c i é n d o s e
c i ó n c o m o l a que sigue: a sí m i s m o . P e r o ése no es ya n u e s t r o i n i c i a l a r g u m e n t o de p r e d i c c i ó n .
A t e n d i e n d o ú n i c a m e n t e a c r i t e r i o s f o r m a l e s , p o d r í a parecer l o m i s m o :
«Mañana a medianoche la posición de Júpiter será (tal o tal)» los tres «hechos» expresados p o r las tres «premisas» s o n — d e s d e el p u n -
t o d e v i s t a d e l l ó g i c o f o r m a l — l o s m i s m o s e n los dos a r g u m e n t o s . P e r o
a p e l a n d o a u n a c o m b i n a c i ó n de los h e c h o s de que ya d i s p o n e m o s : | existe u n a diferencia f u n d a m e n t a l : que e n e l p r i m e r caso las p r e m i s a s
f u e r o n expresadas antes d e l a c o n t e c i m i e n t o y en el s e g u n d o , d e s p u é s , de
«Las posiciones planetarias hasta hoy han sido (...)» y «La posición prevista de t a l m a n e r a que sería m á s a d e c u a d o c o n s i d e r a r a l s e g u n d o a r g u m e n t o n o
Júpiter para mañana por la noche, calculada de acuerdo a teorías fiables hasta ' c o m o la repetición del p r i m e r o , sino c o m o su autopsia. Nuestro atolla-
ahora, es (tal o tal)» d e r o e p i s t e m o l ó g i c o surge d i r e c t a m e n t e d e l h e c h o d e que e n l a p r i m e r a
o c a s i ó n de e x p r e s i ó n d e l a r g u m e n t o , éste es u n a p r e d i c c i ó n y p e r m a n e -
j u n t o c o n o t r o p r i n c i p i o general, c u y a v a l i d e z t e n e m o s que s u p o n e r ' c e inalterable: n i n g u n a p r e m i s a a d i c i o n a l que p u e d a ser establecida s ó l o
p a r a t o d o a r g u m e n t o a s t r o n ó m i c o , en el s e n t i d o de que: > esperando hasta que el a r g u m e n t o no sea ya de p r e d i c c i ó n p u e d e a y u -
d a r n o s a escapar de las c o n s e c u e n c i a s de ese h e c h o .
«Las teorías de la dinámica planetaria que se han demostrado fiables en el pa-
H a s t a a q u í e l p r i m e r i n t e n t o d e escapada: l o q u e , s i g u i e n d o a l p r o f e -
sado continuarán demostrándose fiables en este caso».
sor J o h n W i s d o m , p o d r í a considerarse c o m o e l t i p o d e teoría « t r a s c e n -
dentalista» o «intuicionista». C a d a vez que d e p e n d e m o s de a r g u m e n t o s
C o m o p u r o ejercicio f o r m a l , l a f o r m u l a c i ó n d e esta ú l t i m a hipótesis está
v e r d a d e r a m e n t e sustanciales p a r a establecer nuestras c o n c l u s i o n e s , la
m u y b i e n , p e r o e n n a d a n o s a y u d a a salir d e n u e s t r o atolladero. E f e c t i -
s i t u a c i ó n será l a m i s m a : n i e l d e s c u b r i m i e n t o d e «datos c o m p l e m e n t a -
v a m e n t e , f o r m u l a r esta hipótesis no equivale a s u p o n e r la v e r d a d de a l -
rios» n i l a hipótesis d e verdades generales a d i c i o n a l e s p u e d e s e r v i r p a r a
g ú n h e c h o presente d e l que n o t e n e m o s p r u e b a s directas. Este p r i n c i p i o
c o n v e r t i r a nuestros a r g u m e n t o s en analíticos. I n c l u s o si la i n t u i c i ó n
general e s algo d e c u y a v e r d a d p o d r í a m o s tener u n a s e g u r i d a d c o m p l e -
p u d i e r a considerarse c o m o u n a fuente d e datos c o m p l e m e n t a r i o s — y
t a s ó l o c u a n d o h a y a p a s a d o l a o c a s i ó n p a r a l a que h a c e m o s l a p r e d i c -
m á s tarde s o s t e n d r é q u e este p u n t o d e v i s t a descansa sobre u n m a -
c i ó n . D e s p u é s d e l a c o n t e c i m i e n t o , s í p o d e m o s presentar u n a r g u m e n t o
l e n t e n d i d o — , esos datos n u e v o s d e j a r í a n a nuestros a r g u m e n t o s t a n
analítico d e l a f o r m a siguiente:
sustanciales c o m o s i e m p r e : y a u n q u e , al s u p o n e r verdades generales
a d i c i o n a l e s , p o d r í a m o s t r a n s f o r m a r f o r m a l m e n t e nuestros a r g u m e n t o s
«Las posiciones planetarias hasta hace tres días fueron (...)»;
sustanciales e n analíticos, e p i s t e m o l ó g i c a m e n t e n o e s t a r í a m o s m e j o r ,
«La posición de Júpiter en la pasada medianoche, calculada a partir de los da-
p u e s t o q u e en la p r á c t i c a d i c h a s h i p ó t e s i s no s o l a m e n t e no tienen el res-
tos disponibles hace tres días según las teorías al uso,/ue (tal o tal)»;
p a l d o necesario, s i n o que no podrían t e n e r l o s i n m o d i f i c a r la n a t u r a l e z a
«Las teorías se demostraron fiables en la circunstancia»;
del problema.
Luego «La posición de Júpiter en la pasada medianoche/«e (tal o tal)».

N o h a y d u d a d e que este a r g u m e n t o e s analítico. N o p o d r í a m o s a f i r m a r


de m a n e r a coherente que nuestras teorías se d e m o s t r a r o n fiables en la

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

¿ P U E D E N SALVARSE LOS A R G U M E N T O S SUSTANCIALES? n o sería t a n c o m p l e t a m e n t e i n a l c a n z a b l e . M u l t i p l i q u e m o s las e x p e r i e n -


Ii: F E N O M E N A L I S M O Y E S C E P T I C I S M O cias sensoriales de que están constituidas nuestras p r u e b a s — e x p e r i e n c i a s
presentes, pasadas y futuras, nuestras y ajenas—^y nuestro a r g u m e n t o
En este p u n t o se revela interesante la s e g u n d a línea de a r g u m e n t a c i ó n , a p a r e n t e m e n t e sustancial p u e d e resultar, n o obstante, ser analítico. U n a
q u e p u e d e considerarse c o m o u n a teoría de t i p o «fenomenalista» o «re- vez e l i m i n a d a l a d i f e r e n c i a d e t i p o , p o d e m o s sostener q u e u n a c o n c l u -
d u c c i o n i s t a » . U n a vez r e c o n o c i d o que las premisas s u p l e m e n t a r i a s , que s i ó n acerca d e u n a m e s a p u e d e ser « l ó g i c a m e n t e c o n s t r u i d a » p o r m e d i o
expresan o b i e n datos i n t u i t i v o s o b i e n s u p o s i c i o n e s generales, s o n inser- de t r a n s f o r m a c i o n e s analíticas, a p a r t i r de datos r e l a c i o n a d o s c o n las
vibles c o m o i n s t r u m e n t o s p a r a l l e n a r l a l a g u n a lógica d e los a r g u m e n t o s sensaciones; y ésta es la respuesta que s i e m p r e ha d a d o el f e n o m e n a l i s t a
sustanciales, resulta difícil ver c ó m o las c o n c l u s i o n e s sustanciales p u e - al p r o b l e m a de los objetos materiales.
d e n llegar a ser ( a n a l í t i c a m e n t e ) justificadas y c ó m o las pretensiones de Propuestas s i m i l a r e s , diversas en c u a n t o a su p l a u s i b i l i d a d , h a n s i d o
c o n o c i m i e n t o p u e d e n llegar a validarse (según criterios analíticos). Si no f o r m u l a d a s c o n e l objeto d e salvar o t r o s a r g u m e n t o s sustanciales. E n
q u e r e m o s dejarnos llevar a la escéptica c o n c l u s i ó n de que casi todas las u n o s c u a n t o s c a m p o s , los f i l ó s o f o s h a n aceptado casi u n i v e r s a l m e n t e e l
pretensiones d e c o n o c i m i e n t o carecen d e u n a justificación adecuada, t i p o d e s o l u c i ó n r e d u c c i o n i s t a : p o r e j e m p l o , l a d o c t r i n a d e que las a f i r -
s ó l o parece q u e d a r abierta u n a p o s i b i l i d a d : sostener q u e l a a p a r i e n c i a m a c i o n e s sobre l a i m p o s i b i l i d a d o l a p o s i b i l i d a d s o n d e l m i s m o t i p o
sustancial de los a r g u m e n t o s en c u e s t i ó n es e n g a ñ o s a , puesto que (en el q u e las a f i r m a c i o n e s sobre la presencia o a u s e n c i a de c o n t r a d i c c i o n e s .
f o n d o ) las c o n c l u s i o n e s de los a r g u m e n t o s sustanciales s o n , a pesar de E n otros casos, e l r e d u c c i o n i s m o h a c o n t a d o c o n d i s t i n g u i d o s s e g u i d o -
las apariencias, d e l m i s m o t i p o l ó g i c o que los datos y el respaldo sobre res, p e r o no ha c o n s e g u i d o despejar el c a m p o de dudas: se p o d r í a c i t a r
los que se a p o y a n . Si p o d e m o s e f i m i n a r el aparente salto de t i p o que e n - la d o c t r i n a b e h a v i o r i s t a , q u e sostiene q u e las a f i r m a c i o n e s sobre los s e n -
t r a ñ a n tantos a r g u m e n t o s sustanciales, q u i z á l o g r e m o s t a m b i é n salir de t i m i e n t o s y estados mentales están r e a l m e n t e a la p a r c o n las a f i r m a c i o -
n u e s t r o atolladero; efectivamente, p o d r í a sostenerse que a h o r a u n a a c u - nes sobre gestos, m o v i m i e n t o s y expresiones reales o posibles, o, p o r el
m u l a c i ó n suficiente de datos y respaldos p u e d e ser capaz, d e s p u é s de c o n t r a r i o , las teorías éticas, q u e c o n s i d e r a n a las a f i r m a c i o n e s sobre
t o d o , d e i m p l i c a r nuestra c o n c l u s i ó n . el m é r i t o o el v a l o r d e l m i s m o t i p o q u e las a f i r m a c i o n e s sobre las c o n -
V e a m o s a d ó n d e n o s l l e v a esta n u e v a sugerencia. P a r a e m p e z a r , te- secuencias, los e s c r ú p u l o s o los intereses. E n ciertos c a m p o s , p o r ú l t i m o ,
n e m o s q u e sostener q u e las a f i r m a c i o n e s sobre el f u t u r o , sobre los sen- esta p o s i c i ó n ha e x i g i d o desde s i e m p r e u n a g r a n dosis de audacia: es n e -
t i m i e n t o s de los d e m á s , sobre el v a l o r de l o s actos o sobre los objetos d e l cesario u n p r o f e s i o n a l d e l a p a r a d o j a p a r a aseverar tanto q u e las a f i r m a -
m u n d o exterior realmente no son tan distintos de c o m o el h o m b r e de la ciones d e l a s t r ó n o m o acerca d e l f u t u r o s o n e n r e a h d a d a r g u m e n t o s s o -
calle cree que s o n a p a r t i r de los datos sobre el presente y el pasado, so- bre el p a s a d o y el presente disfrazados (y, p o r lo t a n t o , i m p l i c a b l e s p o r
bre gestos y palabras, sobre e s c r ú p u l o s y consecuencias o sobre la m a - m e d i o d e los datos existentes), c o m o q u e las a f i r m a c i o n e s d e l h i s t o r i a -
n e r a en que las cosas se nos aparecen. M i e n t r a s las a f i r m a c i o n e s sobre la d o r sobre e l pasado s o n e n r e a l i d a d a f i r m a c i o n e s sobre experiencias
m e s a que h a y e n l a h a b i t a c i ó n d e a l l a d o sean c o n s i d e r a d a s d e t i p o r a d i - p r o b a t o r i a s q u e están p o r v e n i r .
c a l m e n t e diferente al de las a f i r m a c i o n e s sobre sensaciones visuales o Las d e b i l i d a d e s d e l enfoque r e d u c c i o n i s t a se e v i d e n c i a n de m a n e r a
táctiles, es n a t u r a l q u e no v e a m o s esperanza p o s i b l e de q u e los datos y el m á s p a l p a b l e en el caso de la a s t r o n o m í a y la h i s t o r i a , p e r o de h e c h o s o n
respaldo de este t i p o i m p l i q u e n c o n c l u s i o n e s de a q u é l . Pero ¿y si s u p o - generales. H a y q u e ser, en efecto, d e c i d i d a m e n t e sofisticado y e n c e r r a r -
n e m o s q u e esta d i f e r e n c i a de t i p o es ilusoria? Si las a f i r m a c i o n e s acerca se en el e s t u d i o — l e j o s de las cenas y los tableros de backgammon de
d e u n a mesa fueran f u n d a m e n t a l m e n t e d e l m i s m o t i p o l ó g i c o q u e las H u m e — p a r a e n c o n t r a r a l g ú n atractivo e n e l m e n c i o n a d o enfoque.
afirmaciones acerca de las sensaciones, entonces la m e t a de la i m p l i c a c i ó n C u a n d o r e a l i z a m o s aseveraciones sobre el f u t u r o o sobre el pasado o s o -

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LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

bre los s e n t i m i e n t o s d e l p r ó j i m o o sobre el v a l o r de los actos o de los d o s e h a n m e d i d o c o n e l ideal analítico. S i u n a pretensión d e c o n o c i m i e n -


c u a d r o s , la d i f e r e n c i a de t i p o entre d i c h a s aseveraciones y la i n f o r m a - t o verdadera debe respaldarse c o n u n a r g u m e n t o analítico, entonces n o
c i ó n c o n l a q u e las a p o y a m o s surge d e l a p r o p i a n a t u r a l e z a d e los p r o - p u e d e n existir auténticas pretensiones d e c o n o c i m i e n t o e n c a m p o s c o m o
b l e m a s e n c u e s t i ó n y n o p u e d e ser e l i m i n a d a . S u p o n g a m o s q u e p r o p o r - éstos. El f u t u r o , el pasado, las mentes ajenas, la ética, i n c l u s o los objetos
c i o n a m o s a un a s t r ó n o m o u n a c o l e c c i ó n de datos sobre el presente y el materiales: sobre todos ellos d e b e r í a m o s , estrictamente h a b l a n d o , a d m i t i r
pasado y le h a c e m o s u n a p r e g u n t a sobre el f u t u r o : si resulta q u e su res- q u e no sabemos n a d a . S ó l o nos q u e d a la s o l u c i ó n d e l e s c e p t i c i s m o , y el
puesta, a u n q u e expresada g r a m a t i c a l m e n t e e n t i e m p o f u t u r o , n o e s o t r a ú n i c o p r o b l e m a es saber en q u é t é r m i n o s nos v a m o s a reconciliar c o n la
cosa que un e n u n c i a d o m á s acerca d e l presente o d e l pasado, entonces es existencia de estas lagunas lógicas que no p u e d e n ser llenadas.
q u e s i m p l e m e n t e n o h a l o g r a d o contestarnos, pues l o q u e l e p e d i m o s Q u i z á p o d a m o s sostener, s i g u i e n d o a H u m e , q u e , a u n q u e e n p r i n c i -
fue u n a v e r d a d e r a p r e d i c c i ó n , n o u n a r e t r o d i c c i ó n disfrazada. L a p l a u - p i o el e s c e p t i c i s m o es i n a b o r d a b l e e i n e v i t a b l e , la n a t u r a l e z a nos p r o t e -
s i b i l i d a d c o m p l e m e n t a r i a q u e se adhiere a la e x p l i c a c i ó n f e n o m e n a l i s t a gerá allí d o n d e l a r a z ó n n o p u e d e a y u d a r n o s , d e tal m a n e r a que f u e r a d e
de los objetos materiales y a la e x p l i c a c i ó n b e h a v i o r i s t a de los s e n t i - n u e s t r o e s t u d i o e n c o n t r a r e m o s t o d o t i p o de h á b i t o s mentales naturales
m i e n t o s y estados m e n t a l e s p r o v i e n e de las referencias i n c l u i d a s en d i - q u e , s e g ú n c r i t e r i o s e s t r i c t a m e n t e r a c i o n a l e s , s o n injustificables. O t a m -
chas expHcaciones a sensaciones y acciones futuras y posibles, q u e se b i é n p o d e m o s seguir a r g u m e n t a n d o q u e fuera d e l c a m p o a n a l í t i c o las
a ñ a d e n a las reales pasadas y presentes; efectivamente, d i c h a s referencias pretensiones de c o n o c i m i e n t o h a n s i d o s i e m p r e presuntuosas y s u p e r -
r e i n t r o d u c e n , al m e n o s en parte y de m a n e r a velada, el salto de t i p o que f i n a s . E n e l caso d e q u e nuestros m é t o d o s d e a r g u m e n t a c i ó n sean s u f i -
e l f e n o m e n a l i s t a p r e t e n d í a estar e l i m i n a n d o i n i c i a l m e n t e . A l l í d o n d e cientemente buenos para propósitos prácticos, nuestra v i d a cotidiana
u n a teoría r e d u c c i o n i s t a n i e g a v e r d a d e r a m e n t e el salto de t i p o de nues- n o será p e o r s i d e j a m o s s i n l l e n a r l a l a g u n a p u r a m e n t e lógica: n o h a y
tros datos y respaldo a n u e s t r a c o n c l u s i ó n , el resultado o b t e n i d o no es la n e c e s i d a d d e p r e t e n d e r u n c o n o c i m i e n t o real e n n i n g u n o d e los c a m p o s
r e s o l u c i ó n d e nuestros p r o b l e m a s e p i s t e m o l ó g i c o s , s i n o s u e l u s i ó n . m e n c i o n a d o s s i e n l a p r á c t i c a t e n e m o s los m e d i o s d e evitar l a a u t é n t i c a
U n a vez a q u í , e n c o n t r a m o s que sólo nos q u e d a u n a vía; s ó l o u n a , s e catástrofe. D i c h o d e o t r o m o d o , h a y u n paso m u y c o r t o d e l e s c e p t i c i s m o
e n t i e n d e , salvo a b a n d o n a r el i d e a l analítico de a r g u m e n t a c i ó n . Las p r e - al pragmatismo.
tensiones de c o n o c i m i e n t o de asuntos de a s t r o n o m í a o de h i s t o r i a , de
m e n t e s ajenas, de l o s m é r i t o s y v a l o r e s de a c c i o n e s , p e r s o n a s y o b r a s
de arte, i n c l u s o de los objetos materiales que nos r o d e a n : todas eUas des- LOS A R G U M E N T O S S U S T A N C I A L E S N O N E C E S I T A N Q U E LOS S A L V E N
cansan sobre datos y respaldos de un t i p o l ó g i c o diferente al de las c o n -
clusiones que s e p r e s e n t a n c o m o « c o n o c i d a s » . L a s o l u c i ó n trascendenta- E l h i l o d e l a a r g u m e n t a c i ó n q u e h e m o s s e g u i d o e n las tres secciones a n -
lista ha fracasado: n i n g ú n dato o s u p o s i c i ó n c o m p l e m e n t a r i a d e m o s t r ó teriores h a s i d o , s i n e m b a r g o , t o t a l m e n t e h i p o t é t i c o . N o s p r e g u n t á -
ser capaz de o t o r g a r a nuestras c o n c l u s i o n e s u n a a u t o r i d a d v e r d a d e r a - b a m o s q u é p a s a r í a c o n las p r e t e n s i o n e s d e c o n o c i m i e n t o e n c a m p o s
m e n t e analítica. La s o l u c i ó n f e n o m e n a l i s t a ha fracasado: las diferencias d o n d e d e p e n d e m o s d e los a r g u m e n t o s sustanciales, s u p o n i e n d o q u e s i -
de t i p o entre los datos y el respaldo, p o r u n a parte, y las c o n c l u s i o n e s , p o r g u i é r a m o s m i d i e n d o d i c h o s a r g u m e n t o s s e g ú n c r i t e r i o s analíticos ú n i -
o t r a , s o n c o n s e c u e n c i a innegable de la n a t u r a l e z a de los p r o b l e m a s en c a m e n t e , r e c h a z a n d o las pretensiones d e c o n o c i m i e n t o a l h d o n d e n u e s -
cuestión. H a y u n a l a g u n a lógica y n o tenemos m a n e r a d e c o l m a r l a : l a ú n i - tros a r g u m e n t o s n o h a n c o n s e g u i d o i m p l i c a r sus c o n c l u s i o n e s . A l g u n a s
c a c o n c l u s i ó n , s e g ú n parece, e s q u e l a l a g u n a n o p u e d e llenarse. E n t o d o s de las teorías q u e n o s h e m o s v i s t o e m p u j a d o s a c o n s i d e r a r p r e s e n t a n se-
los casos expuestos, los a r g u m e n t o s en que se b a s a n nuestras p r e t e n s i o - m e j a n z a s evidentes c o n algunas otras elaboradas p o r f i l ó s o f o s d e carne
nes de c o n o c i m i e n t o h a n d e m o s t r a d o ser r a d i c a l m e n t e defectuosos c u a n - y h u e s o , p e r o n o h a s i d o m i i n t e n c i ó n c o m p a r a r l a s e n detalle c o n n i n -

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

g u n a teoría específica d e l a h i s t o r i a r e d e n t e d e l a f i l o s o f ì a . S i n e m b a r g o , N i s i q u i e r a seremos capaces, s i q u e r e m o s ser coherentes, d e r e c l a m a r


c o n s e g u r i d a d , n o e s casual q u e e n c o n t r e m o s e n tantos c a m p o s d e l a f i - « p r o b a b i h d a d » a l g u n a p a r a nuestras creencias, n i d e decir que t e n e m o s
losofía u n a secuencia t r i p a r t i t a d e teorías: p r i m e r o l a trascendentalista, «razones» adecuadas p a r a dichas creencias, y m u c h o m e n o s de decir q u e
l u e g o l a f e n o m e n a l i s t a y f i n a l m e n t e l a escéptica. A l trascendentalista los a r g u m e n t o s usados p a r a apoyarlas s o n o p o d r í a n llegar a ser « c o n -
L o c k e le contesta el f e n o m e n a l i s t a Berkeley, s ó l o p a r a que las c o n c l u s i o - cluyentes»... T o d o s nuestros t é r m i n o s l ó g i c o s p o r i g u a l serán a p l i c a b l e s
nes de a m b o s sean refutadas p o r el escéptico H u m e . P a r a los tres, el o r i - (estrictamente h a b l a n d o ) s ó l o a los a r g u m e n t o s analíticos; esto es, s i e m -
gen de la d i f i c u l t a d es la l a g u n a l ó g i c a q u e h a y entre las « i m p r e s i o n e s » pre q u e aceptemos el i d e a l analítico. S ó l o u n a cosa t i e n d e a o c u l t a r n o s el
o «ideas» y l o s objetos materiales: B e r k e l e y no q u i e r e tener n a d a q u e d e s t i n o al que nos c o n d u c e n los a r g u m e n t o s e p i s t e m o l ó g i c o s . Se t r a t a
ver c o n el «sustrato» i n o b s e r v a b l e de L o c k e y presenta el f e n o m e n a - d e n u e s t r a i n v e t e r a d a c o s t u m b r e d e pensar q u e s ó l o c o n h a l l a r u n a p a -
h s m o c o m o u n a m a n e r a d e pasar s i n él, p e r o H u m e sale a l paso d e esa l a b r a a f o r t u n a d a e s p o s i b l e r e s u m i r los resultados d e u n a p r o l o n g a d a
o b j e c i ó n c o n e l p u n t o d e v i s t a e s c é p t i c o — a l m e n o s e n e l p l a n o d e l a teo- d i s c u s i ó n e p i s t e m o l ó g i c a e n u n a ú n i c a frase b r i l l a n t e . D e h e c h o , esta es-
r í a — . A s i m i s m o , e n l a f i l o s o f í a m o r a l , G . E . M o o r e rescata las c o n c l u - p e r a n z a e s i l u s o r i a : l a a m b i g ü e d a d constante d e t o d o s nuestros t é r m i -
siones éticas, a p r i m e r a v i s t a basadas sobre datos c o m p l e t a m e n t e ajenos nos lógicos f r u s t r a r á n d e i g u a l m a n e r a d i c h a esperanza c u a l q u i e r a q u e
a la ética, c o n s i d e r a n d o q u e están garantizadas p o r las i n t u i c i o n e s de sea el t é r m i n o q u e e l i j a m o s .
cualidades éticas « n o n a t u r a l e s » ; I. A. R i c h a r d s y C. L. Stevenson ofrecen C a d a p a l a b r a lógica tiene, p o r u n a parte, u n uso extra-filosófico, e n e l
u n a respuesta f e n o m e n a l i s t a , a n a l i z a n d o l o s e n u n c i a d o s éticos e n tér- c u a l es aplicada c o n la vista puesta en criterios dependientes del c a m p o , y,
m i n o s de ideas no éticas s o l a m e n t e , de tal m a n e r a q u e se hace caso o m i - p o r o t r a , u n u s o intra-filosófico, e n e l que los criterios p a r a s u a p l i c a c i ó n
so de la l a g u n a entre l o s s e n t i m i e n t o s y los valores; m i e n t r a s , a su vez, se refieren ú n i c a m e n t e a las i m p l i c a c i o n e s , c o n t r a d i c c i o n e s y c o h e r e n c i a .
A. J. A y e r es a Stevenson lo q u e H u m e es a Berkeley, y es a M o o r e lo q u e ¿Estoy sosteniendo a q u í q u e los a r g u m e n t o s d e d u c t i v o s y los i n d u c t i v o s
H u m e es a L o c k e , e v i t a n d o o e l u d i e n d o de esta m a n e r a el p r o b l e m a c o n t i e n e n que ser juzgados m e d i a n t e criterios distintos? Sí y n o : sólo en s e n -
q u e se h a b í a n enfrentado sus predecesores. t i d o técnico los a r g u m e n t o s «deductivos» e «inductivos» s o n necesaria-
P o d r í a m o s seguir así, i l u s t r a n d o e n cada c a m p o n o analítico d e l a m e n t e opuestos. ¿Estoy sosteniendo que sólo los a r g u m e n t o s analíticos
a r g u m e n t a c i ó n las tres diferentes clases de m e c a n i s m o s c o n q u e los fi- p u e d e n ser concluyentes? C i e r t a m e n t e sólo los a r g u m e n t o s analíticos s o n
l ó s o f o s t r a t a n de salvar (o de r e s i g n a r s e a) las d e f i c i e n c i a s aparentes analíticos—^y así, en el sentido que le da al t é r m i n o el l ó g i c o p r o f e s i o n a l ,
de los a r g u m e n t o s sustanciales. Y s i n e m b a r g o , estas tres estratagemas « c o n c l u y e n t e s » — , p e r o e n otros c a m p o s t a m b i é n llega u n m o m e n t o e n
s o n i g u a l m e n t e ineficaces e innecesarias, en caso de q u e estemos p r e p a - que c o m o a p o y o de nuestras c o n c l u s i o n e s presentamos u n o s datos y g a -
rados p a r a r e n u n c i a r a l i d e a l analítico. L o s datos c o m p l e m e n t a r i o s n o rantías lo suficientemente c o m p l e t o s y fuertes en ese contexto p a r a que se
nos a y u d a r á n , el salto de t i p o es i n n e g a b l e , e i n c l u s o en teoría no p o - haga innecesaria u n a investigación u l t e r i o r ; y en ese sentido los a r g u -
d e m o s c o n t e n t a r n o s c o n refutar c a d a p r e t e n s i ó n d e c o n o c i m i e n t o e n m e n t o s analíticos t a m b i é n p u e d e n ser concluyentes. E n t o n c e s , ¿no he es-
cada c a m p o n o analítico. N i t a m p o c o p o d e m o s c o n t e n t a r n o s c o n decir, t a d o sosteniendo al m e n o s q u e se p u e d e y se debe p e d i r u n a prueba a u -
c o m o s i f u é r a m o s m o d e s t o s p r a g m á t i c o s s i n a s p i r a c i o n e s , q u e las p r e - téntica sólo en el terreno de las matemáticas? In c luso a h o r a hay q u e
tensiones d e c o n o c i m i e n t o i b a n d e todas m a n e r a s m á s allá d e l o q u e n o - replicar «¿Y q u é es u n a p r u e b a ? » , r e s p o n d i e n d o de i g u a l m a n e r a c u a l -
sotros n e c e s i t á b a m o s , p u e s t o q u e e n l a p r á c t i c a p o d e m o s a r r e g l á r n o s l a s q u i e r a q u e sea el t é r m i n o i n t r o d u c i d o , a u n a riesgo de p a r e c e m o s a P o n -
perfectamente c o n m u c h o m e n o s ; y a q u e , c o m o v i m o s e n u n c a p í t u l o do Pilatos. D e s p u é s de ser usado d u r a n t e varios siglos, este d o b l e c o n -
anterior, s i d e j a m o s s i n c r i t i c a r e l p r o p i o i d e a l analítico, n o s v e r e m o s j u n t o de n o r m a s p a r a la crítica lógica se ha i n c r u s t a d o de tal m a n e r a en
forzados a r e n u n c i a r a algo m á s q u e a las pretensiones de c o n o c i m i e n t o . nuestra t e r m i n o l o g í a filosófica que nos h e m o s visto obhgados en estos

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

capítulos, como primer paso esencial hacia la claridad, a dejar de lado los más de detenimiento dos cuestiones que resultarán familiares por los re-
términos existentes y a introducir nuestros propios términos nuevos. Es cientes debates epistemológicos: la inducción y la deducción. C a d a uno
por eso por lo que nuestra distinción clave no ha sido la que separa i n - de estos temas merece una sección.
ducción y deducción, ni la que separa prueba y justificación, ni la que hay Allí donde los criterios apropiados para juzgar un argumento de-
entre argumentos demostrativos y no demostrativos, ni entre inferencia penden del momento en que se presenta el argumento, la tentación de
necesaria y probable, ni entre razonamiento concluyente y no concluyen- aplicar de manera errónea criterios analíticos se agudiza de manera par-
te. Nuestra distinción clave ha sido la distinción entre argumentos analí- ticular. C o m o ilustración, podemos considerar el recorrido de la larga
ticos Y argumentos sustanciales. Y es necesario establecer esta distinción e polémica centrada en la justificación de los argumentos inductivos: es
insistir en ella antes de poder desenredar las ambigüedades habituales decir, aquellos designados o bien para establecer leyes y teorías científi-
que subyacen a la mayoría de los debates epistemológicos. cas o bien para ayudar a formular predicciones. Efectivamente, aquí en-
La única salida real de las dificultades epistemológicas es (en mi opi- tra en juego una superstición enteramente general, a saber: la idea de
nión) la renuncia al ideal analítico. Los criterios analíticos, estén referi- que los argumentos deben ser juzgados como válidos o inválidos, sóli-
dos a lo categórico, a la demostratividad, certeza, validez o justificación, dos o engañosos, independientemente de la ocasión de su formulación
están fuera de lugar cuando tratamos con argumentos sustanciales. En «desde fuera del tiempo». Esta idea puede seguir siendo atractiva i n c l u -
este punto, la cuestión de la pertinencia, que antes habíamos dejado a un so si se renuncia a pensar que los criterios analíticos son aplicables de
lado, se hace ineludible. Ciertos arguinentos sustanciales suponen a me- manera universal; y de ahí resulta una duplicación de la dificultad del
nudo transiciones de tipo al pasar de los datos y el respaldo a la conclu- problema de justificar la inducción al mezclar la cuestión de saber si las
sión: lo que esto significa es sencillamente que debemos juzgar cada cam- teorías y las predicciones pueden llegar a estar sólidamente fundadas en
po de la argumentación sustancial según sus propias normas relevantes. el momento en que son formuladas, y la cuestión de saber si, en algún
El error fundamental de la epistemología consiste en considerar este sal- momento lo suficientemente distante en el futuro, pueden no demos-
to de tipo como una laguna lógica. La exigencia de que todas las preten- trarse equivocadas.
siones de conocimiento tienen que ser justificadas analíticamente y el re- Merece la pena examinar cómo se entrecruzan los hilos de esta con-
chazo de todas aquellas que no pueden ser justificadas de esta manera troversia, ya que ese examen representa un buen ejemplo de la manera
son las primeras tentaciones a las que conduce dicho error: el paso si- en que surgen los problemas epistemológicos. El gambito de apertura
guiente consiste en adentrarnos, con la esperanza de remediar la situa- clásico está diseñado para producir o escepticismo o el miedo al escep-
ción, en el enojoso sendero que conduce, a través del trascendentalismo ticismo que conduce a los filósofos a paradojas aún más extrañas: con-
y el fenomenalismo, al escepticismo o al pragmatismo. Renunciemos a la siste en llamar la atención sobre aquellas predicciones ocasionales que
idea de que un paso sustancial en la argumentación representa una lagu- en el acontecimiento se demuestran equivocadas, incluso aunque en el
na lógica, y tanto la lógica como la teoría del conocimiento podrán en- momento de pronunciarlas hubiéramos tenido todo tipo de razones
tonces dedicar sus esfuerzos a problemas más fecundos. para considerarlas como completamente fiables. «Si en esos casos se
demuestra que estábamos equivocados»—se dice—entonces es cierta-
mente incoherente que digamos que las predicciones estaban justifica-
JUSTIFICACIÓN DE LA INDUCCIÓN das». Pero si no estaban justificadas, entonces—silenciando la diferencia
entre lo que se revelará como erróneo después y lo que al comienzo se
Antes de volver, en conclusión, a la pregunta de cuáles podrán ser esos consideraba como no fiable o impropio—nunca deberían haber sido
problemas más fecundos, podemos permitirnos considerar con un poco aceptadas como fiables. Porque, inevitablemente, en el momento de la

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LOS USOS DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

e n u n c i a c i ó n n o h a b í a n i n g ú n p r o c e d i m i e n t o p a r a d i s t i n g u i r esas p r e - l o que i b a a o c u r r i r » , c o n l a ú n i c a c o n d i c i ó n d e que l a p r e t e n s i ó n e r r ó -


d i c c i o n e s d e otras p r e d i c c i o n e s nuestras c u a l e s q u i e r a p o r m u y b i e n f u n - nea h u b i e r a t e n i d o f u n d a m e n t o e n e l m o m e n t o d e s u e m i s i ó n . (Este
d a m e n t a d a s que estuvieran: s i t a l p r o c e d i m i e n t o h u b i e r a e x i s t i d o , l o h a - p u n t o d e vista hace d e l c o n o c i m i e n t o u n a r e l a c i ó n c o m p a r a b l e a l a
b r í a m o s e m p l e a d o a la h o r a de d e c i d i r que esas p r e d i c c i o n e s concretas « p r o b a b i l i f i c a c i ó n » de Kneale.)
e r a n t a n f i a b l e s c o m o posibles. A s í pues, n o t e n e m o s (se d i c e ) , y n o p o -
d e m o s tener hasta el m o m e n t o en que se haya p r o d u c i d o el a c o n t e c i - S i n e m b a r g o , sólo c o n que estemos dispuestos a v o l v e r sobre n u e s t r o s
m i e n t o e n c u e s t i ó n , razones concluyentes p a r a aceptar n i n g u n a p r e d i c - pasos, v e r e m o s q u e n u e s t r o a p u r o m i s m o e s i l u s o r i o , puesto que l a e x i -
c i ó n c o m o c o m p l e t a m e n t e fiable. Todas s o n i g u a l m e n t e sospechosas y g e n c i a i n i c i a l de que l a i n d u c c i ó n sea j u s t i f i c a d a sub specie aeternitatis
n o hay n a d a que p o d a m o s hacer a l respecto. S o m o s t a n i m p o t e n t e s p a r a n o s c o n d u c e a u n a i n c o h e r e n c i a . P a r a r e c o n o c e r este h e c h o , d e b e m o s
a y u d a r n o s a n o s o t r o s m i s m o s c o m o e l i n d i v i d u o que está c o n v e n c i d o r e c o r d a r las r a z o n e s que n o s h a c e n d u d a r , c u a n d o s e h a d e m o s t r a d o
d e que h a y u n a b o m b a i n v i s i b l e debajo d e s u c a m a . que u n a p r e d i c c i ó n b i e n f u n d a d a estaba e q u i v o c a d a , a l d e c i r que s u a u -
A h o r a b i e n , esta a r g u m e n t a c i ó n es difícil de c o m b a t i r d e b i d o a su t o r « n o sabía» y p r e f e r i m o s d e c i r que « p e n s a b a q u e sabía, y c o n r a z ó n » .
d i s t a n c i a m i e n t o o l í m p i c o , a s u i n t e m p o r a h d a d . L a exigencia d e u n p u n - D e c i r «Él n o sabía» e n l u g a r d e «Él n o p e n s a b a que sabía» e q u i v a l e ,
to de vista de D i o s , de u n a justificación válida para cualquier tiempo, c o m o v i m o s antes, a atacar el respaldo de su a f i r m a c i ó n : sugiere q u e en
parece a p r i m e r a v i s t a perfectamente l e g í t i m a . P a s a m o s p o r alto si de- el m o m e n t o de la e n u n c i a c i ó n se p o d r í a h a b e r h e c h o algo m á s y q u e
b e m o s d e t e r m i n a r l a c u e s t i ó n d e l a justificación, l a n e c e s i d a d d e especi- este algo m á s h a b r í a l l e v a d o efectivamente al « c o n o c i m i e n t o » , y, p u e s -
ficar si n u e s t r a p r e t e n s i ó n de c o n o c e r lo que va a o c u r r i r se e x a m i n a t a l t o que estamos s u p o n i e n d o que l a a f i r m a c i ó n estaba b i e n f u n d a d a , n o
c o m o se f o r m u l a o r i g i n a l m e n t e o b i e n a la l u z de los a c o n t e c i m i e n t o s ; t e n e m o s d e r e c h o a s u g e r i r tal cosa. E n l a p r á c t i c a , p o r s u p u e s t o , m u -
y nos m o v e m o s , i n c ó m o d o s , d e u n a i n t e r p r e t a c i ó n a l a o t r a . U n a vez chas veces es p o s i b l e hacer m á s en ese m o m e n t o — p o r e j e m p l o , se p u e -
q u e nos h e m o s dejado atrapar e n esta a p u r a d a s i t u a c i ó n , sólo v e m o s d e n recoger datos c o m p l e m e n t a r i o s — , c o m o resultado d e l o c u a l p o d e -
tres m o d o s d e c o n t i n u a r s i n salir p o r l a m i s m a p u e r t a p o r l a que e n t r a - m o s p r e t e n d e r «saber m e j o r » o «saber m á s e x a c t a m e n t e » lo que va a
m o s , y t o d o s ellos c o n d u c e n a la p a r a d o j a : o c u r r i r . P e r o l a e x i g e n c i a d e u n a j u s t i f i c a c i ó n desde e l p u n t o d e v i s t a d e
D i o s n o q u e d a satisfecha c o n esos datos c o m p l e m e n t a r i o s : p o r m u c h o s

a) p o d e m o s aceptar la c o n c l u s i ó n escéptica de que s o m o s necesaria- datos q u e r e c o j a m o s , l a e x i g e n c i a s i e m p r e p u e d e reaparecer. S ó l o n o r e -

m e n t e incapaces de saber lo que va a o c u r r i r , y de h e c h o , estrictamente aparecería cuando la argumentación implícita se hubiera convertido en

h a b l a n d o , n u n c a l o sabemos; analítica y p a r a ese m o m e n t o ya t e n d r í a m o s e n c i m a el a c o n t e c i m i e n t o

b) p o d e m o s rechazar la c o n c l u s i ó n escéptica y e x p l i c a r el h e c h o de en cuestión.

que a veces p o d e m o s d e c i r que sabemos lo que va a o c u r r i r , a pesar de la L a j u s t i f i c a c i ó n «de u n a vez p o r todas» requiere o b i e n d e l a o b s e r -
fuerza d e l a r g u m e n t o d e l escéptico, e n t é r m i n o s d e u n a f a c u l t a d c o g - v a c i ó n p e r s o n a l o b i e n de testigos presenciales d e l p r o p i o a c o n t e c i m i e n -
n i t i v a t r a s c e n d e n t a l que n o s p e r m i t e c o n v e r t i r n o s , i n c l u s o a h o r a , e n to. S ó l o esto n o s p e r m i t i r á i d e n t i f i c a r los c r i t e r i o s que u s a m o s p a r a j u z -
«testigos d e l f u t u r o » ; o gar u n a p r e t e n s i ó n de c o n o c i m i e n t o antes de los a c o n t e c i m i e n t o s y l o s
c) p o d e m o s no a c u d i r a n i n g u n o de estos dos expedientes, e i n s i s - que u t i l i z a m o s p a r a j u z g a r l a d e s p u é s de ellos. P e r o estas « p r u e b a s s u -
t i r p o r e l c o n t r a r i o e n que l a p r o p i e d a d i n i c i a l e s l o ú n i c o que i m p o r t a p l e m e n t a r i a s » q u e d a n rechazadas p o r definición: d e c i r que s e j u z g a u n a
de las pretensiones de c o n o c i m i e n t o ; éstas, d e s p u é s de t o d o , s o n sólo re- p r e d i c c i ó n antes d e l a c o n t e c i m i e n t o implica q u e los relatos de los tes-
lativas, d e tal m a n e r a que i n c l u s o c u a n d o s e h a d e m o s t r a d o que u n a d e tigos oculares d e l a c o n t e c i m i e n t o p r e d i c h o n o están d i s p o n i b l e s c o m o
ellas era e r r ó n e a , d e b e r í a estar p e r m i t i d o seguir d i c i e n d o q u e se «sabía justificación; i m p l i c a no sólo que de hecho no están disponibles c o m o j u s -

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LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

tificación ( a u n q u e sería e s t u p e n d o si lo estuvieran), s i n o que en este c o n - cosa sobre n o s o t r o s m i s m o s : a saber, que en el m o m e n t o de la p r e d i c -


texto e s a b s u r d o i n c l u s o h a b l a r d e ellos c o m o «justificación». U n a cosa c i ó n e s t á b a m o s o n o e s t á b a m o s «en l a r e l a c i ó n d e c o n o c i m i e n t o h a c i a »
es j u z g a r u n a p r e d i c c i ó n de a n t e m a n o , c u a n d o los relatos de los testigos el a c o n t e c i m i e n t o f u t u r o «p», que c o n respecto a él h a b í a m o s c o n s e g u i -
presenciales n o p u e d e n considerarse p r o p i a m e n t e c o m o « p r u e b a s » , y d o o n o h a b í a m o s c o n s e g u i d o u n a « c o g n i c i ó n » precisa.
o t r a es e v a l u a r l a r e t r o s p e c t i v a m e n t e , u n a vez que el resultado de la p r e - A este respecto, s i n e m b a r g o , el c o n o c i m i e n t o no se parece en n a d a
d i c c i ó n h a p o d i d o ser v e r i f i c a d o : u n a j u s t i f i c a c i ó n desde e l p u n t o d e v i s - a la creencia o a la esperanza. S u p o n g a m o s que d i g o p r i m e r o « E s p e r o (o
t a d e D i o s c o m p o r t a u n j u i c i o a n t i c i p a d o d e las p r e d i c c i o n e s s e g ú n c r i - creo) que p » , p e r o d e s p u é s d e l a c o n t e c i m i e n t o d i g o « E n a q u e l m o m e n -
terios que p u e d e n serles apHcados c o n s e n t i d o sólo r e t r o s p e c t i v a m e n t e , to dije que esperaba (creía) q u e p , p e r o era m e n t i r a : i n c l u s o e n t o n c e s es-
y esto equivale a u n a p u r a i n c o h e r e n c i a . p e r a b a (sospechaba) secretamente que n o s u c e d e r í a » . E n ese caso m e

Es m á s fácil hacerse i d e a d e l e s q u e m a g e n e r a l de esta c u e s t i ó n que contradigo a mí m i s m o . Es p o s i b l e q u e , t e n i e n d o este m o d e l o en m e n t e ,

expresarla d e m a n e r a precisa. E l profesor J . L . A u s t i n , p o r e j e m p l o , a l ex- a d m i t a m o s d e m a n e r a d e m a s i a d o a p r e s u r a d a l a sugerencia d e que u n a

p l i c a r c ó m o algunas pretensiones d e c o n o c i m i e n t o perfectamente a p r o - p r e t e n s i ó n de c o n o c i m i e n t o que se d e m u e s t r a e q u i v o c a d a debe h a b e r

piadas p u e d e n llegar a d e m o s t r a r s e e q u i v o c a d a s u l t e r i o r m e n t e , l l a m a a s i d o u n a p r e t e n s i ó n i n a d e c u a d a : es fácil pasar p o r alto las p r u e b a s de lo

este h e c h o u n a « r e s p o n s a b i l i d a d » d e l a que d e b e m o s ser « f r a n c a m e n t e c o n t r a r i o , tales c o m o e l h e c h o d e que d e s p u é s d e l a c o n t e c i m i e n t o n o

c o n s c i e n t e s » ; y la e x p h c a d i c i e n d o q u e «el i n t e l e c t o y los s e n t i d o s h u - d e c i m o s « N o sabía» p o r e l ú n i c o m o t i v o d e que n o s h a b í a m o s e q u i v o -

m a n o s s o n inherentemente falibles y e n g a ñ o s o s , p e r o de n i n g u n a m a - cado. Sería m e j o r expresar que el h e c h o de d e c i r p r i m e r o «Sé que p» y

n e r a lo s o n de m a n e r a inveterada» [ « O t h e r m i n d s » , op. cit, p. 142]. P e r o luego «Creí que p, p e r o estaba e q u i v o c a d o » e q u i v a l e a pronunciar u n a

este ú l t i m o c o m e n t a r i o p u e d e d a r l u g a r a g r a n c o n f u s i ó n : el i n t e l e c t o y p r e d i c c i ó n c o n t o d a la p r o p i a a u t o r i d a d y luego corregirla.

los sentidos h u m a n o s n o t i e n e n n a d a que ver a q u í . C i e r t a m e n t e , s i n u e s - I n c l u s o d e s p u é s d e h a b e r v i s t o l a i n c o h e r e n c i a latente e n l a e x i g e n -


tros s e n t i d o s e i n t e l e c t o f u e r a n m á s agudos, el n ú m e r o de p r e d i c c i o n e s c i a d e u n a justificación d e las i n d u c c i o n e s c o n v a l i d e z i n t e m p o r a l , p u e -
q u e se d e m o s t r a r í a n de hecho e q u i v o c a d a s sería m e n o r ; p e r o p o r m u - d e que t o d a v í a c o n s i d e r e m o s e x c é n t r i c o j u z g a r u n a p r e d i c c i ó n c o n u n
c h o m á s agudos q u e l l e g a r a n a ser, e s t a r í a m o s t a n lejos c o m o s i e m p r e c o n j u n t o d e n o r m a s u n a vez y c o n o t r o c o n j u n t o d e n o r m a s diferente
de superar la «responsabilidad» en cuestión. Incluso aunque nuestro o t r a . Es decir, i n c l u s o d e s p u é s de h a b e r r e c o n o c i d o los h e c h o s que ata-
e q u i p a m i e n t o i n t e l e c t u a l y s e n s o r i a l fuera perfecto, el f u t u r o s e g u i r í a ñ e n a nuestras ideas reales, p u e d e que t o d a v í a e n c o n t r e m o s esas ideas
s i e n d o f u t u r o y e l presente, presente; pues, e n efecto, s ó l o e n u n u n i v e r - e x t r a ñ a s o a s i m é t r i c a s y n o s p r e g u n t e m o s si no sería m e j o r a b a n d o n a r -
so i n t e m p o r a l no h a b r í a posibilidad de r e c o n s i d e r a r n u e s t r o s j u i c i o s a las. ¿ N o sería m á s p r e c i s o e m p l e a r e l t é r m i n o «saber» c o m o los f i l ó s o f o s
la l u z de acontecimientos posteriores. h a n c r e í d o que n o s o t r o s q u e r í a m o s usarlo? E n ese caso p o d r í a m o s c o n -

E s c o m p r e n s i b l e que c a i g a m o s c o n t a n t a f a c i l i d a d e n este e m b r o l l o siderar s i n p e l i g r o que c o n o c i m i e n t o equivale a « p r o c e s o de c o g n i c i ó n » ,

sobre l a i n d u c c i ó n . Está c l a r o que n o t o d o s s o m o s f r a n c a m e n t e c o n s - s e g ú n el m o d e l o de esperar y creer, y p o d r í a m o s n e g a r n o s a d e c i r «Sé

cientes d e los m o m e n t o s e n que, h a b i e n d o p r e t e n d i d o c o n las mejores que p» o «Él sabe que p», excepto c u a n d o creo (o él cree) y se c o n f i r m a

razones posibles «saber q u e p » , t u v i m o s que d e c i r d e s p u é s d e l a c o n t e c i - fehacientemente, de u n a vez y p a r a s i e m p r e , que p.

m i e n t o « P e n s a b a que sabía, p e r o estaba e q u i v o c a d o » ; y no n o s agrada la P a r a c o m b a t i r esta sugerencia, d e b e m o s p r i m e r o d i s i p a r l a i d e a d e


i d e a de que esto v u e l v a a suceder, p o r m á s que nos esforcemos. La s i t u a - que existe a q u í c u a l q u i e r e l e m e n t o e x t r a ñ o o a s i m é t r i c o , y s e g u n d o , re-
c i ó n llega a ser especialmente desconcertante si s u p o n e m o s q u e , al d e c i r c o r d a r n o s a n o s o t r o s m i s m o s q u e los rasgos l ó g i c o s característicos de
i n i c i a l m e n t e «Sé que p» y l u e g o c o m e n t a r « P e n s a b a que p, p e r o estaba t é r m i n o s c o m o «saber» y « p r o b a b l e m e n t e » p o d r í a n ser m o d i f i c a d o s
e q u i v o c a d o » , estamos p r i m e r o a f i r m a n d o y d e s p u é s n e g a n d o l a m i s m a sólo e n desventaja n u e s t r a . A s í pues, p a r a c o m b a t i r e l e n g a ñ o s o m o d e l o

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LOS usos DE LA A R G U M E N T A C I Ó N ' ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

de la esperanza y la creencia, pregúntemenos si existe algún elemento Es decir, en el caso de las predicciones, ahora tendremos que introducir
incoherente, extraño o asimétrico en los siguientes conjuntos de hechos: un nuevo verbo—pongamos «sebar»—para que lleve a cabo en el tiem-
po futuro lo que el verbo «saber» no estaría ya autorizado a hacer bajo el
1. Cuando gano un faisán en una rifa, digo «¡Qué suerte tengo!», pero nuevo régimen.
cuando más tarde me intoxico por haberlo comido, digo «¡En verdad, Si éste es el resultado final del «alineamiento» de los criterios con los
qué mala suerte tuve! ¡Si lo hubiera sabido...!», lo cual puede comparar- que juzgamos las predicciones antes y después del acontecimiento, de
se con «Sé» y «Estaba equivocado». forma que hagamos que «saber» funcione de manera paralela a «espe-
2. Las dos manecillas de un reloj son de longitud diferente y se mueven rar» o «creer», en verdad que es un resultado bien poco atractivo. Puede
a velocidad diferente, pero esas diferencias no son más anormales que la que la superstición según la cual la verdad o la falsedad, la vahdez o la
diferencia entre el respaldo exigido en una predicción antes del aconte- justificación de todos nuestros enunciados y argumentos deben ser
cimiento y el exigido después de él. completamente independientes de las circunstancias en las que éstos
3. Un reloj tiene dos manecillas mientras que un barómetro tiene sólo fueron pronunciados esté bien arraigada; pero fuera de las conclusiones
una, pero desde el punto de vista lógico «creer» es una noción más sim- y argumentos analíticos intemporales de las matemáticas puras, las ex-
ple que «saber». pectativas suscitadas por ella no podrán sino ser defraudadas. El con-
cepto de conocimiento no es así, y los filósofos están buscando proble-
También debemos recordarnos a nosotros mismos aquel núcleo de la mas si lo tratan como si lo fuera.
fuerza, al que no afectan las modificaciones del tiempo gramatical ni del
campo de la argumentación, lo cual muestra lo que realmente queremos
decir con el verbo «saber», y reconocer cómo dicho núcleo se vería afec-
INTUICIÓN Y PROCESO COGNITIVO
tado si en verdad lleváramos a cabo la modificación de nuestras ideas
que se ha propuesto. Tal como están las cosas, podemos decir, sea cual
En este capítulo he sostenido que la epistemología debería acoger a la ló-
sea el tiempo gramatical, cosas como las que siguen:
gica comparada de la argumentación de distintos campos prácticos. La
sohdez de nuestras pretensiones de conocimiento reside en la adecua-
la ha asesinado, ción de los argumentos que usamos para apoyarlas, y nuestras normas
la está asesinando, ¿por qué no haces algo?». de adecuación son, naturalmente, dependientes del campo. Contempla-
«Si tú sabes que él
la va a asesinar, das desde este punto de vista, muchas modahdades tradicionales de la
teorización epistemológica pierden su plausibihdad original, porque en

La enmienda filosófica nos llevaría, sin embargo, a decir: gran medida han adquirido dicha plausibihdad gracias a nuestra consi-
deración de la disciplina como extensión de la psicología.

la ha asesinado, Esto se ve claramente si se examinan los usos filosóficos del término


«Si tú sabes que él «intuición». Numerosos filósofos han creído estar ocupados en un
la está asesinando,
«proceso de cognición», que pensaban era parte de todo conocimiento,
o (si no) si tú sebas* que él la va a asesinar, ¿por qué... etc.?». y se han encontrado con dificultades especiales al explicar cómo cono-
cemos, por ejemplo, los principios morales (verbigracia, que debemos
ayudar a los que lo necesitan) o las proposiciones elementales de la arit-
* El autor hace un juego invirtiendo el orden de las letras de la palabra know
(wonk), inversión que hemos reproducido en la traducción [N . de las t.]. mética (como que dos y dos son cuatro). Dichas dificultades les han lle-

302 303
LOS USOS DE LA A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

v a d o a i n c l u i r en sus e x p l i c a c i o n e s referencias a un « s e n t i d o m o r a l » o parientes estén d o t a d o s de e q u i p a m i e n t o s fisiológicos o p s i c o l ó g i c o s ta-


« i n t u i c i ó n » , y a usar esos t é r m i n o s no s ó l o c o m o façons de parler no les q u e r e q u i e r a n de un abstruso análisis p a r a d e s e n t r a ñ a r l o s o de n e o -
c o m p r o m e t i d a s , s i n o c o n t o d a s e r i e d a d , i n c l u s o hasta e l e x t r e m o d e des- l o g i s m o s e l a b o r a d o s p a r a d e s c r i b i r l o s — l a e x p r e s i ó n «facultad r a c i o n a l
c r i b i r esos sentidos c o n expresiones c o m o «facultades r a c i o n a l e s d e d e a p r e h e n s i ó n i n m e d i a t a » l o d e j a r í a c o n l a b o c a a b i e r t a — , n i que c u a l -
aprehensión inmediata». q u i e r c o n o c i m i e n t o q u e p r o p o r c i o n e e l «sentido d e l o q u e c o n v i e n e » d e

T o d a s estas referencias s o n innecesarias: r e s u l t a n de u n a serie de esos parientes sea t a l que los c o n v i e r t a en e r u d i t o s o gentes i n s t r u i d a s :

e q u i v o c a c i o n e s q u e a h o r a estamos e n d i s p o s i c i ó n d e desenredar. M e r e - saber lo q u e u n o tiene q u e hacer no es t a n t o a p r e n d i z a j e o i n f o r m a c i ó n

ce la p e n a h a c e r l o , p o r q u e esas m i s m a s e q u i v o c a c i o n e s s o n las q u e h a n c o m o savoir-faire, es la m a r c a d e l i n d i v i d u o e d u c a d o o c o n s i d e r a d o , d e l

d e s v i a d o la a t e n c i ó n de l o s filósofos de las cuestiones e p i s t e m o l ó g i c a s h o m b r e d e p r i n c i p i o s , n o d e l experto.

q u e s o n r e a l m e n t e decisivas, a saber, aquellas relacionadas c o n la deter- E l contraste entre los usos f i l o s ó f i c o y n o f i l o s ó f i c o d e l t é r m i n o « i n -


m i n a c i ó n d e q u é factores p u e d e n t o m a r s e e n c o n s i d e r a c i ó n d e m a n e r a t u i c i ó n » p u e d e explicarse si v o l v e m o s a la n o c i ó n de «razones»: es d e c i r ,
relevante c u a n d o u n o se enfrenta a p r o b l e m a s reales en diversos c a m - a q u e l l o q u e tiene q u e especificarse en respuesta a la p r e g u n t a « ¿ C ó m o lo
pos: a r i t m é t i c o , a s t r o n ó m i c o , m o r a l u o t r o . El estatuto de las verdades sabes?», antes d e d a r p o r j u s t i f i c a d a y aceptar u n a a s e v e r a c i ó n . E s i m -
f u n d a m e n t a l e s de la m o r a l y las m a t e m á t i c a s , sobre t o d o , ha estado s u - p o r t a n t e n o t a r l o siguiente: a u n q u e m u y a m e n u d o l a p r e t e n s i ó n d e a l -
jeto a serios m a l e n t e n d i d o s , c o m o resultado de la p r e o c u p a c i ó n c u a s i - g u i e n de saber tal o c u a l cosa debe rechazarse si el i n d i v i d u o no p u e d e
p s i c o l ó g i c a p o r los « m e c a n i s m o s d e c o g n i c i ó n » . presentar razones, existen dos t i p o s d i s t i n t o s de s i t u a c i ó n en los q u e eso

P o r supuesto, es c i e r t o que expresiones tales c o m o «intuición mate- no se p r o d u c e y se p u e d e p r e s c i n d i r de la e x i g e n c i a de razones. Si no se

m á t i c a » , «un s e n t i d o m o r a l » , «un s e n t i d o de lo q u e c o n v i e n e » y «el sexto l o g r a ver c o n c l a r i d a d l a d i s t i n c i ó n entre estos d o s t i p o s d e s i t u a c i ó n , e l

s e n t i d o f e m e n i n o » t i e n e n un v a l o r perfectamente aceptable y familiar, resultado p u e d e llegar a ser u n a p r o l i f e r a c i ó n i l i m i t a d a de facultades,

alejado de todas las r e c ó n d i t a s c o n s i d e r a c i o n e s de la teoría filosófica. sentidos e i n t u i c i o n e s . La d i f e r e n c i a esencial entre ellas es ésta: en el t i p o

Pero h a y u n a diferencia significativa entre las situaciones en las q u e esta ( A ) tiene s e n t i d o h a b l a r d e l a p r e s e n t a c i ó n d e razones p a r a j u s t i f i c a r l a

n o c i ó n no filosófica de la i n t u i c i ó n está en su lugar y aquellas p a r a las a s e v e r a c i ó n , p e r o n o necesariamente r e c h a z a m o s u n a a f i r m a c i ó n d i -

que los f i l ó s o f o s h a n u s a d o e l t é r m i n o . C o n v e n d r á e x p l o r a r u n p o c o m á s c i e n d o que n o está j u s t i f i c a d a s i q u i e n l a hace n o p u e d e presentar esas

este contraste. razones; p e r o e n e l t i p o (B) n i s i q u i e r a tiene s e n t i d o d e c i r que h a y q u e


presentar r a z o n e s p a r a l a a s e v e r a c i ó n q u e h a c e m o s — l a e x i g e n c i a d e
P. G. W o d e h o u s e , fuente inagotable de c o l o q u i a l i s m o s , escribe lo s i -
q u e se presenten las razones está fuera de l u g a r — . En la p r i m e r a clase,
guiente e n su h i s t o r i a The code of the Woosters ('El c ó d i g o de los W o o s t e r ' ) :
las referencias a la « i n t u i c i ó n » s o n c o m p l e t a m e n t e naturales y f a m i l i a -
res; e n l a s e g u n d a , parecen r e s u l t a d o d e u n a e q u i v o c a c i ó n . P o d e m o s
Vi que tendría que haber algunos pourparlers prehminares antes de llegar al
e x a m i n a r cada clase p o r separado:
meollo. Cuando las relaciones entre un sujeto y otro sujeto son de naturaleza t i -
rante, el segundo sujeto no puede entrar a saco en el tema de que quiere casar-
se con la sobrina del primer sujeto. N o puede, se entiende, si tiene un buen sen- A) Respecto a n u m e r o s a s cuestiones d e l a v i d a d i a r i a , l a gente t o m a
tido de lo que conviene, c o m o el que tenían los Wooster. p o s i c i o n e s diferentes, de tal m a n e r a q u e estamos dispuestos a c o n f i a r en
e l j u i c i o d e u n a p e r s o n a s i n exigirle q u e d é razones d e s u o p i n i ó n , m i e n -
U n u s o c o m o éste n o n o s p o n e e n aprietos. N o s u r g e n p r o b l e m a s sutiles tras q u e o t r a p e r s o n a diferente tendría q u e presentar razones sólidas a n -
y e n t e n d e m o s exactamente q u é se está d i c i e n d o . Es e v i d e n t í s i m o que tes de q u e la t o m á r a m o s en c u e n t a . A veces no p r e s i o n a m o s a a l g u i e n
h a y dos cosas q u e no se están d i c i e n d o : B e r t i e W o o s t e r no dice q u e sus p a r a q u e presente razones p o r q u e estamos c o m p l e t a m e n t e seguros de

304 305
LOS u s o s D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

que p o d r í a presentar razones buenas si así se lo p i d i é r a m o s ; p e r o en c i ó n q u e c o m p i t a c o n los c i n c o sentidos n o r m a l e s . E l e n u n c i a d o « T u v o


otros c a s o s — q u e s o n los q u e a q u í nos o c u p a n — n i s i q u i e r a i m p o r t a q u e la s e n s a c i ó n de .que él estaba c a n s a d o » es c o m p a t i b l e c o n c u a l q u i e r e x -
la p e r s o n a sea i n c a p a z de presentar razones definidas c u a n d o se le re- p h c a c i ó n b i o g r á f i c a — o c o n n i n g u n a — , tal c o m o «Fue l a p o s i c i ó n d e l o s
quiere. P o r e j e m p l o , y o m i s m o t e n d r í a j u s t i f i c a c i ó n p a r a d e c i r que u n tal h o m b r o s lo q u e le d i o la clave»; m i e n t r a s q u e si las referencias a la s e n -
Sr. B l e n k i n s o p , q u e me es r e l a t i v a m e n t e d e s c o n o c i d o , estaba e n o r m e - s i b i l i d a d o a la i n t u i c i ó n a l u d i e s e n al proceso p o r el c u a l ella llegó a sa-
m e n t e cansado c u a n d o llegó a casa a n o c h e , s ó l o si p u d i e r a presentar r a - ber, se trataría de e x p l i c a c i o n e s alternativas, sobre las que d e b e r í a m o s
zones definidas y relevantes: p o r e j e m p l o , si p u d i e r a d e s c r i b i r el d í a t a n p r e g u n t a r «¿Ella sintió o vio q u e él estaba c a n s a d o ? » .
ajetreado q u e t u v o y las palabras q u e d i j o al salir de la o f i c i n a . P e r o su En los casos en q u e se apela a la b i o g r a f í a y no a la justificación, l o s
m u j e r está e n u n a p o s i c i ó n d i s t i n t a . P u e d e q u e ella sepa c ó m o s e siente sentidos y otras facultades están c l a r a m e n t e fuera de lugar. Si me p r e -
s u m a r i d o e n e l m o m e n t o e n q u e éste e n t r a e n casa, p u e d e que s u b a c o - g u n t a n c ó m o s e l l a m a m i h e r m a n o y r e s p o n d o c o n l a v e r d a d , que s e l l a -
r r i e n d o las escaleras p a r a traerle las zapatillas y p u e d e q u e d e c i d a no ma Roger, no espero q u e me p r e g u n t e n cómo sé q u e eso es así, y si se s u -
m o l e s t a r l o hasta m á s tarde a p r o p ó s i t o d e l c r i s t a l r o t o de la v e n t a n a de giere q u e d e b o tener a l g u n a base p a r a mi c o n o c i m i e n t o o que d e b e
l a c o c i n a . « ¿ C ó m o l o sabía?», p r e g u n t a e l Sr. B . E l l a n o p u e d e d e c i r c ó m o : haber alguna facultad en v i r t u d de la cual yo sé su n o m b r e , entonces
s i m p l e m e n t e l o sabía. « A h í e s t á — r e f l e x i o n a m i e n t r a s s e h u n d e e n l a b u - p u e d o l i m i t a r m e a e n c o g e r m e d e h o m b r o s . U n a vez q u e h e a p r e n d i d o e l
t a c a — , así es c o n las esposas: parece q u e t e n g a n algo p a r e c i d o a un sex- n o m b r e d e m i h e r m a n o , n o necesito razones n i p r e m i s a s p a r a c o n t i n u a r
to s e n t i d o , que s u p o n g o q u e se p o d r í a l l a m a r i n t u i c i ó n f e m e n i n a » . s a b i é n d o l o : s ó l o tengo q u e n o o l v i d a r l o . C o n respecto a l a facultad q u e
El Sr. B l e n k i n s o p tiene r a z ó n . Éste es justo el t i p o de caso d o n d e las m e p e r m i t i ó i n i c i a l m e n t e llegar a c o n o c e r e l n o m b r e , l o a p r e n d í h a c e
expresiones «sexto s e n t i d o de u n a m u j e r » o « i n t u i c i ó n f e m e n i n a » s o n tanto t i e m p o q u e e s m á s q u e d u d o s o que m e acuerde d e c ó m o p a s ó .
realmente útiles. O t r a s personas no serían capaces de d e c i r lo cansado P u e d e que sea capaz de e x p l i c a r c ó m o sé los n o m b r e s de personas r e l a -
que estaba: y de h e c h o n a d i e les creería si d i j e r a n q u e lo s a b í a n , a no ser t i v a m e n t e d e s c o n o c i d a s , y esa e x p l i c a c i ó n c o n l l e v a r á referencias a l o s
que p u e d a n presentar razones y así e x p l i c a r c ó m o lo s a b í a n . Pero la Sra. c i n c o sentidos n o r m a l e s y no a facultades e x t r a o r d i n a r i a s — d i j o que se
B l e n k i n s o p es ú n i c a . Se p u e d e c o n f i a r en ella c u a n d o dice que lo sabe, l l a m a b a G e o r g e c u a n d o h a b l a b a p o r teléfono, contestó c u a n d o s u m u -
i n c l u s o a u n q u e n o p u e d a d e c i r c ó m o l o sabe: e n otras palabras, a u n q u e jer lo l l a m ó p o r ese n o m b r e o lo escribió en el l i b r o de visitas antes de
no p u e d a presentar razones. A d i f e r e n c i a de los d e m á s , a quienes sí les q u e n o s o t r o s m i s m o s firmáramos a c o n t i n u a c i ó n — . Se t r a t a p r e s u m i -
e x i g i r í a m o s razones, ella simplemente lo sabe. b l e m e n t e d e l m i s m o caso c u a n d o s e t r a t a d e personas q u e nos s o n c o -
H a y u n h e c h o f u n d a m e n t a l p a r a nuestros f i n e s : expresiones c o m o n o c i d a s , a u n q u e e l a p r e n d i z a j e i n i c i a l h a y a t e n i d o l u g a r hace t a n t o
« i n t u i c i ó n f e m e n i n a » t i e n e n c a b i d a s ó l o en el relato de la justificación t i e m p o q u e y a n o p o d a m o s r e c o r d a r l o . P u e d e que n o sea capaz d e d e c i r
d e las aseveraciones. A l h a b l a r d e l a i n t u i c i ó n d e l a Sra. B l e n k i n s o p n o a h o r a c ó m o sé los n o m b r e s de esas personas, p e r o esto se debe a q u e los
estamos h a c i e n d o u n a p e t i c i ó n d e p r i n c i p i o s b i o g r á f i c o s acerca d e l p r o - r e c u e r d o , no a q u e los i n t u y o , y esto es u n a señal de b u e n a m e m o r i a m á s
ceso p o r el q u e Uegó a saber lo q u e sabe. Q u i z á s al e x a m i n a r d e t e n i d a - que d e b u e n a a p r e h e n s i ó n r a c i o n a l .
m e n t e el a s u n t o d e c i d i r e m o s que lo q u e le d i o la clave fue algo r e l a c i o - P o r c o n s i g u i e n t e , « i n t u i c i ó n » y «sexto sentido» no se c o m p o r t a n
n a d o c o n e l s o n i d o apagado d e los pies d e s u m a r i d o a l s u b i r l a escalera c o m o expresiones b i o g r á f i c a s , s i n o c o m o frases de a u t o p s i a o t é r m i n o s
o la p o s i c i ó n de sus h o m b r o s al colgar el a b r i g o , algo t a n leve que ni s i - q u e expresan u n resultado o b t e n i d o . Esto e x p l i c a o t r o h e c h o m á s q u e d e
q u i e r a ella p u e d e estar segura de lo que es. P e r o , p o d a m o s o no averi- o t r a m a n e r a p o d r í a parecer c o m p l e t a m e n t e m i s t e r i o s o : e l h e c h o d e q u e
guar q u é fue, la justeza al h a b l a r de su sexto s e n t i d o no se ve afectada, t e n g a m o s u n a d o b l e serie d e verbos p a r a l o s c i n c o sentidos n o r m a l e s ,
p o r q u e la e x p r e s i ó n «sexto sentido» no se refiere a un c a n a l de p e r c e p - p e r o n o p a r a n u e s t r o «sexto s e n t i d o » . N o s ó l o h a b l a m o s d e ver y oír,

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

s i n o que t a m b i é n p o d e m o s dar ó r d e n e s tales c o m o « ¡ M i r a esto!», « ¡ E s - c ó m o s é que n o hay trenes a D i n g w a l l e l d o m i n g o p o r l a tarde, l a res-


c u c h a esto!» y « ¡ O y e ! » . P e r o n u n c a d e c i m o s «¡Intuye esto!», «¡Ten el sex- puesta n a t u r a l es «Utilizo los ojos». C u a n d o , p o r o t r a parte, usted me
to s e n t i d o de aquello!» o «¡Ten la s e n s a c i ó n ! » , ya que esos m a n d a t o s ca- p r e g u n t a a mí c ó m o sé que 5 p o r 7 s o n 35, la respuesta es « H e a p r e n d i d o
recen de s i g n i f i c a d o . Y a u n q u e d i g a m o s «Ella t u v o la s e n s a c i ó n de que él a r i t m é t i c a » , y n o «Utilizo l a i n t u i c i ó n » . A h o r a b i e n , p o r a n a l o g í a c o n
estaba c a n s a d o » , n o d e c i m o s «Por l o que l e d i j o s u sexto s e n t i d o , ella l l e - «Utilizo los o j o s » , p o d r í a parecer que esta ú l t i m a respuesta es la que d e -
gó a la conclusión de que él estaba c a n s a d o » : la t e n t a c i ó n de t e o r i z a r so- b e r í a d a r y que al v o l v e r atrás a m i s días de c o l e g i o y dar así u n a res-
bre los «datos d e l sexto sentido» no es grande. puesta b i o g r á f i c a estoy r e s p o n d i e n d o de m a n e r a i n a d e c u a d a . Pero esta
c o n c l u s i ó n equivale a u n a m a l a c o m p r e n s i ó n d e l t i p o d e respuesta q u e
B) Las otras aseveraciones p a r a las que n o e x i g i m o s justificación s o n d a m o s r e a l m e n t e a l d e c i r «Utilizo los o j o s » . E n efecto, d i c h a respuesta
m u y distintas. A q u í estamos todos e n l a m i s m a p o s i c i ó n : n a d i e tiene t a m b i é n e s b i o g r á f i c a m á s que f i s i o l ó g i c a : u n ciego tiene ojos p e r o n o
que presentar razones p a r a s u a s e v e r a c i ó n p o r q u e n o hay lugar p a r a las p u e d e u t i l i z a r l o s , y «Tengo ojos» sería u n a respuesta a p r o p i a d a p a r a
razones n i l a j u s t i f i c a c i ó n . L o s e n u n c i a d o s m a t e m á t i c o s m á s s i m p l e s « ¿ C ó m o l o sabes?» sólo s i e s e n t e n d i d a c o m o s u p o n i e n d o «He a p r e n d i -
n o s p r o p o r c i o n a r á n u n e j e m p l o n a t u r a l . S i d i g o algo p a r e c i d o a «El do a leer».
n ú m e r o (2^"^-i) es p r i m o » , s i e m p r e t e n d r á s e n t i d o que me p r e g u n t e n Esto e n c i e r r a u n a a m b i g ü e d a d s e n c i l l a . H a y ciertas capacidades s e n -
c ó m o l o sé, y l a respuesta a d e c u a d a consistirá e n p r o p o n e r u n a p r u e b a , soriales que a s o c i a m o s p o r e x p e r i e n c i a c o n ó r g a n o s c o r p o r a l e s c o n c r e -
c o n s t i t u i d a p o r varias etapas, n i n g u n a de las cuales es m á s c o m p l e j a que tos. L a c a p a c i d a d d e d i s t i n g u i r los colores, p o r e j e m p l o , p u e d e ser c l a s i -
las q u e a p r e n d e m o s e n l a escuela, e n clase d e a r i t m é t i c a , tales c o m o ficada junto c o n la capacidad de reconocer formas a distancia, la
«5 p o r 7 es i g u a l a 35» o «9 y 7 s o n 16: 6 y me llevo 1». P e r o u n a vez h e c h o c a p a c i d a d d e c r u z a r u n a calle c o n m u c h o tráfico s i n a y u d a , l a c a p a c i d a d
esto, y a n o h a y lugar p a r a p r o p o n e r razones. S i t o d a v í a s e m e i n t e r p e l a de p i n t a r un paisaje y la c a p a c i d a d de s e ñ a l a r la estrella p o l a r , p o r q u e es-
c o n la p r e g u n t a «Y "5 p o r 7 es i g u a l a 35": ¿ c ó m o sabes eso?», entonces ya tán basadas e n u n solo s e n t i d o — e l s e n t i d o d e l a v i s t a — , y a que c o n s t a -
no estará claro q u é es lo q u e se me p i d e . D e s m e n u z a r la p r u e b a en eta- t a m o s que a l g u i e n c o n u n a v e n d a e n los ojos p i e r d e todas estas c a p a c i -
pas a ú n m á s p e q u e ñ a s sería sólo u n a f o r m a l i d a d , p o r q u e ¿ c ó m o p u e d e dades a la vez. C o m o resultado de esto, t e n d e m o s a usar la p a l a b r a « o j o »
confiarse en que un h o m b r e que p o n e en e n t r e d i c h o «5 p o r 7 es i g u a l a algunas veces c u a n d o q u e r e m o s d e c i r «el ó r g a n o e n v i r t u d del c u a l l l e -
35» aceptará q u e «1 y 1 s o n 2»? P o r lo general, c u a n d o se llega a este esta- v a m o s a cabo todas esas a c c i o n e s » , en l u g a r de referirnos a u n a parte d e l
d i o , ya no h a y l u g a r p a r a « p r u e b a s » o « r a z o n e s » . c u e r p o específica y a n a t ó m i c a m e n t e i d e n t i f i c a b l e . P o r supuesto, se p u e -
Esto v i e n e c o r r o b o r a d o p o r el h e c h o de que si se insiste s i n d e s c a n - de c o n c e b i r (es decir, es « p o s i b l e l ó g i c a m e n t e » ) q u e l l e g u e m o s a e n c o n -
so en la p r e g u n t a « ¿ C ó m o lo sabes?», su efecto n a t u r a l será el de exaspe- t r a r n o s c o n a l g u i e n que p i e r d e sus capacidades visuales n o r m a l e s s ó l o
r a r n o s : « ¿ C ó m o que c ó m o lo sé? F u i a la escuela y a p r e n d í a r i t m é t i c a , en el m o m e n t o en que d e j a n de f u n c i o n a r l e los o í d o s o que p i e r d e las
¿no?». A l h d o n d e n o hay lugar p a r a u n a respuesta d e j u s t i f i c a c i ó n , l o capacidades a u d i t i v a s c u a n d o sus ojos están tapados; p o d r í a m o s d e s c r i -
ú n i c o que p o d e m o s hacer es llevar nuestras respuestas al p l a n o b i o g r á - b i r a tal p e r s o n a c o m o a l g u i e n cuyos «ojos» s o n r e a l m e n t e orejas y c u -
f i c o . T o d o l o que nos q u e d a c o m o respuesta a esta p r e g u n t a s o n p e r o - yas «orejas» s o n realmente ojos. Esta a m b i g ü e d a d p u e d e ser e q u í v o c a
grulladas biográficas: l a e x i g e n c i a d e «razones» y a n o s i g n i f i c a n a d a p a r a desde e l p u n t o d e vista f i l o s ó f i c o . L a p r o p o s i c i ó n «La v i s t a d i s c i e r n e e l
nosotros. c o l o r , y el o í d o , el s o n i d o » p u e d e ser u n a t a u t o l o g í a , p e r o la p r o p o s i c i ó n

En este p u n t o es p o s i b l e i n d i c a r el p r i m e r o de los n u d o s que debe- «El ojo n o p u e d e j u z g a r l a a r m o n í a , n i e l o í d o , e l color» tiene u n estatu-

m o s desenredar p a r a a c l a r a r n o s acerca de la n o c i ó n de « i n t u i c i ó n » . Si to l ó g i c o c o m p l e t a m e n t e diferente, s e g ú n i d e n t i f i q u e m o s al ojo y al o í d o

u s t e d y yo estamos m i r a n d o el h o r a r i o de trenes y u s t e d me p r e g u n t a a n a t ó m i c a m e n t e o en referencia a las capacidades q u e se les a s o c i a n .

308 309
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

L u e g o , a pesar de las apariencias, n i n g u n a de las respuestas q u e d a - C a d a a p e l a c i ó n a las tablas de m u l t i p l i c a r , d i c e n , es un « r e - c o n o c i m i e n -


m o s e n l a v i d a c o t i d i a n a a l a p r e g u n t a « ¿ C ó m o l o sabes?» s e refiere n u n - to de su v e r d a d » : no p o d e m o s presentar r a z ó n a l g u n a p a r a las verdades
ca d i r e c t a m e n t e al mecanismo de la p e r c e p c i ó n : ése es un a s u n t o t é c n i c o a r i t m é t i c a s elementales p o r e l s i m p l e h e c h o d e que nos a p o y a m o s ,
p a r a los fisiólogos, sobre el c u a l la m a y o r í a de la gente tiene s ó l o u n a c o m o l a Sra. B l e n k i n s o p , e n a l g ú n o s c u r o s i g n o q u e a d q u i r i m o s i n t u i t i -
vaga idea. Las respuestas prácticas q u e d a m o s a las preguntas f o r m u l a - v a m e n t e y q u e no p o d e m o s describir. U n a vez q u e se llega a esta c o n -
das de esa f o r m a a t a ñ e n o b i e n a la justificación de las pretensiones de c l u s i ó n , los i m p e c a b l e s a r g u m e n t o s q u e nos c o n d u c e n p o r e l sendero
c o n o c i m i e n t o (es decir, a razones) o b i e n a la c o n c a t e n a c i ó n de aconte- d e l e m b a u c a m i e n t o de la «intuición» y de la « a p r e h e n s i ó n i n m e d i a t a »
c i m i e n t o s que n o s o t o r g ó las cualificaciones necesarias p a r a h a b l a r so- ya están b i e n asentados.
bre el a s u n t o en c u e s t i ó n (es decir, a hechos b i o g r á f i c o s ) . Las cuestiones ¿Por q u é es t a n fácil caer en esta confusión? Q u i z á la respuesta a esta
f i l o s ó f i c a s sobre e l « p r o c e s o d e c o g n i c i ó n » t o m a n v i d a s i c o n f u n d i m o s p r e g u n t a resida e n u n o d e los a x i o m a s i n d i s c u t i d o s d e l a f i l o s o f í a m o -
las dos cosas. d e r n a , a saber, la d o c t r i n a de q u e «Todo n u e s t r o c o n o c i m i e n t o o es i n -
Y s i n e m b a r g o , c u a n diferentes s o n — t a n diferentes c o m o el s e n t i d o m e d i a t o o es inferencial». E f e c t i v a m e n t e es un a x i o m a a m b i g u o . S e g ú n
c o n q u e l a Sra. B l e n k i n s o p simplemente sabe q u e el Sr. B l e n k i n s o p está u n a i n t e r p r e t a c i ó n p o s i b l e , de carácter l ó g i c o , se trata de u n a v e r d a d de
c a n s a d o y el s e n t i d o c o n el q u e t o d o s simplemente sabemos q u e 5 p o r 7 P e r o g r u l l o : «Toda p r e t e n s i ó n de c o n o c i m i e n t o de p debe justificarse,
s o n 35—; y c u a n e q u í v o c o es i n t r o d u c i r en el s e g u n d o caso palabras b i e n p r e s e n t a n d o razones q u e en el c o n t e x t o sean relevantes p a r a la v e r -
c o m o i n t u i c i ó n , facultad y s e n t i d o , q u e t i e n e n s u l u g a r m á s b i e n e n e l d a d de p ( i n c l u s i v e , s e g ú n el caso, n i n g u n a ) , o b i e n d e m o s t r a n d o q u e p
p r i m e r o . E f e c t i v a m e n t e , c u a n d o h a b l a m o s d e l sexto s e n t i d o d e l a Sra. p u e d e inferirse, m e d i a n t e a l g ú n m o d o seguro de i n f e r e n c i a , a p a r t i r de
B l e n k i n s o p , lo h a c e m o s p r e c i s a m e n t e p a r a c o n t r a p o n e r l a a esos otros las p r e m i s a s p a r a las cuales d e b e n presentarse razones relevantes ( i n c l u -
m o r t a l e s , m e n o s favorablemente s i t u a d o s , q u e t e n d r í a n q u e d e c i r c ó m o sive, p u e d e ser, n i n g u n a ) » . Es u n a v e r d a d de P e r o g r u l l o p o r q u e se l i m i -
sabían q u e su m a r i d o estaba cansado antes de que a c e p t á r a m o s su p r e - ta a e n u n c i a r algo que t o d o s sabemos sobre el s i g n i f i c a d o d e l t é r m i n o
t e n s i ó n de c o n o c i m i e n t o ; y c u a n d o h a b l a m o s de la i n t u i c i ó n m a t e m á t i - «justificarse»: debe m e n c i o n a r s e la p o s i b i l i d a d de q u e las razones a p r o -
ca de F e r m a L lo hacemos precisamente para contraponerlo a la mayoría piadas p u e d a n ser inexistentes p a r a c u b r i r los casos de « s i m p l e m e n t e sa-
m e n o s talentosa, sobre cuyas conjeturas acerca de c o m p l e j a s cuestiones b e r » , ya sean d e l t i p o A o d e l B. Es m á s , el a x i o m a , i n t e r p r e t a d o de esta
m a t e m á t i c a s n u n c a se p o d r í a c o n f i a r en q u e llegasen a d e m o s t r a r s e b i e n m a n e r a , no dice n a d a sobre el « m e c a n i s m o de c o g n i c i ó n » o sobre el
fundadas. Se debe ú n i c a m e n t e a q u e se podrían presentar razones, a u n - « p r o c e s o c o g n i t i v o » : se o c u p a no de las f o r m a s de llegar a c o n c l u s i o n e s ,
q u e p r e s c i n d a m o s de ellas al tratar de la Sra. B l e n k i n s o p y F e r m â t , el h e - s i n o d e l p r o c e d i m i e n t o p a r a justificarlas c u a n d o u n o y a h a llegado a
c h o d e q u e tenga s e n t i d o q u e d i g a m o s q u e ellos t i e n e n i n t u i c i ó n . A s í ellas.
pues, s i c u a n d o t o m a m o s , p o r e j e m p l o , « 2 y 2 s o n 4 » , n o tiene s e n t i d o
Pero l a i n t e r p r e t a c i ó n q u e h a t e n i d o i n f l u e n c i a desde e l p u n t o d e
h a b l a r d e razones n i d e p r e s c i n d i r d e razones, ¿en q u é consiste l a i n t u i -
vista f i l o s ó f i c o e s o t r a m u y diferente, expresada n o e n t é r m i n o s l ó g i c o s ,
c i ó n de aquellos que no presentan n u n c a razones? ¡Sería e x t r a ñ í s i m o
s i n o c o n a t u e n d o p s i c o l ó g i c o : « C a d a vez q u e estamos c o n o c i e n d o algo
que l o h i c i e r a n !
( m e d i a n t e u n p r o c e s o d e c o g n i c i ó n ) , o b i e n l o estamos c o n o c i e n d o i n -
C u a n d o los f i l ó s o f o s h a n pasado p o r alto las diferencias radicales m e d i a t a m e n t e ( m e d i a n t e d i c h o proceso de c o g n i c i ó n ) o b i e n lo estamos
entre los dos t i p o s d e « s i m p l e m e n t e saber» expuestos a q u í , h a n t e n d i d o i n f i r i e n d o a p a r t i r de p r e m i s a s que estamos c o n o c i e n d o i n m e d i a t a m e n -
a c o n s i d e r a r la falta de sentido d e l a p e t i c i ó n de razones e n a l g u n o s c o n - te ( m e d i a n t e el p r o c e s o de c o g n i c i ó n ) » . Esta i n t e r p r e t a c i ó n parece i n t e -
textos c o m o e q u i v a l e n t e a u n a ausencia de razones. H e c h o esto, h a n i n - l i g i b l e s ó l o m i e n t r a s c o n s i d e r e m o s que e l v e r b o «saber» d e n o t a u n a ac-
terpretado esa ausencia c o m o un abismo que sólo salvará la « i n t u i c i ó n » . t i v i d a d m e n t a l (la « c o g n i c i ó n » ) o u n a r e l a c i ó n , y p u e d e aparecer bajo la

310 311
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

f o r m a «Estoy s a b i e n d o que...»: e l profesor A u s t i n n o s h a p r o p o r c i o n a d o d o m u y fácilmente a c o n c e b i r ideas e q u í v o c a s t a m b i é n e n l a t e o r í a d e l


b u e n a s razones p a r a el e s c e p t i c i s m o . S i n e m b a r g o , es s ó l o en esta i n t e r - c o n o c i m i e n t o . D e esta m a n e r a , e l deseo d e c o n s e g u i r q u e posean u n c a -
p r e t a c i ó n d o n d e u n o se ve f o r z a d o a h a b l a r de « a p r e h e n s i ó n i n m e d i a t a » rácter analítico, i n c l u s o allí d o n d e está fuera d e l u g a r — e n los a r g u m e n -
y demás. Efectivamente, supongamos que cuando decimos, p o r ejem- tos s u s t a n c i a l e s — , h a c o n d u c i d o o a l e s c e p t i c i s m o o , p o r m i e d o a l es-
p l o , «Sé que el a l u m i n i o es s u p e r c o n d u c t o r a i g r a d o A » , estamos c o n s i - c e p t i c i s m o , a evitar la a c c i ó n de m a n e r a i g u a l m e n t e drástica. S ó l o
d e r a n d o q u e las razones p a r a d e c i r l o se interponen entre n o s o t r o s (el c u a n d o se e l i m i n a n las c o n f u s i o n e s lógicas i n i c i a l e s , q u e d a claro q u e el
« q u e sabe») y a q u e l l o q u e a f i r m a m o s (lo « s a b i d o » ) y p a r e c e n o t o r g a r a c a m i n o a d e c u a d o p a r a l a e p i s t e m o l o g í a n o consiste n i e n abrazar e l es-
esta a c t i v i d a d o r e l a c i ó n u n a sustancia de la q u e hasta a h o r a carecía; así c e p t i c i s m o n i e n defenderse d e él, s i n o e n m o d e r a r n u e s t r a a m b i c i ó n ,
que a h o r a , en los casos en q u e no existen razones a las que apelar y p o r e x i g i e n d o de los a r g u m e n t o s y pretensiones de c o n o c i m i e n t o de c u a l -
ello no haya n a d a q u e p u e d a «intervenir» entre n o s o t r o s y la v e r d a d , q u i e r c a m p o no que se ajusten a n o r m a s analíticas s i n o , de m a n e r a m á s
debe parecer r a z o n a b l e d e c i r q u e estamos en contacto directo c o n ella. realista, q u e l o g r e n o b t e n e r e l t i p o d e p o t e n c i a o b u e n a f u n d a m e n t a c i ó n
T o m a r al p i e de la l e t r a el h e c h o de que no se necesitan razones p a r a , p o r q u e sea relevante exigir en ese c a m p o .
e j e m p l o , l o s a x i o m a s m a t e m á t i c o s , parece a h o r a p r e t e n d e r negar q u e a l Parecía q u e d e n t r o d e l a l ó g i c a f o r m a l e l i d e a l analítico h a b í a s a c a d o
fin y al c a b o u n o está «en c o n t a c t o c o n » (o « s a b i e n d o » ) lo « s a b i d o » : h a - en g r a n parte su p o d e r de a t r a c c i ó n d e l p r e s t i g i o de las m a t e m á t i c a s .
b l a r d e « s i m p l e m e n t e saber» a h o r a p a r e c e r á l e g í t i m o s ó l o s i s u p o n e m o s Q u i z á este efecto sea c o m p r e n s i b l e si c o n s i d e r a m o s q u e la h i s t o r i a de la
que en t o d o s esos casos estamos, p o r así decir, d i r e c t a m e n t e t o c a n d o y filosofía ha estado í n t i m a m e n t e l i g a d a a la h i s t o r i a de las m a t e m á t i c a s ,
a f e r r á n d o n o s a a q u e l l o que p r e t e n d e m o s s i m p l e m e n t e saber o, p o r de- t a n t o e n l a A t e n a s clásica c o m o e n t i e m p o s d e l a r e v o l u c i ó n científica.
c i r l o c o n l o s l a t i n a j o s d e los f i l ó s o f o s , « a - p r e h e n d i é n d o l o i n - m e d i a t a - N o debe s o r p r e n d e r n o s q u e P l a t ó n , o r g a n i z a d o r y d i r e c t o r d e u n a n o t a -
m e n t e » . D e s t e r r e m o s la falsa idea de que el v e r b o «saber» es un v e r b o de ble escuela d e g e ó m e t r a s , h a y a e n c o n t r a d o e n l a p r u e b a g e o m é t r i c a u n
ese t i p o y t o d o el castillo de naipes se d e s m o r o n a r á . i d e a l d i g n o d e todas las ciencias; n i que Descartes, e l p r o m o t o r d e esa
i m p o r t a n t e r a m a d e las m a t e m á t i c a s q u e t o d a v í a c o n o c e m o s c o m o « g e o -
m e t r í a cartesiana»—^y q u e t a n i n c o n m e n s u r a b l e i n f l u e n c i a h a e j e r c i d o

LA IRRELEVANCIA DEL IDEAL ANALÍTICO sobre e l d e s a r r o l l o d e l a física m o d e r n a — , h a y a e n c o n t r a d o a t r a c t i v a l a


tarea de establecer de f o r m a c u a s i - g e o m é t r i c a todas las verdades f u n d a -

H a l l e g a d o e l m o m e n t o d e r e s u m i r los resultados d e nuestros d o s c a p í - mentales d e l a c i e n c i a n a t u r a l y l a teología. D e l a m i s m a m a n e r a e n t e n -

t u l o s f i n a l e s . E n c a d a u n o d e ellos h e m o s s e g u i d o e l rastro d e l a i n f l u e n - d e r e m o s que L e i b n i z , e l i n v e n t o r d e n u e s t r o m o d e r n o cálculo d i f e r e n -

c i a d e l m i s m o i d e a l d e a r g u m e n t a c i ó n a n a h t i c o sobre a l g u n a r a m a d e l a c i a l , haya a b r a z a d o el p r o y e c t o de c o n v e r t i r a la filosofía en t a n «real y

filosofía. En el c a p í t u l o c u a r t o c o n s i d e r a m o s el caso de la t e o r í a l ó g i c a , y d e m o s t r a t i v a » c o m o las m a t e m á t i c a s .

v i m o s c ó m o las categorías desarrolladas p o r los l ó g i c o s c o n l a m i r a d a N a d a d e esto es, e n m i o p i n i ó n , m o t i v o d e sorpresa. Pero eso n o s i g -


puesta e n ese i d e a l n o p o d í a n s i n o d i s c r e p a r d e aquellas q u e e m p l e a m o s n i f i c a q u e n o s o t r o s t a m b i é n t e n g a m o s q u e dejarnos g u i a r p o r e l m i s m o
a l c r i t i c a r e l u s o p r á c t i c o d e l a a r g u m e n t a c i ó n . E n éste, h e m o s visto i d e a l . A l c o n t r a r i o , d e b e m o s p o n e r n o s e n g u a r d i a c o n t r a é l y saber r e c o -
c ó m o los efectos d e l a a d o p c i ó n d e l i d e a l analítico s e h a n e x t e n d i d o m á s n o c e r d e i n m e d i a t o e n q u é aspectos e s negativa s u i n f l u e n c i a . P o r s u -
allá de los límites de la teoría l ó g i c a hasta llegar a la filosofía general. p u e s t o , h a b l a n d o d e m a n e r a general, esta o b s e r v a c i ó n n o tiene n a d a d e
Puesto que las cuestiones acerca de «la n a t u r a l e z a d e l e n t e n d i m i e n t o o r i g i n a l : p e r o es necesario q u e la m e n t e m a n t e n g a firmes y claras t o d a s
h u m a n o » c o n s i s t e n m u y a m e n u d o e n u n a l ó g i c a disfrazada d e p s i c o l o - las d i s t i n c i o n e s lógicas necesarias si se pretende esclarecer de h e n o las
gía, las c o n f u s i o n e s q u e se p r o d u c e n en el c a m p o de la l ó g i c a h a n Ueva- c o n s e c u e n c i a s d e l a b a n d o n o d e l i d e a l analítico. W i l l i a m W h e w e l l , p o r

312 313
LOS usos DE LA ARGUMENTACIÓN ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

e j e m p l o , r e c o n o c i ó hace u n siglo e l efecto d i s t o r s i o n a d o r q u e sobre l a f i - tras experiencias sensoriales q u e p u d i e r a o d e b i e r a i m p l i c a r c o n c l u s i ó n


losofía de P l a t ó n ejerció su afición a los m é t o d o s y a la l ó g i c a de la geo- a l g u n a sobre e l m u n d o que n o s r o d e a — u s a n d o e l t é r m i n o « i m p l i c a r »
m e t r í a : u n a c o m p r e n s i ó n d e s ó l o las «ciencias d e d u c t i v a s » , a f i r m ó e n s u c o n e l s i g n i f i c a d o d e « i m p l i c a r a n a l í t i c a m e n t e » — . L a p r e g u n t a que h a -
c o n f e r e n c i a « O n the i n f l u e n c e o f the h i s t o r y o f science u p o n i n t e l l e c t u a l c e m o s en ese caso, si c u a l q u i e r c o l e c c i ó n de datos sensoriales nos justifi-
e d u c a t i o n » ('Acerca de la i n f l u e n c i a de la h i s t o r i a de la c i e n c i a sobre la c a a l p r e t e n d e r u n c o n o c i m i e n t o sobre e l m u n d o , n o requiere e n a b s o -
f o r m a c i ó n i n t e l e c t u a l ' ) , nos d a u n a idea d e s e q u i l i b r a d a d e l a n a t u r a l e z a l u t o d e i m p h c a c i o n e s : l a p r e g u n t a sería m á s b i e n s i l a e v i d e n c i a d e
del razonamiento. La geometria y el derecho, modelos tradicionales nuestros sentidos es, de h e c h o , s i e m p r e r e f u t a b l e — s i las p r e s u n c i o n e s
p a r a las ciencias, h a n p e r d i d o d u r a n t e los ú l t i m o s siglos s u p r e e m i n e n - que crea están s i e m p r e , de h e c h o , s o m e t i d a s seriamente a d i s c u s i ó n — , y
c i a a n t e r i o r y , p o r ello, e s necesario q u e a d q u i r a m o s u n a c o m p r e n s i ó n a esta p r e g u n t a la respuesta es, c i e r t a m e n t e , « N o » . M u y f r e c u e n t e m e n t e
t a m b i é n d e los m é t o d o s d e p e n s a m i e n t o p r o p i o s d e l a física, l a b i o l o g í a dichas p r e s u n c i o n e s s o n d e l o m á s s ó h d o , d e tal m a n e r a que, c o m o h a
y las otras ciencias n a t u r a l e s — o « i n d u c t i v a s » — . S i n e m b a r g o , aparte de q u e d a d o b i e n exphcado, «Es m á s irrazonable d u d a r sobre ciertas cosas q u e
su i m p o r t a n t e reflexión acerca de la n e c e s i d a d de lo q u e él l l a m a b a creerlas».
« c o n c e p t o s coligantes», reflexión e n l a q u e llegó m u c h o m á s allá q u e s u E n Descartes, c o m o e n P l a t ó n , las c o n e x i o n e s g e o m é t r i c a s d e l i d e a l
c o n t e m p o r á n e o J . S . M i l i , W h e w e l l d e j ó s i n criticar, e n s u m a y o r parte, a n a h t i c o están s u f i c i e n t e m e n t e claras. L a i d e a d e q u e los a r g u m e n t o s
la d i s t i n c i ó n t r a d i c i o n a l entre d e d u c c i ó n e i n d u c c i ó n . sustanciales c o n t i e n e n «lagunas l ó g i c a s » , c o n s u sospecha i m p l í c i t a d e
S ó l o c u a n d o s e elabora u n c o n j u n t o d e categorías lógicas m á s c o m - t o d o s los saltos d e t i p o , e s u n a c o n s e c u e n c i a n a t u r a l d e l h e c h o d e m e d i r
plejo y dependiente d e l c a m p o , aparecen claramente y de m a n e r a de- d i c h o s a r g u m e n t o s c o n varas d i s e ñ a d a s p a r a las m a t e m á t i c a s p u r a s . S i n
tallada los orígenes de nuestros p r o b l e m a s epistemológicos. Desde D e s - e m b a r g o , los saltos de t i p o y las diferencias de c a m p o s o n n u e s t r o p u n -
cartes en adelante, p o r e j e m p l o , los filósofos se h a n sentido a t o r m e n t a d o s to de p a r t i d a , y n u n c a p o d e m o s alejarnos d e l t o d o de ellos: las t r a n s i -
p o r l a f a l i b i l i d a d d e los sentidos: sobre t o d o , p o r l a p o s i b i l i d a d — l a p o - ciones de t i p o entre nuestras c o n c l u s i o n e s y su i n f o r m a c i ó n de a p o y o
s i b i l i d a d lógica, p o r s u p u e s t o — d e q u e todas nuestras experiencias sen- n o s o n lagunas n i deficiencias, s i n o rasgos característicos d e n u e s t r o s
soriales p u d i e r a n h a b e r s i d o i n v e n t a d a s p o r u n i n g e n i o s o d e m o n i o p r o p i o s campos de argumentación. Acerca de la ausencia de i m p l i c a -
d i s p u e s t o a e n g a ñ a r n o s , h a c i é n d o n o s creer lo q u e creemos sobre la exis- c i o n e s en los a r g u m e n t o s sustanciales o d e l h e c h o de q u e no se c o n f o r -
t e n c i a y p r o p i e d a d e s de los objetos d e l m u n d o q u e nos r o d e a . m a n s e g ú n c r i t e r i o s analíticos debe decirse: n o h a y n a d a e n eUo d e l o
A p r i m e r a vista n i n g ú n p r o b l e m a p o d r í a p o n e r e n tela d e j u i c i o m á s q u e l a m e n t a r s e , n i p o r l o q u e p e d i r d i s c u l p a s , n i q u e h a y a q u e tratar d e
seriamente nuestro a m o r p r o p i o o nuestra pretensión de un c o n o c i - cambiar.
m i e n t o v e r d a d e r o . S i n e m b a r g o , l o ú n i c o q u e causa dificultades a q u í e s Ni s i q u i e r a es necesario decir, a la m a n e r a d e l p r a g m á t i c o , que es ex-
la falsa expectativa de q u e la a r g u m e n t a c i ó n q u e parte de cuál es la a p a - cesivo exigir en tales casos avales analíticos: q u e t o d o lo q u e p o d e m o s
r i e n c i a de las cosas y d e s e m b o c a en c ó m o s o n esas cosas idealmente l o - pedir razonablemente es la seguridad de que u n a garantía ha funciona-
g r a u n a v a l i d e z analítica. L o ú n i c o sobre l o q u e Descartes l l a m a l a a t e n - do y q u e d e b e m o s aceptar esto a falta de i m p h c a c i o n e s . I n c l u s o este
c i ó n es u n a « p o s i b i l i d a d l ó g i c a » , y esta « p o s i b i l i d a d lógica» (es decir, la p u n t o d e v i s t a , p o r m o d e s t o q u e suene ( y n o d e l t o d o alejado d e l a p o -
ausencia de c o n t r a d i c c i ó n i n t e r n a ) es un aspecto necesario de la cues- sición a la q u e h e m o s llegado en los presentes ensayos), es e q u í v o c o . En
t i ó n . P o r o t r a parte, l o q u e e n l a p r á c t i c a e x i g i m o s e n d i c h o c a m p o d e efecto, éste no es el l u g a r p a r a usar las palabras «a falta de»: en ellas h a y
a r g u m e n t a c i ó n s o n las c o n c l u s i o n e s p a r a las cuales existen unas p r e s u n - u n a vez m á s u n a excusa i m p f i c i t a que l a s i t u a c i ó n n o justifica.
ciones t a n fuertes c o m o irrefutables p a r a f i n e s prácticos. A s í q u e p o d e - P u e d e ser útil cerrar l a presente e x p l i c a c i ó n c o n u n a i m a g e n , q u e
m o s r e s p o n d e r l e a Descartes q u e no h a y c o l e c c i ó n de datos sobre n u e s - c o n t r i b u i r á a contrarrestar los efectos de la i m a g e n opuesta c o n t e n i d a

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LOS USOS D E L A A R G U M E N T A C I Ó N ORÍGENES DE LA TEORÍA EPISTEMOLÓGICA

e n l a e x p r e s i ó n « l a g u n a l ó g i c a » . N e c e s i t a m o s u n a m a n e r a d e esbozar m e d i d a a f o m e n t a r l a idea d e q u e l a p r e d i c c i ó n d e l p o r v e n i r s u p o n e q u e
c ó m o s e p r o d u c e u n a i n f e r e n c i a c o n saltos d e t i p o q u e n o e v o q u e las h a y q u e l l e n a r u n a l a g u n a ; y esto n o s a y u d a a e x p l i c a r p o r q u é se ha creí-
asociaciones c o n q u e n o s distrae d i c h a e x p r e s i ó n . S e p r e s e n t a n varias d o t a n frecuentemente q u e e l p r o b l e m a general d e las t r a n s i c i o n e s d e
p o s i b i l i d a d e s : ¿se p u e d e c o n s i d e r a r e l paso d e i n f o r m a c i ó n d e u n t i p o t i p o , q u e d e h e c h o está e n l a base d e t o d a e p i s t e m o l o g í a , surge p r i m e r o
l ó g i c o a u n a c o n c l u s i ó n d e o t r o t i p o c o m o u n c a m b i o d e «nivel» m á s y de m a n e r a p a r t i c u l a r m e n t e a g u d a en el caso de las i n d u c c i o n e s y las
q u e c o m o u n a m a n e r a d e salvar l a «laguna»?, ¿ o c o m o u n c a m b i o d e p r e d i c c i o n e s . Pero u n a l a g u n a t e m p o r a l e s u n a cosa, y u n a l a g u n a l ó g i -
«dirección»?, ¿ o c o m o u n c a m b i o d e postura'? Q u i z á s esta ú l t i m a a n a l o - ca, o t r a diferente; y hacer u n a p r e d i c c i ó n no equivale tanto a c r u z a r un
gía sea l a m á s útil. E n efecto, los c a m b i o s d e p o s t u r a p u e d e n r e s u h a r ex- abismo abierto c o m o a adoptar u n a actitud prospectiva (justificada o
temporáneos, apresurados, prematuros; o, p o r el contrario, apropiados, infundada).
justificados, o p o r t u n o s ; e n d e f i n i t i v a , j u z g a d o s s e g ú n n o r m a s r e l e v a n - ¿Estaba y o j u s t i f i c a d o c u a n d o l e a m e n a z a b a c o n e l p u ñ o ? ¿ O c u a n -
tes. D e h e c h o , existe u n p u n t o e n e l q u e las posturas s e f u n d e n , s i n q u e d o l e h a c í a señales c o n l a m a n o p a r a q u e adelantara? ¿ Q a l a p o s t a r que
haya u n a d i v i s i ó n tajante, en señales o gestos y se c o n v i e r t e n en p u r a - al m e n o s u n a vez saldría cruz? ¿O al declarar q u e sabía la respuesta a su
m e n t e lingüísticas: d e tal m a n e r a q u e u n a d i f e r e n c i a d e t i p o l ó g i c o entre pregunta? Estas c u a t r o preguntas se p a r e c e n m á s de lo q u e hasta a h o r a
dos e n u n c i a d o s s i m p l e m e n t e es, en este s e n t i d o extenso, u n a d i f e r e n c i a h e m o s c r e í d o ; y los e p i s t e m ó l o g o s n o t i e n e n p o r q u é ver m á s l a g u n a s
e n t r e d o s t i p o s de p o s t u r a s de s e ñ a l i z a c i ó n . — n i m á s p r o b l e m a s — e n los dos ú l t i m o s casos d e las q u e h a y e n l o s d o s
U n h o m b r e m i r a h a c i a adelante desde s u a u t o m ó v ü y v e q u e l a c a - primeros.
rretera está despejada, entonces le hace u n a señal al c o c h e de detrás p a r a
que l o adelante. V e r l a carretera despejada l e p r o p o r c i o n a u n a r a z ó n
p a r a actuar así: lo p r i m e r o es la justificación de lo s e g u n d o . P e r o a u n q u e
ver consista en u n a cosa y hacer señales, en o t r a , no h a y « l a gun a » entre
el acto de ver y el de hacer señales: s ó l o h a y u n a d i f e r e n c i a . P a r a j u s t i f i -
car n u e s t r a señal s ó l o t e n e m o s q u e fijarnos en el estado de la carretera:
n o t e n e m o s t a m b i é n q u e p r o p o r c i o n a r p r i n c i p i o s u l t e r i o r e s p a r a salvar
el v a c í o entre la v i s i ó n y el acto. La p r e g u n t a p r á c t i c a a h o r a no es « ¿ P u e -
de el acto de señalizar llegar a ser p o r sí m i s m o e q u i v a l e n t e a ver, o el de
ver al de señalizar?», s i n o «¿En q u é casos el h e c h o de ver algo justifica
u n a a c t i v i d a d ( e n t e r a m e n t e d i s t i n t a ) d e señalización?».
S o b r e l a base d e esta a n a l o g í a , p o d e m o s c o m p a r a r e l repaso d e l a i n -
f o r m a c i ó n q u e t e n e m o s sobre ( d i g a m o s ) las p o s i c i o n e s presentes y p a -
sadas de los planetas c o n la m i r a d a a la carretera, y la e n u n c i a c i ó n de
u n a p r e d i c c i ó n c o n u n a señal o u n gesto d i r i g i d o esta vez, n o obstante,
h a c i a e l f u t u r o y n o h a c i a l a carretera. T a m b i é n a q u í , e l c a m b i o d e t i p o
l ó g i c o desde los datos y el respaldo hasta la c o n c l u s i ó n representa un
c a m b i o d e p o s t u r a d e q u i e n a r g u m e n t a , n o u n salto p o r e n c i m a d e u n a
problemática brecha. Sin d u d a , la presencia de u n a laguna t e m p o r a l o
«lapso de t i e m p o » en el caso de las p r e d i c c i o n e s ha c o n t r i b u i d o en g r a n

316 317
CONCLUSIÓN

L o s p r i m e r o s pasos, indispensables, d e t o d a i n v e s t i g a c i ó n f i l o s ó f i c a c o -
r r e n el riesgo de parecer e n t e r a m e n t e negativos, t a n t o en su i n t e n c i ó n
c o m o en sus resultados. Se h a c e n d i s t i n c i o n e s , se insiste sobre las o b j e -
c i o n e s , se e n c u e n t r a n deficiencias en teorías ya aceptadas y se destruye
a q u e l l a a p a r i e n c i a d e o r d e n que existía e n l a d i s c i p l i n a ; y — p o d r í a p r e -
g u n t a r u n c r í t i c o — , ¿de q u é sirve t o d o eso?
C o m o resultado i n m e d i a t o , los m o v i m i e n t o s i n i c i a l e s d e l f i l ó s o f o
c i e r t a m e n t e t i e n d e n a d e s t r u i r las a n a l o g í a s y c o n e x i o n e s , m á s q u e a
elaborarlas. P e r o eso e s i n e v i t a b l e . L u d w i g W i t t g e n s t e i n solía c o m p a r a r
la r e o r g a n i z a c i ó n de las ideas q u e c o n s e g u i m o s a t r a v é s de la filosofía
a l a r e o r g a n i z a c i ó n d e los l i b r o s e n los estantes d e u n a b i b l i o t e c a . L o p r i -
m e r o que d e b e m o s hacer es separar los l i b r o s q u e , a u n q u e a h o r a apare-
cen j u n t o s , no t i e n e n u n a c o n e x i ó n real entre sí, y p o n e r l o s en el s u e l o
en tres m o n t o n e s diferentes: así, la i m p r e s i ó n de caos en el estante y a l -
r e d e d o r de él a u m e n t a i n e v i t a b l e m e n t e , y s ó l o d e s p u é s de cierto t i e m p o
e m p i e z a a manifestarse u n n u e v o y m e j o r o r d e n , a u n q u e , p a r a entonces,
v o l v e r a c o l o c a r los l i b r o s en su n u e v o y m á s a p r o p i a d o l u g a r se h a b r á
c o n v e r t i d o e n u n a s u n t o relativamente r u t i n a r i o . I n i c i a l m e n t e , p o r t a n -
t o , la a c t i v i d a d d e l b i b l i o t e c a r i o y la d e l filósofo p a r e c e n estar abocadas
a parecer i g u a l m e n t e negativas, confusas, destructivas: a m b o s d e b e n
confiar en q u e sus críticos m u e s t r e n un p o c o de i n d u l g e n c i a y d e j e n
atrás la i m p r e s i ó n de caos i n i c i a l p a r a fijarse en la i n t e n c i ó n a m á s l a r g o
plazo.
E n las presentes investigaciones, p o r e j e m p l o , p u e d e parecer q u e n o s
h e m o s p r e o c u p a d o s o l a m e n t e d e cuestiones negativas: q u é f o r m a l ó g i -
c a n o d e b e r í a a d q u i r i r l a t e o r í a , q u é asuntos d e l a teoría d e l c o n o c i -
m i e n t o se v a n en agua de borrajas, q u é es lo q u e no f u n c i o n a en la n o -
c i ó n t r a d i c i o n a l de d e d u c c i ó n , etc. Pero, si ha s i d o así, ello no se debe a

319
CONCLUSIÓN CONCLUSIÓN

n i n g u n a afición a las d i s t i n c i o n e s y o b j e c i o n e s p o r sí m i s m a s . Si t o d o d r í a n presentarse e n a p o y o d e a q u e l l o q u e p r e t e n d e m o s c o n o c e r ? » , l o


marchara b i e n (y claramente bien) en la lógica filosófica, no tendría q u e s u p o n e dejar de l a d o las cuestiones p s i c o l ó g i c a s y fisiológicas q u e
s e n t i d o haberse e m b a r c a d o en estas investigaciones: n u e s t r a excusa está v a n asociadas, irrelevantes p a r a las investigaciones d e l filósofo, y c o n -
en la c o n v i c c i ó n de q u e se necesita u n a r e o r g a n i z a c i ó n r a d i c a l de la teo- v e r t i r l a así e n u n a p r e g u n t a a d e c u a d a p a r a l a lógica. B i e n sea que u n ar-
ría l ó g i c a p a r a acercarla a la p r á c t i c a crítica, y n u e s t r a justificación l l e - g u m e n t o s e presente p a r a a p o y a r u n a a f i r m a c i ó n d e s n u d a , b i e n p a r a
gará s ó l o si las d i s t i n c i o n e s y o b j e c i o n e s sobre las q u e se ha i n s i s t i d o u n a p r e t e n s i ó n d e c o n o c i m i e n t o , e n a m b o s casos s u a d e c u a c i ó n s e r á u n
a q u í c o n s i g u e n acercar d i c h a r e o r g a n i z a c i ó n . p r o b l e m a l ó g i c o : el h e c h o de q u e en el s e g u n d o caso la a f i r m a c i ó n se re-
P e r o t o d a v í a p u e d e ser l i t i l i n d i c a r , c o m o c o n c l u s i ó n , q u é pasos m á s c u b r a c o n u n a p r e t e n s i ó n d e a u t o r i d a d y f í a b i l i d a d («Sé que...») n o s u -
positivos se necesitan, tanto en lógica c o m o en teoría del c o n o c i m i e n - p o n e n i n g u n a d i f e r e n c i a i m p o r t a n t e c o n respecto a los c r i t e r i o s q u e s i r -
to, p a r a c o m p l e t a r las investigaciones críticas q u e h a n s i d o n u e s t r o o b - ven para juzgar el argumento que la apoya.
jeto p r i n c i p a l en estas p á g i n a s . U n a vez q u e h e m o s sacado las viejas sec- M i e n t r a s q u e se c o n s i d e r ó q u e la e p i s t e m o l o g í a i n c l u í a tanto cues-
ciones de «lógica» y « e p i s t e m o l o g í a » d e l c a t á l o g o de n u e s t r a b i b h o t e c a tiones p s i c o l ó g i c a s sobre las h a b i l i d a d e s i n n a t a s d e l recién n a c i d o c o m o
i n t e l e c t u a l , ¿ qu é h a r e m o s p a r a v o l v e r a c o l o c a r l o s v o l ú m e n e s d e s p a r r a - cuestiones fisiológicas sobre el d e s a r r o l l o de la e s t r u c t u r a c e r e b r a l y fi-
m a d o s e n u n o r d e n n u e v o y m á s práctico? L a respuesta c o m p l e t a sería s i o l ó g i c a , así c o m o t a m b i é n cuestiones d e n a t u r a l e z a l ó g i c a , p a r e c í a ser
e n o r m e m e n t e larga; p e r o lo q u e se p u e d e hacer a q u í es ofi-ecer algunas u n a r a m a d e l a «filosofía m e n t a l » c o m p l e t a m e n t e a u t ó n o m a : e l e n t e n -
o b s e r v a c i o n e s generales sobre los p r i n c i p i o s q u e g o b e r n a r á n c u a l q u i e r d i m i e n t o h u m a n o , s u génesis y d e s a r r o l l o , era u n t e m a c o m p l e t a m e n t e
r e o r g a n i z a c i ó n . Es necesario s u b r a y a r sobre t o d o estas tres: diferente al s i l o g i s m o y sus características formales. No o b s t a n t e , si
nuestras investigaciones h a n s i d o c o n d u c i d a s d e m a n e r a m í n i m a m e n t e
1. la n e c e s i d a d de un acercamiento entre la l ó g i c a y la e p i s t e m o l o g í a , adecuada, la lógica y la epistemología tienen que moverse ahora la u n a
que s e c o n v e r t i r á n e n u n a s o l a d i s c i p l i n a ; hacia la otra. La epistemología puede divorciarse de la psicología y la fi-
2. la i m p o r t a n c i a para la lógica del método c o m p a r a t i v o — q u e tra- siología, y la l ó g i c a , de las m a t e m á t i c a s p u r a s : el objeto a p r o p i a d o de
ta a los a r g u m e n t o s de t o d o s los c a m p o s c o m o p o r t a d o r e s de interés y a m b a s es el e s t u d i o de las estructuras de n u e s t r a a r g u m e n t a c i ó n en
p r o p i e d a d equivalentes y que, así, c o m p a r a y c o n t r a s t a sus estructuras c a m p o s diferentes y la e x p l i c a c i ó n clara de la n a t u r a l e z a de los v a l o r e s y
respectivas s i n sugerir q u e los a r g u m e n t o s d e u n c a m p o s o n « s u p e r i o - defectos típicos de cada clase de a r g u m e n t o .
res» a los de o t r o — ; y E n a l g u n o s c a m p o s , d o n d e l a t o m a d e c o n c i e n c i a l ó g i c a p u e d e tener
3. la r e i n t r o d u c c i ó n de c o n s i d e r a c i o n e s históricas, e m p í r i c a s e i n - un valor práctico, el estudio de la lógica aplicada ha recorrido ya un
c l u s o — e n c i e r t o s e n t i d o — a n t r o p o l ó g i c a s e n l a m a t e r i a que los f i l ó s o f o s b u e n t r e c h o , s i b i e n algunas veces bajo n o m b r e s d i s t i n t o s . E l d e r e c h o e s
estaban o r g u l l o s o s d e h a b e r p u r i f i c a d o , m á s q u e c u a l q u i e r o t r a r a m a d e u n a d i s c i p l i n a q u e s i e m p r e ha a c o g i d o a parte de la l ó g i c a en su s e n o , y
la filosofía, de t o d a a r g u m e n t a c i ó n que no fuera a priori. l o que a l p r i n c i p i o l l a m á b a m o s «la a n a l o g í a j u r í d i c a » p u e d e c o n s i d e r a r -
s e r e t r o s p e c t i v a m e n t e c o m o algo m á s q u e u n a m e r a a n a l o g í a . S i l o m i s -
1. A s í pues, p a r a e m p e z a r , será necesario a b a n d o n a r c u a l q u i e r d i s t i n - m o que l l e v a h a c i é n d o s e desde hace t i e m p o c o n los a r g u m e n t o s j u r í d i -
c i ó n tajante entre l ó g i c a y teoría d e l c o n o c i m i e n t o . El t o n o y el a r o m a cos s e h i c i e r a c o n los a r g u m e n t o s d e otras clases, la l ó g i c a daría un g r a n
p s i c o l ó g i c o s d e las cuestiones e p i s t e m o l ó g i c a s s o n ( c o m o v i m o s ) enga- paso adelante.
ñosos. La pregunta «¿Cómo funciona nuestro equipamiento cognitivo
(nuestro e n t e n d i m i e n t o ) ? » debe considerarse, desde u n p u n t o d e v i s t a 2. Ese e s t u d i o c o n j u n t o — l l á m e s e «lógica aplicada» o c o m o se q u i e r a —
filosófico, c o m o equivalente a esta o t r a , « ¿ Q u é t i p o s de a r g u m e n t o s p o - debe ser i n e v i t a b l e m e n t e c o m p a r a t i v o . E l m a y o r factor d e d i s t o r s i ó n

320 321
CONCLUSIÓN CONCLUSIÓN

(según vimos) en el desarrollo de la lógica teórica ha sido hasta ahora la clones que existen en el interior de las especies, no entre ellas, y el mis-
práctica de considerar que los argumentos de un campo proporcionan mo tipo de situación es el que rige los términos de la evaluación lógica.
criterios universales de mérito y validez. Los filósofos han establecido Si preguntamos sobre la validez, necesidad, rigor o imposibilidad de los
ideales de necesidad «lógica», validez «lógica» y posibilidad «lógica» que argumentos o de las conclusiones, debemos hacerlo dentro de los lími-
pueden ser aplicados a los argumentos que están fuera del estrecho tes de un campo determinado y evitar, por así decir, condenar a un si-
campo analítico sólo en el estadio preliminar de comprobación de la co- mio por no ser un hombre o a un cerdo por no ser un puercoespín.
herencia, so pena de una extensión ilógica. La argumentación sustancial Así, los modelos de argumentación propios de la óptica general—
de las ciencias naturales, de la ética y otras disciplinas ha sido manejada diagramas en los que se trazan los rayos luminosos en su transición del
y juzgada con severidad por los filósofos, únicamente sobre la base de objeto a la imagen—son distintos de los modelos que se encuentran en
que no es (lo que nunca pretendía ser) analítica; y sus muy auténticos otros campos: por ejemplo, en una especulación histórica, en una prue-
méritos han sido considerados desdeñables en comparación con aquel ba de cálculo infinitesimal o en el caso que se presenta en una demanda
pecado original e inevitable. civil por negligencia. Es posible que existan amphas semejanzas entre
Lo primero que hay que reconocer es que la validez es una noción los argumentos de campos diferentes, tanto en las fases principales de la
que existe en el interior de los campos, no entre eUos. Los argumentos argumentación (estudiadas en el capítulo I) como en su microestructu-
de cualquier campo pueden ser juzgados según criterios apropiados ra (como vimos en el capítulo III): sin embargo, nuestra tarea no c o n -
dentro de ese campo, y algunos no los satisfarán; pero debe esperarse siste en empeñarnos en encontrar esas semejanzas cueste lo que cueste,
que los criterios sean dependientes del campo y que los méritos que se sino en permanecer lo más atentos posible a las posibles diferencias. Por
le exigen a un argumento en un campo estarán ausentes (por defini- ello, en algunos campos deberíamos esperar encontrarnos con conclu-
ción) de argumentos enteramente meritorios de otro. siones «necesarias» como regla general, mientras que en otros se tratará
Debemos aprender a tolerar en la lógica comparada un estado de de conclusiones de «presunción»: las inferencias garantizadas por «le-
cosas que desde hace mucho tiempo se da por sentado en la anatomía yes» tendrán una estructura y las que dependan más bien de simples co-
comparada. Si tomamos un hombre, un mono, un cerdo o un puercoes- rrelaciones empíricas serán un poco distintas. Normalmente debería-
pín—por no mencionar a la rana, el arenque, el tordo y el celecanto— mos respetar las diferencias de este tipo aUí donde se encuentren; somos
comprobaremos que cada uno de ellos tiene su propia estructura g^ató- libres de intentar imaginar nuevas y mejores maneras de argumentar en
mica: miembros, huesos, órganos y tejidos dispuestos según un modelo algún campo que nos interese de manera especial; pero deberíamos c u i -
característico de su especie. En cada especie habrá algunos individuos darnos de concluir que existe un campo, cualquiera que sea, en el que
deformes, a quienes les faltará un órgano necesario para la vida y la su- todos los argumentos deben ser igualmente inválidos. La tentación de
pervivencia, o que tengan una parte del cuerpo que, por su configura- llegar a esa conclusión debe tomarse como una señal de peligro: indica
ción, esté impedida para servir de modo completamente efectivo a la casi con toda certeza que han entrado en nuestro análisis cánones de j u i -
vida de la criatura. Sin embargo, lo que en un individuo de una especie cio irrelevantes y que se está condenando a los argumentos del campo
constituye una deformación puede ser normal en un individuo de otra. en cuestión por no lograr algo que no les corresponde lograr.
Un hombre con una mano parecida a la del mono sería, sin duda, de-
forme y estaría impedido para llevar la vida de un hombre; pero los mis- 3. Es posible que la lógica así concebida tenga que convertirse en una
mos rasgos que deforman al hombre pueden ser indispensables para el disciplina menos a priori de lo que ha sido en tiempos recientes, bo-
simio, de modo que, lejos de ser deformidades, podrían constituir una rrando de esta manera la distinción entre la propia lógica y las discipli-
ventaja notable. En este sentido, la normalidad y la deformidad son no- nas cuyos argumentos analiza el lógico. (Es posible que algunos filóso-

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CONCLUSIÓN CONCLUSIÓN

fos e n c u e n t r e n e n ello u n a r a z ó n p a r a c o n f i n a r l a lógica, i n c l u s o c o n d o s e n t é r m i n o s d e c o n c e p c i o n e s m á s a m p l i a s , c o m o los m é t o d o s d e l a


u n a m a y o r d e t e r m i n a c i ó n , a «las c o n d i c i o n e s d e l d i s c u r s o inteligible» ó p t i c a g e o m é t r i c a p u e d e n ser justificados al integrarse en el s i s t e m a m á s
— a saber, l a c o h e r e n c i a y e l respeto p o r las i m p l i c a c i o n e s — ; p e r o y a h e - vasto de la ó p t i c a física, no se tratará de un paso f o r m a l a priori, s i n o de
m o s visto q u e h a b r í a q u e pagar u n p r e c i o e n o r m e p a r a llevar a cabo esa u n avance s u s t a n c i a l e n e l n i v e l d e l a teoría; las c o n c e p c i o n e s d e l p r o p i o
e m p r e s a , s i s e i m p l e m e n t a r a p o r c o m p l e t o . ) S i s e acepta l a n e c e s i d a d sistema m á s vasto s e g u i r á n s i e n d o a s u vez algo f u n d a m e n t a l , c o n l o q u e
de e m p e z a r p o r recoger p a r a su e s t u d i o las fijrmas reales de la a r g u - p o r e l m o m e n t o d e b e m o s aceptar q u e s u e s t a b l e c i m i e n t o , c o n s e g u i d o
m e n t a c i ó n a l uso e n c u a l q u i e r c a m p o , n u e s t r o p u n t o d e p a r t i d a será de- c o n éxito, es un h e c h o h i s t ó r i c o . Se le abre así u n a p u e r t a a la l ó g i c a , no
c l a r a d a m e n t e e m p í r i c o : e s t u d i a r e m o s las técnicas d e l t r a z a d o de rayos s ó l o h a c i a la p s i c o l o g í a y la s o c i o l o g í a , s i n o t a m b i é n h a c i a la h i s t o r i a de
p o r q u e s o n las q u e se u s a n p a r a llevar a cabo inferencias ó p t i c a s , las las ideas; p o d e m o s c o n t e m p l a r c o n s i m p a t í a r e n o v a d a l a v i s i ó n d e l a f i -
c o n c l u s i o n e s de « p r e s u n c i ó n » y l a r e v o c a b i l i d a d p o r ser características losofía d e C o U i n g w o o d c o m o e l e s t u d i o d e los m é t o d o s d e l a a r g u m e n -
esenciales d e n u m e r o s o s a r g u m e n t o s j u r í d i c o s , los sistemas a x i o m á t i c o s t a c i ó n que h a n s e r v i d o e n c u a l q u i e r m o m e n t o h i s t ó r i c o d e « T r i b u n a l d e
p o r q u e reflejan e l m o d e l o d e nuestros a r g u m e n t o s d e l a g e o m e t r í a , d e l a A p e l a c i ó n » s u p r e m o p a r a las diferentes d i s c i p l i n a s intelectuales.
d i n á m i c a y d e o t r o s d o m i n i o s . L a n e c e s i d a d d e p e d i r d i s c u l p a s p o r ello E x i s t e n ciertas m a n e r a s de c o n s i d e r a r la m a t e r i a , el e s t a d o o la
a p a r e c e r á s ó l o s i u n o está c o m p l e t a m e n t e aferrado a l i d e a l d e l a l ó g i c a c o n d u c t a ; otras, e n c a m b i o , h a n e x i s t i d o p e r o h a n s i d o superadas. N o
c o m o c i e n c i a p u r a m e n t e f o r m a l y a priori. hay d u d a de que es posible imaginar un n ú m e r o indefinidamente gran-
Pero n o s ó l o t e n d r á l a l ó g i c a que hacerse m á s e m p í r i c a ; i n e v i t a b l e - de de ellas q u e serán f o r m a l m e n t e coherentes en sí m i s m a s , p e r o q u e en
m e n t e t e n d e r á a ser m á s histórica. I m a g i n a r n u e v o s y mejores m é t o d o s l ó g i c a a p l i c a d a apenas p u e d e n hacer n a d a m á s q u e e m p e z a r desde e l
d e a r g u m e n t a c i ó n p a r a c u a l q u i e r c a m p o equivale a d a r u n g r a n paso p u n t o e n e l q u e nos e n c o n t r a m o s n o s o t r o s . Las c i e n c i a s — n a t u r a l e s , m o -
adelante, n o s ó l o e n l a lógica, s i n o e n e l p r o p i o c a m p o sustantivo: las rales y p r á c t i c a s — e s t á n ahí: un especialista en l ó g i c a o en e p i s t e m o l o g í a
grandes i n n o v a c i o n e s lógicas s o n parte integrante de las grandes i n n o - a p l i c a d a se m a n t e n d r á o c u p a d o , i n c l u s o si se d e d i c a s ó l o a e s t u d i a r los
vaciones científicas, m o r a l e s , políticas o j u r í d i c a s . En las ciencias n a t u r a - t i p o s de investigación y a r g u m e n t a c i ó n q u e h a n e x i s t i d o a lo l a r g o de la
les, p o r e j e m p l o , h o m b r e s c o m o K e p l e r , N e w t o n , Lavoisier, D a r w i n o h i s t o r i a ; y de h a c e r l o de f o r m a a d e c u a d a , c o n s t i t u i r á p a r a m u c h o s el
F r e u d h a n t r a n s f o r m a d o n o s ó l o nuestras creencias, s i n o t a m b i é n nues- trabajo d e t o d a u n a v i d a .
tro m o d o de a r g u m e n t a r y nuestros estándares de relevancia y de p r u e - E l i n d i v i d u o d e m e n t a l i d a d m a t e m á t i c a p u e d e , s i así l o desea, crear
ba: c o n s e c u e n t e m e n t e , h a n e n r i q u e c i d o a la l ó g i c a tanto c o m o a los c o n - otros esquemas f o r m a l e s abstractos: m o d e l o s de p o s i b l e s a r g u m e n t o s
t e n i d o s de la c i e n c i a n a t u r a l . C r o c i o y B e n t h a m , E u c l i d e s y G a u s s , h a n separados d e l a tarea real d e l a a r g u m e n t a c i ó n e n c u a l q u i e r c a m p o c o -
l l e v a d o a cabo en otros c a m p o s esta m i s m a d o b l e empresa. D e b e m o s es- n o c i d o . Pero d e b e r í a guardarse de i m p o n e r sus resultados a c u a l q u i e r a
t u d i a r los m o d o s d e a r g u m e n t a r q u e h a n q u e d a d o establecidos e n c u a l - de las ciencias existentes a no ser q u e esté t a m b i é n p r e p a r a d o p a r a hacer
q u i e r esfera, a c e p t á n d o l o s c o m o hechos históricos; s a b i e n d o q u e p u e d e n l o q u e a q u í h e m o s v i s t o q u e debe hacerse: e x a m i n a r l a h i s t o r i a d e l a l ó -
ser s u p e r a d o s , p e r o s ó l o c o m o resultado d e u n avance r e v o l u c i o n a r i o e n g i c a , la e s t r u c t u r a y el modus operandi de las c i e n c i a s c o n los ojos d e l n a -
nuestros m é t o d o s d e p e n s a m i e n t o . E n a l g u n o s casos, d i c h o s m é t o d o s y a t u r a l i s t a , s i n p r e c o n c e p t o s o p r e j u i c i o s t r a í d o s de fuera. Esto e q u i v a l d r á
no seguirán siendo justificables—al menos mediante la argumenta- a ver y d e s c r i b i r los a r g u m e n t o s de cada c a m p o tal c o m o s o n y a r e c o -
c i ó n — : e l h e c h o d e q u e h a y a n q u e d a d o establecidos e n l a p r á c t i c a nos n o c e r c ó m o f u n c i o n a n ; n o a dedicarse a e x p l i c a r p o r q u é n i a d e m o s t r a r
puede bastar. ( E n d i c h o s casos, l a p r o p i e d a d d e nuestros m é t o d o s i n t e - que deben funcionar necesariamente. Lo que se requiere, en u n a pala-
lectuales e q u i v a l d r á a l o que R . G . C o U i n g w o o d U a m a b a u n a « p r e s u p o - b r a , no es u n a teoría e p i s t e m o l ó g i c a , s i n o un análisis e p i s t e m o l ó g i c o .
sición absoluta».) I n c l u s o allí d o n d e p u e d e n ser u l t e r i o r m e n t e j u s t i f i c a -
N o existe e x p l i c a c i ó n p a r a e l h e c h o d e q u e u n t i p o d e a r g u m e n t a -

324 325
CONCLUSIÓN

ción funciona en la física, por ejemplo, si no es una argumentación más


profunda también dentro de la física. (La lógica práctica no tiene esca-
patoria, no puede refugiarse en el a priori.) La comprensión de la lógica REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• de la física va de la mano de la comprensión de la física. Esto no signifi-
ca que sean sólo los físicos profesionales que conocen las teorías más re-
cientes los que pueden debatir los principios de la lógica, puesto que la
mayoría de dichos principios son iguales en las ramas más elementales
de la ciencia y en las más sofisticadas. Quiere decirse que aquí, como
también en la filosofía política, en la ética e incluso en la filosofía de la El análisis de los argumentos presentado aquí le debe mucho al profesor
religión, es necesario prestar más atención tanto al estado real de la dis- Gilbert Ryle, cuyas estimulantes sugerencias acerca de la lógica se en-
ciplina misma en el momento presente como al curso de su desarrollo cuentran en su libro The concept of mind (Londres, 1949) y en otros ar-
histórico. Al recordar cómo, en la lógica y en la filosofía de las ciencias tículos posteriores, como «If, So, and Because» (en Philosophical ana-
físicas, hombres como D u h e m , Poincaré y Meyerson estuvieron com- lysis, ed. M. Black, Cornell, 1950) y «Logic and Professor Anderson»
prometidos durante largo tiempo precisamente con el tipo de investiga- (Australasian Journal of Philosophy, 1950, pp. 137 ss.). Yo mismo apliqué
ción mencionado y cómo lo llevaron a cabo bajo el nombre mismo de sus ideas sobre las «ficencias de inferencia» en Philosophy of science
epistemologie, un inglés evocará con nostalgia a W i l l i a m Whewell, cuyos (Londres, 1953), que trata de manera más detallada ciertos puntos exa-
estudios sobre lógica y sobre la historia de las ciencias inductivas solían minados aquí en el capítulo III, sobre todo la distinción entre los enun-
también iluminarse recíprocamente. Y podrá estar tentado de susurrar, ciados de las leyes científicas y los enunciados relativos al alcance de la
al partir, las memorables palabras de Laurence Sterne: «En Francia esto aplicación de dichas leyes. Para el tema correspondiente en teoría del
lo hacen mejor». derecho, ver J. L. Montrose, «Judicial law making and law applying», en
Butterworth's South African Law Review (1956), PP-187 ss.
La exphcación de la evaluación presentada en el capítulo I amplía al
campo de la crítica lógica las ideas del artículo de J. O. U r m s o n «On gra-
ding», incluido en A. G. N. Flew, Logic and langiuige: 2nd series (Oxford,
1953)' PP-159 ss. Este mismo asunto es tratado por R. M. Hare en la se-
gunda parte de su libro The language of morals (Oxford, 1952), donde se
da un giro interesante al famoso ataque de G. E. Moore a «la falacia na-
turalista»: c f Principia Ethica (Cambridge, 1903). Sin embargo, Hare no
hace un uso crítico de la clara distinción entre enunciados «descripti-
vos» y «emotivos», uso criticado en K. E. M. Baier y S. Toulmin, «On
describing*. Mind (1952), pp. 13 ss. Para el capítulo II, ver el artículo de
J. L. Austin «Other minds» en Logic and language: 2nd series, pp. 123 ss. y
]. N. Findlay, «Probability and nonsense», Philosophical Quarterly (1952),
pp. 218 ss. Para el capítulo III, ver el libro y los artículos de Ryle y tam-
bién J. O. U r m s o n , «Some questions concerning validity», Revue inter-
nationale de Philosophie (1953), pp. 217 ss. (reimpreso en Flew, Essays in

326 327
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

conceptual analysis ( L o n d r e s , 1956), p p . 120 ss.), D . G . B r o w n , « M i s c o n -


c e p t i o n s o f inference». Analysis ( L o n d r e s , 1956), H . L . A . H a r t , « T h e ads-
c r i p t i o n o f r e s p o n s i b ü i t i e s a n d rights», e n F l e w , Logic and language: 1st ÍNDICE ONOMÁSTICO
series (1951) p p . 145 ss. Sobre l a c u e s t i ó n de l a «lógica de los e n u n c i a d o s »
y l a «lógica d e las p r o p o s i c i o n e s » , e x a m i n a d a e n e l c a p í t u l o IV, ver A . N .
P r i o r , Time and modality ( O x f o r d , 1957), A p é n d i c e A . T a m b i é n el c a p í -
t u l o V debe m u c h o a A u s t i n , loe. cit.
En c o n c l u s i ó n , es justo d a r las referencias precisas de los l i b r o s c r i t i -
cados a q u í , d e m a n e r a que e l l e c t o r p u e d a j u z g a r p o r s í m i s m o hasta q u é Aristóteles, 17-21,25,131,146,174,194- Hare, R. M . , 210-212
p u n t o s o n p e r t i n e n t e s m i s críticas y d ó n d e he p o d i d o tergiversar las 198,229,234,238-241 K a r t , H . L . A . , 188
o p i n i o n e s que refuto. D i c h o s l i b r o s i n c l u y e n , a d e m á s d e R . H . H a r e , op. A u s t i n , L L., 74-79, 2 7 2 , 3 0 0 , 3 1 2 Holmes, Sherlock, 162-163,183,209
cit., R u d o l f C a r n a p , Logical foundations of probability ( C h i c a g o y L o n - Ayer,A. f, 294 H u m e , D a v i d , 2 7 , 2 0 0 , 2 0 4 , 213-Z16,
dres, 1950), W i l h a m K n e a l e , Probability and induction ( O x f o r d , 1949), 226-228, 2 8 0 , 291-294

A . N . P r i o r , Logic and the basis of ethics ( O x f o r d , 1949) y P. F. S t r a w s o n , Bacon, Francis, 204 Husserl, E d m u n d , 119
Introduction to logical theory ( L o n d r e s , 1952). L a o b r a de sir D a v i d Ross Bentham, Jeremy, 324
m e n c i o n a d a es The right and the good ( O x f o r d , 1930), y las d e l profesor Berkeley, George, 1 2 2 , 2 0 4 , 2 9 4 Jeans, James, 119
B e r n o u l l i , Jacob, 120 Jeffreys, H a r o l d , 120
G . H . v o n W r i g h t , « D e o n t i c logic» e n Mind (1951), p p . 1 ss. y A n essay in
Boole, George, 120-121, 229
modal logic ( A m s t e r d a d , 1951).
Kepler, Johann, 324
Carnap, Rudolph, 21,70-73,106-123, Keynes, ]. M„ 112,120
2 0 9 - 2 1 0 , 2 3 0 , 235, 240 Kneale, W i l l i a m , 7 0 - 7 3 . 7 9 - 8 3 , 90-95>

C o l l i n g w o o d , R. G., 324-325 101-107, 112-118, 145, 204-213, 2 9 9

D a r w i n , Charles, 324 Laplace, P. S. de, 111,182,209


Descartes, René, 108, 224, 277,313-315 Lavoisier, A. L., 324
Dewey, John, 2 0 , 2 2 Leibniz, G . W . , 108,229,313
D u h e m , Pierre, 326 Locke, John, 204, 294

Euclides, 32-33,234,246-247,257,261,324 Meyerson, Émile, 326


M i l l , ]. S., 314
Farjeon, Eleanor, 69,124 Mises, Richard von, 109-111
Fermât, Pierre de, 310 M o o r e , G. E., 9 8 - 9 9 , 294
Frege, Gottlob, 119,121, 229 M o r g a n , Augustus de, 120
Freud, Sigmund, 324
N e w t o n , Isaac, 3 4 , 1 6 3 , 1 8 2 , 2 0 9 , 3 2 4
Gauss, K. E, 34,324
C r o c i o , H u g o , 324 Pascal, Blaise, 255
Hardy, G . H . , 246 Piaget, Jean, 269

328 329
ÍNDICE ONOMÁSTICO

Pitàgoras, 31-32,234,246-247 Sterne, Laurence, 326


Platon, 234,313-315 Stevenson, C. L., 294
Poincaré, Henri, 326 Strawson, R R, 206-213, 2 2 9 . 2 3 8
Prior, A. N . , 212-213,226, 233
Urmson, J. O., 107
Quine.W.V., 232, 239
Waismann, Friedrich, 121
Ramsey, F. ?., 107,119-120 Whewell, William, 313-314.326
Richards, I. A., 294 Wisdom, John, 13, 289
Ross, W . D . , 188-189 Wittgenstein, Ludwig, 319
Russell, Bertrand, 120,224 Wodehouse, R G., 304
Ryle, Gilbert, 13,162 Wright, G. H. von, 241

330
Noam Chomsky
AMBICIONES IMPERIALES

G e m m a Llenas
QUIERO SER P U T A

R o b e r t Graves
LAWRENCE Y LOS ÁRABES

Javier Tus eli


G e n o v e v a G. Q u e i p o de L l a n o
FRANCO Y MUSSOLINI

C l a i r e Tréan
IRÁN

X a v i e r G. L u q u e y J o r d i Finestres
EL CASO DI STEFANO

Luis A n t o n i o de Villena
MI COLEGIO

R o n Suskind
L A D O C T R I N A D E L U N O P O R CIENTO

José E n r i q u e R u i z - D o m è n e c
CAUTIVOS DE LA FAMA

Enrique Moradiellos
NEGRÍN

J . M . Castellet
NUEVE NOVÍSIMOS POETAS ESPAÑOLES

H i l a r i Raguer
RÉQUIEM POR LA CRISTIANDAD

Jean-Claude Carrière
FRAGILIDAD

Jordi A m a t
LAS V O C E S D E L D L Á L O G O

Stephen T o u l m i n
LOS usos D E L A A R G U M E N T A C I Ó N
T r a d i c i o n a l m e n t e , la l ó g i c a se ha c o n s i d e r a d o c o m o «la

c i e n c i a de la a r g u m e n t a c i ó n r a c i o n a l » , p e r o a causa de

la relevancia de nuestro actual debate sobre los resultados

f o r m a l e s d e l a l ó g i c a éstos s i g u e n m o s t r á n d o s e p o c o

c l a r o s . E l c a r á c t e r abstracto d e l a l ó g i c a t r a d i c i o n a l i m p i d e c u a l q u i e r

c o n s i d e r a c i ó n p r á c t i c a ; S t e p h e n T o u l m i n s e p l a n t e a esta c u e s t i ó n y

demuestra que u n a c o n c e p c i ó n alternativa puede ser m u c h o más valiosa.

P a r t i e n d o d e u n e x a m e n d e los p r o c e d i m i e n t o s actuales e n diferentes

c a m p o s de la a r g u m e n t a c i ó n (la p r á c t i c a , p o r o p o s i c i ó n a la t e o r í a , de

la lógica), el autor presenta u n a variedad m u c h o más rica de la que

p u e d e n a p o r t a r otros sistemas f o r m a l e s .

A s í p u e s , a r g u m e n t a q u e d e b e r í a ser l a j u r i s p r u d e n c i a antes q u e las

m a t e m á t i c a s e l m o d e l o l ó g i c o p a r a e l análisis d e los p r o c e d i m i e n t o s

racionales, y q u e la l ó g i c a d e b e r í a ser un e s t u d i o c o m p a r a t i v o y no u n a

d i s c i p l i n a p u r a m e n t e f o r m a l . Estas sugerencias c o n d u c e n a unas c o n -

clusiones que m u c h o s p o d r á n considerar c o n t r o v e r t i d a s ; pero a l m i s m o

t i e m p o serán juzgadas c o m o interesantes y esclarecedoras.

E s t e l i b r o v i e n e a ser u n a p r o l o n g a c i ó n de las l í n e a s generales de

i n v e s t i g a c i ó n f i l o s ó f i c a i n i c i a d a s p o r S t e p h e n T o u l m i n e n sus anteriores

p u b l i c a c i o n e s sobre ética y filosofía de la ciencia. El lector m e d i o

e n c o n t r a r á en esta n u e v a o b r a la m i s m a c l a r i d a d e i n t e l i g i b i l i d a d ; y el

más interesado en cuestiones filosóficas p o d r á reconocer el m i s m o p o d e r

p a r a seguir a b r i e n d o c a m i n o (y sortear a n t i g u o s escollos) m e d i a n t e el

p l a n t e a m i e n t o de preguntas frescas y e s t i m u l a n t e s .

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