Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Al abrir tu vida a Cristo, has encontrado amor y aceptación total. Esto quizá sea
difícil de comprender si nunca te has sentido totalmente amado y aceptado por
alguien. ¡Pero es una realidad! Desafortunadamente, no siempre sentirás que
Dios te ama. Habrá momentos en los que te encuentres dudando no solo de Su
amor sino también de Su existencia. Te sentirás con ganas de rendirte. No lo
hagas.
Cuando Dios te dio vida nueva, esta no vino adornada con encaje y oliendo a
perfume. Jesús inicio Su vida terrenal en un establo húmedo y maloliente. El
saboreó la vida real, y ese será el sabor de tu viaje con Cristo – no mágico,
solo la promesa de Su presencia contigo.
Dios te dice: “Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con
misericordia.” (Jeremías 31:3).
Hay un proverbio danés: “La siguiente milla es la única que toda persona
realmente tiene que caminar.” Saber que Dios te ama te mantendrá avanzando
cuando la siguiente milla parezca intolerablemente larga: “Porque estoy
convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo
presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra
cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor
nuestro.” (Romanos 8:38, 39)
El rey David, a quien Dios se refería como “un hombre conforme a su propio
corazón” (Hechos 13:22) creía en el amor de Dios: “…Pero yo cantaré de Tu
poder; Sí, gozoso cantaré por la mañana Tu misericordia; Porque Tú has sido
mi baluarte Y refugio en el día de mi angustia. Oh fortaleza mía, a Ti cantaré
alabanzas; Porque mi baluarte es Dios, el Dios que me muestra misericordia
(amor)” (Salmos 59:16,17).
Para crecer en tu entendimiento del amor de Dios para ti, dedica un tiempo en
las siguientes semanas y lee el Salmo 103, Juan 15, 1 Juan 4 y nota todas las
maneras en que se describe el amor de Dios.