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Los hermanos L ste y Louis son, como es ne, En 1895 presentaron en el Grand Café de Paris la pri a a era pelicula: La salida de las Fabricas Lumibre y, en el os mismo afi, la primera cinta ] ‘con argumento”, El regador regado que es, en rigor y co- mo se le llamaria mas tarde, un gag, estoes, un chiste con: tado visualmente. En la ctualidad algunos investigadores espe culan sobre cémo la eritiea moderna hubiera tratado este corto, Si se habrian escrito densos articulos que empezaran: "El rega dor regado 0 €l discurso de la crisis de la pareja...” que descu: brieran en este film un alegato en favor de la liberacién del cuerpo, las tendencias “machistas” del realizador, el hallazgo del primer cine de auteur, Aurelio de México que la primera exhibicién de cine —que ind Reyes nos informa en L ine en tomadas en el pais— se efectus el 14 de agosto de 1896 en el entresuelo de la Drogueria Placeros, sita, en el 9 de la calle de Plateros, hoy Av@nida Madero, ante reporteros y ",,rupos cienti ficos”. No aclara si pertenecian al gabinere d rfirio, pero a de “maravillosa”, con s6lo una si que la exhibicién fue califica la del diario El Paés al que cabe el honor de ser el primero que calificd una pelicula de deni; De los Reyes época en que se filmaron las primera peliculas nacionales, con » 1899 un film brid el pais-a un critica en cont te para México. iza el periodo 1896-1900 del cine mexicano, ‘odas sus virtudes y defectos, incluso la censura: € fue autorizado para "hombres solos” y medio de exp sién que va de la vulgaridad mis ram arte maravilloso de Chaplin, Eisenstein y Welles. ~___ FONDO fal ‘CONOMICA DE_ CULTURA — Lecturas Mexicanas divulga en ediciones de grandes :i- radas y precio reducido, obras relevantes de las letras, la historia, la ciencia, las ideas y el arte de nuestro pais. AURELIO DE LOS REYES Los origenes del cine en México 1896-1900 CULTURA SEP Primera edici6n, uvam, 1972 Primera edicién, st»/80, 1983 Primera edicidn en Lecturas Mexicanas, 1984 D. R. © 1983, Foxvo pe Curruna Econowica Av. de la Universidad, 975; 03100 México, D. F ISBN 968-16-1830-0 Impreso en México INTRODUCCION Los CUATRO ajios que ocupa la investigacién, son testigos de dos cambios fundamentales en la sociedad. El primero en cl periodismo. Asistimos al nacimiento de un nuevo enfo- que de la prensa oficial; el gobierno estimulé la publicacion de El Imparcial y de El Mundo en 1896; se autocalificaron de “‘cientificos” y “‘progresistas”. Y vemos las muertes de los diarios liberales, El Monitor Republicano (1897), El Globo (1898), Gil Blas (1898), entre otros; y de la vieja prensa oficialista, El Partido Liberal y El Siglo XIX (1896). El segundo cambio esti en el gusto del piblico, se rechazan las obras dramaticas y se busca lo ligero, como la zarzucla, Virginia Fabregas, Eliza de la Maza y las compafias de pera fracasaban estrepitosamente en lo econémico, porque la gente no acudia a sus representaciones, Este cambio en las predilecciones del piblico ser determinante para el éxi- to de las exhibiciones del cinematdgrafo, tema de nuestra tesis. La capital de la Repdblica mexicana cont6 con gran ni- mero de publicaciones periodisticas en el cuatrienio que ocupa nuestra investigacién. Algunas demasiado especiali- zadas para nuestro propésito, las de circulos agricolas, ju- diciales, etcétera. Los diarios que nos surtieron de datos se pueden clasificar en varios grupos: 1. Positivistas 0 gobiernistas: E! Mundo, El Imparcial y El Mundo Ilustrado, Todos de la empresa de Salvador Reyes Spindola (que durante la administracion de Madero orga- nizé una manifestacion contra la libertad de expresion), dedicados a divulgar el “‘conocimiento de la ciencia entre las. masas”. 2. Catdlicos: La Voz de México, El Pais y El Tiempo. Los dos primeros editados por José Trinidad Sanchez San- tos. La Voz... estaba bajo el patrocinio de la Santisima Virgen de Guadalupe. 3. Independientes: El Nacional (Revolucionario), El Universal y El Diario del Hogar, 4. Liberales: El Monitor Republicano, Gil Blas, El Popu- lar, El Globo, El Chisme y El Liberal 5. Voceros de la iglesia: hojas insertas en La Vor de Mé- xico, sin catalogacion en la hemeroteca, Una revista men- sual, El Reproductor Eclesistico, publicacion oficial del clero poblano. Deseamos aclarar que para entender la acti- tud de la iglesia frente al progreso y, obviamente ante el cinematégrafo, nos basamos en esta revista porque era el vo- cero del clero poblano, famoso por su intransigencia y orto- doxia. Esta revista se dedicaba a contestar las dudas de los sacerdotes de pueblos remotos con respecto a la aplicacién del dogma. Estos escribfan a la redaccién y se les contestaba en las paginas de la publicacién, También ten{a El Repro- ductor una seccién que orientaba sobre la temética de los, sermones. Pusimos especial atencién al revisar esta publi- cacién, para comprobar la afirmacién de los Moulinié de que el cine fue considerado en muchos pueblos cosa del Diablo. No encontramos que un solo sacerdote consultara al respecto, ni que los editoriales anatematizaran el espec ticulo. Fue basico para suponer que la censura impuesta a los ‘“cémicos de la legua”, por las autoridades eclesidsticas y civiles de los villorrios, fue de tipo moralista; causada, sin duda, por las exhibiciones para hombres solos. Los alegatos de que el cristianismo fue un vehiculo para tract el progreso a México, los tomamos de El Tiempo y La Vor de México, 8 diarios de tendencia religiosa mas no voceros oficiales del cleto, porque El Reproductor Eclesidstico no editorializa ni a favor ni en contra; sencillamente clude el tema, Los pe- riddicos catdlicos 2 inenudo publicaban ponencias, articu- los, sermones o estudios de sacerdotes mexicanos, espafioles o italianos sobre el asunto, que no sirvieron para fundamen- tar nuestra conclusién. Una de las fuentes imposibles de adquirir por el historia- dor son los sermones. El piilpito hasta hoy ha sido subes- timado cn su aspecto propagandistico, y sin embargo ereemos que es determinante en la conducta de las perso- nas. Maxime en los pueblos pequefios, a donde legaban los “comicos de la legua” Seria por demis interesante conocer las prédicas contra la pornografia cinematografica de aque- los aftos, 6. Un capitulo aparte merecen los semanarios Cémico y Frégoli, Los dos comentaban jocosamente la vida capitalina. Estdn plagados de ilustraciones y comentarios chuscos de los acontecimientos que afectaban a los capitalinos. Resefia- ban con mucho sentido del humor los especticulos. Estos semanarios fueron considerados “pornogrificos”. Ha sido una verdadera fortuna que la hemeroteca los conserve com- pletos y sin una sola mutilacién. Verdaderamente milagroso que hayan escapado de las manos de los que se encargan de tijeretear las publicaciones, Parece que las dos revistas han sido consultadas poco por los investigadores; estén tan nuevas que dan impresién de no haber sido tocadas por la mano humana. Quien desee asomarse a la vida capitalina de estos afios no puede prescindir de ellas. Comico y Frégoli dan una imagen muy amplia y completa de la época, sobre todo de los estratos bajos de la sociedad y de los gustos de Ia clase media. Si se nos permiten los calificativos, nos atre- vemos a decir que fueron las més hermosas, amenas y bellas fuentes que consultamos a lo largo de tan ardua investiga- cién. 7, Habia otros diarios encargados de recoger las noticias que interesaban a las colonias extranjeras. Los franceses te- nian su Courrier du Mexique, que aport6 tan solo un dato, a pesar de que los hermanos Lumidre, creadores del cinema- tografo, eran de esa nacionalidad. Los norteamericanos publicaban su Mexican Herald y, al igual que los franceses no mostraron curiosidad por su compatriota Edison, crea- dor del kinetoscopio y el vitascopio. Los espaftoles editaban El Correo Espaiiol que aporté miiltiples datos acerca del cinematografo y de los espectaculos del género chico, que tanto disgustaban a la prensa “cientifica” y “religiosa”. El Correo Espaiiol estaba destinado a defender los intereses de los espafoles, en esos aftos de peligro por el recrudecimien- to del odio a lo hispano, reavivado por la lucha indepen- dentista cubana. Un grupo independiente publicaba El Continente Ameri- cano notable por su aversion a lo yankee. Tenia por lema “América para los americanos”, y parodiéndolo se anatema- tizaba contra el vecino pais del norte, puesto que la finali- dad de los editores era hacer propaganda en pro del movi- miento separatista. Esté ilustrado con una magnifica galeria de los héroes de la lucha, cuyo autor es José Guadalupe Posada. Desgraciada- mente no nos fue til. Al cine no le dedicd ningtin comen- tario. Desapareci6 esta publicacién poco después de finalizar la guerra hispanoamericana en 1899. Para los redactores, Cuba seria una colonia yankee y parece que tuvieron voz de profetas. A pesar de que despert6 nuestro entusiasmo y emoci6n, para nuestra desgracia no dio ni una vaga noticia acerca del cinematdgrafo. Entre los diarios consultados habia un residuo del parti- 10 do conservador, La Patria de México, que no aport6 tam- poco ningin dato sobre nuestro tema, ‘Se consultaron otras muchas revistas literarias, que con- firmaron la fobia de los intelectuales al cinematgrafo. Una publicacién de Guadalajara solamente public un verso titulado ‘‘Cinematografo” y vagas notas de los “‘cémicos de la legua” que legaban a dicha ciudad. El Album de la Ju- ventud, editado por la Sociedad Cientifica y Literaria Cuauhtémoc no dice absolutamente nada. Otras publica nes literarias de Cuernavaca, Aguascalientes y Zacatecas asumen idéntica actitud hacia el espectéculo objeto de nuestra tesis. Todas esas publicaciones parecen indicar un desprecio de los intelectuales al cinematografo. La Hemeroteca Nacional guarda muy pocos diarios pro- Vincianos, Pudimos consultar El Diario de Jalisco y El Con- tinental de Guadalajara, El Contemporinco de San Luis Potosi, El Reproductor y El Cosmopolita de Orizaba, Ver., Lucifer y La Democracia de Tepic (éste nos lo facilit6 el cenciado Eugenio Noriega Robles). Vimos otros muchos rotativos que no informaron de la llegada de los “cémicos de la legua’” a las ciudades; publicaban una que otra noticia procedente de los diarios capitalinos, mezcladas con poemas y cuentos de autores locales. Nos lamentamos indtilmente del poco cuidado de las editoriales que, por modestia o des- cuido, no remitieron a la hemeroteca ejemplares de sus pu- blicaciones conforme a la ley. Las que lo hicieron, sin duda tenfan el 4nimo de perpetuar su memoria. El archivo del ex Ayuntamiento de la ciudad de México fue una de nuestras fuentes mas importantes. Desgraciada- mente no guarda el legajo que podria despejar dudas respec to a la programacion. No estan catalogados los papeles de la ‘Administracién de Rentas del Ayuntamiento, encargada de recabar los impuestos y a la que los empresarios de espec- nL tculos deberian entregar dos ejemplares de los programas, segin se ordenaba en el reglamento respectivo. La sefiora Carmen Toscano de Moreno Sanchez guarda una coleccién de programas de los afios que nos ocupan, pero por desgra- cia no tuvimos acceso a ella. Después de haber dado un ligero vistazo a las publicacio- nes que consultamos, nos acercamos a los diarios “‘cienti- ficos” y “liberales” para introducirnos un poco en la época que ocupa la tesis. Nos fijamos en ellos porque el antagonis- mo entre si, da una idea de la estratificaci6n ideolégica tan marcada en la sociedad mexicana de esos afios. En lo politico, las otras publicaciones giraron en torno aestas dos tendencias. Los diarios cientificos se destacaron por su incondicional apoyo al gobierno. En ellos no se encuentran més que ala- banzas a la conducta del general Diaz. Los periddicos libe- rales, sobre todo El Popular, se caracterizaron por la viru lencia de sus ataques a los hombres més destacados de la administracidn, incluyendo al propio general Diaz. Funda- mentaban sus criticas en que la responsabilidad de regir los destinos del pais, no los hacia inmunes a las censuras, por el contrario, su conducta piblica se beneficiaba con las obser- vaciones de la prensa. Los diarios cientfficos no fueron de- mandados por calumnias 0 difamaciones, en cambio no hab{a semana en que no cayeran acusaciones contra los dia- s liberales. Sus reporteros morfan © desaparecian miste- riosamente. Se fomentaba una subterfugia persecucién a la prensa, Por lo pronto, el lunes 21 de diciembre de 1896 El Globo fue demandado por difamacién y un reportero fue a hacerle compaiia al director del mismo a Belén, donde es- taba prisionero por otra denuncia contra el diario que re- genteaba.’ La acusacién se basaba en que el dia 15 de ese 1 “Qua denuncia de EI Globo”, bre de 1896, p. 2. El Globo, martes 22 de diciem- 12 mes se habfa denunciado en las piginas del periédico un simulacro de duelo en Chapultepec. La noticia no era direc- ta, la habia tomado de El Nacional” que, a la vez, criticaba a El Imparcial por el sensacionalismo dado a la nota. El Globo se alarmé sobremanera porque el fingido duelo tenfa por objeto “‘impresionar” una “vista” cinematogrifica y de ese modo se engafaria a la gente. Le preocupaba ademis, el amarillismo de El Imparcial y el poco respeto a las autori- dades. ..se dice que en el simulacro de duelo que se hizo en Chapultepec, la policia que concurria no era verdadera, sino que particulares se vistieron de gendarmes para dar mayor realce al dicho simulacro. . Pues mayor burla a la verdadera policfa. . La pelicula reconstrufa un sonado combate entre dos di- putados, Verdstegui y Romero, en el que el primero quedé muerto. El caso estaba ain muy reciente y los énimos no se habfan calmado ¢Por qué despertar de esa manera incon- veniente, conclufa B/ Globo, el duclo Romero-Veristegui? El dia 22 de diciembre de 1896 el diputado coronel Francisco Romero, aludido en la noticia, acusé de difam: cién a El Globo, en lugar de 2 El Imparcial que habia infor- mado con sensacionalismo, sobre ¢l fingido combate. Fl dfa 2 Decia El Nacional del lunes 14 de diciembre de 1896, p. 2 “El Imparcial de hoy, con ¢l alarmante titulo de ‘Don Francisco Rome- ro hiere en duelo a don Fernando Veraza. Intervencién de la poli- cfa’, cuenta a sus lectores un simulacro de duclo verificado con el permiso de la autoridad ayer, a las diez de la mafiana en un potrero cercano a Chapultepec y Ilevado a cabo con el objeto de sacar una vista para el cinematografo Lumiere. . 3 "Ms burlas a la policia”, El Globo, miércoles 16 de diciembre de 1896, p. 2 13 24 Alfonso Lépez, reportero, fue aprehendido por su res- ponsabilidad en la redaccion de la nota ofensiva, y el 26 se encarcelé por la misma causa al redactor y director interino. El juicio siguié su curso y los acusados fueron declarados formalmente presos. El acusador, diputado Romero, dejé entrever que si el redactor de la nota pedfa disculpas o acla- raba en el periddico que habia sido objeto de una confu- sién, pues el sefior Romero que tomé parte en el duclo fingido era un homénimo del diputado, retiraria su acusa- cidn. Hasta el 4 de marzo de 1897 el periodista Alfonso Lopez publicé la nota aclaratoria* y el 16 de marzo fue ex- carcelado, junto con el director interino.5 Las acusaciones contra los diarios independientes y libe- rales que criticaban aspectos de la administracién, estaban a la orden del dia; no se necesitaba que censuraran tal o cual acto, los comentarios més triviales causaban la demanda, Los periddicos “‘cientificos” gozaban de inmunidad, se afir- maba que el gobierno les pagaba una subvencidn de cin- cuenta y dos mil pesos anuales, El director de El Universal, sefior Ramén Prida, fue acusado de difamacin por la de- nuncia gue hizo de los escindalos en unos hoteles de la Merced.® El Popular fue acusado por ¢l ofendido padre de una muchacha, que colectaba fondos para la causa cubana en la calle; el diario coment6, sin el 4nimo de injuriar a na- die, la generosa iniciativa de unas damas.” Se pueden citar 4 “Los procesos de Ei Globo”, Ibidem, jueves 4 de marzo de 1897, p. 3. 5 "Noticias del dia”, El Tiempo, marzo 16 de 1897, p. 2. 6 “Actualidades", La Voz de México, martes 13 de abril de 1897, p. 3 7 “Denuncia de El Popular”, El Popular, viernes 5 de marzo de 1897, p. 2. 14 miiltiples casos, hemos puesto tres, escogidos por las causas tan baladies que originaron el encarcelamiento de reporte- ros o de los directores de los diarios. Otro de los métodos usados para aminorar la censura a los actos de la administra- cién consistié en el asesinato de periodistas; los crimenes permanecieron inmunes y sus autores nunca fueron apre- hendidos, ni los casos investigados. Este eficaz método se ‘empez6 2 utilizar hacia 1894, con el reportero Emilio Ordé- fiez. Este habfa desempenado el puesto de administrador de rentas en Zacualtipan. El cacique de esta poblacién habia dominado a los habitantes por el terror; en ocasiones habia encontrado gusto en ejercitar su blanco en los habitantes del lugar. Emilio Ordéiiez habia ayudado a un vecino con una recomendacion en un litigio que tenia contra el cacique de Zacualtipan. La desinteresada colaboracién de Ordéiiez fue su perdicién; con el cambio de poderes en el estado de Hidalgo, el secretario del gobernador result amigo del caci- que de Zacualtipén, que aproveché para sujetarlo a tenaz persecucién. De inmediato pidié la destitucién de Ordéiiez, éste se dedicd al comercio de ganado, hasta que se enterd que su enemigo lo emboscaria. Pidié una escolta de dos guardias y en el camino fueron atacados. El hermano de Orddiiez pudo contestar al fuego y maté al tirador, que result6 ser el cacique de Zacualtipan. Como la conducta del secretario se comentaba sotto vo- ce en Pachuca, el disgusto piblico aumenté, Emilio Ordé- fiez conocia al secretario desde su juventud, pues los dos procedian de Chicontepec. A raiz de la persecucién iniciada en su contra, Ordoiiez comenz6 a publicar en el diario pa- chuquefio Las Novedades y en El Liberal Espattol, articulos que revelaban el oscuro pasado politico de aquél. Ordéfiez se hab{a mudado a la ciudad de México después de la muerte del cacique de Zacualtipan, para evitar compli- 15 caciones, y en la capital, la policia del estado de Hidalgo® lo aprehendié con lujo de violencia, Fue conducido a Pa- chuca en tren, pero logro fugarse pidiendo asilo en la casa del licenciado Justino Fernandez, ex gobernador de Hidal- go,? que se limit6 a pedir garantias al gobernador del estado de México, que se comprometid a entregar al reo vivo a la policia de Pachuca. La aprehensién de Ordéjiez la ordena- ron por el tiroteo donde murié el amo de Zacualtipin, aun- que su hermano se habia entregado a la policia y asumido la culpabilidad. La prensa de la ciudad de México denuncié con grandes titulares, las irregularidades que habia en el encarcelamien- to, todo fue initil. El periodista fue enviado a la prision de Pachuca. Se le abrié un proceso por asesinato que durd cuatro afios. No obstante los vejamenes y hostilidades, se mantuvo firme en sus declaraciones de inocencia. Esta- ba por finalizar el juicio y todos crefan que saldria libre, pero por ausencia del gobernador, su secretario, Ramon Riveroll, fue designado gobernador interino y ordend el asesinato del ‘diarista”. Contra la costumbre, una noche encerraron a los dems presos en las celdas bajo lave, para evitar que defen- dieran a Ordéfiez, Se presenté gente en la celda de éste y lo ahorcaron con una cuerda de c4iiamo, lo sacaron al patio de la cdrcel y ahi lo remataron a puntapiés. Su cadaver y el centinela vivo, fueron a dar al horno crematorio de caballos. La policia informé que habia intentado una fuga, pero los presos comentaron a sus esposas el fin de Ordéfiez. Como el hecho fuera conocido, dio por resultado dos muertes mas 8 “La muerte de Emilio Ord6fez; pginas para un proceso, En- trevista con la sefiora viuda, Habla un reportero”, Ibidem., enero 28 de 1897, p. 2. 9 Ibidem, enero 31 de 1897, p. 2 16 entre los presos. La prensa atemorizada guardé silencio. En dos afios no hablé més del asunto. En septiembre de 1896, dos aiios después del crimen, aparecié en Gil Blas un articulo titulado “El cinematografo en Pachuca, Vistas de actualidad”, que narraba unas pelicu- las “muy realists” que mostraban al gobernador del estado de Hidalgo, a su hacienda en el Zoquital y al horno ‘crematorio de caballos, que lanzaba fumarolas a las que los “caprichosos giros del aire le dan formas fantisticas de hombre vestido de negro. . .”"° La prensa continué en silen- cio, nadie hizo eco de este ingenioso panfleto. Los diarios estaban atemorizados porque los crimenes y acusaciones se sucedian intermitentemente. Luis Gonzdlez fue “‘Fusilado a machetazos...”" y Jestis Olmos Contreras “Despedazado con més de cuarenta pufialadas, apufialado hasta en la boca, apuiialado hasta romperse el hierro en el cuerpo sangriento de la victima, .."'' El misterio rodeaba a los erimenes lo que aunado a las denuncias por difamacién, minaron el espi- ritu combativo de los rotativos liberales. Hasta el 21 de enero de 1897 los diarios volvieron a ha- blar del asesinato y cremacién de Emilio Ordéiez. Esta vez con decidida energia y sin temor alguno. El Universal inicid la campaiia, secundado por El Popular, y a los pocos dias por La Voz de México, El Tiempo, El Nacional, etc.; El Mundo y El Imparcial guardaron silencio. Los periédicos “liberals”, independientes y religiosos, comenzaron una investigacion: entrevistaron a la viuda, que ensefié irrefuta~ bles pruebas, cartas que recibid de los compaiieros de pri- 10 “El cinematografo en Pachuca. Vistas de actualidad”, Gil Blas sibado 5 de septiembre de 1896, p. 1. 11 “La desaparicién del periodista don Emilio Ordéfiez. La res. ponsabilidad del gobernador Cravioto. Escindalo sobre escindalo”, FI Popular, enero 21 de 1897, p. 1. 17 sién de su marido, nombres de testigos, entre los cuales estaba el mismo jefe de la carcel, el licenciado Justino Fer- ndndez, que abog6 por el reo; el hermano del gobernador del estado de Hidalgo, compadre de la victima. Se publica- ron los asesinatos ordenados por Riveroll, uno de los cuales escandalizo aiin més a la sociedad, habia encarcelado y deja- do morir de gangrena a un padre que sc atrevid a protestar por la violacion de su hija de catorce afios. La prensa de la provincia reprodujo los escritos y el caso trascendid las fronteras. Se comentd en Estados Unidos y en algunos pai- ses latinoamericanos. Se pedia la apertura de una investiga- cién oficial y la condena de los culpables, maxime que ya se habian dado las pruebas y los nombres. Ante la presion ejercida sobre las autoridades, se abrié cl proceso. La parte acusadora la componjan los escritos de los diarios; el acusa- do, Riveroll, que dijo acataria la decision del tribunal. Dia~ riamente, con grandes titulares y en primera plana, los periddicos seguian publicando entrevistas ¢ informaban del proceso. Finalmente, El Imparcial y El Mundo hablaron del asunto, sblo para acusar a los otros diarios de chanta- jistas. La viuda de OrdéAez eseribié una carta ala sefiora Diaz para que le diera audiencia; a los pocos dias recibi6 contes- tacién y fue recibida en el castillo de Chapultepec (con anterioridad habia enviado carta tras carta y nunca recibid respuesta. La sefiora Dfaz informé que recibia tanta corres- pondencia que olvidaba contestar). Se le prometié ayuda y a los pocos dias recibié un nombramiento de maestra de la Escuela Normal.'? Todo parecfa indicar que cl pleito se ga 12 “La sefiora viuda de Ord6fiez ante la sefiora esposa del presi- dente de la Repablica, Escena de lagrimas, Promesa solemne de just- cia”, Ibidem, febrero 10 de 1897, p. 2. 18 naria y que los culpables serfan castigados con el rigor de la ley. E18 de julio de 1897 se dio el veredicto: Emilio Ordéiiez se fugd y se desconoce su paradero. La noticia cay6 como cubetazo de agua fria sobre los diarios.! El asunto Ordéfiez armé un escéndalo fenomenal porque salicron a flote las irregularidades de la administracién del estado de Hidalgo. El general Diaz movié sus resortes y a los pocos meses, el gobernador renuncié. Iniciése un nuevo periodo leno de esperanzas para los pachuquefios'* y de temores para los periodistas, que quedaron tristes y cabiz- bajos. El gobierno debe haber querido tener una ley que fuera un instrumento més flexible y tres afios después reformé la Ley Organica de los articulos 60. y 7o. de la Constitucién,'* referentes a la libertad de expresion. La redaccion fue sufi- cientemente vaga, de manera que los motivos para denun- ciar por difamacion y los casos para limitar la libertad de imprenta, no resultaban excepcionales. Los diarios independientes y liberales desaparecieron paulatinamente. En enero de 1897 El Monitor Republicano se retiraba de circulacién porque no vio cristalizadas, en la realidad, ninguna de las causas por las que tanto habja lu- chado, entre otras, la democracia y la libertad de prensa. El Monitor Republicano no comprendia los cambios operados en la administracion y luchaba por los més puros ideales del liberalismo. E! Universal le dedicd un epitafio: 13 “El asesinato de Ord6fiez”, Ibidem, domingo 18 de julio de 1897, p. 2. 1#"La caida de la dinastia Cravioto”, El Tiempo, noviembre 4 de 1897, p. 2. 15 “EI aborto fin de siglo del Congreso de Ia Uni6n. Como ganan sus honorarios algunos diputados. La libertad de imprenta y la liber- tad de disparatar”, E! Popular, domingo 20 de mayo de 1900, p. 1. 19 Sentimos de todo corazén el fracaso de El Monitor, por- que no es la muerte del decrépito, y con los cuantiosos elementos que contaba, bien pudo evolucionar en el sen- tido en que nuestras necesidades actuales van exigiendo. Las viejas doctrinas pierden un campeén esforzado y la honradez. periodistica la representacién mas generosa del cumplido y leal adversario, . .'® A El Monitor Republicano siguicron El Globo y El Noti- cioso, adquiridos en el transcurso de 1897 por El Universal. Gil Blas se dejo de editar a fines de 1898. El sefior Carlos Roumagnac, ex propietario de EI Globo, fundo El Liberal en 1899, pero sdlo tuvo dos afios de vida y su formato reve- la pobreza. El Universal y El Nacional, diarios independien- tes, continuaron publicindose y desaparecieron en los primeros afios del nuevo siglo. De los periddicos liberales sobrevivié El Popular (desaparecido en 1904), cuya empresa edité El Chisme en 1899 (desaparccido en 1900); ambos periddicos contaron con la colaboracién de José Guadalupe Posada y otros excelentes grabadores, que satirizaban los acontecimientos que afectaban a los capitalinos, sobre todo los de tipo politico. Lo notable de estos periddicos es el ingenio con que aludfan a los problemas y eludfan la cen- sura. Eran opositores de El Imparcial y El Mundo, destina- dos a difundir “la ciencia entre las masas”. La presentacion de los rotativos “cientificos” superaba a la de sus opositores: profusas ilustraciones y mayor n mero de paginas por el mismo precio. El Popular y El Chis- ‘me, para competir dignamente, comentaban en forma de coplas, chistes y adivinanzas los sucesos politicos y los ilus- traban con magnificos grabados. De esa manera querian in- 16 “La muerte de El Monitor Republicano”, El Universal, enero 1o, de 1897, p. 2. 20 fluir en la conciencia piblica, sobre todo la del “pueblo”; le hablaban en su idioma para que no perdiera su conciencia de ser politico, Bello ideal, ciertamente, pero la realidad era muy otra, Los dos residuos del periodismo liberal, desapare- cieron en los albores del siglo. En cambio El Imparcial, El Mundo y el semanario El Mundo Ilustrado se caracterizaron por reflejar el pensamiento del “grupo activo” en el gobier- no, por omitir toda censura a la administracién del general Diaz y por sus continuas alabanzas a éste. Criticaron a las autoridades menores, la conducta de algunos militares en las guerras contra los yaquis y contra los mayas, pero el general Diaz permanecié intocable; no se le lanz6 ni un solo dardo venenoso. Los diarios catélicos El Tiempo, La Voz de México y El Pais prosperaron, Es importante seftalar que estos diarios, los “cientificos” y el recuerdo del partido conservador La patria de México, se dejaron de publicar en el transcurso de los gobiernos de Madero y de Victoriano Huerta (1911- 1915). Fueron incondicionales del militar y enemigos ac rrimos de Madero. Volviendo a nuestros afios, y para cerrar el capitulo solo diremos que en 1899 se anuncid la publicacién de Bl Anar- quista “. ..su programa es de ataque y su cardcter indepen- diente, iDios lo coja confesado!”, decia con tristeza y nargura El Popular,!? 17 “Bl Anarquista”, El Popular, stbado 14 de enero de 1899, p.2 2 EL ORIGEN DE LA INVESTIGACION ANTES QUE nada cs importante narrar el proceso por el cual Hegamos al tema de nuestro estudio. Al principio tenfamos la intencién de estudiar la imagen de la Revolucion mexica- na a través de las peliculas y del tiempo. Nos fijamos la cro- nologia de 1910 a 1940, desde el inicio hasta el final del movimiento. Una vez iniciada la investigacién, el material hemerografico se empez6 a multiplicar como por arte de ma- gia, se redujeron nuestras ambiciones y nos fijamos de limi- te el afio de 1924, en que terminé el régimen del general Alvaro Obregén, y antes del movimiento cristero. Vimos con caima el iltimo aio del porfirismo, agotamos fuentes hemerograficas disponibles del interinato de Leén de la Barra, de los regimenes de Madero y del general Victo- iano Huerta; consultamos abundantes publicaciones de las €pocas de la Convencién, del Preconstitucionalismo, del ré- gimen de Carranza, de De la Huerta, de Obregén y recopila- ‘mos el material necesario para nuestro estudio. Sin embargo, no comprendiamos el cine mexicano que se hizo mis o me- nos hasta 1917; resultaba extraiio que los cineastas naciona- les filmaran los acontccimientos revolucionarios y casi no hicieron peliculas con argumento. Los filmes basados en al- guna anécdota, por lo general tenfan un enfoque histérico, Cuaubtémoc (1910), El grito de Dolores (1910), Colén (1911). En ocasiones los cinematografistas unian los aspec- tos de Ia lucha en el campo federal y en el revolucionario, como en Revolucién orozquista de los hermanos Alva, y no nos cabe la duda de que no deseaban tomar partido; este he- 22 cho nos lamé singularmente la atencién. Con posterioridad observamos que ademis, todas las peliculas tenian un pruri- to de objetividad; habia en los autores un deseo de apegarse 4 la realidad, haciendo el montaje en un riguroso orden geo- grafico y cronolégico. Comprendimos que no se trataba de un caso excepcional, por el contrario, desde el porfirismo se seguia esta costumbre. Las peliculas de las giras del general Diaz se apegaban al orden geogréfico de los itinerarios; por ejemplo, cuando fue a entrevistarse con el presidente Taft de los Estados Unidos, a El Paso, Texas, en 1909, el filme que se tomé estaba dividido en “‘cuadros” y lo mostraban saliendo de la estacién Colonia, llegando a Querétaro, a Ce- laya, a Salamanca, a Leén, eteétera; y en la pelicula no se alter lo mas minimo el trayecto del viaje. Esto mismo lo observamos en las peliculas de las giras de Francisco I. Ma- dero, Concluimos que los filmes nacionales se podian tipifi- car por su apego en mostrar la realidad inmediata, no im- portaba el argumento, querfan solamente ensefiar la verdad de los hechos. Nuestra conclusién la afirmamos atin mas al ver que las peliculas extranjeras que mostraban sucesos no- tables, no se apegaban ni a la cronolog{a ni a la geografia: La guerra de Melilla, La coronacion de Jorge V de Inglaterra, y nos dimos cuenta de que estabamos ante un “cise mexica- 0". Como se habia Ilegado a él? Ello nos remitid a los origenes y con paciencia, no constante, agotamos las fuen- tes disponibles de los cuatro primeros afios que hubo cine en México, 1896-1900, para aclarar mds 0 menos qué fue lo que determiné a los camarégrafos para hacer de las pelicu- las un “‘fiel documento histérico”. Nuestro estudio cambid de tema, de sentido, de titulo y se convirtié en Los orige nes del cine en México, 1896-1900. Ahora bien, el trabajo lo emprendimos con la conciencia de que no seria total, puesto que las peliculas que mencio- 23 namos parece que se destruyeron. Es decir, nuestra investi- gacién se bas6 en documentos escritos. Faltaria, para redon- dearla, conocer fisicamente los filmes, y contestar a la si- guiente pregunta: en lo estético, ése puede hablar de un cine mexicano? Puesto que hemos concluido que respecto a la temitica y al modo de hacer los filmes la respuesta es afirmativa, Por otra parte, nuestros propésitos se modificaron, como lo hemos dicho, y més que una historia del cine, creemos que result una historia social vista a través del cine; éste, a la postre, fue un merc pretexto para fijarnos en el compor- tamiento de la sociedad mexicana durante cuatro afios del porfirismo. No creemos haber agotado el tema. Esperamos que nues- tro trabajo anime a otros investigadores a realizar monogra- fias del cine en un punto determinado de la repiblica, pues siendo ésta tan vasta, légico es de suponer que en cada parte reaccionaron de diferente manera ante el nuevo espectaculo. 24 I. LAS FUENTES LA HISTORIOGRAFIA DEL CINE MUDO LA HISTORIOGRAFIA del cine mexicano es reducida, sobre todo la que se refiere al periodo mudo. Practicamente son tres los autores que han hecho investigaciones. El iniciador fue José Maria Sanchez Garcia y ha sido copiado hasta la saciedad, sin que ninguno de sus sucesores, Emilio Garcia Riera o Francisco Ignacio Taibo, hayan intentado el andli- sis de su método y sus fuentes. Esto ha dado lugar a la di- fusién de datos cuya veracidad es dudosa y con poca sig- nificacién para la historia del cine mexicano. Moisés Gonzi- lez Navarro dedicé al cine un breve capitulo de su estudio sobre la sociedad porfirista, pero a pesar de que es el que mis ha comprendido su significado, ¢s poco conocido por los especialistas, y por no ser una monografia, sino parte de un estudio de conjunto, su investigacién tampoco fue ex- haustiva. Luis Reyes de la Maza hizo una recopilacién de datos, articulos y anuncios, sin completar, ni tan siquiera confrontar con otras fuentes las afirmaciones de Sanchez Garefa. Por el contrario, enmarcé sus datos dentro del rela- to de éste, y por tanto, adolece de las mismas deficiencias: fallas en el método y escasez de fuentes. Un homenaje tributado a los supuestos iniciadores del cine mexicano, fue lo que motivé a Sanchez Garcia para ha- cer su historia, originalmente publicada en forma de articu- los en el diario Novedades, durante el afio 1944. Los tituld “Apuntes para la historia de nuestro cine” y “Quién es 25 quién en la industria cinematografica”. Diez afios més tarde, los ordené, agregé datos y publicd su historia bajo el rubro “Bosquejo histérico del cine mexicano”, en la Enciclopedia Cinematogrigica Mexicana, 1897-1955 editada por Rafael Portas sin ninguna novedad y sin citar su fuente, Antonio Magafia Esquivel hizo una sintesis que aparecié en México, cincuenta aitos de Revolucién (1959). Por lo menos con cré~ dito para Sanchez Garcia, Emilio Garefa Riera hizo otra sintesis en El cine mexicano (1964). En ese mismo afio apa- recié otro resumen en el Diccionario Porria de historia, bio- grafia y geografia de México que tampoco cita a la fuente, Francisco Ignacio Taibo en su “Breve biograffa del cine mudo”, aparecida en la revista Cine Avance durante 1966, dedicé el capitulo VIL al cine mexicano. En él mezelé datos de Sanchez Garcfa con otros que encontré en el semanario porfirista El Mundo Ilustrado, El resultado fue cadtico; el desconocimiento de la materia lo condujo a muchas afirma- ciones afin més confusas que las del periodista. Puesto que los reportajes publicados por Novedades en 1944 iniciaron los errores reproducidos profusamente, vale Ia pena analizarlos con cuidado. El del 26 de noviembre (p. 6, cols. 3-5) dio noticia de un festejo tributado dos afios antes. Afirmaba que el agasajo habja sido una muestra de gratitud de la industria cinemato- grafica mexicana en esos afios de prosperidad— a sus fun- dadores. Sanchez Garcfa se quejaba de que no habia sido sino un “‘. . .desfile disfrazado de homenaje. . .”, que le des- perto “‘un deseo ardiente de sacar de las tinieblas la realidad de los hechos . . .para dar honor a quien honor merece y des- pojar a los usurpadores de sus falsas glorias. ..” Relataba a continuacién, cémo en biisqueda de antigiiedades dio con una carta del general Porfirio Diaz al ingeniero Salvador Toscano, fechada el 6 de diciembre de 1897, en la que de- 26 clinaba una invitacion para asistir a las exhibiciones en su cinematégrafo. Sanchez Garcia se dio a la bisqueda del in- geniero, que todavia no fallecfa. El articulo del 3 de diciembre (p. 14, cols. 1-2) narraba que el ingeniero, por no disponer de tiempo para una entre- vista, a cambio del documento encontrado, le envié una car- ta donde contaba cémo y cudndo introdujo el cine a México. ‘Toscano afirmaba haberse enterado por la prensa francesa de la invencién del cinematégrafo, e inmediatamente haber- se dirigido a los hermanos Lumitre para averiguar el costo del aparato, obtenido a pesar de su elevado precio. Poco después le llegé una notificacién de Emilio Cabessut, de esta ciudad [de México]. . . en la que se le informaba que el proyector. .. habfa llegado... Elsefior Cabessut. .. hizo firmar al comprador varias letras... y entreg6 el aparato sin mas vacilaciones . . .[el ingeniero Toscano] abrié una sala de espectaculos que se lamé cinematogra- fo Lumiere en la calle de Jesis [Maria] alumbrado con luz eléctrica, y dotado, para amenizar las funciones, de un fondgrafo Edison de bocina y cilindros de cera. . . El precio por cada tanda era de diez centavos. . . Buscando una situacién més céntrica, Toscano trasladé después el cine, con el mismo nombre, a la calle de Plateros. . El reportaje del 10 de diciembre (p. 10, col. 3-4) conti- nda con el relato del ingeniero Toscano ¢ incluso transcribe parte de la carta. El ingeniero afirmaba que, como el apara- to servia también para filmar, hizo algunas tomas del famo- so actor Paco Gavilanes, con un truco fotogrdfico que daba la impresion de que era atropellado por una aplanadora; también tomé algunos espectaculos del género chico, Don Juan Tenorio, escenas del presidente Diaz y de la plaza de la Constitucién. Posteriormente el 2 de febrero de 1898, 27 inicié unas giras para dar a conocer el espectéculo en el inte- rior de la Repiiblica mexicana, empezando en Tehuacdn y siguiendo en las ciudades de Puebla, Durango, San Luis Po- tosi, Celaya, Guadalajara, Zamora, Zacatecas, Matehuala y Chihuahua. A su regreso se establecié en la calle de Cinco de Mayo 9, en los bajos del hotel Gillow, y en 1899 realiz6 un viaje a Europa para asistir a la Exposicin Universal de Paris. A su regreso traia peliculas de Mélits, Viaje a la Luna, El reino de las badas y Juana de Arco. Relataba cémo en su salon alternaba las peliculas francesas, norteamericanas y mexicanas, La muerte de Leon XIII, El advenimiento de Pio X, La guerra ruso-japonesa, La catistrofe de San Francisco, Las bodas de Alfonso XIII, La inundacion de Guanajuato, eteétera y cémo durante la Revolucién filmé algunos acon- tecimientos, de los cuales tenia negativos. Sanchez Garcia, convencido de quién habfa dado a conocer el cinematdgrafo en México, hizo que el poderoso Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematogréfica (STIC) tomara una fotogra- fia de todos los camardgrafos de México y se invité al ingeniero Tos- cano Barragin aque figuraraen ella en sitio preferente. . EI ingeniero, presa de gran emocién, dio las gracias por aquella, que él consideraba inmerecida atencién, He aqui aun verdadero hombre que no quiere recibir los honores a que se ha hecho acreedor. EI articulo del 17 de diciembre informaba que el seior Enrique Moulinié habfa sido el segundo empresario que se dedicé en México al negocio cinematogrifico, en especial en el interior de la RepGblica mexicana, mientras el ingeniero Toscano lo hacia en el Distrito Federal. Cuenta que Mouli- nié, asociado con un sefior Churrich, inicié en el afio 1897 28 las exhibiciones en la ciudad de Puebla y las continué en las principales poblaciones del pais. Segiin el autor: ...el fanatismo religioso de algunas personas [hizo que rechazaran] el invento como cosa diabélica. Hasta las au- toridades, sea porque participaban de la supersticion pa- blica 0 porque temian desagradar a los que, por medio de periédicos, proclamas, etc., se oponian al cine, resis- tianse a conceder los permisos solicitados para establecer las salas. En muchos casos se hizo necesario dar funcio- nes previas, para las autoridades civiles y eclesidsticas que, después de convencerse a si mismas de cuan inofen- siva era la nueva invencién, daban su licencia y anuncia- ban a los timoratos que “‘aquello no estaba en pugna con los santos principios de la Iglesia, y que Satan no habia puesto sus diabdlicas manos en el pastel”. . . Después informaba de las peripecias y de las dificultades que Moulinié tuvo en sus giras, con algunas anécdotas sobre cl entusiasmo que despertaba el cine en los habitantes y de las incomodidades que soportaban durante las exhibiciones. El articulo del 24 de diciembre (p. 15, col. 2-5) conti- nuaba con los incidentes ocurridos a Moulinié. Al cabo de dos aiios y después de haber reunido un capital, se establecié cn la ciudad de México con un salén de espectaculos deno- minado El Palacio Encantado, en lo que hoy ¢s calle de 16 de Septiembre, en cl edificio ocupado por la papelerfa La Helvetia y que entonces pertenecia a la testamentarfa de Sebastién Lerdo de Tejada. Afirmaba que sélo tenia como competidor al cinematgrafo Lumiére, propiedad del inge- nieto Toscano Barragén. Moulinié también ‘“impresionaba” sus “vistas” frecuentemente con la participacion de actores de teatro, lo que no dejé de molestar a los empresarios que lo consideraban desleal competencia. Al cabo de algunos afios, el negocio vino a menos y Moulinié se asocié con el 29 seior Ernesto Pigibet, para dar funciones gratuitas a cam- bio de cierto nimero de cajetillas de cigarros El Buen Tono. Los otros articulos se dedicaron al cine mexicano poste- rior a 1910, no incluidos en esta investigacién. En el “Bosquejo histérico del cine mexicano”, publica- do diez aiios después en la Enciclopedia Cinematogrdfica Mexicana, 1897-1955, editada por Rafael Portas, Sanchez Garcia agrega algunos datos. Segiin se desprende de la lec- ura, parece que al consultar fuentes hemerograficas en- contré algunas contradicciones a afirmaciones del ingeniero Toscano. El autor se limité a contar que un sefior Vayre fue el que trajo el especticulo en 1896 e insert6 los titulos de las peliculas, con la direccién del local donde se efectué la primera exhibicién. Se quejaba de la falta de informacion, daba noticias de la partida de dicho sefior a Cuba el 10 de enero de 1897, y afirmaba que la representacidn de los her- manos Lumiére quedé con el sefior Emilio Cabessut. A continuacién repitié lo publicado en sus articulos de 1944. La fuente principal de Sanchez Garcia fueron los testigos conectados con la industria cinematografica desde sus orige- nes, el ingeniero Toscano y los descendientes de Moulinié, Después se asomé a una fuente hemerogrifica, y casi podria- mos afirmar que fue el diario El Universal del mes de agosto de 1896, puesto que es la tinica que sefiala la ubicacién exacta del lugar en que se efectuaron las primeras exhibicio- nes, los titulos de los filmes y el nombre de los enviados de los Lumiere. La queja sobre las pocas noticias localizables de los ori- genes del cine en México, hace suponer que consult algu nas otras publicaciones, sin fruto. Su desénimo, creemos, se debe a que la distribucién de las noticias en los diarios de finales de siglo, era poco rigurosa y a veces hasta arbitraria. No se seguia un orden similar al acostumbrado en los cua- 30 rentas, muchas noticias sobre el cine —segiin sabemos por propia experiencia—, aparecieron mezcladas con otras que nada tenfan que ver con el especticulo, bajo rubros como "Gacetilla”, “Informacién general” 0 “Especticulos”, nun- ca con el nombre de “Seccibn cinematogréfica”. Por otra parte, el interés de Sanchez Garcia de “tributar honor a honor merece” le dificulté mas su bisqueda pues no habia encabezados “Zutano filmé tal pelicula” y los titulos y nombres de autores se omiten, en lo general. Por ejemplo; al resefar las fiestas patrias de 1896, un diario informa que "en la esquina del puente de San Francisco, un emplea- do del cinematégrafo tomaba negativas” (del traslado de la campana de la Independencia).! La informacién no reune las condiciones que Sanchez Garcia suponia en las fuentes. Un periédico? que reseiié Ia visita del espectaculo a Puebla, cita algunas de las peliculas sin dar titulos, pero mencionan- do que retrataban acontecimientos y personajes mexicanos, la inauguracién del panteén Francés, en la ciudad de Méxi- co y el viaje que el general Diaz acababa de hacer a dicha ciudad. Tampoco aparece el nombre del empresario o del utor de las vistas. Los ejemplos que se pueden dar son mu- chos. Ante tal situacién, no es extrafio el pesimismo de San- chez Gare‘a, porque su intencién de homenajear a los igno- rados, recibié serios reveses. (Otra de sus limitaciones es su método basado simplemen- te en la entrevista. Sin duda hizo cierta critica hacia los da- tos proporcionados por los “testigos fieles”, confrontando- los con una fuente hemerografica. En 1955 ya no afirma que el ingeniero Toscano introdujo el cinematografo a Mé- xico, sino que fue un sefior Vayre, representante de los her- 1 E1 Municipio Libre, miércoles 16 de septiembre de 1896, p. 1. 2 El Pais, Puebla, viemes 21 de diciembre de 1986, p. 4. 1 manos Lumiére. No se pregunta més, sus intenciones queda- ron satisfechas y su galeria de héroes cinematogrificos au- ment6 a tres: el ingeniero Toscano, Enrique Moulinié y el sefior Gabriel Vayre. La ausencia de noticias exactas obligé a Sanchez Garcia a aceptar los relatos del ingeniero y de los. descendientes de Moulinié. Dados sus propésitos, su historia resulté un catélogo de nombres y titulos de peliculas, que dice poco sobre éstas, y nada de la repercusién que el cine tuvo en la sociedad mexi: cana de aquellos afios, comprendidos entre 1896 y 1900. Ahora bien, en el relato de los ‘‘testigos fieles” es muy confuso el orden cronoldgico de los hechos; la falla resulta por haberse basado exclusivamente en la memoria al anali- zar los relatos. No puede uno menos que censurar la falta de cuidado de Sanchez Garcia. El poco sentido del periodista salta a la vista con una simple lectura de sus articulos, El in- geniero Toscano dice que al cabo de una gira por el interior del pais, se establecié en las calles de Cinco de Mayo 9; San- chez Garcia, por su parte afirma, que “EI Palacio Encanta- do de Moulinié s6lo tenia un competidor, el cinematogrifo Lumiere” de la calle de Plateros 9. Por otra parte, el inge- niero afirma que en 1898 dio a conocer el nuevo especticu- lo en el interior del pais y Sanchez Garcia le atribuye pri macia a las giras de Moulinié en 1897. Para nuestro objeto importa menos saber quién lo hizo, ya que no ¢s rendir “ho- nor a quien honor merece”. Pero es criticable que Sanchez Garcia atribuya a dos un mismo hecho. Si confrontamos las afirmaciones de los “testigos fieles”” con los datos extraidos de las fuentes hemerograficas, el en- redo crece y adquiere semejanza con la trama de una come- dia del siglo de oro espaiiol. El ingeniero Toscano Barragin dice que partié a Paris en 1899, pero en enero de 1900 ape- nas disolvié la sociedad que manejaba el cinematégrafo Lu- 32 miere, si es que hemos de creer a la prensa,? convirtiéndose en Gnico propictario. Los anuncios del salén se dejaron de ppublicar en mayo de 1900, seguramente cuando partié al extranjero.* Dice el ingeniero que a su regreso (no aclara el who, suponemos que fue a principios de 1901, a mas tardar) ajo Viaje a la Luna y Juana de Arco, ambas de Méliés;la primera fue filmada en 1904 y la segunda en el transcurso de 1900 y exhibida en un salén de 1900. Agrega que en 1898 proyect6 su Don Juan Tenorio, la prensa indica que {ue en 1899.5 $i Sanchez Garcia hubiera consultado con cuiidado los diarios, sin duda se hubiera percatado ademis de que el precio que se cobraba en el cinematégrafo Lumit- re, al inicio de las exhibiciones del ingeniero, no era de diez eentavos, sino de veinticinco. Fue en 1900 cuando se cobré la cantidad mencionada por Toscano.® La cronologia de las peliculas de Méliés nos indica que Sinchez Garcfa tampoco consulté ninguna historia del cine mudo extranjero. Esto se comprueba al dar como cierto que un fondgrafo Edison funcionara en un cinematégrafo Lu- miére. Efectivamente, en enero de 1898 habia sesiones de fondgrafo en el mismo local; pero se efectuaban en una acce- toria independiente, aunque se podian disfrutar ambas dis- tracciones por el mismo precio? Suponemos que el perio- dista ignoraba el pleito por la patente entre los hermanos 9 “El cinematografo y un impresor”, EI Universal, sibado 13 de ‘enero de 1900, p. 2. 4 Anuncio publicado en El Diario del Hogar, jueves 17 de mayo de 1900, p. 3. 5 “'Especticulos”, EI Universal, miércoles 15 de noviembre de 1899, p. 2. 6 Véase el capitulo “La cruz. La competencia”. 7 “Teatro y Diversiones”, El Universal, miércoles 5 de enero de 1898, p. 3. 33 Lumiere y Edison, y que los primeros intentos de sincroni- zacion de imagen y sonido fueron realizados por Edison, con su Kinetéfono y por los ingleses en el cinematégrafo Joly. Episodios que consideramos bisicos para un historia- dor del cine. En octubre de 1896, dos afios antes de las au- diciones en el local del cinematdgrafo Lumitre en México se instalé en la calle de la Profesa 6, un salon que exhibia el kinetfono de Edison,® y en 1899, un afio después se inau- guro el salén de Novedades con funciones del cinematogra- fo Joly.” ‘La agencia de Emilio Cabessut no representaba a los her- manos franceses en 1896, como lo afirma el mencionado historiador; sus comerciales anunciaban productos farma- céuticos. En cambio Edison si tenia un distribuidor con un local apropiado para la exhibicién permanente de sus inven- ciones. Todo lo anterior, segiin hemos podido comprob: no ameritaba demasiada minuciosidad. Cabessut y la agen- cia Edison se anunciaban en desplegados de un cuarto de plana. Pero tal vez la omisién més grave de Sinchez Garcia fue un anilisis de la produccién filmica nacional. Sin mis, acepta que el ingeniero Toscano hizo peliculas a base de trucos cinematogréficos, como la simulacién del atropella- miento de Paco Gavilanes. El ingenicro no aclara el aiio, pero da a entender que fue de las primeras que realizé, es decir entre 1897 y 1900. El citado historiador tal vez no consult6 el importante semanario porfirista El Mundo Ilus- trado, que vl 26 de febrero de 1908 incluye un articulo des- criptivo del proceso de la manufactura de las peliculas “imé- gicas” en Francia y, extrafia coincidencia, es igual a la des- 8 “Gacetilla”, Diario del Hogar, jueves 22 de octubre de 1896, Pe 9 “Especticulo Moderno”, El Chisme, miércoles 19 de abril de 1899, p. 3. 34 ipcibn de la técnica que el ingeniero siguid para la simula- cin del atropellamiento. Las informaciones proporcionadas por los descendientes de Moulinié, presentan la misma confusién cronologica, ya que también se basaron en la memoria, sin embargo se apro- man mas a los hechos. Dudamos mucho que las autoridades civiles y eclesiasti- ‘ous de las poblaciones del interior del pafs, exigieran una ex- hibicion previa para ver sien efecto el cinematografo era luna invencién de Satands. La prensa catélica, El Tiempo y La Vox de México nunca lo refirieron, y eran diarios que te- ‘n{an una profusa circulacién en toda la Republica, y en oca~ 1s los periddicos locales reproducfan sus articulos mis nportantes, Por el contrario, cuando el Papa permitio ser filmado, la noticia se destacé!® y cuando las “vistas” fuc- fon exhibidas en la Exposicion Universal de Paris, el envia- lo de La Voz de México se apresuro a resefiarlas detallada- te.!! Hasta un seminario de la ciudad de Puebla? exhibid el cinematdgrafo a los colegiales, aunque la noticia 10 ““Cinematografo en el Vaticano”, El Tiempo, miércoles 28 de Junio de 1899, p. 1. M1 “EL Papa en el cinematografo”, La Vox de México, domingo 18 de marzo de 1900, p. 2. Dice la noticia: "... ya que todos los fieles, ha dicho el Papa, no pueden llegar a mi, es conveniente que yo vaya hasta ellos para darles mi bendicion. Este original e intere- ‘ante especticulo al que ha concurrido el Nuneio y que se apresuran ‘ contemplar todas Las clases sociales, empieza reproduciendo algu- fas escenas de Ia Roma Antigua. Después, tras las ruinas evocativas, hace su aparicion el Papa Le6n XIL. Se lo ve sentado en un aillén, ‘erguido el busto con Ia sonrisa en los labios, revelando delicadeza y bondad, Ia mirada dulce y penetrante aa vez, reflejando en el expre- fivo rostro la dignidad que suavemente llega hasta la majestad, el uerpo flaco y vestido con la gran sotana blancs... 12 “Puebla”, El Tiempo, viernes 9 de marzo de 1900, p. 1. 35. no precisa si los fines eran educativos o recreativos. Es facti- ble que en ocasiones las autoridades exigieran funciones previas para censurar los programas. En 1899 empezaron en Ja ciudad de México exhibiciones para “hombres solos’ !? de inmediato criticadas por la prensa catélica, cientifica y liberal. Se repiticron en las ciudades de Puebla, Guadalaj ra’ y a no dudarlo, en algunas otras de provincia. La reac- cién de los diarios fue tan violenta que se inicié una campa- fia a nivel nacional para desterrar estos especticulos. La Iglesia no se oponia al progreso del cual el cinematé- grafo era una muestra. Todo lo contrario, en los periddicos de tendencia religiosa a menudo salian editoriales que lo fundamentaban histéricamente en el cristianismo. En resumen, Sanchez Garcia adjudicd al ingeniero Tos- cano Barragin y a Moulinié todo un proceso, sin analizar qué era lo que los determinaba. Los “testigos fieles”, sus principales fuentes, se basaron en la memoria, de ahi la con- fusién en conceptos y en cronologia. Independientemente de que los relatos estuvieran condicionados por el afecto, y a no dudarlo, por la nostalgia: se trataba de narrar parte de la juventud o las aventuras de un padre. A los ojos de los “testigos fieles” y a los de Sanchez Garcia, eran los lejanos tiempos de la edad mitica y legendaria del nacimiento del cine mexicano. Moisés Gonzilez. Navarro ha comprendido la importancia del cine en la sociedad porfirista, pero el capitulo “Ilusién a oscuras”, del tomo dedicado al estudio de la sociedad en la Historia Moderna de México (1957), tiene finalidades dife- rentes. Entre las fallas que saltan a simple vista esta la au- 13 “En el cinematégrafo", Cémico, domingo 13 de agosto de 1899, pp. 76-77. 14 “Puebla”, Bl Pais, martes 20 de febrero de 1900, p. 3. 36 sencia de un anilisis de los filmes nacionales, o un paralelo ide éstos con los extranjeros. Se circunscribe a relatar el au- wento de las salas cinematogrificas; a decir algunos titulos We peliculas y a cnunciar el rechazo de la prensa catdlica al especticulo; no ahonda en los motivos que tuvo para tomar Wa medida. Dada la envergadura de la obra, fue necesario un breve capitulo para mostrar que el cine fue bisico en el Wisfrute del ocio de la sociedad porfiriana. Sin duda esté ks cerca de los hechos que Sanchez Garcia. Reyes de la Maza es el filtimo de los investigadores c, con interés histérico. Su libro Salén Rojo, publi- ‘ado por la UNAM (Cuadernos de Cine No. 16), se inicia el ho 1895, en que se exhibid en México el ““kinetoscopio” de Edison y termina el afio de 1920. Nuestro interés es acla- el origen det cine en México, por lo que hemos decidido eireunscribirnos a comentar los afios de 1896 a 1900, que abarcan nuestra investigacién. De las 242 paginas que tiene Wi libro, s6lo 13 se refieren a los afios que nos interesan. Kis sabido que Reyes de la Maza se ha venido ocupando del teatro en México y tal parece que eso lo lev, acciden- talmente, a enfrentarse con el cine. Al buscar la critica tea- (wal se encontro con cronicas cinematogrificas no citadas por Sanchez Garcia, como las de Luis G. Urbina, Amado Nervo y José Juan Tablada. Sus fuentes son escas{simas, E! Diario del Hogar, El Uni- versal y El Mundo, la historia de Sanchez Garcia y el texto de la pelicula Memorias de un mexicano, montaje hecho en 1947, por Carmen Toscano de Moreno Sanchez; no cita 4 Gonzalez Navarro, por lo que suponemos no lo conocié. Reyes de la Maza da la impresién de que s6lo hojeé los iarios. Los mencionados rotativos incluyen numerosos da- tos para la historia del cine, hasta hoy desconocidos por los, que han hecho investigaciones. Tal vez no vio la crénica de 37 El Universal (una de sus fuentes) sobre la primera exhibi- cién, sino slo a Sénchez Garcfa. Para citar las peliculas proyectadas en ella, remite al periodista en lugar de a la fuente original, que es mis explicita. ‘A Reyes de la Maza no le interesaba el significado que tuvo el cine en la sociedad y por tanto no profundiz6. Las cronicas y los anuncios publicados en su libro fueron encajados den- tro del marco de la “historia” de Sanchez Gareia y del anec- dotario de Memorias de un mexicano (pp. 8-17). Trata de evitar las contradicciones, No es casual que en dos ocasiones remita a esas fuentes, la primera al referirse al origen del cine en México y Ia segunda al tratar sobre el autor del material filmico de la Revolucién (p. 73), que, como es sabido, se ha venido adjudicando al ingeniero Toscano Barragin. Uno de los motivos que lo llevé a publicar las cronicas fue, sin duda, su admiracién por los autores modernistas; de Luis G. Urbina dice que tenfa “una exquisita sensibilidad”. Lo malo es que su respeto hacia ellos lo llevard a alterar los textos. Al de Amado Nervo le mutilé un gran fragmento por no tener que calificarlo de “cursi”.'5 Al de José Juan Tablada le cambié palabras, puntuacién y hasta suprimi6 vocablosté tal vez para darle mas actualidad. Lo grave es que no hizo ninguna advertencia. 45 He agu{ el pirrafo que Reyes de la Maza suprimib: “ iComo sorprenderiamos la verdadera filosoffa de Ia historia, y qué dejo tan profundo de resignacién y de esperanza nos quedaria en el alma, ante el especticulo de ese dolor de milenarios que ha de labrar por fin el ciliz de diamante, en que el hombre postrero deberé la ciencia etema y el eterno amor ante el universo mudo, purificado ya por ‘muchos fuegos de caridad y lavado ya por muchos mares de Ianto!” “La Semana”, EI Mundo (ilustrado), domingo 20 de marzo de 1898, Pe Para una mejor ilustracion, insertamos una parte de la version original y una de las de Reyes de la Maza. 38 fv poca seriedad se hace més palpable cuando afiade Jaton; suponemos que fue para que sus informaciones no ijeran a Sanchez Garcfa y a la sefiora Moreno Sin- cher, En la pagina 15 transcribe un anuncio procedente de Hl Universal'? que carecfa de direccién; Reyes de la Maza le ogrega la de Plateros 9, con lo que manifiesta, ademis, su \gnorancia y poco cuidado. Los enviados de los Lumiere, a \ regreso de Guadalajara,"® se establecieron en la calle del Hypiritu Santo 4. Esto prueba que no vio El Universal con #1 cuidado necesario, lo que nos hace dudar de la seriedad ide wu obra. lin el transcurso de las investigaciones nos fuimos perca- tando de los Japsus que hemos sefialado en los historiadores del cine mudo mexicano; automaticamente nuestra atencién: ye centré mas en la difusién y el efecto del cinematografo la sociedad mexicana. Al agotar las fuentes, vimos que el jaterial reunido era tan abundante que por simple metodo- logia convenfa centrarse en el periodo de 1896 a 1900. \Versién original “El cinemat6grafo Lumitre continéa funcionan- » con un éxito grande y merecido. Aquellosmetros de blanco lienzo @ sniman al galope de la proyeccién luminosa con une vida intensa, sosprendente y prodigiosa. El primer sentimiento que ese espectécu- lo wugiere es de supersticion y fanatismo, Se busca instintivamente al Nowra-damus de negra tinica. . .” Version de Reyes de Ia Maza: “El cinematégrafo Lumitre conti- ‘wis exhibiéndose con un éxito grande y merecido, Aquellos metros tle blanco lienzo se animan al galope de la proyeccién luminosa con luna vida intensa, sorprendente y prodigiosa. El primer sentimiento {que ese especticulo sugiere es la superstici6n y el fanatismo: se bus- ‘es vivamente al Nostradamus de negra tinies. ..”” 17 “Cinematbgrafo Lumitre”, El Universal, martes 15 de diciem- Ine de 1898, 18 Vase el capitulo “La fiebre del cinematbgrafo”, para detalles. 39 Il. EL PROGRESO EL PROGRESO EL MIERCOLES 5 de agosto de 1896 anunciaba El Nacional la proxima exhibicion de un aparato dptico llamado cinem: tbgrafo Lumitre, invento que habfa sido recibido con bene- plicito por los principales estadistas europeos. Otro diario agregaba que la primera funcién seria exclusiva para repor- oly jerupor cientificos”.1 La exhibicién se efectué el torce de ese mes ef i cee ear el entresuelo de la drogueria Plateros, Las crénicas no se hicieron esperar. Todas coincidi: lo admirable de la invencin, calficindola de porte al villa, © de aparato prodigioso.3 Incluso el semanario El Mundo (Ilustrado), que se ocupaba en expreso de informar sobre los iiitimos adelantos de la ciencia, de la técnica y sus respectivas aplicaciones, le dedicd un amplio reportaje el 23 de agosto, con una rigurosa descripcién de su mecinica. No hubo ninguna critica adversa; por el contrario, el diario catélico El Tiempo, publicaba un panegirico, en el que solo se lamentaba de que, en las “vistas” que se habfan toma- do de la ciudad de México, y que irian a otras naciones, 1 El cinematdgrato de Ed P ato de Edison en México, Ef Comeo Exp jueves 6 de agosto de 1896, p. 2. 1H Coie sae 2 “El cinematografo Lumitre” Iniver é Se ', El Universal, miércoles 19 de 3 “Cinematografo Lumid facional, mi ae re", El Nacional, miércoles 19 de sgos- 40 aparezcan tantos encamisados y tantos sucios. (tra cronica recomendaba a sus lectores que: “os apresuréis 4 sdmirarlo cuanto antes, si no correis el riesgo de legar Yetrasudas. iAvanza tanto tan y de prisa la ciencia en estas Postrimerfas de siglo! Tuidu”.5 Todos los reportajes, en jwma, en forma clara o entrevelada coincidian en sefialar al \nvento como una prueba mis del progreso del siglo. ‘or otra parte, ese afio de 1896 se eligi por primera vez, sin una oposicion digna de tomarse en cuenta, al general Diaz como presidente de la Repiblica. Es interesante desta- far que los diarios subrayaban, para justificar la dictadura, que su administracion habfa encauzado a México por la senda de la “civilizacion y el progreso”, logrando que el pais {iurasc en el concierto de las naciones. El progreso, originado en el racionalismo, quimera y sue- fho acariciado a lo largo del siglo XIX, en México se iba Jogrando gracias a la paz. En su nombre se disculpaba el gobierno de una minoria: la de los “elementos activos” y se perdonaba el olvido en que habian cafdo las instituciones democraticas, que eran la causa de las grandes conmociones politicas que padecian los pueblos que se regian por ellas, ya lo habia demostrado la experiencia mexicana. 4 “Notas de la semana”, El Tiempo, domingo 13 de septiembre de 1896, p. 1. 5 “El cinematdgrafo", EI Globo, domingo 30 de agosto de 1896, pa 6 La politica en México en 1896”, EI Mundo (Ilustrado) do- Jingo 27 de agosto de 1896, p. 410. He aqui fragmentos del texto: Yodavia hace veinticineo aiios hubiera caido como una ducha de spun fria sobre el cuerpo de un febriciente las siguientes palabras, Nesprendidas del tnforme del general Diaz acerca de los actos de su tulministracion, en los periodos constitucionales comprendidos entre {1 10. de diciembre de 1884 y el 30 de noviembre de 1896. “Los pueblos pobres no pueden, en general, ni instruirse, ni moralizarse: 41 cuando no yacen inertes bajo el yug = i yace ig0 del despotismo, viven estes agitaciones de In anarquiasatenton ls difcateade dal Presente, descuidan prever las eventualidades del porvenir; les estén asi por completo vedadas la autonomia y la libertad y con mayor razon Ia democracia de la Repiiblica; impotentes o débiles contra el enemigo exterior; sus gobiemos son inestables y cambiadizos, ince oe ae bidos por un pueblo poderoso, ose consumen y desaparecen sin de jar en la historia otra huclla que a veces, las de su miseria y suffi mieni len ia Se ae eae ae eee encontramos ideas sustentadas en estas columnas, ns dan conocer |a clave del movimiento evolutiv iniciado para a RepGblics en estos Pero sila nacion no podiani debfa arriesgar sus conquis 1s conquistas alos bates de una gran conmocién politica, auna de esas uemendas crisis {ks instcuciones democriticasimponen necesariamente alos pue- que por ellas se rigen: s{ podria, y lo que han hecho, los que no- sotros hemos Hamado elementos activos, los que representan la suma total de los intereses nacionales y basar en ellos la consolidacién del poder péblico... De ese modo hemos dado solucién a uno de los pro- ae arduosy erzados de difcultades con las que aunen pases mejor preparados que el nuestro para el ejercicio de la liberta roped en cl funclonamiento del sufragi popular. an Todavia es menestar que estas instituciones se aj / ones se ajusten a nuestro ¢sado socal, y para ello se ha iniciado ya en nuestro Cuerpo Legis lativo una serie de reformas constitucionales que seri sometida a dis usion en el préximo periodo parlamentario. La Consttucién de 41857 fue ereada en medio de grandes agitaciones politics, y los rombres que en ella intervinieron, deslumbrados por las creaciones del momento, arrastrados por sus nobles impulsos, sugestionados Bor los grandes ideale, hicieron un e6digo, no adaptado alos redimi- flesciudadanos, que en oro suyo se agrupaban, sino a la medida de héroes, tales como en su conciencia Tos presentfan, ran adlides de una gran idea portastandartes de nobles sntimientos, pero pe ieron de vista la tierra, y al colocar sus pri ic - ic 5 principios en el cielo, fi yon un pacto de dieses, no una obra ce humanes, y no padieron hacer otra cosa; ha sido menestar una gran suma de hechos agrupa- dos para hacer de ellos uns sintesis sever, ofrecer sn hipoctesas 4 Ia conciencia pablica, los puntos ne rachon: branteBlaneura Je nuerra Repablica.s woman @ Sesame 42 Lu recleccién presidencial imponfa, pues, una mirada fetrospectiva. México habfa cambiado mucho comparado on el de hacfa unos veinte afios. Casi parecfa que se habi: foperado una revolucién: muchos ferrocarriles, luz eléctrica, jumnerosas publicaciones period{sticas, estabilidad, indicios ld na prosperidad econémica mediante la industrializacion, ‘ioétera, y que todo ello gracias a la sabia politica del gene- tal Diaz. Por ello la nacién le devolvia una vez mi: . los elementos de inteligencia, de orden, de riqueza y de progreso a los que él mismo les habia dado vida y ser con su politica regeneradora y organizadora, y le reitera una vez més y con undnime aquicscencia su confianza para el desempefio del mando supremo de la Nacion y ‘esperanzas todas de que continuaré, pacifica y eficaz- inte, su patriética obra de progreso y engrandecimiento dde la Patria, secundando su patriética labor el esfuerzo de Ja Nacion toda. . .7 EI progreso se manifestaba en muchos aspectos de la vida mexicana de aquellos afios. Por lo pronto, el general Diaz Nab/a informado al Congreso, en septiembre de 1896, que se iniciarfan las obras de drenaje; el Ayuntamiento a su vez telebraba contratos para uniformar el alumbrado piiblico y para continuar la pavimentacion de las calles de la ciudad de México.8 Con ello el progreso de la metropoli daba pasos firmes hacia un mejoramiento continuo que influja en la vida coti- diana de sus habitantes. 7 “EL nuevo periodo presidencial, Las esperanzas de la nacién", Gil Blas, miércoles 14 de octubre de 1896, p. 1. 8 “El alumbramiento pGblico en México”, I Imparcial, enero 27 de 1900, p. 1. 43 El alumbrado piblico, hasta ese afio de 1896, consistfa en lamparas de gas, trementina y electricidad. La instalacion de la electricidad se habja iniciado en el aio 18819 con cua» renta focos y se fue haciendo la sustitucién gradual de los viejos sistemas; sin embargo, el servicio dejaba mucho que desear; segiin las informaciones, la intensidad de la luz eléc- trica resultaba molesta para la vista, por su irregularidad, Se necesitaba la uniformidad del sistema de alumbrado, para lo cual el Ayuntamiento lanzé una convocatoria, que fue publi- cada en los diarios de varias naciones, Estados Unidos, Canada, Bélgica. La beneficiada con el contrato de! nuevo sistema result6 ser una compaiia alemana, que se compro- metié a efectuar el cambio en un plazo de catorce meses.10 El plazo fue rigurosamente cumplido, y las primeras prucbas se efectuaron en febrero de 189811 y al mes siguiente, gas y trementina quedaron sustituidos en su totalidad.? La nueva luz result de mucha mayor claridad. -;+ aperlada, suave, a la vez intensa, no ofende la vista, tiene una fijeza completa, y un gran poder luminico y nada més vistoso que las filas interminables de globos opalinos a Io largo de nuestras avenidas y suspendidos como acréstatos en el espacio. . . Yano clamaremos como Goethe: Luz... mas luz. .. Ya México esta alumbrado y ha dado los mas importantes pasos de progreso en el sen- tido de bienestar ptiblico. . .13 9 Ibidem, febrero 20 de 1900, p. 1. 10 “Notas de Cabildo”, Fl Universal, martes 13 de octubre de 1896, p. 1. 1 “La semana”, El Mundo (Ilustrado), domingo 18 de febrero de 1898, p. 118, 12 “£1 alumbramiento pGblico”, El Imparcial, enero 27 de 1900, 13 “La semana”, El Mundo (Ilustrado), domingo 18 de febrero de 1898, p. 118, 44 » obstante, los “eclipses” o apagones eran frecuentes! ¥ ¢l servicio no duraba todo el dia, terminaba a la mediano- fhe y la ciudad quedaba en la mis completa oscuridad, Hasta 40, conta instatacin de ls eranvias eléctricos, el servicio argo inticuatro horas del dia. ei ceive "México habia crecido, sus necesidades sumentado y sus condiciones higiénicas empeorado. Desde Jhediados del siglo no se habjan hecho mejoras de conside- facibn en el sistema de atarjeas, que conducian los desperdi- fos al lago de Texcoco, que quedaban expuestos al aire y provocaban nauseabundos olores. Agréguese el clima poco wilubre del valle de México y se tendré una idea de lo perju- Wicial que era para la salud la atmésfera de la ciudad. Se wela necesario y urgente un drenaje que ayudara a descon- Jaminar un poco el aire viciado. ; . Desde la Colonia se habia venido trabajando, segin lo permitfa la situacién politica del pafs, en el desagite del valle dle México. Las obras no se habfan concluido en 1876, por Jo que las inundaciones eran frecuentes y el desecho de las nmundicias era lento.t§ En 1885, con la estabilidad, se eontaba con el numerario necesario para la prosecucién del desugiie, obra de romanos. En 1896 se habja adelantado lo M4 "Lue elena”, Lt Vos de México, febrero 17 de 1898, p. 3 especto dice el periodista: ...el martes en la noche, cuando eis sev eaperaha, la Guded se quedo completamente a O:curas, lina gran parte de ella, por no sabemos qué percance acaccido ala de Ia luz nueva de instalacion eléctrica, El eclipse durd sproximads- jente una hora, después de lo cual los focos brillaron intensamente, por lomenos que nos conste de vista, no volvieron « spagarse, has (a la una de la mafiana, Esperdbamos que algunos diarios bien infor. mados, que cuentan con reporters de sobra, nos dijeran la causa del ‘eclipse, pero nada, ni una palabra. Ms Reseda de las obras de saneamiento", E! Mundo (Iustrado), domingo 22 de octubre de 1899, pp. 259-261. 45 suficiente para dar comienzo al drenaj je, que estarfa conecta: do a los colectores que desembocarfan en el lago, segin lo anunciara el general Diaz al Congreso.16 La noticia desper- t6 un gran optimismo, porque as{ la ciudad de México podria parangonarse con Roma, Paris o Londres, que ya ontaban con ese servicio indispensable para a vida modema, Progreso en la ciudad de México, no se limitaba al alumbrado piiblico y al sistema de saneamiento, también se ie i en la pavimentacion de las calles, en la construccién le colonias residenciales, planificadas de altie mos adelantos urbanisticos: eee Los que han vivido en México, en la llamada Ci ! : da Ciudad de los Palacios, hace unos veinte afios, y habiéndose ausen- tado de la capital hayan vuelto hasta hoy, no podran menos que admirarse, aun habiendo viajado en el extran- Jero, de la transformacion que ha suftido o mejor dicho, gozado de la vieja ciudad de los virreyes. .. yu admira, ién seré justificada. iQué cambio tan enormel. . . Casi todos I i r los palacios. . sr ban desmoronado hechos polo, haciendo higar a construcciones: le estilo modero y el te - siutiesspe dein ee El progreso se palpaba en la modemnizacién de la poli 30 policta, dotada de bicicletas para prestar un eficiente servicio en el traslado de los heridos;!8 habia penetrado a la circel de Belén, donde se instalo un fonégrafo para hacerles mis lleva- Is “Informe le{do por el C. Presidente”, El Universal, viernes 18 de septiembre de 1896, p. 1, 47"“La nueva y la vieja metrbpoli", Gil Blas, miércoles 21 de oc tubre de 1896, p. 18 “Las bicicletas para la " ju eee nen ambulancia”, EI Universal, jueves 4 de 46 « (iltimos dias a unos reos condenados a muerte, El Joyreso hab{a llegado a la educacion pablica, donde tam- Hien se abi adoptado el fondgrafo para impartr cases a Wh suiditorio numeroso, ante el cual la voz del maestro resul- Jabs insuficiente.19 Era notorio hasta en la vida intelectual, ¥ wn librero observaba que sus ventas aumentaban un somedio de veinte mil pesos anuales,20 y el tiraje de EI per Jal alcanz6 en 1897 un promedio de treinta mil ejem- iplares diarios®! (los rotativos que editaban entre diez y doce il, eran considerados de gran circulacién), y para 1900 los \juplicd. En fin el progreso se percibia en todos lados, pues- fo que justificaba y fundamentaba el régimen del general Dine, Era un dogma de fe que no admitia dudas, el que las {en{a era considerado un blasfemo, descastado, los refracta- ‘ion eran sometidos por la fuerza: la leva o las prisiones se eneargaban de “civilizarlos”.22 La Iglesia, por su parte, no querfa tener divergencias con el listado y se consideraba a si misma una de las més entu- 14s promotoras del progreso material de México. Una y a ver la prensa catolica explicaba en los editoriales como fl cristianismo, a través de Espafia, habia traido la “‘civiliza- cin" a la América “salvaje”. Para el cristianismo, mientras fl progreso no atacase los dogmas de fe? y fuera el patri- mmonio de unos cuantos, no ten{a nada de prohibitivo; por el 1 “EI fonbgrafo en los tribunales”, El Imparcial, martes 19 de de 1897, p. 1. aracteristicas de un progreso intelectual”, E! Mundo (Isus- trado), domingo 14 de febrero de 1897, p. 98. 21 Ibidem. 22 Carlos Diaz Dufob, “La politica en México en 1896", EI ‘Mundo (Ilustrado), domingo 27 de diciembre de 1896. p. 410. 23 “El progreso por el cristianismo”, La Voz de México, martes to, de mayo de 1900, p. 1 47 contrario, era un medio por el cual Dios permitia al hombre hacer més llevadera su vida: Progresar... no ¢s solamente no volver hacia atris, ni caer hacia abajo, ni aun para adelante, sino que en rigo ¢s ir hacia arriba . . Lo demas sera girar, agitarse, mover. se, precipitarse o estrellarse; pero progresar no... Y.., ¢l progreso condenado. . . es el que se opone a la verdad, que se opone al bien, el progreso anticristiano es el que se opone ala doctrina de Cristo. . .24 México creia, pues, firmemente en el progreso y éste encon- traba el camino expedito para cambiar la fisonom{a del pais, Se lo buscaba y se le aplicaba con el rigor de una ley. Incluso hubo quien Io vio como una revolucién muy perjudicial, por los cambios tan bruscos que se operaban en el pafs;no habia etapas previas a igual que en las naciones “cultas y ci vilizadas de la vieja Europa”. El tiempo vol6, el cuatrienio presidencial tocé a su fin. Llegé nuevamente el periodo de las elecciones y, por sexta vez, los comicios indicaron que el general Diaz serfa presi- dente de la Repiblica mexicana, por otro periodo. De nue- vo se echaba una mirada retrospectiva, que tranquilizaba los espiritus porque todo indicaba que México iba por buen ca- mino: el del progreso. Ahora bien, en el aio de 1900 tendria lugar la Exposi- cién Universal de Parfs, escaparate ad boc para exhibir ante el mundo los “logros”, El pabellén nacional fue preparado % Ibidem, 25 “La pedagogia modema des aplicable a México dadas las com diciones especiales?”, La enselanza moderna, diciembre 16 de 1897, pp. 8485, 48 fn toda anticipacién, se desechd un proyecto para cons- {Wwirlo en estilo azteca, porque cabja la posibilidad de que ‘extranjeros vieran en ello reminiscencias de “salvajismo””, ¥ ¥ acordé un soberbio edificio en estilo clisico francés, ‘eon todos los adelantos de Ia época. El muestrario enviado {we de lo més variado: vistas fotograficas estereoscépicas {we mostraban edificios y paisajes mexicanos, vinos, mine- ales, telas “a la y con la calidad europea”; nada de “primi- fivas «clas confeccionadas por manos indigenas”; pianos Nwchos con maderas preciosas de los bosques mexicanos, productos alimenticios, cuadros estadisticos que mostraban fl iinpresionante avance de las vias de comunicacién ferro- ‘uvileras, telegrificas y telefénicas; en suma, todo aquello strara al extranjero que México podia figurar orgu- rente en el concierto de las naciones “cultas y civili- Las intenciones del gobierno al enviar tan numeroso y viriado contingente las coroné el éxito. Las criticas elogia- fon cl pabellon. México sobresalié ain més porque contadas Haciones latinoamericanas participaron en el evento. 1 periédico parisino Le Temps informaba: México, .. ha efectuado una de las revoluciones mis feli- ces en este ltimo cuarto de siglo. Clasificado en otros dias entre los paises legendarios, donde florecian los pro- hunciamientos y se fecundaban las guerrillas, hace veinte tiios rivaliza con la gran democracia nortamericana, su vecina, y da muestras envidiables de prudencia y estabi- lidad. Un militar, un protagonista de la época de guerra, el general Porfirio Diaz, transformado en estadista meritisi- %6 “México en la exposicin”, El Mundo, julio 7 de 1900, p. 1. 49 mo, después de haber cimentado la paz, se ha puesto ala cabeza de esta revolucion desde 187. . .?” A pesar de que la prensa mexicana dio detalles de los pre- parativos de la exposiciOn, con una anticipacion de cuatro aiios, y de que habfa destacado la noticia de que el cinema: tografo contarfa con un pabellén especial, este especticulo no entrd en los proyectos del gobierno mexicano. El cine estaba olvidado y en el pabellén de México brillé por su ausencia, no obstante que podia haber sido un magnifico vehiculo para mostrar con mayor “verdad” y realismo los progresos alcanzados. Si retrocedemos un afio, y damos un vistazo a las crénicas sobre espectéculos, descubrimos, con asombro, que hay una gran indignacién contra el fondgrafo y el cinematografo, con todo y ser palpables muestras del progreso y del ingenio humanos. Se les acusa de ser aparatos de “vulgarizacién cien- tifica”.™® El progreso de México habia sido ininterrumpido en cuatro afios, y sin embargo en ese mismo lapso, el cine~ matografo habfa perdido su categoria dentro del parnaso progresista: habfa retrocedido, se habia convertido en un lugar, en una mancha del progreso. EL PROGRESO COMO DIVERSION El progreso era privilegiado de una minorfa, estaba en abier= ta contradiccién con los principios que sobre él sostenfa la 27 “El pabellon mexicano en Ia exposicién de Paris", El Impar ial, julio 16 de 1900, p. 1. a ad Ce arene oa P. 264. 50 jyensa catdlica, y ésta nada hacia para remediar la situacién, formaba con fundamentarlo histéricamente en el smo. Ahora bien, si revisamos con més calma la imagen de la sivwdad de México, nos daremos cuenta de que s6lo el cen- 40, €1 corazon de ella participaba de los beneficios. Muchas ‘ios lo negaban, la mayoria de los barrios estaban sucios y Weseuidados; no como hacia veinte afios, sino peor, dado ie el descuido y la incuria habfan sido catastréficos; no gios. El progreso los habia ignorado. as en 1896, la pavimentacion y cl dre- jaje, caminaban en forma demasiado lenta, y en ocasiones feultaban estorbosos y molestos, dirfase que hasta contra- fyoducentes por la tardanza con que se realizaban; en espe- al el indispensable drenaje, motivo de acres censuras de la St al Ayuntamiento. En lugar de beneficios causaba yentables accidentes: Yodavia existe la calle de las Damas, San Juan y en algu- fins otras de esta culta capital, la cordillera, trocha, para- peto, fortificacién, foso, canal 0 lo que sea, construido jpor los scfiores del drenaje o saneamiento, y sobre temas ide gran “Colector”. Alli los trenes se detienen, los co- ‘hes vuelcan, los caballos se despernancan, los transetin- (es pasan haciendo prodigiosos equilibrios, y la higiene Jes cubre el rostro por pudor y se tapa las narices por precaucibn. Masta los comerciantes de San Francisco cooperaron eco- Hbmicamente para pagar la jornada nocturna a los trabaja- ‘ores; querian evitar pérdidas en sus negocios, las obras es- ® Ibidem, junio 25 de 1898, p. 302. 1 Pantaban a la clientela. Pero no se terminaron en cuatro afios y duraron hasta el siguiente periodo presidencial. En la ciudad de México habia pocas diversiones, por lo que Ia gente convirtié al progreso en una distraccién. Vio on buenos ojos la modernizacion de la policia y de la enses fianza, ni duda cabe, que quedé complacida con sus dota: ciones de bicicletas y fondgrafos, respectivamente. Pero estaba més complacida con lo ameno que resultaba contem> Plar la instalacion de los postes de la electricidad y de las excursiones, carreras y concursos que se organizaban con las bicicletas. A la gente poco le preocupaba la aplicacién “‘cientifica"” de los nuevos inventos, los tomaba como un medio de es Parcimiento. No es de extrafiar que lo mismo sucediera con el cinematégrafo. La instalacién de los postes de hierro para laluz eléctrica, es lo que esti provocando actualmente la curiosidad de los buenos habitantes de esta ciudad de los palacios y los Jacales. A lo mejor encuentra usted a su paso un monton de seres que se apifian en torno aun tripié, y una colum- na muy larga que sc balancea en distintas direcciones. No Je queda més recurso a la gente ocupada que atravesar Por entre aquella trinchera de carne, buscando el pun- to por donde haya menos densidad. Y por supuesto que no es remoto, al encontrarse ya en terreno libre, extrafiar el peso del reloj, de la plata o de la cartera. Se deja comprender que los sefiores gendar- mes no pongan ningin remedio a aquel inconveniente, iQué van a poner! Si ellos son los primeros que se que- dan con tamafia boca abierta, al ver que se va irguiendo Poco a poco el poste de metal, hasta rematar en una ufia inmensa, por cuya punta sc han de escapar torrentes lu- minosos. Porque es lo que ellos dicen: 52 jueno que el pueblo reciba lecciones practicas de sonveimientos tiles, El sistema objetivo es la aiima ps Inbra de la civilizacion; mafiana, uae separ una columna, ya s Wilton que hay: aparatos para economiaar fuerza ¥ \empo. Hoy todavia acostumbran hacerlo por medio de Featas, gritos y sombrerazos. Se termina la aa a te un poste y all se van empleados, peones y acompafi yniento de desocupados, con su gendarme y to ace metros mas adelante la escena se repite y ast Ta vamos pi wando.”? gente se lené de jibilo con el nuevo alumbrado pi- bcc, ¥ para celebrar el hecho, el gobiemo sical ‘os el z6calo,>! en septiembre de 1899, coceny au E ono con el repique de las campanas de cate alae 2 ie clisico Ygrto. Cuentan las crnicas que l iluminacion fjrecia migica y que la gente lloraba de emocién’* aungu ji por la luz, sino por la solemnidad de la conmemoracin, [a bicicleta también habia invadido México, El Ayunta: Wwiento se vio obligado a reglamentarla y a crear una plaza ile inspector del ramo, con sueldo de cuarents pesos men- Wales, para vigilar su estricto cumplimiento. a oan flab ciclista que cece ea eo que lebraba competencias de velocidad. ; Brito. Coneursos de bicicletas adomadas, reece por cl gobierno municipal. En los desfiles de las fiestas p © “Notas de la semana”, Frégoli, domingo 4 de agosto de 1897, 4 * = Poet La iluminacion de la catedral”, EI Popular, septiembre 17 1099, pe ®® Ibidem. ; — 10 "Notas de Cabildo”, El Universal, domingo 28 de m: 1n97, p. 5. 53 sidenciales marchaban contingentes de ciclistas con teas las manos, para darle vistosidad a la peregrinacion, Lag Hos “cientificos” no cejaban de escribir sobre su util prictica: excelente susti ituto del equino, en el cuerpo de balleria de ejército** 0 en un combate al estilo medieval,” y hasta en los matrimonios “fin de siglo”, los contrayente ¢ invitados podian hacer en bicicleta el trayecto de la igles| a la casa donde se celebrari: fue su utilizacion en el om: cés, donde se festejaba el lla” las bicicletas adornal medio punto. Pero, ademés de itil, traccion, ya que permit: gueras a Chapultepec, 8 apoderaba paulati dad de México; era el ritmo del progreso. El fondgrafo, al igual que el cinematografo, multiplicé casi por arte de magi voz de los comandantes del ejérc sofocar a los independentistas cul biamos sentido emocién igual ala que nos Produjo esta ver cl maravilloso invento de Edison, .. Nos produjo gran delei- tacién ¢ hizo que prorrumpiéramos en exclamaciones de Jabilo al escuchar los rumores de un combate. . .”38 Habig ‘ato: en un sal6n del casino frane aniversario de la toma de la Bastir ban los timpanos de los arcos de , la bicicleta resulté una amena dis: a las invariables excursiones domin: al Ajusco y hasta Toluca. La velocidad inamente de los habitantes de la ciue Pronto se Habia sesiones para ofr la ito espafiol, encargados de banos “,. pocas veces ha: 34 “Una bicicleta ametralladora”, 1897, p. 3, 36 ef gautlo de fin de siglo”, Ibidem, mayo 30 de 1897, p. 4 37 oqsamer y el cclismo”, Ei imparcal, abril 21 de 1897, 1, aac ABECt© del salén", EY Mundo (Ilsirado), dominge, V1 de abril de 1897, p, 232, 38 “Sesion de fondgrafo”, mayo de 1897, p. 1, FI Mundo, 22 de agosto de El Correo Espatiol, miércoles 2 de 54 ‘Hi arias de pera, ja el banquete.*® Pero el colma. i 4 fos en las calles, que distraan los domingos a todos Minpesinos o indigenas que legaban a la metrop. EE Jr tus mereaneias. Los programas consistian pear i u it sterioric discursos politicos y con post c ian escuchar poemas de los “modernists”. Los apars: 1p distribuyen al amparo y diez charros y ‘pulos con diez pilluelos escuchan, riendo con ingenua bon- Homa”. El {Quien se quejaré elencia entre las masas?. . .' ann - In embargo es el eine el que tuvo una dius aces Jin mis generaizada. Lo podian disfrutar un nine mas re Me personas, el precio de admision era nee ae Hao que 7 rT El costo inici: we el de otras diversiones. 0 Oe oe ccasnirsa de ues aos hasta cinco y t4es een pecho sintomético de su acepeacion. Ahi Wy a bicicleta eostaba demasiado para el labri oy paral sees instalaciOn de la luz dej6 de ser espect deo alee omeluida; el fondgrafo lo podian cue cae aspen” queria el uso de aurculares que no siempre estaban Ilniory producfan enfermedades que en ocasiones ca th Soa a su favor la posblidad de reunir en un sa Hie «cn euditoddo muy numeroso, Aderts, caine oe daptaba con facilidad para reunir @ un grupo de pen eee sietiea eccpresartaa aprovechaban | es ee ‘del Ayuntamiento en materia de higiene y On ahora de la falta de difusion de la ao No fue diffcil que los cinematografos se reprodujeran, é 4 curso de tres (asi diriamos por generacion espontinea. En el 1:1 fondgrafo al aire libre”, EI Mundo (Ilustrado), domingo 2 “EL fonbgrafo al aire ; We mayo de 1897, p. 1. 55 afios hubo es; a: con su invencién se d Para captar el movimiento,*® José Juan Tablada se ocuparon de él, los circulos “cientificos y literarios cuenta, Las publicaciones de nunca lo tomaron en —iAh qué caray! - Mo nos haga tan de al tiro, pos éeé- emanate due camine lo que eité nomis ints ++-menearan el papel, —INo, —decia otro Tanchero— 5 que son figuras en movimiento. ® “La novedad del dia en México, El cinematografo Lumiére”, Hi fendo (lustrado), domingo 23 de sgoste de 18he Pp. 118-119, ves gy itemstégrafo de Edison en México”, El Ogee, Espanol, Jueves 6 de agosto de 1896, p, 2. | mematografo Lumitre”, £1 Unicersal, miércoles 19 de 1» P. 2. Parcidos en la metrépoli hasta veintidés salo- El cine fue al principio un objeto de curiosidad cientifi- laba cima a los estudios realizados éste no llegd a mo- rir porque el balazo no dio en el coraz6n, los alcoholes desviaron su punteria y s6lo perford el brazo izquierdo, Lo notable de la “fiebre del suicidio” fue el modo de 29 Ibidem, 30 “Los centros de diversion en México”, i Pee México”, Ef Popular, domingo 31 “Las diversiones piblicas”, Ibi i siones piblicas”, Ibidem, enero 5 de 1900, p. 1. 2 “Desmoralizacion”, La v0... aril 8 de 1899, p. 1. a 33 “El Gltimo suicidio. Lorenzo Cabaiias”, El Universal, domi 13 de septiembre de 1896, p. 2. : a __38 “Un suicidio més, ‘t junio 28 de 1897, p. 2. Popocha’ se pega un tito", El Popular, n llevarlo a cabo, que constitufa un reto a la imaginacién. Los ‘més usuales: darse un tiro, tomar estricnina o arrojarse de las, torres de las iglesias. Pero abundaban los casos excepcionales: tuna mujer que se tird a un abismo y quedé atrapada en las ramas de un arbol, permanecié ahi, colgando, el tiempo suficiente para que unos arrieros la lazaran y la pusicran 2 salvo, y fuera de los rasgufios y el susto, quedé en perfectas condiciones fisicas. Hubo quien le prendid fuego a un cok chon mientras permanecfa acostado en otra cama, con la puerta y las ventanas cerradas, para morir asfixiado. En un caso similar un sujeto tapé todo orificio con papel y engru- do, mientras un anafre consumia el oxigeno. Una muchacha se clavd en la cabeza, con las manos, unas tijeras enmoheci- das.25 Otro individuo se hirid en la sien con un tiesto de vidrio. Uno més se arrojé a las astas de un toro bravo, falle- ciendo por las contusiones. Muchos otros preparaban extrafios y complicados brebajes, colirio con café,3¢ cerillos con azul de Prusia y cianuro de potasio®” ; congo rojo con fosforos; pulque con oxido de zinc. En fin, se puede decir que el medio de suicidarse constituy6 un reto al barroquis- mo de los mexicanos. ‘La prensa convirtié el problema en un tema importante, plantedndose las interrogantes de las causas de tal enferme- dad y por diversos caminos, los diarios liberales y los cienti- ficos Hegaron a la misma conclusion: el progreso cra el culpable. Para El Popular, que se consideraba a si mismo heredero de la tradicion liberal, la causa fundamental era la inmoralidad imperante, solo una reducida minora disfrutaba 35 “Otro suicidio”, EI Universal, junio 23 de 1897, p. 1. 36 “‘Suicidio por desesperacion”, Ibidem, junio 26 de 1897, p. 1. 37 “Intento de suicidio”, Idem, enero 4 de 1898, p. 2. 2B de los beneficias del progreso, lo que producia “, . desespera- cién abajo y un profundo escepticismo en la clase media”.38 Para El Mundo (Ilustrado), semanario dedicado a difun- dir los avances técnico-cientificos, la ola de suicidios se debia a la transformacién gradual de los instintos primitivos. Los refinamientos de la civilizacién, el aumento perceptible del bienestar humano “. . .van haciendo predominar el amor al placer sobre cl amor a la vida. .. la vida en s{ misma nada vale. . .”.39 Los diarios catélicos tomaron el suicidio de pre- texto para atacar ala educaci6n laica, impuesta por el Estado. Los suicidios eran “. . .uno de los frutos més amargos de la escuela sin Dios, y, conocido el mal, debemos pensar seria- mente en el remedio. . .”40 Completaban su argumentacion sefialando que la monomanfa se habia iniciado en el medio estudiantil con Manuel Acuiia, de donde se extendi6 a toda Ia sociedad Acuiia y Castellto fueron positivistas o materialistas que para el caso es... lo mismo. . . discipulos fervientes de Comte y Barreda, que desconocian o negaban el alma humana y la existencia del Ser Supremo. Aun repercuten en el oido aquellas exclamaciones de Acuiia, tan blasfe- mas como audaces: iMentira el alma! iMentira el més alla! En realidad se trataba de un “.. .hastfo o cansancio de 38 “Los suicidios y las muertes misteriosas. La influencia de la inmoralidad”, El Popular, julio 22 de 1897, p. 1. 2% “La semana’, El Mundo (Ilustrado), febrero 6 de 1898, p. 98. 40 “La manfa del suicidio entre los jovenes”, La Voz de México, marzo 23 de 1899, p. 2, ‘41 “Cuil es la causa del suicidio entre los javenes”, EI Tiempo, mayo 24 de 1899, p. 2. 74 la vida..." y de la expresién de un romanticismo tardio. La mayor parte de las cartas de los suicidas lo confirman: “Yo he nacido para fastidiarme, mi vida ¢s una continua contrariedad, Para qué tales vivo yo? Quiero largarme de una vez a la... etemnidad, si al fin lo que no sirve que no estorbe. . "43 7 | Hasta el anuncio en verso de unas camas aludia al hastio: Unos dicen que por fastidio, y otros mil la pobreza, le hizo cortar la cabeza por medio del cruel suicidio. Pero un venerable anciano Ja duda fue a esclarecer, semat6 porno tener 4, una cama de “El Vulcano”. El hecho de que el suicidio se iniciara en el medio estu- til, confirma su vena romintica. Ademés, un diario observ que habia mayor incidencia en las clases altas,"* es decir, entre los que tenian un nivel cultural més desarrolla- do. Las clases bajas ahogaban sus dudas en el alcohol. ‘También en las cartas de los suicidas se observa que un “amor contrariado” causaba la muerte voluntaria: .. por no seguir sufriendo esa cruel pasion que por ella siente y por no aguantar mas los regafios de mama. . . se quita la vida suplicandole diga a los que haya ofendido lo 42 “Los suicidios y las muertes misteriosas. La influencia de la inmoralidad”, £1 Popular, julio 22 de 1897, p. 1. 48 “Un drama en la catedral”, Ibidem, junio 2 de 1899, p. 2. 44 “Suicidio", El Liberal, lunes 9 de marzo de 1899, p. 3. 45 “La mania del suicidio entre los jévenes", La Vor de México, marzo 23 de 1899, p. 2 15 perdonen. .. Adiés, Rosa, en el otro mundo nos vere- 46 mos. . En el texto de la carta se alternaban versos de Manuel Acufia. La prensa reporté el caso de una pareja que habia hecho un pacto suicida, él de quince y ella de catorce afios; 41, después de embriagarse, la maté y después se dio un tiro. No se podian amar libremente, por su corta edad y su extrac- n social; ella pertenecia a una familia acomodada, y él era un criado a su servicio.*” Sobra decir que el hecho tuvo un gran impacto en la sociedad. Los diarios se alarmaban de la frecuencia de los que se mataban por “‘amores desgracia- dos”, uno llegé a aconsejar a un sujeto que denunciase a la Policfa a una mujer que lo amenazaba continuamente, por haber desconocido a su hijo, producto de amores clandes- tinos. Para apoyar nuestra conclusién de que la fiebre del suici- dio se debia aun romanticismo tardfo, nos hemos fijado en las éperas de mayor éxito. Las que mis atrafah al piblico tenjan un marco historico, Aida, 0 amores tragicos, La Bobemia y Carmen. A propésito de la obra de Puccini, decia Amado Nervo, el cronista mis leido y popular: Puedes quejarte de mi? éNo te he arropado acaso en mis ternuras? ? de la Palma,3® de Tepito,9? de San Lucas,4° de Montero.4! En septiembre de 1899 se presentaron tan sélo tres solicitudes, de las que se autoriza~ ron dos. Un “jacaln” se ubicé en la plazuela de Belén’? y otros en las de la Palma y de Tepito,*? el Ayuntamiento no opuso ninguna objecion a pesar de que en estas dos iiltimas plazuclas, ya existian cinematgrafos. La ciudad empezaba a saturarse En octubre Becerril presentd la tinica solicitud y se le autorizé a abrir una carpa en la plazuela de la Alamedita, lugar en la que ya habia owra.## En noviembre no hubo 34 Ibidem, exp. 997, fs. 6 ms., s/n. 35 Ibidem, exp. 919, fs. 3 ms. s/n. 236 Ibidem, exp. 1001, fs. 3, ms., s/n 37 Ibidems, exp. 943, fs. 3 ms., s/n. 38 Jbidem, exp. 935, fs. 3, ms., s/n. 38 Ibidem, exp. 922, fs. 3, ms., s/n. 40 Ibidem, exp. 912, fs. 6, ms., s/n. 41 Ibidem, exp. 930, fs 3, ms., s/n. 42 Ibidem, exp. 999, fs. 3 ms., s/n 43 Ibidem, exp. 941, fs. 3 ms., s/n. 44 Ibidem. exp. 920, fs, 3 ms., s/n. 87 ninguna solicitud y en diciembre solo una, autorizada; el salon se abrié en la plazuela de San Antonio Tomatlan. En solo tres meses, junio, julio, agosto llegaron a abrirse veinte salones, més los locales de Cinco de Mayo y de Plate- ros, es decir un total de veintidés. Este nimero se mantuvo hasta mediados de 1900, aunque se autorizé la apertura de nuevos locales, Es comprensible que tener un solo estableci- miento no resultaba negocio, y por esta razon todos pasaron a ser propiedad de tres o cuatro empresarios, como la viuda de Alcalde, Becerril y Rodriguez. Para subsistir, dos o tres de los salones cambiaron ala zarzuela y olvidaron al cinema- togrdfo; los demis permanecieron fieles al espectaculo de tan reciente popularizacion. EFECTOS DEL CINE EN LA SOCIEDAD Es curioso ver como los diarios creyeron que cl cinematé- grafo resulté un buen remedio para el alcoholismo. En enero de 1899 uno de los diarios “cientificos” afirma- ba que el “bajo pueblo” preferfa emborracharse, a contemplar tun espectaculo que tras divertido suavizara sus costumbres, ya que sus vicios le impedian vivir y disfrutar la vida con comodidad. Es obvio que el redactor no tenia en cuenta ni la distribucion de la riqueza ni el porcentaje de desocupados que habia cn la ciudad. No fundamentaba su afirmacién, tan categorica y fuera de la realidad. Para él, la sociedad esta- ba compuesta por “los cultos” y los “reacios al progreso””.* En marzo de 1899, antes de la multiplicacién de los salo- nes cinematogrificos, otro diario, ahora de tendencia reli giosa, se preocupaba por las causas de la embriaguez y con- 45 “Capitulo de diversiones”, El mundo, enero 24 de 1899, p. 2. 88 clufa que, para “‘matar el fastidio”, los jovenes se metian 1 las cantinas, y los obreros hacfan lo mismo porque. . “nuestro pueblo trabajador no cuenta con los centros hones- tos de recreacion adecuados para él, y quizas ése sea uno de los principales motivos porque se entregue al vicio. . .”46 Por otra parte, un diario de Guadalajara decia, en el mes de julio de 1899, que se podia observar la ansiedad con que Ja gente entraba en una carpa del barrio de San Juan de Dios, donde se daban funciones cinematogrificas. Cuando hay espectaculos, decfa la crOnica, la afluencia a las cantinas del rambo disminuye mucho, lo que a su vez ocasiona una baja considerable de hechos sangrientos, engendrados al calor de las copas.47 Para el mes de agosto de 1899, otro de los diarios “‘cientificos” de la capital, se fij6 en que, cuando se efectuaban funciones de circo los lunes, los escdndalos y las rifias disminufan en forma considerable.*# Para diciembre de 1899 en los diarios de Guadalajara, le daban cardcter de ley a lo observado en julio. “. . .no hay diversiones para ¢l pueblo, Ia embriaguez aumenta y el crimen se propaga. . No hay pues, que cerrar los ojos a la evidencia. . .”4? Es curioso que en una ciudad como Guadalajara creyeran detectar un fendmeno social consistente en la disminucin de la delincuencia con el aumento de los especticulos. En cambio en México, después de meses de exhibiciones conti- nuas de cinematografo en los veintidés salones, y a pesar de 46 “Los domingos del obrero”, La Voz de México, marzo 11 de 1899, p. 1. 47 Los espectéculos piblicos evitan el escindalo y la embria- guez”, Diario de Jalisco, 10 de junio 1899. p. 1. ‘4 “Especticulos para el pueblo”, ““A las empresas teatrales”, EI imparcial, agosto 11 de 1899, p. 1. 49 "La falta de diversiones”, Diario de Jalisco, diciembre 25 de 1899, p. 3. 89 que se contaba con cinco teatros, dos circos, el hipodromo, Ia temporada de toros, los caballitos de vapor, apenas se intuia dicho fendmeno. En enero de 1900 un diario “liberal” exclamaba: jin al teatro! iQué ilusin tan llena de encantos para los indigentes, nifios y viejos! ... 1Qué alegrfal... 1Como aeuden dos horas antes del espectaculo! 1Cémo ansian que se alce el teln! iComo se estiran y se cuclgan y s¢ Gmpinan para satisfacer ese instinto de reunion propio Gel hombre, que le hace buscar los centros de solaz mas Concurtidos, en los que siente la solidaridad de Ja familia Social y la confraternidad de los espiritus, riendo, gozan- do, aplaudiendo juntos. . . ¥ en el mes de julio, finalmente, un diario catélico afir- maba: De poco tiempo a esta parte, un aio acaso, se ha desper- tade en la capital gran amor al “arte”, es decir, a la Tmisica, a los espectaculos. . . Hay abundantes “‘teatros” ‘esparcidos en las distintas plazuelas de los barrios. «» Se ha notado que desde que existen esos centros de diver- nes, la criminalidad ha disminuido, lo cual prueba que jerce una benéfica influencia en el pueblo. .. De donde $e deduce que tales espectéculos favorecen la moralidad del pueblo, reprimiendo sus instintos provocados por cl abuso del vino. . 5! Los motivos del suicidio, por su parte segufan siendomoti- 50 “Las diversiones piblicas”, EI Popular, enero 5 de 1900, p. 1. ‘51 “Los especticulas y la eriminalidad”, La Voz de México, jue ves 26 de julio de 1900, p. 1. 90 vo de una ardua controversia. Solo con el tiempo esa moda tragico-comica pasaria. OTROS INDICIOS DE LA ACEPTACION DEL CINEMATO- GRAFO Hay en los diarios una serie de noticias que dan una idea més exacta de la penetracion del cinematégrafo en la socie- dad mexicana; son significativas por su curiosidad. En el mes de octubre de 1896 se habla de un proyecto de ofrecer exhibiciones gratuitas al piblico; se pensaba im- provisar un salon en la glorieta central de la Alameda, para mostrar “vistas pintorescas”. Se pensaba proyectar anuncios de colores, para costear las funciones; tal vez se trate de una publicidad de la agencia de Edison.5 Los camardgrafos de los Lumizre filmaron el proceso de un soldado llamado Antonio Navarro, quien habia herido de gravedad a su superior por mal trato. Acusado de insubor- dinacidn, fue condenado a muerte. El caso fue muy sonado y la sociedad Ileg a justificar la agresion por la fama de déspota del teniente herido. De ahi seguramente el interés de los franceses. Se hizo la filmacién del caso desde que cl juez entrego la venda al sacerdote hasta que le dieron el tito de gracia. Las peliculas se exhibieron una sola vez; lo recau- dado se entregé a la familia.5? En Guadalajara, en diciembre de 1896, los empresarios cinematogrificos cedicron 1a mitad de las utilidades de una funcion ($75.00) para aumentar cl fondo destinado a los 452 “EI vitascopio en paraje pablico”, El Nacional, jueves 8 de oc- ‘ubre de 1896, pp. 2-3. 53 “Gacetilla”, El Globo, viernes 16 de octubre de 1896, p. 3. rt daminificados de unas inundaciones en Sinaloa. La sefora Romero Rubio y los diarios organizaron la colecta.54 El director de la Escuela Nacional Preparatoria gozaba de poca popularidad entre los alumnos, y organiz6 una sesion cinematogrifica para ganarse su simpatfa. Se efectud en el teatro Arbeu. A la mitad de la funcidn, cuando se exhibia la vista Elefantes en el jardin de aclimatacion en Paris, los alumnos empezaron a gritar: “Que saquen al Cualolo (el director) porque esté indigesto; y otras chanzas més que no publicamos porque ofenden al pudor. ..”55 La sesion se tuvo que suspender. En julio de 1897 murié un gendarme, Manuel Avila, que durd ocho meses en agonia a causa de las heridas que le infringiera un ladrén, al que intent detener. Haba dejado una numerosa familia y se hab{a ganado la admiracion de la sociedad. La empresa del cinematégrafo perfeccionado por Edison, contribuyé a la colecta iniciada por El Imparcial, con las utilidades de un dia. En septiembre de 1899, alguien pregunt6 si el cinemato- grafo seria vilido como prueba en un juicio; el diario El Imparcial, contest afirmativamente; no encontraba razones para que los jueces lo rechazaran.5 En octubre de 1899 los vecinos notables de la Tercera 54 “Junta de beneficencia para socorrer a los inundados de Sina loa", Diario de Jalisco, diciembre 29 de 1896, p. 2. $ “Fiesta de la preparatoria, estudiantes de bromistas, Precau ciones del licenciado Castaheda”, Gil Blas, sibado 20 de marzo de 1897, p. 3. 86 “Suscripcion Bejarano, Inciativa digna de elogio. El gendarme Avila”, El Imparcial, viemes 2 de julio de 1897, p. 1. 57 “Contestaciones”, Ibidem, sibado 9 de septiembre de 1899, p.2. 92 Demarcacion de Policfa ofrecieron, en muestra de gratitud y carifio, una funcion cinematogrifica al inspector José Manuel Reyes.58 En ese mismo mes el diario El Imparcial, ofrecié a sus lectores exhibiciones gratuitas si fumaban ciga- rrillos Patente. Creemos que se requeria un determinado ndimero de cajetillas para entrar al especticulo.5° Para el mes de diciembre de 1899 hemos visto ya que ha- bfa veintidés locales abiertos al piblico cinéfilo, y en ese mismo mes el cine invadié la prensa. Se edit un periddico Mamado Stereo-revue, que _ « .exige de sus suscriptores atencién menos prolongada, pena mas exigua y tiempo més corto que lo requerido por la lectura de los acontecimientos. El abonado recibe. . . un rollo de papel, cuya banda peculiar produce un relieve quince 0 veinte fotografias animadas de palpi tante actualidad. .. Mediante estas bandas, sin movernos del interior de nuestras viviendas, podemos contemplar os combates de los ingleses y de los boers en el Transvaal ...¥ todas las emociones que puedan desarrollarse en la vida de los pueblos y de los individuos. . .6 En julio de 1900 el Ayuntamiento autorizo a un schor ‘Jauregui el empleo del cinematdgrafo como vehiculo publi- ‘itario de casas comerciales. El empresario deberia instalar un bastidor en las azoteas de las calles céntricas, para que 58 “Exhibiciones en un cinematografo”, El Chisme, martes 10 de ‘octubre de 1899, p. 1. 59 “Cinematografo gratis”, El Imparcial, domingo 22 de octubre de 1899, p. 3. © “Peribdico estereoscbpico. Fotografias en vez de reporters”, El Mundo, viernes 22 de diciembre de 1899, p. 1. 93 la aglomeracion de espectadores no obstruyera el transito. En sdlo cuatro afos, el cinematégrafo estaba invadiendo la intimidad del hogar y se estaba colando a los rincones mis apartados de la capital y de la RepGblica mexicana. EL CINE Y LA PINTURA Durante los primeros seis meses, después de su llegada a la ciudad de México, el cine fue aceptado por todos los circulos sociales, pero pronto, literatos, cientificos y algunos voceros de la sociedad lo menospreciaron por haberse con- vertido en un especticulo ciento por ciento popular. A sus ojos se habia convertido en un aparato de “vulgarizacion cientifiea”. Convendria pucs, tratar de analizar qué fue le que hizo que todos los circulos sociales quedaran tan com- placidos con las primeras exhibiciones del especticulo. Aparte de la novedad y de ser una prueba del progreso cientifico y del ingenio humano, satisfacia inconscientemen- te necesidades sociales, algunas de ellas tan apremiantes, como la de brindar diversion al piblico; y otras de menor importancia como la estética. En efecto, al cine no se le tra~ 16 de dar categoria de arte al momento de su aparicion, pero no por ello los cronistas dejaron de emitir su juicio estético sobre él; sus opiniones, como veremos, estan estre- chamente ligadas a la escuela naturalista e inconscientemen- te asociadas a la tendencia nacionalistade pintura, propuesta por Ignacio M. Altamirano y otros pintores de tendencia politica liberal, En diciembre de 1898, dos afios después de Ia Ilegada del cinematégrafo a México, se inauguré la XXIII exposicion de 61 “Noticias varias”, El Mundo, martes 3 de julio de 1900, p. 3. 94 pintura de la Academia Nacional de Bellas Artes cn la que obtuvo el primer lugar una “Vista del Ajusco”, de José Ma. Velasco.? Entre los cuadros triunfadores, habia otros Paisajes, uno de Carlos Zamora, otro de Cleofas Almanza y escenas historicas mexicanas: “Elecci6n de un jefe tolteca”, de Joaquin Pérez; una molendera de Manuel Pastor, varias naturalezas muertas y un “Ferrocarril de Cuernavaca”, de Ignacio Alcérreca. Estas obras realizaban una vez mis el suefio de varios criticos de pintura, de tendencia politica liberal, que habjan dicho hacia veinte o treinta afios, que para crear una escuela nacionalista de pintura, los artistas deban captar la vida mexicana en todos sus detalles; debian demostrar ante todo “verdad” en los asuntos y en el dibujo. Lo curioso es que, salvo el color, el camardgrafo era capaz de captar con perfeccidn y realismo cuanta escena mexicana se le antojara; y sin embargo, los criticos de arte no eran conscientes de ello. Cinematograficamente hablando, Velas- co y otros pintores que triunfaron en la exposicion de 1898, estaban superados. Desde 1896 el cinematdgrafo podia 62 “En Ia escuela de Bellas Artes, Premios a los compositores de cuadros", El Popular, martes 21 de marzo de 1899, p. 1. 63 Hemos destacado 10s tftulos de los cuadros’de temas mexica- ‘nos que seguian una tendencia naturalista; todos ellos tenfan en comin el prurito de precisién en el dibujo. Habia otros con temas religiosos 0 de la historia universal. Los omitimos porque el cinema- ‘ografo creo se liga al nacionalismo y al naturalismo propuesto por los liberales. Los conservadores decfan que los pintores reprodujeran escenas religiosas y de la historia universal, puesto que a través de la fe cristiana y de la historia universal, México ocupaba un lugar en el concierto de las naciones, por lo tanto esos asuntos eran tan univers sales como mexicanos. Es obvio que ¢l cine no se liga a esta teoria, por lo tanto nos circunscribimos ao propuesto por los escritores li berales (véase Ida Rodriguez, La critica de arte en México, vol. 1). 95 satisfacer con creces los postulados estéticos que habian ori ginado la temitica de sus pinturas. Después del Segundo Imperio, en la década de los seten- tas, un grupo de escritores liberales traté de fijar las bases de lo que debja ser Ia escuela mexicana de pintura. Los artis- tas debfan reproducir los episodios de la historia nacional para ilustrar y moralizar a las personas; la pintura no debia ser arte por cl arte, sino un arte con idea; los artistas de- bian captar el paisaje mexicano para que no sdlo sus propios habitantes conocieran el pais, sino también los extranjeros; lo ltimo se podfa lograr en las Ferias Mundiales o mediante Ia venta de las obras en paises como Estados Unidos. También tenjan que captar las escenas de costumbres mexicanas,6 El dibujo debia ser preciso, ya que se intentaba mostrar “veracidad” en las obras. En suria, la pintura estaba encami- nada a estimular el sentimiento patrio, veh{culo unificador de las sociedades, ensefiando la historia patria o mostrando aspectos de la realidad de México. Tales eran a grandes ras- g08 los postulados estéticos del grupo de escritores liberales. Ciertamente, las ideas que acabamos de exponer fucron publicadas veinte afios antes de la aparicién del cinematogra- fo, pero algunos pintores, exposicion tras exposicion de la academia de Bellas Artes, obedecfan a los eriticos y plasma- ban la vida mexicana en todos sus detalles. Podemos decir que la inquictud estaba vigente en 1898. No analizaremos ¢l proceso de la formacién de los conceptos sobre las caracte- risticas de Ja escuela mexicana de pintura, nos limitaremos a exponer las ideas de alguno de los tedricos. La seleccion ha sido, si se quiere, arbitraria. Nos fijamos en los que con Ida Rodriguez, La critica de arte en México en el siglo XIX, Estudios y Documentos, UNAM, Inst. de Investigaciones Estéticas, 1964, vol. 1, pp. 101-102. 96 sus juicios casi describieron lo que afios més tarde, serfan algu- nas de las finalidades del cinemat6grafo. Al mismo tiempo, da la casualidad de que fueron los més notoriose influyentes, se~ gin la doctora Ida Rodr{guez. Hemos elegido a Manuel Ville- la, a Ignacio Manuel Altamirano y a José Martf: Altamirano: -- .¥ de pronto, yo creo que el cuadro es bastante bueno, salvo cierta dureza que noto en los contornos de Velasco =. que hace que todo lo que se distingue fuera del primer plano, parezca visto con gemelos, lo que no es natural. .. la primera exigencia del género es que un artista que Jo cultiva se inspire en Ia naturaleza, y s6lo en la natura leza, porque esta pintura es esent admite lo convencional. . . <-.¢s preciso desembarazar al arte... de una estética convencional... Asi lo han comprendido las escuelas europeas buscando al través de nuevas formas, la pureza del ideal deseado, del ideal eterno. . . afan que noexcluye de ningin modo el sentimiento patridtico. . . ni aun el caracter local y mora} de un pais. habria derecho a esperar que el talento de los alum- nos se ejercitase en el estudio de algunos de los padres de la Patria. . . En un grupo si hay vida, hay movimiento, hay una belle- za suprema. El arte, el verdadero arte, tiene el privilegio de conmover, de seducir: el Animo no es libre en presen- cia de lo bello. . 6 6 Justino Fernandez, El Hombre, UNAM. Inst. de Investigacio- nes Estéticas, 1962, pp. 54-57. 97 Juan Manuel Villela: Los pintores deben ‘Representar los mil accidentes de la vida publica y privada de los pucblos ofreci¢ndonos los grandiosos especticulos de la naturaleza, iluminara las conciencias y moralizard a los hombres. . .”6 José Marti: Qué hace Ocaraza que no anima sus composiciones deli- cadas y picarescas con tipos de México? éPor qué Tiburcio Sanchez y Rodrigo Gutiérrez no dan vida, aquél con su costumbre de copiar tipos y éste con su colorido y dibu idiables, a nuestro mercado de la lefia, a nuestras nuestros paseos a Santa Anita, a nuestras chinampas fértiles, perpetuo suefio prefiado de flores? éPor qué? para hacer algo util, no se crea en San Carlos olvidando las indtiles escuelas sagrada y mitologi- ¢a, una escuela de tipos mexicanos con los que se haran cuadros de venta facil, y de éxito seguro?67 No esta por demas hacer hincapié en el prurito de objeti- vidad que exigfan a los pintores. Altamirano admite la posibilidad de una interpretacion, de una idealizacion de la Naturaleza. Proponen los criticos, perdénesenos la insisten- cia, un naturalismo objetivo;si se logra captar el movimiento, os cuadros serén mis bellos. Las primeras peliculas carecfan de argumento, eran unas simples escenas fugaces que semejaban pinturas 0 grabados una tinta, al ser proyectadas en la pantalla, Los camarégra- fos aecesaria y forzosamente se inspiraban en la Naturaleza 66 Citado por Ida Rodriguez, oP. cit., vol. 1, p. 85. 67 Ibidem, p. 153, 98 para la claboracion de sus cintas, le daban una ojeada a la realidad exterior, por eso a los filmes los llamaban vistas. Por exigencias quimicas de la misma pelicula, casi todas tenjan que ser filmadas en los exteriores, a la luz del dia. El cinematdgrafo, inconscientemente heredaba la preocupacion de artistas y literatos por captar el mundo exterior; en la forma mas inocente cumplia las aspiraciones que durante siglos habian tenido los pintores por ver la naturaleza a través de un cubo. Los problemas de la perspectiva estaban resueltos: si el objetivo estaba cerca, se veia grande, si mas lejos, se empequefiecia, Existian muchas similitudes entre la pintura y el cinematografo. Es extraiio que ninguna de las crénicas cinematograficas haga un paralelo entre la pintura, el teatro naturalista y el cinematégrafo. Luis G. Urbina parece intuirlo “. . se pre- senta de improviso una limina, un fotograbado, una ilustra- cién de revista en grande, de tamafio natural, y cuyas... figuras adquieren, desde luego. . . un. . . relieve. .. y vivaci- dad. . ."68 En México, al cinematégrafo se lo consideraba ‘como una consecuencia de! perfeccionamiento de la técnica fotogrifica, destinada sdlo a reproducir el movimiento; no sabian los circulos cientificos qué se habia ganado con eso. No se tuvo conciencia de que podria ser un continuador de la escuela nacionalista de pintura, propuesta por los libera- les, y que adn estaba en boga en los aitos de su llegada. Es extrafio que se postulara una teoria para la creacién de un cine mexicano siguiendo los lineamientos de la corriente pictdrica, puesto que los cronistas si se interrogaban sobre la utilidad y mejor aplicacion del nuevo invento. Los hermanos Lumitre y Edison enviaron a sus camaré- 18 Luis G, Urbina, “Cronica semanal", E! Universal, domingo 23 de agosto de 1896, p. 1. 99 grafos a los cuatro rumbos, a grabar el movimiento de la vida de todos los paises de la tierra; los que vinieron aMéxico sentaron las bases para la creacion de un cine mexicano, puesto que venian a captar escenas netamente nacionales. Tal vez vinieron con la intencién de descubrir lo que dife- renciaba a México de las otras naciones, retratando aspectos de su vida piblica y privada, lo que hubiera satisfecho a Manuel Villela, si hubiera llegado a verlo. Bastan los titulos de algunas de las “vistas” que se filmaron en México:69 La traslacién de la campana de la Independencia, Desfile de rurales mexicanos, Lazador mexicano, El general Diaz paseando a caballo por Chapultepec, eteétera. Por la falta de suministro constante y rapido de peliculas extranjeras, y ante el deseo natural de contemplar lo propio, los camaré- grafos locales continuaban haciendo lo mismo, segin lo veremos adelante, El cine también podia tener el cardcter de la pintura de género que pedia Marti: Eleccion de yuntas, Paseo en el canal de la Viga, Un amasador, Bafto de caballos, Grupo de indios al pie del arbol de la Nocke Triste. Las siete vistas de las fiestas presidenciales de 1896, las peliculas tomadas al general Diaz y las que en 1900s filma- ron con episodios culminantes de a historia patria para las clases de la materia en la Escuela Nacional Preparatoria, tal vez despertaron el sentimiento patridtico que pedia Altamirano. Las dltimas, creemos que se inspiraron en las figuras de los héroes nacionales, puesto que las conferencias en las que se proyectaban, tenian por finalidad destacar las virtudes y las hazafias de los grandes hombres. Con seguri- 69 Remito al capitulo “El cine rompe fronteras” para ver los ti- tulos de las pel{culas filmadas por los enviados de los Lumiére, y de las que exhibib la agencia Edison en México. Véase el capitulo “Ora ver el progreso”, para mayores dete les. 100 dad tuvieron un sentido moralista. En cuanto a los asuntos, las peliculas accidentalmente satisfacian las exigencias de los erfticos, que pugnaban por Ia creacion de una escuela nacionalista de pintura. ‘Altamirano criticaba a Velasco por su falta de cuidado al pintar follajes, a veces, decfa, no se reconocia qué clase de plantas eran. Le pedia que se apegara a la realidad para que sus obras mostraran sobre todo “verdad”. Al camarografo no habia que exigirle mayor precision, no deseaba alterar la realidad con los enfoques de la cAmara, ni mediante otros recursos como el difuminado de las figuras. Simple y senci- lamente querian captar a la naturaleza, tal cual lo percibia el ojo, “...a decir verdad, no puede exigirse mayor vida a las figuras. ..” han gustado por “. .. lo detallado que estan on 5 ctuvimos el gusto de asistir, verdaderamente complacidos de la precision y belleza de las figuras presenta- das ...son casi de tamafio natural, de suerte que resultan con una vida intensa y sugestiva. . .”72 “', . .maravilla por su precision y sencillez. ..””8 Altamirano pedia movimiento para que los cuadros fueran mis bellos, y el significado de la palabra cinematografo es precisamente el de grabar cl mo- vimiento: “‘los personajes, unos bajan y otros suben con esa precipitacion tan propia de momentos semejantes, pero con tal vida representados, con tal verdad, que la ilusion no pue- de ser mas completa y asombrosa. . .""* “ iQué ilusion tan 71 “Noticias generales. El cinematégrafo Lumitre", El Correo Espafol, martes 18 de agosto de 1896, p. 2. ‘72 “El cinematdgrafo Lumiére”, El Nacional, miéreoles 19 de agosto de 1896, p. 1. 73 “La novedsd del dia en México. El cinematografo Lumitre”, EI Mundo (Iustrado), domingo 23 de agosto de 1896, p. 118. 74 “El cinematografo Lumitre”, El Universal, miéreoles 19 de agosto de 1896, p. 3. 101 perfecta! iQué hermosas vistas se desplegaban ante nuestros ojos admirados con la vida y movimiento de la realidad! “Las vistas que se exhiben presentan un aspecto encantador, como si fueran realmente naturales y tienen todo el atracti- vo de lo bello. ..”76 Algunos de los criticos de la pintura, admitfan que el ar- tista no debfa ser un copista servil de la naturaleza; admi- tian cierta interpretacién o cierta idealizacin de ella, que la despojara de lo dspero. Por ejemplo, un cuadro cuyo tema fuera un par de zapatos, seria escatoldgico, pero no exac tamente bello. El cinematografo no podia ofrecer en esos afios, una idealizacién de la naturaleza; causaba lastima que “| aparezcan tantos encamisados y tantos sucios. . 77 El cine conmovia a los espectadores, como los criticos de pintura se conmovian en presencia de “lo bello”. E1 pi- blico no podia permanecer indiferente ante la fiel reproduc- yn de la realidad. Hubo quienes salieron corriendo del local al contemplar la Llegada del tren, Cuando el general Diaz aparce‘a en la pantalla, lo aplaudian frenéticamente. EI piiblico gritaba “oles” en las peliculas que mostraban las corridas de toros, y daban voces y aventaban sombreros, co- mo si realmente estuvieran en la plaza. El cinematégrafo contribu‘a con creces al conocimiento del pais. Hubo muchos empresarios ambulantes que reco- rrfan el interior de la Repiblica filmando aspectos de la vida de unas ciudades y exhibiendo las peliculas en otras. La aplicacin del cinematografo a la educacién en 1900, 75 “La novedad del dia en México, EI cinematografo Lumiére”, El Mundo (Ilustrado), domingo 23 de agosto de 1896, p. 118. 76 “El vitascopio", Diario de Jalisco, marzo 17 de 1897, p. 3. 77 “Notas de la semana, El Tiempo, domingo 13 de septiembre de 1896, p. 12. 78 Vease el capitulo “El cine rompe fronteras”, para detalles, 102 moralizaba y despertaba las conciencias, requisito que se exigia a la pintura para que fuera un arte nacionalista. Superaba en todos los aspectos las posibilidades de la pin- tura, no s6lo lo podian contemplar un namero mayor de personas, sino que brindaba ventajas didécticas: aislaba al sujeto, con lo que disminuian las posibilidades de distrac- cién y aumentaba el nivel de asimilacién. De seguro que Vi- lela bubiera quedado muy satisfecho con el nuevo espec- ticulo. Hasta hoy las.fuentes no han revelado la existencia de un tedrico que aprovechara al naturalismo inherente al cinema- vografo, y propusiera la creacién de un cine mexicano, con- tinuando Ia teorfa nacionalista en la pintura. No hubo, apa- rentemente, quién propusiera una nueva proyeccién a la cultura visual, no obstante las obvias similitudes entre la pin- tura y el cinematografo. La critica de pintura en 1898 toda- via se movia en el eclecticismo, entre el realismo y cl ideal de belleza, entre cl realismo y el romanticismo.”* La critica segufa alabando a las obras que més fielmente reproducian la realidad. . . y el cinematografo ya lo habia logrado desde 1896. 79 He ‘aqui algunds fragmentos de criticas de Juan Sanchez A.: “De manera que enfrente de un cuadro, nuestro criterio debe pres cindit de toda consideracion que no sea inspirada por lo que mate- ialmente estamos viviendo. ..” (El Mundo, enero 8 de 1899, p. 1). "Los pafios, tanto en la pintura como en ia escultura, son de tr tamiento dificilisimo cuando se quiere que sean bellos y reales, porque hay peligro de amaneramiento. .."" (Ibidem, jueves 12 de enero de 1899, p. 2). “Tienen el encanto que produce lo real cuando va de mano de lo bello. . . se aparta mucho de la verdad en su hiz de luna e idealiza, con exeeso. . . Si no son perfectos en dibujo, colori do, disposici6n, etcétera, resultan vulgares y trillados y disgustan « todo paladar medianamente artistico. ..” (Ibidem, viernes 13 de enero de 1899, p. 2). 103 iQuién sabe qué les pasaria a estos mexicanos, en ocasio- nes tan acertados como contradictorios! EL CINE COMO “VERDAD” El cinematografo complacié a los efrculos literarios y “cien- tificos”” porque no los podia engafiar; puesto que captaba la realidad, se le erefa incapaz de mentir. A eso se debe que los términos cinematégrafo, kinetoscopio o vitascopio se em- plearan con harta frecuencia como sinénimos de verdad. Se utilize también para sugerir el curso de la vida y para descri- bir un cierto sentido visual en las personas. Hemos visto que el camardgrafo producia, sin necesidad de los artificios de los pintores, la ilusién de verdad, La mara solo registraba la verdad, la lente no podia mentir. Para los primeros cronistas, la reconstruccién de un hecho destinado a la filmacién de una pelicula equivalia a un en- gaiio y a una burla sarcistica: un simulacro de duelo,®* Hevar a él individuos . con el uniforme del cuerpo respeta- ble [de policia], y hacer todo esto para que se tomen fo- tografias que acaso se exhibirin después sin la explic cién correspondiente, es una burla a la policia y ala ley, una burla de las mas pesadas, porque los piblicos, acaso extranjeros y desconocedores del pais que presencien la exhibicion en . . .cinematdgrafos. . . no estin en la obli- Bacion de saber si se trata de un simulacro de duelo o de un lance de honor verdadero. . .** 0 Se refiere a Ia filmacion de Ia pelfcula Duelo a pistola, que reconstruia un duelo entre dos diputados; uno de los cuales habia muerto, “Adelante con la denunci de 1896, p. 2. ', El Globo, martes 22 de diciembre 104 El periodismo mexicano us6 con frecuencia los términos cinematégrafo y kinetoscopio para encabezar reportajes en los que se sefialaban deficiencias del Ayuntamiento o se de- nunciaban algunos males que aquejaban a la sociedad. Des- de enero de 1896 El Universal publicé con regularidad ar- ticulos titulados Kinetoscopio, pero a partir del mes de agosto, en que se exhibié en México el aparato de los her- manos franceses, se adopté con frecuencia el nombre de “‘cinematégrafo” para dicha columna, y la firmaba el seud6- nimo “Lumiére’ En la columna del 26 de agosto de 1896 el autor se que- jaba del infernal ruido de la metrépoli. Abundaban los cilin- dreros con su séquito de escuchas, y Micros 0 Lumiére pe- dia al Ayuntamiento que los reglamentase, si es que no caian “.. en el dominio de la instruccién pablica gratuita, laica y obligatoria. . .”®? porque su ruido se escuchaba a deshoras de la noche. Los aparatos sélo beneficiaban al ci- lindrero, a los vagos y a las ‘Venus retozonas” y perjudica- ban a los pobres hombres, interrumpiendo su trabajo o su suefio. En otra columna, Lumitre proponia la creacién de una biblioteca educativa, con el objeto de evitar que el “bajo 82 “Cinematégrafo, Los cuartelazos", El Universal, miércoles 11 de noviembre de 1896; p. 2. #3 “Kinetoscopio. Misica prohibida”, Ibidem, miércoles 26 de agosto de 1896, p. 1. Agrega Lumitre: “Cuando un cilindrero hacia funcionar el aparato. .. se forma barahdnda, ladran los perros, se sueltan los pajaros cantando una protesta, lanza insolencias el perico se alarma el gallo, suspende la vecina sus escalas de Czerny y en el arrullo los pilluclos acompaiian con gritos el escindalo que dura lo que tienen bien esos Chueca de plazuela y se largan a otra parte para que les siga el trfo de una mujer con sombrero de hombre que canta, un ciego que tafe el arpa y un tuerto que rasca el violin acompana- do de un son tan triste y desafinado que los que estin en articulo mortis piden padre y 6leos santos. ..” 105 pueblo” se “instruyera” con la Jectura de los periédicos de a centavo, que daban santo y sefia de los crimenes, robos, violaciones, raptos y suicidios.** E14 de septiembre de 1896 suger(a la regularizacién del transito por las calles, porque ¢l paso de los vehiculos se intensificaba accleradamente. Las bicicletas se multiplicaban y los accidentes se habjan vuelto cotidianos; de no ser atropellados por los trenes de mulas, los descuidados ciclistas arrollaban a los distrafdos peatones. Proponfa también la creacién de un buen cuerpo de ambu- lancia, a semejanza de los existentes cn ciudades de Estados Unidos, y la derogacion de los requisitos legales que habia que satisfacer antes de empezar la.curacion de un infeliz accidentado, que en ocasiones morfa por la tardanza del auxilio médico: Y vienen a mi memoria multitud de casos que han tenido por desenlace la tumba, vienen ami memoria millares de arrollados por un tren, atacados en la acera y destripados que, por impedirlo la policfa, obediente de una consigna perjudicial, no recibieron los auxilios de la ciencia y tni- #4 “Kinetoscopio. Erudicion popular”, Ibidem, jueves 27 de agosto de 1896, p. 1. Era comin que: “. . c1 cochero en el pescante, ‘el mesero con la servilleta bajo el brazo, el artesano en su taller; el doméstico en Ia cocina, el albafiil en el andamio, y el ratero en las narices del gendarme, Pues comentan que mi vale, muy hombre, lavé su honta metiéndole al que andaba con su sefiora un diablal de ma- chetazos y la sefiora se quedé como guajolote en sibado, sin pescuezo; ‘comentan que unos ladrones muy templados abrieron una carniceria ¥y estaban tan serenos que hasta se pusieron a cantar para cometer ¢1 delito; comentan que estos rateros son tan listos que le han robado a tun cura la dentadura postiza para sacarle el metal de los orificios; comentan que tres criaruras de por Manzanares se desgreiaron por Tidurcio Marin, “El Muerto”. . 106 camente se les permitieron los de la religion, cuando ago- nizaban al aire libre y en el empedrado. . .*° Lumitre también se ocupé de denunciar la mala cali- dad de los productos artesanales mexicanos de uso obligado, como los zapatos y los muebles. Se quejaba de la indolencia y poco cuidado de los fabricantes, lo que parec{a contrade- cir el optimismo de unos cuantos en el progreso y en las in- dustrias nacionales. La mala calidad hacia que el pablico prefiriera los articulos de importacion: “mafiana tal vez de- mos el grito de independencia cientffica ¢ industrial; por ahora nos conformamos con desearlo y procurarlo. ..°° En otra ocasibn se dedicé a observar la concurrencia de los ca- fés, En uno sorprendié la tertulia de unos sefiores promi- nentes, famosos porque con regularidad ofrecian banquetes a los politicos 0 diplomiticos. Hablaban de la dignidad que debian ofrecer en sus fiestas, sin vulgaridades y con sello de grandeza que impresionara. Para ello proponian utilizar los iiltimos adelantos de la ciencia: Quedaron todos los concurridos en un silencio solemne durante algunos minutos. . . hasta que uno dij iQuién fuera Edison! —Las aplicaciones de las ciencias estarén muy bien em- pleadas en las fiestas proximas —replicé otro—. Nada hay mas agradable que después de haber comido bien, la lengua diga en prosa 0 en verso, en serio o en broma 0 chiste, lo que el corazén siente y la imaginacién discurre. . .*” 8s pl. 86 pei. 87 “Cinematografo. El programa de unas fiestas", Ibidem, viernes, 13 de noviembre de 1896, p. 1. inematografo”, Ibidem, viernes 4 de septiembre de 1896, inetoscopio”, Ibidem, martes 22 de septiembre de 1896, 107 El reportero continué describiendo el transcurrir de la vida capitalina en sus bellas columnas. Tenfa una peculiar sensibilidad para captar pequeiios problemas y exponerlos ‘en forma cinematografica, si se nos permite el calificativo; llegé a comprender que los aparatos de Edison y de los Lu- miére retrataban la vida y se dedic6 a observarla para sefia- lar las fallas en el gobierno o las lacras de la ciudad. La columna se public hasta diciembre de 1896 con los enca- bezados de cinematografo 0 kinetoscopio, después aparecié simplemente firmada por Lumitre. La experiencia del cinematégrafo ocasiond que en sep- tiembre de 1896, aparcciera un reportaje que insinuaba que un gobernador habéa incinerado a un reportero en un horno crematorio de caballos. El reportaje llevaba el expresivo ti- tulo de “Cinematografo en Pachuca. Vistas de actualidad”, parte de su texto decia: Los vecinos de la virreinal ciudad de Pachuca tienen ya su cinematografo y estén tomando fotografias muy cu- riosas. Las primeras que se han tomado son las del virrey [el gobernador], 1a del Zoquital [su hacienda], la del hor- no de cremacién, la de la postulacion del gobernador y la de la policia. . . Es cosa admirable ver. . . al horno de cre- macién a cuya vista tiemblan. . . los caballos muertos, y hasta los vivos; se le ve abrir su bocaza de lumbre, tragar- se los cadaveres de los caballos, cadaveres bien muertos, y volverse a cerrar... Los caprichosos giros del aire le dan a Ja columna de humo formas fantésticas de hombre vestido de muerto descabezado. . .** El autor insistia en los cadaveres bien muertos porque se 88 “El cinematografo en Pachuca, Vistas de actualidad”, Gil Blas, sibado 5 de septiembre de 1896, p. 1. 108 decfa que un testigo del crimen habja sido arrojado al fuego con vida. La palabra ‘‘caballos”’ se refiere, por supuesto, a los periodistas. En otras ocasiones se publicaron articulos que describian la vida como contemplada en un cinematdgrafo. La imagen que se daba era la de una ventana en la cual se observaba el movimiento de los personajes; el marco equivalia ala panta- Ila: “Los acontecimientos pasan tumultuariamente por el blanco telén de la semana. . . una multitud de escenas de la gran comedia de la alegria, que ruedan y atruenan en el ce- rebro del cronista. . .°° La vida transcurria fugaz y vertiginosamente a la veloci- dad de un tren, Nada més apropiado para deseribirla que las imagenes del cinematografo y del tranvia. Este caminaba acelerado y aquél grababa el movimiento.”° La literatura més aceptada en esos afios narraba tragedias, pasionales o amores imposibles. Se caracterizaba por el tono pesimista y melodramitico. Los poctas, por lo general, vi- vian en oscuras y romanticas buhardillas. Sus versos refleja- ban que los posefa una infinita autocompasién, acompafia- da por sentimientos de soledad y de melancolia, En med'o de este panorama resultan notables dos versos que se titula- ron “Cinematografo”. En ellos se describia el paso de los peatones unte la vista del autor, como si una cdmara regis- trara el movimiento de la vida. Uno se publicé en El Mundo (Ilustrado) y el otro en una revista literaria de Guadalajara. Cansado de revisar los periddicos, avido de noticias y de 89 José Juan Tablada, “dominicales”, El Universal, domingo 6 de diciembre de 1896, p. 1. 90 “Spolarium. Cinematografo ambulante, La cruz y el zapato. Cuentos de tranvia”, Ibidem, martes 27 de octubre de 1896, p. 1. 109 hallar en ellos versos y cuentos de mis amigos lejanos, abandono mi asiento y me asomo al balcon de mi cuar- to de trabajo... Y me entrego a observar la calle, alum- brada débilmente por la luz melancélica del gas. Las nuc- ve de la noche. Ahi en el balcén, de codos en la barandilla van desfi- lando ante mi vista indiferente y ociosa. . .”* Otro caso en el que se usé Ia palabra cinematdgrafo fue a causa de un suceso en el callején det Estanquillo, estaba un sefior parado con su familia, paso Manuel Fabregas con su se- fiora y se le qued6 mirando por un momento. Aquél indig- nado, le contest6: “éQué me ve, amigo? No soy cine- matografo, —y le dio tal bofetada que el zapatero cay6 al suelo. . "9? Se levant6 armado de un pufial y le atraves6 el corazdn; murié en el acto. El sentido con que se usaron los términos cinematografo y kinetoscopio se debe, sin duda, a que para admirar tales inventos se necesitaba de los ojos. Para apreciar las peliculas no se podia usar otro sentido que no fuera el de la vista, y ésta imposible que mintiera, solo captaba la verdad, En 1896, yen 1897 los utilizaron los circulos literarios; en 1899 un hombre comiin y corriente asoci6 e! simple acto de ver al nuevo espectéculo. Tal vez la aportacién mis importante del cinematografo fue el inicio de una nueva proyeccién a la cultura visual; empezaba, ademis, a desarrollar una sensibili- dad también visual. 91 “Cinematbgrafo", £1 Murdo (lustrado), domingo 28 de noviembre de 1897, p. 371. 92 “No soy cinematografo”, EI Imparcial, lunes 11 de diciembre de 1899, p. 1. 110 EL CINE ¥ LA HISTORIA Los intelectuales mexicanos se sintieron felices con el cine- matégrafo porque junto con el fondgrafo, se captaba la rea- lidad con toda fidelidad. Una de las primeras crénicas (1896) afirmaba que “... con un aparato asi, sc hard la historia y nuestros postreros verin vivos y palpitantes, los episodios ms notables de las naciones, suprimiéndose el libro . . .por inattil. . °°? Afios mas tarde (1900) se dirfa que el cinema- tografo tenia “.. .el ojo justo y preciso; nada se le escapaba y no anota sino la verdad; es un testigo integro. . .”°* Fondgrafo y cinematografo integraban una combinacion ideal para captar la realidad en toda su integridad. Para los intelectuales, gracias a estos aparatos no era posible alterar la historia con notas partidistas o tendenciosas. Este Angulo del cine y del fondgrafo fue comentado con frecuencia por los periodistas. Amado Nervo y José Juan Tablada repitieron la posibilidad de usarlos como testimo- nio histérico. Segin Amado Nervo: Este espectaculo me ha sugerido lo que sera la historia en el futuro; no mas libros; el fondgrafo guardard en su urna oscura las viejas voces extinguidas; el cinematografo re- producird las vidas prestigiosas. . . Nuestros nietos veran a nuestros generales. . . a los intelectuales. . . a nuestros mértires... y a nuestras resplandecientes mujeres bajo 93 “Cinematografo Lumitre”, EI Nacional, miércoles 19 de agox to de 1896, p. 1. 9 “Conversaciones cientificas”, EI Mundo (Ilustrado), domingo 11 de marzo de 1900, p. 3. a sus copiosas cabelleras de oro. ht, si a nosotros nos hubiese sido dado reconstruir asi todas las épocas, si merced a un aparato pudiésemos ver el inmenso desfile de los siglos como desde una estrella, asistir ala marcha formidable de los mortales a través de los tiempos. . - ‘Amado Nervo concebia la historia como “verdad” de los grandes hechos y desfile de personajes notables; para José Juan Tablada, en cambio, la historia la componian los pe- queiios hechos de la vida ordinaria, para ellos también se prestaba el cinematografo: Ensuefio realizable para.un procer que en vez de tener un Album fotogréfico donde las imagenes palidecen como los cadaveres de los ataiides, tendria un cinematégrafo, y a sus horas, cuando quisiera viajar por el pasado y sumer- girse en la profunda vida del recuerdo, contemplaria el andar pausado de la madre desaparecida, los gentiles mo- vimientos de la novia muerta y mientras el fondgra- fo derramarfa en su o{do el bonito acento de las frases maternales y el ritmo apasionado de los juramentos de amorl. ..”° 95 Amado Nervo, “La Semana”, Ibidem, domingo 20 de marzo de 1898, p. 1. 96 Jose Juan Tablada, “Cronica”, El Universal, sibado 12 de diciembre de 1896, p. 1. Enrique Chivarri, “Juvenal”, zenia un com cepto similar al de Tabiada. Decfa que: “Ei dfs, figirense ustedes, fen que se pueda unir el cinematografo con el fondgrafo. . , los muer tos resucitan, pueden ser evocados como en las sesiones espfritas, pueden ser Hamados desde Ia eternidad para obligarlos a hablar, a moverse, a volver a la vida, ellos que tan cmodos deben encontrarse cen el pais de los espectros. ; Cada hijo de vecino o de vecina, puede tener sus muertos queridos ‘grabados en una pelicula fotogrifica Lumitre, y de ah{ lanzarlos por medio de la linterna magica a la blanca pantalla para animarse, al 112 En cuanto al fondgrafo, en 1898 alguien afirmé que Edi- son lo inventé demasiado tarde, que Edison debio haber vivido antes de Adin y Eva, para que “fonografiara” el ‘*.. Hagase la luz” y para que nos hubiera legado en los ci- lindros ‘sensibles’, el ‘Llegué, vi y venci’ de César; el “Pega pero escucha’ de Temistocles; el ‘Eureka’ de Arqui- medes; el ‘Ingrata Patria no guardaras mis huesos’ de Esci- pion. . .”°7 Se lamentaba el autor de la poca seriedad de los fabricantes de cilindros que contrataban a sefiores de pode- rosos pulmones para que, al final de alguna aria famosa, lan- zaran atronadores “hurras y bravos”, con lo que se daba al piiblico consumidor la apariencia de un falso éxito. Se public que en Viena se estaba formando una “fono- teca’” destinada a guardar cilindros con asuntos considera- dos “historicos”, discursos, batallas, espectaculos notables, ctcétera. En México, en cambio, daba léstima que el fond- grafo fuera slo diversién popular y que gustaran los poemas —imaginamos que de autores modernistas— y las tonadillas populares. El “bajo pueblo” carecia de sensibilidad “‘cienti- Poco tiempo que el fonbgrafo habla con la misma vox de aquellos que fueron. ‘Aquel que haya tenido una suegra brava no dejari de consolarse haciéndola bailar un bolero y hundiéndola después en las tinieblas, como la fatalidad hunde en el abismo a aquel a quien sefiala con el dedo. El mundo marcha, no cabe duda; ya vamos camino de la inmor. talidad, ya conservamos la memoria de los seres amados, men estatuas yacentes, sino en sombras impalpables que hablan y se mue- ven, se dibujan para damos un abrazo, el abrazo supremo del espectro que deja en torno nuestro el hilito de la etemidad. .." (El Monitor Republicano, septiembre 6 de 1896, p. 1.) 97 “El fonégrafo y las rectificaciones historicas”, El Mundo, jue- ves 28 de diciembre de 1898, p. 1. 113 fica” y no apreciaba la utilidad de las conquistas de la inteli- gencia humana. Naturalmente, Ja sincronizacién de imagen cinematogrifica y sonido fonogrifico fue una utopia. Se hicieron intentos, pero no con el sentido que pedian los cronistas nacionales. La sincronizacion del kinetofono y el cinematdgrafo Joly fue un experimento que no satisfizo el deseo de los “‘cientificos”, puesto que estaba destinado a divertir a las personas. Las vistas que se hicieron en México durante los cuatro afios que ocupa la investigacion, se caracterizaron por refle jar la vida mexicana en todos sus aspectos. Con excepcion ‘de Duelo a pistola, no se recurrié a la reconstruccion de he cchos ni a los trucos épticos. No hubo, al menos las fuentes no lo revelan, peliculas de “magia” similares a las de Méliés © Frégoli. La produccidn nacional tenia ¢l prurito de mos: trar la “verdad.” Los camardgrafos retrataban no solamente lo que para ellos eran los hechos sobresalicntes de la vida nacional, las fiestas patrias, los viajes del general Diaz. Te nian especial preocupacion por fijar los espectaculos del género chico o taurinos y las ciudades de provincia. Pare que intelectuales y camardgrafos estaban unidos por un oculto deseo de convertir al cinematografo en un fiel docu- mento historico. « EL CINE Y LA MAGIA Otto de los factores importantes para que el cinematografo se apoderara del gusto de la gente, fue su espiritu magico Satisfacia, por un lado el interés cientifico, su mecanismo requeria de electricidad, uno de los grandes inventos de fin de siglo. Por otra parte, al reproducir fielmente la realidad Henaba las intenciones de artistas, literatos y autores de tex tro, dominados por el naturalismo. Los pintores deseaban 14 captar la realidad tal y como se veia, a la manera de José Maria Velasco; el cine llenaba esa inquietud, pero ademas agregaba movimiento, hasta entonces imposible de reprodu- ir, Por iltimo, satisfacia la curiosidad y el deseo de diver- sion del sector mayoritario de la poblacién. El hecho de que las peliculas proyectaran escenas fuga ces, breves, que al interrumpirse dejaban el lienzo de la pan- talla como si nada hubiera pasado por él, le daba un aire de encantamiento: “Conocemos ya su mecanismo, sencillo y admirable, como todo lo que es producto del genio, pero los resultados de ese mecanismo aunque esperados no son menos sorprendentes. . "98 E1 cinemardgrafo era la expresin del perfeccionamiento de la técnica forogréfica y, en las postrimerias del siglo, veian cn la técnica a una hechicera. Esta vision fue estimulada por aquellos inventos que, a simple vista, no ofrecian una expli- cacion logica. La luz eléctrica surgia magicamente de la bombilla: Solo las fantasticas descripciones de Scherezada en Las mil y una noches, podrian dar una idea del maravilloso aspecto que por la noche ofrecia esta ciudad [de Morelia] con la multicolor y caprichosa combinacion de luces con que fue iluminada. Farolillos de todas las materias y for- mas conocidas, adornaban puestos, balcones y ventanas levando hacia el horizonte como un penacho fantastico que se esfumaba en el estrellado azul de una noche es pléndida. 98 “EI vitascopi 1896, p. 3 99 Les 1898, p. 2. Diane de Jalisco, martes 13 de octubre de sstas de Morelia", La Vox de México, octubre 22 de 11s En todo México se provocd una gran admiracién hacia la electricidad, sus aplicaciones y sus efectos. En las ciudades del interior casi siempre empez6 con un foco en el Palacio ‘Municipal o en la Plaza de Armas, la gente se reunfa en su derredor para ver el surgimiento magico de los rayos lumi- nicos. Por supuesto estaba presente en los actos de cierta so- Iemnidad: en el “grito”, en los bailes de honor del general Diaz,!°° en el teatro. La magia de Ia técnica habia inundado los escenarios. 100 “E1 baile en Minerfa. Impresiones", El Mundo (Mustrado), domingo 24 de enero de 1897, pp. 53-54. Sobre la descripcién del salon, agrega la crbnica: “Una vez que la mirada se aventuraba en el salén el efecto era indescriptible, parec(a que a un conjuro még co el salén se habja transformado, Del centro de cada arco pendia tun gran foco de intensa luz y aqut y alli, bordeando los arcos, pren- diendo diamantes en los muros, multiplicdndose hasta lo increfble en todas las posiciones, vefanse centenares y centenares de limparas incandescentes. .. El conjunto dnico desiumbraba la mirada, as{ la admiracion domcAaba el espiritu. .. aquellas encantadoras historias de 1a adolescencia, aquellos cuentos magicos de palacios que relam- paguean como ascuas de oro, en medio de bosques encantados y donde brindan con fiestas y saraos el principe Azul y la princesa Blanca, aquellos ensuefios de poctas fantésticos que sobrecogen el alma del nifio con sus narraciones tan maravillosas, parecfan haberse realizado ahi, en el gran salon, por no s¢ qué mégico poder. De las fiestas patrias de 1899, dice El Popular, 17 de sep tiembre de 1899, p. 2: ‘Las horas transcurrieron répidas en medio de la mas franca alegr{a, entre trago y trago de chimotrera y chimichin hasta el glorioso momento en que nuestra patria recuerda regocijada el instante sublime en que se proclam6 nuestra emancipacion, Momen- tinesmente rein6 un profundo silencio que rompi6 la sonora voz. de la campana de Ia Independencia. Al extenderse en el aire sus vibra ciones, una sola idea, un solo pensamiento embargo los esp(ritus de las cien mil almas que hab(an enmudecido ante una conmocion suprema. Y como un terrible trueno provocado por una espantosa 116 Con frecuencia en El Nacional se anunciaron obras de efec- tos opticos Los polvos de la madre Celestina, La redoma encantada, en la que se jugaba con luces de colores y con la aparicién y desaparicién repentina de los actores. Los rayos X causaron sensacion y se expusieron ala curiosidad pabli- ca. La gente habfa comprendido que de los focos emanase luz, pero que unos “.. .rayos de luz negra pasen por cuer- Pos opacos, por un espeso tablén, esto sf que a primera vis- ta no se comprende y que da al traste con todas las ideas a que el pablico esta acostumbrado. . .”"°! La bailarina nor- teamericana Loi Fuller. “La Serpentina”, vino por entonces. Su fama se debia a las peliculas exhibidas en kinetoscopio, Ejecutaba bailes con trajes de “. . .vaporosa tela y con los efectos que la luz eléctrica producia sobre la misma, pare~ cfa una hada de los cuentos arabes. . .”?°? Para sus danzas mis célebres, Torbellino y la danza del Fuego, usaba un ves- chispa eléctrica, un clamor potente, ensordecedor, sali6 de todos los labios gritando: iViva! No hubo corazén que permaneciera frio ante tan conmovedor especticulo. Las majestuosas voces de las campanas de catedral atronaron los aires: una extraordinaria salva de cohetes hendio el espacio, y como por arte migico brotaron de todos los muros torrentes de luz deslum- bradora, que asemejaban la aurora de una nueva vida, de una vida de gloria, de felicidad inconcebibles. Todo un pueblo hizo un solo corazén. Desde el primer magistrado hasta el iltimo mendigo, con la voz ‘embargada por la alegria, con un nudo en la garganta y las lagrimas en los ojos, repetian conmovidos y en el colmo del delirio: iLiber- tad! iViva la Independencia! iViva Hidalgo! ..." 101 “Imégenes eléctricas”, El Nacional, miércoles 26 de agosto de 1896,p.1. ae 102 “Lois Fuller en México. ‘La Serpentina’ ", El Universal, mar- tes 12 de enero de 1897, p. 1 117 tido con mis de quinientas yardas de tela, ¢ ““. . inumerable cantidad de pequefios focos de luz incandescente, distribui dos por todo el cuerpo, los que a voluntad se encienden y se apagan, produciendo un efecto sorprendente. .."'°? Tam- bién se present6 “el nifio telepatico”, que mediante un truco adivinaba lo que un espectador, escogido al azar, decia a su interlocutor. El transformista italiano Leopoldo Frégoli, que emuld a Méli’s en la fabricacién de peliculas de magia en Italia, estuvo en México a fines de 1896 y principios de 1897. En pocos instantes mudaba de personaje, represen tando lo mismo a una consumada matrona que a una inge- nua quinceafera o a un venerable anciano. Su técnica de actuacién era “milagrosa” “. . de verdad que parece cosa de milagro eso de que un solo hombre cante a dio y multipli- que su persona hasta el infinito. . .""°* Tampoco extraiia ban los magos o adivinos. La prensa cientffica explicaba racionalmente todos estos espectaculos; no ocultaba su escepticismo hacia los que lefan el pensamiento, ni su alegria si se trataba de diversiones a base de recursos técnicos, como el cinematégrafo. Por esta atmésfera que reinaba, gust mucho a exhibicién de una pelicula en reversa “. . ademis de cuadros sumamen te interesantes, se verd el siguiente: Levantamiento magico de una pared recién derrumbada. . .”1°5 +, fenome- nalmente extraiio, . "106 Los empresarios cinematograficos supieron explotar el 103 Ibidem., 104 “Teatrerias”, 1 Mundo (Ilustrado), domingo 13 de diciem- bre de 1896, p. 372. 105 “Gacetilla”, Fl Globo, septiembre 3 de 1896, p. 3. 106 “Cinematografo Lumitre”, Gil Blas, viernes 4 de septiembre de 1896, p. 3. 118 Angulo magico del cinematégrafo. En diciembre de 1897'°7 la empresa del Lumiére aumenté el atractivo de sus exhibi- ciones combinandolas con actos de “magia”, que estaban de acuerdo con el espiritu de la nueva invencién, En ellos apa- recia la Amphitrite 0 “mujer de tres cabezas” y la Metem- psicosis o “El gabincte encantado”. En éste se vefa primero una cabeza de yeso que se transformaba en una mujer, Gala- tea; luego, en una calavera, los bustos de Juarez, Hidalgo y del general Diaz.!°* En el salén de Novedades se combina- ba un espectaculo similar, la diferencia consistia en invitar a un espectador a subir al foro y, a los ojos del pablico, repen- tinamente aparecia un espectro.'°? Los actos magicos equi- valian a una introduccién a la magia cinematografica: La diversidn esti dividida en tres partes: En Ia primera se admiran hermosisimas vistas disolventes, de un efecto sorprendente y que por si solas arrancan el aplauso del espectador. Después el cinematografo presenta cuadros cientificos, artisticos, dramiticos, cémicos, etcétera, en los que puede apreciarse hasta el mas minimo detalle. Para terminar, sc exhibe la Venus Ondina, que causa una ilusién sorprendente. Simula salir del fondo del mar y queda suspendida en los aires, recita conmovedor moné- logo, y después, lentamente, vuelve a hundinse en las Esta exhibicion es de gran atractivo, y el puiblico, avi- 107 “Diversiones", Diario del Hogar, diciembre 1 de 1897, p. 4, 108 “Poliantena semanal”, La Vor de México, domingo 3 de octu- bre de 1897, p. 2. 309 “Nuevo especticulo”, El Contemporineo (S.L.P.), marzo 7 de 1899, pp. 2-3, 119 do de,presenciarlo, lena noche a noche aquel misterioso salon. "1° No dejé de haber casos tragicos. En Huatusco, Ver., un gendarme cuidaba de que nadie tocara los alambres de la co- rriente del proyector. El cuidador del orden se creyo magi- co y se asiO a los dos cables. Al interrumpirse el circuito, la luz se extinguio durante cuarenta y cinco segundos y el hom- bre murié fulminado. Quedé con las manos carbonizadas.'** José Tablada describié con gran exactitud el espiritu ma- gico del cinematégrafo: EI primer sentimiento que ese espectaculo sugiere es de superst mn y de fanatismo. Se busca instintivamente al Nostradamus de negra tinica constelada de signos zodia- cales que, abierto el libro de la cabala y tendida la diestra en imperioso conjuro, ordena y suscita aquellas fantasti- cas visiones. Y aunque la reflexion sorprenda las leyes fisicas que rigen ese aparato, la ilusion supersticiosa per- siste y se siente uno como envuelte y perdido en una atmésfera de ensuefio y de misterios.'* El cine fue dado a conocer el 28 de diciembre de 1895, dia de los Santos Inocentes, en el sotano del Gran Café, en Paris, y parece que se burlaba de todo ¢l mundo. Jugaba con el racionalismo de los cientificos que se admiraban ante sus efectos, no obstante comprenderel funcionamiento de su mecénica; jugaba con la ingenuidad de la mayoria analfabe- ta, que no se podia explicar el resultado de su técnica. 110 “Especticulo moderno”, El Chisme, miércoles 19 de abril de 1899, p. 3. 11 “Muerte por electricidad”, E! Cosmopolita (Orizaba), octs- bre 17 de 1897, p. 2. 112 “Cronica”, El Universal, diciembre 12 de 1896, p. 1. 120 V. LA CRUZ LA COMPETENCIA Es LOGICO suponer que debido al elevado nimero de salo- nes cinematogrificos, se desat6 una refiida competencia. En su afin de introducir novedades, o celosos del éxito de otros, los empresarios se valieron de toda clase de artificios y tretas para atraer gente. Desde anunciar el especticulo con dife- rentes nombres, para engafar al piblico; ofrecer funciones alternadas con zarzuclas, exhibiciones para “hombres solos” y hasta incendiar! intencionalmente el local de un rival Por lo pronto, hemos visto que el uso de distintos nom- bres para el mismo espectaculo, es un reflejo del pleito entre Edison y los Lumitre por la patente, Sin embargo, es la agencia del inventor norteamericano la que empieza a valer se del recurso de sustituir el nombre para atraer al publico. En diciembre de 1897 cambié el nombre de kinetfono por kinetdgrafo,? al mes siguiente lo denominé “Ciclo Cosmo- rama Universal”. La variante fue el programa, sustituyendo las peliculas que se venian exhibiendo desde agosto de 1896 1 “Incendio en un cinematografo", El Popular, miércoles 7 de marzo de 1900, p. 2. Dice la noticia: ...se incendid. . . dé manera premeditada por alguna venganza infame de algin envidioso, .. Todas las vistas, muy costosas, se incendiaron sin salvarse una. . . Trabajaban en el foro el propietario Enrique Rosas y su ayudante Palemén Bablot y los dos sufrieron quemaduras en la cabeza, cars, manos y cuerpo. . .” . Diario del Hogar, diciembre 8 de 1897, p. 4. 121 Y que semanariamente se cambiaban, por otras que mostra- ban “Viajes pintorescos y excursiones por todo el mundo”.3 En el mes de abril, aprovechando la Cuaresma, se designé con el nombre de “The Passionscope”, porque las vistas versaban sobre la vida, pasion y muerte de Jesucristo. El oportunismo de los empresarios era obvio, al no respetar la costumbre de suprimir las exhibiciones durante la Semana Santa.4 En 1899 no fue uno, sino varios los que hicieron lo mismo: El espectaculo que en México nos ha divertido durante la semana santa, aparte de las grandes decoraciones religio- sas con que se revisten en estos dfas los templos, es el cinematdgrafo. En el centro de la ciudad hay tres de estos aparatos, [el Joly, el Lumiére, el salon de Novedades. Ol- vida el de la plaza de San Juan], vencedores gloriosos del kinetoscopio y de otras exhibiciones épticas. . . (Luis G Urbina.)$ Es importante notar que Urbina los denominaré genérica- mente cinematégrafos, puesto que en realidad la diferencia estaba en la programacion o la nacionalidad, con excepcién del Joly que tenia “caja de misica”. Los nombres continuaron multiplicéndose; en agosto de 1898 se anunciaban en Acapulco las exhibiciones del proyets- copio de Edison.6 En octubre, en la ciudad de México, se presentaban las del cronofotdgrafo Demeny en el Nacional? 3 “Indicador”, El Mundo, jueves 27 de enero de 1898, p. 3. 4 “Diversiones", Diario del Hogar, abril 7 de 1898, p. 3. § Luis G. Urbina, “La Semana”, 1 Mundo (Ilustrado), domingo 2.de abril de 1899, p. 250. 6 “Gacetilla”, El Universal, viernes 5 de agosto de 1898, p. 5. 7 “Indicador”, El Liberal, octubre 22 de 1898, p. 2. 122 y del cinematégrafo Joly.8 En Chihuahua se anuncid el animatoscope.? En la ciudad de Aguascalientes se dieron funciones de fotomondgrafo eléctrico!® y en Veracruz del cronofotdgrafo.' Lleg6 a Durango un espectéculo llamado Opera Phone que consistia en “. . .un buen cinematografo combinado con un gran fondgrafo de gran potencia. . .” En realidad fue “,..un mal kinetoscopio y cuando Ia vista presentaba algan baile, se hace que suene un detestable graméfono que va por un lado, mientras los bailadores van por otro. Los yanquis salieron confiando en sorprender al piiblico como io hicieron aqui. ..”!2 Otro de los nombres usados fue el de magndgrafo eléctrico, segiin se anuncié en Chihuahua.13 Vale la pena sefialar que el término mas aceptado y utili zado fue el de cinematdgrafo Lumitre, puesto que tenia el prestigio de ser francés, lo que decfa mucho a su favor. Sin duda, uno de los beneficios que trajo la competencia fue la reduccidn del precio de admisién. De otra manera es posible que el cinematdgrafo hubiera sido un especticulo exclusivo. En la primera exhibicién publica el costo del bole- to fue de un peso.!4 Un mes después se redujo a veinticinco centavos!S porque en el teatro Orrin se estaba exhibiendo 8 “Gacetilla”, Diario del Hogar, diciembre 29 de 1898, p. 2. 9 Thidem, martes 28 de marzo de 1899, p. 3. 10 Ibidem, martes 18 de abril de 1899, p. 3. 11 “Espectéculos”, El Imparcial, lunes 10. de mayo de 1899, p. 3. 12 “Noticias de Durango”, EI Tiempo, miéreoles 31 de mayo de 1899, p. 1 13 “Egpecticulos”, El Imparcial, sibado 9 de agosto de 1899, p. 3. ¥ Anuncio en El Universal, jueves 27 de agosto de 1896, p. 5. 15 “Cinematografo Lumitre”, Ibidem, martes 29 de septiembre de 1896, p. 2. 123 el vitascopio de Edison‘ y su amplitud permiti6 una conside- rable rebaja. Se cobré la misma cantidad para las exhibiciones del kinetoscopio, cl kinetéfono!7 y el cinematografo perfec- cionado, 8 todos creaciones de Edison. El scitor Aguirre, concesionario de un proyector Lumitre en la ciudad de México, agreg6 por la misma suma el atracti- vo de la masica del cuarteto Tovar.19 El ingeniero Toscano jcié sus tandas, no con una sino con dos orquestas, por el mismo precio de veinticinco centavos.% Poco después suprimié las audiciones, pero se combinaron las exhibiciones con un especticulo de transformismo.21 A los pocos meses instalé un fondgrafo en una accesoria independiente del salon de proyeccion. Ambas diversiones se podian disfrutar por la misma cantidad. Cuando el cinematografo Lumitre estuvo cn el teatro Nacional, la admision costo setenta y cinco centavos luneta (ignoramos el de las otras localidades) pero se ofrecieron hasta setenta vistas diferentes.22 En 1899 la competencia aumentd y el empresario del Lumiére redujo la admision a diez centavos,23 y para enero de 1900 a cinco 16 “Informacién”, Fl Correo Espatol, domingo 20 de septiembre de 1896, p. 2. 17 “Gacetilla, Diario del Hogar, martes 3 de noviembre de 1896, P.2 38 “Indicador del dia”, El Universal, martes 24 de agosto de 1897, p. 7. acetilla”, El Tiempo, domingo 29 de agosto de 1897, p. 3. ® “El cinematografo", El Imparcial, noviembre 27 de 1897, p. 1. 41 “Diversiones”, Diario del Hogar, miércoles 10. de diciembre de 1897, p. 4. 2% “Diversiones”, La Voz de México, domingo 10 de abril de 1898, p. 3. 2 Anuncio en Diario del Hogar, stbado 20 de septiembre de 1899, p. 3 124 centavos.™ En los “jacalones” se cobraban dos o tres centa- vos, Podemos apreciar los efectos de la competencia claramen- te en las mudanzas del cinematografo Lumiére, los enviados de los hermanos franceses efectuaron la primera temporada en el local de Plateros 9, la segunda en la calle del Espiritu Santo 4; y en octubre de 1897, el empresario vuelve otra vez a Plateros 9. El anuncio con esta direccion se dejé de publicar el 22 de enero de 1898,25 porque el 2 de febrero salié al interior de la Repilica. A su regreso al mes siguien- te, se instald en el vestibulo de El Nacional? a los ocho dias se anunciaba en ese coliseo una funcién de “veriscopio”27 y se dice que el cinematografo Lumiére partio para Puebla.” A los pocos dias estaba de regreso, ahora ubicado en el salén del Staking Ring” de la calle de Plateros. A partir del pri- mero de abril se traslad6 por segunda vez, al portico del teatro “Nacional”2 para mudarse unos dias después a los bajos del hotel Jardin.3! El 13 de mayo vuelve de nuevo al Nacional®? y al poco tiempo, en el mes de julio, se muda a las calles de Cinco de Mayo 9, en los bajos del hotel Gillow, donde permanecié hasta el 17 de febrero de 189939 cuando 24 Ibidem, martes 2 de enero de 1900, p. 3. 25 “Teatros y diversiones”, EI Universal, sibado 22 de enero de 1898, p. 26 Ibidem, martes 8 de marzo de 1898, p. 5. 27 Ibidem, miércoles 2 de marzo de 1898, p. 7. 2 Ibidem, sibado 12 de marzo de 1898, p. 4. ® Ibidem, viernes 1o. de abril de 1898, p. 5. % “Gacetilla”, El tiempo, domingo 10 de abril de 1898, p. 3. 31 “Teatros y diversiones", El Universal, domingo 10. de abril de 1898, p. 7. 3 Ibidem, viernes 13 de mayo de 1898, p. 5. 33 Ibidem, jueves 21 de julio de 1898, p. 5. 125 partié para la provincia. Regresd en mayo* y volvid a ubicarse en el local de Cinco de Mayo. El anuncio dejé de publicarse en mayo de 1900.95 Por otra parte, la prensa de la capital también da informa- cién de que el ingeniero Toscano, propietario del cinematé- grafo Lumiére de la ciudad de México, estaba en Zacatecas dando exhibiciones a principios de noviembre de 1899,36 y al final de este mes en Leén, Gto.37 Esto que parece una grave contradiccién, pues en esas fechas debia estar en el local de Cinco de Mayo 9, es explicable. Estaba asociado con otras personas, y mientras una de ellas se quedaba en la capital al frente del salon cinematografico, otro de los socios se iba de cémico de la legua, por el interior del pais. La competencia en el negocio cinematografico resultaba refida, era normal poser mas de un proyector. El bajo precio de la admision hacia extremadamente dificil el negocio. Los em- presarios cinematograficos adquirieron carpas y se dedicaban a recorrer cl pais algunas veces combinando el espectaculo con zarzuelas, otras veces mostrando solamente peliculas. EL ENVEJECIMIENTO El espectaculo cinematogréfico llegé relativamente pronto a México, ocho meses después de la primera exhibicion publi: ca en Paris, y para las primeras peliculas ocho meses era un 34 “Especticulo”, El Imparcial, domingo 21 de mayo de 1898, p.3. 35 Anuncio en Diario del Hogar, jueves 17 de mayo de 1900, p. 3 3% “Agencia Teatral”, El Mundo, miércoles 10. de noviembre de 1899, p. 3. 37 Diario del Hogar, domingo 26 de noviembre de 1899, p. 3 126 lapso muy largo. En breve tiempo, el pablico mexicano tuvo oportunidad de ver todas las traidas por los cinematografis- tas franceses. El espectaculo constitua una novedad, pero si no se cambiaba, el programa perdia el atractivo; cl piblico exigia nuevos filmes, rechazaba las vistas que ya habia visto. Los recursos que encontraban los empresarios para solu- cionar el problema del envejecimiento, eran los de aumentar el namero de filmes por el mismo precio y el de recorrer la provincia en busca de un lugar donde sus programas fucran inéditos. Por lo general, al llegar las remesas de peliculas, se cexhibian seis en un programa. Pasado el tiempo iban aumen- tando de dos en dos hasta legar a doce. Al recibir otra dotacién volvian a disminuir la canndad, ofreciendo calidad en lugar de cantidad. El cinematografo Lumiére lego a exhibir sesenta vistas en un solo programa en el Nacional. A Guadalajara llego un empresario que tuvo poca forcu- na. no ha gustado al piblico tapatio, pues, . . sus vistas estén muy explotadas y no presentan ninguna novedad. . ."",*® Jo que no es extraio puesto que habia un cinematogcato permanente en el barrio de San Juan de Dios. Los empresa rios del Opera Phone, que fracasaron en Durango, se dirigie ron aMapimi (Véase nota 12), donde fueron bien recibidos.° El fracaso de Durango se debid a que habian llegado varios comicos de la legua y ¢l publico estaba familiarizado con cl espectaculo; en Mapim{ no se lo conocia y result6 con segu ridad novedoso. El segundo empresario que egd a esta poblacién, levaba el mismo surtido de peliculas porque fue silbado y multado por la autoridad con cinco pesos, por 38 “Especticulos”, El Imparcial, jueves 11 de mayo de 1899, PB %® Diario del Hogar, martes 10, de agosto de 1899, p. 3 127 Jo malo de las vistas presentadas”.? Lo mismo pasé en Zacatecas, donde estuvo un francés de poca suerte “. . . debi- do a la exigua coleccién de vistas. . .”*! En otra ocasién, de esta misma ciudad se pedia a gritos que acudiera una compa- fifa de zarzuelas o de cinematégrafo para distraer a los habitantes; hacfa tiempo que no tenfan ninguna diversion. La condicion que ponian a las compafifas de cinematégrafo consistia en que llevaran vistas nuevas, si no més valia que no se presentaran. En Jalapa la concurrencia quedé insatis- fecha porque un empresario exhibié “. . .vistas. . . conocidas ++ pues las habian presentado. ... tres distintos cinemato- grafos. "4? Para solucionar en parte el problema del envejecimiento y para ganarse la simpatia del piblico, los “‘cémicos de la legua” se dedicaron a filmar aspectos de la vida de las pobla- ciones que visitaban. La competencia y la caducidad iban a obligar a la creacién de un cine mexicano. FUNCIONES PARA HOMBRES SOLOS Seguramente el affn de hacer una fortuna répida, hizo que los empresarios se valieran del recurso de ofrecer funciones “para hombres solos”, que puso en crisis la moral puritana de la época. Con excepcién de la ciudad de Puebla, en Gua- dalajara y en la capital, constituyeron un éxito rotundo. No sabemos de otros sitios, porque no existen ejemplares de los periddicos en la Hemeroteca. 40 Ibidem, martes 10, de octubre de 1899, p. 3. 41 “Noticias de Zacatecas”, El Universal, martes 2 de enero de 1900, p. 2. 42 “Especticulos”, Ibidem, domingo 22 de abril ¢e 1900, p. 2. 128 Naevo tratamiento para fas entermedades nest Gn duoio fin de. Sigte. listeacion de BL, THERPO & 41,00 a betel Posie (Op peepetonye eee ise enten menrLaea ieee eit tel nis eae Peretene oe ania cece fs ae eee Seo rmeroacee mone Sen eae oe cece ors ual oy een ia goer En el mes de enero de 1899 se dice que un cinematografo de la ciudad de México presenta “algunos cuadros un tanto cuanto subidos de color. ..”43 En el mes de marzo de ese mismo af, en la ciudad de Puebla se ofrecié una exhibicion exclusiva para caballeros, El escéndalo fue maydsculo por efectuarse en el teatro Guerrero y en Domingo de Ramos. A pesar de que se habia advertido que seria exclusiva para hombres, se presentaron familias enteras. Se les neg6 el bole- to. Los espectadores no quedaron satisfechos y armaron un escindalo fenomenal.44 En mayo, unos empresarios efectua: ron otras funciones en el teatro Degollado de Guadalajara con “,. .cuadros nada edificantes e impropios de ser exhibi- dos en la forma en que se hizo. ..”*° En noviembre hubo tandas en el teatro Mignon de la ciudad de México, se com- binaron con funciones de zarzucla No hemos podido localizar programas para saber qué peliculas se exhibian, ni tampoco su procedencia. Es aventu- rado suponer que se tratara de las de Méliés, de mujeres en mallas, porque no tenemos fundamento para afirmarlo, Pero ¢s interesante ver como el gusto del pablico se estaba incli- nando a lo ligero, a lo “picaresco” ; de ahf el éxito inicial de tales funciones. Se olvidaba del teatro del género dramitico y se entregaba a la zarzuela y al cinematdgrafo, deseoso de olvidar sus problemas cotidianos y su pobreza. El cinematégrafo estaba perdiendo su inocencia. De las vistas iniciales, aptas para toda la familia, se paso a las im- 43 “Hechos y comentarios”, Cémico, domingo 15 de enero de 1899, p. 2. ‘44 “Noticias de Puebla”, El Tiempo, miércoles 29 de inarzo de 1899, p. 2. ‘4% Gacetilla “En el teatro Degollado", Diario de Jalisco, martes, 23 de mayo de 1899, p. 3 129 Yy propias para sefioras y menores de edad. Las sefioras, por supuesto no quedaron muy complacidas: éQué cosa mas inocente que el cinematgrafo? Bueno, pues ya ni al cinematégrafo puede una ir. Antes vea una ahi La Pasion de Nuestro Senor Jesucristo, La Llegada de los Reyes Magos, un ejército pasando por una calle, un hortelano regando sus plantas, cosas de mucha inocencia y divertimiento. .. \Pero ahora! iAy!, linda de mi alma. ‘A lo mejor tiene una que taparse los ojos, “iAl fin so- los!”, escentas erdticas. .. ique sé yo! Y como todo ahi lo hacen de movimiento, y no contentos con eso todavia tienen cantina a la entrada. . . Ta diras només. iCopas y figuras en movimiento! iT dirés només!.. 46 46 “Lo que hoy se ve, Mon6logo de sctualidad (0 lo que pare- ce)", Cémico, domingo 15 de enero de 1899, p. 27. He aqui el texto: “Hay que desengaiiarse, es imposible vivir en gracia de Dios en este México, amenos que see una ciega 0 sorda... El ndimero de diversiones inocentes va eada dia siendo menor. ‘Antes se deefa: vamos al circo, ésa era una diversién inocente. E iba una al circo, cuando no era cuaresma ni dfa de comulgar, Hoy ni al circo se puede it porque ve una ciertas cosas. Dios sabe cuintas ve ces tuve que ira reconciliarme por culpa de Rémulus. .. [tn cam- peén de lucha grecorromana). Y luego esas cirqueras, . . esas cirque- ras que no sc visten ni en enero, que deben tener unos pulmones prueba de excote. .. Qué mis inofensivo que las fieras, por ejemplo? igo inofensivas por lo que va a la mord. .. Bueno, pues recuerden ustedes que hasta cl regidor tuvo que intervenir, porque esos leones. cen sus jaulas, se entregaban actos pecaminosos delante de la gente. Por lo que ve a las tandas, . , Antes podia unair a ofr su tandita, ¥y venir luego # rezar sus devociones de la noche. .. ipero ahora! An- tes salfa una tarsreando: VEN RODOLFO, VEN POR DIOS o bien: Volvié la alegria/ renace Ia calma/ lo mismo que el dia/ serena est cl alma. ¥ otras por cl estilo, muy expresivas y muy morales. . . pero ahora sale La Pata (diré mejor, salfa, puesto que ya esti juzgada de Dios), y le decia al alcalde: ‘Seftor aicalde: Sefior alealde yo le hago 130 La prensa y el clero reaccionaron con tanta violencia que los ayuntamientos negaron en lo futuro el permiso para que funcionaran cinematografos en los teatros municipales. Cuentan los descendientes de Moulinié, que en muchas ciudades del interior se lanzaron proclamas y manifiestos contra el cinematdgrafo, y que las autoridades civiles y ecle- sidsticas impusieron la censura; para evitarla, un comico de la legua obtuvo unas cartas del arzobispo de México*” y de un oscuro pintor4® que recomendaban su espectéculo, que a usted una Nifla Pancha o bien’. .. No, no, pero si hasta me pongo colorada de recordatlo, .. [sigue el fragmento de la cital... Ya no sé 1 donde habri que ir en adelante. .. Si hubiera todavia comedias de magia en el Nacional. .. La almoneda del diablo, La redoma encan: tada, Los polvos de la madre Celestina, .. Eso si esti bien; pero ya no lo dan, no sé por qué. Nada, que decididamente hay que irse aver subir en globo a don Joaquin de Cantolla y Rico. Ese amenos que se le rompa alguna prenda de ropa por los aires, no nos dari un es pectaculo inculto, ..” 47 “La Exposicion Imperial”, El contemporaneo (S.L.P.), 21 de marzo de 1899, p. 3. He aqui cl texto: “La variada y amena colec- cién de esteredscopos que usted ha presentado, es verdaderamente tun especticulo digno de Ia atencién de todos los amantes de lo bue- no y de lo bello: al mismo tiempo proporciona al espectador un rato muy agradable de instruccién en que puede ir admirando y conocien- do los primores del arte y de la naturaleza que se encuentran en las ciudades més importantes del universo. Creo ademas muy verdaderas las palabras del ilustre conde Arnoldo de Lipe: ‘Quien ha viajado mucho, hace de nuevo y de modo comodo el viaje’, reconstruyendo asi sus impresiones anteriores, y aquél a quien no es permitido satis: facer sus descos de viajar, haya una compensacion en contemplar este especticulo, Soy de usted affmo. prelado que lo bendice Prospero Mora, Arzobispo de México 48 Diario del Hogar, viernes 2 de junio de 1899, p. 3. Dice el “Don Natal Pesado, artista, declaro que ninguna impresi6n he re 131 presentaba peliculas de ciudades y paises; antes de llegar a las ciudades, las hacfa publicar en los diarios regionales. Asi conjuraba la animadversion contra el cinematdgrafo. cibido, més agradable ¢ instructiva, que la que me ha proporcionado la "Exposici6n Imperial’, quisiera que mi imaginacién fuera tan fe- ‘cunda, como innumerables son las bellezas que en ella se contem- plan.” 132 VI. LA CAIDA EL FRAUDE, PASADA LA novedad, los intelectuales poco se ocuparon del cinematégrafo. Vieron en é1 algunas posibilidades, un susti- tuto del libro, un medio para estudiar los movimientos de los animales, el vuelo de las aves, pero como no fue aplica- do, su Angulo cientifico pas6 a ocupar un segundo plano Hasta 1899 los cinematdgrafos de la ciudad de México, pasaron casi inadvertidos para la prensa; la gente, en cam- bio, los convertia en una necesidad. Hemos visto que en México, el optimismo que desperté el cinematégrafo radicé en gran medida en el hecho de que captaba “la verdad”. La primera pelicula que reconstruia tun hecho, causé el enojo de un diario, al grado de denunciar pablicamente el engafio. Con el tiempo llegaron peliculas de la magia de Mélits y de Frégoli y como no mostraban “la verdad”, los intelectuales fruncieron el cefio, pues se sen- tian engafiados. Mas adelante, los cinematografistas naciona- les se dedicaron a filmar especticulos teatrales y contribu- yeron més al desprestigio. Vinieron después las peliculas que reconstrufan el proceso de Dreyfus, lo que no perdona- ron los intelectuales; el cinematdgrafo defraudaba las espe- ranzas que habfan puesto en él. El periddico El Mundo, narré como un norteamericano habia tenido la audacia de falsificar la realidad, al maquillar a actores para que tuvieran semejanza con Dreyfus y su mujer; 133 ~A ver, Rosita, usted funge como Madame Dreyfus; co- Tquese fuera de la puerta y entra a la hora que yo le diga. Usted, Pedro, es Dreyfus; siéntese en la cama, asi, con aire de aburrido al principio, de indignacién después, y_ de furioso al iiltimo. .. A los ocho dias aparecfa en el cinematdgrafo este anuncio: iDreyfus! iDreyfus! Cuatro Cuadros: 1. Dreyfus saliendo del Consejo. 2.EI mismo besando a su sefora y dejéndose besar por ella. 8. Maitre Labori y Mattre Démange consolando a Drey- fus. 4. Dreyfus en su celda, solito y desesperado. Y la gente acudid, goz y murmuré: Lo que adelanta la civilizacién; asf ya no son posibles los errores histéricos. . * El cinematografo y el fondgrafo no solo no mostraban la verdad, la alteraban. No contentos con divertir a la gente, la estafaban. éComo era posible ver a Juana de Arco viva si tenfa cientos de afios muerta? Y los empresarios cinemato- grificos tenian la audacia de pedir a gritos fuera de los salo- nes, que los transedntes pasaran a admirarla. El cinemato- grdfo se burlaba de 12 buena fe de las personas. Su descrédi- to se incrementé ms con las exhibiciones “para hombres solos”. Fonégrafo y cinematografo “‘estragaban el gusto del pablico” y propalaban la inmoralidad Las personas humildes. . . se introducen las boquillas de Edison en las orejas y se ruborizan soltando la carcajada, porque el aparato sabe cosas peores que un caballo de ca- landria de los de volanda. 1 “Dreyfus en el cinematografo”, El Mundo, octubre 19 de 1899, p.2 134 Sis el cincmatografo, parece que ha resultado econd- mico, pero con los mismos bonitos sentimientos del au- tor de las mallas que viste la madre Eva que ustedes sa- ben: dibuja en el espacio peores colecciones que las de algunas cajetillas. . .” Definitivamente ambos aparatos eran unos intrusos en el Parnaso del progreso y debian ser expulsados, lo antes po- sible. LA EXPULSION Al principio el cinematografo fue una conquista de la cien- a, que accidentalmente salvaba de la borrachera y hacia olvidar las penas de los habitantes de la ciudad de México. Dadas sus caracteristicas, tenfa similitud con el teatro: se proyectaba en un salén grande, y pronto el periodismo me- xicano confundié al cinematografo con el género chico. La confusion alcanzd tal grado, que es dificil saber cuindo se habla de uno, y cuando de otro. En dos de los cinematogra- fos de la capital, se combinaron-ambos espectéculos, pero la calidad de las obras y de los actores de la zarzuela dejaba mucho qué desear.? Los periodistas nunca asistieron a los 2“‘Hechos y comentarios”, Cémico, noviembre 26 de 1899, p. 264. 3 “Gacetillas de actualidad”, Ibidem, domingo 26 de junio de 1899, p. 309. He aqui una bella crénica de cémo eran las funciones zarzuelescas. Han de saber ustedes y yo tengo que decir, que en México hay un teatro que se llama Mignon, aunque debiera llamarse “feyon”. . porlo feo... En ese teatro, la tanda vale un real, y los espectadores estin siem- pre de guasa. Sale una corista, canta un aria en borrador y todo el piblico, al 135 demés locales que exhibian solamente peliculas; crefan que todos ofrecian los mismos espectaculos, por eso hay tan po- cas noticias sobre el piblico y sus reacciones ante los filmes. Los reporteros narraban en tono amarillista los escindalos suscitados entre actores y piiblico, en los dos salones que combinaban las diversiones, y los generalizaban a todos los salones, para presionar al Ayuntamiento a que los clausurara. EI cinematdgrafo y el género chico iban de la mano y coincidieron para satisfacer al piblico. Algunas veces los empresarios combinaron ambos especticulos, otras retrata- ban las obras y las vistas las exhibian en las ciudades del in- terior. Conviene que nos remitamos algunos aiios atras y ver tunisono prorrumpe en bravos. iQue le toquen la diana! ~grita uno. = iQue la coronen! —grita otro. — iQue repita! —vocifera un tercero. Y aquello es el juicio final. Seftor —dice un gendarme aun griton—, isofrénese! Pero no ve usted que todos gritan. =No le hace, sofrénese. .. estin prohibidos los grupos subversi- vos. — ii es usted grupo! Si no sabré distinguir. Sofrénese usted. V es en vano. Nadie se sofrena. .. ¥ el pobre gendarme tiene que “sofre- nar’ su macana para no romper los homéplatos a los gritones. Insertamos también una eritica de EI Pais, a esos especticulos, para dar una idea del tono de los mismos. Casi todos los diarios publicaban comentarios en el mismo estilo: “Con respecto al teatro, nada diremos, por hacerle gracia a nuestros lectores; todo lo que ha aparecido en escena Gltimamente, no es ni siquiera someramente artistico; parece que cl buen gusto ha sido proscrito de las tablas. iOh, los tand6filos! Verdaderamente son dig: nos de compasién, puesto que el buen gusto (sies que alguno lo te- nia) debe andar por esos trizos de Dios llorando su muerte a lagrima viva... 10h, los artistas de tanda! iOh, los tandéfilost iComo debe lamentarse el verdadero arte de ver la mofa que de él se hace!. ..” (Lunes 26 de junio de 1899, p. 2.) 136 como también el género chico fue expulsado del Parnaso, por arribista. La prensa cat6lica reconocfa dos categorias en el teatro, el que sirve de simple pasatiempo, las funciones de acrba- tas 0 las carreras de caballos; y el que sirve de enseftanza, ilustracién y moralizacién, muchas de las representaciones teatrales.* Las obras, en consecuencia “. . deben ser decha- do de lenguaje y buenas costumbres. . ."* Se vivia en base a.una moral convencional muy acorde con los tiempos Por diversos caminos los diarios cientificos legaban a la misma conclusién. Estaban contra el naturalismo en el tea- tro, porque intentaban mostrar al hombre tal cual es; segan esta corriente, la actriz que representaba a una lesbiana oa una amante, debfa viviren la realidad esas situaciones.° Ante esto “‘. . no hay lugar en el teatro moderno para la inocen- cia y la pureza de las mujeres. . . es una fatalidad humana el que s6lo por el camino del vicio se Hegue a la meta del arte dramético. ..”7 Las obras modernas, de entonces, eran im- posibles de representar por las humildes pensionistas del Sagrado Coraz6n. El teatro deberia imitar “. ..los usos, cos- tumbres y modales. . .” del hombre circunspecto, mesurado.® Justo Sierra, en un discurso pronunciado en una velada lite- raria en honor de la actriz Marfa Guerrero, le decfa: “. . .Bien- venida mensajera del arte y de la gloria, bienvenida, resurrec- tora del culto puro de lo bello... 10h! Maria, tenéis en la 4 “Los malos especticulos”, Fl Tiempo, mayo 27 de 1897, p. 2. 5 “Parlamentos”, La Voz de México, mayo 11 de 1899, p. 2. 6 “La pornografia en el teatro”, EI Tiempo, octubre 27 de 1897, p.2 7 “La pureza del arte dramitico’ g0 7 de marzo de 1897, p. 147. 8 “EI teatro obsceno, Su origen y correctivo”, El Mundo, no- viembre 21 de 1899, p. 1 El Mundo (ilustrado), domin- 137 escena proporciones arménicas. . . sois todo equilibrio, pon- deracién y gracia. ..” Esto es, a grandes raspos, lo que de- bfa ser el buen teatro. Las obras de zarzuela, antecedente inmediato del cinema- t6grafo en cuanto espectaculo popular y las peliculas mis- mas, resultaron lo contrario a los conceptos teatrales vigen- tes. De ahi Ia indignacién de los circulos intelectuales contra esas diversiones. Cuando surgié la zarzuela a mediados del siglo, en Espafia los académicos la calificaron de hibrida: Porque no tenfa las facciones del melodrama, ni las del drama en toda su pureza, . . era una intrusa que revestia los atavios de Euterpe y Talia y que a toda prisa debia ser expulsada del Parnaso. . . pasaron para siempre aque- Mos castos ademanes de la risuefia advenediza. La musa se ha tomado bacante. . . esclava del mas impuro sensua- lismo, corre de aqui para alld, sin vestiduras... Se ha Paganizado hasta el punto en el que alguna sacerdotisa chipriota se sonrojaria si la contemplara en sus audacias de lubricidad. . . A veces lo que escandalizaba a la prensa no era tanto el género chico, sino el piblico que asist/a a las representacio- nes. Una buena forma de evitar que la Soler representara obras, era abstenerse de ir al teatro, organizando tertulias en casa o veladas literario-musicales. Pero esto no era asi, las familias “honorables” acudfan en masa a los espectaculos zarzuelescos; estaban deseosas de diversién y acudian al Ar- beu y al Principal a ver obras que no eran precisamente un “dechado de lenguaje”, de “virtudes”’ o un ejemplo de “bue- 9 Justo Sierra, “Discurso”, Ibidem, marzo de 1900, p. 1. 10 “EI teatro cristiano”, La Vor de Méxic p.2. nas costumbres”. Por el contrario, se abusaba del morbo. En una ocasion las coristas salieron al escenario con simple malla para dar apariencia de desnudo. En Las dormilonas, lucieron una hoja de parra sobre esa prenda. Pero, segin lo hemos dicho, el cine se inicié como el mas inocente de los espectculos. Las vistas carecfan de argumen- to y solo mostraban escenas de la vida real. Satisfacian los conceptos dela moral y del teatro al difundir el conocimien- to de otros paises. Presentaba los més halagitefios augurios de ser un especticulo apto para todas las familias. Por eso al principio cont6 con el apoyo undnime de los diarios. Al cine le fueron abiertas las puertas del Parnaso artisti- co. Superaba las intenciones del naturalismo teatral, no ofendia la moral. Se presentaba digno heredero de la tradi- cién artistica, de captar la realidad tal y como lo hacia el naturalismo, pero sin ensefiar los vicios humanos. Casi todas las primeras exhibiciones cinematograficas fueron en los teatros de las principales ciudades, el Guerrero de Puebla, el Morelos de Aguascalientes, el Calderon de Tepic y de Za- catecas, el Degollado de Guadalajara, el La Paz de San Luis Potosi. En la medida en que fue perdiendo su inocencia porque las vistas en lugar de mostrar al general Diaz exhibian las corridas de toros, se le fueron cerrando las puertas."! Los intelectuales no le perdonaban al cinematégrafo que intro- dujera en el sancta sanctorum, los especticulos taurinos ‘Al aparecer una cuadrilla de toreros, el teatro se convier- te en una plaza de toros y los gritos, aplausos y dianas se 11 El especticulo taurino se prohibié por un tiempo por conside- rarlo “salvaje”. Recién se habian iniciado nuevamente tas tempo- radas, 139 suceden sin interrupcién. Creemos que el Gobierno, ya no el Ayuntamiento, debia de negar el teatro Ocampo de Morelia para esa clase de especticulos, porque alli se profana el lugar donde hemos escuchado las argentinas notas del Ruiseior Mexicano, la Peralta, y otros muchos artistas que han sido y son gloria de México. . 7 En Guadalajara y en Puebla, se pidié a los munfcipes que reconsideraran su actitud al conceder los permisos; los tea~ tros municipales deb{an tener una categorfa determinada; sus puertas no debian abrir a cualquier compaiiia de titiri- teros ambulantes o de cinematégrafos, con sus“. . .sesiones pornogrificas y algunos otros especticulos que nunca debe- rian pisar los escenarios que han servido tanto a eminencias artisticas, cuanto a los alumnos aprovechados procedentes de nuestros dignos planteles de instruccién. . .”!* El deseré- dito continuaba porque los empresarios cinematograficos se dedicaron a filmar las obras del género chico, que compla- cian al guste del piblico mexicano, Don Juan Tenorio,'* los bailes de la danzarina flamenca Rosita Tejada,! Las tentaciones de San Antonio, En la provincia, en lo futuro se dieron las funciones cinematogrificas en lugares de me- nor categoria: en Guadalajara, en la carpa de San Juan de Dios y en el nuevo teatro Apolo, dedicado ala zarzuela y a 12 Diario del Hogar, domingo 18 de junio de 1899, p. 3. 13 “Los especticulos serdn indicio de la cultura de los pueblos”, Diario de Jalisco, octubre 31 de 1899, p. 3. 14 “Bspecticulos", El Universal, miércoles 15 de noviembre de 1899, p. 2. 15 “Puebla al vuelo”, El Popular, sébado 24 de febrero de 1900, po. 16 “Indicador", El Mundo, viernes 3 de julio de 1900, p. 3. 140 diversiones populares; en Orizaba, en La Lonja. En otros lu- gares se improvisaba un sitio cuando el comico de la legua no Ilevaba su tienda de campafia. Hasta un corral podia ser un buen local para admirar el especticulo. Los asistentes permanecian de pie o llevaban sus asientos, al decir de los descendientes de Enrique Moulinic Mientras tanto, en la ciudad de México, los reporteros se alarmaron ante la frecuencia de los escndalos en la barraca de San Juan. Indignados, presionaban al Ayuntamiento para que cerrara todos esos centros, foco de inmoralidades. Los munjcipes no hacfan caso, pero sin duda la prensa alcjaba poco a poco a las personas de este especticulo. Los salones ubicados en el corazén de la metrépoli empezaron a cerrar sus puertas. Para octubre de 1899 se dice que del salon de Variedades de la calle del Coliseo “*. . ya no quedaba. . . mas que la cantina. . .”"7 enmayo de 1900 se cierra el cinemato- grafo Lumiere de la calle de Cinco de Mayo, y el salon Nove- dades de la calle de Plateros, solicit permiso para cambiar de espectaculo, pero le fue negado porque no ofrecia las condiciones de salubridad. En junio, el municipio clausur6 varios jacalones pretextando cuestiones de “‘higiene y segu- ridad”. Quedaron funcionando cinco, y en octubre dos. Los capitalinos estaban perdiendo repentinamente los centros que, al decir de la prensa, les habfan ayudado a olvidar sus penas y abandonar las borracheras. Sin embargo, la leccion se aprendid, Se observé la relacién directa entre la cantidad de espectaculos y la disminucién en el alcoholismo y la cri- minalidad. En el mes de julio de 1900, el scfior Eugenio Conde presenté a los municipes un contrato que estipulaba el arrendamiento de terrenos por veinte aftos, para la cons- 17 “Hechos y comentarios”, Cémica, domingo 22 de octubre de 1899, p. 200. 141 truccién de teatros de “cal y canto” en las distintas plazue- las, que ocuparon los cinematégrafos. Se habfa convencido de“. . .la necesidad que hay de plantear un sistema de diver- siones populares, que reunan a un pequefio costo, una base de moralidad, de instruccién y de progreso, por lo que ha organizado una empresa para ese fin, procurando adunar los diferentes de la misma, los del pueblo de la ciudad de Mé& co y los del Ayuntamiento. . .”""* En sdlo cuatro afios el cine se hab{a ganado la antipatia y el odio de las clases “activas” del pais. Los empresarios de los jacalones se fueron de cémicos de la legua, para sobrevi- vir a la situacién adversa en la capital. Se fueron a recorrer el interior del pais, y ahi aliviaron el tedio y dieron a cono- cer su pais y otras naciones. Después de todo, el cine tam- bién era un vehiculo de conocimiento. 18 Archivo del ex Ayuntamiento, Diversiones en general 1899- 1900, legajo 10, afio 1899, exp. 1019, fs. 3 ms., s/n. 142 VII. EL CINE ROMPE FRONTERAS Los COMICOS DE LA LEGUA EL CINE, mas que un especticulo o diversi6n resulté ser un nuevo medio de expresién para la comunicacién del hombre. Mediante su nuevo lenguaje, de imagenes solas, rompié las fronteras, elimind el problema de los idiomas, puesto que las primeras peliculas carecian de létreros. Dio a conocer otros paises, personajes notables, hechos de actualidad: las guerras, hispanoamericana y del Transvaal; y sobre todo. contribuyé al conocimiento del propio pais. Es sabido que México ha sido un verdadero mosaico. Su ‘geograffa caprichosa ha determinado el aislamiento de regio- nes. El gobierno del general Diaz comprendié la importancia de comunicar las diversas localidades y estimulé la construc- cién de Iineas ferroviarias. Los empresarios ambulantes del cinematégrafo pronto llegaron a las poblaciones mas accesi- bles y mejor comunicadas; Guadalajara, Puebla, Orizaba, San Luis Potosi, etc. La competencia los empujaba a internarse a lugares apartados, mostrando a sus habitantes paises lejanos. El cine les comunicaba a esos pobladores que, después de to- do, no estaban ni tan lejanos, ni tan aislados. Vino a ser un paliativo al tedio provinciano, A donde quiera que llegaban, los cémicos de la legua eran casi siempre bien recibidos, se- gin los descendientes de Enrique Moulinié. Las funciones se daban en corralones, en establos, cuando no hab{a un local adecuado. Los empresarios, por lo general, tenian éxito; fra- casaban cuando ya habia pasado otro con las mismas vistas. 143 Es de suponer que el cine foment una nueva actitud ha- cia el mundo moderno. Desgraciadamente no pasa de ser suposicién. La destruccién de los archivos familiares 0 su inexistencia, junto a la ausencia de la mayor parte de los diarios regionales, son un serio obstaculo para aclarar la in- cognita. Seria interesante saber cémo fue recibido en el seno de la familia provinciana, pero tenemos que contentar- nos con seguir su difusién en el interior del pafs, bastante aniloga a la que tuvo en la capital. De las principales pobla- ciones, donde hubo funciones de gala en los teatros munici- pales, pasé a los puebluchos y a los jacalones: signo inequi- voco de su aceptacién. Nos detendremos, ademis, a obser- var, la programacién para fundamentar nuestra conclusion de que el cine rompié fronteras." Mientras en la ciudad de México los enviados de los Lu- mitre daban las primeras exhibiciones pitblicas, en Guadala- jara, a fines de septiembre, funcionaba un “vitascopio” que duré escasamente una semana. A principios de noviem- bre llegaron a dicha ciudad los representantes de los herma- nos Lumitre.? Esta por demas decir que su éxito fue rotun- do. Tanto, que las exhibiciones del cinematégrafo Lumigre se continuaron hasta fines de diciembre. No sabemos si alguna persona compré el proyector o uno de los agentes permanecié frente al especticulo, regresando el otro a laciu- dad de México para efectuar una segunda temporada. En diciembre de 18964 se dieron algunas exhibiciones en 1 En lo futuro en este capitulo no nos detendremos 2 aclarar si el proyector es de una marca determinada 2 “Bl vitascopio”, Diario de Jalisco, octubre 1 de 1896, p. 3. 3 “EI Gltimo cabildo”, Ibidem, miércoles 21 de octubre de 1896, P.3. 4 “Especticulos”, EI Globo, jueves 17 de diciembre de 1896, p. 2. 144 Orizaba, que no tuvieron éxito porque “. . .las familias no estan para divertirse. . .”° pero cuando otro empresario lle- gé en marzo de 1897, las funciones se llevaron a cabo en el teatro Gorostiza y las criticas fueron halagiienas.® Guadalajara, mientras tanto, se habfa quedado sin cine- matografo con la partida del empresario que estuvo hasta diciembre de 1896; en marzo de 1897 llegé otro comico de la legua y se instalé en el teatro Variedades.’ En este mes : hubo exhibiciones de la Exposicién Imperial en Veracruz. Para el mes de abril de 1897, el empresario que dio exhi biciones en Orizaba a principios de marzo, se habia ido. De Veracruz, la Exposicion Imperial se dirigié a aquella poblacién,’ y en Guadalajara se inauguré la carpa del barrio de San Juan de Dios, donde se instal un cinematografo permanente.!© En junio de 1897 arribaron otros empresarios a Orizaba, levaban *, ..una coleccién de vistas modernas no conocidas aqui..." las funciones ya no fueron en el teatro Gorosti- 2a sino en los bajos de la Lonja Orizabefia. Para junio, el ci nematégrafo lleg6 a San Juan Bautista, Tab., y sus exhibi- ciones en el teatro Merino se combinaron con un fondgrafo; el proyector habia sido importado por un vecino, el doctor 5 “EI kinematografo”, El Reproductor (Orizaba), diciembre 17 de 1896, p. 2. 6 “Reportazgos. El kinematégrafo", E1 Cosmopolita (Orizaba), marzo 7 de 1897, p. 3. 7 “Nuevos espectaculos”, Diario de J de 1897, p. 3 8 “Espeeticulos”, E! Globo, viernes 19 de marzo de 1897, p. 3. 9 “La Exposicion Imperial”, El Reproductor (Orizaba), abril 22 de 1897, p. 2. 10 “Especticulos”, F Globo, miércoles 28 de abril de 1897, p. 3 1 “Cinematégrafo”, FI Reproductor (Orizaba), junio 24 de 1897, p. 2, isco, sibado 13 de marzo 145 William Taylor Casanova.'? Para fines de mcs, el empresario del cinematografo Lumitre de la ciudad de México se trasla- dé a Puebla y mostré el especticulo en el teatro Guerrero. Ss En octubre se exhibid en San Luis Potosi"* en el teatro La Paz y en Huatusco Ver., en el teatro Solliero." Al finalizar el afio 1897, se publicé en la ciudad de Méxi- co que en Puebla habria una segunda temporada'® y que en Tepic, una falla mecdnica habia hecho imposible dar a co- nocer el nuevo espectaculo.'” En Orizaba y en San Luis Po- tosi el cinematégrafo requitié una segunda temporada para despertar el interés, lo que no deja de ser curioso. En enero de 1898 hubo nuevas temporadas en Orizaba’® y en Tepic, un vecino importd un proyector que funciona- ba.'2 También hubo exhibiciones en ‘Cordoba? en Maza- tlin?! y Veracruz.?? Puede observarse que un empresario seguia la ruta Veracruz-Cordoba-Orizaba 12 “Especticulos”, EI Mundo (Iustrado), domingo 11 de julio de 1897, p. 2. 13 “Noticias de Pucbla”, El Tiempo. julio 23 de 1897, p. 3. 14 “El cinematografo Lumiére”, El Continental (S. L. P.), octu- bre 12 de 1897, pp. 1-2. 15 “Muerte por electricidad”, EI Cosmopolita (Orizaba), 17 de octubre de 1897, p. 2, 16 “Noticias de Puebla”, EI Tiempo, diciembre 4 de 1897, p. 2. 17 “El cinematografo Lumiére”, Lucifer (Tepic), jueves 23 de diciembre de 1897, p. 18 “Cinematografo Cosmopolita (Orizaba), enero 2 de 1898, 2 19 “Cinematografo”, Lucifer (Tepic), jueves 6 de enero de 1898, Pe. , 2 “Especticulos”, El Universal, jueves 13 de enero de 1898, p.3. 21 Diario del Hogar, domingo 16 de enero de 1898, p. 3. 22 “Especticulos”, E! Universal, domingo 16 de encro de 1898, p.5. 146 En febrero de 1898 sdlo se dieron noticias de las exhil ciones en Jalapa, el mismo que “. . .con tan buen éxito tra- bajé. .. en el teatro Principal de Veracruz. ..”?? y en Gua- dalupe de los Reyes, México.?* En marzo las hubo en Alamos, Son.,?5 en abril en Durango,”® en Coatepec,?” en Nogales," y en Puebla.” En mayo en Zacatecas y Aguascalientes.” En junio en, Chihuahua*? y en San Luis Potosi.*? En julio en Toluca,>? en Cuernavaca en el teatro Porfirio Diaz™* y en Jalapa. El empresario que visité esta ciudad partié de ahi para Morelia, donde ain no se conocfa.** En agosto Ile- g6 a Acapulco un norteamericano que iba con rumbo 2 Centroamérica y de paso dio exhibiciones en el puerto.** En octubre las hubo otra vez en Zacatecas,*” y en Monte- 2 Ibidem, domingo 20 de febrero de 1898, p. 7. 24 Ibidem, domingo 13 de marzo de 1898, p. 7. 25 Diario del Hogar, viernes 8 de abril de 1898, p. 2. 2% “Por los estadox. De Durango”, El Universal, martes 26 de abril de 1898, p. 4. 27 Diario de! Hogar, domingo 1 de mayo de 1898, p. 3. 28 Ibidem, viernes 6 de mayo de 1898, pp. 2-3. 29 “Por los estados. De Puebla”, £1 Universal, domingo 8 de mayo de 1898, p. 6. 3% Diario del Hogar, jueves 12 de mayo de 1898, p. 3. 31 Ibidem, jueves 30 de junio de 1898, p. 3. “El Kinetofono”, El Contemporineo (Guadalajara), julio 7 de 1898, p. 2. ® “Especticulos", El Universal, sibado 9 de julio de 1898, p. 2 3% “Por los estados. De Morelos”, El Universal, viernes 29 de julio de 1898, p. 7. 35 Ibidem, sibado 30 de julio de 1898, p. 2. 36 Ibidem, viernes 5 de agosto de 1898. p. 5. 37 Diariv del Hogar, sibado 15 de octubre de 1898, p. 3. 147 rrey,?® donde las tandas fueron continuas hasta diciembre, caso excepcional de duracién en una ciudad de provincia.” En noviembre en Aguascalientes,” en Parral#! y de nuc- vo en Zacatecas, partiendo el mismo empresario con di- reccién a San Luis Potosf y posteriormente al estado de Nuevo Leén.4? Como puede apreciarse, los lapsus, cronologicos entre temporada y temporada son inmensos. Nuestras fuentes han sido los diarios de algunas de las poblaciones citadas y las noticias que enviaban los corresponsales a los diarios capi- talinos. Nos hubiera gustado saber el recibimiento que tu- vieron en los villorios y poder seguir el itinerario, de los “cmicos de la legua””. Durante los aftos 1899 y 1900 el cinematdgrafo conti- nud su penetracién, No enumeramos las entidades en las que hubo funciones, porque seria tedioso. Las repeticiones se suceden porque las fuentes proceden de los mismos luga- res y los corresponsales mantuvieron su misma area de control. Con la clausura de los veinte jacalones en la capital, los empresarios se dedicaron con mas ahinco a recorrer las ciu- dades del interior, remontandose cada vez més lejos. Zaca~ tecas, Guanajuato, Orizaba sélo era trinsito a lugares menos aceesibles. Casi puede afirmarse que a fines de 1900 no ha- bia lugar del pais, cercano a lugares comunicados, en el que no se conociera cl cincmatdgrafo. 28 “Espeeticulos”, hl Universal, po ® Diario del Hogar, viernes 2 de diciembre de 1898, p. 3. 0 Ihidem, domingo 13 de noviembre de 1898, p. 3. 41 “Especticulos", EI Universal, viernes 18 de noviembre de 1898, p. 2. 42 Prarie del Hogar, miércoles 23 de noviembre de 1898, p. 3 ’bado 22 de octubre de 1898, 148 Es interesante sefialar que el puerto de Veracruz fue la tercera ciudad que tuvo un cinematdgrafo permanente.*? Hemos visto que en Tepic y en San Juan Bautista, Tab., fue- ron unos vecinos los que introdujeron cl especticulo. De la segunda poblacién no se vuelven a tener noticias;en Tepic, el propietario se deshizo del proyector cuando el piblico se cans6 de ver las mismas vistas. Creemos que aqui se mani- fiesta de manera patente el problema de la comunicacion regional, Guadalajara y Veracruz estaban unidas por ferro- carril; se podia Hegar en un dia desde la capital, y en conse- cuencia, las dotaciones de peliculas llegaban pronto, lo que permitfa sostener un cinemat6grafo permanente. Tepic, en cambio, estaba completamente aislado. Como no tenia acceso por ferrocarril ni por mar, sino slo por caminos vecinales, la visitaba cada afio la carpa de los hermanos Bece- rril, su ruta tenfa la precision cronologica de la orbita de un planeta. Siempre que Ilegaba era un acontecimiento y la gente desbordaba la tienda de campaiia. El caso de Veracruz es notable, ademas, por ser puerto: muchas veces los espectaculos que venfan al pais se presen- taban antes que en la capital, o al salir del pafs se daba ahi una temporada de despedida. A Guadalajara las compaiifas casi siempre se desplazaban después de haber trabajado en la ciudad de México. 1.08 PRO SRAMAS Aunque los cronistas se fijaban en alguna pelicula por su tema, al principio lo que mas gust6 fue la fiel reproduccion del movimiento y de la realidad del mundo exterior, esto los dejaba boquiabiertos, punto menos que espantados, 48 sbidem, jueves 15 de febrero de 1900, p. 3. 149 “,. eproduce la vida real con una exactitud que causa pas- mo. .."4 Las peliculas “.. .se proyectan en una pantalla alcanzando el tamafio natural, y realizando todos los movi- mientos de la vida con una perfeccién sorprendente. . "45 Asi pues, en Disgusto de niftos complacié el movimiento de los bebés, en Llegada del tren, el vaivén de los pasajeros, y en Bafiadores en el mar las ondulaciones del agua. Después del gusto por contemplar la ilusion del movir miento vino la seleccion temitica de las peliculas. En Guada- lajarase intuye en el cinematégrafo, un vehiculo de informa- dn y conocimiento, y se subraya que permite ver escenas de la vida de las ciudades, y de la campestre; reproduc- cidn de los procedimientos de la industria, costumbres tipi- cas. ..",45 “siempre representan lo mis notable de lo que pasa en el mundo. . ."47 Los programas iniciales eran arbitrarios en cuanto a los asuntos que mostraban los filmes. Al lado de El regador y el muchacho se exhibieron Unas aldeanas quemando paja, Bafiadores en el mar, Desfile de tropas francesas, Llegada del tren, Montafas rusas.48 En Guadalajara se inicid también una cierta ordenacién de las cintas por los temas. Con las que trajeron los represen- tantes de los Lumiére, se formaron los programas donde se 44 “EL Vitascopio”, Diario de Jalisco, jueves 1 de octubre de 1896, p. 4. 45 “EI cinematografo Lumitre”, Diario de! Hogar, sibado 22 de agosto de 1896, p. 2. 4% “EL vitascopio", Diario de Jalisco, jueves 1 de octubre de 1896, p. 3. 47 “EL cinematografo Lut agosto de 1896, p. 1. 48 “EI cinematografo Lumiére”, Diario de Jalisco, domingo 6 de diciembre de 1896, p. 3. ", El Nacional, miércoles 19 de 150 podfa ver El zar y la zarina yendo a la coronacién en Moscit, Los emperadores de Rusia y el presidente Félix Faure en Paris, Plaza de la épera durante las fiestas del zar, Regimien- to de turcos de Argelia en Paris.#? En otro se vieron una Escolta de principes asidticos en Moscit, El zar yendo a la coronacién, Comitiva del 2ar en Moscii, Baile ruso, Fiestas imperiales en Buda-Pest. Uno mds mostraba asuntos ¢spa~ fioles.® Relevo de la guardia en Madrid, La Puerta del Sol, Desfile del cuerpo de ingenieros, Desfile de lanceros de la reina y Artilleria espaiola disparando. Por iltimo, en otro se combinaron vistas del general Diaz con otras de personajes notables, El presidente de la Republica en Chapultepec, El presidente y su comitiva el 16 de septiembre (1896), El de- sembarque de los emperadores de Rusia en Cherburgo, El general Saussier, generalisimo del ejército francés, y Cazado- res de Francia.S' En el ordenamiento de los programas se ve un claro deseo de complementar la informacion que daba la prensa. Esta describia los hechos que en el cinematografo se podian contemplar, aunque con varios meses de retraso, lo que nunca significo un obstaculo para la asistencia. En la primera seleccién de los asuntos se sentaron las bases para las fururas peliculas de actualidades o noticieros. Las peliculas nacionales giraron en torno a la figura del general Diaz y de los especticulos del género chico, sin omitir las que tomaban los comicos de la legua de las pobla- ciones que visitaban. El general Diaz no objeto alos enviados 49 “E] cinematografo Lumiére”, Ibidem, viernes 4 de diciembre de 1896, p. 3. 50 Ibidem, diciembre 16 de 1896, p. 3. St Ibidem, domingo 6 de diciembre de 1896, p. 2. 151 de los Lumitre para que lo filmaran; por la procedencia de éstos les tuvo atenciones especiales, Fue retratado en varias ocasiones. A fines de agosto de 1896 le mostraron al presiden- te, encl castillo de Chapultepec. . .un grupo en movimiento del mismo general Diaz y algunas personas de su familia. . ."52 También lo filmaron paseando a caballo por el bosque. Para el 13 de septiembre de 1896 se dice que hay una nueva vista del general despidiéndose de sus ministros.5# Poco des- pués se exhiben otras en las que se lo ve en un carruaje, regresando a Chapultepec; otra con los secretarios de Estado en el castillo, y por diltimo, una recorriendo la plaza de la Constitucién el 16 de septiembre, seguido por un desfile de coches ocupados por sus colaboradores mas cercanos.58 Tuvieron un éxito mayor las que mostraban a Diaz a caballo por Chapultepec, y en la que estaba con sus ministros. En la ciudad de México una de ellas se exhibié constantemente durante un afio,56 hecho insélito en aquellos aiios. Ahora bien, el cine resulté un excelente medio para aumentar la popularidad del general Diaz. En diciembre de 1896, en Guadalajara, se programaron sus visitas junto a las de destacados personajes, El Zar Nicolis I y el presidente de Francia, Félix Faure. Para los tapatios, por supuesto, el! presidente era una figura notable, y el cinematgrafo mani- fest6 el lugar que a sus ojos merecia el estadista mexicano. $2 “Gacctilla’”, EI Tiempo, 23 de agosto de 1896, p. 2. 3 “En Chapultepec. Sesion cinematogrifica”, P] Universal, siba- do 29 de agosto de 1896, p. 2. 54 “Notas de la semana", #/ Tiempo, domingo 13 de septiembre de 1896, pp. 1-2 $5 “EI cinematografo Lumitre", EI Nacional, viernes 27 de no- viembre de 1896, p. 2 % “Gacetilla”, FI Tiempo, sibado 23 de octubre de 1897, p. 3. 152 En Puebla se ovacioné frenéticamente la pelicula del general Diaz y sus ministros,87 y en San Luis Potos{ se. . .aplaudid de buen agrado. . . la legada del presidente de la Repablica a su palacio en el castillo de Chapultepec, cuadro cn el que reconoce el andar grave y militar de nuestro Primer Magistra- do, el porte distinguido del sefior general Berriozabal que le acompaiia de gran uniforme. . .”58 En abril de 1899, Guillermo Becerril retrat6 las manio- bras militares que anualmente se verificaban en los llanos de San Lazaro ante la presencia del general Diaz,5® y para fines del mes anunciaba la exhibicidn de las peliculas en Tepic.6? En diciembre de 1900 en Puebla se filmé la visita de Diaz a dicha ciudad.6! El presidente de la RepGblica resultaba un atractivo seguro para la asistencia al cinematografo. Los enviados de los Lumiére, ademés de retratar al gene- ral Diaz, filmaron algunos aspectos de la vida cotidiana de la metropoli, Escenas en los baos de Pane, Un paseo en el canal de la Viga,* Los alumnos del colegio militar ejecutan- do movimientos y la esgrima del fusil, Grupo de indios al pie del drbol de la Noche Triste.®3 De las fiestas presidencia- les de 1896 tomaron siete films, entre otros, La traslacion 57 “Noticias de Pueb!a", Ibidem, julio 24 de 1897, p. 3. 58 “Elcinemat6grafo Lumitre”, F Continental (S, L., P.), octubre 12 de 1897, pp. 1-2. 99 Archivo del ex Ayuntamiento, Diversiones piblicas en general 1899-1900, Legajo 10. ano 1899, exp. 917, fs. ms., s/n. © “Cinematografo", Lucifer (Tepic), domingo 16 de abril de 1899, p. 3 viernes 21 de diciembre de 1900, p. 4, Tiempo, 23 de agosto de 1896, p. 2. 6 “Notas de la semana”, Ibidem, domingo 23 de septiembre de 1896, p. 1 64 Anuncio en Gil Blas, jueves 24 de septiembre de 1896, p. 2. 153 de la campana de la Independencia, Desfile de rurales mexi- canos,65 Finalmente retrataron a las Alumnas del colegio de la Paz (Vizcatnas) en traje de gimnastas, y cn Guadalajara, Pelea de gallos, Eleccion de yuntas y Baito de caballos. Esta costumbre de retratar la vida de las ciudades no fue privilegio de los franceses. Era de lo mas logico que todos los cinematografistas se fijaran en ella, sin importar su nacionalidad, puesto que cl nuevo especticulo grababa cl movimiento de la realidad exterior. Es bueno senalar que los franceses tenian un gran surtido de vistas con acontecimientos notables, la coronacién de los zares 0 la visita de éstos a Paris. En cambio los americanos exhibfan con mas frecuencia los pequefios hechos de la vida ordinaria y los espectaculos que tenfan mayor aceptacion Un lazador mexicano, Ejercicios de trapecio, Danza Buck Wing, Escena en una lavanderia china, Escenas de cantina, La Serpentina$7 etc... Mas que informar, los americanos querfan divertir, a la gente. Se deduce que la agencia Edison tenia un camardgrafo y procesaba en México sus peliculas porque, a menudo, el cinematografo perfeecionado incluia peliculas de las corri- das de toros en su programacién. En cambio, los Lumiére no volvieron a enviar escenas mexicanas. Sus representantes trajeron y se llevaron el equipo necesario para el procesado de los filmes. De otra manera no se comprende como las peliculas tomadas de las fiestas patrias de 1896, estuvieron 6 “EI cinematografo Lumitre”, £1 Nacional, viernes 27 de no- viembre de 1896, p. 2. “El cinematografo Lumiére diciembre de 1896, p. 6. 67 “Gacetilla de diversiones", Diario del Hogar, miércoles 11 de noviembre de 1896, p. 3 EL Universal, domingo 6 de 154 en exhibicién a los ocho dias de ser filmadas. El sefior Igna- cio Aguirre, que se quedé con el negocio de los franceses, no incluyé riuevas peliculas sobre espectos de la vida de la metrépoli; el tercer empresario de este negocio ya se dedicé a filmar “... el Zécalo, la Alameda, corridas de toros en plazas mexicanas. ..”6% Los hermanos Becerril anunciaban también peliculas de toros, algunas de la plaza de Saltillo, Coah.® En Pucbla dos compaiias del séptimo batallén fue- ron aun llano y desfilaron en columna de honor ante un camarégrafo. Se dice que a los pocos dias se exhibirdn los filmes en el teatro Guerrero de dicha ciudad. En Veracruz, en un cine se vefan “, . .algunas suertes de toros ejecutadas por Antonio Fuentes, bailes por la sehora Soler y otras por el estilo. El empresario va a tomar diversas vistas del puerto, para que la animacion no desmerezca. . .”7! La gente acudfa presurosa a los cinematografos a ver como lucia su terrufio y a ver si se autoidentificaba. El nomadis- mo cinematogrifico, originado por la competencia y por el rapido envejecimiento de las peliculas, trajo un movimiento de las fronteras regionales y dio a conocer a los habitantes del pais su propio territorio, en tiempos en que los viajes todavia se dificultaban. Los diarios, por lo general, no publicaron los programas completos; en ocasiones tan largos, que ocupaban mucho espacio. Por eso los titulos consignados tienen doble impor- 6 “Teatros y diversiones”, FI Universal, domingo 10, de mayo de 1898, p. 7. © “Especticulos”, El Imparcial, miércoles 17 de mayo de 1899, Pd 7 “Puebla al vuelo”, El Popular, lunes 26 de febrero de 1900, PB. 71 “Especticulos”, El Universal, jueves 22 de marzo de 1899, p.2. 155 tancia, ya que significaba un respaldo al interés de los filmes y en algo influfa para despertarla curiosidad, en especial cuan- do se hacia hincapié en la importancia de alguna pelicula. A México siguieron Ilegando cintas donde se veian los asuntos de la politica mundial que tenfan honda repercusién en el 4uimo de los mexicanos. Al estallar la guerra hispano- americana se abrié Ia herida de la guerra del "47 y la gente acudid presurosa a ver El bundimiento del Merrimao, Des- truccion de la escuadra de Cervera, Explosién del Maine, Buques americanos en aguas cubanas, Batalla de Manila.7? La guerra de los boers en el Transvaal, fue un hecho que conté con las simpatias de la poblacién. Aunque pais remo- to, desperté enorme interés su rebelién contra los ingleses, considerada algo asi como la lucha de David contra Goliath EI periddico EI Popular, se dio a localizar boers residentes en México. Encontro uno, que ocupaba un puesto menor en los ferrocarriles. Le basté su nacionalidad para que se hicie- ra famoso. La prensa informaba diariamente, con lujo de detalles, sobre las Gltimas batallas. El tema adquirié tal importancia, que cuando se puso a la venta un cinematgrafo, un incentivo a los compradores fucron “ . .los sorprenden- tes episodios de la guerra de Transvaal. ..”73 Se anunciaba asimismo, que en San Luis Potos{ se exhibian “. . . los com- bates del Transvaal, que en ésta y en otras ciudades de la Repiblica han sido acogidos con gran cntusiasmo debido a la bondad del aparato y a la verdad de los asuntos. . .”"74 7 “Cinematografo en Zacatecas”, Diariv del Hogar, martes 8 de abril de 1900, p. 3. 73 “Agencia Teatral", EI Mundo, viernes 2 de marzo de 1900, p.3 78 “Teatro de la Paz", Fl Contemporineo (8. 1. P.), marzo 2 de 1900, p. 3. 156 Otra de las posibilidades que ofrecia la programacién de las peliculas, consistia en la seleccién de todas las que mos- traban edificios y calles de ciudades. Con ello se podiahacer una especie de viaje, Hubo en la ciudad de México, antes del cinematégrafo, un especticulo de vistas fijas llamado la Exposicion Imperial que basaba su programacion precisa- mente en eso. Lo importante es que senté el precedente y recorria la Repiblica haciéndole la competencia al cinema- tografo. Es nuevamente en la provincia donde se ve este otro Angulo del cine: Si alguien hace algunos afios nos hubiera asegurado que desde el triste lugar que habitamos y acomodados en un simple asiento podriamos transportarnos a otros luga- res... lo hubiéramos crefdo un loco y no hubiéramos dado crédito a sus palabras; y sin embargo, el milagro se realiza y hoy lo vemos practicamente, y desde el asiento de una luneta de teatro nos transportamos ala vieja Euro- a para conocer todo lo que hay de més grandioso y notable allende los mares. . .75 La Exposicién Imperial habfa legado a México en 1895 y caus6 sensacién con sus programas de vistas fijas que mos- traban paisajes y ciudades de distintas partes del mundo, complementados con galerias de personajes. Después de una temporada de siete meses, en el transcurso del segundo semestre de 1895 partié de gira rumbo a América del Sur. En abril de 1897 la tenemos nuevamente en la Republica 75 “El kinematografo", &l Reproductor (Orizaba), marzo 11 de 1897, p. 2. He aqui la crénica que tun mes después: mexicana. Hizo una primera temporada en Veracruz; de ahi se fue a Orizaba.7% No se tienen noticias de su itinerario durante afio y medio pero en diciembre de 1898 esti en Guadalajara;7” de aqui partié para San Luis Potosi,” no dudamos que se haya detenido antes en San Juan de los Lagos, Lagos de Moreno, Encarnacién de Diaz, Jal., y Aguas calientes y que, por eso, haya tardado tres meses en su viaje de Guadalajara a San Luis Potos{, pues arribé hasta marzo de El cultisimo especticulo “Exposicion Imperial” establecido en el portico del teatro “Gorostiza” anuncia desde el viernes 23 una mag- nifiea serie titulada: Sevilla y una corrida de toros. A juzgar por los titulos de las escenas que se van presentar al espectador promete ser interesantisima, pues se admirard de una manera gréfica, todo de ‘cuanto notable encierra la historica ciudad morisca, la eterna sofiadora ‘que el Guadalquivir va a besar blandamente, la tierra de la gracia con ‘su Giralda, su notable alcézar, su torre del Croy [sic], sus edificios, testigos legendarios de las trovas del Figaro cantadas al son de la vihuela, bajo las ventanas de Rosina Sevilla se duerme en sa lecho de flores; cada aliento es un perfume, cada palabra un poema cada mujer que pasa un huracin de amor, violento como el forbellino de los patses de mediodia. Haremos bien en conocer Sevilla, sin los cansancios de viaje, sin riesgos, sin fatigas, sin gira ni ciccerones parlachines, sin saber donde se pone el pie: en un viaje mégico, encantado, en un camino de Las Mil yy una Noches, transportados de pronto, regresados sibito, sin experimentar los dolores del cuerpo, el estopeo de las marchas de vapor y ferrocarril, La “Exposici6n Imperial” nos ha proporeionado ese modo de viajar y el publico ha corsespondido al oftecimiento. Sus salones reciben noche a noche a las familias inds distinguidas de Orizaba. .. (EI Reproductor, abril 22 de 1897, p. 2.) 76 “La Exposicién Imperial”, BI Reprodstor (Crizaba), abril 29 de 1897, p. 2 7 Gacetilla. Exposicion Imperial”, Diario de Jalisco, domingo 25 de diciembre de 1898, pp. 23 7B “La Fxposicion Imperial”, Fl Conremporineo (S, L. P.), mar 20 21 de 1899, p. 2. 158 1899. Este mismo mes el empresario puso ala venta La Expo- sicién Imperial a través de uno de los diarios capitalinos.® En San Luis Potosi, La Exposicién Imperial duré mis de un mes, dirigiéndose luego a Saltillo,’ en mayo estaba en Monterrey! y en julio de 1899 fue a Torredn, Villa Lerdo y Gomez Palacio;8? luego pasé a Durango, donde hizo una temporada que duré més de cuatro semanas.® De aqu{ par- tid para Zacatecas,84 donde fue comprada por el sefior Manuel Ortiz Gallardo, empresario del teatro Calderén. El antiguo propietario se fue a su tierra, La Habana, a descan- sar, y de ahi, a la Exposicibn Universal de Paris para adquirir las novedades cinematogrificas y darlas a conocer. El nuevo empresario tenia olfato para los negocios y deseché las vistas fijas sustituyéndolas por peliculas cinematogrificas acompa- fiadas de sesiones de fondgrafo.85 Conservé la misma inten- cién de los programas de mostrar paisajes y ciudades, y tampoco cambié el nombre, puesto que gozaba de excelente reputacién; los diarios no informan de un fracaso o que cn algin lugar haya sido mal recibido. En las ciudades duraba cl tiempo necesario para que los habitantes disfrutaran de las peliculas, la concurrencia equivalia a un termometro que indicaba el momento de marcharse. El sefior Ortiz Gallardo prosiguié las giras, y el mismo mes de diciembre estaba en Villa de Guadalupe, Zacatecas.% De aqui prosiguid su viaje rumbo a la capital, deteniéndose en las ciudades intermedias. 79 Diario del Hogar, viernes 24 de marzo de 1899, p. 3 80 sbidem, viernes 19 de mayo de 1899, p. 3, 81 Ibidem, martes 30 de mayo de 1899, p. 3 82 ibidem, domingo 16 de julio de 1899, p. 3 83 ibidem, viernes 27 de octubre de 1899, p. 3. 84 Ibidem, jueves 30 de noviembre de 1899, p. 3 85 “Especticulos", Fl Universal, 24 de diciembre de 1899, p. 3. 86 Diario del Hogar, martes 12 de diciembre de 1899, p. 3. 159 La Exposicién Imperial arriba la ciudad de México en junio de 1900.87 La Exposicién Imperial tenia un repertorio de doscien- tas cincuenta vistas, y cada dos dias ¢l empresario cambiaba el programa. Las peliculas que tenian mejor acogida eran las de Roma, Paris y ciudades alemanas; respecto a las de la capital de Italia, decian en Orizaba que se apreciaba: ‘Toda una caterva de salones espléndidos, de esculturas notables, de herildica exquisita, trastornandonos con be- lezas, haciéndonos saborear la magnifica aglomeracion de notabilidades, desde el Vaticano hasta la Piazza Popolo y desde el monumento de Tiujus (sic) hasta la Via Appia y el Forum Romano. Un viaje espléndido. Parte de la Roma antigua y modema, todo un ciimulo de plisticos recuerdos evocados de las narraciones maravillosas de Edmundo de Amicis. . .88 En Guadalajara gustaron més las fotografias de Paris iAl fin Hegé Paris! Pero vino con todos sus encantos, con todos sus atracti- vos que hacen de él un pais de las mil y una noches; con sus casas altas como torres y sus torres que quieren besar las nubes; vino con sus templos imponentes y hermosos, con Notre Dame y La Magdalena, con su Thédtre de L’Odéon, cuya fachada se antoja un encaje de complica: dos dibujos, con su Tour Eiffel por cuyos arcos ha pasado media humanidad, y con otros mil y mil encantos de los muchos que atesora la gran ciudad cerebro del mundo civilizado, Todo lo que la Exposicion va a presentar se 87 Ibidem, viernes 8 de junio de 1900, p. 3. ® “La Exposicin Imperial”, £! Reproductor (Orizaba), abril 29 de 1897, p. 2. 160 conoce por leyendas, por descripciones, por dibujos mas ‘© menos buenos. . 89 En la ciudad de México la agencia de Edison confecciond programas del mismo tipo de la Exposicién Imperial y los exhibid con el titulo de Ciclo Cosmorama Universal. No sabemos qué ciudades se mostraban, pero los nombres de algunas de las cintas programadas en el kinetéfono fueron centre otras, Calle 14 y Broadway, Bowling Green (Calle de Nueva York), Babia de Nueva York, Mercado de caballos en Bufalo, Astillero de Washington, Danza de la plata por los nativos de Ceilén, Una rifiaen México. No sabemos si fueron éstas las exhibidas con el titulo mencionado. Las funciones con estas peliculas duraron s6lo un mes. La capital hab{a sido invadida por cinematégrafos en el transcurso de cuatro afios que exhibia cintas de las corri- das de toros, de las zarzuelas, de magia y otras consideradas como inmorales o de mal gusto. La prensa habia lanzado una campaiia contra los especticulos “pornogrificos” y 88 “Gacetilla, Exposicion Imperial”, Diario de Jalisco, domingo 25 de diciembre de 1898, pp. 2-3. Continia la crénica: “*Veremos a las graciosas parisienses atravesando la Plaza Carrousel, ala Rue Ri- volt y luciendo una sonrisa que encoge deliciosamente sus labios color de fresa. Veremos a las floristas conduciendo carritos llenos y cl gabin al brazo encaminindose a L'Opéra a L'Odéon o al Palais Royal y al pueblo al inimitable pueblo parisiense resaltando entre él las viejecitas con sus cofias blaneas. .. Ora erénica del 27 de diciembre dice: La Exposicion Imperial es como ofr una épera por teléfono sin saludar a a sefiora de la butaca, de al lado, ni ofr el estornudo del caballero proximo, ni seguir con la vista los garabatoscon que troza el aire lainquieta batuta del maestro. ‘A veces, contemplando algo delicioso se sienten ganas de decir “déjeme usted esa vista que admiro; ah he soiado querer a una mu- jer, decirle que la adoro. ... sefiores!, 161 creé la necesidad'de ver “vistas morales”. El nuevo empresa- rio de fa Exposicién Imperial hizo su entrada triunfal en junio de 1900% “*. . .espectaculo tan culto y tan artistico merece la atencion del piblico que ama lo bello. . . hemos visto el salon henchido todas las noches. . "1 Se calculaba que diariamente asistian trescientas personas y los dias festi- vos hasta quinientas. Para el mes de septiembre se mud6 a tun local més espacioso. De las calles del Espiritu Santo paso allas de San José del Real, frente a la Profesa.% La gente estaba ansiosa de ver la Exposicion Universal de Paris y al fin cumplia su deseo% “. . .anoche vimos desfilar los pabellones de Grecia, cuya arquitectura seduce; los de Bulgaria, Principado de Monaco, Alemania, Rusia y otros, muchos. . . el rio se ve surcado por multiformes embarcacio- nes atestadas de vaqueros ansiosos de visitar los pabellones. Aqui y alld flotan banderas en las ciipulas soberbias. . .”94 Se vieron lugares de la Repiiblica mexicana que “. . no han agradado. .. porque. . . todos los conocemos al natural. . pero las vistas mexicanas han servido para que el publico juzgue la bondad del especticulo. . .”8 En la produccién nacional se ven dos tendencias: infor- mar y divertir a la gente. En la primera caben las peliculas del general Dfaz, de los acontecimientos, y las que se toma~ ban de las ciudades del interior; en la segunda, las de las corridas de toros y las de los espectaculos del género chico. El cine estaba difundiendo las imagenes del propio pats y de 90 “Gacetilla”, Diario del Hogar, junio 8 de 1900, p. 3. 91 “Maravilla éptica”, El Chisme, junio 12 de 1900, p. 2. 92 “Notas de la semana”, El Tiempo, septiembre 2 de 1900, p. 2. 93 “Bspecticulos”, El Universal, noviembre 11 de 1900, p. 2. 94 “Gacetilla”, Diario del Hogar, noviembre 15 de 1900, p. 2. 95 “Notas de la semana”, El Tiempo, septiembre 2 de 1900, p. 2. 162 otras naciones, rompiendo asi las fronteras. Los diarios eran Patrimonio de unos cuantos; el cine llegaba al sector mayo- ritario de la poblacién. El lenguaje de las imigenes solas alivié en algo, brevemente, el analfabetismo y a la cultura visual le dio una nueva proyeccién. 163 VIII. LO YANKEE, LO FRANCES Y LA INVENTIVA NACIONAL LO YANKEE EN EL siglo XIX se habja dividido a la humanidad en razas para su estudio, blanca, negra, amarilla, cobriza. Constante- mente se hablaba de sajones, latinos, amarillos. En México puede afirmarse que se clasificaban en dos grupos: los “‘birbaros”” y los “‘civilizados”. Pertenecian al primero los norteamericanos y los ingleses; al segundo, los franceses y los espaiioles, los mexicanos eran dignos herede- ros de estos illtimos. La opinion de la prensa estaba dividida en cuanto a las cualidades de los sajones. Los diarios catéli- os y liberales hostilizaban acremente a los norteamericanos. Los catélicos prevenian a la gente contra la implantacion del protestantismo; los segundos, contra la dominacién eco- némica a través del comercio, a lo que llamaban “la conquis- ta pacifica”. Ambos fundamentaban sus articulos en la amarga experiencia del '47 “*.. todavia... levantan chis- pas que incendian nuestros corazones cuando vamos a Chu- rubusco a llevar una corona para inmortalizar la memoria de los generales Rincon y Anaya. ..”! La fobia yankee fue es- timulada en esos aiios primero, por la lucha independientista cubana? y luego, por la guerra hispanoamericana, que abric- 1 “Los traidores quieren el suicidio de 1a patria. Cuba libre es México yankee”, EI Popular, jueves 18 de marzo de 1897, p. 1. 2 Respecto a la independencia cubana habla tres corrientes: Ia 164 ron viejas heridas mexicanas y provocaron disputas calle- jeras.? La imagen que se tenia de los Estados Unidos en México no se vuelve confusa y contradictoria, pues los diarios “‘cien- tificos” El Mundo y El Imparcial, controvertian una y otra vez las argumentaciones de catélicos y liberales, diciendo que los norteamericanos eran un modelo de laboriosidad y dedicacién, justo lo que hacia mucha falta a los mexicanos. Esta actitud parece que reflejaba la politica de Diaz, que buseaba la inversion de capitales y pugnaba por un cambio de actitud vital de los mexicanos; pero, para contrarrestar la influencia en las costumbres que traian consigo los sajones, da la impresién de que estimulaba simpatia hacia lo francés, més fuerte era partidaria de una liberacién total, sin que los Estados Unidos tuvieran nada que ver en el asunto; la ayuda de esta potenei: se vefa mal. Se erefa que la cobraria después, Otra de las tendencias, apoyada por la prensa catolica, era partidaria de la continuacién del dominio espaiiol sobre la isla. Finalmente la dltima proponfa que ‘Cuba se anexara a México; ala cabeza de los partidarios estaba Fran- cisco Bulnes y el periédico I Nacional, 3 “Tumuito”, El Correo Espafiol, febrero 2 de 1897, p. 2. Texto: ““Leemos en La Vox de México: ‘El viernes, cerca de las seis de la tarde, se produjo un gran tumulto en la plazuela de San Juan, mot vado por la cuestion de Cuba. Venian por la calle del Ayuntamiento cuatro individuos haciendo referencias nada favorables a los esp aio- les, por lo que dos de éstos les reconvinieron en téminos duros. Los Partidarios de Cuba arremetieron furiosos contra los iberos, maltra- ‘tandolos fuertemente: se armé gran escindalo debido a que las pal bras iMueran los gachupines! iViva Cuba Libre!, eteétera, muy pronto encontraron eco en el soberano pépulo, que se deshacfa en fritos o imprecaciones contra Espaiia. En la pelotera resultaron he- Fidos dos combatientes. La policfa, no obstante la duracién del mi- tote, brill6 porsu ausencia, estando de servicio donde quieran, menos en su punto,” 165 se notaba que buscaba identificacién con otros pueblos de “raza latina”. Los articulos de la prensa liberal y catolica contra la pe- netracién norteamericana encontraban buena acogida en la poblacién. En ocasiones los reproducian los diarios de pro- vincia, y, ademés, la fobia yankee se fomentaba desde el pilpito. Un diario catélico decfa “. . sa raza debe sernos antipatica por la diferencia de religién, idioma, educacién y costumbres. ..’"* y que habia venido a México s6lo “.. .a ensefiar a nuestras pollas a andar en bicicleta, y a . . .levar los salarios de la servidumbre a un grado tal que ya la clase media se est quedando sin criados. ..”* En Celaya, una mul- titud movida por el incendiario sermon de un sacerdote, intent6 el linchamiento de unas norteamericanas por ser protestantes.° Para contribuir a la confesién de la imagen de los Esta- dos Unidos, vemos que un sector de la sociedad se mostraba tolerante hacia algunas de las costumbres venidas del norte, asi, las mujeres practicaban el ciclismo y la esgrima porque resultaba chic, pero otros rechazaban lo yankee. El rencor afloraba con facilidad” y se criticaba el buen trato dado a 4 “La raza sajona”, La Voz de México, miércoles 16 de marzo de 1898, p. 2. 5 «México neutral”, Ibidem, abril 24 de 1898, p. 2. 6 "La semana”, El Mundo (Ilustrado) domingo 9 de octubre de 1898, p. 282. 7 “Disgusto entre mexicanos y yankees”, El Correo Espafiol, martes 30 de marzo de 1897, p. 1. He aqui cl texto: Di colega El Tiempo: “En el tren de Tacubaya que llego a Mé ‘cinco y media de la tarde del miércoles, venfan el sefior profesor Ma- rnuel Pimentel y el joven Salvador Lopez, hablando del asunto de Pa- diera. Dos individuos de nacionalidad americana que ocupaban el propio tren, se molestaron con la conversacion ¢ injuriaron a las cita- 166 los norteamericanos que venian a trabajar a México; habia una discriminacién y se menospreciaba a los mexicanos en los puestos importantes de cualquier empresa, fuera mexica- nao norteamericana, La fama y el prestigio que logré Edison, resultan notables dada esta atmésfera de rechazo a lo norteamericano. Se lo consideraba medio dios o medio brujo. La prensa seguia to- dos sus pasos, se encargaba de divulgar sus ideales, conceptos, aficiones, inquietudes ¢ inventos; difundia aspectos de su vida amorosa y hasta nimiedades intimas: su manera de ha- cer los calculos, leer novelas, resolver problemas, En suma, su imagen estaba rodeada por un halo mitico “. . .pasose tranquilamente el sombrero [después de pasar una noche le- yendo una novela, a la cual habia devorado] y pas a su laboratorio, donde continué trabajando como si tal cosa, durante treinta y seis horas mis, sin comer, ni beber, ni dor- mir...” das personas. El sefior Pimentel aplicd un pufietazo en plena caraa uno de los disgustados; se apercibié la policia de lo que pasaba y to- dos fueron Hevados a la Cuarta Demarcacién, Jamas un espaiiol ha dado a que por tal acto se le conduzca a la Comisaria; el espafiol, como todo hombre, esté expuesto a incurrir en responsabilidad le- gal, pero nunca ha provocado a rifias a los mejicanos con el hecho de negarles sus glorias y su patriotismo. La imprudencia de esos amert anos, que es un acto verdaderamente atentatorio contra la libertad de emitir opiniones sobre acontecimientos de la historia de México, émereceré la censura de a prensa jacobino-cientifica de la metropoli? Mucho lo dudamos, porque el yankee es americano y el gachupin es- paftol, y porque para uno y otro hay distintas pesas y medidas. .. Felicitamos al sefior Pimentel por su energia y correctivo aplicado a tiempo, aunque los timidos digan que en México. . . nadie puede ha- cerse justicia por su propia mano.” 8 “Edison intimo”, El Tiempo, martes 21 de noviembre de 1899, p. 1. 167 Edison era un yankee, pero también era un cientifico y la ciencia no reconocia fronteras, ni nacionalidades. El he- cho de ser un hombre cuyos inventos habian beneficiado a la humanidad hacia que se le perdonara el lugar de su naci- miento. Se lo respetaba porque habia inventado la electri- cidad, porque habfa perfeccionado el fondgrafo, los rayos X, el kinetoscopio. La ciudad de México, en particular, le estaba sumamente agradecida por su alumbrado cléctrico, y icémo imaginar el progreso sin este maravilloso fluido! En la capital de la Repiblica mexicana desde 1895 se co- nocfa el kinetoscopio, que causé enorme asombro por su fiel reproduccién de la vida real. Permitfa ver “. . .criaturas tan cristianas como nosotros y tan animadas por almas co- mo lo estén las nuestras. . .”° Su Unico defecto estaba en el reducido tamaho de las figuras, que solo podia contemplar una persona. Al decir de Luis G. Urbina, las imagenes pare- cian del pais de Liliput.!° Edison perfeccioné este aparato hacia mayo de 1896 y proyect6 figuras del tamaito natural (cl cinematégrafo de los Lumitre se haba exhibido por pri- mera vez en pablico, cinco meses antes). Hasta el mes de agosto de ese afio los diarios informaron en México sobre las modificaciones al kinetoscopio “...se llama kineto- grafo. Ese nombre, hoy extraiio, como lo fueron en su ti po los del telégrafo, teléfono, y fondgrafo sera tan familiar como aquéllos. . .”"* Cuando se exhibid por primera vez en México, caus6 sensacion a pesar de ser simulténeo a funcio- nes del cinematégrafo Lumiére. Los habitantes de México y 9 Moisés Gonzilez Navarro, Apud, Op. cit., p. 787. 10 “Cronica dominical”, El Universal, domingo 23 de agosto de 1896, p. 1. 11 “EI iltimo invento de Edison, La maravilla del siglo”, Gil Blas, martes 25 de agosto de 1896, p. 1. 168 de Guadalajara, donde se efectuaron las primeras sesiones lo recibieron bien; en ciudad Judrez, personas interesadas en verlo se trasladaron a El Paso, Texas, pero regresaron disgus- tados por la falta de habilidad del manipulador.”? En la capi- tal de Jalisco se lo calificé de alta conquista de la inteligen- cia humana.'® En la ciudad de México, el circo-teatro Orrin realiz6 una breve temporada, con precios reducidos gracias al amplio local! y “, . la concurrencia fue numerosa y va- riada, quedando satisfecha con algunas exhibiciones, que fucron muy aplaudidas”’."* A pesar del éxito, pronto se mu- darja a un salon mis reducido,’® porque la distancia entre cl proyector y la pantalla hacia que las figuras se vieran es- fumadas: Se exhiben los ingeniosos aparatos del inventor norteame- rican conocidos con los nombres de kinetéfono, kine- toscopio de proyeccién y kathodoscopio (rayos X) y ha estado muy concurrido estas noches. El domingo apenas podian dar abasto los empleados para atender a la con: currencia. Esa afluencia de espectadores se debe, sin 12 “El vitascopio de Edison”, El Universal, viernes 25 de octubre de 1896, p. 3. __ 13 “Aparato prodigioso”, Diario de Jalisco, miércoles 23 de sep- ticmbre de 1896, p.c. Dice la crénica: “La diltima invencién de mister Edison, ese brajo de la ciencia que, de haber revelado sus talentos en la Edad Media, hubiera sufrido sin duda el candente suplicio de San Lorenzo; su altima invencién, decimos, ha recibido el significativo nombre de vitascopio, y es sin duda una de las més altas maravillas de la inteligencia humana. ..” jt "informacion", EI Coro Espacl, septiembre 25 de 1896, P. 15 Ibidem. 16 “Gacetilla”, Diario del Hogar, octubre 22 de 1896, p. 2. 169 duda, . . .al médico precio a que pueden verse ya sean los tres, ya sea uno solo a gusto del concurrente. Cuando el aparato lleg6 a Orizaba, los calificativos no se escatimaron.*® A El sport era una de las cosas consideradas tipicamente ‘yankees, al que un sector de la sociedad veia como una re- miniscencia. del salvajismo humano, “. . resurreccién de la vida fisica animal del hombre primitivo. ..”"9 Por tanto la exhibicién del filme de la pelea entre Corbet y Fitzi- monds, por uno de los campeonatos pugilisticos, produjo verdadero escandalo:7° Combinar el cinematografo, que es la civilizacién, con el pugilato. ..71 es un sarcasmo sangriento, una cruel ironia y hace el mismo efecto que nos harfa la Minerva- oe ee ae cea ees Bees eee eo ease castidad, . . Los ejercicios esportivos son remedos y simbolos imi tivos de los actos y de los procedimientos normales de la vida ze eee eens eee eect roa eae er ee a ee een eens ee aera (“Especticulos", E! Universal, martes 8 de marzo de 1898, p. 5.) 1898, p. 218. 170 Palas vestida de pieles de oso, acurrucada en la inmunda choza de un esquimal. Una clara lampara Edison ilumi- nando un manual de pugilato . . .es la discordancia y el contraste que a diario nos ofrece ese . . .pais. . 77 A pesar de la critica, la exhibicién en el teatro Nacional resulté un éxito. En la provincia el interés fue menor; en Puebla,?® en Guadalajara” y en Guanajuato*® hubo inclu- so gritos y silbidos. El invento de Edison, a pesar de todo, estaba convirtiéndose en un poderoso instrumento de pe- netracién y aculturacién. LO FRANCES La actitud mexicana hacia lo franeés era diametralmente opuesta. Francia y su capital, como la imagen de Edison, es- taban rodeadas del mito. Eran una inalcanzable quimera do- rada, eran un lejano y descado arquetipo. .. iParis!, palabra breve y magica, que se refleja en la imaginacién de los hom- bres cultos como el centro grandioso de la moderna civiliza- cin... iParfs!, Ia aspiracion de todos los que suefian con pisar el pavimento de la moderna Babilonia. . .”"26 22 “Mexicanerias. Auras y pefiaseos", El Nacional, miércoles 6 de abril de 1898, p. 1. 23 “Noticias de Puebla”, El Tiempo, viernes 18 de marzo de 1898, p. 2. 24 “Diversién civiizadora”, Diario de Jalisco, domingo 17 de abril de 1898, pp. 1-2 25 “Por los estados. De Guanajuato”, El Universal, martes 26 de mayo de 1898, p. 4. 2% “Paris a la mano. Vistas electrofotogrificas. Album monumen- tal", Gil Blas, domingo 20 de diciembre de 1896, p. 2. a7. La colonia francesa era la personificacion del bien y ade- més daba", . -brillo a nuestra sociedad, . . .es un ejemplo de economia y de buen gusto. . . El francés. . . es siempre, en la sociedad, un representante de esa nacidn gloriosa que va al frente de la civilizacion de la raza latina, y del mum do. ..” El norteamericano encarnaba al mal, astuto y felino, siempre dispuesto a despojar al mexicano. No importaban los medios, la diplomacia misma servia al caso “. . el estafa- dor yankee es un profesor en toda forma. . . [aunque] tiene el “trato de dama”, como sucle decirse. . .”7 El general Diaz sentia especial predileccion por lo fran- cés, simbolo de cultura-y civilizacién. Cuando Mlegaron a México los enviados de los Lumiére, tuvo atenciones que nunca dispenso a los representantes de Edison, a pesar del prestigio del inventor norteamericano. Los franceses le pi- dieron audiencia “... para mostrarle su maravilloso inven- to..."?9 y fueron recibidos. El general Diaz quedo suma- mente complacido con el especticulo y organizé otras sesiones.2° El presidente y su esposa posaron para los envia- dos de los Lumitre y asistieron varias veces al local de su cinematografo (lo que nunca hicieron para los agentes de Edison). Bs innegable que la acogida que la prensa y el piblico dispersaron al cinematografo fue més célida que la que die- ron al vitascopio de Edison. Con seguridad influyeron las deferencias del general Diaz hacia los franceses, que le daba 27 “México neutral”, La Vox de México, abril 24 de 1898, p. 2. 28 “Los estafadores yankees", Ibidem, enero 18 de 1893, p. 2. 29 “En Chapultepec. Sesion cinematografica”, E! Universal, sabe do 29 de agosto de 1896, p. 2. 30 “Gaceulla”, El Tiempo, lunes 23 de agosto de 1896, p. 2. 172 cl aire de “, . .un espectéculo digno de un pueblo culto. Las funciones fueron, al principio, semanarias y después diarias. En septiembre de 1896, un periédico publicé una breve biograffa de los hermanos Lumiére, que result6 més bien un panegfrico. Los colmaba de elogios y destacaba sus cuali- dades morales, amantes hijos y fidelisimos esposos, unidos y “.. Aunque han dado a la ciencia importantes descubri- mientos, no se duermen en sus laureles. . .”, continuando en“, la realizaci6n de las ideas geniales que en ellos germi- nan con tanta facilidad. . .”°? Sin embargo, fuera del cine- matdgrafo, no se supo de ningiin otro invento. La Sociedad Cientifica Antonio Alzate que sesionaba cada mes, en ocasiones nombraba socios honorarios a cien- tifieos destacados. Los inventos de Edison ocuparon su atencién y en muestra de la estimacion especial que sentian por el inventor norteamericano, le otorgaron un lugar de honor. Los Lumitre fueron admitidos en su seno en diciem- bre de 1896,>* por la creacién del cinematgrafo. Hemos visto con anterioridad que los empresarios ambu- lantes utilizaron varios vocablos para designar al nuevo es- Pecticulo, con la intencién maiosa de atraer al piblico. El més comin fue el de cinematografo Lumitre, designacién que fue desplazando poco a poco a los términos vitascopio, kinet6fono, kinetégrafo, con que Edison bautizara a sus 31 “El cinematégrafo Lumitre”, Diario del Hogar, sibado 22 de agosto de 1896, p. 2. 32 “‘Sefiores August y Luis Lumiére. Inventores del cinemat6gra- fo", El Universal, septiembre 2 de 1896, p. 1. 39 “Petite Chronique”, Le Courrier Francais, martes 8 de diciem- bre de 1896, p. 2. 173 aparatos. Al mediar el afio de 1897, se abrié en la ciudad de México un salon donde funcioné un “cinematografo (sic) perfeccionado por Edison”, Es curioso que fuera el Ayunta- miento el primero en aplicar genéricamente ese vocablo a los distintos aparatos que llegaron a México. Al kinetfono y al cinematdgrafo Joly, los nombré ‘‘cinematografo acom- pafiado con caja de misica”. Creemos que la preferencia ha- cia tal término fue por comodidad y no sintoma de la fobia yankee. Vitascopio resultaba muy significativa, pero cine- ‘matégrafo designaba con mayor propiedad al especticulo, puesto que la gente admiraba mis la ilusién del movimiento que la fiel reproduccién de la vida. Con el tiempo se fue confundiendo la procedencia de los proyectores y se les de- nomind simplemente cinematégrafos. En ocasiones usaron términos como bidgrafo, pero solo por excepcion. LA INVENTIVA NACIONAL ‘Al grupo activo del gobierno le preocupaba el problema de la unidad nacional, pero también la proyeccion mundial de México. Una prueba fue el cuidado que se puso en la par- ticipacién en la Exposicién Universal de Paris de 1900. Las asociaciones cientificas y literarias se hicieron eco de esta inquietud y convocaron en 1897, la celebracién de un Pri- mer Concurso Cientifico Nacional. Asisticron delegados de agrupaciones capitalinas y algunos de las de provincia. En el certamen se hizo un llamado para trabajar conjuntamente en Ia divulgacion de la ciencia, Es importante sefialar que este evento se continué realizando anualmente y que cont6 con el apoyo del Estado. El general Diaz engalané algunas de las, sesiones de apertura y de clausura. ‘Alguien se refirié a que: 174 Muy frecuentemente se habla de las facultades imitati- vas de los mexicanos, pero ellas no excluyen las de la in- ventiva, que si no se han desarrollado es porque hasta ahora comenzamos a estar en condiciones propicias para cllo; siendo probable que en este punto Hegue el pais a distinguirse. Tanto Edison como los Lumitre se convirtieron en un ejem- plo digno de imitacién, y creemos no equivocarnos al afir- mar que el éxito de sus inventos fue un incentivo para los geniecillos nacionales. Si se lograba un hallazgo que benefi- ciara a la humanidad, pensaban, México podria ocupar un destacado sitio entre las naciones “cultas y civilizadas”. Por lo tanto, se entregaron con afin a la creatividad, y el gobier- no los estimuld aplicando sus inventos, como en el caso del kairdgrafo, especie de pluma atémica, utilizada por el ejér- cito. Otro invento adoptado fue el sistema de cdlculo mate- mitico de Joaquin Terrazas, del partido conservador, a quien por la utilidad de su invencién, Daz le perdoné sus yerros politicos y su invento fue aplicado a la ensefianza de las ma- temiticas. Su método facilitaba el aprendizaje de las multi- plicaciones, de las divisiones, la elevacién a potencia y la ex- traccién de raices.3> Otro mexicano inventé el ciclofotégra- fo, una cimara fotogrifica adaptada a una bicicleta y que retrataba el “paisaje en movimiento”. Otro més, un cristalé- fono, instrumento que producia sonidos agradables, cuyo autor ofrecié dar clases gratuitas a los interesados, durante 3 “La Ley sobre patentes de invencién” de agosto de 1897, p. 1. 35 “El invento del sefior Terrazas”, El Universal, martes 9 de mar- 10 de 1897, p. 4. El Mundo, martes 17 175 un mes. Uno mas dond al Musco Nacional un adémetro, aparato creado a principios del siglo XVI que se “. . em- plea en medir la distancia que recorre un vehiculo aplicén- dolo a una de sus ruedas.. ."°7 Ese espiritu inquisitive y ese deseo de emular al inventor norteamericano, condujo a descubrir la tercera dimensi6n cinematografica. , En el mes de marzo de 1898, un diario daba noticia de un nuevo cinematégrafo llamado aristografo, que tenia la particularidad de hacer ver las aristas o salientes de los obje~ tos.3® La exhibicidn dedicada a los cronistas, se llevé a cabo la noche del domingo 17 de abril de ese afio, en el salon del Staking Rink,?? sito en la calle del Espiritu Santo 1 1/2." El autor de este invento se llamaba Luis Adrian Lavie, segan parece uno de los regidores del Ayuntamiento. Las cronicas hablaban de que proyectaba con gran “. . .claridad y perfec- cidn. . . as imagenes que se obtienen en el cosmorama, como los detalles y vistas que produce el estercoscopio. . . Desde hacia tiempo en Europa sc estudiaba el problema de la estereoscopia. Se habia descubierto que una cimara fotogrifica doble, cuyos lentes estaban a la misma distancia que la de los ojos humanos, tomaba exactamente lo que la retina captaba, y al ser vista la fotografia doble, mediante 36 “Gacetilla El Cristaléfono”, El Tiempo, mayo 13 de 1898, te . ' Pe 7s informacién", La Vor de México, martes 13 de julio de 41 “El domingo en México", Ibidem, abril 18 de 1898, p. 4. 176 un aparato especial, producia la ilusién del relieve.*? Este tipo de vistas eran populares en México. Tanto, que se en- vid un lote a la Exposicién Universal de Paris con diversos aspectos del pais. Se intenté aplicar el mismo principio a la linterna magica, pero se fracas por Ia falta de calidad de la imagen; los lentes especiales requeridos obscurecfan la luz de las escenas proyectadas, por lo que, al final, se abandona- ron los experimentos. El sefior Lavie perfeccioné en México estos anteojos mediante un mecanismo colocado en su inte- rior, movido por corriente eléctrica, “. . de tal suerte, que cada vez que la vista correspondiente a un ojo aparece en la pantalla, la del otro ojo queda interceptada. Las imagenes se suceden con tal rapidez que, por efecto de la persistencia de la impresién en la retina, las vistas no solamente parecen de relieve, sino que parecen también enteramente fijas, . .”* Algunas de las pelfculas que se exhibieron en el primer Programa fueron Puente de los suspiros en Venecia, Facha- da principal de la Escuela de Ingenieros de México, Patio de Jos leones de la Albambra, Palacio real de Berlin, Patio del Aleézar de Sevilla, Duelo a muerte en el bosque de Chapul- tepec, Paisaje agreste en el valle de México, La Venus de Médicis del museo de Florencia,** Aunque una de las erdnicas decfa que este invento mexi- cano podria ser bien recibido en el extranjero,*® no tuvo el éxito esperado. Los anuncios del espectéculo empezaron a Publicarse el 28 de abril de 1898%° y dejaron de aparecer 2 “El arist6grafo eléctrico, Notabilisimo invento mexi Ibidem, viernes 29 de abril de 1898, p. 3. 43 Ibidem. 44 “El aristografo", El Tiempo, abril 3 de 1898, p. 1. 45 Ibidem, 4 “Indicador, Aristografo eléctrico”, El Imparcial, jueves 28 de abril de 1898, p. 4. 177 el viernes 3 de junio*” es decir, escasamente duré un mes en exhibicién y no se volvié a hablar de él para nada, ni siquie~ ra se menciona si recorrid 1a provincia. El archivo del ex ‘Ayuntamiento guarda un respetuoso silencio. La Exposicién Universal de Parfs hubiera sido un escapa- rate adecuado para mostrar el novedoso invento mexicano, pero no aparece en el muestrario, ni siquiera en los proyee- tos publicados por el gobierno mexicano. Parece que el des- prestigio del cine en un sector de la sociedad mexicana influy para que el aristégrafo fuera olvidado de inmediato. México habia legado prematuramente a la tercera dimen- sion cinematografica, y ni en México ni en el extranjero se fijaron en él. 41 “Indieador”, El Mundo, viernes 3 de junio de 1898, p. 3. 178 IX, OTRA VEZ EL PROGRESO. ELCINE Y LA FAMILIA Diaz HEMOS HECHO algunas referencias sobre la benevolencia del general Diaz hacia el cinematografo, pero parece convenien- te analizar su actitud, para comprender algunos de los moti- vos por los cuales el nuevo espectaculo reconquisté un sitio de honor en el Parnaso del progreso. Tan pronto Iegaron a México los enviados de los Lumit- re, sefiores C. J. Bon (sic) Bernard y Gabriel Vayre, solicita- ron al presidente, a nombre de sus representados, una au- diencia para mostrarle cl aparato. Siendo en temporada que el general huia del clima poco salubre de la ciudad de Méxi- 0, fueron recibidos en el castillo de Chapultepec el 6 de agosto de 1896." Los asistentes a esta primera sesién serfan unas veinte personas, en su mayoria amigos de alguna inti- midad. La exhibicién se inicié a temprana hora, pero sein parece, a ruegos de “los espectadores se prolongé hasta la una de la madrugada.? El general Diaz y su familia queda- ron tan complacidos, que no pusieron ninguna objecion a ser retratados,® y organizaron una segunda sesion para ver las peliculas tomadas. Esta tuvo lugar el martes 25 de agos- 1 “En Chapultepec. Sesion cinematogrifica”, El Universal, sibs do 29 de agosto de 1896, p. 2. 2 Ibidem. 3 Véase, “El cine rompe fronteras”, para las peliculas tomadas al general Dfaz por los enviados de los Lumitre. 179 to a las tres de la tarde y adems de las vistas donde apare~ cian, les fueron mostradas; Una escena en los baitos de Pane, Alumnos del Colegio Militar y Una escena en el canal de la Viga, primeras peliculas filmadas sobre temas mexicanos.* Es obvio que quedaron satisfechos y para celebrar el acontecimiento hubo una tercera exhibicion. Para ésta cit- cularon invitaciones entre algunos de los ministros y miem- bros del cuerpo diplomitico.. Da la impresion de que el presidente querfa hacer parti- cipe de la primera exhibicién al piblico mexicano, pues se levaron a cabo el mismo dia 27 de agosto de 1896.° El pro- grama estuvo compuesto de veintiséis vistas con los mis va- riados temas, lo iniciaba la pelicula que mostraba al general Diaz pascando a caballo por el bosque de Chapultepec: “Por supuesto que los concurrentes pasaron un rato agrada- bilisimo, divertidos con las escenas cmicas, historicas, etc. que tan preciosamente hacen ver con tanta propiedad de ac- cin, el notable cinematografo.” El domingo 30 de agosto, dofia Carmen organiz6 otra sesion e invit “. . .a varias de las familias més distinguidas que gozaban de la estimacin de la sefiora. ..”8 El mismo dia los empresarios del cinematografo hicieron una invitacion a las familias acomodadas para acudir en sus carruajes de lujo, al paseo de la Reforma, para ser filmadas. Suplicaban 4 “EI cinematografo Lumitre”, Git Blas, domingo 23 de agosto de 1896, p. 3. '5 “En Chapultepec, Sesion cinematogrifica”, EI Universal, iba do 29 de agosto de 1896, p. 2. 6 Ibidem. 1 Ibidem. 8 “Informacién”, El Correo Espaftol, domingo 30 de agosto de 1896, p. 2. 180 que se presentaran “. . .entre las tres y las cuatro de la tarde, Pues a esa hora se tomaran vistas del paseo, no pudiendo hacerlo més tarde por falta de luz, . .”9 El diario agregaba el rumor de que acudirian el general Diaz y su esposa; terminaba llamando la atencién de la policfa, que deberfa presentarse para evitar aglomeraciones que podrfan estorbar el trabajo de los cinematografistas, En efecto, acudieron multitud de carruajes, pero se dirigian a Tacubaya levando pasajeros a los toros 0 a Chapultepec; de familias acomodadas, sélo la sefiora Diaz y algunos familiares, distribuidos en dos vehicu- los.19 Los empresarios del cinematégrafo volvieron a hacer otra invitacion para el domingo 6 de septiembre! y de nuevo, los ricos brillaron por su ausencia. __ Los enviados de los Lumiére partieron para la ciudad de Guadalajara a fines de octubre de 1896 y regresaron en no- viembre. El sébado 28 dofia Carmen se presenté con algunos familiares y amigos en el focal de la calle del Espiritu Santo, donde instalaron la segunda temporada. Durante la funcién, la banda de artillerfa tocé lo mejor de su repertorio.2 Para fines de diciembre se anunciaron las iltimas exhibi- ciones del cinematégrafo y el 10 deenero de 1897, el general Diaz asistié acompafiado de algunas personas notables.19 9 “El cinematégrafo en Ia Reforma”, Gil Bl a erate Gil Blas, domingo 30 de 10 “Noticias del dia”, El Tiempo, martes mek "po, martes 1 de septiembre de 11 “Noticias generales”, septiembre de 1896, p. 2, 12 “Gacetilla”, El Tiempo, Correo Espartol”, domingo 6 de » roles 2 de diciembre de 1896. Be 1897, p. 3. del general Dfaz”, Gil Blas, domingo 10 de enero de 181 Para que los concurrentes estuvieran cémodos, se negé el acceso al piiblico, que en cuanto noté su presencia se aglo- meré a la entrada, El 30 de agosto asistié otra vez, invitado por el sefior Ignacio Aguirre, nuevo concesionario del espec- téculo.'* En noviembre, el local de Plateros fue ocupado por la empresa del ingeniero Salvador Toscano que, a imitacién de sus antecesores, hizo una invitacion al general, declinada diplométicamente. No hemos encontrado otras noticias de asistencia de la familia Dfaz al cinematografo. Ignoramos la causa. No ¢s remoto que hubieran adquirido un proyector y contemplaran en su casa el especticulo, ya que los precios de los aparatos no eran muy elevados. Es dificil creer que su ‘entusiasmo decayera tan répidamente. EL AYUNTAMIENTO En el archivo del ex Ayuntamiento de la ciudad de México no estén las solicitudes de autorizacion para las primeras exhibiciones cinematograficas. Tal vez se deba a que se lleva- ron a cabo en sitios autorizados para diversiones piblicas, y que por el reglamento de especticulos los empresarios se hayan limitado a pagar el impuesto fijado. Es mis, como se ctefa que no serfan permanentes las exhibiciones, quiz ni se haya cubierto la cuota. Los enviados de los Lumiére venian a mostrar el espectaculo como una “curiosidad cienti- fica” aunque tendrfan la intencién de venderlo. Es posible que las primeras tandas no hayan requerido ningin trimite legal. Con seguridad los ediles fueron invitados a la sesién dedicada a los cronistas y a los “grupos cientificos”. 14 “Gacetilla menuda. El general Dfaz en el cinematografo", El Globo, sibado 4 de septiembre de 1897, p. 3. 182 EI general Diaz’ se habfa mostrado entusiasta partidario del nuevo espectaculo y los regidores, para halagarlo, pensa- ron sustituir el baile de gala que le ofrecian cada aio por una funcién cinematogrifica. Se pensaba efectuarla en el circo-tedtro Orrin donde mas tarde funcionar{a el vitascopio, y el programa consistirfa en cincuenta de las mejores vistas. Se dividirfan en varias sesiones con intermedios, amenizados por la banda del octavo regimiento y la orquesta Vega. Todo quedé en proyecto.!§ Tres aiios més tarde, en 1899, cuando el cinematografo se habia convertido en un espectaculo popular, el Ayuntamiento ofrecié exhibiciones gratuitas en los salones ubicados en la quinta demarcacidn; eran parte de los espectdculos que habitualmente se daban a los vecinos con motivo de las fiestas patrias. EI nuevo especticulo, por la necesidad de diversiones pa- blicas, results un pingiie negocio y el municipio vio una nueva fuente de ingresos. Como este tipo de distraccién no estaba incluida en la vieja ley de ingresos municipales, pro- mulgada desde 1885, para octubre de 1896 se present6 al Ayuntamiento un proyecto de reforma, que ya inclufa las exhibiciones de vistas, aunque no se especificaba si cran fijas © cinematogréficas.16 Se indicaba que al abrirse un salén de espectaculos, se deb{a manifestar cupo y clase de localida- des; se obligaba a los empresarios a presentar dos ejemplares de los programas!” al momento de pagar el impuesto, que 15 “Las fiestas de septiembre”, EI Universal, martes 8 de septiem- bre de 1896, p. 2. 16 “Notas de Cabildo, Asuntos de la ciudad, Impuestos a las Aiversiones pablicas”, Ibidem, octubre 15 de 1896, p. 3. 17 En el archivo del ex Ayuntamiento no se localiza el legajo del Ramo de Rentas Municipales, donde se supone que se guaran los programas de los distintos especticulos piblicos; parece que esta extraviado, No esti catalogado, 183 deberfan precisar ‘,. ..una nueva via a los educadores de la juventud. . ."54 Dias después, El Mundo agregaba a esa informacién que otro doctor hizo desfilar ante una cdmara cinematografica a atavicos, alcohdlicos y epilépticos para registrar sus movi- mientos. Las peliculas las proyectaba a sus alumnos, para que advirtieran los diversos movimientos caracter{sticos de esas enfermedades, lo que les ayudaria a diagnosticar a sus pa cientes.s5 En enero de 1899 el Diario de Jalisco, daba la 52 “La cinematografia del cielo”, El Mundo, abril 5 de 1898, p. 2. 53 “EI kosmocinematografo”, La Voz de México, domingo 18 de septiembre de 1898, p. 1. $4 “El cinematégrafo y la cirugla”, El Universal, miércoles 30 de noviembre de 1898, p. 2. 55 Ibidem. El Mundo, viernes 2 de diciembre de 1898, p. 1. 194 noticia de films que captaban el crecimiento de neoplasmas. Fueron filmados con el mismo sistema de intervalos utilizado por Flammarion para captar el movimiento de las constela- ciones, En breve tiempo se vio un proceso que tardaba horas en suceder, Deefa el periddico que el cinematdgrafo bien podria sustituir a los pacientes que alquilaban las escuelas de medicina; los tenian pensionados para ver los sintomas de enfermedades raras 0 cronicas; agregaba que estas peliculas podian conservarse permanentemente y enviarse a todas partes del mundo con el objeto de ilustrar e instruir.56 En marzo de 1900, se habl6 de las peliculas de un profe- sor de artes graficas; ponfa a un obreto o artesano frente a una cémara, mientras hacfa un trabajo, después proyectaba las cintas a sus discipulos. Los servicios del cinematégrafo se estaban gencralizando rapidamente, “Ya desempefaba un papel en la historia por la sola razén de que concurre aregis- rar las escenas ‘historicas’. . "87 ‘Muchas de las noticias fueron reproducidas en los diarios de provincia; sintoma del espiritu progresista que se sentia en la Repablica, Al hacerlo, habia una pregunta tacita, la de por qué razén no se utilizaba al cinematografo, en alguna forma, en México. En el mismo mes de marzo de 1900, se informé de la construceién del sal6n de conferencias ilustradas en la Escue- la Nacional Preparatoria. Sus dimensiones: doce por cinco metros de ancho, por cinco de altura. Las paredes estaban pintadas de dleo blanco; en la parte posterior estaba una plataforma de dos metros de altura que se utilizarfa para 5% “Utilidad del cinematografo en lamedicina y la cirugia”, Diario de Jalisco, enero 5 de 1899, p. 2. 57 “Conversaciones cientificas”, El Mundo (Ilustrado}, domingo 11 de marzo de 1900, p. 3. 195 colocar los proyectores, cubiertos por cortinajes para que Ia luz no molestase a los concurrentes. Una graderfa facili- taba la visibilidad de la pantalla, que Megaba hasta cuatro metros antes de ésta. Aparte de las clases de historia, se darfan de historia natural, Se contaba con el equipo ade- cuado: proyectores cinematograficos, de “vistas fijas” y de un microscopio, ademés de un surtido de mil vistas, que se irfan aumentando con el tiempo; muchas de ellas eran ilu- minadas.58 Con seguridad, este sistema tuvo éxito, pues, para mayo se dijo que, en julio quedarian instalados proyectores cine- matogrificos en todas las escuclas primarias.®9 La prensa no vuelve a hablar para nada del asunto, No fue iniciativa de México la utilizacién del invento de los Lumitre, con fines didacticos, no; lo que sf esinteresante € que se aplicé al apendizaje de la historia. El cine mostra ba la realidad exterior, pero también podia reconstruir la “verdad histérica”. Su uso obedecfa a la bisqueda de un método objetivo, directo que fijase vivamente en la imagi- nacién los hechos pasados y despertase el amor a la patria. Se cumplia de paso, el augurio de Amado Nervost de que el cinematégrafo serfa un excelente sustituto del libro. De esa manera el cinematdgrafo reconquisté, en parte, su sitio en el Pamnaso progresista. 58 “Informacion”, La Vox de México, marzo 30 de 1900, p. 3. 2 “Mesa revuelta”, El Universal, mayo 4 de 1900, p. 2. 60 Seguramente las proyecciones se suspendieron junto con las conferencas en 1907 (Vente VAsquer de Knauth, Josefina, op cit, p. 101). 41 Amado Nervo, “La semana”, El Mundo (Ilustrado), domingo 20 de marzo de 1898, p. 1. 196 X. CONCLUSION HACIA UN CINE MEXICANO DESPUES DE haber visto con cuidado los diversos angulos que la sociedad mexicana vio en el cine, podemos concluir que en ese lapso de cuatro afios se sentaron las bases para la creacién de un cine t{picamente mexicano, mientras las fuentes no revelen lo contrario. Este se caracteriz6 por refle- jar la realidad inmediata; no tenfa sentido critico porque los autores deseaban mostrarla “verdad” a través de las pelfculas. No encontramos fuentes que hablaran del comportamien- to del piblico frente a las pelfculas migicas europeas de Méliés y Frégoli, Tampoco sabemos si gustaron 0 si sdlo los intelectuales las rechazaban argumentando que el cine los cngafiaba. Los descendientes de Moulinié y Toscano mismo, hablan de que trataron de imitar la técnica; los primeros afirman que con poca fortuna, y que sus peliculas adolecfan de muchos defectos, pero que, a pesar de ello, el pitblico las aceptaba de buena manera, En los programas que conocimos ¢s dificil la identificacién de las peliculas nacionales de ma- gia. En fin, lo cierto es que un sector de la sociedad si rechaz6 los films que reconstrufan hechos, Duelo a pistola, Juana de Arco y El proceso de Dreyfus, no obstante que, se puede decir, mostraban la verdad historica. Pero para los intelec- tuales, esa finalidad no tenia validez porque no se hacia del cine un uso practico, Aceptaron los films que se utilizaron para la ensefianza de la historia en la Escuela Nacional Pre- Paratoria, porque un maestro se encargaba de explicar el 197 sentido de las imagenes. Por tanto, no eran un espectéculo, se las utilizaba en bien del pais. Otro de los factores que obligaban a los camarégrafos nacionales a retratar la realidad inmediata, fue el rapido envejecimiento de los films. El gusto de la gente se inclinaba a lo ligero, a lo que no hacia sufrir, y los camarografos, ante esta demanda, retrataron los especticulos del género chico: Las tentaciones de San Antonio, Don Juan Tenorio, Baila- bles de Rosita Tejada, La Soler, etcétera, pero con ello no se alteraba la idea de captar la realidad, puesto que suponemos que las filmaciones se hicieron durante las representaciones. Si los camarégrafos nacionales retrataban el paisaje, algu- nos aspectos de ciudades y al general Diaz, satisfacian ademés la moral puritana de los tiempos, a mas de apegarse al deseo naturalista de la escuela mexicana de pintura. Por otra parte, con seguridad, los autores de los films pertenecfan a la clase media y posiblemente hayan recibido la educacion cotidiana que el Estado mexicano impartia. Tal vez eso explique también por qué intelectuales y cama- rografos coincidieron en ver en el cine, un medio para captar la historia, Es claro que unos y otros diferfan en lo que se consideraba hist6rico. Los camardgrafos retrataron las corri- das de toros, espectaculos, escenas de pueblos, siempre tratando de mostrar veracidad, A los intelectuales les disgus- taban tales films porque, segin su manera de ver, los asuntos no eran histéricos. Nuestra intencién, al remitimos a los origenes del cine, fue aclarar el sentido de las peliculas que captaban la Revo- lucién. Creemos no equivocarnos si concluimos que la aportacin de México a la cincmatografia universal es este kine de caricter documental, apegado fielmente a la realidad, sin juicio critico y que trataba de mostrar la verdad de los hechos. Hoy este cine ha cafdo en el olvido y es nuestro 198 propésito que esta investigacién complementada con estu- dios posteriores, contribuya para dar a conocer el cine mexicano, aunque sca en una forma descriptiva y llenar asi sa laguna tan enorme de la cultura mexicana, que es el desco- nocimiento casi total de la historia de su cinematografia. Quedan en pie muchas interrogantes: éCundo surgi el melodrama? éRecibid éste apoyo oficial? éCual ha sido cl comportamiento del Estado mexicano frente a las peliculas? La temética chasta qué punto ha sido determinada por la Iglesia, por cl Estado, por la moda, por el concepto de moral? ¢Cémo ha actuado el Estado mexicano ante el documental de la Revolucion? Las preguntas surgen-a cada momento y ¢s tiempo de enfrentarse a la historia del cine mexicano, con un espiritu de comprension y explicacion, pucsto que es de sobra conocido que cl cine mexicano es malo por naturaleza. 199 XI. BIBLIOGRAFIA ARCHIVOS Archivos de ex Ayuntamiento de la Ciudad de México. Di- versiones Piblicas en General. 1891-1900, ras. HEMEROGRAFiA. El Alactan, (caricaturas), México, I it pee eres ico, Imprenta Literatura Ar- EI Album de la Juventud, Grgano de la Sociedad Cientifica y Literaria Cuauhtémoc, director, E. S. Almonte. Méxi- co, Tipografia de la Secretaria de Gobierno, 1893-1902. El Amigo de la Verdad, semanario religioso y social, dedica- do a la instruccién del pueblo, Puebla, Pue., Imprenta del Colegio de Artes y Oficios, 1882-1900, El Amigo del Pueblo, diario politico y de informacién, di- rector, Agustin J. Tovar. México, s.i., 1897. . 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El francés Ledn Bouly creé la Palabra cinematograpbe para aplicarsela a la maquina de to- mar y reproducir vistas fijas que habia inventado y, como su solicitud de patente llevaba el 12 de febrero de 1892, po- demos decir que en aquel dfa nacié el cérmino que més ta de habria de emplearse para los aparatos de vistas en movi- miento, y que dio origen a nuestra abreviatura cine. Un estribillo que popularizé la coupletista Amalia Moli- na, hace mas de un cuarto de siglo, decfa con acento anda- luz y masica de jota: P'a decir cinematografo he pasao la pena negra; y ahora le Haman el cine... iSi serd mi suerte perra! Cuando los hermanos Lumiere dieron su primera funcién publica de cine en el s6tano del Gran Café, en Paris la no- che del 28 de diciembre de 1895 su aparato y el espectaculo 212 mismo Ilevaban el nombre que patenté Bouly: cinematogra- fo, y afios mis tarde, cuando las salas de proyeccion empe- zaron a multiplicarse, también se les dio por extension el mismo nombre. No crean mis lectores que todas las naciones del mundo concuerdan en dar a Luis y a Augusto Lumiere la gloria por Ia invencién del cine en movimiento. Inglaterra le atribuye ese honor a Birt Acres; Alemania, al inventor del Bioskop, Max Skladanowsky; Italia a Filomeno Alberini y Estados Unidos al gran Thomas Alva Edison. E igual que con los in- ventores del magico mecanismo, ha ocurrido con los que primero lo llevaron a los diferentes paises, pues en cada uno de ellos hay dos o tres personas acreditadas por sus partida- rios con tal distincion, sin que en muchos casos se logre ¢s- clarecer la verdad, por falta de datos fidedignos. Para mi siempre ha sido materia de capital importancia el que se saque a relucir la verdad a este respecto, en lo que a México se reficre, pues he notado que los autores no aca- ban de ponerse de acuerdo sobre quién merece nuestro eter- no reconocimiento por habernos traido el cine. Hace dos afios asisti leno de una curiosidad bien justifi- cada, a una funcién que se celebraba en el Palacio Chino, con objeto, segin rezaba el programa, “de saldar la deuda de gratitud que los cinematografistas de hoy habjan con- traido con mis precursores de ayer”. Pero me Ievé un per- fecto chasco porque de los que nos prometieron presentar- nos; y ninguno de los que se tenfa por iniciadores de la industria en nuestra patria, fueron invitados al especticulo, con lo que nos quedamos sin pagar la deuda. Los que apare- cieron en escena en aquella ocasin, presentados al piblico como iniciadores, aunque sus métitos muy suyos dentro de la industria, que desde luego reconozco sin ambages, no po- seian el que alli se les atribufa, cosa bien sabida de ellos 213 mismos cuando se dejaron ataviar con galas que no les per- tenecian. Y para colmo, el encargado de hacer las presenta- ciones ignoraba por completo el verdadero cardcter de las personalidades que mostraba, dando al piblico, quizds sin fe, una falsa impresion de ellos mds perjudicial que benefi- ciosa para los interesados. Aquel desfile disfrazado de homenaje desperté en mi un deseo ardiente de sacar de las tinieblas la realidad de los he- cchos, tantas veces desvirtuada por la vanidad malsana de al- gunos aprovechados; para dar honor a quien honor merece y despojar a los usurpadores de sus falsas glorias. Y vino el azar, en una mafiana de octubre de 1942, a co- locar en mis manos, en forma de carta, la prucba palpable entonces, Paseando por el mercado de las cosas viejas de la Repiilica de Paraguay, en busca de alguna ganga con qué enriquecer mi museo privado de antigiedades, se me ocu- rrid registrar en un montén de partituras viejas que estaban ala venta en uno de los puestos, cuando hete aqui que de en medio de ellas se desliza un pliego de papel grueso y escri- to a mano, que no habria tenido importancia alguna para mi, de no haber visto en é1 la firma bien conocida de uno de nuestros patricios y en un Angulo las iniciales ‘P.D. en- lazadas. Se trataba de una carta que textualmente decfa lo siguien- te: ‘México, diciembre 6 de 1897, scfiores S. B. Toscano y Cia, Presentes. Estimados seiiores: Doy a ustedes las gracias por la invitacion que bondado- samente se sirven hacerme, para que, con mi familia, visite yo el cinematégrafo de su propiedad; pero no puedo acep- tarla por ahora, por impedirme las muchas atenciones que 214 ta enemies te . me rodean y que demandan todo mi tiempo. De ustedes, Sa Porfirio Diaz’ Indi es decir a ustedes que no fue necesario discutir i regatear, cualquier precio por aquel documento me paresis bajo; pero el vendedor tomandome por un loco sin duda, pi ib veinte centavos por él, eeyendo hacer el gran negocio. Sali de aquel sitio en estado febril, bulléndome en el ce rebro dos fechas que no podia olvidar: la que marcaba I aurora del cine en Paris i28 de diciembre de 1895! y la que sin duda iba a descubrirme cuindo vino a nuestra tie- tra el invento de los hermanos Lumiére: i6 de diciembre je 1897! ; Sabia que el ingcniero Salvador Toscano Barragin ain vivia, y acto seguido trate de comunicarme con él. Se en contraba entonces en Cuernavaca, pero su hijo, el Lic. Sal- vador Toscano se encargo de trasmitirle mi deseo, y 10 dias después logré al fin ponerme frente a frente del hombre que, a no dudar era el que yo deseaba: el que trajo de Euro- pa la invencion de los hermanos Lumiere - ero mi entrevista con él es cost que merece capitulo aparte, por lo que tendré el gusto de narrarla en mi articulo siguiente de esta serie. ‘Tomado de El Monitor Republicano, domingo 16 de agosto de 1896, p. 2. Elcinematografo Lumiére ‘Antes de anoche se efectud en los altos de la drogueria Pla- eros una cxhibicidn del aparato llamado cinematégrafo Lu- mitre, exhibicion dedicada a la prensa de la capital. 215 El cinematégrafo es una especie de linterna migica que Proyecta su cono luminoso sobre una pantalla blanca colo- cada frente a los espectadores. = Sees luminoso de la pantalla se desarrollan esce- nas de vida y movimiento sorprendidos por los aparatos fi togrificos del inventor. Hee Antes de anoche presenciamos las siguientes escenas: Llegada de un tren, Montatias rusas. Jugadores de ‘ecarté’, La comida del nitto, Salida de los talleres Lumitre en Lyon. El regador y el muchacho, Demolicién de una pared, Los batiadores (sic). (baficros) Todas estas escenas son a cual més maravillosas. En la Llegada del tren, se ve avanzar con sus movimien- tos naturales la locomotora seguida por los vagones de pasa- jeros, y éstos desembarcar presurosos y alejarse. La escena es tan natural, que hasta parece percibirse el ruido del tren y el murmullo de los pasajeros. En Montatias rusas, se representa una escena scmejante a la que vimos en la pantomima Un bautizo en el carnaval, en el circo Orrin: un batel desciende por una tampa y rompe el agua en menudo rocio que envuelve por un momento la em- barcacién. En Una carga de coraceros, se ve palpablemente la inmen- sa polvareda que levantan los cascos de los caballos y que envuelve en densa nube el campo de operaciones. En Jugadores de ‘ecarté’, se ve la actitud meditabunda a veces, y a veces febricitante de los jugadores, mientras el mozo se acerca con una charola con vasos y botellas de cer- 216 veza y espfa tras de la cabeza de uno de los jugadores las cartas que tiene en la mano, y mientras un tercero vierte la cerveza de las botellas en los vasos. La comida del nifio, es una escena del hogar de M. Au- guste Lumigre, el inventor del aparato. Se ve sentado en la mesa aM. Lumiére de un lado, su hijo, un nifio de corta edad, enmedio y del otro lado a la sefiora de Lumiere. M. Lumitre da de comer postres al nifio, mientras la sefiora sirve el té. La salida de los talleres Lumiére, representa ¢l momento en que un nimero crecido de obreros abandona los talleres. El regador y el mucbacho es una escena chusca. El rega- dor con una “culebra”” de caucho irriga el jardin el mucha- cho pisa la culebra para que no salga agua y al observar la boca del tubo, el regador, el muchacho levanta el pie y sale agua con fuerza, bafiando la cara del regador. En Demolicién de una pared, aparece también M. Lumit- re dirigiendo la operaci6n: cae la pared y una nube de polvo envuelve a los albaiiles. En Los bafladores s¢ ve a éstos arrojéndose al mar en una playa; se obscrva el movimiento de las olas y el desgrana- miento del agua al caer los bafiistas. En todas estas escenas estan perfectamente fotografiados los movimientos: hay vida natural y animacién en ellas, y todo produce un efecto por demas maravilloso. Tomado de El Mundo (Ilustrado), domingo 23 de agosto de 1896, pp. 118-119. La novedad del dia en México. El cinematografo Lumiere. El aparato de los Lumiére, que acaba de exhibirse con buen éxito en esta capital, es una admirable aplicacién de la cronofotografia, que maravilla por su precision y sencillez. 217 A poco que la fotografia habfa progresado lo bastante Para producir instantiineas, los sabios se propusieron emplear- la con objeto de fijar escenas fugitivas, que luego pudieran ser objeto de estudio y meditacién; asi es como en 1874 Janssen se sirvid de su revolver fotogréfico para la observacién del paso de Venus por el disco del sol; y Mugbrigde, de San Francisco Cal., obtuvo en la misma época series de fotogra- ffas de objetivos cuyos obturadores se levantaban a intervalos regulares por aparatos ingeniosos que movia la electricidad. Desde esa época, el célebre fisidlogo Mr. Marey ha venido utilizando la cronofotografia para el estudio de la locomo- cién animal, del vuclo de las aves y otros fenémenos fisiolé- gicos. Estos y otros autores que en el asunto se han ocupado, se dedicaron todos a obtener pruebas sucesivas en ndmero restringido, haciendo la descomposicién o cl anilisis del movimiento, pruebas que estudiaban después la reconsti- tucién de las sintesis del movimiento. Las tentativas de los experimentadores a este fin encaminadas, consistian solamente en la recomposicién de veinticinco o treinta pruebas. Muy recientemente Edison ha logrado realizar esta sinte- sis por medio del aparato que llama Kinetoscopio, y en el que los espectadores, aislados, pueden ver largas series de Pruebas fotograficas, sucediéndose a cortisimos intervalos, representando escenas animadas muy curiosas, con duracién de cerca de treinta segundos. Pero animada de movimiento continuo, la banda pelicular donde estén pintadas esas escenas, para dar una impresion Perfecta, no debe verse cada prueba sino durante un tiempo muy corto, que apenas llega a unos diez milésimos de segundo. En tales condiciones, la iluminacién es muy débil, se necesita un objetivo muy luminoso, las escenas tienen poca amplitud y profundidad, destacan sobre un fondo oscuro, 218 y lo menos son necesatias treinta pruebas por segundo para ala retina una impresion continua, a sory cinematOgrafo no tiene estos inconvenientes: dismine ye a quince el nimero de prucbas por segundos se puede xontemplar por muchas personas a la vez, proyectando una pantalla escena animadas que duran més de un minutos la amplitud a la cual pueden aprecarse los objets,» cs limitada y puede representarse la animacion ‘de las calles y las plazas pablicas con todos los detalles de la idad., ar a a procurar dar a nuestros lectores una descripcion: breve del aparato de los sefiores Lumiére y de su funciona iento ingenioso. 4 A ‘mila banda peculiar en la cual estén fijas las imagenes con i apariencia de forografiasordinaris, tiene quince metros de largo y_ tes centimetros de ancho. De ambos lados hay perforados agujeros equidistantes que corresponden a ca imagen, - Eee diversas pruebas obtenidas a intervalos de un quin ceavo de segundo, son rigurosamente semejantes, de modo que si se ponen dos imigencs culesquer, las partes que rT t jones cuya dife- epresentan objetos movibles tendran posici renela equivaldria al movimiento efectuado en los momentos de obtener las prucba: La banda envollada en si misma y encerrada en una ca por encima del aparato, esti sostenida por une especie de Carrete metélico, sale por una abertura, desciende ea mente, rodea un segundo carrete, sube, pasa por encima de otro carrete y va a cnrollarse en él. El movimiento de la banda se obtiene por un manubrio que a favor de un inge~ nioso sistema de multiplicacion y engranaje se comunic: fos carretes y a los tallos metélicos que los sostienen y a un tambor de doble disco. 219 El ingenioso y complicado mecanismo del aparato hace que la banda, al desenrollarse, vaya a presentar una imagen delante de una abertura cada quinceavo de segundo; esta abertura es atravesada por un haz luminoso de poderosa intensidad que, por un juego de lentes, proyecta la imagen real aumentada hasta el tamafio natural en una pantalla transparente, donde puede ser observada por espectadores colocados en dos salones contiguos; los unos, los que estén €n el mismo sal6n en el aparato, podrin percibir por refle- xi6n Ia imagen proyectada; los otros, los del departamento vecino, la verin a través de la pantalla, pero todos con la ilusin de un cuadro vivo. Si al pasar las imagenes por delante de la abertura que las ilumina siguieran en movimiento, no interrumpido, las figuras Proyectadas en la pantalla participarfan de ese movimiento que

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