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Capitulo II EPOCA ROMANA “La tarea fundamental es la de deter- minar el modo de obtener de la hacienda el mayor beneficio posible, basdndose en la regla de que al duefio le gusta vender pero no comprar.” Marco Porcio CaT6N Como es sumamente dificil hacer el estudio del pensamiento econémico romano utilizando la técnica de revisar las aportaciones dcctrinales de cada uno de los autores, nos proponemos tan sélo entresacar algunos lineamientos generales. A diferencia de Grecia, Roma no se siente predispuesta a los estudios de caracter especulativo y de gran hondura teérica. Por el contrario, en Roma encontramos numerosas obras de caracter practico que retinen mas que disquisiciones teoréticas, conjuntos de recetas y formulas de interés pragmatico. A diferencia también de los griegos, que mezclaban las ideas econémicas con las filoséficas y politicas, en Roma las encontramos en estudios juridicos y mas bien en investigaciones de cardcter agricola.! 0 no es diffell de entender, En la estructura social de iicma {os intereses meramente intelectuales no tenian patria natural. Aun cuando para nuestro propésito, poner el caso Su complejidad ‘aumenté al pasar el tiempo, podemos, a an Su eae mpie expresion ‘diciendo que habla campesinos, el populgehe ulhano Unchyeiae comechar tes ei Gesates) y los esclavos. ¥ sobre todos ellos, habia uns ‘sociedad! auie sin duty tenia su estrato de negocios (mas 0 menos repres nae OO la onder, le ies fcauites'). pare consist nite en una aristocracla qu Erencia de It ‘ristocracia atenie tia primordiaimente en und aristocrscl Touro hacia la oposiclon dara evar una vida inte ge dedic 1 “Ausencia de Trabajo Analitico. Pero estt esencialmente ineficé oes ynismas. Quedaba poco vapor para el trabajo sert eielalintie tnekcdeee poral MGMAS, CeSsattv.Se Churde 1,88, A Coon, guleates "y ci ia no era, y no la ser, superada por los ext Jers . Dare mectrario, Vente deticiencla no EPR: ¥ Bo. RHE Oo areas wtlutarias Senurpeter, jpt by Elizat Boody jum= Josey seis conomic Analysis. Edited from manuscript pete hE etetY coity press. Nueva york, 1854, Sixth printing, ‘1966, pag. 67, ligeramente tocaias, sim emustZo, 33 época romana 34 los romanos hayan despreciado a n que le dieron prioridad a Ja derivaciones econdémicas se Aunque no puede decirse que | Ja indusiria, tenemos que convenir ¢} actividad agropecuaria y, por ende, las encuentran en las obras de tal caracter. “En efecto, mientras que para lea eseritor _eriegos, non hemog,Vite ig S sear suo pensamiento © SOs tio. tlle is; deberemos hallar los correspondientes, concep- tos de los autores romanos, preferentemente en Jas obi as de Jos ortue Giosos de problemas pritcticos, mas que tedricos; esencialmente, entr jos escritos dedicados a la exposicién técnica de los preceptos de agri- cultura: Ja cual, en aquellos tiempos constituia la mds importante acti- vidad de la produccién romana.” 2 E\ estudioso esperanzado en encontrar obras sistematicas de earacter econdmico en Roma, sufrira una honda desilusién intelec- tual puesto que son rarisimas las exposiciones doctrinales de natu- raleza econémica. Entre los autores que de alguna manera tocaron temas econémicos, se pueden mencionar a: Mucio, que bord6é acerca del beneficio neto; Servio Sulpicio Rufo, que se interes6 por la apar- ; Ofilio Aulo, que se inquiet6 por los gastos necesarios; Labeén Antistio, que investig6 sobre el valor y el trabajo; Sabino Masurio, que estudié el valor y el patrimonio; Proculo, que abordé las fun- ciones del banquero; Gayo, que inquirié en torno a los bienes mate- riales e inmateriales; Escévola Cervidio, que se preocupé por la li- bertad de comercio; Ulpiano Domicio, que precisé el limite juridico de ia actividad econémica; Paulo Julio, que cuestiond el interés y el rédito; Pomponio Sexto, que determiné la funcién de la moneda; Calisirato, que prohibié a las mujeres ser banqueros; Africano, que fijo ei interés ai 6% ; Modestino Herenio, que convino en el valor de los metaies preciosos y muchos otros ms, al decir de Glauco Tozzi.3 El régimen juridico romano que todavia deja sentir su influencia en el mundo occidental, tuvo importante repercusién econdmica. El principio, contractual dio lugar a un régimen econdémico elastico y flexible, siempre y cuando no se violaran las leyes y buenas cos- tumbres, ie ie conmldmee tees econémica en la &poca romana writion: , a! ucir un parrafo particularmente {,Bl sueho constante de los espiritus conductores se habia, Dor fin, hecho realidad, No es asi maravilla que la vida coon. ‘xperimentara un alza brillante en todo el Imperi ; ‘ el Imperio, Retornaron Jes mejores tiempos del helenismo, con la diferencia de que en lugar de 's del mundo antiguo 2 Tozzl, Glauco, Kconomistas griegos y roma ioe ena griegoe y romanos 3 Tozzi, Glauco, Ov. cit, pags. 411-424. Fondo de Cultura Econémica, México, época romana 35 del esclavo que era el resultado gi pafia, Grecia y Asia Menor eran los grandes mercados que ofrecian mano de obra gratis, en virtud de la institueién esclavista, La escla- vitud ocasionaba que en las labores insalubres o Peligrosas los pa- tronos prefirieran utilizar a trabajadores asalariados en lugar de » Ya que éstos, aunque gratis para Roma, resultaban costo- Sos para ellos porque se adquirian comercialmente y costaba su mantenimiento. La abundancia de esclavos, consecuencia del éxito de la politica imperial, significd, en un momento dado, que no se utilizara mucha al asalariado y, por ende, que no se desarrollara el derecho del tra- bajo. El Derecho Romano mas que todo fue Derecho Civil, en su vertiente de Derecho Patrimonial. Como hemos dicho, la vida econémica de Roma se basaba en Ja agricultura, que es el objeto preponderante de los estudios de la é€poca. De esta manera, Columela, en sus doce libros intitulados “De Agricultura”, dispone sus investigaciones en torno a las generalida- des rurales, al cultivo campestre, a las vias y huertas, al corral y las abejas, a los jardines y a instrucciones utiles para el cultivador. Con el tiempo, conforme fue creciendo la Poblacién urbana se fue desarrollando la industria artesanal y de manera predominante el comercio interno y el comercio exterior. El comercio exterior ocasioné muy frecuentemente roces bélicos con otras potencias como con Cartago. En la politica comercial ha= cia el extranjero, los romanos se preocuparon porque los satisfacto- Tes alimenticios nunca escasearan, predominantemente en la ciudad capital. De esta manera, el maiz de Egipto y las cosechas de S cilia, Africa y Espafia, sélo podian ser vendidas a la metrépoli. Plinio condené enfadticamente la exportacién de moneda, la importacié6n de mercancias extranjeras y, sobre todo, la importacién de bienes eneralmente de las guerras. Es- * Rostoveetf, M. 1, Le Economia en ta Epoca de Augusto, (Economia del Imperio Ro: Mano, 1967.) (Traduccion de L. Lopez Ballesteros.) Tomo 1, pags. 116-41 y 315-28. Gene- rosa autorizacion de Espasa Calpe. (Historia de lo Economia por los Grandes Maestros Franco, Gabriel Aguilar. S, A., Ediciones, Madrid (Espana). 1965, pag. 143 36 época romana que el Estado Romano apuntaba notas mer- tar el comercio exterior. ; asiond que el Gobierno nece- suntuarios. Es decir, cantilistas al reglamen’ El Animo imperialista de Roma oc 3 sitara cada vez mayores recursos econdmicos a traves de la eleva- cién de las tasas impositivas. Los impuestos se volvieron tan gravosos que se ocasioné la ruina de Ja agricultura y de los indus- triales. Los fondos publicos no s6lo se orientaban a financiar las fiblicas e infraestruc- campafias guerreras, sino a crear obras pul i tura de intercomunicacién. Los puentes y carreteras tuvieron honda repercusién econémica porque permitian las vinculaciones entre los centros de produccién y de consumo, ademas de que daban lugar a las importaciones. Las guerras dieron lugar a la despoblacién de los campos y 2 Ja. ruina de las explotaciones con base en la pequefia propiedad. Las grandes familias fueron absorbiendo esas pequefias propiedades hasta constituir extensisimos latifundios que no supieron operar con el rendimiento necesario, ya que domiciliadas en la capital no podian dedicar la atencién requerida. Los trabajadores libres, al no encontrar ocupacién en el sector rural, emigraron a la ciudad engrosando la masa desempleada tan dispuesta a los motines, que aceleraron la caida del Imperio Romano de Occidente. Junto con la cada vez més decaida agricultura, se desarrollé _el sector comercial_y financiero, alentado por los extranjeros. La labor financiera dio lugar a la acumulacién de colosales fortunas y a la parcelacién abismal de las clases sociales, de la sociedad en dos grandes polos: los ricos y los pobres, sin ningtn estrato interme- dio. Los comerciantes eran al mismo tiempo los banqueros, que prestaban a tasas muy elevadas y al margen de las indicaciones ofi- ciales, que las fijaban entre el 4 y el 8% segtin el riesgo que impli- cara el negocio para el cual se habia prestado. La intervencién gubernamental que al principio habia favore- cido el desarrollo econémico del Imperio, pronto se convirtié en el principal obstéculo para el mismo. Los impuestos cada dia mas pesados, la burocracia con su dispendio exagerado, las campafas eeeneadas 5 y la inestabiidad politica no favorecian precisamente publica y debilita Ja 8 It ahs a las in tite i iona Ta conciencia nobiacién, el hhanions ne hac Jas ins itucione s romanas, la des- pobreza del tesore pull, la equivocada polities Forel, la esca la de dinero, los altos. ico, la equlvocada politica rural, la escasez seem fie se ree precios y el salario fijado artificialmente impi- obrara la economia. El Estado, en lugar de ser un instrumento util, se convierte en una barrera infranqueable para la actividad econdmica. sd ae % época romana 37 En este contexto podemos revisar con brevedad Ja escasa pro- duccién doctrinal de Roma. A mediados del siglo IV antes de Cristo, el Estado copié de los griegos la institucién monetaria acuiando monedas de bronce y pla- ta de acuerdo con un sistema bimetalista. En el siglo III A. C., ade- mas del denario, se creé moneda fraccionaria. La moneda romana permitio que se comerciara con mayor flui- dez tanto en el interior como con el exterior. Los cambistas acepta- ban monedas griegas y podian pagar con moneda romana la com- pra de mercancias extranjeras. Sin embargo, el poco conocimiento en materia de politica monetaria dio lugar a crisis inflacionarias por el exceso de circulante, En cuanto a Ja tasa del interés, desde Jas Doce Tablas —cuatrocientos cincuenta afios antes de Cristo— se condené la usura, es decir, las cargas demasiado gravosas. En época de Justiniano, la tasa legal fluctuaba entre el 4 y el 8%. _>© El precio se consideraba que debia ser fijado por las libres fuer- 3 zas del mercado, por la oferta y la demanda. Ese precio debia ser un precio justo —idea que desarrollaria con posterioridad la Edad Media— integrado por el costo de produccidn, més un beneficio ray zonable. El Estado fijaba el precio de algunos articulos que se con- sideraban estratégicos, como eran los granos Y los aceites. ; \© También en cuanto al salario —que no era un concepto tan im- portante como en la actualidad, en virtud de la esclavitud— el Psta- do, la mayor de las veces, lo fijaba_a_su. criterio. Los trabajadores asalariados al cabo del tiempo se empezaron @ reunir en. guildas. Siguiendo las investigaciones de Tozzi, mencionaremos algunos de los conceptos mds importantes que elaboraron los romanos. De esta manera Alfeno Varo entendia que un bien valia por el trabajo i é r ia de la que estuviera elaborado. incorporado en é] y no por la materia de la qt ee ta ide. Ulpiano consideraba que el precio deberia SE ed s san a aa a del costo, El precio de un bien, admis, de etd prod ducelon, -ria fijarse teniendo en cuenta la utilidad. ™ s a ee “andl alguien causara la muerte de uno de los integrantes de una pareja de comediantes deberia pagar ne ee te yaiead de este comediante sino también Por deen ser’ ai miamo, del otro comediante que sin su companies om nea fer8 ¢ lendo aus E] mismo Paulo distingula ent art, que Ia de dinero, puesto a denominacién oe estan fuera de la valuacion del patrimo- le bienes e esta > oi, por peeunia se deben denominar cosas que integren o que puedan integrar patrimonio. | 1, importancia del dinero no Gayo leg6 a darse cuenta de @ ‘adquisitivo, en las cosas i si der radica en el metal en si sino en su po 38 época romana que se pueden comprar con el dinero. No existe pues un nexo nece- sario entre valor y moneda. : Ulpiano rechaza y condena con todo rigor los monopolios, los acaparamientos, porque suelen causar dafio al mercado cuando es Producto de avaros y para evitarlos recomendé la intervencién del Estado. Entre las facultades que le correspondian al Estado, Teo- dosio incluia la de vigilar las pesas y medidas. Ulpiano también recomendaba que se precisara el precio de acuerdo con las condiciones presentes, segtin la realidad de la cosa, segun la estima comin y no de acuerdo con el afecto o el sentido de utilidad que tuviera cada una de las personas, Los romanos —segun dice Paulo— deben distinguir entre gastos necesarios y gastos inttiles. Entre los primeros se pueden mencio- nar los que aumentan la produccién y los otros son los que se efec- taan sin el propésito de aumentarla. Los romanos disociaron el renglon de factores Productivos en naturaleza —que ellos llaman materia—, trabajo y capital, qu necesariamente deben coincidir en una sola persona, * que no

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