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1.1 Definición de proyecto.

Un proyecto es una herramienta o instrumento que busca recopilar, crear, analizar


en forma sistemática un conjunto de datos y antecedentes, para la obtención de
resultados esperados. Es de gran importancia porque permite organizar el entorno
de trabajo.

Un proyecto surge como respuesta a la concepción de una "idea" que busca la


solución de un problema o la forma de aprovechar una oportunidad de negocio.

Un proyecto es una ruta para el logro de conocimiento específico en una


determinada área o situación en particular, a través de la recolección y el análisis
de datos.

Proyecto es un plan de trabajo, con acciones sistemáticas, o sea, coordinadas entre


sí, valiéndose de los medios necesarios y posibles, en busca
de objetivos específicos a alcanzar en un tiempo previsto.
Surge con una idea, para obtener metas, ya sea porque aún no se alcanzaron,
porque sobran recursos con los fines actuales, porque existen nuevas necesidades,
etcétera. O sea, se establece qué es lo que se quiere. Una vez fijada la idea del
objetivo, se elabora un diagnóstico, sobre las posibilidades de llevar esa idea
adelante, para no emprender un camino hacia metas imposibles. Luego se elabora
el diseño de cómo se va a lograr ese objetivo, previendo los recursos con los que
se cuenta y elaborando estrategias. Luego el plan se pone en funcionamiento, y a
posteriori, se evalúan los resultados, para ver si son satisfactorios, y si no,
establecer las causas del fracaso, para modificar ciertas acciones y repensar las
estrategias. Los resultados pueden ser en vistas al objetivo general o final, o a los
objetivos intermedios, que se plantean para llegar al objetivo final. Por ejemplo, si
una persona se plantea como objetivo, llegar a ser médico cirujano, primero deberá
lograr un objetivo intermedio que es el título de médico, y luego el objetivo final de
la especialización.

1.2 Significado e importancia de la administración de proyectos.


"Administración de Proyectos" se define como un conjunto de actividades
planificadas, ejecutadas, y supervisadas que, con recursos finitos tiene como
objetivo crear un producto o servicio único. Consiste en gestionar la producción de
un proyecto dentro del tiempo dado y los límites de fondos. La planificación y la
comunicación son vitales para una administración de proyectos satisfactoria. Evitan
que ocurran problemas o reducen al mínimo su impacto sobre el logro del objetivo
de un proyecto cuando éstos se presentan.

El beneficio fundamental de la implementación de técnicas de administración de


proyectos es tener un cliente satisfecho, sin importar si usted es el cliente de un
proyecto propio como la remodelación de su sótano, o una empresa (contratista) a
quien un cliente paga para realizar un proyecto. Terminar todo el alcance del
proyecto con calidad, a tiempo y dentro del presupuesto proporciona una gran
sensación de satisfacción. Para un contratista, significa que puede llevarlo a
negocios adicionales con el mismo cliente en el futuro o a nuevos negocios
recomendados por clientes que han quedado satisfechos.

Administrar un proyecto consiste en planificar y dar seguimiento a los proyectos de


desarrollo de software utilizando los recursos necesarios para realizar el proyecto
en el menor tiempo posible y con un mínimo número de fallas. Esto no es fácil, ya
que en la práctica se tienen limitaciones como son un número reducido de mano de
obra, falta de capacitación de los recursos humanos disponibles, equipo de cómputo
insuficiente o inadecuado, etc. Para logar el éxito de un proyecto es necesario
ayudarse con conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas que
estudiaremos a lo largo de este curso. Para medir el éxito de un proyecto se toma
en cuenta que los objetivos planteados se logren en el tiempo previsto y con el
presupuesto asignado.

Los proyectos pueden clasificarse de acuerdo a su ámbito de acción, de la


siguiente manera:

 Proyectos productivos o privados. Aquellos que tienen como fin ulterior


la rentabilidad, es decir, la obtención de lucro. Suelen ser presentados en el
ámbito empresarial, del emprendimiento o industrial.
 Proyectos públicos o sociales. Aquellos que no poseen fines de lucro,
sino alcanzar un impacto importante en la sociedad o la población a distinta
escala: local, regional, incluso mundial. Por lo general cuentan como
promotor con las instituciones del Estado, las ONG, o las políticas de
responsabilidad empresarial de las grandes empresas trasnacionales.
 Proyectos comunitarios. Aquellos comprometidos con el mejoramiento en
aspectos puntuales de una comunidad determinada, por lo general
pequeña, tanto urbana como rural, a través de la satisfacción de sus
necesidades.
 Proyectos de vida. Aquellos que se centran en los deseos de vida de un
individuo y sus probabilidades reales de conseguir la autorrealización.
 Proyectos de investigación. Aquellos cuyo objetivo es la documentación o
adquisición de fuentes y materiales en torno a un tema elegido.

3. Pasos de un proyecto

Los proyectos se componen de cuatro etapas:

 Diagnóstico. Se evalúa la necesidad y oportunidad del proyecto en su


rango particular de acción, para determinar en qué condiciones debería
darse y qué etapas involucrará, etc.
 Diseño. Se debaten las opciones, tácticas y estrategias que pueden
conducir al éxito, es decir, a cumplir con el objetivo. Se evalúa la factibilidad
del proyecto, su relevancia y sus necesidades puntuales.
 Ejecución. La puesta en práctica de lo establecido en el proyecto.
 Evaluación. Se revisan las conclusiones del proyecto, los resultados
arrojados tras su pesquisa. Es una etapa de control y de información,
sustentada en la idea del mejoramiento y acumulación de factores de éxito
a lo largo del tiempo.

4. Elementos clave de la estructura de un Proyecto.

1.Finalidad y objetivos:
Las finalidades de un Proyecto suelen estar relacionadas con aspiraciones a gran
escala, como por ejemplo el posicionamiento de la marca o metas de rendimiento
concretas. Comparados con éstas, los objetivos son pasos intermedios o acciones
inmediatas que contribuyen a alcanzar las finalidades. Una finalidad puede estar
respalda por varios proyectos, cada uno de los cuales tiene objetivos específicos.
2. Destinatarios:
Todos los proyectos tienen un receptor o beneficiario. Esta categoría se emplea
sobre todo en el terreno del marketing, donde señala directamente al público
objetivo para el que las empresas elaboran sus productos o servicios. A veces el
curso de los proyectos suele estar dado por las condiciones que fijan sus
receptores.
3. Producto o servicio:
Es el elemento central del proyecto. En él se debe condensar todo el trabajo
previo de análisis conceptual, diseño, producción y estudio de mercados. Sin
embargo, no debe confundirse con el resultado final del proyecto, que es de
carácter general. El producto, por el contrario, es sólo un medio para alcanzar los
objetivos.
4. Actividades:
Todo proyecto tiene unas actividades, las cuales suelen subdividirse en fases o
etapas intermedias. Dichas fases son más o menos complejas según del alcance
del proyecto. A la hora de definir las tareas, lo más recomendable es hacerlo
siguiendo un orden lógico y realista que garantice la evolución del proceso.
Además, hay que tener en cuenta que no todas las tareas tienen la misma
importancia, por lo cual se hace necesaria una labor previa de jerarquización de
las mismas.
5. Calendario:
Asimismo, es recomendable definir unas fechas y unos plazos para el desarrollo
de cada tarea. Un calendario no es necesariamente una camisa de fuerza; es,
sobre todo, una guía de acción. Por tanto, debe diseñarse con flexibilidad.
6. Recursos disponibles:
Son de dos tipos: humanos y materiales. En ambos sentidos, es necesario
precisarlos de la mejor manera y, a la vez, determinar en qué momento del
proceso deben emplearse. Esta estimación requiere, además, de un margen de
acción que permita la introducción de eventuales recursos que no estén previstos.
7. Presupuesto:
Tiene que ver con la financiación de proyecto. Pero no sólo en términos generales;
si es preciso, el cálculo debe incluir el coste de cada etapa y los gastos
adicionales en los que pueda incurrir el grupo de trabajo durante la ejecución de
sus tareas.
8. Resultados:
Un proyecto debe especificar, además, la manera en que se expresarán sus
resultados. Generalmente, éstos se miden en función de si el proceso ha cumplido
con los objetivos que se trazaron al inicio. Sin embargo, como la redacción de un
proyecto se lleva a cabo antes de conocer los resultados del mismo, en último
término se trata de definir aquello que se quiere alcanzar. En esta tarea hay que
ser preciso, realista y evitar vaguedades o escenarios demasiado abstractos.

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