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Universidad Mariano Gálvez de Guatemala

Estudiante:
Gabby Geraldina González García

Tema:
Cuento La Niña que quería salvar el Amazonas

Sección:
“A”

Carrera:
Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales

Grado:
Segundo Semestre

2,019
La Niña que Quería Salvar el Amazonas
En un país llamado Guatemala, país hermoso e incomparable, rico en culturas, idiomas y
etnias, existía un departamento llamado San Marcos donde tenía un municipio llamado
Esquipulas Palo Gordo, en ese municipio había un hogar que estaba ubicado en medio de
un gran bosque y en él, había una familia única, quizá no por lo escala económica, sino que
eran diferentes por ser ricos en principios y valores, lo cual todas las demás familias no lo
tenían, la familia estaba conformada por el papá José Manuel, la mamá Emma y la hija
menor llamada Angie. Como todas las noches Angie estaba acostumbrada a dormirse
mientras José Manuel le leía un cuento, ella era una niña de 6 años, y a pesar de su corta
edad era muy inteligente, le encantaba escuchar su cuento favorito sobre los animales y la
naturaleza noche a noche. Ella no asistía aún a la escuela por lo tanto acompañaba a su
madre en la casa, mientras José Manuel iba a trabajar, afuera de su casa se encontraba una
gran fuente en donde todas las mañanas se llenaba de muchos animalitos del bosque y
pajarillos que despertaban a la niña con su cantar, ella amaba a cada uno de esos animalitos
les tenía mucho amor, cuando escuchaba el cantar se levantaba y salía a darles de comer,
era su pasión estar con ellos y los animalitos también ya se habían acostumbrado con ella,
los alimentaba, les daba de beber agua y se ponía a jugar con ellos, cada mañana era lo
mismo, se decía así misma que no podía tener mejor compañía que los conejitos del bosque,
perritos abandonados, ardillas y parajillos que le cantaban, ella los cuidaba mucho y no le
gustaba que nadie los hiriera, era la superhéroe de ellos porque pasaba un buen rato hasta
que se le terminara su tiempo que era para ir a desayunar.

Todas las noches Emma y José Manuel acostumbraban a ver noticias, porque decían que
por ser un lugar algo lejos del centro de ese municipio debían de estar informados con todo
lo que pasara alrededor y en otros países, esa noche Angie no podía dormir porque había
tenido pesadillas, entonces decidió irse con sus padres, al entrar al cuarto vio que estaban
observando las noticias y se acostó junto a ellos, cuando de repente paso una noticia que
impacto a la niña como a casi todo el mundo y por el cual este se encontraba de luto, en el
país de Brasil se encontraba un lugar llamado la selva Amazonas era un lugar incomparable
en todo el mundo, hermoso, maravillo, admirable, donde habitaban miles de miles de
animales, plantas y parte de agua dulce.
Ese lugar había estado pidiendo a gritos ayuda durante 20 días, pues se estaba incendiando
y su hábitat de los animales se estaba destruyendo, pero nadie le hacía caso, animal tras
animal se estaba muriendo quemado y ninguno hacía por apagar esas llamas, que por culpa
de un ser humano una gran parte del mundo se estaba terminando, era una noticia de gran
trascendencia para ese país.

La niña al ver todo eso le pregunto a José Manuel, papi porque en ese lugar hay mucho
fuego y los animalitos se están muriendo, no hay nadie quien los cuide como yo lo hago aquí
en mi casa, a lo que él respondió, hija tu estas muy pequeña para comprender esto todavía,
pero te lo voy a explicar, en ese lugar vivían miles de animales y era el pulmón más grande
de nuestro planeta tierra, pero sobre esta humanidad así como hay personas como nosotros
que le damos amor a los animales, también hay personas que son malas, sin amor, ni piedad
con ellos y en ese lugar había una persona así, que decidió vengarse de esa forma en ese
lugar, en donde no se dio cuenta el gran daño que nos está causando a todo el planeta, la
niña casi con lágrimas en los ojos por ver y escuchar todo eso le dijo, papi estoy muy triste
no pensé que los hombres tuvieran un corazón duro y sin compasión pensé que todos eran
como yo, que tenían un corazón de niño y que les encantara dar y cuidar a los animalitos,
me encantaría poder ir a ese lugar y ayudar a apagar ese fuego hacer lo que sea para que
todos los animalitos se puedan salvar, ellos no tiene la culpa de la maldad de los hombres,
solo son criaturas hechas por Dios así como nosotros, pero no puedo soy muy pequeña, pero
sabes cuando sea grande seré defensora de los animales, diciendo esto Angie soltó en llanto.
José Manuel al ver esto le dijo a Angie que era cierto no podía hacer nada aun, pero que
siguiera cuidando y queriendo a los animalitos que cada mañana la visitaban en la fuente
que estaba fuera de su casa y también le dijo, hija nosotros los humanos somos como un
cáncer, vamos destruyendo poco a poco y dolorosamente, el pulmón de nuestro planeta se
ha estado quemando por durante 20 días completos y nadie hace nada por verlo mejor, al
contrario solo se comparte en redes sociales y no se hace nada por cambiar, si queremos
tener un planeta hermoso deberíamos cambiar internamente, ya no deberíamos tirar basura
porque contaminamos el planeta y todo eso pasa porque ya las personas han dejado de
practicar los valores que existen, por eso tu hija nunca dejes de practicar los valores que te
hemos inculcado, después de haber hablado con ella José Manuel le dijo a Emma ¿Qué tipo
de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan? Lo que está en juego es nuestra propia
dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la
humanidad, ¡Porque todos somos seres vivos, hijos de la Tierra! Si todas las personas
tuvieran principios y valores, pero sobre todo temor a Dios nada de esto estuviera pasando,
Dios nos dejó un mundo hermoso en donde pudiéramos cuidar y disfrutar de él, pero estamos
haciendo lo contrario, tiramos basura en los ríos, talamos árboles y ahora hasta matamos
animales en gran cantidad, que está pasando con la humanidad no saben que todo esto trae
consecuencias que es la degradación de la tierra y la falta de aire que más adelante vamos
a estar pasando, entonces Emma le respondió sabes nuestra hija tiene razón si tan solo
pudiéramos poder ir y salvar todo ello fuera diferente pero no está en nuestras manos y está
muy lejos, y no contamos con los recursos económicos suficientes y también tiene razón al
decir que si todos tuvieramos un corazón de niño nada de esto pasara, y sin darse cuenta
Angie se quedó dormida mientras lloraba y ellos como todas las noches lo hacían se pusieron
de rodillas a orar para que todo pudiese cambiar.
Mientras decían: Oh Señor, tu eres el que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en
ellos hay. (Hechos 4:24).
Como buenos cristianos católicos que eran.

Moraleja: Somos fruto de la naturaleza y sin embargo los seres humanos no hemos
aprendido a respetarla y quererla como se merece, ¿por qué no comprendemos que la
naturaleza y nuestros cuerpos son la misma cosa? ya es tiempo que la humanidad reaccione
a todo lo que está provocando al planeta tierra y que seamos como la niña de un corazón
compasivo y lleno de amor hacia los animales que también son seres que Dios dejo
establecidos.

Podemos desafiar las leyes humanas, pero no podemos resistir a las naturales
(Julio Verne)

FIN

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