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Quizé no sorprenda del todo que o término “capitalismo”, tan fempleado en aes reclenter en el habla: popular ao como en Ja'lteratura hstvies, recibiers uote tan Spares, sin un et. ferio aceptado en cuanto a su empleo Lo que ex notable, 5 que en teoria econdmice, tal como la prosentaron las es Guclas(radllonales, el tarmino apereers ton rams, veres, © hronca.! Hasta existe una escuela de. pensamienta, a la gue aableren economistas ¢ hstoriadares, que se he negado a te Conocer” que ® “sapitaiemo', como desgnacién. Ge un, deter- Iminado sistema econémico, se le puede arignar un significado preciso, En el eso de los economists ello se debe, en buena parte, & que los concepios centrales de su eon, tal como se los suele formulae, eitin configuredos en tn plano oe ther traceion que ignora os factores histricamente relatives, nie on ge pertalten defini al caitalismo, En cuanto a 108 his- foriadores que tomen esta posilén negative, ello parece de- berse aque inssten sobre fa variedad y complejdad de los Scontecimientos histriens hasta el punto de rechorar.cutl auiera de les categoria. generales que formen el teido ce Gest todas les fetes de Snterpretcién histoiea y de negar {oda valldea a las divisiones entre épocas hstérices. Jamas th periodo hisérie se afrma-~esta hecho de una sola pleza {puesto que todos ellos son complejas messls de elementon, onsituye' una simplifieaién que’ induce a error earscterizat Suna seccion cuslguiera del proceso histrico mediante Ta designaciin de ‘un elemento unico, Esti penmitido.mentsn, Sbstractemente, un sistema como "espitaliems”, en cuanto des: sripcion de am sspeeto que, en variable medida, carectercd 2 Sombart, en su articulg sobre el tema en la Encyclopedia of the Socal Sciences, afirma’ “Este término no se encientta, eo Gide, Cauvves; Marshall, Seligman o” Cased, para wegsionar slo lor textos Imus otioeldes. Bn otros watades, como’ los de Sehendler, Adol¢ Wag ‘net, MichardBhresburg y Philovicn, hay references’ al copiate ‘ho, peto el cncepto ef rachazad luego” Niel Palsrave's Dietary ef Potties Eeonomy, ni sl Dictionnaire de Economie Poltigus, ime layen al termine “eagitalism™ 6 runios SOME Hb BESARHOLLO DEL CAPTTALISNCO a mumeroioe periodos histérlos. Pero, como tal, €s uns no- ssetonideabstracia, no hstrica; por ey rasteat Tos ce omen “eisema”” es en general una empresa srigenes eo puede rendir frutos. Puede uno sospechan que Want 305 jpradon mis concteta relderea cla possi, Sl el BES Simo wo. existe como entidad hisiorea, lor eiticos del care igen economico que ciaman por un cambio de sistema actunt chando contra molines. de. viento; ¥ Marx, en pati- weet Wi primer responsable de. que se able de un sitema fala ei aPestaba persiguiendo ghimerss. Algunos como Ut ceendor’ del itso cel profesor Tawney, La Religiin y et Wesealsne' del Capitaliomo, se expresaron muy claramente Mise" este, denuscando el término como un mero Teeuoo politico. “oy, después de medio siglo de intensa inveatigacin en nistarla sconbmaea, es taro que un historiador de la esonomia store sostenible esta poscién, aun cuando todavia pueda cone tae geapechoco el origen ‘del. tring, Nos encontrae oresrejento’ con que el principal historiador del, ereantc Timo ‘Teena ig nocion de reap moder”, exe in Tero polaje’s Pero la opinion que prevalece entre Tos que ie katate et desenvolvimiento econdmico de los tempos tan sor ee ta snteticada por el profesor Tawmey en th €o- weiGhimo paseje: “Después de mas de medio siglo de Inver Tgecidn sobre el tema, realizada por estudiosos de une media ‘Sena’ de cforents hacionalidades y de fodas Tas opiniones cts nogar que el fenomeno existe, o sugerit ue, si existe Refbenta elrasgo, anico entre las inctituciones humans, de Pier isto eemo Melguisedee, desde toda Ia eterldad; 0 Pidlear que, sf fone une historia el pudor probe que se la FEARS’ ee ponerse advede anleojeras,.. Un autor... 6 ‘SSprobeble que entienda gren cova dela historia de Burope ex lor Eltimos tes sigs si ademis de rehuir el término, ignore US nesho™> Pero sh, hoyy lor expecialisias han reconockdo NCapltalono’” como eategora historia, eso no garentiza que Gulgnes provenfen estudiar este sistema se refleran a Ta mis- SEeGiex?ousia ponmasse que tna diversidad de sos dearia ‘poco lugar a cigseiones y'no produciria gran dafo. Pero Ia nn EL REE aces an mmm, te Se aE Rg, SS Aa a? conic dovena cape SEP Sancuso, ao oon cnn oxen cash 3h dlveroas stapes hisidrone silo presmntan dlterensis do, S'Stefacio a la edelin de 1934 de feelizion and the Rive of Co- iteiom, (Bsicion castellane, Ba. Dédalo) ccarmacisxco 1” diferencia de uso verbal no s6lo se asocia con una diferente fe inccentes histérces y- on. principio stint de seleccion Stientacion en la bosquéda deo esencial entre la mulitud pera componer la erdniea’ de" os seontecimientos, sino que uede conducts a un modo de interprelasion y a un relato cau Eatgenctico siterentes, Silo decisivo en euanto al empleo del tarisino capitalismo es, pare nosotros, a Segla que low propios Fechos hintricos now’ imponen--y" "no muestrss”predieecio- fev entonces tiene que naber una delinielon que eoneuerde Gon a forma real que el cesarollo histrico posee y oles hus por el contri, sesh erronens. Haste quien profess un eletvismo histrco debe, a buen seguro, creer que existe un tuadro correcta desde el punto de vista de un eonjunto homo- féneo dado de observaciones hstoreas. Por lo dems, tos que Ercriben scerea del capitaismo no pocas veces desconocen, parecer, todo problema. de siglfiao; eon ello no aclerian a [elsar ‘el senildo que atrbuyen al termino y hasta. muestran, pot su parte, poca congruancia en su empleo, Deberos, quizé,aclarar desde ya que el término “capita: lista puesto on boga entre clerton economistas, en especial Jos partidaries de la escuela austriaes, poco tiene que ver con "Sepitlismo" como categoria de interpretacin histSres. Cler- tos" economists emplearon “eapitalist” en un sentido pura- Inente ticnico, para referitse sl empleo de les llamedos me- Todos de produccion indirectos 0 que acortan tiempo; y el ter- Ihino hai considersblemente asoclado. con un pericular Punto de vista acerea de la naturalera del capital. No se re- ere’ al modo de aproplacién de los instrumentos de produc tion sing aélo @ au origen econémico yal grado en que se fos emplea, Como toda produccin, exceptuada Ia mis pri tive, slempre ha sido, en clerto grado “capitalista” en este Sseutido temic, el sétmino tiene eseaso valor para fines de diseriminacién Distérea y sus creadores no intentaron util farlo en este sentido. El modo en que lo emplean, elertamente, iplice segat un signifiendo especiton espitalismo como Ssfema_histrico especial. Poco mis vil Temslta otra concepeiin que discerimos Amplieta en los contextos en que a menudo aparece el termine YF euyo defteto es circunserbir a captalisma a un lepso tan reve que separs fendmenoe sociales euyo parecido de familia fr fordhimo, “Sogin ext captain re identifica con el ss- tina dental boltaente re, tema en que las relaclones econdmices y sorales se reglan pot con- ttalo; en gue los bomibres se comportan como agentes Ubres fon In bisqueda de eu sustento yen que no hay compulsiones 8 rsToniot SOHNE HL MESARNOLLO REL, CAPETALIERCO i zestreeones legsles.* Asi se converte virtualmente a Yea itso” en sinfnimo de un régimen de laserJaire y, en Eleras acepeones del trmpino, de un regimen de libre tom= petensia. Dicey no empl el’ término eapitalismo; pero con Eider esenialeleontraste entre To que denomind "pviodo del inividullsmo” —que en certo sentido. corzesponde ala ng- Glin que estamos dlseutlendo y"petiodo de colectivism tayo lnicio bleaba en el deceilo fe 180." Aunque quizd puede decire que preveuparse par ete tipo de dstinciin ene Ee individunisng y “eratsmo! es mle ben conn del passdo Y's bien raras veces ~o ninguna histoviadres do Ta econo. Hola Ia tomaron somo base para defini al sapltalisng, sa in- ‘uencia todavia perdura em efeta, muchos de los diebas que ftcontramon hoy ‘parecin identifica, de. manere implica, ‘pltalismo® con insta de. “bce empresa", contapo: nigndolo a tode ingerencia de contol esttal s expensas del inissecfire. EI delecto de tn significado tan. restictivo balan lire, Pocoe paises, fuera de Gran Betada "Ios EE- UU, en el siglo aux legoron a austarae 4 Un régimén de “indvidualismo puro” del Upo manchesteriano clisico; y aun Gran Bretada y lor EB. UU. lo abandonarian pronto para ene ‘erg in er de cotporacinns de oop at Zopolog, cuando el lanezfire como concepeon polis: ya feelinaba. Si se circunsenbe tan Tgurossmente ene) tempo Ss capitalsmo, jeSmo earecteriaremos el sstema que le pe Gedy gi engi, an smeantes 8 1 en ab Taupo Por su decisiva influenela sobre Is Snvestigacén y ta in- terpretciin istic ae" destacen ndamente. tes” sgn: Caos distintos stibuidos a la nocion de capitalism, bien fm cierto aspector se superponen, cada uno se liga a una ‘stn peculiar dela natorlesa del desszrllohistéco; Leva 4 Podomes citar un ejemplo quisi no. my serio de esto: “EL ‘verdadero capitelamo es una aconofna de litre y drance eompetancis ‘ar Jn Geman yo continue oportunidades trabajo pars tor HH Cromwell Canton, fw Defence of Capitalion, ig, 5), Son tontes Tas vietader veguteadas en erta detnickn oe Dubie dudaree de que “eapitalsmo verdadero" haya existido. algun ‘Yer Biemplos mis isidos ioe proporcionan nitores que se siege & ‘Yecet a aplicar el término eapftelmo una econora fast y 10 fonttaponen a “otaltriane™ CL tambidn el Handwérierbuch ‘der ‘Stuatsscensthaften (1028)* "Der, Kapltaizmus hat die. prvvsewirt schartliche oder individualistisehe Witsehafcordnting aur Vorauret= ‘ung und ist ohne diese gar sight donkbar” (El capitalsmo presi Done Ja" ordenacion cconbmica inaividualista 0 de econamia privada 7, hho es par cierto posible), Lato end Opinion i England, past. ‘carmauisnco 19 al trazado de fronteras temporales bastante diferentes para el sistema e implica un diferente relato causal del origen del cepitalismo y del desarrollo del mundo moderno. En primer lugar esti —y quizé sea el mas difundido— el significado popularizado por los escritos de Werner Sombart Sombart bused 1a eseneia del capitalismo, no en un aspecto de su anatomia econémica o de su fisiologia, sino en la totali- Gad de los aspectos representades en el geist 0 espiritu que inspira Ja vida de toda una época. Este espiritu es una sin- ‘esis del espiritu de empresa o de aventura con el “espiritu ‘urgués” de céleulo y racionalidad. Como ereia que “en di- ferentes épocas siempre han reinado diferentes actitudes eco- némicas y que este espicitu es el que ha ereado la forma que Ie earresponde y, con ello, una organizacién econdmica’,* ‘bused el origen del eapitalistno en el desarrollo de estados de ‘espiritu y de comportamiento humano conducentes a la exis- ‘encia de aquellas formas y relaciones econémieas que son ea- racteristicas del mundo modemo. “En algin momento del re- ‘moto pasido el espirita capitalista debe de haber existido —en ‘embrién, si oe preflere—, antes de que una empresa capitalista pudiera volverse realidad’ El hombre precapitalista era “un hhombre natural", que concebia Ia actividad econdmica como Ja simple provisién de sus necesidades naturales; y en épocas ‘precapitalistas “en el centro de todo esfuerzo y de tode cul ‘dado eslaba el hombre viviente: él es la medida de todas las ‘cosas —mensura ommium rerum homo".® Por contraposicién, ‘el hombre capitalista, que “desarraiga al hombre natural” con su “concepcién primitiva y originarla” y que “trastorna todos los valores de Ia vida", ve en el amasar capital el motivo do- minante de actividad ‘condmiea y, con una actitud de fria racionalidad y los métodos de un preciso céleulo cuantitativo, subordina a este fin todos los aspectos de la vida.* De manera mis simple defini Max Weber al capitalismo como “exis- tente dondequiera que se realiza la satisfaccin de necesida- des de un grupo humane, con earécter lucrativo y por medio de empresas” y a una “explotacién racionalmente cepitalista” como une explotacién “con contabilided de capital”; reeurrié, Der Modeme Kapitaliemus (ed, de 1908) 4 dota da “la dca Sundamensal(Grandgedane ‘dicgn castalane PCE) ‘Touintersnce of Capitliom, pigs. 3434 2 Der Avedon ‘kepifalomus, Yok 1 poe 3, > Quintessence, 1381, 299, ig. 25. Calica ab Ea bra Tay 20 STeDIOg SOW RL DESARROLLO DRE. CABTEALISHO ademés, al espiritu del capitalismo “para describir la actitud {que busea la ganancia, racional y sistematicamente”, En segundo lugar, hay un signifleado que aparece las més e las veces implicito en el tratamiento de material histrica antes que formulado explicitamente—, que virtuslmente identifica “eapitalismo” con la organizacion de la produccién para un mercado distante.** Si bien el régimen de les primeros gremios de sriesanos, en que éstos vendian sus productos al menudeo ene] mercado urbano, quedaria_presumiblemente excluldo por esta definicién, podria considerarse que existié capitalismo tan pronto como ios actos de produccién y de venta al menudeo vinieron a separarse en el espacio y en el tiempo por la intervencién de un. comerciante mayorista que ade- lantaba dinero para Ia compra de mereaderias @ fin de ven- derlas Iuego con un beneficio. En buena parte esta noclén esciende en linea directa del esquema de desarrollo de la escuela histiriea alemans, con su distineién basica entre la “economia natural” del mundo medieval y la “economia mo- netaria” que le sucedié y su scleccién del area del mereado como definitoria de las etapas de desarrollo del mundo econé- ‘ico moderno. Como lo expres Biicher, el eriterio esencial fes “la relacién que existe entre la produccién y el consumo de bienes; 0, para ser més precisos, 1a Iongitud de la ruta que Jos blenes atraviesan ‘de produetor a consumidor"* No es taro hallar esto estrechamente Tigado a una definicion de ca pitalismo como sistema de actividad econémica dominado por lun cierto tipo de motivo, el motivo de la ganancia; y la exis ‘encia, en cualquier perfodo, de un nimero considerable de personas que para obtener una renta confisn en la inversion de dinero —ya sea en el comercio, la usura o le produccién—, fs consideraia prueba de que existe un elemento de capita: 2 Historie eonsmica General, pég. 206 [od castellana del RCE): The Protsntane fahie and the Spin of Capiteliom, pag. Oh [Gay eticién estelana,) El panto ds visto de’ Weer ce igh it Ghemtente al de Sombart, peroy al mismo Uempo, presenta certs die Terenas, Paleo Parone ha ngnuan on aye hy deren ent fi*eopialsme en generat” de Weber, que es ina egoris pa ‘ante econémica” (e ciferencia de ls de Sombart) y se reflere EEterambioracionentereeliado con mires J gipeida (Go ae fe acerca tmucho al segundo tigniicado que em seguida mencionsro: os} y su Hocign historia del “eapitalsmno moderno™, que es 1a misma aun i de Bombart Journal of Pascal mom, olf. lg, 30 ae gla, Terenas Ge Marx's Mommean al horton ae tc ome snlgu, quien encuentra “él modo eapialisa de production en ‘ods, economia Iponelaria" (Cepia, val ik, pag. 129 [os PCED industri! Roolution, pag. 69; ch. también Schmoler, Principe: arvconomie Poligue, pastin ccarrasssaco a smo, Asi vemos earacterizado al capitalismo por et profesor Earl Hamilton —el historlador de Ia revolucion de los pre- ‘ios del siglo 20 como “el sistema en que la riqueza —ex- eptuada la tierra— es empleada con el preciso objetivo de ‘obtener un rédito”; * mientras, Pirenne parece aplicar el tér- ymino a todo empleo “lucrative” del dinero y declara que Sguestras fuentes, por deficientes que sean, no nos permiten dudar de que el capitalismo se afirms desde el siglo xn". Cuando esta nocién se liga 2 la de capitalismo como sistema comercial como produccién para el mercado—, tenemos, el tipo de definicion adoptado por el profesor Nussbaum: “ sistema de economia de intereambio” en que “el principio ‘Srientador de la actividad econémica es el logro de ganan- ias ilimitadas” (a lo que, sin embargo, agrega como caracte- Tstiea adielonal, que tal sistema se earacteriza por una dife- Tenciacién de la poblaclén en “propietarios -y_ trabajadores ‘Gesposeidos” "). Los que dan este sentido al término tienden ‘buscar los origenes del capitalismo en los primeros entrometi- Inientos de trates especificamente comerciales en los estrechos THorizontes econémicos yen la supuesta “economia natural” del mundo medieval y a delinear las principales etapas de desarrollo del capitalismo de acuerdo con las etapas de ex- ansién del mercado o las diversas formas de inversién y de Actividad comercial igadas a ella. Esta nocién, en muchos aspectos, es afin a la de Sombart y se superpone con ella; pero ‘su orientacion es esencialmente distinta. En tercer lugar, tenemos el significado dado por vez pri- mera por Marx, quien no buseaba la esencia del capitalismo fn un espiritu de empresa, ni en el uso de dinero para finan- ciar tna serie de transucclones de Intercambio a fin de lograr ‘una ganancia, sino en un modo particular de produccin. Con modo de produccién no mentaba el mero estado de la técnica “que denomind estado de las fuerzas productivas—, sino el ‘modo de apropiscién de los medios de producciin y las rela- ‘clones sociales entre los hombres resultantes de sus conexio- hes con el proceso de produccién. Asi, “eapltalismo” no era simplemente un sistema de produccion para el mercado —o sistema de produccién de mereancias, como lo denominara 8 En Reonomica, nov. de 1929, pig 338 1 Histon Beondndea Soci ts Edad Medis, pb. 12. (Ba. FOE, 1955]. ef tambien Pirenne ‘en American Hutorisa Reve, 10 page ey leat o w tugar de este obf, sin embargo, el tar te musta my pidsine 8 ‘lio de vin de’ Sombart 2 {sTUnIOS SOBRE HL DESARWOILO DEL CAPMALISHO ‘Marg sino un stm bajo ol qu In fara de trabso sh fa “convert, a su vez, on mercencia” y era compreda Yendida en el mercado como cualquier otte objeto de cambio, Tuvo su presupuesto hlstnico en la consentracin Ge in prov pledad de los medios de prodicelin en manos de tna lase que $élo constitia un pequeno sector de la sociedad y en clone Siguiente surgimiento de una clase desposeida, que tenia en Javventa de su fuerza de trabajo ot nia faente Ge subsston: cia Esta tltima, por fo tanto, realizaba ln actividad. produc. tava, no por compulsion legal'sino sobre Ia base de un con ‘rato de Salaio. Es claro que esta definicién excluye el se ren de prodicién de artesanos independiente, en que Gos poseian Sus pequetios Implementos de produccion.y"efectus. ban la venta de'sus propios productos. Agu no habia aivercto enire propledad y tabajoy y excepto donde contaba ‘en cierto ‘gaco Con el empleo de jocnaleros, su interés esencial era Ia Gompra y venta de proctor ianimados y no de fuerea hur tana de trabajo. Lo. qle diferencia esta definiion de otra, 5 que no basta con que existe comercio y préstamo en dinero, © una clase especalisada de mereaderes 0 finanestas —aun” due sean hombres acaudalados-~ para consttair une sociedad faptalista, No basta que haya poveedores de capital, por “li- erativo™ que ses. tlenen que enmplear ese capital para extracy plosvalia'a la fuerea de trabajo en el proceso de produccion, No es nuestro propésito aqui debatir los méritos de det hlslones.opuestas’ fing, mecsmente, dejar en aro que do ‘sos tes sentidos de apitalismo”y en les estudioe que iguen frapleareros el timo ysubrayar algunas de las consecuen= elas que trae este empleo del termina. La justifiescion de lina efinicion ‘eualguiera debe ‘descansar, en definitive, en se ogre esclarecer'e1 proceso real de desarrollo hstrice: fn la medida on que configure nuestra imagen del proceso de fal modo que ésta responds. Ia. que el eusiro historia, de- icsza tener en realidad. A manera de fundamentacion bas- fe por nuestra parte para rechazar Ios otros don sgniicedcs de exta ‘era, ton ae sigulentessumersinas thstrvasiones ‘Tanto la toncepeién’ de Sombart del expiiticapitalista como la nocion de capteliamo como sistema esenciamente ‘comercial, comparten el defecto, junto con las concepeiones ‘ue fijn su atencién en Ta exineneia de una inversion ices ‘iva de dinero, de que no son lo bastante restrictivas para cit csnsribir ef imino a tne épeca determinada do in hist y de que parecen condelr Ineworablemente a lg conclusion die que cash todos os. periodos bistérieos han'sido capitals taal menos en clea grado. A medida que ha aumented ccarmasisico 2 nuestro saber acorea de sociedades econémicas mis antiguas, Jos que atributan los sentidos antedichos al termino tendieron a empujar hacia atrés en el tiempo los limites del eapitalismo. Hoy se sabe que tratos monetarios y produccién para el mereado fueron mucho mis comunes en el medievo de lo que Sse suponie, Como lo observé Brentano, la Cuarta Ceuzada ya puso en descubjerto “una verdadera orgia de capitelismo” en fste sentido de Ia palabra." ¥ a medida que se amplian nues- ‘10s conocimientos acerca de las condiciones econémicas del mundo antiguo, se scumulan demostraciones de que, sequin {ales definiciones, no puede negarse la existencia de’ ezpit lismo aun en la Grecia y la Roma clisica. El uso lucrativo del dinero no es exclusivamente moderne. Es de presumir aque a compra de esclavos en la antigledad fue wn empleo ‘an “Iucrativo” del dinero como lo es hoy el contrato de 2sa- atlados, EI mundo clisico tuvo sus usureros y el Tuer! rebies no fue un pecsdo desconocido en el mundo medieval. Si es preciso considerar a ambss como socledades capitalistas, hay ue coneluir que es imitil buscar los orfgenes del sistema dentro de Ios limites de los ultimos ocho siglos y que debe de haber existido capltalismo de manera intermitente a Io lango de la mayor parte de la historia escrits. Pero lo que claramente nos hace falta es una definiclén para caracterizar Jas instituclones econémicas peculiares del mundo modemo fen siglos recientes; y Io que no sirva para esto results indil para el fin buscado’por la mayoria de los investigadores. ‘La otra dificultad se relaciona a la concepeién idealista de Sombert, Weber y su escuela, pues si el capitalisme como forma econémica es creacién del espiritu capitalists, 1a gé- nesis de éste debe ser explicada antes de que pueda serlo el ‘igen del capitalismo, Si este espicita capltalista es, 4 su Vez, ‘un producto histérico, Zcual fue Ta causa de su aparicién el escenario histérico? Hlasta hoy no se ha propuesto una res~ puesta muy satisfactoria a este enigma, aparte de la acciden- fal coincidencia en el tiempo de diversos estados espiritusles ‘que se Unieron convenientemente en una sintesis de espirit dde empresa y de ravionalidad para constituir el elan vital de Ja era capitilista. La busqueda de una causa condujo al de- bate insatisfectorio y estéril en torno a si en verdad el protes- tamiento engendré ol espiritu capitaliste (como pretendieron Weber y Troeltseh); y parece haber apenas mis razones para 4% Sombart admits esto francamente, Traté de salvar le objecién, 44e manera bastante poco convincente, afirmand quel comercio m ‘ioral no era tal eh sentido pleno, pues se iapwabe en el espirita del Srtesanade y no en um espirisy cata 4 ssrooI0s Some HL DESARROLLO Det CArPALtMO considerar al capitalismo hijo de la reforma que sostener, eon Sombart, que fue en buena parte creaciin de los judios. No es cierto que esta dificultad de rastrear las eausae causan- tes sea propia también, mutatis mutandis, como a veces se supone, de una explicacién de los origenes de capitalismo des. arrollada sobre bases puramente econémicss, Si bien es clerto ‘que detris de todo camblo econémico hay que busear una accién humana, Ja accién que iniela el cambio decisive puede inspirarse en tna intencién totalmente ajena al resultado fi nal y ser, eon ello, un simple producto de le situsciin ante. or} mientras que, si el surgimiento de un muievo sistema eco. womico debe ser explicado por una idea, ella debe enearnar sn embrién” la esencia del sistema futuro de antemano y el nacimiento de la idea madura de ese sistema, antes yen ausen- cla del sistema mismo, necesita explicacion, Por otto lado es evidente que a medida que nuestro saber se enriquecié al. progresar, en las ‘itimas’déeadas, la inves. ‘igacién de la historia econémica moderna, la definleién de ceapitalismo empleada en la préctice por la historiografia eon vvergié cada vez més hacia 1a adoptada y desarrollada prime ramente por Marx. Vino 2 insistirse cada vez més en el nacl- miento de un nuevo tipo de difereneiscién de clases entre capitalistas y proletarios, en vez de hacerlo en In ganancia como motive de actividad econdmica, al per que se prestaba cada ver mayor stencién al surgimiento de una relacion entre productores y capitalistas aniloga a la relacion existente en- ‘re patronos y asalariados propia del sistema industrial ya maduro det siglo 10x. En general, parece mas probable que fl material descubierio por Ia investigacién impusiera esta tendencia a los historiadores en su bisqueda de 1a diferencia fsencial de Ja edad moderna, y no que la adoptaran predic ‘puestos por los escritos de Marx. Asi Lipson, cuando pretende ‘Que los ‘rasgos esenciales del eapitalismo existieron unos si- gos antes de la xevolucién industrial, afirma que “el raseo fundamental del capitalismo es el sistema del’ trabajo as praca cea ae a TS do Sots Ries (at deli’ ciety ost eee age seh hae Soe eae Ga dates, ee ot eee Boy panes Sven sien ei “iy Sian a en Hate ee SUVS eer ies Jin ees Soa Bt ue ‘cxrmassnco 2% lariado, bajo el que el obrero no tiene deresho de propiedad sobre jas mereaneias que fabrica: no vende los futos' de st ‘abajo sino su trabajo mismo —disinclon de vital importane tia econémice—’."® También Cunningham se acered a esta por {ura cuando ‘ostavo que "el asgo peculiar de Ia organtacion ‘apitlsta de ln indtein es In potion de lay tvaterias pic fae por el empleador, quien contrata al obrero y Te paga Sus Stlavlo: luego él obtiene tna gannneis con ia ‘vente de os Benes"; y-agrega que "la introdueelin del capital puede no products tin eembio muy menifiesto en ns condiciones em que 4 realize el trabajo pero proves un tremendo cambio en las Felaciones petsonales del trabsjador con sus prdjimos cuando ‘ reducide a una poscion de dependencia"” Pero no citcuns. nbis el rming capitalsmo a una orgentzacion. particular de I industria no gue ie ona effin tae sbaredora comerciah, oma “fase en gue ia posesion oe capital 0 Hhsbito de comerciar se ban vuelto Gominantes en todas ls {nstivicones de Ts sociedad”. 1 EL hecho de que nos preoeupemcs por definir un sistema eco- zémico no debe levar a la suposicién de que los limites entre sistemas. deben pasar tajantemente por un momento histo- Heo dado. Como correctamente lo han destacado os que des- confian de tal deslinde entre épocas, los sistemas jamas se ppresentan en le realidad en su forma pura y en todo periodo hhistérieo aparecerdn elementos caracteristioos de perfodos tanto anteriores como posteriores, a veces en mezclas de ex- ‘traordinaria complejidad. Elementos importantes de cada nueva sociedad —aungue no necesariamente su embrion aca- Dado se contiene en la metriz de la antigua; y reslos de una sociedad antigua sobreviven por largo tiempo en la nueva. Lo ‘que sf supone una nocién de capitalismo como la que adop- 2 Beoamie Hor, 9 vl HOE pen weet sin rue haa" Pence ore tee Seta areola con oleae ieclveta in a ter peta py 5 et Par ear ter oa Tl at eee Ee mln 80 et St hole, fuar ‘consular, ipso so wire te "alaee iit” cone“orhnta sore uta ae ast Cy pa mig) Pine Poses of Cento in Bnaon, pis 2478 a eTUn10s Somme mL. Brsaea 8 OL es carmaLisic9 qamente ‘breves, cada periodo histérico es modelado ajo al ie och Brg ws ee es Juanes homogénea, y se lo debe caracterizar de acusrde son sistema homogéneo ignorando les complejidades de ie at primera aproximacién. Nuestro interés principal mo estore Soon go OY ae 9 veel a, 1H maretdo cambio de deen en la comet Geechoe yeh te mh oy fu tinua y que conciben al camble ‘1 ; cambio como simple funeién de cierto actor que se inerementa, sea 1a poblacién, la productividad, mase de capital, {Que [Pueden predisponer al investigador a. interprotay ing "5 RUBWaS con categorias de pensamiento produto de oe cxpreanis0 bi ‘uaciones pasadas, o bien a orienterlo hacia la biisqueda de “yerdades universales”, suprahistorieas, construidas a pavtir de los que se consideran rasyes inmutables de la naturaleza Jnumana’o ciertas formas invariables de “necesidad” eoons- mica o social. Las teorfas del desarrollo forjadas segin el exclusive ‘espiritu de una época” tienen, por Io menos, el mérito de evitar esta tendencia. Pero euiando dejamos de ex- Dresarnos metafgricamente, no es féell definir al punto el tipo Ge acontecimientos mentades cominmente con la expresion “revolueln social”. Aunque una revoluelén social parece con- tener Ia nocién de discontinuidad, en el. sentido a que nos hhemos referido. —de un brusco cambio de direcciin—, esto plerde su simple significeds cuando dejamos de expresario fon analogias espaciales. Si, ademas, tal revolucién ineluye, ‘camo es evidente, la nocién de un tempo acclerado de cambio, Su signiticado no se limita a ella. Los que conciben el cambio como tin simple erecimiento euantitetivo pueden admitir que Wa tasa de crecimiento no es constante sino que esti sujeta a ‘Aluctuaciones, y que 2 veces atraviesa fases de incremonto aceleraco comd en el caso de Ta poblaciéa en le ultima parte el siglo xv, pero sin introdueir por ello en st cuadto la dea de una transicién revolucionaria en que se produjera un cambio cualitativo de sistema, Si sostener la concepcién de sistemas socioeconémicos como determinantes de distintas etapas en el desarrollo. his térico ino es slo conveniente sino necesario —si no se trata de denominaciones apropladas sino que stare a Ia construc- ‘ibn esencial del relato para que sea verdadero—, estonces ello se deberd 2 una cualidad de las situaciones historieas que determina la homogeneidad de la estructura de toda una época y la inestabilidad intrinseca de periodas de transicion, ‘que presentan un equilibrio de elementos dispares. Se deberd 2 que la sociedad esta constitulda de tal modo que el agente Principal de movimiente|y de cambio, al menos en las front maciones exenciales, lo constituyen el conflicto y la inter aecién de sus elementos claves y no el simple crecimiento de un elemento ‘nico. De ser asi es probable que, una vez al- canzado cierto nivel de desarrollo. ¢ impulsadoe por cierta Via los diversos elementos constitutives de. esa sociedad, 10s acontecimientos se sucedan con inusual rapide, no sélo en el sentido de un crecimiento cuantitativo, sino en el de tna mo- aificacion en el equilibrio de Ios elementos constitutivos que termine la aparieién de composielones novesloses y de camm- ‘bios mis o menos bruscos en el tejido de la sociedad, Para ‘emplear una analogia especial: se podria decir que, en clertos. 28 ‘sTUDIOS SoaRE EL. BESABHOLLO DEL eARTALAsoO niveles del desarrollo histérico, se pone en movimiento algo ‘muy parecido @ una reaceién en cadena. Claramente, el rasgo de Ia sociedad econémica que pro- Guce este resultado y que es, por lo tanto, fundamental para nuestra concepeisn “del capitalisma como orden econdmice peculiar, caracteristica de un peculiar ‘perioda, histories, co que la historia ha sido, hasta hoy, la historia de les sociedades de clase: a saber, de soviedades divididas en clases en que, 0 bien una clase, o una coalicién de clases con algin. snterée compartido, constituyen la clase dominante y manticnen un, antagonismo parcial 0 total hacia otra clase o clases.” El hey cho de que esto sea asi tiende a imponer a todo periodo ists. ‘leo una elerta uniformidad cualitative, puesto que la clase que tiene el dominio social y politico en la época emplesra hhaturalmente su poder para preservar y extender est ‘mode particular de produccién —esa forma particular de relancn entre clases— de que depende su obteneién de ingresos, St €l cambio debe aleanzar, dentro de esa sociedad, un punto en ue la hegemonia de esa clase sea seriamente puesta en tues. {in y el antiguo equilibrio estable de fuerzas muestze signs Ge romperse, el desarrollo habré aleanzado una etapa critics ‘en que © bien el cambio que ha obrado hasta entonces deberd ser detenido de algin modo o, en aso de continuer, la clase Gominante ye no podr dominar més y la clase nueva y sscen. dente ocupara su lugar. Una ver producido este cambio en al ‘equilibrio de poder, el interés de la clase que ahora ocupa las posiciones estratégicas estard claramente on acclerar la tran, BiciGn, en quebrantar los baluartes de su rival y predecesora ¥ extender los propios. EI viejo modo de produtciom no sera Revesariamente elimmado del todo; pero se lo reducird de manera répida de escala, hasta que ya no constituya un serio competidor del nuevo.* Durante cierto periodo, el nuevo > Ci Jas observeciones de Pirenne, que revelan un scercamiento 4 esta concepelin del desarrollo disontinto provosad pa ah weeeees Sucealvo do, diferentes clases: "Croo que. para cada peru Siete ‘uetra historia econémica {la del eapitlima} guedé diverse £28 sa let 7 Spat de cones Pn Sue a grup pllasta de una dpoca ng surge el grupo capialine Get ose Precedent’, se sige que 'con eada cambio on ls orgenisacen eens eh rare ue sluln Se Stine 0 plano inclinado sino que tiene forma de eaealcra ("Etcese ofS Hbtoria Social del Captalismo’ en Americen Hicorcal Resiee, TIS de un ite gfoner gue eae ova sco como pre dominahte’persiga “una determinads politica, Pero tas tagine at ‘menos, que miembros de una Clase embrendan Uns’ acesn copensadd cxpreaniswo % modo de produccién, ssociado com fuerzas productivas y po ‘encialidades econdmicas nuevas, puede expandirse mucho més alld de los limites dentro de las que debia moverse el viejo Sistema; hasta. que, a. su vez, las partioulares relaciones de Clase y as formas politicas en que Ta nueva clase gobernante aflrma su poder, entran en cotfieto’ con un desarrollo ute For de las fuerzas productivas la lucha entre ambos al- fanza, nuevamente, un punto eritico. En el siglo xix, en bbuena parte bajo la infldenela de Hegel, ae erey® por lo ge- eral la historia de ivi consiatia en una sue Sion de épocas caracterizadas por el. predominio de sucesivas Galturas RaclonalesSegin. nuestra posiion. ella consist Ins bien, en una sucesgn de sistemas de clas, cada eon ‘51 modo peculiar de extraer ingresos para su clase dominante. aia historia econémica de Bivopa, al meros, hey algo que se destaca y merece uma observacién particular. Es el sor~ prendente grado de. similitud do les principales etapas por ue hn pasado desarrollo econmic La elinitacin seme Poral de esas tapas ha sido, por supuesto, muy lsimll, To fmismo que ol detale del relato y tas formas y fases particu. Jares dentro de cada tape prifelpal. ‘Pero tna unidad tal camo la que puede afirmarse respecto de Europa parece, con toda probabilidad debida « la fundamental simiitud de forme aque ha mostrado'el desarrollo econémico de sus diversas par tes en los iltimes ler siglos. BE interés compartido. que constituye a un cierto grupo social como clase en el sentido a que ‘not estamos refi endo no deriva, como a veces se supone, de una similitud cuantitativa de ingresos: tna clase no se ecOmpane necesara- mente de personas del mismo nivel de ingress, ni las pets res de un mivel de ingresos dado —o aproximado estan ne- fesariamente unidas por una identidad de. mires, Tampoco basta afirmar, simplemente, que una clase consste en ague- Ios que derivan su ingreso'de una fuente comin —aungue lo que gut importa sea ls fuente de ingresoe y no mt magn. tad 'Es preciso sefalar, en este context, algo muy find menial atifente a las raices de un grupo social en una deter. Inna sociedad a ser: Te zlaci det grupo smn un fo on el proceso de produecién y, por lo tanto, con otros sectores dela sociedad, Ba trae palabra: In Uniearelcion que puede fengendrar, en'un caso, un interés ompartido en preservar i cvestionas partlculares (por ej, seceso a la tierra 0 mercados do mano.de dora} y que una mayor fueras les permite despojar «sus Hvala 20 STUDIOS Sonar HL DESARROLLO Dnt CAETPALEHED extender un particular sistema econémico y, en otto, un ant gonlsino de intereses en tomno a ello, ha de sex una Telacion con un particular modo de extraer y' distribu Ios trutos del ‘ttbajo Sobrante, esto es, deducido el que provee al consumo del productor elective. "Como. este trabajo. sobrante consi tuyel a aliepio vith tin cle dominanie considera nes cesarismente decisiva pare su propia sapervivencia su pari cular relacion con el proceso de trabsjor y toda clase cocem: dente que aspire a vivie sin trabajar deberg considerar que 8 ttayectoria, prosperidad ¢ Influenciaproplas, en el futhoo dlependerin de Ia adguisiién de clerta derecho sobre el trabajo sobrante de los demés. “La formaciin de tn remanente, del rodcto de trabajo después de cubrir los gastos de sosteni< Inlento de és", atirmatba Federico Engen, la formecign & {nerementacon,'con este remanente, de tin fondo sonal de Toduccién y de reserva, era y sigue slendo la base de todo Progreso social, poliico'e intelectual. ‘En la historia, hata hoy, ese fondo social ha venido sleado patrimonio de una late privilegiada que, con fl, tine también en sus mason et Poder! pottico "ta diveccion spiritual. Ia forma de apropiaciin del trabajo sobrante fue diatinta en diferentes etapas de In sociedad y estas cambiantes formes fe ligaron al empleo de divers miétodos o instumentes de Produccién y a diferentes niveles de productividad, El pro. io capitalism, ‘segun Mars, “como cualquier otto région de producciin’‘conereto, presupone como condicion histérea une determinada fase de lat fuerzas socilesproductives » fe sus formas de desarrollo: condicién que es, 2 au ver, Fa. rultado y produsto histirieo de un process anterior. Sei ceal parte et nuevo tipo de produceién como de su bese dada; que Jas relaciones de produceién que corresponden a este réginven de production expeciic, histicamente determinedo. rele, cones que los hombres contraen en su proceso social de vide, en la cresciin de su vida social presentan un eardcter cape, cite, histori y transitorio™ En una etapa del desarmello social de muy baja produstvided del trabajo, seria ineonee: bible ts existencia"de un. ingreso importante y regular pace uns clase ocioss que viviers de la producciSn ale calberat gn ella, a menos que se basara en la rigurosa compulsiin de Jos produictores; yen este sentido, como obsorvd gels, i Spin he 8 0 en Dn Cas. sy ise 28 i tr Ut Sn ea ot pe hcg sony ee are ‘ns relacignés ¢ laisibucten’ ‘son. ehencialment Identless elas Shanes aioe Me cosmanasnco st ivisién on clases en una etapa primitiva de desarrollo eco- mic “Hone cers justtcaién hits” + En una sole dad prodominantemesite agricola Jas relaciones decisivas es- ‘arin ligadas a la posesién de Ta tierra y, puesto que proba Blemente la division del trabsjo y del iniereamblo estaran poco desarrolladas, el trabajo sobrante tendera a ser pres- fado de manere directa, como obligacién personal, o a cobrar 4g forma de una clerta poreién del producto entregada por el ‘eampesino, como tributo en especie, @ un sefor. El desarrollo de la industria, que implica la invencién de nuevos y variados Instrumentos de_produccién, engendrari nuevas clases y, al ‘crear nuevos problemas econdmicos, impondra nuevas formas Ge apropiacion del trabajo sobrante en beneficio de los pro- ppletarios de los nuevos instrumentos de produccin, La soci ‘dad medieval se caracterizé por la prestacién compulsiva de ‘trabajo sobrante impuesta a los produelares: éstos. conserva- ‘ban a posesién de sus propios, primitivos instrumentos de Jabranza y se encontraban sujeios a la tierra, La sociedad moderna, por el eontrario, se caracteriza, como vimos, por una relacién entre obrero y capitalista que cobra una forma pura- ‘mente contractual y es, en apariencia, indiscernible de las ‘otras multiformes transacciones de mercedo bre propias de tuna sociedad de intereamblo, La transformacién de Ta forma medieval de explotacién del trabajo sobrante en ls moderna no fue un proceso simple, representable mediante cierto arbol -genealégico por Iinea ditecta, Pero entse los remolinos de este movimiento, puédense discernir ciertas lineas de. direc- cién de la corriente, Estas incluyen, no s6lo cambios téenioos ¥ el nacimiento de nuevos instrumentos de produccién —que Tedoblaron ls productividad del trabajo—, sino una creciente ivisiin del trabajo y el desarrollo eonsigulente del inteream- ‘bio, asi como una progresiva separacié del productor respecto de fa tierra y de los instrumentos de produceiin y su aparl- ‘in como proletario. De estas tendenciss claves de la histo- ia de los altimos cinco siglos, la ultima reviste una significa. cién especial: no sélo porque, tradicionalmente, se la ha disi- ‘mulado, velandolapudorosamente con formulas acerea del pasaje de una relacién caracterizada por el “status” = otra ‘earacterizada por el “contrato", sino porque ha traido. al ‘centro del escenario historico una forma de compulsion a trabajar para otros, de indole puramente econémica y “obje- ‘iva’, con lo que ha echado los cimientos de esa forma peculiar y mistificadora por cuyo intermedio una clase oclosa puede 24 Op. city pig. 845 (ed, eastelana} 32 sTuDIOS SOMME My DESAMOLLO DEL cAPrEALISNEO explotar el plustrabsjo de otros, en que consiste 1a esencia del moderno’sistema que Ilamanos eapitaliseme uw El desarrollo del capitalisma se essinde on cierto nimmero de etapa, cractercadts por dicentes miele Be sae, SS Feconoubles cada una de elt por fangs Sen in isos Pero cuando procurames delincar elastance come a Inka del captllimo, se prem casa ae Sonsideracion en torn la que confine, Seger it eh Si entendemoy por “plain” un mea ech Beducin no podem stare organo eae ase Plmerasianiftaiones Ge un comico de grate She clase de mercaderes 9 r Decal de “sopttione ‘coment Dehence eaperar que se inicie ‘el pevians: opin ey cuando sobrevienen cambios tel mee de pret ae eae fentio de una subordnacin neta se sre at tala 'No "es eta una cuestcn de raise ys a fondo; sigiicn en efecto 0 st estamos or In we, eee Helén de una clase de tetos‘omertantes na eit ng, tna signiiccién revoluelonaray que au sapien cre flard une influencla mucho mency fundamental apes 1 tractus economica dela soistad que ie aparione is clase caplalsts cuyas fortunes 2 gue a Js Industria y'que, i ben una clase dosent en lanes de eiclovts 6 de seforesfeusles po ejemples ees ills el cameo 9 speck vnc eo Sherk Gs improbable due ura case de mercaderes gon Men eee Widad esenciat'la de intermedia entre proauote fen tidy procure converse en una case domes 23am sentido adil ¥ exclusio sie monciondbames Reco ane eet ‘ento! Como sis Tortinaytondotan s Nearest rach eo cen eistente, es mas probble quae anne eee 4 preervar ere todo de producidn no's tanga ge Probable que lachen por Simbricare™ on una fang ate i3,Aleunos, sin embargo, parocen haber emplesdo ol término “ca- ‘istione comercai”’para apilearlo, naa ia mere enatancs ae gaa Gs Galtaes y de mercaderes capccnlzadas en is Stn de ose Sig site al primer periodo del capital, cuande' ia aod SSFeRs (oustng-ove system). Las enftese que tpares a eg se Felleres, desde lusgo, e ete erapea del Wea commana 2 de apropiacién del plustrabsjo, pero no que intenten cambiar ‘esa forms. Si observamos la historia del eapitelismo concebida do feste moto, resulta claro que debemos situar ett fase iniclal Inglaterra, no en el siglo x1 como lo hace Pirenne (pensando sobre todo en los Paises Bajos), ni en el siglo xiv can su co mercio urbano y sus gremios ‘artesanales, como Jo. hicieron ‘otros, sino en la segunda mitad del siglo xvt y los comienzos del Xv, cuando el capital empezs a impregnar la produc. cidn en considerable escala, ya bajo la forma de una relecion evolucionada entre eapitalista y obreros asalariades, o bien bajo Ja forma menos desarrollada de la gubordinacion de artes. ‘nos domésticos —que trabejaban en sus hogares-- por parte de un capitalist, propia del asi llamado sistema de encergos Cputting-out system”). Es verdad que ya antes pueden has arse numerosisimes ejemplos de una siluacién de transicion, fen que el artesano, perdida buena parte de su independencia 4a casa de su endeudamiento 9 frente al monopollo fe mercer eres mayoristas, habla entrado ya en Telaciones que implica. ban cierta dependencia de un mercader, dueno de capital, Es verdad también que en el siglo xiv 0 aiin antes existieron, en amiimero considerable, los que podriamos lamar (pera, cme plesr una terminologia modema) explotaciones de tipo. Kula el eampesino acomodado en la aldes, el comerciante local 9 el trabajador propietario en los oficios urbanos-- que em- pleaban trabajo asalariado. Pero la escala y el desarrollo do estos casos parecen haber sido demasiado. pequetios para ver fen elles otra cosa que un capitalismo adolescente y difell- ‘mente justifican que, on fecha tan temprana, efirmemos a existencia de capltalismo como nuevo modo de produceion ya bastante definido y difundido como para representar in seo esaflo pars otro modo de produccién més antiguo. De todos Puede decirse, con considerable seguridad, que un modo ca Pitalista de produccién y una clase especial de capitatisias especificamente ligada a él, no alean2é importancia decisiva pera el deserrollo social y'ecandmico hasta las iltimas dé- adas del periodo. Tuder. En el desarrollo del capitalismo a partir de entonces es evidente que hay dos momentos decisives. Uno de ‘ellos se ubies en el siglo xv cuando las transformaciones politicas ¥ sociales de ese periodo decisivo, ineluidas la luche dentro Ge as corporaciones privilegiadas —deseubierta por las. in. Yestigaciones de Unwin—, asi como la lucha del Parlamenta contra los monopolios, que aleanz6 su punta eulminante con Ja revolucién eromwellians y cuyos resultados estuvieron muy au STUDIOS Some HL BEGAMOLLO DEL cAPTALISMO. lejos de ser aniqullados con la Restauracién, no obstante cierto ‘grado de compromiso y reaccién que ell’ introdujo. El se gundo momento es el de la revolucién industrial de fines del Siglo XVI y primera mitad del XIX, ctlya. importancia, fue fesencialmente econémica y que se reflejé de manera menos impresionante “aunque por nada del mundo desdesable— en 4a esfera polities. Tan decisiva fue para todo el futuro de la economia ‘capitalists, represents una transformecién tan ra. dlical de la estructura y organizacién de Ta industria, que hubo quienes vieron en ella el parto del eapltalismo modemo or lo tanto, el momento més decisivo en el desarrollo social ¥ econémico desde Ia Edad Media, Pero hoy, tun conocimienta ¥ un juicio mis meduros indican claremente’ que, en realidad, a revolucién industrial represents el momento de. transicion de una fase primitiva y todavia inmadura del capitalismo —-en Ja que el régimen de la pequefia produccién precapitalista estaba siendo impregnado por el capital, subordinedo a él, despojado de su. independencia como forma de economia, ppero en Ia que aiin no habia sido transformado enteramente—, una fase en que el capitalismo, sobre la base del cambio ‘téenico, realiza ‘su propio, especitico proceso de produccién fundado en la unidad colectiva de produceign de gran escala, Ja fébriea, con lo que se consuma el divorcio final entre el productor y. su propiedad sobre los medics de producciin. (0 lo que de ella le quedaba) y se establece una relacion simple y directa entre capitalista ¥ obreros asalariados ero si fechamos de esta manera el origen del modo cape talista de produccién se nos presenta en el acto, al parecer, una grave dificultad. Para ser congruentes no debemos Te conocer, no meramente dos, sino tres momentos decisives en Ja transicién del modo medieval de produccién al capitalista, gue el tercero —y primero en el tiempo— de ellos sefialaria Ia desintegracin del feudalismo? Y si admitimos que ese an- ‘terior perfodo decisive de transicion existié, geémo caracteri- zamos 21 sistema econdmieo del periodo que transcurre entre fese momento y fines del siglo xv: parfodo que, segiin nuestra cronologis, parece haber sido no feudal pero todavia no ci pitalista eh lo relative a su modo de produeclin? Es. verdas i, que el siglo x1v presencié una crisis del viejo orden feu. dal, que siguié muy de eerea al ascenso de eludaces que obte- an cartas de privilegios a un grado considerable de autono- ‘mia local, politica y econémica, asf como a una influencia agrandemente acrecida en cuestiones nacionales, En esta crisis, el modo feudal de produccién, basedo en la servidumbre, re- sulté seriamente sacudido y slesn2i una avanzada etapa de corms % resintegracién, cuyos efectos se vieron en el malaise* de la ‘Sonoma terratenonte en el sglo siguiente. Pero x menos de ‘Gentifiear el final del feudelsmo con el proceso de commu dion tema que trataremas més adelante—, no se puede hablar Stim del fine! del sistema medieval y, menos todavia, del d= owanlesto dela coe dominante medieval. Bs verdad tan- Tidn my reviste sobresliente importanelapara_ toda _com- Prestin conenta de esta transicién-~ que la desintegraciin del Prado Yeudel de producelin ya habla aleanzado una. etapa {vaniads onter de que se cesarolaa el modo captains de eeién y que esta desintegrecién no" avanzo en intima Enda con el cfecimiento del nuevo modo de production en la Juta‘Gel antiguo. Los doscientosy fentos ahor transeurrdos {ntre Biuetdo ill e Teabel tuvleron, lertamente, caracter de {ffamsicion, Une burguesi mereantil babia sleenzato riguezs f inflyencia, Obtenida cleta situsetn de_privilegi, avg en calidad de copsrtcipe antes que de antagonsia de la oblese §, en el period Thudor, se entrevers en parte on Ste, Su aparien ejerelt6 sscass intluensia divecta sobre al Shale de produccion; obtenta gus. genaneias aprovechsno. dc {orencias de precios en el erpacio y en el tiempo determinadas por ln general inmoviligad de los produetores y la escasez de is rectrsos diferencias de precios que intent mantener fasta ensinchar a través de gus priviesios monopalistas—2 Bn tes oficios urbanos y en Ia aparicién de arrendatarios I bres de buena 0 mediana posisin, vemas un modo de produc- tion ‘que se habla hecho’ independiente’ del. feudalismo: in posueia produceiin del trabsjadorpropietari, de "0 ar~ jestno 0 eaimpesino, que no era todavia, capitaista aunque contenia dentro de siel embrion de relaciones capitalistas y 1.5 francés on ol texto (n. det 6), 56 Gh eh ngudo comentario Go Mars? el capital comercial apa seoe como la forme psvores el capital Touche antes de que to Eee atu pero Ja nsma prodoscton, ©. BI desarrollo Tndepene dlcnie y" predominanto dal ceptal como capifal comercial equlvale a fs'no rumasan de le producen al eapial g, por tani, al degsrrallo. ridueién ajena a fl en ndiente cet cepital comer ao ai invert dene, conn anal (Bt Capital, vl ame es Benne: tq tna epee gh Ie umbels ian may frecuentes bastaba ‘promirarte una pequeha‘catidad de, grate ‘Buen precio en Ine resiones en donde abundabn, para vealiar tabu sas fananola, que ere Zee multipicar despues, Hgulendo el mismo ‘metodo, La ebeeulacion ,, contribuyé pues, ampllamente, Ts for= nation de las’ primeras foreunas vorterccles* (Htora ezonéeicay ‘Zovial ae Ta Bded Media, pag. 41 (ed cast ck). 38 [STUDIOS SOORE HL NESARHOIO MEL CAPTAEIENO hasta evidencaba signoe de caer bajo Ia sujeién de un eae pial ajeno a ella, Pero este tipo de economia segul siento nclomento suordnado de'la ceded yer pages nee gue una mayors de pepichee fertegucre, hanaae ent Una renta en dinero. (gue, sin embargo, constituis mie Smee rd un page conmustudiario que ana Sets commie, fstab stu vide, verso modes i stort oval y'subordinada ala; gue, a ben la mayer ne ie Ins ings se cultivaba con sabaje contstalo Ge 86 eases teaba todavia aujeta a una consenble compulsien ae ee Yen buena parte era presto por personas gue sin saneeee Fafen al slaro comno'una fora gaplementiea ny eer Susive™ Go subsintencia El trabajar pote ser oligo 2 trabajar or un slaro legal y tens epeide masses fu allen st permiso del sos local, Yen Sona args HeeGn ilo a enebat «ee hombres bel io be es lo que antes Ios diatnguira de iy eilant aero ioe ae: Ta bertad de movimiento Lap tlacions soil eins 1s nce» su sors yams aoeraro’ en es tho de su eacter medieval; y menos‘ tegument fe frden feudal se mantuvo en bueia parte Suman? Gel Ea aicusn de cierto cambils como los de fines del siglo xint™ merecen el notre de vevluctan se come renudo, no lo en el tempo del cambio, ting eh oa Saas Feidad cn aiferentes tama fe'la Sadana cose sete eek tna cussion decmiva Quicd dea detec dees savara Ct ter inalas interpretasioes, que ia historia det capitan Xs tapas Go's desarullo‘ne presentan necutlanenie ‘lana cronologla pare aierentee paris del pls @ deals Insts "yu, en clerto senda, vera correcto‘menco™ at, no una sola hora del capalians yu fosea pena sine una coleccién de historias del capitalismo, de que todad Besenfan una silsd general Ge forma pos, ade ane a. Eley, una ‘ronaogiaupurada ‘en caenty sa hei heaes ttapas. Bn oir. palabras difefentes reponse te“ingteres (Gen cients: telida hasta lferentes stadeasy (nai Poustine por elempo, los sgt Savy sy ats dees sorias etondmican, al sod como el dette eeoee de erntes nacines'Ge Suropa eh siglo Wit eo watass, Cortectamente, como ti conjnto de Distetieg ev Deena nance feperedes "Eno parece me veroinil «medi que sebeae feos sels y menos verdadero para el presnte Geto ae tele sentido, la pasion del propio expan ees Sg poderose fuern coordina,” Gustto conten a Pals Gomo un fody certo cambio erutal pasts Sees fe cara a fmpresin de ser un proceso tan prolongado, que revoluclén [Eumaen ‘nos parezca una Gesignacion,sndorrecta para. € $Soro en un soctor semiautinomo el imo de movimiento puede fsiinsase mucho mis, nivdamente, Lo significative. le Slocdad con. quo, en un sector dado, certa cadens de car Hos conscutiven to desarvola iuego de eiero aeontecimiento decisive wsveloecad comperada con 1a tasa de cambio de es {on factor en tompos tar normales y no, necesariamente, 1S Jituttaneldad de este scontecimiento yo cadena de con ‘euuncits ua diferentes sestores. Con relacibn @ eto, en Wer= Sia ge nos presenta una importante dstinclén entre transl- Sones principales de wna forma de hegemonta de clase @ ot cige ke yarbablamos~-y aguelas tensiiones menores, que jehalan eigpas dentro del transeurso de un sistema cconémicd flterminado. (a ls que, sl parecer, se veferia el profesor Pr- Senne alvafiomr que. el desarrollo del capitalitmo presen {aba la forme de “ine esesers"), Donde tna. lace nueva, figedaa un nuevo modo de producsin, se converte en la ice dominante'y desnoje del poder a los representantes dl Soo orden econdmicn 7 social, In infivencia do esta revolu- Tian poles debe expetimentarse necesariamente en foda el Sica ebarcada por squelle unided polities dentro de Ts cual sera transerigo el poder y sus consecuenciasinmediatay en Sie" ‘cauneorin plosimadammente,simltineas en tod len. “Presiamente' este cambio del poder police”, por To tanto, de ia citecetin en que st snfluenca se ejereit, en un hivenaconal es 1o-que Confere & momentos como a revo- Tucidn “ingles del siglo x0, In Ge 1700 en Francia 0 In oe 1017 en Rosia, 8 copecial significacin. ‘Bl desarolo del capitalismo a través de las principales faves en que se esinde au historia esto asocida, eeetcal= Inente, a cambios tecnicos que afectaron carder de la po- cela y, por ene motivo, os capitalists ligados a cada nueva fase tendicron a ser, ilelalmente al menos, un esiato dife- rene de capitaliies de los que fenian ni eepital inverti¢o en ti tipo de produccion nds antigua. Esto ocurn, de manera no- fable, en fa revoluciin inchstral, Los pioneros de Tos nuevas formas téeniees, on st mayoria fueron hombres nsevor que Carecian de privilege o de posieién socal y qe entraron en {cha contra ios privilegis de intresesereados més atiguon, fn nombre del Liberalism scondmico, A mendo estos hom bres nuevos debieron procurarse el capital que ecesitaban Para expandise mediante el rcureo de entrar em soredad con fapitlistes do mae antigua deta: a veces, mercaderesfabrca {ef que antes financier indisrins doméstias, istalaron 12 3 ‘serontos Sonne He sksAnnotlo Dez, CAPRALIESCO Dricas; y graduslmente el capital se transfirié de lo viejo a lo nuevo, de manera tal que el antagonismo entre los estratos de capitallstas més antiguos y los nouveaux riches de la nueva {industria nunea fue muy hondo, A su ver, este cambio en la estructura de la industria transformaba lag relaciones sociales Gentro del modo capitalista de producciin: modified radical- mente la division del trabajo, raled las filas del pequefio tra- ‘bajador-propietario, subcontratista, artesano de tipo intermedio. centre eapitalista y asalariado y transformé la relacién del obre- ro con el proceso productivo mismo, ‘Pero serfa un error suponer que estas relaciones sociales, fueron el pasivo refleja de procesos téenicos e ignorar el grado fen qe sus modificeaclones ejereitaron una influenela reeipro- a, a veces decisiva, sobre 1s forma del desarrollo. Ellas cons tuyen, clertamente, la edscara dentro de la cual crece el pro- plo desenvolvimiento téenieo, Sila concepelén del eapitaliemo y su desarrollo adoptada aqui por nosotros es valida, pareciera Gesprenderse que todo cambio en las circunstancias ‘gue influ ‘yen sobre Ja venta de Ia fuerza de trabajo, esa mercanci ‘erucial de todo el sistema —se trate de su abundancia o esca- sez relativas, o del grado de organizacién y de accién concer tada de los obseros, o de sus posibilidades de influencia po- debe afectar vitelmente Ia prosperided del sistema y, ppor lo tanto, el impetu de su marcha, les politicas social y eco némica de los dirigentes de industria y hasta el tipo de orga nizaciOn soclal y el progreso de la téenica, En el caso extremo, esos cambios Serén decisivos en cuanto a le estabilidad del sistema. En los eapitulos que siguen, la influencia que los eamblantes estades del mercado de trabajo ejercitan seré, con justicia o sin ella, un tema recurrente. Muy bien puede suce- er que ella se extienda a esferas que caen fuer del ambito Gel presente estudio, siendo sus efectos menos evidentes de los que mencionaremor aqui. Por ejemplo, dos autores han suge- ido, recientemente, una conexién enire las varisciones del mereado de trabajo y la actitud del Estado frente al eastigo del crimen; esta actitud, al parecer, fue menos dura y mis proclive a eonsideraciones de humanidad en épocas de escasez ‘Ge mano de obra en gue se necesiteba el trabajo de los pena ‘dos, que en épocas de abundante reserva de trabajo en que, por Jo tanto, la vida proletaria era barata.®" Acerca de la in fluencia de este factor sobre politica eecndmica, aventuraremos lun juicio general aunque s6lo sea como hipétesis para una in= vvestigacién més especializada. Parece haber, al menos prima FG, Rische y Kirchhelmer, Punishment end Social Structure, | careranssao Ey face, inticos para eialeser una conenin etre perodos en Sor /BGGGS Lane salodea tose Sende sue epwneon Sudien'y pevodes de ecser de mane Se oe esl 0 tt Sica Sade ‘pertoass on que ta plea tl Bao seine niet fan esil Ge Ubealane cenipto'y una salon Bites, ay Taunus en sulgue poet, pedaponen 4 BEGGS Inervent ena produce pueden so variety ome fas om tbe ep Foon’ chicos pores de eta Belen ‘Una icin que Have aun ipo de infesrenlon Hose evar a obo. 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"10 Hala ef Ahad del siglo av, sia embargo, ba polio ptsial 22 modes Gn Franola y se prosujo tn relorse pafcal’e un regimen de auiogon ‘Slemo grenial Para el siglo sm, ef P. Boisonnade, Le Sociaisme Bice Findusire et lev Classes industriclce on France, 1455-100, 0 [STUDIOS Som m, DESARROLLO ORL EAETEALINEO Dertad florece en grado maximo bajo el capitelisme cuando, Por existir un proletariado superabundante, el modo de prot dduceién esti seguro; mientras que cuando 1a oferta de trabajo ‘supera la demanda y el modo de produccién eapitalista pierde sstabilidad y se vuelve menos Iuerativo como fuente eine ‘#70505, entonces se tiende echar mano a la compulsisn legal Por contraposicién al euadro de una politica fluctuante del Estado hacia la industria, como el que la realidad nos pee, senta, el capitelismo ha sido representada a veces en icha constante por la libertad econémica, putes sdlo en ausencla de regulaciones y controles podria encontrar condiciones de ex. Pansién favorables. EI capitalismo, para este. punto de vista, 6 gl enemigo histérico de la compulsién legal y el monopolio, y éste, el resultado de una ilegitima ingerencta det Estado on 1 dominio econdmico, que procura poder en lugar de abun dancia 0 estabilidad social a costa de’ prosperidad en los nego. clos. Pero este cusdro se asemeja poco al verdadero; y en lo gue sigue destacaremos @ menudo el papel del monopolio en

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