Hacia una “comunicación slow”: el hábito de la desconexión digital periódica como
elemento de alfabetización mediática.
La tecnología, si bien es una herramienta sumamente poderosa en el aprendizaje y distribución de información, también puede ser el “talón de Aquiles” para la compresión profunda y detallada que, al final del día es lo que nos posibilita tener un criterio y opinión fundamentada sobre algún tema, evitando que caigamos en falsedades o que otros implanten en nosotros cualquier tipo de idea por más ilógica y absurda que sea; seamos fácilmente manipulables. Esto ha venido tomando cada vez más fuerza en esta “sociedad de la información” donde la inmediatez y la superfluidad se han convertido en tendencia. Los avances en la tecnología de redes inalámbricas a su vez han permitido que en casi cualquier lugar se pueda acceder a la información, por ello Javier Serrano-Puche (2014) recomienda una práctica de desconexión de estos medios, no permanente ni mucho menos, sino periódica (p. 201), buscando un espacio de reflexión en el que la persona ahonde en los datos que ha venido recibiendo, contrastándolos con otras fuentes y muy importante, con otras personas, ya que lamentablemente a pesar de ser un conector social muy importante, también facilita la separación y aislación de las personas. Lo que sin lugar a duda es un detrimento para el desarrollo integral de la comunicación humana. Y es que está demostrado que estos lapsos de desconexión traen distintos tipos de beneficios tanto al individuo como a su círculo cercano, aumentando la comunicación cara a cara, las expresiones corporales, concentración, en cierto sentido una especie de paz y libertad, un descanso del siempre presente ajetreo y prisas que trae consigo la tecnología, esto es lo que se conoce como una propuesta del movimiento “slow” que va en contraposición al incesante afán de la vida moderna, donde la calma y la paciencia parecen haberse extinguido. Todo este proceso de aprendizaje y buen uso de internet se ha denominado “alfabetización digital”, ya que es un proceso mediante el cual las personas reaprenden a usar los medios inalámbricos, potenciando y optimizando su uso, sabiendo que internet es una máquina, una herramienta, que como cualquier otra existe para potenciar nuestras habilidades no afectarlas y deteriorarlas y teniendo en cuenta que seguimos siendo por naturaleza seres comunicativos.