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Ser un líder es un Privilegio, no un Derecho

Stan Cox
Director de infraestructura y operaciones TI.
Alrededor de 20 años he pasado por diferentes tipos de liderazgo. Durante este tiempo, he
reportado a personas de diferentes niveles, desde un supervisor hasta un CIO, CTO y CFO.
Con cada líder, experimenté diferentes filosofías y manejo de gestión. Algunas de esas
experiencias y lecciones aprendidas fueron excelentes, y algunas no tanto. Tuve que poner
las lecciones que aprendí en una olla grande y convertirlas en algo mejor para crear mi
propio estilo de liderazgo.
A mis veintitantos años comencé mi primer papel de liderazgo, era muy importante que a
TODOS los de mi equipo LES AGRADARA. Quería ser amigo de todos, alguien con quien
pudieran pasar el rato, invitar a fiestas y enviar tarjetas navideñas. Mi trabajo era no
ofender a nadie, decirles lo que querían escuchar y evitar molestias. Me tomo algún de
tiempo, pero me di cuenta, que ser amigo de todos y tratar de hacer el trabajo, era
imposible. Eso causo una tremenda tortura.
Pasé de tratar de complacer a todos al otro lado del péndulo, exigiendo mi camino o
carretera. Estuve en un punto de mi carrera, en el que fui el responsable del éxito de la
unidad de negocio pero no había descubierto la palabra llamada respeto. Pensé que, al
mantener a mi equipo al límite, me ganaría el respeto. Descubrí que es muy difícil liderar
un equipo cuando nadie entiende lo que significa la palabra respeto, lo que representa y
que significa actuar respetuosamente.
Parece un buen comienzo de mi carrera de liderazgo, ¿no?

Mirando hacia atrás


Tengo que admitir que durante este tiempo me sentía como el niño nuevo de la escuela, un
torpe adolescente con frenos y con una grieta en mi voz, tratando de descubrir como
afeitarme y mezclarme en la multitud. Me pregunte si ser un líder era algo bueno, ¿Qué
estoy haciendo mal? Y ¿Es algo que realmente puedo hacer?
Estas dudas estaban en su máximo en un momento de mi vida donde de supervisor pasaría
a ser promovido a gerente. Era arrogante, pensar que un título de gerente era elegante y
mi equipo debería de tomar mi palabra como evangelio y siempre tendría la razón para
ellos. Aprendí rápidamente que era como el Grinch (Jim Carey) cuando él dice, “Incorrecto”.
Fue cuando comencé a reportarles a gerentes con muy pocas habilidades de liderazgo.
Odiaba ir a trabajar porque mi gerente me diría que no era lo suficientemente bueno y no
me daría ninguna retroalimentación constructiva o algún tipo de tutoría o capacitación. Mi
equipo era como dos niños peleando por el dulce más grande.
En ese momento de la vida fue una lucha constante para encontrar mi camino como líder.
No tenía manera de medir mi éxito. No me había dado cuenta que sin mí, mi equipo no sería
nada. Yo iba a la batalla por mi cuenta.
Mis experiencias bajaron a un punto cuando reporté a un líder que llamaba “Howard”
(Como en Howard Hughes) porque él nunca estaba. Aparecía de vez en cuando para
enseñarme su nuevo carro, o para pedirme firmar mi revisión, que decía que era normal o
alguien promedio.

El liderazgo es un Privilegio
Avance rápido en un par de años, diferentes trabajos y varias posiciones de liderazgo. A
estas alturas había sido testigo de toda la gama de estilos de liderazgo. Había formulado
mis propias lecciones de cómo ser un buen líder. Aquí hay algunas cosas que aprendí:
● Tu equipo cuenta contigo como su líder que les proporcionará las herramientas
necesarias para tener éxito. Tu trabajo es asegurarte de armarlos para el éxito.

● No todas las personas aprenden o responden de la misma manera. Como líder tienes
que encontrar la manera de cómo comunicarte con cada uno de los integrantes de
tu equipo. ESCUCHA y se abierto a todas las diferentes personalidades y
mentalidades que conforman tu equipo.

● Tu Título - Ya sea Líder de Equipo, Gerente, Director, VP o CEO, no te hace mejor


que los demás. Significa que tú eres un pintor, con una paleta con colores de
responsabilidad para crear algo hermoso.

● Piensa en ti mismo como una navaja suiza, para acomodar y atacar cualquier
situación en nombre de tu equipo.

● Tú eres como un General, listo para llevar tu unidad a la batalla. Quita los obstáculos
para que ellos puedan avanzar y guíalos para que puedan contribuir al plan de la
batalla. Escucha las retroalimentaciones porque sus opiniones importan.

Aquí está la lección más importante de todas. El título de liderazgo NO te da derechos; Ser
un líder es un privilegio. Significa que tu equipo confía en ti para hacer las llamadas
correctas, tener la perspectiva para guiar al equipo, y crear o alinearse a una estrategia para
el éxito. Gana ese privilegio liderando al equipo.
Comencé este blog afirmando que es un privilegio ser líder. Este es el por qué. Una
compañía o alguien confían en ti con su dinero, éxito y carrera. Tú y tu equipo tienen una
gran influencia sobre quien es la empresa el día de hoy y quien será el día de mañana. Tu
influencia y decisiones impactan a otros. Tienes la responsabilidad de ayudar a la gente a
que crezcan como persona y empleado. No puedes ser efectivo sin interiorizar ese
concepto.
Parte de ser un gran líder es reconocer que no eres perfecto. Me desafío a mejorar cada
día. Tengo decisiones difíciles que tomar y eso viene con el papel de líder. Algunos días me
olvido de lo que he aprendido y me quedo atrapado en el intento de seguir un ritmo. Ahí es
cuando recuerdo parar y tomarme el tiempo para mostrar mi agradecimiento, dándoles un
apretón de manos o enviar un correo de felicitación. Porque ser un líder para otros es algo
que nunca volveré a dar por sentado.

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