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Finanzas Públicas

Las finanzas públicas es un campo de la economía que se encarga de estudiar el pago de actividades
colectivas o gubernamentales, y con la administración y el diseño de dichas actividades. El campo
se divide a menudo en las cuestiones de lo que el gobierno o las organizaciones colectivas tienen
que hacer o están haciendo, y las cuestiones de cómo pagar por estas actividades.

También suele denominarse economía pública o finanzas del sector público.

Actividad Financiera del


Estado

Recursos Gastos
Sistema Públicos Públicos Presupuesto
Tributario

Para Satisfacer las Necesidades Colectivas Servicios


Públicos
Gasto Público

Se denomina gasto público al dinero empleado por un gobierno para pagar por la defensa, proyectos
de desarrollo, educación, salud, infraestructuras, mantenimiento del orden, justicia, etc. Los fondos
para mantener el gasto público es obtenido de los impuestos.

El gasto público se clasifica por los economistas en tres tipos principales:

• La adquisición gubernamental de bienes y servicios para su uso actual para satisfacer


directamente las necesidades individuales o colectivas de los miembros de la comunidad se
clasifica como gasto de consumo final del gobierno.
• La adquisición gubernamental de bienes y servicios destinados a generar beneficios
futuros, tales como la inversión en infraestructuras o el gasto en investigación, se clasifica
como inversión pública (formación bruta de capital fijo), que suele ser la mayor parte de la
formación bruta de capital del gobierno. La adquisición de bienes y servicios se realiza a
través de producción propia por parte del gobierno (uso de la fuerza de trabajo del gobierno,
activos fijos y bienes adquiridos y servicios para el consumo intermedio) o a través de las
compras de bienes y servicios a productores de mercado.
• Los gastos del gobierno que no son la adquisición de bienes y servicios, y en su lugar sólo
representan transferencias de dinero, como los pagos de seguridad social, son llamados pagos
de transferencias. El gasto público puede ser financiado por impuestos o préstamos del
gobierno.
CONCEPTO DE GASTO PÚBLICO

El gasto público es la cantidad de recursos financieros, materiales y humanos que el sector público
representado por el gobierno emplea para el cumplimiento de sus funciones, entre las que se
encuentran de manera primordial la de satisfacer los servicios públicos de la sociedad.

Así mismo el gasto público es un instrumento importante de la política económica de cualquier país
pues por medio de este, el gobierno influye en los niveles de consumo, inversión, empleo, etc. Así,
el gasto público es considerado la devolución a la sociedad de algunos recursos económicos que el
gobierno captó vía ingresos públicos, por medio de su sistema tributario principalmente.

La forma de estructurar el gasto público es de gran importancia para la economía en general, pues
siendo un instrumento poderoso que afecta la economía, su manejo causa u origina diversos
fenómenos que algunas veces son positivos y otras veces son negativos para un país e incluso otros
países que estén fuertemente correlacionados económicamente.

Del análisis de la estructuración y aplicación del gasto público se pueden predecir ciertos
comportamientos de la economía así como los fines que persigue el sector público.

A lo largo de la historia de los estados modernos, el entendimiento de las funciones del gobierno
para intervenir en la economía a través del gasto público ha tendido a incrementarse o decrementarse
paralelamente de acuerdo al pensamiento ideológico del gobierno en turno y/o de la influencia de las
grandes potencias económicas que confluyen en sus respectivas economías.

En nuestro siglo, el sector público aparte de realizar las funciones tradicionales de gobierno que eran
salvaguardar a sus ciudadanos a través del orden interno y externo, y administrar la justicia; ha
asumido otras funciones mucho más amplias valiéndose para ello del gasto público.

En estas actividades el sector público ha venido utilizando al gasto para tratar de dar más empleo,
estimular la actividad económica, crear la infraestructura productiva del país, dar vivienda a los
trabajadores, elevar el nivel educativo proporcionando educación gratuita, proporcionar servicios de
salud, etc.
Tipos de deuda

Deuda es la obligación que contrae un individuo cuando pide algo, con el compromiso de devolverlo
con acuerdo a unas condiciones pactadas previamente.

Siendo más precisos en la definición, la deuda es la obligación de devolver el capital en el plazo


acordado y con el tipo de interés fijado. La cantidad adeudada es la suma del capital solicitado más
los intereses que correspondan.

Cuando un banco, entidad, Estado. Emite deuda ya sea por motivos de inversión o de
financiación, en la relación contractual que se contrae, se corresponde con el deudor (emiten deuda
y contraen la obligación de devolver el principal más intereses), y aquel que compra dicha deuda se
convierte en su acreedor (son aquellos que desembolsan un principal y reciben unos intereses a
cambio).

Tipos de deuda en función del emisor

Dependiendo de quién emita esa deuda podemos encontrar:

• Deuda pública: son todas las deudas que mantiene un Estado con inversores (nacionales o
internacionales).
• Deuda privada: es la deuda que tiene cualquier persona, física o jurídica que no es una
Administración pública.
PRINCIPIOS DEL GASTO PÚBLICO

Eckstein (1965) planteó la interrogante sobre ¿si pueden darse algunos principios que guíen el gasto
público? Al respecto opina que es el proceso político en general el que determina los gastos
gubernamentales, mientras que las decisiones específicas se adoptan en la elaboración del
presupuesto, que es una exposición detallada de los gastos e ingresos previstos por el gobierno para
un año.

Para establecer los principios que guíen el gasto público se debe tomar en cuenta los fines
que se quieran alcanzar y que pueden ser, desde reducir el gasto público al mínimo posible para que
interfiera lo menos posible con la iniciativa privada, no importando las consecuencias negativas que
ello pudiera causar y manteniendo una tendencia liberalista o desreguladora.

El caso contrario sería procurar que el gasto público alcance el nivel más alto posible para
tener el gobierno gran influencia en la economía, lo cual lleva a un tendencia intervencionista,
reguladora e incluso estatista en la actividad económica del país.

De acuerdo a estos dos postulados es como se tiende a establecer los principios del gasto
público. Sin embargo, también existen ciertos principios de tipo general que pueden ser aplicados en
ambas situaciones; estos principios no se excluyen mutuamente, pero en sí son diferentes.

En lo referente a los principios del gasto público, dos autores proponen algunos principios de tipo
general y con una definición precisa y objetiva. Quienes nos dicen que son cuatro los principios que
deben orientar el gasto público y con base a ello decidir acerca de la magnitud y naturaleza del gasto.
Los principios son los siguientes:
Principio del Gasto Mínimo.

Principio de Mínima Interferencia con la Iniciativa Privada.

Principio de la Máxima Ocupación.

Principio del Máximo Beneficio.

El Principio del Gasto Mínimo afirma que el gobierno debe gastar lo menos que sea posible, pero sin
poner en peligro la seguridad de los ciudadanos (como sería no gastar en la policía y el ejercito que
representan la seguridad interna y externa del país), así mismo sólo debe intervenir en algunos
servicios esenciales como la administración de justicia, construcción de caminos o servicios postales,
y enfatiza que cualquier servicio que pueda ser proporcionado por la iniciativa privada debe ser
excluido de los gastos del gobierno.

El principio de Mínima Interferencia con la Iniciativa Privada, dice que los bienes y servicios que
proporcionen las entidades públicas no deben competir con los que ya proporcionan la iniciativa
privada y establece que el gobierno no debe crear comercios al menudeo ni de bienes, ni servicios,
que no sean básicos a la población.

El Principio de Máxima Ocupación se refiere a la función como instrumento que tiene el gasto
público en ocasiones, con la finalidad de elevar el nivel de empleo ante un déficit de oferta laboral
por parte de la iniciativa privada como en épocas de depresión o falta de inversión para creación de
empleos. Al tratar de basarse en este principio se debe tratar de respetar el principio de interferencia
mínima con la iniciativa privada y cuando se rompe tal principio las consideraciones deben ser
aplicables si la finalidad es lograr la máxima seguridad social, el mayor ingreso nacional o un mayor
nivel de vida.

El Principio de Máximo Beneficio de todo Gasto Público, se refiere sobre el máximo beneficio
colectivo, y dice que cada peso debe gastarse donde la utilidad marginal social sea mayor. La
“desutilidad” marginal social de un peso obtenido por medio de impuestos debe ser igual a la utilidad
marginal social de ese peso gastado en la mejor forma posible. El problema de este principio radica
en cual es en la actualidad el mejor bienestar público. Este principio puede considerarse como un
complemento útil de los tres principios primeros.

Si continuamos analizando los cuatro principios, se puede inferir que el principio de máxima
ocupación obedece a una política estatista mientras que el principio del gasto mínimo es la otra cara
de la moneda, pues su fundamento es liberalista o de mínima intervención gubernamental. Sin
embargo, ambos comparten los principios de mínima interferencia con la iniciativa privada y de
máximo beneficio.

El otro autor que nos enuncia algunos principios sobre el gasto público es Eckstein (1965) y sus
principios son los siguientes:

Principio de los Beneficios y los Costos Marginales.

Principio del Menor Costo.

Principio de Apreciación Monetaria de los Servicios Públicos.

Principio de Contratos con Incentivo para las Adquisiciones Gubernamentales.

Principio de Mejoras en el Curso de la Toma de Decisión.

El Principio del Menor Costo nos dice que los gastos de todo objetivo público se deben llevar a cabo
hasta el punto en que la utilidad del último peso gastado sea mayor o por lo menos igual al peso del
costo. Este principio sólo es aplicable a algunos gastos públicos, pues las situaciones reales están
siempre sujetas a error. Además, si lo anterior no fuera suficiente, la propia definición de beneficio
no supone acerca de quién reporta los costos. Así mismo no basta analizar simplemente valores
monetarios de los beneficios o costos, sino se debe considerar los efectos de la redistribución de la
riqueza en activos intangibles como el caso de la educación, la investigación, la administración de
justicia, etc., en donde no es aplicable este principio, pues sus efectos directos no son medibles en el
corto plazo o en términos económicos. Su aplicación puede llevarse a cabo en los casos de
producción de energía, servicio de transporte y en su mayor parte en obras públicas en que los
beneficios son ante todo económicos, tangibles y mensurables.

El Principio de Buscar Soluciones al Menor Costo es más simple y pragmático que el anterior y a
pesar de ello no se ha aplicado efectivamente en grado creciente. Se basa en la idea de buscar la
solución del problema a menor costo, pero no sólo económico sino también incluye el aspecto social.

El Principio de Apreciación Monetaria de los Servicios Públicos establece que el gobierno puede
proporcionar dicho servicios gratuitamente, subsidiarlos o cobrarlos a precio de mercado. Para
algunos economistas la ausencia del cobro asegura un uso máximo pero puede conducir al
despilfarro, mientras la fijación de precios es en gran medida una cuestión de eficiencia económica.
La regla de la fijación de precios es que éste sea igual al costo marginal. En la práctica los gobiernos
suelen proporcionan sus servicios a menor precio debido a consideraciones filosóficas o la influencia
de ciertos grupos sociales.

El Principio sobre Contratos con Incentivos para las Adquisiciones Gubernamentales busca que el
proveedor del gobierno ofrezca los planes más ventajosos de crédito, calidad y disponibilidad para
beneficio general de la comunidad, y que los contratos gubernamentales otorgados no sólo sean por
compromisos particulares. Si se considera al gobierno como el mayor cliente en muchos casos, el no
establecer este principio puede degenerar en una distorsión de la función real de las compras
gubernamentales.

Sobre el último Principio Relativo a las Mejoras en el Curso de la Toma de Decisiones se sugiere
que la estructura del gobierno sea tal, que determinada secretaría, ministerio o institución
gubernamental sea responsable en relación con un objetivo determinado, no existiendo competencia
intergubernamental. Esto favorece a sus respectivas entidades o dependencias. Este principio nos
indica que la información se debe de organizar de tal manera que los responsables de la política
económica tengan a la vista las alternativas más importantes, incluyendo los costos estimados no
sólo del año en curso, sino de sucesivos años. Hay que recordar que la acción gubernamental en
materia de gasto público no se puede limitar a estimaciones de corto plazo.
Evasión y elusión.

Frecuentemente se escucha el uso indistinto de ambos términos, cuando sus significados son
radicalmente diferentes.

Por evasión fiscal entendemos acciones premeditadas de los contribuyentes, físicos o jurídicos, para
evitar el pago de los impuestos que obligatoriamente les corresponde. Por tanto, se trata de
comportamientos ilegales y sujetos a sanción pues, utilizando diferentes esquemas, se reduce o se
anula el pago de impuestos, afectando el bienestar de la colectividad.

Por el contrario, la elusión fiscal se refiere a movimientos o esquemas para minimizar el pago de
impuestos, aprovechando oportunidades o portillos que la ley permite o admite.

Ejemplos de evasión fiscal incluyen el contrabando de mercancías, o la subfacturación de las


exportaciones para declarar menos impuestos sobre un valor inferior al verdadero.

La hacienda pública se descompone en 4 áreas importantes y delimitantes entre sí:


• Ingresos Corrientes: Los tributos son la principal fuente.
Son aquellos recursos provenientes de la vía fiscal, mediante la venta de bienes y servicios.
Son aquellas percepciones que significan un aumento del efectivo del sector público, como
resultado de sus operaciones normales, sin que provengan de la enajenación de su patrimonio.
Percepciones provenientes de impuestos y entradas no recuperables, que no provengan de
donaciones o de la venta de bienes raíces, activos intangibles(patentes, , activos de capital
fijo(En lenguaje financiero es todo lo acumulado en dinero que no ha sido gastado por su
dueño, es decir que ha sido guardado y puesto en el mundo financiero; esto puede ser por
medio de compra de acciones, bienes adquiridos o fondos públicos, entre otros siempre con
el fiel propósito de tener de regreso más de lo que se invirtió). Son los ingresos tributarios y
no tributarios.
• Gastos Corrientes y de capital: Es aquel que efectúa un estado con la misión de contratar
personal o en su defecto aquel destinado a la compra de insumos, bienes y servicios que son
esenciales para llevar a cabo de manera satisfactoria las funciones de administración que le
caben desplegar. Es decir, el gasto corriente está especialmente vinculado con la producción
y el consumo que efectúa el estado de cuestiones específicas como ya mencionamos, pagarle
al personal que contrata o pagar aquellos productos y servicios que necesita.

• Incentivos o gastos tributarios: Son los Ingresos que el Estado deja de percibir al otorgar
concesiones tributarias, que benefician de manera particular a algunos contribuyentes y que
tienen por objetivos financiar determinadas políticas públicas.-
(contrato de concesión el Estado otorga a una persona llamada concesionario la operación o
explotación, total o parcial, de un servicio público o la construcción de una obra destinada al
servicio público a cambio de una remuneración que puede consistir en derechos, tarifas, tasas,
etc.)

• Endeudamiento público:

Estos 4 componentes constituyen la esencia de la economía pública.-


Deficit Fiscal

Se denomina déficit fiscal al saldo presupuestario del Gobierno cuando este es negativo (los gastos
son superiores a los ingresos), y es el resultado global del presupuesto del sector público de un país
a lo largo de un período contable, generalmente un año. Incluye todos los niveles de gobierno (desde
nacional hasta local) y el gasto de la seguridad social.
El saldo presupuestario es la diferencia entre los ingresos del gobierno (por ejemplo, impuestos) y
gastos. Si este balance es positivo se llama superávit presupuestario o fiscal, y un saldo negativo se
llama déficit fiscal.

El saldo presupuestario del gobierno (superávit o déficit fiscal) se utiliza para evaluar la salud fiscal
de un país. También se diferencian por términos relacionados muy de cerca como el balance
primario y balance estructural (también conocida como saldo cíclicamente ajustado) del gobierno.
El saldo presupuestario primario es igual al saldo presupuestario del gobierno antes del pago de
intereses.

Por último, señalar que cuando un país incurre en déficit fiscal debe financiarlo mediante la emisión
de deuda pública por lo que aumentarán las cantidades a pagar por intereses.-

Política Fiscal

En economía, la política fiscal se puede definir como el uso del gasto público y la recaudación de
impuestos para influir en la economía.

La política fiscal puede ser contrastada con el otro tipo principal de la política económica, la política
monetaria, que intenta estabilizar la economía mediante el control de las tasas de interés y la oferta
de dinero. Los dos principales instrumentos de la política fiscal son el gasto público y los impuestos.
Los cambios en el nivel y la composición de los impuestos y el gasto público puede influir en las
siguientes variables en la economía:

• La demanda agregada y el nivel de actividad económica


• El patrón de asignación de recursos
• La distribución de los ingresos.

El endeudamiento público
Tanto el Estado salvadoreños como sus ciudadanos han registrado mayor endeudamiento en los
últimos años.

Muchos hemos escuchado decir que en el último quinquenio la deuda pública de El Salvador se elevó
a números nunca vistos en la historia del país. Asimismo, muchos han hablado que la capacidad
adquisitiva de los salvadoreños ha disminuido y que el costo de la vida también ha ido en aumento.
¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar en verdad qué significa el endeudamiento, la deuda pública
y cómo repercuta en la economía de un país como el nuestro?

En palabras del Diccionario de la RAE (DRAE), el endeudamiento son “obligaciones de pago


contraídas por una nación, empresa o persona”. En ese sentido, el endeudamiento se convierte en una
especie de deuda, la cual obliga al deudor pagar en un plazo determinado, y en su mayoría con
intereses por el tiempo que dura la deuda.

De acuerdo con la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), “el
endeudamiento es la capacidad de prevenir y tener la disposición necesaria para llevar a cabo futuras
rentas, dependiendo de la solidez económica y de la capacidad laboral. Este fenómeno es causado
por los cambios en variables económicas como la eficacia del sistema financiero, los tipos de interés
de los préstamos y el ambiente de confianza para llevar a cabo las operaciones”.

Es así como el endeudamiento público, mejor conocido como deuda pública, ha ido en incremento
en los últimos años en el país. Para el Banco Mundial, la deuda pública “es aquella que tiene el
Estado con los ciudadanos, países u organismos financieros internacionales. Es la suma de deudas
que tiene el Estado y puede expresarse como cuantía o porcentaje sobre el Producto Interno Bruto
(PIB)”. Entre el 2010 y 2013, según las estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR), la deuda
pública aumentó 3 mil 109.9 millones de dólares. Mientras que en el último año, entre mayo de 2013
y mayo de 2014, dicha deuda se incrementó en 509.5 millones de dólares.

Para la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), en su informe El Salvador: análisis de


sostenibilidad fiscal, asegura que “el elevado endeudamiento es nocivo para el progreso social y el
crecimiento económico. Desde el 2009, la situación de la sostenibilidad fiscal se ha visto deteriorada,
entre otras razones, por el bajo crecimiento de la economía salvadoreña, el impacto de la crisis
internacional que provocó una caída considerable en los ingresos fiscales que llevó a financiar el
gasto mediante endeudamiento”, concluye esta Fundación.

¿Cómo funciona la deuda pública?

De acuerdo con Fusades, la deuda pública puede funcionar como un mecanismo de política
monetaria. “El endeudamiento también es un instrumento de la política monetaria y fiscal de los
Estados. Gracias a la compraventa de títulos de deuda pública, un Estado puede aumentar o reducir
la cantidad de dinero en circulación. Si hay inflación sobra dinero en el mercado. El Estado puede
vender deuda pública (cambiar títulos por dinero) para así reducir la cantidad de dinero en
circulación. Si hay deflación el Estado puede comprar los títulos de deuda pública (dar dinero a
cambio de ellos) para aportar más dinero al mercado”, asegura esta entidad.

En el país, otra de las formas recurrentes en la que se expresa la deuda pública es a través de Letras
del Tesoro (Letes). De acuerdo con la Bolsa de Valores de El Salvador (BVES), estas “son valores
negociables que emite el Ministerio de Hacienda para subsanar deficiencias temporales de la Caja
del Tesoro Público. Son valores de corto plazo (entre tres meses y un año) emitidos a descuento. En
las Letes se consigna la obligación del gobierno a pagar su valor nominal en la fecha de su
vencimiento o en forma anticipada”, explica Emma Vilanova, gerente de Mercadeo de BVES.

Según Hacienda, “la finalidad de las Letes es apoyar las necesidades financieras de administración
del flujo de caja del Ministerio, así como apoyo al Presupuesto General de la Nación”.

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