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La estructura del cuento se puede dividir en tres momentos. Un primer momento del texto
se produce cuando el hombre llega a la casa y discute con el mayordomo (hasta la línea
16). Se nos presenta directamente el mundo del lector. El segundo momento corresponde a
la lectura del relato, nos enteramos de los personajes (hasta la línea 32). Entraríamos en un
universo ficticio. El último momento remite al desenlace. En él se funden los dos espacios o
universos (real y ficticio), y su fusión creemos otro totalmente distinto en el que predomina lo
extraño y fantástico (universo inverosímil).
Respecto al espacio, parece necesario resaltar la finca, el sillón favorito, el parque de los
robles y el atardecer bajo estos. La tranquilidad es lo que define al lector, un espacio
burgués en el que cada persona y cada cosa se encuentran en su sitio. La escena tiene
lugar al atardecer.
1º PARTE 2º PARTE
3º PARTE
PERSONAJES
El lector
Los amantes
ACCIÓN
¿Qué hacen?
ESPACIO
TIEMPO
Atardecer
Realidad
Anochecer
Ficción
Crepúsculo
Fantasía
A lo largo del texto vemos varios elementos anunciadores de que algo va a pasar. Para
observar cómo funcionan se emplean los campos semánticos. El primero es el de la
violencia (línea 8 “irritantes intrusiones”, línea 12 “placer casi perverso”, línea 17 “sórdida
disyuntiva”). Apreciamos indicios del sufrimiento de lo fantástico, es decir, hay un cierto
misterio, otro campo semántico. La idea de plan, de estrategia, la ambigüedad (“pasión
secreta”, línea 23 “mundo de hojas secas y senderos furtivos”) son otros de los campos.
En el desenlace es posible contemplar una visión cinematográfica del crimen entre el sillón
y el lector. Pues bien, se trata de un zoom progresivo que no nos deja divisar el final, ni
cómo los amantes lo matan. Coexisten una serie de imágenes representativas. Podemos
hablar del ritmo del relato. Cortázar decía “el cuento es una carrera contra el reloj”. Por
tanto, observamos expresiones que aceleran el relato (línea 18, línea 25 “diálogo
anhelante”, “arroyo de serpientes”). De los verbos y las frases cortas y breves resulta una
subida de tensión progresiva en el ritmo. Todo esto nos lleva al final del cuento que es
donde se aprecia el efecto de sorpresa.
De las líneas 43 a 46 encontramos la frase final, la cual es larga y sin verbo alguno. Esto
implica que la acción es inexistente. Parece considerable el empleo de artículos definidos,
precisos que dan la impresión de familiaridad con el espacio. También, aporta el efecto de
suspense, de duda. Tenemos una circularidad perfecta y una apertura.