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¿Qué son las bacterias? https://concepto.

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Se llama bacterias a un dominio de microorganismos procariotas (desprovistos de núcleo celular) de diversas
formas y tamaños posibles, que junto a las arqueas, constituyen los seres vivientes más primitivos y más
abundantes del planeta Tierra, adaptados a prácticamente todas las condiciones y hábitats, incluido el
parasitario. Algunas pueden incluso subsistir en condiciones hostiles, como el espacio exterior.
Las bacterias son descendientes inmediatos de las primeras formas de vida unicelular del planeta, surgidas en
condiciones muy distintas a las actuales hace unos 4.000 millones de años. Se ignora si dichos seres fueron
más semejantes a las arqueas o a las bacterias, pero se sabe que son su antepasado común.
Sin embargo, las bacterias han estado implicadas, quizá debido a su abundancia, en la mayoría de los
saltos evolutivos celulares, como es el origen de las mitocondrias (en las células eucariotas) o los cloroplastos
(en las células vegetales), mediante procesos de endosimbiosis.
Asimismo, estos seres vivientes tienen relaciones con prácticamente todas las formas de vida del planeta, ya
sea de comensalismo (como las bacterias que proliferan sobre la piel), mutualismo (como las que colaboran
con la descomposición de la comida en el intestino) o de parasitismo (como las causantes de infecciones y
enfermedades). Para combatir estas últimas, el ser humano creó los antibióticos.
Por otro lado, la vida bacteriana es indispensable en los procesos de descomposición de la materia orgánica,
necesarios para el reciclaje de elementos como el carbono o el nitrógeno, y constituyen el piso de las cadenas
tróficas microscópicas en diversos ambientes.
Las bacterias se reproducen con velocidad y mediante procedimientos asexuales, que consisten en la
replicación de la célula progenitora en dos exactamente iguales a ella (mitosis o fisión binaria). Se estima que,
en un ambiente propicio, una bacteria se divida en dos en apenas 15-20 o 20-30 minutos, dependiendo de la
especie.
Tipos de bacterias
Las bacterias cocos tienen forma esférica o redonda.
Las bacterias son estudiadas por la bacteriología, una rama de la microbiología. Esta disciplina las ha
clasificado de acuerdo a diversos criterios, tales como su forma o su respuesta a la tinción. En ese sentido,
puede hablarse de:
Bacterias según su forma:
Bacilos. Formas alargadas, como barras microscópicas.
Cocos. Con forma esférica o redonda.
Vibrios. Con forma de sacacorchos o tirabuzón.
Espirilos. Con forma de hélice o espiral.
Bacterias según su respuesta a la tintura:
Gram positivas. Adquieren un color violáceo o claramente violeta cuando se emplea el tinte.
Gram negativas. Toman un color claramente rojo cuando se emplea el tinte.
Existen otras clasificaciones, que toman en cuenta el hábitat, su metabolismo celular o sus componentes
bioquímicos.
Estructura de las bacterias
La estructura unicelular bacteriana suele
ser bastante simple, sin núcleo celular y
casi sin orgánulos definidos, pero
con un nucleoide (región irregular donde
se halla el ADN circular de los
procariotas), una pared celular
de peptidoglicano que recubre la célula
por fuera de la membrana plasmática y
frecuentemente pili o flagelos para
desplazarse (en el caso de que sean
móviles).
Dispersos en el citoplasma bacteriano
suele haber plásmidos (pequeñas moléculas de ADN no cromosómico), vacuolas (depósitos de sustancias de
reserva) y ribosomas (para la síntesis de proteínas). Algunas bacterias presentan compartimientos procariotas,
primitivos orgánulos rodeados por membranas, destinadas a labores bioquímicas puntuales dentro de la
célula, dependiendo de su metabolismo.
Ejemplos de Bacterias
- Escherichia coli. Una bacteria gram negativa frecuente en los tractos gastrointestinales del ser humano y
otros animales de sangre caliente, capaz en determinados momentos de suscitar una infección.
- Neisseria gonorrhoeae. Gonococo que ocasiona la gonorrea, una infección de transmisión sexual en los seres
humanos.
- Bacillus anthracis. Bacteria inmóvil y gram positiva que produce lesiones negras reconocibles en la
piel (carbuncos).
- Sorangium cellulosum. Myxobacteria gram negativa sumamente frecuente en los suelos y de metabolismo
inocuo.
- Clostridium botulinum. Agente causal del botulismo, mediante una neurotoxina que segregan estas
bacterias, cuyo crecimiento en enlatados (las latas henchidas y que sueltan gas al abrirse son un claro síntoma)
y otras conservas de alimentos es conocido.

LOS PROTOZOOS
Generalidades
Del griego protos, primero y zoon, animal; son en su mayor parte animales unicelulares de tamaño
microscópico. Constituyen el más inferior de todos los grandes grupos o tipos del Reino animal que se
diferencian de todos los demás, que son pluricelulares y que están formados por tejidos y se les llama
Metazoos (del griego meta, después).
Por su estructura los protozoos se parecen a una célula de los Metazoos, pero funcionalmente son organismos
completos, equilibrados fisiológicamente y realizan todas las funciones esenciales de un animal.
Algunos son de estructura muy simple y otros complejos, con orgánulos (celulares) que sirven para
determinados procesos vitales y funcionalmente son análogos a los sistemas de órganos de los animales
pluricelulares.
Se conocen 30 000 protozoos diferentes, y el número de individuos es superior al de todos los demás
animales. Cada especie vive en un ambiente húmedo particular: en el agua de mar o en el fondo del océano,
en tierra, en las aguas dulces, salobres o corrompidas; en el suelo o en la sustancia orgánica en
descomposición.
Muchos viven y nadan libremente, mientras que otros son sedentarios, y en ambas categorías los hay
coloniales. Otros viven encima o en el interior de algunas especies de plantas y de toda clase de animales
desde otros protozoos al hombre.
En cada caso varia la relación con el huésped, desde ser meramente casual hasta un parasitismo estricto.
Muchos protozoos sirven de alimento a otros animales pequeños.
Algunos son útiles en la purificación de los lechos de filtraje o alcantarillado, pero las especies productoras
de enfermedades como la disentería amebiana, la malaria o la enfermedad del sueño son un azote de la
humanidad.
Características
Pequeños, de ordinario unicelulares, algunos coloniales con pocos o numerosos individuos todos iguales; sin
simetría o con simetría bilateral, radial o esférica.
Forma celular generalmente constante, ovalada, alargada, esférica u otra, en algunas especies.
Núcleo diferenciado, único o múltiple; otras partes estructurales como orgánulos; sin órganos o tejidos.
Locomoción por flagelos, pseudópodos, cilios o movimientos de la propia célula.
Algunas especies con cápsulas protectoras o testas; muchas especies forman quistes o esporas resistentes
para sobrevivir a las condiciones adversas o para la dispersión.
De vida libre, comensales, mutualísticos o parásitos.
Nutrición variada:
Holozoicos, que se alimentan de otros organismos (bacterias, levaduras, algas, otros protozoos, etc.).
Saprofititos, que se alimentan de sustancias disueltas en su medio.
Saprozoicos, que se alimenta de sustancia animal muerta.
Holofíticos, también conocidos como autótrofos, es decir, que produce alimento por fotosíntesis (como las
plantas).
EJEMPLOS
Subphylum Sarcodina.
Emiten diferentes tipos de seudópodos como medio de locomoción, lo cual les da la forma "ameboidea".
Presentan uno o varios núcleos en los diferentes estadios de vida. El ejemplo representativo es Entamoeba
histolytica. Cabe considerar las amibas no patógenas.
Phylum Ciliophora.
Los ciliados poseen dos clases de núcleos: macronúcleo (poliploide), implicado en la producción de RNA
mensajero, y micronúcleo (diploide), relacionado con la reproducción sexual. El movimiento de los organismos
incluidos en este grupo es mediante cilios, con los mismos componentes proteicos que los flagelos. Se
reconoce a Balantidium coli como ciliado patógeno para el humano.
Subphylum Mastigophora.
Utilizan flagelos como medio de locomoción. Cada uno de ellos está formado por un filamento (axonema)
compuesto por series de microtúbulos paralelos que exhiben el típico arreglo 9+2.
Independientemente de los flagelados usuales, cabe mencionar aquí a Dientamoeba fragilis, un patógeno
polémico, antes considerado una amiba, sin flagelos.
LOS HONGOS https://es.wikipedia.org/wiki/Fungi
En biología, el término Fungi (plural latino de fungus, lit. «hongos») designa a un taxón o grupo de
organismos eucariotas entre los que se encuentran los mohos, las levaduras y los organismos productores
de setas. Se clasifican en un reino distinto al de las plantas, animales y protistas. Se distinguen de las plantas
en que son heterótrofos; y de los animales en que poseen paredes celulares, como las plantas, compuestas
por quitina, en vez de celulosa. Se ha descubierto que organismos que parecían hongos en realidad no lo eran,
y que organismos que no lo parecían en realidad sí lo eran, si llamamos "hongo" a todos los organismos
derivados del que ancestralmente adquirió la capacidad de formar una pared celular de quitina. Debido a ello,
si bien este taxón está bien delimitado desde el punto de vista evolutivo, aún se están estudiando las
relaciones filogenéticas de los grupos menos conocidos, y su lista de subtaxones ha cambiado mucho con el
tiempo en lo que respecta a grupos muy derivados o muy basales.
Los hongos se encuentran en hábitats muy diversos. Según su ecología, se pueden clasificar en cuatro
grupos: saprófitos, liquenizados, micorrizógenos y parásitos. Los hongos saprófitos pueden ser sustrato
específicos: Marasmius buxi o no específicos: Mycena pura. Los simbiontes pueden ser: hongos
liquenizados basidiolichenes: Omphalina ericetorum y ascolichenes: Cladonia coccifera y hongos micorrízicos:
específicos: Lactarius torminosus (solo micorriza con abedules) y no específicos: Hebeloma mesophaeum. En la
mayoría de los casos, sus representantes son poco conspicuos debido a su diminuto tamaño; suelen vivir
en suelos y juntos a materiales en descomposición y como simbiontes de plantas, animales u otros hongos.
Cuando fructifican, no obstante, producen esporocarpos llamativos (las setas son un ejemplo de ello). Realizan
una digestión externa de sus alimentos, secretando enzimas, y que absorben luego las moléculas disueltas
resultantes de la digestión. A esta forma de alimentación se le llama osmotrofia, la cual es similar a la que se
da en las plantas, pero, a diferencia de aquellas, los nutrientes que toman son orgánicos. Los hongos son los
descomponedores primarios de la materia muerta de plantas y de animales en muchos ecosistemas, y como
tales poseen un papel ecológico muy relevante en los ciclos biogeoquímicos.
Los hongos tienen una gran importancia económica: las levaduras son las responsables de la fermentación de
la cerveza y el pan, y se da la recolección y el cultivo de setas como las trufas. Desde 1940 se han empleado
para producir industrialmente antibióticos, así como enzimas (especialmente proteasas). Algunas especies son
agentes de biocontrol de plagas. Otras producen micotoxinas, compuestos bioactivos (como los alcaloides)
que son tóxicos para humanos y otros animales. Las enfermedades fúngicas afectan a humanos, otros
animales y plantas; en estas últimas, afecta a la seguridad alimentaria y al rendimiento de los cultivos.
Los hongos se presentan bajo dos formas principales: hongos filamentosos (antiguamente llamados "mohos")
y hongos levaduriformes. El cuerpo de un hongo filamentoso tiene dos porciones, una reproductiva y otra
vegetativa. La parte vegetativa, que es haploide y generalmente no presenta coloración, está compuesta por
filamentos llamados hifas(usualmente microscópicas); un conjunto de hifas conforma el micelio3 (usualmente
visible). A menudo las hifas están divididas por tabiques llamados septos.
Los hongos levaduriformes —o simplemente levaduras— son siempre unicelulares, de forma casi esférica. No
existe en ellos una distinción entre cuerpo vegetativo y reproductivo.
Se estima que existen unas 1,5 millones de especies, de las cuales apenas el 5 % han sido clasificadas. Durante
los siglos XVIII y XIX, Carlos Linneo, Christiaan Hendrik Persoon, y Elias Magnus Fries clasificaron a los hongos
de acuerdo a su morfología o fisiología. Actualmente, las técnicas de biología molecular han permitido el
establecimiento de una taxonomía molecular basada en secuencias de ácido desoxirribonucleico (ADN), que
divide al grupo en siete filos.
La especialidad de la biología que se ocupa de los hongos se llama micología, donde se emplea el sufijo -
mycota para las divisiones y -mycetes para las clases.
CARACTERÍSTICAS
Antes del desarrollo de los análisis moleculares de ARN y su aplicación en la dilucidación de la filogenia del
grupo, los taxónomos clasificaban a los hongos en el grupo de las plantas debido a la semejanza entre sus
formas de vida (fundamentalmente, la ausencia de locomoción y una morfología semejante). Como ellas, los
hongos crecen en el suelo y, en el caso de las setas, forman cuerpos fructíferos que en algunos casos guardan
parecido con ejemplares de plantas, como los musgos. No obstante, los estudios filogenéticos indicaron que
forman parte de un reino separado del de los animales y plantas, de los cuales se separó hace
aproximadamente mil millones de años.
Algunas de las características morfológicas, bioquímicas y genéticas de los hongos son comunes a otros
organismos; no obstante, otras son exclusivas, lo que permite su separación de otros seres vivos.
Como otros eucariotas, los hongos poseen células delimitadas por una membrana plasmática rica
en esteroles y que contienen un núcleo que alberga el material genético en forma de cromosomas. Este
material genético contiene genes y otros elementos codificantes así como elementos no codificantes, como
los intrones. Poseen orgánulos celulares, como las mitocondrias y los ribosomas de tipo 80S. Como
compuestos de reserva y glúcidos solubles poseen polialcoholes (p.e. el manitol), disacáridos (como
la trehalosa) y polisacáridos (como el glucógeno, que, además, se encuentra presente en animales). Al igual
que los animales, los hongos carecen de cloroplastos. Esto se debe a su carácter heterotrófico, que exige que
obtengan como fuente de carbono, energía y poder reductor compuestos orgánicos.
A semejanza de las plantas, los hongos poseen pared celular y vacuolas. Se reproducen de forma sexual y
asexual, y, como los helechos y musgos, producen esporas. Debido a su ciclo vital, poseen
núcleos haploides habitualmente, al igual que los musgos y las algas.
Los hongos guardan parecido con euglenoides y bacterias. Todos ellos producen el aminoácido L-
lisina mediante la vía de biosíntesis del ácido alfa-aminoadípico.
Las células de los hongos suelen poseer un aspecto filamentoso, siendo tubulares y alargadas. En su interior,
es común que se encuentren varios núcleos; en sus extremos, zonas de crecimiento, se da una agregación
de vesículas que contienen proteínas, lípidos y moléculas orgánicas llamadas Spitzenkörper. Hongos
y oomicetos poseen un tipo de crecimiento basado en hifas.15 Este hecho es distintivo porque otros
organismos filamentosos, las algas verdes, forman cadenas de células uninucleadas mediante procesos
de división celular continuados.
Al igual que otras especies de bacterias, animales y plantas, más de sesenta especies de hongos
son bioluminiscentes (es decir, que producen luz).
Características diferenciales
Las levaduras, un grupo de hongos, presentan al menos una fase de su ciclo vital en forma unicelular; durante
esta, se reproducen por gemación o bipartición. Se denominan hongos dimórficos a las especies que alternan
una fase unicelular (de levadura) con otra miceliar (con hifas).
La pared celular de los hongos se compone de glucanos y quitina; los primeros se presentan también en
plantas, y los segundos, en el exoesqueleto de artrópodos; esta combinación es única. Además, y a diferencia
de las plantas y oomicetos, las paredes celulares de los hongos carecen de celulosa.
La mayoría de los hongos carecen de un sistema eficiente de transporte a distancia de sustancias (estructuras
que en plantas conforman el xilema y floema). Algunas especies, como Armillaria, desarrollan rizomorfos,
estructuras que guardan una relación funcional con las raíces de las plantas.
En cuanto a rutas metabólicas, los hongos poseen algunas vías biosintéticas comunes a las plantas, como la
ruta de síntesis de terpenos a través del ácido mevalónico y el pirofosfato. No obstante, las plantas poseen
una segunda vía metabólica para la producción de estos isoprenoides que no se presenta en los hongos. 24
Los metabolitos secundarios de los hongos son idénticos o muy semejantes a los vegetales.23 La secuencia de
aminoácidos de los péptidos que conforman las enzimas involucradas en estas rutas biosintéticas difieren no
obstante de las de las plantas, sugiriendo un origen y evolución distintos.
Carecen de fases móviles, tales como formas flageladas, con la excepción de los gametos masculinos y
las esporas de algunas formas filogenéticamente “primitivas” (los Chytridiomycota).
No poseen plasmodesmos.
La mayoría de los hongos crecen como hifas, estructuras cilíndricas y filiformes de 2 a 10 micrómetros de
diámetro y hasta varios centímetros de longitud. Las hifas crecen en sus ápices; las hifas nuevas se forman
típicamente por la aparición de nuevos ápices a lo largo de hifas preexistentes por un proceso llamado de
ramificación, o —en ocasiones— el extremo apical de las hifas se bifurca, dando lugar a dos hifas con
crecimiento paralelo.

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